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Marco teórico y cuestionario

Cuestionario para medir propensión de padecer trastorno de ansiedad


generalizado.

Psicometría

Diana Mireya Camacho Camacho

Cristian Suarez Gutiérrez

Nota de Autor

Diana Mireya Camacho Camacho

Cristian Suarez Gutiérrez

Docente: María Del Pilar Zuluaga

Psicología

2018
Introducción

Entrando en un contexto histórico y biológico podemos decir que, desde el principio de la


humanidad, los seres humanos poseen instinto de conservación y han sentido miedo frente a los
peligros reales, ansiedad ante lo desconocido y angustia por su condición de ser mortal, el termino
Ansiedad, proviene del Latían “Anexitas” , .Es un estado de malestar psicofísico caracterizado por
una sensación de inquietud, intranquilidad, inseguridad o desosiego ante lo que se evidencia una
amenaza inminente y de causa indefinida. “Los humanos contamos con tres estrategias principales
de respuesta: luchar, huir o inmovilizarse” (Porges, 1998,2001). Los trastornos de angustia son los
problemas psicopatológicos con una mayor tasa de prevalencia en la sociedad actual.

Se habla de trastornos de ansiedad cuando no hay correlación entre el estímulo y la


respuesta ansiosa, las consecuencias de la ansiedad no producen lesiones en el corazón ni arroja a
las personas a la locura. Sin embargo, la ansiedad sí puede generar sentimientos de infelicidad,
depresión, alteraciones del sueño, deterioro de las relaciones familiares, consumo de sustancias
tóxicas, entre otros desajustes psicológicos, este es un problema que afecta a todos por igual y
provoca que algunas personas dejen de realizar actividades que a simple vista parecerían
insignificantes para los demás; aislándolas así del resto de la sociedad y obligándolas a realizar
acciones que no son de su total agrado y que impiden un completo desarrollo de la persona afectada
por este, “las reacciones fóbicas alteran la capacidad de los afectados para funcionar en la vida”
(Montelongo, 2001), hablaremos de los rasgos y sintomatología desde los diferentes áreas y
contexto para la realización, administración y evaluación de una prueba psicométrica que mida la
propensión para padecer TAG (trastorno de ansiedad generalizado).
Marco teórico

El miedo está muy relacionado con la ansiedad, que es una parte fundamental de nosotros
“un determinado nivel de ansiedad es benéfico para los animales, siendo un recurso fundamental
en la protección contra peligros físicos y sociales” (Berra, et.al, 2007, 39), La diferencia entre la
ansiedad normal y la patológica es que esta última se basa en una valoración irreal o
distorsionada de la amenaza. Cuando la ansiedad es muy severa y aguda, puede llegar a paralizar
al individuo, transformándose en pánico. (Rotondo H: 1998).

En relación a las características generales y criterios diagnósticos del trastorno de Ansiedad


Generalizada analizaremos algunas de las siguientes

Desamparo en la niñez, en la ausencia de una crianza adecuada, produce un sentimiento de


ansiedad básica, al que Horney (1945, p.41) describió como el “Sentimiento que un niño tiene de
hallarse aislado y desamparado en un mundo potencialmente hostil. Tal inseguridad puede
originarse en el niño por obra de una amplia gama de factores adversos en el entorno: dominación
directa o indirecta, indiferencia, conducta excéntrica, actitudes desdeñosas, exceso o falta de
admiración”. Es considerada causante principal de la neurosis. Torgersen (1986) encontró que
estas personas informan más que en otro trastorno de ansiedad, de la muerte de alguno de sus
progenitores antes de los 16 años, pero no se ha descubierto ningún otro factor de corte psicológico
que permita observar claramente cómo se inicia la psicopatología.

Brown (1997) afirma que ni la raza, la religión, el nivel de educación y/o el ingreso están
asociados con riesgo de TAG, pero sí encontró que aquellas personas mayores de 24 años que
han tenido un matrimonio anterior, es decir, que están separados, divorciados o viudos,
desempleados, y se ocupan de las tareas de la casa correlacionan significativamente con este
trastorno
Desde el punto de vista social y cultural, el miedo puede formar parte del carácter de la
persona o de la organización social. Se puede por tanto aprender a temer objetos o contextos, y
también se puede aprender a no temerlos, se relaciona de manera compleja con otros sentimientos
(miedo al miedo, miedo al amor, miedo a la muerte, miedo al ridículo) y guarda estrecha relación
con los distintos elementos de la cultura, alcanzar mayores niveles de ansiedad, preocupación,
depresión y miedos sociales, contrariamente a los estereotipos acerca de adultos mayores, los
controles informaron bajos niveles de ansiedad, preocupación y depresión, sugiriendo que el
envejecimiento normal no necesariamente está acompañado de malestar afectivo (Butt y Beiser,
1987).

En el contexto de todos estos trastornos pueden aparecer crisis de angustia y agorafobia,


pero un concepto que contribuye al rasgo de ansiedad es la noción de sensibilidad a la ansiedad,
dicho concepto ha encontrado un lugar importante en el enfoque cognitivo de la ansiedad (Reiss
y Havercamp, 1996; Taylor, 1995) que indica miedo a sensaciones corporales que son
interpretadas como consecuencias de daño físico o psicológico potencial y da lugar a una
ansiedad significativa (Rachman, 1998). McNally (1995) argumenta que la sensibilidad a la
ansiedad es una sensación específica para responder con miedo a las propias sensaciones,
mientras que el rasgo de ansiedad es una tendencia más amplia de amenaza potencial.

Los tres factores son: sensibilidad a la ansiedad, sensibilidad a la enfermedad y miedo a la


evaluación negativa, todos contribuyen a un rasgo general de ansiedad. Diversos autores han
sugerido que las personas con alto rasgo de ansiedad o puntuaciones altas en preocupación
poseen esquemas de amenaza o peligro almacenados en la memoria a largo plazo (MLP) (Butler
y Mathews, 1983, 1987).

Otro factor que caracteriza la ansiedad es la agorafobia la cual se caracteriza por la


aparición de ansiedad o comportamiento de evitación en lugares o situaciones donde escapar
puede resultar difícil (o embarazoso), o bien donde sea imposible encontrar ayuda en el caso de
que aparezca en ese momento una crisis de angustia o síntomas similares a la

Si bien este concepto no es nuevo, se ha sugerido que el factor más importante en la


determinación del número y duración de los episodios de preocupación experimentado por una
persona, depende del número y grado de elaboración de sus propias informaciones en la memoria
a largo plazo (Eysenck, 1984; Pratt, Tallis y Eysenck, 1997).

El trastorno de ansiedad también esta inducido por sustancias se caracteriza por síntomas
prominentes de ansiedad que se consideran secundarios a los efectos fisiológicos directos de una
droga, fármaco o tóxico. Otra característica es la tensión motora, la hipervigilancia y la
hiperactividad autonómica (Echeburúa, 1993), aunque éstas no parecen ser definitorias del
trastorno. Se advierte que los síntomas informados por las personas TAG son básicamente los
mismos que aparecen en las medidas generales de ansiedad (Hamilton, 1959).

Otro aspecto bien establecido, es que las personas con altos niveles de ansiedad
frecuentemente muestran déficits en el desempeño de tareas cognitivas. Algunos modelos
teóricos (Eysenck, 1992; Eysenck y Calvo, 1992) atribuyen la reducción en el desempeño
cognitivo al componente de activación de la ansiedad, fundamentalmente debido al
estrechamiento atencional característico de los estados más activados.

Las causas de los trastornos de ansiedad no son totalmente conocidas, pero parece que
pueden originarse por la combinación de varios factores.

Intervienen factores genéticos (hereditarios y familiares), neurobiológicos (áreas del


cerebro y sustancias orgánicas), psicológicos, sociales y cultura-les. En el proceso de la aparición
de la ansiedad tienen importancia tanto los factores de predisposición individual (personalidad)
como los derivados del entorno. (Rotondo H: 1998)

Entre los factores biológicos se han encontrado alteraciones en los sistemas


neurobiológicos gabaérgicos y serotoninérgicos, así como anomalías estructurales en el sistema
límbico (córtex paralímbico), una de las regiones más afectadas del cerebro. Además, se han
observado ciertas alteraciones físicas y una mayor frecuencia de uso y/o retirada de medicinas,
alcohol, drogas y/o sedantes y otras sustancias. Por último, existe cierta predisposición genética
en la aparición de estos trastornos. Las evidencias indican que la preocupación está asociada con
un aumento en la activación cortical frontal y que esta activación es mayor en el hemisferio
izquierdo para los más preocupados.
Los controles normales en cuanto a tasa cardiaca, conductancia de la piel y respiración en
estado relajado (Hoehn-Saric, McLeod y Zimmerli, 1989), pero sí observaron altos niveles de
tensión muscular, aunque distintos estudios que emplearon otras medidas no pudieron constatar
estos mismos resultados (Barlow y otros, 1984; Rapee, Craske y Barlow, 1989). Podría afirmarse
que los individuos que padecen TAG son proclives a mostrar mayor activación fisiológica que
los controles no ansiosos, pero no muestran diferencias respecto a las personas normales con alta
ansiedad rasgo (Rapee, 1991).

Existen unos criterios universales para determinar si el comportamiento de una persona


cabe diagnosticarlo como un trastorno de ansiedad. Estos criterios están recogidos en las dos
clasificaciones de trastornos mentales (o psicopatológicos) más importantes:

• DSM-IV- TR (Asociación de Psiquiatras Americanos, APA)

• CIE-10(Organización Mundial de la Salud, OMS)

La DSM-IV-TR enumera doce trastornos de ansiedad y en la CIE-10 los trastornos


neuróticos (ansiedad) se agrupan con trastornos relacionados con el estrés y somatomórfos (tabla
2).

Además de la naturaleza de la respuesta de amenaza, el TAG se caracteriza por la


percepción de la falta de control sobre los eventos amenazadores (Barlow, 1988). M

El individuo con TAG se caracteriza también por presentar reacciones de activación


autónoma mucho más modestas que en el resto de pacientes con ansiedad y que en ellos
predominan los síntomas somáticos relacionados con estados mantenidos de tensión y vigilancia
(Borkovec, Shadick y Hopkins, 1991; Rapee, 1991).

Hay diferentes tipos de trastornos de ansiedad, pero la ansiedad generalizada y la angustia


son dos de los más comunes en Atención Primaria. (Rotondo H: 1998)
Tabla 1, sintomatología fisiológica del trastorno de ansiedad generalizado

Tabla 2. Manifestaciones sintomatológicas de la ansiedad.


Las investigaciones encontraron también que los hombres con TAG reportaron entre 4 o
más eventos vitales negativos y aquellos que no informaron TAG habían experimentado entre 0
y 3 eventos negativos, pero tales asociaciones no fueron encontradas para el grupo de mujeres.
Una investigación encontró que el TAG interfiere sustancialmente en la vida de los pacientes, y
que las personas que padecen TAG informan de mayor búsqueda de ayuda profesional y mayor
uso de medicación (Wittchen, Zhao, Kessler y Eaton, 1994).

Ben-Noum se interesó en el estudio del ambiente familiar y su influencia en el desarrollo


del TAG, específicamente su objetivo era investigar la relación de TAG con disfunción familiar,
porque si bien el TAG ocurre en familias que funcionan bien, es más prevalente en familias que
funcionan mal. (Ben-Noum, 1998). Las personas con altos grados de ansiedad relacionan la
memoria de infortunios pasados y combinan sus creencias acerca de sucesos de peligro
(Rachman, 1998).

Las personas que tienen esta vulnerabilidad temperamental obtienen mayores


puntuaciones sobre las medidas de introversión y neuroticismo. La vulnerabilidad cognitiva
incluye diferencias en la vigilancia, en los procesos perceptuales, en las variaciones de los
procesos atencionales y en los sesgos de juicio, entre otras variables (Rachman, 1998).

En conclusión, los datos convergen en indicar que los pacientes ansiosos muestran una
exagerada tendencia a codificar selectivamente información amenazante. Parece posible que este
sesgo puede contribuir al desarrollo y mantenimiento de los pensamientos amenazantes
intrusivos comúnmente informados por las personas con ansiedad (MacLeod, 1996).

Tal como lo indica el DSM-IV-TR todos los autores mencionados convergen en que lo
sustancial del TAG es la preocupación excesiva e incontrolable, preocupaciones que no siempre
son irracionales donde lo patológico está dado por el indicador temporal (el futuro), en donde
concentran toda su atención para evitar potenciales hechos aversivos, y por lo cual, no atienden
el presente.
CUESTIONARIO

Descripción de la prueba

A continuación, evaluaremos una serie de características de ansiedad, como síntoma


o signo. El conjunto abarca una amplia variedad de síntomas de ansiedad, como expresión de
trastornos emocionales.

Los ítems deben ser valorados por el examinador en una entrevista para posterior
dictaminar el grado de presencia o ausencia de ansiedad, Las palabras utilizadas en el
cuestionario han sido escogidas para hacerles accesibles a la gran mayoría de los participantes
empleando un lenguaje cotidiano.

Normas

Un ítem es anotado serán positivo o negativo, positivo en caso de que se presente el


descrito por el individo que le ha ocurrido o cuando él mismo admite que el síntoma. Por el
contrario, es presentado como negativo o ausente cuando no ha ocurrido o no es un problema,
el paciente no da información sobre el mismo o cuando la respuesta es ambigua.

Cuestionario para medir propensión de padecer trastorno de ansiedad generalizado.

Preguntas para la prueba

1. ¿Cuándo manejas, tienes miedo de quedar atrapado en el tráfico?

Un umbral bajo para reaccionar con ansiedad, es más probable que experimenten ansiedad en
un rango de situaciones mínimas de amenaza y experimenten altos niveles de ansiedad en
comparación a personas con bajo rasgo de ansiedad. Spielberger y cols. (1970, 1984 y 1985).
2. ¿Te da miedo cruzar un puente?

Es la noción de sensibilidad a la ansiedad, dicho concepto ha encontrado un lugar importante


en el enfoque cognitivo de la ansiedad (Reiss y Havercamp, 1996; Taylor, 1995) que indica
miedo a sensaciones corporales que son interpretadas como consecuencias de daño físico o
psicológico potencial y da lugar a una ansiedad significativa (Rachman, 1998). McNally (1995).

3. ¿Te sientes incómodo en lugares donde hay muchas personas?

En el contexto de todos estos trastornos pueden aparecer crisis de angustia y agorafobia, pero
un concepto que contribuye al rasgo de ansiedad es la noción de sensibilidad a la ansiedad,
dicho concepto ha encontrado un lugar importante en el enfoque cognitivo de la ansiedad (Reiss
y Havercamp, 1996; Taylor, 1995)

4. ¿Tienes miedo de socializar o exponer en grupo pues temes que los demás piensen
que algo mal o raro pasa contigo?

Alcanzar mayores niveles de ansiedad, preocupación, depresión y miedos sociales. (Butt y


Beiser, 1987).

5. ¿Se te hace difícil dormir por las noches porque no puedes dejar de pensar en tus
miedos?

El individuo con TAG se caracteriza también por presentar reacciones de activación autónoma
mucho más modestas que en el resto de pacientes con ansiedad y que en ellos predominan los
síntomas somáticos relacionados con estados mantenidos de tensión y vigilancia (Borkovec,
Shadick y Hopkins, 1991; Rapee, 1991).

6. ¿Sudas con frecuencia ante alguna presentación o sin razón alguna?


Tasa cardiaca, conductancia de la piel y respiración en estado relajado (Hoehn-Saric, McLeod
y Zimmerli, 1989)

7. ¿Sufres alguna clase de fobia, ejemplo a las arañas u otro animal?

Indica miedo a sensaciones corporales que son interpretadas como consecuencias de daño físico
o psicológico potencial y da lugar a una ansiedad significativa (Rachman, 1998). McNally
(1995)

8. ¿Te da o te daría miedo viajar en avión?

Además de la naturaleza de la respuesta de amenaza, el TAG se caracteriza por la percepción


de la falta de control sobre los eventos amenazadores (Barlow, 1988).

9. ¿Diría usted que es una persona que se preocupa con facilidad?

Los pacientes ansiosos muestran una exagerada tendencia a codificar selectivamente


información amenazante. Parece posible que este sesgo puede contribuir al desarrollo y
mantenimiento de los pensamientos amenazantes intrusivos comúnmente informados por las
personas con ansiedad (MacLeod, 1996).

10. ¿Consideras que tienes dificultad para conciliar o mantener el sueño, o sueño
insatisfactorio?

Pacientes con ansiedad y que en ellos predominan los síntomas somáticos relacionados con
estados mantenidos de tensión y vigilancia (Borkovec, Shadick y Hopkins, 1991; Rapee, 1991).

11. ¿Por momentos sientes que aumenta tu frecuencia cardiaca?

Los controles normales en cuanto a tasa cardiaca, conductancia de la piel y respiración en


estado relajado (Hoehn-Saric, McLeod y Zimmerli, 1989), pero sí observaron altos niveles de
tensión muscular, aunque distintos estudios que emplearon otras medidas no pudieron constatar
estos mismos resultados (Barlow y otros, 1984; Rapee, Craske y Barlow, 1989).
12. ¿Constantemente sientes cansancio o debilidad?

Varios estudios han documentado que la preocupación se caracteriza por un predominio de la


actividad del pensamiento y por bajos niveles año IX - número I (17) / 2008 fundamentos en
humanidades 188 de imágenes (Borkovec y Inz, 1990).

13. ¿Se te dificulta concentrarte en una actividad?

Otro aspecto bien establecido, es que las personas con altos niveles de ansiedad frecuentemente
muestran déficits en el desempeño de tareas cognitivas. Algunos modelos teóricos (Eysenck,
1992; Eysenck y Calvo, 1992)

14. ¿Tus padres son separados?

Brown (1997) afirma que ni la raza, la religión, el nivel de educación y/o el ingreso están
asociados con riesgo de TAG, pero sí encontró que aquellas personas mayores de 24 años que
han tenido un matrimonio anterior, es decir, que están separados, divorciados o viudos,
desempleados, y se ocupan de las tareas de la casa correlacionan significativamente con este
trastorno

15. ¿Consumes con regularidad algún tipo de droga farmacéutica para el estrés?

Una investigación encontró que el TAG interfiere sustancialmente en la vida de los pacientes, y
que las personas que padecen TAG informan de mayor búsqueda de ayuda profesional y mayor
uso de medicación (Wittchen, Zhao, Kessler y Eaton, 1994).

16. ¿Consumes con regularidad alcohol?

TAG informan de mayor búsqueda de ayuda profesional y mayor uso de medicación (Wittchen,
Zhao, Kessler y Eaton, 1994).

17. ¿Consumes alguna sustancia alucinógena psicotrópica?

TAG informan de mayor búsqueda de ayuda profesional y mayor uso de medicación o


sustancia(Wittchen, Zhao, Kessler y Eaton, 1994).
18. ¿En tu familia hay algún miembro que sufra ataques de pánico?

Fruto de la herencia o de las semejanzas en el tipo de vida; b) de perfil reactivo psicosomático


individual: tiende a ser constante y varía de acuerdo al organismo de cada persona, guarda
relación con resolución de experiencias emocionales en los primeros años de vida; y c) del tipo
de emociones implicadas: cómo se manifiestan en el organismo los distintos conflictos afectivos
(Rojas, 1989, citado en Echeburúa, 1993)

19. ¿En tu niñez has sufrido algún episodio traumático que té que afecte aun?

Ben-Noum se interesó en el estudio del ambiente familiar y su influencia en el desarrollo del


TAG, específicamente su objetivo era investigar la relación de TAG con disfunción familiar,
porque si bien el TAG ocurre en familias que funcionan bien, es más prevalente en familias que
funcionan mal. (Ben-Noum, 1998).

20. ¿Te considera una persona retraída con poco contacto social?

Las personas que tienen esta vulnerabilidad temperamental obtienen mayores puntuaciones
sobre las medidas de introversión y neuroticismo. La vulnerabilidad cognitiva incluye
diferencias en la vigilancia, en los procesos perceptuales, en las variaciones de los procesos
atencionales y en los sesgos de juicio, entre otras variables (Rachman, 1998).
Referencias bibliográficas

Rotondo H: (1998). Manual de psiquiatría "Humberto Rotondo" ;Edición : 2a ed


Bados, A. (2000). Agorafobia y ataques de pánico: Un programa psicológico de intervención
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Spilberger, C. (1985). Anxiety, cognition, and affect: A state- trait perspective.
En A. H. Tuma y J. D. Maser (Eds.), Anxiety and the anxiety disorders.
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Rachman, S. (1998). Influences on anxiety. En S. Rachman. Anxiety. Hove:
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Reiss, S. y Havercamp, S. (1996). The sensitivity of motivation: implications
Butt, D. S. y Beiser, M. (1987). Successful aging: a theme for international
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Rapee, R., Sanderson, W. y Barlow, D. (1988). Social phobia features across
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Eysenck, M. (1992). Anxiety: The cognitive perspective. Hove: LEA.
Wittchen, H., Zhao, S., Kessler, R. y Eaton, W. (1994). DSM-III-R generalized
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Brown, T. (1997). The nature of generalized anxiety disorder and pathological
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Ben-Noum, L. (1998). Generalized anxiety disorder in dysfunctional
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