Você está na página 1de 5

Judith Rubí Miramón Vázquez

Seminario de Estimulación Temprana


Viernes 7:00 – 9:00

El juego y La estimulación temprana

“el bebé responde al rostro del adulto sonriendo, si se cumplen ciertas condiciones: que
el rostro se muestre de frente, de modo que el infante pueda ver los dos ojos y que el
semblante tenga movilidad. No importa qué parte del rostro o de la cabeza se mueva
[…]no hay ninguna otra cosa, ni siquiera el alimento del infante, que provoque esta
respuesta” Spitz, R., A. (1969)

La estimulación temprana ¿apoyo o sustituto?, hoy día al hablar de estimulación temprana viene
a la mente la imagen de estancias y guarderías para niños lactantes y en edad preescolar, llevar
a los niños a estas instituciones quedando a cargo de los “profesionales” que conocen las
actividades y ejercicios que potencializaran las habilidades/ destrezas de los niños. En un libro
titulado Educación infantil se comenta en su primer capítulo (La educación durante la primera
infancia y nosotros: ¿Qué significa ser un profesional?), que el avance científico ha permitido
conocer de forma más profunda el desarrollo de los niños y la manera en que estos aprenden,
pero lo que se podría resaltar es que este avance, desde el punto de vista del autor, permite a
los profesionales ver a los niños de una manera diferente, desvelando la potente capacidad que
tienen para aprender desde una edad temprana, dando pie a los “profesionales” a desarrollar
planes y programas para enseñar a los niños desde su nacimiento (Morrison., 2005).

Afirmaciones de este tipo dan pie a cuestionarse ¿Cuál es la urgencia de la sociedad para que
los niños reciban una enseñanza y educación desde la edad más temprana posible? ¿en qué
momento estos padres y profesionales se detienen a pensar en la constitución subjetiva y la vida
psíquica del niño? ¿Qué tan importantes son o puede llegar a ser estos 2 componentes del niño
para los profesionales? Como bien lo menciona Rene Spitz, un niño de tan solo 3 meses no
responderá con una sonrisa a cosa alguna que no sea la mirada del Otro. Entendiéndose como
Otro (Pérez de Plá, 2000), a aquel que lo sostiene y le da los elementos para poder diferenciarse
de él (el Otro). Esta conducta del bebé parece ser innata sin embargo cuando no allá la marida
del otro, la sonrisa se desvanece y la conducta se debilita (Pérez de Plá, 2000). Pensando en
esto, el desinterés del otro por atender siquiera la sonrisa del niño estanca la capacidad del niño
para Ser, pues no hay de quien recibir una imagen de sí.

Ahora bien, se supondría que la estimulación temprana (ET) en su origen tendría la utilidad de
apoyar a los niños con capacidades diferentes, con retrasos en el desarrollo biológico o a los
niños con alteraciones genéticas, sin embargo, hoy en día la estimulación temprana es concebida
como:

o “un conjunto de acciones que tienden a proporcionar al niño sano las experiencias que
éste necesita para desarrollar al máximo sus potencialidades de desarrollo” (Santos.,
2002, p.4)
o “de gran importancia para potenciar el crecimiento y desarrollo del menor, y a su vez la
vigilancia del crecimiento y desarrollo permite la detección oportuna de las desviaciones
en este proceso” (Santos., 2002, p.1)

Regresando a lo antes ya expuesto, se puede ver que el único interés que nace para la
estimulación temprana es el de potencializar las capacidades en el desarrollo, y se deja a un lado
al niño mismo, a su Ser, lo que podría traer como consecuencias tempranas desviaciones
patológicas, alteraciones o retrocesos en el desarrollo (que paradójicamente no hay), y como
consecuencias más tardías; el pensamiento mecánico, el desinterés por la exploración del mundo
y el no cuestionamiento de los supuestos y afirmaciones. La dinámica familiar cada día cambia
más; padres divorciados, madres solteras, ambos padres con una vida laboral, etc.
probablemente esto no debería alterar el desarrollo y atención de los niños, pero proporcional a
ello brota la poca atención y escasa entrega de los padres para con los hijos.

Desde lo que Esperanza Pérez de Pla (2000) plantea como ET se resalta que estas actividades
no son mas que lo que comúnmente la madre (el Otro) hace con su hjio(a) y si la ET es
considerada como una herramienta seria desde el punto de vista de apoyar la función materna
para la consolidación del cuerpo del bebé y el reforzamiento de los vínculos de padre - madre e
hijo(a). Para Esperanza “hay bebés que pierden contacto con el medio […]que resulta en una
situación que no le ayudo a tener interés en los otros seres humanos si no que lo ha borrado
como sujeto y lo ha robotizado” (Pérez de Pla, 2000). Desde la autora no hay otro medio para
promover el desarrollo del bebé que el jugar, empero no un jugar cotidiano como menciona la
UNICEF (2011):

“La estimulación temprana ayuda a fortalecer el cuerpo y a desarrollar las emociones y la


inteligencia de tu hijo o hija. Integra estas actividades a su juego diario. Abrázale, felicítale,
sonríele, háblale y dile lo mucho que lo quieres, así, contribuirás a su desarrollo pleno y al
cuidado de su salud.”
Definitivamente no es una técnica que debe utilizarse para optimizar el desarrollo del niño, no es
algo que se deba introducir de forma planeada y organizada a la vida del niño, es más bien el
“hilo conductor” (Rodulfo, 1996) que guiara la constitución del Ser. Hablar del juego o el jugar trae
consigo grandes implicaciones puesto que al plantearlo desde su historia cronológica y los
diferentes autores que lo abordan, la concepción de este término cambia.

Comenzando con Freud, aquel que da un lugar al juego en la vida del niño, antepone la función
del juego, no como en sí mismo, sino como lo que el juego permite al niño. Refiere que es una
actividad simbólica (Ortigoza, 2010) que da pie a resistir la angustia de la ausencia de la madre
(el fort – da), en esta actividad el niño es consciente de la realidad y su mundo del juego,
permitiendo observar el mundo interno, las fantasías y deseos del niño (Mori,2016).

En el avance de esta concepción del juego como una técnica, Melanie Klein lo retoma y genera
un planteamiento teórico de la utilidad del juego como medio de expresión de los niños, desde el
enfoque de Klein el juego será una técnica de análisis de las simbolizaciones del niño, muy
parecida al análisis de los sueños de Freud, sin embargo como la utilización del lenguaje en los
niños es menos elaborada, el juego y los juguetes permitirán vislumbrar las fantasías, deseos y
experiencias de un modo simbólico. Es como llevar a cabo la sesión con un adulto, pero
adaptándola al niño, mientras que el adulto habla el niño juega; “el juego de los niños nos permite
extraer conclusiones definidas sobre el origen de este sentimiento…” (Klein, 2008)

Se puede observar que el camino del juego en estos 2 autores va enfocado más al juego como
una técnica para explorar el mundo interno del niño y la forma en que simboliza, estos autores
centran su teoría en “el juego del niño más que en el niño jugando” (Mori,2016). posterior a estos
planteamientos del juego en la vida del niño, Winnicott entra en el campo con una postura teórica
totalmente diferente colocando al juego ya no como un sustantivo (Winnicott, 2006) si no como
“un verbo sustantivado” (el jugar), pues para este autor, al hablar sobre el jugar se debe hacer
como una cosa en sí misma.

Winnicott comenta que el jugar tiene un espacio y un lugar, no se encuentra ni adentro del niño
ni fuera de él, no pertenece al mundo exterior, más bien “es un espacio potencial entre él bebé y
la madre” (Winnicott, 2006) que variaría indudablemente de las experiencias vitales que la madre
pueda crear en él bebé. El juego se encuentra en una temporalidad distinta, que se vive por la
experiencia que se creó ahí, un espacio transicional que da pie a un espacio de la simbolización.
Por tal razón es necesario que este espacio potencial este motivado por el amor de la madre, por
el querer estar y no por el deber querer o el deber estar. Es necesario porque el bebé necesita
tener confianza en que hay un alguien con él y que está dispuesta(o) a recibir y a devolver, como
se comenta en un inicio, saber de un Otro que sostiene y que da. Hasta aquí se pude vincular
con lo que menciona Esperanza Pérez de Pla de la ET como aquellas actividades cotidianas que
la madre hace con su bebé, el querer ser y estar para el niño ayudara a optimizar su desarrollo.

Complementando con lo que menciona Ricardo Rodulfo, retomando fuertemente la teoría de


Winnicott, el jugar es una actividad creadora con un carácter de producción; “no hay ninguna
actividad significativa en el desarrollo de la simbolización del niño que no pase vertebralmente
por” el jugar (Rodulfo, 1996). Desde la perspectiva de este autor existe una función más arcaica
que la de simbolizar, una que se ve desplegada en la constitución subjetiva, se refiere a la
necesidad de extraer materiales para la construcción del cuerpo, y estos materiales solo se
obtendrán a partir del cuerpo del Otro. Se agujera el cuerpo y se extraen materiales que se van
juntando permitiendo la elaboración de una masa pegajosa que conformara el cuerpo. Para que
el niño pueda rejuntar las materias necesita de la espontaneidad cosa que puede desaparecer
cuando se aplican los programas de estimulación tempranaactuales, puesto que el
comportamiento del niño es dirigido y regulado para cumplir un parámetro.

Como bien lo menciona Asturizaga y Unzueta (2008) “Nacemos creativos, juguetones pero la
vida, las circunstancias, las “normas” nos van imponiendo una forma de actuar “normal”, que
bloquea todo ese espíritu lúdico base del desarrollo humano. Jugar es experimentar”. Aunque en
el lugar de “la vida” y “las circunstancia”, podría colocarse la ausencia y el deber estar del otro.

La conceptualización de la estimulación temprana podría verse como el apoyo a devolverle al


adulto la capacidad de el jugar, la capacidad de ser el Otro que ama y está dispuesto a Estar para
ser arrancado y agujerado por él bebé, aquel bebé que juega para elaborar y crear “un pegote”
(Rodulfo, 1996). La ET debería convocar al padre y madre a tener una relación potencial con él
bebe, que sea amorosa y espontanea. No buscando potencializar el desarrollo del niño, mas bien
buscando las condiciones para que se de el jugar.
REFERENCIAS

Asturizaga, E. & Unzueta, C.(2008). El estatuto del juego en la clínica psicoanalítica con niños
http://www.revistasbolivianas.org.bo/pdf/rap/v6n1/v6n1a1.pdf

Klein M. (2008). El psicoanálisis de niños. Paidos. Recuperado de:


https://psicovalero.files.wordpress.com/2014/11/klein-melanie-psicoanalisis-de-nic3b1os.pdf

Mori D. N., (2016). El juego en el tratamiento psicoanalítico con niños. Universidad de la Rep.
Uruguay. Recuperado de:
https://www.colibri.udelar.edu.uy/bitstream/123456789/8640/1/Mori%2C%20Nancy.pdf

Morrison G., S. (2005). Educación infantil. Pearson Educación, 9°, Madrid, p.3. Recuperado de:
https://lookaside.fbsbx.com/file/educacion-
infantil%20%281%29.pdf?token=AWwCdAl0stjHTBKpgGpBHi9PFeNhfoz1xL2xZoJQLVDcB5sD
0SRln_otutOUm2kw_LInoYkBB9S-IRnxy_rZfgyQlE1zg0YNGsBY1i4Pl-IRKFHFw-
BQ_eSHEzPMZFW5QWhf8kt4vgA64q7MG9Vp-84weZJGcBsI4G0ZluaFtaSkgQ

Ortigoza G. (2010). El juego según diferentes autores. Recuperado de:


http://juegosimbolicoymas.blogspot.mx/2010/11/el-juego-segun-diferentes-autores.html

Pérez de Plá, E. (2000), “Sujeto, inclusión y diferencia. Investigación Psicoanalítica y psicosocial


sobre el Síndrome de Down y otros problemas del desarrollo”. Universidad Autónoma
Metropolitana. Unidad Xochimilco. 1° edición. México. Recuperado de: lectura base del Seminario
de Estimulación Temprana

Rodulfo R. (1996). El niño y el significante. Paidos 4°, Argentina.

Santos P., J. (2002) Estimulación Temprana Lineamientos Técnicos. Secretaria de Salud. México,
p. 1-4. Recuperado de:
http://www.salud.gob.mx/unidades/cdi/documentos/Estimulacion_Temprana.pdf

Spitz, R., A. (1969). El primer año de vida del niño. Fondo de cultura económica (FCE). México.
Recuperado de: https://psicologiadeldesarrollo1.files.wordpress.com/2012/07/spitz-r-primer-
ac3b1o-de-vida-2-parte1.pdf

UNICEF. (2011) Ejercicios de Estimulación Temprana. Talleres Gráficos de México. Recuperado


de: http://files.unicef.org/mexico/spanish/ejercicioestimulaciontemprana.pdf

Winnicott D., W. (2006). Realidad y juego. Gedisa. Recuperado de:


https://lookaside.fbsbx.com/file/WINNICOTT.%20REALIDAD%20Y%20JUEGO.pdf?token=AWw
1sFCcup6cWyP1GPrgBoD3soUa6nIC-a-Rpk9RT6Pr4oxvXtgs8-
9sdir8nTCkkZd_B6a28RzGSIOMEls20E6fyuM7vNQNmh_X4ud2zkJw_h79MWvPJKAvYVEBkY
54s9eEOzjTHY9Do9UHpcL5CDZNNHGhGbF0Uc5hVxvAboMVxw

Você também pode gostar