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Tema 15b

El PREJUICIO HACIA LOS OBESOS

Existen muchos estudios que documentan que ser obeso produce problemas de rechazo o discriminación en el
ámbito laboral, en el contexto sanitario, en la escuela y en las relaciones interpersonales.
Y eso aparte de los condicionantes médicos.

UNO. DISCRIMINACIÓN EN EL ÁMBITO LABORAL


1. Son muchas las investigaciones que ponen de manifiesto que las personas obesas sufren discriminación en el
entorno laboral.
 Existe un estereotipo hacia este grupo (se considera a las personas obesas como vagos y menos
competentes), lo cual acaba repercutiendo negativamente en una serie de áreas del mundo laboral. Esto
se manifiesta en:
 a. Puestos de trabajo de inferior calidad: el hecho de ser obeso se asocia con peores puestos laborales.
o Las personas obesas tienen más probabilidad de tener empleos muy demandantes y exigentes,
así como jornadas laborales más largas y puestos en los que los empleados se sienten con poco
control sobre su propia situación laboral.
 b. Problemas con los compañeros de trabajo.
o Las investigaciones muestran que los obesos presentan un mayor número de quejas por casos de
discriminación laboral y por tratos vejatorios por parte de los propios compañeros de trabajo que
las personas delgadas.
 c. Remuneración económica menor
o Por ejemplo, Drenick halló que cuando sus pacientes perdían peso la probabilidad de que
aumentaran su sueldo se incrementaba en un 56%.
o Es importante destacar que este fenómeno (sueldos inferiores para las personas obesas) afecta
con especial intensidad a las mujeres.
 d. Más tasa de desempleo.
o Rosmond y Björntorp (1999) realizado con 1.137 mujeres suecas encontró que el IMC se asociaba
con una mayor tasa de desempleo.
 e. Más dificultades en una selección de personal.
o Los estudios concluyen que los obesos tienen muchas más dificultades a la hora de acceder a un
empleo por la gran cantidad de sesgos que existen hacia ellos.
o Además reciben una evaluación mucho peor ya que se les ve menos cualificados.
o También se le percibe poseedores de peores hábitos de trabajo, más susceptibles de ausentarse
del trabajo y con mayor probabilidad de tener problemas interpersonales y emocionales en el
ámbito laboral.
o Por lo tanto, los datos presentados avalan la idea de que las personas obesas tienen muchas
dificultades para salir airosas de los procesos de selección por los fuertes sesgos que existen en
contra de los miembros de este colectivo.

DOS. Discriminación en el contexto sanitario


1. Los estudios muestran la existencia de discriminación hacia las personas obesas por parte de los profesionales
de la salud.
 Diversos estudios muestran que algunos médicos tienen sesgos y sentimientos negativos hacia los obesos.
Esta actitud puede repercutir en una peor asistencia sanitaria.

2. Un porcentaje considerable de médicos estima que los obesos poseen una serie de características de tipo
negativo muy acordes al estereotipo que existe acerca de ellos.
 El trabajo realizado por Maddox y Liederman (1969) halló que los propios doctores informaban que creían
que los pacientes obesos eran personas poco inteligentes y sin éxito en la vida.
 El trabajo de Maiman, Wang, Becker, Finlay y Simonson (1979) halló que los médicos especializados en el
área de nutrición estimaban que los obesos eran personas faltas de voluntad y que su enfermedad se
debía a problemas de tipo emocional.
 Es importante recalcar que ese prejuicio que muestran algunos profesionales de la salud lo percibe la
propia gente con sobrepeso, tal y como demuestra el trabajo de Kaminsky (2002), en el que se encontró
que los propios obesos afirmaban que se sentían mal tratados e incomprendidos por los profesionales
sanitarios.

3. Además los estudios han hallado una mayor deficiencia en la asistencia sanitaria de las personas obesas
 Una serie de trabajos da a entender que los profesionales sanitarios atienden de una manera más
deficiente a las personas obesas por el simple hecho de tener un peso más elevado de lo normal, debido a
los sesgos que poseen hacia las personas con sobrepeso.
 Young y Powell (1985) encontraron que la mayoría de los médicos, a pesar de que reconocían los riesgos
que tenían las personas obesas para su salud, no intervenían en la mayoría de las ocasiones aunque
habían detectado la necesidad de tratamiento.
 Esta decisión de no intervenir se basaba en el hecho de que percibían al obeso como una persona poco
dispuesta a colaborar y por lo tanto estimaban una pérdida de tiempo el intentar establecer un
tratamiento que creían que no iba a ser tomado en cuenta.

TRES. DISCRIMINACIÓN EN LA ESCUELA


1. Es un hecho bien documentado que las personas obesas suelen sufrir discriminación en el ámbito educativo
 Los trabajos muestran que existe rechazo hacia los niños con un peso elevado. Este rechazo es superior al
que puedan tener las personas con desfiguraciones faciales o las que van en sillas de ruedas.
 Ese prejuicio muchas veces se traduce en prácticas de exclusión directa, y de hecho son los que tienen
IMCs más elevados los que más problemas de aislamiento y de ridiculización sufren durante la etapa
escolar.
 Esas experiencias negativas que sufren los niños durante la fase educativa obligatoria pueden estar
relacionadas con el hecho de que los estudios sobre prevalencia de la obesidad muestren casi
sistemáticamente que existe un menor número de personas obesas con estudios superiores.

2. También las personas obesas están muy expuestas al rechazo del grupo de iguales
 Se ha detectado que el rechazo hacia los obesos comienza en edades muy tempranas. Un trabajo de
Turnbull, Heaslip y McLeod (2000) con el diseño experimental de presentar láminas que representan a
niños con pesos normales y elevados ha hallado que la figura del niño o niña obeso/a es siempre la menos
valorada por parte de los participantes de la muestra, que tenían edades comprendidas entre los dos y los
cinco años.
 Por lo tanto en este trabajo encontramos el dato que desde los dos años existen estereotipos hacia las
personas obesas.

CUATRO. DISCRIMINACIÓN EN LAS RELACIONES INTERPERSONALES


1. Existen multitud de trabajos que ponen de manifiesto que las personas obesas son rechazadas en las
relaciones interpersonales.
 Hebl y Mannix (2003) realizaron un estudio para demostrar que existe tal rechazo hacia los obesos, que la
mera asociación con una persona con un peso elevado produce una valoración negativa de esas personas
que se encuentran a su alrededor.
 Lo que se encontró fue que un hombre era evaluado de forma más negativa cuando estaba al lado de una
mujer con sobrepeso, que cuando ese mismo hombre se encontraba con una chica con un peso normal.
 Esta investigación demuestra cómo las personas tienden a menospreciar hasta a aquellos que se
encuentran cerca de sujetos obesos. Este mismo efecto ha sido replicado no sólo con adultos sino
también con escolares.

2. Las personas obesas también sufren discriminación en el ámbito de las relaciones de pareja
 Muchos trabajos avalan la idea de que la persona obesa es percibida como poco atractiva para el sexo
opuesto.
 Los hombres y mujeres obesas son vistos como menos masculinos y femeninos por parte de evaluadores
con un peso normal.
 Harris (1990) también ha encontrado que las personas obesas tienen menos probabilidades de encontrar
pareja, puesto que existe un estereotipo negativo hacia ellos que hace que sea más difícil que un obeso
pueda llegar a relacionarse íntimamente con otras personas.

CINCO. PREJUICIO HACIA LOS OBESOS


1. La mayoría de los estudios sobre actitudes explícitas hacia los obesos se han realizado con una escala
denominada Anti-Fat Attitudes Test (Escala de Actitud Anti-Obesos).
 Los estudios con esta escala muestran lo extendido que está el prejuicio hacia los obesos, ya que se halló
que es uno de los estigmas que más rechazo produce en las sociedades modernas.
 Entre las principales teorías sobre el prejuicio hacia los obesos se encuentran las siguientes explicaciones.

2. En primer lugar, los obesos son rechazados porque se estima que son responsables de su propio sobrepeso.
Esta responsabilidad atribuida es, en parte, causante de la exclusión social a la que se ven sometidos los obesos.
 La gente es prejuiciosa hacia los obesos porque se considera que éstos poseen atributos negativos (vagos,
poco higiénicos, falta de auto-control) de los cuales se les responsabiliza.

3. Otra dimensión relacionada con la discriminación que sufren los obesos es la percepción de la obesidad como
una enfermedad contagiosa.
 Una de las dimensiones que más se relaciona con el rechazo que se siente hacia las personas que forman
parte de un grupo estigmatizado es la creencia de que esa marca que produce exclusión puede ser
contagiosa.
 Aunque la idea de que la obesidad puede ser contagiosa parece entrar dentro del campo de lo irracional,
investigaciones recientes ponen de manifiesto que el hecho de estar relacionado con alguien con
sobrepeso aumenta la probabilidad de ser obeso.
 Distintos estudios han mostrado que el hecho de tener vínculos sociales con una persona obesa aumenta
hasta en un 57% la probabilidad de que esa persona llegue a convertirse en obesa.
 Por lo tanto, esa creencia en que el hecho de relacionarse con una persona obesa puede influir en nuestro
propio peso parece estar relacionada con el prejuicio que se siente hacia los miembros de este colectivo.

4. También existe una línea de trabajo que argumenta que las actitudes negativas hacia los obesos tiene una
base ideológica.
 Por ejemplo, Crandall (1994) y Crandall y Biernat (1990) encuestaron a estudiantes sobre su actitud hacia
la gordura y la gente obesa y encontraron un patrón constante de respuestas: la gente que tenía actitudes
anti-obesos compartía un estilo ideológico conservador.
 También se encontró que las actitudes anti-obesos estaban fuertemente correlacionadas con el
autoritarismo, lo que puede estar indicando que el prejuicio contra los obesos puede ser tan sólo otra
manifestación más de unas actitudes sociales más generales y que suelen ser bastante conservadoras.

5. En el prejuicio hacia los obesos influye el consenso social.


 El prejuicio hacia los obesos se va auto-perpetuando puesto que hoy en día las actitudes negativas hacia
los obesos están extendidas entre todos los miembros de las sociedades avanzadas
 Además, los estudios sobre la importancia que tiene las normas sociales en la expresión o no del prejuicio
muestra que cuando existe respaldo social para la expresión del prejuicio hacia un estigma, la gente
presenta actitudes más negativas hacia dicho estigma.
 En el caso de la obesidad el hecho de que existan normas sociales que aprueben la manifestación abierta
del prejuicio favorece en gran medida que las actitudes negativas hacia los obesos estén tan extendidas.
 Esta teoría del consenso social también hace hincapié en el importante papel que juegan los medios de
comunicación ya que, en general las investigaciones muestran que los mass media difunden una imagen
de la obesidad de carácter muy negativo.
 Por ejemplo, los anuncios para perder peso tienden a definir a las personas obesas como infelices y poco
atractivas.
 Y también la mayoría de las películas de contenido infantil presentan la delgadez como un medio para
lograr el éxito mientras que la imagen de la persona obesa o con sobrepeso es la de alguien infeliz y
fracasado.
6. También se ha encontrado que las actitudes negativas hacia las personas obesas se relacionan con la
preocupación por la propia imagen.
 Por ejemplo el trabajo de Pepper y Ruiz (2007) halló que las actitudes negativas hacia los obesos están
correlacionadas significativamente con la preocupación por el propio cuerpo.

SEIS. OBESIDAD Y BIENESTAR PSICOLÓGICO

1. El punto de vista tradicional (Allport, 1954, 1979) argumenta que las personas que son blancos del prejuicio,
como los obesos, por el hecho de ser discriminados tienen una menor autoestima y una peor salud psicológica
que los grupos que no están sometidos a este tipo de vejaciones.

2. Sin embargo, los trabajos no obtienen todos las mismas conclusiones.


 Algunos estudios hallan que las puntuaciones en autoestima eran más altas en los grupos de peso bajo y
medio que en los de peso alto. Otros realizados con niños han hallado que los niños obesos poseían una
menor autoestima si se comparaban los resultados con sus compañeros de un peso normal y que además
esa tendencia era aún mayor para el caso de las niñas.
 Sin embargo, otros trabajos encontraron que las personas con sobrepeso poseían una mejor autoestima.
 Finalmente, otros no encuentran ninguna relación estadísticamente significativa.

3. Respecto a la Depresión, las investigaciones desarrolladas tampoco hallan un patrón constante de resultados.
 A pesar de que las personas obesas suelen sufrir de mala salud física no se encuentran más síntomas de
ansiedad o depresión en este grupo, comparándolo con las personas con pesos normales.
 En este sentido, algunos estudios han hallado fuertes relaciones entre depresión y obesidad. Sobre todo,
se ha comprobado que las mujeres con un mayor IMC eran las que más problemas de ansiedad y
depresión padecían.
 Sin embargo, también existen trabajos que hallan la relación inversa, al encontrar una correlación
negativa entre depresión y obesidad. En este caso, los investigadores hablan de la “hipótesis del gordo
feliz”, según la cual las personas con un mayor peso, poseían mayores índices de bienestar psicológico y
menores niveles de ansiedad y depresión.

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