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El bíceps es el músculo de la parte superior del brazo que es el flexionas cuando doblas el
brazo para mostrar lo fuertes que lo tienes. Los tendones son tejidos conjuntivos muy
resistentes que unen el músculo del bíceps al codo y al hombro, ayudándote a mover el brazo.
El tendón que une la parte inferior del bíceps al codo recibe el nombre de tendón distal. Los
tendones que unen la parte superior del bíceps al hombro se denominan tendones
proximales.
Hay dos tendones proximales: la porción larga y la porción corta. Se unen al omóplato por
distintos puntos para sostener firmemente la parte más alta del brazo superior dentro de la
cavidad del hombro, al tiempo que permiten que este se mueva.
Si cualquiera de estos tendones se inflama o se irrita debido al uso excesivo, el proceso puede
evolucionar a una afección denominada tendinitis del bíceps. Si padeces esta afección,
puedes sentir dolor solo con mover el brazo. La buena noticia es que, en la mayoría de los
casos, se cura sola con reposo y medicación.
La tendinitis proximal del bíceps suele empezar lentamente y se vuelve más dolorosa cuanto
más se utiliza el brazo afectado. Pero a veces una lesión o pequeño desgarro en el tendón
puede provocar problemas de inmediato.
Algunos de los signos más frecuentes de la tendinitis proximal del bíceps son los siguientes:
dolor en la parte anterior o lateral del hombro y en la parte superior del brazo
dolor del brazo por la noche, sobre todo cuando se duerme sobre el lado del
cuerpo afectado por la tendinitis
dolor al mover el brazo, al levantarlo por encima de la cabeza o al inclinarlo hacia
atrás
debilidad y rigidez de hombro
pérdida de algunos de los movimientos del brazo
¿Cuál es su causa?
La palabra "tendinitis" solo significa que el tendón está irritado o inflamado. En los
adolescentes, las tendinitis del bíceps suelen ser lesiones por uso excesivo. Los pítchers de
béisbol, nadadores, los tenistas y los que realizan actividades que implican elevar el brazo de
por encima de la cabeza se exponen en mayor medida a padecer este tipo de lesiones debido
al estrés repetido en la parte superior del brazo.
La tendinitis proximal del bíceps suele ocurrir junto con otros problemas de hombro. En la
mayoría de los casos se da al mismo tiempo que otra lesión que afecta a otro tendón del
hombro denominado tendón del manguito rotatorio.
El médico te explorará y te preguntará sobre las actividades que has estado practicando que
podrían haber originado el problema. También comprobará la fuerza y el grado de movilidad
de tu hombro y se fijará en si lo nota flojo o inestable. En los casos más graves o importantes
(o a fin de descartar otros posibles problemas), es posible que el médico solicite una
radiografía o una resonancia magnética (RM).
La mejor forma de prevenir una tendinitis del bíceps consiste en evitar actividades que
implican colocar repetidamente los brazos por encima de la cabeza. Pero si te gusta nadar,
jugar al tenis o al béisbol, ¡es posible que no te quede más remedio que llevar a cabo este tipo
de actividades!
Si las actividades que practicas aumentan tu riesgo de desarrollar una tendinitis del bíceps, te
interesará hacer ejercicios de fuerza para reforzar los músculos del hombro y de la parte
superior del brazo. Unos músculos fuertes mantendrán toda el área del hombro más estable y
menos proclive a las lesiones.
Si practicas un deporte que te hace especialmente proclive a desarrollar tendinitis del bíceps,
asegúrate de que lo sabes practicar aplicando técnicas adecuadas. Si juegas de una forma
incorrecta, colocarás los brazos en posturas extrañas e incómodas, sometiendo al hombro a
un estrés excesivo. En la medida de lo posible, trata de evitar elevar los brazos por encima de
la cabeza o de hacer cosas que requieren una gran cantidad de movimientos de hombro.
Y algo todavía más importante es que, si notas cualquier dolor en el hombro o la parte
superior del brazo, deja de hacer la actividad que lo podría estar provocando de inmediato. No
reinicies la actividad hasta que desaparezca el dolor o hasta que el médico te dé el visto
bueno. No ignores nunca el dolor ni juegues con dolor. Lo más probable es que solo
consigas empeorar tu afección.
¿Cómo debería tratar una tendinitis del bíceps?
La mayoría de los casos de tendinitis del bíceps se pueden tratar en casa con métodos
bastante simples. Aunque a veces los médicos necesitan acudir a la cirugía para reparar unos
tendones proximales del bíceps gravemente lesionados, se trata de una opción que suele
ocurrir sobre todo en la población adulta. Los niños y los adolescentes casi nunca se deben
someter a intervenciones quirúrgicas para reparar este tipo de lesiones.
La buena noticia sobre la tendinitis proximal del bíceps es que la mayoría de los casos se
curan bien por sí solos. Pero se trata de una lesión que requiere paciencia. La clave en este
tipo de lesiones consiste en dejar al brazo abundante tiempo para que descanse. No es buena
idea en absoluto lanzarte y retomar tu deporte o actividad demasiado pronto o te arriesgarás a
empeorar las cosas ¡y a tener que pasar más tiempo alejado del campo de juego!