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INCOMPLETO:
Poríferos:
Peces:
La boca está adaptada a los diferentes tipos de alimentación y su boca indica dónde
y de qué se alimenta.
Los peces carnívoros (tiburones) tienen mandíbulas poderosas y dientes muy
afilados que les permiten desgarrar sus presas.
Los peces óseos poseen ramificaciones del estómago (ciegos pilóricos),
especializados en la absorción.
Anfibios:
Los anfibios anuros se nutren de vegetales durante su vida larvaria, y en estado
adulto se alimentan de insectos y otros invertebrados. Los urodelos son carnívoros.
Los adultos tienen dientes finos y una lengua musculosa para atrapar a sus presas,
que tragan sin masticar.
Reptiles:
Los reptiles tienen una boca provista de dientes, excepto en el caso de las tortugas.
En algunas serpientes, los dientes comunican con glándulas venenosas.
Su alimentación es esencialmente carnívora y algunos, como las serpientes, pueden
engullir presas enteras.
Aves:
Las aves tienen un pico córneo, sin dientes, cuya forma es muy variable y está
adaptada al tipo de alimentación.
El aparato digestivo posee un buche, donde se almacena y humedece el alimento.
El estómago tiene 2 cavidades. La molleja, que tritura los alimentos, y el estómago
glandular, encargado de producir jugos gástricos.
Muchas aves (como búhos y lechuzas) regurgitan los restos de comida no digeridos
en formas de bolas compactas (egagrópilas). Su forma indica de qué ave procede y
el contenido muestra sus hábitos alimentarios.