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Tipos de familias que existen

Ya que la familia parte de la sociedad, es una estructura que puede cambiar a lo


largo del tiempo, y de hecho lo hace. La estructura familiar no indica si una familia
es funcional o no, sino que simplemente tiene que ver con la forma de ésta y los
miembros que la integran. Algo que tiene mucho que ver con el contexto histórico,
económico y cultural. Esta variedad de formas incluyen las siguientes.
1. Familia nuclear (biparental)
La familia nuclear es lo que conocemos como familia típica, es decir, la familia
formada por un padre, una madre y sus hijos. Las sociedades, generalmente,
impulsan a sus miembros a que formen este tipo de familias.
2. Familia monoparental
La familia monoparental consiste en que solo uno de los padres se hace cargo de
la unidad familiar, y, por tanto, en criar a los hijos. Suele ser la madre la que se
queda con los niños, aunque también existen casos en en que los niños se
quedan con el padre. Cuando solo uno de los padres se ocupa de la familia, puede
llegar a ser una carga muy grande, por lo que suelen requerir ayuda de otros
familiares cercanos, como los abuelos de los hijos. Las causas de la formación de
este tipo de familias pueden ser, un divorcio, ser madre prematura, la viudedad,
etc.
3. Familia adoptiva
Este tipo de familia, la familia adoptiva, hace referencia a los padres que adoptan
a un niño. Pese a que no son los padres biológicos, pueden desempeñar un gran
rol como educadores, equivalente al de los padres biológicos en todos los
aspectos.
4. Familia sin hijos
Este tipo de familias, las familias sin hijos, se caracterizan por no tener
descendientes. En ocasiones, la imposibilidad de procrear de los padres lleva a
éstos a adoptar a un hijo. En cualquier caso, podemos perfectamente imaginar
una unidad familiar en la que, por un motivo u otro, no se haya querido o podido
tener hijos. No hay que olvidar que lo que define a una familia no es la presencia o
ausencia de hijos.
5. Familia de padres separados
En este tipo de familia, que podemos denominar familia de padres separados, los
progenitores se han separado tras una crisis en su relación. A pesar de que se
nieguen a vivir juntos deben seguir cumpliendo con sus deberes como padres. A
diferencia de los padres monoparentales, en los que uno de los padres lleva toda
la carga de la crianza del hijo sobre sus espaldas, los padres separados
comparten funciones, aunque la madre sea, en la mayoría de ocasiones, la que
viva con el hijo.
6. Familia compuesta
Esta familia, la familia compuesta, se caracteriza por estar compuesta de varias
familias nucleares. La causa más común es que se han formado otras familias tras
la ruptura de pareja, y el hijo además de vivir con su madre y su pareja, también
tiene la familia de su padre y su pareja, pudiendo llegar a tener hermanastros.
Se trata de un tipo de familia más común en entornos rurales que en los urbanos,
especialmente en contextos en los que hay pobreza.
7. Familia homoparental
Este tipo de familia, la familia homoparental, se caracteriza por tener a dos padres
(o madres) homosexuales que adoptan a un hijo. También puede haber familias
homoparentales formadas por dos madres, obviamente. Aunque esta posibilidad
suscita un amplio debate social, los estudios han demostrado que los hijos de
padres o madres homoparentales tienen un desarrollo psicológico y emocional
normal, como por ejemplo explica este informe de la APA.
8. Familia extensa
Este tipo de familia, la familia extensa, se caracteriza porque la crianza de lo hijos
está a cargo de distintos familiares o viven varios miembro de la familia (padres,
primos, abuelos, etc.) en la misma casa. Si alguna vez habéis visto la famosa serie
“El Príncipe de Bel Air”, se puede ver como Will vive en casa de si tío, que adopta
el rol de padre de éste. También puede suceder que uno de los hijos tenga su
propio hijo y vivan todos bajo el mismo techo.
Características de la familia que influyen en el hijo/a con N.E.E.
• El número y la edad de sus miembros. Cuanto más numerosa sea la familia, es
menos probable que se vea dominada por las dificultades del niño, pero, por otro
lado, sí tendrá más limitaciones económicas. Con respecto a la edad, los padres
con edad avanzada suelen generar más estrés y ansiedad, preguntándose por el
futuro de su hijo, si estará atendido, lo cuidarán
• Los roles que asuman los diferentes miembros de la familia. Por lo general, las
madres suelen dedicarse más al cuidado diario del hijo, mientras que el padre,
más preocupado por aspectos económicos y laborales.
• El modo en que se comunican y trabajan conjuntamente los diferentes miembros
de la familia.
• Las características particulares de cada familia. Problemáticas que pudiesen
estar añadidas (problemas económicos, paro, separaciones,…).
Etapas emocionales que suelen atravesar los padres con un hijo con
discapacidad Elizabeth Kubler-Ross identifica cinco etapas y que, en función de
cada situación, pueden durar más o menos tiempo, presentarse a la vez, volver a
aparecer más adelante, etc. Las cinco etapas son:

1. Negación: los padres se aferran a la idea de que el diagnóstico será erróneo.


2. Agresión: los padres pueden culparse mutuamente de la discapacidad del niño, o
desatar su ira contra el médico, la religión o la vida, o incluso contra el propio hijo.
Estas reacciones suelen ser fruto de la impotencia, aunque acaban sintiendo culpa
o vergüenza por su comportamiento.
3. Negociación: aún no aceptan el diagnóstico por completo, pero los padres ya
dialogan con el médico y el niño sobre el problema.
4. Depresión: a estas alturas, el agotamiento de los padres, tanto físico como
mental, ya es un fuerte lastre, y suelen manifestarse síntomas de la depresión.
5. Aceptación: los padres aceptan parcial o totalmente la discapacidad del niño,
aunque las etapas anteriores pueden volver a aparecer.

Para otros autores (Díez, S., Ventola, B., Garrido, F. y Ledesma, C.; 1989), los
padres experimentan diferentes reacciones cronológicas ante el diagnóstico de
una deficiencia de un hijo:

1. Reacción tras el nacimiento: ante un embarazo, las ilusiones y fantasías de los


padres respecto a su hijo son muchas. El anuncio de la discapacidad supone el
derrumbe de todas estas expectativas. Primero, los padres suelen interrogar al
médico sobre las posibles causas, prestando especial atención a si se trata de una
discapacidad hereditaria. Aunque, al principio, la culpa suele recaer sobre los
médicos, pronto se traslada a los mismos progenitores, algo que puede traducirse
en depresión y aislamiento social. Si, al contrario, la deficiencia no es muy
importante, los padres suelen minimizarla y no darle mucha importancia, una
reacción también negativa para el desarrollo de la discapacidad.
2. Reacción de Negación y/o Aceptación Parcial: en los casos leves de
discapacidad, la reacción de los padres suele ser de negación o minimización, y
por lo tanto, no suelen ser conscientes de las dificultades del niño para realizar
ciertas actividades, no se le presta ayuda y se le exigen cosas que no puede
hacer. Así, sólo se consigue que el niño se sienta solo, inseguro e inferior a los
demás. Si la discapacidad es evidente, los padres no suelen aceptarla por
completo, aunque digan lo contrario. Suelen verse dominados por sus
sentimientos de pesimismo hacia el futuro y culpabilidad, y tienen reacciones
bruscas de autodefensa, que no ayudan a la labor médica.
3. Reacción de Aceptación: en este caso, pueden producirse dos posturas
diferenciadas. Los padres pueden adoptar una posición de sobreprotección del
hijo, una aceptación basada en la resignación y la piedad, que no ayuda al niño a
superar sus obstáculos, sino que le hace vivir con la sensación de ser un enfermo.
O, por otro lado, los padres pueden no entender realmente el problema que
padece su hijo y pueden entorpecer el desarrollo positivo de la incapacidad.
4. Reacción Depresiva Existencial: además de la preocupación ante un futuro
incierto después del diagnóstico, los padres padecen una ansiedad profunda por
no saber qué pasará cuando ellos mueran. Este sentimiento se puede mezclar con
los de culpa y fatalidad al intentar encontrar unos sustitutos que cuiden del hijo
cuando ellos falten, privando, por ejemplo, a los hermanos, de una vida plena.

LA INTERVENCIÓN EN LAS FAMILIAS.


En el asesoramiento a las familias, los profesionales relacionados con la atención
a la diversidad, han de tener presentes determinados factores que influyen en esta
intervención:
1.- CARACTERISTICAS DE LA FAMILIA:
- Tipo de NEE que presenta el hijo.
- El sexo del hijo.
- Los factores conductuales y temperamentales. A mayor edad en los hijos, suele
aumentar la tensión, pues, por lo general, también aumentan los problemas de
comportamiento.
2.- EFECTOS SOBRE LOS DIFERENTES MIEMBROS DE LA UNIDAD
FAMILIAR:
-HERMANOS. Suelen presentar las siguientes características:
-Se les asigna un rol de cuidador.
- Mayor grado de responsabilidad y exigencias.
- Les cuesta asumir la deficiencia de su hermano/a, ante el grupo de iguales.
- Tienen necesidad de información sobre la deficiencia.
- PADRE, por lo general:
- Más afectación y tarda más en adaptarse.
- Shock mayor para la autoestima.
- Prestan más atención al hijo cuando este es mayor.
- Visión menos optimista de las posibilidades del hijo/a
- Menos tiempo para el cuidado y atención.
-MADRE, por lo general:
- Cargan más con el peso del cuidado diario
- Más tensiones.
- Pasa bastante más tiempo con el niño.
- sentimiento de aislamiento (demasiada responsabilidad, restricciones
sociales,…).
3.- RELACIONES CONYUGALES Y ARMONÍA FAMILIAR: Estrés, la tensión, la
responsabilidad, la preocupación por el futuro de su hijo/a cuando ellos no
estén,…, suelen, muchas veces, crear problemas en las relaciones matrimoniales.
4.- REDES SOCIALES Y FAMILIA AMPLIA: Recursos de apoyo personales y
materiales (vigilancia de niños, transporte,…). Las relaciones con la familia amplia
y con las redes sociales están influenciadas por factores culturales y geográficos.
La falta de conocimiento sobre la discapacidad, la distancia,… pueden ser
impedimentos para otros familiares a la hora de prestar ese apoyo al núcleo
familiar.
5.- ACONTECIEMIENTOS DEL CICLO VITAL: CAMBIOS Y ADAPTACIONES. Se
refiere a los acontecimientos normales que se van a suceder en cualquier familia
(elegir el centro escolar donde irán sus hijos, el tomar la decisión la madre de si va
a trabajar o no,…). En los padres de hijos con NEE. Este tipo de situaciones les
puede crear más incertidumbre, y por lo tanto, mayor ansiedad.

¿Qué solicita la familia a los profesionales?


Solicitan la intervención en cuatro áreas o niveles de asesoramiento:
1.- APOYO: permitir a los padres explorar su situación exhaustivamente y
experimentar diversas oportunidades de actuación.
2.- INFORMACIÓN: Para llevar a cabo una valoración realista de las
circunstancias presentes y futuras es necesaria una información precisa y amplia.
3.- FACILITACIÓN DEL CAMBIO: Ayudarles a adaptarse a la nueva situación de
tener un hijo con n.e.e.
4.- FORMACIÓN: La función final del asesoramiento es enseñar o formar a los
padres en las técnicas que necesitan para enfrentarse activamente a su situación.
Se trata de ayudarles a cambiar su conducta hacia las n.e.e. y ayudarles a adquirir
las técnicas adecuadas para la intervención en la educación de su hijo/a.
La formación de los padres contribuye, en general, a:
• Un cambio de actitudes. A veces, el desconocimiento puede llevar a actitudes
negativas.
• Una mayor colaboración e implicación.
• Un mayor éxito en las tareas.
• Un mayor acercamiento al problema de sus hijos.
• Se convierten en elementos dinamizadores en la tarea educativa, tanto en el
medio familiar como en el escolar, junto al profesorado.
• Se convierten en buenos educadores de sus hijos, capacitándoles para fomentar
comunicación, favorecer iniciativas del niño, propiciar la generalización de los
aprendizajes,…
• Adoptar una postura crítica, constructiva, capaz de revertir en la mejora de la
práctica docente.
FORMACION DE PADRES
En estos programas de formación, los padres participan de múltiples formas con
diferentes objetivos. El distribuir a los padres en grupo o trabajar con ellos
individualmente implican algunas diferencias, que, de forma esquemática, podrían
ser:
Los grupos de padres:
- Más económicos.
- Apoyo mutuo.
- Mitiga el sentimiento de aislamiento.
- Discusiones más abiertas y enriquecedoras.
- Uso de técnicas variadas: role-playing, videos,…
- Talleres conductistas.
El apoyo individual:
- Programas más específicos (ayuda familiar, estimulación temprana,…)
- Favorece a aquellas familias que no pueden desplazarse…
- Exige mucho tiempo para las profesionales.
- Trabajo más intensivo.
- Aumentan la posibilidad de satisfacer las necesidades de las familias.
¿Cómo garantizar el éxito de cualquier programa de formación Se ha de tener en
cuenta?
1.- LA MOTIVACION DE LOS PADRES. Su necesidad de formación e interés por
determinados temas
2.- LA PLANIFICACIÓN ADECUADA DE OBJETIVOS Y CONTENIDOS.
3.- LA UTILIZACION DE UN LENGUAJE ADAPTADO AL NIVEL DE LOS
PADRES, exento de tecnicismos y términos inaccesibles.
4.- LA SELECCIÓN DE ESTRATEGIAS ADECUADAS. Propiciar una metodología
participativa y de gran contenido práctico.
5.- EL ESTABLECIMIENTO DE HORARIOS Y LUGAR ADECUADO A LAS
POSIBILIDADES DE LAS FAMILIAS.

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