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INTRODUCCIÓN
Las personas invierten la mayor parte del tiempo en el trabajo (empresa privada o
pública), en ellas crecen y se educan, logrando muchos y variados objetivos
personales, por lo que es de suma importancia observar el desenvolvimiento del
factor humano dentro de las organizaciones, bajo el acelerado, incierto y complejo
ritmo de la vida (evolución), en un principio fue considerado meramente como un
factor productivo, hoy se caracteriza como un elemento estratégico de las
organizaciones, ya que depende de ellas para funcionar y alcanzar el éxito, así como
crecer dentro de las organizaciones.
Las empresas modernas consideran a los empleados no sólo como el mejor recurso
de la compañía, porque ellos son la compañía, ya que las personas operan, deciden
y actúan en nombre de la empresa. Se designan con diversos términos a las
personas que trabajan en ellas tal como: trabajadores, empleados, oficinistas,
personal, operadores, cuando le dan ese trato las pueden llamar recursos humanos,
colaboradores, asociados, si son considerados como tales son llamados talento
humano, capital humano, o capital intelectual, los cuales tienen gran valor para las
organizaciones.
Por otra parte, hemos dicho que las empresas dependen de las personas para
operar, producir sus bienes y servicios, atender a sus clientes, competir en los
mercados y alcanzar sus objetivos globales y estratégicos. Claro está que las
organizaciones jamás existirán sin las personas que les dan vida, dinamismo,
energía, inteligencia, creatividad y racionalidad. Lo cierto es que las dos partes
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dependen de una de la otra. Es una relación de mutua dependencia que proporciona
beneficios recíprocos, una larga simbiosis entre las personas y las organizaciones.
Con una buena dirección del factor humano, conseguiremos mejorar los procesos y
la rentabilidad sostenida. Es un hecho por todos conocidos que, si la persona está
satisfecha, trabaja mejor, rinde más, se capacita, aporta más ideas, se implica en el
proyecto. A la hora de establecer objetivos de mejora, es vital partir de las personas
y del valor que pueden aportar en las organizaciones.
3. BIBLIOGRAFÍA