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La leyenda del Jilguerillo en Guatemala

Conoce aquí la leyenda del Jilguerillo, una de las menos conocidas, pero que posee
elementos que reflejan parte de los antepasados de Guatemala.

Guatemala es un país lleno de interesantes historias y mitos, descubre de qué se trata la


mágica leyenda del Jilguerillo.

Leyenda del Jilguerillo


La leyenda cuenta que hace mucho tiempo, en Guatemala se estableció una tribu
indígena. Entre ellos había un guerrero llamado Batsu, quien era muy cruel.

Un día este guerrero se propuso buscar esposa y eligió a una mujer joven y hermosa
llamada Jilgue. Ella acostumbraba a pasear por el bosque cantando como un pajarillo.
Jilgue se enteró de las intenciones que tenía Batsu hacia ella, quien conociendo la crueldad
del guerrero decidió huir y esconderse en el bosque.

Cuando Batsu se enteró de que Jilgue había desaparecido se enfureció y envió a todos sus
guerreros en busca de ella. Luego de buscar por un tiempo, escucharon el canto de Jilgue.
Pero cuando creyeron estar cerca del lugar de dónde venía el canto, Jilgue desapareció.

Batsu estalló en cólera y ordenó que se quemara el bosque. Cuando las llamas comenzaban
a expandirse le gritó a Jilgue que si salía podía salvarse, pero ella le respondió que antes
prefería la muerte, el fuego se hacía cada vez más fuerte. Luego se pudo observar cómo
Jilgue, inconsciente, caía al suelo. Pero un pajarillo color ceniza, con patas y pico rojo,
comenzó a cantar sin cesar.

Luego se dieron cuenta de que no era el canto de un pajarillo, era la voz de Jilgue que desde
entonces se sigue escuchando en el canto de los jilgueros que hoy habitan los bosques de
las tierras de Guatemala.
Leyenda de los penitentes de la
Recolección en Guatemala
09 diciembre 2016 11:25 am | Por: Gabriela

Los penitentes de la Recolección. (Foto: FB Noches de terror)


Descubre los elementos históricos y culturales que forman parte de la tradición oral en la
leyenda de los penitentes de la Recolección en Guatemala.
Leyenda
Según las leyendas de Guatemala, los vecinos del barrio de la Recolección, escuchan por
las noches los pasos de penitentes fantasmas que quieren librarse de sus culpas. Quienes
los han visto afirman que además de ir encadenados, visten capuchones antiguos y algunos
se flagelan.
Son ánimas por las cuales las mujeres mayores dicen hay que rezar ya que verlos
atemoriza, pero también provoca pena y compasión porque a nadie le gustaría estar
eternamente encadenado a sus malas acciones.
Se cree que esta leyenda se dio a conocer previo al terremoto de 1917 en Guatemala, en
el barrio de la Recolección. Los vecinos del lugar afirmaban que no era prudente salir, ya
que los penitentes eran almas en pena cuyo propósito era llevarse a más personas con ellos.
Un hombre habitante de dicho barrio esperó una noche a que se aparecieran los penitentes,
cuando llegó el momento, vio pasar un centenar de personas cubiertas con trajes oscuros,
capuchones y una vela encendida en la mano, iban rezando, pero no se entendía lo que
decían.
Uno de los penitentes se acercó a él y le entregó una de las velas, a la mañana siguiente
encontró un hueso en lugar de la vela. Lo que procedía era devolver el hueso a uno de los
penitentes, pero cuando lo intentó, el penitente lo tomó del brazo y se lo llevó con ellos.

Los penitentes de la Recolección. (Foto: Google)


Lo que no sabías
 Otra de las versiones de esta leyenda afirma que las personas se pueden salvar de los
penitentes al acudir a ellos acompañados de un niño pequeño.
 Se suele decir que los penitentes aparecen cerca de lugares sagrados como templos e
iglesias.
 La iglesia de la Recolección es uno de los más antiguos templos en Guatemala de la
Asunción.
Leyenda del Bulto Negro de la Calle
(Foto: elmendo.com)
Muchas historias se cuentan en Santa Rosa, te compartimos la leyenda del Bulto Negro de
la Calle, conoce cómo y dónde es que puede aparecer el bulto.
Leyenda
En una pequeña localidad de Guatemala suceden con frecuencia sucesos similares al que
nos relata un ciudadano que se topó con un extraño bulto negro cuando regresaba a casa
de noche.
Hay un camino principal que comunica a Taxisco con el pueblo de Cacahuito, Santa Rosa,
alrededor de este camino hay casas de barro muy antiguas y entre casa y casa hay fincas de
ganado, también hay cultivos de maíz.
Es costumbre de los hombres ir al pueblo por los callejones a tomar cerveza y jugar al
billar, a veces regresan a muy altas horas de la noche, borrachos, casi siempre en grupos.

(Foto: El País)
Una de esas noches, Fabio, un labrador del pueblo, decidió regresar solo a su casa,
aprovechando que había comprado una bicicleta, la noche estaba muy oscura porque no
había Luna y los postes de alumbrado tenían los faros rotos.
Fabio justo a mitad de camino iba pedaleando lento, cuando de pronto vio algo que le
pareció como un borracho tendido en mitad del camino, se preocupó por el posible estado
de aquel hombre, así que se bajó de su bicicleta y le gritó: “¡Despertate!”.
Como no pasó nada, Fabio se acercó más y le dio una ligera patada, cuál sería su sorpresa
cuando sintió que no era el cuerpo de un hombre, era como un bulto, de consistencia
gelatinosa, que al ser pateado, salió flotando hacia la finca, los cabellos de Fabio se erizaron
y un escalofrío recorrió su cuerpo.

(Foto: elmejorplandelmundo.com)
La borrachera se le fue inmediatamente y como pudo, agarró su bicicleta e intentó pedalear
pero la cadena se había zafado, así que la arrojó y salió corriendo como alma que lleva el
Diablo y gritando por todo el camino.
Al llegar a casa, su mamá le abrió las puertas y él cayó desmayado y nunca más volvió a
regresar tarde del pueblo.

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