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2.3 Diseño de obras de captación superficial.

2.3.1 Generalidades

Las aguas superficiales son aquellas que escurren en los cauces y presentan una
superficie libre sujeta a la presión atmosférica; pueden ser corrientes perennes o
corrientes intermitentes. Las corrientes perennes son cauces que llevan flujo todo
el año, producto del drenaje natural de los acuíferos que los alimentan durante la
temporada de sequías y que además, en temporada de lluvias, reciben los
escurrimientos generados en la cuenca de captación aguas arriba. Las corrientes
intermitentes presentan un flujo igualmente sujeto a la presión atmosférica pero su
duración se limita a la presencia de precipitaciones en la cuenca drenada.

2.3.2 Captación en ríos

2.3.2.1 Obra de toma directa

La forma de captar agua de una corriente superficial mediante una toma directa
varía según el volumen de agua por captar y las características de la corriente, es
decir, el régimen de escurrimiento (permanente o variable), su caudal en época de
secas y durante avenidas, velocidad, pendiente del cauce, topografía de la zona
de captación, constitución geológica del suelo, material de arrastre, niveles de
agua máximo y mínimo en el cauce, naturaleza del lecho del río y de otros factores
que saltan a la vista en el proceso de selección del tipo de obra de captación por
toma directa. De la Ilustración 2.3 a la Ilustración 4.5 se presentan obras de toma
directa en una corriente.
Ilustración 2.3

Ilustración 2.4
Ilustración 2.5

Para llevar a cabo un proyecto de obra de toma de manera satisfactoria es


necesario considerar los aspectos hidráulicos de manera cuidadosa. Para la
ubicación seleccionada es necesario definir los siguientes aspectos:
• Los caudales promedio, máximo y mínimo del escurrimiento en el cauce.
• Los niveles asociados a caudales máximos, medio y mínimo de operación.
• Estimación del arrastre de sedimentos a lo largo del cauce.
• Calidad del agua en la fuente.
Diseño hidráulico
Cálculo de caudales
Es posible establecer el volumen o caudal de agua que lleva una corriente
superficial mediante aforos. Aforar una corriente significa determinar a través de
mediciones el gasto que pasa por una sección dada. En este manual se exponen
los dos métodos básicos de aforo más utilizados en México:
Método sección de control
Una sección de control de una corriente se define como aquella en la que existe
una relación única entre el tirante y el gasto. De los muchos tipos de secciones de
control que se pueden usar para aforar corrientes, los más comunes son aquellos
que producen un tirante crítico y los vertedores.
Se forma un tirante crítico elevando el fondo del cauce, estrechándolo o con una
combinación de ambas técnicas. Cuando se sobre eleva el cauce (Ilustración 4.5)
el caudal se calcula utilizando la fórmula de vertedores de pared gruesa:
Donde:
B = el ancho del cauce en m
H = la carga sobre el vertedor en m
Q = el gasto en m3 /s
Para que dicho dispositivo tenga un buen funcionamiento, se recomienda que: 3 ≤
L/H ≤ 4 y que: S ≤ 0.8 H.
Otra manera de provocar la formación de un tirante crítico es cuando la topografía
permite disponer de una caída libre (Ilustración 4.6); en este caso el gasto se
calcula con el tirante medido justo a la caída usando la expresión:

Donde:
y = el tirante en m.
g = la aceleración de la gravedad en m/s2.
B = el ancho de la sección en m.
Q = el gasto en m3 /s.
El método de las secciones de control es el más preciso de todos pero presenta
algunos inconvenientes. En primer lugar, es relativamente costoso y en general,
sólo se pueden utilizar con caudales no muy elevados de tipo medio; en el caso de
los vertedores, se tiene el inconveniente de que, con un pequeño descuido, este
genera un remanso hacia aguas arriba de la sección, por ello el método es
adecuado para ríos pequeños, cauces artificiales (canales de riego) o cuencas
experimentales.

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