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TEMA 1

INTRODUCCIÓN

Este tema servirá de base para poder afrontar el desarrollo psicoevolutivo de los niños y
niñas en este tramo educativo de 0-6 años, ya que la primera infancia es un periodo de la
vida con necesidades, capacidades y características propias.

La etapa de Educación Infantil, pese a que no ser una etapa obligatoria, es crucial para
el desarrollo evolutivo del niño. Este desarrollo es un proceso continuo en el que no es
fácil delimitar momentos claros, ya que todas las áreas del conocimiento están
relacionadas entre sí.

Pese a esto, este desarrollo es un proceso continuo ya que todas las áreas del
conocimiento están relacionadas entre sí, de él va a depender su maduración y estado de
desarrollo en cuanto a la actividad educativa que se lleve a cabo, como sus objetivos y
medios a utilizar.

¿Para qué me sirve como maestra conocer las características psicoevolutivas de mis
alumnos? Es importante conocer su desarrollo habitual para así poder detectar distintas
necesidades educativas y de esta manera poder abordarlas lo más tempranamente
posible y tenerlas en cuenta para todas las actividades que se lleven a cabo durante el
curso escolar correspondiente.

Vamos a dar paso a una frase ilustrativa de Osterrieth, " Un mundo maravilloso vive
junto a nosotros, sin que, generalmente, lo percibamos en su realidad auténtica: es el
mundo del niño, ese gran desconocido como ha llegado a decirse. La comprensión y el
acercamiento al mundo infantil puede evitar muchos errores educativos, que en algunos
casos repercuten frontalmente en el futuro de la vida del ser en formación" (PAUL A.
OSTERRIETH .Psicología Infantil. Morata).

A lo largo del tema vamos a tratar las distintos conceptos como las características
generales de los niños hasta los seis años especificando en su desarrollo, además de los
principales factores que intervienen en él. Veremos los momentos más significativos,
hablaremos del primer año de vida y sobre todo el papel que tienen los adultos en el
desarrollo del niño.
Para poder conocer las características de los niños de esta etapa, debemos recurrir a la
ley orgánica de Educación del 2/2006 (a partir de la LOE) ratificada por la Ley
Orgánica de Mejora de la calidad Educativa del 8/2013 (a partir de ahora LOMCE).

En el artículo 12 nos habla de los principios generales, indicando que en etapa atiende a
niños de 0-6 años y es de caracter voluntario. Su finalidad educativa es de contribuir
para conseguir el pleno desarrollo del niño. Además, debe haber una cooperación entre
el centro y las familias.

En el artículo 13, nos habla de los objetivos, afirmando que la etapa de educación
infantil contribuirá a desarrollar en los niños y las niñas las capacidades que les
permitan conocer su cuerpo y explorar su entorno familiar.

CARACTERÍSTICAS GENERALES DEL NIÑO HASTA LOS 6 AÑOS

La etapa hasta los 6 años se reviste una gran importancia debido a que en ella se
construye la personalidad que es modificada por su proceso educativo. En este proceso
de los primeros años de vida irá de la dependencia a la autonomía, impulsividad a la
reflexión, respuestas incondicionadas a las respuestas asociadas, reflexivas y
conscientes, globalidad en la percepción a los procesos más diferenciados.

Es un proceso que implica a toda persona que se encuentre alrededor del niño y se
concreta en un desarrollo de individualización y socialización estrechamente
relacionados.

Para llegar a un conocimiento del niño y la niña de cero a seis años, vamos a establecer
las principales características que lo configuran en relación a su desarrollo biológico,
cognitivo y afectivo-social y de personalidad.

En primer lugar, vamos a hablar del desarrollo biológico el cual cobra mucha importancia
ya que determina el posterior desarrollo del niño. En este tipo de desarrollo existen tres
elementos fundamentales como son la evolución de las sensaciones, el aporte alimenticio
en sus diferentes fases y la herencia con sus códigos genéticos adecuados.

En cuanto a su desarrollo físico, según Marshall aprender a moverse es un logro para los
bebés ya que les ayuda a conocer y organizar el mundo y a ubicarse en el espacio, se
puede observar a través de su crecimiento corporal, en el cual hay que hacer
diferenciación entre su primer año de vida y el resto de los años de infantil. Los dos
indicadores de la velocidad de crecimiento son el peso y la estatura, además de otros
elementos a tener en cuenta como la dentición, que se completa hacia los 3 años y
comienza a caer al final de la etapa infantil, las modificaciones en el desarrollo muscular,
el cual es muy rápido en los músculos grandes y más lento en las estructuras musculares
más pequeñas como el desarrollo de la motricidad fina en los dedos e incluso el propio
desarrollo de las capacidades perceptivas.

En segundo lugar se encuentra el desarrollo cognitivo, la maestra debe tener en cuenta las
características fundamentales del periodo evolutivo de sus alumnos y alumnas además de
la diversidad de los grupos. La importancia de las influencias externas serán vitales en la
formación de los procesos cognitivos que el niño emprenda: su entorno sociocultural, su
situación familiar, sus experiencias escolares, etc. Vygotsky apunta que aquellas
actividades que se realizan de forma compartida permiten a los niños interiorizar las
estructuras de pensamiento y comportamentales de la sociedad que les rodea,
apropiándose de ellas.

El elemento cambiante en el desarrollo cognitivo son las propias estructuras cognitivas


que van interaccionando con el ambiente y de esta forma el niño comprende el mundo
que le rodea y va actuando en él.

Muchos autores han hablado sobre el desarrollo cognitivo y cómo se produce pero
Piaget ha sido el que ha confeccionado una clasificación de las sucesivas etapas por las
que pasa el desarrollo cognitivo del ser humano que es aceptado de forma universal.

Sus etapas son las siguientes; Etapa sensorio motriz (de 0- 2 años), en esta etapa el niño
presenta conductas inteligentes, pasa a tener reflejos primarios, se desarrolla el concepto
de permanencia de los conceptos y aparece el aprendizaje por imitación. Piaget
reconoce la influencia mutua herencia-ambiente sobre la formación y el desarrollo del
lenguaje. En la etapa preoperacional (de 2-7 años), el niño presenta un pensamiento más
flexible, se desarrolla la función simbólica, la cual permite representar al niño a lugares
y eventos de su mundo interior, se manifiesta el lenguaje y el juego simbólico aunque el
niño todavía se encuentra con limitaciones impuestas por el egocentrismo y la
irreversibilidad. Existen dos etapas más como la etapa operacional concreta ( de 7- 11
años) y etapa operacional formal (de 12- 18 años).
El lenguaje en este periodo tiene como característica el egocentrismo y la socialización,
según Piaget y Vygotsky este lenguaje no tiene en cuenta las necesidades de quien
escucha, convirtiéndose en un lenguaje mecanismo de comunicación.

Otra de las características en este periodo es el juego, actividad que ocupa al niño en
una parte muy importante de su tiempo, con los cuales aprenden, ejercitan su actividad
física y hacen frente a sus sentimientos en conflicto.

Vigotsky establece que el juego es una actividad social, en la cual gracias a la


cooperación con otros niños, se logran adquirir papeles o roles que son
complementarios al propio. También este autor se ocupa principalmente del juego
simbólico y señala como el niño transforma algunos objetos y lo convierte en su
imaginación en otros que tienen para él un distinto significado, por ejemplo, cuando
corre con la escoba como si ésta fuese un caballo, y con este manejo de las cosas se
contribuye a la capacidad simbólica del niño.

En tercer lugar, se encuentra el desarrollo afectivo-social y de personalidad. El niño


comienza a comunicarse, las emociones de los niños son sencillas, intensas e inestables
pero con la adquisición del lenguaje van a ser capaces de controlarlas y comprenderlas.

El resultado de la personalidad vendrá determinado por multitud de factores y


comportamientos tales como el sexo, valores, emociones...etc. En el aspecto social hay
que destacar varias características como la evolución de la conducta de apego, el
autoconocimiento y la conducta en grupo con el juego en un principio paralelo y
posteriormente compartido.

En cuarto lugar tenemos que tener citar las necesidades básicas que nos ayudarán a dar
una visión más completa de las características generales de los niños de infantil. Las
más destacadas van a ser las siguientes, Necesidades físicas, deteminantes en los
primeros años de vida a través de la alimentación manteniendo una dieta equilibrada,
necesidad de limpieza e higiene, temperatura ambiente adecuada y espacios libres para
su desenvolvimiento.

En cuanto a las necesidades afectivas, el niño necesita satisfacer sus necesidades


afectivas para un óptimo desarrollo y para un buen estado mental. Es primordial la
atención y cariño de los padres, establecer relaciones de calidad y un contacto físico
como las caricias ya que necesitan una seguridad afectiva y sentirse útiles.
En último lugar, la necesidad de actividad y relación, actividades encaminadas a su
orientación en la realidad y en el medio, de reconocimiento del propio cuerpo,
reconocer y manipular objetos además de elementos visuales, de personas, actividades
de locomoción y posteriormente el lenguaje como necesidad del niño para la
comunicación y la relación.

PRINCIPALES FACTORES QUE INTERVIENEN EN SU DESARROLLO

El desarrollo constituye un proceso de crecimiento y sucesiva diferenciación de funciones


desde la indeterminación inicial a la especialización del adulto. Es un proceso general y
global en el que intervienen diferentes factores a lo largo del cual el niño va construyendo
nuevos y más perfeccionadas formas de actuar, pensar, etc, que suponen cambios en su
conocimiento del mundo en general, en la construcción de su identidad y en su relación
con los demás.

Este se manifiesta en su aspecto exterior corporal, como crecimiento y transformación,


las facultades del hombre maduran, sus posibilidades se amplían y cambian, es por eso
que el concepto de desarrollo es indispensable para llegar a comprender los procesos
vitales y psíquicos.

También se presenta ante todo como un proceso de diferenciación de diversos órganos y


de sus respectivas funciones, cuanto más se diferencia cada uno de los órganos mayor se
hace el ser viviente.

Cuando hablamos de crecimiento tratamos un cambio cuantitativo mientras que cuando


hablamos de desarrollo hablamos de un cambio cualitativo. El desarrollo posee una
serie de características para poder diferenciarlo como; es un proceso que está sometido a
la influencia de múltiples factores, es una sucesión ordenada de cambios que implican
no solo un aumento cuantitativo sino cualitativo además de tener un caracter integrativo.

También a cuanto mayor nivel de desarrollo hay una mayor diversificación de las
capacidades del individuo por ejemplo cuando aprender a hablar primero balbucea,
después aparece la primera palabra y después frases simples hasta conseguir un lenguaje
estructurado. Y por último, el desarrollo de la persona parte de unas primeras
capacidades generales hasta llegar a la especialización de dichas capacidades.
En el proceso de desarrollo intervienen muchos factores que modifican y configuran el
mismo, factores internos los cuales hacen referencia a la herencia y son decisivos en la
maduración del organismo. El papel de la maduración consiste en provocar el desarrollo,
supone procesos del crecimiento independientes de la experiencia. En la infancia la
maduración física, neurológica, es rápida. A. Gessell opina que el desarrollo inicial del
lactante se debe casi exclusivamente a la maduración.

Y por otro lado, los factores externos, los cuales provienen del ambiente como aspectos
nutritivos, ritmos de vida del niño, factores estacionales y climáticos, enfermedades,
desórdenes psicológicos y condiciones ecológicas del entorno.

Al haber hablado de los distintos factores indicamos que los procesos psicológicos están
posibilitados por aquellos genes que nos diferencian como miembros de la especie
humana delimitados por un calendario madurativo que hace que en determinados
momentos ciertas adquisiciones sean posibles. Si cualquiera de estos factores falta se
pueden producir una serie de alteraciones o incluso no producirse dicho desarrollo.

ETAPAS Y MOMENTOS MÁS SIGNIFICATIVOS

En este apartado vamos a citar a diferentes autores y expertos en el desarrollo infantil


que clasifican el crecimiento y las conductas infantiles en etapas de edades
aproximadas.

Scott, nos indica que el periodo crítico se trata del momento en que se hallan presentes
las máximas capacidades sensoriales, motoras, motivacionales y psicológicas para que
se dé el aprendizaje. Sin embargo, W. James lo define como un momento en el
desarrollo en el cual aumenta en el organismo la susceptibilidad para recibir la
experiencia.

A continuación, desglosaremos los diferentes estadios o etapas en las que diferentes


autores clasifican este desarrollo.

Jean Piaget, relaciona el desarrollo con la evolución de la inteligencia, como un proceso


activo de adaptación al medio. Es por ello que diferencia 2 etapas en Educación infantil
como son; el periodo psicomotor donde adquiere
Ambito Psicomotor; De O a 6 meses: Control muscular de la cabeza y el cuello, el
recién nacido puede girar la cabeza hacia ambos lados estando boca arriba. 1 mes: Eleva
el mentón y gira la cabeza para apoyar sobre el otro lado de la cara. 3 meses: Levanta la
cabeza entre 45 y 90 grados cuando está boca abajo. 4 meses: mantiene la cabeza alzada
cuando está sentado. A los 6 meses: Gira el cuerpo sobre sí mismo. Inicialmente es
capaz de hacer el giro arriba—abajo. El giro inverso lo hará poco tiempo después. A los
7 meses ha alcanzado un tono muscular que le permite sentarse sin apoyo, los reflejos
de caída se han enriquecido por lo que no es normal que si estos son adecuados, se
golpee la cabeza al caer. Entre los 9 ó 10 meses domina el gateo. Alrededor de los 10
meses es capaz de ponerse de pie, con ayuda de un adulto, y posteriormente sirviéndose
de elementos del entorno como instrumentos de agarre. Entre los 12 y los 15 meses
logra caminar solo. A los 17 meses es capaz de correr de forma torpe. A los 21 meses
baja escaleras cogido de la mano. A partir de los 2 años, se da un afianzamiento de las
proezas motoras y llegan acontecimientos importantes que tienen lugar entre los 3 y los
6 años como son: 1. El establecimiento de la preferencia lateral. 2. Aumento de la
coordinación dinámica general. 3. Ajuste del tono muscular. 4. Mejor estructuración del
espacio y del tiempo. 5. Representación del cuerpo. 6. Adquisición de habilidades
motrices finas cada vez más precisas.

Una vez señalados los momentos más significativos en el desarrollo motor vamos a
estudiar las etapas por las que pasa el desarrollo cognitivo durante los primeros 6 años,
según Piaget. Etapa sensorio-motora (o a 2 años), El ejercicio de los reflejos (primer
mes de vida) • Desarrollo de esquemas (reacciones circulares primarias) (1 a 4 meses) •
Descubrimiento de procedimientos (reacciones circulares secundarias) (4 a 8 meses) •
Conducta intencional (Coordinación de esquemas secundarios y su aplicación a nuevas
situaciones) (8 a 12 meses) • Novedad y exploración (reacciones circulares terciarias)
(12 a 18 meses) • Representación mental (invención de medios nuevos mediante
combinaciones mentales) (18 a 24 meses)

Etapa preoperatoria (2 a 6 años) • El pensamiento simbólico preconceptual (2—4 años).


El niño desarrolla la capacidad para hacer que algo represente otra cosa que no se
encuentra presente. • El pensamiento intuitivo (4—6/7años). 3.3. Desarrollo Afectivo
Veamos a continuación los momentos más significativos con respecto al desarrollo
afectivo según Margarita Salvador (2001): De O a 1 año: El niño expresa sus
necesidades fisiológicas y de atención a través del llanto. Aparecen las primeras
sonrisas ante estímulos diferentes, primero indiscriminadas y después controladas por el
niño. Se comunica a través de gestos cada vez más diferenciados y compartidos por la
madre, afianzando el vínculo de apego. Aparece alrededor de los 8 meses, la crisis de
angustia ante la separación de la madre. De 1 a 2 años: La necesidad y dependencia de
la madre y la necesidad cada vez más apremiante de autonomía coexisten. Fuerte
sentido de posesión. Conflicto entre iguales. Mayores deseos de relación con el adulto.
De 2 a 3 años: Control de esfínteres. Progresiva autonomía en la adquisición de hábitos
de higiene y autonomía personal. Todo lo quiere hacer por sí mismo enfrentándose
continuamente con la madre o cuidador. De 3 a 4 años: Aún es muy individualista.
Tiende a la independencia. Demanda atención y aprobación. Comienza a manifestar
curiosidad sexual. Agresión como respuesta a la frustración. Agresión como imitación.
Fuerte negativismo. No comprende a sus compañeros coetáneos. Atribuye a los demás
sus deseos y necesidades. Egocentrismo. Comienza a asimilar las leyes que rigen la vida
intersocial con una actitud progresivamente realista. Pregunta continuamente acerca de
todo. De 4 a 5 años: Empieza a manifestar cooperativismo con los demás niños. Aún es
agresivo y egoísta, pero comienza a adoptar reglas de comportamiento. Hace pequeños
servicios y quiere ayudar a los adultos. Puede aparecer el amigo íntimo del mismo sexo.
Lo absurdo y exagerado le provoca grandes risas. Rivalidad constante sobre los objetos
o sobre las personas. Intenta llamar la atención de los adultos con sus gracias. Imitación
clara y manifiesta de cualquier modelo. De 5 a 6 años: Termina la etapa de rebeldía y
autoafirmación. Se vuelve conformista. Aprende y asume reglas de convivencia.
Comienza el juego auténticamente cooperativo, aunque buscando su interés. Aparecen
los compañeros inseparables del mismo sexo. Comienza a considerarse mayor y a
comportarse con otros más pequeños con protección y adoptando comportamientos
adultos. La imitación continua siendo muy grande sobre todo de los padres con el
objetivo de recibir halagos. Desarrollo Social Aunque como hemos visto, el desarrollo
afectivo señala en cada uno de sus momentos más significativos algunas conductas que
pueden ser entendidas como sociales, dada la estrecha relación entre ambos ámbitos,
vamos a ver a continuación con más detenimiento los momentos más significativos del
desarrollo social según Gallego y Garrido 1994: Desde el nacimiento hasta alrededor de
los 2 años, el niño pasa de una indiferenciación generalizada para con cualquier persona
de su entorno al establecimiento de una conducta de apego como resultado de una
relación afectiva fundamentalmente madre—hijo, que va a tener una gran relevancia en
la configuración de la personalidad del niño. Al final del 2° año el niño se inicia en el
reconocimiento o autoconocimiento de sí mismo, comenzando por la propia imagen,
diferenciando el yo del no—yo, para descubrir al final de esta etapa la existencia de los
otros con connotaciones sociales. A partir de los 3 años y hasta los 6 el niño/a desarrolla
una conducta de grupo, tras el descubrimiento de los otros, donde se va a desarrollar
aspectos tan importantes como el juego asociativo, aparecerán los primeros conflictos
sociales.

Por último, pero no por ello menos importante, más bien al contrario, como ámbito en el
que manifiestan no sólo las adquisiciones lingüísticas sino que se muestran a través de
él los niveles de desarrollo en el ámbito social y las capacidades intelectuales veremos
cuales son las etapas y momentos más significativos en la adquisición y desarrollo del
lenguaje (Gallego y Gallardo 1994): Vamos a destacar tres momentos significativos:
Período Prelingüístico: La comunicación con el adulto se realiza a través de gestos,
sonrisas, llantos, etc.. Hacia el final del primer año de vida loa niños/as se inician en el
desarrollo de la comprensión verbal antes de emitir sus primeras palabras (holofrases)
que suelen registrarse entre los 10 y los 13 meses. Periodo de la palabra—frase:
Alrededor del año aparecen las primeras palabras aunque estas no sean el primer signo
de expresión, y al inicio del segundo año el niño ha conseguido pasar de forma
paulatina y progresiva de las emisiones fonéticas aisladas y sus gestos a las palabras.
Estas primeras palabras son (gramaticalmente hablando) sustantivos y tienen el valor de
una frase. Período de las primeras frases: A finales del segundo año la combinación de
palabras formando frases se convierte en una realidad. Hacia los 18 meses los niños/as
se inician en el desarrollo sintáctico al empezar a juntar las palabras, aunque se produce
un gran aumento de vocabulario y su dominio semántico es importante, aún no domina
las estructuras sintácticas lo que le lleva a utilizar un lenguaje con la “palabras—clave”
(lenguaje telegráfico infantil, Pardal 1993). A partir de aquí los progresos son muy
rápidos pasando en muy pocos meses de la frase corta a la frase completa. Una vez que
hemos repasado las características generales del niño/a hasta los seis años, habiendo
identificado los principales factores que intervienen en su desarrollo y, tras habernos
detenido a estudiar las etapas y momentos más significativos podemos afirmar que en
todo este proceso de desarrollo cobra un valor especial el primer año de vida, en el que
se asientan las bases de todo el proceso, por ello vamos, a continuación, a estudiar con
mayor detenimiento
DESARROLLO DURANTE EL PRIMER AÑO DE VIDA

En el primera año de vida, el niño se guía por la actividad motriz y por las relaciones
por las que va pasando el niño con su madre primero y con el mundo de forma
posterior.

Volviendo a Piaget, las primeras actividades reflejas darán entrada a las reacciones
circulares primarias, secundarias, y a la coordinación de esquemas secundarios donde se
consolidan todos los logros anteriores. El desarrollo del niño durante el primer año de
vida está basado en el establecimiento de las relaciones objetales y sociales.

A continuación vamos a nombrar las características del desarrollo del primer año de
vida como la rapidez con la que se efectúan los cambios, la apertura y plasticidad y la
estrecha relación con la madre o figura materna.

Durante el primer año de vida el desarrollo de un niño es fundamental en todos los


niveles tanto motor, cognitivo, comunicación y socialización. Por ello vamos a estudiar
cómo es el desarrollo durante el primer año en cada uno de estos niveles.

En cuanto al nivel motor, podemos señalar como característica fundamental, el paso de


una actividad inicialmente refleja a una actividad progresivamente más voluntaria.
Durante los tres primeros meses realiza levantamientos de cabeza, además de cabeza
erguida cuando está en brazos, hasta los seis meses levanta y ladea la cabeza, empieza a
patalear, piernas extendidas, sentado con ayuda. Hasta los nueve meses, boca abajo gira
hasta ponerse boca arriba, se sostiene de pie sin apoyo y hasta los doce meses, es capaz
de gatear, se pone de rodillas y realiza los primeros pasos con ayuda.

A nivel cognitivo, en los primeros meses, el niño fija la mirada en un punto luminoso,
intenta al canzar objetos sin lograrlo. En el segundo periodo, chupa la unidad objeto-
mano, agita objetos y los golpea contra una superficie. En el siguiente trimestre, es
capaz de pasar un objeto de una mano a otra, adquiere soltura a la hora de dejar caer un
objeto y los golpea entre sí. En el último trimestre, utiliza la pinza digital, adquiere
destreza a la hora de la manipulación de objetos metiendo, sacanado, buscando objetos
semiocultos.

En lo referente a la comunicación, en un principio el niño localiza sonidos laterales


girando la cabeza, realiza sonidos guturales y balbuceos. En el segundo trimestre vuelve
la cabeza hacia la persona que le llama, juega con sonidos consonánticos, vocaliza
sílabas. En el periodo hasta los nueve meses, emite sonidos consonante-vocal con ritmo,
reconoce la voz de su madre, comprende prohibiciones y dotación de significado a
mama y papa.

Su socialización durante el primer trimestre, encontramos la sonrisa como respuesta a


un estímulo, extensión de las manos hacia el biberón y succiona. En el segundo periodo,
emite sonidos para atraer la atención del adulto, ríe a carcajadas y es capaz de llevarse
los alimentos a la boca. En el periodo de seis a nueve meses, extiende sus brazos a
personas conocidas, imita palmas y movimientos de adiós, pero ya en el último periodo
colabora con juegos de imitación, es capaz de realizar muchas tareas sin ayuda y
expresa respuestas de tipo afectivo como caricias y abrazos.

PAPEL DE LOS ADULTOS

En la etapa de Educación infantil, el campo de actuación social de los niños de va


ampliando. La familia es el punto de referencia fundamental para los niños durante los
primeros años de existencia, respecto a la educación es importante la relación con los
adultos por dos razones; Por la indecisión y las múltiples necesidades de los niños, se
hace necesaria la presencia del adulto para la supervivencia y la relación con los adultos
es una necesidad básica y por tanto necesaria para su desarrollo.

Respecto al medio familiar, la familia es una institución social. El papel socializador de


la familia se considera en base a los distintos papeles socializadores que realiza cada
uno de sus miembros. Los padres se encargan asimismo de la educación y formación de
hábitos, así como de la adquisición de normas de conducta de los mismos.

Cada familia tiene unas características determinadas, el estatus económico y cultural


como la personalidad de los miembros que integran la familia producen distintos estilos
educativos. Además de tener en cuenta la interrelación de las conductas del niño con
todos los aspecto posibles del medio.

Entre las funciones de la familia, podemos destacar la función de la madre ya que es la


primera persona que establece con el bebe una devoción, es la que comienza a
introducir la noción del tiempo, es el que da significado a los primeros sonidos,
graduará y dará intensidad a la relación con los otros, será la primera persona con la que
el niño se identifica.
Las funciones del padre también adquiere su importancia, representa en la socialización
de la niña la autoridad, tiene un papel importante en la seguridad que confiere a la
madre de crianza, la relación triangular y portador de la llave mágica de un mundo
desconocido que es el mundo laboral.

Además de los padres, los hermanos y primos serán otro eslabón importante en la
socialización. Ayudarán en el lenguaje, representan papeles sociales en la expresión de
juego simbólico, facilitarán el conocimiento de los vecinos y amigos. Los abuelos y los
tíos favorecen la socialización, como personas afectivamente significativas con los que
establecerán relaciones y como adultos que consensúan y ayudan en la labor de la
crianza y en la misma socialización.

Los niños admiran a sus padres y aprenden de ellos; el deseo existe, si no en el


pensamiento consciente, en su inconsciente. Bandura (1967) señala dos clases de
procesos en el aprendizaje de la socialización: Enseñanza directa e imitación activa.

CONCLUSIÓN

Durante los 6 primeros años tienen lugar importantes procesos de desarrollo en el niño a
todos sus niveles y para la constitución de la personalidad, además de la familia será la
base desde la que el niño emprenderá la aventura de su desarrollo. Por otro lado, el
conocimiento de las distintas teorías del desarrollo infantil nos permitirá como maestros
adaptar nuestro trabajo a las necesidades del niño, es por ello que resulta fundamental la
coordinación entre la familia y el educador con el fin de planificar estrategias educativas
conjuntas.
BIBLIOGRAFÍA

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