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¿Cuáles son las universidades

más sancionadas por el


Indecopi? Aquí la lista...



Foto referencial: Difusi

A continuación, te mostramos un listado con los centros universitarios


nacionales que cometieron más infracciones en los últimos 5 años y fueron
multados por el Indecopi.

¿Sabes cuántos centros universitarios a nivel nacional, entre públicas y privadas,


han sido sancionados por el Indecopi? Con información que recogimos del diario El
Comercio, ahora podrás comprobar si te encuentras ejerciendo una carrera en
alguna de estas universidades.
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De acuerdo al citado medio, desde el año 2011, 20 centros universitarios en Perú


han sido sancionados por el Indecopi tras cometer una serie de enfracciones. Las
sanciones han acumulado montos de hasta 85,25 Unidades Impositivas Tributarias
(UIT), es decir más de 300 mil soles.
Según el registro “Mira a quién le compras”, que realizó el Indecopi en el marco de
la Ley Nº 29751, que manda a la entidad a registrar las infracciones y sanciones de
diversos proveedores, estas son las universidades del país que cometieron más
infracciones en los últimos 5 años.
Aquí puedes ver el top 5 de las más castigadas
1. Universidad Alas Peruanas: la más sancionada con 34 infracciones y multas que
ascienden a 85,25 UIT.
2. Universidad privada de Moquegua: sancionada en 32 oportunidades y con multas
que ascienden a 58,25 UIT.
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3. Universidad San Pedro (USP) de Chimbote: sancionada en 26 ocasiones por un
total de 66 UIT.
4. Universidad San Martín de Porres: multada en 23 oportunidades por un total de
36 UIT.
5. Universidad Peruana Los Andes de Huancayo: cometió 22 infracciones por un
total de 29 UIT.
FOTO: LAS 20 UNIVERSIDADES MÁS SANCIONADAS... (Fuente: El Comercio)
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o peru

o educacio
EXP. N.° 02172-2011-PHC/TC

JUNÍN

ELÍAS ANTONIO

VILCAHUAMAN NINANYA

RESOLUCIÓN DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

Lima, 5 de agosto de 2011

VISTO

El recurso de agravio constitucional interpuesto por don Elías Antonio


Vilcahuamán Ninanya contra la resolución expedida por la Tercera Sala Penal de la
Corte Superior de Justicia de Junín, de fojas 191, su fecha 19 de abril de 2011, que
declaró improcedente la demanda de autos; y,

ATENDIENDO A

1. Que con fecha 8 de marzo de 2011 el recurrente interpone demanda de hábeas


corpus contra el Fiscal de la Segunda Fiscalía Superior Penal de Junín, don Fredy
Romero Mejía, con el objeto de que se declare la nulidad de la Disposición Fiscal
Nº 026-2011-2FSPJ, de fecha 28 de febrero de 2011, y que en consecuencia, se
disponga el archivamiento de la investigación fiscal pues considera que se está
afectando sus derechos de defensa, al debido proceso, al plazo razonable y a la
libertad individual.

Refiere que el Rector de la Universidad Peruana Los Andes (UPLA) interpuso


denuncia en su contra y otras personas por la presunta comisión de los delitos
contra la administración pública en sus modalidades de usurpación de
funciones, resistencia y desobediencia a la autoridad, abuso de autoridad,
omisión de actos funcionales y otros (Exp. Nº 553-2008). Manifiesta que
existieron ampliaciones sucesivas de la denuncia contra el recurrente y otros
por la presunta comisión del delito de tráfico de influencias, corrupción de
funcionarios y otros; que finalmente se declaró no ha lugar a formalizar
denuncia en contra de los imputados, y se dispuso su archivamiento. Expresa
que contra dicha decisión se interpuso recurso de queja de derecho, y que tras
una serie de incidentes el demandado resolvió declarar fundada la queja y
disponer la ampliación de la investigación por 30 días a efectos de que se lleven
a cabo determinadas diligencias y se dispuso que paralelamente a dicha
investigación se inicie otra investigación fiscal por similares hechos contra otras
personas por la presunta comisión de los delitos de falsedad ideológica, entre
otros, y que en vía judicial se declaró la no apertura de instrucción.

2. Que el artículo 200.º, inciso 1, de la Constitución establece expresamente que


el hábeas corpus procede cuando se vulnera o amenaza la libertad individual o
los derechos constitucionales conexos a ella, lo que implica que los hechos cuya
inconstitucionalidad se denuncia mediante este proceso deben,
necesariamente, redundar en una afectación directa y concreta en el derecho a
la libertad individual.

3. Que en la presente demanda se cuestiona la disposición fiscal que declara


fundada una queja de derecho y ordenan la ampliación del plazo de
investigación. En tal sentido, se advierte que la denuncia constitucional no se
encuentra enmarcada en los presupuestos del hábeas corpus clásico, uno de los
que la afectación al derecho a la libertad individual sea concreta. Al respecto, es
de apreciar que, en cuanto al tema concerniente a cuestionamientos a las
actuaciones del representante del Ministerio Público, a través del proceso de
hábeas corpus, el Tribunal Constitucional tiene asentada su jurisprudencia en el
sentido de que tales actuaciones (la denuncia penal, la formulación de la acusación, los
requerimientos de la detención preliminar y la prisión preventiva, así como las incidencias en
el proceso investigatorio a nivel fiscal) son postulatorias frente a lo que el juzgador
resuelva en cuanto a la imposición de las medidas coercitivas de la libertad
individual que puedan corresponder al procesado [Cfr.RTC 00475-2010-PHC/TC,
entre otras].

4. No obstante, este Tribunal, en las sentencias recaídas en los Expedientes


N.os 05228-2006-PHC/TC y 02748-2010-PHC/TC ha reconocido que la duración
excesiva de una investigación preliminar puede resultar vulneratoria del
derecho a la libertad personal, no porque la investigación fiscal, eventualmente,
pueda dar lugar a que el juzgador decrete una medida restrictiva de la libertad
personal en contra del investigado o que se aduzca que dicha investigación aflige
al investigado (alegación subjetiva), sino porque aquella resulta perturbadora
del derecho de locomoción del actor, quien es sometido a la realización de un
proceso investigatorio que desborda, irrazonablemente, su duración. En tal
sentido, la vulneración del plazo razonable de la investigación fiscal se enmarca
en la modalidad de hábeas corpus restringido, el que opera cuando la libertad
individual o de locomoción es objeto de perturbaciones, obstáculos o
incomodidades que, en el hecho en concreto, configuran una seria restricción
para su cabal ejercicio [Cfr. STC 2663-2003-HC/TC]. De ahí que, la posibilidad de que
la justicia constitucional realice un control de las actuaciones del Ministerio
Público tiene su sustento, entre otros supuestos, en la garantía y el pleno
respeto del derecho al plazo razonable de la investigación fiscal, que en
determinados casos puede comportar una incidencia negativa en la libertad
individual o de locomoción que –apreciadas en su conjunto– resulte
inconstitucional.

5. Que el Tribunal Constitucional ha dejado establecido, en el fundamento 12 de


la sentencia recaída en el aludido Expediente 02748-2010-PHC/TC, que la tutela
del derecho al plazo razonable de la investigación preliminar no supone la
exclusión del demandante de la investigación, sino que, actuando conforme al
marco constitucional y democrático del proceso penal en su fase preliminar, lo
que corresponde es la reparación in natura por parte del Ministerio Público, que
consiste en emitir con la mayor brevedad el pronunciamiento sobre el fondo del
asunto que suponga la conclusión de la investigación prejurisdiccional, bajo
responsabilidad. Ahora bien, atendiendo a las facultades constitucionales y
legales del Ministerio Público, dicho pronunciamiento puede materializarse en
la formalización de la denuncia penal o en el archivo definitivo de la
investigación.

6. Que revisados los autos se advierte que si bien el recurrente alega,


principalmente, la afectación de su derecho al plazo razonable, tanto de su
demanda como del recurso de agravio constitucional (RAC), fluye que en
puridad pretende que este Colegiado ingrese a evaluar; i) si cabe la investigación
fiscal cuando la vía judicial ha asumido competencia sobre los hechos,
cuestionando el avocamiento del fiscal a la investigación; ii) la afectación del
derecho de defensa al no haberse informado oralmente ante el fiscal
emplazado; y iii) la afectación del derecho al plazo razonable por haberse
estimado la queja de derecho disponiéndose la ampliación de la investigación
fiscal. Al respecto, sostiene que [...] resulta siendo injustificable someter a
cualquier ciudadano a una investigación por plazos indeterminados [...] si se
tiene en cuenta que las diligencias o documentos a recabarse [...] no incidirán en
modo alguno sobre la calificación jurídica de los hechos [...]. Asimismo respecto
a dicho extremo, el recurrente expresa en el RAC que [...] se advierte de la resolución
emitida por el fiscal superior demandado, las “diligencias” en ella dispuestas y que deban
ejecutarse por el fiscal provincial, no cambiarán ni modificarán en modo alguno la situación jurídica
del suscrito demandante, [...] pues la actuación del suscrito como Registrador Público solo se ha
limitado a las inscripciones registrales, en tanto que las diligencias dispuestas por el fiscal superior
demandado versan sobre hechos extra registrales, en las que NO tiene ninguna participación [...].

7. Que respecto de los dos primeros extremos, cabe señalar que este Colegiado ha
expresado que procede la defensa de los derechos conexos a la libertad
individual, como son el derecho al debido proceso y a la debida motivación de
resoluciones judiciales, por ejemplo, siempre que exista una afectación concreta
al derecho a la libertad individual, es decir que la afectación a sus derechos
constitucionales conexos incida de manera negativa en el derecho a la libertad
individual. Por ello, si bien el recurrente cuestiona un avocamiento indebido por
parte del fiscal emplazado y la afectación del derecho de defensa, no existe
incidencia negativa en el derecho a la libertad individual, por tanto, resulta
aplicable el artículo 5°, inciso 1, del Código Procesal Constitucional, que señala
que “no proceden los procesos constitucionales cuando: [...] los hechos y el
petitorio de la demanda no están referidos en forma directa al contenido
constitucionalmente protegido del derecho invocado”.

8. Que en relación con el tercer extremo, se advierte que si bien el recurrente


aduce que se está afectando su derecho al plazo razonable en la investigación
fiscal –lo que, conforme hemos expresado en los fundamentos precedentes, es
susceptible de un análisis de fondo–, analizados los autos se observa que en
realidad cuestiona las diligencias dispuestas por el fiscal emplazado en la
resolución cuestionada, argumentando que tales diligencias "[...] versan sobre
hechos extra registrales, en las que no tiene ninguna participación" (sic), y que
por ello son innecesarias, razón por la que sostiene que se está dilatando la
investigación. A este respecto, estimamos que tal pretensión debe ser
desestimada en aplicación del artículo 5.1 del Código Procesal Constitucional.

9. Que a mayor abundamiento, cabe agregar que pese a que el recurrente


cuestiona la dilación del plazo de investigación, solicitó hasta en dos
oportunidades la ampliación de dicho plazo a efectos de que se realicen nuevas
diligencias, lo que contradice, a todas luces, la pretensión planteada en el
presente proceso.

Por estas consideraciones, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le


confiere la Constitución Política del Perú

RESUELVE
Declarar IMPROCEDENTE la demanda de hábeas corpus.

Publíquese y notifíquese.

SS.

MESÍA RAMÍREZ
ÁLVAREZ MIRANDA
VERGARA GOTELLI
BEAMONT CALLIRGOS
CALLE HAYEN
ETO CRUZ
URVIOLA HANI

EXP. N° 705-97-AA/TC
JUNÍN.

OVIDIO ROMAN BRAVO.

SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

En Huánuco a los dos días del mes de julio de mil novecientos noventa y ocho, reunido
el Tribunal Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional con asistencia de los señores
Magistrados Acosta Sánchez, Presidente; Díaz Valverde, Vicepresidente; Nugent y García
Marcelo, pronuncia sentencia.
ASUNTO:

Recurso Extraordinario interpuesto por don Ovidio David Roman Bravo contra la resolución
de la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Junín, de fecha doce de mayo de mil novecientos
noventa y siete, que, confirmando la apelada del diecisiete de marzo de mil novecientos noventa y
siete, declaró improcedente la Acción de Amparo, interpuesta contra don Cirilo Zenón Ortega García,
Rector de la Universidad Peruana “Los Andes”, el don Germán Saco Vertiz Valderrama, Presidente del
Comité Electoral de la misma Universidad y don Mauricio Muñoz Melgarejo, Secretario General del
citado Centro de Enseñanza Superior.

ANTECEDENTES:

Don Ovidio David Roman Bravo interpone Acción de Amparo contra los emplazados, don Cirilo
Zenón Ortega García, don Germán Saco Ortiz Valderrama y don Mauricio Muñoz Melgarejo,
sustentando su reclamo en el hecho de haberse cometido por parte de estos, una serie de
irregularidades en el proceso electoral para la elección de autoridades de la Universidad Particular
“Los Andes” (UPLA), motivo por el que solicita se deje sin efecto el mismo así como sus resultados.

Especifica, que don Jorge Pachas Guillen, quien es integrante de la Comisión Electoral
Universitaria, no garantiza suficientemente la autonomía del Comité Electoral por cuanto ocupa un
cargo de confianza como Jefe de la Oficina de Economía y Servicios Administrativos. Agrega que
debido al accionar del referido Comité Electoral, así como del Rector y el Secretario General de la
UPLA se han producido serias irregularidades que han conllevado a la elección de candidatos que no
reunen requisitos y que se encuentran impedidos. Por otra parte, denuncia, la inexistencia de un
Reglamento de Elecciones debidamente aprobado y puesto en vigencia por el Consejo Universitario,
la existencia de incongruencias entre el Consejo Universitario y el Comité Electoral y la inexistencia de
resolución emitida por organo de gobierno competente que ejecute los acuerdos de Asamblea
Universitaria y toma de acuerdos por miembros no habilitados.

El Rector de la UPLA, don Cirilo Zenón Ortega García así como el Presidente del Comité
Electoral de la misma Universidad don German Saco Ortiz Valderrama, contestan la demanda
negándola y contradiciendola en todo sus extremos, fundamentalmente por considerar que el proceso
electoral al interior de la Universidad se ha llevado con toda normalidad y sin que existan
irregularidades, especificando en todo caso que si existe un Reglamento Electoral aprobado por
Resolución N° 301-96-CU del veinticuatro de setiembre de mil novecientos noventa y seis.

De fojas doscientos cinco a doscientos siete y con fecha diecisiete de marzo de mil novecientos
noventa y siete, el Primer Juzgado en lo Civil de Huancayo, declara improcedente la demanda
fundamentalmente por considerar: Que la controversia entre las partes no corresponde tramitarse en
la vía del amparo, sino en el proceso ordinario de conformidad con el Sub-Capítulo Sexto, Capítulo
Segundo, Título Segundo, Sección Quinta del Libro Primero del Código Adjetivo, por tratarse de una
impugnación a un acto y una resolución administrativa; Que la demanda se ha planteado sin agotarse
las vías previas, ya que a tenor del artículo 3° de la Resolución N° 1286-96-ANR, la Asamblea Nacional
de Rectores puede intervenir y adoptar las medidas necesarias cuando se presenten graves
irregularidades académicas, administrativas, normativas o económicas en Universidades Privadas,
entendiéndose por graves irregularidades, aquellos actos que violan las normas constitucionales y
legales, así como las estatutarias o reglamentarias de la Universidad, cometidos por lo mas altos
órganos o autoridades universitarias en el ejercicio de sus funciones, en particular, por la Asamblea
Universitaria, el Consejo Universitario, el Rector y Vice-Rector entre otros; Que en el presente caso no
se ha cumplido con señalar que derecho constitucional ha sido vulnerado por los posibles infractores.

De fojas doscientos cincuenta y tres a doscientos cincuenta y cuatro y con fecha doce de mayo
de mil novecientos noventa y siete, la Sala Civil de la Corte Superior de Junín, confirma la apelada por
considerar: Que el demandante, junto con otros docentes de la Facultad de Educación y Ciencias
Humanas de la UPLA, postuló en la Lista “A” dentro del proceso para elegir a los miembros del Consejo
de esa Facultad y participó en dicho acto eleccionario, coligiéndose razonablemente que se sometió
a la normatividad establecida por la autoridad competente de ese Centro de Estudios Superiores, por
lo que su posterior impugnación en la vía del amparo carece de asidero legal y formal. Inclusive dos
de las docentes de dicha lista han sido elegidas y nombradas como integrantes del Consejo de la citada
Facultad, como se corrobora en la Resolución N° 008-CEU-UPLA-96; Que no se han acreditado los
presupuestos a que se refiere el parágrafo dos del artículo 200° de la Constitución Política, ni los
contenidos en el artículo 2° de la Ley N° 23506. Contra esta resolución el demandante interpone
Recurso Extraordinario, siendo remitidos los autos al Tribunal Constitucional.

FUNDAMENTOS

1. Que conforme se aprecia del petitorio contenido en la demanda interpuesta, este tiene por
objeto el que se deje sin efecto tanto el proceso electoral de autoridades de la Universidad
Particular “Los Andes”, así como los resultados finales del mismo, tras haberse cometido
diversas irregularidades por parte del Rector, el Comité Electoral y el Secretario General
pertenecientes a dicho Centro de Estudios de Enseñanza Superior.

2. Que por consiguiente y a efectos acreditar las condiciones de procedibilidad de la presente


acción o, en su caso, la legitimidad o no del petitorio formulado, debe empezarse por
señalar, que si en el presente caso, el demandante reclama respecto de graves
irregularidades administrativas cometidas al interior de la Universidad Particular “Los
Andes” o más específicamente, respecto de irregularidades cometidas durante el proceso
electoral para elegir a las autoridades de dicha casa de estudios, ha debido agotar la última
instancia en la vía administrativa previa, antes de acudir a la acción constitucional
interpuesta conforme lo establece la Resolución N° 1286-96-ANR de fecha quince de julio
de mil novecientos noventa y seis que aprueba el Reglamento del Derecho de Intervención
de la Asamblea Nacional de Rectores en universidades privadas por razón de graves
irregularidades.

3. Que en efecto, conforme al primer párrafo del artículo 2° del antes citado Reglamento “...
cuando se presenten graves irregularidades académicas, administrativas, normativas
o económicas en una universidad privada, la Asamblea Nacional de Rectores podrá,
de oficio, por denuncia documentada o a solicitud de parte interesada debidamente
justificada, intervenir y adoptar las medidas necesarias, las que pueden llegar hasta
la reorganización total de las universidades cuestionadas y el cese de sus
autoridades”, entendiéndose además por irregularidades, según el artículo 3° del mismo
dispositivo “... aquellos actos que violen las normas constitucionales y legales, así como
las estatutarias y reglamentarias de la Universidad, cometidas por los mas altos
órganos o autoridad universitaria en el ejercicio de sus funciones, en particular por la
asamblea universitaria, el consejo universitario, el Rector y los Vicerrectores” a lo que
se agrega que son específicamente irregularidades administrativas, según el inciso b). del
artículo 6°, respectivo, “la intromisión en las funciones del comité electoral
universitario o el desconocimiento de sus acuerdos o resoluciones”.
4. Que por otra parte, los hechos que se detallan como irregularidades cometidas en el proceso
electoral llevado a efecto al interior de la Universidad Particular “Los Andes”, no reflejan
de modo concreto o específico una transgresión directa de derechos constitucionales del
demandante; por el contrario resulta especialmente significativo que, conforme se aprecia
a fojas cincuenta y seis de los autos, éste último haya participado junto con otros docentes
de la Facultad de Educación y Ciencias Humanas de la misma casa de estudios en la Lista
“A” y dentro de las mismas elecciones, sin que por entonces haya objetado el modus
operandi que ahora, por vía del amparo pretende discutir.

Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, en uso de las atribuciones conferidas


por la Constitución Política del Estado y su Ley Orgánica

FALLA

CONFIRMANDO la resolución de la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Junín de


fojas doscientos cincuenta y tres, su fecha, doce de mayo de mil novecientos noventa y siete,
que confirmando la resolución apelada, declaro IMPROCEDENTE la Acción de Amparo
interpuesta. Dispone la notificación a las partes, su publicación en el diario oficial El Peruano
y la devolución de los actuados.

SS.

ACOSTA SANCHEZ

DIAZ VALVERDE

NUGENT

GARCIA MARCELO

Lsd.

EXP. N.° 01742-2010-PHC/TC

JUNÍN

LAURINDA LLANTOY
VILLEGAS

RESOLUCIÓN DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

Lima, 10 de junio de 2010

VISTO

El recurso de agravio constitucional interpuesto por


doña Laurinda Llantoy Villegas contra la sentencia de la Primera Sala Penal de la
Corte Superior de Justicia de Junín, de fojas 69, su fecha 9 de setiembre de 2009,
que declaró infundada la demanda de hábeas corpus de autos; y,

ATENDIENDO A

1. Que, con fecha 23 de julio de 2009, la recurrente interpone demanda de hábeas


corpus contra doña Alicia Abregú Canchan y don Danny William Huamán,
denunciado la violación de su domicilio y la amenaza contra su vida, y solicitando
que los emplazados se abstengan de amenazarla y de atentar contra su vida y de
las personas que participen en la diligencia de lanzamiento programada por el
Juzgado Civil para el día 7 de agosto de 2009 (Expediente N.° 2003-3252).

Al respecto, afirma la demandante –abogada de profesión– que es propietaria


del inmueble que ocupa de manera precaria una anciana, la que, presionada por
la emplazada, se niega a desocuparlo, y que por ello instauró un proceso civil de
desalojo que a la actualidad se encuentra en ejecución de sentencia, habiéndose
programado la diligencia de desalojo para la fecha antes indicada. Señala
que: i) la emplazada es una “delincuente” que viene oponiéndose al lanzamiento
con insultos y amenazas de muerte contra su persona y las demás que colaboran
en la diligencia de lanzamiento; ii) la emplazada ha sido sentenciada por haber
falsificado un título de su propiedad y además en anteriores diligencias se ha
venido oponiendo al lanzamiento, atentando contra su integridad física y su
propiedad privada, y que ello fue permitido por el Juez; iii) el Juez Provisional del
Tercer Juzgado Civil “viene suspendiendo [el lanzamiento] valiéndose de mil
artimañas en complicidad de la testaferra Alicia Abregú Canchan, [pues] sería
mucho citar los antecedentes de este mal Juez”. En cuanto a esto último precisa
que: “los delincuentes allanan mi domicilio en cualquier momento forzando la
puerta al no encontrar[la], (...) [quienes] están siendo protegidos por él manda
más de la corte (...); el Juez Provisional, fiel lacayo del mandamás de juntillas le
sirve p[or] el favorcito de haberle dado el trabajito como Juez Provisional. El Juez
solamente es un gana pan sin dignidad (...)”.
De otro lado, se aprecia del escrito de apelación de la recurrente, interpuesto
contra la resolución desestimatoria de la primera instancia del hábeas corpus
(fojas 49), la siguiente aseveración: “la Sra. Juezdeclara infundada la demanda de
acción de garantías con despalpajo sólo en base a [las] declaraciones
explicativas” (...) “La Jueza tiene esa desfachatez de declarar infundada la
demanda conociendo ampliamente [la] trayectoria oscura de la sentenciada
Alicia Abregú (...)” (sic).

Asimismo, en el escrito del recurso de agravio constitucional (fojas 76), la


demandante, refiriéndose al vocal ponente en la emisión de la resolución
constitucional recurrida, señala que: “(...) el ponente Juez renegado por su
carácter iracundo no solamente en esta Corte Superior sino en la UPLA donde
dicta algunos cursillos, todos los alumnos lo tropean, al parecer al ponente Juez
no le caigo en simpatía (...); si el Juez ponente hubiera podido pintar leyes para
mandar al paredón lo hubiera hecho (...) por decir la verdad me sancionó con
[una] amonestación”. Por otro lado señala: “(...) lo que prima en la Corte
Superior de Junín es complacer a los jueces profesionales, ya sea Juez inferior o
superior, complacer al que l[os] nombró sabe dios como”.

2. Que la Constitución establece expresamente en su artículo 200º, inciso 1, que


el hábeas corpus procede cuando se vulnera o amenaza la libertad individual o
los derechos constitucionales conexos a ella. No obstante, no cualquier reclamo
que alegue la presunta afectación del derecho a la libertad individual o sus
derechos conexos puede dar lugar al análisis del fondo de la materia cuestionada
mediante el hábeas corpus, pues para ello debe examinarse previamente si los
hechos cuya inconstitucionalidad se denuncia revisten relevancia constitucional
y, luego, si aquellos agravian el contenido constitucionalmente protegido del
derecho fundamental a la libertad personal. Es por ello que el Código Procesal
Constitucional prevé en su artículo 5°, inciso 1) que “no proceden los procesos
constitucionales cuando: 1) los hechos y el petitorio de la demanda no están
referidos en forma directa al contenido constitucionalmente protegido del
derecho invocado”.

3. Que del análisis de los autos se puede apreciar que el presente proceso fue
promovido alegándose una presunta afectación del derecho a la inviolabilidad
del domicilio y una supuesta amenaza a la integridad personal de la recurrente;
sin embargo, este Tribunal advierte que lo que en realidad se pretende es la
tutela del derecho de propiedad, cuya titularidad la recurrente refiere a su favor.
En efecto, se aprecia de los Hechos de la demanda y demás instrumentales que
corren en los autos, que lo que en realidad subyace a la denuncia de afectación
de los derechos de la libertad individual es el pedido de la actora en sentido de
que, vía hábeas corpus, se disponga que los emplazados se abstengan de
interferir en la diligencia de lanzamiento programada por el Juez civil
competente para el día 7 de agosto de 2009 (Expediente N.° 2003-3252), lo cual,
evidentemente, no tiene una incidencia directa y concreta en el derecho de la
libertad personal, ya sea como violación o amenza cierta y de inminente
realización.

A mayor abundamiento, de los autos no se aprecia elementos que generen


verosimilitud respecto de la alegada afectación del derecho a la integridad
personal, esto es, elementos que mínimamentedemuestre lo alegado; asimismo,
aun cuando el derecho a la inviolabilidad del domicilio conforma el ámbito de
protección del derecho a la libertad individual y la norma constitucional que lo
tutela manifiesta un supuesto de permanencia arbitraria en el interior del
domicilio de la persona [Cfr. RTC 01999-2008-PHC/TC], no obstante tal supuesto
no es materia de la demanda del presente caso, pues en este extremo
la accionante aduce la presunta configuración de hechos que habrían acontecido
y cesado en momento anterior a la postulación de la demanda (...allanan mi
domicilio en cualquier momento forzando la puerta al no encontrarme...), pero
tampoco se tiene elementos que generen su verosimilitud, sino acaso su mera
alegación.

4. Que, por consiguiente, la demanda debe ser rechazada en aplicación de la causal


de improcedencia contenida en el artículo 5º, inciso 1, del Código Procesal
Constitucional, toda vez que la pretensión y el fundamento fáctico que la
sustenta no están referidos en forma directa al contenido constitucionalmente
protegido del derecho a la libertad personal.

5. Que, no obstante el rechazo de la demanda, este Colegiado considera necesario


poner en evidencia la conducta impropia asumida por la actora –abogada
de profesión– quien ha postulado la presente demanda pretextando la
vulneración de derechos conexos a la libertad personal y sustentándola en
alegatos que carecen de verosimilitud, y que manifiestamente ha venido
despreciando la función de los jueces constitucionales que intervinieron en sede
judicial ordinaria del presente hábeas corpus, además de expresar frases
impertinentes contra la emplazada y el Juez del proceso civil sub materia.

No cabe duda que conductas de ese tipo constituyen una vulneración del artículo
103º de la Constitución, que proscribe el abuso del derecho, en general, y de los
procesos constitucionales, en particular. Y es que el abuso de los procesos
constitucionales no sólo constituye un grave daño al orden objetivo
constitucional, sino también a la tutela de los derechos fundamentales de los
demás ciudadanos, quienes acuden a esta vía reclamando su restitución. Esto es
así porque, al hacerse un uso abusivo de los procesos constitucionales, de un
lado, se restringe prima facie la posibilidad de que este Colegiado pueda resolver
las causas de quienes legítimamente acuden a este tipo de procesos a fin de que
se tutele prontamente sus derechos fundamentales reconocidos en la
Constitución y, de otro lado, constituye un gasto innecesario para el propio
Estado, que tiene que premunir de recursos humanos y logísticos para resolver
tales asuntos. En concreto, con este tipo de pretensiones, lo único que se
consigue es dilatar la atención oportuna de las auténticas demandas de justicia
constitucional, y a la vez frustrar la administración de justicia en general.

6. Que el artículo 49º del Reglamento Normativo de este Tribunal Constitucional,


aprobado mediante Resolución Administrativa N.° 095-2004-P/TC, establece
que: “El Tribunal puede imponer multas a cualquier persona, investida o no de
función pública, que incumpla los requerimientos de comportarse con sujeción
a lo dispuesto en el artículo 109º del Código Procesal Civil. Las multas pueden ser
de 10 a 50 Unidades de Referencia Procesal”. A su vez, el citado dispositivo del
Código adjetivo establece que: Son deberes de las partes, Abogados y
apoderados, entre otros: a) Proceder con veracidad, probidad, lealtad y buena
fe en todos sus actos e intervenciones en el proceso; b) No actuar
temerariamente en el ejercicio de sus derechos procesales; c) Abstenerse de usar
expresiones descomedidas o agraviantes en sus intervenciones; y, d) Guardar el
debido respeto al Juez, a las partes y a los auxiliares de justicia.

Al respecto, conforme a lo señalado en los artículos 2º, 3º y 31º del Código de


Ética de los Colegios de Abogados, el abogado(a) debe mantener el honor y la
dignidad profesional, no debe realizar citas inexactas o tendenciosas ni acto
alguno que estorbe la administración de justicia, y además ha de velar porque
su cliente guarde respeto a los magistrados y funcionarios, a la contraparte, a
sus abogados y a los terceros que intervengan en el asunto.
7. Que, en este contexto, el Tribunal Constitucional advierte que en la tramitación
del presente proceso de hábeas corpus la accionante ha incurrido en
una actuación impropia, pues ha venido refiriéndose a los jueces
constitucionales que participaron en instancia ordinaria con términos
despectivos e injuriosos, ofensas que también fueran dirigidas contra el Juez
provisional que conoce del proceso civil de desalojo sub materia y contra la
emplazada de la demanda, llegando incluso a sostener que: “La Jueza [de la
primera instancia constitucional] tiene esa desfachatez de declarar infundada la
demanda conociendo ampliamente [la] trayectoria oscura de la
sentenciada (...)”; “(...) el ponente [de la resolución del segundo grado
constitucional,] Juez renegado por su carácter iracundo no solamente en esta
Corte Superior sino en la UPLA donde dicta algunos cursillos (...)”; “(...) lo que
prima en la Corte Superior de Junín es complacer a los jueces profesionales, ya
sea Juez inferior o superior, complacer al que l[os] nombró sabe dios
como”; “(...) el Juez Provisional [del proceso civil sub materia], fiel lacayo del
mandamás de juntillas le sirve p[or] el favorcito de haberle dado el trabajito
como Juez Provisional. El Juez solamente es un gana pan sin dignidad (...)”; y,
entre otros, “(...) la delincuente Abregú (...)”, esto último refiriéndose a la
emplazada.

8. Que, por consiguiente, para este Tribunal estos dichos acreditan la


conducta impropia con la que ha venido actuando la recurrente en el presente
proceso de hábeas corpus, vertiendo expresiones agraviantes contra los jueces
constitucionales, la parte demandada e incluso contra un Juez civil ajeno al
presente proceso, faltando así a sus deberes de probidad y dignidad profesional
y obstaculizando la labor de los órganos jurisdiccionales encargados del servicio
de justicia por mandato de la Constitución, conducta que desnaturaliza los fines
de este proceso constitucional de hábeas corpus y a su vez resta la atención
oportuna que este Colegiado puede brindar a las auténticas demandas de la
libertad individual.

Por estas consideraciones, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le


confiere la Constitución Política del Perú

RESUELVE

1. Declarar IMPROCEDENTE la demanda, en aplicación del artículo 5, inciso 1 del


Código Procesal Constitucional.
2. Imponer a la accionante doña Laurinda Llantoy Villegas la MULTA de veinte
(20) URP, por su actuación impropia en el presente proceso constitucional.

3. Remitir copias de los actuados a la Comisión de Ética del Colegio de Abogados


de Junín (Reg. CAJ N.° 715) y a la Comisión de Ética del Colegio de Abogados de
Lima (Reg. CAL N.° 11078), instituciones a las que pertenece la
letrada Laurinda Llantoy Villegas, para que procedan conforme a sus
atribuciones.

Publíquese y notifíquese.

SS.

MESÍA RAMÍREZ
BEAUMONT CALLIRGOS
ETO CRUZ

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