Históricamente, las relaciones de poder han existido en todos los ámbitos donde el
ser humano ha desarrollado habitualmente sus actividades, es así que en el
ámbito laboral en instituciones estatales de carácter civil, armadas y técnicas como es la Institución Policial, es donde estas relaciones de poder se han visibilizado mucho más, por cuanto se pensaba que ser Policía era una actividad solo para hombres, sin embargo al pasar el tiempo esta ideología ha cambiado, estableciéndose una equidad de género al permitir el ingreso de mujeres a la noble institución, pero es necesario recalcar que solo el 5% de servidores policiales son mujeres lo que conlleva a replantearse si la Policía Nacional es una profesión solo para hombres. Hace menos de un siglo, la presencia femenina en la Policía Nacional era impensable, sin embargo, las políticas públicas en el ámbito de la equidad de género han avanzado y en la actualidad, existen cinco mil mujeres con diferente rango jerárquico, que forman parte de la institución policial, siendo una de las primeras instituciones armadas del Ecuador que fue inclusiva con las mujeres y consecuentemente las Fuerzas Armadas, la inclusión de la mujer dentro de las filas policiales y militares, ha sido un aporte fundamental porque ha permitido el fortalecimiento de políticas, lineamientos internos, y mecanismos que promuevan aún más la equidad entre hombres y mujeres policías, pero no se ha beneficiado únicamente la Institución Policial, ya que paralelamente se benefició también la sociedad ya que la presencia de la mujer policía repotenció un mayor acercamiento con la comunidad. En la actualidad las relaciones de poder entre hombres y mujeres policías, ha dejado de ser el tema central, por cuanto anteriormente los altos mandos, funciones y cargos importantes solo podían ser ejercidos por superiores jerárquicos hombres, pero vemos que en la actualidad las mujeres policías ya llegaron a tener los más altos grados jerárquicos dentro de la Institución Policial, ocupando altos mando, funciones y cargos importantes, es así como la Policía Nacional fue la primera institución jerarquizada en nuestro país que ascendió a dos mujeres a Generales de Distrito, en este ámbito disminuyó así la brecha que existía sobre las relaciones de poder, lo cual abre camino a un tema prioritario que es la equidad de género con igualdad de oportunidades, pero no lo es todo ya que si bien las relaciones de poder en el ámbito laboral ha mermado, pero no así la comprensión sobre la condición de ser mujer dentro de la Policía, ya que aún es evidente la incomprensión respecto a los temas de permisos de maternidad, periodos de lactancias, dentro de un círculo donde el 90% de servidores policiales son hombres. Es necesario recordar que la Ley Orgánica Integral para prevenir y erradicar la violencia contra la mujeres, define a las Relaciones de poder como “acciones, omisiones y prácticas sociales, políticas, económicas, culturales o simbólicas que determinen la imposición de la voluntad de una persona o grupo por sobre la de otro, desde una relación de dominación o subordinación que implica la distribución asimétrica del poder y el acceso y control a los recursos materiales e inmateriales entre hombres y mujeres”, lo cual se torna importante para la compresión del tema de relaciones de poder. Así como también es importante conocer que como parte de la política pública para erradicar la violencia contra las mujeres, el Estado a través de sus órganos legisladores ha visto necesario la creación de leyes ordinarias que coadyuven al tema de equidad de género, es así que con la expedición de la Ley Orgánica Integral para prevenir y erradicar la violencia contra la mujeres, y su respectivo reglamento; norma de cierta forma las relaciones de poder entre hombre y mujeres en todos los ámbitos donde la mujer desarrolle sus actividades, siendo lo más importante la implementación de estrategias para prevenir y erradicar todo tipo de violencia ejercida contra las mujeres en el ámbito público y privado en especial cuando se encuentre en múltiples situaciones de vulnerabilidad o de riesgo, mediante políticas y acciones integrales de prevención, atención protección y reparación de las víctimas.