Pontífice Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM)

Maestría en Derecho Inmobiliario

Urbanismo y Permisología

Análisis de situación inmobiliaria y medioambiental: Caso “Jamaca de Dios”

Para los fines de la presente clase se nos ha pedido analizar el caso presentado en el complejo
eco turístico “Jamaca de Dios”, ubicado en Jarabacoa. Este complejo, fundado en el 2006 por
Michael Ballentine, tenía planeado una expansión de una segunda etapa dentro del territorio de la
propia razón social, por lo cual solicitaron las autorizaciones correspondientes a la oficina de
Medio Ambiente.

El Ministerio de Medio Ambiente envió dos comisiones para estudiar la zona donde se pretende
construir, a lo que –vía comunicación del 18 de diciembre del 2012–, en donde se indica que el
porcentaje de inclinación que tienen los terrenos a utilizar es muy pronunciada, resolviendo
cerrar el expediente de forma definitiva rechazando su solicitud.

Indica el señor Ballentine en el reporte que, luego de esto, tienen la amenaza de que ante la
construcción de cualquier hotel se enfrentan de multa de hasta 4,000 sueldos mínimos. A esto, el
Director Municipal de Medio Ambiente en Jarabacoa informa que no ha recibido ninguna
comunicación formal del Ministerio de Medio Ambiente, y que entiende que los proyectos
ejecutados en la misma zona deben ser tratados con igualdad. Expone que “la parte donde se
está ejecutando, donde tienen la licencia, tiene mayor porcentaje de inclinación que la parte en
donde están solicitando expandir… ese no es un elemento 100% válido para esos fines” (Graviel
Peña, 2013).

En ese reportaje se establece que igualmente existen otros proyectos turísticos paralelos, a cargo
de Juan José Dominguez Quezada, quien posiblemente sea la persona que esté ejerciendo
influencia política al Ministerio de Medio Ambiente (dado su vínculo con el ex presidente
Leonel Fernandez y que su madre es Alcaldesa de Jarabacoa); pero esto se quedó en conjeturas y
especulaciones por parte del aludido reportaje.

También se hace mención de un conflicto con los moradores de la zona por un tema de
servidumbre de paso por esa propiedad, que llevó incluso a un grupo a desbaratar una puerta de
entrada, invocando que contaban con un permiso municipal para realizar esa acción.

Análisis de los eventos.

Luego de ver el caso de “Jamaca de Dios” y sus conflictos con las autoridades
medioambientales, es mi consideración particular que más que un tema de derecho ambiental, o
un tema de derecho inmobiliario, es un tema de política y como corroe las instituciones del
Estado. Si bien es cierto que el Derecho de Propiedad no es un derecho absoluto, y por lo tanto,
se encuentra sujeto a limitaciones constitucionales y legales, como es el caso de la servidumbre
de paso, como también que la ley 64-00 sobre Medio Ambiente y las distintas normas
complementarias en materia medioambiental contemplan una serie de limitantes a la depredación
de recursos naturales, no menos cierto es que estas limitantes (como todas las pretendidas para
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un derecho fundamental) deben estar amparadas dentro de los marcos de legalidad, razonabilidad
y equidad. En el caso de la especie, se verifica una negación de parte del Ministerio de Medio
Ambiente en aprobar la expansión del proyecto Jamaca de Dios, a pesar de que:

1. Era dentro de terrenos de la propiedad del solicitante, la cual no se encuentra en disputa,

2. Se fundaron en el nivel de inclinación de las tierras, cuando la autoridad municipal de
Medio Ambiente expone que existen más inclinaciones en las tierras donde ya cuentan
con la autorización que en donde se pretenden expandir, lo que hace irracional este
rechazo
3. Que otros proyectos en la zona fueron aprobados en igualdad de condiciones.

Planteamos que es un tema de política, porque siendo la decisión de ese organismo una facultad
discrecional y soberana a su cargo, con la que ha permitido a otros lo que a Jamaca de Dios ha
negado, parecería ser que los intereses del medio ambiente pasan a un plano secundario que la
habilidad de ejercer arbitrariamente el poder desde una institución del Estado.

Concluimos este informe en lo que respecta a la servidumbre de paso, que de conformidad con el
Código Civil Dominicano se define como una modalidad de carga impuesta sobre la heredad o
terreno. Para ello la jurisprudencia es constante en establecer que a la hora de “trazar una
servidumbre de paso, debe tomarse en cuenta no solo el trayecto más corto, sino el menos
perjudicial para el predio sirviente”, de donde se extrae una situación de necesidad para afectar el
derecho de propiedad del predio sirviente. De lo admitido en el video analizado, queda como
hecho cierto que los que rompieron la compuerta del complejo turístico Jamaca de Dios contaban
con otra vía de paso para sus animales, situación ésta que desprovee de interés jurídico su
reclamo de una servidumbre de paso por esa propiedad.

Luis Adriano Taveras Marte

2015-7916