Escolar Documentos
Profissional Documentos
Cultura Documentos
Contexto histórico-teatral
1
profundas de la cultura libertaria y humanista de Occidente. El monólogo de
Segismundo de La vida es sueño, en el que clama por su derecho a la libertad y
deslegitima la potestad de quien lo envió injustamente a prisión, dicho por un
Héctor Noguera aferrado desesperadamente y desafiantemente a los barrotes
de su cárcel…” (19)
Es así como en esta época, el teatro chileno cambia su paradigma para ser
un teatro que adquiere sentido de acuerdo al contexto, la palabra, por razones de
censura, debe ser moderada, no puede ser explícita, y los clásicos pasan a
representar el contexto chileno, pasan a representar a la sociedad en la dictadura.
Posterior a este periodo, ya con el retorno a la democracia, en la década del 90, el
teatro incursiona en nuevos rumbos, y es en este periodo en donde Cristian
Figueroa participa de los talleres de dramaturgia impartidos por Marco Antonio de
la Parra, sumándose a la nueva generación de dramaturgos chilenos que
conformarían en adelante la Nueva Dramaturgia Chilena (NDCh).
2
En relación a lo anterior, algunos de los hitos que marcan el surgimiento de un nuevo
periodo en el teatro chileno (NDCh), corresponde a las Muestras de Dramaturgia
Nacional que se desarrollan a partir del año 95’ junto a los talleres de dramaturgia,
dirigidos por Marco Antonio de la Parra quien puede considerarse como el artífice y
modelo para las nuevas generaciones de dramaturgos.
3
en el mundo de la inmediatez por un hecho totalmente puntual. La obra no relata la
historia de estas niñas simplemente, sino que vislumbra una radiografía de su ser
interior: sentimientos, frustraciones, y tan anhelados sueños.
“HP, Hans Pozo”, también de Barrales, es otra de las obras que, al igual que
“Niñas arañas” se relaciona con un acontecer noticioso. El conflicto de esta obra
guarda directa relación con lo sucedido el 2006, año en que el joven Hans Pozo es
encontrado totalmente descuartizado, siendo sus extremidades dispersadas en
lugares diferentes. Este hecho noticioso, inspira al autor para organizar una
“tragedia contemporánea” que se presenta como un scanner social de este Chile
marginal. En este sentido. la obra no busca profundizar en el crimen cometido o en
la crudeza de la misma, sino en la vida de este joven abandonado por su madre, en
la marginalidad del contexto en el que le tocó vivir, en su relación personal, en su
visión del mundo, en una vida totalmente expuesta a las condiciones atmosféricas
de aquellas realidades. Barrales, a través de su dramaturgia, da voz a los “sin voz”,
quienes desde el espacio escénico nos relatan las crudezas naturalizadas del país
en el que vivimos. Las dos obras anteriormente mencionadas, visibilizan elementos
que pasan desapercibidos en la realidad y, a través de la ficción, pretenden la
reflexión en torno a problemáticas de la sociedad actual, en este caso, la
marginalidad. Otro ejemplo corresponde a la obra “Prat” de Manuela Infante en la
que se aborda una visión que se aparta del imaginario colectivo que se tiene de este
héroe nacional. La reescritura de Prat, responde exclusivamente a la ruptura del
discurso oficial. Nos muestra a un Arturo Prat temeroso, vacilante, e inseguro de
sus propias decisiones.
Para María de la Luz Hurtado, la nueva dramaturgia de Marco Antonio de la
Parra “explora en los recovecos psíquicos más enfermos de nuestra cultura, es una
dramaturgia críptica que llegó a denominar alguna vez como irrepresentable”
(Hurtado 32). Aquello acontece claramente en algunas de las obras cumbre de
Cristian Figueroa como lo son Malacrianza. Restos de Familia (1998) y La grieta sin
grito (2002). Con respecto a esta última, Matamala expone que ha “tenido la suerte
de montar La grieta sin grito y recién allí, en la exposición espectacular del material
4
dramático, pude comprender este dejar la carne expuesta de la palabra-imagen del
dramaturgo” (Matamala 155).
5
La desmitificación del concepto familia
6
De Tiernos y Feroces: personajes históricos con vidas comunes.
7
unen la vida de estos personajes. Interesante también la forma en cómo Figueroa
presenta a estos a través de su proyecto. ¿Por qué lo anterior? Pues, porque la
aproximación que realiza el autor sobre estos personajes, no es realizada de
manera auténtica. Por ejemplo, Violeta Parra la encarna una mujer traspuesta en
una desequilibrada músico de rock. La mirada de esta figura nacional está situada
bajo una perspectiva totalmente contemporánea. En el caso de Recabarren, la
situación es básicamente la misma. Este, se presenta a través del espíritu del
protagonista quien, en escena, se percibe de manera fatigada y totalmente
desorientado. El contexto de la obra se centra en un sindicato de trabajadores de
supermercado que realizan teatro de forma amateur y tienen la difícil tarea de lograr
representar la vida y obra del revolucionario Luis Emilio Recabarren.
Violeta, es la obra en la que se representa a la cantautora nacional Violeta
Parra, a través de una cantante de rock y su banda. En esta realidad esbozada por
Figueroa, se aprecia a una jovial cantante de emociones agudas, de momentos de
amor, de rabia, de ira, de melancolía. Las referencias que constantemente se hacen
entre la obra y la vida de la cantautora se realizan a través de las canciones, siendo
estas un hilo de conducción en este diálogo ficción-realidad. La emocionalidad del
personaje Violeta se muestra intensa, desde alegrías a odios, haciendo guiños a la
personalidad de Violeta Parra, quien en el inconsciente colectivo se ha presentado
como una mujer de personalidad fuerte, como también se presenta en la película
“Violeta se fue a los cielos” de Andrés Wood.
Figueroa en esta obra muestra un lado íntimo de Violeta Parra, jugando entre
la realidad y la ficción constantemente, tensando la cuerda de la percepción con la
música, de las letras y personalidad de quien representa. Recabarren toma como
figura central al padre del movimiento sindical chileno, don Luis Emilio Recabarren,
quien recorrió Chile de norte a sur. Primero llevó su mensaje de emancipación de
los trabajadores a los obreros salitreros del norte chileno, para después, entre
elecciones, derrotas electorales y pasos por prisión, dirigirse a Punta Arenas para
cruzar la cordillera y apoyar la creación del Partido Comunista de Argentina. Su
militancia política se inicia en el partido Demócrata, desde el cual se retira por
diferencias ideológicas y forma, junto a una treintena de obreros, y entre ellos su
8
segunda esposa Teresa Flores, el Partido Obrero Socialista de Chile, que años más
tarde, en 1922 adquiere el nombre de Partido Comunista de Chile.
La vida de este sindicalista no estuvo lejana de problemas, en su aspecto
familiar sufrió la pérdida de un hijo en su primer matrimonio y en lo político las
diferentes ocasiones que estuvo preso, así como las acusaciones de fraude
electoral. En definitiva, un personaje de la historia chilena de aportes a los
trabajadores, a través de los periódicos obreros y las diversas compañías de teatro
que organizó, del que poco se conoce en su esfera íntima. (Memoria chilena, Luis
Emilio Recabarren). Figueroa, a través de un joven sindicalista de supermercado
que forma parte de una compañía de teatro, trae hasta el presente la voz de
Recabarren, pero no solo su voz, sino su ternura y ferocidad. En textos que dialogan
entre personajes ficticios y reales se deja de manifiesto contradicciones y críticas a
la figura de Luis Emilio Recabarren en donde se puede apreciar una faceta distinta
a la del imaginario colectivo, una faceta real, con altos y bajos, con tozudez y pasión,
una faceta en donde él mismo se critica y duda de sus convicciones.
Con Pablo de Rokha la situación es distinta. A él se le visibiliza de manera
fidedigna. Se encuentra en su hogar, absolutamente solo. El carácter que presenta
es tal y cómo se le reconoce: bastante crítico y enemigo de varios. La aproximación
que el autor realiza en esta ficcionalización del personaje se aleja de gran manera
en comparación a las otras figuras. Con respecto a lo anterior, existen un par de
datos anecdóticos que podrían dar respuesta a este hecho: Cristian Figueroa se crió
en La Pintana, comuna al sur de Santiago, junto a una población llamada igual que
el poeta. Por otra parte, de Rokha nace un 17 de octubre, un día antes del
cumpleaños de Figueroa. Los datos mencionados nos llevan a pensar que,
efectivamente, el hecho de representar al poeta de forma fidedigna (en comparación
con Violeta y Recabarren), se debe a la especie de relación que forjó el autor junto
al poeta. De hecho, es él mismo quien menciona que
9
sin ser machista, es el padre, el hijo, el hermano. Tenía nueve hijos y once
hermanos, muy de tribu, campechano y sibarita pero, a diferencia de Neruda -
que era más extrovertido que él-, le gustaba preparar la comida más que
degustarla, por eso en la obra rescatamos la inmensa mesa convocadora que
él mismo construyó”. (El Mostrador 2014).
10
MARCO CONCEPTUAL
11
“Es pertinente destacar que entre la novela histórica surgida en el siglo XIX
y su contrapartida de finales del siglo XX, existe una marcada diferencia.
Tanto la primera como la segunda, guardan sus respectivas características
que las separa, en tanto discurso que brinda una visión diferente del pasado,
pero desde premisas particulares y por ende excluyentes (Grinberg Pla 2)”.
(Rodríguez, 2003).
12
a una historia concebida como absoluta e irrefutable. Pulgarín (1995) arremete
frente a esta situación y declara que:
“El autor elige narrar el viaje final de Bolívar por el río Magdalena,
concentrándose en la vida privada, las frustraciones, los desvaríos, y los
recuerdos del general moribundo, lo que le permite subvertir la imagen
tradicional y oficial del héroe de la independencia”. (Grinberg 2001)
Sin ir más lejos, lo que hace Jorge Baradit con la Historia secreta de Chile y
los distintos tomos que han continuado su proyecto, son un ejemplo ante esta nueva
forma discursiva. El prolífero trabajo del autor ha cuestionado el discurso oficial,
13
utilizando para aquello la ficcionalización de reconocidos personajes de la historia
nacional, presentándonos un paradigma contrario a la narración histórica que se
concibe como oficial. En palabras de Rodríguez, “la novela histórica está
visualizada en la función de producir efectos de deconstrucción sobre ese saber
histórico, aportando renovadas interpretaciones del pasado”. (69)
La situación no deja de llamarnos la situación pues, como bien sabemos cada
historiador en su proceso de escritura selecciona y presenta los hechos según su
propio parecer, moldeando a su gusto cada uno de los hechos históricos que
registra. Sin cuestionarnos aquello, decodificamos esta información que se
presenta, por ejemplo, en los textos escolares desde nuestra infancia y que se
aceptan como verdades absolutas. Razón de aquello, si analizamos el fondo de
esta situación, es posible deducir que en el proceso de escritura ninguna
información es totalmente objetiva, pues, siempre la naturaleza intrínseca del autor
entorpecerá y mediará la búsqueda de la neutralidad.
La nueva novela histórica cuestiona el discurso oficial y nos presenta “la otra
cara de la moneda”. Esto es, todo aquello obviado, omitido y reconstruido lo saca a
la luz a través de su discurso, quebrantando de golpe la memoria que mantenemos
de nuestra historia. Para la elaboración de La nueva novela histórica de América
Latina (1993), Menton Seymour se dedica a estudiar un compendio de novelas
escritas entre los años 1979 y 1992. A través de su estudio, el autor llega a la
conclusión de que estas obras analizadas toman distancia con respecto a las
manifestaciones tradicionales en los relatos de este género. Según Antonia Viu:
14
“a) la subordinación en distintos grados de la reproducción mimética
de ciertos períodos históricos a la presentación de ideas filosóficas
(difundidas en los cuentos de Borges): imposibilidad de conocer la
verdad histórica o la realidad, el carácter cíclico de la historia, lo
imprevisible de ésta; b) distorsión consciente de la historia mediante
omisiones, exageraciones y anacronismos; c) ficcionalización de
personajes históricos a diferencia de personajes ficticios; d) presencia
de la metaficción o los comentarios del narrador sobre el proceso de
creación, frases parentéticas, uso de la palabra “quizás” o sus
sinónimos y notas apócrifas; e) la intertextualidad, el palimpsesto, y f)
los conceptos bajtinianos de lo dialógico, lo carnavalesco, la parodia
y la heteroglosia”. (Viu 172)
15
y contingentes que abarcan desde la representación de los conflictos, ya
sean personales o sociales, hasta la reescritura o borronamiento de los
macrorelatos”. (11).
16
En el capítulo anterior se abordó la influencia que ha tenido la NNH en la
construcción del nuevo discurso dramático para el teatro nacional. A continuación,
se ilustrará con una serie de ejemplos cómo se ha visualizado tales efectos en la
NDCh, y posteriormente se pondrá el énfasis en el proyecto dramático de Cristian
Figueroa titulado De tiernos y feroces. Si bien existen distintos estilos de discurso
que ha desarrollado la nueva generación de dramaturgos nacionales, nuestro
enfoque se avocará única y exclusivamente a aquel corpus de obras que han
llevado a la ficción a personajes históricos, pues siguen la línea de la nueva novela
histórica y corroboran el impacto de esta en la dramaturgia chilena.
Se mencionó en pasajes anteriores que una de las obras que más impacto
tuvo correspondió a Prat, de Manuela Infante, pues, junto con llevar a la ficción a
una figura histórica importante de nuestra independencia, la imagen que se muestra
de este héroe deconstruye la visión que se sostiene en el imaginario colectivo con
respecto a su imagen y la propia historia. Algo semejante ocurre con Allende, noche
de septiembre de Luis Barrales. Se toma como protagonista a una figura que marcó
un hito en nuestra historia al ser el impulsor del socialismo por la vía democrática.
El autor, apoyado por una serie de documentales, realiza una obra que supone el
ambiente a la noche previa del Golpe Militar. Es así como, a través de la ficción, se
muestra al lector/espectador el ambiente más íntimo de la Unidad Popular. Es en
este espacio donde se presentan las serias contradicciones del ex Presidente
Salvador Allende al verde sometido al inexorable futuro que se avecinaba para
nuestro país. Es tal la repercusión que han tenido este tipo de obras que han llevado
a cuestionar a la propia sociedad si la historia oficial que conocemos es fidedigna o
no. Precisamente aquello, pareciera, ha sido el objetivo de la NDCh al utilizar figuras
de peso en nuestra cultura: cuestionar el discurso oficial.
En la trilogía de Figueroa, De tiernos y feroces, se ficcionalizan las figuras
de Luis Emilio Recabarren, Pablo de Rokha y Violeta Parra. El proyecto del autor
contempla tres personajes históricos importantes de nuestro país con respecto al
legado político, social y cultural que dejó cada uno de ellos. A diferencia de los
autores anteriores, Cristian no utiliza la ficcionalizacón de personajes históricos de
manera auténtica. La aproximación hacia estos, se encuentra situada a través de
17
una imagen contemporánea y si bien corrompen el imaginario que mantenemos de
estas figuras, consideramos que aquel no es el objetivo principal del autor. La
percepción que nos entrega el estudio de cada una de las obras, nos desplaza
hacia una representación íntima de la vida de cada uno, abordando consigo todas
aquellas problemáticas que en vida los aquejaron. Junto con romperse a través de
la ficción la visión que se tiene sobre las tres figuras expuestas, pues no se conoce
en el discurso oficial o en el imaginario colectivo las difíciles circunstancias de la
realidad que vivieron, el propósito de Figueroa es justamente el anterior:
exponernos frente a una realidad desapercibida.
18
estos, sino que se presentan elementos que van más allá de los que en el
imaginario colectivo se pueden tener de ellos. Se presentan desde una ficción,
como lo es el teatro, pero con un correlato en lo histórico, en las experiencias y
vivencias de los mismos personajes. Es por esta razón, que creemos que no solo
se ficcionaliza a los personajes en la trilogía De tiernos y feroces, sino que más bien
el objetivo se traslada a su humanización, corrompiendo para aquello el discurso
oficial, presentándonos los conflictos y amarguras de la vida de grandes figuras
chilenas.
Es posible entender la humanización desde dos perspectivas: la primera,
otorgándole cualidades humanas a un ente que no lo es, y la segunda, a la cual
nos referimos, presentando las cualidades humanas desconocidas de figuras o
personajes históricos. Sobre las figuras escogidas por Figueroa, estas cualidades
humanas son desconocidas, no porque los personajes históricos no las posean o
no las muestren, sino porque en el imaginario colectivo se les reconoce por otros
aspectos, entre ellos, por su labor y legado como entes sociales. En la obra de
Rokha, se presenta el siguiente diálogo:
19
carácter se apreciaba como un duro y polémico, en cambio en la obra, de acuerdo
al dialogo expuesto, se vislumbran otros sentimientos y, en definitiva, otra faceta
del poeta.
En las tres obras de la trilogía es posible apreciar ciertos elementos que se
escapan y, por ende, no se encuentran presentes del imaginario colectivo;
elementos que tienen que ver con sentimientos, hechos, carácter, decisiones, etc.
Bajo esta premisa, la humanización se impone, en esta trilogía, a la ficcionalización,
ya que, si bien es a través de la ficción que se presenta a los personajes históricos,
se entregan elementos de las vidas de los personajes históricos a través de los
personajes de las obras, con la intención de exponérselas al espectador/lector y
mostrar un lado no conocido por el común de la sociedad, al mostrar estados de
ánimos cotidianos y el espacio más íntimo de las figuras utilizadas por el autor.
20
Para ejemplificar de mejor manera tal situación, podemos observar en Recabarren
el siguiente fragmento:
“Las manos no resisten… las piernas se quiebran. Pulsan los ojos… estoy
casi ciego. La sangre ardiente se coagula, los intestinos se retuercen, la
saliva se seca. Algo palpo en mi corazón: una espina. Algo palpo en mi
cabeza: un vacío. Un inmenso vacío que eyecta vómitos rabiosos, crudos”.
(3).
“Hombre: ¡Ha llegado la hora, amigos míos! Los obreros aprendieron a leer,
las mujeres aprendieron a vivir. Los obreros, los siervos y los esclavos
escucharon la palabra LIBERTAD. Aprendimos a usar todos los medios y
herramientas que inventaron. Y desde entonces, nos llamen pueblo, nos
llamen muchedumbre, nos llamen descamisados, nos llamen vulgo, nos
llamen gente, nos llamen ciudadanía… no nos callan, no nos pasan a llevar
más” (6)
21
misma de los personajes en la locución de sus creencias más fervorosas. Esta
categoría la diferenciamos de la anterior porque, en esta, el análisis se centra en
su discurso más que en sus sentimientos o sensaciones que exteriorizan los
personajes. Para poder evidenciar esta categoría, pondremos atención a las
siguientes citas textuales:
22
contradicción, es posible evidenciarla a través de los siguientes pasajes en la obra
De Rokha:
“Golpean la puerta.
Pablo: ¿Quién es?
Coro: ¡Sabañón en los pies!
Pablo: ¡¿Quién es, mierda?!
Coro: Es urgente, Pablo.
Pablo: ¿Cómo sabe mi nombre?
Coro: Tu nombre está en los diarios, en libros, en revistas.
Pablo: ¿Qué quieren?
Coro: ¡Abre la puerta!
Pablo: No”. (3).
“Intelectual 1: Usted ataca al partido. Y el partido se porta muy bien con ud.
Pablo: Yo no ataco al partido, ni la bandera ni a los grandes líderes. Ataco
a los funcionarios de pacotillas. A esos que se olvidaron de los fundadores.
¿Qué dirían los maestros Recabarren y Lafertte? No hicieron esto pa’
repartir cargos, ni levantar cargos.
Intelectual 1: Usted puede pasar a control de cuadros.
Intelectual 2: Tal vez porque vende cuadros.
Risas… (…).
23
Intelectual 2: Usted va a tener problemas con el partido.
Pablo: ¡Ni con el partido, ni con sus bases… ya le dije ya!
Intelectual 1: Vamos a tener que pasarlo a control de cuadro.
Pablo: ¡A mi no me pasan a nada! ¡Yo me los paso por las armas si quieren!
(…)
Pablo: Tengo la sangre ya maleada: roja, furiosa, aunque esté viejo.
¡Vamos a tener que abandonarnos, yo a ustedes y ustedes a mi! ¡No hay
tratos! (31).
(Por desarrollar) …
24