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James Clerk Maxwell fue un gran Ilustrado que aportó conocimientos a diversas
disciplinas, muchos pensarán que fue sólo un físico de renombre y contribuyó a
esta ciencia.
Aportaciones a la Física
Maxwell estableció con su ensayo “On governors” los principios de la actual del
control. En dicho ensayo el autor se dedicó a discutir y opinar acerca de ciertos
aspectos de los reguladores centrífugos -sensor de una cadena de
retroalimentación el cual proporciona parámetros para la función de la velocidad
angular- que estaban siendo usados en la época para las máquinas de vapor.
James Clerk Maxwell también labró acerca de la teoría cinética de los gases, la
cual estaba fundamentada en los trabajos del matemático y físico neerlandés-
suizo Daniel Bernoulli, su hipótesis avanzó, con ayuda de diversos científicos, de
tal manera que se consideraba sin margen alguno de error. Esto no le impidió a
Maxwell poder desarrollar enormemente, a pesar de estar en un campo fuera de
su rango de investigación, ya que, era un experimentador con las leyes de fricción
de los gases y matemático.
Entre los años de 1859 y 1866 se dedicó a desarrollar una teoría acerca de la
distribución de las velocidades dentro de una partícula de un gas. Luego, fue
generalizada por Ludwig Boltzmann. Su fórmula lleva por nombre distribución de
Maxwell-Boltzmann, la cual dispone la fracción de partículas sobre el total del gas
las cuales se mueven a una determinada velocidad para cualquier temperatura
dada.
En la teoría cinética, las temperaturas, en especial el calor, son causantes sólo del
movimiento molecular. Este planteamiento generalizó las ya establecidas leyes de
la termodinámica, explicó algunos experimentos y observaciones de manera más
pulcra que con las otras herramientas con las que se venía trabajando. El trabajo
de Maxwell con respecto a la termodinámica lo impulsó a crear el experimento
mental denominado el demonio de Maxwell, en el que la segunda ley de la
termodinámica es violada por la existencia de un ser capaz de separar las
partículas de acuerdo a su nivel energético.
La fotografía a color fue objeto de estudio a lo largo del siglo XIX. A pesar de esto
los estudios no pudieron evitar el desvanecimiento del color.
James Clerk Maxwell fue el primero en tomar una fotografía a color permanente en
1861. Expuso su técnica de aditivo de color en Londres, con el propósito de probar
que cualquier color podría derivarse de la combinación de los tres colores
primarios: rojo, verde y azul, en distintas proporciones. Esta teoría la probó
pasando luz a través de filtros coloreados combinados, y luego proyectó el
resultado obtenido en una pantalla. Este fue el primer sistema aditivo que fue
aplicado a la fotografía a color; recibió el nombre de tricromía.
Esta fotografía realizada por Maxwell fue realizada a partir de tres fotografías
consecutivas cada vez con la lente bajo tres filtros de diferentes colores: rojo,
verde y azul. Cada una de las tres imágenes se proyectaba sobre la misma
pantalla con la luz del color que había sido utilizado para tomarla. Se le otorgó el
nombre de Tartan Ribbon, esta está en la actualidad en exposición en la
Universidad de Cambridge. Este experimento resultó por pura coincidencia, ya que
la emulsión que utilizó poseía una sensibilidad cromática insuficiente.
Años después Heaviside y Peter Guthrie Tait debatieron acerca de los métodos
relativos del análisis vectorial y de los tensores. Como resultado, se llegó al mutuo
acuerdo de que no había necesidad de tener datos o conocimientos profundos
provenientes de los tensores si la teoría era netamente local, produciendo que el
análisis vectorial se volviera lo común. A su vez, se probó que Maxwell estaba en
lo correcto y la conexión cuantitativa entre luz y electromagnetismo que realizó se
considera uno de los mayores logros de la física matemática del siglo XIX.
En 1865, Maxwell publicó un artículo titulado 'Una teoría dinámica del campo
electromagnético' en el que aparecieron por primera vez las ecuaciones hoy
mundialmente famosas y conocidas como 'ecuaciones de Maxwell'. Estas
ecuaciones expresan de una manera concisa y elegante todas las leyes
fenomenológicas sobre electricidad y magnetismo que se habían formulado desde
el siglo XVIII, entre ellas las leyes de Ampère, de Faraday y de Lenz. La notación
vectorial que se utiliza hoy fue introducida en 1884 por Heaviside y Gibbs.
Así pues, las ecuaciones de Maxwell, que pudieron parecer en principio un mero
ejercicio teórico de ciencia básica, han acabado teniendo unas aplicaciones
tecnológicas que han llegado a transformar el mundo.