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1. EL PROCEDIMIENTO
El procedimiento, entonces, supone una serie de actos en que el actor formula sus
pretensiones, el demandado opone su defensa, ambos ofrecen sus pruebas y el
juez dicta sentencia decidiendo el asunto debatido.
2. PLURALIDAD DE ACCIONES
El artículo 17 del Código señala que "En un mismo juicio podrán entablarse dos o
más acciones con tal que no sean incompatibles.
Sin embargo, podrán proponerse en una misma demanda dos o más acciones
incompatibles para que sean resueltas una como subsidiaria de otra."
a) Clasificación
Son terceros aquellas personas que sin ser partes directas en el juicio intervienen
en el por tener un interés actual en su resultado.
De las ideas precedentes fluye que las partes se clasifiquen en: Partes directas o
principales y en Partes Indirectas o Terceros.
Estas partes son designadas como demandante y como demandado, según el rol
que tengan en el juicio.
No obstante lo anterior, a estas partes se les puede designar con otros nombres
de acuerdo a la naturaleza del juicio o del recurso en que intervengan.
En el juicio ejecutivo se habla de ejecutante y ejecutado. En las querellas
posesorias se puede hablar de querellante y querellado.
La relación procesal que se forma en todo juicio puede ser simple o múltiple.
Cuando se produce esta última situación, se dice que hay pluralidad de partes.
A esta situación se refiere el artículo 19: "Si son dos o más las partes que entablan
una demanda o gestión judicial y deducen las mismas acciones, deberán obrar
todas conjuntamente, constituyendo un solo mandatario.
La misma regla se aplicará a los demandados cuando sean dos o más y opongan
idénticas excepciones o defensas."
La norma no sólo ordena obrar conjuntamente, sino que, además, dispone que se
debe constituir un sólo procurador o mandatario común.
Esta materia se encuentra regulada por los artículos 12 y 13 del Código, de los
que, en resumen, se desprenden las siguientes normas:
a) En los casos de que trata el artículo 19, el procurador común debe ser
nombrado por acuerdo de las partes a quienes haya de representar.
Una vez verificado el nombramiento de procurador común por las partes o por el
tribunal en subsidio, esa designación puede revocarse por el acuerdo unánime de
las partes o bien por el tribunal a petición de alguna de esas partes, habiendo
motivos que lo justifiquen.
La revocación producirá sus efectos sólo una vez que se haya constituido el nuevo
procurador. (Art. 14 CPC.)
Para ser parte como titular de una relación jurídica procesal basta tener la
capacidad de goce que reglamentan las leyes civiles y que es la aptitud legal para
adquirir derechos.
Para ser parte, basta ser titular de una pretensión fundada o infundada, aun
cuando ese titular no pueda ejercer directamente la acción correspondiente para
hacer valer su pretensión.
Esta capacidad procesal es la aptitud legal que se requiere para comparecer ante
los tribunales de justicia o para actuar enjuicio por sí mismo.
Esta capacidad para comparecer en juicio la poseen todas las personas que
según la ley sustantiva son capaces de ejercitar derechos por sí mismo sin el
ministerio o autorización de otras, es decir, aquellas personas que tienen
capacidad de ejercicio. Por lo tanto, la capacidad procesal es sinónima de la
capacidad de ejercicio que regulan las leyes sustantivas.
Esta capacidad procesal faculta sólo a los capaces de ejercicio para comparecer
ante los tribunales solicitando por sí, o en representación de otro, la declaración de
un derecho.
Lo anterior, implica que ellas deberán comparecer ante los tribunales por
intermedio de sus representantes o autorizados por ellos en el caso de los
relativamente incapaces o a través de sus representantes legales, en el caso de
los absolutamente incapaces.
Cuando esos incapaces actúan por intermedio de sus representantes se dice que
están representados y esa representación recibe el nombre de representación
judicial, la que se rige por las normas del Código Civil.
En el caso que una persona que no tenga esta capacidad procesal inicie un litigio
asumiendo el rol de demandante, el demandado puede oponer la excepción
dilatoria consagrada en el artículo 303 N° 2 del Código.
Esta capacidad especial está reglamentada sólo en las leyes procesales y a ella
nos referimos al tratar las normas de comparecencia enjuicio.
Mediante las peticiones que estas personas formulan se logra el desarrollo de la
relación jurídica procesal hasta llegar a la decisión de la cuestión controvertida.
Las personas que carecen del ius postulandi necesitan buscar el ministerio de
ciertas personas para actuar en el proceso so pena que si así no lo hacen sus
peticiones se declaran inadmisibles o improcedentes. Luego, suplen su
incapacidad técnica con esta representación típica, especial llamada
representación procesal regulada en las leyes procesales.
Los terceros son personas distintas del actor y del demandado y comparecen al
juicio una vez que éste se ha iniciado y lo hacen por tener un interés
comprometido en él, un derecho comprometido y no meras expectativas.
Esta regla general admite algunas excepciones, pues la ley, respecto de algunos
procedimientos, sólo admite la intervención de los terceros que ella indica, como
es el caso del artículo 518 del Código respecto del juicio ejecutivo.
j) Clases de terceros
Los terceros coadyuvantes son aquellos que, sin ser partes directas en el juicio,
intervienen en él una vez iniciado, por tener interés actual en su resultado,
sosteniendo posiciones armónicas y concordantes con las de una de las partes
directas.
El artículo 23 inciso primero del Código dispone: "Los que, sin ser partes directas
en el juicio, tengan interés actual en sus resultados, podrán en cualquier estado de
él intervenir como coadyuvantes, y tendrán en tal caso los mismos derechos que
concede el artículo 16 a cada una de las partes representadas por un procurador
común, continuando el juicio en el estado en que se encuentre."
Este tipo de tercero constituye con la parte directa a la que apoya una sola
identidad y, por ende, tienen los mismos derechos que le concede el artículo 16 a
cada una de las partes representadas por un procurador común. (Art. 23 incisos 1°
y 2°)
l) Terceros excluyentes (artículo 22)
El artículo 22 del Código preceptúa: "Si durante la secuela del juicio se presenta
alguien reclamando sobre la cosa litigada derechos incompatibles con los de las
otras partes, admitirá el tribunal sus gestiones en la forma establecida por el
artículo 16 y se entenderá que acepta todo lo obrado antes de su presentación,
continuando el juicio en el estado en que se encuentre."
Este tercero concurre al juicio con el fin de reclamar un derecho propio que se
contrapone al de las partes y no se confunde, como sucede con el coadyuvante,
con ninguna de las dos partes en el pleito.
m) Terceros Independientes
El inciso final del artículo 23 del Código señala: "Si el interés invocado por el
tercero es independiente del que corresponde en el juicio a las dos partes, se
observará lo dispuesto en el artículo anterior."
Esta materia es tratada en el Título IV del Libro I del Código entre los artículos 25
al 28.
Cada parte debe pagar los derechos correspondientes a las diligencias que haya
solicitado, y todas las partes, por cuotas iguales, los derechos de las diligencias
comunes, sin perjuicio del reembolso a que haya lugar cuando por la ley o por
resolución de los tribunales corresponda a otras personas hacer el pago. (Art. 25)
2°. Los derechos de cada diligencia se deben pagar tan pronto como ésta se
evacúe, pero la falta de pago, no puede entorpecer, en ningún caso, la marcha del
juicio. (Art. 26)
3°. Cuando varias personas litigan conjuntamente, cada una de ellas responderá
solidariamente del pago de los derechos que a todas afecten en conformidad a las
normas anteriores, sin perjuicio de que las demás reembolsen a la que haya
pagado la cuota que les corresponda, a prorrata de su interés en el juicio. (Art. 27)
4°. Los procuradores judiciales responderán personalmente del pago de las costas
procesales generadas durante el ejercicio de sus funciones, que sean de cargo de
sus mandantes, sin perjuicio de la responsabilidad de éstos. (Art. 28)
El inciso 1° del artículo 29 del Código señala que el proceso, aun cuando debió
decir el expediente, se forma con los escritos, documentos y actuaciones de toda
especie que se presenten o verifiquen en el juicio.
2°. Aquellas piezas que por motivos fundados se manden reservar fuera del
proceso. (Art. 34)
a) Concepto de escritos: los escritos son las presentaciones que hacen las partes
en el proceso y en las cuales dejan constancia en forma solemne de las peticiones
que formulan al tribunal.
Los escritos deben cumplir con ciertas exigencias al tenor de lo que indica la ley.
El mismo artículo 30 agrega que los escritos deben encabezarse con una suma
que indique su contenido o el trámite de que se trata.
El artículo 31 del Código dispone que junto con cada escrito deben acompañarse
en papel simple tantas copias cuantas sean las partes a quienes debe notificarse
la providencia que en él recaiga, y, confrontadas dichas copias por el secretario,
se entregarán a la otra u otras partes, o se dejarán en la secretaría a disposición
de ellas cuando la notificación no se haga personalmente o por cédula.
El tribunal ordenará, además, que la parte acompañe las copias dentro de tercero
día, bajo apercibimiento de tener por no presentado el escrito.
Las resoluciones que se dicten en conformidad a lo señalado en el artículo 31 son
inapelables.
Aun cuando la ley nada dice sobre el particular, existiendo sólo referencias
aisladas en distintos textos legales, se entiende que los escritos deben ser
firmados.
Una vez que un escrito ha sido presentado, el secretario debe cumplir con las
siguientes obligaciones:
El secretario, de acuerdo con la misma norma, debe dar recibo de los documentos
que se entreguen, siempre que lo exija la parte que los presenta, no pudiendo
cobrar derecho alguno por esta obligación ni por aquellas señaladas
precedentemente.
3°. El secretario debe hacer llegar al juez para que este emita el pronunciamiento
que corresponda en derecho, el mismo día en que se le entregue el escrito, o al
día siguiente hábil si la entrega se hace después de la hora contemplada por el
tribunal para ese fin. (Art. 33)
Los autos o expedientes no pueden retirarse de la secretaría sino por las personas
y en los casos que expresamente contempla la ley.
"Siempre que los tribunales pidan o hayan de oír dictamen por escrito del
respectivo fiscal judicial o de los defensores públicos, el secretario entregará el
proceso a aquellos funcionarios, exigiendo el correspondiente recibo. Lo mismo se
observará cuando haya de remitirse el proceso a una oficina distinta de aquella en
que se ha formado.
En aquellos casos en que otro tribunal requiera la remisión del expediente original
o de algún cuaderno o piezas del proceso, el trámite se cumplirá remitiendo, a
costa del peticionario o de la parte que hubiere interpuesto el recurso o realizado
la gestión que origina la petición, las copias o fotocopias respectivas.
Estas deberán ser debidamente certificadas, en cada hoja, por el secretario del
tribunal. Se enviará el expediente original sólo en caso que haya imposibilidad
para sacar fotocopias en el lugar de asiento del tribunal, lo que certificará el
secretario. En casos urgentes o cuando el tribunal lo estime necesario, por
resolución fundada, o cuando el expediente tenga más de doscientas cincuenta
fojas podrá remitirse el original."
Una vez que se agregan los escritos, documentos, y en general, alguna pieza al
proceso o expediente, él o ella no puede ser retirado de dicho expediente a menos
que el tribunal a petición de parte ordene el retiro de una o más piezas. Ese retiro
se conoce con el nombre de desglose. (Art. 29)
Siempre que se desglose una o más piezas del proceso, debe colocarse en su
lugar, una nueva foja con la indicación del decreto que ordenó el desglose, y el
número y naturaleza de las piezas desglosadas. (Art. 35)
Con respecto a los daños de los registros, el artículo 43 de ese Código preceptúa
que mientras dure la investigación o el respectivo proceso, la conservación de los
registros estará a cargo del juzgado de garantía y del tribunal de juicio oral en lo
penal respectivo, de conformidad a lo previsto en el Código Orgánico de
Tribunales.
Cuando, por cualquier causa, se viere dañado el soporte material del registro
afectando su contenido, el tribunal ordenará reemplazarlo en todo o parte por mía
copia fiel, que obtendrá de quien la tuviere, si no dispusiere de ella directamente; y
si no existe copia fiel, las resoluciones se dictarán nuevamente, para lo cual el
tribunal reunirá los antecedentes que le permitan fundamentar su preexistencia y
contenido, y las actuaciones se repetirán con las formalidades previstas para cada
caso, pero, no será necesario volver a dictar las resoluciones o repetir las
actuaciones que sean el antecedente de resoluciones conocidas o en etapa de
cumplimiento o ejecución.
Una tercera tesis, señala que, para reconstituir un expediente, es preciso acudir al
procedimiento incidental. En la práctica, este es el procedimiento que se emplea
por tratarse de una cuestión accesoria al juicio.
a) Concepto
Los plazos son susceptibles de clasificarse según los distintos puntos de vista o
criterios que se consideren.
Plazo individual: es aquel que comienza a correr para cada parte desde el día de
su notificación. Ejemplo: el plazo para apelar. (Art. 189)
Plazo común: es aquel que corre conjuntamente para todas las partes desde el
momento de la última notificación. Ejemplo: el término probatorio. (Art. 327)
Lo normal es que los términos sean individuales y la excepción es que sean
comunes, por lo que para que un plazo sea común, es preciso que la ley lo diga
expresamente.
III. Considerando el momento en que el plazo expira: plazo fatal y plazo no fatal.
Plazo fatal: es aquel que transcurrido el tiempo que la ley señala extingue el
derecho que debió ejercitarse dentro de él por el sólo ministerio de la ley.
La importancia de este plazo radica en que extingue el derecho que debió
ejercerse dentro del plazo por el sólo ministerio de la ley.
Plazo no fatal: es aquel que no extingue el ejercicio del derecho por el sólo
transcurso del tiempo que la ley señala, sino que, es preciso que el tribunal, a
petición de parte interesada, declare que ha transcurrido el término y, en
consecuencia, dé por cumplido o evacuado el trámite de que se trata.
Sobre esta materia el inciso primero del artículo 64 del Código señala:
"Los plazos que señala este Código son fatales cualquiera sea la forma en que se
exprese, salvo aquellos establecidos para la realización de actuaciones propias
del tribunal. En consecuencia, la posibilidad de ejercer un derecho o la
oportunidad para ejecutar el acto se extingue al vencimiento del plazo. En estos
casos el tribunal, de oficio o a petición de parte, proveerá lo que convenga para la
prosecución del juicio, sin necesidad de certificado previo."
Por lo tanto, todos los plazos establecidos en el Código son fatales, salvo que
ellos se encuentren establecidos para realización de actuaciones por el tribunal
como, por ejemplo, el plazo para dictar sentencia.
Plazo de día: es aquel que considera, como unidad de tiempo, al día. Ejemplo:
plazo de 5 días.
Plazo de meses: es aquel que considera como unidad de tiempo al mes. Ejemplo:
en general el plazo necesario para que opere el abandono del procedimiento es de
6 meses. (Art. 152)
Plazo de año: es aquel que considera al año como unidad de tiempo. Ejemplo: la
prescripción de la acción ejecutiva cuyo plazo, de acuerdo al artículo 442 del
Código, es de 3 años.
Plazo prorrogable: es aquel que puede extenderse más allá del número de
unidades de tiempo que la ley señala.
Plazo improrrogable: es aquel que no puede extenderse o ampliarse más allá del
número de unidades de tiempo que la ley señala.
1. Son prorrogables los términos señalados por el tribunal pero, para que pueda
concederse la prórroga es necesario:
2°. Que se alegue justa causa, la cual será apreciada por el tribunal
prudencialmente.
2. En ningún caso podrá la prórroga ampliar el término más allá de los días
asignados por la ley.
De estas normas se colige que los plazos judiciales son prorrogables, en cambio,
aquellos legales, por regla general, son improrrogables.
Excepcionalmente, los plazos legales pueden prorrogarse cuando la ley faculta,
expresa y determinadamente, al tribunal para ello. Ejemplo: artículo 340.
Plazo de días hábiles: es aquel que se suspende durante los días que la ley
señala como feriados.
Plazo de días corridos: es aquel que no se suspende durante los días feriados y,
por ende, corren todos los días.
Como ya hemos dicho, son feriados aquellos días que la ley indica y, además, los
comprendidos en el tiempo de vacaciones de cada año que comienza el 1 de
febrero hasta el primer día hábil de marzo. (Art. 313 C. O. T.)
c) Forma de computar los plazos
El cómputo de los plazos se rige por los artículos 48,49 y 50 del Código Civil y por
el artículo 66 del Código de Procedimiento Civil, normas de las cuales se coligen
las siguientes situaciones:
1° Todos los plazos de días, meses o años de que se haga mención en las leyes o
en los decretos del Presidente de la República, de los tribunales o juzgados, se
entenderá que han de ser completos; y correrán además hasta la medianoche del
último día del plazo.
3° En los plazos que se señalaren en las leyes, o en los decretos del Presidente
de la República, o de los tribunales o juzgados, se comprenderán aun los días
feriados; a menos que el plazo señalado sea de días útiles, expresándose así,
pues en tal caso no se contarán los feriados. (Art. 50 C. C.)
Lo anterior no regirá con los asuntos indicados en el inciso 2o del artículo 314 del
Código Orgánico de Tribunales respecto del feriado de vacaciones. (Art. 66 C. P.
C.)
Para referirse a este tipo de plazos algunos autores los distinguen con el nombre
de continuos (si se cuentan en días corridos) o discontinuos (si se suspenden
durante los feriados).
8. LAS REBELDIAS
Las rebeldías se encuentran tratadas en el Título VIII del Libro I del Código entre
los artículos 78 y 81.
a) Concepto
b) Efectos
En primera instancia:
La rebeldía de un trámite sólo permite tener por cumplido en rebeldía del afectado
el trámite preciso.
Para estos efectos hay que tener presente que una cosa es la acusación de
rebeldía y otra distinta la declaración de rebeldía.
Hoy en día esta rebeldía ha perdido en gran medida su trascendencia dado el
carácter de fatales de los plazos del Código de Procedimiento Civil y queda
reservada principalmente para los plazos judiciales.
En segunda instancia: