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INDICE

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1. El sistema internacional y sus actores principales ... ... ... ... ... 16
1. El sistema internacional y sus subsistemas regionales, 16.-2. Ac-
tores internacionales, 23.-3. Las organiZaciones internacionales, 29.-
Bibliografía, 31.
2. Las organizaciones interguhernamentales ... ... ... ... ... ... ... ... 33
1. Antecedentes, 33.-2. Las primeras formas de organización inter-
nacional: comisiones fluviales y uniones administrativas, 36.-3. La
Sociedad de Naciones, 42.--4. La ONU y el sistema actual de orga-
nizaciones internacionales, 46.-5. Elementos estructurales comunes
a las organizaciones intergubernamentales, 53.-6. Régimen jurídico
de las organizaciones intergubernamentales, 57.-Bibliografía, 65.
3. Las funciones de la organización internacional en el sistema político
mundial ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... 67
@ Manuel Medina 1. El sistema político mundial: Modelos históricos, 68.-2. Las or-
ganizaciones internacionales como subsistema del sistema político
@ Alianza EditOrial, S. A., Madrid, 1976
mundial, 71.-3. Exigencias del sistema polftico mundial a la orga-
Calle Milán, 38; ~ 200 00 45 nización internacional, 74.--4. Aportaciones de la organización al
ISBN: 84-206-2170-6 sistema político mundial, 76.-5. Apoyos del sistema político mun-
Depósito legal: M." 31.916-1976 dial a la organización internacional, n.-Bibliografía, 78.
Compuesto en Fcrnández y Velázquez, S. L. 4. El sistema de las Naciones Unidas ... ... ... ... ... ... ... '" ... 80
T11I
preso en Ediciones Castilla, S. A. Maestro Alonso, 21. Madrid 1. Fines y principios de la ONU, 80.-2. Composición y estructu-
Printed in Spain , " ~"
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;"!i ra, 85.-3. Evolución general de la Organización, 96.--4. Principa-
7
1. El sistema interuaciona! y sus actores principales 17
ClpilUlo 1
EL SISTEMA INTERNACIONAL '. una forma política relativamente reciente, que surge a finales de la
Y SUS AGrORES.PRINCIP.ALES.! Edad Media, como producto típico de la civilización europeo-occi-
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dental, y que sólo a partir de los siglos XVIII y XIX comienza a ser
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exportado a otras regiones y civilizaciones: el continente america-
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no, T~rquía, Extremo Orienle, el mundo árabe y, finalmente, el
Africa subsahariana. Con anterioridad al Estado han existido otras
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formas políticas, como la polis o ciudad-Estado de Grecia y Roma,
el sistema polílico feudal de la Edad Media cristiana o la organiza-
ción poJítico-religiosa unjversalista del Islam. Sólo en un sentido
muy amplio. podemos aplicar el calificativo de Estado a entidades
políticas como la ciudad-Estado griega o los reinos medievales. Tam-
bién en este sentido amplio e intemporal podemos hablar de siste-
mas internacionales anteriores a la apariciÓn del Estado moderno;
tales sistemas sólo son internacionales en cuanto abarcan reJaciones
entre entidades políticas independientes. Así, podemos hablar de un
sistema internacional de las ciudades griegas, en el que determina-
das ciudades (Esparta, Atenas, Tebas) asumen en distintos 'momen-
tos un papel hegemónico, constituyendo ligas de Estados que se en-
Vivimos en un mundo de, Estados soberanos. El globo terrá- frentan entre sí debidu a la opo)sición de StlS intereses estratégicos o
comerciales. Los sistemas internacionales existentes con anterioridad
queo se representa normalmente como un parcheado multicolor de
pequeñas divisiones territoriales a las que llamamos Estados. No a la formación del Estado son, desde luego, muy numerosos y di-
cabe, sin embargo, reducir la vida política internacional a los Esta- versos, pero todos ofrecen la particularidad de no haber conseguido
dos y a sus interacciones. Por debajo del Estado existen fuerzas po- extenderse sobre la totalidad de la su¡:;erficie terrestre. Incluso los
derosas que manipulan el aparato de gobierno y condicionan su ac- «imperios universales» chino y romano sólo cubrieron una parte re-
tuación en la esfera, internacional. En ocasiones, estas fuerzas salen ducida del planeta: el Asia Oricntal y el MediterT<Ítleo. Ahora, en
a la superficie y actúan directamente en la esfera internacional a tra- cambio, vivimos en una sociedad internacional glohal, en la quc los
vés de organizaciones de partidos o sindicatos transnacionales, de acontecimientos de una zona limitada, cumo Indochina o Palcstina,
sociedades multinacionales, de iglesias establecidas o de ideologías encu~ntran ecos en regiones muy distantes.
con aspiraciones universalistas. La ciencia política actual representa al En realidad, sólo contamos con una socicdad internacional glo-
Estado como un continuo o proceso social en el que las autoridades bal a partir de los últimos doscientos años. Esta sociedad internacio-
gubernamentales son sólo parte de un complejo mucho más amplio. nal global se gestó en los siglus xv y XVI, cuando los Esta-
También en la esfera internacional conviene señalar la existencia de dos de la Europa occidental emprendieron Ja aventura colonial, a la
actores no estatales. El sistema internacional de nuestro tiempo ofre- conquista del mundo. El sistema internacional que hoy conocemos
ce, por ello, una gran complejidad. ' constituye en realidad una ampliación del sistema europeo de Esta-,
dos existente a finaJcs de la Edad Media y comienzos de la Edad
Moderna, pues tanto el Estado soberano como el sistema de rela-
1. El sistema internacional y sus subsistemas regionales dones entre entidades estatales independientes fueron «exportados»
de la Europa occidental al resto del mundo. La pcculiaridad del sis-
Por sistema internacional entendemos un sistema social en el tema internacional de comienzos de la Edad Moderna la daba la
que se establecen relaciones de poder que trascienden las fronteras existencia de varias entidades estatales independientes y de un peso
nacionales. Por definición casi, el centro del sistema internacional lo aproximadamente igual: España, Francia, Inglaterra, los Estados
ocupan los Estados soberanos. Hemos de recordar que el Estado es Pontificios, el Imperio. Cuando Carlos V trató de afirmar la hege-
16
18 Las organizacione~ internacionales 1. El sistema internacional y sus actores principales 1.9

manía del Imperio de los Aw¡trias, fusionado con España en su per- Durante el siglo XIX se va a producir otro cambio importante
sona, se encontró con una coalición de otras potencias. Francisco 1 en el sistema de Estados, con la incorporación de Estados no eu-
de Francia llegó incluso a concertar un acuerdo con los turcos, tra- ropeos. Durante la Edad Moderna, el sistema europeo de Estados
dicionales enemigos de la Cristiandad, para enfrentarse a las pre- terminaba en el Atlántico, y se hallaba asediado ppr los musulma-
tensiones hegemónicas de Carlos V. En consecuencia, la idea impe- nes, desde Turquía, en los Balcanes, a los reinos berberisco s del
rial no pudo afirmarse en este momento decisivo de la histo1"Ía de ',i" norte de Africa. Sólo ocasionalmente participaban los musulmanes en
Europa. A mediados del siglo XVI, tras la escisión religiosa entre ca- .'Ii el sistema europeo, mediante treguas o alianzas. China y la India
tólicos y protestantes, el sistema de Estados nacionales quedó con- estaban demasiado alejadas de la Europa occidental, y separ<1das de
solidado en Europa, y los tratados de \Vestfalia de 1648 dieron ree ésta por el Islam. Los pueblos africanos y americanos víctimas de la
conocimiento jurídico a la nueva situación. Del siglo XVI al XIX se colonización.rm eran actores de la sociedad internacional, sino suje-
producirán alteraciones sustanciales en el mapa de Europa: inde- tos pasivos de la expansión occidental. Desde finales del siglo XVIII
pendencia de los Países Bajos, expansión y decadencia de Suecia, ex~ se inicia, sin embargo, una progresiva incorporación de organizacio-
pansión de Prusia, decadencia de España; ete. Pero el sistema de nes políticas no europeas al sistema occidental de Estados. Estados
r~st¡)dos soberanos subsiste hasta nuestros díflS. Dentro del sistema Unidos conquista la independencia en el último tctcio de! siglo XVIII
de Estados se producen altibaj05 en las relaciones hegemónicas, que y participa en la diplomacia europea, aunque no se incorpora a la
h<1ccnalterar el cuadro de potencias princip<11es.Así, tras su indepen- política de alianzas hasta la primera guerra mundial. Turquía entra
dencia, los Países Bajos juegan un papel muy dinámico en el si- definitivamente en el sistema europeo de Estados a raíz del Tratado
glo XVII) para eclipsarse en el XVIII. E5pañn declina desde finales del de París en 1856. Japón adquiere estatuto de gran potencia tras la
siglo XVII) mientras Ingbterr<1 adquiere reconocimiento como gran guerra ruso-japonesa de 1904-1;905. China sólo consiguió e! recono-
potencia por estas mismas fechas. Suecia adquiere un papel hegemó- cimiento como potencia tras su participación en la primera guerra
nico en el norte de Europa durante el siglo XVII, mientras que Pru- mundial. Los Estados iberoamericanos, que consiguieron la indepen-
sía y Rusia sólo ncceden <11primer plano de la política internacional dencia durante el primer tercio del siglo XIX) participan activamen-
en el XVIII. Se producen también cambios en la estructura del siste- te en la diplomacia europea coh las Conferencias de la Paz de La
ma. Durante los siglos XVI y XVII la principal preocupación de las Haya en 1899 y 1907. En todo caso, el sistema de Estados siguió
potencias es evitar la hegemonía de la Casa de Austria, y esto da siendo un sistema eurocéntrico hasta bien entrado e! siglo xx. La
lugar a un sistema de alianzas rígidas dirigidas contra ésta. Cuando, primera guerra mundial es todavía una guerra «curopea», a la que
a comienzos del XVIII, los Borbones parecen d{:'5tinados a heredar se adhieren algunas potencias' no europeas, como los Estados Uni-
la hegcmonía en Europa, Inglaterra organiza un sistema de alian- dos, Turquía, China y Japón. Incluso en e! período de entreguerras,
zas reversiblcs dirigido a mantener en jaque a lo.; franceses sin en- cuando los Estados Unidos vuelven a su política de aislacionismo,
grandecer a los Austria.
son las potencias europeas las que mueven los hilos de la política
Un cambio sustancial en el sistema europeo de Estados tiene lu- internacional. Japón adquiere notable protagonismo en la década de
gar coo las guerras de la Revolución y del Imperio, entre finales del los treinta, con su expansión militar en China. Pero los Estados T:1ni-
siglo XVIII y comienzos del siglo XIX. Los ejércitof> de m¡¡sas de la dos no se reincorporan decididamente al sistema político internacio-
República francesa y de Napoleón dan al traste con el sistema de nal hasta después de comenzada la segunda guerra mundial. Con
alianz¡¡s rcversibles, y sólo una «Gran Coalición» logra poner fin a ésta se instaura el ~istema internacional de nuestro tiempo, que es.
1:1hegemonía napoleónica en Europa. El Congreso de Viena y la plenamente universal, y en el que las potencias europeas han perdido
S¡¡nta AJian;~a tratan de asentar un nuevo orden europeo sobre la su protagonismo. Francia, Alemania y e! Reino Unido son hoy po-
hegemonía colectiva de las grandes potencias. Surge, de este modo, tencias de segundo orden. El poder está en la actualidad en manos
el sistema llamado del «Concierto europeo», en el que las principa- de dos superpotencias (los Estados Unidos y la Unión Soviética), de
les cuestiones internacionales son resueltas mediante conferencias in- las cuales sólo una es parcialmente europea. Con e! reciente des-
ternacionales a las que acuden representantes de las cinco o seis po- arrollo político de China y la India, parece que el poder internacio-
tencias principales: Inglaterra, Francia, Austria, Ptusia y Rusia, con nal se desplaza definitivamente de las riberas del Mediterráneo y el
]a incorporación de Italia a fines del siglo XIX. Mar del Norte hacia los grandes océ~nos: Atlántico, Pacífico e Indi-
20 Las organizaciones internacionales

ea. Por primera vez en la historia de la humanidad tenemos una po-


lítica internacional auténticamente global. .
Aunque el sistern,.a internacional es hoy fundamentalmente uni-
versal, cabe señalar la existencia de varios subsistemas regionales.
Estos subsistemas no están, desde luego, aislados del sistema inter-
nacional global. Pero las. relaciones entre sus actores internos ofre-
cen un mayor grado de intensidad relativa que las que dichos acto-
res tienen con potencias exteriores.. A grandes rasgos podemos ha-
blar de los siguientes subsistemas regionales, que, por razones de
simplificación, designaremos sencillamente como «sistemas»:
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1.0 . Sistema europeo, que incluye a los Estados de Europa oc- ~
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cidental y oriental y, entre éstos, a la Unión Soviética. Aunque los .11
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Estados Unidos no se encuentran situados geográficamente en el ::t
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área del sistema, mantiene una formidable presencia militar, políti- ~
ca y económica. Cabe hablar de dos subsistemas principales dentro ~
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del sistema europeo: el europeo-occidental y el europeo-oriental, con 't;
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el predominio en cada uno de ellos de los Estados Unidos y la .~
Unión Soviética respectivamente, aunque en el primero de estos ...
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subsistemas nos encontramos con tres potencias de una cierta im- ....
portancia militar, económica y diplomática (Reino Unido, Francia ~;:
y Alemania Occidental). <::>

2.° Sistema americano, bajo la indiscutida hegemonía de los .~


Estados Unidos. Dentro de este sistema continental se pueden iden- t;
...
tificar varios subsistemas derivados, aunque todos íntimamente re- .~
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lacionados con el sistema general. El sistema de la América septen- ~
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trional, que aharca a los Estados Unidos, Canadá, México y, posi- .:::¡
blemente, Cuba, está muy sometido a la presencia de los Estados
Unidos. También los Estados Unidos ejercen influencia directísima
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en los sistemas del Caribe yla América central. En los dos subsis-
temas principales de la América del Sur, el cono-sur y la región
andina, sólo Brasil se perfila en este momento como gran potencia,
aunque siempre a la sombra del poder económico y diplomático de ~
10s Estados Unidos. .
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3.° Sistema nordatlántico, que 'engloba a los Estados Unidos, 1 .o.e
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Canadá y los países de la Europa occidental La supremacía nortea- ¡ ; E
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mericana se encuentra parcialmente compensada por las tres po- ii
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tencias europeas ya mencionadas, el Mercado Común y, en menor i §
medida, por el espíritu independentista de Canadá. '..~r j i
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4.° Sistema asiático, cuyos miembros cuentan con las tres cuar- ~ n ¡;:'"
tas partes de la humanidad y se extienden sobre una amplia zona ~ LJ ~@
geográfica. Con una superpotencia dentro del sistema, y tres poten-
cias regionales importantes (China, Japón y la ~ndia), también cabe
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22 1. El sistema internacional y sus actores principales 23
Las organizaciones internacionales

destacar la influencia que en todo el sistema han ejercido los Esta- mas prescindido de otras clasificaciones sistemáticas, como las rela-
dos Unidos. Por su enorme diversidad y escasa articulación, el sis- tivas a las relaciones entre superpotencias, () las relaciones entre
tema asiático se comprende mejor a través de sus subsistemas, que paíscs industrializados, países en desarroJlo y entre estos dos grupos
constituyen en muchos aspectos sistemas independientes: el sistema de países. En muchos aspectos, l~s relaciones entre Estados Unidos
del Asia meridional, con predominio indio; el sistema del Asia sud- y la Unión Soviética son más imemas r¡ue las existcntes entre cada
oriental, en el que convergen la Unión Soviética, China, Japón y los una de estas potencias y sus aliados y vecinos. También las relacio-
.'
Estados Unidos; y el sistema del Asia oriental, en el que también nes entre países industrializados constituyen un denso nudo de co-
part.icipan Taiwán y las dos Careas, pero que se halla decidida- municaciones, que hacen que en muchos aspectos el Reino TJnido,
mente determinado por las cuatro potencias antes mencionadas. por ejemplo, esté más próximo a Australia que a su vecina Francia.
5.° Sistema mediterráneo, que engloba a los países de la Eu- Pero, en u.n.esquema de las relaciones internacionales contemporá-
ropa meridional, norte de Africa y Oriente Medio. Cabe advertir, neas, es importante comprender la existencia de sistemas regionales
al menos, la existencia de dos subsistemas dentro del mismo: Me- que determinan en un aspccto la política exterior de un país y cons-
diterráneo occidental (Maghreb, Libia y la Europa latina) y Medi- tituyen la base de gran número de organizaciones de ámbito re-
tcrníneo oriental (Balcanes y Oriente Medio). La presencia nortea- gional.
1l1<.:l'iC:HJ3
en el Mediterráneo se hace sentir a través de la NATO
v otros acuerdos militares y la estancia permanente de la VI Flota
r:n sus aguas, así como la íntima relación entre los Estados Unidos 2. Actores Internacionales
e T<;racl.La Unión Soviética ha penetrado en esta zona tras las re-
petidas crisis árabe-israelíes como aliada del mundo árabe, en espe- Llamamos actores internacionales a aquellos individuos o colec-
cj,1.1de agucJlos países de inspiración socialista, como Siria e Iraq. tividades que desempeñan roles o papelcs en un sistema internacio-
TJ'~IILrodd sistem~, cabe advertir la presencia de una «gran poten- nal. El actor principal en el actual sist<.:mainternacional es el Es- .
ci:p. (Francia) y de algunas potencias intermedias, como Espafia, tado. En el apartado anterior nos hemos referido principalmente a
/\ rgdia, Italia, Egipto y Yugoslavia; pero las fuerzas de los Estados los actores estatales. Junto al Estado existen, sin embargo, otros
dc In zona no están en relación desproporcionada. La existencia de actores internacionales, como las organizaciones internacionales, los
la COlTlunidadeuropea, en la orilla norte del Mediterráneo, y de la grupos de presión, las organizaciones políticas transnacionales, las
Liga árabe, en la orilla sur, da una cierta estructura institucional a sociedades multinacionales, e incluso individuos particulares que pue-
las relaciones entre países mediterráneos. den desempeñar un papel fundamental en la sociedad internacional.
6.° Sistema africano" que' se descompone en varios subsiste- Sefialaremos a continuación los rasgos más importantes de los dis-
mas: Africa septentrional y sahariana; Africa oriental; Africa oc- tintos tipos de actores internacionales. .
cidental; Africa central; Africa austral. Cabría hablar, igualmente, En primer lugar, el Estado, que ocupa el lugar central en la
dd Africa subsahariana como un sistema autóctono, separado del escena internacional. En el mundo actual existen unas 150 entida-
Africa septentrional. Quizás la característica más importante del sis- des estatales, de dimensiones y características muy distintas en-
tema africano sea la lejanía de las superpotencias, que sólo están tre sí, y que juegan papeles distintos según su importancia y po-
presentes en la zona mediterránea. Dentro de cada una de las zo- sición relativa. Entre los diferentes tipos de actores estatales, nos
nas, podemos sefialar la existencia de potencias intermedias, como encontramos en primer lugar con las mperpotencias, los Estados
Sudáfrica, en el Africa austral, Nigeria, en el Africa occidental, o el Unidos y la Unión Soviética, que ocupan varios millones de kiló-
Cohgo (Zaír) en el Africa central. El Africa oriental se caracteriza metros cuadrados, cuentan cada una de ellas con más de doscien-
por ,un notable equilibrio de fuerzas, con una mayor inestabilidad tos millones de habitantes y disponen de amplios recursos econó-
debida a problemas fronterizos. micos, así como de un arsenal militar apto para su aniquilación
mutua. Las superpotencias pueden ser definidas como los actores
Estos 'sistemas han de ser concebidos como sistemas de interac- estatitles que cuentan con medios cconómicos, militares y políti-
ciones, y no como simples zonas geográficas. En realidad, la enu- cos para defenderse por sí solas, sin necesidad de participar en
meración que hemos hecho puede resultar muy limitada, pues he- alianzas. Aunque los Estados Unidos, en medida importante, y la
24 Las organizaciones internacionales 1. El sistema interoaci,lOHI y sus actores principales 25

Unión Soviética, en menor medida, necesitan disponer también de de Tito consiguió un cierto grado de independencia grr.cías a la ayu-
recursos económicos situados en otros países, su poder económico da masiva, económica y miHtar, de los Estados Unidos. en tanto que
y militar les garantiza el acceso a esos recursos en países situados Polonia pasó de la ocupación militar alemana a una situaciÓn de
en su zona de influencia. La autosuficiencia militar supone la no dependencia polítiGl completa con respecto a la Unión Soviétka.
dependencia de una alianza determinada, y la posibilidad de impo- Las posibilidades Je autosuficiencia e indepcndencb dis'oinuyen
ner condiciones a los aliados menores en los sistemas de alianza , con la reducción del territorio, población y recursos omurales. Así,
en que participan las superpotencias. varios Estados centroamericanos y antillano~; son en la actualidad
Los restantes. actores estatales carecen de esa capacidad de au- prácticamente dependencias coloniales de los Estados Unidos: Pana-
tosuficiencia de que goznn las grandes potencias. Su seguridad y su má', Santo Domingo, Nicaragua, etc. T[1mbién la independencia de
economía dependen de la protección de u~a o de las dos potencias. muchos de 1.os-Estados africanos resulta mediatÍ?:ada por la existen-
Esto ocurre incluso con países de gran extensión superficial y po- cia de lazos económicos, e incluso militares, con la ;intiglla metró-
blación, como China y la India, que sólo garantizan su indepen- polis. Este es el caSo de los países francófonos del Africa central con
dencia a través del apoyo o la neutralidad de una o ambas super- respecto a Francia, y de algunos de los países anglófunos ante el
potencias. Países como Francia, Japón, el Reino Unido y la Ale- Reino Unido. Finalmente, los llamados Estados diminutos, como la
mania Occidental, que gozan de un alto nivel de desarrollo econó- Ciudad del Vaticano, Liechtenstein, San Marino, Mónaco, e incluso
mico y tecnológico, carecen de la base territorial y de población Andorra, sólo pueden ser considerados como actores estatales en un
necesaria para afirmar su independencia por sí sólos, por lo que sentido impropio, ya que dependen de uno o dos Estados próximos
su seguridad se basa en las alianzas militares concertadas con los
para su defensa y su supervivencia económica y política. Andorra
Estf1dos Unidos. Ni siquiera la disponibilidad del arma nuclear bas- no es técnicamente un Estado, y el grado de autonomía y democracia
ta para conferir a una de estas potencias intermedias autonomía de que goza es sólo el resultado de su emplazamiento entre Francia
política. En primer lugar, el arma nuclear sólo resulta hoy eficaz y España y su, aislamiento geográfico. La Ciudad del Vaticano es
si se dispone de medios masivos de «entrega»: flotas de bombar- una instrumentalidad de un actor no estatal, la Ig]esia Católica, y
deros de gran radio de acción, proyectiles dirigidos supraorbitales, depende pata su seguridad, economía e independencia de la benevo-
submarinos portaproyectiles, etc. En segundo lugar, la eficacia di- lencia del Estado italiano. También San Marino sólo puede subsistir
suasoria del arma nuclear sólo existe cuando se cuenta con un po- .~ en la medida en que lo tolere Italia, y Mónaco con el consentimien-
tencial nuclear suficiente para destruir a una de las superpotencias.
La tesis del General De Gaulle de que a Francia le bastaría una to de Francia. El más autónomo de los Estados diminutos, Liech-
..' tenstein, no cuenta siquiera con los recursos nccesilrios para estable-
pequeña fuerza nuclar «de choque» para disuadir a una superpo-
tencia de un ataque nuclear no "resulta convincente, y la. defensa cer un servicio exterior, que cubre su relativamente poderoso vecino
de Francia depende, en defin,itiva, del paraguas nuclear norteame- suizo. En los últimos años han aparecido, además, los llamados
ricano. Tampoco China puede confiar en sus recursos nucleares «micra-Estados», que cuentan con una cierta superficie territorial
frente a un ataque masivo soviético o norteamericano, y sólo el y población, pero que resultan escasos en comparación con las po-
equilibrio entre las dos superpotencias ha garantizado su indepen- tencias medias. Se trata de países con población inferior al millón
dencia en los últimos años. de habitantes, o extensión no muy superior a los mil kilómetros
Si descendemos un nuevo escalón y pasamos de las grandes cuadrados. Ya Islandia, en población, y Luxemburgo, en población
potencias a las potencias intermedias, como España, Brasil, Argen- y territorio, apenas llenaban los requisitos mínimos para el recono- .
tina, Egipto, Indonesia, Polonia o Yugoslavia, su dependencia de cimiento de la estatalidad. Algunos de los nuevos Estados indepen-
las superpotencias es aún más acusada. Egipto, por ejemplo, ha os- dientes, como Mauricio, Maldivas, Malta y Granada, reúnen aún
cilf1dodesde una cuasi-dependencia del bloque socialista, con Nasser, condiciones menos adecuadas para el ejercicio de las funciones es-
hasta la aproximación a los Estados Unidos del actual presidente, tatales en la sociedad internacional. Estos países sólo cuentan con
Anwar Sadat. España pasó de la posición de aliado subordinado de medios suficientes para establecer una o dos representaciones diplo-
Alemania durante la segunda guerra mundial, a la de aliado subor- máticas, y algunos de ellos, miembros de Naciones Unidas, no pue-
dinado de los Estados Unidos después de la guerra. La Yugoslavia den siquiera enviar represcntf1ntes a la Asamblea General de
27
26 Las organizaciones internacionales 1. El sistema internacional y sus actores principales

In ONU. Estamos, por tanto, en el caso limite del reconocimiento Los Estados, los bloques de países y las organizaciones inter-
de, lA,cstAtnlidad. ., .. . gubernamentales ofrecen un alto grado de visibilidad, y es posible
l..u incapacidad de muchos actorcs estatales para mantener su su identificación en un mapa con colores superpuestos. Existen, sin
indep<:ndc.ncia ,ha favorecido la formación de bloques de potencias, embargo, otros actores internacionales de menor visibilidad. Este
que en muchos casos tienen mayor importancia política que los es el caso de los grupos de presión o ideológicos. Un buen ejemplo
Estndos que. los constituyen. Desde 1945 existen dos bloques prin- a este respecto lo dan las llamadas sociedades multinacionales. Jurí-
cipales, agrupados en torno a los Estados Unidos y la Unión Sovié- dicamente,' estas sociedades se configuran como una cadena de so-
¡it:¡I: el bloque. occidental, «capitalista» o de «Estados libres»r y el ciedades nacionales enlazadas entre sí por relaciones contractuales
bloquc oriental, «socialista» o «soviético». La hegemonía de las o sistemas de boldillg. La visibilidad de estas sociedades se' consigue
superpotcncias es clara en el interior de cada uno de los bloques, a veces con_clmantenimiento de un nombre común: Philips, Gene-
y esto hace que los bloques actúen como portavoces o amplificado- ral Eléctrica, Shell, Ford, Citroen, etc. Pero en muchos casos, la
res de la diplomacia de la potencia hegemónica. Junto a los dos denominación no sirve para identificar a una sociedad como miem-
blnques principales, cabe hablar también de otras agrupaciones de bro de un grupo multinacional. Así, Standard Eléctrica y Marconi
Estados, aunque con contornos menos acusados y con menor signi- dependen en España de la ITT, sin que tengan nada que ver con
ficación práctica. Este es el caso del «bloque afroasiático» o de los otras sociedades transnacionales de denominaciones similares, como
«países no alineados», cuyos miembros pueden; de hecho, pertene- la Standard Gil de Nueva Jersey o el grupo Marconi angla-italiano.
cer a uno de los bloques hegemónicos y, encontrarse muy mediati- La situación puede aún resultar más confusa cuando la .sociedad
zados por las superpotencias. Así, Cuba, y Perú han asistido a la multinacional no se especializa en un sector determinado (electróni-
última Conferencia de países no alineados, a pesar de que la pri- ca, informática, combustibles, automóviles), sino que constituye un
mera parece en la actualidad ser miembro del bloque socialista, «conglomerado» de industrias que abarcan varios sectores. Así, 'la
mientras Perú se mantiene dentro dd bloque occidental. Existen, ITT no se limita al sector electrónico, sino que cuenta también con
además, agrupaciones regionales, algo más definidas en su contorno filiales en el ramo inmobiliario. Incluso' los cárteles internacionales,
y con mayor impacto en la política internacional, como el «bloque basados en contratos entre empresas independientes, ofrecen una
,írabe» y el «bloque europeo-occidental», el primero integrado, en cierta impenetrabilidad para el público en general. Al objeto de
líneas generales, en los países no alineados, y el segundo como un evitar la aplicación de las disposiciones legales en materia de mono-
elemento del bloque occidental. Estos bloques regionales suelen cris- polios, las prácticas paralelas son preferidas a los acuerdos explíci-
talizar en organizaciones internacionales, como la Liga árabe, la Co- tos, de modo que no existe prueba documental de la existencia de
munidad europea y el Consejo de Europa. También cabe decir lo este tipo de acuerdos. En general, las organizaciones industriales
mismo del bloque socialista, que se puede identificar con el suelen eludir la publicidad, y tienden a no constituir organizaciones
r:/\EM y el Pacto de Varsovia. El bloque occidental ll1enta formales fácilmente identificables. Sólo en contados casos estable-
con un amplio número de organizaciones, de las que quizás el Pacto cen organizaciones no gubernamentales: conferencias marítimas, con-
Allántico y la OCDE sean en la actualidad las más representativas. sejos de productores de materias primas, Confederación europea de
Las organizaciones regionales no siempre coinciden con el bloque productores agrícolas, etc. .
hegemónico, por lo que a veces tienen que ser suplementadas con Los grupos ideológicos, así como algunos otros' grupos de pre-
acuerdos bilaterales adicionales. Este es el caso del Pacto del Atlán- sión, adoptan sin dificultad la forma de organizaciones no guberna-
tico, que se completa con acuerdos militares bilaterales de los Esta- mentales. Las confesiones religiosas pueden adoptar la forma de
dos Unidos con países como España, Japón y Taiwán, o con otros una organización internacional no gubernamental, como el Consejo
acuerdos regionales, como la SEATO y el CENTO. Es posible la Mundial de las Iglesias, las confederaciones misionales baptistas,
inclusión en un acuerdo regional de países que no se ajustan exacta- y la misma Iglesia Católica. La Organización Islámica ofrece en es-
mente al bloque hegemónico. Así, Iraq está asociado al CAEM tos momentos la anómala situación de estar a medio camino entre
y, a pesar de su proximidad ideológica con los países socialistas, la organización intergubernamental y la organización no guberna-
aparece como miembro de pleno derecho del bloque árabe, más que mental, pues a sus reuniones acuden representantes guberna-
del hloque socialista. mentales juntamente con líderes religiosos, siguiendo la tradicional
1. El sistemt\ internacional y sus actores principales 29
28 Las organizaciones internacionales

identificación del Islam entre poder temporal y poder espiritual. El poder político de los individuos puede depender de una base de
Ahora bien, al. igual que ocurre con las organizaciones económicas, poder político propio, herq:lada (Carlomagno, Carlos V, Luis XIV)
nos encontramos con organizaciones .religiosas e ideológicas de es- o adquirida (Napoleón, Hitler, Stalin, Mussolini), pero a veces es
cnsn transparencia. Este fue el caso en el pasado de la Compañía independiente de toda organización política y se basa en el simple
de Jesús y de la masonería, y, .más recientemente, del Opus Dei. carisma (Gandhi). Grandes ministros o asesores, como Metternich,
Pero en el sector religioso predominan hoy las organizaciones abier- Kissinger, Talleyrand o Marshall, no han necesitado carisma ni base
tas. También las confederaciones sindicales e internacionales de par- .1"~~
política propia para ejercer una acción internacional, bastándoles ]a
tido prefieren en la actualidad la transparencia al secreto o la clan- confianza de los detentndores del poder político nacional. En defi-
destinidad, sobre todo al obteneJ,"sesu reconocimiento legal en la nitiva, hoy, con la concentración del poder militar y político en las
mayor parte de los países. La clandestinidad sindical y de partido manos de élite~ reducidas y de personalidades destacadas, el Secre-
sólo se practica en países de estructura dictatorial. Tanto la Inter- tario general -del Partido comunista de la Unión Soviética y el Pre-
nacional Socialista como la Federación Sindical Mundial, la Confe- sidente de los Estados Unidos reúnen en sus manos mayor cantidad
deración Internacional de Sindicatos Libres y la Confederación Sin- de poder que ningún otro organismo u organización.
dical Europea, gozan hoy de amplio reconocimiento legal y actúan
a la luz pública, recurriendo incluso a la moderna técnica de las
relaciones públicas. Estamos muy lejos de las internacionales clan- 3. Las organizaciones internacionales
destinas del último tercio del siglo XIX.
Para que un grupo ideológico, económico o político actúe en la En el apartado anterior hemos señalado la existencia de una plu-
esfera internacional no es necesario que se' constituya como orga- ralidad de actores en la escena internacional, que van desde las su-
nización internacional. Grupos nacionales pueden ejercer gran in- perpotencias y los bloques de países hasta las comunidades religio-
fluencia internacional, de forma voluntaria o involuntaria. Así, los sas, la familia e individuos determinados. Entre estos actores inter-
miembros de la Bolsa de Nueva York (Wal! Street) pueden decidir nacionales se cuentan las organi;r,aciones internacionales, a las que
de modo efectivo sobre los asuntos económicos de muchos países. ya hemos hecho algunas referencias. Entendemos por organización
Duranto la segunda guerra mundial, el fascismo, que no constituyó internacional todo' grupo o asociación que se extiende por encima
propiamente organizaciones internacionales, consi.guió una' acción de las fronterns de un Estado y que adopta tina estructura orgánica
concertada a través de los órganos del Reich, del Estado italiano permanente. Dentro de esta amplia definición caben diferentes ti-
y del Imperio japonés encargados de las relaciones exteriores, ac- pos de entidades transnacionales: organizaciones intergubernamen-
tuando de concierto con organizaciones fascistas nacionales, como tales, comunidades religiosas, confeder.lciones sindicales, internacio-
la «Acción francesa» o los «rexistas» belgas. Las llamadas «socie- nales de partido, asociaciones profesionales y deportivas, etc. La
dades multinacionales» son, en realidad, la prolongacién de. socie- exigencia de una cierta estructura orgánica deja fuera las organiza-
dades nacionales, controladas a su vez por un reducido grupo de ciones no formalizadas, como los bloques de potencias o los movi-
accionistas y administradores. En ocasiones, una familia, a través de mientos ideológicos,. pero permite incluir a las sociedades multina-
su poder político o económico nacional, puede influir decisivamente cionales y a los cárteles internacionales a pesar de que su estructura
en los asuntos mundiales: la familia Rothschild, la familia Krupp, orgánica sea en muchos casos imprecisa.
la familia Ford, la familia Rockefeller, o la familia Kennedy, son Cabe distinguir dos categorías fundamentales de organizaciones
ejemplos de la proyección internacional de un grupo basado en la- internacionales. En primer lugar, nos encontramos con las organi-
7.0Shiológicos, sin necesidad de remontarnos a otras familias que zaciones intergubernamentales, integradas por representantes de .los
históricamente han revestido gran importancia, como los Medici, los gobiernos nacionales. Las organizaciones no gubernamentales se com-
Habsburgo o los Borbones. ponen de personas particulares, gtupos d entidades que no consti-
Ciertos individuos pueden desempeñar un papel fundamental en tuyen gobiernos nacionales. Las organizaciones no gubernamentales
la evolución de la sociedad internacional~.Buda, Cristo, Mahoma, ofrecen mayores problemas de definición que las organizaciones gu-
Carlomagno, Napoleón, Marx o Hitler han ejercido más influencia bernamentales, que suelen contar con una carta y unos órganos per-
en la historia que poderosos grupos sociales, económicos y políticos. manentes fácilmente identificables. La distinción entre ambos tipos
30 Las organizaciones internacionales 1. El sistema internacional y sus actores principales 31

de organizaciones no es siempre fácil, sin embargo. Ya hemos seña- padasante todo por llevar a cabo una función eficaz en su campo
lado el caso de la Organización Islámica, compuesta por represen- de actividad, mientras que las organizaciones intergubemamentales
tantes gubernamentales y no gubernamentales. El Consejo Nórdico se caracterizan por una notable preocupación por las cuestiones ju-
está integrado por representantes de los parlamentos de los países rídicas, orgánicas y formales.
nórdicos, pero no de sus gobiernos; sin embargo, suele ser clasifi-
cado como organización «iniergubernamental», por el carácter «ofi-
cial» de sus miembros. En cambio, la lATA, de la que forman parte .,'
compañías aéreas nacionales que en su mayoría son de carácter gu- BIBLIOGRAFIA
bernamental o semi-gubernamental, es con~iderada como organiza-
ción no gubernamental, ya que las compañías están en ella repre- AMADEO,María: Política illte/"llaciollal. Los prillcipios y los bccbos. Buenos
sentadas como sociedades mercantiles y no como órganos de sus Aires: Ihsth:tito Argentino dc Cultur,t Hisprínica, 1970.
ARaN, Raymond: Pa."!y .'(Ilerraelltre las nt/ciOlles. Trad. de Luis Cuel"'¿o. Ma-
gobiernos respectivos. Es posible, incluso, que dentro de una orga- drid: Revista dc Occidente, 1963.
nización gubernamental existan órganos integrados por personas que COLLIARD,Claude-Albcrt: IIlJtitutiol/s des rc/,¡tirJIISinte/"ll(/tiol/a!e.L6.' cd. Pa-
-no son representantes gubernamentales, sino que asumen funciones rís: DalIoz, 1974. .
internacionales con carácter independiente. Este es el caso de los FRANKEL,Joseph: Conflicto y úrmo!1íti o/ la política illtemacirmai. Tmd. de
secretarios generales de la mayor parte de. las organizaciones. Tam- Jesús Gómez Baramendi. Barcelona: Dopt>sa. 1971.
bién la Comisión de derecho internacional de las Naciones Unidas GREWE, Wilhelm G.: Spiel der Kr¿jfte in der \\7dtpolitik. Theorie IIl1d Praxis
y el Comité económico y social de las Comunidades europeas están del' intemationalell BeÚehlltlg,ell. DÜsscldorf-Viclla: Econ Verlag, 1970.
integrados por personalidades que son independientes, y no repre- HARTMAN,Frederíck H.: 'fhe RdatiollJ 01 NatiollS. 4.' cd. Nueva York/Lon-
dres: Mai:millan/Coilier-.Macmill:m, 1973.
sentan a sus gobiernos respectivos. Pero la composición no guber-
HOFFMAN,$tanley 1-1.: Teorías cOlltem/,m.,ílleas JOhrc I'H rclaei(}//('<il/lema-
namental de ciertos órganos no quita a una organización internacio-
cionales. Trad. de M. D. López de Ccrvera. Madrid: TeclK's, 1%).
nal su carácter intergubernamental. LERcHE, Charles O., y S"w, Abdul:. Crl11ceptso/ II/tema/iOIl"¡ Poli/icJ. 2." eel.
Quizás uno de los fenómenos más característicos de nuestro Englewood Cliffs, N. J.: Prcnticc-Hall, 1970.
tiempo sea el del desarrollo de las organiz.¡ciones internacionales. MEDINA,Manuel: La teoría de ¡rlJ relaciones in/emarion,¡lcJ. Madrid: Semina-
Entre 1945 y 1976 se han creado cientos de organizaciones intergu- rios y Ediciones, 1973.
bernamentales, y vados millares de organizociones no gubernamen- MERLE, Maree!: La vida intemacional.. Trad. de Enrique Mora. Madrid: Tec-
tales. La estrechez de las fronteras de los Estados nacionales ha nos, 1965.
provocado, sin duda, esta enorme expansión de la cooperación inter- -: Sociologie des rdations il//ema/iol/ales. París: Dalloz, 1974.
MORGENTHAU, Hans l: La lurJ.;o1 por el poder y por la paz. Trad. de Francisco
nacional institucionalizada. Podríamos decir que junto al gobierno
Cuevas Cancino. Buenos Aires: Editorial Sl1d:\lnr:ricana, 1963.
visible de los Estados y sociedades nacionales se ha ido desarrollan-
PPALTZGRAFF, Robert L. (Ed.): Polítics úlld tbe Internatiollal S)'Jtem. FiladeIfía/
do un gobierno invisible basado en la cooperadón permanente inter- Nueva York: J. B. Lippin<:ott, 196q.
estatal y en la actuación de grupos sociales a 1ravés de las fronteras POBLETETRoNcoso, Moisés: LaCol11l1l1idad il1temacional contemporánea. Re-
nacionales. Por lo general, las sociedades nacionales han pasado a laciones y organismos internacionales. Santiago de QJile: Editorial Jurídica
ser sociedades abiertas en sus relaciones con otras sociedades nacio- de Chile, 1958.
nales, y las organizaciones internacionales S01l la consecuencia na- PUCHANA,Donald J.: InteY11ational Politirs Today. Nueva York: Dodd, Mead,
tural de ese fenómeno. 1971.

En esta obra s610 estudiaremos las organizaciones interguberna- RENOUVIN,Pierre, y DUROSELLE,Jean-Baptiste: Introducción a la polftica in-
mentales. Esto se debe a dos razones principalts. En primer lugar, ternacional. Trad. de Manuel Camacho de Ciria. Madrid/México/Buenos
Aires/Pamp)ona, 1968.
cuando se habla de «organización internacional" se suele entender
ROSENAU,Jamcs N. (Die): Intel"llatiol/al Politics and Foreign Policy. A Reader
por tal una «organización intergubernamental», loientras que las or-
in Research illld TIJeory. Ed. revisada. Nueva York/Londres: The Free Press/
ganizaciones no gubernamentales suelen ser concddas como «asocia- Collier-Macmi1Jan, 1969.
ciones internacionales». En segundo lugar, lo org:tnizatorio ocupa un SCHUMAN,Frederick L.: IlItcmational Politics. The Western State System in
lugar secundario en las organizaciones no gubenamentales, preocu. Mid-Century, 7.' ed. Nueva York/Toronto/Londrcs: McGraw-Hill, 1969.

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