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MARTES 28 ORDINARIO FECHA 11 DE OCT DE 2016

DÍA Y SEMANA PAR MARTES

11
LUCAS 11 37 41 OCTUBRE
LIBRO, CAPÍTULO Y VERSÍCULO
2016

TEXTO DEL EVANGELIO COMENTARIO DEL EVANGELIO


En aquel tiempo, cuando Las personas funcionamos por
Jesús terminó de hablar, compensación… inevitablemente. Quien
un fariseo lo invitó a es frío de sentimientos alcanza su notoriedad
comer a su casa. Él entró con su razón y viceversa; la persona tímida
y se puso a la mesa.
 hacer saber su genialidad en ámbitos
Como el fariseo se notablemente significativos pero alejados de
sorprendió al ver que no las “plazas públicas de lucimiento”; quién no
se lavaba las manos es hábil con la palabra, le basta una acción
antes de comer, el Señor contundente… y así podríamos seguir.
le dijo: «Vosotros, los
fariseos, limpiáis por Es curioso y en ocasiones divertido mirar
fuera la copa y el plato, a los otros y mirar(nos) bajo ese “peso de
mientras por dentro la compensación” que todos, cada día
rebosáis de robos y ponemos en práctica. No se quién ha dicho
maldades. ¡Necios! El que allí donde estamos,  dejamos patente
que hizo lo de fuera, ¿no nuestra “presencia” y nuestras “ausencias”.
hizo también lo de Cuanto más “presencia” somos, “más
dentro? Dad limosna de ausencias” revelamos. Y para descubrirlo
lo de dentro, y lo tendréis sólo basta mirar … y escuchar.
limpio todo.»
Quizás por eso Jesús ante los fariseos “se
desataba”. El fariseo se caracteriza por no
“controlar” su sistema compensatorio. Y
ahí radica el problema. Me explico.

El fariseo va de “presencia desbordante”


y además intenta  disimular sus
“ausencias” con esa estúpida manera de
vivir que supone considerar al otro tan
ingenuo, como en el fondo lo es uno
mismo.

O al revés… no teniendo nada que
presentar, da la sensación de que lo que no
aparentas lo tienes, como un tesoro, muy
dentro, obviando eso de que “por sus frutos
los conoceréis”.

Por eso, Jesús, sin contemplaciones, le viene


a preguntar al fariseo protagonista del
evangelio de hoy por los “sentimientos que
hay dentro de él”. ¿Hay algo en tu interior o
estás vacío de todo?. Tu soledad, ¿está
habitada de presencias y de cansancios o es
expresión de la sequedad que te absorbe
cada día?

Los clásicos de la espiritualidad han hablado


muchas veces veces del “canto silente” y de
la “soledad sonora”, es decir de una
“interioridad fértil y habitada”.

Cuando todo es exterioridad de


“pladur”  o “fachada barroca”, un flaco
servicio hacemos a la fe, porque nuestro
cuerpo, cuál válvula que regula nuestros
adentros y nuestras afueras, se convierte
en elegante escaparate de la nada.

“Da de lo de dentro” –si es que tienes algo-
dice el maestro de Galilea.

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