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Andrés Martínez Fernández-Salguero

Claude Debussy
(St. Germain-en-Laye, 1862 - París, 1918)
Achille-Claude Debussy fue una figura central en la música europea de finales del siglo XIX y
comienzos del siglo XX y, junto a Maurice Ravel, una de las figuras más prominentes de la música
impresionista, aunque al propio compositor no le gustaba este término cuando se aplicaba a sus
composiciones. Fue nombrado caballero de la Legión de Honor en 1903.
Destacó por la creación de sonidos innovadores, nunca escuchados, que, mostrando su
entero potencial en sus composiciones para piano, logran crear una sensación onírica en su
musicalidad característica. Muchas grandes mentes del siglo XIX, como el escritor Marcel Proust,
encontraron inspiración en su música.
Ya en su niñez había iniciado el estudio del piano en su hogar; sin embargo, no pensaba
entonces en la carrera musical. Fue una antigua discípula de Chopin, la señora Manté de
Fleurville, quien intuyó la vocación del muchacho e indujo a sus familiares a cultivarla. De esta
forma, Debussy ingresó en 1873 en el Conservatorio de París; allí tuvo por maestros, entre otros,
a Lavignac, a Marmontel y, en composición, a Ernest Guiraud.
En el verano de 1880 trabajó como profesor de piano de los hijos de una rica dama rusa,
Nadesda von Meck, protectora de Tchaikovski, y a través de ella pudo conocer a Wagner y visitar
Moscú, donde pudo establecer cierto contacto con la música del "grupo de los Cinco".
En el Conservatorio había adquirido fama de músico revolucionario. Buscaba a tientas la
salida hacia una nueva concepción artística y cayó, como era natural, en el wagnerismo. Más
que de experiencias musicales (entre ellas contaron singularmente las llevadas a cabo en Rusia
y el descubrimiento del canto gregoriano y de melodías exóticas africanas y javanesas,
presentadas en la Exposición Universal de París), la liberación le vino de literatos y pintores: la
amistad de poetas simbolistas y parnasianos, dominados por la figura de Mallarmé, y el ejemplo
de renovación de la pintura impresionista fueron las fuerzas determinantes que impulsaron al
compositor hacia un camino artístico original.
De las posiciones de elegancia un tanto formalista propias de los dos Arabesque (1888) y de
la Suite bergamasque (1890), para piano, así como del Cuarteto (1893) y del Preludio a la "Siesta
de un fauno", de 1892, el compositor llegó, sobre todo en el ámbito pianístico, a la creación de
un impresionismo musical que llevó a las últimas consecuencias la disolución de las formas
clásicas realizada por el romanticismo y, al mismo tiempo, abrió las puertas al futuro. Con ello
se produjo el tránsito del momentáneo clasicismo de Para el piano (1901) a la libertad
impresionista de Estampas (1903), de L'isle joyeuse(1904) y de las dos colecciones
de Imágenes (1905 y 1907).
La devolución a la música del sentido de la precisión fónica, o sea la conversión de la pieza
instrumental en un consistente objeto sonoro donde se cobijan los eventuales valores
expresivos sin menoscabo de su solidez, permite considerar realmente a Debussy como el
iniciador de las tendencias musicales de la actualidad: en la estela de Estampas se desarrolla el
florecimiento de las modernas obras de piano, con Ravel, Bartók, Schoenberg y Prokofiev.
Hacia 1910 cabe situar la aparición en el arte del músico de una nueva orientación clasicista
y arcaizante que tiende a reaccionar contra la dispersión impalpable del impresionismo en el

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ambiente, manifestada en la restauración de una necesidad de precisión fónica e incluso formal
cada vez más consciente. En un decidido salto por encima de los últimos siglos, Debussy buscó
en el XVI y en el XVII los orígenes culturales del arte y del gusto franceses; la Primera Guerra
Mundial acabaría de fortalecer en el músico un proceso ya iniciado de enlace con las tradiciones
de la civilización nacional.
La existencia del compositor se desenvolvió en un plano retirado y careció de
acontecimientos sensacionales externos, salvo la dolorosa crisis sentimental que indujo al artista
a separarse de su esposa Rosalie Texier, compañera fiel y valerosa de los años difíciles, para
unirse a Emma Bardac Moyse (1905). Raramente y con desgana se alejaba de París. En 1909
estuvo en Londres con motivo de la presentación de Pelléasen aquel país. Luego, la fama
creciente le obliga a estancias en Viena y Budapest (1910), Turín (1911), Rusia (1913-14),
Holanda y Roma (1914) para la dirección de sus propias composiciones. No ocupó cargos ni
buscó jamás puestos estables; careció de discípulos y sí tuvo únicamente amigos, con quienes
gustaba de hacer música, conversar y discutir sobre arte y poesía. Operado en 1915 de un cáncer
intestinal, no pudo recobrar ya la plenitud de sus fuerzas físicas, y moría en 1918, amargado y
conmovido profundamente por los desastres de la Primera Guerra Mundial.

Suite Bergamasque
La Suite Bergamasque, fue compuesta inicialmente por Debussy, alrededor de 1890, pero fue
revisada, de manera significativa, justo antes de su publicación en 1905. Parece que, en ese
momento, un editor acudió a Debussy con el fin de sacar provecho de su fama, publicando estas
piezas. Si bien no se sabe cuánto de la suite fue escrito en 1890 y cuánto fue escrito en 1905,
está claro que Debussy cambió los nombres de al menos dos de las piezas. "Passepied" se
denominaba "Pavana", y "Clair de lune" se titulaba originalmente "Promenade Sentimentale."
La Suite toma su nombre de las máscaras de la Commedia dell'Arte de Bérgamo (Comedia del
arte de Bérgamo) y está inspirada en las Fêtes galantes (Fiestas galantes) de Verlaine.
Está dividida en cuatro piezas:
1. Preludio: es la primera pieza en la suite. Se encuentra en el tono de Fa Mayor,
con la indicación de rubato. Se caracteriza por poseer contrastes muy dinámicos con un
comienzo y un final bastantes vigorosos. Es una pieza festiva, ya que ocupa gran parte
del estilo barroco que se encuentra comúnmente en los preludios de la época.
2. Minueto: es el tema principal, contrasta alternativamente el misterio con mitad
de dramatismo. Esta pieza es particularmente original, ya que no se conforma con el
estilo particular de la mayoría de los minuetos. Más bien, en vez de ser fresca y delicada,
esta pieza muestra un carácter más de comedia cruda. Una vez más, Debussy establece
una muy novedosa pieza bajo la apariencia del estilo de una vieja canción.
3. Claro de luna: el tercero y más famoso de los movimientos es el clair de lune,
término francés para referirse a la luz de la luna. El nombre proviene de un poema de
Verlaine con el mismo nombre.
4. Passepied: el último movimiento, escrito en fa sostenido menor, allegretto ma
non troppo. Passepied es un tipo de danza de origen francés. El Passepied de Debussy
es alegre, tocado con arpegios staccattos en la mano izquierda.

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Pour le piano (Para el piano)
Es una colección de tres piezas para piano, escritas entre 1896 y 1901 y estrenadas por
Ricardo Viñes en 1902. Las tres piezas que lo componen son: Prélude, Sarabande y Toccata.
Pour le piano es una declaración estética del Debussy compositor para el teclado, que en
estos tres breves movimientos expone lo que será su técnica pianística: escalas de tonos
enteros, ambigüedad tonal, cadencias no resueltas y melodías que fluctúan sobre
acompañamientos diversos. Parece como si Debussy tuviese en Pour le piano su cajón de sastre
de la técnica pianística, con la que nos va sorprendiendo a medida que avanza la suite.
El Prélude inicial muestra un estilo de «toccata» que nos volveremos a encontrar en futuras
partituras, como también será constante la ambigüedad tonal que se manifiesta a los pocos
compases del comienzo del movimiento, tras la exposición de un rotundo tema en La menor.
Los modos en esta obra nos trasladan a Bach, que parece estar presente en el espíritu del
Prélude, aunque de forma amplia se puede definir una sonata clásica que no hubiésemos
encontrado tan clara en las «toccatas» bachianas.
La Sarabande es modélica por su interválica, que ha sido relacionada a la de la Sarabanda
escrita por Erik Satie en 1887. En palabras de Debussy, una "conversación con el piano". Se
destaca la estructura en forma coral, enriquecida por una expresión de gran claridad y una
entonación de los temas realizado con gran vigor.
Pour le piano finaliza con una Toccata que constituye uno de los puntos más altos del
virtuosismo pianístico de Debussy. «Sin repeticiones, con el idioma más depurado», la Toccata
es de una gran simplicidad dentro de la dificultad de su escritura. Algunos de sus pasajes nos
muestran al Debussy de mayor sutileza, como por ejemplo los arpegios que hace la mano
derecha en la sección central de la partitura. Ritmos claros, contrapuntos severos y estricta
forma ternaria para el ejercicio de precisión que constituye esta Toccata; música pura que, una
vez incorporadas las sugerencias del mundo exterior, dará lugar a las obras impresionistas que
inauguran dos años después las Estampes.

Estampas
Es una obra para piano compuesta en 1903 y estrenada en 1904. La técnica debussiana que
hasta ese momento se remontaba a los clavicordistas de los siglos XVII y XVIII, asume, a partir
de las Estampas, esa originalidad y novedad de escritura que se extiende, por regla general, a lo
largo de todo el teclado del piano, explotando toda posible resonancia, ayudada en ello por un
empleo amplio del pedal, que prolonga y funde las sonoridades.
Esa capacidad de aprehensión y plasmación sonora se encuentra como en muy pocas
ocasiones en Estampes, obra que desde el título manifiesta la voluntad de evocación. El propio
Debussy escribió sobre ello con ese aparente desinterés con que se refería en ocasiones a sus
obras: «He escrito tres piezas para piano de las que me gusta sobre todo el título: Pagodes, La
Soirée dans Grenade, Jardins sous la pluie. Cuando no se tiene dinero para hacer viajes reales
hay que hacerlos con el espíritu. Pero me siento obligado a decir que para ello existen también
otros medios diferentes a las piezas para piano».

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La primera, Pagodes, nacida del recuerdo de los músicos javaneses a quienes escuchó en
la Exposición Universal de 1889, crea una arquitectura de sueño con melodías basadas en
la escala pentatónica y en ritmos que se superponen, así como resonar de «quintas»,
repeticiones insistentes de una figura melódica, y sucesiones de «cuartas» y de «quintas».
La Soirée dans Grenade, evocación de Andalucía, la autenticidad de la cual debía
elogiar Manuel de Falla, lleva por sí mismo una magia que se debe sobre todo a la intuición del
músico. Indudablemente es una de las más extraordinarias piezas para piano de Debussy.
Acompañado por el eco de las canciones infantiles, el brillante virtuosismo de Jardins sous la
pluie ha hecho de esta tercera pieza, menos secreta que las dos anteriores, uno de los
fragmentos favoritos de los pianistas. La caracteriza el movimiento uniforme de arpegios de
extensión limitada y divididos entre las dos manos; movimiento que solamente se rompe hacia
el final en vuelos más extensos que ocupan zonas más amplias del teclado. Con su martilleo
uniforme, brota de esta perfecta página pianística una emoción purísima, una sutil y punzante
melancolía. La evocación es la de una escena diaria de París, a través de la cita de dos canciones
infantiles. Con el fondo constante de la lluvia, en ocasiones un manto ligero, otras veces
golpeando los cristales de las ventanas desde donde un niño observa la lluvia sobre el jardín,
esos dos temas melódicos se presentan a través de alteraciones modales y en el contexto de un
desarrollo formal, una vez más de corte clásico.

La isla alegre
Es una breve pieza musical compuesta en 1904. Parece ser la plasmación en sonidos del
cuadro de Watteau L'embarquement pour Cythére, referencias pictóricas y mitológicas con las
que Debussy parece construir su peculiar homenaje a la deidad del amor. La obra, que fue
orquestada con posterioridad a su escritura, es de gran dificultad interpretativa, como el propio
autor reconoció en carta a su editor fechada en 1904: «¡Por Dios!, ¡qué difícil es interpretarla!
Esta pieza parece que reúne todas las formas de ataque al piano, puesto que junta fuerza y
gracia». L'isle joyeuse es también un juego de luz mediterránea, exótica, por la inclusión de
danzas en contrapunto y por el uso de la marca de fábrica «debussysta» de escalas de tonos
enteros. Su autor quiso incluirla en la Suite bergamasque, pero la diferencia de estilo con sus
cuatro movimientos, sobre todo en lo referente al uso de escalas, se lo desaconsejó.

Children’s corner (El rincón de los niños)


Es una suite para piano escrita en 1908. Debussy dedica esta obra a su hija de tres años
Claude-Emma —apodada cariñosamente "Chou-Chou" por su padre— y a su institutriz inglesa,
Miss Dolly.
Consta de seis piezas. La primera está titulada en latín, y las cinco restantes en inglés:
1. Doctor Gradus ad Parnassum («una suerte de gimnasia higiénica y progresiva;
se recomienda tocar todas las mañanas la obra en ayunas, subiendo de «modéré» a
«animé»», escribe Debussy a su editor Durand): Debussy revisita humorísticamente la
obra homónima de Muzio Clementi Gradus ad Parnassum, agregándole Doctor al
comienzo del título. Contiene también alguna reminiscencia del preludio en Do Mayor
del libro primero del Clave bien temperado de Johann Sebastian Bach. La pieza discurre
como un ejercicio de un alumno, con su buen comienzo y su disparatado final y con una
«toccata» simple en su concepción pero muy compleja armónicamente.
2. Jimbo's Lullaby (Nana o canción de cuna de Jimbo): está inspirada en un elefante
de juguete de Chou-Chou, y sus pasos están sugeridos por la melodía del bajo. Es un

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divertido juego de alternancias entre pasajes en forma de danzas y el tema de una nana
que cantaba Miss Dolly, la institutriz de Chouchou.
3. Serenade for the Doll (Serenata para la muñeca): está escrita a partir de un tema
con reminiscencias de la música de Java caracterizada por la continuada utilización
de quintas y de consonancias sugeridas. Es la pieza de la suite con sonoridades más
dulces y etéreas.
4. The Snow is Dancing (La nieve danza): es una pieza en la que el autor evoca la
caída de los copos de nieve. Está escrita con una disposición muy interesante en la que
la melodía es expuesta sobre una «toccata» donde se realiza una alternancia de notas
en ambas manos. La nieve está presente en el silencio, como descripción
quintaesenciada del sonido imperceptible, y no supera la dinámica más allá del
«piano».
5. The Little Shepherd (El pastorcito): es una pieza bucólica sobre la melodía de la
flauta de un pastor.
6. Golliwogg's Cakewalk: es una pieza enérgica, que debe tocarse según
indicaciones de la partitura avec une grande émotion. Destaca también su
ritmo sincopado, y tiene reminiscencias jazzísticas, al igual que varias de las
composiciones del autor.
Las seis piezas fueron orquestadas en el año 1911 por André Caplet, amigo y admirador
de Debussy, que contaba con el pleno consentimiento del compositor. Se trata de breves
páginas que reflejan el mundo de los juguetes y de las lecciones de piano de los niños, no exentas
de cierta ironía y de una complejidad de ejecución que rebasan, con mucho, el nivel medio
infantil.

Imágenes
Son un total de seis composiciones agrupadas en dos cuadernos (tres en cada uno). Son
distintas de las Imágenes para orquesta de Debussy. Las piezas de la primera serie se escribieron
entre 1901 y 1905 y las de la segunda serie se escribieron en 1907.
Aun cuando el piano anterior a 1901 contiene ya muchos elementos del nuevo pianismo
«debussysta», hay un rasgo definitorio de éste ausente en las obras de la década de los noventa:
el uso del título como elemento que despierta la sensibilidad del oyente y lo sitúa en una actitud
«visual» ante la música. Estampes es el primer caso notable de colección pianística compuesta
por piezas en las que el título es revelador del contenido, pero es en Images (Imágenes) donde
se da carta de naturaleza a este rasgo mucho más que anecdótico del catálogo del compositor.
En una carta a su editor Durand, Debussy nos da la medida de su valoración de Images: «Sin
falsa vanidad, creo que estas piezas han salido bien y que van a ocupar un lugar importante en
la literatura del piano... a la izquierda de Schumann y a la derecha de Chopin».
Primer libro:
• Reflets dans l'eau: recurrencia al agua como creador de imágenes y sonidos, al
modo de Liszt y Ravel. No se trata de recrea el murmullo de una corriente sino de
transmitir las transformaciones de la visión al contemplar prolongadamente la
superficie del agua donde se refleja la luz. Progresiones en tonos enteros y una marca
de fábrica, los largos períodos diatónicos, en esta pieza clásica en su concepción formal,
la de un rondó sonata.
• Hommage à Rameau: utiliza la zarabanda en tiempo lento como medio para
homenajear a la música francesa del siglo XVIII, una de las fuentes de inspiración formal

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en el piano de Debussy. La partitura alterna, con el fin de explotar los contrastes, pasajes
en forma de aria (una voz sola acompañada por acordes) con pasajes contrapuntísticos.
• Mouvement: el sustrato de la composición es el ritmo, pero entendido como
«pulso», pues no cabe contemplar en Debussy una obra que no combine junto con el
ritmo la capacidad tímbrica del piano o, como en este caso, el uso de notas pedales
prácticamente a lo largo de toda la partitura.
Segundo libro
El segundo cuaderno de Images es más concentrado en su escritura, más complejo en la
distribución de las voces y en el desarrollo del discurso musical. Hasta tal extremo se manifiesta
esta complejidad que la edición de las tres piezas se realiza no en dos pentagramas, sino en tres,
lo que permite «desentrañar» las diferentes líneas melódicas y poner de manifiesto los
elementos más significativos del lenguaje armónico.
• Cloches à travers les feuilles (mélancolie diffuse) (Campanas a través de las hojas
(melancolía difusa)): Es un estudio de contrastes de sonoridades, de combinación de
resonancias, que llegan desde la lejanía, tamizadas por un murmullo de hojas. La
escritura es eminentemente contrapuntística, cercana a la forma canónina, en el
comienzo de la partitura, y la melodía inicial está escrita en una escala de tonos enteros.
• Et la lune descend sur le temple qui fut (Y la luna desciende sobre el templo que
fue): La pieza posee carácter de estudio. Al mismo tiempo, es un ejemplo de música pura
a la que se añade «programa» (en este caso título) después de haber sido concebida y
escrita, pues parece seguro que Debussy le dio ese título a la obra por sugerencia de
Louis Laloy después de que éste la conociese. De nuevo referencias a la música de Java.
• Poissons d'or (Peces dorados): El origen de esta pieza, al parecer, está en una
pieza de artesanía japonesa en la que se reproduce un pez dorado. Pocas obras de
Debussy han dado lugar a tanta literatura en cuanto a su origen, a pesar de que
comúnmente se cita éste como el más probable. La pieza en forma de «toccata», es
también un estudio de escritura pianística que se desarrolla casi en su totalidad en un
modo diatónico. En Poissons d'or se aprecia también la recurrencia de Debussy a la
figura del agua a través de la textura y movimiento casi perpetuo de las diferentes voces.

Preludios para piano


Los dos libros de los Préludes pour piano fueron compuestos entre 1909 y 1913. El primer
libro, más concretamente, entre diciembre de 1909 y febrero de 1910; y el segundo, de 1911
hasta abril de 1913. Ambos libros contienen doce preludios cada uno.
En la evolución histórica del preludio, éste había llegado a ser básicamente una pieza breve,
originalmente pensada como movimiento previo o introducción a una composición
formalmente más compleja o con más entidad. La evolución situaba las obras de Bach con ese
carácter funcional, carácter del que se desprendían Chopin y otros compositores románticos
para los que los preludios eran composiciones en sí mismas caracterizada por su unidad e
independencia formal. Debussy añade contenido musical a sus preludios, que dota de
inspiración impresionista (es decir, descriptiva), y al mismo tiempo de complejidad formal. En
cierto modo, para Debussy Prélucle es sólo indicativo de brevedad, y de esa forma sus
colecciones de Preludes son colecciones de piezas breves donde se cristaliza y se muestra de
forma concentrada todo el pianismo debussysta. Para uno de los grandes tratadistas de
Debussy, Heinrich Strobel, en los dos volúmenes de Préludes «recoge el autor toda su creación»,
«son el resultado de descubrimientos anteriores» y «la técnica virtuosa alcanza la perfección en

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ellos». «La utilización del sonido del piano -escribe Strobel-, el refinamiento de los medios
sonoros, la variedad y la delicadeza de los matices superan todo lo anterior.»
Los títulos que componen el primer cuaderno son los siguientes:
1. Danseuses de Delphes: Lent et grave
2. Voiles: Modéré
3. Le vent dans la plaine: Animé
4. «Les sons et les parfums tournent dans l'air du soir»: Modéré
5. Les collines d'Anacapri: Très modérée
6. Des pas sur la neige: Triste et lent
7. Ce qu'a vu le vent d'ouest: Animé et tumultueux
8. La fille aux cheveux de lin: Très calme et doucement expressif
9. La sérénade interrompue: Modérément animé
10. La cathédrale engloutie: Profondément calme
11. La danse de Puck: Capricieux et léger
12. Minstrels : Modéré

Y los títulos del segundo cuaderno:


1. Brouillards
2. Feuilles mortes
3. La Puerta del Vino
4. «Les Fées sont d'exquises danseuses»
5. Bruyères
6. Général Lavine - excentrique
7. La terrasse des audiences du clair de lune
8. Ondine
9. Hommage à S. Pickwick Esq. P.P.M.P.C.
10. Canope
11. Les tierces alternées
12. Feux d'artifice

Debussy tuvo cuidado de indicar los títulos de sus preludios sólo al final de cada pieza, entre
paréntesis y después de puntos suspensivos, de manera que el intérprete pudiera descubrir sus
propias impresiones sin estar condicionado por las ideas iniciales de Debussy. Esos títulos están
escogidos para crear asociaciones de imágenes o de sensaciones. Algunos, sin embargo, son
bastante ambiguos: Voiles, por ejemplo, puede interpretarse en masculino y en femenino.
El aire de las piezas varía enormemente entre ellas, desde la profunda calma de La cathédrale
engloutie al virtuosismo sin límite de Ce qu'a vu le vent d'ouest; o desde la
misteriosa Brouillards a la explosividad de Feux d'artifice.
Los dos preludios más conocidos de estas dos series pertenecen ambos al primer libro. La
fille aux cheveux de lin es una breve pero armónicamente compleja expresión de belleza. La
cathédrale engloutie alude a la leyenda de la ciudad sumergida de Ys, cuya catedral se elevaba
por encima de la superficie una vez al día para recordar la gloria de la ciudad perdida para justo
después hundirse de nuevo en las aguas. Debussy consiguió un fiel reflejo de la historia, pues
podría decirse que uno oye los cánticos de los monjes y el campaneo de la catedral.

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Doce Estudios
Los Douze Études pour piano fueron compuestos durante los meses
de agosto y septiembre de 1915. Debussy dedicó estos estudios "À la mémoire de Chopin".
La intención de Debussy al componer los estudios está claramente expresada en sus
manifestaciones: «Mis estudios causarían horror a sus dedos», escribe Debussy al editor Durand.
«Créame, también los míos se quedan parados en algunos pasajes. Tengo que cobrar aliento,
como después de subir una montaña. Hay que establecer récords agradables». Y en otra ocasión
añade: «Reconozco que estoy contento de haber llevado a buen término una obra que, sin falsa
modestia, va a ocupar un lugar especial. Prescindiendo de la técnica, va a enseñar a muchos
pianistas que a la música sólo se puede acercar uno con manos que den miedo».
Debussy no escribe en estas obras la digitación que habitualmente indican los autores de
esaidios en las suyas. Y manifiesta su voluntad de no hacerlo en un texto que prologa la edición
de Études. «Nuestros grandes maestros, quiero decir nuestros admirables clavecinistas, nunca
indicaban la digitación, dejándosela al ingenio de sus contemporáneos. La ausencia de la
digitación es un excelente ejercicio, nos evita el espíritu de contradicción que nos induce
siempre a seguir o a ignorar la digitación del autor y hace buenas las palabras 'nunca nadie está
tan bien servido como por uno mismo'».
El resultado, sin embargo, a pesar de tan despiadado materialismo, sigue estando tan lleno
de poesía como Estampes, Images o Préludes.
Los Douze études se encuentran divididos en dos libros, cada uno de los cuales está
compuesto de seis estudios. El compositor francés Jean Barraqué (1928-1973) remarcó que
el Libro I se centraba más a la flexibilidad y a los mecanismos de digitación, mientras que el Libro
II estaba más dedicado a las experimentaciones rítmicas y sonoras.

Primer libro:
1. Pour les « cinq doigts » d'après monsieur Czerny (en Do mayor).
2. Pour les tierces (en Re bemol mayor).
3. Pour les quartes (en Fa mayor).
4. Pour les sixtes (en Re bemol mayor).
5. Pour les octaves (en Mi mayor).
6. Pour les huit doigts (en Sol bemol mayor).

Debussy, al finalizar este primer libro de estudios, escribe a su editor y le dice: «Los seis
estudios finalizados tienen todos un ritmo vivo. Le aseguro que habrá otros más tranquilos. He
comenzado por ellos porque son los más difíciles de componer y de variar; en este tipo se agotan
enseguida las combinaciones más acertadas. Los otros estudios estarán al servicio del sonido,
entre otros los de cuartas, en los que encontrará cosas que jamás se habrán escuchado; serán
una gran novedad incluso para sus oídos, que están acostumbrados a algunas 'curiosidades'».
Segundo libro:
1. Pour les degrés chromatiques (tonalidad indeterminada).
2. Pour les agréments (en Fa mayor).
3. Pour les notes répétées (tonalidad indeterminada).
4. Pour les sonorités opposées (en Do sostenido mayor y menor).
5. Pour les arpèges composés (en La bemol mayor).
6. Pour les accords (en La menor).

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