Antioxidantes Una de las mayores causas de deterioro
nutricional en los alimentos es debida a la acción del oxígeno sobre ellos (oxidación). Los componentes más sensibles a las reacciones de oxidación son los ácidos grasos insaturados (que además son altamente apreciados a nivel saludable debido a su acción cardiovascular favorable), por tanto, queda de manifiesto la importancia de adicionar sustancias que preserven el contenido de estas sustancias en alimentos. Pese a que muchos alimentos contienen estos antioxidantes de forma natural, los diversos procesos industriales a los que se ve sometido el alimento, pueden destruirlos. Además, en algunos casos es útil la adición de sustancias sinérgicas o acomplejantes (quelantes), que eliminan el efecto oxidante que pueden causar algunos metales como el Cu o el Fe. Hay que tener en cuenta que el efecto antioxidante será duradero hasta la desaparición del compuesto que ejerza esa acción, como por ejemplo, el ácido dehidroascórbico. Los antioxidantes más utilizados son los siguientes: E300 Ácido L- ascórbico (no es tóxico) Evita pardeamiento del alimento (frutas, especialmente) e inhibe la formación de nitrosaminas. Aunque el ácido ascórbico es un isómero de la vitamina C, no se puede contabilizar en el etiquetado el producto esta sustancia como vitamina C, sino como antioxidante. Su absorción y metabolización es rápida. E-321 Butil-hidroxi- tolueno (BHT) (aumenta el colesterol) Tiene apariencia de polvo blanco cristalino y se utiliza especialmente para proteger grasas y posee excelente solubilidad. Para que su efecto se refuerce se suele utilizar con otro antioxidante. E- 320 Butil-hidroxi-anisol (BHA) (aumenta el colesterol) Tiene apariencia de copos blancos cerosos. Es más eficiente que el BHT en grasas animales. Los sinérgicos más empleados se muestran a continuación: E-270 Ácido láctico (no es tóxico) Es el regulador de acidez por excelencia usado en gran variedad de alimentos (pastas, mermeladas, legumbres…). Es inocuo en las dosis que se aplica actualmente y también es un coadyuvante de antioxidantes. E-330 Ácido cítrico (no es tóxico) Evita el pardeamiento de frutas, especialmente. Lo contiene de manera natural el limón. No tiene IDA específica. Se suele aplicar a derivados cárnicos y zumos. E-334 Ácido tartárico (no es tóxico) También sirve de coadyuvante de otros antioxidantes. Se emplea en conservas vegetales, salmueras, sopas… Se elimina rápidamente por la orina. E- 339 a E-343 Fosfatos (tóxicos) También tiene función de estabilizante, al disminuir la cantidad de agua. Se usa en bebidas refrescantes y derivados cárnicos. También en pescados tienen una función similar a la de los nitratos en carnes. Sólo baja la absorción de calcio, hierro y magnesio cuando está unido al ácido fítico. No presentan gran toxicidad 2…Un antioxidante es una molécula capaz de retardar o prevenir la oxidación de otras moléculas. La oxidación es una reacción química de transferencia de electrones de una sustancia a un agente oxidante. Las reacciones de oxidación pueden producir radicales libres que comienzan reacciones en cadena que dañan las células. Los antioxidantes terminan estas reacciones quitando intermedios del radical libre e inhiben otras reacciones de oxidación oxidándose ellos mismos. Debido a esto es que los antioxidantes son a menudo agentes reductores tales como tioles o polifenoles. Los antioxidantes se encuentran contenidos en el olivo, ajo, arroz integral, café, coliflor, brócoli, berenjena, je ngibre, perejil, cebolla, cítricos, semolina, tomates, aceite de semilla de la vid, té, romero, entre otros muchos alimentos. La capacidad antioxidante de algunos frutos, como es el caso de las berenjenas, es mayor durante sus estadios iniciales.1 También son parte importante constituyente de la leche materna. Aunque las reacciones de oxidación son cruciales para la vida, también pueden ser perjudiciales; por lo tanto las plantas y los animales mantienen complejos sistemas de múltiples tipos de antioxidantes, tales como glutatión, vitamina C, y vitamina E, así como enzimas tales como la catalasa, superóxido dismutasa y varias peroxidasas. Los niveles bajos de antioxidantes o la inhibición de las enzimas antioxidantes causan estrés oxidativo y pueden dañar o matar las células. El estrés oxidativo ha sido asociado a la patogénesis de muchas enfermedades humanas. Por esta razón la farmacologíaestudia de forma intensiva el uso de antioxidantes, particularmente como tratamiento para accidentes cerebrovasculares y enfermedades neurodegenerativas. Sin embargo, se desconoce si el estrés oxidativo es la causa o la consecuencia de tales enfermedades. Los antioxidantes también son ampliamente utilizados como ingredientes en suplementos dietéticos con la esperanza de mantener la salud y de prevenir enfermedades tales como el cáncer y la cardiopatía isquémica. Aunque algunos estudios han sugerido que los suplementos antioxidantes tienen beneficios para la salud, otros grandes ensayos clínicos no detectaron ninguna ventaja para las formulaciones probadas y el exceso de la suplementación puede llegar a ser dañino. Además de estas aplicaciones en medicina los antioxidantes tienen muchas aplicaciones industriales, tales como conservantes de alimentos y cosméticos y la prevención de la degradación del caucho y la gasolina. 3¿Cómo se clasifican los Antioxidantes? En el caso del ser humano, es posible distinguir entre antioxidantes bio- sintetizados por el organismo y aquellos que provienen de la dieta (mayormente del reino vegetal). Respecto a los primeros, están los antioxidantes enzimáticos, como superoxido dismutasa, catalasa, glutatión peroxidasa, glutatión reductasa, y los no-enzimáticos, como glutatión, ácido úrico, metalotioneína, ubiquinol, ácido lipóico.
Respecto a los antioxidantes provenientes de la dieta, estos se clasifican
en: vitaminas antioxidantes (como ácido ascórbico, alfa-tocoferol), (2) carotenoides (como beta-caroteno, luteína, zeaxantina, licopeno) y (3) polifenoles (flavonoides y no-flavonoides) (para mayor información).
4¿Que rol cumplen y cómo actúan los antioxidantes en el
organismo? El principal rol de los antioxidantes es prevenir, retardar y/o revertir reacciones conducentes a la oxidación de sustratos biológicos (proteínas, lípidos y ácidos nucleicos). Si bien los antioxidantes pueden actuar a través de diversos mecanismos, mayormente estabilizando un radical libre a través de la donación de un electrón, o bien, de un átomo de hidrógeno. Como resultado de tal interacción, los radicales libres pierden su reactividad y los antioxidantes se oxidan. Por otra parte, ciertos antioxidantes pueden también actuar inhibiendo la formación de especies pro-oxidantes, favoreciendo la remoción de tales especies, o bien facilitando la reducción de aquellos sustratos biológicos que han sido ya blanco de oxidación (para mayor información).