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Boletín del Área de Derecho Público 09

Norberto Bobbio: entre el Derecho y la Política (II)*

Poder
“Poder y derecho son las dos nociones fundamentales de hecho (Macht) y poder de derecho (Herrschaft), y llega a la
la filosofía política y de la filosofía jurídica respectivamente. célebre tipología de las formas de poder legítimo. Al con-
Habiendo comenzado mi enseñanza universitaria con trario, la teoría normativa de Kelsen parte de la distinción
la filosofía del derecho y habiéndola concluido con la entre validez de las normas específicas y eficacia del or-
filosofía política, he tenido que reflexionar más sobre el denamiento jurídico en su conjunto, y llega, especialmen-
nexo entre las dos nociones de lo que generalmente le te en la obra póstuma, Allgemeine Theorie der Normen,
haya sucedido a los escritores políticos, que tienden a publicada en 1979, a ponerse con especial relevancia el
considerar como principal la noción del poder, o a los problema del poder jurídico (Rechtsmacht), cuya solución
juristas, que tienden a considerar primordial la noción del permite observar el ordenamiento jurídico no sólo desde
derecho. Y en cambio una reclama continuamente a la el punto de vista del Sollen (deber) sino también desde
otra. Son, por decirlo así, dos caras de la misma moneda. el punto de vista del Sein (ser). En un cierto sentido se
Entre escritores políticos y juristas, el contraste implica puede decir que Weber y Kelsen llegan a la misma conclu-
cuál de esta moneda sea el frente y cuál el reverso: para sión, a la conclusión de que el poder legítimo se distingue
los primeros el frente es el poder y el reverso el derecho, del poder de hecho en cuanto a un poder regulado por
para los segundos es lo contrario. normas, pero partiendo de dos puntos de vista opuestos,
Este contraste depende del distinto punto de vista desde el primero de la noción de poder que tiene necesidad de
el que los unos y los otros observan el mismo fenómeno y ser regulado para volverse legítimo, el segundo de la no-
del interés de investigación que los mueve: para el filósofo ción del ordenamiento normativo que tiene necesidad de
4 de la política el problema principal es el de la distinción la fuerza para volverse efectivo.” BOBBIO, Norberto. Origen y
entre poder de hecho y poder de derecho; para el filósofo fundamentos del poder político. México: Grijalbo, 1985. p. 22-23.
del derecho, en cambio, el problema principal es el de la
distinción entre norma válida y norma eficaz. Lo que quie- “Efectivamente, llegados a la cima de las dos escalas, la de
re decir que uno parte de la consideración de un poder los poderes y de las normas, viene al caso preguntarse si
sin derecho para llegar sólo en un segundo momento a llega más alto la primera o la segunda. Metáforas a parte,
ponerse el problema del poder que asegure la efectividad. llegados al vértice, surge la pregunta: ¿va antes el poder
o va antes la norma? A pesar de la obstinación con que
Es verdad que el poder sin derecho es ciego y el dere- los teóricos del Derecho por un lado y los teóricos de la
cho sin poder queda vacío, pero también es verdad que la política por el otro insisten en sostener que va antes la nor-
teoría política no puede dejar de tomar en consideración ma (la teoría de la norma fundamental de Kelsen) o antes
primeramente el nulo poder, independientemente de los el poder (la vieja y siempre nueva teoría de la soberanía
llamados principios de legitimidad, es decir, de las razo- como potestas superiorem non recognoscens), la solución
nes que lo transforman en un poder legítimo, así como la del problema depende exclusivamente del punto de vista
teoría jurídica no puede dejar de tomar en consideración en el que nos pongamos. Si se parte del poder desde aba-
el sistema normativo en su conjunto, como una serie de jo, se llega, pasando de un poder inferior a uno superior,
normas una a otra vinculadas según un cierto principio al poder de los poderes, al sumo poder; si se parte de la
de orden, independientemente del aparato de la fuerza norma desde abajo, se llega, pasando de la norma inferior
predispuesto para su actuación.” BOBBIO, Norberto. Origen a la superior, a la norma de las normas, a la norma funda-
y fundamentos del poder político. México: Grijalbo, 1985. p. 21-22. mental. Pero nada mejor que esta reducción en el vértice
nos permite comprender que el problema del poder y el
“Para ilustrar esta diversidad de puntos de vista recurro de la norma son las dos caras de una misma moneda.”
a dos ejemplos autorizados, a dos autores que han dado BOBBIO, Norberto. Contribución a la teoría del derecho. Edición de
algunas de las mayores contribuciones, uno a la teoría po- Alfonso Ruiz Miguel. Madrid: Debate, 1990. p. 302.
lítica, y otro a la teoría jurídica, Max Weber y Hans Kelsen.
Como es conocido, la teoría política de Weber parte de “Consideramos la teoría política como la teoría del poder,
una distinción fundamental, la distinción entre poder de del máximo poder que el hombre puede ejercer sobre

* Los fragmentos que se transcriben a continuación han sido tomados textualmente de las ediciones referenciadas en la bibliografía.

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otros hombres. Los temas clásicos de la teoría política o señó cómo se conquista y cómo se mantiene el Estado; al
del sumo poder son dos: cómo se conquista y cómo se nuevo príncipe, el partido de vanguardia del proletariado,
ejerce. De estos dos temas, el marxismo teórico ha profun- Lenin le enseña exclusivamente cómo se conquista”. BOB-
dizado el primero y no el segundo. En resumen: falta en la BIO, Norberto. Autobiografía. Edición de Alberto Papuzzi, prólogo
teoría política marxista una doctrina del ejercicio del poder, de Gregorio Peces-Barba y traducción de Esther Benítez. Madrid:
mientras que está enormemente desarrollada la teoría de Taurus, 1998. p. 142.
la conquista del poder. Al viejo príncipe Maquiavelo le en-

Política
“Derivado del adjetivo de polis (poli- En la edad moderna el término perdió historia de las doctrinas o historia de
tikós) que significa todo lo que se re- su significado original, poco a poco las ideas políticas o aun más en gene-
fiere a la ciudad, y en consecuencia sustituido por otras expresiones como ral del pensamiento político la historia
ciudadano, civil, público, y también ‘ciencia del estado’, ‘doctrina del es- que, si hubiera permanecido inmuta-
sociable y social, el término política tado’, ‘ciencia política’, ‘filosofía polí- ble el significado transmitido por los
ha sido transmitido por influjo de la tica’, etc., y se emplea comúnmente clásicos, habría podido llamarse his-
gran obra de Aristóteles titulada Políti- para indicar la actividad o el conjunto toria de la política, por analogía con
ca, que debe ser considerada como el de actividades que de alguna manera otras expresiones como historia de la
primer tratado sobre la naturaleza, las tienen como término de referencia la física, o de la estética o de la ética: uso
funciones y las divisiones del estado y polis, es decir el estado. De esta acti- que todavía recoge Croce y que en la
sobre las varias formas de gobierno, vidad la polis a veces es el sujeto, por pequeña obra citada llama ‘Para la his-
predominantemente en el significa- lo cual pertenecen a la esfera de la po- toria de la filosofía de la política’ el ca-
do de arte o ciencia del gobierno, es lítica actos como el ordenar (o prohi- pítulo dedicado a un breve excursus
decir de reflexión, sin importar si con bir) algo con efectos vinculantes para histórico de las políticas modernas.” 5
intenciones meramente descriptivas o todos los miembros de un determi- BOBBIO, Norberto. “Política”. En: BOBBIO,
incluso prescriptivas (pero los dos as- nado grupo social, el ejercicio de un Norberto; MATEUCCI, Nicola y PASQUINO,
pectos son de difícil distinción) sobre dominio exclusivo sobre un determi- Gianfranco (Dir.). Diccionario de política. 11a
las cosas de la ciudad. De esa forma nado territorio, el legislar con normas ed. Madrid: Siglo Veintiuno, 1998. p. 1215.
se ha producido desde el comienzo válidas erga omnes, la extracción y la
una transposición del significado des- distribución de recursos de un sector “Una vez señalado como elemento
de el conjunto de las cosas calificadas al otro de la sociedad, etc.; a veces es específico de la política el medio del
en cierto modo (justamente con un objeto, por lo cual pertenecen a la es- que se sirve, se hacen inútiles las tra-
adjetivo calificativo como ‘político’) a fera de la política acciones como con- dicionales definiciones teleológicas
la forma de saber más o menos orga- quistar, mantener, defender, ampliar, que tratan de definir la política me-
nizado sobre este mismo conjunto de reforzar, abatir, trastornar el poder es- diante el fin o los fines que persigue.
cosas: una transposición no diferente tatal, etc. Es una prueba el hecho de Respecto al fin de la política, lo único
de aquella que ha originado térmi- que obras que continúan la tradición que puede decirse es que, si el po-
nos como física, estética, economía, del tratado aristotélico en el siglo XIX der político es, justamente en razón
ética, y últimamente cibernética. Por se llaman Filosofía del derecho (He- del monopolio de la fuerza, el poder
siglos se ha empleado el término po- gel, 1821), Sistema de la ciencia del supremo de un determinado grupo
lítica predominantemente para indicar estado (Lorenz von Stein, 1852-1856), social, los fines perseguidos por los
obras dedicadas al estudio de aquella Elementos de ciencia política (Mosca, actos de los políticos son los fines
esfera de actividad humana que de 1896), Doctrina general del estado que, en cada momento, se conside-
alguna manera hace referencia a las (George Jellinek, 1900). Conserva par- ran preeminentes para un determina-
cosas del estado: Politica methodice cialmente el significado tradicional la do grupo social (o para la clase domi-
digesta, lo mencionamos para dar un obra de Croce, Elementos de política nante de dicho grupo social).
valioso ejemplo, es el título de la obra (1925), en la cual ‘política’ conserva el
con la cual Johannes Althusius (1603) significado de reflexión sobre la ac- Por poner algún ejemplo, en tiempos
expuso una teoría de la consociatio tividad política y por lo tanto está en de luchas civiles y sociales, la uni-
publica (el estado en el sentido mo- lugar de ‘elementos de filosofía polí- dad del Estado, la concordia, la paz,
derno de la palabra) que comprendía tica’. Una prueba ulterior es la que se el orden público, etc.; en tiempos de
en su interior varias formas de conso- puede deducir del uso en todas las paz interior y exterior, el bienestar, la
ciationes menores. lenguas de mayor difusión de llamar prosperidad o, directamente, la poten-

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cia; en tiempos de opresión por parte ideal tanto los positivistas, de Comte la política científica con la convicción
de un gobierno despótico, la conquis- a los darwinistas sociales, como Marx de que las masas se mueven única-
ta de los derechos civiles y políticos; y los marxistas. El ideal de la política mente motivadas por mitos irraciona-
en tiempos de dependencia de una científica estaba estrictamente ligado les. En realidad, las dos afirmaciones
potencia extranjera, la independen- al mito del progreso irreversible, cuya no son conciliables: la segunda ex-
cia nacional. Lo cual quiere decir que prueba irrefutable era el progreso de presaba una certeza, la primera solo
no existen fines de la política de una la ciencia, que se creía condición ne- una esperanza. Mas que esperanza,
vez y para siempre, y mucho menos cesaria para el progreso político y mo- una ilusión. No existe una relación in-
un fin que los incluya a todos y que ral de la humanidad. Gaetano Mosca, mediata entre conocimiento y acción,
pueda ser considerado el fin de la polí- que era un positivista desde el punto entre teoría y praxis. El científico y el
tica. Los fines de la política son tantos de vista filosófico, creía que los avan- político tienen tiempos diferentes: el
como metas un grupo organizado se ces de las ciencias históricas y socia- primero puede concederse tiempos
propone, según el tiempo y las cir- les habían llegado a tal punto que era largos, el segundo siempre debe de-
cunstancias”. BOBBIO, Norberto. Teoría posible ‘para la generación presente cidir en estado de necesidad y urgen-
general de la política. Edición de Michelan- y las inmediatamente siguientes […] cia. También sus responsabilidades
gelo Bovero. Madrid: Trotta, 2003. p. 183. la creación de una verdadera política son diferentes. La responsabilidad del
científica’. A la ciencia política Mosca científico es aclarar los términos de un
“Esta exclusión del juicio teleológico le atribuía dos tareas, una negativa – problema; la del político, es resolverlo
no impide, sin embargo, que pueda librar el campo de la política de las con una decisión, que no puede apla-
hablarse correctamente de, cuando doctrinas erróneas, corruptoras e ins- zarse de manera indefinida (por lo ge-
menos, un fin mínimo de la política: tigadoras- y una positiva, consistente neral, no decidir no es una buena de-
el orden público en las relaciones in- en formular propuestas fundadas en cisión, aunque con frecuencia se pone
ternas y la defensa de la integridad la indagación escrupulosa de los he- en práctica). El científico puede darse
nacional en las relaciones de un Esta- chos, que le permitiera a la mayoría el lujo de decir: en el estado de nues-
do con los demás. gobernada exigir, y a la minoría gober- tro conocimiento, este problema es
6 nante conceder solo reformas razona- insoluble o bien se puede solucionar
Este fin es mínimo porque es la con- bles. A la ciencia política entendida de pero necesito años de investigación.
ditio sine qua non para la obtención esta manera, Mosca le atribuía una Las circunstancias obligan al político
de todos los demás fines, por lo que función esencialmente antirrevolucio- a tomar una decisión, cualquiera que
resulta, lógicamente, compatible con naria. En el pensamiento de su vejez sea; a menudo, es mejor una mala de-
ellos. Incluso el partido que desea el tardía, cuando Italia ya había padecido cisión que ninguna. Pero una solución
desorden, lo desea no como objetivo repentinamente de la amenaza revolu- de este tipo es totalmente contraria a
final sino como momento obligado cionaria al triunfo de la contrarrevolu- la ética del científico.
para modificar el orden existente y ción, Mosca se abandonó a este au-
crear un nuevo orden. Resulta lícito tentico ‘sueño de visionario’: ‘En fin, Sobre todo, su función es diferente:
hablar del orden como el fin mínimo el Siglo XX, y tal vez también el XXI, la del político es resolver conflictos,
de la política, principalmente, porque podrá hacer que las ciencias sociales que, si no se resuelven, conducen a
éste es, o debería ser, el resultado progresen tanto que encontraremos la sociedad a la perdición; la del cien-
directo de la organización del poder la manera de transformar lentamen- tífico no solo es aclarar los términos
coactivo. Porque, en otras palabras, te la sociedad, sin que ella decaiga, de un problema, sino también educar
este fin (el orden) coincide con el me- evitando las crisis violentas que a me- directamente a quienes se dedican a
dio (el monopolio de la fuerza)”. BOB- nudo acompañan la decadencia’. Sin estos estudios –e indirectamente al
BIO, Norberto. Teoría general de la política. embargo, no ignoraba que la lección público en general- al igual que dar
Edición de Michelangelo Bovero. Madrid: de la historia iba en sentido opuesto. juicios ponderados, criticar libremen-
Trotta, 2003. p. 184. De hecho también decía: ‘Es cierto te, rechazar las ideas preconcebidas,
que todas las doctrinas religiosas y exigir conocimiento antes del debate.
“El ideal de una política científica, es políticas que cambiaron la historia del
decir, de una acción política guiada mundo […], no se fundamentaron en Como es fácil apreciar, se trata de
por la ciencia se encuentra a lo largo la verdad científica. La verdadera cau- una tarea a largo plazo, cuyos efec-
de toda la historia del pensamiento sa de su triunfo y su rápida difusión tos no son ni inmediata, ni fácilmente
político, comenzando por Platón, que debe buscarse más bien en la acti- valorables.
anhelaba el gobierno de los filósofos, tud que tuvieron de satisfacer ciertas Desconfío de la utopía platónica del
si bien tras las desilusiones en Sicilia tendencias intelectuales y morales de filósofo-rey, y también de aquella
cambiaría de opinión. En el siglo pa- las masas’. No logro entender como contraria del rey-filósofo; siempre
sado creyeron firmemente en este Mosca pudo conciliar la confianza en he guardado una respetuosa reve-

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rencia ante la afirmación kantiana: y política no es inmediata pero gobier- compuesto por quienes saben lo que
‘No hay que esperar ni que los reyes no democrático y libertad científica no quieren.” BOBBIO, Norberto. Teoría general
se hagan filósofos ni que los filósofos pueden prosperar el uno sin la otra. La de la política. Edición de Michelangelo Bove-
reyes. Tampoco hay que desearlo, la democracia permite el libre desarrollo ro. Madrid: Trotta, 2003. p. 428-431.
posesión de la fuerza perjudica inevita- del conocimiento de la sociedad, pero
blemente al libre ejercicio de la razón’. el libre conocimiento de la sociedad es “Nunca he mirado las cosas de este
Esta afirmación me parece muy bella. necesario para la existencia y la conso- mundo con mucho optimismo. Perte-
Poseer la fuerza (y aun más usarla) co- lidación de la democracia por una razón nezco a una generación que ha asis-
rrompe. Está bien que en cada socie- fundamental. John Stuart Mill escribió tido en los años de juventud a suce-
dad haya personas que puedan libre- que mientras la autocracia necesitaba sos terribles, que han dejado sobre
mente usar su razón sin poseer otra de ciudadanos pasivos, la democracia nuestra alma su signo por siempre.
fuerza diferente de la que se deriva de sobrevive solo si puede contar con un Pero tampoco las veo con inerte re-
los buenos argumentos. Son los ‘profe- número cada vez mayor de ciudadanos signación. Sobre el futuro no hago
tas desarmados’ de los que Maquiave- activos. Personalmente estoy conven- ni previsiones ni apuestas. Dejemos
lo se burlaba. Una sociedad en la cual cido de la contribución decisiva que las previsiones para los astrólogos,
los profetas desarmados no solo son pueden hacer las ciencias sociales a la las apuestas a los jugadores de azar.
tolerados, sino protegidos por las auto- formación de estos ciudadanos y, por Unos confían en la cadena inexorable
ridades públicas es sumamente desea- tanto, en último término, al buen fun- de la necesidad, los otros confían en
ble. Ahora bien, ¿qué autoridad pública cionamiento del régimen democrático. la casualidad. El hombre de razón se
realmente los puede tolerar y proteger, Empecé diciendo que se puede definir limita a hacer las hipótesis partiendo
si no aquella que se funda en el recono- la democracia como el poder en pú- de los datos de hecho. Para él la ne-
cimiento de los derechos del hombre, blico. Pero hay público y público. Re- cesidad prueba demasiado, la casuali-
entre los cuales el primero -del que se tomando la afirmación despectiva de dad prueba demasiado poco.” BOBBIO,
derivan todos los demás- es la libertad Hegel, según la cual el pueblo no sabe Norberto. Teoría general de la política. Edi-
de opinión? lo que quiere, se podría decir que el pú- ción de Michelangelo Bovero. Madrid: Trotta,
Es cierto, la relación entre ciencia libre blico que necesita la democracia está 2003. p. 461. 7

Formas de gobierno y democracia


“El Estado democrático es aquel en el que se realiza, con “En sus escritos, recogidos en gran parte en un volumen
mayor adecuación al modelo ideal, la libertad en la coexis- de Il Mulino titulado La democracia (1955), el fundador de
tencia, es decir la coexistencia de los seres libres, y por la Escuela de Viena y padre de la Constitución austriaca
ende la más próxima realización, entre cuantas la historia retoma esta idea schumpeteriana, distinguiendo entre dos
contemporánea conozca, de la comunidad personal y en modelos fundamentales de formas de gobierno: la demo-
definitiva del ideal de justicia.” BOBBIO, Norberto. Autobiogra- cracia, basada en el poder desde abajo, y la autocracia,
fía. Edición de Alberto Papuzzi, prólogo de Gregorio Peces-Barba y que deriva el poder de arriba (distinción que refleja la kan-
traducción de Esther Benítez. Madrid: Taurus, 1998. p. 110. tiana entre autonomía y heteronomía). De ello se sigue en
las democracias la selección de la clase política se pro-
“Estaba claro que la causa de la exclusión era política, y por duce a través de la elección, y en las autocracias a través
lo tanto un abuso –explicaba yo en la carta-. ¿Por qué iba del nombramiento. Esto significa concebir la democracia
a aguantarlo? Recurrí a los únicos medios que se pueden como método, o bien como sistema de reglas para tomar
utilizar en un Estado no de derechos: el recurso al jefe. […] decisiones colectivas con el más amplio consenso de los
Parece como si usted no se diera cuenta de que deplorar sujetos implicados en la decisión. Contrariamente a los
las estratagemas con que uno se defiende de la prepoten- críticos que rechazan la concepción procedimental de la
cia en un régimen dictatorial significa adoptar el punto de democracia, yo he hecho observar muchas veces, si bien
vista del dictador. El cual tiene siempre razón, por defini- con escaso éxito, que ésta es, sí, una definición mínima de
ción. Uno adopta el punto de vista del dictador cuando no democracia, pero no es nada valorativa: es una definición
pronuncia una sola palabra para condenar la imposición que fija los requisitos mínimos que un sistema democráti-
arbitraria y lanza en cambio fuertes gritos para denunciar a co debe poseer, que son requisitos formales, pero no ex-
quien trata de salir del trance con los únicos medios que la cluye la referencia a algunos valores sólidos. Considerar la
dictadura concede.” BOBBIO, Norberto. Autobiografía. Edición democracia como un instrumento que regula la competi-
de Alberto Papuzzi, prólogo de Gregorio Peces-Barba y traducción ción entre las élites para la conquista del consenso implica
de Esther Benítez. Madrid: Taurus, 1998. p. 58. la referencia a valores como la igualdad de los ciudadanos

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en el derecho al voto, la libertad de elección frente al voto el próximo futuro.” BOBBIO, Norberto. Autobiografía. Edición
y, como consecuencia, la solución pacifica de los conflic- de Alberto Papuzzi, prólogo de Gregorio Peces-Barba y traducción
tos sociales”. BOBBIO, Norberto. Autobiografía. Edición de Al- de Esther Benítez. Madrid: Taurus, 1998. p. 281-282.
berto Papuzzi, prólogo de Gregorio Peces-Barba y traducción de
Esther Benítez. Madrid: Taurus, 1998. p. 164-165. “Igualmente incierto es si será benéfica o maléfica la in-
fluencia que sobre la democracia puede ejercer el progre-
“Soy hijo de un siglo que se recordará quizás como el más so técnico, que pone en manos de los hombres instrumen-
cruento de la historia. Mis recuerdos más lejanos se re- tos de transformación y manipulación de la naturaleza y
montan a la primera guerra mundial, la cual fue llamada del mundo humano hasta ahora desconocidos. Puede, en
certeramente ‘la inútil matanza’. Las tres guerras mundia- un sentido, favorecer la voluntad de poder, y en otro esti-
les de este siglo, contra los imperios centrales, contra el mular proyectos irrealistas de solución de los problemas
nazismo y los fascismos, y la guerra fría contra los comu- que la humanidad padece desde los orígenes de su histo-
nismos, entabladas entre países democráticos y autocráti- ria. Por lo demás, como he dicho tantas veces, la historia
cos, vieron la victoria de la democracia. humana, entre salvación y perdición, es ambigua. Ni si-
quiera sabemos si somos nosotros los dueños de nuestro
La democracia, sí, ha vencido, pero su victoria no es destino.” BOBBIO, Norberto. Autobiografía. Edición de Alberto
definitiva. En una visión laica (no mítico-religiosa) de la Papuzzi, prólogo de Gregorio Peces-Barba y traducción de Esther
historia, nada es definitivo. La historia humana no sólo Benítez. Madrid: Taurus, 1998. p. 287.
no ha acabado, como anunció años atrás un historiador
americano, sino que acaso, a juzgar por el progreso téc- “En la teoría contemporánea de la democracia confluyen
nico-científico que está transformando radicalmente las tres grandes tradiciones de pensamiento político: a] la teo-
posibilidades de comunicación entre todos los hombres ría clásica, transmitida como teoría aristotélica, de las tres
vivos, acaba de empezar. Difícil, si acaso, decir en qué formas de gobierno, según la cual la democracia, como
dirección está destinada a avanzar. gobierno del pueblo, de todos los ciudadanos o bien de
todos aquellos que gozan de los derechos de ciudadanía,
8 Con respecto a la forma de gobierno democrática, cuya se distingue de la monarquía, como gobierno de uno solo,
victoria celebré líneas arriba, ¿va hacia una mayor expan- y de la aristocracia, como gobierno de pocos: b] la teo-
sión o, por el contrario, hacia una gradual extinción? En ría medieval, de derivación romana, de la soberanía po-
el mundo asiático, que en una visión eurocéntrica de la pular, con base en la cual se contrapone una concepción
historia que se remonta al pensamiento griego siempre ha ascendente a una concepción descendente de la sobera-
estado considerado como el mundo del despotismo, con- nía según que el poder supremo derive del pueblo y sea
trapuesto al de la libertad griega, exaltada en el célebre representativo o derive del príncipe y sea transmitido por
epitafio de Pericles, asoman y cobran fuerza y consenso delegación del superior al inferior; c] la teoría moderna,
formas de gobierno que nos traen a la memoria el des- conocida como teoría maquiavélica, nacida con el surgi-
potismo ilustrado de las monarquías absolutas del XVII, miento del estado moderno en la forma de la grandes mo-
cuyo dominio en Europa se vio interrumpido por las re- narquías, según la cual las formas históricas del gobierno
voluciones americana y francesa y por el reconocimiento son esencialmente dos, la monarquía y la república, siendo
de los derechos del hombre, cuando se derrumbó la an- la antigua democracia una forma de república (la otra es
tigua relación de primacía entre derechos y deberes que la aristocracia) donde tiene origen el cambio característico
había caracterizado las épocas precedentes. El hombre del periodo prerrevolucionario entre ideales democráticos
tiene deberes, pero en cuanto persona con un valor en sí, e ideales republicanos, y el gobierno genuinamente popu-
con independencia de las circunstancias de tiempo y lugar lar es llamado, antes que democracia, república.” BOBBIO,
en que vive, tiene ante todo derechos, como el derecho a Norberto. “Democracia”. En: BOBBIO, Norberto; MATEUCCI, Nico-
la vida, a la libertad (a las varias formas de libertad), a la la y PASQUINO, Gianfranco (Dir.). Diccionario de política. 11a ed.
igualdad (al menos a la igualdad de los puntos de partida). Madrid: Siglo Veintiuno, 1998. p. 441.
Cabe asignarles deberes tanto con los demás, considera-
dos aisladamente, como con la comunidad de la que él “‘Despotismo’ significa en sentido específico aquella forma
mismo forma parte, sólo en cuanto y ante todo centro de de gobierno en que quien detenta el poder tiene respecto
imputación de los derechos fundamentales. En el despo- de sus súbditos el mismo tipo de relación que el patrón
tismo ilustrado de ayer y hoy, la figura del hombre siervo (en griego ‘despotès’) tiene respecto de los esclavos en
pero feliz sustituye a la que nos es más familiar a través de su posesión. Como es sabido, Aristóteles distingue desde
la tradición del pensamiento griego y cristiano del hombre las primeras páginas de la política tres tipos de relación de
inquieto pero libre. Nadie es capaz de prever cuál de las dominio: el conyugal, o bien del marido sobre su mujer,
dos formas de convivencia está destinada a prevalecer en el paterno, o bien del padre sobre los hijos, y el patronal o

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despótico, o bien del patrón sobre los esclavos. Con base ciones, las asociaciones de las más diferentes ideologías
en esta distinción fue llamada despótica desde la antigüe- y, cada vez menos, los individuos. No son los individuos
dad aquella forma de gobierno en que la relación entre go- sino los grupos los protagonistas de la vida política en una
bernantes y gobernados puede ser asimilada a la relación sociedad democrática, en la que ya no hay un solo sobe-
entre patrón y esclavos. En sentido genérico, sobretodo en rano, ni el pueblo o la nación, compuesto por individuos
el lenguaje político moderno que ha olvidado el significado que adquirieron el derecho de participar directa o indirec-
etimológico de la palabra despotismo es usado polémica- tamente en el gobierno, el pueblo como unidad ideal (o
mente para indicar cualquier forma de gobierno absoluto, mística), sino el pueblo dividido objetivamente en grupos
y a menudo es sinónimo de tiranía, dictadura, autocracia, contrapuestos, en competencia entre ellos, con su autono-
absolutismo y similares.” BOBBIO, Norberto. “Despotismo”. mía relativa al respecto al gobierno central (autonomía que
En: BOBBIO, Norberto; MATEUCCI, Nicola y PASQUINO, Gianfran- los individuos específicos perdieron y que jamás han recu-
co (Dir.). Diccionario de política. 11a ed. Madrid: Siglo Veintiuno, perado más que un modelo ideal de gobierno democrático
1998. p. 483. que siempre ha sido refutado por los hechos).

“Para comprender que se entiende por ‘gobierno mixto’ El modelo ideal de la sociedad democrática era el de una
en la historia del pensamiento político hay que partir de la sociedad centrípeta. La realidad que tenemos ante no-
tipología clásica de las formas de gobierno, según la cual sotros es la de una sociedad centrífuga, que no tiene un
existen tres formas buenas: la monarquía, la aristocracia y solo centro de poder (la voluntad general de Rousseau),
la democracia, y tres formas malas: la tiranía, la oligarquía sino muchos, y merecen el nombre, en el que concuer-
y la demagogia; hay que partir también de la idea, común dan los estudiosos de la política, de sociedad policéntri-
a los principales escritores políticos de la antigüedad, se- ca o poliárquica (o en términos más fuertes pero no por
gún la cual las tres formas buenas tienden fatalmente a ello menos apropiados, policrática). El modelo de Estado
degenerar en las respectivas formas malas. La doctrina de democrático basado en la soberanía del príncipe, fue el
gobierno mixto consiste en el enunciado y en la argumen- modelo de una sociedad monista. La sociedad real que
tación relativa a favor del principio según el cual la dege- subyace en los gobiernos democráticos es pluralista.”
neración de una forma buena en una forma mala puede BOBBIO, Norberto. El futuro de la democracia [1984]. Traducción 9
evitarse con la constitución de un gobierno que resulte de de José F. Fernández Santillán. Primera reimpresión de la segunda
una mezcla o combinación o atemperación o integración edición. Bogotá: Fondo de Cultura Económica, 1996. p. 29-30.
recíproca o fusión sin más de las tres formas buenas. En
sustancia, el gobierno mixto representa una cuarta o, si se “… conforme las sociedades pasaron de una economía
tiene en cuenta también a las formas malas, una séptima familiar a una economía de mercado, y de una economía
forma de gobierno cuyo tratamiento pertenece no tanto de mercado a una economía protegida, regulada, planifi-
al análisis descriptivo de las formas de gobierno y su con- cada, aumentaron los problemas políticos que requirieron
siguiente tipología cuanto al debate en torno a la mejor capacidad técnica. Los problemas técnicos necesitan de
forma de gobierno.” BOBBIO, Norberto. “Gobierno mixto”. En: expertos, de un conjunto cada vez más grande de personal
BOBBIO, Norberto; MATEUCCI, Nicola y PASQUINO, Gianfranco especializado. De esto ya se había dado cuenta hace más
(Dir.). Diccionario de política. 11a ed. Madrid: Siglo Veintiuno, de un siglo Saint-Simon, quien era favorable al gobierno
1998. p. 712-713. de los científicos y no de los juristas. Con el progreso de
los instrumentos de cálculo que Saint-Simon no pudo ni
“Partiendo de la hipótesis del individuo soberano que, al remotamente imaginar, y que sólo los expertos son capa-
ponerse de acuerdo con otros individuos igualmente so- ces de usar, la exigencia del llamado gobierno de los técni-
beranos, crea la sociedad política, la doctrina democrática cos ha aumentado considerablemente.
había ideado un Estado sin cuerpos intermedios, caracte- La tecnocracia y la democracia son antitéticas: si el prota-
rísticos de la sociedad corporativa de las ciudades medie- gonista de la sociedad industrial es el experto, entonces
vales y del Estado estamental o de órdenes anteriores a quien lleva el papel principal en dicha sociedad no pue-
la afirmación de las monarquías absolutas, una sociedad de ser el ciudadano común y corriente. La democracia se
política en la que, entre el pueblo soberano, compuesto basa en la hipótesis de que todos pueden tomar decisio-
por muchos individuos (un voto por cabeza) y sus repre- nes sobre todo; por el contrario, la tecnocracia pretende
sentantes, no existiesen las sociedades particulares cri- que los que tomen las decisiones sean los pocos que en-
ticadas por Rousseau y privadas de autoridad por la Ley tienden de tales asuntos. En los tiempos de los Estados
Le Chapelier (abrogada en Francia solamente en 1887). Lo absolutos, como dije, el vulgo debía ser alejado de los
que ha sucedido en los Estados democráticos es exacta- arcana imperii porque se le consideraba demasiado igno-
mente lo opuesto: los grupos se han vuelto cada vez más rante; ciertamente hoy el vulgo es menos ignorante, pero
los sujetos políticamente relevantes, las grandes organiza- los problemas que hay que resolver, como la lucha contra

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y la Política (II)
Boletín del Área de Derecho Público 09

la inflación, el pleno empleo, la justa distribución de la ri- echarlos fuera se necesita una guerra mundial o por lo me-
queza, ¿no se han vuelto cada vez más complejos?, ¿no son nos una revolución interna; mientras que las instituciones
estos problemas tan complicados que requieren conoci- son sumamente frágiles y se pueden poner de cabeza des-
mientos científicos y técnicos que el hombre medio de hoy caradamente según el capricho de los hombres que están
no puede tener acceso a ellos (aunque esté más instruido)?” aferrados al poder. Al augurar el advenimiento de un régi-
BOBBIO, Norberto. El futuro de la democracia [1984]. Traducción de men democrático, estamos augurando la constitución de un
José F. Fernández Santillán. Primera reimpresión de la segunda edi- sistema político en el cual, por el contrario, las instituciones
ción. Bogotá: Fondo de Cultura Económica, 1996. p. 41-42. sean tan duraderas y difíciles de echar por tierra como los
individuos sean fáciles de sustituir y cambiar, en el cual sea
“…el poner atención en las instituciones y no en los hom- suficiente con un decreto ordinario para quitar el poder a un
bres nos exhorta a no concentrar toda nuestra atención hombre del gobierno que ha actuado mal, pero en el que
en el proceso de depuración y, por consiguiente, a evitar, sea preciso llevar a cabo no una guerra mundial o una revo-
por un lado, amarguras por lo que no se hace o no se pue- lución, sino un trastocamiento total de la situación política
de hacer y, por otro, a liberarnos de la actitud mezquina y del país para cambiar una institución. Así pues, la Asamblea
pasional de los perseguidores perseguidos y de los venga- Constituyente tendrá a su cargo la tarea de sustituir de una
tivos ociosos que miran hacia atrás y no avanzan. La de- vez por todas el poder de los hombres por el gobierno de
puración es un proceso que se hace a los hombres y tiene las instituciones democráticas.” BOBBIO, Norberto. Entre dos re-
un gran valor por lo que es, pero no es todo. Lo que se públicas. En los orígenes de la democracia italiana [1996]. Traducción
necesita es hacer un proceso a las instituciones. de Omar Álvarez Salas. México D.F.: Siglo veintiuno, 2002. p. 30-31.

Quien efectivamente crea que es suficiente con quitar de los “…La democracia burguesa del siglo pasado que alcanzó
cargos a los hombres comprometidos con el fascismo para su máximo desarrollo en Italia en los primeros decenios del
resolver la crisis italiana, podrá obstinarse en el hecho de la siglo era una democracia formal. La democracia que en
depuración. Pero el que sabe que los hombres son más o 1933 llevó al nazismo al poder en Alemania es un ejemplo
menos siempre los mismos, sin contar las pocas excepcio- muy evidente de democracia instrumental. Podemos agre-
10 nes que se inclinan en la dirección de la nobleza y la bajeza, gar que los nefastos resultados de la democracia instru-
mirará a la depuración como un remedio para curar, pero mental fueron hechos posibles por la anterior concepción
no como la curación misma. puramente formal de la democracia. Uno y otro modo de
Nuestra curación la darán solamente las buenas institucio- entender la democracia se han mostrado estrechamente li-
nes. ¿Pero cuáles serán? Respondemos con una palabra: gados en el terreno histórico; y por lo tanto hoy en día es
instituciones democráticas. Éstas son las instituciones que preciso oponerse simultáneamente a ambos. Hoy en día la
convocan al mayor número posible de ciudadanos a la res- democracia ya no puede ser una formalidad, sino que debe
ponsabilidad del poder sin atarlos a éste, las que mediante ser una realidad; ya no puede ser un simple instrumento
la ampliación del sufragio, la participación y la vigilancia im- de gobierno, sino debe ser el fin último de la lucha política.
piden que unos pocos transformen el estado en un bastión Por lo demás, si en la actualidad se han combatido tan du-
de privilegios y que se atribuyan todos los beneficios del ramente, si se han hecho tantos sacrificios, está claro que
poder quitándose de encima todas sus responsabilidades. se quiere a la democracia como una realidad nueva, se la
Y de este modo nos vemos llevados de vuelta una vez más siente como un valor, un principio; no se combate por un
al contraste entre hombres e instituciones que nos da la método electoral, no se sacrifican las posesiones y la vida
medida de la diferencia esencial que separa a un régimen por un recurso de gobierno.” BOBBIO, Norberto. Entre dos repú-
totalitario de uno democrático. En el estado totalitario los blicas. En los orígenes de la democracia italiana [1996]. Traducción
hombres que gobiernan son difíciles de eliminar, y para de Omar Álvarez Salas. México D.F.: Siglo veintiuno, 2002. p. 32-33.

Formación política
“La función civil de esa enseñanza [de la filosofía del dere- en aquella aula de la planta baja del viejo edificio universi-
cho] estaba cabalmente en despertar la atención de los jó- tario, desde lo alto de aquella cátedra que parecía un púl-
venes en torno a los problemas generales del Estado y del pito, la autoridad, la obediencia y el poder no eran dogmas
derecho, bastante más complejos y profundos de lo que la sino problemas, la política no era un oráculo sino una cien-
ortodoxia pública daba a entender, en elevar el problema cia, el Estado no era un ídolo sino un concepto. Así se en-
político a problema filosófico y por tanto, en definitiva, a salzaba el decoro y la continuidad de una tradición de cul-
problema de conciencia, en hacer, en suma, enormemente tura desinteresada.” BOBBIO, Norberto. Autobiografía. Edición
dramático lo que en la conducta de la mayoría se había de Alberto Papuzzi, prólogo de Gregorio Peces-Barba y traducción
convertido en un ejercicio de cómodo conformismo. Allí, de Esther Benítez. Madrid: Taurus, 1998. p. 36.

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“Veamos alrededor. En las democracias más consolida- límites, personas a las que ya no se podrá someter en lo
das se asiste, impotentes, al fenómeno de la apatía polí- sucesivo al arbitrio de los que detentan un poder sin con-
tica, que frecuentemente involucra a cerca de la mitad de trol.” BOBBIO, Norberto. Entre dos repúblicas. En los orígenes de
quienes tienen derecho al voto. Desde el punto de vista la democracia italiana [1996]. Traducción de Omar Álvarez Salas.
de la cultura política, éstas son personas que no están México D.F.: Siglo veintiuno, 2002. p. 34.
orientadas ni hacia los output ni hacia los input.
“Efectivamente, si se ha levantado alguna posición en el
Simplemente están desinteresadas por lo que sucede campo del trabajo -no hablo de los estratos privilegiados
(como se dice en Italia con una frase afortunada) en ‘pala- que, al oponerse, no han hecho más que defenderse- con-
cio’. Sé que también se puede dar interpretaciones bené- tra la política de los Comités de Liberación, ésta ha sido
volas de la apatía política, pero incluso las interpretaciones promovida no solamente por voces aisladas, sino también
más moderadas no me pueden quitar de la cabeza que los por grupos compactos en el seno de las clases de los re-
grandes escritores democráticos sufrirían al reconocer en presentantes del trabajo intelectual, más propiamente de
la renuncia a usar el propio derecho un buen fruto de la los hombres de la técnica. Algunos de éstos -no podemos
educación de la ciudadanía. En los regímenes democráti- decir si son los más o los menos, pero, en todo caso, son
cos como el italiano, en el que el porcentaje de votantes to- bastantes- a media voz o con palabras pronunciadas a los
davía es muy alto (pero va descendiendo en cada elección), cuatro vientos, proclaman con el tono de quien dice co-
existen buenas razones para creer que esté disminuyendo sas por las que debe recibir honores, que ellos no quieren
el voto de opinión y aumentando el voto de intercambio, tener relación con la política, que quieren ser dejados en
para usar la terminología ascética de los political scientist, libertad de trabajar en paz, de ‘reconstruir’, que en definiti-
el voto dirigido hacia los output, o para usar una termino- vamente son y quieren seguir siendo apolíticos.
logía más cruda, pero quizá menos engañosa, el voto de Está claro que ellos confunden, no por error consciente,
clientela, basado frecuentemente en la ilusión del do ut des ya que son demasiado inteligentes para serlo, sino por
(apoyo político a cambio de favores personales).” BOBBIO, costumbre arraigada, después de más de veinte años de
Norberto. El futuro de la democracia [1984]. Traducción de José F. política fascista, la política con el fascismo, y piensan, o
Fernández Santillán. Primera reimpresión de la segunda edición. más bien –dado por un hecho su inteligencia- temen que 11
Bogotá: Fondo de Cultura Económica, 1996. p. 40. la política sea por esencia siempre intromisión de jerarcas,
presión de burócratas, subordinación del trabajo al arbitrio
“… debido precisamente a que en la actualidad la demo- del que ordena que se haga sin hacer nada él mismo. Sería
cracia debe hacer que cada individuo consciente sienta las pueril detenerse a refutar este error, tanto más cuanto que,
obligaciones y la responsabilidad del ciudadano, no puede lo repetimos, no se trata de un error sino de costumbre
ser considerada únicamente como un simple método de o presentimiento. No pasemos por alto observar tan sólo
designación de la clase política, como un mero instrumen- que, si se quiere regresar rápidamente al lamentable régi-
to de gobierno, por más respetuosa que sea de la persona men, no hay medio más seguro y eficaz para ello que el
humana que el método autocrático; más bien tiene un fin que éstos esgrimen como antídoto; es decir, el carácter
propio de ella misma que la distingue esencialmente de apolítico de la técnica.
cualquier otra forma de gobierno. Este fin es la educación
de los ciudadanos para la libertad. Sólo el hombre libre es Técnica apolítica quiere decir a fin de cuentas técnica dis-
responsable; pero el hombre no nace libre más que en las puesta a servir a cualquier patrón, con tal de que éste
abstracciones de los pensadores de la Ilustración: el hom- permita trabajar y, claro está, asegure retribuciones más
bre se vuelve libre en un ambiente social en que las condi- o menos decentes para el trabajo; técnica apolítica quiere
ciones económicas, políticas y culturales sean favorables decir en particular que la técnica es fuerza bruta, instru-
para conducirlo, incluso a pesar suyo, adquirir conciencia mento, y como tal se pliega a la voluntad y a los intereses
de su propio valor de hombre y, por consiguiente, de sus del primero que le ponga las manos encima. Aquel que
propias posibilidades y de sus propios límites en el mundo se refugia, como en un castillo de pureza, en su propio
de los demás hombres. Para conseguir este fin es preciso trabajo, quiere aparentar que logró liberarse de la polí-
contar con instituciones democráticas que estén en posi- tica, mientras que, en realidad, todo lo que hace en ese
bilidad no solamente de dotar al individuo del ejercicio de sentido no es otra cosa que entrenarse para la política
la libertad (por ejemplo, a través del derecho al voto), sino que le impondrán los demás y, por consiguiente, al final
también de arraigar y desarrollar en éste el sentido de la li- hace una mala política.
bertad, es decir, instituciones que garanticen aquellas con-
diciones económicas y sociales indispensables para que la La técnica, la gran potencia del mundo, lisonjeada, mima-
masa informe e inerte de las víctimas y de los juguetes de da y adulada por los detentadores del poder en los estados
la libertad de poderío se articulen en una multiplicidad de capitalistas, convertida en la aliada más peligrosa de todas
personas conscientes de su propio valor y de sus propios las aventuras nacionalistas, ha puesto en venta la primo-

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genitura de su poderío, de la que no tenía conciencia, a ma el derecho de no entrar a la lid ni a favor de la derecha
cambio del plato de lentejas de la seguridad del trabajo, de ni de la izquierda ni del centro y de ‘mantenerse fuera de
la fama ficticia de sus obras agigantada por la propaganda una política que le suena exhausta y falsa en todos y cada
de sus protectores. Rebajada a un instrumento, despoja- uno de sus componentes’. Pocos días después también
da de aquella espiritualidad que, con todo, le pertenece, Marcello Veneziani hizo el mismo discurso. Es justamente
si es que también es obra humana, producto de la sabi- la oportunidad de decir: nada nuevo bajo el sol. Siempre
duría inventiva y de la actividad racional de los hombres, han existido los abstencionistas y también ha habido siem-
ésta ha aceptado de buena gana servir a los intereses y pre dos formas opuestas de abstencionismo: la de los in-
a los instintos de los bárbaros que regresaron, buscando diferentes, que se desentienden del asunto, que no creen
en este carácter de instrumento y, por consiguiente, en su en él y la opuesta de quien se coloca no fuera de la refriega
misma degradación, la absolución de sus culpas.” BOBBIO, sino que desdeñosamente pretende encontrarse por enci-
Norberto. Entre dos repúblicas. En los orígenes de la democracia ma de la refriega y no quiere rebajarse al nivel de la trifulca
italiana [1996]. Traducción de Omar Álvarez Salas. México D.F.: cotidiana entre los políticos de profesión. Estas dos formas
Siglo veintiuno, 2002. p. 12-13. de abstención son, si bien por razones opuestas, funestas
para la democracia. De hecho, el que se abstiene debería
“La comparación entre el estado de ánimo de entonces y plantearse esta sencillísima pregunta: ‘Si todos actuaran
el de hoy es inevitable. Nunca me habría imaginado que como yo, ¿cuáles serán las consecuencias? ¿Acaso no se-
leería en La República del 3 de marzo, en los días en que ría el fin de la forma de gobierno cuya superioridad sobre
estoy escribiendo estas páginas, bajo el título ‘Yo desertor todas las demás radica en que está fundada en el consen-
de la política’, un artículo de Marco Tarchi, que proviene de so, periódicamente declarado, de los ciudadanos?’” BOB-
las filas juveniles del neofascismo, de las que ahora se ha BIO, Norberto. Entre dos repúblicas. En los orígenes de la demo-
separado, desilusionado o arrepentido, para entregarse a cracia italiana [1996]. Traducción de Omar Álvarez Salas. México
los estudios de teoría política. En este artículo Tarchi recla- D.F.: Siglo veintiuno, 2002. p. 101-102.

12
Partidos políticos
“Es un hecho muy conocido que la italiana [1996]. Traducción de Omar Álva- pérfidos. También lo habrán visto al-
personalización de la política, fe- rez Salas. México D.F.: Siglo veintiuno, guna vez cuando entra precedido por
nómeno común a todos los países, 2002. p. 114-115. su himno a un gran salón abarrotado
es favorecida por la televisión, que de gente que a su llegada se pone de
muestra más las caras que las ideas “En estas últimas elecciones han apa- pie y durante algunos minutos grita,
de las personas, y a menudo, al exi- recido partidos personales, como ya es más, clama: ‘¡Silvio, Silvio!’ Él es
gir respuestas breves, prefiere la se dijo. Pero la novedad absoluta y el Ungido del Señor (y los obispos ita-
ocurrencia que el razonamiento. En apabullante de Forza Italia radica en lianos lo han dejado decirlo), su prin-
los sondeos políticos predominaba que es, ¿cómo decirlo?, el primer par- cipal adversario es un Judas; él hace
en otro tiempo la pregunta acerca tido personal de masa. Quien votó decir a la jovencita Ambra con un aire
del cuál sería el partido en recibir por Forza Italia no escogió un proyec- de original frescura durante la prime-
más votos. Hoy en día se pregunta to, escogió una persona, aquel señor ra campaña electora: ‘El Padre eterno
cuál es el líder preferido. siempre elegantísimo, que conoce es hincha de Berlusconi, porque Oc-
bien el arte de atraer la atención hacia chetto es un demonio’; él, en público,
En otro momento, al leer que el Par- su persona con su manera de hablar, delante de millones de espectadores,
tido Comunista se acercaba en los su forma desenvuelta y cautivadora para acervar una verdad suya jura por
sondeos a la Democracia Cristiana, de moverse y de dirigirse a su públi- la cabeza de sus hijos; él es alguien
se fomentaba ahí la discusión so- co, incluso contando de vez en cuan- que ‘siempre tiene razón’. A últimas
bre el eventual ‘rebase’. Hoy en día do un chascarrillo, con la pericia del fechas parecía que había sentado ca-
hemos sido enfrentados todos los viejo cómico; siempre sonriente, se- beza, pero ahora no hace mucho dijo
días a preguntas como ‘¿Fini o Ber- guro de sí mismo, hábil simplificador que está investido de la Gracia de
lusconi? ¿Todavía está a la cabeza Di de conceptos económicos al grado de Estado, palabras oscuras y de difícil
Pietro? ¿Hasta qué punto ha subido ponerlos al alcance de todos; suma- interpretación, a menos que quisiera
o bajado Prodi?’ Y sin embargo de- mente hábil para ganarse la compa- decir simple y sencillamente estado
trás de aquellas caras todavía hay sión como víctima de conjuras, cons- de gracia, pero sumamente eficaces
siglas.” BOBBIO, Norberto. Entre dos re- piraciones, traiciones, blanco ingenuo para convencer a sus seguidores de
públicas. En los orígenes de la democracia de enemigos malvados y de aliados que él está un palmo por encima de

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los demás. Una de las características trabajo para ustedes.’ ¿Por qué no saludable carrera matutina? Silvio iba
bien conocidas y documentadas de consiguió cumplir las promesas que a la cabeza, los demás, sus fieles cola-
quienes manifiestan la ‘personalidad había utilizado para ganar las eleccio- boradores, lo seguían jadeantes pero
autoritaria’ es la confianza absoluta nes? Porque no lo han dejado traba- felices en el cumplimiento de su obli-
en sí mismos, en sus propias posi- jar. Habla siempre en primera perso- gación de servicio.” BOBBIO, Norberto.
bilidades de resolver los problemas na. Él es el guía, los demás lo siguen. Entre dos repúblicas. En los orígenes de
más difíciles no sólo para sí mismos ¿Recuerdan la fotografía del pelotón la democracia italiana [1996]. Traducción
sino también para los demás. Su lema de personas vestidas con ropa blanca de Omar Álvarez Salas. México D.F.: Siglo
preferido es: ‘Dejen que yo lo haga, y sudadera deportiva que hacían su veintiuno, 2002. p. 124-125.

Igualdad/Libertad
“De las diversas determinaciones históricas de la máxima cado histórico, siendo necesario referirlo no tanto a lo que
que proclama la igualdad de todos los hombres, la única afirma sino a lo que niega, es decir, es necesario entender-
universalmente recogida, cualquiera que sea la ideología lo en su valor polémico.
sobreentendida, es la que afirma que ‘todos los hombres
son iguales frente a la ley’, o, con otra formulación, ‘la ley El blanco principal de la afirmación de que todos son
es igual para todos’. El principio es muy antiguo y no pue- iguales frente a la ley es el Estado de órdenes o de cas-
de sino referirse, aunque la referencia no sea infrecuente, tas; es el Estado en el que los ciudadanos están divididos
al concepto fundamental, además de ideal primario, del en categorías jurídicas diversas y distintas; dispuestas en
pensamiento político griego, como queda maravillosa- un orden jerárquico rígido, de ahí que las superiores ten-
mente ilustrado con las palabras de Eurípides: ‘No hay gan privilegios que las inferiores no tienen, mientras que
peor enemigo de una ciudad que un tirano, cuando no estás tienen cargas de las que aquéllas están exentas;
predominan las leyes generales y un solo hombre tiene el paso del Estado estamental al Estado liberal burgués 13
el poder, dictando las leyes para sí mismo y sin ninguna aparece claro para quien tome en consideración la dife-
equidad. Cuando hay leyes escritas, el pobre como el rico rencia entre el Código prusiano de 1794 -que contempla
tienen igual derecho’ (Las suplicantes, 429-434). En la mo- tres órdenes en que queda dividida la sociedad civil, los
dernidad, el principio está enunciado en las constituciones campesinos, los burgueses y la nobleza- y el Código na-
francesas de 1791, 1793 y 1795; después, una y otra vez, poleónico de 1804, donde sólo hay ciudadanos.
en el artículo 1 de la Carta de 1814, en el artículo 24 del
Estatuto Albertino. Mientras la enmienda XIV de la Cons- En el preámbulo de la Constitución francesa de 1791 se
titución de los Estados Unidos (1868) quiere asegurar a lee que los constituyentes han querido abolir ‘irrevocable-
todos los ciudadanos ‘la igual protección de las leyes’, el mente las instituciones que herían la libertad y la igualdad
principio es retomado y repetido, en la primera posguerra, de los derechos’, y entre estas instituciones están compu-
tanto por el artículo 109, apartado 1, de la Constitución de tadas todas aquellas que habían caracterizado el régimen
Weimar (1919), como por el artículo 7, apartado 1, de la feudal. La frase con la cual se cierra el preámbulo –‘Ya
Constitución austríaca (1920); en la segunda posguerra, no existe para parte alguna de la nación, ni para ningún
dando ejemplos de constituciones inspiradas en ideolo- individuo, ningún privilegio o excepción al derecho común
gías diversas, tanto por el artículo 71 de la Constitución de todos los franceses’- ilustra a contrario, mejor que cual-
búlgara (1947), como por el artículo 3 de la Constitución quier comentario, el significado del principio de la igual-
italiana (1948). dad frente a la ley. Allí donde a la enunciación del principio
No obstante su universalidad, tal principio está lejos de le siga una o más especificaciones de contenido, el valor
ser claro y ha dado lugar a diversas interpretaciones, pres- polémico resulta evidente. En el artículo 24 del Estatuto
cindiendo en esta ocasión de la disputa, que afecta más Albertino a la enunciación del principio le sigue esta preci-
propiamente a la teoría jurídica, acerca de la eficacia del sión: ‘Todos gozan de igual manera de derechos civiles y
principio: a saber, si está dirigido a los jueces o también políticos, y son admisibles en los cargos civiles y militares,
al legislador. En el primer caso, nada añadiría a la regla salvo las excepciones determinadas por las leyes’. Nada
de justicia que prescribe la imparcialidad en el juicio; en más históricamente condicionado que la admisibilidad en
el segundo caso, termina por cambiar completamente su los cargos civiles y militares (¿por qué no a la educación y
naturaleza, ya que, de principio que prescribe la igualdad a los derechos políticos?); contra lo que esta prescripción
‘frente’ a la ley, se transformaría en un principio totalmente reacciona es contra la discriminación por nacimiento (el
diferente y más bien cargado de sentido que prescribe la principio aristocrático), y no contra otras formas de discri-
igualdad ‘en’ la ley. El principio tiene ante todo un signifi- minación.

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Si se prescinde de este significado polémico, expreso o e igualdad sustancial o material […]. La igualdad en los de-
tácito, que es necesario de vez en cuando poner de relie- rechos (o de los derechos) significa algo más que la mera
ve, el principio de la igualdad frente a la ley es también, igualdad frente a la ley como exclusión de toda discrimina-
como todas las fórmulas igualitarias, expresamente ge- ción no justificada: significa gozar igualmente, por parte de
nérico. La communis opinio, en efecto, lo interpreta como los ciudadanos, de algunos derechos fundamentales cons-
prescribiente de la exclusión de toda discriminación arbi- titucionalmente garantizados, como se desprende de algu-
traria, ya sea parte del juez, ya del legislador, siempre que nas célebres formulaciones: ‘Los hombres nacen y perma-
por ‘discriminación arbitraria’ se entienda una discrimi- necen libres e iguales en los derechos’ (Declaración de los
nación introducida o no eliminada sin justificación, más derechos del hombre y del ciudadano, 1789); ‘Todos los
brevemente, una discriminación no justificada (y en este hombres nacen libres e iguales en dignidad y derechos’
sentido ‘injusta’). (Declaración universal de los derechos del hombre, 1948).
La diferencia entre la igualdad frente a la ley e igualdad en
¿Pero basta con aducir razones para que una discrimina- los derechos queda subrayada en algunas formulaciones,
ción pueda considerarse justificada? ¿Cualquier razón, como la del artículo 21 de la Constitución yugoslava, en la
o más bien ciertas razones que ciertas otras? ¿Pero en que se dice que los hombres son iguales ‘ante la ley y en
función de qué criterios se distinguen las razones válidas los derechos’. Mientras que la igualdad frente a la ley es
de las inválidas? ¿Existen criterios objetivos, es decir, solo una forma específica e históricamente determinada
criterios que reposen sobre la así llamada ‘naturaleza de de igualdad de derecho o de los derechos (por ejemplo,
las cosas’? La única respuesta que se puede dar a estas en el derecho de todos a acceder a la jurisdicción común,
preguntas es que se dan, entre los individuos humanos, o a los principales cargos civiles y militares independien-
diferencias relevantes y diferencias irrelevantes respecto temente del nacimiento), la igualdad en los derechos com-
a su inserción en esta o aquella categoría. prende, más allá del derecho a ser considerados iguales
frente a la ley, todos los derechos fundamentales enume-
Pero esta distinción no coincide con la distinción entre di- rados en una constitución, como son los derechos civiles
ferencias objetivas y no objetivas: entre blancos y negros, y políticos, generalmente proclamados (lo que no quiere
14 entre hombres y mujeres hay sin duda diferencias objeti- decir reconocidos de hecho) en todas las constituciones
vas, lo cual no quiere decir que sean también relevantes. modernas. En fin, por igualdad jurídica se entiende habi-
La relevancia o irrelevancia se establece por la elección tualmente la igualdad en ese particular atributo que hace
de valor y, por lo tanto, esta históricamente condicionada. de todo miembro de un grupo social, también del infante,
Basta considerar las justificaciones que han sido adopta- un sujeto dotado de capacidad jurídica. Mientras la igual-
das en muchos casos para las sucesivas ampliaciones de dad en los derechos tiene un ámbito más vasto que la
los derechos políticos, para darse cuenta de que una dife- igualdad frente a la ley, la igualdad jurídica tiene un ámbito
rencia planteada como relevante en un determinado perio- más restringido: el blanco polémico del principio de igual-
do histórico (para excluir ciertas categorías de personas de dad frente a la ley es originariamente, como ya se ha dicho,
los derechos políticos) no ha estado considerada relevante la sociedad de castas, mientras que el blanco polémico de
en un periodo político posterior.” BOBBIO, Norberto. Igualdad la igualdad jurídica es la sociedad esclavista, es decir, la
y libertad [1979]. Introducción de Gregorio Peces-Barba y traducción sociedad en la cual no todos sus miembros son personas
de Pedro Aragón Rincón. Barcelona: Paidós, 1993. p. 70-74. jurídicas. En una sociedad de castas todos son sujetos de
derecho, tienen capacidad jurídica, incluso aunque no to-
“Es necesario además distinguir la igualdad frente a la ley dos sean iguales frente a la ley (en el sentido de que cada
de la igualdad de derecho, de la igualdad y los derechos (o estamento está regulado por leyes diversas), y con mayor
de los derechos, según las diversas formulaciones), y de razón no todos sean iguales en los derechos fundamenta-
la igualdad jurídica. La expresión ‘igualdad de derecho’ se les.” BOBBIO, Norberto. Igualdad y libertad [1979]. Introducción de
usa en contraposición a ‘igualdad de hecho’, y correspon- Gregorio Peces-Barba y traducción de Pedro Aragón Rincón. Barce-
de casi siempre a la contraposición entre igualdad formal lona: Paidós, 1993. p. 75-76.

Derecha/Izquierda
“Prescindiendo de las apreciaciones se pueden distribuir en tres grupos: con vida, dándoles un significado que
genéricas y de los ataques persona- 1) aquellos que siguen afirmando ya no tienen, si alguna vez lo han te-
les, de los cuales no viene a cuento que la derecha y la izquierda ya son nido, por lo cual mi intento se puede
hablar, y de manifiestos, aunque invo- nombres sin sujeto, y no vale la pena considerar una obra de arqueología
luntarios, malentendidos, mis críticos persistir en el intento de mantenerlos política; 2) aquellos que consideran la

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díada aún válida, pero no aceptan el parece grotesca, en los periódicos, en cos –y aquí llamo problemas políticos
criterio sobre el cual la he fundado y la radio y en la televisión, en los deba- a aquellos que requieren soluciones
sugieren otros; 3) aquellos que acep- tes políticos, de sociología.” BOBBIO, a través de los instrumentos tradicio-
tan la díada, aceptan también el cri- Norberto. Derecha e izquierda. Razones y nales de la acción política, o sea, de
terio, pero lo consideran insuficiente. significados de una distinción política. Pró- la acción que tiene como fin la forma-
Entre los primeros, la mayoría no ex- logo de Joaquín Estefanía y traducción de ción de decisiones colectivas que, una
cluye que la distinción haya tenido un Alessandra Picone. 2a ed. Madrid: Taurus, vez tomadas, se convierten en vincu-
sentido en otros tiempos, pero con- 1995. p. 23-25. lantes para toda la colectividad- han
sidera que ahora, en una sociedad hecho que nacieran movimientos que
cada vez más complicada, y donde “Hay quien ha sostenido que el rasgo no entran, y ellos mismos consideran
las múltiples razones de contraste característico de la izquierda es la no o presumen no entrar, en el esquema
ya no consienten poner las alinea- violencia. Pero la renuncia a utilizar la tradicional de la contraposición entre
ciones opuestas todas de una parte violencia para conquistar y ejercer el derecha e izquierda. El caso actual
o todas de otra, la contraposición poder es la característica del método más interesante es el de los Verdes.
unívoca entre una derecha y una iz- democrático, cuyas reglas constitu- ¿Son los Verdes de derechas o son de
quierda acaba siendo simplificadora. tivas prescriben diferentes procedi- izquierdas? Teniendo en cuenta unos
Hay también quien considera que ha mientos para tomar las decisiones criterios que normalmente se adoptan
sido un acontecimiento histórico ca- colectivas a través de un libre debate, para justificar la distinción […] parece
tastrófico como la caída del muro de que puede dar lugar a una decisión o que puedan ser considerados unas
Berlín lo que ha hecho que la división concordada o tomada por mayoría. veces de derechas y otras de izquier-
ya no sea actual. Para otros, el ensa- Es prueba de esto que dentro de un das, o ni de derechas ni de izquierdas.
ñamiento estéril por mantener viva la sistema democrático, es posible y le- Utilizando un vocablo que ha llegado
gran división depende también de un gítima de alternancia entre gobiernos a ser de uso común en el lenguaje
error metodológico, el de querer re- de derecha y de izquierda. Además, político, aunque con un significado
ducir a dos abstracciones conceptua- definir la izquierda a través de la no- maliciosamente peyorativo, se podría
les la rica y la cambiante concreción violencia conlleva necesariamente a denominar a los Verdes como un mo- 15
de la historia. identificar la derecha con el gobierno vimiento ‘transversal’, en el sentido de
de la violencia, hecho que es propio, que atraviesan los campos enemigos
La mejor refutación de estos obje- según la otra gran dicotomía que en- pasando de uno a otro, indiferente-
tores está en el hecho de que, in- trelazo con la izquierda y derecha, la mente, por encima y por debajo de
cluso después de la caída del Muro, de extrema derecha, no la de derecha ellos, y de esta manera demuestran
la díada sigue estando en el centro genéricamente entendida. que remitiéndose a los hechos existe
del debate político. Ahora, más que una tercera forma de poner en crisis
nunca, más que cuando empecé a No me parece tampoco más convin- a la díada, además de estar en medio
ocuparme de ella para explicar, ante cente la representación de la izquierda (el Centro), además de ir más allá (la
todo a mí mismo, su razón de ser. como la que tiende a la creación de Síntesis), es posible moverse a través:
Síntoma de que no tiene nada que sociedades abiertas en contra de las una forma que se resuelve en una
ver el famoso derrumbamiento, que sociedades cerradas, que expulsan atenuación o desautorización de la
ha hecho explotar rápidamente todas a los diferentes. También las socie- díada más que en un rechazo o en
las contradicciones del comunismo dades abiertas viven y se expanden una superación.
mundial, y, simultáneamente –permí- dentro de las estructuras instituciona- La mayor prueba de esta ubicuidad
tanme insistir sobre una observación les de los regímenes democráticos.” del movimiento de los Verdes está en
que no agradecen los ganadores del BOBBIO, Norberto. Derecha e izquierda. el hecho de que todos los partidos se
momento- todas las contradicciones Razones y significados de una distinción han adueñado poco a poco del tema
del no menos mundial capitalismo. política. Prólogo de Joaquín Estefanía y ecológico, sin cambiar nada de su ba-
No sólo ha existido la izquierda co- traducción de Alessandra Picone. 2a ed. gaje usual, en todo caso añadiendo
munista, ha existido también una iz- Madrid: Taurus, 1995. p. 31-32. un maletín o un bolso de viaje más.
quierda, y todavía existe, dentro del ¿Quién se atrevería hoy a tomar po-
horizonte capitalista. La distinción “Un tercer motivo para declararla en siciones contrarias a la exigencia de
tiene una larga historia que va mas declive y rechazar la vieja díada se tener en cuenta a los que, a través de
allá de la contraposición entre capita- encuentra en las observación de que una forma, a menudo inconsciente,
lismo y comunismo. ésta ha perdido gran parte de su va- de antropormorfización de la realidad
Existe todavía y no sólo, como ha di- lor descriptivo, porque la sociedad natural, se definen como los derechos
cho alguien en broma, en las señales en continua transformación y el sur- de la naturaleza respecto al hombre,
de tráfico. Arrecia, de una manera que gimiento de nuevos problemas políti- de los cuales nacen, por la necesaria

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correlación entre el derecho de aquélla dría dificultad en admitir que esta dis- movimientos a la vez igualitarios y
y el deber de éste, unas obligaciones tinción sirva para distinguir la derecha autoritarios, de los cuales el ejemplo
del hombre respecto a la naturaleza de la izquierda. El mayor o menor va- histórico más importante, tanto que
(permaneciendo inalterada la cuestión lor atribuido al ideal de la libertad, que se ha convertido en una categoría
de si la idea del derecho nace antes de encuentra su puesta en práctica, como abstracta susceptible de ser aplicada,
la obligación o viceversa)?” BOBBIO, se ha dicho, en los principios y en las y efectivamente aplicada, a periodos
Norberto. Derecha e izquierda. Razones y reglas que están en la base de los go- y situaciones históricas distintas, es el
significados de una distinción política. Pró- biernos democráticos, de aquellos go- jacobinismo;
logo de Joaquín Estefanía y traducción de biernos que reconocen y protegen los b) En el centro-izquierda, doctrinas
Alessandra Picone. 2a ed. Madrid: Taurus, derechos personales, civiles, políticos, y movimientos a la vez igualitarios y
1995. p. 60-61. permite, en el ámbito de la izquierda y libertarios, a los que hoy podríamos
de la derecha, la distinción entre el ala aplicar la expresión ‘socialismo liberal’,
“Estas consideraciones generales so- moderada y el ala extremista […]. incluyendo en ella a todos los partidos
bre los dos valores sumos de la igual- socialdemócratas, incluso en sus dife-
dad y de la libertad, y de su relación, Tanto los movimientos revoluciona- rentes praxis políticas;
son un paso ulterior que considero rios como los contrarrevoluciona- c) En el centro-derecha, doctrinas y
necesario para precisar la propuesta rios, aunque no teniendo en común movimientos a la vez libertarios y no
de definir izquierda y derecha basán- el proyecto global de transformación igualitarios, dentro de los cuales se in-
dose en el criterio de la igualdad y de radical de la sociedad, tienen en co- cluyen los partidos conservadores que
la desigualdad. Al lado de la díada, so- mún la convicción de que en última se distinguen de las derechas reaccio-
bre la cual hasta ahora me he detenido, instancia, precisamente por la radica- narias por su fidelidad al método de-
igualdad-desigualdad, de la cual nacen lidad del proyecto de transformación, mocrático, pero que, con respecto al
doctrinas y movimientos igualitarios esto no puede ser realizado si no es a ideal de la igualdad, se afirman y se de-
y no igualitarios, es necesario colocar través de la instauración de regíme- tienen en la igualdad frente a la ley, que
una díada no menos importante his- nes autoritarios. implica únicamente el deber por parte
16 tóricamente: libertad-autoridad. De del juez de aplicar las leyes de una ma-
ésta derivan doctrinas y movimientos Si me concede que el criterio para dis- nera imparcial y en la igual libertad que
libertarios y autoritarios. Por lo que tinguir la derecha de la izquierda es caracteriza lo que he llamado igualita-
concierne a la definición de izquierda la diferente apreciación con respecto rismo mínimo;
y derecha, la distinción entre las dos a la idea de la igualdad, y que el cri- d) En la extrema derecha, doctrinas y
díadas tiene particular relieve, porque terio para distinguir el ala moderada movimientos antiliberales y antiigua-
una de las maneras más comunes para de la extremista, tanto en la derecha litarios, sobre los que creo que es su-
caracterizar la derecha con respecto a como en la izquierda, es la distinta perfluo señalar los ejemplos históricos
la izquierda es la de contraponer a la iz- actitud con respecto a la libertad, se bien conocidos como el fascismo y el
quierda igualitaria la derecha libertaria. puede distribuir esquemáticamente el nazismo.” BOBBIO, Norberto. Derecha e iz-
No tengo ninguna dificultad en admitir espectro donde se ubiquen doctrinas quierda. Razones y significados de una dis-
la existencia de doctrinas y movimien- y movimientos políticos, en estas cua- tinción política. Prólogo de Joaquín Estefa-
tos más igualitarios y de doctrinas y tro partes: nía y traducción de Alessandra Picone. 2a ed.
movimientos más libertarios, pero ten- a) En la extrema izquierda están los Madrid: Taurus, 1995. p. 161-163.

Sociedad/Comunidad
“La expresión ‘sociedad civil’ ha tenido, en el curso del ‘estado’. Según el modelo iusnaturalista del origen del es-
pensamiento político de los últimos siglos, varios signifi- tado, que se repite con sensibles variaciones pero sin alte-
cados sucesivos, el último de los cuales es el que quedó raciones sustanciales de la dicotomía fundamental estado
acuñado en el lenguaje político de hoy, y es profundamen- de naturaleza-estado civil, de Hobbes, que es el creador,
te distinto del primero y en cierta medida opuesto. hasta Kant y los kantianos, el estado o sociedad civil nace
En su acepción originaria, desarrollada en el ámbito de la por contraste con un estado primitivo de la humanidad en
doctrina política tradicional, en particular en la doctrina ius- el que el hombre vive no teniendo otras leyes que las le-
naturalista, ‘sociedad civil’ (societas civiles) se contrapone yes naturales, o sea que nace con la institución del poder
a ‘sociedad natural’ (societas naturalis), y es sinónimo de común que sólo es capaz de garantizar a los individuos
‘sociedad política’ (en correspondencia con la derivación, asociados algunos bienes fundamentales como la paz, la
respectivamente, de civitas y de polis) y por lo tanto de libertad, la propiedad y la seguridad, que en el estado de

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naturaleza están completamente amenazadas por la explo- significado místico o mágico, representó el valor, el ideal a
sión de conflictos cuya solución está confiada exclusiva- perseguir; la sociedad, considerada de manera menospre-
mente a la autotutela. […] ciante como unión meramente mecánica o atomista de in-
[Actualmente] en la contraposición sociedad civil – estado dividuos egoístas y asociales, cargada de toda la polémica
se entiende por sociedad civil la esfera de las relaciones contraria a la ilustración y contraria a la razón que se venía
entre individuos, entre grupos y entre clases sociales que agitando en el misticismo pagano de la barbarie retornada,
se desarrollan fuera de las relaciones de poder que carac- representó el antivalor, la realidad que había que eliminar.”
terizan a las instituciones estatales. En otras palabras, la BOBBIO, Norberto. Entre dos repúblicas. En los orígenes de la de-
sociedad civil es representada como el terreno de los con- mocracia italiana [1996]. Traducción de Omar Álvarez Salas. Méxi-
flictos económicos, ideológicos, sociales y religiosos, res- co D.F.: Siglo veintiuno, 2002. p. 83-84.
pecto de los cuales el estado tiene la tarea de resolverlos
ya sea mediándolos o suprimiéndolos; o como de la base “La comunidad racial, la Volksgemeinschaft, que hacía
de la que parten las demandas respecto de las cuales el delirar a los literatos neorrománticos y a los políticos rea-
sistema político está obligado a dar respuestas; o como el listas, era una sociedad cerrada: me refiero a una socie-
campo de las varias formas de movilización, de asociación dad cerrada en el sentido bergsoniano de sociedad ‘cuyos
y de organización de las fuerzas sociales que se dirigen miembros están enlazados por vínculos recíprocos, indife-
hacia la conquista del poder político. BOBBIO, Norberto. “Po- rentes para el resto de los hombres, siempre dispuestos a
lítica”. En: BOBBIO, Norberto; MATEUCCI, Nicola y PASQUINO, atacar o a defenderse, forzados a una actitud de lucha’ (Les
Gianfranco (Dir.). Diccionario de política. 11a ed. Madrid: Siglo deux sources de la morale et de la religion, p. 287), de una
Veintiuno, 1998. p. 1519-1523. sociedad como la que surgió del seno de la naturaleza, en
donde la obligación moral está dada por la presión social
“Me refiero a la distinción entre sociedad (Gesellschaft) y y está reforzada por una religión hecha de símbolos y de
comunidad (Gemeinschaft), que expresa la diferencia en- prácticas mágicas, en conclusión, de la sociedad del hor-
tre la agrupación de individuos que se unen con el fin de miguero en que el hombre es transformado en autómata
perseguir un interés común y el grupo de personas que en virtud de la obediencia mecánica a las tradiciones so-
resultan de estar ligadas por azar en razón de un vínculo ciales y de la fidelidad inexorable al líder. A esta forma de 17
de sangre, de raza o de nación, independientemente de la sociedad Bergson contraponía la sociedad abierta, funda-
finalidad perseguida, en otras palabras y más brevemen- da sobre una moral humana, ya no social, cuya fuerza no es
te, si vienen con una pizca de simplificación, la distinción el mecanismo de la obligación sino la aspiración, el ímpetu;
entre la asociación convencional y el grupo natural. Des- inspirada por una religión dinámica, ya no estática, en la que
de que Tönnies vio en estos dos conceptos las categorías la intuición mística se superpone a la función forjadora de
fundamentales de la sociología pura (la primera edición fábulas de la imaginación.
de su libro Gemeinschaft and Gesellschaft es de1887), los
sociólogos alemanes Vietkandt a Freyer, desde Litt a Ge- La característica de la sociedad abierta es que comprende
hlen, se ejercitaron con mucha competencia sobre esa dis- a toda la humanidad y no solamente a la familia, la raza o
tinción como tema obligado, y en buena parte de la nueva la nación; el hombre se encamina hacia ésta a saltos, en la
sociología fue tejida con hilos sumamente finos y multico- historia, llamado hacia ella por el héroe, por el genio, por
lores sobre esa frágil trama. La distinción, mientras se la el creador religioso y moral (pero el héroe que Alemania
mantuvo dentro de sus límites tuvo un valor clasificatorio idolatró en estos años no era de esta estirpe, sino era más
no desdeñable. Pero cuando en los últimos años se apo- bien de la estirpe antigua y primitiva de los jefes tribales).”
deró de ella la ciencia de estado, ésta le inoculó su veneno,
transformando una distinción de conceptos en una opo- BOBBIO, Norberto. Entre dos repúblicas. En los orígenes de la demo-
sición de valores. La comunidad, entendida como unión cracia italiana [1996]. Traducción de Ómar Álvarez Salas. México D.F.:
natural y espontánea de miembros del mismo grupo racial Siglo veintiuno, 2002. p. 85.
en el que el ‘yo’ desaparece en el ‘nosotros’, cargada de un

Fanatismo
“Por fanatismo se entiende una obediencia ciega a una idea falsa y peligrosa, no digna de ser abrazada con tan-
idea, servida con celo obstinado, hasta ejercer la violencia ta perseverancia. En esto el fanatismo se opone al entu-
para obligar a otros a seguirla y castigar al que no está siasmo: un entusiasta sigue una idea noble, generosa o
dispuesto a abrazarla. En el concepto de fanatismo está benéfica. La intolerancia de las ideas ajenas y un espíritu
implícito que a la idea a la que se apega el fanático es una de fanatismo arrebatado que no evita los medios violen-

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tos y hasta crueles, son consecuencia de una actitud y de no les dé fe; el conformismo se convierte, por así decirlo,
una mentalidad fanática. El fanatismo está relacionado en el antídoto natural del fanatismo en cuanto que la total
generalmente con el dogmatismo, o sea con la creencia renuncia a las propias ideas es el modo más cómodo de
en una verdad o en un sistema de verdades que una vez escapar del furor de las ideas ajenas. El enemigo de ambos
aceptadas ya no deben ponerse en discusión y no aceptan es el espíritu crítico, el uso de la razón confortada por la
ser discutidas por los demás, y en el terreno práctico le experiencia, que contra la exaltación de los fanáticos ense-
corresponde el sectarismo, o sea la parcialidad con los se- ña el sentido de la limitación y la virtud de la tolerancia, y
guidores y el odio para los no creyentes. En una sociedad contra la resignación de los conformistas despierta la duda
en que un grupo de fanáticos toma la delantera, se genera y enseña a reflexionar con la propia cabeza, actuando en
por contrapeso y se difunde el espíritu del conformismo. el primer caso como dique y en el segundo caso como
El conformista responde al celo obstinado del fanático con acicate.” BOBBIO, Norberto. “Fanatismo”. En: BOBBIO, Norberto;
el celo cobarde, del que no quiere correr el riesgo de ser MATEUCCI, Nicola y PASQUINO, Gianfranco (Dir.). Diccionario de
perseguido por sus propias ideas, con la aceptación resig- política. 11a ed. Madrid: Siglo Veintiuno, 1998. p. 61.
nada y servil de las verdades ajenas, aunque en lo interno

Pluralismo
“En el lenguaje político se llama ‘plu- vertical; de la teoría del liberalismo ferentes del estado), o como con las
ralismo’ a la concepción que propo- clásico que propone limitar la omni- de la doctrina democrática (porque
ne como modelo una sociedad com- potencia del estado sustrayendo a su la multiplicación de las asociaciones
puesta por muchos grupos o centros influencia algunas esferas de actividad libres puede constituir un estímulo y
de poder, aún en conflicto entre ellos, (religiosa, económica, social en gene- contribuir a la ampliación de la parti-
a los cuales se les ha asignado la fun- ral), en las que los individuos puedan cipación política). Son compatibles
18 ción de limitar, controlar, contrastar, desarrollar libremente su personali- porque tienen en común con la teoría
e incluso de eliminar el centro de po- dad; de la teoría democrática que ve pluralista el enemigo, que es el estado
der dominante históricamente identi- el remedio en la participación más como único centro de poder; de éste
ficado con el estado. amplia posible de los ciudadanos en el pluralismo ataca la tendencia a la
las decisiones colectivas. Se distingue concentración; del constitucionalis-
Como tal el pluralismo es una de las de estas pero no se contrapone: las mo, la indivisibilidad; del liberalismo,
corrientes de pensamiento político propuestas de las doctrinas pluralistas la absolutividad; de la democracia la
que se ha opuesto y continúan opo- son perfectamente compatibles tan- concepción hacia abajo y no hacia
niéndose a la tendencia hacia la con- to con las propuestas de la doctrina arriba del poder. Con frecuencia los
centración y la unificación del poder constitucionalista (ya que la división teóricos del pluralismo consideran
que es propia de la formación del es- horizontal del poder no impide sino como sistema antitético el totalitario.”
tado moderno. Como propuesta de que integra la división vertical) como BOBBIO, Norberto. “Pluralismo”. En: BOB-
remedio al superpoder del estado, el con las de la doctrina liberal (porque BIO, Norberto; MATEUCCI, Nicola y PAS-
pluralismo se distingue de la teoría de la limitación de la injerencia del po- QUINO, Gianfranco (Dir.). Diccionario de
la separación de los poderes, que pro- der estatal constituye por sí misma política. 11a ed. Madrid: Siglo Veintiuno,
pone una división del poder estatal no una condición para el crecimiento y 1998. p. 1184.
en sentido horizontal sino en sentido el desarrollo de grupos de poder di-

Abstencionismo
“Por ‘abstencionistas’ no se entiende aquí las personas en blanco debe interpretarse, en cambio, como un esta-
que no votan, […] sino aquellas que emiten su voto pero do de hostilidad ante esas opciones. Por así decirlo, el no
se abstienen de expresar su voluntad a favor de una de votante dice ‘sí’ tanto al presidente X como al presidente
las opciones (son aquellas que emiten el voto en blanco). Y, pues ninguno de los dos implica diferencia alguna (de
Se trata de situaciones distintas, aunque con frecuencia se ahí su indiferencia); el que vota en blanco manifiesta clara-
emplea el vocablo ‘abstención’ para ambas. […] podemos mente su juicio negativo para ambos: su lógica es la de ‘ni
decir que, mientras la abstención del no votante se puede el uno ni el otro’, no la del ‘uno o el otro’; esta última es la
interpretar como un estado de indiferencia ante cualquiera lógica de dos mayorías potenciales que tienden a excluirse
de las alternativas planteadas, la abstención de quien vota mutuamente. En las encuestas cualquiera se percata de la

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diferencia que hay entre no expresar la propia opinión, al prácticas relevantes en caso de que la mayoría se calcule
declinar contestar el cuestionario, y expresar una respues- a partir del número de votantes, incluidos los que votaron
ta distinta de ‘sí’ o ‘no’ marcando el cuadro correspon- por la abstención, o a partir del número de los que tienen
diente a ‘no sé’. Sobra mencionar que la clara distinción derecho a votar.” BOBBIO, Norberto. Teoría general de la políti-
entre no votantes y abstencionistas tiene consecuencias ca. Edición de Michelangelo Bovero. Madrid: Trotta, 2003. p. 486.

Teología política
“La política laica, como la entendemos hoy en día, no se El mundo burgués estuvo en ascenso mientras sus princi-
contrapone ni a una política eclesiástica, ni a una política pios coincidían con sus intereses, y no tenía necesidad de
religiosa; pero, eso sí, se contrapone a la concepción teo- enmascarar los segundos debajo de los primeros. Actual-
lógica de la política. El enemigo del laicismo, en la política, mente, cuando en la sede de los principios se ve forzado
es aquella actitud con base en la cual se enarbola, en la a decir ‘el estado para todos’, mientras en la sede de los
discusión acerca de cuestiones de intereses, el espíritu de intereses afirma ‘el estado para mí’, teóricamente defiende
intransigencia dogmática propio de las cuestiones de prin- la libertad, pero se contradice en la práctica, la proclama
cipio, de donde resulta que las cuestiones políticas, que dogmáticamente, pero en la realidad le tiene miedo. El que
son de intereses y no de principio, se postergan continua- teologiza acerca de una idea, en su interior no la quiere.
mente y se dejan sin resolver, y a su sombra encuentran Una libertad teologizada es una libertad falsificada.
lugar propicio para prosperar demasiados teólogos de
mala fe que trafican principios para defender intereses. La tarea del laicismo en la actualidad es, antes que nada,
poner al descubierto la alianza entre el espíritu teológico
La consecuencia del espíritu teológico trasladado a la de los clérigos y el espíritu mercantil de los hombres de
política no es la elevación de los intereses sino la degra- negocios.” BOBBIO, Norberto. Entre dos repúblicas. En los oríge-
dación de los principios. Todos luchan por sus propios in- nes de la democracia italiana [1996]. Traducción de Ómar Álvarez 19
tereses y levantan la bandera de los principios. Todos dis- Salas. México D.F.: Siglo veintiuno, 2002. p. 39-40.
cuten de principios y trabajan por sus propios intereses.

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y la Política (II)

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