Você está na página 1de 4

El mundo romano

Desde el siglo VIII a. C. el mundo mediterráneo fue dominado por un nuevo pueblo, el romano, que formó el
imperio más grande de la Antigüedad.

Ubicación geográfica
La ubicación geográfica de la civilización romana antigua es la actual Península Itálica que tiene forma de “bota”;
en el valle de las Siete Colinas, cercanas al río Tíber
Al norte la península limita con la cadena montañosa de los Alpes, al sur se encuentra el Mar Jónico, al este con el
Mar Adriático y al oeste con el mar Tirreno.

Fue el lugar estratégico para mantener contacto con todas las zonas del Mediterráneo.
El territorio está compuesto además de una importante cadena montañosa llamada Los Apeninos, que a pesar de
dividir la península en el centro de su longitud posee pasos naturales que permitieron la comunicación efectiva
entre Este y oeste y por lo tanto también entre el mar Adriático y el mar Tirreno.
El desarrollo de la cultura romana se vio facilitado por sus diversas fuentes de agua dulce como el río Pó ubicado
en el norte de la península, y el río Tíber en el centro, río que además se conoce como el lugar de origen
mitológico de la cultura romana, en la historia de los hermanos criados por una loba: Rómulo y Remo. La cercanía
de la ciudad a este río permitía obtener agua para el desarrollo de distintas actividades agrícolas y ganaderas.

Los dos orígenes de Roma

La leyenda de la fundación de Roma


Numitor, descendiente de Eneas (príncipe troyano) fue destronado por su hermano, Amulio, quien mató a sus
hijos varones y mandó encerrar en un convento a su hija mujer, para asegurarse de que no tuviera descendencia.
Ésta tuvo hijos gemelos, Rómulo y Remo, y los arrojó en un canasto al río Tíber por miedo a la venganza de su tío.
Fueron recogidos por una loba, que los amamantó y luego los entregó a un pastor, quien los crió. Al crecer
descubrieron su origen y decidieron vengar a su abuelo. Asesinaros a Amulio y devolvieron el trono a Numitor.
Luego decidieron fundar una ciudad frente al río Tíber, justo en el lugar en donde fueron hallados por la loba. Así
nacía Roma.

1
La fundación de Roma
Según la tradición, la fundación de la ciudad se produjo en el año 753 a. C. Gracias a la investigación histórica, se
sabe que las aldeas formadas por los latinos y los sabinos se unificaron por razones económicas y militares: ambos
pueblos debían compartir el único camino hacia las pasturas de las mesetas del inte rior y se organizaron para la
defensa. A partir de la unificación de estas aldeas se fundaría luego la ciudad de Roma, con su casco urbano (los
edificios) y la organización de las instituciones (el Estado). Los romanos distinguían clara mente los dos aspectos:
hablaban de la urbe (el aspecto edilicio) y la civitos (el aspecto institucional).

Los primeros habitantes de la península itálica fueron los ligures, umbríos, sabinos y latinos, y los griegos en el sur.
Los etruscos se expandieron y ocuparon el reino de Roma en el siglo VI a. C. Esta ciudad había surgido en el siglo
VIII cuando los latinos se unieron con los sabinos por razones económicas y militares: ambos pueblos debían
compartir el único camino hacia las pasturas de las mesetas del interior y se organizaron para la defensa. Con la
conquista de los etruscos los pueblos se unificaron y la ciudad creció. El mundo romano se divide en tres etapas:

* La monarquía desde 753 a. C., fecha aproximada de la fundación de Roma.


* La República desde el 509 a. C. al 27 a.C.
* El Imperio desde el 27 a. C. hasta el 476 d. C.

La monarquía (753 a. C. al 509 a. C.)


La sociedad romana estaba compuesta por:
* Los patricios, las familias fundadoras de Roma que se agrupaban en las gens, es decir, compartían un antepasado
común. Gozaban de todos los privilegios y derechos.
* Los plebeyos, personas libres que no tenían derechos políticos ni religiosos. Pagaban los impuestos. Eran
artesanos, campesinos, comerciantes y extranjeros,
* Los esclavos realizaban las tareas serviles y no gozaban de ningún tipo de derechos. Eran prisioneros de guerra o
condenados por deudas.

2
Roma fue gobernada por siete reyes que cumplían funciones militares, religiosas y políticas. Eran elegidos y
asesorados por el Senado que estaba conformado por los jefes de las familias patricias. A su vez, existía una
Asamblea, los comicios curiados, que eran convocados por el rey para proclamar las leyes.

La República (509 a. C. al 19 a. C.)


Cuando el último rey etrusco, Tarquinio el Soberbio, fue destituido, surgió la República. Estaba conformada por los
magistrados, quienes se repartieron el poder del rey (cónsules, pretores, censores, ediles, cuestores y tribunos de
la plebe); el senado que controlaba a los magistrados; los comicios curiados, centuriados y tribunos, que elegían a
los magistrados y votaban la mayor parte de las leyes propuestas por el Senado.
Se produjeron luchas internas, cuando los plebeyos quisieron mejorar su situación dentro de la sociedad.
Obtuvieron ciertos derechos, como la posibilidad de participar en las magistraturas, la igualdad jurídica y la
admisión de los casamientos entre patricios y plebeyos.
También hubo una serie de guerras con los pueblos vecinos que llevó a la expansión de Roma por toda la
península itálica y posteriormente por todo el Mediterráneo. Así Roma se convirtió en el principal centro
comercial del Mediterráneo y exigió tributos, tierras y población a los pueblos dominados.
La riqueza acumulada favoreció principalmente a las familias nobles, que eran dueñas de la mayoría de las tierras,
y a los comerciantes, enriquecidos por el comercio, que cobraban los impuestos e influían en la política. Los
pequeños propietarios agobiados por los impuestos y las obligaciones militares debieron abandonar sus tierras y
emigrar a las ciudades, donde formaron masa», urbanas desocupadas. También aumentó el número de esclavos a
causa de las, guerras y las deudas.
Los romanos tomaron elementos de las culturas dominadas que generaron cambios en las costumbres, la religión
y las manifestaciones artísticas.

El imperio (desde 27 a. C. hasta el 476 d. C.)


Desde el siglo II a. C. el Imperio Romano se expandió y dominó los actuales territorios de España, Portugal y
Grecia. Se convirtió en la máxima potencia del Mediterránea La ciudad se desarrolló al ritmo de las conquistas
tanto económica como culturalmente. Sin embargo, las estructuras políticas y sociales no lograron desarrollarse al
mismo ritmo, y el sistema republicano entró en crisis.

3
El fin de la República
Uno de los principales motivos de la decadencia republicana fue la corrupción del Senado. En otros tiempos, sus
miembros habían servido a Roma; luego ser senador se convirtió en una manera de hacer fortuna, y el Senado
terminó enfrentado al pueblo. Comenzó así una época de conflictos que tuvo como protagonistas a los generales
Sila, Mario, Julio César y Pompeyo. Estos generales utilizaban el prestigio que habían ganado en el campo de
batalla contra los enemigos de Roma para tratar de adueñarse del poder.

El Imperio
Las instituciones republicanas pendieron poder, que se concentró en el emperador. El primer emperador romano
fue Octavio Augusto (63 a. C- - 16 d. C.), designado jefe de todos los ejércitos, máximo pontífice, gobernador de
todas las provincias y tribuno perpetuo. Su gobierno duró cuarenta y cuatro años; pacificó las provincias y logró la
prosperidad económica del imperio.
También se desarrollaron las ciencias y las artes.
El apogeo romano duró más de 200 años y se sucedieron distintas familias de emperadores: las dinastías de los
Julia, los Flavios, los Antoninos y los Severo.
En el siglo III d. C. comenzó a decaer la autoridad imperial al aumentar el poder político del ejército. Los
emperadores eran depuestos y el Senado perdió definitivamente su poder político. A esto se sumó la decadencia
económica y el aumento de la presión fiscal. A su vez, los pueblos limítrofes de origen germánico se fueron
instalando pacíficamente en las fronteras del Imperio.
Para mejorar la administración el emperador Teodosio el Grande (347-395 d. C.) dividió el Imperio en dos partes:
el Imperio Romano de Oriente y el de Occidente. Esta división no frenó la decadencia romana, ya que la presión
de los pueblos bárbaros era cada vez más fuerte hasta que tomaron la ciudad de Roma y nombraron a un
emperador de origen germánico en el año 476. Éste fue el fin del imperio Romano de Occidente y el inicio de un
nuevo período: la Edad Media.

Economía Roma
La base económica de Roma, en la época de la monarquía, era la ganadería. Esta era de propiedad privada,
mientras que la agricultura era de propiedad comunal. Aunque, con el tiempo, también sería privada. El régimen
de tenencia era la pequeña propiedad, puesto que cada familia tenía lo que podía explotar directamente.
Dada la posición de la ciudad, en una importante ruta comercial, cada vez más los romanos se dedicaron al
comercio; principalmente de productos agrícolas, ganaderos, sal, manufacturas etruscas e importaciones griegas y
fenicias. Hasta mediados del siglo IV a.C. Roma no acuñó moneda, y se pagaba con el peso en bronce.
Aunque la actividad política y cultural se centraba en las ciudades, la mayoría de los habitantes vivían en el campo,
donde cultivaban la tierra y cuidaban del ganado.
Los cultivos más importantes eran los de trigo, vid y olivo, y también árboles frutales, hortalizas, legumbres y lino.
Los romanos mejoraron las técnicas agrícolas. Introdujeron la arada romana, molinos más eficaces, como el de
grano, la prensa de aceite, técnicas de regadío y el uso de abono.

Religión Romana

El culto doméstico y la influencia griega


En sus inicios, la religión romana era politeísta. Cada familia rendía culto a los Dioses de casa: los lares o genios
protectores del hogar, los penates o dioses que aseguraban el abastecimiento y los manes o espíritus de los
antepasados.
Los romanos también rendían culto bajo distinto nombre, a los dioses griegos. También adoraban al emperador.

La herencia de los romanos


El imperio romano fue importante en la historia del mundo occidental, porque produjo la unidad territorial,
política, económica y cultural más importante de la Antigüedad. En los territorios dominados Incorporó las
técnicas arquitectónicas, como la construcción de acueductos, caminos y edificios públicos. La lengua romana, el
latín, se extendió por todo el Imperio; esto posibilitó que se convirtiera en la lengua madre de numerosos idiomas
modernos, como el español, el francés, el italiano y el portugués, entre otras. Uno de los legados más importantes
fue la unificación jurídica, ya que fueron los primeros en organizar las leyes que sentaron las bases del derecho
civil e internacional del mundo actual.

Você também pode gostar