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ESTUDIO EN ESCARLATA DE

SIR ARTHUR CONAN DOYLE

En esta lectura detectivesca a la que Sherlock Holmes, llamara "Estudio en


Escarlata" se lleva a cabo todos los métodos de investigaciones posibles para
resolver los misteriosos asesinatos en los que le han pedido de su colaboración
debido a su gran intuición y certeza que tiene a la hora de resolverlos; pero entre
los que más suele destacar a la hora de aplicarlos son en el método de la
exclusión, observación y primordialmente el de la deducción, estas dos últimas
siendo sus favoritas, entre muchas más que llevó acabo para desenmarañar este
trágico asesinato.

El trama comienza en el asesinato de un hombre de nombre Enoch J. Drebber,


aparentemente proveniente de Cleveland, Ohio, EE.UU, se creía que la causa del
asesinato era meramente político, pero con esa idea no se quedaba Sherlock
Holmes pues él no es alguien que se queda con lo palpable o con la lógica pura,
él se basa más en correlacionar toda la información, los hechos que encuentra en
cada investigación también basándose en lo aprendido en anteriores casos.

Sus investigaciones son meramente cualitativas, pues se fija en cada detalle


dejando a un lado las ideas o percepciones lógicas, las cuales cualquiera podría
determinar con su simple pensar, él va más allá, como en un párrafo comenta "es
fácil deducir y llegar al final, cualquiera lo puede hacer, pensar a futuro y esperar el
resultado, pero pocos son los que piensan en retroceso y he ahí el meollo del
asunto y lo fascinante.

Sherlock Holmes también muestra sus fuentes de investigación en la utilización


del método deductivo, pues él es muy analítico y observador, en este asesinato lo
demuestra pues paso a paso, se fija en cada detalle desde la tierra, las manchas y
hasta el polvo, lo que lo convierte en un investigador muy sobresaliente nada
racional al contrario de las de Scotland Yard, que como bien decía Holme actúan
con rapidez y energía, pero sin salirse de la rutina
Las conclusiones a las que llego fueron basadas analizando cada pequeño detalle,
cada estrecho concepto el cual los demás no lograban ni imaginar, como lo dicho
en lo anterior, él va más allá con sus análisis, sus deducciones, sus intuiciones,
sus reglas deductivas y su favorable capacidad para razonar hacia atrás.

Por lo que cuando Holmes le dice a los detectives de Scotland Yard “Aquí se ha
cometido un asesinato, y el asesino fue un hombre, “ese hombre tenía más de
seis pies de altura, es joven, de pies pequeños para lo alto que es, calzaba botas
toscas de puntera cuadrada y fumaba un cigarro de Trichinopoly, llegó a este lugar
con su víctima en un coche de cuatro ruedas, del que tiraba un caballo calzado
con tres herraduras viejas y una nueva en su pata derecha delantera, es posible
que el asesino sea un hombre de cara rubicunda y de que tenía notablemente
largas uñas de los dedos de su mano derecha y el cuál fue envenenado”.

Si analizamos lo antes descrito podemos definir que Holmes usa el método


analítico: ya que no estudia el objeto en su totalidad sino en partes que luego
enuncia a partir de analizar la relación que existe entre cada una; método
sintético: reúne los datos necesarios, los cuáles debe organizar y poner a prueba
para ser comprendidos a la luz de una hipótesis que se plantea como suposición;
el método hipotético-deductivo: el cuál se basó en la hipótesis que genera
teorías a partir de hechos observados mediante la inducción; el método
inductivo: como es la observación directa de hechos en particular.

Una vez resuelto el caso, Sherlock Holmes le explica a Watson como fue que dio
con el asesino de la siguiente manera:

Empecé por examinar la carretera y descubrí las huellas claras de un carruaje, el


cuál había estado allí en el transcurso de la noche, no era un carruaje particular,
sino uno de alquiler. El coche Hansom de cuatro ruedas llamado Growler es más
estrecho que el particular llamado Brougham, siendo ese el primer punto que
anoté. Avancé por el sendero del jardín, se trataba de un suelo apto para que se
graven en el mismo huellas, ya que todas las huellas que había en su superficie
encerraban un sentido para mis ojos entrenados. En la ciencia detectivesca no
existe rama más importante como el arte de reconstruir el significado de las
huellas de pies; es como fabriqué mi segundo eslabón, que me informó que
habían sido dos visitantes nocturnos, uno notable por su estatura (longitud de su
zancada), el otro elegantemente vestido, por la huella pequeña y elegante de sus
botas, quedando confirmada al entrar a la casa, por lo que de ser homicidio fue
ocasionado por el individuo alto, el muerto no tenía herida alguna, este había visto
lo que le venía encima, pude percibir un leve olorcillo agrio, se le había obligado a
ingerir un veneno, llegando a este resultado por el método de la exclusión,
debido a que ninguna otra hipótesis se ajustaba a los hechos.

El asesinato fue llevado de modo pausado, el que lo perpetró dejó huellas por toda
la habitación, estando presente desde el principio, dicha ofensa tan metódica era
de tipo privado y no político, quedando zanjada al encontrarse el anillo, al
escudriñar la habitación me confirmó la estatura del asesino, los detalles del
cigarro de Trichinopoly y la largura de las uñas, llegando a la conclusión de que la
sangre del suelo había brotado de la nariz del asesino, debido a su emoción,
cayendo en que el hombre era robusto y de cara rubicunda, lo cual fue correcto.
Telegrafié a la Jefatura de Policía de Cleveland, donde me informaron que Drebber
había solicitado protección contra Jefferson Hope, el cuál se encontraba en
Europa, por último, si alguien quiere seguirle los pasos a otra persona, ¿qué mejor
manera que hacerse conductor de un coche público? organicé mi cuerpo de
detectives vagabundos, lo último para la conjetura fueron las píldoras, todo
constitutye una cadena de ilaciones lógicas sin una ruptura ni una grieta.

Es así como Sherlock Holmes nos relata la forma en la que fue esclareciendo este
asesinato, al ir analizando y deduciendo todo lo que consideraba necesario,
tomando muestras de lo que se le iba presentando, formas, texturas, colores,
olores, cualquier mínimo detalle para él era una prueba más a su favor, para poder
crear su hipótesis la cuál al final lo llevó a la cúspide de su inequívoca y bien
acertada conclusión, muy diferente a la que los detectives de Scotlan Yard se
habían planteado.

Todo esto fue lo que lo llevo a deducir que el asesinato fue por un viejo amorío,
una romántica enemistad, en la que intervinieron el amor y el mormonismo; el
culpable al que nadie creía encontrar al final, alguien de quién los demás jamás
habrían sospechado y con quién logró dar Holmes.

Ya que fue Sherlock Holmes quién inmediatamente pidió que el chofer subiera a
echarles una mano y al llegar y agacharse por una de las maletas, fue cuando el
astuto Home lo esposó y les dijo a los otros detectives del Scotland Yard: "Aquí
tenéis al asesino." Se trataba de un tal Jefferson Hope, al que con su propio coche
lo llevaron a Scotland Yard para ser detenido pero esa misma noche que siguió a
su captura pereciera pues le estalló el aneurisma.

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