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Ethel Ríos

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El arte de catar café

Cuando llega el momento en tu vida en el que las palabras bueno o fuerte ya no

son suficientes para englobar el mundo tan diverso y apasionado que guarda cada grano

de tu taza de café; es cuando te das cuenta de que es hora de aprender a expresar

debidamente una crítica, que sea merecedora de un rico café. Para lograr esto, el

presente documento pretende informar al lector sobre la labor especializada para la

catación de café, un proceso de análisis que le ayudará a conocer los matices tan

complejos que despiertan las distintas sensaciones en su paladar.

“Una cata de café consiste en un análisis sensorial, en el que se examinan las

propiedades del café a través de los sentidos y que nos permite apreciar mejor los

matices de una rica taza de café” (Martinez, 2016). La cata del café requiere práctica,

concentración y paciencia para poder descubrir toda la magia que mantiene concentrado

el café, porque a medida que ampliamos nuestras perceptivas y agudizamos nuestros

sentidos, aprendemos a apreciar y disfrutar mucho más la diversidad del café. Y aunque

al comienzo parezca imposible distinguir entre los perfiles de sabor, mientras más te

empeñes en lograrlo, más fácil será entrenar tu paladar.

Convertirse en un buen catador de café está al alcance de todo aquel que sienta

curiosidad por aprender este arte y se comprometa con la misma; sin embargo, es

importante destacar que una persona que no fuma, ni ingiere bebidas alcohólicas, que

tiene buena salud y posee una gran sensibilidad para reconocer olores y sabores

comunes; contará con una ventaja significativa sobre aquellos que no cumplan estas

características; pues, no presentará impedimentos que hagan que cambie su percepción

del café.
“Existen muchas formas posibles de catar un café, pero la conocida como

brasileña es la más extendida en todo el mundo, por ser la más precisa” (Fuchs, 2017).

En esta cata se examina el café en todas sus fases: el café verde, el grano tostado,

molido y la infusión. Esa infusión se prepara echando agua a punto de ebullición sobre

unos 8 gramos de café molido y es importante recordar que al café nunca se le añade

nada más, ni azúcar ni leche. Después se deja reposar por unos instantes y se remueve

con una cucharilla específica, amplia y redonda. Por último, “para que nuestra cata sea

exitosa debemos valorar seis aspectos importantes de nuestro café: la fragancia, el

aroma, el gusto, el retronalsal, el postgusto y el cuerpo” (Fuchs, 2017).

La cata del café es una actividad divertida e interesante, que te permite valorar

mucho más todas las características del café, que te enseña a distinguir aquellos de

mejor calidad y que te ayuda a sacarle más partido a tu cafetera. Además, aprender el

arte de catar café se vuelve el pretexto perfecto para lanzarte a expandir tus horizontes

en busca de mejores cafés y de nuevos sabores, para que cada día estes más cerca de

volverte un experto en desgranar los deliciosos matices que esconde una taza de café.
Referencias

Fuchs, L. (2017). Cómo convertirte en un verdadero experto de la cata de café.

Recuperado el 29 de ago. de 2018, de Philips:

http://www.mimundo.philips.es/convertirte-verdadero-experto-cata-de-cafe/

Martinez, U. (2016). La cata del café. Recuperado el 29 de ago. de 2018, de AMCCE:

http://www.amcce.org.mx/letras-de-cafe/post/la-cata-del-cafe

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