BASE TEÓRICA DEL PROBLEMA

Los alumnos universitarios del día de hoy ya no solo integran a los segmentos de alto
rendimiento académico, Donoso y Cansino (2007) y en su gran mayoría no proviene de
sistemas educativos aventajados y pertenece a grupos sociales vulnerables, por ende se
ven asociados a un riesgo más alto de lo normal de presentar trastornos de salud mental
y si la vida universitaria que es un ciclo vital de la vida porque el sujeto se adentra a la
resolución de problemas que no se compara con otra etapa de su vida y si adherimos a
esto la carga académica, la imposición de tareas y exigencias de la propia estructura
educativa , es de considerar que a la fecha existe un aumento en los problemas de salud
mental en estudiantes universitarios.

Durante la formación de la carrera universitaria, el grupo que decidió emprender la

profesión científica de medicina suelen estar en un estado de estrés que son inherentes
a la formación académica y si a eso sumamos factores externos de estructura individual
y de contextos complejos que pueden facilitar una enfermedad mental.

Baldassin (2008) ha demostrado que los estudiantes, al inicio de su carrera médica,

presentan una carga de morbilidad psiquiátrica comparable con la de los estudiantes de
cualquier otra carrera pero progresivamente, durante los años del pregrado, se verifica
un deterioro de la salud mental de los estudiantes de medicina: se incrementan las tasas
de depresión y trastornos de ansiedad, aumenta el consumo de alcohol y otras
sustancias psicoactivas, se presentan cuadros de bulimia y aumenta netamente la
ideación suicida, bastante por encima de las cohortes de otras escuelas universitarias.

Y para evidenciar un dato histórico que respalda la afirmación de Baldassin, desde 1980
surge el fenómeno que los incipientes alumnos de la escuela de medicina entraban al
aula lleno de ilusiones, motivaciones y entusiasmo; pero al trascurrir la carrera iban
progresivamente cambiando su personalidad a una postura cínica, resentidas y
frustradas generando la causante la experiencia vivencial durante su formación
científica.
Todo lo antecedido nos indica que para comprender el cerebro se necesita diseccionar
las enfermedades mentales, y para ello la neurociencia se decanta por la teoría límbica
cortical de la consciencia, Ricardo García (2012) donde afirma que el sistema límbico es
poseedor de la conciencia y cada uno de nosotros desde la etapa oral Freudiana
absorbemos información que con el tiempo nos generamos una imagen sobre
nosotros y esta construcción se va modificando de acuerdo el paso de la niñez a la
adolescencia por ende la conciencia se ve como todo un sistema y en plena vida
universitaria se genera un autoconcepto de cada uno de nosotros para el resto de
nuestras vidas, sin embargo, en los estudiantes de medicina surge un estímulo
excesivo del cerebro y se relaciona con la disminución de la serotonina lo que conlleva
a disfunciones en el afrontamiento de problemas y un muy posible trastorno mental.