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Hoy en día el uso del internet es considerado como una herramienta fundamental y de mucha
importancia en cualquier ámbito de nuestras vidas. Con el internet podemos documentarnos y
cualquier tema está a nuestro alcance.
Esta importante fuente de información nos permite obtener datos sobre temas como: Historia,
deporte, religión, salud, ciencia, arte, moda, en fin sobre cualquier tema de interés a través de una
red de computadoras que comparten información entre ellas alrededor de todo el mundo por
medio de páginas.
En los últimos decenios muchas empresas utilizan este sistema como parte de su estrategia en un
mercado global con el propósito de obtener mejores ventajas. La Web ofrece a las empresas
proveedores en la mayoría de servicios en las diferentes industrias en todo el mundo y la
posibilidad de una participación en el mercado en el que los costos de distribución o ventas son
casi nulos, reduciendo errores, tiempo y sobrecosto en el tratamiento de la información.
A través de la Web las empresas proporcionan el acceso de manera interactiva a la base de datos
de oportunidades de ofertas, el envío sobre las características o la información de un determinado
producto o servicio por esta misma vía, además de la revisión de concesiones, que permite a los
proveedores disminuir costo de una forma muy conveniente, facilitando este medio a su vez la
creación de mercados y segmentos nuevos.
El uso de este trascendental medio facilita las relaciones comerciales y el soporte a los usuarios,
debido a que posee una disponibilidad de 24 horas al día, fidelizando el trato entre la empresa y
los clientes creando un vínculo conveniente para ambas partes.
Una página de internet posee múltiples beneficios para las empresas y cualquiera empresa que
desee entrar en internet puede aplicar dos herramientas básicas y fundamentales: Las páginas
Web y el correo electrónico.
Como medio de publicidad con una disponibilidad continua y constante, todos los días y a todas
horas, promueve la comunicación con proveedores y clientes y también genera una buena imagen
lo que permite el aumento del número de clientes y el volumen de ventas de la empresa.
A esta etapa inicial sucede la segunda fase de Internet para los negocios, en la que se inicia el
comercio electrónico. Ya no basta con tener una página web, sino que es necesario añadir,
además, una tienda en línea que permita al usuario realizar directamente la compra de los
productos.
Actualmente nos encontramos en la última fase de Internet para los negocios. Ahora podría
decirse que el concepto no gira únicamente en torno a incrementar las ventas, sino que se centra
más en realizar negocios de una manera integral y completa, incluyendo las numerosas
herramientas tecnológicas que internet nos ofrece para una estrategia global empresarial.
Internet para los negocios supone en estos momentos una oportunidad de oro para
los emprendedores y las pymes, ya que basta con tener una idea de negocio innovadora para
conseguir los mejores resultados con la menor inversión, siempre que se sepa utilizar de forma
estratégica las nuevas tecnologías.
La cultura en Internet
Internet ha cambiado la vida de los consumidores a muchos niveles: si bien para las nuevas
generaciones no supone una rareza encontrar un amplio catálogo de cultura y entretenimiento a
su alcance en la red, lo cierto es que la audiencia más madura se ha acostumbrado rápidamente a
la comodidad -y variedad- que supone toda esa oferta de que disponemos a golpe de clic o a
vistazo de smartphone.
Este nuevo cambio de panorama ha provocado que los diferentes ámbitos de la cultura hayan
tenido que ir amoldándose a las diferentes modas y medios de consumo, siguiendo a marchas
forzadas el paso de los consumidores, quienes absorben e integran rápidamente los nuevos
modelos en su día a día. Si bien Internet y las nuevas tecnologías han traído consigue innegables
novedades y ventajas de las que tanto emisores como receptores disfrutamos, también es cierto
que las nuevas mecánicas han puesto en riesgo la supervivencia de determinados servicios y
productos.
Hace ya tiempo que las televisiones se encuentran en alerta: primero la piratería y, recientemente,
las plataformas de streaming online, se han hecho con buena parte de la audiencia que antes
ostentaban. Una crisis que tiempo atrás ya hirió de gravedad a la industria cinematográfica, que
tuvo que afrontar grandes pérdidas económicas respecto a la venta de DVDs y, más tarde, de
blurays, debido a la descarga ilegal de cine y series. Y si este ámbito de la cultura necesitó ponerse
en alerta, los sectores de la literatura y de la música tampoco se quedaron atrás.
En el caso del sector editorial, combatir tanto los niveles bajos de lectura de algunos estratos de la
población como el auge de los e-readers, que ha ayudado a la proliferación de la piratería, ha
supuesto reinventar nuevas formas de potenciar las campañas de marketing para resaltar el
atractivo de las últimas novedades que van saliendo al mercado. Por su parte, Internet también
supuso un duro golpe para la industria discográfica, quien vio cómo descendía en gran medida la
venta de cedés y se veía obligada a reinventarse para continuar a flote.
Sin embargo, todo tiene su doble filo, y en este caso es imposible obviar todos los aspectos
positivos que Internet ha ocasionado en la cultura. Profesionales de muchos ámbitos obtienen,
gracias a las redes sociales y a la posibilidad de hacer pública su obra, la visibilidad que de otra
manera no conseguirían o que sería mucho más difícil de adquirir. El reverso de esta misma
situación en los ámbitos mencionados también existe: tener que idear nuevas formas de hacer
accesible el consumo dentro de la legalidad ha llevado consigo la aparición de nuevas plataformas
que suponen una oferta variada y amplia para el consumidor.
Estaríamos hablando de webs de streaming que, por asequibles cuotas mensuales, permiten el
consumo a la carta de una extensa oferta de cine y series de TV; de plataformas de
recomendaciones de libros, que potencian el amor por la lectura y que ponen en conocimiento de
los usuarios cientos de nuevos y viejos títulos; y de plataformas musicales de streaming, que
funcionan como radios online a la carta donde poder escuchar en cada momento su música
favorita.
Saber cómo utilizar Internet y las nuevas tecnologías tanto en favor de los autores como de los
consumidores permite, pues, posibilidades infinitas a la hora de disfrutar de la cultura de una
manera respetuosa con los creadores.
La llegada de Internet en muchos sentidos ha nivelado el campo de juego para las pequeñas
empresas, pues pueden competir con las grandes corporaciones. La Internet ha permitido que las
nuevas empresas aumenten su exposición e ingresos, alcanzando una población de clientes
potenciales nunca antes visto en la historia. Un empresario que comprende los beneficios de
utilizar la Internet para los negocios, y aplica las prácticas, puede maximizar el potencial de su
organización.
No hace mucho tiempo, si una persona iniciaba un negocio, podía colocar algunos anuncios a nivel
local con la esperanza de lograr un renombre en la zona. La Internet ha cambiado esta práctica por
completo. Una presencia en Internet le proporciona al instante un público global a una empresa.
Clientes de todo el mundo pueden obtener información y comprar sus productos y servicios. La
población de clientes potenciales es interminable.
Rentabilidad
Quizás la mayor ventaja del uso de Internet en las empresas es su rentabilidad. Abrir y mantener
una tienda virtual cuesta una fracción del presupuesto necesario para abrir y mantener una tienda
física. La publicidad en Internet es más barata que en los medios tradicionales, y permite que los
empresarios puedan llegar a un grupo demográfico más específico. También permite que las
empresas operen sin necesidad de tener en cuenta los costos de traslado. En el sector minorista,
por ejemplo, un propietario de una tienda puede navegar y comprar bienes para revenderlos a
proveedores de todo el mundo, sin tener que abandonar la comodidad del escritorio de su
computadora
Cosecha de frutos
El objetivo es incrementar los ingresos de la empresa a corto plazo, con independencia del efecto
a largo, siendo esta una estrategia interesante cuando se tenga un futuro confuso.