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EXPERIENCIA CURRICULAR:

CONSTITUCIÓN Y DERECHOS HUMANOS

SEMANA N° 02 0111

S EVOLUCIÓN DE LOS DERECHOS


HUMANOS
E
S
I
Ó
N
N EVOLUCIÓN
DE LOS DDHH.
HISTÓRICA

CAPACIDAD

°
- Documentos históricos.

Compara
Compara los
los momentos
momentos históricos
históricos de
de - Declaración Universal de los
Derechos Humanos.
reconocimiento
reconocimiento de
de los
los principales
principales
- Generaciones de los
derechos
derechos humanos.
humanos. derechos humanos.

02
CAPACIDAD Selección del tema del artículo de
- Identifica los factores y contexto del opinión.
tránsito del pensamiento mítico al
pensamiento racional en el
desarrollo del saber humano

3
El establecimiento de los derechos humanos ha recorrido
todo un largo camino, en el mismo que han tenido que
darse una serie de luchas, en muchos casos sangrientas,
con el fin de poco a poco ir tomando la forma que han
adquirido hoy en la normatividad vigente.
El concepto de Derechos Humanos es un concepto que le
pertenece al mundo moderno, surgió como respuesta a la
obsoleta sociedad feudal, monárquica y absolutista.
Los Derechos Humanos nacen al amparo del surgimiento
de los estados nación y de las ideas liberales que van a
gestar a su vez a la sociedad capitalista contemporánea en
la cual nos desenvolvemos. Justamente la nueva sociedad impulsada por la naciente burguesía,
tomo como premisa de sus luchas a la libertad, en contraposición del absolutismo para quién no
existía el concepto de Derechos Humanos.
Es justamente en el fragor de las luchas desarrolladas por la burguesía liberal en su afán de
edificar una nueva sociedad, que van a surgir los primeros documentos precursores de los
actuales Derechos Humanos. Estos documentos se redactaron al calor de las revoluciones
liberales de Inglaterra y Francia, tales como: Carta Inglesa, Declaración de los Derechos del
Congreso en Filadelfia, Declaración de los Derechos en Virginia, Acta de Independencia de los
EE. UU.; y Francia y la Declaración de los Derechos Hombre y del Ciudadano.

LA CARTA INGLESA

En Inglaterra, durante la Edad Media, se desarrolló la teoría del


origen popular de la monarquía como alternativa a aquella otra
idea, según la cual el derecho del monarca a gobernar provenía de
Dios. En realidad, muchos reyes ingleses prefirieron la segunda
teoría (que los liberaba de la idea de someterse a la voluntad
popular), pero la historia condujo a Inglaterra más bien (y felizmente
para el mundo occidental) por la primera teoría.
AsÍ, los nobles ingleses, cada vez que se encontraban frente a un
rey débil, lo obligaban a firmar una carta en la que reconocía
derechos al pueblo inglés, a cambio de que este le permitiera
gobernar. Se dice que la primera carta fue firmada por el rey La protección de la vida de los
Ethelred el año 1015, luego de haber estado exiliado seis semanas abusos del poder político,
en Normandía porque Svén Barba Bifurcada había invadido siempre fue una preocupación
Inglaterra. del ser humano
Sin embargo, la más famosa de todas es la Carta Magna,
firmada por Juan Sin Tierra de Inglaterra en 1215. Juan fue un rey muy autoritario y temido. No
solo gobernaba Inglaterra, sino también la Normandía al noroeste de Francia. Luchó por estas
tierras contra el rey de Francia en el continente europeo, y fue derrotado. Cruzó el canal de La
Mancha para sentirse seguro en la isla inglesa y allí, para que pudiera seguir gobernando, los
nobles le exigieron que firmara la Carta Magna. Fue este documento el primero en detallar una
serie de derechos del pueblo inglés de manera sistemática y en establecer los rudimentos de lo
que ahora llamamos el hábeas corpus, o acción interpuesta ante los tribunales para lograr la
libertad de una persona injustamente detenida.
En Inglaterra hubo cartas sucesivas a través de los siglos y, luego de la Revolución Gloriosa de
1688, el Parlamento británico aprobó el Bill of Rights, documento que contenía una serie de
derechos trascendentales para la modernidad de la vida inglesa del siglo XVIII, y cuyo
reconocimiento fue esencial para que Guillermo de Orange y su esposa María fueran

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aceptados corno reyes de Inglaterra a fines del siglo XVII, luego del destronamiento de Jacobo
II. De aquí emergió la idea anglosajona, también existente en los Estados Unidos, de que los
derechos declarados en las cartas y constituciones son ejercidos por los ciudadanos frente a la
violación que de ellos haga su gobierno, y no necesariamente frente a la violación que de ellos
hagan los particulares. Es una forma propia de concebir los derechos, funda da en la historia de
Inglaterra y en la teoría que de ella emergió.

DECLARACIÓN DE LOS DERECHOS DEL CONGRESO DE FILADELFIA

Los diputados representantes de las colonias inglesas de New Hampshire, Massachussets,


New castle, Kent y Susset en Delaware, Maryland, Virginia, carolina del Norte y del Sur, se
reunieron en F8iladelfia para constituir el primer Congreso de las Colonias Inglesas; el mismo
que con fecha 14 de octubre de 1774, aprobó una declaración y un conjunto de resoluciones en
materia de derechos Humanos como a la vida, a la libertad, a la propiedad o el derecho a
reunirse pacíficamente, a deliberarsobre sus agravios y presentar peticiones al Rey.

DECLARACIÓN DE DERECHOS DE VIRGINIA

Fue aproada por la Convención de representantes del pueblo de Virginia, con fecha 12 de junio
de 1776. En su primer numeral se refleja toda la concepción Iusnaturalista de los derechos
Humanos y además se consagra el derecho de defensa antes de ser condenado (artículo 8 °),
la libertad de prensa, la libertad de conciencia y religión, el derecho a la vida, a la libertad y a la
búsqueda de felicidad.
Los principales derechos de esta declaración establecen la libertad de elecciones, la
imparcialidad en los jurados, que no se sostendrán ejércitos permanentes en tiempo de paz y
que no se impondrá contribución sin consentimiento parlamentario. Reconocía, asimismo, el
derecho de petición de todos los ciudadanos. Los poderes del monarca, en declinación
constante, se tornaron nominales, debido al ejercicio auténtico de la soberanía por el gobierno
y las cámaras.
La declaración de Virginia proclama que “todos los hombres son por naturaleza igualmente
libres e independientes, y tienen ciertos derechos inherentes, de los cuales, cuando entran en
estado de sociedad, no pueden por ningún contrato privar o despojar a su posteridad;
especialmente el goce a la vida y la libertad, con los medios de adquirir y poseer la propiedad,
perseguir y obtener la felicidad y seguridad”.

ACTA DE INDEPENDENCIA DE LOS EE.UU.

Proclamada el 04 de Julio de 1776, como expresión unánime de sus trece Estados; reconoce
derechos esenciales del hombres “cuyo amparo y protección constituye la finalidad del Estado”.
Tomás Jefferson fue el autor del borrador de la declaración, cuyos principios están inspirados
en el Derecho natural. Los aspectos retóricos y prácticos de la independencia norteamericana,
así como sus declaraciones influyeron en la Revolución Francesa.
Ha sido llamada la piedra miliar en la historia del hombre, pues enuncia con sencillez patricia
las verdades eternas en que se funda el estado democrático.
El congreso de Filadelfia proclamó la independencia, y, en el Acta correspondiente, se
estableció: “Sostenemos como verdades evidentes que todos los hombres han sido creados
iguales; que a todos confiere su creador ciertos derechos individuales entre los cuales están la
vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad; que para garantizar esos derechos, los hombres
instituyen gobiernos que derivan sus justos poderes del consentimiento de los gobernados; que
siempre que una forma de gobierno tiende a destruir esos fines, el pueblo tiene derechos a
reformarla o abolirla, a instituir un nuevo gobierno que se funde en dichos principios, y a
organizara sus poderes en aquella forma que a su juicio garantice mejor su seguridad y su
felicidad”.
La plasmación de los Derechos Humanos tuvo su origen en el Acta de la Independencia de los
Estados Unidos del 04 de julio de 1776, en la que se dejó establecida la igualdad de todos los
hombres, el reconocimiento de los derechos individuales y la garantía de estos derechos por
los gobiernos constituidos, cuyos poderes los confieren los gobernados. Al Acta de la
Independencia siguió la Constitución de los estados Unidos, promulgada en 1787, que

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consagró la libertad religiosa, de expresión, de reunión y las garantías de la inviolabilidad del
domicilio y del derecho de propiedad y otras garantías.

FRANCIA Y LA DECLARACIÓN DE LOS DERECHOS DEL HOMBRE Y DEL


CIUDADANO.

La Revolución Francesa de 1789 se llevó a cabo enarbolando políticamente en las lu chas los
derechos de libertad e igualdad (la fraternidad, que normalmente es añadida a estos dos, fue
proclamada más bien a partir de las jornadas revolucionarias de 1848). Reclamar libertad e
igualdad en el Antiguo Régimen era subversivo, porque este se fundaba en la desigualdad y en
que no todos tuvieran garantizada debidamente su libertad. Por eso se dice que la libertad y la
igualdad fueron una transformación profunda del orden social francés.
Es importante anotar que la Revolución Francesa estalló en junio de 1789, y que ya el 26 de
agosto del mismo año, es decir, tan solo dos meses después, se dictó la Declaración de los
Derechos del Hombre y del Ciudadano. En sus 17 artículos, estableció en esencia los siguien -
tes derechos:
a) La libertad.
b) La igualdad ante la ley.
e) La seguridad, que consistía en diversos derechos específicos, entre los que destacan el no
poder ser considerado culpable y penado sin ley, y la presunción de inocencia hasta que la
culpabilidad haya sido formalmente declarada.
d) La resistencia a la opresión, que era el derecho a enfrentarse al tirano y a derrocarlo del
gobierno.
e) La propiedad, que era el único derecho que se declaró como sagrado, estableciéndose que
a nadie podía privarse de los bienes de los que era propietario sin el debido proceso de
expropiación, con pago justo y previo.
La declaración francesa fue muy importante durante los siguientes decenios de vida liberal en
el mundo, porque sirvió de modelo para muchas declaraciones de derechos, principalmente
para aquellas contenidas en los textos constitucionales que empezaron a proliferar en el mundo
occidental de entonces. Fue una declaración liberal en el sentido estricto de la palabra: se
preocupó por establecer los principios de organización de la vida política y social que eran más
importantes para la burguesía que lideraba la revolución. No fue igualmente propicia para los
sans-culottes, los pobres del París de aquel entonces. Dice Eric Hobsbawn que la Declaración
de los Derechos del Hombre y del Ciudadano constituye un manifiesto contra la sociedad
jerárquica basada en los privilegios nobiliarios, pero no uno a favor de una sociedad igualitaria
y democrática.
La Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano fue muy conocida en los
países de lo que hoy es América Latina, y específicamente en el Perú, Inspiró la Constitución
de 1823 (junto a otros textos, entre los que destaca la Constitución de Cádiz de 1812, de
tendencia también liberal).

La declaración Universal de los Derechos


Humanos, constituyó una respuesta a la barbarie
humana, y un intento por logar la convivencia
pacífica de los hombres, objetivo que aun hoy
esta muy lejos de ser alcanzado.

Si bien, como hemos visto, desde los albores de la sociedad capitalista contemporánea los
derechos humanos se fueron plasmando en diferentes documentos redactados por la
burguesía revolucionaria de países como Inglaterra, los EE.UU, Francia entre otros, entrado al

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siglo XX no se tenía un documento de validez universal que instara a la protección y defensa
de los derechos humanos.
Tuvo que pasar dos guerras mundiales y observar el horror de las mismas, para que recién los
seres humanos, a través de los gobernantes de los diferentes estados, tomen conciencia de la
necesidad de proclamar e instar a la defensa de los derechos humanos con un carácter
universal.
Fue justamente al final de la Segunda Guerra Mundial, cuando el ser humano occidental
experimentó una de las más grandes humillaciones de la historia, cuando entró en los campos
de concentración, donde todavía las cenizas de los hornos crematorios cubrían el suelo de gris,
y las montañas de cadáveres humanos mostraban como unos seres humanos habían sido
capaces de prostituir el nombre de la humanidad. La lección fue muy fuerte. Unos pocos podían
practicar genocidios de ese calibre contra otros.
Fue entonces, producto de este golpe en lo más profundo de la conciencia humana, que los
gobernantes de los estados reunidos en la recién creada la Organización de las Naciones
Unidas (ONU), decidieron redactar y promulgar en el año de 1 948, la famosa Declaración de
los Derechos Humanos. Pero hubo un error de principio. Nunca se definió, quien es este ser
humano para conocer realmente cuáles son los Derechos que le corresponden. La Declaración
se convirtió en un listado de Derechos, a los que la
mayoría de los firmantes se sentían inclinados a
aceptar por sentido común. No se tuvo el coraje de
definir el ser humano para evitar mayores problemas
a las ideologías que habían triunfado: el marxismo y
el liberalismo capitalista. Se veía al hombre desde
perspectivas muy distintas. Evitar esos problemas
tuvo como consecuencia legarlos al pasado.
Esta declaración de los derechos humanos del año 48
constituye de manera objetiva la concreción positiva
de los derechos del ser humano con carácter de
universalidad. Dicha declaración es la que ha
orientado hasta la actualidad la redacción de la Aun hoy en día, para miles de personas de las clases
desposeídas, los derechos humanos son letra
normatividad jurídica de la mayor parte de los estados .muerta
existente en el mundo contemporáneo.
Las limitaciones que tiene esta declaración, han sido superándose con el pasar de los años, y
hoy en día la lista de los Nuevos Derechos Humanos sigue cambiando: el aborto como
derecho, la no discriminación por la orientación sexual, con todas las consecuencias que ello
tiene, etc. Actualmente todos estamos preocupados por dar una fundamentación creíble a los
Derechos Humanos. El sentido común en el Tercer milenio conduce a opiniones muy distintas.
Y si no fundamentamos los Derechos Humanos, ¿quién los podrá exigir que se respeten con
autoridad?

Importancia de la declaración universal de los DD.HH


Con la Declaración Universal de los Derechos
Humanos (DUDH) de 1948, se otorgó a los derechos
de los individuos un reconocimiento jurídico
internacional. Por primera vez, a los individuos (fuera
cual fuese su raza, religión, género, edad o cualquier
otra característica) se les garantizó unos derechos que
podían oponer a las leyes estatales injustas o a las
costumbres opresivas.
Antes de 1948 sólo los Estados tenían derechos
reconocidos internacionalmente. En ese año (una
especie de nivel cero)la Declaración Universal de los
Derechos Humanos garantizó estos derechos a los
individuos amenazados por Estados o por costumbres
opresoras, es decir, por las comunidades.
Definitivamente, la importancia de la Declaración
Universal de los DD.HH, radica en el hecho que mediante ella, se garantizaba la protección de
los derechos reconocidos a los seres humanos de forma internacional, compromiso que fue

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asumido inicialmente por los países en aquel entonces miembros de la ONU, pero que
posteriormente ha sido refrendado por casi todos los Estados del mundo.
Claro, no ha bastado redactar los derechos en documento tan importante como este para que
en adelante los derechos automáticamente sean respetados. El respeto a los derechos es una
cuestión de actitud, por eso el respeto de los derechos humanos contenidos en esta
declaración han sido y son motivo de lucha con el fin de salvaguardarlos y sancionar y castigar
a quienes osan desconocerlos, ya sean individuos, grupos de individuos o estados.
La DUDH como Pacto que es, es fruto del diálogo, la cesión y el compromiso. Es, por tanto,
además, modificable. Tal vez dentro de unos años estaremos inmersos en un proceso de
cambio de alguno de sus enunciados. Tal vez las sociedades nos obliguen a reconsiderar
determinados aspectos de su contenido. Tal vez tendremos que añadir algunos artículos. Su
universalidad, interculturalidad y atemporalidad son discutibles. No están en absoluto
garantizadas. Es más: es posible que su revisión permanente sea la mejor garantía de su
continuidad. Las condiciones del Pacto son mutables, es cierto, pero no su necesidad.
El filósofo español Jesús Morterín, señala al respecto: "Los derechos no son algo que exista ya
en la naturaleza y que nosotros nos limitemos a descubrir, como los cromosomas o los
continentes. Los derechos los creamos nosotros mediante nuestras convenciones. Por tanto la
pregunta relevante no es "¿qué derechos tiene tal criatura?", sino "¿qué derechos queremos
que tenga?".
La Declaración Universal de los Derechos Humanos es un gran documento, pero no
inmejorable. Pero es acertado no tocarlo, y en cambio irlo completando con convenciones o
pactos. Hay que mejorar las garantías del cumplimiento de los derechos humanos y denunciar
las violaciones. Sin la declaración, la humanidad estaría mucho más desamparada.

EL RESPETO DE LOS DD.HH EN EL MUNDO DE HOY


Lamentablemente aun hoy, en los inicios de este siglo
XXI, vemos consternados como los estados más
poderosos política, económica y militarmente, hacen
tierra muerta de estos derechos contemplados en la
(DUDH), y los violan sin miramiento al invadir y arrasar
países considerados por ellos incómodos o que no
comparten sus puntos de vista. Una prueba de lo
señalado es la invasión de los EE.UU a Irak. En esta
desigual y abusiva lucha, las tropas norteamericanas
mediante sus bombardeos has matado y mutilado miles
de hombres, mujeres y niños inocentes que nada tienen Con el pretexto de combatir el terrorismo,
que ver con este conflicto, y que su único “pecado” es fuerzas de ocupación de potencias extranjeras,
haber nacido irakíes. A esto, se han sumado las torturas han violentado los derechos elementales de
a que han sido sometidos prisioneros irakíes, miles de personas en la zona del Medio Oriente.
constituyéndose esto en flagrantes y planificados actos
de violación de los derechos humanos. Todo esto con el fin de, como ayer lo hicieron los nazi –
fascistas, imponer su hegemonía política a nivel mundial y expoliar los recursos de los países
pobre o menos poderosos. Ese ha sido el interés de la potencia norteamericana al concretar la
invasión a este pequeño país musulmán, y no su supuesta defensa de la democracia, de la
libertad o de proteger al mundo de un “peligro nuclear” que jamás pudieron probar. No se
puede en nombre de la libertad y la democracia, pisotear honras, asesinar, torturar y destruir de
manera inmisericorde un país.
En los últimos meses hemos asistido en este
mismo “teatro” acondicionado por el gobierno
norteamericano, al más macabro de los rituales
que considerábamos ya superado y propio de las
épocas más oscuras de la humanidad, el de la
ejecución de un ser humano, de un asesinato.
Nos referimos al ahorcamiento del ex dictador
irakí, Sadam Husein y sus principales
colaboradores. Esto no ha hecho sino mostrarnos
el total desprecio por la vida humana que tienen
los gobernantes de las potencias aliadas

La tortura y las detenciones arbitrarias, es una práctica


todavía muy común por parte de estados que se jactan de
ser paladines de la democracia.

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occidentales, especialmente de EE.UU y Gran Bretaña, violando así uno de los más
elementales derechos, el de la vida.
No es que se justifique los delitos cometidos por el ex dictador irakí, el cual también asesinó y
torturó indiscriminadamente a la población kurda, sino que un estado que se jacta de ser la
mayor democracia y muestra de nación civilizada, no puede rebajarse a los niveles de un
tirano, pero los gobernantes de los EE.UU y sus aliados han descendido hasta ese nivel. No
podemos pretender aplicar justicia frente a la barbarie, rebajándonos al mismo nivel de
barbarie, pues la época de la “Ley del Taleón”, dista del presente en muchos siglos y pertenece
a la época en que la civilización humana aun se estaba gestando.
Frente a lo expuesto, es pues tarea de todos los ciudadanos del mundo, el luchar por la
defensa e irrestricta vigencia de los derechos humanos, desde cualquier punto o espacio de
carácter social en el que nos encontremos, pues solo así contribuiremos a la construcción de
un mundo más justo y en convivencia pacífica.

Los diversos enfoques frente a los derechos humanos, la evolución de la sociedad misma, y la
maduración frente a su percepción de lo que significa la persona humana, y la necesidad de su
protección, ha dado lugar al surgimiento de lo que se denomina generaciones de los
derechos humanos, que no es otra cosa que la diversidad de lecturas a las que están abiertos
los derechos humanos y que traducen las diversas sensibilidades desde las que son leídos.
La propia inserción de los Derechos Humanos en el contexto de las transformaciones
económicas, en los cambios derivados de los desarrollos científico-tecnológicos y
socioculturales y en las nuevas concreciones de las aspiraciones de los individuos y de los
pueblos, favorecen y exigen nuevas aproximaciones a la manera de interpretar el desarrollo de
los mismos en tanto que catálogo de referencia.

LA PRIMERA GENERACIÓN:
LOS DERECHOS DE LA LIBERTAD

La libertad personal fue una de las primeras


preocupaciones del ser humano, y forma
parte de los derechos de primera
generación.

Esta consideración pone de relieve la experiencia histórica de las primeras proclamaciones de


derechos, centradas en una serie de reclamaciones de derechos civiles y políticos. Es cierto
que el contexto histórico de tales demandas es Europa y América del Norte, a lo largo de los
siglos XVIII y XIX, amparadas en el movimiento cultural de la Ilustración, en los movimientos
sociopolíticos de las revoluciones burguesas y en las guerras de independencia.
La pionera en la expresión de tales derechos es La Declaración de Derechos de Virginia (1776)
en la que se pone como origen de tales reclamaciones la idea de que todos los hombres son,
por naturaleza, igualmente libres e independientes y tienen derechos innatos a su condición
humana. En el mismo sentido, el artículo primero de la Declaración de los derechos del hombre
y del ciudadano (1789), insiste en la proclamación de que todos los hombres nacen y
permanecen libres e iguales en derechos.
Esta peculiar insistencia en el tema de la libertad, es uno de los rasgos que más y mejor
identifican los derechos de primera generación a los que se les percibe como derechos:
individuales, civiles y políticos, que exigen: respeto a la dignidad de las personas, preservar su
integridad física, su autonomía y libertad frente a los poderes constituidos y las garantías
procesales.
Los referentes teóricos 'remotos' de esta primera generación hay que encontrarles en el

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iusnaturalismo racionalista, en el contractualismo
social y en la filosofía con la que arranca la
modernidad, es decir, en la Ilustración. Más
próximo a nosotros, el liberalismo político fue
introduciendo todos estos 'valores' en los
La seguridad social permite otorgarles una vida digna a preámbulos de todas las Cartas Magnas sobre
miles de personas en el mundo, y constituye un derecho las que se asientan los estados modernos,
de segunda generación.
prototipo de los estados nacionales del siglo XIX.
Todos estos derechos van a ir percibiéndose según una óptica política como los garantes de la
ostentación del ejercicio del poder y, por lo mismo, como referentes de legitimación del ejercicio
del poder.
El Pacto Internacional de los Derechos Civiles y Políticos que la ONU proclama en 1966 es un
ejemplo de compendio de estos derechos, a la vez que clausura una etapa de los mismos.
Entre los principales derechos que se reconocen como de primera generación, tenemos:
 Toda persona tiene derechos y libertades fundamentales sin distinción de raza,
color, idioma, posición social o económica.
 Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad jurídica.
 Los hombres y las mujeres poseen iguales derechos.
 Nadie estará sometido a esclavitud o servidumbre.
 Nadie será sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o
degradantes, ni se le podrá ocasionar daño físico, psíquico o moral.
 Nadie puede ser molestado arbitrariamente en su vida privada, familiar, domicilio
o correspondencia, ni sufrir ataques a su honra o reputación.
 Toda persona tiene derecho a circular libremente y a elegir su residencia.
 Toda persona tiene derecho a una nacionalidad.
 En caso de persecución política, toda persona tiene derecho a buscar asilo y a
disfrutar de él, en cualquier país.
 Los hombres y las mujeres tienen derecho a casarse y a decidir el número de
hijos que desean.
 Todo individuo tiene derecho a la libertad de pensamiento y de religión.
 Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y expresión de ideas.
 Toda persona tiene derecho a la libertad de reunión y de asociación pacífica.

LA SEGUNDA GENERACIÓN: LOS DERECHOS DE LA IGUALDAD


El punto de inflexión del que parte esta segunda generación ya no va a ser la reclamación de
una protección por parte del Estado con vistas a asegurar el disfrute de tales derechos a las
personas. Lo que la segunda generación requiere del Estado es un cierto grado de
intervención - implicación positiva - para garantizar la satisfacción de unas necesidades
básicas de los individuos. El estado de bienestar, surgido para proveer a los individuos de
unos bienes sociales básicos tales como la educación, la salud, el trabajo y la protección
social, inaugura un desarrollo de los derechos humanos en los términos de exigencia de
unas condiciones sociales que permitan disfrutar a todos los hombres de los derechos de
primera generación. ¿Por qué? Porque no es verdad que todos los hombres nacen iguales
en derechos y libertades. Lo general es la situación inversa debido a que las situaciones de
partida son desiguales.
Esta reclamación de los denominados derechos de igualdad de consideración y trato no se
lleva a cabo sin grandes contratiempos. El progresivo avance de la democracia política, la
progresiva ampliación del sufragio y las diversas reformas sociales en el siglo XIX van dando
cobertura legitimatoria a esta lectura. Pero es preciso añadir, en aras de la verdad, que gran
parte de 'la culpa' en el logro de estos derechos la tiene el movimiento obrero - revolución
rusa incluida (1917) - que surge con fuerza al amparo del desarrollo industrial. Este peculiar
factor del movimiento obrero es lo que lleva a muchos estudiosos a relacionar esta
generación con el socialismo, dicho así de manera general, como referente político que
permitió y amparó esta lectura. Y, lo más importante, de la puesta en marcha de los derechos
económicos y sociales nace la figura del Estado Social como antes hemos hablado de
Estado Liberal. Estos derechos son:
 Toda persona tiene derecho a la seguridad social y a obtener la satisfacción de los
derechos económicos, sociales y culturales.
 Toda persona tiene derecho al trabajo en condiciones equitativas y satisfactorias.

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 Toda persona tiene derecho a formar sindicatos para la defensa de sus intereses.
 Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure a ella y a su
familia la salud, alimentación, vestido, vivienda, asistencia médica y los servicios sociales
necesarios.
 Toda persona tiene derecho a la salud física y mental.
 Durante la maternidad y la infancia toda persona tiene derecho a cuidados y asistencia
especiales.
 Toda persona tiene derecho a la educación en sus diversas modalidades.
 La educación primaria y secundaria es obligatoria y gratuita

LA TERCERA
GENERACIÓN: LOS DERECHOS DE LA SOLIDARIDAD
El inicio histórico de la misma, puede situarse en la segunda mitad del siglo XX como
consecuencias de la situación de las minorías en el contexto de los países desarrollados y de
amplias capas de población - tercer mundo - que, en absoluto, puede disfrutar de nada de lo
que los derechos humanos apuntan.
Precisamente, este carácter de demandas de colectivos - minorías o sectores
- les convierte en declaraciones "sectoriales" en tanto en cuanto se van
decantando respecto de colectivos marginados o minorías privadas de estos
derechos. La consideración más amplia y su incidencia en la concreción de
dichos colectivos en zonas geográficas determinadas les hacen bascular
hacia demandas de solidaridad entre países pobres y ricos, superación de la
desigualdad Norte-Sur y una incidencia en la protección del medio ambiente
como exigencia de solidaridad universal. (cfr., texto de la Comisión
Internacional de Derechos Humanos de 1968 reunida en Teherán para
analizar los 20 años de la proclamación de la ONU).
Esta peculiar lectura desde la solidaridad toma un nuevo rumbo con la
El derecho a vivir en un mudo de paz, incidencia social, económica y cultural de los cambios producidos por las
garantiza el pleno desarrollo del ser humano. nuevas tecnologías, en la medida en que tales cambios nos hacen realidad
que vivimos en un 'mundo común y compartido' lo que acentúa las
situaciones de in solidaridad visualizadas como pobreza, desarrollismo, devastación del
territorio, invasión cultural. Derivados de esta lectura, esos derechos son son:

 El derecho a la paz y a la intervención por parte de un


poder legítimo mundial en los conflictos armados, en los
genocidios y crímenes contra la humanidad;
 El derecho a un orden internacional justo que garantice
una vida digna a todas las personas;
 El derecho a un desarrollo sostenible y a un comercio
justo;
 El derecho a la libre circulación de las personas y no sólo
de dinero y mercancías.
Todo este conjunto de derechos reclamados son, en realidad,
aspiraciones morales que van ampliando su campo y
encuentran en el valor solidaridad un marco adecuado para armonizar igualdad y diferencia;
desarrollo individual y colectivo; interdependencia de cada ser humano con los demás, con el
entorno natural, con el pasado común y con las generaciones futuras en la tarea de proponer
un 'marco moral común' de referencia de derechos y deberes.
Precisamente, esta consideración de 'marco moral' requiere una progresiva legislación al
respecto - declaraciones... - para lo cual es preciso la reunión de una gran movilización de las
conciencias, una fuerte presión social, una acción política decidida y una profundización en los
mecanismos de participación cívica propiciados por la estructura democrática.

3
I. ACTIVIDADES DE APLICACIÓN:

 Elabora un ensayo no menor de una página acerca de la evolución


de los Derechos Humanos.

 Investiga y describe si existen derechos de cuarta generación, cuáles


son y para que fueron creados.

II. BIBLIOGRAFÍA

Código de biblioteca TEXTO

BARBA, Bonifacio: Educación para los Derechos Humanos. 2a


370.323/B23/E1 ed. México: Fondo de Cultura Económica. 256 p. 1997. ISBN:
S9681650662, 9789681650667

BIDART, German. J. Teoría general de los derechos humanos. 1a


323/B47 ed. Buenos Aires. 2006. 444 p. ISBN: 950.508-350-5.
Novak, F. Las Obligaciones Internacionales del Perú en Materia
341/N86/E1 de Derechos Humanos. 1a ed. Lima. Fondo Editorial de la PUCP.
989 p. 2000. SBN: 9972-42-497-9.
ORTECHO, Víctor Julio. Los Derechos Humanos: su Desarrollo y
323/Q73 Protección. 1a ed. Trujillo. BLGE.I.R. Ltda. 2010.
QUISPE, Alfredo. Los Derechos Humanos. 1a ed. Lima. Gráfica
323/Q73 Horizonte S.A. 180 p. 2002.

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