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UNIDAD 1: LA PERSONALIDAD

1. Antecedentes

El estudio de la personalidad se puede remontar alrededor de un siglo antes de Cristo; desde


entonces los Griegos se interesaron por personificar diferentes papeles en representaciones
dramáticas (teatro, danza) de dicha cultura, para lo que las personas utilizaban máscaras que
cubrían sus rostros; de esta manera les era posible representar distintos estilos de vida diferentes
a los propios, sin dejar de ser ellos mismos. Es decir, asumir diferentes personalidades dentro de
una misma persona, por lo cual el concepto personalidad se origina del término “persona”. Años
más tarde, Cicerón (en Cerdá, 1985; citado por Montaño, Palacios y Gantiva, 2009) definió el
término personalidad, enfocándose desde cuatro diferentes significados: a) la forma en cómo un
individuo aparece frente a las demás personas; b) el papel que una persona desempeña en la vida;
c) un conjunto de cualidades que comprenden al individuo; y d) como sinónimo de prestigio y
dignidad.

2. Personalidad, temperamento y carácter

Personalidad: patrones únicos y relativamente estables de pensamientos, emociones y conducta


de un individuo (Coon y Mitterer, 2016)

Patrón único y relativamente estable: por ejemplo, recuerde la sensación que experimentó cuando
habló con su compañero/a de colegio, probablemente le dió la sensación de que su compañero/a
mantiene cualidades estables, es decir algunas cualidades de pensar/sentir o actuar (personalidad)
son las mismas a pesar del paso de los años. “La personalidad se refiere a la coherencia como
eres, has sido y serás (Coon y Mitterer, 2016, p. 404)”

Las características de personalidad se expresan en diferentes situaciones y de forma coherente


con diferentes personas y en diferentes contextos (familia, amigos, instituciones, sociedad). Por
ejemplo, una persona amable lo es en su familia, con sus amigos, en las instituciones, sociedad;
aunque alguna vez prefirió ser reservado con una persona no conocida. En este ejemplo, se trata
de una persona amable (mayoría de contextos) y reservada frente a las personas desconocidas.

Esas formas características de sentir, pensar y actuar influyen en la manera en que el individuo
desde niño responde a los demás y se adaptan a su mundo (Papalia, Feldman y Martorell, 2012).

La personalidad del individuo (características de sentir, pensar y actuar) se forma como resultado
de influencias congénitas y medioambientales. Las influencias medioambientales se refieren a la
influencia de la socialización, es decir las interacciones sociales del individuo (desde su infancia)
con otras personas (familia, amigos, etc.), instituciones (centro educativo, universidad, etc.),
sociedad (a través de los mensajes de los medios de comunicación, comportamiento colectivo de
la sociedad, etc.)

Algunos autores utilizan el término rasgo para referirse a las características de personalidad
(forma de pensar, sentir y actuar). Los rasgos o características de personalidad se infieren de la
observación de la conducta. Ej. Si ve que Karla se detiene a platicar en el mercado, también
dialoga bastante en una fiesta. Estas observaciones nos llevan a inferir el rasgo de sociabilidad de
Karla.

Temperamento: Aspectos hereditarios de la personalidad como sensibilidad, niveles de


actividad, humor predominante, irritabilidad y adaptabilidad (Coon y Mitterer, 2016).

El temperamento se define como la forma característica, basada en la biología, en que una


persona se aproxima y reacciona ante la gente y las situaciones. Se le ha descrito como el cómo
de la conducta: no lo qué hace la gente, sino cómo lo lleva a cabo (Thomas y Chess, 1977, citado
por Papalia, Feldman y Martorell, 2012).Por ejemplo, dos niños pequeños pueden tener la misma
capacidad e igual motivación para vestirse por si solos, pero uno puede hacerlo con mayor rapidez
que el otro, mostrar mayor disposición a ponerse un conjunto nuevo y a distraerse menos si el
gato salta a la cama. El temperamento no solo influye en la manera en que las personas se
aproximan y reaccionan ante el mundo exterior, sino en la manera en que regulan su
funcionamiento mental, emocional y conductual (Rothbart, Ahadi y Evans, 2000, citado por
Papalia, Feldman y Martorell, 2012).
El temperamento tiene una dimensión emocional, pero, a diferencia de las emociones que vienen
y van, como el temor, el entusiasmo y el aburrimiento, el temperamento es bastante estable y
duradero. Las diferencias individuales entre temperamentos, que se cree que se derivan de la
estructura biológica básica de una persona, constituyen el núcleo de la personalidad en desarrollo
(Papalia, Feldman y Martorell, 2012).

El temperamento se manifiesta desde temprana edad y persiste a lo largo de la vida, puede


modificarse pero no eliminarse totalmente. Por lo que es necesario que preste atención a la
siguiente clasificación de temperamento fácil, difícil y lento para animarse

Fuente: Papalia, Feldman y Martorell, 2012

Carácter: Características personales que han sido juzgadas o evaluadas; cualidades deseables o
indeseables de una persona (Coon y Mitterer, 2016).
El carácter es entendido como el grado de organización moral que posee un individuo y que se
fundamenta a través de los juicios de valor y de una evaluación ética que se hace de la
personalidad, depende en gran medida de la propia experiencia de cada individuo, debido a que
cada persona se ve influenciada por diferentes factores que ocurren a su alrededor (Montaño,
Palacios y Gantiva, 2009)

De acuerdo a Lluís (2002, citado por Montaño, Palacios y Gantiva, 2009) el carácter controla,
modifica, corrige y autorregula la actividad de los individuos, a fin de poder dar respuestas
satisfactorias a las exigencias del medio.

El carácter es una combinación de valores y sentimientos que un individuo va adquiriendo a lo


largo de su desarrollo a través de la interacción, condiciones y circunstancias externas, además
difiere en cada individuo de acuerdo con su forma o punto de vista de interpretar la realidad
humana (Montaño, Palacios y Gantiva, 2009).
Según Bandura, el carácter se refiere a las dimensiones aprendidas y vinculadas a factores
psicosociales, tiende a formarse de manera continua pero especialmente en los procesos de
socialización más básicos (Montaño, Palacios y Gantiva, 2009).

Según el modelo de los Siete Factores de Cloninger (1998, citado por Montaño, Palacios y
Gantiva, 2009), existen 3 dimensiones caracterológicas: la cooperación (empatía frente a
hostilidad); la autotranscendencia (originalidad e imaginación frente a control); y la
autodirección, es decir, la capacidad de autoregular la conducta, hace referencia a la capacidad
para mantener una conducta en la dirección de un objetivo frente a la inseguridad.

3. Tipos de Personalidad: Se refiere a las personas que tienen varios rasgos en común

3.1. Según Hipócrates


Hipócrates (460 a.C. - 370 a.C.) médico griego que afirmó que 4 humores corporales
proporcionan la base de 4 temperamentos:

Humor Temperamento
Bilis negra (producida por el bazo) Melancólico (deprimido)
Bilis amarilla (producida por el hígado) Colérico (enojado)
Sangre (circula por capilares, venas y Sanguíneo (optimista)
arterias)
Flema (secretado por el aparato Flemático (apático)
respiratorio)

El desbalance entre los 4 humores o el exceso de alguno de ellos origina enfermedad. Por el
contrario, el equilibrio entre los humores promueve bienestar y salud.

3.2. Según Carl Jung


El psiquiatra Suizo Jung (1875-1961) sostenía que las personas son
introvertidas o extrovertidas. Introvertida es una persona tímida,
reservada, cuya atención suele dirigirse a su interior. Un extrovertido es
una persona arrojada y efusiva cuya atención está dirigida al exterior.
(Coon y Mitterer, 2016).

3.3. Según Gordon Allport


El psicólogo Gordon Allport (1961) estableció distinciones entre 3 rasgos de la personalidad:
rasgos cardinales, rasgos centrales y rasgos secundarios. Los rasgos cardinales son tan
básicos, que todas las actividades de una persona pueden atribuirse a ellos. Por ej.: la
compasión era un rasgo primordial de la personalidad de Madre Teresa de Calcuta. (Coon y
Mitterer, 2016).

Los rasgos centrales son los elementos básicos de la personalidad. Un número


sorprendentemente reducido de rasgos centrales pueden captar la esencia de un apersona. Por
ej.: apenas 6 rasgos ofrecerían una buena descripción de la personalidad de Karla: dominante,
sociable, honesta, alegre, inteligente y optimista. Generalmente cuando nos piden que
describamos a alguien, utilizamos 6 o 7 rasgos centrales. (Coon y Mitterer, 2016).
Los rasgos secundarios son cualidades personales más superficiales como preferencias de
alimentos, actitudes, opiniones políticas, gustos musicales, etc. (Coon y Mitterer, 2016).
Ejemplo:
Nombre: Juan
Edad: 21
Rasgos cardinales: Compasión
Rasgos centrales: Solidario, buena gente, altruista, confiable, empático
Rasgos secundarios: Su plato favorito es saltado de carne, prefiere vestir con ropa sport, es
siempre puntual

3.4. Según Cattell


Raymond B. Cattell en 1965, comenzó midiendo características visible de personalidad que
llamó rasgos superficiales. Pronto se dio cuenta de que estos rasgos superficiales solían
aparecer juntos en grupos. De hecho algunos rasgos se agrupaban tan a menudo que parecían
representar un solo rasgo básico. Cattel llamó a estas características o dimensiones más
profundas “rasgos (o factores) fuente”. Cattell utilizó un análisis factorial, una técnica
estadística usada para correlacionar múltiples medidas e identificar factores subyacentes
generales. Por ejemplo descubrió que las personas imaginativas son casi siempre inventivas,
originales, curiosas, creativas, innovadoras e ingeniosas. Si usted es una persona imaginativa,
automáticamente se sabe tiene algunos otros rasgos. Así, imaginativo es un rasgo fuente (los
rasgos fuente también se llaman factores) (Coon y Mitterer, 2016).

Cattell (1973, citado por Coon y Mitterer, 2016) identificó 16 rasgos fuente, los cuales fueron
necesarios para describir por completo una personalidad. Los rasgos fuente son medidos por
el Cuestionario 16 PF el cual produce un perfil de 16 rasgos que ofrecen la imagen de la
personalidad del sujeto que contestó el cuestionario 16 PF.
Efusivo
De pensamiento abstracto
Emocionalmente estable
Dominante
Despreocupado
Concienzudo
Arrojado
Sensible
Desconfiado
Imaginativo
Sagaz
Aprensivo
Experimentador
Autosuficiente 3.5. Según
Autocontrolado Eysenck
Tenso
El psicólogo
inglés Hans
Eysenck (1916-1997) propuso la teoría de la personalidad de que muchos rasgos de la
personalidad tienen relación con ser introvertido o extrovertido de manera predominante y
con la tendencia a ser emocionalmente estable o inestable (muy emotivo). Estas
características se relacionan a su vez con 4 tipos básicos de temperamento, que reconocieron
primero los antiguos griegos. Esos tipos son melancólico (triste, pesimista), colérico (de
temperamento ardiente, irritable), flemático (lento, tranquilo) y sanguíneo (animoso,
optimista). (Eysenck, 1981, citado Coon y Mitterer, 2016).
3.6. Según Meyer Friedman y Ray Rosenman

Los cardiólogos Friedman y Rosenman ofrecen un estudio con personas que crean estrés para
sí mismas. En un estudio sobre problemas cardiacos clasificaron a las personas con
Personalidad Tipo A (quienes corren alto riesgo de infarto) o Personalidad Tipo B (aquellas
poco propensas a tener un infarto) (Coon y Mitterer, 2016).
Las personas Tipo A son empeñosas, ambiciosas, muy competitivas, orientadas a logros y
esforzadas, demuestran apremio y enojo u hostilidad crónica. Parece irritarle el ritmo normal
de los acontecimientos. Se precipita de una actividad a otra, en una carrera contra reloj de
apremio autoimpuesto. Al hacerlo tienen una constante sensación de frustración y cólera.
Sentimientos de enojo y hostilidad en particular, se relacionan firmemente con mayor riesgo
de infarto (Boyle et al., 2004; Bunde y Suls, 2006, citados por Coon y Mitterer, 2016). Estas
personas hierven de coraje pero no lo expresan, esto incrementa su pulso y presión arterial y
ejerce mucha tensión en su corazón (Bongard, al´Absi y Lovallo, 1998, citados por Coon y
Mitterer, 2016).

3.7. Según Salvatore Maddi

El psicólogo Maddi ha estudiado a individuos que tienen una personalidad resistente. Estos
individuos parecen ser inusualmente resistentes al estrés. Los rasgos que caracterizan a las
personalidades resistentes de acuerdo a Maddi, 2006; Maddi et al., 2009 (citados por Coon y
Mitterer, 2016) son:
a. Tener un sentido de compromiso personal consigo mismo, el trabajo, su familia y otros
valores estabilizadores.
b. Sentir tener el control de su vida y su trabajo.
c. Tener una tendencia a ver la vida cómo una serie de retos, más que como una serie de
amenazas o problemas
Las personas resistentes o resilientes tienen la capacidad de vivir en medio de situaciones
difíciles, entonces son fuertes (lo contrario de débiles) y son capaces de aceptar condiciones
difíciles o no placenteras y superar estas situaciones con recursos personales (habilidades de
tener un compromiso personal, tener control sobre su vida, ver las situaciones difíciles como
retos que pueden manejar ) y de otros (ayuda de otras personas).

La resiliencia es la habilidad para adaptarse de manera flexible e ingeniosa a las fuentes


potenciales de estrés (Papalia, Feldman y Martorell, 2012).

3.8. Personalidad de los cinco grandes factores – BFQ

El modelo de los cinco grandes factores se configura como una estructura adecuada e integradora
para la descripción de la personalidad. Estos cinco grandes factores representan el punto de
convergencia entre las teorías implícitas de la personalidad basadas en los
conocimientos/creencias de la “gente común” que impregnan el léxico relativo a la personalidad
y las teorías explícitas de la personalidad, basadas en los conocimientos acumulados a partir de la
investigación científica (Caprara, Barbaranelli y Borgoni, 1995, p. 6).

Los cinco grandes factores son: Energía o extraversión, afabilidad o agrado, tesón, estabilidad
emocional y apertura mental o apertura a la experiencia.

a. Energía. Se asocia a los términos “extraversión”, “dinamismo” y “dominancia”. Energía se


compone de 2 subdimensiones:
- Dinamismo (comportamientos enérgicos y dinámicos, facilidad de palabra y entusiasmo).
Ej.: Una persona que está siempre ocupada, realizando diferentes actividades con mucho
entusiasmo y energía.

- Dominancia (capacidad de imponerse, sobresalir, hacer valer la propia influencia sobre


los demás). Ej.: Cuando una persona impone a los demás la forma de hacer las cosas y no
acepta que le den la contraria.

Una persona con alta energía se caracteriza por ser muy dinámica, muy activa, muy enérgica,
muy dominante y locuaz. Una persona con baja energía es poco dinámica, poco activa, sumisa
y taciturna (Caprara, Barbaranelli y Borgoni, 1995, p. 36).

a. Afabilidad o agrado. Se asocia a los términos “altruista, comprensivo y tolerante”.


Afabilidad se compone de 2 subdimensiones:
- Cooperación/empatía (capacidad de comprender y hacerse eco de los problemas y
necesidades de los demás y cooperar eficazmente con ellos). Ej.: Ayudar a un conocido
o desconocido.

- Cordialidad/amabilidad (relacionado a afabilidad, confianza y apertura hacia los demás).


Ej.: Tener atenciones con los invitados.

Una persona con alta afabilidad se caracteriza por ser muy cooperativa, muy cordial, muy
altruista, muy amigable, muy generosa y muy empática. Una persona con baja afabilidad se
caracteriza por ser poco cooperativa, poco cordial, poco altruista, poco amigable, poco
generosa y poco empática (Caprara, Barbaranelli y Borgoni, 1995, p. 37).

b. Tesón: Se asocia a los términos “responsable, ordenado y diligente”. Tesón se compone de 2


subdimensiones:
- Escrupulosidad (fiabilidad, meticulosidad y amor por el orden). Ej.: Una persona muy
detallista al hacer sus trabajos.

- Perseverancia (persistencia y tenacidad con que se llevan a cabo las tareas y actividades
emprendidas y el no faltar a lo prometido). Ej.: Aquella persona que con paciencia realiza
acciones para alcanzar su propósito.

Una persona con alto tesón se caracteriza por ser muy reflexiva, muy escrupulosa, muy
ordenada, muy diligente y muy perseverante. Una persona con bajo tesón se caracteriza por
ser poco reflexiva, poco escrupulosa, poco ordenada, poco diligente y poco perseverante
(Caprara, Barbaranelli y Borgoni, 1995, p. 37).

b. Estabilidad emocional: Se asocia a los términos “equilibrado, tranquilo, paciente”.


Estabilidad Emocional se compone de 2 subdimensiones:
- Control de las Emociones (se refiere al control de los estados de tensión asociados a la
experiencia emotiva). Ej. La persona que experimenta ira, reconoce esta emoción y actúa
sobre ella, por ejemplo, se da un tiempo para respirar, distraerse en otra actividad y
regresar relajado para resolver los problemas.
- Control de los Impulsos (capacidad de mantener el control del propio comportamiento
incluso en situaciones de incomodidad, conflicto y peligro). Ej. Cuando en una discusión
acalorada, somos capaces de detener palabras hirientes a la otra persona.

Una persona con alta estabilidad emocional se caracteriza por ser poco ansiosa, poco
vulnerable, poco emotiva, poco impulsiva, poco impaciente y poco irritable. Una persona con
baja estabilidad emocional se caracteriza por ser muy ansiosa, muy vulnerable, muy emotiva,
muy impulsiva, muy impaciente y muy irritable (Caprara, Barbaranelli y Borgoni, 1995, p.
38).

c. Apertura mental o apertura a la experiencia: Se asocia a los términos “creativo, fantasioso


e informado”. Se compone de 2 dimensiones:

- Apertura a la Cultura (interés por mantenerse informados, interés hacia la lectura e interés
por adquirir conocimientos). Ej. Estar siempre atento a las noticias en la radio y televisión.

- Apertura a la Experiencia (disposición favorable hacia las novedades, capacidad de


considerar cada cosa desde perspectivas diversas y a la apertura favorable hacia valores,
estilos, modos de vida y cultura distintos). Ej. Cuando aceptamos probar un nuevo método
de estudio, aunque sea totalmente diferente al que utilizamos.
Una persona con alta apertura mental se caracteriza por ser muy culta, muy informada, muy
interesada por las cosas y experiencias nuevas, muy dispuesta al contacto con culturas y
costumbres distintas. Una persona con baja apertura mental se caracteriza por ser poco culta,
poco informada, poco interesada por las cosas y experiencias nuevas, refraccionaria al
contacto con culturas y costumbres distintas (Caprara, Barbaranelli y Borgoni, 1995, p. 38).

4. ¿Qué tipo de personalidad es mejor?

Ningún patrón de personalidad es mejor. Por ejemplo los extrovertidos tienden a ganar más en su
carrera que los introvertidos. Pero también son más proclives a correr riesgos que los introvertidos
(y a ir a dar al hospital con una lesión). Hay aspectos positivos y negativos. (Nestle, 2003, citado
por Coon y Mitterer, 2016)
De igual manera con agradabilidad o afabilidad. Las personas agradables atraen más amigos y
gozan del fuerte apoyo social de los demás. Pero las personas agradables suelen poner los
intereses de amigos y familiares antes que los suyos. Esto los pone en desventaja. Hacer un trabajo
creativo y artístico o triunfar en el mundo de los negocios suele implicar anteponer los propios
intereses (Nestle, 2008, citado por Coon y Mitterer, 2016).

¿Y la conciencia o tesón? Hasta cierto punto, la conciencia se asocia al éxito. Sin embargo tener
estándares demasiado altos, un rasgo que se denomina perfeccionismo, puede ser un problema.
Como cabría esperar, los estudiantes universitarios perfeccionistas tienden a obtener buenas
calificaciones. Pero algunos estudiantes cruzan la línea al perfeccionismo poco adaptativo, lo cual
habitualmente reduce su rendimiento en la escuela y en otras partes (Accordino, Accordino y
Slaney, 2000, citado por Coon y Mitterer, 2016). El éxito, a la larga se basa más a menudo en
buscar la “excelencia”, no la “perfección” (Enns, Cox y Clara, 2005, citado por Coon y Mitterer,
2016).

Salvo por patrones de personalidad muy extremos, con frecuencia poco adaptativos, la mayoría
de las personalidades implican una mezcla de costos y beneficios. Todos nos enfrentamos a la
tarea de buscar las experiencias de vida que mejor se acomoden a nuestros patrones de
personalidad únicos

5. Personalidad y salud ¿Cuál es el tipo de personalidad que trae más beneficios para la
salud?
No solo las emociones específicas, sino también los rasgos de personalidad parecen relacionarse
con la salud. El neuroticismo y la hostilidad se asocian de manera constante con enfermedades
graves y vida más corta, mientras que optimismo y escrupulosidad se relacionan con mejor salud
y longevidad (Kern y Friedman, 2008; Lahey, 2009; Ray, 2004; T. W. Smith, 2006; Spiro, 2001,
citados por Papalia, Feldman y Martorell, 2012). Se ha relacionado al optimismo con
disminuciones en el riesgo de enfermedad coronaria y mortalidad en mujeres postmenopáusicas,
mientras que la hostilidad ha sido vinculada con el patrón opuesto (Tindle et al., 2009, citado por
Papalia, Feldman y Martorell, 2012).

Dos de los cinco grandes rasgos de personalidad (extroversión y neuroticismo) demuestran una
relación entre personalidad y bienestar/satisfacción general con la vida. Costa y McCrae (1980,
citados por Papalia, Feldman y Martorell, 2012), señalan que los individuos con personalidades
extrovertidas (agradables y con orientación social) muestran niveles muy elevados de emoción
positiva y son más propensos que otros a conservar su carácter positivo durante toda su vida
(Charles et al., 2001; Isaacowitz y Smith, 2003, citados por Papalia, Feldman y Martorell, 2012).

Los individuos con personalidades neuróticas (malhumorados, susceptibles, ansiosos e


impacientes) tienden a manifestar emociones negativas y no positivas, las cuales tienden a
incrementarse a medida que envejecen (Charles et al., 2001; Isaacowitz y Smith, 2003, citados
por Papalia, Feldman y Martorell, 2012). El neuroticismo es un predictor aun más contundente
de los humores y los trastornos del estado de ánimo que variables como la edad, el estado de
salud, la educación o el género, (Siedlecki, Tucker-Drop, Oishi y Salthouse, 2008, citados por
Papalia, Feldman y Martorell, 2012). Las personas muy neuróticas que se vuelven todavía más
neuróticas cuando envejecen muestran tasas de supervivencia más bajas, lo que quizá se debe a
que probablemente fumen o consuman alcohol o drogas para ayudarse a calmar sus emociones
negativas y porque son ineficientes en el manejo del estrés (Mroczek y Spiro, 2007, citados por
Papalia, Feldman y Martorell, 2012). En contraste, se ha encontrado que la escrupulosidad o
confiabilidad predice la salud y la longevidad, seguramente porque la gente escrupulosa tiende a
evitar las conductas de riesgo y a realizar actividades que fomentan la salud (Martin, Friedman y
Schwartz, 2007, citados por Papalia, Feldman y Martorell, 2012).

6. Enfoques del desarrollo de la personalidad: ¿La personalidad cambia?

Fuente: Papalia, Feldman y Martorell, 2012


BIBLIOGRAFIA
Coon, D. y Mitterer, J.O. (2016). Introducción a la Psicología: El acceso a la mente y la conducta.
Argentina: Cengage Learning
Montaño, M., Palacios, J. y Gantiva, C. (2009).Teorías de la personalidad. Un análisis histórico
del concepto y su medición. Psychologia. Avances de la disciplina, 3(2) 81-107.
Papalia, D. E., Feldman, R.D. y Martorell, G. (2012). Desarrollo Humano. México: Mc. Graw
Hill.

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