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Antecedentes

Para los antecedentes, al no existir investigaciones pasadas enfocadas directamente en el tema


que se nos ha asignado, se hará mención de algunos que llevan un fin similar, ya sea específicos de las
tendencias más importantes de la teoría jurídica contemporánea y la conexión del derecho y la moral.
-La primera investigación corresponde a AGUILERA PORTALES, Rafael E., Teoría política
y jurídica contemporánea. Problemas actuales, México, Porrúa, 2008. Presenta un contexto en el que
menciona "Se suele decir que, entre todas las ciencias sociales y humanas, la ciencia del Derecho es la
que brinda a sus estudiosos la perspectiva más conservadora. No es infrecuente observar en los
pasillos y en las aulas de las facultades de Derecho, en México como en otras partes del mundo,
jóvenes bien acicalados, con perfectos modales. Muy por el contrario, las escuelas de política,
filosofía, antropología, ciencias sociales, literatura o historia, llaman la atención porque aglomeran a
estudiantes “greñudos”, rebeldes sin causa, o defensores de las causas perdidas o más inverosímiles.
Las teorías conspiratorias señalan que esta situación no es sino el producto de las intenciones
perversas de grupos en el poder que han orientado la enseñanza de las facultades para formar a sus
cuadros..."
En este contexto, es por demás alentadora la aparición del libro de Rafael E. Aguilera Teoría
política y jurídica contemporánea. Problemas actuales. Porque dicho texto nace precisamente de una
Facultad de Derecho y Criminología, y porque, mucho más allá de las concepciones formalistas
dominantes, cercanas al llamado positivismo ideológico de Norberto Bobbio, el autor propone un haz
de temas cuya relevancia y actualidad renueva el modo tradicional de abordar los estudios de teoría
jurídica.
-La segunda investigación se trata de Manuel García-Pelayo, Las transformaciones del Estado
contemporáneo * (Alianza Editorial, Madrid, 1977) que menciona la paulatina quiebra del orden
social liberal, presuntamente autorregulado por un mecanismo inmanente (el mercado) y legitimado
por el axioma sistémico del libre (e igual) cambio, se ha interpretado —cada vez con mayor
intensidad— como un desplazamiento del medio de gobierno de la sociedad desde el sistema
económico hacia las instancias políticas; desde el mercado, pues, hacia el Estado
-Por el lado de la relación entre Derecho y moral la investigación que inicia es Derecho y
Moral por Enrique Barros Bourie, Universidad de Chile, 1983 Inicia con el tema DERECHO Y
MORAL* consideraciones a propósito de la teoría de los delitos económicos. En ella se menciona "el
sentido de que la peor de las disciplinas que uno puede imaginar es la filosofía del derecho, porque la
filosofía del derecho, en el fondo, es un cajón de sastre en donde caen los que no son ni juristas ni
filósofos1. Voy a tratar de evitar este dilema orientando el análisis hacia problemas específicos que
plantea la comprensión del derecho moderno. De este modo espero evitar la tentación de partir de
problemas estrictamente filosóficos y no jurídicos."
De acuerdo con este enfoque criminológico, la persona y el individuo son analizados en la
perspectiva del grupo. El punto de vista específico de esta ciencia consiste en buscar las razones que
motivan el comportamiento delictual. Para la criminología, el delincuente o bien es un enfermo o bien
es el producto del medio social. En el fondo es el grupo, son las instituciones económicas y las
relaciones que existen al interior de la sociedad los factores que determinan el comportamiento
delictual.
-La siguiente investigación "Sobre las relaciones y las funciones recíprocas entre Derecho y
Moral" Por ALBERTO MONTORO BALLESTEROS, 1995. En el libro se plantea que el
comportamiento humano está regulado por una pluralidad de sistemas normativos, entre los que
destacan el Derecho y la Moral. La Moral es, si cabe, un sistema normativo más complejo y
problemático que el Derecho porque ella no tiene una significación unívoca, ni equívoca, sino plural y
análoga. La Moral es un fenómeno, una realidad compleja que comprende junto a normas de carácter
individual (Moral individual que puede tener una significación religiosa o profana), normas de
carácter social 1 (Moral social), que poseen rasgos o notas que la aproximan, en diferente medida, a
los sistemas normativos constituidos por el Derecho y los usos o reglas de trato social.
Atienza, Manuel. "El sentido del Derecho" Barcelona, España, Ariel, 2001, 336 p. Atienza nos
ofrece en esta obra un conocimiento básico para la formación teórica tanto de estudiantes de Derecho,
de juristas, como de personas ajenas al mundo profesional del Derecho, lo cual en principio viene a
significar material de apoyo para la formación en esta área. El autor de manera breve, pero con la
suficiente claridad, lo cual es característico en sus trabajos, trata varios temas relacionados a la
explicación y comprensión de lo que es el Derecho. A manera de resumen del contenido de esta obra,
Manuel Atienza organiza este trabajo en diez capítulos, los cuales son: Por qué en el Derecho; Pero
qué es el Derecho; Derecho y normas; Derecho y moral; Derecho y poder; Las funciones del Derecho;
Derecho, justicia y derechos humanos; Derechos y saberes jurídicos; El Derecho como
argumentación; y, Concepciones del Derecho. Atienza inicia su exposición señalando que el Derecho,
a diferencia del Rey Midas que convertía en oro todo lo que tocaba, convierte en jurídico todo aquello
por lo cual se interesa, y basta para darnos cuenta de ello irnos a las experiencias de la vida cotidiana
en donde todo lo que pasa a nuestro alrededor tiene relación con el Derecho. Por lo cual afirma que la
ubicuidad es un hecho indudable del Derecho.
La fuente siguiente es Escudero Alday, Rafael. Positivismo y moral interna del derecho.
Centro de Estudios Políticos y Constitucionales: Madrid, 2000, p. 15-19, 1990. El debate acerca de la
relación entre el Derecho y moral tiene, como todos sabemos, una tradición milenaria. Comienza
justamente en el momento en que se inicia la reflexión acerca de cuál es la denotación de la palabra
"Derecho". No existe prácticamente ningún jurista con un mínimo de interés por cuestiones
filosóficas, que no haya intervenido en esta polémica. No es por ello aventurado suponer que ha de
estar agotado el repertorio de los argumentos disponibles y que seguir hablando sobre este tema
equivale a reiterar lo ya dicho hasta el cansancio. Lo sensato entonces sería simplemente callar.
Sin embargo, el tema mismo ejerce una fascinación tal que siempre queda la esperanza
justificadora de poder formular algunas observaciones que contribuyan a precisar el estado de la
cuestión y, sobre todo, a aclarar la propia posición. Probablemente por ello, uno abandona la vía del
silencio y se lanza a decir algo más acerca de la relación entre Derecho y moral.

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