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Una pregunta fundamental es si puede existir una ética natural sin Dios, son muchos
los que así lo pretenden.
1. La autonomía de la conciencia:
Es frecuente que, cuando se habla de la ética, se apele a la conciencia como fuente de
la misma: "cada cual tiene su conciencia". Kant habló de una autonomía de la
conciencia moral. No aceptaba que la moral se fundara en el premio a recibir ni en la
objetividad, buscaba una moral que fuera absolutamente autónoma, meramente
formal, fundada en el imperativo categórico. Este imperativo tiene dos expresiones:
El principio de la autonomía es, pues, no elegir de otro modo sino de éste: que las
máximas en la elección en el querer mismo sean al mismo tiempo incluidas como ley
universal. La conciencia no obliga por sí misma, sino porque refleja la verdad, Es la
verdad la que obliga a través de ella.
No podemos olvidar que la conciencia, como regla inmediata y subjetivo del obrar
moral, depende de la norma moral objetiva. La fuente de la obligación no radica en la
conciencia sino en la verdad a la que se subordina, de ahí que, si es verdad que cuando
uno obra con conciencia recta no peca, es también verdad que tiene obligación de
hacer verdadera su conciencia adaptándola a la verdad.
3.¿Persona o naturaleza?
La categoría que más se usa es la de moral personalista, se trataría de una concepción
de la persona que se hace a sí misma, que construye los valores por sí misma en el
momento en el que elige, la persona se hace, no esta hecha por la naturaleza que Dios
le ha dado en la creación.
En realidad, lo que ha tenido lugar en gran parte del proceso de la teología moral
actual es un giro antropocéntrico en el sentido kantiano; es decir, se olvidan las
exigencias de la naturaleza del hombre, de la naturaleza que Dios ha dado y conferido
a cada hombre y que constituye la base de toda moral, para pretender que es el
hombre el que interpreta dese sí mismo el valor moral. La ética ha de basarse, se dice,
en la autonomía de la persona humana, de modo que es posible una ética laica que no
sea religiosa.
La opción fundamental, sería aquella en la que el hombre decide su relación con Dios y
a todos los valores. El hombre decide su comportamiento básico ante Dios, la vida y los
demás hombres, en este sentido, cabe nombrar el pecado mortal. Se han distinguido
así tres tipos de pecados:
Respecto a la gravedad nos llevaría a concluir que no existe ley natural. Ahora bien, si
la naturaleza humana tiene unas exigencias fundamentales y graves en todos los
hombres debemos admitir la posibilidad de un código de ley natural.
5. El sentido de la libertad
El sentido de la libertad humana. E.Fromm, conduce a los hombres a claudicar de la
libertad conseguida y a buscar refugio en otras instancias que privan al hombre quizás
de libertad, pero le prestan seguridad y amparo. Hay una forma de pensar impuesta
desde la moda y los medios de comunicación social, una continua presión social que
impide la espontaneidad y obliga a la persona a ofrecer la imgen que de ella se espera
mediente un sentimiento inconsciente de autodefensa en el ambiente. El hombre de
hoy vive prisionero de la prisa y de sus ambiciones para conseguir bienes puramente
materiales. El hombre de hoy ha vendido su libertad, prefiere la aprobación por parte
del ambiente y de la cultura a vivir la libertad en todas sus exigencias.
Otro pensador moderno V.Frankl, tuvo que sufrir en su carne los horrores de los
campos de concentración y se pronuncia así: " En las situaciones extremas comos
conscientes de que la vida tiene un sentido único y que en cada momento nos ofrece
la oportunidad de hacer algo que valga la pena." El hombre de hoy ha olvidado la
tradición y con ello los valores que le dicen lo que tiene que hacer, por ello falta el
concepto auténtico de la libertad:"La esencia misma de la existencia humana está en la
capacidad de ser responsables". La felicidad es algo que no se debe buscar nunca
directamente, solo puede venir como consecuencia de haber entregado lo mejor de
nosotros mismos a una causa doble.
P.Valverde sintetizó unos principios del liberalismo positivista del que se dice que es
tolerante no tanto por el respeto a la dignidad de la persona humana sino por la
inseguridad de sus convicciones:
Es una libertad, que no tiene otro fin que el máximo disfrute de la vida humana, una
libertad que en el fondo tendría que ser corregida por la revolución marxista y que
tendrá que ser corregida perpetuamente porque es la libertad del narcisismo, la
libertad del hedonismo. La libertad no libera, libera la verdad.
1. Definir la Iglesia:
Es imposible definir la Iglesia y su misterio con una sola imagen así que ninguna imagen
es definitiva. Cuando la reforma protestante insistió en el caracter invisible y espiritual
de la Iglesia, los teólogos católicos tuvieron que acentuar su aspecto exterior y
jerárquico. Tras varias definiciones de autoresse deduce que en toda definición quede
algún aspecto olvidado (aspecto de misión o se propicia un cierto igualitarismo que no
garantize la diversidad de ministerios y estados).
-de él desciende todo el influjo vital a los miembro. De Cristo desciende, pues, como
de la cabeza, toda la vida de los miembros de la iglesia.
La iglesia era consciente de que formaba el nuevo pueblo de Dios, el nuevo pueblo se
forma en la nueva alianza de la sangre de Cristo, es inseparable de la imagen del
cuerpo místico. Al nuevo pueblo de Dios se incorporan ciertamente los hombres por
medio de la fe y del bautismo.
Este pueblo de Dios lo forman todos los fieles de Cristo (religiosos, pastores). La iglesia
no es el clero ni es del clero, la iglesia la constituyen los fieles de Cristo, a veces la
tendencia a identificar a la iglesia con la jerarquía, cuando la Iglesia la componemos
todos los bautizados por el hecho de ser bautizados.
Todos los fieles han sido incorporados a Cristo en el mismo espíritu por el bautismo;
por él se hacen partícipes del sacerdocio del señor en la triple función de sacerdotes,
profetas y reyes.
-Los fieles son sacerdotes en cuanto que los miembros del pueblo de Dios son nación
santa y consagrada que ha de ofrecerse a Dios como hostia viva y aceptable.
-En el ser testigos de Cristo es donde radica sumisión profética, profeta es el que habla
en lugar de Dios.
El pueblo de Dios sólo existe como comunión de fieles y pastores, con base común del
bautismo que los incorpora a Cristo, ese pueblo está conformado según la estructura
que Cristo mismo le dio.