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CARTOGRAFÍA CEREBRAL

REVISIÓN

Cartografía cerebral durante el sueño: revisión crítica de la literatura


J.L. Cantero a,b, M. Atienza a,b, R.M. Salas a,b, C. Gómez b

CEREBRAL MAPPING DURING SLEEP: A CRITICAL REVIEW OF THE LITERATURE


Summary. Introduction. Cerebral mapping is a useful tool which permits graphic representation of certain EEG characteristics
which are imperceptible on simple visual inspection. This technique offers quite a good solution to analysis of cerebral rhyth-
micity, by including spectral, spacial and statistical parameters. Sleep is a physiological process during which dynamic inter-
change of cerebral rhythms has an important part in delimiting the different phases, not to mention the decisive part played by
phasic events at each stage of it. Development. In this paper we review the studies which have used cerebral mapping techniques
during the different stages of sleep. In order to give structure to the data obtained from these papers, we have classified the
information into aspects related to the methodology used in these studies and the results obtained. Decisions regarding metho-
dology are discussed, and further information given regarding technical aspects which might have had decisive influence on the
results obtained using this technique. Conclusions. We give suggestions as to the possibilities of the use of cerebral mapping
in studies on sleep, both clinically and experimentally [REV NEUROL 1999; 28: 417-23].
Key words. Analysis of frequency. Cerebral mapping. Microstructure of sleep. Quantitative electroencephalogram. Sleep.

INTRODUCCIÓN largo del sueño (visión más actual y dinámica). En este sentido, y
La cartografía cerebral ha experimentado un gran avance debido al teniendo en cuenta que el sueño es un proceso con una dinámica
interés de los especialistas e investigadores por explorar la topogra- fluctuante, nos parece más oportuno enfocar su análisis desde una
fía de determinados patrones neurofisiológicos de los que ya se perspectiva microestructural con el fin de estudiar la interacción
poseía una completa descripción espectral. Uno de los principales entre eventos fásicos, transiciones entre fases y los aspectos tempo-
argumentos a favor del uso de esta técnica es la posibilidad de rales de esta dinámica. Probablemente sea desde este enfoque desde
generar una información útil y cuantificada que no alcanzaría a donde la cartografía cerebral pueda aportar cierta información es-
proporcionar una simple inspección visual del electroencefalogra- pacial de gran relevancia. Respecto a la posible utilidad clínica de
ma (EEG) tradicional. De hecho, Duffy [1] sostiene que la cartografía los estudios de cartografía cerebral durante el sueño, existen deter-
cerebral encuentra su verdadera utilidad en aquellos casos en los minados trabajos que parecen demostrar la existencia de ciertos
que sería necesario realizar varias operaciones de forma simultánea indicadores espectrales característicos en pacientes con la enferme-
(análisis espectral, sumación temporal y representación espacial) dad de Alzheimer [10,11] y en aquellos con síndrome de inmuno-
para extraer una información clínica relevante. En esta línea, la deficiencia adquirida (sida) [12].
cartografía añade una variedad de posibilidades en la utilización Con este estudio se pretende realizar una breve revisión bibliográ-
clínica de la electroencefalografía, entre las que se podría encontrar fica de los trabajos existentes que utilizan la técnica de la cartografía
la representación espacial de información relevante extraída del cerebral durante el sueño normal en sujetos humanos sanos. Nuestro
background del EEG (aspectos más estacionarios) en el mapa topo- principal objetivo es resaltar aquella información relevante, no sólo
gráfico. En la medida en que estos sistemas de análisis proporcio- a nivel metodológico sino también de resultados, con el fin de sopesar
naran bases de datos normalizadas en diferentes grupos de edad, la utilidad de esta técnica tanto en servicios clínicos como en el ámbito
podríamos empezar a delimitar anormalidades manifiestas en de- de la investigación. Debido a que los aspectos de interés merecen ser
terminadas patologías neurológicas, psiquiátricas y/o psicológicas. comentados por separado, nos ha parecido interesante desglosar la
Debido a la reciente incorporación de esta técnica en departa- información en dos apartados, uno relacionado con la metodología
mentos y hospitales y en laboratorios de sueño, son aún escasos los utilizada en los estudios revisados, y otro con el análisis e interpreta-
trabajos que han utilizado la cartografía cerebral en frecuencia con ción de los resultados obtenidos en dichos trabajos.
el fin de describir la topografía de la actividad cerebral que subyace
al sueño normal [2-6]. Al no existir consenso respecto a la metodo-
logía que debe utilizarse en este tipo de estudios, los resultados
obtenidos no son del todo comparables. Por otra parte, algunos METODOLOGÍA EMPLEADA
autores [7,8] han propuesto que los diferentes estados de sueño sean POR LOS DIFERENTES ESTUDIOS
clasificados no por fases (perspectiva más tradicional y estática) [9], Los resultados visualizados en un mapa topográfico son dependien-
sino atendiendo a los diferentes microestados que aparecen a lo tes en gran medida de la metodología utilizada tanto previa al regis-
tro como a la hora de realizar el análisis espectral [13,14]. Desafor-
tunadamente, los estudios existentes sobre cartografía cerebral de
Recibido: 02.03.98. Aceptado tras revisión externa sin modificaciones: 16.03.98.
a
las distintas fases del sueño han utilizado condiciones metodológi-
Laboratorio de Sueño. Área de Psicofisiología Cognitiva. b Departamento cas muy dispares, y no se ha podido establecer una comparación de
de Psicología Experimental. Laboratorio de Psicobiología. Facultad de
Psicología. Universidad de Sevilla. Sevilla, España. resultados de forma fiable y exacta (Tabla).
Correspondencia: Dr. José Luis Cantero Lorente. Laboratorio de Sueño. En principio, la muestra que han empleado algunos autores se
Área de Psicofisiología Cognitiva. Avenida de Andalucía, 16, 1.º D, izq. ha limitado a un solo sujeto estudiado longitudinalmente [3,4],
E-41005 Sevilla. Fax: +34 95457 0917. E-mail: suesevilla@interbook.net siendo en uno de los casos de 55 años de edad [3]. En otros estu-
Este trabajo fue realizado con el apoyo de la Junta de Andalucía y la DGICYT dios, la muestra ha sido más amplia, oscilando entre cuatro [2] y
(PM95-0140). diez sujetos [5]. Excepto en un estudio [6] cuyo rango de edad era
 1999, REVISTA DE NEUROLOGÍA bastante amplio (entre 17 y 77 años), todos los demás guardaron

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cierta homogeneidad en relación con este parámetro, sin embargo, tante es la necesidad de un gran número de canales para que su
ninguno de ellos controló la variable sexo. Respecto a otras carac- fiabilidad pueda ser considerada seriamente [23].
terísticas la de la muestra, todos los trabajos, a excepción de uno La referencia promedio tampoco fue seleccionada por ninguno
[6], informaron de una muestra saludable y con sueño normal, de los autores. Ésta se obtiene promediando la actividad de todos los
aunque sólo Zeitlhofer et al [5] lo corroboraron con una historia electrodos colocados en el cuero cabelludo, a excepción del elec-
médica. Por otra parte, en dos de estos trabajos no se realizaron trodo activo (aquel cuya actividad interesa conocer). Este tipo de
estudios de sueño nocturno sino de siestas diurnas [2], o se utilizó referencia, como todas las existentes, tiene sus ventajas e incon-
parte del protocolo del test de latencias múltiples de sueño [6]. En venientes [24]. Entre sus ventajas se encuentra que el valor de re-
nuestra opinión, para que un estudio de cartografía cerebral duran- ferencia utilizado va a ser independiente de cualquier electrodo
te el sueño pueda ser considerado fiable en cuanto a los resultados individual, ya que trabaja con valores promediados. Su principal
obtenidos se debería utilizar un mínimo de diez sujetos, homoge- inconveniente consiste en que cualquier contaminación o artefacto
neizados en rango de edad y sexo [15]. También sería conveniente presente en aquellos electrodos que vayan a ser usados para calcu-
escoger sujetos sanos según datos objetivos como historias médi- larla, va a influir en el valor final de la referencia. Cualquier elimi-
cas, haciendo hincapié en posibles síntomas neurológicos y nación de electrodos con el fin de ‘no contaminar’ la referencia no
psiquiátricos, junto con diarios de sueño de al menos una semana. hará sino empeorar la situación, ya que uno de los principios funda-
Este último control es el único que detectaría posibles anormali- mentales de la referencia promedio consiste en que se calcula em-
dades del patrón vigilia-sueño del sujeto que pondrían de mani- pleando todos los electrodos que componen el montaje de registro.
fiesto una posible desincronización circadiana. Dado que el objetivo Como norma general, las impedancias de todos los electrodos
del estudio sería la descripción topográfica de los distintos ritmos deberían estar por debajo de 5.000 Ω. Esto cobra una mayor relevan-
cerebrales en las diferentes fases del sueño nocturno, se debería cia en los electrodos de referencia ya que de ellos depende el cálculo
realizar una polisomnografía de sueño nocturno, evitando, en la de la actividad en todas las demás derivaciones EEG (en el caso de
medida de lo posible, los estudios de siestas diurnas ya que éstas que no se utilice la referencia promedio).
han demostrado una diferente distribución de las fases de sueño y En estudios de cartografía cerebral, ya sean de sueño o de vigi-
ciclicidad de las mismas [16]. Siempre que las condiciones lo lia, cuanto mayor sea la resolución espacial utilizada más fiables
permitan es aconsejable realizar dos noches con el fin de evitar los serán los resultados que representemos en el mapa de actividad
efectos de la primera noche en el laboratorio de sueño [17]. No hay cerebral. Esta resolución aumenta incrementando el número de elec-
que olvidar que un sueño ligero quedaría reflejado en la compo- trodos y colocándolos en áreas que, previsiblemente, están más
sición espectral del background EEG de cada una de las fases del involucradas en la generación de determinadas actividades cerebra-
sueño, y, a su vez, en el mapa topográfico correspondiente (sobre les (sobre todo si se tiene constancia de que dicha actividad posee
todo en el de potencia relativa, que nos muestra la proporción en generadores en una región específica de la corteza cerebral, como
que un ritmo está contribuyendo a la totalidad del espectro) [18]. es el caso del ritmo alfa). En relación con este aspecto, todos los
Como han puesto de manifiesto distintos trabajos metodológi- estudios utilizaron aproximadamente un número similar de canales
cos [13,19], el tipo de referencia utilizada modifica el registro EEG (entre 16 y 19 derivaciones EEG), siguiendo el mismo sistema de
y, por tanto, la distribución topográfica de la actividad cerebral. En colocación [25]. Podría ser útil, con el fin de aumentar la resolución
registros de sueño este aspecto no es una excepción y debe tenerse espacial, colocar una línea de electrodos entre las derivaciones fron-
en cuenta a la hora de interpretar los resultados obtenidos con la tales y centrales, los cuales deberían situarse en el punto medio entre
técnica de la cartografía cerebral. Diferentes trabajos metodológi- dos electrodos del sistema 10-20 [25]. La nomenclatura de estas
cos sobre técnicas de electroencefalografía cuantitativa han confir- localizaciones adicionales ha sido propuesta por la Sociedad Ame-
mado que la referencia interconectada, ya sea a ambas mastoides o ricana de Electroencefalografía [26]. De esta forma se podría obte-
a los lóbulos de las orejas, es la más utilizada [13,14,19,20]. En los ner una mejor y más exacta representación de determinados eventos
estudios que hemos revisado se mantiene la disparidad con respecto fásicos del sueño ya que, habitualmente, muestran su máxima
a la colocación de la referencia, lo que hace imposible comparar los amplitud en regiones frontales y/o centrales.
resultados que muestran los mapas topográficos. En tres de ellos Como último aspecto metodológico a comentar deberíamos
[4-6] se utilizó una referencia interconectada (linked reference), a tener en cuenta la longitud de los segmentos de EEG seleccionados
ambas mastoides [4,5] o a los lóbulos de las orejas [6]. Buchsbaum para el cálculo posterior de la transformada rápida de Fourier. Esto
et al [2] y Etevenon et al [3] emplearon una referencia común, con es debido a que este parámetro está directamente relacionado con la
la peculiaridad de que en el estudio del grupo de Buchsbaum [2] sólo resolución espectral que vamos a conseguir en nuestro estudio (re-
se colocaron electrodos en el hemisferio izquierdo. Es de resaltar solución espectral= 1/duración de la serie temporal, en segundos)
que en ninguno de los trabajos revisados se utilizó una referencia [27]. De esta forma, cuanto más se desee afinar en la obtención de
laplaciana [21] para representar topográficamente la actividad ce- componentes espectrales muy específicos, mayor resolución espec-
rebral de las distintas fases del sueño. Este tipo de referencia está tral sería necesaria, lo cual se consigue seleccionando segmentos de
basada en una transformación matemática que convierte la activi- EEG más largos. A excepción de Buchsbaum et al [2] y Zeitlhofer
dad de cada electrodo en una cantidad que representa la densidad de et al [5] que utilizaron una resolución espectral de 0,1 y 0,2 Hz,
corriente que entra (sumidero) o abandona (fuente) la superficie de respectivamente, todos los demás trabajos emplearon 0,5 Hz.
la cabeza. Una de sus grandes ventajas es la capacidad para acotar La elección del tamaño y cantidad de las series temporales
y maximizar las características topográficas de los componentes utilizadas en el análisis espectral ponen de manifiesto algunos de los
focales o fásicos (como en el caso de los eventos fásicos durante el inconvenientes que conlleva el uso de la cartografía cerebral en
sueño) en detrimento de las de actividades más difusas y distribui- frecuencia. Es muy común escoger ventanas de análisis con una
das, como ocurriría con el ritmo delta durante las fases de sueño longitud entre 20-30 segundos, limitándose en estos casos la topo-
lento en zonas frontales del cerebro [22]. Su limitación más impor- grafía cerebral a un promedio de ‘n’ microestados cerebrales, tantos
como coexistan en esa época concreta. Probablemente aquí existan

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Tabla. Resumen de los estudios sobre cartografía cerebral durante el sueño.

Buchsbaum et al (1982) Etevenon Maurer et al Zeitlhofer et al Hasan


y Guillou (1986) (1989) (1993) y Broughton (1994)

Sujetos 4 1 1 10 9

Variable sexo controlada No No No No No

Edad 21-25 55 30 20-35 17-77

Historia médica No No No Sí No

Diarios No No No No No

Noche/siesta Siesta Noche Noche Noche Siesta

Noche de adaptación No No No No No

Referencia Común Común Interconectada Interconectada Interconectada


(mastoides) (mastoides) (orejas)

N.º derivaciones 16 16 19 18 19

Filtros EEG 0,5-30 Hz 0,5-30 Hz 0,5-30 Hz 0,5-30 Hz 0,5 - 30 Hz

Método de interpolación Lineal No No No Lineal

Resolución espectral 0,1 Hz 0,5 Hz 0,5 Hz 0,2 Hz 0,5 Hz

Bandas espectrales (Hz) Delta (2,1-5) Delta+Theta (0-7) Delta Delta 1 (0,5-2) Alfa (8-9,5)

Theta (5,1-8) Alfa (8-12) Alfa Delta 2 (2-3,5) Theta (3-7)

Alfa (8,1-13) Beta (13-30) Beta Delta (0,5-3,5)

Beta 1 (13,1-18) Total (0-30) (No informa Theta (3,5-7,5)


rangos)

Beta 2 (18,1-30) Alfa 1 (7,5-10,5)

Alfa 2 (10,5-13)

Alfa (7,5-13)

Beta 1 (13-16)

Beta 2 (16-20)

Beta 3 (20-25)

Beta 4 (25-30)

Total (0,5-30)

Medida espectral Amplitud Amplitud Amplitud Potencia absoluta Potencia relativa


Potencia relativa
Frec. dominante

Estadística ANOVA _ _ t-test _


medidas repetidas

varias soluciones posibles. Una de ellas es el análisis por segmen- asiduidad es la transformada rápida de wavelets. En concreto, ya ha
tación adaptativa del EEG de sueño [28]. Esta técnica permite es- sido empleada para el análisis de transientes (actividad transitoria)
coger una longitud variable del segmento EEG en función de la y ritmos cerebrales, tanto en vigilia [29] como en sueño [30]. En la
sucesión temporal de valores similares de amplitud y frecuencia. Es práctica, las wavelets permiten estudiar las no estacionariedades
decir, el segmento de EEG se prolongaría hasta el momento en que que aparecen en el EEG con diferentes resoluciones espectrales
desapareciera el tipo de actividad que predominaba en el mismo (lo gracias a la posibilidad de ajustar el tamaño de la ventana en función
cual implicaría una variación extrema de la amplitud o frecuencia de los intereses del profesional. La representación gráfica que pro-
de la actividad que estaba predominando en el segmento), consi- porciona esta técnica de análisis nos permite observar el comporta-
guiéndose así maximizar la estacionariedad de las épocas escogi- miento de los diferentes componentes espectrales a lo largo del
das. De esta forma, aquellas características representadas en un tiempo usando diferentes resoluciones espectrales.
mapa topográfico podrían estar menos sesgadas por la mezcla de En aquellos casos en los que se desee estudiar la evolución
estados fisiológicos. Otra alternativa técnica utilizada con cierta temporal de un período transicional, como por ejemplo el comienzo

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del sueño, se deberían clasificar los diferentes microestados theta rítmica de 4-5 Hz distribuida por regiones centrales. Otra varie-
cerebrales que existen en dicho proceso siguiendo un criterio de dad de actividad theta en el rango de 5-7 Hz aparecía en intervalos de
orden de aparición (aquí se podrían utilizar las técnicas de segmen- no más de 1 segundo en áreas frontales. Muy ocasionalmente, podían
tación adaptativa expuestas anteriormente). Después de esta clasi- observarse actividades de menos de 3 Hz, principalmente en regiones
ficación tanto microestructural como temporal (y sólo después) se centrales. Esta descripción nos sugiere que el ritmo theta podría mostrar
podría representar la distribución topográfica de los diferentes simultáneamente diferentes frecuencias en diversas áreas de la corte-
microestados cerebrales que componen un proceso determinado za cerebral, hecho que puede ser observado de una forma sistemática
mediante la técnica de la cartografía cerebral. Los estudios realiza- gracias al uso conjunto del análisis espectral y la cartografía cerebral.
dos por el grupo de Tadao Hori en la Universidad de Hiroshima Zeitlhofer et al [5] obtuvieron resultados en potencia relativa que
constituyen un buen ejemplo de este tipo de trabajos [31,32]. ponen de manifiesto la aparición de este ritmo cerebral en otros esta-
dos de sueño, como por ejemplo la fase REM (contribución debida a
las ondas de sierra). Estos autores comunicaron un aumento de esta
RESULTADOS actividad cerebral tanto en fase I como en fase REM en áreas parie-
Sólo en dos de los trabajos revisados [2,5] se realizó un análisis toccipitales y centrales con respecto a las demás fases del sueño. Es
estadístico dirigido a confirmar la posible existencia de diferencias sumamente llamativo que el grupo de Buchsbaum [2] no encontrara
significativas entre bandas de frecuencia, fase del sueño y deriva- diferencias regionales para el ritmo theta, definido por ellos entre
ciones EEG, aunque uno de estos estudios utilizó como test estadís- 5-8 Hz, ni tampoco al comparar las diferentes fases del sueño. Posi-
tico la t de Student [5] y el otro un análisis de varianza de medidas blemente este resultado se deba a que los componentes más lentos de
repetidas de dos factores (electrodo x fase del sueño). Los tres tra- theta (aproximadamente 4 Hz) sean los que contribuyan con una
bajos restantes [3,4,6] fueron meramente descriptivos. Debido a lo mayor potencia espectral tanto en fase I como en REM, componentes
anteriormente expuesto, prestaremos una mayor atención a aque- que estos autores [2] introdujeron en la banda delta.
llos resultados obtenidos en los trabajos de Buchsbaum et al [2] y En relación con el ritmo alfa, todos los estudios consultados,
Zeitlhofer et al [5], aunque también comentaremos los resultados excepto el de Maurer et al [4] que informaron la misma amplitud de
obtenidos por los restantes investigadores. alfa en todas las áreas cerebrales, encontraron que la máxima poten-
La selección del tipo de medida a representar en los mapas cia de alfa se obtuvo en el período de vigilia con ojos cerrados en
(amplitud, potencia absoluta, potencia relativa y/o frecuencia do- áreas occipitales. La actividad alfa disminuyó en cuanto a potencia
minante), la subdivisión de bandas y los rangos de frecuencia em- absoluta en todas las fases del sueño al compararla con la vigilia
pleados en cada banda constituyen serias limitaciones a la hora de [2,5]. En la mayoría de los sujetos, la primera señal EEG de som-
comparar resultados obtenidos con la técnica de la cartografía ce- nolencia es la aparición de una actividad alfa en regiones anteriores
rebral. En el caso concreto de los trabajos que vamos a comentar, el (máximo en áreas frontales y centrales). Su frecuencia es 0,5-2 Hz
grupo de Buchsbaum utilizó la medida de amplitud mientras que el más lenta que el ritmo alfa posterior, pudiendo coexistir ambos en
de Zeitlhofer empleó tres medidas distintas: potencia absoluta, la misma época o bien aparecer independientemente. Hasan y
potencia relativa y frecuencia dominante. Los tres estudios restan- Broughton [6] analizaron estas dos contribuciones espectrales con
tes [3,4,6] representaron sus datos atendiendo a la amplitud (raíz la técnica de localización de dipolos y llegaron a la conclusión de
cuadrada de la potencia espectral). Por otra parte, todos los trabajos que eran actividades con diferentes fuentes de generación. Este
consultados utilizaron un número diferente de bandas de frecuencia resultado condujo a los autores a proponer la existencia de dos tipos
y rangos espectrales distintos para cada una de ellas. de actividad alfa durante la somnolencia: una más rápida (9,5 Hz)
Ambos grupos [2,5] obtienen datos similares en la banda delta, localizada en áreas occipitales, y otra más lenta (8 Hz) asociada a
es decir, poca potencia absoluta en las fase I y REM, y un aumento la somnolencia y con una distribución más frontal. La potencia
progresivo de esta actividad en la fase II que continúa in crescendo relativa de la banda alfa lenta (7,5-10,5 Hz) aumentó en fase I y en
en las fases III y IV. Es interesante comentar que en ambos trabajos fase REM, mientras que la de la banda alfa rápida (10,5-13 Hz)
se diseñó un rango diferente de hertzios para dicha banda, entre disminuyó en estas fases del sueño [5]. Cantero et al [33] demostra-
2,1-5 Hz [2] y 0,5-3,5 Hz, lo cual podría explicar algunas contribu- ron que la actividad alfa que se genera en vigilia relajada, comienzo
ciones específicas si se subdividiera esta banda en lenta y rápida, del sueño y fase REM no sólo mostraba una distribución topográ-
como hicieron Zeitlhofer et al [5]. Es necesario hacer notar que en fica diferente (alfa se extendía hasta áreas frontales durante el co-
el estudio de Buchsbaum et al [2] la banda delta estaba completa- mienzo del sueño y la fase REM, mientras que en la condición de
mente solapada con la actividad theta (delta= 2,1-5 Hz). Respecto vigilia relajada llegaba hasta regiones centrales) sino que su contri-
a la topografía del ritmo delta durante las fases III y IV, los estudios bución espectral era diferente en función de las tres subdivisiones
de Etevenon [3] y Maurer [4] coinciden en que este ritmo cerebral espectrales estudiadas (lenta, media y rápida) y del estado de acti-
se extiende por áreas frontales, parietales y occipitales, aunque el vación cerebral. En un estudio posterior [34] se detectó, utilizando
grupo de Etevenon concluye que el área menos activa en estas fases métodos de alta resolución espectral [35], que la actividad alfa
del sueño es la central, mientras que Maurer y sus colaboradores generada durante la somnolencia mostraba valores máximos de
encuentran la misma activación en esta zona que en áreas frontales, potencia absoluta en cuatro áreas de la corteza cerebral diferentes
parietales y occipitales. Es muy probable que estos últimos resulta- en función del componente espectral (frontocentral: 7,4-7,8 Hz;
dos se deban, por una parte, a un efecto de la referencia utilizada central: 8,2 Hz; parietal: 8,6 Hz y occipital: 8,9-12,1 Hz). Sin em-
(común [3] frente a interconectada a ambas mastoides [4]), y, por bargo, la actividad alfa que aparece en forma de brotes durante el
otra, a que ambos estudios usaron una muestra compuesta por un sueño REM reflejó una máxima energía en regiones occipitales en
solo sujeto de diferente edad en cada caso (Tabla). todos sus componentes. Además, el componente espectral de alfa
En cuanto a la banda theta, Hasan y Broughton [6] distinguieron que mostró una máxima potencia en áreas occipitales durante la
varios patrones de actividad con esta ritmicidad (3-7 Hz) que apa- fase I del sueño fue diferente (10,1 Hz) al de la fase REM (8,6 Hz).
recen en las fases I y II del sueño. Por una parte, detectaron actividad Esta modulación de alfa podría estar sugiriéndonos la posibilidad de

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que esta actividad indexara diferentes procesos cerebrales y/o men- de un montaje de 17 electrodos según el sistema 10-20. A su más
tales en función del estado fisiológico [36]. que razonable hipótesis ‘(...) el período de somnolencia podría
Respecto a la banda beta, han sido escasos los estudios que han ser un estado donde determinados ritmos cerebrales anormales
demostrado alguna contribución específica a nivel topográfico tienen mayor probabilidad de manifestarse. Además, en algunos
durante el sueño [5], si exceptuamos el rango de los husos de trastornos del sueño, este período podría mostrar patrones que
sueño (12-14 Hz, ± 1 Hz). Ninguno de los estudios revisados pone no son anormales en sí mismo, sino que aparecen en momentos
de manifiesto la existencia, ya ampliamente demostrada [37,38], de inadecuados en relación con otros parámetros (p. ej., movimien-
los dos tipos de husos de sueño detectados a lo largo de la noche, uno tos oculares) o en otra secuencia’, nos gustaría añadir que la
con una frecuencia de alrededor de 12 Hz y con una mayor potencia distribución espacial de estos patrones de actividad cerebral tam-
espectral en áreas frontales, y el otro de 14 Hz, con una distribución bién podría aportar en algunas enfermedades neurológicas y/o
parietal. Estos dos tipos de husos ocurren independientemente en el psiquiátricas información clínica relevante, teniendo en cuenta
tiempo y se sugiere que puedan existir generadores diferentes para no sólo la distribución topográfica espectral en función de modelos
ambos tipos de actividad. Un análisis topográfico unido a un aná- de banda ancha, sino atendiendo también a medidas de diferen-
lisis de dipolos en frecuencia [39] aportaría claridad a la polémica cias hemisféricas y de coherencia inter e intrahemisféricas entre
existente en relación con los dos generadores de los husos de sueño. diferente áreas del cerebro [12].
En potencia absoluta existen resultados contradictorios sobre en c) Probablemente, el estudio de la microestructura del sueño con
qué estado de sueño puede encontrarse la máxima energía espectral nuevas técnicas de análisis como las wavelets [29,30] genere una
de beta. Buchsbaum et al [2] subdividieron la banda beta en tres información más específica y completa que la que nos proporciona
rangos: beta 1 (13,1-18 Hz), beta 2 (18,1-30 Hz) y beta rápida (superior la transformada rápida de Fourier. Si, además, estos microestados
a 30 Hz). Estos autores demostraron que beta 1 era muy poco signi- pudieran ser visualizados con técnicas de cartografía cerebral
ficativa en las fases I y REM, y que su contribución era máxima en tendríamos no sólo una idea exacta de la contribución espec-
la fase II, con tendencia a desaparecer en las fases III y IV. En relación tral de cada uno de estos microestados cerebrales, sino también
con la banda beta 2 y beta rápida no encontraron ningún efecto prin- información sobre las regiones cerebrales que parecen contribuir
cipal asociado a la fase del sueño o a la región cerebral. Por otra parte, de forma prominente a su generación y/o dispersión. Ambas téc-
otro estudio [5] subdividió la banda beta en cuatro rangos diferentes: nicas de análisis podrían acercarnos un poco más al conocimiento
beta 1 (13-16 Hz), beta 2 (16-20 Hz), beta 3 (20-25 Hz) y beta 4 específico de la fisiología del sueño y de sus funciones.
(25-30 Hz). Este trabajo puso de manifiesto un ligero incremento de d) El estudio comparado de una misma actividad cerebral en dife-
la potencia espectral de beta 1 en las fases I y REM, y un incremento rentes estados de activación cerebral (p. ej., alfa en vigilia rela-
más considerable en las fases II y III, especialmente en áreas centra- jada, somnolencia y REM, o theta en la fase I y en REM) con
les. La potencia espectral de las demás subdivisiones de la banda beta análisis espectral, coherencia y cartografía cerebral puede ayu-
disminuyó de forma importante durante las distintas fases del sueño darnos a detectar modulaciones cerebrales asociadas al estado
al compararla con el estado de vigilia. Según indicaron las medidas en que se genere dicha actividad. Es posible que dichas modu-
de potencia relativa, la banda beta 1 tuvo su máxima contribución en laciones pudieran estar indexando diferentes funciones cere-
regiones centroparietales. A primera vista, estos datos podrían deber- brales en cada estado [33,34,36]. Este tipo de trabajos, junto con
se a la aparición del segundo tipo de husos de sueño expuesto ante- aquellos que estudian el procesamiento de estímulos durante el
riormente. Las demás subdivisiones de beta mostraron una reducción sueño con la técnica de los potenciales evocados auditivos
drástica de la potencia espectral en todas las fases de sueño. Del [43,44], estarían sentando las bases de una genuina psicofisio-
estudio del grupo de Maurer [4] se puede extraer que la banda beta logía de los estados de activación cerebral.
muestra su máxima contribución topográfica durante la fase II del
sueño, concretamente en áreas frontales, centrales y parietales.
CONCLUSIONES
La revisión de los estudios existentes sobre cartografía cerebral de los
APLICACIONES Y POSIBILIDADES FUTURAS distintos estados de sueño nos permite extraer algunas conclusiones:
a) Las técnicas derivadas del EEG cuantitativo han demostrado a) Los diferentes estudios revisados proporcionan una información
ser útiles en la obtención de información sobre la evolución de relevante aunque a veces contradictoria, debido fundamental-
un trastorno o para apoyar su diagnóstico [10,40,41]. La carto- mente a la metodología empleada (estudios longitudinales,
grafía cerebral durante el sueño sería de ayuda, en este sentido, diferentes medidas de frecuencia, rangos de frecuencia distin-
si se detectara algún índice topográfico relevante a nivel diag- tos para cada banda, siestas frente a sueño nocturno) (Tabla). Es
nóstico en enfermedades neurológicas y/o psiquiátricas [11,12]. importante de cara al futuro que los trabajos que empleen esta
Actualmente se sabe que pacientes con determinados trastornos técnica se acerquen cada vez más a unas pautas metodológicas
del sueño como la narcolepsia y/o alteraciones psiquiátricas comunes, lo que facilitará el enriquecimiento de la información
como la esquizofrenia o los trastornos afectivos muestran pro- que actualmente poseemos sobre la distribución topográfica de
porciones anormales de algunas fases del sueño. Es posible que los diferentes patrones de actividad cerebral que aparecen du-
estas anormalidades puedan ser descritas en mayor profundidad rante el sueño.
con estudios de cartografía cerebral [2]. b) Como resultados generales, podríamos concluir, basándonos
b) Es sobradamente conocida la importancia que puede llegar a en los estudios revisados, que la banda delta sufre un aumento
tener el proceso de comienzo del sueño en el que van incluidos progresivo desde el período de somnolencia hasta la fase IV del
los patrones de actividad cerebral asociados a la somnolencia. sueño, decayendo bruscamente en la fase REM. Su distribución
El excelente trabajo realizado por Santamaría y Chiappa [39] espacial es básicamente frontocentral, aunque algunos estudios
pone de manifiesto la cantidad de patrones EEG que aparecen la localizan igualmente en áreas parietoccipitales [3,4]. La ban-
durante el período de somnolencia y su distribución sobre la base da theta parece tener diferentes rangos de frecuencia según el

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J.L. CANTERO, ET AL

área cerebral en que aparezca [6], aunque su distribución topo- c) La cartografía cerebral durante el sueño está empezando a ob-
gráfica en las fases I y II parece estar localizada en áreas fron- tener los primeros resultados en el ámbito clínico [11,12]. Moint-
tocentrales, mientras que durante la fase REM su localización plaisir y su grupo han confirmado en sus estudios con pacientes
es más parietoccipital. La banda alfa presenta su máxima poten- de Alzheimer durante la fase REM que el EEG cuantitativo y su
cia absoluta en el estado de ojos cerrados, decayendo progresi- representación en forma de mapas topográficos es más útil y
vamente su amplitud a medida que se va entrando en sueño. Se menos costosa que la SPECT (tomografía computarizada por
han detectado dos tipos de actividad alfa en la fase I, una más emisión de fotón simple) para evaluar las alteraciones cerebra-
lenta localizada en áreas frontales y otra más rápida con una les en pacientes con un grado de disfunción de leve a moderado.
topografía más parietal [6]. En fase REM, alfa también aparece
en forma de brotes, mostrándose con una mayor prominencia Un uso más sistemático y controlado de la técnica de la cartografía
en los mapas de potencia relativa. La banda beta presenta su cerebral durante el sueño en población normal y diferentes grupos
máxima contribución espectral en el rango de los husos de clínicos podría, por una parte, aportar un conocimiento más pro-
sueño (12-14 Hz ± 1 Hz). También aquí parecen existir dos fundo de la contribución espectral y topográfica de los diferentes
generadores diferentes en función de su representación topo- ritmos cerebrales durante una noche de sueño normal en sujetos
gráfica. Jobert et al [38] han descrito, mediante cartografía humanos, y, por otra, crear bases de datos con la misma informa-
cerebral, dos tipos de actividades en el rango de los husos de ción en diferentes grupos clínicos. Ambas contribuciones no ha-
sueño: husos lentos (12 Hz aprox.) con una localización frontal y rán sino redundar en un conocimiento más profundo y real de la
husos rápidos (14 Hz aprox.) con distribución parietal. electrofisiología del ‘cerebro dormido’.

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CARTOGRAFÍA CEREBRAL

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CARTOGRAFÍA CEREBRAL DURANTE EL SUEÑO: CARTOGRAFIA CEREBRAL DURANTE O SONO:


REVISIÓN CRÍTICA DE LA LITERATURA REVISÃO CRÍTICA DA LITERATURA
Resumen. Introducción. La cartografía cerebral en frecuencia aporta Resumo. Introdução. A cartografia cerebral proporciona frequente-
una valiosa información acerca de la distribución topográfica de la mente dados valiosos acerca da distribuição topográfica da activida-
actividad EEG en cualquier estado de activación cerebral. La posibi- de EEG em qualquer estado de activação cerebral. A possibilidade de
lidad de conjugar información espectral y topográfica convierte a esta conjugar informação espectral e topográfica converte esta técnica
técnica en una útil herramienta para el estudio de la actividad cerebral numa instrumento útil no estudo da actividade cerebral durante o
durante el sueño, dada la gran variedad de patrones rítmicos y eventos sono. Durante este, ocorre grande variedade de padrões rítmicos e
fásicos que durante éste tienen lugar. Desarrollo. Con este trabajo se eventos fásicos. Desenvolvimento. Com este trabalho pretendeu-se
pretendió realizar una revisión de los estudios que aplicaron esta téc- realizar uma revisão dos estudos que aplicaram esta técnica durante
nica durante el sueño con el fin de destacar aquellos aspectos relevantes o sono com a finalidade de destacar os aspectos relevantes na utiliza-
de cara a su utilización e interpretación de los resultados. Debido a una ção e interpretação dos resultados. Devido a uma incorporação re-
incorporación reciente de la cartografía cerebral en el estudio del sue- cente da cartografia cerebral no estudo do sono, os padrões metodo-
ño, las pautas metodológicas seguidas en los escasos estudios donde ha lógicos seguidos nos escassos estudos onde foi utilizada são altamente
sido utilizada son altamente variables. Este hecho imposibilita en gran variáveis. Este facto impossibilita em grande medida qualquer tarefa
medida cualquier tarea de comparación y extracción de resultados con de comparação e extracção de resultados com garantias fiáveis. Con-
garantías de fiabilidad. Conclusiones. La utilización de diferentes téc- clusões. A utilização de diferentes técnicas de análise da actividade
nicas de análisis de la actividad cerebral durante el sueño (análisis cerebral durante o sono (análise espectral, coerência, transformada
espectral, coherencia, transformada de wavelets, e incluso los poten- de wavelets, e inclusivamente os potenciais evocados) juntamente com
ciales evocados) junto con la representación topográfica de la misma a representação topográfica da mesma, proporcionariam, pelo me-
aportaría, cuando menos, un conocimiento más profundo del compor- nos, um conhecimento mais profundo do comportamento electrofisio-
tamiento electrofisiológico, tanto normal como patológico, del ‘cere- lógico, tanto normal como patológico, do ‘cérebro adormecido’ [REV
bro dormido’ [REV NEUROL 1999; 28:]. NEUROL 1999; 28:].
Palabras clave. Análisis espectral. Cartografía cerebral. Electroen- Palavras chave. Análise espectral. Electroencefalograma quantita-
cefalograma cuantitativo. Humanos. Metodología. Sueño. tivo. Humanos. Metodologia. Sono.

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