Trabajo de investigación

ISDF Nº 51

“Homero, Ulises: pasador-pasante.”

Carrera: Profesorado de Educación Secundaria en Lengua y Literatura.

Materia: Lenguas Clásicas II.

Alumna: Salas, Antonella J.

Profesora: Almazán, María Inés.

Fecha de entrega: 12/06/2017

 En el siguiente trabajo de investigación se propondrá el análisis
psicoanalítico de la obra La Odisea de Homero.

Como punto de partida, podemos tomar como referente al artículo La

Odisea. Un viaje analítico de María Cristina Bennasar; allí se plantea la
pregunta acerca de la relación existente entre la literatura y el psicoanálisis, y
también sobre la deuda que el psicoanálisis tiene con la misma. Olga Próperi
ante este interrogante explica que si el psicoanálisis es un deudor de la
literatura es porque, como ficción, es estructura verídica y da a leer un saber
del que supo nutrirse desde sus orígenes ¿Cuál es el saber del poeta? Su
saber, sobre ese velo pinta la ausencia mientras que el saber del inconsciente
es literario-literal. Así nos encontramos con Homero, supremo artista
pasador- pasante de un juicio estético, en la construcción de un relato, La
Odisea, como estructura de ficción. Pero ¿Qué significan los conceptos
pasador y pasante? Para explicar eso, debemos remitirnos a Lacan, quien
trabajó en torno a estos dos conceptos fundamentales en este trabajo de
investigación. Lacan, en La proposición del 9 de Octubre de 1967 sobre el
psicoanalista de la Escuela propondrá el procedimiento del Pase. Él
argumentará que habrá momentos en los cuales la única elección puede
estar entre enfrentar la verdad o ridiculizar el propio saber, pero también
que aquella “sombra espesa” que recubre su ocupación será el punto en el
que el psicoanalizante pasa a ser psicoanalista, va a ser donde su Escuela se
dedique a la disipación. Aclara, además, que puede no estar más avanzado en
que nosotros en esta obra –la cual no podrá ser realizada a solas-, debido a
que es el psicoanálisis el que brinda, finalmente el acceso. Por lo tanto,
diremos y afirmaremos que será el pasador aquel que posee algo para
transmitir (un saber, o tal vez una experiencia), y el pasante aquel que recibe
lo transmitido por el pasador. Podríamos agregar que el pasante puede tener
la posibilidad –si es necesario- de transmitir aquello recibido, convirtiéndose
así en un pasador ¿Cómo podríamos trasladar esta idea a la obra de Homero?
Teniendo en cuenta que es mediante esta obra que podemos conocer la vida
de Ulises, nosotros nos convertimos en pasantes. Aunque ¿De qué modo
llega esta obra a nosotros? ¿Quién es el pasador? Al comenzar con la lectura
de esta obra, podríamos sin lugar a dudas pensar que el pasador es Homero:
lo notamos en la evocación de la musa que se realiza en el primer canto, y a
lo largo de la obra con la narración en tercera persona. Será en el Canto IX
donde lleguemos a la conclusión de que no solo Homero tiene el papel de
pasador, sino también Ulises: confirmamos esto al observar cómo el
aventurero toma el mando en la narración, para comenzar a contar su
historia. Esto lo podemos relacionar con lo explicado por María Cristina
Bennasar: el Ulises que retorna no es el mismo que aquel que partió. Ha sido
atravesado por la aventura de internarse en un mundo inhumano; pero lo
que verdaderamente lo transforma es poder narrar, hacer letra del
encuentro. Es el relato lo que lo humaniza. Es este el punto de encuentro del
psicoanálisis en tanto a lo no velado se lo podrá vestir, alojar dentro de una
escena; relato dentro del relato, intervalo que se abre como espaciamiento
de temporalidad.

También podríamos tener en cuenta que con el correr del tiempo, en esta
obra que llega a nosotros por medio de Homero, hallaremos autores que se
adueñarán del texto homérico enriqueciendo y desplegando su trama en
torno a la memoria, la transcripción y la transliteración para hacer un
ritornello alrededor de la repetición y la temporalidad. Así es como la lectura
de La Odisea, alimenta a otras lecturas.

Para finalizar, podríamos hallar interesante el preguntarnos ¿Cuál es el

rasgo central de la personalidad del héroe Ulises, el de guerrero, el de
protagonista de hazañas, el de tramposo, el de narrador de historias vividas
realmente o producto de su fantasía? No hay manera objetiva de saberlo,
pero sí aceptar que su excelente memoria y su habilidad narradora
simplemente enriquecieron sus creencias y las del hombre de acción. Todo el
recorrido fantástico, doloroso, a veces insoportable, a veces excitante, sería
como los contenidos del inconsciente. Proceso que se sostiene por el deseo
mutuo de un encuentro y lo relacionamos con un tema muy frecuente en los
últimos tiempos, el tener claro el lugar del analista, su posición, y su persona.
En todo trabajo psicoanalítico, al introducirnos en las profundidades del
inconsciente, debemos intentar que cada uno encuentre su lugar, con todas
las limitaciones y tal vez sus resignificaciones.
 Bibliografía:

 Homero, La Odisea. 1982, Editorial Gredos, S.A., Madrid.

 Bennasar, María Cristina La Odisea. Un viaje analítico
 Bolster, Silvia Ulises, héroe del retorno.
 Lacan, Jacques La proposición del 9 de Octubre de 1967 sobre el
psicoanalista de la Escuela.