Você está na página 1de 2

Control de lectura 1

Bluter

El lenguaje es el elemento fundamental de comunicación, de entendimiento y de


identificación del ser humano. Asimismo, se articula por una serie de significados
que condiciona la existencia y las emociones. La fuerza de la lingüística radica
(según J.L Austin) en la “situación total”; forma en la que se ejerce un poder de
convencionalismo con el receptor ante el emisor. 1
Por lo anterior, el lenguaje puede contener comportamientos que se empata
con los hechos físicos. Verbigracia, la palabra beodo tiene una especificación física,
que se refiere al estado de ebriedad. La sensación es identificable en el momento
que se expresa la palabra beodo. “De hecho, parece que no existe un lenguaje
específico para el problema del daño lingüístico, de tal manera que nos vemos
obligados a tomar prestado el vocabulario del daño físico”.2 No obstante, la
detonación y la connotación de las palabras no pormenoriza la representación literal
de las cosas físicas, sólo se hace las similitudes metafóricas, particulares y
subjetivas.
“Si el lenguaje puede preservar el cuerpo, puede también amenazar su
existencia.”3 El lenguaje tiene la posibilidad de reflejarse desde su forma discursiva
a la orientación práctica por medio de estimulaciones que configura al cuerpo por
intentar de representar los hechos imaginarios y reales. Subsecuentemente, el
habla del sujeto actúa de forma independiente como planteamiento idealizado y
también, como dependiente a la expresión real por sus efectos eficaces o ineficaces.
Un performativo es eficaz no sólo cuando realizo el acto, sino cuando a partir de ese
acto derivan un conjunto de efectos. Actuar lingüísticamente no implica

1
Butler, Judith, Lenguaje, poder e identidad, Madrid, Síntesis, 2004, pp. 19.
2
Ibídem, p. 20.
3
Ibíd, p.22.

1
necesariamente producir efectos, y en ese sentido, un acto de habla no es siempre
una acción eficaz.4
El lenguaje y la conducta se correlacionan y se derivan del sujeto, quien emite
intencionalidad, distinción, ideología y significado a las palabras por una serie de
elementos corporales y tonalidades en las palabras. “Para Austin, el sujeto que
habla precede al lenguaje, mientras que para Althuser, el acto de habla que trae al
sujeto a la existencia lingüística precede y forma al sujeto”.5
Para Butler, el sujeto no es estrictamente un ente dominante por utilizar el
lenguaje y dirigirse con su semejante, sino por un reconocimiento de grado de poder
que está uno sobre otro, por ejemplo: Un policía es posible identificarlo
simbólicamente por su uniforme ante un civil, sin anteceder al lenguaje para
reconocerlo. Las acciones que emplea el sujeto son determinadas por la
decodificación que se derive del contexto.
Por lo anterior, no se quiere decir que el lenguaje depende de las reacciones
físicas, sino que los códigos del acto del habla están en función de una comprensión
lingüística. Por ello, la importancia del lenguaje es que condiciona una relación de
interfaz comunicativa que asirse al sujeto, mas no gira en el sujeto como su
instrumentación; la relación que mantienen ambos es de coexistencia.
La interpelación es un acto de habla cuyo “contenido” no es ni verdadero ni falso: su
primera tarea no es la descripción. Su objetivo es indicar y establecer a un sujeto en
la sujeción, producir sus perfiles en el espacio y en el tiempo.6
La interpelación es parte del lenguaje que asigna a un sujeto un poder y una aptitud
subordinada a la idiosincrasia de la sociedad o donde el sujeto interactúa
socialmente. Por ejemplo, el tema del racismo; el sujeto es posible que haga
declaraciones racistas, pero el discurso no se genera a partir de un fenómeno
particular, sino por la colectividad.
Bibliografía
Butler, Judith, “Introducción. De la vulnerabilidad lingüística” en Lenguaje, poder e
identidad, Madrid, Síntesis, 2004, pp.15-78.

4
Ibíd, p.38.
5
Ibíd, p. 49.
6
Ibíd, p. 62.

Você também pode gostar