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SISMICA?
Esteban Fernández
Lahv Incihusa Cricyt CONICET
jeferna@lab.cricyt.edu.ar
Margarita Gascón
Incihusa Cricyt CONICET
gascon@lab.cricyt.edu.ar
INTRODUCCIÓN
CONOCIMIENTO y POLÍTICA
En la década de 1990 Naciones Unidas advirtió los escollos para las ciudades menos
vulnerables ante los desastres naturales, porque los políticos podían ver en el desastre una
oportunidad de cosechar favores a través de la distribución del socorro y desviar la ayuda de
la emergencia hacia otros usos. ¿Se puede planificar una represa ignorando el peligro para las
poblaciones aguas abajo? ¿Se puede vender un conjunto residencial edificado en un cono de
deyección o en el cauce de un río seco? ¿Se puede fomentar el crecimiento urbano que
dificulte la evacuación en caso de catástrofe? ¿ Se puede priorizar la ganancia sobre la calidad
constructiva? La respuesta es sí, se puede, pero se pagará un precio muy alto tanto en término
de vidas como en costos materiales.
La OEA por eso ha concluido en que el impacto de los peligros naturales puede ser reducido,
ya que existen información y métodos para minimizar los efectos de eventos peligrosos y aun
de los más repentinos como las erupciones y los terremotos. Y organismos multilaterales de
1
crédito como el Banco Mundial han advertido que los países que retrasen obras de
infraestructura destinadas a mitigar los efectos de las catástrofes, tendrán restringido el acceso
a créditos para la reconstrucción en caso de que tal catástrofe acontezca1 Con respecto a los
terremotos, ocurren unos 30.000 por año a nivel mundial, pero la mayoría son relativamente
moderados o acontecen en áreas deshabitadas. Los expertos, sin embargo, estiman que hay un
promedio de un terremoto desastroso por año en zonas pobladas y anuncian que terremotos
mayores a 8 en Richter ocurrirán en áreas de alta densidad poblacional, ocasionando así
pérdidas de más de 200.000 millones de dólares.
Pero hay dificultades para predecirlos con precisión. Lo que sabemos también es que si un
terremoto destructivo ocurre en un país rico, podría disparar efectos que se sientan en el resto
del mundo, porque se necesita dinero para la emergencia y para la reconstrucción. Un
terremoto destructivo en Tokio, por ejemplo, obligaría a los japoneses a traer sus recursos
monetarios desde el exterior, lo que ocasionaría un caos económico global, porque el producto
bruto interno del área metropolitana de Tokio es mayor al de Gran Bretaña.
Los efectos de los terremotos pueden mitigarse con una eficiente gestión del riesgo sísmico, la
educación social, la construcción y control de la aplicación del código, la evaluación de la
vulnerabilidad de sistemas y subsistemas urbano. En esta gestión el análisis debemos también
considerar los materiales de muros y techos, el número de pisos, la antigüedad, la estructura,
el suelo y la colindancia en relación a los efectos entre los edificios. La incorporación del
concepto del riesgo sísmico por medio de matrices de variables intervalos y valores en la
planificación urbana mejoraran la seguridad de los subsistemas, el manejo de la emergencia,
el comportamiento termo energético, y el uso eficiente del suelo urbano. En realidad son
numerosos los factores influyen en el impacto del sismo en una ciudad por lo que trataremos
solo algunos de ellos:
- Tipo de Suelos: Los sismos pueden amplificar su energía en valores mayores a los de su
origen debido a las características de los suelos. Así, terremotos ocurridos lejos de una
ciudad se amplifican destructivamente cuando encuentran suelos blandos, compuestos por
sedimentos de relleno aluvial de tipo torrencial y por la influencia de una falla geológica
cercana. Los estudios de suelo en zonas sísmicas activas deben incorporar los efectos
inducidos por la infraestructura de la distribución del agua para riego agrícola y el
1
Ver www.gtz.de /basin
2
arbolado público, como es el caso de Mendoza, porque el agua es un constituyente del
suelo notablemente dinámico y sus movimientos por saturación provocan erosiones
localizadas y migración de partículas en los sectores aledaños a instalaciones de servicios
de agua y riego, que generalmente han sobrepasado su vida útil, se encuentran
deterioradas y con pérdidas permanentes. En los suelos arenosos saturados de gradación
uniforme, puede ocurrir el fenómeno de licuación, que consiste en su hundimiento súbito
por causa del aumento de la presión del agua contenida en el suelo ante la vibración
sísmica. También pueden ocurrir asentamientos de suelos poco consolidados o apoyados
en capas que hayan sufrido licuación o sean de relleno de cuencas aluvionales. Por su
parte, los terrenos montañosos pueden sufrir deslizamientos o derrumbes como
consecuencia del empuje sísmico. Los movimientos en masa no siempre ocurren
inmediatamente después del sismo. Pueden suceder al cabo de varias horas o días.
Por supuesto, no se debe despreciar la importancia que tiene la generación de energía barata
en el desarrollo. Entre la energía térmica, la nuclear y la hidroeléctrica esta última es también
limpia porque no contamina la atmósfera. Sin embargo produce otro tipo de efectos negativos
en el ambiente y perjuicios en la sociedad que supuestamente beneficia. Hay que partir del
2
E. Fernández, M. Gascón y otros. “Los Grandes Aprovechamientos Hidroeléctricos (GAH) en la Republica
Argentina. Un poco de historia. Revista Proyecto Energético IAE. Edición Nº 45 Buenos Aires 1998.
3
estreno de que no todos los GAE son absolutamente positivos o absolutamente negativos ya
que el desarrollo históricamente tuvo sus costos. La ejecución de un GAE debe estar sujeta a
cuidadosas evaluaciones de impacto ambiental que acompañen los cálculos de beneficios
energéticos, el aumento de la disponibilidad de agua para la agricultura, la seguridad y la
salud de la población porque cuesta millones de dólares mitigar los impactos negativos.
Otra cuidadosa evaluación económica se refiere a la seguridad porque cada alarma obliga a
relocalizar temporariamente a una población, lo que implica costos adicionales en los
presupuestos municipales. Estados Unidos, por ejemplo, preventivamente en el siglo XX
rediseño su estrategia hídrica para el siglo XXI en las regiones semidesérticas como
California. Entre los considerandos está la proyección del aumento de la actividad sísmica en
la falla de San Andrés, esto obliga a recalcular y auscultar los actuales embalses, considerados
absolutamente seguros conforme a los lineamientos sismo resistentes de hacia una década.
Los cálculos sismo resistentes pueden ser exactos, pero se basan en un comportamiento
geológico estable, lo cual no es aplicable a fallas activas. Uno podría pensar que es imposible
que se construya un GAE con informes geológicos negativos, pero no es asó. Angra Dos Reis
en Brasil fue construida sobre “piedra podrida”3 y la sociedad supo que había pagado seis
veces más del valor original por una represa más peligrosa que útil. El especialista brasilero,
H. Hagemann, afirmó que una evaluación costo beneficio de un emprendimiento es certero
solamente si los costos que la población pueda llegar a pagar son también medibles y están
incluidos en esa evaluación.
4
zona sísmica deben asegurar sistemas que prevengan la no-ocurrencia de explosiones e
incendios, estos riesgos potenciales tienen un alto efecto en los daños observados. Los
organismos encargados de la planificación han aprovechado escasamente los estudios y mapas
de micro zonificación sísmica para mitigar la vulnerabilidad. En general, se ha descargado la
responsabilidad de mitigar en la ingeniería, en el cálculo y en la dirección técnica de las
estructuras. Se supone así que la ciudad funciona como si fuese un agregado de unidades
cuánticas, donde cada edificio, aislado y por su cuenta, funciona bien o mal, absorbiendo las
vibraciones sísmicas. La ciudad es así vista como un conglomerado, en lugar de ser vista
como un sistema interrelacionado cuya planificación, por lo tanto, debiera ser integral. En
otras palabras, más allá del cálculo y el control de la construcción de cada edificio, la ciudad
es menos vulnerable si cuenta con una planificación adecuada para enfrentar la ocurrencia de
terremotos.
TRAGEDIA Y NEGOCIOS
6
Revista del Centenario del Diario Los Andes, p.132.
5
a aclarar que las casas con mejor valor de mercado tenían vigas antisísmicas.7
Después de 1861 Mendoza fue reconstruida en el emplazamiento que tiene en nuestros días y
repitió un diseño urbano bastante antiguo, originario de España, con una amplia plaza central
y cuatro plazas más pequeñas que brindarían amplios espacios para el refugio de las personas.
Las avenidas también serían amplias para dejar espacio para que los edificios que se
desplomaran evitasen aplastar a la gente que hubiese salido de su vivienda. Una década más
tarde, aquella plaza central no era más que un baldío cubierto de malezas donde pastaban
caballos. El diseño para la reconstrucción de la nueva ciudad tampoco había contemplado otro
lado oscuro de los proyectos de inversión ya que solamente se había favorecido a la
especulación inmobiliaria: lotes que el gobierno había vendido en $50 para que la gente se
instalara en la ciudad reconstruida seguían vacíos diez años después, aunque habían adquirido
un valor de $2.000. Peor aun había resultado que la planificación apenas si había tenido en
cuenta la reticencia de la gente a abandonar los sitios tradicionales. En la ciudad vieja,
bastante gente había decidido permanecer y reconstruir su casa, fabricando los adobes con
tierra que sacaba directamente de las calles públicas. En algunos sectores, las calles ya
estaban un metro por debajo de la calzada. Esto había comenzado a provocar severos
anegamientos durante las fuertes lluvias estivales.
7
Diario Los Andes, 1 enero de 1944, p.5, col.1; 2 de enero de 1944, p.7, col. 2; y 21 de enero de
1944, p.7, col. 2.
6
casas de la capital estaban construidas en adobe. La paradoja es que si el adobe era el único
culpable de los derrumbes y de las muertes, el 100% de las casas de Guaymallén y de Las
Heras debieron haber colapsado en terremotos y sismos anteriores a 1944. Como esto no
había ocurrido, esa estadística bien podría haber servido para favorecer las construcciones en
adobe demostrando que habían sido capaces de resistir una serie de movimientos telúricos
desde 1861 a 1944.8
8
Diario Los Andes, 18 de febrero de 1944, p.6, col. 3 y 4.
9
Diario Los Andes, 29 de enero de 1985, p.1; col.1- 4:
10
Diario Los Andes 15 de febrero de 1985, p.1; col. 5-8: Se venden departamentos de dos dormitorios
por $ 2.000.000; casa de dos dormitorios en $ 2.300.000.
7
prolongado o de severa magnitud. Para la mayoría de los habitantes de Mendoza, sin
embargo, conque el edificio sea “antisísmico” es suficiente garantía de seguridad.
Faltan, sin embargo, las medidas de prevención que deberían ser incorporadas como parte de
la planificación urbana integral. Existen unos pocos antecedentes de planificación integral
contra temblores. El más notable ocurrió después del terremoto de 1861 cuando las
autoridades plantearon una nueva ciudad, más segura a partir de su diseño. La ciudad tendría
calles anchas, una amplia plaza central, plazas periféricas y construcciones "contra
temblores". En enero de 1863 se eligió el predio de una vieja hacienda (San Nicolás) como
sitio para la reconstrucción y se convocó al agrimensor Julio Ballofet para trazar el llamado
"Pueblo Nuevo". Pasó un siglo hasta el siguiente momento significativo en la planificación
urbana integral. En 1958 se creó la Comisión Especial de Planeamiento Urbano y Código de
Edificación para que, según consta en un documento oficial: “ se resguardara su vida
material, sentimental y en todas las manifestaciones. Este magno problema que hace a la
esencia de la cultura de un pueblo y a la suerte de su porvenir, no puede ser afrontado sino
por el Gobierno que es el conductor y administrador responsable de la cosa p ú blica... por
desgracia, los resultados obtenidos con relació n al problema integral y de fondo, nos indican
que se está lejos de una solució n ideal y práctica a la vez. Esta acció n ha sido parcial y
aislada habiendo sufrido un deficiente enfoque respecto a la auténtica naturaleza de la
cuestió n, la que no ha sido entendida o justamente apreciada en su importancia y
trascendencia, postergándose el enfrentamiento de los hechos en vez de encararlos en toda su
magnitud y realidad(. Dicha actitud origina comú nmente problemas mayores que los que se
tratan de salvar, dilapidándose tiempo, energías y dinero, la obra de un Planeamiento serio
y por tanto eficaz y coherente tiene que ser integra, provocando incluso la revisió n de la
estructura social, econó mica y legal para permitir el condicionamiento físico del ambiente,
adecuándolo a las verdaderas necesidades de la sociedad"11.
Este espíritu se concretó finalmente en 1960 cuando el arquitecto Enrico Tedeschi se hizo
cargo de la Oficina de Planeamiento y su labor culminó en un grueso expediente con nuevas
normas, códigos y un programa para grandes obras de infraestructura que expresaban su
concepción de que la planificación debía expresar al mismo tiempo “el cariño por la ciudad y
su paisaje, el respeto para quienes la supieron no solo admirable sino amable, la crítica para
quienes no supieron comprenderla y mejorarla, el anhelo de que su futuro sea digno de ella y
de su pasado".
11
Raúl A. Panelo Gelly, “Creación y Labor de la Comisión Especial 1959-1961,” Mendoza, Talleres
Gráficos D´Accurzio,1962.
8
a) La distribución del peligro sísmico en la ciudad -un factor fundamental para realizar
planificación preventiva del uso del suelo y tecnologías constructivas adecuadas.
b) La distribución del riesgo sísmico ante diferentes alternativas de terremotos destructivos
base para la planificación de la emergencia y la reconstrucción
Por último, la planificación para la mitigación del desastre también reclama incluir las
grandes obras de infraestructura que, aunque ubicadas fuera del ejido urbano están en función
de la ciudad. Obras como las represas hidroeléctricas y las plantas de tratamientos de
residuos, o industrias que manipulan sustancias tóxicas, son necesariamente localizadas
alejadas de la ciudad, pero se las planifica en función de servir a una ciudad. Frente a un
terremoto destructivo, sus efectos amplificarán el daño de la catástrofe en la ciudad. Por
ejemplo, la ruptura de una represa significará que tras el terremoto, aguas abajo la ciudad
sufrirá un aluvión alrededor de diez minutos más tarde. Cualquier manejo de emergencia para
terremoto, hoy debe ser multi-catástrofe, es decir, debe incorporar al aluvión posterior al
sismo. Sin embargo, se ha hecho siempre más hincapié en las viviendas de adobe que quedan
como factor de riesgo sísmico. La palabra “progreso” ha sido el fetiche del discurso político
para erradicar el adobe por su riesgo sísmico, pero también para construir una represa que,
contradictoriamente, también aumenta el riesgo por sismicidad inducida y aumenta la
vulnerabilidad por un posible colapso de la estructura.
El concepto de los riesgos naturales debe ser incorporado en la planificación del desarrollo
sustentable si este es su objetivo estratégico en cuanto a lo sustentable. Esta temática se ha
incorporado en la planificación de un desarrollo sostenible, según los expertos en el período
1990-2000 las victimas mortales por los riesgos naturales en el mundo se ha elevado a
407.682, tantos como los decesos de un conflicto bélico importante. Las pérdidas económicas
se estiman superiores a los 800.000 millones de euros solo en España se calculan en 9.053
millones de euros, en el último decenio del siglo XX. Ningún espacio geográfico escapa a los
peligros naturales que, con frecuencia y localización diversas, tienen lugar sobre la superficie
terrestre. La Reducción de Desastres, tanto en su dimensión social como económica, es, en la
Sociedad del Riesgo, objetivo imprescindible de cualquier estrategia de desarrollo sostenible.
Cualquier medida racional de mitigación de los daños causados por un peligro natural debe
perseguir la prevención y la alerta temprana como mecanismo de defensas frente al riesgo.
Para ello es preciso un conocimiento exhaustivo de los episodios y de rango extraordinario,
aspecto previo al diseño de medidas de atenuación de la vulnerabilidad y la exposición que
padecen los grupos sociales que ocupan territorios de riesgo. En la medida en que muchos
peligros naturales son insuficientemente previsibles como para posibilitar la evacuación de
una localidad, la ordenación territorial se presenta como el mecanismo más racional,
económico y ambientalmente sostenible, de reducción del riesgo. Las experiencias europeas y
norteamericanas abordan, en este sentido las siguientes cuestiones en la gestión de los riesgos
naturales:
9
c) La importancia de la ordenación del territorio en la mitigación del riesgo.
CONCLUSIÓN
Los terremotos provocan cambios materiales en las ciudades. Amplifican las luchas sociales y
políticas, llevan a la superficie los intereses de los grupos de presión y los lobbys,
redireccionan las tendencias del crecimiento y redistribuyen los elementos esenciales como la
tierra al especificar el uso del suelo urbano. Los terremotos afectan, en definitiva, a la
planificación urbana en diversos sentidos.
Pero a su vez, la planificación es también una herramienta que está disponible para la
mitigación de los daños que pueden ocasionar los terremotos, tanto a las obras de
infraestructura como a los habitantes. Pero como vimos, la tragedia puede rápidamente
devenir en negocio, lo cual a su vez, distorsiona severamente el proceso de planificación de
una ciudad. En el caso de Mendoza, hubo terremotos que afectaron distintos aspectos de la
planificación y del crecimiento. El más decisivo fue el de 1861, porque la reconstrucción
tomó en consideración la planificación integral como su mejor herramienta para reducir la
vulnerabilidad frente al sismo. En el caso de las consecuencias locales de los terremotos de
1944 y 1985, otras fuerzas –más políticas y económicas- se hicieron presentes y nos muestran
cómo pueden operar los intereses y las ambiciones cuando hay una repentina disponibilidad
de fondos para la reconstrucción.
Mas en general, sin embargo, las autoridades locales han preferido trabajar sobre códigos de
construcción antes que sobre la planificación integral. Si bien la actualización de los códigos
es importante en la medida en que esto ha permitido ir incorporando adelantos científicos y
tecnológicos, es a todas luces una acción insuficiente. Es más, su misma concepción de que la
ciudad es un conglomerado de unidades que actúan separadamente, o que actúan solamente
desde el punto de vista de la respuesta de las estructuras en caso de terremoto, es un error. Y
tal vez tal actitud puede también ser clasificada de reduccionista, porque considera a la ciudad
casi exclusivamente en su materialidad edilicia y en sus obras de infraestructura. La
planificación integral, en cambio, tiene los beneficios de actuar sobre la base de criterios que
procuran minimizar los daños materiales que los terremotos ocasionan en una ciudad. Pero
por otra parte -y esto es lo más importante- la planificación integral se orienta a reducir los
daños físicos y emocionales que los terremotos ocasionan a quienes habitan en las ciudades.
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