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N° 1318-2016, HUANCAVELICA
DEMANDANTE: Gaspar Melanio Huamán Espinoza
DEMANDADO: Seguro de Salud-EsSalud Huancavelica
2. CONTESTACIÓN DE LA DEMANDA:
- La demandada alega que el demandante pretende una indemnización
por daños y perjuicios como consecuencia de una mala praxis, sin
embargo, señala la participación directa de los servidores de la
institución que son los que habrían causado la supuesta lesión, siendo
así no se ha delimitado de modo preciso el petitorio e identificación del
personal asistencial que atendió al demandante.
- Indica, además, que no existió contrato alguno y no se ha demostrado el
daño legal, por lo tanto, no tiene que responder por la obligación.
- Arguye que no se ha demostrado la aflicción sufrida y menos el perjuicio
moral ocasionada a su familia ya que no acredita tener carga familiar.
- Alega que no se ha establecido si se trata de daño contractual o
extracontractual ya que el daño moral solo se puede solicitar en el
campo extracontractual.
SENTENCIA DE PRIMERA INSTANCIA:
Se ha invocado la aplicación del artículo 1321 del Código Civil, así como la
dificultad de la probanza del quantum y la aplicación de la equidad, por lo cual no
hay sustento para alegar que la resolución judicial contiene argumentos o razones
falsas, simuladas o inapropiadas para la decisión.
Esta Sala Suprema, mediante resoluciones de fecha uno de julio de dos mil
dieciséis de dos mil quince, ha declarado procedente el recurso de casación
interpuesto por el Seguro Social de Salud – EsSalud por la infracción normativa de
los artículos 1331 del Código Civil y 196 del Código Procesal Civil e Infracción
normativa del artículo 1332 del Código Civil. Asimismo, declaró procedente el
recurso de casación interpuesto por Gaspar Melanio Huamán Espinoza, por las
siguientes causales infracción normativa de los artículos 138 y 139 numerales 3) y
5) de la Constitución Política del Perú, concordado con los artículos I del Título
Preliminar, 122 y 197 del Código Procesal Civil.
ANÁLISIS
En el presente caso hemos podido deducir como en primera instancia se ordena
que la demandada pague el monto de S/ 600,000.00 por los conceptos de daño
emergente (S/ 100,000.00), lucro cesante (S/ 100,000.00), daño moral (S/
200,000.00) y daño a la persona (S/ 200,000.00), más los intereses legales que se
liquiden en ejecución de sentencia, sin embargo una vez dada la apelación dicha
resolución se modifica en los extremos que se declara fundada la demanda de
indemnización por daños y perjuicios en la modalidad de daño emergente en el
monto de S/ 100,000.00 y en la modalidad de daño a la persona en el monto de S/
200,000.00; y reformándola la declararon improcedente; mandaron que la entidad
demandada pague al reclamante la suma de S/ 358,000.00 como indemnización
por daños y perjuicios a razón de S/ 108,000.00 por concepto de lucro cesante y
S/ 250,000.00 por daño moral.
A luz de esto se cambia la decisión de primera instancia en vista de se expresa
que el daño emergente no está acreditado, al no haber un detrimento patrimonial
inmediato. Ya que este debe darse al momento de producido el hecho lesionante.
También, se revoca la indemnización por daño a la persona, por cuanto este
precepto solo estaría permitido en la responsabilidad civil extracontractual y no en
la contractual, la cual es materia del presente caso.
Según lo expuesto tenemos que existen dos puntos controversiales, respecto a un
daño emergente que no está debidamente acreditado por parte del de mandante y
el daño a la persona.
Respecto al primer punto la sala suprema en concordancia con nuestra opinión
evalúa que el daño emergente no solamente es aquel detrimento que se produjo
en el pasado y debe resarcirse en el presente sino que también existe el daño
emergente futuro que es aquel que puede darse a partir del hecho perjudicial por
un daño permanente.
Y en dicho caso el daño producido al ser de naturaleza permanente seguirá siendo
perjudicial para la persona y ocasionándole los gastos necesarios para tratar dicha
lesión.
Respecto al segundo punto si bien el artículo 1322 del código civil peruano
expresa que en la responsabilidad civil contractual se resarce también el daño
moral conjuntamente con el lucro cesante y daño emergente de ser el caso y por
otro lado el artículo 1985 del código civil peruano le agrega a lo ya mencionado
también la indemnización por daño a la persona, es inadecuado que por un acto
meramente legislativo se deje de proteger los bienes jurídicos agraviados del
demandante, ya que el no poder llevar una vida normal a causa de la mala praxis
de personas que no tuvieron la prudencia adecuada que se debía tener debido a
la condición del paciente, ahora tenga un daño permanente a su integridad física
que debe ser totalmente resarcido.
Si se ha producido un daño a su persona no se puede alegar que por no estar
regulado en la ley el juez deje de resarcir tal daño puesto que estaría dando línea
abierta para que a futuro bienes jurídicos como el presente se vean desprotegidos
por un asunto meramente de legalidad.
Debido a lo expuesto la sala suprema reconoce tal argumento e incluye el daño a
la persona dentro del daño moral a fin de resarcir ambos daños causados, pero
por asuntos de formalidad son unidos en solamente en daño moral, esto en virtud
de que, en el campo de la inejecución de las obligaciones, tanto daño moral con
daño a la persona resultan equivalente entendiéndose como como aflicción o
sufrimiento, daño a la integridad psicosomática y daño al proyecto de vida.
En lo que si discrepamos con la sal suprema, es que el demandante pidió un
monto de S/400000.00 respecto al daño moral, y un monto de 600000.00 por daño
a la persona y sin embargo al considerarse que ambos iban a ser unidos, también
dicho monto debió ser sumando y concedérsele S/1000000.00 como expresan sus
fundamentos y no S/800000.00 como prescribió en su decisión puesto que se
daría una contradicción entre los fundamentos y lo decidido.
Lo relevante en esta casación es que sin duda establece un precepto relevante
que debería tomarse en cuenta en caso similares a este ya que un daño producido
no debe dejarse de resarcir por el simple hecho de no haber una estipulación legal
que lo acredite aun cuando tal hecho sea de suma importancia y proteja un
derecho fundamental emanado en nuestra carta magna.
Por otro lado, el hecho de hablar de daño emergente como detrimento debe
producirse inmediatamente por el daño causado, pero no tomando en cuenta con
todo lo que la persona afectada por un daño permanente pueda gastar, seria no
actuar acorde a la realidad de los hechos ya que justamente el derecho se basa
en la actualidad social.
CAS. N° 4083-2015 JUNÍN
Se trata del Recurso de Casación del caso de la fecha dieciséis de julio de dos mil
tres, mediante escrito corriente de fojas cuarenta y ocho a sesenta, Rosa Elvira
Rivera Calderón, por derecho propio y en representación de su cónyuge José
César Varas Gamboa, interpone demanda de Indemnización por Daños y
Perjuicios por Responsabilidad Civil Extracontractual contra el Ministerio del
Interior, Manuel Chiri Márquez (Director de la Unidad de Salud Ex Sanidad de la
PNP-Huancayo), Raúl Félix Zárate Huaynalaya y César Ángel Ortega Ruiz dando
a conocer así que el día catorce de agosto de dos mil uno su menor hijo,
aproximadamente a las cinco y treinta minutos de la tarde, por accidente de la
infancia llegó a caerse sobre unas plantas del jardín de su domicilio, llevándolo de
inmediato al Hospital de la Sanidad de la PNP-Huancayo, siendo atendido por el
demandado Raúl Félix Zárate Huaynalaya, encargado del Servicio de Emergencia,
quien lo derivó para ser atendido por el codemandado César Ángel Ortega Ruiz
(Médico Oftalmólogo) en su Consultorio Particular Oftalmológico, según sus
labores y de acuerdo al Convenio Contrato que tiene con la PNP; Luego de
examinar a su menor hijo diagnosticó que requería de una inmediata intervención
quirúrgica y sin embargo no lo operó hasta después de quince horas de los
hechos antes mencionados, pues prefirió estar en la celebración de su
cumpleaños; Luego de la operación que fue el dieciséis de agosto de dos mil uno,
los otros codemandados para tratar de limpiar o enmendar sus errores y
negligencia médica, en Junta Médica autorizan el traslado de su hijo a la ciudad de
Lima para su atención en el Hospital Central de la PNP, pero ya era demasiado
tarde, por cuanto en dicho nosocomio se limitaron a impedir el incremento de la
infección orgánica con fuertes antibióticos y a enuclear el ojo derecho (extracción),
para que no se complique el otro ojo; iv) Su menor hijo debió ser operado el
catorce de agosto de dos mil uno, pero como no había anestesista para una
intervención inmediata la responsabilidad recae en el Director del Hospital de la
Sanidad de Huancayo, quien debió ordenar la transferencia o traslado inmediato al
Hospital Regional de Essalud Huancayo, con el que existe convenio institucional o
a cualquier otro hospital de Huancayo; v) Cuando fue ubicado el anestesista a las
nueve de la noche del mismo catorce de agosto de dos mil uno, el demandado
César Ángel Ortega Ruiz se negó a operarlo mediante un argumento absurdo y
falta de ética, aduciendo que sus instrumentos no los tenía a su disposición pues
se encontraba esterilizándolos; vi) Su hijo sufrió una lesión leve en el parpado del
ojo ocasionado por una astilla, pero los demandados confiados de tratarse de una
pequeña herida dejaron que prosiga y se incremente la infección, hasta después
de quince horas, sin siquiera recetar antibióticos, sino simplemente Diclofenaco
(analgésico y antiinflamatorio), mientras que la infección avanzaba; y, vii) La
atención médica se debió iniciar con antibióticos sistémicos masivos, según el
Informe Médico de fecha doce de noviembre de dos mil uno, emitido en el proceso
penal número 2002-004 seguido ante el Quinto Juzgado Penal de Huancayo
contra el demandado César Ángel Ortega Ruiz, reconociendo este mal médico su
negligencia. Por ello demanda solidariamente con la única finalidad de que se les
resarza por el inmenso daño corporal, emocional y de proyecto de vida
ocasionado a su menor hijo y a los recurrentes, amparando su pedido en lo
dispuesto por los Artículos 1969, 1981, 1983, 1984 y 1985 del Código Civil.
RECURSO DE CASACIÓN
Esta Sala Suprema mediante resolución de fecha veinticinco de enero de dos mil
dieciséis, corriente a fojas cincuenta y cinco y cincuenta y seis del Cuaderno de
Casación, declaró la procedencia ordinaria del Recurso de su propósito,
interpuesto por el Ministerio del Interior, por:
A) Infracción Normativa Material de los Artículos 1321 y 1322 del Código Civil
antijurídica
Daño causado
Relación de causalidad
Factores de atribución
Al inicio era un pequeño accidente sufrió por un menor que solo debió ser tratado
con la diligencia debida, pero este mal se propago y comenzó a infectarse, hasta
después de 15 horas sin siquiera recetar antibióticos, sino simplemente
Diclofenaco (analgésico y antiinflamatorio), mientras que la infección avanzaba
En el contexto del caso, se demostró los parámetros legales de existencia de
Responsabilidad Civil Extracontractual ya mencionada anteriormente:
Al inicio era un pequeño accidente sufrió por un menor que solo debió ser tratado
con la diligencia debida, pero este mal se propago y comenzó a infectarse, hasta
después de 15 horas sin siquiera recetar antibióticos, sino simplemente
Diclofenaco (analgésico y antiinflamatorio), mientras que la infección avanzaba
RECURSO DE CASACIÓN
Por falta del deber cuidado que se debe entre el medico de turno y el paciente,
entre tomar las debidas precauciones y atención oportunidad que no se debió en
el presente caso, por ende la supra confirma la RESPONSABILIDAD
EXTRACONTRACUAL por mala praxis médica declarando infundada la
pretensiones los demandantes, y dispuso el pago que deberá ser abonado al
menor perjudicado de manera inmediata.