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CICLO: VI
2018
INDICE
DEDICATORIA…………………………………………..pág. 1
INTRODUCCION………………………………………...pág. 2
CAPITULO I:
El pueblo y el estado
CAPITULO II:
Los derechos del hombre
II.1 Los hombres mutuamente opuestos en sus concepciones
Teóricas……………………………………………………..pág. 7
II.2 Derecho natural………………………………………..pág. 9
CAPITULO III:
EL PROBLEMA DEL GOBIENRO MUNDIAL
III.1 La alternativa…….……..............................................pág. 11
III.2 Hay que desear la presenta soberanía del estado…..pág. 13
CONCLUSIONES…………………………………………pág. 15
RECOMENDACIONES…………………………………..pág. 16
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS………….………..pág. 17
DEDICATORIA
ESTE PRESENTE TRABAJO ES DEDICADO EN
PRIMER LUGAR A DIOS POR UN DIA MAS DE VIDA Y
POR TODAS LAS BENDICIONES QUE NOS DA DIA A
DIA.
EN SEGUNDO LUGAR, A MIS PADRES Y HERMANA
POR EL DESEO DE SUPERACION Y AMOR QUE ME
BRINDAN CADA DIA EN QUE HAN SABIDO GUIAR
MI VIDA POR EL SENDERO DE LA VERDAD.
EN TERCER LUGAR, AL Dr. h.c. NICANOR ASMAT,
QUIEN NOS TRANSMITE CONOCIMIENTOS QUE NOS
SERAN DE GRAN UTILIDAD PARA NUESTRO
FUTURO, PERO ADEMAS DE ESO, HA SIDO EL QUIEN
NOS HA ENCAMINADO EN EL CAMINO CORRECTO
CON SUS SABIOS CONSEJOS Y ENSEÑANZAS.
GESTION DE POLITICAS PÚBLICAS
INTRODUCCION
El presente trabajo pretende exponer en tres capítulos la posible visión acerca
del conocimiento de las esencias en Tomás de Aquino. Por un lado, desde la
crítica del conocimiento del filósofo Jaques Maritain, quien pondrá en tela
de juicio que el acceso del hombre a las esencias de las cosas sea tan simple
como suele presentarse, conduciendo así a lo que hemos llamado una postura
gnoseológica. Por otro lado, intentaremos mostrar que probablemente existe
otro horizonte de lectura distinto al sostenido por el filósofo francés.
Con base en lo anterior, pretendemos mostrar en la primera parte de este
trabajo que es muy factible que Maritain, en este caso concreto los referidos
al conocimiento de las esencias, primordialmente de acuerdo a lo que hemos
llamado una perspectiva gnoseológica. Es decir, que abordaría dichos
pasajes dando por sentado que los mismos harían una clara alusión a la
fundamental finitud del conocer humano, puesto que el mismo filósofo
francés estaría mirando tales pasajes mediado por toda una serie de nociones.
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GESTION DE POLITICAS PÚBLICAS
ANALISIS MONOGRAFICO
EL HOMBRE Y EL ESTADO
CAPITULO I
EL PUEBLO Y EL ESTADO
I.1 Comunidad y sociedad
En primera instancia debe hacerse una distinción entre comunidad y
sociedad. Estos dos términos se pueden utilizar como sinónimos. Por otro
lado, también podemos asignarles las dos clases de grupos sociales que son
de naturaleza distinta. Esta diferenciación, es en sí un hecho sociológico
comprobado. Tanto comunidad como sociedad son dos realidades ético-
sociales y auténticamente humanas, no son biológicas.
Sin embargo, una comunidad es algo más que la obra de la naturaleza
relacionada con lo biológico; y una sociedad es algo más que una obra de la
razón y, por consiguiente, está relacionada con las propiedades intelectuales
y espirituales del hombre.
También, sus esencias íntimas sociales y sus características, así como sus
esferas de realización, no coinciden. Para comprender esta distinción
debemos recordar que la vida social, como tal, agrupa a los hombres, entre
si por razones de un cierto objeto en común. En las relaciones sociales
siempre hay un objeto, sea material o espiritual, en torno al cual sea el trato
entre los seres humanos.
En una comunidad, el objeto es un hecho que precede a las determinaciones
de la inteligencia y voluntad humana y que actúa independientemente de
ellas para crear una psiquis común inconsciente, sentimientos y estados
psicológicos comunes y costumbres comunes.
Pero en una sociedad el objeto es una tarea a realizar o un fin que alcanzar,
el cual depende de las determinaciones de la inteligencia y voluntad humana,
estando precedido por la actividad, ya sea decisión o consentimiento de la
razón de los individuos; así como es el caso de la sociedad, el objetivo y el
elemento racional en la vida social emerge y asume su función directriz. Por
ejemplo, una empresa comercial, un sindicato obrero, una asociación
científica son tan sociedades como el cuerpo político.
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GESTION DE POLITICAS PÚBLICAS
I.2 La Nación
La Nación es una comunidad y no una sociedad. También, podemos decir
que la nación es una de las comunidades más importantes y quizá la más
compleja y completa que haya sido engendrada por la vida civilizada. En la
época moderna se ha enfrentado con la tensión en perpetuo choque con la
nación y otra comunidad humana importante, la clase; sin embargo, es lo
cierto que el dinamismo de la nación parece haber sido más fuerte, porque
está más arraigado con la naturaleza.
La palabra nación se origina del latín nascí, ósea de la noción de nacimiento;
no obstante, la nación no es algo biológico, como la raza. Es algo ético-
social; una comunidad humana basada en el hecho del nacimiento y el linaje,
con todas las connotaciones morales de ambos términos: nacimiento a la vida
de la razón y las actividades de la civilización, linaje en las tradiciones
familiares, formación social y jurídica, herencia cultural, conceptos y
maneras comunes, recuerdos históricos, sufrimientos, aspiraciones,
esperanzas, prejuicios y resentimientos comunes.
Una comunidad étnica puede definirse, como una comunidad de normas de
sentimiento arraigadas en el suelo físico original del grupo así como en el
suelo moral de la historia; se convierte en una nación cuando esta situación
de hecho entra en la esfera del autoconocimiento, o cuando el grupo étnico
se toma consciente del hecho de que constituye una comunidad de normas
de sentimiento.
Una nación es una comunidad de gente que advierten como la historia las ha
hecho, que valoren su pasado y que se amen a sí mismas tal cual saben o se
imaginan ser, con una especie de inevitable introversión. Este despertar
progresivo de la conciencia nacional ha sido un rasgo característico de la
historia moderna. Aunque llego a exacerbarse dando vida al nacionalismo,
mientras que el concepto de nación y el de estado se confundían y mezclaban.
La nación tiene o tenia, un suelo, una tierra, lo cual no implica, como en el
caso del estado, una zona territorial de a poder y administración, sino un
complejo de vida, trabajo, dolor y ensueños.
La nación tiene un lenguaje, aunque en modo alguno los grupos lingüísticos
hayan de coincidir siempre con los nacionales. La nación prospera sobre las
instituciones cuya creación, no obstante, depende más de la mente y la
persona humana, o de la familia, o de los grupos particulares de la sociedad,
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La nación tiene derechos, que no son más que los de las personas a participar
en los valores humanos peculiares de una herencia nacional. La nación tiene
una vocación histórica, que no es sino propia vocación, pero que es solo una
particularización histórica y contingente de la vocación del hombre hacia el
desarrollo y manifestación de sus diversas potencialidades.
A pesar de eso, la nación no es una sociedad, ni cruza el umbral del reino
político. Es una comunidad de comunidades, un núcleo consciente de
sentimientos comunes y de representaciones que la naturaleza y el instinto
humano tienen en torno a un determinado número de cosas físicas, históricas
y sociales. A semejanzas de cualquier otra comunidad, la nación es “acéfala”,
tiene sus elites y centros de influencia, mas no jefe ni autoridad gobernante;
estructuras, pero no formas racionales ni organizaciones jurídicas; pasiones
y sueños, pero no un bien común; solidaridad entre sus miembros, fidelidad
y honor, aunque no amistad cívica; maneras y costumbres, no orden y normas
formales. No apela a la libertad y responsabilidad de conciencia personal,
sino que intuye en las personas una segunda naturaleza. Es un patrón general
de la vida privada, pero no conoce ningún principio de orden público. Así,
ocurre que, en realidad, el grupo nacional no puede transformarse por si una
sociedad política; una sociedad política puede diferenciarse progresivamente
dentro de una confuso vida social en la que las funciones políticas y las
actividades de las comunidades estuvieron mezcladas en un principio; la idea
del cuerpo político puede florecer del fondo de una comunidad nacional;
pero la comunidad nacional solo puede ser un suelo propicio y una ocasión
para aquel florecimiento. En sí, la idea de cuerpo político es algo diferente
de una comunidad nacional.
El análisis precedente nos hace advertir cuan grave ha sido para la historia
moderna la confusión entre nación y estado, el mito del estado nacional, y el
principio de las nacionalidades, interpretando en el sentido de que cada grupo
nacional debe construirse como un estado aparte. Tal confusión ha retorcido
y deformado tanto a la nación como al estado. Esta perturbación comenzó en
los escenarios democráticos, durante el siglo xix, y llego a su plena locura
con la reacción antidemocrática del presente siglo. Consideremos los
resultados en sus casos más agudos.
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GESTION DE POLITICAS PÚBLICAS
CAPITULO II
LOS DERECHOS DEL HOMBRE
II.1 Los hombres mutuamente opuestos en sus concepciones
teóricas
Debido al desarrollo histórico de la humanidad, a las crisis cada vez mayores
del mundo moderno y al progreso, de la conciencia moral y la reflexión, los
hombres de hoy advierten, mas plenamente que en el pasado, aun cuando
todavía de un modo imperfecto, un numero de verdades practicas relativas a
su vida en común sobre las cuales pueden llegar a un acuerdo, pero que
derivan en el pensamiento de cada uno de ellos, dependiendo de sus
ideologías políticas, sus tradiciones religiosas y filosóficas, su base cultural
y sus experiencias históricas de concepciones teóricas distintas. Como la
Declaración Internacional de Derechos, publicada por las Naciones Unidas
en 1948, resulta sin duda alguna lo difícil pero no imposible establecer una
formulación común de tales conclusiones prácticas o, en otras palabras, de
los diversos derechos con que cuenta el hombre en su existencia personal y
social.
Sin embargo, serio útil buscar una justificación racional común de tales
conclusiones prácticas y derechos. Si procediéramos asi correríamos el
riesgo de imponer un dogmatismo arbitrario o de vernos detenidos por
diferencias irreconciliables. Lo que se plantea es la posibilidad de un acuerdo
práctico entre hombres que teóricamente se oponen entre sí.
En el caso que hallamos frente a la paradoja de que la justificación racional
es indispensable y al mismo tiempo impotente para crear el acuerdo entre
hombres. Es indispensable, porque cada uno de nosotros cree en la verdad y
solo desea prestar su consentimiento a lo que cada cual reconozca como
cierto y valido. Pero las justificaciones racionales no pueden crear el acuerdo
entre los hombres, porque son distintas e incluso opuestas entre sí.
El tema de los derechos del hombre nos brinda un ejemplo eminente de la
situación que trate de definir en un mensaje a la Segunda Conferencia
Internacional de la Unesco, es concebible un acuerdo entre hombres reunidos
con el propósito de realizar en común una tarea relacionada con el futuro del
espíritu, que llegan de los cuatro rincones de la tierra y que pertenecen no
solamente a distintas culturas y civilizaciones , sino a diferentes familias
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CAPITULO III
EL PROBLEMA DEL GOBIERNO MUNDIAL
III.1 La alternativa
El problema del gobierno mundial, es el de la paz duradera. Y en cierto
sentido podemos decir que el problema de la paz duradera es el problema de
la paz, o sea, que la humanidad se halla actualmente ante esta alternativa; o
una paz duradera o un grave riesgo de destrucción total.
La realidad y la significación de esta alternativa, derivada del hecho de que
las guerras modernas lo son mundiales y totales, involucrando al conjunto de
la existencia humana, con respecto a la más profunda estructura de la vida
social, así como la población movilizada y amenazada en cada nación por la
guerra.
El hecho básico está constituido por la actual interdependencia de las
naciones, hecho que no es un signo de paz, como hubo gente que así lo creyó
en sus buenos deseos, sino indicio de guerra. Pues porque esta
interdependencia de las naciones es esencialmente económica y no una
interdependencia políticamente concertada, voluntaria y organizada.
Una interdependencia esencialmente económica, sin ninguna refundición
fundamental paralela en la naturaleza moral y política de la existencia
humana, solo lograría imponer por la necesidad material una
interdependencia política, de carácter parcial y fragmentario, porque iría
contra la esencia de la naturaleza en tanto las naciones vivan convencidas de
que se disponen de autonomía y política absoluta. En la estructura y contra
el fondo de esa plena autonomía política que las naciones dan como sentada,
una interdependencia económica no puede menos que exasperar las
necesidades rivales y orgullos nacionales; y el progreso industrial solo sirve
para acelerar el proceso.
Por otro lado, el estado modernos, con su falsa pretensión de ser una persona
y disfrutar, por tanto, de un derecho a la absoluta soberanía. Ahora bien,
como el estado no es una persona, sino un mecanismo impersonal de leyes
abstractas y poder concreto, es este mecanismo impersonal el que quiere
convertirse en sobrehumano cuando esa idea viciosa alcanza a desarrollarse
con todos sus potencialidades; y como consecuencia, el orden natural de las
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cosas queda invertido; el estado deja de estar al servicio de los hombres y los
hombres pasaran a servir los intereses peculiares del estado.
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GESTION DE POLITICAS PÚBLICAS
CONCLUSIONES
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RECOMENDACIONES
Maritain, nos dice que una organización política del mundo , sobre
todo a nivel de un cuerpo político mundial en el que el pluralismo
parecen considerarse cada vez más desde el punto de vista de derechos
y de r ser libertades. A pesar de las dificultades de hoy en día no nos
parece que a partir de la historia de tribus están en perpetua
competencia, nos estemos encaminando hacia otra, que aun siendo
conflictiva es común en la humanidad.
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GESTION DE POLITICAS PÚBLICAS
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
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