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ESTHER BARBÉ

Catedrática de Relaciones Internacionales


de la Universidad Autónoma de Barcelona

RELACIONES
INTERNACIONALES

-4-
tecnos�
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J. M. Domínguez y J. Sánchez Cuenca

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Gráficas Malina
.A Lluís

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© EsniER BARBÉ lzUEL, 1995


© EDITORIAL TECNOS;-S.A., 1995
Juan Ignacio Luca de Tena, 15 - 28027 Madrid·
ISBN: 84-309-2754-9
Depósito Legal: M- 37266-1995
Printed in Spain. Impreso en España por Egraf, Luis l. 5-7, 28021 Madrid
196 RELACIONES INTER NACIONALES EL SISTEMA INTERNACIONAL 197
cuando la sociedad estadounidense ha sido consciente de que su país era el primero a empresas del grupo en quince países diferentes). Esa diversificación geográfica de
del mundo por las inversiones extranjeras en él radicadas ha vivido un intenso de­ la producción tiende, por otra parte, a favorecer la creación de «regiones producti­
bate en tomo a la «venta» de su país a las empresas japonesas y europeas. vas» (por ejemplo, el caso de Japón con los países ASEAN). En suma, la orienta­
. ción de la inversión y la distribución geográfica de la producción que llevan a cabo
las empresas transnacionales está regionalizando la economía mundial (tres gran­
CUADRO 18 des regiones con sus centros en la Unión Europea, los Estados Unidos y Japón), en
detrimento de los países que quedan al margen (África y las zonas más pobres de
Balance del papel de las empresas transnacionales Asia y América Latina).
En suma, las empresas transnacionales están densamente concentradas en el
Positivo Negativo centro del sistema (exportador de la mayor parte de inversiones y receptor de las
tres cuartas partes de dichas inversiones). Aunque el origen de las inversiones se
• Aumentar el volumen del comercio mun- • Crear oligopolios que reducen la compe- haya diversificado (el retroceso de los Estados Unidos se ha visto compensado con
dial. tencia y la libre empresa.
• Formar capital añadido para activar el de- • Conseguir capital en los países recepto-
el avance de Japón, Canadá, Alemania o Suiza, entre otros), su destino queda den­
sarrollo. res, en detrimento de la industria local, y tro del círculo central.
• Financiar créditos. exportar beneficios a los países de origen. Así, las empresas transnacionales son un instrumento de globalización desde el
• Apoyar el libre comercio y desmontar las • Crear un sistema de deudores y de depen- momento en que organizan la producción mundial. Ahora bien, de la misma ma­
barreras comerciales. dencias financieras. nera que ocurría con las organizaciones internacionales y con las ONG, esa glo­
• Favorecer el desarrollo tecnológico. • Monopolizar la producción y controlar su
• Transferir tecnología a los países en vías distribución mundial.
balización tiene una trama central mucho más densa en la que la presencia masiva
de desarrollo. • Exportar tecnología no adecuada a los de actores internacionales no estatales es sintomática, junto con las desigualdades
• Reducir costes aprovechando el principio países en vías de desarrollo. observadas en el sistema de estados, de una de las grandes fracturas del actual sis­
de las ventajas comparativas. • Impedir el crecimiento de la industria lo- tema internacional (la fractura centro-periferia).
• Generar empleo. cal en el Tercer Mundo, que depende de
• Apoyar la formación de trabajadores. la tecnología del Primer Mundo.
• Extender la ocasión de comprar nuevos • Crear carteles que contribuyen a generar
productos a través de la internacionaliza- inflación. 3. LA ESTRUCTURA DEL SISTEMA INTERNACIONAL
ción de la producción. • Limitar los salarios de los trabajadores.
• Mundializar el márketing y los métodos • Limitar la oferta de materias primas en La estructura del sistema internacional ya ha sido definida en estas páginas
publicitarios. mercados internacionales.
• Potenciar el crecimiento nacional y facili- • Erosionar culturas tradicionales, creando
como la configuración de poder surgida de las relaciones entre los actores22º. La no­
tar la modernización de los países en vías una cultura mundial, dominada por el ción de estructura sirve, a nivel analítico, para establecer los límites dentro de los
de desarrollo. consumismo. que se mueven los actores en su conjunto. Como escribe BRUCAN, «son las estruc­
• Generar bienestar y riqueza • Aumentar la diferencia entre ricos y po- turas, las capacidades y las relaciones de poder que prevalecen en el sistema en un
• Favorecer las relaciones pacíficas entre bres.
los estados, que desean preservar un or- • Aumentar el bienestar de las elites del
determinado momento las que determinan el carácter de la pauta de las relaciones
den que les reporta riqueza y comercio. Tercer Mundo a costa de los pobres. entre naciones y, de tal manera, la naturaleza del sistema intemacional»221 • En rea­
• Romper las barreras nacionales y acelerar • Apoyar los regímenes represivos en nom- lidad, los análisis que centran su interés en la estructura del sisteina y en su man­
la globalización de la economía y de las bre de la estabilidad y el orden. tenimiento, en tanto que factor de orden en las relaciones internacionales (determi­
reglas que rigen el comercio internado- • Desafiar la soberanía nacional y poner en nismo estructural), son los responsables de convertir la lógica sistémica en una
na!. peligro la autonomía del estado-nación.
lógica conservadora y defensora del statu qua222.
El análisis de la sociedad internacional en base a la lógica estructural no tiene
Fuente: C. W. KEGLEY y E. R WITTKOPF, World Politics. Tremí and Transformation, St Martin's Press, necesariamente finalidad conservadora; eso sí, parte de la lógica jerárquica. En
Nueva York, 1993 (4.ª ed.), pp. 190-191. efecto, la jerarquía que ya hemos abordado en relación con los actores -,-las po-

En lo que respecta al incremento del comercio internacional -positivo para los


interdependentistas- éste se ha visto muy potenciado por la estrategia de diversi­ 22º Entre nosotros el tema ha sido abordado por M. MEDINA, «Concepto de estructura en la sociedad
ficación geográfica de la producción, adoptada por las empresas transnacionales. internacional», Revista de Estudios Internacionales, vol. 3, n.º 4, 1982, pp. 985-1003.
221 S. BRUCAN, La disolución del poder, Siglo XXI, México, 1974 (ed. en inglés, 1971), p. 14.
Ello ha generado elevadas cifras de comercio intrafirmas (el modelo de automóvil 222 Es el caso del realismo estructural, representado por la obra de K. WALTZ, Theory of Internatio­
Ford Escort, vendido en Europa en los años ochenta, involucraba en su fabricación nal Politics, Wesley, Reading, 1979_
198 RELACIONES INTERNACIONALES EL SISTEMA INTERNACIONAL 199
tencias/estados del sistema_.:. es determinante de la estructura del sistema. De ahí mentos de análisis aplicables a cualquier sistema histórico internacional, hay que
que, para ser más precisos, debamos definir la estructura como la configuración de hacer una salvedad en tomo a la relación actual entre potencias y actores privados
poder generada por las potencias del sistema. en el terreno técnico-económico (empresas transnacionales, financieras, banca,
Si reducimos los actores que configuran la estructura I del sistema a las poten­ etc.). En esta obra se defiende, en principio, la idea de la convergencia entre el po­
cias es porque, a nuestro parecer, sólo ellas disponen del poder estructural que per­ der del estado y el de sus empre_s�_tr_ans11ªcionales, como mínimo en lo que afecta
mite dictar las reglas de juego a nivel global en el sistema internacional. Si en es­ a los casos que nos ocupan (potencias centrales del sistema). Esta teoría ha sido de­
tas páginas se utiliza el concepto de sistema internacional y no el de sistema de sarrollada por Robert Gn..PIN en relación con los Estados Unidos229. Ahora bien, los
estados, a pesar de que se define la estructura en base exclusivamente a las poten­ ajustes entre la lógica interestatal y la lógica transnacional no siempre son fáciles.
cias, es porque no se desestiman los aspectos transnacional.es implicados en el con­ Quizás el momento que nos ha tocado vivir es un momento de ajustes difíciles, de
trol del poder por parte de las potencias. Se sigue, por tahto, la primera acepción «turbulencia» como nos dice el término acuñado por James Rosenau. De ahí, como
apuntada, a continuación, por PisTONE: «Mientras bastante a menudo se tiende a veremos, la dificultad para ajustar los instrumentos de análisis (la estructura, por
usar indistintamente la expresión "sistema internacional" y' "sistema de estados", en ejemplo) a la actual sociedad internacional.
nuestra opinión es más correcto usar la primera expresión!cuando nos referimos al La noción de estructura, en tanto que elemento de análisis, ha de servimos para
conjunto constituido por un sistema de estados y por la sociedad transnacional que comprender la realidad. En ese sentido, PisToNE introduce uno de los elementos que
aquél encuadra; y la segunda expresión cuando en cambio nos limitamos a consi­ más ha interesado a los teóricos del sistema internacional, al escribir: «La jerarquía
derar el sistema de los estados, prescindiendo del tipo concreto de sociedad trans­ entre estados y el equilibrio entre las grandes potencias constituyen los dos ele­
nacional al que está vinculado»223 • mentos estructurales fundamentales en el marco de la anarquía internacional, que
Se ha apuntado que sólo las potencias disponen del poi:ler estructural. Recorde­ la transforman de una simple pluralidad caótica de estados en un sistema de esta­
mos que el concepto de poder estructural ya fue abordado' en el capítulo VI a par­ dos, o sea en una realidad caracterizada por un orden relativo y por tanto relativa­
tir de la formulación de Susan S1RANGE224• Según dicha formulación, el poder es­ mente más comprensible y más previsible en sus procesos concretos»230•
tructural comporta el control sobre la seguridad, sobre la producción, sobre las La noción de equilibrio entre las grandes potencias en el sistema internacional
finanzas y sobre los conocimientos (ciencia, técnica y cultura). Los análisis histó­ (balance ofpower o equilibrio de poder, en la terminología de uso habitual) tiene
ricos sobre el auge y la desaparición de las potencias225 nos muestran que en, ma­ una larga trayectoria en el pensamiento político occidental, en general, y en la teo­
yor o menor medida, las cuatro dimensiones del poder aquí enunciadas están pre­ ría de las relaciones internacionales, en particular. No vamos a abordar aquí el tema
sentes. Los análisis de los globalistas, por otra parte, nos indican que las en toda su complejidad231. Sí hemos visto que el mismo está directamente asociado
dimensiones soft del poder (comunicaciones, finanzas) son vitales en la actuali­ al mantenimiento del orden (relativo) en el sistema internacional. Una de las pre­
dad226. En paralelo, el fin de la guerra fría trajo consigo un reviva! del pesimismo guntas más clásicas a la hora de abordar el orden en el sistema es en tomo a quién
histórico, que sitúa nuevamente el control sobre la seguridad como un factor cen­ o quiénes establecen dicho orden. O, de una forma más precisa, cuántas son las po­
tral en el análisis227. Estas referencias nos sirven para justificar el carácter multi­ tencias que conforman la estructura. El número de potencias es el criterio más ha­
dimensional del poder, aquí adoptado. La pregunta podría surgir en tomo a la ca­ bitualmente utilizado para establecer la tipología de sistemas internacionales. Aquí
pacidad de las potencias para controlar todas las dimensiones del poder hablaremos de tres tipos de sistemas: multipolar, bipolar y unipolar o imperial232.
(seguridad-producción-finanzas-ideas)228. Si bien aquí se trata de ofrecer instru- Antes de abordar los tres tipos de sistemas, debemos introducir un segundo cri­
terio útil para el análisis, en tomo a los «sentimientos» de las potencias o, en otras
palabras, a los sistemas de valores de las potencias. En ese sentido, Raymond ARON
223 S. PlsTONE, «Relaciones Internacionales», en N. BoBBIO (comp.), Diccionario de Política, Siglo
XXI, México, 1988 (ed. orig. en italiano, 1983), p. 372.
224
Nos referimos a S. STRANGE, States and markets, op. cit.
225
Entre dichos trabajos, y dado su impacto sobre el análisis de la p�lítica exterior estadounidense,
destaca P. KENNIIDY, The Rise and Fall of the Great Powers, op. cit. 229
Véase R. Gil.PIN, R., U.S. Power and the Multinational Corporation, Basic Books, Nueva York,
226 El concepto de soft power lo popularizó J. NYE, Bound to lead. The Changing Nature of Ameri­ 1975.
can Power, op. cit. 230 S. P!STONE, «Relaciones Internacionales», op. cit., p. 365.
227
Un buen ejemplo del renacimiento del pesimismo histórico es el artículo de J. MEARSHEIMER, 231
Véase E. BARBÉ, «El «equilibrio del poder» en la teoría de las relaciones internacionales», Re­
«Back to the fiiture: 1nstability in Europe after the Cold War»,-./ntemational Security, vol. 15, ne° 1, vista CIDOB d'Afers lntemacionals, n_º 11, 1987, pp. _5-17.
1990, pp. 5-56. 232 La mayor parte de autores distinguen en estos términos entre sistemas internacionales. R. ARoN,
228
S. Strange sostiene que el control sobre los cuatro elementos a la vez, cuando se da, es propio del Paz y gue"a entre las naciones vol. 1, op. cit., distingue entre equilibrio pluripolar y equilibrio bipolar.
estado o bien, apunta la profesora británica, de asociaciones criminales como la mafia, que suman el Morton Kaplan, Kenneth Waltz, Hedley Bull o Staliley Hoffman, por mencionar a algunos autores de
control sobre su seguridad, sus fmanzas, sus empresas productivas y, además, un sistema de valores primera línea, también recurren al criterio del número de potencias para tipificar los sistemas interna­
(lealtad) en forma de comunidad. Véase S. STRANGE, States and markets, op. cit_ cionales.
200 RELACIONES INTERNACIONALES EL SISTEMA INTERNACIONAL 201
CUADRO 19
escribe:«[...] me parece fundamental la distinción entre sistemas homogéneos y sis­
temas heterogéneos. Llamo sistemas homogéneos a aquellos en los· cuales los Es­ Sistema unipolar o imperial

o
tados pertenecen al mismo tipo y obedecen al mismo concepto de política. Llamo
heterogéneos, por el contrario, a aquellos sistemas en los que los Estados están or­
ganizados de acuerdo con otros principios y proclaman valores contradictorios»233 •
No hay que olvidar que el control sobre las ideas (sistemas de valores) constituye • Poder de coerción = potencia hegemónica.
una de las dimensiones del poder estructural. Por tanto, una fuente de poder para
las potencias. En ese sentido, la homogeneidad facilita la comunicación en el sis­
,'
,'
:: \\ • Homogeneidad del sistema de valores
' 1 \
\ (impuesto por potencia hegemónica).
tema, mientras que la heterogeneidad la dificulta, en tanto que las identidades son
' 1
' 1 \
' 1 \

'
' \
diferentes, incluso excluyentes (enemigos por naturaleza).
1
' 1 \
\ • Estabilidad = hegemonía.
:
.

oI
La noción de equilibrio, entre dos o entre varias potencias, está presente res­ / \

ot \ • Cambio = Erosión interna de la potencia


pectivamente en el sistema bipolar y en el sistema multipolar. Sin embargo, el sis­
tema unipolar o sistema imperial está determinado por la lógica de la hegemonía.
La tipificación de dichos sistemas nos ha de servir para dar respuesta a una serie de
o hegemónica, cambio inducido desde el
exterior del sistema o por relaciones en
horizontal entre los otros estados del sis­

O
preguntas básicas, vinculadas al establecimiento del orden: ¿quién establece la tema
agenda internacional?, ¿quién determina o influye habitualmente en las negocia­
(potencias)
ciones globales?, ¿quién tiene capacidad para formular soluciones y, en caso ex­
tremo, para imponer soluciones, aunque sea «lejos de casa» y mediante el uso de
la fuerza?, ¿qué políticas nacionales e internacionales son las que producen más im­ Q (otros estados)
pacto a nivel mundial?
El sistema unipolar o sistema imperial responde a la lógica imperial (véase cua­
dro 19). Es decir, una única potencia establece la agenda, dicta las normas y con­
trola todas las fuentes del poder. Esto último significa que la potencia hegemónica tencias gozan de capacidades equivalentes y superiores a las de las restantes unida­
reúne en sus manos el poder de coerción (inmensamente superior al de las otras uni­ des del sistema (incluso si estas últimas se alían), y de un mecanismo para establecer
dades del sistema, aun aliándose) e impone su sistema de valores. Nos hallamos, el equilibrio bipolar (disuasión nuclear mutua en el caso del sistema de la guerra fría).
por tanto, frente a un sistema homogéneo por definición, en el que las relaciones de Dos potencias establecen la agenda, las normas e imponen la coerción al conjunto. El
dominación se dan en vertical (de arriba abajo). La estabilidad del sistema entrará sistema puede ser homogéneo, caso de que las dos potencias compartan los mismos
en crisis en el momento en que la lógica de funcionamiento se altere. Lo que puede valores, y heterogéneo, caso de no ser así. Esto último comporta voluntad por parte
ocurrir porque las relaciones en horizontal entre las otras unidades del sistema lle­ de cada una de las potencias de imponer a las restantes unidades su sistema de valo­
guen a erosionar el poder de la potencia he9.emónica, porque la propia potencia he­ res. Lo que puede suponer un sistema dividido, por razones de identidad, entre dos
gemónica se erosione internamente (luchas intestinas, derroche de recursos), o bien bloques, como lo ocurrido durante más de cuatro décadas entre un bloque comunista
porque se produzca un cambio inducido desde el exterior del sistema («invasión de y otro capitalista. En el caso del sistema bipolar, el cambio de sistema puede derivar
los bárbaros»). de diversas situaciones: el fracaso del equilibrio bipolar y la consiguiente guerra en­
Robert Gil.PIN234 y Raymond .AR.oN235 han atribuido a los Estados Unidos surgi­ tre las dos potencias, una erosión del liderazgo de las potencias (una o las dos) res­
dos de la segunda guerra mundial respectivamente el calificativo de «potencia he­ pecto de los propios estados que lideran, o bien una erosión generalizada del sistema
gemónica» y de «república imperial». Lo que nos lleva a pensar que esta categoría gracias al establecimiento de relaciones interbloques por parte de los estados lidera­
de análisis nos puede ser útil, así como las dos siguientes, a la hora de abordar el dos a un lado y otro. Estas posibles evoluciones de un sistema bipolar nos serán de
sistema internacional desde 1945 hasta nuestros días. utilidad para analizar la evolución de la sociedad internacional nacida en 1945.
El sistema bipolar está determinado por el equilibrio entre dos potencias (véase El sistema multipolar está· determinado por el equilibrio entre varias potencias
cuadro 20). Lo que significa que nos encontramos en un sistema en el que dos po- (véase cuadro 21). Los ejemplos históricos (la Europa de los siglos XVIII y XIX) si­
túan la cifra, en este caso, entre cinco y siete. Se trata de potencias con capacida­
des. aproximadamente equivalentes. De tal manera, que el poder de coerción está.
más dividido que en el caso anterior y el mecanismo de equilibrio en el sistema está
asociado a la idea de alianza. En efecto, la alianza se contrapone a cualquier intento
233
Ibídem, p. 140. de hegemonía por parte de alguna de las potencias. Lo que en muchos casos supone
234
En referencia a R GII.PIN, War & Change in World Politics, Cambridge UP, Cambridge, 1981. el recurso a la fuerza como mecanismo de equilibrio entre las potencias. En este
235
Véase R ARoN, La República Imperial, Alianza, Madrid, 1976 (ed. orig. en francés, 1973).
202 RELACIONES INTERNACIONALES EL SISTEMA INTERNACIONAL 203
CUADRO 20 CUADRO 21

o�
Sistema bipolar Sistema multipolar

·O • Poder de coerción = dos potencias. • Poder de coerción = n potencias (habitual­


mente cinco o siete).
,,, • Homogeneidad o heterogeneidad (sistema de
>' t '� .,.,.,' i '\,, • Homogeneidad o heterogeneidad (sistema
/ 11 ',' valores de las potencias). La heterogenidad
> ' �
/

propicia la creación de bloques liderados por de valores de las potencias). Heterogenei­


potencias. dad suscita mayor incertidumbre.
000 000 • Estabilidad = equilibrio multipolar (habi­
• Estabilidad = equilibrio bipolar.
tualmente sistema de alianzas entre las po­

O
• Cambio = erosión del liderazgo de las poten- . tencias).
cias respecto de los estados liderados, enfren-.
(potencias) tamiento entre las potencias (guerra), erosión • Cambio = alteración de las alianzas entre
de la bipolaridad interbloques por parte de los las potencias (guerra como método habi­
O (otros estados)
otros estados, etc. tual) o aparición de nuevas potencias en el
sistema.
O (potencias)
caso, la heterogeneidad del sistema introduce incertidumbre permanente respecto
del valor de las alianzas. El ejemplo más clásico de sistema multipolar heterogéneo
es el sistema europeo de los años treinta, en el que se contraponíkn tres sistemas de A propósito de la polaridad del sistema, queremos recordar en este punto que
valores (liberalismo, socialismo y fascismo), mientras que la imagen de sistema el carácter bipolar o multipolar del mismo ha sido motivo de constante preocupa­
multipolar homogéneo ha estado asociada durante largos períodos de tiempo al sis­ ción por parte de los teóricos a lo largo de las últimas décadas. En ese sentido, se
tema europeo de estados, con el Congreso de Viena (1815) como momento simbó� puede destacar el debate entre los autores que defienden la mayor estabilidad del
lico236• El cambio de sistema, en este caso, va a estar habitualmente supeditado a sistema bipolar (Kenneth Waltz, por ejemplo) frente a los autores (como Raymond
un cambio de alianzas, que puede degenerar en una guerra entre potencias e, in­ Aron o Morton Kaplan) que ven en el multipolarismo un marco más flexible y mo­
cluso, en la aparición de nuevas potencias. derado239. A modo de ejemplo, se puede mencionar que Stanley Hoffmann y Hed­
La tipología aquí ofrecida, que combina número de potencias y criterio ideoló­ ley Bull, respectivamente, se han mostrado en contra y a favor de la idea de que el
gico, es básica. Algunos autores la desarrollan creando una serie de modelos más sistema internacional de los años setenta se pueda calificar de equilibrio del po­
complejos. El ejemplo más clásico, en este sentido, es el de Morton KA.PLAN, quien, der240. Lo que hace de Stanley Hoffmann uno de los autores que a lo largo de los
a partir de cinco modelos iniciales (sistema de equilibrio del poder, sistema bipolar años ha escrito sobre la inestabilidad del sistema surgido de la segunda guerra mun­
rígido, sistema bipolar flexible, sistema jerárquico internacional y sistema ·univer­ dial y su constante proceso de evolución. Todo ello mucho antes de 1989.
sal internacional), fue creando nuevas posibilidades237• La aplicación más intere­ Creación, cambio y desaparición de un sistema internacional son, todos ellos,
sante de estas tipologías la encontramos en una serie de estudios históricos en los temas que nos remiten de nuevo a la estructura. La pregunta que se plantea en este
que se ha intentado llevar a cabo un trabajo de clasificación y de ordenación de la caso es: ¿cómo y por qué ciertos estados se convierten en potencias dominantes en
historia de las relaciones internacionales, «materia prima para el teórico», en pala­ el sistema? La teoría más extendida, en este sentido, nos explica que el proceso de
bras de Kenneth THOMPSON238. cambio de sistema está vinculado a una guerra general, de la que surge una nueva

n6 El Congreso de Viena ha ejercido una atracción sobre teóricos de las relaciones internacionales,
que han llevado.a la práctica sus ideas sobre la estabilidad en el sistema internacional desde posiciones n9 En la compilación de J. RosENAU, International Politics and Foreign Policy, op. cit., hay un ca­
de privilegio. Es el caso de H. KissINGER, Un mundo restaurado, Fondo de Cultura Económica, México, pítulo dedicado a los equilibrios y deséqui!ibrios en el sistema en el que se aborda;·por p-arte de 1os­
1973 (ed. orig. en inglés, 1964). autores mencionados y otros (Deutsch, Singer, Rosecrance, Young), todo lo relacionado con el debate
n7 M. KAPLAN (comp.), System and Process in International Politics,,Wiley, Nueva York, 1957. sobre la estabilidad en el sistema bipolar y en el multipolar.
ns K THOMPSON, «Toward a Theory of Intemational Politics», American Political Science Review, 240 La posición de ambos autores es recogida en forma de debate por H. LEVJNE, World Politics De­

n.º 49, 1955. bated. A Reader in Contemporary Jssues, McGraw Hill, Nueva York, 1983, pp. 86-94.
204 RELACIONES INTERNACIONALES EL SISTEMA INTERNACIONAL 205
configuración de potencias, encargadas de establecer las normas del nuevo sistema (complexe relati�nnel intemational), en especial cuando se aborda la segunda va­
(conferencia de paz, nuevo ord�n internacional, etc.), tal y como ocurrió en 1815, riable (la intensidad de las interacciones) y- se presta a interpretaciones múltiples.
en 1919 o en 1945 241 . Estas teorías contemplan habitualmente como criterio la de­ be ahí que el objetivo de este breve apartado se centre en identificar, clasificar y
saparición de determinados actores y la aparición de otros nuevos. Pero ¿qué ocu­ definir los tipos de interacciones más básicas en el proceso internacional.
rre cuando, aun permaneciendo, cambian las funciones de una potencia determi­ Antes de entrar en dicho terreno, hay que matizar lo escrito por Brecher en el
nada? ¿Nos encontramos frente a un cambio en el sistema o frente a un cambio de sentido de que «cada estructura posee el proceso de interacción que le corres­
sistema, de nuevo tipo? Estas preguntas están lógicamente vinculadas a un proceso ponde». En realidad, la estructura no es un elemento estático en tanto que el pro­
histórico muy concreto. El proceso que estamos viviendo desde finales de la década ceso la dinamiza constantemente. Sin embargo, sí es cierto que una estructura rí­
de los ochenta y que ha supuesto el fin de la guerra fría, la desaparición de la ló­ gida (los primeros años de la guerra fría, por ejemplo) supone interacciones más
gica bipolar, la desintegración del bloque del este y de la propia Unión Soviética, pautadas. Por consiguiente, cuando la estructura es más flexible (distensión de los
etc. La evolución y los cambios del sistema surgido de la segunda guerra mundial años setenta) o está cargada de incertidumbres (década de los noventa), el proceso
serán tratados en los capítulos VIII y IX. Antes, sin embargo, de entrar en ese tema es central para el analista por su potencial de cambio. Una obra reciente, publicada
se va a sistematizar, en el último apartado de este capítulo, la dimensión más com­ en España, lo corrobora: «Siguiendo la tradicional clasificación de la realidad in­
pleja del sistema internacional como instrumento de análisis: el proceso. A conti­ ternacional en tres niveles --estructuras, procesos y actores-, parece dominar cada
nuación se aborda, pues, el proceso, erosionador constante, si se quiere poner en es­ vez más [...] la visión de que si en la Guerra Fría se daba primacía de las estructu­
tos términos, de la estructura del sistema internacional. ras, en la post-Guerra Fría y el mundo globalizado, la primacía es de los proce­
sos»243_
Hecha esta salvedad, comencemos por definir qué entendemos por interaccio­
4. EL PROCESO DEL SISTEMA INTERNACIONAL nes internacionales. Siguiendo a Hoc.KING y SMITH, «las interacciones internacio­
nales son procesos políticamente relevantes de comunicación e intercambio entre
los actores en el sistema internacional»244. El criterio de relevancia política, cuya
. \
Se ha indicado en el apartado anterior que el proceso constituye el aspecto di-
námico del sistema internacional, en tanto que sus interacciones van a ser las que consecuencia es la redistribución del poder en el sistema, nos permite dilucidar en­
determinen la erosión de la estructura y, :finalmente, el cambio de sistema. En ese tre los actos relevantes y los que no lo son.
sentido, es interesante partir de BRECHER para reordenar los componentes del sis­ Esos procesos de comunicación y de intercambio se sitúan, si seguimos la de­
tema y entrar en el proceso, en concreto. Según este autor, «un sistema posee a la finición de Brecher, en un continuum conflicto/cooperación. De ahí que identifi­
vez componentes estáticos y dinámicos. La estructura nos indica cómo se sitúan los quemos como tipos fundamentales de interacción los dos apuntados: conflicto y
actores, los unos respecto de los otros. Sus variables fundamentales son el número cooperación. Cada uno de ellos va a ser tratado, a continuación, de modo sepa­
de actores y la distribución del poder entre ellos. El proceso designa las redes de rado.
interacción entre los actores de un sistema. Las variables fundamentales de in­ Sin embargo, no hay que olvidar que se sitúan en un continuum y, en conse­
teracción son el tipo, identificado siguiendo un continuum conflicto/cooperación, y cuencia, son algo así como los grados de «fiebre» que registra un termómetro apli­
la intensidad, que traduce el volumen de interacciones durante un período determi­ cado a un enfermo llamado sociedad internacional. Cuando ese termómetro llega a
nado. Se postula la existencia de un vínculo entre la estructura y el proceso: cada su nivel más alto (máximo peligro para la sociedad internacional) registra el má­
estructura posee el proceso de interacción que le corresponde y una estructura crea ximo nivel del conflicto de intereses en escena. En otras palabras, se entra en una
y mantiene interacciones regulares»242 . situación de guerra. En el extremo opuesto, cuando el termómetro llega a su nivel
Una vez definido el proceso como las redes de interacción que se originan en­ más bajo se podría decir que el conflicto de intereses ha desaparecido. Existe una
tre los actores de un sistema, se trataría de abordar las dos variables fundamenta­ situación de armonía. ¿Cómo? Al fundirse, mediante un proceso de integración, los
les del mismo: los tipos de interacción y la intensidad de las mismas. La lógica glo­ diversos intereses existentes en uno solo. Aparecería, así, un interés nuevo (interés
bal o reticular, propia de la sociedad transnacional, es extremadamente compleja _ europeo, por ejemplo) que sustituiría a los anteriores intereses estatales. Hasta
cierto punto, con la integración desaparece la propia lógica del sistema internacio­
nal (básicamente un sistema de estados). Entre un extremo (guerra) y otro (inte­
gradón), el continuum de interacciones internacionales pasa por etapas diversas
. .24• Esta idea es defendida por numerosoo·autorcs. Entre ellos, R. ARoN, Paz y guerra entre las na­
ciones, op. cit..; R. Gil.PIN, War & Change in World Politics, op. cit.; y L. BoNANATE, «Sistema político
internazionale», en L. BoNANATE (comp.), Política Intemazionale, La Nuova, Florencia, 1979, pp. 352-
397. 243
Véase A. ORTEGA, La Razón de Europa, E!País/Aguilar, Madrid, 1994, p. 36.
242M. BRECHER, «Systeme et crise en politique intemationale», en B. KoRANY, Analyse des relations 244
B. HOCKING y M. SMITH, World Politics. An Introduction to lntemational Relations, Harves­
intemationales. Approches, concepts et données, Gaetan Morin, Montreal, 1987, p. 83. ter/Wheatsheaf, Nueva York, 1990, pp. 216-217.

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