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Antropología
Tema:
Estructuralismo
2018
EL ESTRUCTURALISMO ANTROPOLÓGICO
Objetivo:
Los resultados alcanzados por el análisis estructural tocan muy diferentes campos: prohibición del
incesto, reglas del intercambio matrimonial, organización social, totemismo, ritual, chamanismo,
mito, arte, música, máscaras... Pero sus grandes demostraciones se hallan centradas en dos
subsistemas capitales de la cultura: el parentesco y la mitología.
Desarrollo, ¿Qué es?
El estructuralismo de Lévi Strauss hunde sus raíces en las ideas del método científico de Marx y en
el protoestructuralismo lingüístico de Ferdinand de Saussure. El mismo Lévi Strauss cita a Marx
cuando enseña que la ciencia social ya no se construye en el plano de los acontecimientos, así como
tampoco la física se edifica sobre los datos de la sensibilidad: la finalidad es construir un modelo,
estudiar sus propiedades y las diferentes maneras cómo reacciona en el laboratorio, para aplicar
seguidamente esas observaciones a la interpretación de lo que ocurre empíricamente y que puede
hallarse muy alejado de las previsiones. Por otra parte en Saussure encontró las herramientas para
aplicarlo con una moderna base científica, como práctica mecanicista donde no cuenta el devenir
humano. Fue esta idea precisamente la que le causó una famosa polémica con Sartre, el filósofo
existencialista.
Para Lévi Strauss las cosas constan de estructuras que pueden ser descubiertas y analizadas en
detalle. Considera que así como el lenguaje consta de unidades mínimas que se ordenan según una
serie de reglas para producir un significado, la cultura, es comunicación y se constituye de unidades
mínimas que se combinan según ciertas reglas en unidades mayores que forman un significado. Para
él descomponer la cultura en sus unidades básicas y comprender las reglas mediante las cuales se
combinan es entender el significado de la cultura. Considera que la mente organiza el conocimiento
según una lógica de la que es provista genéticamente nuestro cerebro humano y la cual se aplica a
diferentes cosas siguiendo unas leyes ya determinadas por su misma estructura biológica.
El propio Lévi-Strauss confiesa sus fuentes, e incluso señala sus tres maestros: La geología, el
psicoanálisis freudiano y el marxismo, por cuanto «los tres demuestran que comprender consiste
en reducir un tipo de realidad a otro; que la realidad verdadera no es nunca la más manifiesta»
(1955:62/46), sino que estriba en la estructura subyacente que debe formularse teóricamente. Con
tal fin, adopta el método estructuralista, semejante al que, desde principios del siglo XX, venía
utilizando la psicología de la forma o estructura (Gestalt), y lo toma de la lingüística estructural
fundada por Ferdinand de Saussure. En concreto, adapta el método fonológico desarrollado por N.
S. Trubetzkoy y Roman Jakobson. La estrecha analogía entre lingüística y antropología es lo que
permite la «transposición formal del método» (1958: 47/37): Al igual que los fonemas, y salvando
las distancias, otros hechos de la cultura (por ej. actitudes del parentesco, organización social, arte,
etc.), constituyen elementos de significación; adquieren esta significación integrados en sistemas; y
tales sistemas han sido elaborados inconscientemente por la mente humana; de manera que los
fenómenos culturales observables derivan de la aplicación de leyes generales, aunque ocultas. El
traslado del método hay que hacerlo, sin embargo, con toda precaución, pues si la lengua es el
sistema de significación por excelencia, otros dominios de la cultura son «sistemas que aspiran
también a la significación, pero cuyo valor de significación resulta parcial, fragmentario o subjetivo»
(1958: 58/46). El proyecto de la antropología estructuralista apunta finalmente a una comprensión
del fenómeno humano en su generalidad. Se trata de hacer no sólo un inventario general de las
sociedades, sino un inventario de los recintos mentales: «La etnología es, ante todo, una psicología»
(1962b: 174/193). Se trata de reducir a un orden datos aparentemente arbitrarios, y de poner de
manifiesto una necesidad inmanente a las ilusiones de la libertad. Con ese objetivo, el
estructuralismo arranca de la experiencia etnográfica para analizar, en cada sector de la vida social,
la red de oposiciones y correlaciones, de relaciones paradigmáticas y sintagmáticas, que lo organizan
internamente, en virtud de la función estructuradora del espíritu. Por lo cual, «el fin último de la
antropología es contribuir a un mejor conocimiento del pensamiento objetivado y de sus
mecanismos» (1964: 21/22-23). De un dominio a otro de la cultura, lo que varía es el objeto
(contenido) al que se aplican unas mismas operaciones mentales (formas). Todo lo cultural, al
encontrarse elaborado por el pensamiento inconsciente, permite al análisis desvelarlo e
interpretarlo como pensamiento objetivado. Los resultados alcanzados por el análisis estructural
tocan muy diferentes campos: prohibición del incesto, reglas del intercambio matrimonial,
organización social, totemismo, ritual, chamanismo, mito, arte, música, máscaras... Pero sus
grandes demostraciones se hallan centradas en dos subsistemas capitales de la cultura: el
parentesco y la mitología. La mejor plasmación de las indagaciones estructuralistas reside en las
obras de Claude Lévi-Strauss.
El método
1) La etnografía comienza con el trabajo de campo, que, mediante la observación de los hechos
sociales, se ocupa de la recogida y clasificación de datos y materiales que permitan describir la vida
de un grupo humano o alguno de sus aspectos.
2) La etnología, trabajo de laboratorio, se esfuerza por sistematizar, por analizar y representar los
hechos sociales en forma de modelos, formulando hipótesis que, una vez verificadas
etnográficamente, se conviertan en teorías.
3) La antropología (teórica) designa un tercer plano, el de aquellas indagaciones que buscan elucidar
principios aplicables a la interpretación del fenómeno humano como tal, en su generalidad, con
vistas a una teoría general de la sociedad.
La naturaleza humana
La cultura
Desde esta perspectiva, la cultura representa una emergencia, pero explicativamente es reasumida
en la naturaleza. La contraposición entre naturaleza y cultura no cuenta ya con una línea de
demarcación neta. Hay que ver en ella, más que una propiedad real, una antinomia de la mente
humana, que necesita pensar oponiendo; con lo que la oposición ofrece más bien un valor heurístico
y metodológico. La cultura queda naturalizada. Ahora bien, de ninguna manera porque se reduzca
a determinismos genéticos como pretende la sociobiología, sino por la universalidad de la matriz
simbólica puesta en juego en todo lo humano.
En resumen
Lo más claro de la dimensión simbólica del estructuralismo se expresa en el tema del apriorismo de
lo simbólico. La dependencia del “sujeto” frente a un sistema de sentido (social) que siempre existe
antes que él es la aportación más perdurable del estructuralismo de Lévi-Strauss. Es la intuición
fundamental que ha regido unas obras que difieren entre sí en otros aspectos. En los años sesenta
y setenta se puso en práctica un uso indudablemente excesivo del concepto de estructura, desde el
psicoanálisis de Lacan al marxismo de Althusser, pero Lévi-Strauss, que tenía una concepción exacta
y operativa de su método, no se reconoce en él. Estaría dispuesto incluso a sugerir que quien ha
influido ante todo en el “estructuralismo” de las ciencias humanas es precisamente el Lévi-Strauss
pre-estructuralista, el de la Introducción a la obra de Marcel Mauss.
La referencia al estructuralismo ha podido crear la ilusión de que las ciencias humanas eran, por su
método, el equivalente de las ciencias exactas, lo cual no tiene sentido, puesto que el objeto de
éstas sigue siendo histórico, que se toma de la propia Historia y que varía con ella. El universo que
estudian actualmente los científicos es el mismo que el del siglo pasado o, si ha cambiado, sus
cambios no son históricos, ligados a una historia que es también la de los que los observan, como
en el caso de las ciencias humanas.
Así, el estructuralismo sigue siendo actual y útil en tres sentidos. En primer lugar, define un método
para el estudio de algunos fenómenos, como los del parentesco, que los discípulos de Lévi-Strauss
defienden incluso en el contexto de las sociedades industriales. En segundo lugar, proporciona un
instrumento de análisis crítico para el estudio de las ideologías e ilusiones que nos invaden en la
actualidad. En tercer lugar, propone un método materialista que aborda el funcionamiento del
cerebro a través de sus creaciones institucionales y de sus obras. Actualmente, el cognitivismo toma
el mismo camino, pero por el otro extremo, el del aprendizaje. La brecha entre los dos extremos no
está próxima a cerrarse, pero la dirección es la adecuada.
Conclusiones:
Tarea:
Glosario:
Etnología: Ciencia que estudia las causas y razones de las costumbres y tradiciones de
los pueblos.
Etnográfica: Ciencia que estudia y describe los pueblos y sus culturas.
Nomotético: significa, etimológicamente, «proposición de la ley»
Isomorfo: de igual forma
antinomia: Conflicto o contradicción entre dos leyes, principios racionales, ideas o
actitudes
heurístico: De la heurística o relacionado con ella. Heurística: método para aumentar el
conocimiento.
Sociobiología: Parte de la sociología que estudia los aspectos biológicos del
comportamiento social.
Apriorismo: Método en que se emplea sistemáticamente el razonamiento a priori; se
fundamenta en ideas preconcebidas y prescinde de los hechos de la experiencia.
Bibliografía:
1948 La vie familiale et sociale des indiens Nambikwara. París, Journal de la Société des
Américanistes, t. XXXVII.
1949 Les structures élémentaires de la parenté. París, P.U.F. Nueva edición revisada: La
Haye-París, Mouton & Cie, 1967. (Las estructuras elementales del parentesco. Barcelona,
Paidós, 1981.)
1952 Race et histoire. París, UNESCO. (Incluido en Anthropologie structurale deux, cap.
XVIII.)
1955 Tristes tropiques. París, Plon. Nueva edición revisada: 1973. (Tristes trópicos. Buenos
Aires, EUDEBA, 1970.)