TEORÍA Y PRÁCTICA DE LA ARGUMENTACIÓN ESP.
MARTA ELIZABETH PEREZ
LOS INICIOS DE LA RETORICA: LOS SOFISTAS
LA RETÓRICA EN LA GRECIA CLÁSICA
La retórica en cuanto análisis sistemático del discurso humano es una de las
disciplinas más antiguas del mundo occidental. Muchos antes del 700 a.C. los
griegos aprendieron a ordenar el discurso de un modo tal que pudiera lograr el
efecto deseado.
La reflexión griega sobre la eficacia de la palabra, originada por hechos
económicos, sociales y políticos, abarco la mayoría de las cuestiones teórico-
prácticas que en la actualidad plantean relaciones que se establecen entre
lenguaje/pensamiento, moral /política y en general el conjunto de las actividades
humanas. En éste sentido, Barthes (1982) sostiene que la retórica ha condensado
desde el siglo V a.C., al XIX d.C. distintas prácticas sociales y según las épocas la
retórica fue concebida como:
 Una técnica, un arte de la persuasión o un conjunto de procedimientos
cuya aplicación permite convencer a un oyente incluso de aquello que es
falso.
 Una enseñanza, una materia que se insertó dentro de los planes de
estudio de las instituciones educativas.
 Una ciencia, un campo de observación que delimita un fenómeno
concreto: los efectos del lenguaje. Y una clasificación de dichos
fenómenos, cuyo rasgo más específico son las figuras de la retórica.
 Una moral, la retórica constituye un código, un cuerpo de prescripciones
morales cuyo objetivo es vigilar (permitir, limitar) los desvíos del lenguaje
pasional.
 Una práctica social, que permite a las clases dirigentes asegurarse la
propiedad de la palabra. Dado que el lenguaje es un poder, se dictaron
reglas de acceso a ese poder.
 Una práctica lúdica, lo que se denomina una retórica oscurecida,
caracterizada por el uso de la sospecha, el desprecio, la ironía, la parodia y
las bromas escolares que forman parte de un acervo cultural que todavía
queda por explorar.
ORIGEN DE LA RETÓRICA
La retórica en cuanto análisis sistemático del discurso que busca disponer de
preceptos útiles para la organización del discurso es una de las disciplinas más
antiguas de occidente. Antes del 700 a. C ya los griegos habían aprendido a
ordenar el discurso de modo que pudiera lograr el efecto deseado, en los poemas
Homéricos argumentos y persuasión juegan un papel fundamental y son
pronunciados en asambleas deliberativas de los guerreros y en debates entre
hombres o entre dioses.
Particularmente importante es Néstor, un rey que poseía destreza retórica y que
mostraba la preocupación de los griegos por el logos entendido como la unidad
del pensamiento y su expresión, de tal modo que el pensamiento es inútil si no se
puede expresar y la expresión pura no tiene valor si no tiene nada que trasmitir.
Por otro lado, en la obra de Euménides de Esquilo (458ª.C) se evidencia el uso de
la retórica en las cortes de justicia de la época a través de los debates y las
disputas que son las reglas básicas que aparecen en el drama griego.
Una conciencia retórica que permite dar una organización del discurso para lograr
el efecto deseado, se desarrolla vinculada a procesos de propiedad y conflictos
jurídicos dentro de un contexto político particular. En el siglo V a.C. una revuelta
derroca a dos tiranos de la ciudad siciliana de Siracusa Helón y su sucesor Hierón I
(485 a.C.) quienes habían confiscado las tierras de la población para entregarlas a
los miembros de su ejército personal, a la vez que habían decretado
deportaciones, traslados de la población y expropiaciones.
Hubo en ésta época innumerables procesos que movilizaban grandes jurados
populares ante los cuales, para convencer había que ser locuaz. Esta elocuencia
que participaba tanto de lo judicial como de lo político- luego denominado género
deliberativo- se constituyó rápidamente en objeto de enseñanza. Pronto se
advirtió además la necesidad de un escrito que ofreciera de forma clara y
sistemática técnicas sencillas para argumentar y métodos prácticos de debate. Así,
su origen está estrechamente vinculado también a lo político, la palabra pública y
libre se relaciona con la retórica
CORAX DE SIRACUSA (PRIMERA PARTE DEL SIGLO V A.C.)
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Después que Trasíbulo fuera expulsado de Siracusa en 467 a. C., Córax obtuvo
por su elocuencia una autoridad considerable sobre los negocios de su país y se
retiró a profundizar en el arte de la elocuencia. Por otro lado, los ciudadanos de
Siracusa emprendieron una serie de pleitos para recobrar las tierras que los
tiranos habían regalado a los miembros de su ejército personal. Entonces se vio
claramente que sólo conseguían recobrarlas o conservarlas aquellos que sabían
hablar bien ante el jurado popular, por lo que empezaron a escribirse discursos
persuasivos. A la vez que comienza una especialización en este arte, denominado
retórica y a enseñarlo a cambio de retribución, el primero de ellos el mismo Córax.
Se atribuye a Córax ser el autor del primer tratado de retórica hacia el 476- 460 a.
C. - actualmente perdido- por lo cual se le estima creador de esta disciplina. El
arte que Córax elaboró se proponía ayudar a los ciudadanos ordinarios a defender
sus demandas en los tribunales. Al no ser posible presentar pruebas
documentales para demostrar la veracidad de los reclamos, los discursos se
apoyaban en la probabilidad y la verosimilitud. Propone un conjunto de técnicas
que permiten argumentar de manera más efectiva ante los tribunales. Su retórica
se fundamenta en preceptos prácticos y en ejemplos alejados de la idea filosófica
de la búsqueda de la verdad, ya que a los jueces no les interesa tanto la verdad
abstracta como la verosimilitud, es decir, aquellos elementos válidos para cada
caso concreto.
Para Corax lo que parece verdad es más importante que lo que es verdad. De allí,
la búsqueda sistemática de pruebas y el estudio de las técnicas adecuadas para
demostrar la verosimilitud de una tesis. Se apunta a una de las discusiones básicas
en toda la historia de la retórica, la relación entre verdad y opinión, que marca
consecutivamente fases de auge y de decadencia de esta disciplina, sobre todo en
el siglo XIX.
Dos serán para Corax características básicas de la argumentación persuasiva: la
importancia del auditorio y la verosimilitud de los argumentos, que harán que la
retórica pueda desarrollarse en aquellos ámbitos humanos en los que la evidencia
empírica es difícil o imposible. Es decir, aquellos espacios propios de la razón
práctica en los que la validez del argumento está condicionada por el uso y el
momento en el que éste se expresa.
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En Córax, además de su doctrina sobre la probabilidad general ya se encuentran
enunciados las partes del discurso judicial:
 Proemio destinado a captar la atención y benevolencia de los miembros
del jurado.
 Narración en la que se presentan los hechos con claridad y concreción.
 Argumentación que abarca la confirmación y la refutación y en la que se
presentan las pruebas.
 Peroración en la que se resume la cuestión del litigio.
 Epílogo en el que se procura provocar la emoción de los miembros del
jurado.
Estas partes del discurso jurídico, serán las cinco grandes partes de la oratio que
formarán durante siglos el plan del discurso oratorio: el exordio, la narración o
acción (relato de los hechos), la argumentación o prueba, la digresión y el epílogo.
Por otro lado, se considera a Córax como el primer teórico de lo verosímil. Lo
verosímil no era para él una relación con lo real, sino con lo que la mayoría de la
gente cree que es lo real. Entonces, es necesario que el discurso esté en
conformidad con otro discurso y no con el referente. Lo verosímil es lo opinable y
está sujeto al acuerdo del público.
Según Aristóteles, una vez que se traslada a Grecia tuvo un discípulo famoso;
Tisias quien divulgó el tratado de retórica entre los griegos. Es además muy
conocida una antigua leyenda que se refiere al pleito entre Córax y Tisias ilustra
también el método general sobre la probabilidad. Córax demanda a Tisias sus
honorarios por las clases dadas a éste.
Córax: debes pagarme si ganas el caso porque eso demostraría el
valor de mis lecciones. Si pierdes el caso debes pagarme también
porque el tribunal te obligaría a hacerlo. Tanto en un caso como
en otro me pagas.
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Tisias: No pagaré nada, porque si pierdo el caso quedaría
demostrado que tus enseñanzas carecían de valor. Por otro lado, si
gano, el tribunal me absolverá de pagar. En un caso u otro no
pagaré.
Es claro entonces que ambos autores contribuyeron a la sistematización
de patrones retóricos, donde el discurso podía ser analizado de acuerdo
con sus partes- introducción o exordio, narración, pruebas, conclusión- y
que el auditorio acepta la probabilidad como una prueba adicional para
admitir o no la credibilidad de un orador.
EMPÉDOCLES DE AGRIGENTO (493-433 A.C.)
Conjuntamente con la retórica de Córax basada en la demostración
técnica de lo verosímil, se desarrolla otra escuela de retórica que
practica y teoriza una retórica psicagógica o conductora de almas
vinculada al pensamiento pitagórico que se fundamenta en el
encadenamiento de la palabra.
Es una retórica que por un lado, se relaciona con lo oportuno, lo adecuado, lo
justo, lo exacto en el sentido aritmético y que guarda directa relación con la
noción de proporción matemática. Por otro, se relaciona con la magia, que
conociendo los poderes secretos de las palabras produce efectos sorprendentes y
milagrosos.
Para Empédocles, el arte retórico no se proponía convencer mediante una
demostración técnicamente rigurosa sino que pretendía conmover, apoyándose
en la atracción irresistible de la palabra que empleada con habilidad ejerce sobre
los oyentes.
La retórica psicagógica intenta provocar más que una adhesión racional, una
reacción emotiva una comunión. Aconseja varios procedimientos para conseguir
estos efectos, entre ellos:
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La utilización constante de la figura retórica de la “antítesis”, relacionada
con la teoría pitagórica de los contrarios.
El manejo de la "politropía"1, consistente en la habilidad para encontrar
diferentes tipos de discursos para los diferentes tipos de auditorio
procurando recurrir a lo oportuno según las circunstancias y los
interlocutores.
También son importantes en esta etapa los aportes de Antífono, que pueden
resumirse en tres puntos claves:
 Disposición de la alocución en cinco partes: exordio, narración,
confirmación, digresión y epílogo, aplicable a todos los discursos.
 Composición de los lugares y argumentos tipo (tópicos) como fórmulas
generales, vacías, que pueden aplicarse a cualquier discurso, y que
también son desarrolladas por Aristóteles 2, Cicerón y Quintiliano.
 Elabora la teoría de la verosimilitud.
Quedan así perfilados los primeros pasos de la etapa inicial de la retórica, aunque
su consolidación se desarrolla, a mediados del siglo V. a. C, en el marco de la polis
griega, más concretamente en Atenas.
LOS SOFISTAS
Con la restringida democracia griega, que sobreviene a la caída de los tiranos se
produce la irrupción de los ciudadanos a la vida pública, y con ello la atención a
los problemas de educación, la sociedad y las formas de gobierno. Paralelamente
se desarrolla el interés por la persuasión, por las técnicas del pensar, por el
encantamiento de la palabra. En éste contexto, surgen los sofistas que en gozaron
de gran prestigio con sus planteos sobre el valor del ser humano, la imposibilidad
de verdades estables, lanzados desde una plataforma de rebeldía y desde una
postura crítica hacia la filosofía natural y la ciencia cosmológica.
Una serie de circunstancias históricas permitió el desarrollo de la retórica de la
mano de los sofistas, el poder político y el auge económico que representó la liga
1 En contraposición a la "monotropía" que consiste en el uso de un solo tipo de discurso.
2 Aun cuando Aristóteles niega que sean estructuras vacías, sino que no pueden aplicarse a cualquier
discurso.
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de Delos en los años posteriores a las guerras con Persia con la progresiva
hegemonía ateniense, la aparición de la democracia como sistema político y que
una serie de personajes adinerados de Atenas emplearan dinero para recibir su
aprendizaje, a los cuales se los denominó sofistas 3.
Para Jean Murphy (1989: 16) la noción de sofista se encuentra relacionada al
concepto de logos. En este sentido se pueden distinguir distintos grados de
sofistas conforme al uso que se haga de la noción de logos:
Primer grado: los sabios, como Solón el legislados, que plasma la
sabiduría en forma de leyes.
Segundo grado: los hombres de estado, que aplican el saber a los
asuntos prácticos, por ejemplo Pericles o Temístocles.
Tercer grado: los maestros de la sabiduría que hacían valer su habilidad
para trasmitir el saber o para transmitir la elocuencia como;
Protágoras, Gorgias o Sócrates.
Si bien, las contribuciones de los sofistas a la constitución de la retórica como
ciencia fueron decisivas, el pensamiento platónico los sumergió en un gran
desprestigio. La crítica fundamental fue la desvinculación del arte retórico que
practicaban con la ética, entendida como defensa de una verdad absoluta.
Esta consideración negativa se fundamentó en que los sofistas consideraban que
el conocimiento humano no puede conocer la verdad. Por ello, se los acusó de
escépticos y ciertamente lo eran, específicamente en relación a la política y los
acontecimientos históricos del momento. Los sofistas, tras las tiranías y los
gobiernos tradicionales se presentaban como hombres que apuntaban a la
democracia griega, buscaban acercarse a la vida real de los hombres y de la
sociedad.
Era preciso conocer al individuo, saber sus fibras íntimas. Con ello, el centro de
gravedad de la filosofía transita desde el tratamiento de la naturaleza a la
problemática del hombre y la sociedad. Así se entiende que los sofistas dieran una
3 Sofista es una palabra que significa sabio, experto en el saber, esta acepción positiva se convierte
en negativa con Platón y Aristóteles, que le dieron a la palabra la acepción de saber aparente, lucrativo
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importancia capital a la palabra. De hecho, puede afirmarse que los sofistas son
posiblemente los primeros en teorizar sistemáticamente sobre el poder de la
palabra y sobre su influencia en los asuntos humanos y sociales.
Con los sofistas se inicia la tendencia a adaptar el discurso a las predisposiciones
del auditorio. Esto es, a conocer al auditorio para ajustar el discurso persuasivo a
sus ideas, valores y necesidades. En última instancia, esta adaptación de la palabra
a las particularidades del auditorio supone que el orador debe tener en cuenta las
opiniones del público si quiere que su discurso sea efectivo. Y esta operación
comporta el conocimiento del auditórium y, por tanto, se le reconoce un lugar
central en el proceso comunicativo.
Según Emmanuel Danblon (2005) a pesar de las diferencias entre ellos, los sofistas
tuvieron temas de preocupación común que constituyeron las bases de su
reflexión retórica. Este zócalo compartido se centra fundamentalmente en los
siguientes aspectos:
El interés marcado por el lenguaje.
La preocupación por el arte retórico que enseñaban. Tenían la ambición de
educar al ciudadano tanto en el saber en general como en las técnicas de
la retórica, como herramientas eficaces para la construcción de la
democracia. Como telón de fondo de esta reflexión se planteaba la
transformación de las instituciones políticas. El nacimiento de la
democracia requería que las decisiones se tomaran como resultado de
debates argumentados y que no fueran decisiones impuestas por un
puñado de privilegiados.
El escepticismo manifestado en que el conocimiento no podía ser sino
relativo al sujeto receptor. De esta manera, el único criterio de verdad es
la doxa u opinión.
La importancia que otorgan a las circunstancias en las que se produce el
discurso. Se trata de un criterio claramente pragmático que hace
necesario que el orador tenga en cuenta la enunciación del discurso y sus
condiciones de puesta en escena.
Preocupación por las relaciones entre la naturaleza y la ley.
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El carácter eminentemente político de la sofística es un hecho de logos. La
aparición de lo político como tal, en cuanto instancia específica no subordinada a
ninguna otra determinante, es lisa y llanamente el efecto fundamental de la
posición crítica asumida con respecto a la ontología, al discurso del ser. Por otra
parte, los sofistas serán constituidos por Platón como el alter ego negativo del
filósofo: su otro malo. Por lo cual, es preciso condenarlos, denunciarlos como
seudo filosofía: filosofía de las apariencias y apariencia de la filosofía. (Bárbara
Cassin: 2008)
Es a partir de los Diálogos de Platón que se construye la visión negativa de la
sofistica, que es desacreditada en todos los planos “…En el plano ontológico: el
sofista no se ocupa del ser, se refugia en el no ser y el accidente. En el plano
lógico: no busca la verdad ni el rigor dialéctico, sino únicamente la opinión, la
coherencia aparente, la persuasión y la victoria en una justa oratoria. En el plano
ético, pedagógico y político: no tiene en vista la sabiduría y la virtud, para el
individuo ni la sociedad, sino el poder personal y el dinero…” (Cassin, Bárbara;
2008:14)
Para poder comprender de manera un poco más concreta la concepción filosófica
de los sofistas y lo que ello representa en el panorama histórico de la retórica,
resulta conveniente adentrarnos en el pensamiento de algunos de los sofistas más
relevantes. Entre ellos, Protágoras, Gorgias e Isócrates.
PROTÁGORAS DE ABDERA (481-411 A.C.)
Fue el iniciador de la denominada “primera sofística”. Viajo por toda Grecia y pasó
varias temporadas en Atenas. Escribió por encargo de Pericles la legislación
destinada a la colonia de Turi en el 444 a. C. Entre sus obras cuya autenticidad
parece segura se encuentra La verdad (Alétheia) citada por Sexto Empírico y Las
antilogías, de la cual solo poseemos algunos testimonios. Fue profesor de oratoria
y muy importante al punto que Platón dedica un dialogo, Protágoras en el cual
realiza un feroz ataque a sus ideas.
Para numerosos autores su obra plantea un relativismo escéptico por cuanto
sostuvo que puesto que ningún hombre puede estar seguro de la verdad en una
situación determinada, cada hombre tiene el derecho a expresar su propio punto
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de vista. Quería que sus discípulos debatieran los dos lados de toda cuestión, así
podían comprender la naturaleza de la controversia y defenderse mejor. Esta
creencia puede traducirse en el siguiente postulado:
Sobre todas las cosas se puede sostener un discurso y el discurso contrario.
Según Protágoras el hombre es la medida de todas las cosas. Tal proposición se
basa en la teoría de Heráclito de la perpetua fluidez de la materia y en una
concepción sensualista del conocimiento: si las cosas están en flujo permanente y
el conocimiento se reduce a las manifestaciones que llegan de los sentidos, las
afirmaciones de distintas personas sobre un objeto concreto o sobre una
situación determinada siempre serán verdaderas aunque parezcan diferentes y
hasta contradictorias De allí que Protágoras afirmara en su tratado El arte de
disputar que sobre cada cosa hay dos argumentos recíprocamente enfrentados.
Para entender el marco del pensamiento de Protágoras, hay que situarlo en la
democracia naciente. Se interesaba principalmente en las cuestiones humanas, en
la realidad social y las decisiones políticas. Así, una decisión tomada en la
asamblea política siempre es objeto de un debate previo por lo que la decisión
misma es una convención que representa un consenso, nunca total. El principio de
la asamblea política conlleva en sí la idea de oposición, pero ésta no puede verse
como una contradicción interna que conduce a un relativismo generalizado, sino
como un principio regulador de la democracia misma. Esto se percibe aún más
nítidamente en el marco judicial, donde se oponen dos discursos contrarios: la
acusación y la defensa en una verdadera pugna verbal.
Para E. Danblon (2005) es a la luz de ésta consideración donde se tiene que
interpretar la frase más célebre de Protágoras:
El hombre es la medida de todas las cosas, de las que son, en tanto que son, de las
que no son, en tanto no son
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Este aforismo tuvo diferentes interpretaciones. La interpretación más difundida es
en el sentido del “relativismo escéptico”, coherente con la mala reputación que
persigue a los sofistas desde hace siglos. Considerados como arribistas, amorales y
corruptos se los juzga capaces de cambiar de bando y capaces de apoyar cualquier
causa con tal de obtener algún beneficio.
Otra interpretación desde el denominado “giro lingüístico” 4 en la filosofía
contemporánea sustenta que los sofistas son los primeros en plantear que la
realidad en su conjunto depende, para existir, de una decisión e intervención
humana que se manifiesta en un discurso, con lo cual no hay realidad fuera de la
presencia humana, fuera de las convenciones humanas. Así, todo es convencional,
y es el lenguaje el que gobierna la creación del conjunto de la realidad.
Una interpretación más matizada es la de Eugène Dupreèl (1948) para quien, con
los sofistas el ser humano comienza a ser centro de interés,y entonces se realiza
una nítida distinción entre los hechos y las convenciones. En éste sentido, en el
aforismo de Protágoras sobre el Hombre- Medida, hay que ver una reflexión
sociológica consistente en el hecho de que el hombre decide la realidad social,
aun cuando la naturaleza siga siendo asunto de los dioses. Así, cuando Protágoras
refiere a las cosas no apunta a la naturaleza misma, sino a las cosas que
acontecen; convenciones, decisiones, principios y valores. Es decir, todo aquello
que compone la realidad social, la trama de aquello que se construye entre los
hombres reunidos en asamblea.
Por otro lado, como dijimos en párrafos anteriores, Protágoras enseño con
originalidad la doctrina de la antítesis como formula eficaz y como idea fuerza
para la articulación de la argumentación. Mostró como un mismo argumento
puede presentarse desde puntos de vistas opuestos. Recordemos que esta técnica
de la contradicción o antilogía- uno de los aportes más innovadores de la sofística-
4 Para Dardo Scavino (1999) hablar de un “giro lingüístico” en filosofía significa que el lenguaje deja
de ser un medio, algo que está entre el yo y la realidad para convertirse en un léxico capaz de crear,
tanto el yo como la realidad. De allí que se sostenga que la realidad nunca refuta un discurso o una
interpretación de los hechos, siempre lo hacen otros discursos y otras interpretaciones. Así, desde
esta perspectiva hay una especie de desagravio a los sofistas por plantear el cuestionamiento a las
verdades universales y restituir el fundamento cultural del pensamiento.
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defendía que sobre cada cuestión se pueden elaborar dos discursos que se
oponen entre sí, y que todos los problemas ofrecen al menos dos aspectos, dos
caras que deben ser examinadas con la misma atención. En todo asunto hay que
conocer el pro y el contra, y en materia de hechos opinables lo que cuenta es
encontrar la razón más convincente.
Más allá de considerarse una sutileza argumentativa, la antilogía es el paradigma
antitético al dialéctico Platón y cualquiera de los dos sirve igualmente para
afrontar los discursos del conocimiento, sin que exista razón que no sea histórica
para que prevalezca el prestigio de uno sobre otro como método de búsqueda de
conocimiento. El arte de las antilogías es un camino de búsqueda de conocimiento
por similitud y desemejanza, con el objeto de disipar el engaño.
GORGIAS DE LEONTINO (485-380 A.C.)
Es oriundo de Siracusa, llega a Atenas como embajador en el 431 a.C., y se quedó
en ella definitivamente para abrir una escuela de retórica, convirtiéndola en una
disciplina fundamental de la paideia, el programa pedagógico del joven griego.
Como embajador de Sicilia en Atenas deslumbró a los atenienses por la brillantez
de sus discursos. Durante varios años fue el profesor más prestigioso y el orador
más popular. Sus obras más importantes son Sobre la naturaleza y sobre el no ser
y El encomio de Helena. A partir de él la retórica se asocia con la poética y la
oratoria con la lírica. Entre sus discípulos se destacan Pericles, Tucídides, Isócrates
y Menón.
Gorgias elimina todo criterio objetivo en la elaboración del conocimiento, según el
no existe posibilidad real de la ciencia verdadera, ya que el único objeto del logos
retórico es la opinión. La palabra aunque no sirve para representar ni para
trasmitir la realidad es útil para persuadir a los hombres. Desarrolla la teoría de la
oportunidad, y la base de sus argumentos fue la probabilidad. Además de ser uno
de los primeros retóricos que reconocieron el carácter persuasivo de los recursos
emocionales, llamó la atención por el cuidado que prestó a los procedimientos de
estilo, dotando a la prosa de atributos hasta entonces reservados a la poesía.
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Fue otro de los exponentes de la reflexión sobre la realidad social entre los
sofistas. Discutió la cuestión en su famoso tratado sobre el no ser, mediante una
tesis enunciada en tres tiempos:
1 creada por un ideal de verdad imposible de alcanzar, de allí nace la posibilidad de
2 reflexionar sobre la eficacia del discurso y sobre la potencia evocadora de las
Nada existe 3
si existiera algo no podria ser conocido
si puediera ser conocido, no
podría ser comunicado a los
demás
Las interpretaciones de esta tesis difieren desde un escepticismo y relativismo
radical a un nihilismo. Para algunos estudiosos, es el exponente de un
escepticismo radical que lo lleva a negar la posibilidad del conocimiento para
conseguir la verdad. El conocimiento es relativo y depende del ser humano. El
punto de partida de este posicionamiento es que la percepción está determinada
por los sentidos, lo que hace que el ser humano quede encerrado en su propia
subjetividad, porque los sentidos son incapaces de mostrar el mundo unificado. La
experiencia del ser humano es intima y única, imposible de transformarla en
palabras, por lo tanto, la realidad no puede comunicarse. Esta postura se puede
calificar como nihilista, niega la capacidad simbólica y significativa del lenguaje,
reduciéndolo a su función retórica. Así, la palabra persuade a las personas y
moldea sus mentes, se dirige tanto al conocimiento como a la pasión.
Una interpretación más matizada plantea que en la primera parte de su tesis hay
una crítica a la ontología ingenua de Parménides y una alusión a su poema “el ser
es, el no ser no es”. Que en la segunda, hay una crítica a la epistemología ingenua
que se desprende de la física de Parménides. Y en la tercera, hay una crítica a la
concepción ingenua del lenguaje. El argumento de Gorgias consiste en subrayar
que el lenguaje y el mundo no son de la misma naturaleza. Lo que se dice es
siempre discurso y no un objeto del mundo, por otro lado, nuestra relación con el
mundo siempre es personal y no puede ser reducida ni generalizada mediante
una fórmula comunicable a todos.
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Para Gorgias, no hay adecuación entre el lenguaje y el mundo toma en cuenta el
carácter convencional del lenguaje y por lo tanto no exige ninguna adecuación
entre la naturaleza de un enunciado y lo que este representa. La renuncia al ideal
del lenguaje planteado como espejo del mundo, permite liberase de la tensión
figuras retóricas.
Gorgias pensaba que las imágenes y las figuras de la retórica llegaban
directamente al alma y contribuían a provocar la persuasión indispensable para
lograr adhesión. La incomunicabilidad remite principalmente a la pretensión del
lenguaje de hacer corresponder las palabras y las cosas, pero las figuras retóricas
no tienen tal pretensión ya que tocan las emociones y por ello el papel de la
persuasión está en el centro de las reflexiones de Gorgias. Ahora bien, la
persuasión tiene un status particular que se vincula al discurso mágico. Para
Gorgias el auditorio es una entidad pasiva sobre el cual el discurso produce un
efecto comparable a los hechizos de la magia, así la persuasión puede ser tanto un
remedio para los dolores del alma como un hechizo maléfico. Esta visión plantea
un problema fundamental en la retórica posterior: la persuasión utiliza las
emociones humanas para alcanzar sus fines y la adhesión de un auditorio, pero no
es necesariamente la adhesión del auditorio un indicador de la validez de los
argumentos que se han presentado para su aprobación. Esta tensión entre validez
y persuasión atraviesa toda la historia de la retórica, y como veremos a lo largo del
programa cada época y cada corriente teórica ha buscado responder a la misma
de distintas maneras.
En conclusión, existen dos elementos claves en la concepción georgiana de la
retórica:
 La indicación de la persuasión como esencia de la retórica tanto en la
forma como en el contenido.
 La delineación de la tarea puramente psicagógica y no científica de la
retórica. La persuasión sería entonces, seducción.
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Uno de los aportes más importantes de éste filósofo es la creación del discurso
epidíctico o laudatorio referido a una persona, ciudad, dios, etcétera, a los que
elogia o censura. También se le atribuye la invención de la prosa poética,
introduciendo con ella una de las vertientes más relevantes de la retórica: la
elocutio.
Hasta entonces, las figuras de estilo (si es que en aquellos momentos se puede
hablar de estas figuras, ya que estaban en una fase muy incipiente) solamente se
habían aplicado a la poesía. Con Gorgias la prosa también persigue un fin estético,
además del puramente comunicativo. Esta primera diferenciación entre retórica
de las figuras y retórica de la argumentación, que se hará más evidente a lo largo
de los siglos y que se consolidará definitivamente en el Renacimiento, tiene una
importancia sustancial para entender la posterior decadencia de la retórica y el
cariz que toma su recuperación en el siglo XX.
Aunque la mayor parte de los efectos retóricos gordiano depende de diferentes
tipos de paralelismos, hace también uso de la antítesis, oponiendo expresiones
contrarias perfectamente dispuestas con el fin de resaltar su carácter
contradictorio. En El Elogio de Elena esta es contrastada con su raptor de la
siguiente manera:
“…Pero si fue tratada con violencia y contra la ley y se le infirió injusta
ofensa es claro que su raptor era culpable, en tanto que ella, al ser
raptada y violada, era desgraciada. Por lo tanto, el bárbaro que
empleando las leyes, las palabras y los hechos cometió el acto tan
repudiable debe afrontar la acusación verbal, la reprobación de la ley
y la condena de su acción. Elena, que fue violada, alejada de su
madre patria y apartada de sus amigos debería ser objeto, en justicia
de consideración y no de condena. Porque él es el agresor y ella la
victima. Es justo pues, compadecer a la primera y reprobar al
segundo…”
Su estudiado discurso para alcanzar un efecto persuasivo, es un paso
importante para una teorización discursiva. Por otro lado, el efecto retórico
sobre el comportamiento del oyente es uno de los efectos posibles, el otro
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efecto es la realidad que se crea mediante el discurso. Así, vuelve a
ponerse sobre el tapete la idea de seducción por lo que puede interpretarse
el pensamiento de Gorgias como un giro ontológico. La seducción impacta
sobre el referente, fabrica el mundo, lo hace acaecer, junto con la ciudad y
la política.
Además, podría decirse que es en el texto El Encomio de Helena, donde se
encuentran presentes los aspectos fundamentales del pensamiento de Gorgias.
De lo físico a lo político: el género epidítico del que es
paradigma, solo cobra sentido en relación con valores
consensuales, constitutivos de la ciudad sobre los cuales se
apoya, y que, sin embargo contribuye a trastocar.
Constituye una logología, es el
modo en que la palabra es
generadora de la realidad.
El Encomio de Helena tematiza y practica ese tipo de discursividad. Helena es lo
que se dice de ella y siempre es posible pronunciar al menos dos discursos a su
respecto: es la más culpable de las mujeres (el no ser, no es) y sin embargo y por
eso mismo, es la más inocente (y así el no ser, es). Helena no es más que el último
discurso pronunciado. Helena se constituye así en un efecto del decir, porque es el
nombre del decir eficaz. Gorgias da a entender que la inocencia de Helena no es
otra cosa que su culpabilidad. Es inocente si ha sido persuadida por la palabra, si
ha amado, pero precisamente por ello es culpable de la traición a su pueblo.
ISÓCRATES (436-338 A.C.)
Fue uno de los más celebres profesores de retórica. Comienza su carrera
profesional como logógrafo5 aproximadamente en el 392 a.C. y fundó la carrera de
5 Los logógrafos eran escritores que componían discursos para que otros oradores los pronuncien. Existieron
desde que Solón en los siglos VII-VI a.C. estableció la obligación de que todos los acusados se defendieran
personalmente ante los jueces. Además de buscar la eficacia de la argumentación se preocupaban por la
adecuación estilística: procuraban componen discursos cuyo estilo respondiera a la constitución psicológica y a la
situación social del cliente. Cuidaron especialmente la naturalidad de las expresiones y su conformidad con el
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LOS INICIOS DE LA RETORICA: LOS SOFISTAS
oratoria, lo que el denominó filosofía para la educación práctica de los estadistas.
Hizo de la retórica la asignatura fundamental de un plan de estudios diseñado
para producir estadistas que se ocuparan del bienestar de Grecia.
Aunque se han conservado veintidós discursos y nueves cartas, su obra Arte de la
retórica, se perdió. Su teoría retórica llega a nosotros a partir de otros dos
escritos, uno autobiográfico Antidosis (351 a.C.) y otro pedagógico Contra los
sofistas (391 a.C.). En éste ultimo expone el método y el propósito de sus
enseñanzas: una filosofía que proporcione ideas (formas de discurso) y enseña a
practicarla. En su discurso Panatenaico, nos ofrece un ejemplo práctico de este
método, con un marcado interés en la sonoridad del período.
En Antidosis plantea que para dedicarse a la retórica se deben poseer tres
cualidades:
“…Yo les digo que si quieren sobresalir en la oratoria o en la gestión
de asuntos… deben antes que nada, poseer habilidad natural para lo
que quieran hacer; en segundo lugar, deben someterse al aprendizaje
y llegar a dominar todos los conocimientos acerca de esa materia
concreta, cualquiera que esta sea y finalmente deben ser versados y
conocer en la práctica los usos y la aplicación de su arte…”
Pretende armonizar el aprendizaje del discurso persuasivo con la educación para
la vida civil y la búsqueda teórica - práctica de la verdad y la belleza con la eficacia
demostrativa. Además de conseguir un equilibrio entre la oratoria y la elocuencia.
Para él, la elocuencia omnipotente y engañosa debe dejar sitio a una concepción
de la palabra eminentemente humanista, la cual lejos de intentar convencer a
cualquier precio. Se debe presentar más bien como un arte de pensar, un arte de
vivir.
Talento, educación y práctica constituían el fundamento del programa educativo,
su propuesta se basaba en adaptar su enseñanza al talento natural de cada
carácter del orador que iba a pronunciar el discurso. Entre los más importantes logógrafos se encuentran
Antifonte (480-411 a. C.) y Lisias (459-380 a.C.). Para Murphy (1989) los logógrafos no pueden confundirse con
los sofistas porque estos fueron escritores de discurso a sueldo, no era su preocupación el análisis del proceso
retórico en si mimo, sino descubrir las maneras de adaptar los discursos que escribían al estilo personal y al
carácter de los oradores a los que habían aceptado ayudar.
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alumno, insistía en que la oratoria era un arte, un proceso creativo y no una
ciencia con reglas difíciles y precipitadas. Las normas que propone para la
organización del discurso son la claridad, la precisión y la pureza, busca la
armonía, la belleza y la verdad. Se trata de una nueva retórica que persigue
objetivos capaces de ser defendidos éticamente y que sean susceptibles de
aplicación práctica.
Frente a las abstracciones de la ciencia y de la filosofía, Isócrates propuso las
verdades del sentido común, reivindicando la importancia de la opinión- doxa.
Para él la formación del orador debe apoyarse en la habilidad natural, en la
práctica o experiencia, en la educación y en la integridad moral.
En todos sus discursos insistió en el carácter ético de la cultura y recalcó el ideal
griego de la libertad y la autonomía y predicó el ideal de la suprema virtud griega
de la mesura. Su precepto que el orador que pretenda dominar el arte de la
persuasión debe cultivar tanto las artes liberales como las costumbres morales,
fueron recogidas posteriormente por Cicerón y Quintiliano.
En Contra los sofistas ofrece un resumen de cómo se puede llegar a dominar la
ciencia de los procedimientos con los que pronunciamos y componemos todos los
discursos:
“…Elegir los procedimientos que convienen a cada asunto, combinarlos
entre sí, y ordenarlos convenientemente y además no errar la
oportunidad, sino esmaltar con habilidad los pensamientos que van bien
a todo el discurso y dar a las palabras una disposición rítmica y musical
eso requiere mucho cuidado y es tarea de un espíritu valiente y capaz de
tener opinión propia es necesario que (…) haya aprendido las figuras
retoricas y se haya ejercitado en sus usos y que el maestro explique de la
manera más precisa posible y no imita nada de lo que se debe
enseñar…” Isócrates, Discursos.
A este esbozo de las principales operaciones retóricas (elegir, ordenar, esmaltar)
añade la importancia de un buen maestro según la tradicional trinidad pedagógica
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LOS INICIOS DE LA RETORICA: LOS SOFISTAS
de los sofistas: una buena naturaleza de los alumnos, buen educador y una
doctrina y preceptos apropiados.
Por otro lado, a Isócrates debemos la oración periódica, que será tomada sobre
todo por Cicerón. Este tipo de oración consistía en dar información variada al
auditorio sin develar hasta el final el sentido unitario de todos esos datos, con lo
que se crea una expectativa propicia en el oyente. En el Panegírico se pueden
encontrar ejemplos de oraciones periódicas como la siguiente;
“…La filosofía además que ha contribuido a describir y establecer
todas las instituciones que nos ha preparado para la vida pública y
ha hecho que seamos corteses los unos con los otros, que ha
distinguido entre las desgracias que son atribuibles a la ignorancia y
aquellas otras que se derivan de la necesidad y nos ha enseñado a
guardarnos de aquellas y soportar con nobleza las segundas, la
filosofía digo fue trasmitida al mundo por nuestra ciudad…”
Esta mezcla estilística de sentido y sonido se hizo muy popular en Grecia y
luego en Roma donde se practicaba para aliviar la tensión psicológica, la
acumulación de ideas crea expectativas que hace imprescindible una
lógica solución final. Los principales tópicos de su retórica pueden
sintetizarse en:
 El discurso hace posible toda civilización.
 La retorica es un arte, no una ciencia.
 La educación del orador debe incluir el estudio de la filosofía.
 Todo discurso y las partes de que consta deben acomodarse a
cada ocasión particular, el mismo discurso podría no ser apropiado
para otro hombre.
 Los discursos deben prestar atención a la justicia y a la virtud.
 Para Isócrates, la retórica es la “filosofía” por excelencia, porque es el
“arte” del lenguaje, y el lenguaje es – el único procedimiento para
conocer la verdad humana, que es una verdad siempre convencional y
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social cuya transmisión a través del lenguaje retórico, persuasivo, genera
poder social y produce beneficios políticos (Antídosis 257).
 La retórica controla el lenguaje, pues la retórica es el lenguaje mismo que
impera en la comunicación entre los individuos en el marco político-
social. El lenguaje retórico transmite la única verdad que nos es dado
alcanzar, una verdad convencional de validez político-social. No hay más
verdad que la que nos proporciona el lenguaje. Ahora bien, la verdad que
nos proporciona el lenguaje nunca es por naturaleza (phúsei), sino
siempre por convención (nómoi), siempre político-social (Antídosis 82;
254).
 La retórica, es un conjunto sistemático de conocimientos, es un “arte”
(tékhne), una filosofía que transmite la única verdad posible, que es la
verdad transmitida por el lenguaje y por tanto político-social. Para
Isócrates, por tanto, la retórica es su “filosofía”, que además de ser
esencialmente pedagógica, posee un altísimo poder político-social
(Antídosis 82; 254; 257; 271).
PLATON (427-347 a.C.)
Es uno de los pensadores más importantes de la antigüedad griega, fue discípulo
de Sócrates (470-399 a.C.) y hace de él el personaje principal de muchos de sus
diálogos. De hecho Sócrates expresa con frecuencia en los diálogos los mismos
puntos de vista que Platón de tal manera que a veces es imposible determinar si
las ideas fueron inicialmente de Sócrates o de Platón.
Platón enseño en Atenas y dio lugar a una escuela o Academia – colección de
maestros y discípulos- que duraría casi 900 años hasta que fue clausurada por el
emperador romano Justiniano en el 529. Escribe en forma de diálogos, exposición
en forma de conversación, donde Sócrates manifestando su ignorancia sobre los
temas tratados realiza preguntas a otros personajes. Los diálogos se titulan
conforme con la persona a quien Sócrates dirige las preguntas, ejemplo de ello es
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LOS INICIOS DE LA RETORICA: LOS SOFISTAS

el Protágoras donde el sofista es hostigado con preguntas sobre su punto de vista
de la retorica.
Se pueden distinguir cuatro elementos en los diálogos platónicos:
elegir entre una u otra. No obstante, advertía que se correa el peligro de hacer
uso del método para fines solamente polémicos- erísticos. Platón pone en boca de
Sócrates la crítica a los sofistas. Rechaza abiertamente una perspectiva sofística,
retórica y erística de la dialéctica porque, para él, la dialéctica no es solo una
técnica argumentativa desvinculada de la referencia a la verdad del asunto que se
trata, sino un método riguroso de la búsqueda de la verdad.

El argumento Los aspectos La primera alusión a la dialéctica se encuentra en el Menón, donde se refleja la
o desarrollo Los agentes en
de Su estilo o
del conjunto su aspecto exigencia de desarrollar de manera positiva la enseñanza socrática, en éste
razonamiento diccion (léxis)
moral (Ethos)
en los agentes diálogo se plantea la necesidad de llegar a un acuerdo con el interlocutor. En la
República, la dialéctica se presenta identificada con el grado máximo del conocer 6.
La dialéctica es identificada con el saber científico que no se detiene en la
hipótesis, sino que, por medio de ella, asciende a un principio hipotético
Platón desarrolló la dialéctica, entendida como rama de la lógica que se ocupa del representado por la idea de BIEN.
razonamiento acerca de las opiniones. Desarrolló el denominado Método
Socrático que suponía el empleo del dialogo para clarificar la verdad de una Si bien, sus consideraciones sobre la retórica se encuentran dispersas en todo su
opinión por medio de preguntas. Veamos la estructura de un dialogo típico: obra. Sin embargo, Protágoras, Gorgias y Fedro son dos diálogos que versan
directamente sobre la retórica. Defiende dos posturas distintas sobre la retórica,
en el Protágoras y Gorgias arremete contra la retórica, en el Fedro la elogia, y la
define como el arte de ganarse el alma por medio del discurso.

expone sus puntos de vista

Sócrates
interviene por medio de la la definición de los términos El Gorgias se presenta como modelo de todo lo que se debe condenar de la
interrogación para llegar a... claves
proposiciones definitivas con las retórica, sus diálogos ponen en escena a personajes- en muchas ocasiones
que se expone el tema
identificación de las posibles
Sócrates- que discuten con la finalidad de establecer un punto de vista. Platón
contradicciones
aplicacion de las ideas
buscaba denunciar sus técnicas como basadas en la impostura. De éste modo,
construye una visión del sofista- Gorgias- como una parodia del filósofo, que solo
Proponente Metodo ostenta apariencias del saber, le recrimina dar preminencia a la opinión sobre la
verdad.

En éste diálogo- a través de Sócrates- denuncia el abuso demagógico de la

La esencia del método está basada en el uso de la antítesis que consiste en el
emparejamiento de proposiciones contradictorias para mostrar la necesidad de
retórica a la que define como una mera habilidad táctica que pretende influir en el
auditorio ignorante por medio de halagos y a espaldas de la verdad. No es más
que un truco para halagar y seducir al auditorio. Ahora bien influir en las
6 En el Libro sexto de La República, reconoce los grados del conocer, los dos primeros, la imaginación y la
creencia, constituyen la opinión (doxa), el raciocinio y la inteligencia, forman parte de la ciencia (episteme).
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LOS INICIOS DE LA RETORICA: LOS SOFISTAS

actitudes y comportamiento de los hombres es perjudicial tanto moral como

El conocimiento del tema es
socialmente ya que se aprovecha de la ingenuidad y la ignorancia del auditorio Es un arte que depend
esencial para el orador
Podemos sintetizar las principales críticas a la retórica en el Gorgias de la siguiente
manera:

Es un truco para producir placer y satisfacción en el auditorio es util para los temas dudosos donde hay que decidir un
LA resultado
del conocimiento de la naturaleza por parte de
RETORICA Está asociada al mal, en cuanto tiene el poder de mover las mentes delos hombres, y a menudo
se base en la ignorancia de los oyentes

es solo una especie de adulación

tiene una estructura o partes: el proemio, la narración de el conocimiento del genero y especies de alma
no es un arte sino un instrumento ,que por si mismo no puede conducir a la virtud. los hechos, testimonio, las pruebas o evidencias, se actua sobre el alma humana, cómo las causa
probabilidades y recapitulación alma.

se basa en lo opinable del placer de practicarlo, a pesar de su dificult

El Fedro, pertenece al período de madurez y es uno de los diálogos más complejos

de Platón. En él precisa el procedimiento dialéctico, sostiene que la hipótesis que
son formuladas para dar cuenta de las proposiciones particulares, deben
verificarse en su consistencia y eso ocurre con el examen de las consecuencias
que de ellas se derivan, para ver si no entran en contradicción entre sí, por lo
tanto, llevando toda hipótesis a una hipótesis superior, más universal, se llega a
algo que se baste a sí mismo, es decir, que no sea reducible a las hipótesis
ulteriores.
En la primera parte del diálogo, contrapone la dialéctica a la sofística, erística y
retórica. Estas últimas representan las diversas formas en que el uso de la
dialéctica lleva a la negación o simulación de la verdad y el saber. La filosofía, es la
dialéctica verdadera, es el método por el cual se llega a aprender los principios.
En la segunda parte del Fedro plantea tres cuestiones: el estatuto disciplinar de la retórica
y su derecho a ser considerada como un arte, el objeto de la retórica sofista y el contenido
de la retórica filosófica. Propone que la retórica debe seguir los siguientes principios
Para Platón el descredito de la retorica se debe a su mal uso, el orador que quiera
cumplir honrosamente con su deber deberá sobre todo dominar el asunto que se
propone defender y poseer un conocimiento del alma humana, de su naturaleza y
de su comportamiento. La oposición entre retórica sofista y filosófica se base en
los diferentes fundamentos que las sustentan, la primera, preferentemente escrita
se basa en la verosimilitud y solo ofrece formulas vacías. La segunda, de carácter
oral parte de la verdad y tiende a formar el espíritu. La primera tiene como meta
el arte de hablar, la segunda el aprendizaje del arte de pensar.
Las críticas básicas que Platón hace a los sofistas son:
 Que se limitan a las apariencias sin buscar la verdad.
 Su falta de conocimientos psicológicos.
 No buscar la verdad a través de la dialéctica.
Autores como Barilli (1995) y Danblon(2005) coinciden en sostener que de los
diálogos de Platón y su crítica a los sofistas se desprenden connotaciones
antidemocráticas. El primero de ellos sostiene que Platón tenía la intención de
arrebatar a la ‘mayoría’ el derecho de juzgar, elegir y decidir y por lo tanto, se
opone a la idea de Isócrates de que la retórica es filosofía y cuestiona la relación
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LOS INICIOS DE LA RETORICA: LOS SOFISTAS

entre retórica y filosofía, que él considera totalmente separadas. Por otro lado,
Danblon dirá que la acusación de Platón a los sofistas de inmorales se debe aANIMALES TERRESTRES
razones políticas, ya que él es poco proclive a defender la democracia y la práctica
del arte de la oratoria por parte de los ciudadanos. Barthes(1982) sin embargo SALVAJES DOMESTICADOS
sostiene que a pesar de su postura anti sofista, reconoce dos tipos de retóricas: la
de los sofistas, con connotaciones negativas porque trata de persuadir a cualquier POR PERSUACIÓN
precio, sin tener ninguna consideración sobre la honestidad intelectual. Y una POR LA FUERZA

retórica positiva interesada por la dialéctica y por la búsqueda de la verdad, que

ayuda a la formación de los espíritus.
PUBLICO PRIVADO

La retórica negativa de los sofistas que está constituida por la logografía cuyo
objeto es la verosimilitud, la ilusión. Esta es para Platón, la retórica de Georgias, POR LU
POR REGALO
una retórica de la lisonja, de los oficios serviles, de las falsificaciones.

La retórica positiva, la verdadera retórica es la filosófica y la dialéctica, su objeto

POR SUBSISTENCIA
es la verdad, constituye una psicagogía. Esta retórica requiere de un saber total, PO
desinteresado, general, que tenga por objeto la correspondencia o la interacción
de las distintas especies de almas con las distintas especies de discursos. La
retórica platónica busca la interlocución personal, el modo fundamental del ADULADORES SOFISTAS

discurso es el diálogo entre el maestro y el discípulo, unidos por un amor elevado.

Como dice Barthes (1982:14) el lema es “Pensar en común (…) la dialéctica es un
diálogo de amor”.
Los dialécticos recorren dos caminos solidarios: por una parte, un movimiento de
conjunción, de ascenso hacia un término incondicional, y por otra parte, un
movimiento de descenso, una división de la unidad según sus articulaciones
naturales, según sus especies, hasta alcanzar una especie indivisible. Este
descenso procede en escalera en cada etapa se dispone de dos términos, hay que
elegir uno de los dos para reiniciar el descenso y acceder a un nuevo par, de
donde se partirá nuevamente, tal es la definición progresista del sofista. Barthes
(1996:15) nos propone el siguiente ejemplo:
Esta dialéctica divisional, que se opone a la aristotélica se parece a un programa
cibernético7, en donde cada elección determina la alternativa siguiente y se
constituye así una estructura cuyos pares incluyen un término marcado y uno no
marcado, el primero reinicia el juego alternativo. En el dialogo platónico, la marca
es asegurada por una concesión del que responde, implica por lo tanto dos
interlocutores, uno que propone y uno que concede, siendo ésta la condición del
movimiento.
Según Marafioti (1997)8 Platón, en sus primeros diálogos describe a la dialéctica
como el arte de saber interrogar y saber responder. En diálogos posteriores la

7 Según el análisis de Barthes

8 Marafioti, Roberto (1997) Temas de argumentación. Buenos Aires. Biblos.
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considera como un método filosófico que permite pasar de lo sensible a lo
inteligible y en los diálogos tardíos, la dialéctica aparece como una forma de
deducción racional que no permite discriminar ideas entre sí. En el Fedro, como
hemos visto, la dialéctica permite operar divisiones y síntesis que es la forma para
aprender y pensar.
Por otro lado, la retórica de Platón trata de conducir el alma por la vía de la
verdad, dejando de lado el mundo de la contingencia y de la apariencia . Presenta
estas posturas, como ya lo hemos analizado, en dos diálogos: Fedro y Gorgias. En
Fedro da una visión más positiva al tomar como punto de referencia a Isócrates, y
aborda un aspecto fundamental como es la relación entre verdad y verosimilitud.
En cambio, es en Gorgias donde hace referencias más explícitas y rechaza la
retórica basada únicamente en la opinión, al considerarla una falsa persuasión ya
que puede basarse en la ignorancia.
Para Platón la retórica sofista no es ni una ciencia ni un arte. No es una ciencia
puesto que se trata de una serie de trucos que incurren en un pragmatismo
inmoral, y su campo es lo verosímil, lo plausible, lo probable su fuerza no es
racional sino emotiva. Pero tampoco es un arte porque se trata de una simple
rutina. Por estas razones debería excluirse la retórica de todo programa de
enseñanza. Por otro lado, su práctica además de anti ética es anti política ya que
tiende a la formación de demagogos que adulan a las masas.
persuasivo audiovisual. En http://www.trd.cesca.es .Consultada
03/03/2005
Barilli, R. (1995) Corso di retorica. L’arte della persuasione da Aristotele ai
giorni nostri. Milán, Mondadori Editore.
Barthes, R. (1982) Investigaciones retóricas I: la antigua retórica.
Cassin, Bárbara (2008) El efecto sofístico. Buenos Aires. Fondo de Cultura
Económica.
Danblon, E. (2005)”El nacimiento de la retórica”. En La función persuasiva.
Paris. Arnand Collin.
Hernández Guerrero José y García Tejera María del Carmen (1994)
Historia breve de la retórica. Madrid. Síntesis.
Murphy, James (1988) Sinopsis histórica de la retorica clásica. Madrid.
Gredos.
Mortara Garavelli, Bice (1988) Manual de retórica. Madrid. Cátedra.
Pujante, David (3003) Manual de Retórica. Madrid. Castalia.
Scavino, Dardo ((1999) La filosofía actual. Buenos Aires. Paidós.

En la propuesta retórica de Platón se elimina totalmente el conocimiento del

auditorio por parte del orador. Platón busca el conocimiento absoluto, el acuerdo
universal y lucha con todas sus armas contra el relativismo que hace prevalecer,
por encima de la verdad, lo que funciona socialmente. En líneas generales, la
propuesta platónica denigra la retórica por no considerarla adecuada para la
filosofía o, lo que es lo mismo en ese momento, para la búsqueda del
conocimiento.

BIBLIOGRAFÍA:
Arantxa Capdevila Gómez, (2002) Tesis Doctoral: El análisis del nuevo
discurso político. Acercamiento metodológico al estudio del discurso