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Delitos contra la

propiedad
(continuación)

Derecho
Penal II

1
Delitos contra la propiedad (continuación)

El Delito de Usura.

Aspecto protegido del bien jurídico.


Corresponde remitirse a las consideraciones generales del texto aportado como
bibliografía básica.

Objeto. Tipos penales.

Figura básica:
El artículo 175 bis del Código Penal, prevé dos clases de usura: 1) el
aprovechamiento de la necesidad, ligereza o inexperiencia de otra persona para obtener intereses
u otras ventajas pecuniarias evidentemente desproporcionadas con la prestación y 2) el
otorgamiento de recaudos o garantías de carácter extorsivo.
En el primer supuesto, la acción consiste en hacerse dar o prometerse los intereses
o ventajas pecuniarias, es decir el autor debe lograr que la víctima entregue o prometa la entrega
de algo. Pero también, para el perfeccionamiento se necesita una acción por parte de la víctima,
pues esta debe realizar a favor del autor la acción descripta, constituyendo el tipo una suerte de
instigación. Es decir, se necesita una cooperación de la víctima, aunque viciada por la situación en
que se encuentra, pero que permite la entrega o la promesa de ello.
En otras palabras la figura delictiva requiere un hacer por parte del sujeto activo y la
consecuente actividad de la víctima.
Ahora bien, esta acción debe ser consecuencia del aprovechamiento por parte del
autor de la situación de necesidad, ligereza o inexperiencia en la que se encuentra el sujeto
pasivo. Si se consiguen las ventajas económicas sin el aprovechamiento de la situación, no hay
delito.
El sujeto activo debe conocer que la víctima se encuentra en esta situación y
valerse de ella para lograr la ganancia desmedida. Ello trae como consecuencia, que el dolo debe
abarcar ambas situaciones.
La necesidad de la cual debe aprovecharse el autor, es el estado de emergencia,
apremio, que limita la posibilidad de elegir entre otras opciones. Esta situación debe ser realmente
grave, excepcional, con entidad suficiente como para impedir que el sujeto tenga la posibilidad de
optar. No interesa las razones o las causas por las cuales el sujeto ha quedado en esa situación.
Tampoco el tipo de necesidad, si es económica o de otra naturaleza. Puede ser el caso de aquella
persona que apremiada por la necesidad de dinero para llevar a cabo una operación urgente de
su hija, y la imposibilidad de acceder a créditos, decide concurrir a un prestamista particular, quien
fija el interés al 80% anual, circunstancia que conciente la víctima.
En cuanto a la ligereza, como situación de la cual se vale el autor, se trata del
actuar precipitado, es decir sin examinar con debida reflexión la actividad que esta por realizar,
valen a propósito de esta situación, las consideraciones que se efectúan respecto al obrar culposo
o imprudente.
Se entiende por inexperiencia, a la ignorancia, ausencia de conocimiento o falta de
competencia respecto a la materia a la cual se circunscriben las operaciones comprometidas.
En cuanto al objeto de la acción, consiste en obtener un “interés usurario u otras
ventajas pecuniarias”. La primera, se trata de una cuestión de hecho cuya determinación se debe
efectuar en cada caso en particular. En cuanto a la segunda, se trata de otro tipo de obligaciones
como la de entregar cosas muebles o inmuebles, o la prestación de servicios, siempre y cuando
sean apreciables económicamente.
Ahora bien, la nota que caracteriza al delito es la desproporción evidente con la
prestación ofrecida por la víctima. Por tanto, la diferencia debe ser notoria, manifiesta y llamativa,
entre lo que el usurero exige y lo que el deudor da o promete.
El otro tipo legal dentro del primer párrafo del artículo 175 bis del Código Penal,
como señalamos al principio del presente comentario, consiste en el otorgamiento de recaudos
o garantías de carácter extorsivo.
La acción típica es la misma que para el primer supuesto, sólo se diferencian en
cuanto al carácter extorsivo de los recaudos o garantías exigidos por el autor 1. Estos son los
aseguramientos o recaudos que toma el autor con la finalidad de contar con un medio eficaz para
coaccionar al deudor para que cumpla con la prestación debida. Por ejemplo con la firma de
cheques o pagares en blanco.
Se configura el delito solo en caso que autor aproveche las situaciones
excepcionales que han sido descriptas en los párrafos que anteceden. La consumación se
presenta justo en el momento en el cual se hace otorgar los recaudos o garantías de carácter
extorsivo.

Negociación de créditos usurarios:


El segundo párrafo del artículo 175 bis del Código Penal, viene a completar la
represión de las conductas relacionadas con la usura. Concretamente aquí se castiga a quien
“adquiere, transfiere, o hiciere valer”, un crédito usurario, es decir obtenido conforme a las
acciones descriptas en la figura básica (art. 175 bis, 1 párr.).
Es decir se pone en circulación aquellos créditos que han sido obtenidos en las
referidas.
El sujeto activo no puede ser el autor de la usura originaría.
Respecto al aspecto subjetivo, el tipo exige que se obre “a sabiendas” con lo cual
se excluye la posibilidad de dolo eventual, requiriendo por ende, el conocimiento acabado de la
naturaleza viciada por usura del crédito que se intenta poner en circulación, y la voluntad de
ponerlo en tráfico.
La consumación se da con la adquisición, transferencia o utilización del crédito. Ello
puede ser en forma onerosa o gratuita, pues la ley no ha efectuado diferenciación alguna.

Agravantes.
El tercer párrafo del artículo 175 bis del Código Penal, agrava la pena de tres a seis
años, si el autor fuere prestamista o comisionista usurario profesional o habitual.
Se trata de sujetos que intervienen en la gestión o negociación de operaciones
usurarias. El primero, es el que presta el dinero, el segundo quien actúa de intermediario entre
aquel y la persona que solicita el préstamo.
En ambos casos el sujeto debe actuar profesionalmente, haciendo de la actividad
una forma de vida, fuente de permanente ingreso, o habitualmente acostumbrado a este tipo de
actividad.

1
BUOMPADRE, ob. cit. pág. 222.
Usurpación
El Capítulo VI del Título VI del Código Penal, contiene dos artículos donde
contempla varías figuras que se caracterizan por la naturaleza de los bines sobre los que recaen
las acciones delictivas: los inmuebles.
Así podemos enumerarlos del siguiente modo: 1) usurpación por despojo (art. 181
inc. 1 del C.P.) 2) destrucción o alteración de términos o límites (art. 181 inc. 2 del C.P.), 3)
turbación de posesión (art. 181 inc. 3 del C.P.) y 4) usurpación de aguas (art. 182 del C.P.), en sus
tres especies, sustracción de aguas, estorbo del ejercicio del derecho ajeno e interrupción de un
curso de agua.

Aspecto protegido del bien jurídico


Como bien se ha significado en el Manual aportado como biografía básica, el hurto
y el robo son conductas que atentan contra la propiedad mueble, en cambio a continuación
veremos una serie de figuras delictivas ubicadas en el Capítulo VI del Título VI del Código Penal
que constituyen atentados contra la propiedad inmueble.
El rasgo característico de los tipos contenidos en los artículos 181 y 182 del Código
Penal, es el ataque a la propiedad inmueble utilizando vías de hecho como medios de
desposesión.

Objetos. Los tipos penales.


Usurpación por despojo:
Respecto a la figura prevista en el inciso primero del artículo 181 del Código Penal,
teniendo en cuenta el extenso y basto desarrollo efectuado en el Manual aportado como biografía
básica corresponde su remisión.

Destrucción o alteración de términos o límites:


A lo señalado por el texto de base, corresponde agregar algunos conceptos para
tener una comprensión más acabada de la figura bajo análisis. En este sentido, por límite o
términos, debe entenderse los objetos o señales que sirven para delimitar los inmuebles
colindantes, cercos, alambrados, mojones, postes, estacas, hitos, entre otros objetos.
Respecto al sujeto activo, si bien la doctrina no es absolutamente pacífica, la
mayoría se inclina por considerar que sólo pueden ser los ocupantes del fundo vecino o
colindante.
Desde la óptica del aspecto subjetivo, se exige una finalidad específica para
configurar el delito, que la destrucción o alteración sea “para apoderarse de todo o parte del
inmueble”, cualquier otra finalidad excluye la figura. Es decir si el alambre se destruye porque no
les del agrado del vecino colindante, pero no existe por parte de este ninguna intención de
apoderarse del inmueble, podrá concurrir el delito de daño pero en modo alguno la figura bajo
análisis.
El delito se consuma con la destrucción o alteración de los límites o términos al
margen de conseguir o no el propósito de apoderarse del inmueble o parte de él.
Turbación de la posesión o tenencia:
La figura prevista por el inciso tercero del artículo 181 del Código Penal se trata de
un caso de usurpación sin despojo, todo vez que no esta en juego la posesión o la tenencia del
inmueble, sino el tranquilo y pacífico uso por parte del poseedor.
Los actos turbatorios no deben tender al despojo sino solo a impedir el uso y goce
del inmueble. Son casos de turbación, el corte de energía, cortar el acceso al inmueble, entre
tantos otros.
Los medios por los cuales se puede llevar adelante la turbación son la violencia o la
amenaza. Al respecto nos remitimos a los conceptos oportunamente dados.
El delito se consuma con los actos turbatorios, pudiendo tener efectos permanentes
hasta tanto cese la acción que impide el uso y goce del inmueble. Admite tentativa.

Usurpación de aguas:
Respecto a las figuras específicas de usurpación de aguas contenidas en los
incisos 1, 2 y 3 del artículo 182 del Código Penal y agravante previsto en el último párrafo del
Código Penal, corresponde remitirnos al exhaustivo análisis efectuado en el texto base.
Sin perjuicio de ello, podemos agregar que el agua como objeto sobre el cual deben
recaer las acciones típicas, siempre debe mantener su calidad de inmueble (art. 2314 del Código
Civil), pues si el agua se encuentra separada del suelo adquiere el carácter de cosa mueble, y por
tanto sólo puede ser objeto de los delitos de hurto o robo (art. 162 y 164 del Código Penal).

Daño

Aspecto protegido del bien Jurídico.


El daño atenta contra el valor económico de la cosa, extinguiéndolo o
disminuyéndolo. No es un daño en sentido del artículo 183 del Código Penal, lo que sin afectar la
sustancia material de la cosa, sólo altera peyorativamente su aspecto2.

Estructura del tipo penal.


Sujeto activo:
Puede ser cualquier persona, siempre y cuando no sea el propietario de la totalidad
de la cosa mueble, inmueble o animal.

Acción Material:
La acción material ha sido descripta en la norma mediante los verbos “destruir”,
“inutilizar” y “hacer desaparecer”. El primero de ellos quiere decir, deshacer la cosa, arruinarla o
romperla en su materialidad. Aquí el daño se traduce en una afectación sobre la sustancia de la
cosa. Por ejemplo daña quien pinta con una aerosol una automóvil de modo tal que sea dificultoso
o imposible quitar o remover las manchas que se producen. Sin embargo, no constituye daño
quien arroja barro sobre el parabrisas o el baúl de un vehículo, pues su eliminación no implica un
considerable esfuerzo.
Inutilizar, es sacar a la cosa la aptitud que tenía antes del suceso, aquello que la
caracterizaba como tal.

2
NUÑEZ, ob. cit. pág. 530.

Materia: Derecho Penal II -4-


Profesor: Rodrigo Altamira
Por su parte, hacer desaparecer ha sido entendido como ocultar o perder la cosa,
colocarla fuera del alcance de la esfera de custodia de su dueño. Por ejemplo tirarla a una
barranca donde no puede accederse nunca más a ella.
Normalmente se trata de un delito de acción, sin perjuicio de lo cual se admite la
omisión (impropia), por ejemplo dejando morir de hambre a un caballo que se tenía al cuidado
(posición de garante).

Objeto:
Los objetos sobre los cuales recaen las acciones típicas son muebles, inmuebles y
animales. Habiendo desarrollado en profundidad los conceptos aludidos nos remitimos al
tratamiento jurídico oportunamente efectuado.

Aspecto subjetivo:
Es un delito doloso, de dolo directo, no admitiendo dolo eventual. El tipo subjetivo
se satisface con el conocimiento de la ilicitud de la acción que recae sobre la cosa y la voluntad de
querer dañarla, no existiendo esta finalidad la conducta queda impune, más allá de la negligencia
o imprudencia en el accionar del sujeto.

Consumación:
Es un delito instantáneo que se consuma con la realización de las acciones típicas,
vale decir, con la destrucción, inutilización o desaparición de las cosas muebles, inmueble o
animales. Se admite tentativa.

Delito subsidiario:
El tipo penal previsto por el artículo 183 del Código Penal, sólo resulta aplicable
siempre que la conducta no constituya otro delito más severamente penado. Es decir, si el hecho
esta contenido también en otra figura más grave desde el punto de vista de la sanción penal, se
aplica esta última, por ejemplo el robo. Si para entrar a una casa se daña el picaporte de la puerta,
este hecho queda subsumido en el delito de robo. Por el contrario, si el hecho configura un delito
cuya pena es menor, ambos concurren idealmente (art. 54 del C.P.)

Agravantes.
Conforme lo prescripto por el inciso 1 del artículo 184 del Código Penal, el daño se
agravaba de acuerdo a la finalidad tenida por el autor. Estas pueden ser: 1) ejecutar el hecho con
el fin de impedir el libre ejercicio de la autoridad, b) ejecutar el hecho en venganza de una
determinación de la autoridad.
El primer caso no es otra casa que la perturbación del poder público mediante el
daño. No tiene relevancia para la consumación que se alcance la finalidad perseguida, basta con
la producción del daño. El segundo caso, constituye una revancha a raíz de algún acto que se
atribuye a la autoridad, por ejemplo haber clausurado su negocio ambulante.
El inciso 2 del citado artículo, agrava el delito por una doble circunstancia. Por un
lado, en virtud de producir el daño mediante infección o contagio. A lo cual debe agregarse que
este daño debe producirse en aves o animales domésticos. En consecuencia quedan fuera el tipo
los hechos en los cuales no concurran acumulativamente ambas circunstancias.
Se da el agravante previsto en el inciso 3 del artículo 184 del Código Penal si se
utilizan sustancias venenosas o corrosivas para producir el daño, es decir se tiene en cuenta el
medio utilizado por el autor para producir el resultado contemplado por la norma.
El inciso 4 agrava la situación si es cometido en “despoblado y en banda”.
Remitimos para su análisis al capítulo del robo.
Por último, el artículo 184 inciso 5 del Código Penal agrava el daño de acuerdo a
los objetos sobre los que recae el mismo. El aumento de pena se funda en el interés general que
existe en la sociedad sobre la preservación de los objetos que han sido indicados en el precepto.
Al igual que en el hurto y el robo, el daño se encuentra agravado conforme lo
dispuesto por ley 24.192, es decir si se produce con motivo o en ocasión de un espectáculo
deportivo, sea en el mismo ámbito o en sus inmediaciones.

Agravamiento por el fin del autor


Art. 184 inciso 1 del Código Penal

Agravamiento por el medio y el objeto


Art. 184 inciso 2 del Código Penal
D
A
Ñ Agravamiento por el medio
O Art. 184 inciso 3 del Código Penal

Art. 183
del
C.Penal Agravamiento por el lugar y la cantidad de
personas intervinientes
Art. 184 inciso 4 del Código Penal

Agravamiento por el objeto


Art. 184 inciso 5 del Código Penal

Agravamiento por la ocasión


Ley 24.192

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