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Servicio de urgencias.

Conceptos, organización y triaje

SERVICIO DE URGENCIAS.
CONCEPTOS, ORGANIZACIÓN
Y TRIAJE
Capítulo 2
Juan J. González Armengol, Ricardo A. Juárez González, Agustín Julián Jiménez

INTRODUCCIÓN

En los últimos años se ha producido un incremento en la utilización de los Servicios de Ur-


gencias Hospitalarios (SUH). Este hecho obedece no sólo a los cambios demográficos y epi-
demiológicos: aumento de la población por envejecimiento, cambios en los patrones de
morbimortalidad, movimientos migratorios en la última década, sino también a otros factores
asociados a la conducta sobre la utilización de dichos servicios. La necesidad percibida de
atención inmediata y de calidad, la dificultad de acceso a otros recursos del sistema, la falta
en algunos individuos de seguro público y de educación sanitaria, el irregular desarrollo de la
atención primaria o el uso de los mismos para evitar listas de espera, han contribuido en gran
manera a ello. En este contexto se produce una masificación con la consiguiente pérdida de
calidad asistencial, la demora en la atención a las urgencias verdaderas y la insatisfacción de
los profesionales, lo que conlleva, aparte del riesgo intrínseco para el paciente, un mayor
gasto sanitario así como repercusiones muy importantes sobre la gestión del resto del hospi-
tal.
Por todo esto, en la última década se ha asistido a una transformación profunda de los SUH
con el fin de estructurar la asistencia de una forma más efectiva y eficiente. El triaje, las áreas
de visita rápida, los hospitales de día, las consultas de revisión, las áreas de observación, de
corta estancia, etc, son claro ejemplo de ello.

CONCEPTOS

Se define Urgencia como aquella situación clínica con capacidad para generar deterioro o
peligro para la salud o la vida del paciente y que requiere atención médica inmediata. Esta
definición engloba tanto aspectos objetivos, como son la gravedad y agudeza del proceso,
como aspectos subjetivos (conciencia de una necesidad inminente de atención), que genera
en el usuario la expectativa de una rápida atención y resolución. Ejemplos de estas situaciones
serían:
• Situaciones sin riesgo vital inmediato pero que pueden llegar a presentarlo en un breve pe-
riodo de tiempo si no se diagnostican y se tratan de forma precoz.
• Situaciones sin riesgo vital donde es importante un diagnóstico precoz desde el punto de
vista epidemiológico para evitar la diseminación de una enfermedad en una colectividad.
• Situaciones en las que la asistencia médica se limita a solventar problemas sociales o defi-
ciencias de los niveles asistenciales previos.

Capítulo 2 l 9
MANUAL DE PROTOCOLOS Y ACTUACIÓN EN URGENCIAS

La Emergencia se define como aquella situación con riesgo vital inminente que obliga a
poner en marcha unos recursos y medios especiales y exigen un tratamiento inmediato para
salvar la vida del enfermo y en algunos casos un diagnóstico etiológico con la mayor premura
posible.

ORGANIZACIÓN Y ESTRUCTURA DEL SERVICIO DE URGENCIAS

La atención médica de urgencias comprende:


• La evaluación inicial e inmediata de los pacientes para determinar los riesgos para su salud
y su vida y, en caso de ser necesaria, la clasificación de los mismos para priorizar la asistencia
sanitaria que precisen.
• La realización de los procedimientos diagnósticos precisos y de los procedimientos tera-
péuticos médico-quirúrgicos necesarios para atender adecuadamente cada situación de
urgencia sanitaria.
• La monitorización, observación y reevaluación de los pacientes cuando su situación así lo
requiera.
• La información y asesoramiento a los pacientes o, en su caso, acompañantes, sobre la aten-
ción prestada y las medidas a adoptar al finalizar dicha atención.
• El transporte sanitario, asistido o no asistido, según lo requiera la situación clínica de los
pacientes.
Una vez atendida la situación de urgencia se procederá al alta de los pacientes o al ingreso
hospitalario. El objetivo fundamental es solucionar el problema por el que el paciente consulta
y tomar decisiones de forma rápida, ya que un retraso puede poner en peligro la vida del en-
fermo. La actitud ha de ser eminentemente terapéutica. Asimismo, se debe comunicar a las
autoridades competentes aquellas situaciones que lo requieran, especialmente en el caso de
enfermedad de declaración obligatoria, sospecha de violencia, accidentes, agresiones, vio-
lencia de género o malos tratos en menores, ancianos y personas con discapacidad. Por todo
ello, el Servicio de Urgencias debe contar con profesionales especializados, con los conoci-
mientos y la formación adecuada para desarrollar su trabajo: responsable o coordinador, fa-
cultativos en las distintas áreas del servicio, personal de enfermería (diplomados y auxiliares),
celadores, técnicos y personal administrativo.

ESTRUCTURA: el SUH debe contar con las instalaciones generales necesarias y adecuadas
para el desarrollo de su actividad. Cada una de las áreas de Urgencias debe estar dotada
de un equipamiento mínimo que garantice una adecuada atención urgente y de una per-
sona encargada de la revisión y funcionamiento de todo este instrumental clínico. Distin-
guimos:
Acceso/Entrada. El acceso debe estar claramente señalizado y ser amplio. Debe constar de
una doble vía en una sola dirección, con aceras anchas, aparcamiento que permita un esta-
cionamiento corto, para vehículos, con tomas de agua corriente y electricidad. Deberá estar
cubierto por una pérgola que proporcione un acceso cómodo y seguro tanto para vehículos
como para personas y que facilite el transporte sanitario.
Recepción. La zona de recepción y de descarga de pacientes debe estar suficientemente ilu-
minada, con cierre de puertas automático, para facilitar el acceso. Debe estar cerca de la sala
de espera de pacientes con patología banal y de la sala de espera de familiares y contar con

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Servicio de urgencias. Conceptos, organización y triaje

un estar de celadores, almacén de sillas de ruedas y camillas, un punto de información a usua-


rios y familiares, ventanilla de admisión, cuartos de aseo, máquinas expendedoras de bebidas
y comida rápida y teléfono público. Si fuera posible debería contar con un despacho para ser
utilizado por las fuerzas del orden.
Admisión. Deberá estar ubicada en recepción. Es el lugar donde se registrarán los datos de
filiación, el número de historia clínica y otra serie de datos como la hora de llegada del pa-
ciente, el diagnóstico al alta, el destino. Desde la misma se dirige al usuario a la zona de triaje,
donde se decidirá el destino y orden de asistencia en función de la gravedad y el origen del
problema (ver apartado de triaje más adelante).
Sala de críticos/Emergencias. Está destinada a pacientes cuya situación vital no permita de-
mora en la asistencia. Debe estar dotada con medios de soporte vital avanzado y tener capa-
cidad mínima para atender a dos pacientes al mismo tiempo. Debe estar ubicada en el centro
del servicio. Su acceso debe ser fácil tanto desde el exterior como desde cualquiera de las
áreas del servicio: observación, sala de rayos, consultas, clasificación de pacientes, etc. Suelen
estar infrautilizadas.
Área de observación de pacientes. Es el lugar donde permanecen los pacientes con diagnós-
ticos inciertos o aquellos ya diagnosticados que precisan un control de su evolución para de-
cidir finalmente su ubicación definitiva (alta o ingreso).
Área de observación prolongada o Unidad de Corta Estancia (UCE). Su función fundamental
es el poder proporcionar tratamientos más prolongados que los que se aplican en la sala de
observación habitual y ahorrar ingresos innecesarios.
Área de consultas. El Servicio deberá tener identificadas las consultas para la asistencia a pa-
cientes de especialidades: Medicina Interna, Traumatología, Pediatría, Ginecología, Psiquiatría,
Otorrinolaringología y Oftalmología, donde tras la evaluación y tratamiento del paciente se
decidirá su destino.
Consulta rápida. Es el lugar donde se atiende patología leve o fácilmente protocolizable y
que permite, además, descongestionar el SUH.
Sala de sillones. También denominada de cuidados mínimos. Situada en la vecindad de las
consultas, debiendo contar con la infraestructura necesaria para atender a pacientes que no
precisan estar encamados (sillones reclinables y extensibles, tomas de oxígeno, bombas de
vacío, bombas de infusión de medicamentos, etc).
Sala de yesos. Estará próxima a la sala de radiodiagnóstico y traumatología y contará con
todo el equipamiento necesario.
Sala de curas y cirugía menor, destinada a la realización de curas y suturas.
“Sala de sucio”, para drenaje de abscesos, cura de úlceras y escaras, etc.
Salas de aislamiento. Debe haber al menos una sala de aislamiento psiquiátrico/social (debi-
damente acondicionada) y otra para infecciosos (con ventanas para aireación) y para pacientes
debilitados o neutropénicos (aislamiento inverso).
Sala de espera de pacientes. Deberá haber una por cada área específica de consulta. Si es
posible dotada con televisión y/o hilo musical.
Otros: habitación con ducha para limpieza y descontaminación de personas y material de
asistencia y transporte, sala de descanso del personal, sala de trabajo para facultativos, bi-
blioteca, almacén, taquillas, aseos, duchas para el personal, servicio de limpieza.
Además, el SUH debería contar con servicio de laboratorio y radiología propios durante las
24 horas del día.

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MANUAL DE PROTOCOLOS Y ACTUACIÓN EN URGENCIAS

TRIAJE

Es el proceso de clasificación de los pacientes por el grado de urgencia a su llegada al servicio.


Permite la valoración clínica preliminar que ordena a los pacientes antes de la valoración diag-
nóstica y terapéutica, de forma que los pacientes más graves son tratados los primeros. El
proceso de triaje ha de ser realizado por personal con experiencia y juicio clínico, con capaci-
dad de tomar decisiones y gestionar situaciones difíciles. Tanto desde el punto de vista es-
tructural como funcional, el área de triaje ha de ser la puerta de entrada del Servicio de
Urgencias. Existen diferentes formas de triaje:

• Triaje estructurado. Se lleva a cabo a partir de escalas válidas, útiles, relevantes y repro-
ducibles. Actualmente existen 5 sistemas de triaje estructurado: ATS (Australian Triage
Scale), el CTAS (Canadian Triage and Acuity Scale), el MTS (Manchester Triage Scale), el ESI
(Emergency Severity Index) y el MAT (Model Andorrà de Triatge).
• Triaje avanzado. Contempla la posibilidad, en un triaje estructurado y con protocolos es-
pecíficos especialmente elaborados para enfermería, de realizar, antes de la visita conven-
cional, determinadas pruebas complementarias (analíticas y radiologías simples), incluso
acciones terapéuticas (vías periféricas, administrar analgesia, etc).
• Triaje multidisciplinar. Incluye, entre el personal sanitario que lo realiza, un equipo
en el que, como mínimo, participa un médico y una enfermera. También pueden par-
ticipar personal administrativo y auxiliar sanitario. A parte de la valoración inicial, que
en este caso la realiza el médico, consiste en la realización de pruebas básicas (hemo-
grama, bioquímica y radiología simple) antes de que el paciente entre en la consulta
de visita.

Los objetivos de un sistema de triaje de Urgencias y Emergencias estructurado son:


• Identificar rápidamente a los pacientes que sufren una enfermedad que pone en peligro
su vida.
• Determinar el área de tratamiento más adecuado para los pacientes que acuden a los Ser-
vicios de Urgencias o el centro hospitalario más adecuado para los pacientes atendidos por
los Servicios de Emergencias.
• Disminuir la congestión de las áreas de tratamiento de los Servicios de Urgencias.
• Permitir la evaluación continua de los pacientes.
• Permitir una información fluida a los pacientes y a sus familiares sobre los tratamientos a
realizar y los tiempos de espera.
• Proporcionar información que permita conocer y comparar la casuística de los Servicios de
Urgencias y Emergencias (urgencia y complejidad de las patologías que se atienden), con
la finalidad de optimizar recursos y mejorar su gestión.
• Crear un lenguaje común para todos los profesionales que atienden las Urgencias y Emer-
gencias, independientemente del tamaño, estructura o ubicación de los centros asisten-
ciales.

La SEMES (Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias) publicó durante el


año 2004 el “Sistema Español de Triaje” (SET), adoptado del MAT. Este sistema reconoce
cinco niveles de priorización (Tabla 2.1).

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Servicio de urgencias. Conceptos, organización y triaje

Tabla 2.1. Niveles de priorización del SET (Sistema Español de Triaje)


• Nivel I (resucitación). Se reserva para situaciones con riesgo vital, como una parada cardiorres-
piratoria o un coma.

• Nivel II (emergencia). Incluye situaciones de emergencia o muy urgentes, de riesgo vital previ-
sible, cuya resolución depende radicalmente del tiempo. Es el caso de un infarto de miocardio,
una fractura de fémur o ciertas agresiones intrafamiliares. El tiempo máximo calculado para ser
visitado por un médico es de 2 minutos.

• Nivel III (urgencia). El nivel III está destinado a las situaciones de urgencia de potencial riesgo
vital: una fractura de cúbito y radio, fiebre alta, etc. El médico debe atender al paciente en menos
de 45 minutos.

• Nivel IV (menos urgente). Engloba situaciones de menor urgencia, que pueden ser complejas,
pero sin riesgo vital potencial, en las que la visita médica puede demorarse hasta dos horas (trau-
matismos menores, dolor ligero).

• Nivel V (no urgente). Se refiere a situaciones no urgentes que permiten una demora en la aten-
ción o que pueden ser programadas, sin riesgo para el paciente, como puede ser un catarro de
vías respiratorias altas o incluso la demanda de un trámite administrativo.

“Los Servicios de Urgencias tienen un sistema magnífico para aplicar


el principio bioético de justicia, que es el triaje”

BIBLIOGRAFÍA
Gómez Jiménez J, Torres Trillo M, López Pérez J, Jiménez Murillo L. Sistema Español de Triaje (SET). SEMES.
Madrid: Edicomplet; 2004.
Gómez Jiménez J. Urgencia, Gravedad y Complejidad: Un constructor teórico de la Urgencia basado en el
triaje estructurado. Emergencias. 2006;18:156-164.
López-Andújar L, Tejedor M, Fernández-Valderrama J, Benito J, Jiménez L, Torres R. SEMES. Estándares de
acreditación para servicios de urgencias de Hospitales. Madrid: Saned; 2008.
Moya Mir MS. Concepto de Urgencia Médica y Recomendaciones para la Organización de un Servicio de
Urgencias Hospitalario. En: Moya Mir MS, editor. Normas de Actuación en Urgencias. Madrid: Médica
Panamericana; 2005. pp. 5-17.

Capítulo 2 l 13
Centro Coordinador de Urgencias

CENTRO COORDINADOR
DE URGENCIAS

Capítulo 3
Elena Sánchez Maganto, Raúl Canabal Berlanga,
Ricardo A. Juárez González, Agustín Julián Jiménez

INTRODUCCIÓN

El Centro Coordinador de Urgencias (CCU) constituye el eje sobre el que gira la actividad de
un Servicio de Emergencias Médicas (SEM). Es el responsable de proporcionar la respuesta
sanitaria más adecuada a las demandas de atención de los ciudadanos, teniendo en cuenta
el lugar y contexto en el que se producen y los recursos disponibles para satisfacer dicha de-
manda de un modo rápido, coordinado, efectivo, equitativo y eficiente.
La potenciación de los SEM actuales se basa en la evidencia de que la mortalidad y las secuelas
son menores gracias a la intervención de dichos servicios, teniendo en cuenta, además, que
el 50% de la mortalidad ocasionada por las emergencias sanitarias se produce antes de la
llegada al hospital.
La atención a las urgencias y emergencias ha experimentado una importante evolución en el
transcurso de las últimas décadas, motivada por el progreso tecnológico y un mejor conoci-
miento de la patogenia de los procesos, pero también por la confirmación de la necesidad de
constituir un nexo de asistencia y transporte sanitario seguro entre la atención primaria a la
urgencia y su atención especializada. Con esto se han mejorado los resultados en cuanto a
pronósticos de supervivencia.
Por tanto, podemos definir que los objetivos que persigue la instauración de los SEM son:
• Disminución de la mortalidad.
• Descenso del número de secuelas graves y/o irreversibles.
• Disminución de pérdidas de órganos y/o su funcionalidad.
• Disminución de complicaciones secundarias.
• Mejoría de la evolución y el pronóstico de las lesiones.
• Acortamiento de los tiempos de hospitalización.
• Mejora de tiempos estimados de rehabilitación y reinserción laboral.
• Optimización de recursos y coordinación eficiente.
Es necesario un sistema coordinado de atención a las urgencias que, integrado en el conjunto
del sistema sanitario, provea de una atención adecuada a los ciudadanos que se encuentren
en una situación crítica.
En paralelo a la implantación de los nuevos SEM, se plantea la necesidad de facilitar el acceso
de la población a los mismos. Para esto, se evidencia que la mejor forma es la creación de un
número telefónico corto y fácilmente memorizable desde el que se atiendan este tipo de de-
mandas. La Unión Europea, en 1991, promueve la implantación, en todos los estados miem-
bros, de un único número para todas las emergencias, el 112. Establece que los ciudadanos

Capítulo 3 l 15
MANUAL DE PROTOCOLOS Y ACTUACIÓN EN URGENCIAS

podrán utilizar de forma gratuita este número para pedir, en casos de urgente necesidad, la
asistencia de los servicios públicos que se requieran: urgencia sanitaria, extinción de incendios
y salvamento, seguridad ciudadana y protección civil, cualquiera que sea la administración
pública de la que dependan. Los estados miembros, y en el caso concreto de España las co-
munidades autónomas, han instaurado y regularizado dicho número universal de urgencias
112. En muchas comunidades, el CCU sanitario se ha integrado en el propio 112, mientras
algunas otras han optado por mantener el CCU sanitario independiente, duplicando la posi-
bilidad de acceso a los recursos de emergencias, tanto a través del 112 como del número
propio sanitario, 061. Ambos números mantienen una conexión funcional que garantiza la
respuesta sanitaria ante urgencias y emergencias médicas.
El objetivo, en todo caso, es proporcionar a todas las personas del ámbito nacional un servicio
gratuito, y de fácil acceso, que permita atender de forma personalizada y permanente todas
las llamadas de urgencias y emergencias, valorando todos y cada uno de los incidentes en
todas sus vertientes para proporcionar la respuesta más adecuada en cada caso. Se encarga
también de realizar un seguimiento y coordinación integral de los incidentes hasta su completa
resolución.

FUNCIONES

Desde el CCU se coordinan todos los sectores o ámbitos de competencia en emergencias,


con el objetivo de ofrecer una atención integral para que el ciudadano obtenga con rapidez
una respuesta adecuada al problema. Las funciones del CCU son:
• Acceso a la asistencia médica urgente, a través de la regulación sanitaria de las llamadas
recibidas en el 112. La respuesta puede ser (o combinaciones de ellas):
– Consejo telefónico, sin movilización de recursos.
– Instrucciones a testigos y primeros intervinientes.
– Derivación a centro sanitario por medios propios.
– Transporte sanitario urgente no asistido.
– Valoración in situ por equipos de atención primaria o equipos de atención continuada.
– Valoración por unidades móviles de emergencias (UVI móvil, soporte vital, enfermero y
helicóptero de emergencias sanitarias –HEMS–).
– Transporte sanitario urgente asistido.
• Gestión del transporte interhospitalario, tanto de alto riesgo como el no asistido.
• Información sanitaria sobre recursos y centros de urgencias, a través del Servicio Sanidad
Responde (acceso a través del número gratuito 902 25 25 30).
• Seguimiento de enfermos incluidos en planes de atención al enfermo crónico, a través del
Servicio Sanidad Responde.
• Funciones de coordinación sanitaria de equipos de emergencias y/o con otras instituciones
sanitarias públicas.
• Facilita la coordinación y/o colaboración de recursos no sanitarios implicados en emergen-
cias sanitarias, movilizando los recursos en caso de necesidad (Cruz Roja, policía, bombe-
ros).
• Coordinación y colaboración con sistemas de emergencias vecinos.
• Planificación y asistencia en caso de grandes emergencias y catástrofes.
• Colabora en los programas de difusión y educación sanitaria para las emergencias.

16 l Capítulo 3
Centro Coordinador de Urgencias

• Diseño de planes de emergencia y dispositivos sanitarios de riesgo previsible.


• Red de alerta sanitaria epidemiológica.
• Revisión y evaluación de resultados.
• Registro de intervención médica estandarizado.
• Comunicación e imagen.
• Otras funciones: colabora en la coordinación de transplantes, comunicados de prensa de
hechos relevantes, telediagnóstico (ECG, radiología), divulgativa, administrativa.

ESTRUCTURA

La estructura de un CCU dispone de una plataforma tecnológica y de una dotación de pro-


fesionales, tanto del sector sanitario como de otros sectores (seguridad y extinción, rescate y
salvamento). Plataforma tecnológica. Dispone de:
• Sistema de comunicación: radio TETRA y telefonía (fija, móvil y por satélite).
• Sistema cartográfico y de localización por GPS.
• Sistema de gestión de incidentes.
El sistema informático dispone de pantallas de clasificación de la demanda, manejadas por
operadores de demanda y unas pantallas de recogida de datos y asignación de recursos, vi-
sibles por todos los integrantes del sector. A su vez, existe un sistema de avisadores que per-
mite a los distintos profesionales visualizar la demanda entrante y, en el caso de las demandas
protocolizadas, proceder a la activación inmediata de recursos e intervención con afectados
o testigos.

Dotación profesional
Existen, dentro del CCU, distintos sectores que a continuación se detallan:
• Sector multisectorial: pertenecen a este sector los Operadores de Demanda que reciben
inicialmente las llamadas de los ciudadanos, las localizan y clasifican y sobre la base de ello,
crean los incidentes que deben ser procesados por los sectores integrados. También está
compuesto por un jefe de sala del 112 y un operador de respuesta multisectorial. Se en-
cargan de la activación de los recursos y también de gestionar los incidentes sin profesional
presente en sala (obras públicas, servicios municipales o resto de servicios públicos (luz,
agua).
• Sector de Seguridad: Policía Nacional, Guardia Civil y Policía Local (esta última coordinada
desde el sector multisectorial).
• Sector de extinción, rescate y salvamento: parques de bomberos y forestales (coordinados
desde el Sector Multisectorial).
• Sector de sanidad: médicos coordinadores, operadores de respuesta sanitaria, enfermero
coordinador y meteorólogo. Están presentes las 24 horas del día.

Sector sanitario
El sector sanitario del 112 trabaja en función de protocolos establecidos y aprobados por la
Gerencia de Urgencias, Emergencias y Transporte Sanitario (GUETS) y mediante la valoración
directa de las situaciones que no están protocolizadas, por parte de personal cualificado.
En el caso de Castilla-La Mancha, dispone de la coordinación directa y exclusiva de 27 unida-
des móviles de emergencia terrestres y 4 helicópteros sanitarios, dos de ellos con horario de

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MANUAL DE PROTOCOLOS Y ACTUACIÓN EN URGENCIAS

24 horas (única comunidad peninsular, hasta la fecha, en operar en horario nocturno). A su


vez dispone de una importante red de ambulancias de soporte vital básico y de urgencias de
activación directa y exclusiva por el sector sanitario.
El equipo sanitario está formado por:
• Médico uno: es el médico al cual se le transferirán únicamente las emergencias, siendo el
encargado de la supervisión de las mismas, manteniendo su seguimiento hasta la finaliza-
ción.
• Médico dos: se le transferirán las demandas catalogadas como urgente y las consultas mé-
dicas. Igualmente, hace supervisión de los transportes urgentes diferidos (derivación ur-
gente de pacientes valorados por equipos de atención primaria hasta el nivel hospitalario).
• Médico tres jefe de guardia: es el supervisor del funcionamiento de todo el sector y el en-
cargado de la coordinación de catástrofes, accidente de múltiples víctimas o evento ex-
traordinario en caso de producirse. Mantendrá comunicación directa con la dirección de la
GUETS.
• Enfermeros coordinadores uno y dos: responsables del transporte interhospitalario y del
Servicio Sanidad Responde, llevan también a cabo la activación del protocolo de donante
a corazón parado, reimplante de miembros amputados, código ictus, reperfusión coronaria
CORECAM, código trauma, código sepsis, prealerta hospitalaria, así como apoyo a la aten-
ción de la emergencia a los médicos coordinadores en el caso de que estos estén ocupados.
Son responsables, también, de la coordinación de incidencias de personal, así como la de
vehículos y materiales fuera de horario administrativo.
• Operadores de respuesta sanitaria: encargados de la activación y seguimiento de los recursos.
• Meteorólogo: da apoyo a las activaciones de los helicópteros. Servirá de apoyo desde el
inicio hasta el regreso a la base del helicóptero, manteniendo constante contacto con la
tripulación.

ESQUEMA BÁSICO DE ACTIVIDAD

La llamada entra en el 112 y es atendida por los operadores de demanda, quienes localizan,
toman datos de filiación y tipifican la demanda. Una vez se ha catalogado como sanitaria,
aplican protocolos de clasificación de la misma, transfiriendo la llamada al profesional indi-
cado, con la prioridad que dicho procedimiento de clasificación determine. En caso de las
emergencias protocolizadas, la activación del recurso es inmediata por parte del operador de
respuesta sanitaria.
La respuesta queda categorizada en virtud a una escala de triaje de cuatro niveles:
• Prioridad 0 (emergencia): en la entrevista telefónica con el que da la alerta, se detecta un
peligro inmediato para la vida o riesgo de secuela grave permanente si no recibe atención
cualificada in situ y sin demora. La respuesta es inmediata y se define por la preponderancia
de recursos de alto nivel (unidades móviles de emergencia).
• Prioridad 1 (urgencia real): en la entrevista se detecta la necesidad de asistencia sanitaria
pronta, aunque no existe inicialmente peligro actual para la vida o la función, pero sí es
conveniente la valoración en un tiempo razonablemente corto por dolor, malestar, discon-
fort o evolución incierta del proceso. La respuesta se puede demorar hasta 60 minutos. En
función de la ubicación del afectado se prioriza el transporte sanitario urgente hasta centros
sanitarios o la atención in situ.

18 l Capítulo 3
Centro Coordinador de Urgencias

• Prioridad 2 (urgencia sentida): el paciente percibe la situación como urgencia médica, pero
no hay información suficiente para objetivar patología, o bien existe patología pero no pre-
cisa tratamiento urgente, pudiendo demorarse varias horas la valoración y tratamiento sin
riesgo para la vida o la función. La respuesta suele incluir la derivación programada a un
centro sanitario, habitualmente por medios propios.
• Prioridad 3 (no urgencia): no se detecta necesidad de valoración sanitaria siquiera progra-
mada, siendo atendida a través de consejo o información sanitaria telefónica, sin derivación
ni movilización de recursos.

Alertas Operador de Jefe de sala 112


demanda

Multisectorial extinción,
Seguridad Sanitario
rescate y salvamento

MC 3

MC1 MC2
Enfermeros ORS 3 Metereólogo
ORS 1 ORS 2

Emergencias Urgencias, TIH, TUD Coordinación


consultas códigos, helicópteros
TUD,
MC: Médico coordinador.
ORS: Operador de respuesta sanitaria. incidencias
TUD: Transporte urgente diferido.
TIH: Transporte interhospitalario.

Figura 3.1. Esquema general de actividad.

BIBLIOGRAFÍA
Configuración de los servicios de emergencia y urgencia médica. En: Los servicios de emergencia y urgencias
médicas extrahospitalarias en España. 1ª Ed. Madrid: Mensor; 2011. pp. 58-81.
El sistema de emergencias y urgencias médicas extrahospitalarias en Castilla-La Mancha. En: Los servicios
de emergencia y urgencias médicas extrahospitalarias en España. 1ª Ed. Madrid: Mensor; 2011. pp.
240-267.
Gómez Blanco S, Villalobos Buitrago D, Canabal Berlanga R. Centro coordinador de urgencias. En: Guía
Asistencial. Urgencias y Emergencias Extrahospitalarias. 1ª Ed. Toledo: Gerencia de Urgencias, Emergen-
cias y Transporte Sanitario - SESCAM; 2011. pp. 19-22.
Sánchez Maganto E, Espinosa Ramírez S, Juárez González R. Centro coordinador de urgencias. En: Julián
Jiménez A, coordinador. Manual de protocolos y actuación en urgencias. 3ª Ed. Madrid: Edicomplet-
Saned; 2010. pp. 15-18.

Capítulo 3 l 19

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