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Esta inclusión es importante en la educación ya que su fundamento son los valores. Cada
materia que se enseña tiene un objetivo en torno a un valor: intelectual, físico, artístico, etc. Pero el
objetivo primordial de la escuela son estos valores que afectan a la persona toda: “Ser un buen
joven”. El joven que quiere realizarse tiene que optar libremente por los valores, asumirlos y
encarnarlos en su obrar para su realización como persona total.
En joven ser-en-sí es varón o mujer. Cada uno con características corporales y psicológicas
distintas que la educación debe orientar y encauzar.
El gran objetivo de la educación es quizás que el joven aprenda a ser siempre él mismo
mediante el esfuerzo incesante y generoso de las opciones libres orientado por los valores para ser
una persona plena, ciudadano comprometido y profesional responsable.
Cuando nos referimos a "la realización de la persona", hablamos de una vida en plenitud que
afecta todas las dimensiones de la persona. Los valores son medios para lograr esa vida en plenitud.
Citamos, a título de ejemplos, algunos valores concretos:
Existen valores vitales: corpóreos, económicos, útiles, que descubrimos en el comer, el
ejercicio físico; en una medicina, una casa, etc.
Existen valores que afectan el espíritu, como la verdad, la belleza..., incorporados a las
ciencias, las artes, la tecnología, etc.
Existen valores éticos que abarcan al hombre en su totalidad. Estos dependen de la
naturaleza humana y de la cosmovisión, de la visión global del mundo y de la vida, de cada
persona y de cada grupo social, de su cultura.
Esto es fundamental en la educación ya que su fundamento son los valores. Cada materia que
se enseña tiene un objetivo en torno a un valor: intelectual, físico, artístico. Pero su objetivo
primordial de la escuela son estos valores que afectan a la persona toda: “Ser un buen joven”
Los valores éticos suponen la libertad. Pues por ella yo elijo. El mundo que no se rige por la
libertad sino por leyes físicas puede dar actos útiles, actos bellos como el abrirse de una flor, pero
no actos buenos..., no es moralmente malo el rayo que mata a un hombre o el león que mata su
presa pero si un empresario que estafa a su cliente aunque sea bueno en sus negocios.
Los valores éticos provocan la obligación, del "tú debes", en una paradoja de que “mi libertad
no es libre” para rechazarlos si quiero mi realización personal. Esto es debido a que si somos
personas y afectan a la realización de su existencia como tal nos debemos a ellos, estamos sujetos a
asumirlos para realizarnos humana y comunitariamente. Sin embargo, y a pesar de este “yo debo”
mi libertad no está afectada para decidir lo contrario.
Con respecto a los otros valores que afectan parte de nuestro ser al nivel teórico, artístico,
técnico, etc., “nuestra libertad es libre” de elegir de acuerdo a su vocación.
1
BERGSON H., "Essai sur les données ¡mmediates de la conscience", Paris, 1936, p. 169.
2
FRANKL V., "El hombre en busca de sentido", o.c, p. 87.
Lic AUS Jorge Luis Prioretti
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Fundamentos antropológicos para una educación inclusiva
envejecer...
De nuestras conductas nos sentimos responsables. Sentimos remordimiento o satisfacción
según hayamos obrado mal o bien. ¿Qué explicación tendría esto si no fuéramos libres, si no
hubiéramos podido obrar de una manera distinta?
En el trato con los demás, también libres. Recurrimos al consejo y la exhortación, exponemos
los motivos, etc. Pero en el caso de una máquina yo la manejo, la enciendo, etc.
La vida social se caracteriza por unas relaciones que dan por supuesta la libertad. Conceptos
éticos y jurídicos, como el bien y el mal, lo justo y lo injusto, el premio y el castigo, etc., no
tendrían sentido alguno al margen de esta experiencia de la libertad. Sin libertad no tendría
sentido reivindicar derechos, ni nadie podría exigir el cumplimiento de deberes. "No se
reprende ni se castiga un niño porque sea cojo o feo; pero se reprende y castiga por ser terco,
porque lo uno depende de su voluntad y lo otro no"3.
"El hecho de que sea enteramente un sujeto de derechos desde la cuna, incluso desde el seno
materno, no debe hacernos olvidar que cada uno de nosotros debe siempre llegar a ser él mismo
mediante el esfuerzo incesante y generoso de las opciones libres"5.
El hombre es totalmente original frente al resto de la realidad. "La lengua misma lo distingue:
algo y alguien, nada y nadie, qué y quién. Es lo que ha llevado a la pareja de conceptos cosa y
3
BOSSUET J.B., "Del conocimiento de Dios", I, 18.
4
KWANT R., "Filosofía social", o.c, p. 123.
5
JERPHAGNON L, "Qué es la persona humana", Barcelona, 1969, pp. 126-127.
Lic AUS Jorge Luis Prioretti
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Fundamentos antropológicos para una educación inclusiva
persona"6.
El fundamento lo sintetiza Rahner: "El hombre es persona que consciente y libremente se
posee. Por tanto, está objetivamente referido a sí mismo, y por ello no tiene ontológicamente
carácter de medio, sino de fin; posee, no obstante, una orientación hacia personas, no ya hacia
cosas (que más bien están orientadas hacia personas). Por todo ello le compete un valor absoluto y,
por tanto, una dignidad absoluta"7.
a. Nuestra dignidad radica en la autoconciencia y en la autodeterminación y hacen posible la
autocomunicación o sociabilidad. Es un sujeto que consciente y libremente "se posee", que goza de
AUTOPOSESION.
El valor absoluto de la persona abarca tres núcleos que no pueden ser desconocidos sin serias
consecuencias éticas:
1o El primer núcleo es el valor del individuo, del "yo". Cada uno de nosotros es único,
insustituible, irrepetible.
2ª Somos interioridades abiertas, destinadas a la comunión.
3o Por último, las estructuras o "mediaciones" éticas del individuo y de la alteridad. Las
mediaciones políticas, económicas, culturales, etc., condicionan enormemente la realización
individual y social de las personas, influyen decisivamente en la construcción de la historia humana,
por tanto, tienen que ser objeto de nuestro compromiso.
La persona dotado de libertad y con ella cada uno tiene que ir creando un "estilo de vida"
original, único, tiene que "optar por una forma determinada de conducta en función de lo
que pretenda realizar con su vida"8.
Al introducirnos en el tema de la libertad, dijimos que ocupa un lugar de privilegio los valores
éticos. Esto no perfecciona al hombre en un solo sector de su personalidad, haciendo de él un buen
artista, un buen técnico, un buen deportista, etc., sino que lo afectan globalmente, haciendo de él
un "hombre bueno o malo". Los valores morales, sin forzar la libertad, se imponen al sujeto desde
dentro y provocan la experiencia de la obligación.
Así como los valores estéticos despiertan la admiración, de modo semejante el hombre ante los
valores morales, ante el bien o el mal ético, siente la obligación de cumplirlo o evitarlo, si quiere
realizarse como persona. Así, pues, los valores morales, que la razón va descubriendo, señalan el
cauce por donde ha de orientarse la libertad para que el hombre consiga lo que debe ser.
El supremo valor es la persona. Ya hemos señalado antes y la razón, "por mucho que valga un
hombre, nunca tendrá valor más alto que el de ser hombre", ha escrito Antonio Machado.
6
MARÍAS J., "Dos imágenes sobre el hombre", "El país", Madrid, 20 de marzo de 1979, p. 11.
7
RAHNER K., "Dignidad y libertad del hombre", Escritos Teológicos, II, Madrid, 1962, p. 256.
8
LÓPEZ AZPÍTARTE E., "Diez ideas claves para una pastoral de la ética cristiana", en rev. Sai Terrae, Julio-agosto de 1988, n9 7/8,
p. 492.
Lic AUS Jorge Luis Prioretti
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Fundamentos antropológicos para una educación inclusiva
12º inclusión: La escuela educa en libertad y para una libertad responsable orientada por los
valores
La escuela educa al joven para el trabajo o para un estudio superior. En estos casos el joven elegirá
libremente una u otra cosa. Elegirá el tipo de trabajo o el tipo de estudio a seguir. Estos no son valores
éticos, el alumno es libre de optar por una u otra cosa. La orientación profesional es un aspecto que
debemos integrar en las escuelas.
Pero lo principal es que la escuela educa especialmente en aquellos valores éticos que lo transforma en
una buena persona. Esto es indispensable para una buena participación democrática, ciudadana y buen
padre de familia.
Incluso el régimen de convivencia debe estar centrado en valores. Las mismas sanciones deben estar
motivadas para la adquisición de valores.
Educar en libertad lleva a una forma participativa del alumno en la escuela, a una nueva forma de
vincularnos con el joven, de saber escucharlos y de democratizar un poco más la estructura escolar.
Educar en libertad es saber incluir temas de interés que les inquieta por su situación adolescente y que
ellos mismo sepan investigar.
9
VIDAL M., "Familia y valores éticos", Madrid, 1986, p. 106.
Lic AUS Jorge Luis Prioretti