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Lo mismo sucede con la energía en una casa donde existen 4 miembros o mas de
la familia y todos con vehículos, la simple “autonomía” que todos desean tener
trae como consecuencia es un mayor consumismo de gasolina y deterioro de
nuestra atmosfera con los atascamientos en el trafico y el gran deterioro del suelo,
aunado a que las temperatura variante generada por el calentamiento global
existente lleva a que todas y cada una de las habitaciones se acondicionen como
hoteles 5 estrellas, plasmas, aires acondicionados, baños privados, neveras
ejecutivas entre otras comodidades solo son superficiales soluciones, por el
contrario si educamos que la reducción al consumo de estos reduciría justamente
el calentamiento global el cual lo que nos hace es ser cada día mas consumidores.
ENEZUELA
Introducción
Con 912.050 kilómetros cuadrados de superficie, Venezuela es un país rico en recursos naturales
renovables y no renovables. Entre estos últimos destacan los recursos energéticos, como los
hidrocarburos, el carbón y el potencial hidroeléctrico.
En el caso de los recursos naturales renovables se destacan sus numerosos bosques, lagos,
lagunas, ríos y su rica fauna.
Sin embargo, en las últimas décadas se ha observado un creciente deterioro tanto del ambiente
construido como del ambiente natural, a pesar de su relativamente escasa población —unos 20
millones de habitantes.
Las concentraciones urbanas exhiben evidentes signos del impacto ambiental por factores tales
como la acumulación de basura, contaminación atmosférica, contaminación sónica y visual,
degradación de las plantas, deterioro de las vías y los edificios.
Las zonas periféricas de las grandes ciudades están gravemente intervenidas y en ellas se
levantan concentraciones marginales que, como en el caso de Caracas, albergan más del
cincuenta (50%) de la población.
En esas zonas la basura se dispersa libremente, la naturaleza ha sido totalmente eliminada, y
raramente existen sistemas de alcantarillado y de distribución de aguas. Existe por tanto una alta
incidencia de enfermedades que pueden vincularse a factores ambientales.
Los espacios naturales están siendo sometidos a una fuerte presión social a pesar de la avanzada
legislación ambiental venezolana, de la existencia de una política ambiental por parte del Estado
que es pionera a nivel mundial y de una creciente sensibilización ciudadana sobre la materia.
Sin embargo, el daño en el ambiente natural no es tan profundo en la mayoría de los casos.
Además, parece existir una voluntad política de hacer frente, al menos, a los impactos más
severos, como la contaminación de los lagos de Maracaibo y de Valencia.
En ello, obviamente, la posición del Estado es fundamental. Pero su actividad sería inútil de no
contar con la participación activa y consciente de la población. Y, para lograr eso se requiere de un
proceso de educación y difusión ambiental en el sistema formal de educación.
Más recientemente, Venezuela ha tenido una posición muy activa en el marco del proyecto
subregional sobre Medio Ambiente y Desarrollo que adelantan el Convenio Andrés Bello y la
Fundación Konrad Adenauer. La última reunión de este proyecto subregional fue realizada en 1991
en Caracas, presentando Venezuela la ponencia “La investigación y la educación ambiental en el
marco del III Plan Nacional de Ciencia y Tecnología”.
Bajo este título trataremos los principales problemas ambientales que confronta Venezuela. En un
sentido general, se puede decir que la educación ambiental a nivel de las escuelas, entendida ésta
como un proceso permanente que involucra al educando y a la comunidad, puede coadyuvar en la
búsqueda de soluciones para la mayoría de ellos. Eso es particularmente cierto para los problemas
vinculados a la contaminación por basura, la contaminación de los cuerpos de agua, la amenaza a
la fauna silvestre y la destrucción de la masa vegetal por incendios.
Sin embargo, esa incidencia está condicionada por la localización y magnitud del impacto
ambiental, así como por la posibilidad de acción conjunta con organismos del Estado.
Contaminación del agua
Desde hace muchos años, en Venezuela se han hecho análisis sobre la calidad de las aguas. Pero
recién en la década pasada se ha elaborado una planificación a largo plazo para conocer el estado
en que se encuentran los recursos hidráulicos nacionales.
De los estudios realizados surge que un gran número de cuencas hidrográficas, algunas de ellas
de gran importancia, están altamente contaminadas. Igualmente, los principales sectores costeros
cercanos a grandes ciudades y a centros de explotación petrolera presentan altos índices de
contaminación.
Las principales causas de tal contaminación son: 1) En el ámbito urbano, el sostenido proceso de
urbanización (que lleva a que en la actualidad el 82% de la población venezolana viva en centros
urbanos) y el crecimiento industrial, los cuales generan gran cantidad de efluentes líquidos y
desechos sólidos que van a parar a los cuerpos de agua, especialmente los que se encuentran
cerca de las grandes urbes. Hay que destacar que en Venezuela hay relativamente muy pocas
plantas de tratamiento de aguas industriales o domiciliarias, por lo que éstas son vertidas en forma
cruda en el mar o los ríos; y 2) En el área rural, la contaminación es por causa del uso intensivo de
fertilizantes y pesticidas químicos.
Aunque no se han hecho estudios exhaustivos al respecto, se estima que también existe un
proceso sostenido de contaminación de las napas subterráneas, por la infiltración de efluentes
contaminantes dispuestos en la superficie.
El Lago de Maracaibo, en el Estado Zulia, es el principal lago venezolano. Tanto este lago
como el Golfo de Venezuela presentan una grave situación a causa, fundamentalmente, de
la actividad petrolera y de las numerosas descargas industriales y domiciliarias. Además de
una considerable contaminación fecal, en algunas zonas del Lago de Maracaibo se han
detectado altas concentraciones de vanadio y mercurio.
Además del Lago de Maracaibo propiamente dicho, en la región se encuentran afectados los ríos
Paraguachón, Táchira, Chama y Motatán.
Al igual que en el caso del Lago de Maracaibo, el de Valencia llegó a un grado de contaminación
tal que el Estado decidió formular un programa de recuperación a mediano plazo, a un costo
estimado de unos 160 millones de dólares. En el financiamiento y apoyo técnico del programa
participan la Comunidad Económica Europea y el Gobierno de Japón.
En la misma región central, presentan alta contaminación los ríos Tuy, que surte de agua a
Caracas, y el Guaire, que es una cloaca abierta de la capital.
En la región centro-occidental, los ríos Tocuyo y Aroa presentan altos grados de
contaminación. Igualmente, varios ríos de los llanos centrales y occidentales (Uribante,
Torbes, Turbio, Sarare, Nirgua, San Carlos, Pao y Guárico) presentan serios problemas de
contaminación.1
En la zona oriental, los ríos Guarapiche, Unare y Manzanares están altamente
contaminados, especialmente por descargas domiciliarias.
En la región sur-oriental se ha establecido que el río Caroní presenta altos niveles de
concentración de mercurio, debido a la actividad minera en su cuenca y en sus afluentes.
De acuerdo a estudios recientes, como el de la empresa Litos,2 se han encontrado
concentraciones de mercurio de hasta 3.670 ugr en el sedimento del río Caroní; es decir,
183 veces por encima de los niveles permisibles. Igualmente, se han detectado altas
concentraciones mercuriales en peces y en habitantes de la zona.
En las aguas costeras cercanas a grandes ciudades se encuentra un alto nivel de
contaminación por el vertido libre de aguas servidas y desechos industriales en el mar. Por
otro lado, las aguas marinas cercanas a centros de actividad petrolera (extracción,
refinación, embarque), petroquímica y de plantas termoeléctricas, presentan apreciable
contaminación.
Como consecuencia de esa realidad, existe un sostenido proceso de contaminación por basura y
otros desechos sólidos. En la mayoría de las pequeñas ciudades y pueblos, los desechos
domiciliarios e industriales son depositados en cualquier vertedero a cielo abierto.
Análisis de muestras de basura venezolanas han arrojado los siguientes datos sobre su
composición:
Por otro lado, existen graves problemas en la disposición de desechos tóxicos provenientes de la
industria. Se estima que, a nivel nacional, se generan diariamente unas 500 toneladas de
desechos tóxicos, sin que existan mecanismos apropiados para su procesamiento.
La contaminación por basura es apreciable en las zonas costeras, especialmente cerca de las
grandes ciudades.
Aunque el problema no reviste la gravedad de Ciudad de México, Santiago de Chile o São Paulo,
en las grandes ciudades venezolanas se aprecia contaminación atmosférica.
En casi todas las regiones, el parque automotor juega un importante papel en el proceso de
contaminación atmosférica.
Al destruir sus habitats se ejerce una fuerte presión sobre las poblaciones de animales,
ocasionando una disminución de sus miembros.
Aunque no existe aún una amenaza de extinción, ha habido una fuerte presión sobre las
poblaciones de babas (caiman crocodilus), delfines y chiguires o capibaras. En el caso de las
babas, la presión proviene de una tendencia a su sobreexplotación con fines de exportación.
Igualmente, se han hecho denuncias, aunque no existen estudios al respecto, en relación con la
exportación ilegal de peces ornamentales y aves tropicales hacia los países del norte.
En Venezuela, aproximadamente la mitad del territorio está cubierto de algún tipo de bosque, y se
conocen unas 15.000 especies vegetales. Aproximadamente el 10% del territorio nacional está en
condición de área protegida. Por otro lado, se han detectado tres grandes áreas poseedoras de
ecosistemas únicos en el mundo.
Hay cuatro grandes formaciones de flora: de selva, de sábanas, de páramos y de desierto. Como
una formación específica de la selva, existen numerosos manglares.
La intervención en las formaciones de flora se hace para: agricultura itinerante (el “conuco”); para
explotación de madera; para desarrollo urbano; para construir vías de comunicación e
instalaciones sociales; y para uso ganadero y agrícola. Tal intervención se hace a través de la tala
y de la quema.
Pero también se produce un impacto algunas veces involuntario y otras intencional: la quema.
Cada año se devastan de esta manera decenas de miles de hectáreas en todo el territorio.
Como consecuencia de la intervención humana, directa o indirecta, se calcula que en las últimas
décadas se ha deforestado el 32% de los espacios naturales del país,4 y el proceso sigue su curso.
Ello ocurre, incluso, en áreas protegidas.
Uno de los casos más graves es el de la reserva forestal de Ticoporo, a la que se le asignó una
extensión de 270.000 hectáreas en 1955. En la actualidad sólo quedan 187.000, de las cuales
72.000 están ocupadas en actividades ajenas a la forestal. La principal afectación de esta reserva
ha sido para dedicar tierras a la reforma agraria (40.000 hectáreas en 1959 y 43.000 hectáreas en
la década pasada).
Otra área que ha sufrido un gran impacto es la Amazonia venezolana. Su devastación se debió a la
explotación minera. Miles de pequeños mineros, tanto venezolanos como extranjeros, despejan
vastas zonas selváticas, modifican el curso de los cuerpos de agua y utilizan mercurio para la
explotación aurífera.
La degradación de los suelos potencialmente cultivables genera una presión sobre sectores
vírgenes. Tanto los particulares como el Estado tienden a ampliar la “frontera agrícola”,
interviniendo sectores de bosques para dedicarlos a la explotación vegetal.
También ocurre que suelos aptos para la agricultura, son dedicados a la ganadería, obteniendo de
ellos un porcentaje mínimo de su potencial productivo.
En el país casi no se usan métodos de protección de los suelos, tales como el cultivo en terrazas,
cultivo en contornos, las zanjas de laderas, el cultivo en franjas o la utilización de barreras
naturales contra el viento. El método de agricultura orgánica no se utiliza, salvo para explotar
pequeños huertos familiares.
La educación ambiental venezolana tiene un vasto marco legal, con disposiciones directas e
indirectas que surgen de la Constitución Nacional, leyes orgánicas y ordinarias, decretos,
ordenanzas y resoluciones.
Las disposiciones legales fundamentales han surgido a partir de la creación del MARNR en 1976,
como expresión de una intensa preocupación surgida en el país respecto a materia ambiental.
Sin embargo, ya en la Constitución promulgada en 1961 se establece en el artículo 106 que “El
Estado atenderá a la defensa y conservación de los recursos naturales de su territorio, y la
explotación de los mismos estará dirigida, primordialmente, al beneficio colectivo de los
venezolanos”.
En Venezuela, la educación ambiental, aun la formal que se imparte en el salón de clases, está
estrechamente vinculada con la participación ciudadana. Ello se expresa claramente en todos los
instrumentos legales que conforman su marco jurídico. De especial atención son el Reglamento
Parcial Nº 1 de la Ley Orgánica del Ambiente, la Ley Orgánica de Régimen Municipal y el Decreto
Presidencial sobre Regionalización y Participación de la Comunidad en el Desarrollo Regional.
Por su parte, la Ley Orgánica de Régimen Municipal,6 promulgada en 1988, regula la participación
de las comunidades organizadas en la solución de los problemas que afectan su calidad de vida.
Entre otras cosas, establece en su artículo 6 que las asociaciones de vecinos deben “contribuir a la
conservación y mejoramiento del ambiente, en conformidad con lo dispuesto en la Ley Oránica del
Ambiente y sus reglamentos”.
En lo que se refiere a disposiciones ambientales contempladas en las leyes específicas del ámbito
educativo, Venezuela tiene un amplio recorrido. En la Ley de Educación Nacional de 1940, cuando
se define la educación, se expresa que es:
Agrega que las escuelas nacionales “tomarán en cuenta para su trabajo docente el medio
ambiente y las características regionales, a fin de familiarizar al niño con la naturaleza circundante
y las formas de producción y trabajo”.
Como se puede apreciar, hace más de medio siglo, ya la educación venezolana tenía una filosofía
ambientalista, independientemente que, para esa época, aún no se había manifestado la intensa
preocupación actual por los problemas del ambiente.
En el artículo 13, título I, se dispone que hay que promover la participación de la familia, de la
comunidad y de todas las instituciones en el proceso educativo. Esta disposición es muy
importante, por cuanto a través de ella la escuela se convierte en un ente vinculado a la vida de la
comunidad donde actúa. Ello resulta de alta conveniencia en materia de inducción de procesos de
sensibilización y formación para la defensa del ambiente.
Por otro lado, en las normas complementarías contempladas en la Ley de Educación de 1980 con
respecto a la organización y funcionamiento de la comunidad educativa, se precisa: “los programas
de educación ambiental, de educación física y deporte estudiantil, serán objeto de especial
atención por parte de la comunidad educativa, con miras a una mayor vinculación con la
comunidad local”.
a los efectos de esta Ley, la conservación, defensa y mejoramiento del ambiente comprenderá (...):
Ordinal 6º: La orientación de los procesos educativos y culturales, a fin de fomentar la conciencia
ambiental....
Ordinal 8º: El fomento de iniciativas públicas y privadas que estimulen la participación ciudadana
de los problemas relacionados con el ambiente.
Acatando las leyes que rigen su actividad en materia de educación ambiental, el MARNR y el
Ministerio de Educación firmaron, en 1980, un convenio para viabilizar un proceso en ese sentido.
Los dos despachos se comprometieron a establecer una coordinación interinstitucional para
alcanzar los siguientes objetivos:
La Constitución Nacional, las leyes señaladas, las resoluciones y convenios aludidos, forman el
marco legal de la educación ambiental en Venezuela.
Es imprescindible señalar que la conformación de ese marco legal ha sido la resultante de un largo
proceso histórico en el que han intervenido variables de orden externo e interno.
Esta acotación es necesaria, por cuanto cada nación genera un proceso particular en este campo.
Ello presupone, por supuesto, que lo ambiental se entiende como algo totalizador en el que no sólo
están presentes elementos del medio natural, sino también del medio social, incluyendo lo
histórico-cultural.
Tomando como absolutas las cifras de los presupuestos del período señalado, éstas alcanzan un
monto total de 79,7 millones de bolívares.9 La distribución ha sido de la siguiente manera: 3,65
millones para 1984; 3,74 millones en 1985; en 1986, 2,56 millones; 3,23 millones para 1987; en
1988, 3,96 millones; en 1989, 6,51 millones; en 1990, 15 millones; y para 1992, aproximadamente
30 millones.
Durante el período 1984-1992 (primer trimestre), se realizaron cursos de formación para un total de
95.136 docentes, a través del convenio MARNR-Ministerio de Educación para los niveles de
escuela preescolar y básica.
En el área de preescolar se formaron 17.068 docentes, es decir, el 49,54% del total de maestros
estimados en este sector. En el ámbito de la escuela básica se formaron 78.068 docentes, que
representan el 45,5% del total de docentes de este nivel.10
Si al presupuesto total acumulado se le restan los 30 millones asignados en 1992, resulta que el
costo de capacitación por docente, contemplando solamente el presupuesto asignado a la DEA, es
de 522,63 bolívares, una cifra muy baja.
Contemplando sólo el presupuesto asignado por el MARNR a esta actividad, se puede concluir que
la educación ambiental recibe relativamente poca atención del Estado Venezolano. Ello,
obviamente, constituye una traba para el desarrollo de este programa.
Sin embargo, en el curso de la investigación que hemos realizado se han podido establecer costos
indirectos del orden de los 1.720 bolívares en el caso de la formación de los maestros de la
Educación Básica y 2.000 bolívares en el caso de los docentes del sector preescolar, lo cual eleva
el costo total por docente capacitado a 2.242,63 bolívares en el caso de la escuela básica y a
2.522,63 en el caso de la escuela preescolar.
Estos costos indirectos dan cuenta del costo en salario de los docentes involucrados, comidas y
materiales de apoyo suministrados por entes y empresas privadas que apoyan el programa.
Agentes contaminantes
LOS DIEZ PRINCIPALES AGENTES DE CONTAMINACION :
Los contaminantes pueden ser naturales o sintéticos, lo que quiere decir que están
elaborados por humanos. Los agentes contaminantes pueden encontrarse en la forma de
elementos gaseosos, líquidos o sólidos.
El SO2 es producido por los volcanes y en varios procesos industriales. Ya que el carbón y
el petróleo a menudo contienen compuestos de sulfuro, su combustión genera dióxido de
sulfuro.
Éste gas corrosivo no puede ser visto u olido cuando se encuentra en bajos niveles, pero en
altos niveles puede tener un olor a huevos podridos.
El SO2 es tóxico en altas concentraciones, pero sus principales efectos contaminantes son
asociados con la formación de aerosoles y lluvia ácida. La lluvia ácida es una de las
mayores causas de preocupación por su impacto ambiental.
La exposición al dióxido de sulfuro puede afectar a las personas que tienen asma o
enfisema, ya que dificulta la respiración.
También puede irritar los ojos de las personas, la nariz, y la garganta. El dióxido de sulfuro
puede causar daño a los árboles y a las cosechas, puede dañar edificios, y puede dificultar
que las personas puedan ver a larga distancia.
2- Ozono
El ozono es un gas que puede ser encontrado en dos lugares. Cerca del suelo, en la
troposfera, es un gran componente del smog.
El ozono dañino en la atmósfera baja no debería ser confundido con la capa protectora del
ozono en la parte alta de la atmósfera (estratosfera), la cual impide que los rayos
ultravioletas lleguen a la Tierra.
El ozono cerca del suelo puedo causar un número de problemas de salud. El ozono puede
llevar a ataques de asma mas frecuentes y puede causar dolor de garganta, tos y problemas
para respirar.
Incluso puede llevar a la muerte prematura. El ozono también puede causar daños a las
plantas y a las cosechas.
3- Monóxido de carbono
Este gas no puede ser visto ni olido. El monóxido de carbono es liberado cuando los
motores queman combustibles fósiles. Las emisiones son más altas cuando los motores no
están afinados y cuando la gasolina no se quema por completo.
Los automóviles emiten mucho del monóxido de carbono que se encuentra en el ambiente.
Los calentadores caseros también pueden emitir altas concentraciones de este elemento si
no se mantienen correctamente.
El monóxido de carbono hace que sea más difícil para las partes del cuerpo tener el oxígeno
que necesitan para funcionar correctamente.
En altas concentraciones es fatal. Las personas mayores con enfermedades cardíacas son
hospitalizadas más a menudo cuando son expuestas a altas cantidades de monóxido de
carbono
4- Plomo
Este metal azul grisáceo es muy tóxico y puede ser encontrado en muchas formas y
locaciones. En el exterior, el plomo proviene de los carros en áreas donde la gasolina sin
plomo no es utilizada. El plomo también puede venir de plantas de energía y de otras
fuentes industriales.
Las altas cantidades de plomo pueden ser peligrosas para los niños pequeños y puede llevar
a coeficientes intelectuales bajos y problemas en los riñones.
5- Dióxido de nitrógeno
El dióxido de nitrógeno también puede reaccionar en la atmósfera para formar ozono, lluvia
ácida, y partículas.
La exposición a este elemento puede causar tos y puede causar problemas respiratorios. Las
personas que se exponen por un largo tiempo tienen una mayor probabilidad de tener
infecciones respiratorias. Cuando forma lluvia ácida, puede ser dañino para las plantas y los
animales.
Son una variedad de químicos que se conoce o se sospecha causan cáncer. Algunos
contaminantes en esta categoría incluyen el arsénico, el asbestos, el benceno, y la dioxina.
Cada contaminante viene de una fuente distinta, pero muchos son creados en plantas
químicas o son emitidos cuando los combustibles fósiles son quemados.
Estos contaminantes pueden causar cáncer. Algunos contaminantes aéreos también causan
defectos de nacimiento. Otros efectos dependen del contaminante, pero pueden incluir
irritación en la piel, en los ojos y problemas respiratorios.
7- Gases invernadero
Son los gases que se quedan en el aire por un largo tiempo y calientan al planeta. Algunos
de estos gases incluyen el dióxido de carbono, el metano y el óxido de nitrógeno.
Los gases invernaderos pueden causar cambios en el clima del planeta como
temperaturas extremas, altos niveles del océano, cambios en la composición del bosque y
daños a la tierra cerca de la costa.
La salud humana también se puede ver afectada por las enfermedades relacionadas con los
cambios de temperatura o por los daños al suelo y el agua.