Escolar Documentos
Profissional Documentos
Cultura Documentos
DEBIDA MOTIVACIÓN
Pronunciamientos del TC
sobre la obligación de
justificar las decisiones
judiciales y administrativas
5
P RES ENTAC IÓ N
“la motivación escrita de las resoluciones judiciales en todas las instancias, excepto los
decretos de mero trámite, con mención expresa de la ley aplicable y de los fundamentos
de hecho en que se sustentan”.
Por su parte, el Tribunal Constitucional ha interpretado esta disposición a efectos
de abordar los alcances del derecho a la debida motivación. Así, ha señalado que este
constituye una garantía del justiciable frente a la arbitrariedad judicial y avala que las
resoluciones judiciales no se encuentren justificadas en el mero capricho de los magis-
trados, sino en datos objetivos que proporciona el ordenamiento jurídico o los que se
deriven del caso.
Ahora bien, lo expuesto no debe llevarnos a concluir que la motivación se reduce
a la labor jurisdiccional. Esta se extiende a la función administrativa e incluso fiscal.
La debida motivación constituye, a su vez, un derecho del ciudadano (justiciable, ad-
ministrado o investigado) y un deber de quien ejerce el poder del Estado (juez, Admi-
nistración Pública o fiscal).
Lo desarrollado sirve como punto de partida para comprender la importancia de
esta obra. Conocer los alcances del derecho a la debida motivación no solo es de uti-
lidad para todo para operador del Derecho, sino que compete a todo ciudadano de un
Estado Constitucional.
Ello es precisamente lo que el magistrado de la Corte Superior de Justicia de
Lambayeque, Edwin Figueroa Gutarra, nos brinda en esta obra: el desarrollo del
derecho a la debida motivación a partir de la más autorizada doctrina contemporánea,
aunada con la jurisprudencia del Tribunal Constitucional y de diversos órganos del
Poder Judicial, además de los criterios que el Consejo Nacional de la Magistratura ha
establecido sobre la materia.
EL EDITOR
6
Guía del lector
Introducción
El presente libro contiene una notable selección de las más importantes sentencias
del Tribunal Constitucional, del Consejo Nacional de la Magistratura, de la Sala Espe-
cializada en Derecho Constitucional de Lambayeque y de otros órganos jurisdiccionales
del Poder Judicial, en materia del derecho a la debida motivación.
Las resoluciones son presentadas a texto completo, destacando sus fundamentos
y aspectos más relevantes, con la finalidad de que el lector pueda acceder de manera
inmediata y precisa a los extremos que le serán de mayor utilidad, sin perder de vista
las peculiaridades en torno a la decisión pronunciada.
Desde luego, no obstante la pertinencia de nuestras anotaciones, y sumillas,
recomendamos al lector revisar íntegramente las sentencias publicadas, para que pueda
reconocer las singularidades que denotan cada uno de los casos, debido a que constituyen
el contexto de interpretación que da sentido a la decisión.
7
GUÍ A DEL L EC TOR
fundamento podría entrar en más de una de las clasificaciones propuestas. Sin embargo,
se trata de una clasificación útil a efectos de conocer el contenido de las resoluciones.
Bajo la indicación “fundamento principal”, destacamos los elementos de juicio
más relevantes o las razones suficientes que hicieron posible arribar al fallo, así como
las valoraciones del material probatorio que permitieron resolver el caso en particular.
Por otro lado, con el tópico “doctrina jurisprudencial” hacemos referencia a tres
posibilidades: (1) que el órgano jurisdiccional o el Consejo Nacional de la Magistra-
tura reitere la jurisprudencia del Tribunal Constitucional; (2) que el propio Colegiado
Constitucional cambie una anterior orientación jurisprudencial consolidada; y, (3) que
el Máximo Intérprete presente un nuevo criterio o interpretación de carácter general.
Sobre esto último, se verá que en muchos casos la ratio decidendi de una resolu-
ción podría signarse tanto con la indicación “fundamento principal” como con la de
“doctrina jurisprudencial”. En dicho contexto, hemos optado por el siguiente criterio:
Si se formula una interpretación de manera general lo consideraremos “doctrina juris-
prudencial”; por el contrario, si la intención solo es fundamentar el caso concreto (no
obstante la importancia o trascendencia de lo señalado), lo hemos de considerar como
“fundamento principal”.
Finalmente, bajo el nombre “innovación en el ordenamiento”, agrupamos las deci-
siones que modifican normas o instituciones a partir de las interpretaciones o los fallos
de los órganos jurisdiccionales. Damos cuenta de cuatro posibilidades: (1) abrogación
de normas, por ejemplo, como resultado de sentencias de inconstitucionalidad fundadas,
de sentencias manipulativas reductoras o del ejercicio del control difuso con carácter
general; (2) creación normativa, cuando el Colegiado Constitucional hace uso de sen-
tencias manipulativas aditivas o sustitutivas; (3) expulsión de sentidos interpretativos,
si el Tribunal indica que una disposición no podrá interpretarse válidamente en deter-
minada forma, proscribiendo su uso; y, (4) fijación de un sentido interpretativo, cuando
el Colegiado considera que existe una sola interpretación posible de una disposición de
acuerdo con la Constitución, obligando a su uso.
8
ESTUDIO
PRELIMINAR
Introducción
Gaceta Jurídica nos delega un honroso encargo para asumir un nuevo reto como
lo es el estudio del derecho a la debida motivación y las implicancias jurisprudenciales
del mismo, en especial en nuestro ordenamiento jurídico.
Desde ya esta tarea resulta –siempre– sumamente ambiciosa, pues el derecho a
la debida motivación implica no solo una garantía sino, también, una exigencia cons-
titucional respecto a la cual los jueces tienen un deber fundamental, al tiempo que
se asume la motivación, igualmente, como una condición relevante en el ejercicio
de impartición de justicia, lo cual se traduce en fallos de la justicia constitucional y
ordinaria que, representativamente, van fijando estándares que debemos asumir como
necesarios.
¿Por qué enfocar, además, el derecho a la debida motivación en este estudio desde
una perspectiva judicial? Porque es donde el ejercicio de motivación se expresa en su
más amplia figura de posición final de la decisión jurídica, prevalente inclusive frente
a las pretensiones de los abogados en todos sus estamentos de actuación, incluidas
las actuaciones del Ministerio Público. En adición a ello, su faceta reviste no solo un
derecho fundamental como tal, sino también un principio de la función jurisdiccional
y ese es el contexto material más inmediato, esto es, definirlo como exigencia a los
jueces en su tarea de impartir justicia. Por lo tanto, ocurre un fenómeno especial: no
solo involucra la debida motivación un enunciado constitucional de garantía para la
comunidad, sino se afianza la motivación en un conjunto de criterios jurisprudenciales
que extienden el marco normativo del deber de motivar. Y son esos parámetros juris-
prudenciales los que van definiendo un bosque de fundamentos cada vez más nítido,
en tanto las exigencias de motivación no son solo un argumento lato, sino cada vez
* Doctor en Derecho. Juez Superior Titular Lambayeque-Perú. Profesor asociado a la Academia de la Magistra-
tura del Perú y visitante de la Universidad de Medellín-Colombia. Docente en el Área Constitucional de la Uni-
versidad de San Martín de Porres, filial Chiclayo-Lambayeque. Becario de la Agencia Española de Cooperación Inter-
nacional por su participación en los cursos Procesos de tutela de derechos fundamentales. Montevideo-Uru-
guay, 2011; La garantía internacional de los derechos humanos y su impacto en el Derecho Constitucional de
los Estados, Montevideo-Uruguay, 2010; y La constitucionalidad de las leyes. Cádiz-España, 2009. Becario del
curso de Derechos Humanos en la Washington College of Law de la American University, Washington D.C.-EE.
UU., 2009.
11
EL DEREC H O A L A DEB IDA M OTIV AC IÓ N
12
EDWIN FIGUEROA GUTARRA
respecto de los jueces, pues desde esta decisión del Consejo Nacional de la Magistra-
tura, estamos los ciudadanos, como destinatarios de las decisiones judiciales, en condi-
ción de exigirles a los jueces, y por extensión a los fiscales, que demuestren haber com-
prendido el problema jurídico sometido a su consideración, al tiempo que se demuestre
existe claridad conceptual pues una decisión en exceso compleja afecta, como lo deno-
mina la doctrina española, nuestro derecho a comprender.
De la misma forma, esa exigencia se extiende a que la sustentación de argumentos
del juez al motivar, goce de coherencia lógica y solidez en la argumentación, debido
a que una decisión contradictoria rompe los principios de identidad, tercio excluido y
razón suficiente del razonamiento jurídico. Seamos enfáticos en ese aspecto: no puede
existir razonablemente una decisión judicial contradictoria.
En esa misma ruta de ideas, deviene otra exigencia relevante que la decisión sea
congruente. En el eventual caso de una desvinculación del tipo en materia penal, de
una variación de la demanda civil antes de que esta sea notificada, o de la reconver-
sión de un proceso constitucional previa observancia de los estándares prefijados por
el Tribunal Constitucional, o en otros casos excepcionales, la decisión podrá no consti-
tuir una consecuencia lógica de la pretensión, mas los casos aludidos son puntualmente
excepcionales. Y sin embargo, en los demás casos, hay necesidad de respetar el prin-
cipio de congruencia procesal, tan caro en el debate procesal.
Por último, llamamos decisión considerablemente buena a aquella que satisfaga
estándares de aplicación normativa, al tiempo que invoque los criterios jurispruden-
ciales aplicables al caso concreto, así como enuncie, de modo relevante, la doctrina
vinculada al respecto. Advertimos aquí un trípode conceptual que los jueces están ins-
tados a respetar e inclusive es objeto de calificación por parte del Consejo Nacional de
la Magistratura respecto a las resoluciones, hasta 16, que el juez está obligado a pre-
sentar a la institución calificadora, conforme al artículo 70 de la Ley Nº 29277, Ley de
Carrera Judicial.
En efecto, si no hubiera aplicación directa de la norma respectiva en el caso con-
creto, habremos de suponer que los jueces basan su decisión en la Constitución o en
los principios generales del Derecho. De igual forma, la observancia de los prece-
dentes es un aspecto de interés por cuanto se fomenta la predictibilidad y la universa-
lidad de las decisiones. Finalmente, la invocación de la doctrina es una tarea positiva
pues representa el uso de herramientas construidas por los estudiosos del Derecho. El
juez moldea estas últimas, las hace dúctiles para su uso, y las adecúa para su aplica-
ción respecto al caso concreto.
Podemos poner de relieve, en consecuencia, la importancia de este precedente
obligatorio en la medida que las exigencias descritas supra van a ser criterios de cali-
ficación en los procesos de ratificación, representando la Calidad de las Decisiones un
segmento de enorme importancia, en tanto representan 30 sobre 100 puntos de califi-
cación en los procesos de ratificación.
13
EL DEREC H O A L A DEB IDA M OTIV AC IÓ N
14
Capítulo I
Importancia de la debida motivación:
sus implicancias desde la argumentación
Creonte:
¿Y has osado, a pesar de ello, desobedecer mis órdenes?
Antígona:
Sí, porque no es Zeus quien ha promulgado para mí esta
prohibición, ni tampoco Niké, compañera de los dioses
subterráneos, la que ha promulgado semejantes leyes a los
hombres; y he creído que tus decretos, como mortal que eres,
puedan tener primacía sobre las leyes no escritas, inmutables de
los dioses. No son de hoy ni ayer esas leyes; existen desde siempre
y nadie sabe a qué tiempos se remontan. No tenía, pues, por qué
yo, que no temo la voluntad de ningún hombre, temer que los
dioses me castigasen por haber infringido tus órdenes.
Nos planteamos como pauta de trabajo en este estudio la vinculación implícita que
existe entre motivación y argumentación. En efecto, si el juez cumple con motivar su
decisión, en realidad trasciende en la decisión final cómo ha argumentado la decisión,
en qué medida ha construido adecuadamente sus argumentos, cuáles tipos de argu-
mentos ha utilizado, cuál es la concepción interpretativa que subyace en la posición
que adopta para resolver la controversia jurídica, si ha respetado los estándares de jus-
tificación interna y por tanto, si ha sido la lógica no solo formal sino material uno de
los elementos relevantes de la decisión, y si por otro lado, ha considerado una buena
justificación externa, traducida en una conveniente corrección material de las premisas
adoptadas.
Si adoptamos esta visión crítica del derecho a la debida motivación, no podemos
desprender esta expresión iusfundamental de todas las bases conceptuales a las que
aludimos. La motivación representa, si queremos definirla con elementos iniciales, una
suerte de último estadio en el ejercicio de la argumentación propia de las decisiones
judiciales y por ello, reviste importancia iusfundamental en muchas Constituciones.
Y observemos un aspecto: no nos solemos referir en la Carta Fundamental de
nuestro ordenamiento al derecho fundamental a argumentar o no advertimos la confi-
guración de un derecho constitucional a interpretar. Las normas de normas son mucho
más exigentes respecto a esta materia y traducen, inevitablemente, una obligación de
motivar las decisiones judiciales: potestad para las pretensiones con relevancia jurí-
dica, deber para quienes imparten justicia por mandato de las leyes y la Constitución.
15
EL DEREC H O A L A DEB IDA M OTIV AC IÓ N
16
EDWIN FIGUEROA GUTARRA
17
EL DEREC H O A L A DEB IDA M OTIV AC IÓ N
fáctica antedicha es falsa. En estos casos, ya no podemos sostener la validez del razo-
namiento y en rigor, la lógica ya no garantiza la solidez del razonamiento jurídico.
Para reforzar la idea, ¿qué sucedería si nuestra premisa principal dijera: “Todos
los jueces de esta localidad son abogados estudiosos, tenaces y dedicados”, nuestra
premisa menor: “Juan es juez” y nuestra conclusión “Juan es un juez estudioso, tenaz
y dedicado”? Probablemente seguiríamos un esquema subsuntivo y afirmaríamos que
efectivamente Juan reúne esas condiciones. Sin embargo, ¿qué sucede si verificada
una contrastación real, Juan realmente fuera un juez poco diligente? En tal caso, ya no
sería cierta la premisa mayor.
Debemos concluir, entonces, que la lógica solo nos garantiza la validez formal
de las premisas, es decir, sus asertos, pero no garantiza la verdad material de estas.
Entonces, esta afirmación, llevada al plano constitucional, nos exigiría cerciorarnos de
que las premisas sean realmente verdaderas y esa tarea ya no es tan sencilla y escapa
muchas veces a los márgenes de certeza de la lógica, la cual solo nos informa una
verdad formal, basada únicamente en el sentido de afirmación, no de constatación, de
las premisas.
Pues bien, a ello apunta, desde un punto de vista general, el razonamiento jurí-
dico, a que exista una adecuada secuencia de la construcción del razonamiento judi-
cial, y este aspecto nos conduce a una segunda cuestión, ya antes reseñada, cual es
la adecuada justificación de las decisiones judiciales, la cual se expresa a través de
argumentos.
Apreciemos, en esa secuencia de conceptos, cuán importante es la lógica de los
jueces en su razonamiento respecto a casos concretos, mas advirtamos, del mismo
modo que, respecto a la decisión judicial la lógica formal por sí sola denota insuficien-
cias que es necesario atacar.
1 La tesis del positivismo jurídico pretende asumir una noción de certeza, seguridad y fortaleza del Derecho sobre
la base de que la norma jurídica debe responder con suficiencia al conflicto planteado. El positivismo se presenta
como un método, una teoría y una ideología. Cfr. BOBBIO, Norberto. El problema del positivismo jurídico. Fon-
tamara, Ciudad de México, 1991, p. 89.
2 BOBBIO, Norberto. Teoría del Ordenamiento Jurídico. 1960. Citado por: DEL HIERRO, José Luis. Introduc-
ción al Derecho. Síntesis, Madrid, 1997, p. 95.
18
EDWIN FIGUEROA GUTARRA
De unidad, por cuanto las decenas de miles de normas y leyes existentes, sin
contar otros tantos dispositivos reglamentarios, forman un todo armónico con la Cons-
titución, en el sentido de que todas esas reglas, aún las que pudieran en determinado
momento colisionar con la misma, forman una unidad representativa, en la cual en la
cúspide de esa pirámide, la Constitución no es solo una norma más, sino la norma que
realmente vincula a todos los poderes y por consiguiente, a todas las normas con rango
de ley y administrativas. En consecuencia, los jueces resuelven controversias en fun-
ción al ordenamiento jurídico como un todo.
De coherencia, en razón de que el todo armónico que acabamos de reseñar en rea-
lidad puede presentar en algún momento contradicciones respecto a sus contenidos,
esto es, normas que pudieran eventualmente contradecirse cuando de pretensiones
judiciales contrarias pudiera tratarse, y sin embargo, esas incoherencias son resueltas
por los jueces del Estado constitucional de diversas formas: sea por los métodos de
solución de antinomias bajo los criterios lex superior derogat inferior, lex posterior
derogat anterior o lex specialis derogat generalis3 cuando se trata de conflictos nor-
mativos, o sea bajo otros parámetros como la ponderación y el principio de proporcio-
nalidad, entre otros, si se trata de colisiones de principios, también denominados dere-
chos fundamentales, o por extensión, normas-principios.
Y de plenitud, en vista de que las lagunas o vacíos del ordenamiento jurídico
necesariamente y sin excusa, deben ser colmados. Es decir, que ante los conflictos
normativos o las colisiones de principios, no pueden prevalecer vacíos más allá del
simple examen inicial de la pretensión. El juez podrá advertir, frente a determinado
caso, que si bien no hay una norma-regla aplicable al caso que debe resolver, o que no
existe una ley o reglamento que pueda resolver la controversia, no por esta razón habrá
de excusarse de solucionar el caso.
En tal sentido, tendrá que invocar principios, entendidos como mandatos de
optimización, para poder dar solución al conflicto o controversia materia de análisis.
Y más aún cuando se trata de derechos fundamentales, pues en rigor estos tienen
la premisa de optimizar los contenidos de pretensiones hasta donde sea racional y
razonable tutelar un derecho iusfundamental frente a una afectación manifiesta a su
contenido.
De ahí que también podamos entender, la teoría del Derecho Constitucional, como
una teoría de la integración4, en el propósito de que siendo insuficiente resolver los con-
flictos con la ayuda de las normas-regla, deba acudirse a los contenidos de las normas-
principio como manifestaciones de optimización de los derechos fundamentales.
3 La traducción literal sería: “La ley superior deroga a la inferior; la ley posterior deroga a la anterior; y la ley espe-
cial deroga a la ley general”. Sin embargo, la referencia es efectuada en un sentido de prevalencia de una ley
sobre otra, sin llegar necesariamente a la derogación.
4 Cfr. GARCÍA ROCA, F. Javier. “Sobre la teoría constitucional de Rudolf Smend (a propósito del libro de Pablo
Lucas Verdú La lucha contra el positivismo jurídico en la República de Weimar)”. En: Revista de Estudios Polí-
ticos (Nueva Época). Nº 59, enero-marzo 1988, p. 269.
19
EL DEREC H O A L A DEB IDA M OTIV AC IÓ N
20
EDWIN FIGUEROA GUTARRA
6 “L´Etat c´est moi”. Luis XIV, también llamado el Rey Sol. Aunque la cita es acusada de apócrifa, la frase pudo
derivar de la idea” El bien del Estado constituye la Gloria del Rey”, sacada de sus Reflexiones. El sentido de la
frase es vinculada al absolutismo político.
7 Constitución Política del Perú de 1993.
Artículo 139.- Principios de la Administración de Justicia. Son principios y derechos de la función jurisdiccional:
(…)
5. La motivación escrita de las resoluciones judiciales en todas las instancias, excepto los decretos de mero trá-
mite, con mención expresa de la ley aplicable y de los fundamentos de hecho en que se sustentan.
21
EL DEREC H O A L A DEB IDA M OTIV AC IÓ N
8 Vide STC Exp. Nº 02945-2003-AA/TC, caso Azanca Meza, sobre atención médica integral para pacientes con
VIH/SIDA:
“6. (…) en nuestro ordenamiento jurídico el derecho a la salud no se encuentra contemplado entre los derechos
fundamentales establecidos en el artículo 2 de la Constitución, sino más bien se lo reconoce en el capítulo de los
derechos económicos y sociales a que se refieren los artículos 7 y 9 de la Constitución, este Tribunal, al igual
que nuestro similar colombiano, considera que cuando la vulneración del derecho a la salud compromete otros
derechos fundamentales, como el derecho a la vida, la integridad física o el libre desarrollo de la personalidad,
22
EDWIN FIGUEROA GUTARRA
El juez no podrá alegar que conoce el antecedente pero que considera restarle
validez. ¿Por qué? Porque en caso de una sentencia denegatoria, en la cual desestima
la pretensión, cuando menos una de las construcciones lógicas –que no existe tutela del
derecho fundamental a la salud cuando sí existe en otro caso resuelto por el Supremo
Intérprete de la Constitución– devendría falsa.
Veamos esto con objetividad: creeríamos que el juez, al denegar el caso, infrin-
giría un principio de la lógica formal: daría como cierto un hecho falso. En conse-
cuencia, se consolida una manifiesta contradicción en su razonamiento y esa decisión
es susceptible de ser atacada por un problema de justificación interna.
En otro ámbito, la justificación externa se acerca mucho más a una justificación
material de las premisas: implica un ejercicio de justificación que bien podría ser
óptimo cuando justifica su decisión en base a la ley, la doctrina y la jurisprudencia9,
o bien cuando recurre a un ejercicio mínimo suficiente de la justificación, es decir,
aporta cuando menos una sustentación que satisface los requisitos liminares de una
justificación suficiente.
En la justificación externa, atendemos fundamentalmente a que en los casos en
sede constitucional, los principios que justifican la decisión hubieren sido óptima-
mente delimitados, y que los hechos que rodean el caso, hubieren correspondido a una
adecuada enunciación fáctica. Solo en esos casos, puede entenderse debidamente cum-
plido el ejercicio de justificación externa.
Por lo tanto, toda decisión judicial debe satisfacer los estándares de justificación
interna y externa, en tanto la ausencia de una u otra, no permite la validez de la misma,
asumiendo que la validez es, en rigor, un ejercicio de compatibilidad con la Constitu-
ción, es decir, con los principios, valores y directrices de la Carta Magna.
Jean Giraudoux
tal derecho adquiere carácter de derecho fundamental y, por tanto, su afectación merece protección vía la acción
de amparo (STC N° T- 499 Corte Constitucional de Colombia).
9 Marina Gascón Abellán señala: “Los argumentos que sostienen la justificación externa de la premisa normativa
pueden ser de tres tipos: el respeto a la ley (en particular las definiciones legislativas, las leyes interpretativas y
los métodos de interpretación), los argumentos de la dogmática y el recurso a los precedentes”. Vide GASCÓN
ABELLÁN, Marina y GARCÍA FIGUEROA, Alfonso. “Los argumentos de la interpretación”. En: La argumen-
tación en el derecho. Algunas cuestiones fundamentales. Palestra Editores, Lima, 2005.
23
EL DEREC H O A L A DEB IDA M OTIV AC IÓ N
24
EDWIN FIGUEROA GUTARRA
un conjunto de derechos –los derechos fundamentales– para los cuales la simple exi-
gencia de justificación con base en la ley es notoriamente insuficiente.
Y no porque la ley haya perdido su valor. No es así en modo alguno. Se trata de
que la ley sigue siendo el primer punto de referencia para la resolución de los con-
flictos, y sigue manteniendo el primer rango de fuente del Derecho respecto a la argu-
mentación en la solución de conflictos. Y sin embargo, la cuestión de que la ley no
pueda responder de modo convincente a controversias como las relativas al derecho
a la dignidad en su contenido constitucionalmente protegido10, como el derecho a la
vida si se trata de una cuestión de zanjar posiciones respecto al origen de la misma11, o
cómo se expresan las fronteras propias entre el derecho al honor y el derecho a la infor-
mación, entre otros asuntos de actualidad, nos llevan a pensar en que efectivamente se
necesita otros parámetros argumentativos frente a la importancia creciente de los dere-
chos fundamentales.
De esa forma, no es lo mismo argumentar solo con base en los ámbitos de vigencia
y validez formal de la norma jurídica, que hacerlo desde la perspectiva de los dere-
chos fundamentales, en función a los contenidos de juridicidad y de moralidad de estos
derechos. Es pertinente, pues, remarcar el valor axiológico de los derechos denomi-
nados fundamentales, en tanto ello permite un margen de diferenciación de los dere-
chos denominados de origen legal, o de configuración legal si nos referimos a los dere-
chos que revisten un ámbito de efectividad respecto de la norma jurídica.
Es en esa perspectiva que la argumentación cumple una función primordial dentro
de la justificación externa en tanto en su decurso los jueces propiamente interpretan las
normas de origen legal y constitucional, así como proceden a una lectura de los hechos
de acuerdo a las controversias propias de la controversia materia de examen. Es decir,
el proceso de interpretación, tan importante en el derecho, se produce cuando argu-
mentamos, denotándose un efecto de interrelación muy estrecho entre argumentación
25
EL DEREC H O A L A DEB IDA M OTIV AC IÓ N
12 STC Exp. Nº 00728-2008-PHC/TC, caso Giuliana Llamoja. El fundamento jurídico 7 describe las siguientes
categorías contrarias a una debida motivación: Inexistencia de motivación o motivación aparente, falta de
motivación interna del razonamiento, deficiencias en la motivación externa, motivación insuficiente y motivación
sustancialmente incongruente.
13 La Biblia refiere en Génesis 34:1-31, que una joven de nombre Dina fue agredida sexualmente por un hombre
llamado Siquem. En venganza, los hermanos de ella mataron al violador, a su padre y a todos los jóvenes de sexo
masculino de la ciudad. Vista de esta forma, la Ley del Talión representó una idea de proporcionalidad, en com-
paración a las venganzas que permitían crímenes desmedidos.
26
EDWIN FIGUEROA GUTARRA
divina, cuya argumentación solo podía sujetarse a fundamentar las razones de esa
noción de trascendencia superior y de más allá de las fronteras espirituales.
En la España del siglo XVIII, por Real Cédula dictada en junio de 176814, el Rey
Carlos III de España prohibió a la Audiencia y demás jueces de Mallorca la práctica de
motivar las sentencias que hasta entonces se observaba. Se señalaba al efecto:
“Para evitar los perjuicios que resultan con la práctica que observa la Audiencia
de Mallorca, de motivar sus sentencias, dando lugar a cavilaciones de los liti-
gantes, consumiendo mucho tiempo en la extensión de las sentencias, que vienen
a ser un resumen del proceso, y las costas que a las partes se siguen; mando cese
en dicha práctica de motivar sus sentencias, ateniéndose a las palabras decisorias,
como se observa en mi Consejo, y en la mayor parte de los Tribunales del Reino;
y que a ejemplo de lo que va prevenido a la Audiencia de Mallorca, los Tribunales
ordinarios, incluso los privilegiados, excusen motivar las sentencias como hasta
aquí, con los vistos y atentos en que el hecho de los autos y los fundamentos
alegados a las partes; derogando, como en esta parte derogo, el auto acordado 22,
Tít. 2, Libro 3°, duda 4ª Rec. u otra cualquiera resolución o estilo en contrario”.
La noción del Estado de Derecho transforma progresivamente los esquemas de
unilateralidad de la razón en exigencias argumentativas de aporte de fundamentos
para la validez de las decisiones jurídicas. Por tanto, en vía de ejemplo, una condena
impuesta en una sentencia en los albores del Estado de Derecho, ya debía cuando
menos justificar las razones de forma y fondo para la validez de la decisión. En forma
paulatina, el Derecho comienza a convertirse en un mecanismo de respuesta, efecti-
vidad y solución de los conflictos jurídicos, frente a los cuales debía cumplirse la con-
figuración de razones válidas, congruentes y suficientes para la validez de una deci-
sión, más aún si ella era jurisdiccional.
La irrupción del Estado constitucional, cuya tesis es la Constitución como cús-
pide del ordenamiento jurídico, consolida la exigencia de una argumentación, formal
y material, para la validación de las decisiones con relevancia jurídica. En ese caso, la
argumentación ya no es solo una potestad que debe impulsar el Estado, sino una nece-
sidad para la legitimación de las decisiones en ese Estado con principios, valores y
directrices de contenido constitucional.
La Declaración Universal de los Derechos Humanos (1948), la Ley Fundamental
de Bonn (Alemania, 1949), las Constituciones de Francia (1958), y España (1978),
se orientan a consolidar como exigencia de todo Estado la observancia el respeto y la
14 Ghirardi se refiere a la Real Cédula de 1778 (GHIRARDI. Teoría y práctica del razonamiento forense. Advocatus,
Córdova, 1999, p. 15), sin embargo, precisan Carlos Garriga y Marta Lorente, siguiendo a J.M. Mariluz Urquijo
que la fecha correcta es de 1768. (GARRIGA, Carlos; LORENTE, Marta. “El Juez y la Ley. La Motivación de
las Sentencias (Castilla, 1489 – España, 1855)”. En: La Vinculación del Juez a la ley. Anuario de la Facultad de
Derecho de la Universidad Autónoma de Madrid. Nº 1, Universidad Autónoma de Madrid, Madrid, 1997, p. 101,
nota 17).
27
EL DEREC H O A L A DEB IDA M OTIV AC IÓ N
defensa de los derechos fundamentales, premisas a partir de las cuales podemos inferir,
con suficiencia, que la debida motivación de las resoluciones judiciales, constituye un
ejercicio de argumentación como singular expresión de una democracia viviente y no
solo existente.
El Perú se suma a esa ruta de exigencia con sus Constituciones de 1979 –la Cons-
titución modélica– y 1993, así como aporta a la exigencia de motivación su Código
Procesal Constitucional de 2004, el cual exige que las decisiones, inclusive de órganos
constitucionalmente autónomos15, cumplan el deber de motivar sus decisiones.
Es posible observar, a partir de estas menciones de orden histórico, la necesidad
de identificar un estrecho nivel de relación entre cómo se configura el Derecho en
determinado momento histórico, y cómo, a partir de esa percepción, tiene lugar el pro-
ceso argumentativo.
En una idea resumen, podemos establecer que las relaciones históricas entre
derecho y argumentación se han orientado a que la exigencia de argumentación se
ha ido incrementando a medida que los derechos de las personas, han ido progresi-
vamente impregnándose de mayor contenido y a medida que los derechos fundamen-
tales, con su crecimiento vía las tesis constitucionales de derechos no enumerados e
incorporados paulatinamente al ordenamiento constitucional, han ido transformando
las potestades de orden facultativo de argumentación, en sendos deberes de raigambre
constitucional.
Bajo esa pauta, hoy el Derecho es argumentación y la argumentación es Derecho, en
una relación indisoluble cuya base se ciñe a las exigencias de un Estado constitucional.
¿Qué significa construir argumentos? ¿Se trata de una labor meramente teórica y
abstracta? ¿Implica ello para el juez cerrarse en su gabinete y ejercer una construcción
de ideas hondamente esquemáticas y abstractas? ¿Es una buena sentencia aquélla que
abunda en argumentos de Derecho? ¿O es mejor sentencia aquella que es eminente-
mente práctica?
15 Inicialmente, el voto de los consejeros del Consejo Nacional de la Magistratura, en los procesos de ratificación
desarrollados conforme al artículo 154 inciso 2 de la Constitución, involucraban solo un voto de confianza y
como tal, la justificación no era exigible. El Código Procesal Constitucional y el desarrollo jurisprudencial de la
exigencia de la motivación, en cuyo caso el proceso Álvarez Guillén (Exp. Nº 03361-2004-AA/TC) es emblemá-
tico, han modificado sustancialmente ese panorama y desde la vigencia de la nueva herramienta procesal consti-
tucional, la motivación en los procesos de ratificación, resulta un derecho de los magistrados. Y creemos que la
perspectiva de análisis es puntual en el siguiente aspecto; si el magistrado laboró 7 años al servicio del Estado,
concluido ese periodo, dicho magistrado como ciudadano, tiene derecho a saber por qué no se la ratifica y se
determina la conclusión de su contrato de trabajo. A ello apunta la motivación constitucional en el tema de la rati-
ficación de magistrados.
28
EDWIN FIGUEROA GUTARRA
16 ATIENZA, Manuel. “Diez consejos para argumentar bien o decálogo del buen argumentador”. En: Doxa. Cua-
dernos de Filosofía del Derecho. Nº 29, Universidad de Alicante, Alicante, 2006.
29
EL DEREC H O A L A DEB IDA M OTIV AC IÓ N
Jeremy Bentham
Según Atienza18, Viehweg pretende revitalizar la tópica. Refiere que los lugares
comunes, los tópicos, las opiniones asumidas generalizadamente, nos pueden ahorrar
un considerable esfuerzo fundamentador. Lo importante no es lo que dice el Código,
sino cómo resolver el caso aquí y ahora, y entonces entran en juego las técnicas de
la tópica jurídica, los lugares comunes socialmente aceptados, la tradición jurídica
compartida, etc. Y aún cuando se le critica a Viehweg la vaguedad, pluriformidad e
17 ATIENZA RODRÍGUEZ, Manuel. Las razones del Derecho. Palestra, Lima, 2004, p. 18.
18 VIEHWEG, Theodor. Topik und Jusrisprudenz. Citado por: ATIENZA RODRÍGUEZ, Manuel. Ob. cit., p. 71.
30
EDWIN FIGUEROA GUTARRA
19 GUASTINI, Ricardo. Distinguiendo. Estudios de teoría y metateoría del Derecho. Gedisa, Barcelona, 1999, p. 216.
20 PERELMAN, Chaim. La nueva retórica. Citado por: ATIENZA RODRÍGUEZ, Manuel. Las razones del
Derecho. Ob. cit. p. 87.
31
EL DEREC H O A L A DEB IDA M OTIV AC IÓ N
21 ALEXY, Robert. La teoría de la argumentación jurídica. Citado por: ATIENZA RODRÍGUEZ, Manuel. Las
razones del Derecho. Ob. cit., p. 227.
22 MACCORMICK, Neil. Legal Reasoning and Legal Theory. Citado por: ATIENZA RODRÍGUEZ, Manuel. Las
razones del Derecho. Ob. cit., p. 167.
23 MATHEUS. Carlos. Normas y silogismo jurídico. Materiales enseñanza Razonamiento Jurídico. PROFA.
II nivel. Lima, 2004.
32
Capítulo II
Las bases de la debida motivación
desde una perspectiva constitucional
Napoleón Bonaparte
33
EL DEREC H O A L A DEB IDA M OTIV AC IÓ N
34
EDWIN FIGUEROA GUTARRA
24 MEDINA GUERRERO, Manuel. La vinculación negativa del legislador a los derechos fundamentales.
McGraw-Hill, Madrid, 1996. p. 41.
25 Código Procesal Constitucional.
Artículo 5.- Causales de improcedencia. No proceden los procesos constitucionales cuando:
1. Los hechos y el petitorio de la demanda no están referidos en forma directa al contenido constitucionalmente
protegido del derecho invocado;
35
EL DEREC H O A L A DEB IDA M OTIV AC IÓ N
36
EDWIN FIGUEROA GUTARRA
26 Para el Perú eran objeto de investigación los crímenes de guerra y de lesa humanidad solo desde el 9 de noviembre
de 2003, según dispone la Resolución Legislativa Nº 27998.
27 El Tribunal Constitucional señala que el contenido esencial del principio de legalidad penal se encuentra referido
a la conducta típica y la pena, mas no a la prescripción de la acción penal. Vide: STC Exp. Nº 00024-2010-PI/
TC, f. j. 56.
37
EL DEREC H O A L A DEB IDA M OTIV AC IÓ N
¿Qué hacer frente a ese dilema? Solo queda optar por construir las razones del fallo
–argumentar constitucionalmente– con criterios coherentes que no solo persuadan sino
que esbocen, en un adecuado contexto de justificación externa, suficientes razones
válidas plenamente compatibles con el contenido constitucionalmente protegido del
derecho fundamental que se invoca.
De la misma forma, hay un contenido de juridicidad a entender, respecto al caso
en concreto, si asumimos que la imprescriptibilidad de los crímenes de lesa huma-
nidad, protege el derecho a la vida, cuando el Estado asume como mandato un deber
de protección –Schutzpflicht para la doctrina alemana– in extenso respecto a la vida de
los seres humanos, sentido expresado por el artículo 1 de la Constitución.
Y una interrogante puede ser construida a partir de todas las acepciones que pre-
ceden: ¿cuándo nos encontramos frente a derechos no fundamentales? o dicho de otra
forma ¿cuáles son los derechos no fundamentales?
En principio, son derechos no fundamentales aquellos que no gozan de una des-
cripción formal-material en el artículo 228 de nuestra Carta Fundamental, así como en
sentencias constitucionales que delimitan su carácter de derecho no fundamental. Y sin
embargo, no debemos dejar de tener en cuenta que a pesar de tratarse de un derecho
no fundamental, la propia progresividad de la jurisprudencia constitucional puede bien
concederle la calidad de derecho no enumerado que pasa a integrar el ordenamiento de
los derechos fundamentales29.
Es pertinente observar, en consecuencia, que la noción de derechos fundamen-
tales bajo el principio de progresividad, ha avanzado ostensiblemente en el Derecho,
28 Entre otros derechos relevantes figuran: el derecho a la vida, a la igualdad ante la ley, a la libertad de conciencia
y de religión, a las libertades de información, opinión, expresión y difusión del pensamiento, a solicitar sin expre-
sión de causa la información que se requiera y a recibirla de cualquier entidad pública, a que los servicios infor-
máticos, computarizados o no, públicos o privados, no suministren informaciones que afecten la intimidad per-
sonal y familiar; al honor y a la buena reputación, a la intimidad personal y familiar, a la libertad de creación
intelectual, artística, técnica y científica, a la inviolabilidad del domicilio. al secreto y a la inviolabilidad de las
comunicaciones y documentos privados, a elegir el lugar de residencia, a transitar por el territorio nacional y a
salir de él y entrar en él, a reunirse pacíficamente sin armas, a asociarse, a contratar con fines lícitos, a trabajar
libremente, a la propiedad y a la herencia, a participar, en forma individual o asociada, en la vida política, eco-
nómica, social y cultural de la Nación, a mantener reserva sobre las convicciones políticas, filosóficas, religiosas
o de cualquiera otra índole, a la identidad étnica y cultural, a formular peticiones, individual o colectivamente,
a la nacionalidad, a la paz, a la tranquilidad, al disfrute del tiempo libre y al descanso, a la legítima defensa, a la
libertad y a la seguridad personales.
29 Derecho a la objeción de conciencia (STC Exp. Nº 00895-2001-AA/TC, caso Rosado Adanaqué, ff. jj. 4-7);
derecho a la verdad (STC Exp. Nº 02488-2002-HC/TC, caso Villegas Namuche, ff. jj. 8-20); derechos contenidos
en el debido proceso (STC Exp. Nº 01918-2002-HC/TC, caso Salazar Montalván, ff. jj. 4); derecho al libre desa-
rrollo de la personalidad (STC Exp. Nº 00007-2007-PI/TC, caso Colegio de Abogados del Callao); derecho fun-
damental al agua (STC Exp. Nº 06546-2006-PA/TC, caso Zúñiga López, ff. jj. 3-8); derecho al reconocimiento de
la personalidad jurídica (STC Exp. Nº 04232-2007-PA/TC, caso Apaza Chuquitarqui, ff. jj. 10-15).
Para una reseña completa de estos derechos. Vide: SOSA SACIO, Juan Manuel. Proceso de amparo. Gaceta
Jurídica, Lima, 2008, pp. 44-49.
38
EDWIN FIGUEROA GUTARRA
39
EL DEREC H O A L A DEB IDA M OTIV AC IÓ N
33 Ibídem, p. 252.
40
EDWIN FIGUEROA GUTARRA
¿Qué es una falacia? García Damborenea34 plantea una definición muy útil al res-
pecto y señala:
“Los argumentos sirven, como sabemos, para sostener la verdad (verosimilitud,
conveniencia) de una conclusión. Con frecuencia, sin embargo, los construimos
mal, con lo que su finalidad no se alcanza. También con frecuencia, empleamos
argumentos aparentes con el fin de engañar, distraer al adversario o descalificarlo.
A todas las formas de argumentación que encierran errores o persiguen fines
espurios, los llamamos falacias. El término procede del latín fallatia, que sig-
nifica engaño, y lo empleamos como sinónimo de sofisma, palabra que acuñaron
los griegos para designar el argumento engañoso. (…)
Ocurre con las falacias como con los dioses del panteón greco-romano: son tantas
y con parentescos tan embrollados que cualquier intento de clasificación resulta
inútil. Desde que Aristóteles redactara sus Refutaciones Sofísticas hasta hoy,
no han aparecido dos libros sobre esta materia que recogieran el mismo ordena-
miento. Es mucho más fácil clasificar insectos porque plantean menos problemas
conceptuales y están mejor definidos. Los fallos argumentales, por el contrario,
son escurridizos y ubicuos: un mismo error puede constituir varios sofismas a la
vez. Aquí no vamos ni siquiera a esbozar una clasificación. Nos limitaremos a
exponer las falacias más frecuentes en orden alfabético para facilitar su consulta”.
Weston35 señala como definición respecto a este mismo término:
“Las falacias son errores, errores en los argumentos. Muchas de ellas son tan ten-
tadoras, y por lo tanto tan comunes, que incluso tienen sus propios nombres. Esto
puede hacerlas parecer como un tema nuevo y separado. Sin embargo, efecti-
vamente, llamar a algo una falacia normalmente es solo otra manera de decir que
viola una de las reglas de los buenos argumentos”.
2.2.1. Ad hominem
La falacia ad hominem representa un ataque a la persona y no a los argumentos.
41
EL DEREC H O A L A DEB IDA M OTIV AC IÓ N
42
EDWIN FIGUEROA GUTARRA
2.2.4. Ad ignorantium
García Damborenea42 refiere:
“Llamó Locke argumento ad ignorantiam al que se apoya en la incapacidad de
responder por parte del adversario. El proponente estima que su afirmación es
admisible –aunque no la pruebe– si nadie puede encontrar un argumento que la
refute.”
Weston señala al respecto43: “Ad ignorantiam (apelar a la ignorancia) [es] argüir
que una afirmación es verdadera solamente porque no se ha demostrado que es falsa”.
Ejemplo de falacia ad ignorantiam:
- Hemos suspendido las garantías constitucionales en todo el país porque se
atentó contra la vida de un grupo de congresistas.
- Eso no es cierto –afirman algunos ciudadanos.
- ¿Pueden ustedes demostrar que no hubo atentado?
Objeción: Si el atentado no existe y argüimos que resulta falso, es imposible demos-
trar que no existió tal hecho.
43
EL DEREC H O A L A DEB IDA M OTIV AC IÓ N
44
EDWIN FIGUEROA GUTARRA
45 Proyecto de Ley Nº 14321/2005 de fecha 20 de enero de 2006, para garantizar el principio de separación de
poderes y la seguridad jurídica en los procesos de inconstitucionalidad.
Parte considerativa: “(…) Que, de otro lado, se han advertido excesos en las sentencias dictadas por el Tribunal
Constitucional en numerosos procesos de inconstitucionalidad, que han producido sentencias manipulativas, adi-
tivas, sustitutivas, integrativas y exhortativas, etc. en las cuales el citado órgano jurisdiccional ha rebasado sus
atribuciones constitucionales que se limitan a dejar sin efecto las normas que hayan sido declaradas inconsti-
tucionales, según lo prevé el artículo 204 de la Constitución. Que mediante las referidas sentencias el Tribunal
Constitucional se ha convertido en legislador positivo, modificando y manipulando las normas legales, inva-
diendo de este modo el ámbito de competencias que la Constitución ha reservado a otros órganos constitucio-
nales, vulnerando el principio de separación de poderes. Que asimismo la emisión de dichas sentencias generan
inseguridad jurídica porque la interpretación o nueva norma no se ubica en el fallo de la sentencia, sino en su fun-
damento, lo que las hace confusas y de difícil conocimiento para los jueces, abogados y la ciudadanía en general,
produciéndose el desconocimiento generalizado de los criterios jurisprudenciales y la imposibilidad de hacer
previsible la actuación de los órganos encargados de aplicar las normas legales. (…). Que, (…), existen situa-
ciones que se originan ante la derogación expresa de una norma por parte del Tribunal Constitucional, generán-
dose vacíos o deficiencias normativas que solo pueden ser corregidas a través de la expedición de otra norma a
cargo de los órganos legitimados para ello conforme a la Constitución (…)”.
Norma propuesta: “Artículo 81-A [del Código Procesal Constitucional].- Prohibición de legislar positivamente
mediante sentencias
En las sentencias sobre procesos de inconstitucionalidad, el Tribunal Constitucional solo declara que la norma
cuestionada, de acuerdo con los incisos 4) del artículo 200 y 1) del artículo 202 de la Constitución trasgrede o no
algún principio, precepto, derecho o prerrogativa previstos en dicho texto. En tales procesos, el Tribunal Consti-
tucional confirma la constitucionalidad de la norma cuestionada o la deja sin efecto por incompatibilidad con la
Constitución. El Tribunal Constitucional solo actúa como legislador negativo”.
Vide en este mismo sentido y de parecido similar, Proyecto Nº 346-2011 del 13 de octubre de 2011, presentado
por el Congresista José Elías Ávalos.
45
EL DEREC H O A L A DEB IDA M OTIV AC IÓ N
En tales casos, cuanto hay que probar, en caso de infracción manifiesta a los deberes
y responsabilidades que impone la Constitución, es precisamente el eventual conjunto
de faltas y trasgresiones a la Carta Magna, a través de acusaciones con suficiente sus-
tento jurídico.
Los excesos en el control formal, sin embargo, pueden devenir, en caso de un
uso inadecuado, en manifiestamente negativos y una experiencia reciente de los
anales constitucionales es recogida en la acusación constitucional contra 3 magis-
trados del Tribunal Constitucional del Perú, por haberse opuesto a la Ley Nº 26557, de
Reelección Presidencial46, que preveía la viabilidad de postulación a un nuevo man-
dato presidencial47.
El Congreso acusó formalmente a los magistrados del Tribunal Constitucional,
Aguirre Roca, Rey Terry y Revoredo Marsano, quienes expresaron un voto contrario
respecto a la reelección y los cesó en sus funciones. Los magistrados afectados recu-
rrieron al sistema interamericano y lograron un pronunciamiento favorable en el caso
que el sistema de derechos humanos conoce como “Tres magistrados del Tribunal
Constitucional vs. Perú”48. Y a partir de dicho caso, se conoce esta sentencia resti-
tutoria de los derechos de los magistrados afectados, como un pronunciamiento que
alude a temas de independencia jurisdiccional y autonomía de poderes.
El pronunciamiento de la Corte Interamericana evidenció el exceso del Poder
Legislativo, al defenestrar a tres magistrados constitucionales por su opinión y no por
una infracción constitucional, de lo cual es viable inferir que la independencia en el
ejercicio de la función jurisdiccional, es en propiedad un bien jurídico que no puede ser
menoscabado en su contenido constitucionalmente protegido y, en propiedad, esto es
expedir una decisión constitucional sin ningún tipo de presión ni amenaza.
46 Ley Nº 26557. El proyecto señalaba: “Interpretase de modo auténtico, que la reelección a que se refiere el Ar-
tículo 112 de la Constitución, está referida y condicionada a los mandatos presidenciales iniciados con poste-
rioridad a la fecha de promulgación del referido texto constitucional. En consecuencia, interprétase auténtica-
mente, que en el cómputo no se tiene en cuenta retroactivamente, los períodos presidenciales iniciados antes de
la vigencia de la Constitución”.
47 El objetivo era permitir una tercera postulación del entonces presidente Fujimori bajo el argumento de que no
debía considerarse su elección de 1990 para presentarse a la elección a un nuevo periodo, pues entonces estaba
vigente la Constitución de 1979.
48 Sentencia de 31 de enero de 2001. Fondo, Reparaciones y Costas.
LA CORTE, por unanimidad,
1. Declara que el Estado violó, en perjuicio de Manuel Aguirre Roca, Guillermo Rey Terry y Delia Revoredo
Marsano, el derecho a las garantías judiciales consagrado en el artículo 8 de la Convención Americana sobre
Derechos Humanos.
2. Declara que el Estado violó, en perjuicio de Manuel Aguirre Roca, Guillermo Rey Terry y Delia Revoredo
Marsano, el derecho a la protección judicial, consagrado en el artículo 25 de la Convención Americana sobre
Derechos Humanos.
3. Declara que el Estado incumplió la obligación general del artículo 1.1 de la Convención Americana sobre
Derechos Humanos en conexión con las violaciones de los derechos sustantivos señalados en los puntos resolu-
tivos anteriores de la presente Sentencia.
46
EDWIN FIGUEROA GUTARRA
47
EL DEREC H O A L A DEB IDA M OTIV AC IÓ N
Ahora bien, ¿cómo así resulta dúctil o maleable un derecho fundamental? En rea-
lidad, nunca llega a ser maleable su núcleo duro, pues se trata de un reducto invul-
nerable para el legislador o para otros actores del ordenamiento constitucional. Sin
embargo, en determinados casos, como sucede con la ponderación de intereses o el
principio de proporcionalidad, hay necesidad de que, en un caso concreto, prevalezca
un derecho fundamental frente a otro, y es a partir de este ejercicio de pesaje de los
derechos en contraposición, que procede relativizar el contenido de uno frente a otro.
Esa es la tarea de los jueces constitucionales en muchos de los procesos sometidos
a controversias sobre las cuales deben emitir decisión los jueces de la Constitución y
sin embargo, no necesariamente una decisión jurisdiccional deviene en un exceso de
los jueces, pues prima facie, partimos de la presunción de buena fe del decisor jurídico.
51 PLAZAS VEGA, Mauricio. Ideas políticas y teoría del derecho. Temis y Universidad del Rosario, Bogotá,
2003, p. 263, en referencia a La defensa de la Constitución de Karl Schmitt y la réplica de Hans Kelsen, Quién
debe ser el defensor de la Constitución. La cita textual es: “El resultado del diseño de un Estado jurisdiccional
es un Estado apolítico, en el que el juez sustituye en su papel al gobernante, pero sin la responsabilidad política
que es inherente a la gestión de los asuntos públicos. En palabras de Schmitt, la comunidad jurídica sustituiría a
la comunidad política”.
48
Capítulo III
Debida motivación,
ideologías y argumentación
1. El Estado constitucional
“La mayor felicidad del mayor número es el fundamento de la moralidad y el derecho”
Jeremy Bentham
49
EL DEREC H O A L A DEB IDA M OTIV AC IÓ N
52 Fallo Marbury vs. Madison. Sentencia del juez John Marshall. 1803. “Si una ley es contraria a la Constitución;
si tanto la ley como la Constitución se aplican a un caso determinado, de modo que el tribunal deba decidir ese
caso conforme a la ley, sin tener en cuenta a la Constitución; o bien, conforme a esta y sin considerar la ley; el
tribunal debe determinar cuál de estos ordenamientos en pugna debe normar el caso. Lo anterior radica en la
esencia misma del ejercicio de la justicia. Si entonces los tribunales se basan en la Constitución y esta es superior
a cualquier disposición ordinaria de la legislatura, la Constitución, y no ese decreto común, debe regir el caso al
cual ambas se aplican (...)”.
53 Ley Fundamental de Bonn.
Artículo 20 [Fundamentos del orden estatal, derecho de resistencia].-
(1) La República Federal de Alemania es un Estado federal democrático y social.
(2) Todo poder del Estado emana del pueblo. Este poder es ejercido por el pueblo mediante elecciones y vota-
ciones y por intermedio de órganos especiales de los Poderes Legislativo, Ejecutivo y Judicial.
(3) El poder Legislativo está sometido al orden constitucional; los poderes Ejecutivo y Judicial, a la ley y al Derecho.
(4) Contra cualquiera que intente eliminar este orden todos los alemanes tienen el derecho de resistencia cuando
no fuere posible otro recurso.
54 Es el Bundesverfassungsgericht, con sede en Karlsruhe, Baden Wurtemberg. Es el órgano constitucional encar-
gado del control de constitucionalidad de las leyes en la República Federal alemana. Está compuesto por dos
senados, cada uno de los cuales tiene ocho miembros, de los que cuatro son elegidos por un comité del Bundestag
y otros cuatro por el Bundesrat, siempre con mayoría de dos tercios.
55 Ley Fundamental de Bonn.
Artículo 19 [Restricción de los derechos fundamentales].-
(1) Cuando de acuerdo con la presente Ley Fundamental un derecho fundamental pueda ser restringido por ley
o en virtud de una ley, esta deberá tener carácter general y no estar limitada al caso individual. Además, la ley
deberá mencionar el derecho fundamental indicando el artículo correspondiente.
(2) En ningún caso un derecho fundamental podrá ser afectado en su contenido esencial.
(3) Los derechos fundamentales rigen también para las personas jurídicas con sede en el país, en tanto por su
propia naturaleza sean aplicables a las mismas.
(4) Toda persona cuyos derechos sean vulnerados por el poder público, podrá recurrir a la vía judicial. Si no
hubiese otra jurisdicción competente para conocer el recurso, la vía será la de los tribunales ordinarios. No queda
afectado el artículo 10, apartado 2, segunda frase.
56 Cfr. STC Exp. Nº 05854-2005-PA/TC, f. j. 3, caso Lizana Puelles.
50
EDWIN FIGUEROA GUTARRA
buscar la forma de sentar las concepciones de nuevos valores y que los mismos
pudieran representar un compromiso de respeto por ciertos derechos para los Estados
existentes, así como para aquellos que fueron forjando su presencia a partir de la con-
clusión de las guerras mundiales. En tal sentido, la Declaración Universal de Dere-
chos Humanos viene a representar líneas mínimas de consenso inter-Estados para la
observancia de los derechos fundamentales de las personas y esa es la línea tutelar de
los Estados, en tanto los mismos aspiran a la realización no solo formal sino también
material de un catálogo de derechos producto del consenso.
Es singular, pues, reseñar que habiendo firmado la Declaración Universal de
Derechos Humanos 48 Estados en 1948, muchos de ellos participantes de la creación
de las Naciones Unidas57, podamos apreciar un tipo de consenso de importancia para
comenzar a establecer que en ciertos rangos de valores, la humanidad en su conjunto
empieza a optar por la afirmación de que resulta imprescindible ponernos de acuerdo
sobre el respeto a valores esenciales, como la vida, la dignidad de la persona humana y
el respeto irrestricto de todas sus formas de manifestación, como la libertad de expre-
sión, el derecho a vivir sin persecuciones estatales, el desarrollo de la personalidad sin
coacción de ningún tipo por parte de ningún Estado, el derecho a votar, a elegir y ser
elegidos, entre otras facultades que comienzan a perfilarse como realidades existen-
ciales y que empezaban a dejar de ser solo potestades enunciadas en textos escritos.
Se va así consolidando la noción de un tipo de Estado en objetiva clave de avance res-
pecto a la idea de que bastaba que los derechos se encontraran tutelados por las leyes
y normas infraconstitucionales.
De esta nueva concepción de ver los derechos de las personas desde una perspec-
tiva de asignarle contenido esencial, comenzaron los Estados, a implementar con fuerza
sus Cortes Constitucionales, entre ellos España58, Italia59, Francia60 y Colombia61, asig-
nándoles un importante rol en el control de la constitucionalidad. Los Estados pro-
piamente empiezan a incluir en sus Cartas Fundamentales, catálogos de derechos que
57 Sin perjuicio de esta cifra, 192 Estados, hacia el año 2010, integran las Naciones Unidas, siendo solo la Santa
Sede no un miembro pleno, sino miembro observador.
58 El Tribunal Constitucional español nace con la Constitución española del 27 de diciembre de 1978. Se compone
actualmente de 12 miembros.
59 La Corte Constitucional italiana es el órgano a cargo del control de constitucionalidad de las leyes en Italia. Se
compone de quince jueces, nombrados por terceras partes: por el presidente de la República, por el Parlamento
en sesión conjunta de ambas Cámaras, y por las supremas magistraturas ordinarias y administrativas. O sea,
intervienen en su generación los órganos de los tres poderes del Estado.
60 El Consejo Constitucional, creado por la Constitución francesa de 1958, es un órgano jurisdiccional que tiene
como función esencial verificar la constitucionalidad de las leyes. El art. 56 de la Constitución de la 5ª República
Francesa dice que “el Consejo Constitucional comprenderá nueve miembros, cuyo mandato durará nueve años
y no será renovable”, o sea, que no tienen derecho a reelección. Asimismo, estos consejeros se renuevan por ter-
cios cada tres años.
61 La Corte Constitucional de Colombia es la entidad judicial encargada de velar por la integridad y la supremacía
de la Constitución. Fue creada por la Constitución de Colombia de 1991 e instalada por primera vez el 17 de
febrero de 1992. En la actualidad, cuenta con nueve magistrados, que son elegidos para periodos de ocho años
por el Senado, a partir de las ternas enviadas por el presidente de la República, la Corte Suprema de Justicia y el
Consejo de Estado.
51
EL DEREC H O A L A DEB IDA M OTIV AC IÓ N
62 HÄBERLE, Peter. El Estado constitucional. Universidad Nacional Autónoma de México y Fondo Editorial de
la Pontificia Universidad Católica del Perú, Ciudad de México-Lima, 2003, p. 3.
63 FIGUEROA GUTARRA, Edwin. “Neoconstitucionalismo e interpretación constitucional ¿Hacia nuevos hori-
zontes en el Derecho?” En: Revista Jurídica del Perú. Nº 117, Gaceta Jurídica, Lima, noviembre de 2010,
pp. 43-57.
64 PRIETO SANCHÍS, Luis. “Neoconstitucionalismo y ponderación judicial”. En: Derecho y proceso. Anuario
de la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de Madrid. Nº 5, Universidad Autónoma de Madrid,
Madrid, 2001.
65 Más principios que reglas, más ponderación que subsunción, omnipresencia de la Constitución en todas las áreas
jurídicas, en lugar de espacios exentos, omnipotencia judicial en lugar de autonomía del legislador ordinario, y
coexistencia de una constelación plural de valores en lugar de homogeneidad ideológica.
52
EDWIN FIGUEROA GUTARRA
Montesquieu
Pretendemos describir en este ítem dos líneas relevantes de los jueces necesaria-
mente vinculados al texto de la Constitución: por un lado, la observancia de los prin-
cipios de legalidad y congruencia procesal, y por otro, la interpretación literal en el
Derecho como idea base de un rango de la interpretación.
Veamos a continuación ambos elementos distintivos con la indicación de que no
categorizamos en estricto distintos tipos de jueces sino los valores que influyen sobre
los mismos, a partir de la necesaria definición de las estrategias de solución de las con-
troversias constitucionales.
66 RUBIO LLORENTE, Francisco. “El principio de legalidad”. En: Revista Española de Derecho Constitucional.
Año 13, Nº 39, Centro de Estudios Políticos y Constitucionales, Madrid, setiembre-diciembre de 1993, p. 12.
67 MERKL, Adolf. Teoría general del Derecho Administrativo. Revista de Derecho Privado, Madrid, 1953, p. 212.
53
EL DEREC H O A L A DEB IDA M OTIV AC IÓ N
Código Procesal Civil68, y su sentido interpretativo se orienta a que las formas proce-
sales deben ser observadas en el proceso, salvo permiso en contrario.
En el ámbito de los procesos penales, por la tesis de la inmutabilidad de la acu-
sación fiscal, el juez penal no puede sino juzgar en base a los hechos que son materia
de imputación por parte del titular de la pretensión punitiva del Estado. El juez, en
este caso, se ve impedido de introducir hechos nuevos en vista del criterio de inmuta-
bilidad que refiere la imputación del fiscal. Excepción de rigor se presenta cuando se
produce una desvinculación de la acusación fiscal, es decir, cuando existe una varia-
ción de la imputación del tipo penal, mas esta figura, propia del Derecho Penal y que
prohíbe determinar nuevos hechos, obedece a una serie de exigencias que el juzgador
penal debe respetar en atención a la valoración del ilícito penal.
En sede administrativa, el principio de congruencia procesal es denominado prin-
cipio de informalismo69 y se expresa en un criterio de favorecimiento a las preten-
siones de los administrados, bajo la premisa de que las formas procesales no consti-
tuyan impedimentos que obstaculicen la prosecución de la petición.
Entonces ¿qué representan los principios de legalidad y de congruencia procesal
en el plano de la resolución de controversias constitucionales? Sin duda, dos elementos
matrices por cuanto evidencian el primer nivel de dilucidación de una litis respecto a
derechos fundamentales, en la cual no se puede obviar la importancia de la norma jurí-
dica y de las reglas que conforman el ordenamiento jurídico. En efecto, es importante
reiterar que antes de ponderar, es necesario subsumir, y en esa lógica, antes de aplicar
principios, el enfoque jurídico deberá advertir que sea en principio la norma o la regla,
el supuesto habilitante de resolución del conflicto. Y solo en el caso de insuficiencia de
la norma, será exigible la aplicación de principios de interpretación constitucional o de
las técnicas como la ponderación, que en buena cuenta representan una forma de inter-
pretar los derechos fundamentales frente al vacío de la norma jurídica.
Sin perjuicio de lo afirmado, ¿cómo observamos una litis constitucional que pre-
cisamente por vacío de la norma legal, llega a sede constitucional? ¿Solo será resuelta
por principios? ¿Solo concurrirían derechos fundamentales para la definición de la
54
EDWIN FIGUEROA GUTARRA
controversia? Sin duda que no, pues habrá controversias constitucionales que podrán
saltar la valla del vacío de las reglas para llegar a pretender un esclarecimiento en sede
constitucional, y sin embargo, una norma constitucional de aplicación directa, podrá
en buena cuenta dilucidar suficientemente el conflicto.
El problema real en sede constitucional se expresa respecto de los conflictos com-
plejos o trágicos70, o de aplicación indirecta de los derechos fundamentales, los cuales
han de exigir un ejercicio de argumentación mayor, tratándose de niveles en los cuales,
el intérprete tendrá que advertir que su interpretación es no solo de juridicidad de los
contenidos del derecho fundamental en cuestión, sino también de valoraciones axioló-
gicas que en modo alguno representan subjetividad, sino exigen acreditación, dentro
de un rango de discrecionalidad controlada, de las razones que identifican un discurso
racional debidamente orientado al aporte de justificaciones relevantes para la solución
del conflicto.
En consecuencia, no podemos desaprobar la actuación del juez ceñido a una
interpretación literal de la Constitución, en tanto el ámbito del problema no repre-
sente mayor complejidad. Este tipo de interpretación, por singularidad, aún amplia en
muchos sectores del Derecho, sigue siendo válida en tanto permite la norma la solu-
ción de la controversia, sea en el nivel de las normas jurídicas o reglas de vigencia
infraconstitucional, o bien en el ámbito de las normas-regla de entidad constitucional,
las cuales precisamente sirven para resolver la controversia en la misma sede de dere-
chos fundamentales, en tanto represente una controversia de menor complejidad.
70 En la célebre definición de Manuel Atienza. Vide ATIENZA, Manuel. “Los límites de la interpretación constitu-
cional. De nuevo sobre los casos trágicos”. En: Isonomía. Revista de Teoría y Filosofía del Derecho. Nº 6, Ins-
tituto Tecnológico Autónomo de México, Ciudad de México, abril 1997.
71 ASIS DE ROIG. Rafael. Jueces y normas. La Decisión judicial desde el ordenamiento. Marcial Pons, Madrid,
1995, p. 177.
55
EL DEREC H O A L A DEB IDA M OTIV AC IÓ N
Mahatma Gandhi
72 Ibídem, p. 182.
73 BERNAL PULIDO, Carlos. La ponderación como procedimiento para interpretar los derechos fundamentales.
Materiales de enseñanza Derecho Constitucional de la Academia de la Magistratura. X Curso de Capacitación
para el Ascenso, segundo nivel, p. 87.
56
EDWIN FIGUEROA GUTARRA
74 Cfr. HÄBERLE, Peter. “La sociedad abierta de los intérpretes constitucionales. Una contribución para la inter-
pretación pluralista y procesal de la Constitución”. En: Retos actuales del Estado constitucional. Instituto Vasco
de Administración Pública, Oñate, 1996, pp. 15-46.
57
EL DEREC H O A L A DEB IDA M OTIV AC IÓ N
La idea aquí expresada constituye un correlato de las ideas anteriores. Los prin-
cipios son expresados y encuentran base de sustento, a través de las decisiones de los
jueces de derechos fundamentales. En buena cuenta, aquellos constituyen argumentos
de proposición de solución de las controversias. Sin embargo, no pueden expresarse
sino a través de herramientas interpretativas y es aquí donde la ponderación76, en la
forma en que es presentada por Alexy77, tiene lugar.
Mientras que el juez de la jurisdicción ordinaria resuelve en función a los proce-
dimientos subsuntivos78, el juez constitucional aplica la ponderación y el principio de
proporcionalidad. Ahora bien, la aplicación de estos mecanismos obedece a su vez
a ciertos parámetros y no representan un entero juicio discrecional, pues si así suce-
diera, consagraríamos los juicios de valor subjetivos por sobre la motivación y a ello
no apunta la ponderación. Esta, en esencia y por el contrario, reduce el margen de dis-
crecionalidad, hace que esta sea graficada a través de los mecanismos que identifican
los exámenes de idoneidad, necesidad y proporcionalidad en sentido estricto.
Por tanto, en el Estado neoconstitucional la subsunción será aplicada respecto de
aquellos casos que no revistan complejidad sustancial y en los cuales el ejercicio de
75 Cfr. RUBIO CORREA, Marcial. “La interpretación jurídica”. En: El sistema jurídico. Introducción al Derecho.
Incluido en el Programa de Formación de Aspirantes 1997, Módulo de Razonamiento Jurídico, p. 175. Para Mar-
cial Rubio, “la interpretación jurídica es más un arte que una ciencia”, dado que los criterios de interpretación
son elementos generales que pueden aparecer en diversos métodos y los métodos combinan estos criterios de
diversas maneras. Acota, en el mismo planteamiento, que, “en el fondo, nadie ha desarrollado una teoría inte-
gral y sistematizada de la interpretación jurídica (…) y la teoría de la interpretación no constituye un conjunto de
reglas generalmente admitidas, con unidad metodológica y con capacidad de predecir un resultado dadas deter-
minadas condiciones. Es decir, la teoría de la interpretación no constituye, propiamente hablando, una ciencia”.
76 La idea de la ponderación permite que sopesados ambos valores en una controversia constitucional –derecho a la
vida y a poner fin a una vida (en el caso del aborto, por ejemplo)– el juez decida por asignarle un valor de deci-
sión al caso concreto. En ese caso, derechos disímiles, a través de los principios de unidad de la Constitución y
de concordancia práctica, se ponderan para unificar una lectura de la Carta Fundamental. Si se protegiera el valor
vida, no debe hacerse a un lado la expresión de valor que en su momento se ponderó respecto al bien jurídico
contrario.
77 Cfr. ALEXY, Robert. Teoría de los derechos fundamentales. Centro de Estudios Constitucionales, Madrid,
1993, p. 161. De la teoría propuesta por Alexy, se entiende la ponderación como el conflicto entre principios, el
mismo que se va a resolver como la prevalencia de uno sobre otro, bajo una concepción de jerarquía móvil, es
decir, la prevalencia condicionada a factores x,y,z respecto de un conflicto. No propone la ponderación que un
derecho fundamental o principio es más importante que el otro sino que, dentro del caso asignado para análisis,
las circunstancias de hecho terminan por significar la prevalencia móvil de un principio sobre otro.
78 A través de la subsunción, el requerimiento argumentativo exige que los hechos que identifican el problema,
puedan ser incorporados en el supuesto normativo que sirve de sustento para la solución de la controversia. Si
hay subsunción, se aplica la norma y si aquella no existe, simplemente el juez tendrá que tener en cuenta otros
mecanismos de solución: equidad, principios inspiradores del Derecho, o en su caso la misma ponderación por
insuficiencia de las normas en la solución del conflicto.
58
EDWIN FIGUEROA GUTARRA
subsunción, pueda ser directo. Y en la otra orilla, por oposición, tendrá lugar el ejer-
cicio regular de la ponderación, procedimiento que resolverá aquellos casos trágicos,
que a decir de Manuel Atienza, identifican los conflictos constitucionales.
Conviene precisar que la ponderación tiene realización procedimental a través
del principio de proporcionalidad79, el cual revela un examen que considera tres
subexámenes: adecuación, necesidad o proporcionalidad en sentido estricto y
ponderación80.
79 Su técnica de aplicación es similar a la de la ponderación de intereses, con la diferencia sustancial de que los
casos que implican la aplicación de este principio, incluyen en sus postulados el examen de actuación de un
poder público. En consecuencia, existe necesidad de determinar si la actuación de esa institución pública con
relación a la supuesta afectación del derecho de un administrado, es proporcional al fin legítimo que repre-
sentan los análisis de idoneidad y necesidad. Se valora la proporcionalidad de la dimensión de intervención en
el derecho del administrado. Si no existe la debida proporcionalidad entre la medida y la acción denunciada por
afectación, entonces la medida sujeta a control deviene inconstitucional.
80 Vide aplicación jurisprudencial en STC Exp. Nº 00007-2006-PI/TC, caso Asociación de Comerciantes San
Ramón y Figari, ff. jj. 36-38.
81 GARCÍA FIGUEROA, Alfonso y GASCÓN ABELLÁN, Marina. La argumentación en el Derecho. Algunas
cuestiones fundamentales. Palestra Editores, Lima, 2003, p. 54.
82 ATIENZA, Manuel. Ideas para una Filosofía del Derecho. Universidad Inca Garcilaso de la Vega, Lima, 2008,
p. 248.
83 DWORKIN, Ronald. La filosofía del Derecho. Fondo de Cultura Económica, Ciudad de México, 1980, p. 84 y ss.
84 Salvo la referencia a un contenido constitucionalmente protegido.
59
EL DEREC H O A L A DEB IDA M OTIV AC IÓ N
85 PECES BARBA, Gregorio. Curso de derechos fundamentales. Teoría general. Universidad Carlos III de
Madrid-Boletín Oficial del Estado, Madrid, 1999, p. 37.
86 Cfr. GARCÍA FIGUEROA, Alfonso y GASCÓN ABELLÁN, Marina. Ob. cit., p. 73.
60
EDWIN FIGUEROA GUTARRA
87 Cfr. HESSE, Konrad. Escritos de Derecho Constitucional. Traducción de Pedro Cruz Villalón, 2ª edición,
Centro de Estudios Constitucionales, Madrid, 1992, pp. 45-47.
88 Vide supra STC Exp. Nº 05854-2005-PA/TC, caso Lizana Puelles.
89 STC Exp. Nº 00006-2006-PC/TC, caso Poder Ejecutivo (casinos tragamonedas):
Ҥ8. Sobre la cosa juzgada constitucional
68. (…) para que una sentencia, dictada dentro de un proceso judicial ordinario o un proceso constitucional,
adquiera la calidad de cosa juzgada, no basta con que estén presentes sus elementos formal y material; tampoco
es suficiente que exista un pronunciamiento sobre el fondo, tal como prevé el artículo 6 del Código Procesal
Constitucional. (…).
69. (…) una sentencia dictada dentro de un proceso judicial ordinario o un proceso constitucional, aun cuando
se pronuncie sobre el fondo, pero desconociendo la interpretación del Tribunal Constitucional o sus precedentes
vinculantes, no puede generar, constitucionalmente, cosa juzgada.
70. Ello es así porque lo que la Constitución garantiza, a través de su artículo 139, inciso 2, es la cosa juzgada
constitucional, la que se configura con aquella sentencia que se pronuncia sobre el fondo de la controversia jurí-
dica, de conformidad con el orden objetivo de valores, con los principios constitucionales y con los derechos fun-
damentales, y de acuerdo con la interpretación que haya realizado el Tribunal Constitucional de las leyes, o de
toda norma con rango de ley, o de los reglamentos y de sus precedentes vinculantes, (…) Solo de esa manera un
ordenamiento constitucional puede garantizar a la ciudadanía la certeza jurídica y la predictibilidad de las deci-
siones jurisdiccionales”.
61
EL DEREC H O A L A DEB IDA M OTIV AC IÓ N
Advirtamos respecto a esta idea que no se trata de una cuestión en estricto de jerar-
quías entre legisladores y jueces constitucionales. Por el contrario, el juez constitu-
cional debe tener muy presente el concepto de separación de poderes que, desde Mon-
tesquieu, traduce una idea de equilibrio razonable entre los poderes Ejecutivo, Legisla-
tivo y Judicial. Sin embargo, ¿cuál es el poder llamado a frenar los excesos del otro? A
juicio de la propuesta neoconstitucionalista, es el juez constitucional quien debe frenar
los excesos del legislador y en determinados casos, del Ejecutivo. ¿Y podríamos acaso
sustentar la idea de un Estado Jurisdiccional, al modo en que presentó la propuesta
Karl Schmitt, referida supra?
No creemos que en estricto sea así pues el equilibrio de poderes es un concepto
trascendente respecto del Estado de Derecho. Sin embargo, sí es propio señalar que
las potestades de los jueces constitucionales se extienden más allá de los valores de la
norma jurídica y a través del control difuso, la ponderación y el principio de propor-
cionalidad, entre otras técnicas, determinan los excesos incompatibles con la Constitu-
ción por parte de los demás poderes.
En consecuencia, la interpretación constitucional realmente vinculante es la del
juez constitucional, quien hace lectura, entendimiento y transmisión de los valores
constitucionales, situación que no puede advertirse respecto del legislador, quien
efectivamente es el llamado a hacer la interpretación auténtica de la norma, pero en
tanto esta no colisione con principios, valores y directrices contenidos en la Carta
Fundamental.
Tampoco alegamos una superposición de ámbitos, en cuanto los jueces repre-
senten un poder por encima de los demás poderes. La precisión es puntual: a cada
poder le corresponde sus funciones y si existe colisión entre ellos, es el plano de la
jurisdicción constitucional al cual le corresponde dirimir la litis que se pudiera generar.
De igual forma y en símil de la idea que planteamos, el juez constitucional no
podrá expedir leyes por cuanto no es su función, y sin embargo, podrá interpretar la
norma en función de su compatibilidad con la Constitución. Si corresponde, sea vía
control difuso, ponderación o principio de proporcionalidad, declarará la inaplicabi-
lidad de la norma, lo cual no equivale a derogación; y si fuere que el control concen-
trado que determine el Tribunal Constitucional, exija expulsar una norma del ordena-
miento jurídico, ello tampoco constituye una derogación en la forma que entendemos
como una potestad del poder Legislativo, en tanto se trata de medios procedimentales
distintos. Los efectos, en este último caso, podrán ser similares en la medida que una
norma expulsada y una norma derogada, ya no gozan de vigencia, y sin embargo, las
competencias materiales de los poderes varían sustantivamente.
62
EDWIN FIGUEROA GUTARRA
90 Una idea cercana al concepto de homogeneidad ideológica podemos hallarla en las premisas de Recasens Siches
sobre el logo matemático. Interpretativamente una primera propuesta de razonamiento de la conducta en general,
la constituía trasponer la valla del logos matemático, es decir, la inveterada costumbre de tener por formulada la
solución de un problema sobre la base de un silogismo jurídico, en donde las premisas principales estaban cons-
tituidas por la norma jurídica y las premisas factuales estaban representadas por los hechos adyacentes al pro-
blema. Finalmente, la conclusión era entendida como la decisión jurídica a aplicar por parte del juzgador. La
homogeneidad transmite un razonamiento en base a premisas fijas, uniformes, en la cual el valor de la norma
solo puede ceñirse a términos absolutos. Cfr. RECASENS SICHES, Luis. “Concepción Mecánica de la Función
Jurisdiccional, especialmente en Francia y otros países durante el siglo XIX”. Extraído de: Nueva filosofía de la
interpretación del Derecho. Porrúa, Ciudad de México, 1980, p. 190.
91 PRIETO SANCHÍS, Luis. Ob. cit., p. 13.
63
Capítulo IV
Debida motivación, ponderación y
proporcionalidad en la jurisprudencia
constitucional
Cicerón
65
EL DEREC H O A L A DEB IDA M OTIV AC IÓ N
Montesquieu
66
EDWIN FIGUEROA GUTARRA
religiosos, etc. En prioridad, si el juicio jurídico era claro, sin verse contaminado por
otro tipo de factores, entonces la decisión no resultaba viciada por factores impuros. Y
si acaso tales elementos externos de impureza se presentaban en alguna forma, ya no se
configuraba una decisión pura en la expresión que debían alcanzar las reglas jurídicas.
Y sin embargo, no obstante la validez de la propuesta de Kelsen para una pri-
mera mitad del siglo XX, hacia la segunda mitad el problema o conflicto ya acusaba
algunos signos de insuficiencia cuando las reglas existentes no permitían resolver los
conflictos íntegramente.
Si bien los principios generales del derecho acudían a pretender llenar los vacíos
de las normas, no resultaba propio concluir que tal forma de justificación pudiera
resultar suficiente en tanto las colisiones de principios presentaban contenidos axioló-
gicos que las reglas no podían en su conjunto resolver. Y por cierto el tema era con-
cluyente: ¿cómo podía invocarse la validez aplicativa de una norma-principio si en
definitiva no eran aceptados los juicios de valor al respecto? La desconfianza hacia las
tesis principistas propiamente desvirtuaba el esbozo de la solución de la controversia
acudiendo a juicios axiológicos o de contenido moral, en tanto ni en el esquema kel-
seniano ni en la construcción de las tesis argumentativas posteriores, debía tener lugar
una forma de valoración que en rigor podía aparecer impropia y sin embargo, los intér-
pretes exigían una solución de carácter integral frente a las controversias producidas,
respecto de las cuales las reglas presentaban un comportamiento de insuficiencia.
¿Cómo entender, entonces, la exigencia de nuevos cánones de argumentación en
los contextos descritos? A juicio nuestro, a partir de los espacios interpretativos que
comienzan a permitir los principios como mandatos de optimización, y sobre todo, a
partir de la concepción tutelar de los derechos fundamentales como normas-principio
que debían cumplir una función integradora respecto de los vacíos que las normas-
regla no estaban en la condición de satisfacer.
Para ese efecto, los mandatos de optimización comienzan a identificar, entonces,
aproximaciones a las acciones de hacer o no hacer pero bajo una forma aplicativa
cercana al óptimo de Pareto92, es decir, identificando el mejor escenario posible para
la realización de un derecho fundamental. Y la optimización no tiene un contenido
definitivo en forma similar al juicio jurídico que representa una norma-regla, pues el
mandato de moralidad del derecho fundamental implicará un hacer o no hacer que
se acerque de modo más próximo al contenido del derecho fundamental invocado,
es decir, su aplicación al caso concreto procurará representar la forma más adecuada
de tutelar el derecho concernido.
67
EL DEREC H O A L A DEB IDA M OTIV AC IÓ N
Abraham Lincoln
68
EDWIN FIGUEROA GUTARRA
muchas de las ideas presentadas, una opción interpretativa entre las muchas de las
cuales dispone el juez constitucional para resolver una controversia.
Nuestra tesis apunta, coincidiendo con Alexy, a que efectivamente se presentan
exigencias a los jueces constitucionales frente a los métodos tradicionales para resolver
los conflictos normativos, en cuanto si una controversia no presenta un nivel de dilu-
cidación bajo la concurrencia de las normas-regla, es tarea imperativa del juez, de un
modo u otro, resolver el caso sometido a su conocimiento. El juez constitucional no se
podría excusar del conocimiento de la litis y menos aún de brindar una solución, pues
no solo no puede dejar de impartir justicia por vacío o deficiencia de la ley, sino que
es su obligación proveer una determinada solución a la controversia presentada, y de
allí que podamos argüir la idea de una exigencia, para el juez constitucional, de imple-
mentar sus estándares de motivación, entre los cuales podemos advertir, sin en abso-
luto agotar las opciones, que la controversia pueda ser resuelta desde la perspectiva de
los principios de interpretación constitucional o que bien pueda el juez construir argu-
mentos desde la opción de proveer una nueva regla si se trata de una sentencia interpre-
tativa que permite reconstruir el significado de la norma sujeta a controversia.
69
EL DEREC H O A L A DEB IDA M OTIV AC IÓ N
95 Para una visión actual del examen de proporcionalidad vide CLERICO, Laura. El examen de proporcionalidad
en el Derecho Constitucional. Eudeba-Universidad de Buenos Aires, Buenos Aires, 2009, pp. 255-315.
96 Cfr. GARCÍA AMADO, José. “El juicio de ponderación y sus partes. Críticas de su escasa relevancia”. En:
SANÍN RESTREPO, Ricardo (coordinador). Justicia constitucional. El rol de la Corte Constitucional en el
Estado contemporáneo. Legis, Bogotá, 2006. Incluido en los Materiales de estudio Academia de la Magistratura
2010, Razonamiento Jurídico, XIV PROFA, Lima, pp. 47-91.
97 AARNIO, Aulis. “Reglas y principios en el ordenamiento jurídico”. En: Anuario da Facultade de Dereito da
Universidade da Coruña. Nº 4, Universidade da Coruña, La Coruña, 2000, p. 596.
98 Expresa el juicio de sindéresis lógica del juzgador a través del uso adecuado de los silogismos jurídicos.
99 Aborda la fundamentación de las premisas en 3 ítems: el respeto a la ley (ámbito de observancia a la norma),
argumentos de la dogmática (ámbito doctrinario) y recurso a los precedentes (ámbito jurisprudencial). Cfr.
GASCÓN ABELLÁN, Marina. “Los argumentos en la interpretación”. Incluido en los Materiales de estudio
Academia de la Magistratura 2010, Razonamiento Jurídico, XII PCA, Lima, p. 70.
100 Cfr. COMMANDUCI, Paolo. “Principios jurídicos e indeterminación del Derecho”. En: Doxa. Nº 21, Volumen II
(Actas del XVIII Congreso de la IVR, Buenos Aires-1977), Universidad de Alicante, Alicante, 1998, pp. 89-104.
101 Vide ALEXY, Robert. Epílogo a la teoría de los derechos fundamentales. Colegio de Registradores de la Pro-
piedad, Mercantiles y Bienes Muebles de España, Madrid, 2004, p. 60.
70
EDWIN FIGUEROA GUTARRA
3. El principio de proporcionalidad
“Hay tantas leyes que nadie está seguro de no ser colgado”
Napoleón Bonaparte
Descrita la ponderación en el acápite precedente, es importante poner de mani-
fiesto si existen diferencias ostensibles con el principio de proporcionalidad pues el
tratamiento en ítems distintos podría, en principio, conducirnos a esa idea.
102 Cfr. FORSTHOFF, Ernst. El Estado en la sociedad industrial. Traducción de L. López Guerra y J. Nicolás
Muñiz, Instituto Europeo de Posgrado, Madrid, 1975, p. 240 y s.
103 Tribunal Federal alemán, con sede en Karlsruhe, creado por la Ley Fundamental de Bonn de 1949. Tribunal
Constitucional Español, creado por la Constitución de 1978.
104 Corte Constitucional de Colombia, creada por la Constitución de 1991.
71
EL DEREC H O A L A DEB IDA M OTIV AC IÓ N
Pues bien, no hay una naturaleza excluyente entre ambos conceptos y sí solamente
de expresión procedimental, pues en tanto la ponderación representa prima facie la
colisión entre principios y la teoría de un balanceo entre derechos fundamentales, el
principio de proporcionalidad asume una dimensión procedimental de la ponderación,
en cuanto representa la aplicación del campo de la ponderación.
Ahora bien, en los sub exámenes del principio de proporcionalidad, si bien los dos
primeros aluden a idoneidad y necesidad, el tercer paso es identificado como ponde-
ración o proporcionalidad en sentido estricto y ello no necesariamente desea expresar
que la ponderación sea una parte del principio de proporcionalidad.
En efecto, la ponderación ha de representar un método de interpretación consti-
tucional que identifica una contraposición entre principios, una macro definición de la
colisión que es posible apreciar entre derechos fundamentales.
A su turno, el principio de proporcionalidad apunta a definir los rangos necesa-
rios de aplicación de un test que se compone de tres pasos en cuanto al examen desde
una posición de control del acto denunciado como vulneratorio. En ese orden de ideas,
satisfechos los exámenes fácticos de idoneidad y necesidad, tiene lugar la valoración
estrictamente jurídico de contraposición de principios vía ponderación o lo que es el
mismo examen, de la proporcionalidad del acto en sentido estricto.
72
EDWIN FIGUEROA GUTARRA
3.2.2. STC Exp. Nº 00007-2006-AI/TC. Caso Calle de las Pizzas. Principio de pro-
porcionalidad
La STC Exp. Nº 00007-2006-AI/TC, caso Calle de las Pizzas, es otro buen ejemplo
de aplicación del principio de proporcionalidad respecto de Ordenanzas Municipales.
Dos derechos se encuentran en conflicto en el caso en comento: una variante del
derecho al descanso, denominado por el Tribunal, derecho a un entorno acústicamente
sano, esto es, el derecho de los vecinos a descansar, y de otro lado, el derecho a la
libertad de trabajo, en rigor, de los negocios de pizzas.
73
EL DEREC H O A L A DEB IDA M OTIV AC IÓ N
74
EDWIN FIGUEROA GUTARRA
75
EL DEREC H O A L A DEB IDA M OTIV AC IÓ N
106 ALEXY, Robert. Teoría de la argumentación jurídica. Palestra Editores, Lima, 2007, p. 24. Prólogo de edición.
107 Cfr. MAGALONI KERPEL, Ana Laura. El precedente constitucional en el sistema judicial norteamericano. Mc
Graw Hill, Madrid, 2001, p. XXIV.
76
EDWIN FIGUEROA GUTARRA
77
EL DEREC H O A L A DEB IDA M OTIV AC IÓ N
pueden apartar del precedente vertical siempre que exista fundamentación congruente
de las razones por las cuales se apartan los juzgadores del precedente constitucional.
Tal atingencia no ocurre con el precedente vinculante en nuestro ordenamiento
jurídico, pues este representa, para el caso sustancialmente similar, la imposición de
una solución concreta de acuerdo a las condiciones de forma y fondo preestablecidas
por el propio precedente, sin posibilidad de apartamiento del juez bajo responsabilidad
de un procedimiento administrativo de sanción.
Entonces una interrogante aflora con nitidez: si el juez anglosajón, en cuyo sis-
tema nació el precedente, se puede apartar de este en forma justificada, ¿cuál es la
razón válida para que el juez constitucional en nuestro sistema no se pueda apartar del
precedente, aun pudiendo justificar?
Notemos un aspecto: el contexto de responsabilidad administrativa por no aca-
tamiento del precedente no nace de la propia legislación infraconstitucional111, sino
por parte de distintos pronunciamientos del Tribunal Constitucional en sendas deci-
siones112, y luego reforzado el tema por el mismo Órgano de Control de la Magistratura.
Mención aparte merece la cuestión de si el precedente vinculante afecta la inde-
pendencia judicial, al imponer una solución forzosa en el caso similar al precedente. En
propiedad, creemos que ocurre esta afectación solo en un nivel de entrada en tanto si
bien el precedente goza de autonomía normativa y constituye fuente de derecho desde
su inserción en el Código Procesal Constitucional, por otro lado deberíamos aplicar
un razonamiento silogístico; si el juez se puede apartar de la norma vía control difuso,
ponderación de intereses y principio de proporcionalidad, ¿por qué no podría hacerlo
respecto del precedente vinculante? Aunque esta cuestión resulta aún una situación sin
respuesta, es importante establecer que fijado el precedente vinculante e identificado el
caso a resolver como similar a este, el juez solo tiene como opción aplicarlo, sin posi-
bilidad en contrario de inaplicar el criterio fijado por el Tribunal Constitucional.
Vistas tales ideas, la ponderación y la proporcionalidad no tendrían entidad apli-
cativa respecto de la fuerza de los precedentes vinculantes. Frente al precedente, el
juez no podría excluir el criterio de aplicación del Tribunal Constitucional respecto al
caso concreto. Solo queda acatar el mandato interpretativo del supremo intérprete de
la Carta Fundamental.
El cambio de precedente es también una práctica habitual en los Tribunales Constitucionales de los sistemas del
civil law”.
111 El artículo VII del Título Preliminar del Código no establece efectivamente responsabilidad funcional en caso de
no acatamiento del precedente vinculante.
112 Entre otras, vide STC Exp. Nº 00006-2006-PC/TC, caso Poder Ejecutivo (demandante) c. Poder Judicial (deman-
dado), sobre casinos tragamonedas, cuyo decisorio señala:
“3. Poner en conocimiento de la Oficina de Control de la Magistratura del Poder Judicial [se refiere a los procesos
declarados nulos por no acatamiento del precedente vinculante STC Exp. Nº 04227-2005-PA/TC, caso Royal
Gaming S.A.C.] para que proceda de conformidad con la Resolución de Jefatura Nº 021-2006-J-OCMA/PJ,
publicada en el diario oficial El Peruano el 4 de abril de 2006”.
78
Anexo:
Un caso de análisis sobre motivación:
STC Exp. Nº 00728-2008-PHC/TC
Caso Giuliana Llamoja
2. Posición de la demandante
Giuliana Llamoja plantea como cuestión fáctica contradictoria que el examen
valorativo de los magistrados demandados afecta su libertad individual en la medida
que, alega, las sentencias materia de impugnación están basadas en falacias, argu-
cias y premisas falsas que distorsionan el orden de los hechos. Alega la demandante
que resulta ilógico que se le hubiere condenado respecto de los hechos producidos
en una gresca familiar ocurrida en su domicilio con su señora madre, la occisa, quien
recibió 60 heridas con arma blanca, muchas de las cuales superficiales, en tanto que
ella recibió 22 heridas. Sostiene que el juzgador minimizó las heridas sufridas por ella,
en tanto que maximizó las heridas sufridas por la occisa. Afirma, igualmente, que no
se ha aclarado cómo se produjo la herida mortal y que hubo distorsión de los hechos,
al concluirse que fue ella quien primero cogió el cuchillo, en tanto que realmente fue
la occisa quien efectuó la primera agresión con arma blanca.
79
EL DEREC H O A L A DEB IDA M OTIV AC IÓ N
113 COLOMER HERNÁNDEZ, Ignacio. La motivación de las sentencias. Sus exigencias constitucionales y legales.
Tirant lo Blanch, Valencia, 2003, p. 269.
114 STC Exp. Nº 00728-2008-PHC/TC, f. j. 7.
80
EDWIN FIGUEROA GUTARRA
El Tribunal Constitucional precisa que esta digresión115 “se presenta en una doble
dimensión; por un lado, cuando existe invalidez de una inferencia a partir de las pre-
misas que establece previamente el juez en su decisión; y, por otro lado, cuando existe
incoherencia narrativa, que a la postre se presenta como un discurso absolutamente
confuso incapaz de transmitir, de modo coherente, las razones en las que se apoya la
decisión. Se trata, en ambos casos, de identificar el ámbito constitucional de la debida
motivación mediante el control de los argumentos utilizados en la decisión asumida
por el Juez o Tribunal; sea desde la perspectiva de su corrección lógica o desde su
coherencia narrativa”.
81
EL DEREC H O A L A DEB IDA M OTIV AC IÓ N
82
EDWIN FIGUEROA GUTARRA
acometió cuatro heridas, sea la víctima. Las reglas de la lógica bien pueden informar
que bastaría una herida mortal inclusive, frente a sesenta heridas superficiales y que
por el contrario, en el caso en comento bien pudo ser Giuliana Llamoja quien sufriera el
resultado muerte si hubiere resultado de necesidad mortal una de las heridas recibidas.
A nuestro juicio, el razonamiento lógico de la Corte Suprema partió de un enun-
ciado de suficiencia al apreciar el número de heridas causadas. Sin embargo, faltó esta-
blecer un juicio de valoración lógica para relacionar las heridas mortales con el resul-
tado muerte. Incluso se señala que solo fue una herida mortal la sufrida por la occisa
en tanto que cincuenta y nueve heridas resultaron superficiales. Es entonces esta falta
de corrección lógica la observación que acota el Tribunal Constitucional.
Respecto del catálogo de contradicciones a la motivación, esta falta de corrección
lógica bien puede ser clasificada en el ámbito de falta de motivación interna del razo-
namiento, conforme al acápite 3.5.3 b) de esta investigación.
83
EL DEREC H O A L A DEB IDA M OTIV AC IÓ N
explicite que los golpes inclusive se produjeron si una de las participantes perdió el
dominio del arma blanca en determinadas circunstancias de tiempo y espacio.
A juicio del Tribunal, la sentencia de la Corte Suprema “presenta una gruesa
incoherencia en su narración”. En tal sentido, “una motivación ilógica e incongruente
vulnera el principio de prohibición de la arbitrariedad”.
Veamos ahora: ¿es arbitraria una sentencia que emite conclusiones distintas res-
pecto de sus premisas? A nuestro juicio, sí, salvo excepción objetiva de que las pre-
misas sean modificadas y expliciten un juicio valorativo fáctico diferente. En el caso
en comento, resulta objetivo que no podemos en definitiva cerrar el juicio final de aná-
lisis del caso, refiriendo el uso de los puños si antes cumplimos con señalar que las par-
ticipantes usaron cuchillos durante la gresca.
En el tema constitucional, esta falta de coherencia narrativa determina para el Tri-
bunal, que se ha afectado el debido proceso en su manifestación de motivación de la
decisión y tal circunstancia, en un proceso penal, resulta violatoria de la libertad per-
sonal de la demandante.
84
EDWIN FIGUEROA GUTARRA
corazonada que pudiera tener el juzgador para resolver, en modo similar al método de
Kaplan117, de primera impresión inicial. A juicio nuestro, la Sala Suprema partió de un
juicio valorativo fundado pero faltó explicarlo de mejor forma.
Igualmente existe dureza en el fundamento jurídico 32 de la sentencia al enunciarse:
“32. Llegado a este punto, este Colegiado Constitucional considera que, defini-
tivamente, la sentencia impugnada no se encuentra dentro del ámbito de la sen-
tencia penal estándar, sino que forma parte de aquellas que se caracterizan por
el hábito de la declamación demostrativa de dar ciertos hechos como probados;
luego de lo cual tales hechos son declarados de manera sacramental y sin ninguna
pretensión explicativa como constitutivos de un ilícito penal como si de una deri-
vación mecánica se tratase”.
Es de notar que el derecho a la libertad de expresión, como derecho fundamental
contemplado en el artículo dos inciso cuarto de la Constitución, permite al juzgador
igualmente emitir un razonamiento de valor sobre lo producido por otro juzgador, mas
la fuerza de la razonabilidad y ponderación en la expresión, conduce a un deber de
lealtad en la altura de las expresiones. En nuestra opinión, la más alta investidura de
justicia en el Poder Judicial –la Corte Suprema– resume la trayectoria de un magis-
trado que debe decidir en la más alta instancia. Y no creemos, con objetividad, que
en ciertas instancias judiciales se practique el hábito de la declamación demostrativa
de dar ciertos hechos como probados. Menos aún que los hechos, en el proceso penal,
sean declarados de manera sacramental y sin ninguna pretensión explicativa como
constitutivos de un ilícito penal, cual derivación mecánica.
Por el contrario, la implementación de cursos de razonamiento jurídico en todos
los niveles de formación de la Academia de la Magistratura –Ascenso, Aspirantes y
Actualización– vienen incidiendo en el mejor manejo de herramientas interpretativas
y ello es una prueba evidente, palpable e incontrastable. A su vez, los cursos de for-
mación en materias como Derecho Constitucional, derechos humanos y derechos fun-
damentales que componen el debido proceso, igualmente han merecido un énfasis por
parte de los órganos directivos y académicos del Poder Judicial y de la Academia de
la Magistratura. Entonces, creemos con firmeza que el uso de herramientas interpreta-
tivas y de manejo de derechos fundamentales, va mejorando ostensiblemente y ello se
va proyectando gradualmente en mejores decisiones de los órganos jurisdiccionales.
117 Citado por ATIENZA, Manuel. Ob. cit., p. 33, en referencia a Martín Kaplan (1983) y su método de información
integrada: “El proceso de toma de decisión de un juez o un jurado es el resultado de la combinación de los valores
de información y de impresión inicial. El proceso de decisión comienza con la acumulación de las unidades de
prueba o información; a ello le sigue el proceso de evaluación en el que a cada ítem informativo se le asigna un
valor en una escala específica para el juicio que se está desarrollando; el tercer paso consiste en atribuir un peso
a cada información; luego se integra la información evaluada y sopesada en un juicio singular como por ejemplo,
probabilidad de culpabilidad; y, finalmente, se toma en cuenta la impresión inicial, esto es, los prejuicios del
juez o del jurado que pueden provenir tanto de condiciones situacionales como de condiciones asociadas con su
personalidad”.
85
EL DEREC H O A L A DEB IDA M OTIV AC IÓ N
Creemos, en suma, que podrá mejorar el canon interpretativo de las sentencias del
Poder Judicial y que ése es el objetivo al cual apuntala la institucionalidad directriz y
académica del Poder Judicial. En tanto, no se condice con la realidad una valoración
por cierto matizada en exceso de las decisiones de los juzgadores como la que efectúa
el Tribunal Constitucional respecto de la sentencia en comento. Las carencias y falen-
cias que eventualmente pudiera presentar un juicio de valor de un órgano jurisdic-
cional, deben ser objeto de crítica en una dimensión acorde con la investidura del Des-
pacho observado. Calificativos como los expresados por el Tribunal, a juicio nuestro
y dicho esto con sumo respeto, le restan objetividad, horizonte y altura a la valoración
constitucional efectuada por el supremo intérprete de la Constitución.
86
EDWIN FIGUEROA GUTARRA
87
EL DEREC H O A L A DEB IDA M OTIV AC IÓ N
Sin duda, la decisión que ordena expedir nueva resolución constituye un mandato
del órgano de control de la Constitución. Y debemos advertir un detalle adicional de
relevancia: la decisión de la Sala Suprema es una resolución que goza de la garantía de
88
EDWIN FIGUEROA GUTARRA
la cosa juzgada, es decir, constituye per se una decisión revestida de la coertio y exe-
cutio, lo que supone su ejecución inmediata.
Sobre la cosa juzgada, es importante reseñar que la autoridad de cosa juzgada
reside en la sentencia y sus caracteres son la inmutabilidad y la coercibilidad, es decir,
que proyecta sus efectos hacia el pasado y hacia el futuro, y las partes se encuentran
obligadas a cumplir y hacer cumplir el pronunciamiento judicial sobre el caso juz-
gado. La res iudicata, de este modo, es una garantía procesal mediante la cual se dota
a ciertas resoluciones de una especial claridad que impide que entre las mismas partes
se vuelva a debatir sobre el mismo asunto: igual causa (hechos) y objeto (pretensión) y
dictarse nueva resolución, constituyendo un principio del debido proceso que da segu-
ridad a las decisiones judiciales.
Se genera, por consiguiente, un principio de inmutabilidad de las sentencias que
involucra, igualmente, que el mandato del Juzgador sea cumplido en los términos en
que ha sido dispuesto, no correspondiendo se desnaturalice un mandato con la deter-
minación de una alternativa distinta al sentido de la resolución final y a este efecto,
constituye deber del Juzgador no dejar de administrar justicia por un supuesto vacío
del mandato.
No obstante ello, la sentencia constitucional firme goza de una garantía extraor-
dinaria y es el efecto y acción de quebrar una decisión que constituya cosa juzgada,
por afectación de un derecho fundamental. He aquí entonces que es posible apreciar el
poder con el cual se ve fortalecida una decisión constitucional.
89
EL DEREC H O A L A DEB IDA M OTIV AC IÓ N
Bibliografía general
• ALCHOURRON, Carlos. Sobre Derecho y Lógica. Incluido en: Materiales Razo-
namiento Jurídico. Noveno Curso Programa de Capacitación para el Ascenso
PCA, marzo de 2008, Academia de la Magistratura.
• ALEXY, Robert. Teoría de la argumentación jurídica. Palestra, Lima, 2007.
• ALEXY, Robert. Teoría de los derechos fundamentales. Centro de Estudios
Políticos y Constitucionales, Madrid, 2002.
• ALEXY, Robert. La pretensión de corrección del Derecho. Universidad Externado
de Colombia, Bogotá, 2001.
• ASIS DE ROIG, Rafael. Jueces y normas. La decisión judicial desde el ordena-
miento. Marcial Pons, Madrid, 1995.
• ATIENZA, Manuel. “10 consejos apresurados”. En: Palestra del Tribunal Consti-
tucional. Vol. XXVII, Nº 3, Palestra Editores, Lima, marzo de 2008, pp. 198-199.
• ATIENZA, Manuel. Ideas para una Filosofía del Derecho. Una propuesta para
el mundo latino. Fondo Editorial Universidad Inca Garcilaso de la Vega, Lima,
2008.
• ATIENZA, Manuel. Interpretación constitucional. Universidad Libre, Bogotá,
2010.
• ATIENZA, Manuel. La guerra de las falacias. Librería Compas, Alicante, 2008.
• ATIENZA, Manuel. Las razones del Derecho. Palestra Editores, Lima, 2004.
• BERNAL PULIDO, Carlos. “La ponderación como procedimiento para inter-
pretar los derechos fundamentales”. En: Cáceres, E. Flores, I. B. Saldaña, J. y
Villanueva, E. (coordinadores). Problemas contemporáneos de la filosofía del
Derecho. Universidad Nacional Autónoma de México, Ciudad de México, 2005,
pp. 17-35.
• BOBBIO, Norberto. Teoria dell’ordinamento giuridico. Turín, 1960. Citado por:
DEL HIERRO, José Luis. Introducción al Derecho. Síntesis, Madrid, 1997.
• CARBONELL, Miguel (coordinador). Neoconstitucionalismo(s). Trotta, Madrid,
2003.
• CASTILLO CÓRDOVA, Luis. Comentarios al Código Procesal Constitucional.
Tomo I, Título Preliminar y Disposiciones Generales. 2ª edición, Palestra, Lima,
2006.
90
EDWIN FIGUEROA GUTARRA
91
EL DEREC H O A L A DEB IDA M OTIV AC IÓ N
92
JURISPRUDENCIA
SUMILLADA
Establecen precedente para evaluar adecuada
motivación de las decisiones fiscales y judiciales
Exp. Nº 120-2014-PCNM
Caso: Hugo Raúl Villasís Rojas
Sentido del fallo: Renovar la confianza
Resolución emitida por el Consejo Nacional de la Magistratura el 28/05/2014
PALABRAS
CLAVES
evaluación y ratificación
95
J URIS P RUDENC IA S UM IL L ADA
Lima Sur, procediéndose con el acto de proclamación y entrega de título el 11 de enero de 2012.
En tal sentido, a la fecha ha transcurrido el período de siete años a que se refiere el artículo 154°
inciso 2 de la Constitución Política del Estado para los fines del proceso de evaluación y ratifi-
cación correspondiente.
2. Que, por Acuerdo del Pleno del Consejo Nacional de la Magistratura se aprobó la Convocatoria
N° 001-2014-CNM de los procesos individuales de evaluación integral y ratificación, compren-
diendo entre otros a don Hugo Raúl Villasís Rojas en su calidad de Fiscal Adjunto Provincial Es-
pecializado en Delitos de Corrupción de Funcionarios de Lima Sur del Distrito Judicial de Lima
Sur, siendo el período de evaluación del magistrado desde el 20 de abril de 2005 hasta el 25 de
octubre de 2010 y, desde el 12 de enero de 2012 a la fecha de conclusión del presente proceso,
cuyas etapas han culminado con la entrevista personal al evaluado llevada a cabo en sesión pú-
blica del 26 de marzo de 2014, habiéndose garantizado el acceso previo al expediente e informe
individual para su lectura respectiva, respetando en todo momento las garantías del derecho al
debido proceso, por lo que corresponde adoptar la decisión.
II. EVALUACIÓN DE LA CONDUCTA
3. Que, con relación al rubro conducta
a) El magistrado evaluado no registra medidas disciplinarias en su contra. Asimismo no se han pre-
sentado cuestionamientos a su conducta por el mecanismo de participación ciudadana. Por con-
siguiente, los elementos que corresponden a este parámetro constituyen una evaluación favora-
ble a su conducta.
b) No registra tardanzas o ausencias injustificadas.
c) La información de los referéndums llevados a cabo el año 2013 por el Colegio de Abogados de
Lima Sur, y de los años 2006, 2007 y 2008 por el Colegio de Abogados de Ucayali proyectan un
resultado satisfactorio respecto a su desempeño como magistrado; de igual forma, no se advierte
que haya sido sujeto de sanción, queja o proceso disciplinario alguno por el gremio profesional
de abogados que menoscaben la valoración de su conducta.
d) No registra antecedentes negativos de índole policial, judicial, ni penal; asimismo, no se advier-
ten anotaciones sobre sentencias en su contra derivadas de procesos judiciales con declaración
de responsabilidad.
e) Con relación a su información patrimonial, de acuerdo con el estudio de sus declaraciones jura-
das anuales y de la revisión realizada en el acto de su entrevista personal, no se aprecia variación
injustificada, habiendo explicado adecuadamente los aspectos relacionados con este parámetro
de evaluación y aclarado las dudas surgidas durante el acto de entrevista.
FUNDAMENTO
Teniendo en cuenta los parámetros previamente anotados, la
PRINCIPAL evaluación del rubro conducta permite concluir que en líneas
generales don Hugo Raúl Villasís Rojas ha observado una con-
La conducta del evaluado ha
sido conforme al cargo que ducta adecuada al cargo que desempeña, no existiendo elemen-
desempeña tos objetivos que lo desmerezcan en este rubro.
96
EDWIN FIGUEROA GUTARRA
todas las resoluciones, dictámenes, disposiciones, actas y otros documentos producidos por los
magistrados de nuestro país. Dichos criterios serán desarrollados a partir del fundamento quinto
de la presente resolución.
b) En cuanto a la calidad en la gestión de procesos y organización del trabajo, aspectos que se eva-
lúan en forma correlacionada, se advierte una aceptable actuación en la gestión y organización,
lo que conjuntamente con el ítem anterior constituye una evaluación favorable.
c) Respecto al ítem celeridad y rendimiento, de la revisión y estudio de la información remitida a
este Consejo por el Ministerio Público, se advierte que el magistrado se encuentra desarrollando
su función fiscal en forma eficiente.
d) Asimismo, acerca del rubro publicaciones cabe resaltar que el magistrado en mención ha publi-
cado cuatro artículos durante el periodo sujeto a evaluación, lo cual pone de relieve su interés
académico.
e) De otro lado, sobre su desarrollo profesional, se aprecia que el evaluado denota un gran interés
por mantenerse actualizado, habiendo desarrollado en forma continua cursos de especialización/
diplomados en los que ha obtenido notas aprobatorias, destacando los realizados en la Acade-
mia de la Magistratura, asimismo, según lo informado por el evaluado en su formato de datos y
en su entrevista personal, durante el periodo sujeto a evaluación ha obtenido el título de Magís-
ter en Derecho Constitucional por la Universidad Nacional Federico Villareal con la tesis titula-
da “La imparcialidad de los Jueces Penales y la labor de control del Tribunal Constitucional”,
así como también ha concluido sus estudios de Doctorado en la Universidad Nacional Mayor de
San Marcos, incidiendo todo ello directamente en el mejoramiento de su ejercicio fiscal.
DOCTRINA 6.
Estas deficiencias tienen como consecuencia directa la dismi-
JURISPRUDENCIAL nución de la claridad de la decisión y muchas veces acarrea una
baja calificación al ser evaluados por los especialistas. Por otro
Al argumentar los magistra-
dos se limitan a trascribir lado, en lo concerniente al aspecto material, esto es, la funda-
normas y extractos de la ac- mentación de la decisión y los recursos argumentativos, se ha
tuación probatoria, sin labor observado que los magistrados, en la mayoría de casos, limi-
interpretativa alguna tan su razonamiento a transcribir el contenido de las normas
aplicables al caso, sin efectuar procedimiento interpretativo
alguno, sea de subsunción o ponderación de derechos fundamentales. Antes bien, los ma-
gistrados suelen reemplazar su razonamiento a través de la transcripción de extractos de
la actuación probatoria –testimoniales, pericias, inspecciones, etc.– sin valorar el aporte
objetivo de los mismos a su decisión.
97
J URIS P RUDENC IA S UM IL L ADA
DOCTRINA 10. Una resolución o dictamen es de buena calidad y por ende re-
JURISPRUDENCIAL fleja un buen desempeño en la magistratura, si cumple con las
No basta orden y claridad en
exigencias o requisitos que la ley establece para su validez; de
la resolución, esta debe ser modo tal que, no basta que haya un orden o claridad en la mis-
motivada de acuerdo a ley ma, se requiere que se encuentre motivada según los paráme-
tros que las leyes estipulan. Así, por ejemplo, una sentencia
condenatoria no será de calidad, si se ha omitido una motivación acerca de la subsunción
jurídica o calificación penal o sobre la determinación judicial de la pena, siendo que este
último aspecto es relevante por la consecuencia jurídica sobre el derecho fundamental a
la libertad y otro.
IV.4. Evaluación de la comprensión jurídica del problema
98
EDWIN FIGUEROA GUTARRA
DOCTRINA
12. Con relación a su aspecto formal, una resolución, dictamen o
JURISPRUDENCIAL disposición es de calidad cuando evidencia cuidado en la re-
dacción del documento, es decir, que reduce en la mayor me-
Debe evitarse los errores or-
tográficos y de puntuación;
dida posible los errores provenientes del mal uso del lenguaje
además, debe existir una escrito tales como: el mal uso de las reglas de ortografía y de
concatenación en la argu- puntuación. Sin embargo, esto no basta para denotar calidad
mentación en la redacción del documento, para ello el magistrado tam-
bién deberá tener cuidado en la construcción de oraciones y
concatenación de argumentos. Se ha observado que los magistrados redactan párrafos in-
terminables que contienen argumentos distintos, y hasta contrapuestos, pero que solo se
encuentran divididos por una coma. Ello hace difícil determinar cuál es la conexión de
los argumentos y su relevancia para la toma de la decisión. Por tanto, una resolución de
calidad, deberá ser correcta en lo referente al manejo del lenguaje escrito, así como en la
coherencia de los enunciados que la conforman.
DOCTRINA
13. La comprensión jurídica del problema y la calidad de la expo-
JURISPRUDENCIAL sición o argumentación, además de sujetarse a los criterios de
orden, claridad, así como del correcto uso del lenguaje colo-
La argumentación debe con-
tener la identificación y des- quial y jurídico, debe contener la identificación y descripción
cripción del tipo de proble- del tipo de problema a resolver, es decir, si se trata de un pro-
ma a resolver blema sobre fijación de los hechos materia de discusión, de
prueba, de interpretación o de calificación jurídica. Asimismo,
se tiene que determinar si el caso que se pretende resolver es un caso fácil, un caso difícil
o un caso trágico, ya que según la magnitud del problema o de los puntos en discusión se
tendrá que desarrollar una mayor o menor argumentación jurídica.
DOCTRINA 14. Por otro lado, debe tomarse en cuenta si se trata de una deci-
JURISPRUDENCIAL sión de primer grado o de resolver un medio de impugnación
(v. gr. recurso de apelación, nulidad, queja o casación). Cuan-
Cuando se trate de resol-
ver una impugnación, debe- do se trata de decisiones judiciales o fiscales que resuelven im-
rá respetarse la fijación de pugnaciones debe respetarse la fijación de los agravios y fun-
agravios planteados por el damentos planteados por el recurrente y lo que se sostuvo en la
recurrente decisión recurrida, a fin de que se dé cabal respuesta a cada uno
de ellos, evitando en todo momento las incongruencias omisi-
vas de carácter recursivo (véase Exp. N° 04295-2007-PHC/TC caso: Luis Eladio Casas
Santillán).
IV.5. Evaluación de la coherencia lógica y solidez de la argumentación
DOCTRINA 15. Toda resolución, dictamen, disposición y acta debe ser cohe-
JURISPRUDENCIAL rente desde una perspectiva lógica, esencialmente con ausen-
Toda resolución debe res-
cia de contradicciones, así como respetar los principios lógicos
petar principios lógicos, así (v.gr. identidad, tercio excluido y razón suficiente). Es de ad-
como ser coherente y sin vertir que la coherencia lógica de una resolución se refiere a la
contradicciones corrección del procedimiento deductivo (justificación interna),
ya sea de las premisas fácticas o normativas, por lo que a un
determinado caso se le pretende aplicar una o varias disposiciones jurídicas a fin de esta-
blecer una determinada consecuencia.
99
J URIS P RUDENC IA S UM IL L ADA
100
EDWIN FIGUEROA GUTARRA
101
J URIS P RUDENC IA S UM IL L ADA
102
EDWIN FIGUEROA GUTARRA
103
Recurso de agravio constitucional carente de
fundamentación será rechazado liminarmente
EXP. Nº 00987-2014-PA/TC-SANTA
FRANCISCA LILIA VÁSQUEZ ROMERO
SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
ASUNTO
Recurso de agravio constitucional interpuesto por doña Francisca Lilia Vásquez Romero contra la
resolución de fojas 278, de fecha 14 de noviembre de 2013, expedida por la Primera Sala Civil de la
Corte Superior de Justicia del Santa, que declaró improcedente la demanda de autos.
ANTECEDENTES
Con fecha 12 de marzo de 2013, la recurrente interpone demanda de amparo contra los integrantes
de la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia del Santa, de la Sala Civil Permanente de la
Corte Suprema de Justicia de la República y de la Sala de Derecho Constitucional y Social Perma-
nente de la Corte Suprema de Justicia de la República, así como contra el Presidente y el Procurador
Público del Poder Judicial, solicitando que se declare la nulidad de todo lo actuado en el proceso de
tercería preferente de pago correspondiente al Exp. Nº 1460-2006 desde la Resolución Nº 38, de fe-
cha 4 de diciembre de 2009 hasta el Decreto Nº 5, de fecha 25 de enero de 2013, por haberse vulne-
rado sus derechos “al debido proceso, de petición, de defensa, de libre acceso al órgano jurisdiccio-
nal y a la tutela procesal efectiva”.
104
EDWIN FIGUEROA GUTARRA
Refiere que en el proceso de ejecución de garantías seguido en su contra por el Banco Wiese
Sudameris (ahora Scotiabank), hasta la fecha no se le ha notificado la ejecutoria suprema que resolvió
su recurso de casación, ni el Decreto Nº 40, de fecha 19 de octubre de 2011. Sostiene, igualmente, que
la Sala Civil Suprema emplazada ha actuado en forma ilegal porque el proceso de tercería preferente
de pago que es civil lo transformó en constitucional y, “cambiando de jurisdicción”, lo remitió a la Sala
Constitucional Suprema emplazada; y que los jueces del Cuarto Juzgado Civil de Chimbote y los voca-
les de la Sala Superior emplazada han tramitado con fraude el Exp. Nº 1460-2006.
El Tercer Juzgado Civil de Chimbote, con fecha 26 de marzo de 2013, declaró improcedente la de-
manda, por considerar que los hechos y el petitorio de la demanda no están referidos en forma di-
recta al contenido constitucionalmente protegido de los derechos invocados, porque la recurrente
pretende replantear la controversia pese a que ha sido debidamente resuelta por los órganos jurisdic-
cionales emplazados; y en razón a que ha vencido el plazo de prescripción para interponer la deman-
da, por cuanto la Resolución Nº 40 le fue notificada el 26 de octubre de 2011.
La Sala revisora confirmó la apelada, por estimar que entre la fecha de notificación de la Resolu-
ción Nº 40 y la de interposición de la demanda ha transcurrido en exceso el plazo de prescripción.
FUNDAMENTOS
§ Procedencia de la demanda
1. Antes de dilucidar la controversia, el Tribunal Constitucional estima necesario pronunciarse res-
pecto a la declaración de improcedencia liminar de la demanda.
2. El Tercer Juzgado Civil de Chimbote declaró improcedente la demanda, por considerar que los
hechos y el petitorio no estaban referidos en forma directa al contenido constitucionalmente pro-
tegido de los derechos invocados, toda vez que la actora pretende replantear una controversia
debidamente resuelta por los órganos jurisdiccionales emplazados. En consecuencia, se estimó
de aplicación el inciso 1) del artículo 5 del Código Procesal Constitucional. Considera, además,
que ha vencido el plazo de prescripción para interponer la demanda, lo cual supone –aunque no
haya sido expresamente citada– la aplicación de la causal de improcedencia prevista en el inciso
10) del numeral 5 del mismo cuerpo legal.
3. Por su parte, la Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia del Santa confirmó dicho pro-
nunciamiento por considerar que el plazo de prescripción transcurrió en exceso, siendo de apli-
cación el inciso 10) del artículo 5 del Código Procesal Constitucional.
DOCTRINA 4. Debe tenerse presente que solo cabe acudir al rechazo liminar
JURISPRUDENCIAL de la demanda de amparo cuando no exista margen de duda
Solo cabe rechazo liminar
respecto de su improcedencia. Dicho con otras palabras, cuan-
cuando no exista duda so- do de una manera manifiesta se configure una causal de im-
bre improcedencia de la de- procedencia específicamente prevista en el Código Procesal
manda Constitucional.
5. En ese sentido, corresponde analizar ambos pronunciamientos a efectos de verificar si la deman-
da se subsume, o no, en alguno de los supuestos de improcedencia previstos en el artículo 5 del
Código Procesal Constitucional, conforme lo dispone, además, el numeral 47 del mismo.
6. Respecto a la configuración de la causal de improcedencia prevista en el inciso 1) del artículo 5
del Código Procesal Constitucional, debe precisarse que la demandante ha alegado que no se le
han notificado resoluciones y que se alteró el trámite procesal de su pretensión ante la Corte Su-
prema; supuestas vulneraciones que pueden ser interpretadas como conexas con el contenido del
derecho al debido proceso.
7. En cuanto al cómputo del plazo de prescripción, conviene tener presente que el inciso 5) del ar-
tículo 44 del Código Procesal Constitucional, prescribe que “Si el agravio consiste en una omi-
sión, el plazo no transcurrirá mientras ella subsista”.
105
J URIS P RUDENC IA S UM IL L ADA
106
EDWIN FIGUEROA GUTARRA
17. Tal posición se sustenta en diferentes principios relacionados con la naturaleza y fines de los pro-
cesos constitucionales y, particularmente, para efectos del presente caso, en los de economía e
informalidad. [Cfr. STC Exp. Nº 04587-2004-PA/TC, fundamentos 16 a 19].
DOCTRINA 18. Por lo que hace al principio de economía procesal, este Tribu-
JURISPRUDENCIAL nal ha establecido que si de los actuados existen los suficientes
elementos de juicio como para emitir un pronunciamiento so-
Principio de economía pro-
cesal permite pronuncia- bre el fondo pese al rechazo liminar de la demanda, resulta in-
miento sobre el fondo pese necesario obligar a las partes a reiniciar el proceso, no obstan-
a rechazo liminar en instan- te todo el tiempo transcurrido. Con ello, no solo se posterga la
cias anteriores resolución del conflicto innecesariamente, sino que, a la par, se
sobrecarga innecesariamente la labor de las instancias jurisdic-
cionales competentes.
107
J URIS P RUDENC IA S UM IL L ADA
296, 317, 318, 319, 320, 322, 324, 326, 328, 330 y 332, con lo cual su derecho de defensa no se
ha visto afectado en tanto han tenido conocimiento oportuno de la existencia del presente pro-
ceso. Por lo expuesto, para este Tribunal queda claro que el derecho de defensa de los emplaza-
dos ha quedado plenamente garantizado en la presente causa, toda vez que tuvieron la oportuni-
dad de hacer ejercicio de él.
108
EDWIN FIGUEROA GUTARRA
el debido proceso. Y siendo que el Poder Judicial con sus magistrados como juez y parte en
su interés litigando en lugar del Banco y rehusándose escuchar, oír y entender el reclamo de
la recurrente” (fojas 97, énfasis agregado).
§ Análisis de la controversia
28. La recurrente alega que se han vulnerado sus derechos al debido proceso, de petición, de defen-
sa, de libre acceso al órgano jurisdiccional y a la tutela procesal efectiva, porque los jueces del
Cuarto Juzgado Civil de Chimbote, los jueces de la Sala Superior emplazada y los jueces de las
Salas Supremas emplazadas se habrían confabulado para litigar en su contra y tramitar con frau-
de el proceso de tercería preferente de pago recaído en el Expediente Nº 1460-2006 y favorecer
al Banco Wiese Sudameris (hoy Scotiabank).
FUNDAMENTO 29. Sin embargo, de la revisión de los actuados este Tribunal ad-
PRINCIPAL vierte que no obra medio probatorio alguno que acredite ta-
No se ha acreditado alegada
les alegatos. En efecto, de los actos procesales aportados no
confabulación entre bancos se evidencia la confabulación alegada, ni el fraude imputado,
y jueces a cargo del proceso y también cabe enfatizar que ninguno de ellos prueba que a la
en su contra recurrente se le haya imposibilitado o negado el libre acceso al
órgano jurisdiccional.
30. En consecuencia, y respecto de este primer extremo, el Tribunal Constitucional estima que no se
ha acreditado la violación de los derechos invocados supra.
31. De otro lado, la recurrente también alega que no se le ha notificado la ejecutoria suprema que re-
solvió su recurso de casación, ni el Decreto Nº 40, de fecha 19 de octubre de 2011.
109
J URIS P RUDENC IA S UM IL L ADA
de pago ante una posible ejecución de un predio rústico, constituido por la parcela de terreno
Nº 11283”. Tal es la justificación expresada por la Sala Civil Suprema emplazada para remitir la
causa a la Sala Constitucional Suprema emplazada, la cual es conforme con el inciso 4) del ar-
tículo 35 del Decreto Supremo Nº 017-93-JUS, que prescribe que la Sala de Derecho Constitu-
cional y Social conoce “De los recursos de casación en materia de Derecho Laboral y Agrario
cuando la ley expresamente lo señala”.
35. En consonancia con esta disposición, la Resolución Administrativa de Presidencia Nº 006-2001-
P-CS, de fecha 30 de abril de 2001, dispone en su artículo 1 que la referida Sala es la competen-
te para conocer “de los recursos de nulidad y casaciones agrarias pares e impares (...)”.
41. Una lectura descontextualizada de dicha disposición podría conducir a creer que bastaría para
que se conceda el recurso con la desestimación de la demanda y el cumplimiento del plazo para
la interposición del recurso, pero este Tribunal Constitucional ya ha señalado, en la STC Exp.
Nº 02877-2005-PHC/TC, que “a partir de la jurisprudencia y las disposiciones del Código Pro-
cesal Constitucional mencionadas, e inferirse que el contenido constitucionalmente protegido
de los derechos es requisito de procedencia de la demanda, pero también del RAC” (fundamen-
to jurídico 27).
110
EDWIN FIGUEROA GUTARRA
45. El Reglamento Normativo de este Tribunal Constitucional, que actualmente se encuentra vigen-
te, aborda este problema en su artículo 11:
“Una de las Salas se encargará de calificar la procedencia de las causas que lleguen al Tribunal. La
Sala determinará si, tras la presentación de los recursos de agravio constitucional, se debe ingresar
a resolver sobre el fondo. Para realizar tal análisis, aparte de los criterios establecidos en el artículo
18 del Código Procesal Constitucional, la Sala declarará su improcedencia, a través de un Auto, en
los siguientes supuestos: si el recurso no se refiere a la protección del contenido esencial del ám-
bito constitucionalmente protegido de un derecho fundamental; si el objeto del recurso, o de la de-
manda, es manifiestamente infundado, por ser fútil o inconsistente; o, si ya se ha decidido de ma-
nera desestimatoria en casos sustancialmente idénticos, pudiendo acumularse”.
111
J URIS P RUDENC IA S UM IL L ADA
112
Razonamiento lógico del juez debe ser
expresamente indicado en su sentencia
El caso Llamoja sigue siendo uno de los fallos más importantes del Tribunal Cons-
titucional en materia del derecho a la debida motivación, fijando en propiedad
escenarios contradictorios al deber de motivar. El Guardián de la Constitución
establece las siguientes categorías: a) Inexistencia de motivación o motivación
aparente; b) falta de motivación interna del razonamiento; c) deficiencias en la
SUMILLA motivación externa; justificación de las premisas; d) la motivación insuficiente;
e) la motivación sustancialmente incongruente. Si asumimos estas patologías de la
motivación en clave negativa, es decir, como aquello en que no deben incurrir los
jueces al motivar, entonces advertimos la importancia de cuidar la motivación en
estos aspectos, dado que todas estas modalidades de una indebida motivación re-
presentan afectación a derechos fundamentales.
PALABRAS
derecho a la debida motivación de las resoluciones judiciales,
CLAVES prueba indiciaria, derecho a la presunción de inocencia, principio
in dubio pro reo, hábeas corpus contra resolución judicial
EXP. Nº 00728-2008-PHC/TC-LIMA
GIULIANA FLOR DE MARÍA LLAMOJA HILARES
SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
En Lima, a los 13 días del mes de octubre de 2008, el Pleno del Tribunal Constitucional, integrada
por los magistrados Mesía Ramírez, Vergara Gotelli, Landa Arroyo, Beamount Callirgos, Calle Ha-
yen, Eto Cruz y Álvarez Miranda, pronuncia la siguiente sentencia y con el fundamento de voto del
magistrado Álvarez Miranda, que se adjunta
ASUNTO
El recurso de agravio constitucional interpuesto por Giuliana Flor de María Llamoja Hilares contra
la sentencia expedida por la Primera Sala Penal para Reos en Cárcel de la Corte Superior de Justi-
cia de Lima, de fojas 2488, su fecha 23 de noviembre de 2007, que declaró improcedente la deman-
da de autos.
ANTECEDENTES
Con fecha 3 de agosto de 2007, la recurrente interpone demanda de hábeas corpus, contra los Vo-
cales integrantes de la Tercera Sala Penal con Reos en Cárcel de la Corte Superior de Justicia de
Lima, señores Josué Pariona Pastrana, Manuel Carranza Paniagua y Arturo Zapata Carbajal; y con-
tra los Vocales integrantes de la Primera Sala Penal Transitoria de la Corte Suprema de Justicia de
113
J URIS P RUDENC IA S UM IL L ADA
la República, señores Javier Román Santisteban, Hugo Molina Ordóñez, Daniel Peirano Sánchez y
Ricardo Vinatea Medina, con el objeto de que se declare la nulidad de la sentencia condenatoria de
fecha 26 de julio de 2006, y su confirmatoria mediante ejecutoria suprema de fecha 22 de enero de
2007, ambas recaídas en el proceso penal Nº 3651-2006, y que en consecuencia, se expida nueva re-
solución con arreglo a Derecho, así como se ordene su inmediata libertad. Alega la vulneración de
su derecho constitucional a la tutela procesal efectiva que comprende el acceso a la justicia y el de-
bido proceso, específicamente, los derechos a la defensa y a la debida motivación de las resolucio-
nes judiciales, así como los principios de presunción de inocencia e indubio pro reo, relacionados
con la libertad individual.
Refiere que el día de los hechos solo procedió a defenderse, ya que estando en la cocina, la occisa le
lanzó violentamente dos cuchillos, los cuales logró esquivar; que luego, empuñando un tercer cuchillo
la persiguió alrededor de la mesa, y la alcanzó en una esquina, infiriéndole un corte en la palma de
su mano derecha; ante ello, agrega que cogió un cuchillo que estaba en la mesa y que, forcejeando,
ambas avanzaron hacia la pared, donde chocaron con el interruptor, apagándose la luz. Señala, asi-
mismo, que en tal contexto de forcejeo y de lucha ciega entre ambas (al haberse apagado la luz de la
cocina), se produjeron movimientos no de ataque, sino motivados por el pánico y la desesperación,
razón por la cual ambas se infirieron heridas accidentales (no intencionales), a consecuencia de las
cuales cualquiera de las dos pudo terminar muerta, pues cada una estuvo premunida de un cuchillo
de cocina. Ya con relación al fondo del asunto, refiere que luego de producido el evento: i) la occi-
sa presentó 60 heridas, las cuales (todas) fueron superficiales, pues 56 se hallaron solo en la epider-
mis (sin sangrado); 3 menos superficiales, que tampoco fueron profundas (el protocolo de necropsia
no señaló profundidad por ser ínfimas), y una (1) que, aun siendo también superficial, fue la única
fatal (el protocolo de necropsia tampoco le asignó profundidad), mientras que su persona presen-
tó 22 heridas aproximadamente; sin embargo, refiere que el juzgador sólo ha valorado 4 de ellas y
no las demás, esto es, que se ha minimizado las heridas cortantes que presentó su persona (para se-
ñalar que sólo fueron 4), y se ha maximizado las heridas que presentó la occisa (ocultando que fue-
ron sumamente superficiales, sólo en la epidermis y sin sangrado). En este extremo concluye que,
si sólo se tomó en cuenta 4 de las 22 heridas, con el mismo criterio debió excluirse las 56 heridas
de la agraviada, y entonces de esa manera efectuar una valoración más justa, pues sólo incidiría so-
bre las 4 heridas que presentaron cada una; ii) no ha quedado probado quién produjo la única herida
mortal, mucho menos existe pericia o prueba alguna que determine de manera indubitable que fue
su persona quien produjo dicha herida; pues ni los jueces ni los peritos, nadie sabe cómo se produ-
jo ésta, ni qué mano la produjo, la izquierda o la derecha, pues arguye que el día de autos ambas se
encontraban en una situación de la que no podían salir, y en la que cualquiera de las dos pudo termi-
nar muerta; no obstante, alega que fue juzgada y sentenciada de manera arbitraria, sin existir prue-
ba indubitable de ser la autora de la única herida mortal, pues pudo habérsela ocasionado la misma
agraviada, más aún, si los peritos oficiales ante la pregunta de si la herida mortal pudo haber sido
ocasionada por la misma víctima, respondieron que “era poco remoto”, lo que denota que era posi-
ble. Además de ello señala que, de acuerdo a la lógica, tampoco hubo de su parte intencionalidad de
lesionar a la occisa; iii) agrega asimismo que se distorsionaron totalmente los hechos, introducien-
do, por ejemplo, que fue la acusada quien cogió primero el cuchillo para atacar, cuando la que cogió
primero el cuchillo para atacar y, de hecho, atacó fue la occisa, alterando así los hechos sin prueba
alguna; y, finalmente iv) señala que ambas sentencias están basadas en falacias, argucias y premisas
falsas que distorsionan el orden de los hechos, así como adulteran y tergiversan los mismos, a la vez
que existe ocultamiento y manipulación de evidencias en su perjuicio, así como una notoria parcia-
lización en las premisas y conclusiones. En suma, aduce que se trata de una sentencia condenatoria
parcializada en su contra.
Realizada la investigación sumaria y tomadas las declaraciones explicativas, la accionante se rati-
fica en todos los extremos de su demanda. Los magistrados emplazados, por su parte, coinciden en
señalar que el proceso penal que dio origen al presente proceso constitucional ha sido desarrollado
respetando las garantías y principios del debido proceso, en el que, tanto la procesada como la parte
civil hicieron valer su derecho a la defensa y otros derechos en todas las etapas del proceso, tanto es
114
EDWIN FIGUEROA GUTARRA
así que, en el caso, la recurrente presentó peticiones, así como medios impugnatorios. Agregan asi-
mismo que lo que en puridad pretende la recurrente es que se efectúe un nuevo análisis del acervo
probatorio que se incorporó en el proceso, extremos estos que no son materia de un proceso consti-
tucional, sino más bien de un proceso ordinario.
El Décimo Tercer Juzgado Penal de Lima, con fecha 10 de octubre de 2007 declaró improcedente
la demanda contra los magistrados de la Tercera Sala Penal con Reos en Cárcel, e infundada contra
los magistrados de la Primera Sala Penal Transitoria de la Corte Suprema de Justicia de la Repúbli-
ca, por considerar que la sentencia condenatoria no puede ser considerada resolución firme, toda vez
que contra ella oportunamente se interpuso recurso de nulidad; en cuanto a la sentencia confirmato-
ria (ejecutoria suprema), señala que el Supremo Colegiado ha actuado conforme a ley, teniendo en
cuenta todas las garantías del debido proceso, y en las que la accionante tuvo la oportunidad de ejer-
cer plenamente su derecho a la defensa, así como de acceder a la pluralidad de instancias, por lo que
no se puede pretender hacer de esta vía una instancia más del proceso penal.
La Primera Sala Penal Superior para Reos en Cárcel de la Corte Superior de Justicia de Lima, con
fecha 23 de noviembre de 2007, confirmó la apelada por similares fundamentos.
FUNDAMENTOS
Delimitación del petitorio
1. Según la demanda de hábeas corpus de autos, el objeto es que este Alto Tribunal declare: i) la
nulidad de la sentencia condenatoria de fecha 26 de julio de 2006, y su confirmatoria median-
te ejecutoria suprema de fecha 22 de enero de 2007, ambas recaídas en el proceso penal segui-
do contra la accionante por el delito de parricidio (Exp. Nº 3651-2006), así como ii) se ordene
su inmediata libertad, por cuanto, según aduce, vulneran su derecho a la tutela procesal efectiva,
derecho que comprende el acceso a la justicia y el debido proceso, específicamente los derechos
a la defensa y a la debida motivación de las resoluciones judiciales, así como los principios de
presunción de inocencia e indubio pro reo, relacionados con la libertad personal.
2. Sin embargo, del análisis de lo expuesto en dicho acto postulatorio, así como de la instrumental
que corre en estos autos, se advierte que lo que en puridad denuncia la accionante es la afectación
de su derecho a la debida motivación de las resoluciones judiciales, y ello es así, porque, además
de lo señalado en los puntos iii) y iv) de los Antecedentes, en su extenso escrito de demanda de
más de cien (100) páginas, enfáticamente señala que, tanto la sentencia condenatoria como su
confirmatoria mediante ejecutoria suprema se basan principalmente en: a) criterios abiertamente
desproporcionados, irracionales e ilógicos (razonamientos absurdos), ilegales, sostenidos en fa-
lacias, hechos falsos, falsa motivación (sesgada, subjetiva, falaz, etc.); que asimismo presentan
b) manipulación de pruebas y alteración del orden de los hechos en su perjuicio. Por tanto, sien-
do de fácil constatación la alegada denuncia de vulneración de su derecho constitucional a la de-
bida motivación de las resoluciones judiciales, sobre ella incidirá el análisis y control constitu-
cional de este Colegiado.
El hábeas corpus contra resoluciones judiciales
3. La Constitución establece expresamente en su artículo 200, inciso 1, que el hábeas corpus pro-
cede ante el hecho u omisión, por parte de cualquier autoridad, funcionario o persona que vulne-
ra o amenaza la libertad individual o los derechos conexos a ella. A su vez, el Código Procesal
Constitucional establece en su artículo 4, segundo párrafo, que el hábeas corpus procede cuando
una resolución judicial firme vulnera en forma manifiesta la libertad individual y la tutela proce-
sal efectiva.
4. En efecto, cabe precisar que no todas las resoluciones judiciales pueden ser objeto de control por
el proceso constitucional de hábeas corpus; antes bien y en línea de principio, solo aquellas reso-
luciones judiciales firmes que vulneren en forma manifiesta la libertad individual y los derechos
conexos a ella, lo que implica que el actor, frente al acto procesal alegado de lesivo previamente
115
J URIS P RUDENC IA S UM IL L ADA
haya hecho uso de los recursos necesarios que le otorga la ley. Y es que, si luego de obtener una
resolución judicial firme no ha sido posible conseguir en vía judicial la tutela del derecho funda-
mental presuntamente vulnerado (libertad individual y conexos a ella), quien dice ser agredido
en su derecho podrá acudir al proceso constitucional, a efectos de buscar su tutela.
5. En el caso constitucional de autos, dado que en el proceso penal seguido a la actora (Exp.
Nº 3651-2006) se han establecido restricciones al pleno ejercicio de su derecho a la libertad in-
dividual tras el dictado en forma definitiva de una sentencia condenatoria a pena privativa de
la libertad, según se alega ilegítima, este Colegiado tiene competencia, ratione materiae, para
evaluar la legitimidad o no de tales actos judiciales invocados como lesivos. Esto es, para veri-
ficar si se presenta o no la inconstitucionalidad que aduce la accionante.
El derecho a la debida motivación de las resoluciones judiciales
DOCTRINA 6.
Ya en sentencia anterior, este Tribunal Constitucional (Exp.
JURISPRUDENCIAL Nº 1480-2006-AA/TC. f.j. 2) ha tenido la oportunidad de pre-
Jueces deben expresar las cisar que “el derecho a la debida motivación de las resolucio-
razones objetivas (fácticas y nes importa que los jueces, al resolver las causas, expresen
jurídicas) de sus decisiones las razones o justificaciones objetivas que los llevan a tomar
una determinada decisión. Esas razones, (...) deben provenir
no sólo del ordenamiento jurídico vigente y aplicable al caso, sino de los propios hechos
debidamente acreditados en el trámite del proceso. Sin embargo, la tutela del derecho a
la motivación de las resoluciones judiciales no debe ni puede servir de pretexto para so-
meter a un nuevo examen las cuestiones de fondo ya decididas por los jueces ordinarios.
116
EDWIN FIGUEROA GUTARRA
a) Inexistencia de motivación o motivación aparente. Está fuera de toda duda que se viola el
derecho a una decisión debidamente motivada cuando la motivación es inexistente o cuando
la misma es solo aparente, en el sentido de que no da cuenta de las razones mínimas que sus-
tentan la decisión o de que no responde a las alegaciones de las partes del proceso, o porque
solo intenta dar un cumplimiento formal al mandato, amparándose en frases sin ningún sus-
tento fáctico o jurídico.
b) Falta de motivación interna del razonamiento. La falta de motivación interna del razona-
miento [defectos internos de la motivación] se presenta en una doble dimensión; por un lado,
cuando existe invalidez de una inferencia a partir de las premisas que establece previamente
el juez en su decisión; y, por otro lado, cuando existe incoherencia narrativa, que a la postre
se presenta como un discurso absolutamente confuso incapaz de transmitir, de modo cohe-
rente, las razones en las que se apoya la decisión. Se trata, en ambos casos, de identificar el
ámbito constitucional de la debida motivación mediante el control de los argumentos utiliza-
dos en la decisión asumida por el Juez o Tribunal; sea desde la perspectiva de su corrección
lógica o desde su coherencia narrativa.
c) Deficiencias en la motivación externa; justificación de las premisas. El control de la motiva-
ción también puede autorizar la actuación del juez constitucional cuando las premisas de las
que parte el juez no han sido confrontadas o analizadas respecto de su validez fáctica o jurí-
dica. Esto ocurre por lo general en los casos difíciles, como los identifica Dworkin, es decir,
en aquellos casos donde suele presentarse problemas de pruebas o de interpretación de dispo-
siciones normativas. La motivación se presenta en este caso como una garantía para validar
las premisas de las que parte el juez o tribunal en sus decisiones. Si un juez, al fundamentar
su decisión: 1) ha establecido la existencia de un daño; 2) luego, ha llegado a la conclusión
de que el daño ha sido causado por “X”, pero no ha dado razones sobre la vinculación del
hecho con la participación de “X” en tal supuesto, entonces estaremos ante una carencia de
justificación de la premisa fáctica y, en consecuencia, la aparente corrección formal del ra-
zonamiento y de la decisión podrán ser enjuiciadas por el juez [constitucional] por una defi-
ciencia en la justificación externa del razonamiento del juez.
Hay que precisar, en este punto y en línea de principio, que el hábeas corpus no puede reem-
plazar la actuación del juez ordinario en la valoración de los medios de prueba, actividad
que le corresponde de modo exclusivo a éste, sino de controlar el razonamiento o la caren-
cia de argumentos constitucionales; bien para respaldar el valor probatorio que se le confie-
re a determinados hechos; bien tratándose de problemas de interpretación, para respaldar las
razones jurídicas que sustentan determinada comprensión del derecho aplicable al caso. Si
el control de la motivación interna permite identificar la falta de corrección lógica en la ar-
gumentación del juez, el control en la justificación de las premisas posibilita identificar las
razones que sustentan las premisas en las que ha basado su argumento. El control de la jus-
tificación externa del razonamiento resulta fundamental para apreciar la justicia y razonabi-
lidad de la decisión judicial en el Estado democrático, porque obliga al juez a ser exhaustivo
en la fundamentación de su decisión y a no dejarse persuadir por la simple lógica formal.
d) La motivación insuficiente. Se refiere, básicamente, al mínimo de motivación exigible aten-
diendo a las razones de hecho o de derecho indispensables para asumir que la decisión está
debidamente motivada. Si bien, como ha establecido este Tribunal en reiterada jurispruden-
cia, no se trata de dar respuestas a cada una de las pretensiones planteadas, la insuficiencia,
vista aquí en términos generales, sólo resultará relevante desde una perspectiva constitucio-
nal si es que la ausencia de argumentos o la “insuficiencia” de fundamentos resulta manifies-
ta a la luz de lo que en sustancia se está decidiendo.
e) La motivación sustancialmente incongruente. El derecho a la debida motivación de las re-
soluciones obliga a los órganos judiciales a resolver las pretensiones de las partes de ma-
nera congruente con los términos en que vengan planteadas, sin cometer, por lo tanto,
117
J URIS P RUDENC IA S UM IL L ADA
DOCTRINA
9. Lo expuesto se fundamenta además en el principio de interdic-
JURISPRUDENCIAL ción o prohibición de la arbitrariedad, el cual surge del Estado
Democrático de Derecho (artículos 3 y 43 de la Constitución
La arbitrariedad es todo
aquello carente de funda- Política), y tiene un doble significado: a) En un sentido clásico
mentación objetiva y está y genérico, la arbitrariedad aparece como el reverso de la jus-
proscrito en un Estado ticia y el derecho; y, b) En un sentido moderno y concreto, la
Constitucional arbitrariedad aparece como lo carente de fundamentación ob-
jetiva; como lo incongruente y contradictorio con la realidad
que ha de servir de base a toda decisión. Es decir, como aquello desprendido o ajeno a
toda razón de explicarlo (Exp. Nº 0090-2004-AA/TC. f.j. 12). A lo dicho, debe agregar-
se que constituye deber primordial del Estado peruano garantizar la plena vigencia y
118
EDWIN FIGUEROA GUTARRA
119
J URIS P RUDENC IA S UM IL L ADA
el de probarse la ropa que había adquirido con anterioridad, sacando el espejo ubicado en el baño
y llevarlo a la sala; que, cuando la acusada se estaba probando la ropa, hace su ingreso la agra-
viada [María del Carmen Hilares Martínez] como a las 9 de la noche, cerrando con llave la puer-
ta principal, produciéndose un incidente entre ambas por haber sacado el espejo del lugar, sien-
do retornado al sitio por la damnificada, ocasionando que se agredieran verbalmente, así como
la occisa cogiendo un objeto cerámico lo avienta, no impactándole, dando lugar a que la acusada
se retire hacia la cocina, siendo seguida por la damnificada, donde continuaron los insultos mu-
tuos, momentos en que la acusada se percata de la existencia de un cuchillo ubicado encima [de]
la mesa, cogiéndolo, golpea la mesa con el fin de callarla, produciéndose con dicha actitud una
reacción de la agraviada, quien tomando dos cuchillos de mantequilla las arrojó contra su opo-
nente, cayendo uno en la pared y otro en el suelo, a la vez que le insultaba, para luego agarrar
otro cuchillo con el que la atacó [ocasionándole un corte en la región palmar de la mano dere-
cha (según el voto dirimente del vocal supremo, Javier Román Santisteban)], dando lugar a que
la acusada que portaba un cuchillo de cocina que había cogido anteriormente, comenzó a atacar-
la, mientras que la damnificada hacía lo mismo, y en esos momentos de ira de las partes, produc-
to de la pelea con arma blanca, ambas resultan con lesiones en diversas partes del cuerpo, tenien-
do mayor cantidad la agraviada, para posteriormente en el ínterin de la pelea, la acusada infiere
un corte a la altura de la zona carótida izquierda de la agraviada que fue el causante de la muer-
te, lo cual se produjo cuando se había apagado la luz de la cocina, cayéndose ambas al piso”.
13. Sobre la base de estos hechos, los Vocales integrantes de la Primera Sala Penal Transitoria de la
Corte Suprema de Justicia de la República, señores Hugo Molina Ordóñez, Daniel Peirano Sán-
chez, Ricardo Vinatea Medina y Javier Román Santisteban (vocal dirimente), por mayoría con-
firmaron la condena, pero le reducen a 12 años de pena privativa de la libertad. Por su parte, los
magistrados supremos Robinson Gonzales Campos y César Vega Vega absolvieron a la accio-
nante (voto en discordia). Es así que, tras la imposición de dicha sanción penal, la accionante
ahora acude ante la justicia constitucional para que se analice en esta sede la alegada vulneración
al derecho constitucional invocado.
Sentencia confirmatoria (ejecutoria suprema)
14. La sentencia, de fojas 2354, su fecha 22 de enero de 2007, que comprende el voto dirimen-
te del magistrado Javier Román Santisteban, de fojas 2399, presenta el siguiente esquema
argumentativo:
a) En primer lugar, señala que “luego de las agresiones verbales se inició la pelea entre la acu-
sada Giuliana Flor de María Llamoja Hilares y María del Carmen Hilares Martínez, y la pri-
mera de las nombradas le infirió tres heridas contusas a colgajo (en la cabeza, cuello y los
miembros superiores), una herida cortante penetrante que penetró a plano profundo y laceró
la artería carótida izquierda (que le causó la muerte)”.
b) En segundo lugar, la Sala Penal Suprema alude también a la desproporcionalidad en las heri-
das, cuando señala que “la acusada Flor de María Llamoja Hilares no se defendía del ataque
de la occisa, sino por el contrario atacó a ésta con una ingente violencia – tanto más si esta
presentaba sólo 4 heridas cortantes pequeñas (...), por tanto, resulta evidentemente despro-
porcional con el número de lesiones que tenía la occisa”.
c) En tercer lugar, la Sala apelando a las reglas de la lógica y la experiencia da por sentado que
la acusada tenía la intención de matar, al señalar que “el conjunto de circunstancias descritas,
permiten inferir, conforme a las reglas de la lógica y de la experiencia, que la acusada Giu-
liana Flor de María Llamoja Hilares agredió a su madre agraviada María del Carmen Hila-
res Martínez con indubitable animus necandi o intención de matar, que es de precisar que di-
cha conclusión no es el resultado de simples apreciaciones subjetivas o de suposiciones, sino
de una verdadera concatenación y enlaces lógicos entre las múltiples pruebas recaudadas, en
tanto en cuanto, existe una concordancia entre los resultados que las pruebas suministraron”.
120
EDWIN FIGUEROA GUTARRA
FUNDAMENTO 15. Así pues, a juicio de este Alto Tribunal la sentencia impugna-
PRINCIPAL da incurre en dos supuestos de indebida motivación de las re-
Sentencia presenta deficien-
soluciones judiciales que tiene sobrada relevancia constitucio-
cias tanto en la motivación nal. En primer lugar, presenta una deficiencia en la motivación
interna, como en la externa interna en su manifestación de falta de corrección lógica, así
como una falta de coherencia narrativa; y, en segundo lugar,
presenta una deficiencia en la justificación externa, tal como se detallará en los siguien-
tes fundamentos.
Falta de corrección lógica
16. Del fundamento 14. b) y d), se desprende que el Tribunal penal parte de la sentada premisa de
que al existir desproporcionalidad en las heridas, esto es, supuestamente 4 heridas en la accio-
nante frente a las 60 heridas que presentó la occisa, la recurrente “es autora del resultado muer-
te”, y más aún que [estas heridas] fueron ocasionadas “con violencia”. Y es que el Tribunal pe-
nal parte de la premisa de que en un contexto de forcejeo y de lucha entre madre e hija con el uso
de instrumentos cortantes (cuchillos), ambas partes contendientes necesariamente deben presen-
tar igual cantidad de heridas en el cuerpo; de no ser así, concluye que quien presente menos he-
ridas, será sin duda el sujeto activo del delito de parricidio, mientras que aquel que presente más
heridas será el sujeto pasivo de dicho ilícito.
FUNDAMENTO 18. Así las cosas, efectuado un examen de suficiencia mínimo, resul-
PRINCIPAL ta evidente que no estamos ante una sentencia válida y constitu-
Resolución cuestionada
cionalmente legítima, sino, por el contrario, ante una decisión
responde a criterios de vo- arbitraria e inconstitucional que contiene una solución reves-
luntad del juzgador tida de la nota de razonabilidad, y que no responde a las pau-
tas propias de un silogismo jurídico atendible, sino a criterios
de voluntad, y es precisamente aquí donde se ha enfatizado nuestro examen, ya que la
balanza de la justicia constitucional no puede permitir la inclinación hacia una conclu-
sión en un determinado sentido cuando de por medio existen otras conclusiones como
posibles resultados (cuanto mayor es la distancia, y por tanto mayor es el número de
121
J URIS P RUDENC IA S UM IL L ADA
FUNDAMENTO 22. Se ha dicho que toda sentencia debe ser debidamente motiva-
PRINCIPAL da, clara, contundente, y sobre todo “no contradictoria”; sin
embargo, según se puede apreciar de la propia argumentación
Argumentación presenta in-
congruencias e invierte la efectuada por la Sala Penal, ésta presenta una gruesa incohe-
realidad, por lo que resulta rencia en su narración que no permite establecer con claridad
contraria al principio de in- la línea de producción de los hechos, y más arbitrariamente, in-
terdicción de la arbitrarie- vierte la realidad de los mismos, los que, según la propia Sala
dad y al derecho a la debida
motivación penal estuvieron “fehacientemente probados”, por lo que este
Colegiado Constitucional encuentra que existen suficientes
elementos de juicio que invalidan la decisión cuestionada por ser arbitraria e incoheren-
te. Una motivación ilógica e incongruente vulnera el principio de prohibición de la arbi-
trariedad (artículos 3, 43 y 44, de la Constitución) y la obligación de la debida motiva-
ción establecida por el artículo 139, inciso 5, de la Constitución.
122
EDWIN FIGUEROA GUTARRA
FUNDAMENTO 23. De otro lado, del fundamento 14. a) y c), se desprende que el
PRINCIPAL Tribunal penal ha establecido que i) se ha producido como re-
sultado la muerte de María del Carmen Hilares Martínez, y lue-
No se explicitaron circuns-
tancias fácticas que lleva- go ii) ha llegado a la conclusión de que ese resultado ha sido
ron a concluir la responsabi- causado por la accionante Giuliana Flor de María Llamoja Hi-
lidad penal de la condenada lares, al inferirle una herida cortante en la zona de la carótida iz-
quierda; sin embargo, no se han expuesto las razones objetivas
que sustentan la vinculación de la acusada con el hecho atribuido. Es decir, que en el ca-
mino a la conclusión no se ha explicitado o exteriorizado las circunstancias fácticas que
permiten llegar a dicha conclusión, esto es, que no se identifican debidamente las razo-
nes o justificaciones en la que se sustentarían tales premisas y su conclusión, parecien-
do más bien, que se trataría de un hecho atribuido en nombre del libre convencimiento y
fruto de un decisionismo inmotivado antes que el producto de un juicio racional y obje-
tivo. Y es que, si no se dan a conocer las razones que sustentan las premisas fácticas, tal
razonamiento efectuado se mantendrá en secreto y en la conciencia de sus autores, y por
consiguiente fallará la motivación en esta parte. Siendo así, se advierte que la sentencia
cuestionada incurre en una falta de justificación externa, y por tanto es pasible de ser so-
metida a control y a una consecuente censura de invalidez.
Sin embargo, cabe precisar que lo aquí expuesto en modo alguno está referido a un problema de fal-
ta de pruebas, o a que las mismas serían insuficientes para dictar una sentencia condenatoria; por el
contrario, como ha quedado claro, éstas están referidas en estricto a las premisas de las que parte el
Tribunal penal, las mismas que no han sido debidamente analizadas respecto de su validez fáctica.
La prueba penal indirecta y la prueba indiciaria
DOCTRINA 25. Bajo tal perspectiva, si bien el juez penal es libre para obte-
JURISPRUDENCIAL ner su convencimiento porque no está vinculado a reglas lega-
les de la prueba y, entonces, puede también llegar a la convic-
Debe indicarse en la resolu-
ción judicial qué reglas de la ción de la existencia del hecho delictivo y la participación del
lógica o máximas de la expe- imputado, a través de la prueba indirecta (prueba indiciaria o
riencia han sido empleadas prueba por indicios), será preciso empero que cuando esta sea
123
J URIS P RUDENC IA S UM IL L ADA
124
EDWIN FIGUEROA GUTARRA
DOCTRINA 28. Sobre lo mismo, cabe señalar que, si bien la convicción es indi-
JURISPRUDENCIAL vidual o personal del juzgador, también lo es que mínimamente
Proceso lógico de razona-
debe exteriorizarse el proceso razonable lógico utilizado para
miento que le sirvió al juez llegar a dicha convicción. Entenderlo de otro modo supone la
para arribar a la decisión aceptación práctica del hecho de que el juez pueda situarse potes-
debe ser explicitado tativamente por encima de un deber constitucional, inequívoca-
mente impuesto. Y es que, desde una perspectiva estrictamente
constitucional, no se puede establecer la responsabilidad penal de una persona y menos
restringir la efectividad de su derecho fundamental a la libertad personal a través de la
prueba indiciaria, si es que no se ha señalado debidamente y con total objetividad el pro-
cedimiento para su aplicación. Ello aquí significa dejar claro cómo hay que hacer las co-
sas, es decir, las sentencias, si se quiere que definitivamente se ajusten al único modelo
posible en este caso: el constitucional.
30. En este orden de cosas, cabe anotar que la debida motivación del procedimiento de la prueba in-
diciaria ya ha sido abordada ampliamente por la justicia constitucional comparada. Así, el Tribu-
nal Constitucional español en la STC Nº 229/1988. f.j. 2, su fecha 1 de diciembre de 1988, y tam-
bién de modo similar en las STC Nº 123/2002. f.j. 9, su fecha 20 de mayo de 2002; Nº 135/2003.
f.j. 2, su fecha 30 de junio de 2006; y Nº 137/2005. f.j. 2b, su fecha 23 de mayo de 2005, ha pre-
cisado que:
“el derecho a la presunción de inocencia no se opone a que la convicción judicial en un pro-
ceso penal pueda formarse sobre la base de una prueba indiciaria, pero para que esta pueda
125
J URIS P RUDENC IA S UM IL L ADA
desvirtuar dicha presunción debe satisfacer las siguientes exigencias constitucionales. Los in-
dicios han de estar plenamente probados, no puede tratarse de meras sospechas, y el órgano ju-
dicial debe explicitar el razonamiento, en virtud del cual, partiendo de los indicios probados,
ha llegado a la conclusión de que el procesado realizó la conducta tipificada como delito (…).
En definitiva, si existe prueba indiciaria, el Tribunal de instancia deberá precisar, en primer lu-
gar, cuáles son los indicios probados y, en segundo término, cómo se deduce de ellos la parti-
cipación del acusado en el tipo penal, de tal modo que cualquier otro Tribunal que intervenga
con posterioridad pueda comprender el juicio formulado a partir de tales indicios. Es necesa-
rio, pues (…), que el órgano judicial explicite no solo las conclusiones obtenidas sino también
los elementos de prueba que conducen a dichas conclusiones y el íter mental que le ha llevado
a entender probados los hechos constitutivos del delito, a fin de que pueda enjuiciarse la racio-
nalidad y coherencia del proceso mental seguido y constatarse que el Tribunal ha formado su
convicción sobre una prueba de cargo capaz de desvirtuar la presunción de inocencia y, una vez
alegada en casación la vulneración del derecho a la presunción de inocencia, al Tribunal Supre-
mo incumbe analizar no sólo si ha existido actividad probatoria, sino si esta puede considerarse
de cargo, y, en el caso de que exista prueba indiciaria, si cumple con las mencionadas exigen-
cias constitucionales”.
31. Incluso, la propia Corte Suprema de Justicia de la República del Perú en el Acuerdo Plenario
Nº 1-2006/ESV-22 (Pleno Jurisdiccional de las Salas Penales Permanentes y Transitorias), su
fecha 13 de octubre de 2006, publicada en el diario oficial “El Peruano”, el 29 de diciembre de
2006 ha establecido como principio jurisprudencial de obligatorio cumplimiento para todas las
instancias judiciales (jurisprudencia vinculante) el fundamento cuarto de la Ejecutoria Supre-
ma, recaída en el Recurso de Nulidad Nº 1912-2005, su fecha 6 de setiembre de 2005 que seña-
la los presupuestos materiales legitimadores de la prueba indiciaria, única manera que permite
enervar la presunción de inocencia.
“Que, respecto al indicio, (a) este –hecho base– ha de estar plenamente probado –por los diver-
sos medios de prueba que autoriza la ley–, pues de lo contrario sería una mera sospecha sin sus-
tento real alguno, (b) deben ser plurales, o excepcionalmente únicos pero de una singular fuerza
acreditativa, (c) también concomitantes al hecho que se trata de probar – los indicios deben ser
periféricos respecto al dato fáctico a probar, y desde luego no todos lo son, y (d) deben estar in-
terrelacionados, cuando sean varios, de modo que se refuercen entre sí y que no excluyan el he-
cho consecuencia –no solo se trata de suministrar indicios, sino que estén imbricados entre sí–
(…); que, en lo atinente a la inducción o inferencia, es necesario que sea razonable, esto es, que
responda plenamente a las reglas de la lógica y la experiencia, de suerte que de los indicios surja
el hecho consecuencia y que entre ambos exista un enlace preciso y directo”.
126
EDWIN FIGUEROA GUTARRA
FUNDAMENTO 33. Tal como dijimos supra, la ejecutoria suprema carece de una
PRINCIPAL debida motivación. En primer lugar, presenta una deficiencia
en la motivación interna en su manifestación de falta de co-
Sentencia condenatoria ca-
rece de una debida motiva- rrección lógica, así como una falta de coherencia narrativa; y,
ción al presentar deficien- en segundo lugar, presenta una deficiencia en la justificación
cias tanto en su justificación externa. Pero además, presenta una indebida motivación respec-
interna como externa to al procedimiento de la prueba indiciaria. Ahora, si bien habría
que reconocer a la Primera Sala Penal Transitoria de la Corte Suprema, que optó por pro-
nunciarse sobre el fondo del asunto antes que acudir a cualquier vicio procesal y declarar
la nulidad, es justamente en ese cometido que incurrió en similares vicios; sin embargo,
por ello no se podría autorizar al Tribunal Supremo a rebajar el nivel de la racionalidad
exigible y, en tal caso, validar dicha actuación; por el contrario, debe quedar claro que la
exigencia constitucional sobre la debida motivación de las resoluciones judiciales es in-
condicional e incondicionada, conforme lo señalan los artículos 1, 3, 44 y 139 inciso 5,
de la Constitución Política.
FUNDAMENTO 34. Ahora bien, dado que la Corte Suprema de Justicia de la Repú-
PRINCIPAL blica tiene completo acceso al juicio sobre el juicio (juicio so-
Demanda es declarada fun-
bre la motivación), así como al juicio sobre el hecho (juicio de
dada. La Corte Suprema de- mérito), es esta la instancia que está plenamente habilitada para
berá emitir nueva decisión evaluar cualquier tipo de razonamiento contenido en la sen-
debidamente motivada tencia condenatoria expedida por la Sala Superior Penal, esto
es, para verificar la falta de corrección lógica de las premisas
o de las conclusiones, así como la carencia o incoherencia en la narración de los hechos;
pero además para verificar la deficiencia en la justificación externa, incluso para resol-
ver sobre el fondo del asunto si es que los medios probatorios o la prueba indiciaria le
genera convicción, solo que en este último caso –como quedó dicho– deberá cumplirse
con el imperativo constitucional de la debida motivación; es por ello que este Colegiado
considera que la demanda ha de ser estimada en parte, declarándose solamente la nulidad
de la ejecutoria suprema, debiendo el Tribunal Supremo emitir nueva resolución, según
corresponda.
El derecho fundamental a la presunción de inocencia y el principio in dubio pro reo
35. No obstante lo expuesto, este Tribunal Constitucional considera pertinente efectuar algunas pre-
cisiones desde una perspectiva estrictamente constitucional con relación al derecho fundamental
a la presunción de inocencia y al principio in dubio pro reo.
127
J URIS P RUDENC IA S UM IL L ADA
DOCTRINA El principio in dubio pro reo, por otro lado, significa que en
JURISPRUDENCIAL caso de duda sobre la responsabilidad del procesado, debe es-
tarse a lo que sea más favorable a éste (la absolución por con-
In dubio pro reo: en caso de
duda sobre responsabilidad traposición a la condena). Si bien es cierto que el principio
del acusado deberá preferir- in dubio pro reo no está expresamente reconocido en el texto de
se su absolución la Constitución, también lo es que su existencia se desprende
tanto del derecho a la presunción de inocencia, que sí goza del
reconocimiento constitucional, como de la defensa de la persona humana y el respeto de
su dignidad, fin supremo de la sociedad y del Estado (artículo 1 de la Carta Fundamental).
37. Ahora bien, cabe anotar que tanto la presunción de inocencia como el in dubio pro reo inciden
sobre la valoración probatoria del juez ordinario. En el primer caso, que es algo objetivo, supone
que a falta de pruebas aquella no ha quedado desvirtuada, manteniéndose incólume, y en el se-
gundo caso, que es algo subjetivo, supone que ha habido prueba, pero esta no ha sido suficiente
para despejar la duda (la suficiencia no se refiere a la cantidad de pruebas incriminatorias, sino
a la entidad y cualidad que deben reunir estas). La sentencia, en ambos casos, será absolutoria,
bien por falta de pruebas (presunción de inocencia), bien porque la insuficiencia de las mismas
–desde el punto de vista subjetivo del juez– genera duda de la culpabilidad del acusado (in du-
bio pro reo), lo que da lugar a las llamadas sentencias absolutorias de primer y segundo grado,
respectivamente.
128
EDWIN FIGUEROA GUTARRA
FUNDAMENTO 41. De otro lado, cabe precisar que el desarrollo expositivo del es-
PRINCIPAL quema argumentativo de la sentencia cuestionada en modo al-
guno afecta la independencia judicial en la resolución del caso
Justicia constitucional no
afectó independencia judi-
concreto, en tanto que tiene como fin único y exclusivo el de ve-
cial pues tuvo como única rificar la vulneración del derecho a la debida motivación de las
finalidad verificar la vulnera- resoluciones judiciales, al amparo de lo dispuesto por el artículo
ción del derecho a la debida 139, inciso 5, de la Constitución Política. En efecto, este Cole-
motivación giado enfatiza que el objetivo de este examen es estrictamente
constitucional con la finalidad de compatibilizar la actuación jurisdiccional con los pre-
ceptos constitucionales.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le confiere la Constitución
Política del Perú,
HA RESUELTO
Declarar FUNDADA en parte la demanda de hábeas corpus.
Declarar NULA la ejecutoria suprema expedida por la Primera Sala Transitoria Penal de la Cor-
te Suprema de Justicia de la República, de fecha 22 de enero de 2007, recaída en el proceso penal
Nº 3651-2006 seguido contra la accionante por el delito de parricidio, debiendo dicha instancia judi-
cial emitir nueva resolución, según corresponda, conforme al fundamento 34 de la presente Sentencia.
Declarar IMPROCEDENTE la demanda en el extremo que la recurrente solicita la excarcelación.
Publíquese y notifíquese.
SS. MESÍA RAMÍREZ; VERGARA GOTELLI; LANDA ARROYO; BEAUMONT CALLIRGOS; CALLE
HAYEN; ETO CRUZ; ÁLVAREZ MIRANDA
129
Interpretación de normas ordinarias puede ser
revisada en sede constitucional si afecta derechos
fundamentales
EXP. Nº 00037-2012-PA/TC-LIMA
SCOTIABANK PERU S.A.A
SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
En Lima, a los 25 días del mes de enero de 2012, reunido el Tribunal Constitucional en sesión de
Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores magistrados Álvarez Miranda, Presidente; Ur-
viola Hani, Vicepresidente; Mesía Ramírez, Beaumont Callirgos, Calle Hayen y Eto Cruz, pronun-
cia la siguiente sentencia, con los votos singulares de los magistrados Calle Hayen y Eto Cruz, que
se agregan
ASUNTO
Recurso de agravio constitucional interpuesto por Scotiabank Perú S.A.A. contra la resolución
expedida por la Quinta Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, de fojas 440, su fecha 5
de octubre de 2011, que declaró improcedente la demanda de amparo de autos.
ANTECEDENTES
Con fecha 17 de mayo de 2011, la entidad recurrente interpone demanda de amparo contra la re-
solución s/n de fecha 5 de abril de 2011 emitida por la Sala Civil Permanente de la Corte Suprema
130
EDWIN FIGUEROA GUTARRA
de Justicia de la República, en el proceso seguido en su contra por Telefónica Móviles S.A., bajo el
Exp. Cas. Nº 3313-2009, solicitando que cese la violación de sus derechos constitucionales a la debi-
da motivación, al principio de interdicción a la arbitrariedad, seguridad jurídica y predictibilidad de
las resoluciones judiciales y, consecuentemente, se declare la nulidad de la resolución impugnada.
Alega que la mencionada resolución adopta una tesis absolutamente irrazonable y desproporciona-
da, cual es señalar en su fundamento Décimo Cuarto que solo los ejecutores coactivos acreditados
ante todas las entidades estipuladas taxativamente en el artículo 3.3 del Reglamento de la Ley de
Procedimiento de Ejecución Coactiva (Decreto Supremo Nº 069-2003-EF), podrán ordenar embar-
gos o requerir su cumplimiento, lo que a su juicio es fruto de una interpretación literal que vulnera
los derechos invocados. En ese sentido, aduce que la resolución cuestionada i) incurre en motiva-
ción arbitraria, ya que la interpretación hecha del artículo 3.3 del Reglamento de la Ley de Ejecución
Coactiva viola el principio constitucional de razonabilidad y no atiende a la ratio legis ni a la finali-
dad de la norma interpretada, generando efectos nocivos para todo el sistema financiero y quebran-
do la estructura de las cobranzas coactivas, pues con esa interpretación cualquier entidad ante la cual
se pretenda hacer valer un mandato coactivo podría negarse a cumplir dicho mandato si el ejecutor
coactivo no estuviera inscrito ante todas las entidades que se señalan en la norma a nivel nacional;
ii) desconoce la legislación vigente al momento de los hechos, puesto que el artículo 10 del Decreto
Supremo Nº 036-2001-EF exigía la consignación de la suma a cobro como requisito para suspender
un mandato coactivo; iii) tolera la existencia de fallos contradictorios sobre la legalidad de las co-
branzas coactivas, lo cual vulnera la garantía constitucional de la seguridad jurídica y la predictibili-
dad de las decisiones judiciales, ya que los procesos de revisión judicial de legalidad son la vía espe-
cifica e idónea para cuestionar precisamente la legalidad de la actuación de los ejecutores coactivos,
con mayor razón si en lo que respecta a la actuación del ejecutor coactivo de la Municipalidad de
Subjantalla, existía ya al momento de la emisión de la resolución impugnada una resolución judicial
firme en el Exp. 01-2003 que rechazaba la demanda de legalidad de la ejecución coactiva, y en lo
que respecta a la demanda de legalidad de la ejecución coactiva promovida contra la Municipalidad
de San Andrés, el proceso de revisión judicial de legalidad Exp. 008-2003 no se encuentra concluido
sino en trámite activo dado que fue apelada la resolución de improcedencia dictada en primera ins-
tancia; iv) ampara un doble cobro y un enriquecimiento indebido, pues Telefónica ha recuperado y/o
está en vías de recuperar el dinero embargado a través de procesos contenciosos administrativos de
nulidad de las multas que motivaron las ejecuciones coactivas, contra la Municipalidad de Subtan-
jalla (Exps. 1543-2003, 14544-2003 y 1595-2003), los cuales han concluido de manera definitiva a
favor de Telefónica, teniendo una sentencia ejecutoriada que ordena la restitución de la suma de di-
nero cobrada; y contra la Municipalidad Distrital de San Andrés (Exp. 228-2004), el cual se encuen-
tra en trámite en la vía administrativa.
El Segundo Juzgado Especializado en lo Constitucional de la Corte Superior de Justicia de Lima,
con fecha 27 de junio de 2011, declara improcedente la demanda en aplicación del artículo 5.1 del
Código Procesal Constitucional, por considerar que lo pretendido no es ventilable en un proceso
constitucional.
Telefónica del Perú S.A.A., con fecha 23 de septiembre de 2011, se apersona al proceso solicitan-
do que se le incorpore como litisconsorte necesario pasivo en el trámite de apelación, para así poder
ejercer su derecho de defensa, dado que la demanda de amparo estaría cuestionando la validez de un
proceso en el que Telefónica es parte demandante.
La Quinta Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, con fecha 5 de octubre de 2011, previa
negatoria de lugar al pedido de Telefónica, confirma la apelada y declara improcedente la demanda
de amparo, por considerar que, pese a advertirse falta de interés para obrar de parte de Telefónica
del Perú S.A.A. en el proceso de cumplimiento de contrato que inició contra Scotiabank S.A.A, y no
obstante que la tesis adoptada en la resolución cuestionada hace imposible la ejecución de una
resolución coactiva al imponer una carga gravosa a los ejecutores coactivos, dichos supuestos
no se encuadran dentro del contenido constitucionalmente protegido del derecho a la motiva-
ción de las resoluciones judiciales, invocado en la demanda.
131
J URIS P RUDENC IA S UM IL L ADA
FUNDAMENTOS
1. § Sobre el rechazo liminar, la necesidad de emitir un pronunciamiento de fondo y la com-
petencia del Tribunal Constitucional para ello
1. De manera preliminar a la dilucidación de la presente controversia, este Tribunal Constitucional
estima necesario pronunciarse sobre una cuestión procesal previa, referida al doble rechazo limi-
nar que ha sido decretado por los juzgadores de las instancias precedentes. En efecto, tal como
se aprecia de las resoluciones que obran en autos, tanto el Segundo Juzgado Especializado en lo
Constitucional así como la Quinta Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, han re-
chazado liminarmente la demanda de amparo de autos en aplicación del artículo 5.1 del Código
Procesal Constitucional, por considerar que la pretensión incoada por la entidad demandante no
resulta ventilable en un proceso constitucional.
132
EDWIN FIGUEROA GUTARRA
FUNDAMENTO 6.
Respecto del pronunciamiento del Segundo Juzgado Especiali-
PRINCIPAL zado en lo Constitucional de Lima se aprecia un defecto de mo-
Decisión de segunda instan-
tivación, pues se limita a sostener que lo que en realidad preten-
cia presenta defectos de mo- de la entidad demandante “es que se realice un nuevo examen
tivación al rechazar la de- de la materia controvertida en el proceso ordinario”. Pues bien,
manda argumentado que no tratándose de un proceso de amparo contra resolución judicial,
cabe realizar un nuevo exa- en el que se denuncia la afectación del derecho a la motiva-
men de la decisión cuando
ello es necesario para verifi- ción de las resoluciones, es evidente que para determinar ello
car afectaciones alegadas el juez constitucional debe revisar la cuestión controvertida en
el proceso ordinario, pues no de otra manera podrá verificarse
si, como se alega, se produjo una afectación de los derechos invocados. No basta, enton-
ces, con utilizar expresiones cliché y sin mayor sustento, sino que, como luego se verá,
se requiere de un deber especial de motivación.
FUNDAMENTO 7.
Lo mismo ocurre con el pronunciamiento de la Quinta Sala Ci-
PRINCIPAL vil, con el agregado de que reconoce, de manera contradictoria,
Pese a rechazo liminar de de-
que los hechos sí tienen incidencia en el contenido constitucio-
manda, instancia anterior se nalmente protegido del derecho invocado, y sin embargo, con-
pronunció sobre el fondo cluye confirmando el indebido rechazo liminar. Adviértase, ade-
más, que la conclusión de que “la tesis adoptada en la resolución
cuestionada constituye una interpretación incorrecta de la norma como señala la parte de-
mandante” supone un pronunciamiento de fondo que debe realizarse en el estadio proce-
sal correspondiente, mas no a través del rechazo liminar.
DOCTRINA 8.
Tales pronunciamientos suponen un defecto de motivación que
JURISPRUDENCIAL contraviene lo dispuesto por el artículo 47 del Código Procesal
La sola invocación de cau-
Constitucional, en tanto dispone que “Si el Juez al calificar la
sales de improcedencia no demanda de amparo considera que ella resulta manifiestamen-
constituye sustento suficien- te improcedente, lo declarará así expresando los fundamentos
te para el rechazo liminar de su decisión. Se podrá rechazar liminarmente una demanda
manifiestamente improcedente en los casos previstos por el artículo 5 del presente Códi-
go”. De lo que se desprende que no basta con invocar por el solo hecho de hacerlo algu-
na de las causales previstas en el artículo 5, sino que se requiere de un deber especial de
motivación.
FUNDAMENTO 9.
En consecuencia, el Tribunal Constitucional no solo discrepa
PRINCIPAL de ambos razonamientos –aun cuando, si bien es cierto, el artí-
Afectación alegada se en-
culo 5.1 del Código Procesal Constitucional habilita a los jue-
cuadra en contenido consti- ces para, en el legítimo e independiente ejercicio de la función
tucionalmente protegido del jurisdiccional, desestimar liminarmente una demanda– sino
derecho a la debida motiva- que además, por las consideraciones expuestas supra, y por los
ción por lo que debe la de- hechos descritos en la demanda, entiende que éstos sí se en-
manda ser admitida a trámite
cuadran, prima facie, dentro del contenido constitucionalmente
protegido del derecho a la motivación de las resoluciones judiciales. En vista de ello,
debe concluirse que se ha producido un indebido rechazo liminar de la demanda a nivel
de los juzgadores de las instancias previas.
DOCTRINA 10. Ahora bien, de conformidad con el artículo 20 del Código Pro-
JURISPRUDENCIAL cesal Constitucional, este doble e indebido rechazo liminar ca-
lificaría como un vicio procesal que, a su vez, exigiría decla-
Nulidad de todo lo actuado al
producirse un vicio procesal rar nulas las resoluciones judiciales así expedidas por el a quo
solo corresponde cuando se y el ad quem, ordenándoles la admisión a trámite de la deman-
pudiera afectar derecho de da de amparo. No obstante, es preciso recordar que, como es
defensa de una de las partes jurisprudencia reiterada de este Colegiado, “La declaración de
133
J URIS P RUDENC IA S UM IL L ADA
invalidez de todo lo actuado solo es procedente en aquellos casos en los que el vicio pro-
cesal pudiera afectar derechos constitucionales de alguno de los sujetos que participan
en el proceso. En particular, del emplazado con la demanda, cuya intervención y defen-
sa pueda haber quedado frustrada como consecuencia precisamente del rechazo liminar”
[Cfr. Sentencia recaída en el Exp. Nº 04587-2004-PA/TC, fundamento 15].
11. Tal construcción jurisprudencial, realizada incluso antes de que entrara en vigencia el Código
Procesal Constitucional, se ha sustentado en diferentes principios propios a la naturaleza y fi-
nes de los procesos constitucionales y, particularmente, en los de a) economía, b)informalidad y
c) la naturaleza objetiva de los procesos de tutela de derechos fundamentales [Cfr. Sentencia re-
caída en el Exp. Nº 04587-2004-PA/TC, fundamentos 16 a 19].
DOCTRINA
12. En lo que respecta al principio de economía procesal, este Cole-
JURISPRUDENCIAL giado ha establecido que si de los actuados existen los suficien-
tes elementos de juicio como para emitir un pronunciamiento
Principio de economía pro- sobre el fondo, pese al rechazo liminar de la demanda, resul-
cesal: si el TC tiene suficien- ta innecesario condenar a las partes a que vuelvan a sufrir la
tes elementos de juicio para angustia de ver que su proceso se reinicie, no obstante todo el
emitir pronunciamiento no
tendría porque anular todo tiempo transcurrido. Con ello, no solo se posterga la resolución
lo actuado y esperar que los del conflicto innecesariamente, sino que, a la par, se sobrecar-
jueces emitan una nueva de- ga innecesariamente la labor de las instancias jurisdiccionales
cisión competentes.
134
EDWIN FIGUEROA GUTARRA
FUNDAMENTO 15. En el presente caso, este Tribunal estima que el rechazo limi-
PRINCIPAL nar de la demanda de amparo no ha afectado el derecho de de-
Rechazo liminar no afecta-
fensa del emplazado Poder Judicial y de la empresa Telefónica
do el derecho de defensa del Perú S.A.A. –tercero que debe participar porque la decisión
del emplazado, ni del terce- a recaer en el proceso lo puede afectar– como así lo demues-
ro que se podría ver afectado tran las instrumentales que obran en autos y lo confirma la lí-
con la decisión nea jurisprudencial asumida por este Colegiado ante supuestos
análogos. En efecto, en lo que se refiere al órgano judicial demandado, hemos de recor-
dar que este Tribunal, tratándose de supuestos de amparo contra resoluciones judiciales,
como ocurre en el caso de autos, ha estimado que ante afectaciones formales y sustancia-
les al debido proceso, es posible condicionar la intervención de las partes, no requirién-
dose la participación del órgano judicial demandado, al tratarse de cuestiones de puro de-
recho [Cfr. Sentencia recaída en el Exp. Nº 05580-2009-PA/TC, fundamento 4].
135
J URIS P RUDENC IA S UM IL L ADA
FUNDAMENTO 19. Por todo lo expuesto, para este Tribunal queda claro que el de-
PRINCIPAL recho de defensa de la empresa Telefónica del Perú S.A.A. ha
Tercero que podría ser afec-
quedado plenamente garantizado en la presente causa, pues
tado con el pronunciamien- tuvo la oportunidad de hacer valer su derecho de defensa, como
to del TC tuvo oportunidad en efecto lo hizo, participando en la vista de la causa programa-
para ejercer su derecho de da por este Tribunal para el día 25 de enero de 2012, así como
defensa presentando un escrito en el que ha expresado los argumentos
de defensa que consideró pertinentes a sus intereses.
20. Asimismo, este Tribunal advierte que el reiterado argumento expresado por la mencionada em-
presa en el sentido de que “el demandante Scotiabank no nos incluyó dolosamente como de-
mandados, con la clara intención de evitar que ejercitemos nuestro derecho de defensa” (escrito
presentado ante la Quinta Sala Civil, y escrito obrante a fojas 49 del Cuaderno del Tribunal, pre-
sentado ante este Colegiado) no se ajusta –por decir lo menos– a la realidad de los hechos, pues
según consta de la demanda de amparo la recurrente solicitó –quinto otrosí a fojas 235–que se em-
place a Telefónica del Perú S.A.A. a efectos de que pueda manifestar lo conveniente a su derecho,
lo que es coherente con el pedido de fecha 16 de enero de 2012, obrante a fojas 30 del Cuaderno
del Tribunal, mediante el cual Scotiabank solicitó a este Colegiado se sirva notificar a aquella em-
presa “con el propósito de evitar cualquier nulidad que afecte su derecho al debido proceso”.
21. Por lo demás, y en la medida en que lo que aquí se cuestiona es una resolución judicial emitida
por la Sala Civil Permanente de la Corte Suprema de Justicia de la República, resulta claro que
la antes mencionada empresa de telefonía no podía ostentar la calidad de demandada o empla-
zada, sino la de un tercero con interés en los términos a que se refiere el artículo 43 del Código
Procesal Constitucional.
FUNDAMENTO 22. Pero de igual forma, este Tribunal encuentra que, por la propia
PRINCIPAL naturaleza de la controversia aquí planteada, interesa también al
interés público la solución pronta y definitiva de la cuestión
Controversia planteada es de
trascendencia nacional: Defi- expuesta en la demanda, al ser evidente que ésta, más que un
nir condiciones de legitimi- cotejo entre posiciones asumidas individualmente o a título
dad para la actuación de los subjetivo, entraña un manifiesto cariz objetivo, que no es otro
ejecutores coactivos que las condiciones que resulta legítimo exigir a los Ejecutores
Coactivos para hacer efectivas las acreencias del Estado. En ese sentido, siendo mani-
fiesta la innegable importancia y trascendencia nacional –porque va más allá del in-
terés de las partes intervinientes– de las implicancias que sobre el sistema de ejecución
coactiva estatal exhibe la materia sub litis, vinculada como está a la dimensión objeti-
va del proceso constitucional de amparo, este Tribunal entiende que, más que una fa-
cultad, constituye su deber emitir un pronunciamiento sobre el fondo de la controversia,
dado que, como luego se verá, reviste importancia y tiene incidencia en el ordenamiento
nacional, de manera que precisa ser abordada de modo prioritario por este Tribunal en su
condición de Supremo Intérprete de la Constitución.
136
EDWIN FIGUEROA GUTARRA
probatorios; ii) en el expediente obran todos los recaudos suficientes para emitir un pro-
nunciamiento sobre el fondo del asunto; iii) se ha garantizado el derecho de defensa de
todas las partes intervinientes; y, iv) la controversia reviste innegable importancia y no-
toria trascendencia nacional.
24. En consecuencia, el Tribunal Constitucional estima que una evaluación de los actuados evidencia:
a) En atención al principio de economía procesal, que en autos existen suficientes recaudos y
elementos de juicio como para emitir un pronunciamiento sobre el fondo de la controversia,
máxime cuando la cuestión a dilucidar es de puro derecho y no se requiere la actuación de
medios probatorios.
b) Por lo que hace al principio de informalidad, que el rechazo liminar de la demanda no ha
afectado el derecho de defensa del emplazado Poder Judicial y de la empresa Telefónica del
Perú S.A.A., quienes fueron notificados e incluso participaron de la vista de la causa ante este
Tribunal a través de la Procuradora Pública competente y sus abogados, respectivamente.
c) En lo que respecta a la naturaleza objetiva de los procesos de tutela de derechos fundamen-
tales como el amparo incoado, es innegable la importancia y notoria trascendencia nacional
de la controversia por las cuestiones que ella conlleva y, por tanto, de alcances que trascien-
den al caso concreto y al interés de las partes intervinientes en el proceso.
d) Por último, y no por ello menos importante, porque la tutela de urgencia del proceso de am-
paro incoado se encuentra plenamente justificada, en la medida que la controversia de autos
lleva más de cuatro años desde que fue expedida la resolución que en primera instancia de-
claró fundada la demanda de cumplimiento de contrato interpuesta por Telefónica del Perú
S.A.A. contra Scotiabank S.A.A., de manera que reviste capital importancia para el aparato
de ejecución coactiva del Estado que se defina de manera pronta y definitiva la solución de
la cuestión controvertida.
Por lo mismo, el Tribunal Constitucional considera que es competente para resolver el fondo de
la controversia.
2. § Delimitación del petitorio y de la materia constitucional relevante
25. La demanda tiene por objeto que se declare la nulidad de la Resolución de fecha 5 de abril de
2011 emitida por la Sala Civil Permanente de la Corte Suprema de Justicia de la República, que
declaró infundado el recurso de casación interpuesto por Scotiabank S.A.A. en el proceso segui-
do con Telefónica Móviles S.A. bajo el Exp. CAS Nº 3313-2009 (proceso de cumplimiento de
contrato).
26. La entidad demandante considera que la impugnada resolución vulnera su derecho a la motiva-
ción de las resoluciones judiciales toda vez que incurre en una serie de arbitrariedades al aplicar
erróneamente el artículo 3.3 del Reglamento de la Ley de Ejecución Coactiva, bajo un criterio
que, según alega, permitiría a cualquier entidad ante la cual se pretenda hacer valer un manda-
to coactivo, negarse a cumplir con dicho mandato si el ejecutor coactivo no estuviera inscrito, a
nivel nacional, ante toda la lista de entidades que se señalan en la citada norma, frustrándose así
cualquier procedimiento de ejecución coactiva conducido por el Estado.
FUNDAMENTO 27. En ese sentido, este Tribunal Constitucional estima que la con-
PRINCIPAL troversia en el caso de autos se circunscribe a verificar si en la
casación materia de análisis se ha realizado, o no, una correcta
Controversia versa sobre
si en la resolución judicial aplicación del artículo 3.3 del Reglamento de la Ley de Ejecu-
cuestionada se ha interpreta- ción Coactiva. Siendo así, el Tribunal observará los siguientes
da y aplicado debidamente el pasos para resolver la controversia: en primer lugar, identifi-
Reglamento de la Ley de Eje- cará el contenido constitucionalmente protegido del derecho a
cución Coactiva
la motivación de las resoluciones judiciales, en particular, cómo
137
J URIS P RUDENC IA S UM IL L ADA
FUNDAMENTO
29. En efecto, se aprecia que el considerando Décimo Cuarto de la
PRINCIPAL resolución judicial aquí impugnada se fundamenta en la apli-
cación del precitado artículo, interpretación esta última que la
Resolución judicial cuestio-
nada estaría imponiendo a entidad recurrente cuestiona en su demanda, por afectar su de-
los ejecutores coactivos car- recho a la motivación de las resoluciones judiciales e imponer
gas para ejerce su labor, lo una carga demasiado gravosa a los ejecutores coactivos en su
cual es asunto de relevancia labor de cobranza. En consecuencia, este Tribunal estima que,
constitucionla
existiendo relevancia constitucional en la interpretación del
mencionado dispositivo legal, corresponde emitir pronunciamiento sobre la controversia
de autos.
DOCTRINA 30. A mayor abundamiento, conviene precisar, además, que la pre-
JURISPRUDENCIAL tensión del banco recurrente sí es una susceptible de protección
Revisar interpretación de
mediante el presente proceso de amparo, pues si bien, conforme
normas ordinarias es com- a nuestra reiterada jurisprudencia, la interpretación de las nor-
petencia de justicia ordina- mas ordinarias (Código Civil, Código Procesal Civil, Ley de
ria. Solo cuando ella afec- Procedimiento de Ejecución Coactiva y su Reglamento, etc.)
te derechos fundamentales es, en general, una competencia propia de la justicia ordinaria,
será revisada en sede cons-
titucional existen casos en que la jurisdicción constitucional sí se encuen-
tra habilitada para emitir un pronunciamiento respecto de la
interpretación de la ley, precisamente cuando tal interpretación incida de modo arbitrario
en determinados derechos fundamentales, entre otros bienes constitucionales.
4. § El derecho a la motivación de las resoluciones judiciales: concepto y análisis del caso en
concreto
138
EDWIN FIGUEROA GUTARRA
DOCTRINA
34. En su interpretación sobre el contenido constitucionalmente
JURISPRUDENCIAL protegido de este derecho, el Tribunal Constitucional ha for-
mulado una tipología de supuestos en los cuales dicho conteni-
Supuesto típicos en los que
se ve vulnerado el contenido do resulta vulnerado, como es el caso de la sentencia recaída en
del derecho a la debida mo- el Exp. Nº 03943-2006-PA/TC, en la que el Tribunal reconoció
tivación las siguientes hipótesis de vulneración:
a) Inexistencia de motivación o motivación aparente
b) Falta de motivación interna del razonamiento, que se presenta en una doble dimensión:
por un lado, cuando existe invalidez de una inferencia a partir de las premisas que establece
previamente el Juez en su decisión; y, por otro, cuando existe incoherencia narrativa, que a la
postre se presenta como un discurso absolutamente confuso incapaz de transmitir, de modo
coherente, las razones en las que se apoya la decisión. Se trata, en ambos casos, de identi-
ficar el ámbito constitucional de la debida motivación mediante el control de los argumen-
tos utilizados en la decisión asumida por el juez o tribunal, ya sea desde la perspectiva de su
corrección lógica o desde su coherencia narrativa.
c) Deficiencias en la motivación externa; justificación de las premisas, que se presenta cuan-
do las premisas [normativa y fáctica] de las que parte el juez no han sido confrontadas o ana-
lizadas respecto de su validez fáctica o jurídica [según corresponda].
d) La motivación insuficiente, referida básicamente al mínimo de motivación exigible aten-
diendo a las razones de hecho o de derecho indispensables para asumir que la decisión está
debidamente motivada. Si bien, como ha establecido este Tribunal, no se trata de dar res-
puestas a cada una de las pretensiones planteadas, la insuficiencia, vista aquí en términos ge-
nerales, sólo resultará relevante desde una perspectiva constitucional si es que la ausencia de
argumentos o la “insuficiencia” de fundamentos resulta manifiesta a la luz de lo que en sus-
tancia se está decidiendo.
e) La motivación sustancialmente incongruente. El derecho a la tutela judicial efectiva y, en
concreto, el derecho a la debida motivación de las sentencias, obliga a los órganos judicia-
les a resolver las pretensiones de las partes de manera congruente con los términos en que
vengan planteadas, sin cometer, por lo tanto, desviaciones que supongan modificación o al-
teración del debate procesal (incongruencia activa). Desde luego, no cualquier nivel en que
se produzca tal incumplimiento genera de inmediato la posibilidad de su control mediante
139
J URIS P RUDENC IA S UM IL L ADA
140
EDWIN FIGUEROA GUTARRA
FUNDAMENTO 40. En relación con el primer punto, es claro para este Colegiado
PRINCIPAL que, siendo la interpretación del artículo 3.3 del Reglamento de
la Ley de Ejecución Coactiva una cuestión de medular impor-
No se indicó porque se des-
cartó la interpretación seña- tancia para resolver el recurso de casación interpuesto (como así
lada por el recurrente de la lo demuestra el voto en discordia que acompaña a la sentencia),
casación tal relevancia obligaba a la Sala Civil Permanente a exponer
detalladamente los argumentos en base a los cuales estimaba
infundada la causal invocada en dicho recurso referida a la interpretación del citado
artículo. Lo que se advierte, sin embargo, es que muy por el contrario, la Sala se limitó
a realizar una “interpretación literal” del mencionado artículo, obviando expresar las ra-
zones de fondo por las cuales desestimaba la tesis interpretativa formulada, a su vez, por
Scotiabank, consistente en afirmar que los Ejecutores Coactivos solo debían estar acredi-
tados ante la entidad ante la cual pretendían hacer efectivo el cobro de su acreencia, y no
ante todas las entidades mencionadas en la norma en cuestión. A juicio de este Tribunal,
el que la Sala demandada haya recurrido a una interpretación textual del artículo 3.3. del
Reglamento de la Ley de Ejecución Coactiva, desentendiéndose así de las razones obje-
tivas que habían sido esgrimidas por Scotiabank S.A.A. para sustentar su causal de casa-
ción, revela que dicho razonamiento no constituye una respuesta adecuada y razonable al
recurso interpuesto por dicha entidad.
FUNDAMENTO 41. Pero, por otro lado, este Tribunal encuentra también que la Sala
PRINCIPAL Civil Permanente incurre en un supuesto de motivación incon-
Sala consideró que los terce-
gruente (incongruencia activa), pues desvinculándose de los
ros deben exigir a los ejecu- términos estrictos de la causal de casación invocada, fue más
tores coactivos su acredita- allá en la definición de un supuesto deber de los terceros (enti-
ción, lo cual no era materia dades bancarias) de exigir a los Ejecutores Coactivos, bajo res-
de la casación ponsabilidad, su acreditación ante todas las entidades a que se
refiere el artículo 3.3 del Reglamento de la Ley de Ejecución Coactiva, como requisito
para proceder a la retención de los fondos correspondientes. Al ser este pronunciamien-
to una desviación o alteración del debate procesal fijado en el recurso interpuesto, cuyos
términos giraban en torno al deber de diligencia observado por Scotiabank S.A.A. al re-
tener los fondos de Telefónica del Perú S.A.A., este Tribunal estima que tal declaración,
además de ultra petita, constituye un supuesto de motivación incongruente.
42. Precisamente, vinculado con este último extremo, cabe precisar que la entidad recurrente aduce
también en su demanda de amparo que la resolución impugnada resulta irrazonable y despropor-
cionada, pues impone un requisito desmedido a las entidades del Estado para ejecutar coactiva-
mente sus cobranzas ante las entidades financieras del país. Al respecto, señala en su recurso de
agravio constitucional, obrante a fojas 510:
“Nótese además que la interpretación sostenida por la Resolución Judicial Impugnada no solo es
absurda y carente de motivación sino que [además] pretende generar efectos nocivos para todo
el sistema financiero y quebrar toda la estructura de las cobranzas coactivas. En efecto, bajo
esta interpretación, cualquier entidad ante la cual se pretenda hacer valer un mandato coactivo
podría negarse a cumplir con dicho mandato si el Ejecutor Coactivo no estuviera inscrito ante,
141
J URIS P RUDENC IA S UM IL L ADA
por ejemplo, una de las oficinas registrales a nivel nacional (¡bastaría que no estuviera inscri-
to solo ante una de ellas!), sin importar su lejanía o que se ubique fuera de su ámbito de compe-
tencia. Esto, señores Magistrados, implica un precedente nefasto para el sistema, pues virtual-
mente permitiría frustrar cualquier procedimiento de ejecución coactivo conducido por el Estado
peruano”.
DOCTRINA 47. Para entender los alcances de esta limitación, será preciso acu-
JURISPRUDENCIAL dir al tenor del artículo 194 de la Constitución, el cual dispo-
Autonomía de los gobiernos
ne que “Las municipalidades provinciales y distritales son los
locales: política, económica órganos de gobierno local. Tienen autonomía política, econó-
y administrativa en los asun- mica y administrativa en los asuntos de su competencia (…)”.
tos de su competencia Es del caso precisar que el Tribunal Constitucional ha señalado
(Cfr. Sentencia recaída en el Exp. Nº 0013-2003-AI/TC) que, frente a la diversidad de
significados y contenidos que reviste la garantía institucional de la autonomía municipal,
deben tenerse en consideración, principalmente, los siguientes elementos:
142
EDWIN FIGUEROA GUTARRA
FUNDAMENTO 48. Asumiendo esta perspectiva, este Tribunal considera que la in-
PRINCIPAL terpretación formulada por la Sala emplazada en la resolución
Interpretación de la Sala em-
de autos implica, prima facie, una afectación a la garantía insti-
plazada afecta la autonomía tucional de la autonomía municipal en su dimensión institucio-
institucional de los gobier- nal, reconocida en el artículo 194 de la Constitución, en la me-
nos locales dida que impone a las municipalidades distritales y provinciales
de todo el país la obligación de que sus Ejecutores Coactivos
estén acreditados ante todas las entidades mencionadas en el artículo 3.3. del Regla-
mento de la Ley de Ejecución Coactiva, como requisito previo para hacer efectivas sus
acreencias.
Identificación de la medida objeto de control de proporcionalidad. Distinción entre “disposi-
ción” y “norma”.
49. Como antes quedó expuesto, el artículo 3.3 del Reglamento de la Ley de Ejecución Coactiva
prescribe que “Solo los Ejecutores Coactivos debidamente acreditados ante las entidades del sis-
tema financiero y bancario, la Policía Nacional del Perú, las diferentes oficinas registrales del
territorio nacional y ante el Banco de la Nación, podrán ordenar embargos o requerir su cumpli-
miento (…)”. Al respecto, cabe precisar que conforme lo ha sostenido este Tribunal en la Sen-
tencia recaída en el Exp. Nº 00010-2002-AI/TC, fundamento 34, en todo precepto legal se puede
distinguir entre: a) el texto o enunciado, es decir, el conjunto de palabras que integran un deter-
minado precepto legal (disposición); y, b) el contenido normativo, o sea el significado o sentido
de ella (norma).
50. Pues bien, de una lectura preliminar del artículo 3.3 del Reglamento de la Ley de Procedimiento
de Ejecución Coactiva (disposición) es posible desprender una serie de sentidos interpretativos
(normas), todos ellos potencialmente aplicables al interior del proceso ordinario aquí cuestiona-
do. Sin embargo, el control constitucional que se efectuará en esta sede recaerá en aquella norma
que fue aplicada por la Sala Civil Permanente de la Corte Suprema de Justicia al emitir la reso-
lución s/n de fecha 5 de abril de 2011. Esa norma es: “Solo los ejecutores coactivos debidamen-
te acreditados ante todos los siguientes organismos: entidades del sistema financiero y bancario,
Policía Nacional del Perú, las diferentes oficinas registrales del territorio nacional y el Banco de
la Nación, podrán ordenar embargos o requerir su cumplimiento”.
Examen de idoneidad
143
J URIS P RUDENC IA S UM IL L ADA
FUNDAMENTO 52. Para determinar el objetivo, esto es, el estado de cosas que se
PRINCIPAL pretende lograr con la enumeración de una serie de entidades
Objetivo de la interpretación
ante las cuales deben estar acreditados los Ejecutores Coacti-
de la Sala emplazada es evi- vos para ordenar embargos o requerir su cumplimiento, resulta
tar fraude en la ejecución válido acudir a lo expresado por la propia Sala en la resolución
coactiva cuestionada, cuando afirma que su interpretación del artículo
3.3. del Reglamento de la Ley de Ejecución Coactiva “constituye
una garantía que la ley impone para evitar el fraude”. De lo cual se desprende que el ob-
jetivo de la interpretación sostenida por la Sala consiste en evitar el fraude en los pro-
cedimientos de ejecución coactiva, al impedir que terceros no autorizados y legitimados
por la entidad correspondiente pretendan la ejecución de embargos inexistentes.
144
EDWIN FIGUEROA GUTARRA
medidas alternativas menos lesivas pero igualmente aptas para alcanzar el objetivo de
los principios constitucionales antes señalados.
FUNDAMENTO 59. En ese sentido, deviene en arbitrario que la Sala Civil Perma-
PRINCIPAL nente de la Corte Suprema de Justicia de la República haya
Interpretación literal efectua-
aplicado el citado dispositivo legal de una manera tan estricta y
da por la Sala resulta incons- literal, que termine imponiendo un requisito de imposible cum-
titucional pues impone requi- plimiento a las municipalidades y demás órganos estatales, des-
sito imposible de cumplir a naturalizando de este modo todo el sistema de ejecución coacti-
municipalidades, afectando va del Estado en su conjunto así como la garantía institucional
su autonomía institucional
de la autonomía municipal, en su contenido institucional.
60. Por lo demás, no escapa a la consideración de este Colegiado que, para el caso específico de los
gobiernos locales, el artículo 3.4 del Reglamento de la Ley de Ejecución Coactiva dispone ex-
presamente que “(…) el ejecutor coactivo no podrá realizar sus funciones fuera de la provincia a
la que pertenece la entidad que representa”, por lo que mal hace la Sala al exigir a tales Ejecuto-
res estar acreditados ante entidades frente a las cuales, en virtud de este numeral, no podrán ejer-
cer sus funciones. Esto último revela no solo que la opción interpretativa hipotética antes formu-
lada tiene pleno asidero legal, sino también que la opción opuesta, la formulada por la Sala es,
además de irrazonable y desproporcionada, manifiestamente incorrecta.
145
J URIS P RUDENC IA S UM IL L ADA
146
EDWIN FIGUEROA GUTARRA
147
J URIS P RUDENC IA S UM IL L ADA
declara fundada en parte la demanda interpuesta por Telefónica del Perú S.A.A. contra la
Municipalidad de San Andrés, sobre proceso contencioso administrativo, y en consecuencia,
nulo el Oficio Nº 0148-2004-MDSA/ALC, que suspende el trámite de solicitud de nulidad
presentada contra la Multa Nº 001-2003-UR-MDSA y ordena que la Municipalidad deman-
dada expida nueva resolución en el plazo de diez días y vuelva a calificar el recurso de re-
consideración presentado por Telefónica del Perú S.A.A., careciendo de objeto que se emi-
ta pronunciamiento respecto de la pretensión accesoria de nulidad de actos derivados que se
sustente en la resolución impugnada.
FUNDAMENTO 68. En ese sentido, y sin que resulte necesario que este Tribunal se
PRINCIPAL pronuncie sobre el interés para obrar que le asistía a Telefónica
S.A.A. en el proceso civil de cumplimiento de contrato del cual
Interpretación de la Sala vul-
nera principio de seguridad emana la resolución judicial aquí cuestionada, elemento éste
jurídica y la proscripción del cuya apreciación corresponde exclusivamente a la jurisdicción
abuso de derecho pues pese ordinaria, el Tribunal Constitucional estima que el criterio asu-
a conocerlos no tomó en mido por la Sala Civil Permanente de la Corte Suprema de Jus-
cuenta anteriores procesos
ticia de la República vulnera los principios constitucionales de
seguridad jurídica y proscripción del abuso del derecho, pues no obstante conocer de la
pre-existencia de estos procesos, desestimó inexplicablemente la causal de casación refe-
rida a estos hechos, restándole así importancia al accionar de Telefónica S.A.A. para ha-
cer un doble cobro de su acreencia, intención ésta que queda plenamente acreditada con
las instrumentales citadas supra.
FUNDAMENTO 69. Sobre el particular, debe recordar este Tribunal que la cláusula
PRINCIPAL constitucional que proscribe el abuso del derecho, aplicada al
ámbito de los derechos fundamentales, supone la prohibición
Empresa pretendía obtener
un doble cobro por lo que in- de desnaturalizar las finalidades u objetivos que sustentan la
currió en causal de abuso de existencia de cada atributo, facultad o libertad reconocida so-
derecho bre las personas [Cfr. Sentencia recaída en el Exp. Nº 05296-
2007-PA/TC, fundamento 12]. Los derechos, pues, no pueden utilizarse de una forma ile-
gítima o abusiva, como ocurre en el presente caso, en que la empresa Telefónica S.A.A.
pretenda obtener un doble beneficio por una misma causa, lo que a todas luces resulta
inconstitucional.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le confiere la Constitución
Política del Perú,
HA RESUELTO
1. Declarar FUNDADA la demanda de amparo, y en consecuencia, NULA la resolución s/n de fe-
cha 5 de abril de 2011, expedida por la Sala Civil Permanente de la Corte Suprema de Justicia de
la República derivada del Exp. CAS. Nº 3313-2009.
2. Dispone que la Sala Civil Permanente de la Corte Suprema de Justicia de la República emita una
nueva resolución tomando en consideración los fundamentos expuestos en la presente sentencia.
Publíquese y notifíquese.
SS. ÁLVAREZ MIRANDA; URVIOLA HANI; MESÍA RAMÍREZ; BEAUMONT CALLIRGOS
148
Resoluciones del Ministerio Público deben
basarse en datos objetivos y ser congruentes con
el debate fiscal
EXP. Nº 03379-2010-PA/TC-LIMA
PATRICIA DEL CARMEN VELASCO SÁENZ
SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
En Lima, a los 9 días del mes de marzo de 2011, la Sala Segunda del Tribunal Constitucional, inte-
grada por los magistrados Álvarez Miranda, Vergara Gotelli y Urviola Hani, pronuncia la siguiente
sentencia, con el fundamento de voto del magistrado Vergara Gotelli, que se agrega.
ASUNTO
Recurso de agravio constitucional interpuesto por doña Patricia Del Carmen Velasco Saenz, Procu-
radora Pública Ad Hoc para los procesos judiciales relacionados con los Casinos de Juego y Má-
quinas Tragamonedas, contra la resolución de fecha 25 de junio del 2009 (fojas 355 del cuaderno
único), expedida por la Sétima Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, que declaró im-
procedente la demanda de autos.
ANTECEDENTES
Con fecha 23 de agosto del 2007 la recurrente interpone demanda de amparo contra el Fiscal Supre-
mo de Control Interno, señor Percy Peñaranda Portugal, y la Fiscal Superior Jefa de la Oficina Des-
concentrada de Control Interno de Cajamarca, señora Esperanza León Deza De Malca, solicitando
se deje sin efecto legal: i) la resolución de fecha 13 de noviembre del 2006 expedida por la Fisca-
lía Superior que desestimó su denuncia penal interpuesta contra el magistrado Fernando Galarreta
149
J URIS P RUDENC IA S UM IL L ADA
Paredes; y ii) la resolución de fecha 18 de junio del 2007 expedida por la Fiscalía Suprema que con-
firmó la desestimatoria de su denuncia penal. Sostiene que la Procuraduría Pública a su cargo inter-
puso denuncia penal (Exp. Nº 37-2006) en contra de Fernando Galarreta Paredes, juez a cargo del
Segundo Juzgado Civil de Cajamarca, por la comisión de los delitos de abuso de autoridad, incum-
plimiento de deberes y prevaricato, por su actuación en el proceso de amparo seguido por las em-
presas Apex Corporation S.A.C. y 9 Reynas S.A.C. en contra del Ministerio de Comercio Exterior
y Turismo, al declarar consentida la sentencia e improcedente la apelación formulada por la Direc-
ción Nacional de Turismo, denuncia que fue desestimada, decisión que vulnera sus derechos al de-
bido proceso y a la defensa toda vez que se omitió analizar si la conducta desplegada por el juez de-
nunciado calzaba con los tipos penales materia de su denuncia.
El Procurador Público del Ministerio Público, con escrito de fecha 11 de setiembre del 2007, contes-
ta la demanda solicitando que sea declarada improcedente expresando que las resoluciones fiscales
cuestionadas se encuentran sustentadas fáctica y jurídicamente.
El Quincuagésimo Noveno Juzgado Especializado en lo Civil de Lima, con resolución de fecha 28
de noviembre del 2007, declara improcedente la demanda por considerar que la recurrente ejerció
su derecho a la tutela jurisdiccional efectiva, a la defensa y a la instancia plural al interponer recur-
so de apelación contra la primera resolución que le fue desfavorable, obteniendo el correspondien-
te pronunciamiento motivado.
La Sétima Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, con resolución de fecha 25 de junio
del 2009, confirma la apelada por considerar que las resoluciones expedidas en las dos instancias del
Ministerio Público se encuentran razonablemente sustentadas y de ellas no se desprende agravio al-
guno a los derechos de la recurrente.
FUNDAMENTOS
Delimitación del petitorio
1. El objeto de la demanda es dejar sin efecto legal la resolución de fecha 13 de noviembre del
2006, que desestimó la denuncia penal, y la resolución de fecha 18 de junio del 2007 que con-
firmó la desestimatoria de la denuncia penal interpuesta por la recurrente contra el juez Fernan-
do Galarreta Paredes, sosteniéndose que dichas resoluciones han sido expedidas incurriéndose
en indebida motivación. Así expuestas las pretensiones, este Colegiado considera necesario de-
terminar a la luz de los hechos expuestos en la demanda y de los recaudos que obran en ella si
se ha vulnerado el derecho al debido proceso de la recurrente al haberse desestimado su denun-
cia penal omitiendo analizar si la conducta desplegada por el juez denunciado (haber declarado
consentida la sentencia e improcedente la apelación formulada por la Dirección Nacional de Tu-
rismo) calzaba o no con los tipos penales materia de la denuncia penal; o si por el contrario tal
análisis fue efectivamente realizado en las resoluciones fiscales cuestionadas.
Sobre el control constitucional de los actos del Ministerio Público
150
EDWIN FIGUEROA GUTARRA
151
J URIS P RUDENC IA S UM IL L ADA
recurso de apelación contra la sentencia, la cual fue declarada improcedente por el juez denuncia-
do al señalarse que la Dirección Nacional de Turismo carecía de legitimidad para obrar por no ser
parte procesal o tercero legitimado, este órgano de control interno considera que la actuación del
juez denunciado no se adecúa a los tipos penales que se le atribuyen por cuanto no se han hallado
suficientes elementos de juicio que acrediten la tipicidad objetiva de los mismos (…)”.
152
Motivación de actos administrativos exige
no solo indicar norma legal aplicada sino las
razones que llevaron a adoptar dicha decisión
La motivación del acto administrativo es una de las facetas del deber de motivar y
como tal, la Administración tiene la obligación de argumentar sus decisiones. El
caso en análisis se refiere a una suspensión de pensión por parte de la Oficina de
SUMILLA Normalización Previsional sin que se hubiere motivado adecuadamente el acto ad-
ministrativo sancionatorio. El Tribunal Constitucional estima la demanda en el
caso en comento, pues no se comprobó una supuesta adulteración de documen-
tos sino se atribuyó valor de verdad a indicios de adulteración. Comprobada esta
situación, se acredita la infracción al deber de motivar desde la Administración.
PALABRAS
derecho a la debida motivación de los actos administrativos,
CLAVES Administración Pública, suspensión de pensión, adulteración de
documentos
EXP. Nº 00744-2011-PA/TC-ICA
REYNALDO PIZARRO GREGORIO
SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
En Lima, a los 13 días del mes de junio de 2011, la Sala Segunda del Tribunal Constitucional, inte-
grada por los magistrados Eto Cruz, Vergara Gotelli y Urviola Hani, pronuncia la siguiente sentencia
ASUNTO
Recurso de agravio constitucional interpuesto por don Reynaldo Pizarro Gregorio contra la resolu-
ción expedida por la Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Ica, de fojas 256, su fe-
cha 22 de setiembre de 2010, que declaró infundada la demanda de autos.
ANTECEDENTES
El recurrente interpone demanda de amparo contra la Oficina de Normalización Previsional (ONP)
solicitando que se declare inaplicable el artículo 3 del Decreto Supremo Nº 063-2007-EF, y que en
consecuencia se restituya el pago de la pensión de jubilación que venía percibiendo en virtud de la
Resolución 82869-2004-ONP/DC/DL 19990.
La emplazada contesta la demanda señalando que en ejercicio de su facultad de fiscalización poste-
rior, determinó que en el caso del actor existían indicios de adulteración de los documentos que sus-
tentaron el otorgamiento de su pensión de jubilación.
153
J URIS P RUDENC IA S UM IL L ADA
El Tercer Juzgado Especializado en lo Civil de Ica, con fecha 15 de junio de 2010, declara fundada
la demanda sosteniendo que la pensión del actor fue suspendida luego de transcurrido el plazo razo-
nable, basándose en indicios y sin precisarse con claridad la motivación de la suspensión, por lo que
se han vulnerado sus derechos a la pensión y al debido proceso.
La Sala Superior competente, revocando la apelada, declara infundada la demanda estimando que la
suspensión se sustenta en indicios razonables de adulteración de la documentación que sustenta la
pensión del demandante, por lo que consideró que la demandada ha cumplido con motivar adecua-
damente la resolución que dispone la suspensión.
FUNDAMENTOS
Procedencia de la demanda
1. De acuerdo con lo dispuesto por el fundamento 107 de la STC 00050-2004-PI/TC y otros acu-
mulados, el derecho a no ser privado arbitrariamente de la pensión constituye un elemento del
contenido esencial del derecho a la pensión, el cual encuentra protección a través del proceso de
amparo de conformidad con los supuestos de procedencia establecidos en el fundamento 37 de
la STC 01417-2005-PA/TC.
2. Teniendo en cuenta que la pensión como derecho fundamental, por su naturaleza, requiere de re-
gulación legal para establecer las condiciones necesarias para su goce, debe concluirse que aque-
llas limitaciones o restricciones temporales o permanentes a su ejercicio han de estar debidamen-
te sustentadas, a efectos de evitar arbitrariedades en la intervención de este derecho.
Delimitación del petitorio
3. Si bien la pretensión del demandante se encuentra dirigida a obtener la inaplicación del artícu-
lo 3 del Decreto Supremo Nº 063-2007-EF, lo que en realidad pretende es la reactivación de su
pensión de invalidez cuestionando la resolución que declara la suspensión del pago, por lo que
corresponde efectuar la evaluación del caso concreto en atención a lo antes citado, considerando
además que la titularidad del derecho invocado debe estar suficientemente acreditada para que
sea posible emitir un pronunciamiento de mérito.
La motivación de los actos administrativos
154
EDWIN FIGUEROA GUTARRA
En esa medida, este Tribunal debe enfatizar que la falta de motivación o su insuficiencia
constituye una arbitrariedad e ilegalidad, en la medida en que es una condición impues-
ta por la Ley Nº 27444. Así, la falta de fundamento racional suficiente de una actuación
administrativa es por sí sola contraria a las garantías del debido procedimiento adminis-
trativo” (STC 00091-2005-PA/TC, fundamento 9, párrafos 3, 5 a 8, criterio reiterado en
STC 294-2005-PA/TC, STC 5514-2005-PA/TC, entre otras).
DOCTRINA
Adicionalmente se ha determinado en la STC 8495-2006-PA/
JURISPRUDENCIAL TC que: “un acto administrativo dictado al amparo de una po-
testad discrecional legalmente establecida resulta arbitrario
Acto administrativo es arbi-
trario cuando es resultado cuando solo expresa la apreciación individual de quien ejerce
de la apreciación individual la competencia administrativa, o cuando el órgano administra-
del órgano que lo emite tivo, al adoptar la decisión, no motiva o expresa las razones que
lo han conducido a adoptar tal decisión. De modo que, motivar
una decisión no solo significa expresar únicamente bajo qué norma legal se expide el
acto administrativo, sino, fundamentalmente, exponer en forma sucinta –pero suficien-
te– las razones de hecho y el sustento jurídico que justifican la decisión tomada”.
DOCTRINA 5. Por tanto la motivación de actos administrativos constitu-
JURISPRUDENCIAL ye una garantía constitucional del administrado que bus-
Debida motivación es una
ca evitar la arbitrariedad de la Administración al emitir ac-
garantía constitucional de tos administrativos. En ese sentido, la Ley N° 27444, Ley
los administrados del Procedimiento Administrativo General, en el artículo
IV del Título Preliminar establece que el debido procedi-
miento es uno de los principios del procedimiento adminis-
trativo. En atención a este se reconoce que “Los administrados gozan de todos los dere-
chos y garantías inherentes al debido procedimiento administrativo, que comprende el
derecho a exponer sus argumentos, a ofrecer y producir pruebas y a obtener una decisión
motivada y fundada en derecho (…)”.
6. A su turno los artículos 3.4, 6.1, 6.2, y 6.3, señalan respectivamente que para su validez “El acto ad-
ministrativo debe estar debidamente motivado en proporción al contenido y conforme al ordena-
miento jurídico; la motivación deberá ser expresa, mediante una relación concreta y directa de los
hechos probados relevantes del caso específico, y la exposición de las razones jurídicas y normati-
vas que con referencia directa a los anteriores justifican el acto adoptado; puede motivarse mediante
la declaración de conformidad con los fundamentos y conclusiones de anteriores dictámenes, deci-
siones o informes obrantes en el expediente, a condición de que se les identifique de modo certero,
y que por esta situación constituyan parte integrante del respectivo acto; y que, no son admisibles
como motivación, la exposición de fórmulas generales o vacías de fundamentación para el caso con-
creto o aquellas fórmulas que por su oscuridad, vaguedad, contradicción o insuficiencia no resulten
específicamente esclarecedoras para la motivación del acto” (destacado agregado).
7. Abundando en la obligación de motivación, incluso cuando se hubiera efectuado una motivación
por remisión, el artículo 24.1.1 exige a la Administración que la notificación contenga el texto
íntegro del acto administrativo, incluyendo su motivación.
8. Por último se debe recordar que en el artículo 239.4, ubicado en el Capítulo II del Título IV sobre
Responsabilidad de las autoridades y personal al servicio de la administración pública, se señala
que serán pasibles de sanción “Las autoridades y personal al servicio de las entidades, indepen-
dientemente de su régimen laboral o contractual, incurren en falta administrativa en el trámite de
los procedimientos administrativos a su cargo y, por ende, son susceptibles de ser sancionados
administrativamente con amonestación, suspensión, cese o destitución atendiendo a la gravedad
de la falta, la reincidencia, el daño causado y la intencionalidad con que hayan actuado, en caso
de: (…) Resolver sin motivación algún asunto sometido a su competencia”.
155
J URIS P RUDENC IA S UM IL L ADA
156
Deber de motivar las resoluciones judiciales es
aun mayor cuando se trate de decisiones que
restrinjan derechos fundamentales
La motivación presenta una faceta importante en esta sentencia pues a mayor res-
tricción de derechos fundamentales, mayor debe ser la motivación de los órganos
jurisdiccionales. El proceso que incluimos concluye con una sentencia estimatoria
dada la imposición de una pena privativa de libertad de 25 años. Se cuestiona una
decisión de la propia Corte Suprema que, a criterio del Tribunal Constitucional, no
SUMILLA vincula debidamente al actor con el hecho delictuoso. Ordena, en consecuencia, la
emisión de nueva resolución sin excarcelación del beneficiario. Apreciamos, igual-
mente, un efecto nulificador parcial por parte del Tribunal, proporcional con la
acotación de la infracción ocurrida. En adición a ello, aun cuando el debate a ni-
vel de la justicia ordinaria ya tuvo lugar al emitir la Corte Suprema decisión final,
es relevante acotar el rol corrector de la justicia constitucional.
EXP. Nº 02637-2011-PHC/TC-LIMA
LUIS GERÓNIMO PINTO GUTIÉRREZ
SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
En Lima, a los 11 días del mes de setiembre de 2012, el Tribunal Constitucional, en sesión de Pleno
Jurisdiccional, con la asistencia de los magistrados Álvarez Miranda, Urviola Hani, Vergara Gote-
lli, Mesía Ramírez, Beaumont Callirgos, Calle Hayen y Eto Cruz, pronuncia la siguiente sentencia,
con el voto singular en el que confluyen los magistrados Álvarez Miranda, Vergara Gotelli y Beau-
mont Callirgos, que se agrega.
ASUNTO
Recurso de agravio constitucional interpuesto por don Luis Gerónimo Pinto Gutiérrez contra la re-
solución expedida por la Tercera Sala Penal con Reos en Cárcel de la Corte Superior de Justicia de
Lima, de fojas 573, su fecha 23 de diciembre de 2010, que declaró infundada la demanda de autos.
ANTECEDENTES
Con fecha 27 de octubre de 2009 el recurrente interpone demanda de hábeas corpus contra los jue-
ces integrantes de la Primera Sala Penal Transitoria de la Corte Suprema de Justicia de la Repúbli-
ca, señores González Campos, Balcázar Zelada, Barrientos Peña, Vega Vega y Príncipe Trujillo, y
contra los jueces integrantes de la Primera Sala Especializada en lo Penal para Procesos con Reos
157
J URIS P RUDENC IA S UM IL L ADA
en Cárcel, señores Sánchez Gonzáles, Acevedo Otrera y Peña Bernaola. Alega la vulneración de
su derecho a la debida motivación de las resoluciones judiciales y del principio de presunción de
inocencia.
El recurrente refiere que en el proceso penal que se le siguió por la comisión de los delitos contra la
vida, el cuerpo y la salud-asesinato en agravio de Raymundo Florencio Rivarola Márquez y contra
el patrimonio-robo agravado en agravio de Rosa Elvira Farfán Huamanlazo y Huber Vicente Ayala
Sayas (proceso Nº 352-03), se le condenó sin que la sentencia de fecha 4 de enero del 2005 y la eje-
cutoria suprema de fecha 19 de julio de 2005 hayan tenido una suficiente motivación. Afirma que
las resoluciones cuestionadas no permitían establecer su participación en la muerte del agraviado
Raymundo Florencio Rivarola Márquez. De otro lado, niega la existencia de elementos probatorios
que puedan probar la autoría del delito de homicidio. Asimismo, alega que no se ha indicado nin-
guna prueba de su participación en los hechos delictivos. Concluye en que se ha vulnerado su dere-
cho a la debida motivación de las resoluciones judiciales y el principio de presunción de inocencia.
Realizada la investigación sumaria, los magistrados emplazados niegan los cargos que se les atribu-
ye. Por su parte, el procurador público adjunto para los asuntos constitucionales del Poder Judicial
señala que los alegatos del actor constituyen argumentos de defensa que no corresponden ser ana-
lizados en el proceso de hábeas corpus. Por su parte, el demandante ratifica los términos de su de-
manda, a fojas 31.
El Cuarto Juzgado Especializado en lo Penal de Lima, con fecha 3 de septiembre del 2010, declaró
infundada la demanda, por considerar que lo que se pretende es que se efectúe un nuevo examen de
los medios de prueba en el proceso seguido contra el actor y que las sentencias cuestionadas se en-
cuentran debidamente motivadas.
La Tercera Sala Penal con Reos en Cárcel de la Corte Superior de Justicia de Lima confirmó la ape-
lada, por los mismos argumentos.
FUNDAMENTOS
1. La presente demanda de hábeas corpus tiene por objeto que se declare la nulidad de la ejecuto-
ria suprema de fecha 19 de julio de 2005 y de la sentencia condenatoria de fecha 4 de enero de
2005, recaídas en el proceso penal seguido contra el accionante por el delito contra la vida, el
cuerpo y la salud-asesinato en agravio de don Raymundo Florencio Rivarola Márquez y contra
el patrimonio-robo agravado en agravio de doña Rosa Elvira Farfán Huamanlazo y don Huber
Vicente Ayala Sayas (Exp. Nº 352-03).
2. Sobre la alegada vulneración del principio de presunción de inocencia, este Colegiado conside-
ra que lo que en realidad pretende el actor es que se declare su inocencia tomando en cuenta la
valoración de las pruebas; sobre ello cabe enfatizar que el Tribunal Constitucional no es instan-
cia en la que pueda dictarse pronunciamiento tendiente a determinar si existe, o no, responsabi-
lidad penal de los inculpados, ni tampoco calificar el tipo penal en que estos hubieran incurrido,
lo que constituye competencia exclusiva de la jurisdicción penal ordinaria. Por consiguiente, no
es procedente el cuestionamiento de que no se ha valorado adecuadamente las pruebas en el pro-
ceso penal seguido en contra del actor, pues el proceso constitucional de hábeas corpus no debe
ser utilizado como vía indirecta para revisar una decisión jurisdiccional final que implica un jui-
cio de reproche penal sustentado en actividades investigatorias y de valoración de pruebas, as-
pectos que son propios de la jurisdicción ordinaria y no de la justicia constitucional (cfr. STC
2849-2004-HC/TC, caso Ramírez Miguel). En consecuencia, sobre este extremo resulta de apli-
cación el artículo 5, inciso 1 del Código Procesal Constitucional.
3. Asimismo, en cuanto a la presunta existencia de un vicio en la motivación de las resoluciones
judiciales consistente en que fue insuficiente el argumento para la justificación de la condena
por el delito de asesinato, dado que la única prueba que existiría en contra del actor sería una de-
claración en sede policial de su coacusada Celinda Mercedes Gómez Soplín, que además no lo
158
EDWIN FIGUEROA GUTARRA
sindica como el autor de los disparos, también se sustenta en un alegato de valoración probato-
ria, pues se pretende que el Tribunal se arrogue las facultades reservadas al juez ordinario y pro-
ceda al reexamen de la sentencia condenatoria y su posterior confirmatoria por ejecutoria supre-
ma, materia de connotación penal que, como ya se ha señalado, excede el objeto de los procesos
constitucionales de la libertad. Por lo que resulta de aplicación el artículo 5, inciso 1, del Código
Procesal Constitucional.
4. En el caso de autos también se denuncia que las cuestionadas resoluciones tendrían deficiencias
en la motivación externa, en la justificación de las premisas, al haber establecido la existencia de
la muerte del agraviado Raymundo Florencio Rivarola Márquez, concluyendo que ha sido cau-
sada por el recurrente y sus coprocesados Prado Quispe y Choja Isarra, sin que –según afirma el
actor–, se expresen las razones de su vinculación con ese hecho, y sin que se especifique –siem-
pre según el actor– su participación y las pruebas que lo vinculen con el robo agravado. Así ex-
puesto, este extremo de la demanda sí merece un pronunciamiento de fondo por parte de este Tri-
bunal Constitucional.
El derecho a la motivación de las resoluciones judiciales
DOCTRINA 7.
Esta exigencia de motivación de las resoluciones judiciales
JURISPRUDENCIAL guarda concordancia con el principio de interdicción o prohibi-
Exigencia de motivación
ción de la arbitrariedad, el cual surge del Estado Democrático
guarda conexión la proscrip- de Derecho (artículos 3 y 43 de la Constitución Política) y tiene
ción de la arbitrariedad un doble significado: a) en un sentido clásico y genérico, la ar-
bitrariedad aparece como el reverso de la justicia y el derecho;
y, b) en un sentido moderno y concreto, la arbitrariedad aparece como lo carente de fun-
damentación objetiva; como lo incongruente y contradictorio con la realidad que ha de
servir de base a toda decisión. Es decir, como aquello desprendido o ajeno a toda razón de
explicarlo ((Exp. N° 0090-2004-AA/TC, fundamento 12). A lo dicho debe agregarse que
constituye deber primordial del Estado peruano garantizar la plena vigencia y eficacia
de los derechos fundamentales, prohibiendo cualquier forma de arbitrariedad (artículo
44 de la Norma Fundamental).
159
J URIS P RUDENC IA S UM IL L ADA
160
EDWIN FIGUEROA GUTARRA
161
J URIS P RUDENC IA S UM IL L ADA
162
Motivación interna de las resoluciones judiciales
implica que no existan incongruencias en la
argumentación
EXP. Nº 0006-2010-PHC/TC-CUZCO
YONI VIRGINIA RONCO SUPA
SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
En Lima, a los 3 días del mes de agosto de 2010, la Segunda Sala del Tribunal Constitucional, inte-
grada por los magistrados Mesía Ramírez, Calle Hayen y Eto Cruz, pronuncia la siguiente sentencia.
ASUNTO
Recurso de agravio constitucional interpuesto por doña Yoni Virginia Ronco Supa contra la resolu-
ción de la Sala Penal de Apelaciones de la Corte Superior de Justicia de Cuzco, de fojas 87, su fecha
11 de diciembre de 2009, que declara improcedente la demanda de hábeas corpus de autos.
ANTECEDENTES
Con fecha 25 de noviembre de 2009, la recurrente interpone demanda de hábeas corpus contra la Pri-
mera Sala Penal Liquidadora Transitoria, integrada por doña Begonia del Rocío Velásquez Cuentas,
don Miguel Ortega Mateo y doña Rosari Oviedo Ligarda Pérez. Sostiene que en el proceso que se
le sigue por la comisión del delito contra la vida, el cuerpo y la salud en la modalidad de homicidio
(Exp. Nº 288-2009) se le dictó mandato de detención, el cual no estuvo debidamente motivado en lo
que se refería al peligro procesal, por lo que se vulnera su derecho al debido proceso.
163
J URIS P RUDENC IA S UM IL L ADA
164
EDWIN FIGUEROA GUTARRA
165
Motivación referida a la inconstitucionalidad de
normas jurídicas debe vencer la presunción de
constitucionalidad
Exp. Nº 01998-2013-PA/SPJ
Caso: Marcos Toribio Diaz Incio
Sentido del fallo: Fundada la demanda
Sentencia emitida por la Corte Superior de Lambayeque el 11/08/2014
166
EDWIN FIGUEROA GUTARRA
1. Enrique Salazar Fernández, Procurador Público del Gobierno Regional de Lambayeque, contra
el auto de fecha 22 de noviembre de 2013 que declara INFUNDADA la excepción de falta de
agotamiento de la vía administrativa.
2. Marcos Toribio Días Incio contra la sentencia de fecha 31 de marzo de 2013, que declara IM-
PROCEDENTE la demanda de amparo.
ANTECEDENTES
El recurrente interpone demanda de amparo (p. 07-12) y solicita se deje sin efecto y valor legal el
Oficio N° 07047-2013, de fecha 08 de mayo de 2013, mediante el cual se le comunica el retiro de
su puesto de trabajo como docente en la I.E.“San Martín de Porres” del distrito de Cayaltí, Lamba-
yeque, por haber cumplido 65 años de edad el 30 de junio de 2013. Considera se le ha discriminado
negativamente, afectándose su derecho a la igualdad, pues la jubilación en el sector público tiene lu-
gar a los 70 años de edad y, por tanto, al ser retirado compulsivamente a una edad por debajo de esa
referencia, se le afecta en su derecho fundamental al trabajo.
El Procurador Público del Gobierno Regional de Lambayeque contesta la demanda y deduce ex-
cepción de falta de agotamiento de la vía administrativa (p. 22-30) la cual se declara improcedente
(p. 86-87) y apelada (p. 109-112), fundamentándose que era necesario el agotamiento de la vía ad-
ministrativa antes de recurrir al amparo. En relación al fondo, considera que existen vías igualmente
satisfactorias para la protección del derecho invocado pues debió recurrir el actor a la vía contencio-
so administrativa en vía principal. De la misma forma, que en modo indebido se cuestiona en abs-
tracto la validez de la Ley de Reforma Magisterial, lo cual es inviable en este proceso. A eso acota
que la teoría de los derechos adquiridos ha sido derogada en nuestro ordenamiento constitucional y
suma como argumento que los derechos laborales de los docentes no son ponderables respecto al de-
recho a una educación de calidad de los estudiantes, criterios vertidos en la STC 0016-2008-PI/TC.
Finalmente, acota que el actor se rige por una ley especial, cual es la Ley de Reforma Magisterial.
Del mismo modo, la Unidad de Gestión Educativa Local de Chiclayo UGEL, contesta la demanda
y deduce excepción de incompetencia, la cual es declarada improcedente (p. 93-94) por extemporá-
nea. En cuanto al fondo, sostiene que no es cierto que al demandante le asistan los derechos contem-
plados en el Decreto Legislativo Nº 276 y su Reglamento, Decreto Supremo Nº 005-90-PCM. Con-
sidera, igualmente, que el actor debió recurrir al proceso contencioso administrativo.
La sentencia apelada (p. 118-121) declara improcedente la demanda de amparo, por considerar que
las actuaciones administrativas sobre personal dependiente al servicio de la Administración Públi-
ca, son impugnables a través del proceso contencioso administrativo. Considera relevante que el su-
puesto acto vulneratorio no hubiere sido impugnado en la vía administrativa.
La impugnación formulada (p. 130-134) por el demandante incide en que el proceso de amparo pro-
cede cuando se pretenda evitar que la agresión o amenaza se convierta en irreparable, inclusive a pe-
sar de que existan otras vías procedimentales específicas. Señala que es el caso de autos pues de no
recurrirse al amparo, la agresión devendría irreparable.
FUNDAMENTOS
§ El derecho a la debida motivación frente a las normas
167
J URIS P RUDENC IA S UM IL L ADA
DOCTRINA 5.
En ese sentido, observemos que la motivación es inclusive cali-
JURISPRUDENCIAL ficada pues debe vencerse la presunción de legalidad de la nor-
ma, etapa compleja pues debe advertirse una valoración posi-
Motivación debe vencer la
presunción de legalidad de tiva prima facie a favor del legislador, y luego inclusive debe
las normas ser derrotable, argumentativamente, la presunción de constitu-
cionalidad de la regla en examen, exigencia mucho mayor pues
debe enunciarse con propiedad cuál derecho fundamental es lesionado. Y más aún, debe
motivarse por qué esa lesión es elevada, manifiesta o grave, requisito sin el cual la nor-
ma debería conservarse vigente y presumirse su validez.
§ Una perspectiva histórica del derecho a la igualdad
168
EDWIN FIGUEROA GUTARRA
DOCTRINA 7.
Ya desde los fundamentos materiales de las polis griegas, la di-
JURISPRUDENCIAL ferencia taxativa entre seres humanos era una condición esen-
Esclavitud en la polis griega
cial para el desarrollo de las sociedades. Los esclavos y los
constituye una contradicción metecos (extranjeros que vivían en Atenas) representaban, los
con el ideal de la isopoliteia, primeros, una necesidad para el progreso de las polis o ciudades
igualdad entre los ciudada- Estado griegas, dadas sus funciones manuales, y los segundos,
nos no gozaban de ningún derecho ciudadano por su sola condición
de no originarios. Desde esa perspectiva, la existencia de la esclavitud misma y de ciuda-
danos de segundo orden, en la propia cuna de la democracia como lo era Grecia, repre-
sentaba pues una abierta contradicción al ideal de isopoliteia, el cual era entendido como
un mecanismo de iure para que todos los ciudadanos tuvieran igualdad de derechos en
las asambleas. Grecia representa, entonces, la ligazón material entre el nacimiento de una
poderosa institución como la democracia, y al mismo tiempo, constituye evidencia mani-
fiesta de plenas desigualdades a pesar de un ideal arquetípico de igualdad formal.
DOCTRINA 8.
Y por cierto, tales contraposiciones pueden ser contextuali-
JURISPRUDENCIAL zadas como premisas hoy enfáticamente contrarias al Estado
constitucional, un ideal y aspiración en el cual los derechos
Derecho a la igualdad es
base para el ejercicio de fundamentales se realizan y más aún, donde un derecho de en-
otros derechos tidad material relevante como lo es el derecho a la igualdad, ad-
quiere una notoriedad particular pues representa el fundamento
base de racionalidad para el ejercicio de otros derechos interdependientes respecto del
derecho a la igualdad.
DOCTRINA 9.
Es necesario enfatizar que hoy, en plenos albores del siglo XXI,
JURISPRUDENCIAL el derecho a la igualdad presenta importantes dimensiones en
su evolución material además de formal. Diversas decisiones de
Derecho a la igualdad ha
evolucionado dejando de ser los jueces del Poder Judicial así como del Tribunal Constitucio-
únicamente formal, sino tam- nal de Perú, han logrado una consolidación para la efectiva dife-
bién material renciación de los ámbitos materiales del derecho a la igualdad,
sin dejar de lado por cierto controversias que en el camino han resultado complejas, dis-
cutibles y hasta polémicas en la medida que la complejidad de determinados conflictos,
a juicio nuestro, han significado más retrocesos que avances.
DOCTRINA 10. En efecto, advirtamos que allí donde no hay estándares juris-
JURISPRUDENCIAL prudenciales construidos respecto a la dilucidación del dere-
cho a la igualdad, o donde propiamente una acción determinada
Estándares jurisprudencia-
les constituyen razonamien- califique como susceptible de aplicación del test de igualdad,
to judicial para llenar vacíos corresponde, si no hay un estándar determinado, que la judi-
o resolver antinomias catura asuma una posición de construcción de esos estándares
faltantes para que un nuevo consenso jurisprudencial defina la
controversia propiamente dicha. Los estándares, entonces, son construcciones del razo-
namiento de los jueces y de ahí que el análisis jurídico represente un permanente meca-
nismo de construcción de razones, unas veces resolviendo antinomias o conflictos, otras
veces llenando vacíos pues el Derecho no puede concebir lagunas definitivas sino solo
temporales o transitorias hasta que el intérprete llene ese espacio de ausencia en el Dere-
cho que un estándar faltante representa.
11. De ahí que los fundamentos del Derecho Constitucional repre-
DOCTRINA
JURISPRUDENCIAL senten, muchas veces, una modalidad in crescendo de una teo-
ría de la integración, en cuanto las conductas o normas que pro-
Controversias que no han
sido esclarecidas suficiente-
vocan controversias jurídicas y que no han sido esclarecidas
mente exigen la definición de suficientemente por el ordenamiento jurídico, exijan la defini-
estándares jurisprudenciales ción de estándares determinados por parte de los jueces.
169
J URIS P RUDENC IA S UM IL L ADA
§ El test de igualdad
12. Una interrogante que fluye en modo natural para la determinación de los ámbitos de discrimi-
nación positiva o negativa a partir de una norma, o entre dos condiciones o acciones, es ¿en qué
modo determinamos, con suficiencia, cuándo estamos frente a circunstancias contrarias al dere-
cho a la igualdad? O en otros términos, ¿cuándo existe trasgresión constitucional ostensible res-
pecto al derecho a la igualdad?
DOCTRINA 13. Para dar respuesta a esta interrogante, la interpretación del
JURISPRUDENCIAL Tribunal Constitucional ha construido el denominado test de
Mediante el test de igualdad
igualdad1. Este test y los pasos que el mismo representa, iden-
podrá analizarse si una nor- tifican un análisis de orden procedimental que ha de permitir al
ma o situación comporta un juzgador afirmar si respecto de una norma sometida a control
trato desigual irrazonable o una situación a la que se imputa irrazonable desigualdad, hay
trato igualitario o su vez, trato desigual.
DOCTRINA 14. Los pasos que comprende el test de igualdad son: a) Determi-
JURISPRUDENCIAL nación del tratamiento legislativo diferente; b) Determinación
de la intensidad de la intervención en la igualdad; c) Determi-
Test de igualdad: determinar
tratamiento legislativo dife- nación de la finalidad del tratamiento diferente (objetivo y fin);
rente; intensidad de la inter- d) Examen de idoneidad; e) Examen de necesidad; y f) Examen
vención; finalidad del trata- de proporcionalidad en sentido estricto o ponderación.
miento diferente. Tras ello,
realizar test de proporciona-
lidad (idoneidad, necesidad,
ponderación)
170
EDWIN FIGUEROA GUTARRA
171
J URIS P RUDENC IA S UM IL L ADA
24. Diríamos que este último examen es el de mayor relevancia pues alude a un verdadero escena-
rio de contrastación entre dos derechos fundamentales y bajo los supuestos de la escala triádica
de Robert Alexy10, ha de involucrar un mayor nivel de satisfacción del derecho fundamental que
prevalece y un menor nivel de afectación del derecho que a su vez es desplazado.
25. Ahora bien, el test de igualdad ha tenido una formulación procedimental, a partir del caso Profa,
en los seis pasos descritos. Podemos considerar, con suficiencia, que si el juez constitucional o
quien haga interpretación del derecho a la igualdad se sujeta a estos estándares secuencialmente,
pues cumple con la realización de un examen completo del test de igualdad.
10 ALEXY, Robert. Teoría de los derechos fundamentales. Traducción de E. Garzón, Centro de Estudios Constitucionales, Madrid,
1993, p. 435 y ss. En: PRIETO SANCHÍS, Luis. Los derechos sociales y el principio de igualdad sustancial. Ob. cit., p. 26.
11 Hábeas corpus, amparo, hábeas data y cumplimiento.
12 Inconstitucionalidad y competencial.
13 STC Exp. Nº 02835-2010-PA/TC, caso Empresa Pesquera San Fermín S.A.:
“42. (…) a efectos de determinar si en un caso concreto se está frente a una quiebra del derecho-principio a la igualdad, la doc-
trina constitucional ha desarrollado mecanismos para determinar cuándo estamos frente a un trato desigual con base en justifica-
ciones objetivas y razonables; o cuándo frente a un trato arbitrario, caprichoso e injustificado y, por tanto, discriminatorio. Pre-
cisamente, uno de esos instrumentos al que habrá de recurrir nuevamente este Tribunal es al test de razonabilidad.
a) De la existencia de un fin constitucional en la diferenciación: (…)
b) De la adecuación del medio utilizado para alcanzar el fin perseguido (…)
c) De la necesidad del medio empleado (…)”.
172
EDWIN FIGUEROA GUTARRA
14 BERNAL PULIDO, Carlos. El juicio de igualdad en la jurisprudencia de la Corte Constitucional colombiana. p. 12. Disponible
en <http://portal.uexternado.edu.co/pdf/2_icrp/elJuicioDeLaIgualdadEnLaJurisprudencia.pdf>. Fuente visitada con fecha 10 de
setiembre de 2014.
15 Constitución Política del Perú de 1993
Artículo 2.- Derechos fundamentales de la persona
“Toda persona tiene derecho a:
(…)
2. A la igualdad ante la ley. Nadie debe ser discriminado por motivo de origen, raza, sexo, idioma, religión, opinión, condición
económica o de cualquiera otra índole”.
173
J URIS P RUDENC IA S UM IL L ADA
174
EDWIN FIGUEROA GUTARRA
175
J URIS P RUDENC IA S UM IL L ADA
FUNDAMENTO 38. En esta misma lógica material, es exigible una ponderación en-
PRINCIPAL tre derechos fundamentales a través del test de igualdad, as-
Debe realizarse el test de
pecto sobre el cual hemos de desarrollar los 6 pasos de este
igualdad ante afectación del examen, dada la relevancia nacional del problema en examen.
derecho a la igualdad por Adicionalmente, el test de igualdad garantiza que luego de un
establecer excepción a una análisis minucioso desde la visión de los derechos fundamen-
regla general tales, podamos cerciorarnos de que efectivamente una norma o
conducta afectan o no el derecho a la igualdad. A este respecto, la jurisprudencia del Tri-
bunal Constitucional24 denota la garantía procedimental de este test respecto de denun-
cias sobre afectaciones al derecho a la igualdad.
176
EDWIN FIGUEROA GUTARRA
26 “El Congreso aprueba retrasar la jubilación a los 67 años”. El País, España, 21 de julio de 2011. Disponible en: <http://politica.
elpais.com/politica/2011/07/21/actualidad/1311252102_476595.html>. Fuente visitada con fecha 10 de setiembre de 2014. Se-
ñala El País: “El Congreso de los Diputados ha aprobado hoy definitivamente la reforma de las pensiones que eleva gradualmente
la edad de jubilación a los 67 años, después de que el Gobierno haya logrado sacarla adelante con el único apoyo de CiU durante
todo el trámite parlamentario. ( ) La norma, que entrará en vigor en 2013, fija que para jubilarse a los 67 habrá que tener una co-
tización de 37 años, mientras que mantiene que los trabajadores puedan retirarse a los 65 si han cotizado 38 años y seis meses”.
177
J URIS P RUDENC IA S UM IL L ADA
178
EDWIN FIGUEROA GUTARRA
54. Respecto al argumento de acudir a la vía contencioso administrativa, advertimos que dada una
vulneración ostensiblemente grave del derecho a la igualdad respecto del demandante, deviene
oneroso exigir a éste acudir a un proceso de la justicia ordinaria, en tanto observamos que no
existen fines de justificación legítimos ni de prohibición de discriminación respecto a la norma
enunciada. Más aún, la justicia constitucional, por su calidad de extraordinaria, sumaria y resi-
dual, ofrece una respuesta de urgencia a la vulneración denunciada.
55. Ahora bien, respecto a los derechos adquiridos, es importante
DOCTRINA
JURISPRUDENCIAL puntualizar que la dicotomía de prevalencia entre la teoría de
los derechos adquiridos y la posición de los hechos cumplidos
De acuerdo a la Constitu- ha sido delimitada por el artículo 103 de la Constitución31 así
ción, la teoría de los hechos
cumplidos prevalece fren- como por la jurisprudencia constitucional32, en el sentido de la
te a la de los derechos ad- prevalencia de la teoría de los hechos cumplidos, reservándose
quiridos casos de excepción solo al ámbito penal. Y sin embargo, es im-
portante hacer la salvedad de que esto no implica un criterio de
aplicación mecánica de la nueva norma en cuanto tal, en la medida que la norma vigen-
te a partir del artículo 103 de la Constitución exige también validez, es decir, compa-
tibilidad con la Carta Fundamental y esta validez no ha sido satisfecha en este test de
igualdad.
FUNDAMENTO 56. En adición a ello, la norma en examen no puede ser objeto de
PRINCIPAL una aplicación mecánica, si siguiéramos un criterio de estricta
Norma cuestionada lesiona literalidad respecto a la definitividad de toda nueva norma por
derechos fundamentales y la sola enunciación del artículo 103 de la Constitución de 1993.
por lo tanto es inaplicable al Ese no es el supuesto de la teoría de los hechos cumplidos. Por
caso concreto el contrario, se exige este necesario control constitucional vía
el test de igualdad. Desarrollado el mismo en los términos que anteceden, la norma en
examen, es nuestra conclusión, lesiona los derechos fundamentales invocados por la par-
te demandante y por lo tanto, la norma materia de este examen es inaplicable al caso de
autos por inconstitucional.
179
J URIS P RUDENC IA S UM IL L ADA
DECISIÓN:
Por las consideraciones expuestas, la Sala Constitucional de Lambayeque, con la autoridad que le
confiere la Constitución Política del Perú:
1. CONFIRMA el auto que declara INFUNDADA la excepción de falta de agotamiento de la vía
administrativa.
2. REVOCA la sentencia apelada; REFORMÁNDOLA, DECLARA FUNDADA la demanda
de amparo de autos y declara inaplicable al actor el Oficio N° 07047-2013, de fecha 8 de mayo
de 2013, mediante el cual se le comunica el retiro de su puesto de trabajo como docente en la
I.E.“San Martín de Porres” del distrito de Cayaltí, Lambayeque.
Publíquese y notifíquese.
SS. HUANGAL NAVEDA; RODAS RAMÍREZ; FIGUEROA GUTARRA
180
Ante insuficiencia de normas cabe sustentar
decisión judicial con base en brocardos jurídicos
Exp. Nº 05434-2011-SPJ
Caso: Rita Moncada Cruzado
Sentido del fallo: Infundada la demanda
Sentencia emitida por la Corte Superior de Lambayeque el 29/01/2013
PALABRAS
CLAVES
reglas, principios, fórmula de Radbruch, informalidad
181
J URIS P RUDENC IA S UM IL L ADA
se ha efectuado en base a la remuneración total permanente y precisa que la Ley de Presupuesto del
Sector Público para el Año Fiscal 2010 precisa que está prohibido el reajuste o incremento de bene-
ficios de toda índole.
El Ministerio Público opina por la improcedencia de la demanda (pp. 61-64) en atención a que la de-
mandante no ha agotado debidamente la vía administrativa.
La sentencia apelada (pp. 70-74) desestima la demanda aludiendo que no existe impugnación en ra-
zón de que, en vez de impugnarse la Resolución 624-2010-GR/LAMBDRSAL, solo existe un pedi-
do de “reintegro de gratificación de 2 sueldos”. Acota que el derecho no se ha perdido sino existen
cuestionamientos de forma.
La impugnación formulada por la demandante (pp. 79-82) indica que a pesar de lo que señala la sen-
tencia, ya tenía reconocido el derecho de reintegro por la RDRS 624-2010-GR-LAMB/DRSAL y
más aún, no existe cosa juzgada en el caso de autos sino cosa decidida, la misma que es plenamente
revisable por la autoridad judicial.
FUNDAMENTOS
§ La fórmula Radbruch y el derecho extremadamente injusto
1. La dilucidación de controversias que involucran derechos reconocidos por la ley y que even-
tualmente pueden devenir en cuestiones constitucionales, apunta hacia la tesis de casos difíciles
pues ellas involucran definir problemas con raigambre iusfundamental a partir de principios, va-
lores y directrices. Por oposición, otro tipo de controversias pueden ser dirimidas a partir de las
normas-regla concurrentes. Esta idea parte de la noción de un derecho por principios frente a un
derecho por reglas, uno de los temas más trabajados en la justicia constitucional en los últimos
años a partir de trabajos de Robert Alexy, Ronald Dworkin, Gustavo Zagrebelsky, Manuel Atien-
za Rodríguez y Luis Prieto Sanchís, entre otros autores relevantes.
DOCTRINA 2.
En muchas situaciones, la contraposición de derechos resulta
JURISPRUDENCIAL sumamente compleja y en tal sentido, es importante advertir
Cuando no sean aplicables
que, en apariencia, la fuerza de las normas-regla parecen con-
principios, en tanto que exis- currir para resolver un caso. Si la norma-regla es lo suficiente-
ta una norma “todo-nada”, mente idónea, congruente y racional, la controversia ha de di-
deberá acudirse a fórmulas lucidarse a partir de una inferencia silogística y se produciría el
desplazamiento de los principios en el caso a resolver, razón que
ya no justificaría una acción integradora de ellos pues la justicia constitucional parte de la
emotio, de la propia razonabilidad y de la ponderación para resolver las cuestiones difíci-
les. Pero ¿qué sucede si la regla a emplear solo brinda la opción del “todo o nada”, y no
deja espacio alguno para la acción de integración de los principios? Frente a esta noción
pétrea, los dilemas constitucionales pueden resolverse, también, a través de fórmulas.
3. La situación antes descrita fue abordada por Robert Alexy1 en una conferencia dictada en la Uni-
versidad de San Marcos2 en tanto el conocido autor alemán hizo referencia a la aplicación de la
fórmula Radbruch, planteada por primera vez en 1946, luego de 12 años de nacionalsocialismo.
Acotó el profesor de la Universidad de Kiel, Alemania, que el Tribunal Federal alemán se vio
enfrentado a dos casos importantes: uno primero, a raíz de la caída del régimen nazi cuando los
jerarcas nacionalsocialistas fueron declarados culpables. En rigor, el Tribunal de Nürenberg se
circunscribió a aplicar el derecho del vencedor pero determinados casos fueron conocidos por
el Tribunal Federal alemán y en propiedad, no existía un derecho aplicable, sino el construido a
1 Vide ALEXY, Robert. Eine Verteidigung der Radbruchschen Formel. Una defensa de la fórmula de Radbruch. Traducción del
original alemán de José Antonio Seoane. Disponible en <http://ruc.udc.es/dspace/bitstream/2183/2109/1/AD-5-4.pdf>. Fuente
visitada con fecha 9 de enero de 2013.
2 Con fecha 28 de agosto de 2010. Participaron, entre otros, Jan Sieckmann y Pedro Grández Castro.
182
EDWIN FIGUEROA GUTARRA
partir de la propia victoria aliada, para sancionar los graves crímenes contra la humanidad come-
tidos por los nazis. En suma, no había un derecho concurrente en la dimensión de conjunto de
reglas aplicables al caso concreto.
4. De la misma forma, refirió Alexy que después de la caída del muro de Berlín, los soldados o cen-
tinelas –Mauerschützen– que dispararon a quienes se escapaban de Berlín oriental a Berlín oc-
cidental, debieron ser enjuiciados. El argumento de defensa de los militares fue que la norma-
regla aplicable al caso concreto les permitía disparar a quienes trasgredieran el mandato de no
cruzar la frontera y por tanto, no se configuraba responsabilidad alguna. El Tribunal Federal ale-
mán no aceptó esta tesis bajo los alcances de la fórmula Radbruch que en síntesis señala que “el
derecho extremadamente injusto no es derecho” (lex injusta non est lex)3.
DOCTRINA 5.
La tesis es objetiva. En caso de resolverse las controversias solo
JURISPRUDENCIAL bajo la concurrencia silogística de las normas-regla, no habría
espacio para ir más allá de la norma en tanto respecto de los
Para cumplir su deber de pro-
teger derechos fundamenta- casos mencionados, los militares nazis pudieron haber alega-
les, los jueces podrán ir más do que solo cumplían órdenes superiores, tesis que hubiera po-
allá de la interpretación de la dido valer, igualmente, para el segundo caso, pues el solda-
regla do no dispara en caso no haya alguien que infrinja la norma.
Y sin embargo, la fórmula Radbruch presenta una razonabilidad justificada: los jueces
constitucionales pueden ir más allá de la interpretación de la norma-regla a partir de la
idea de la configuración de un mayor deber de protección de los derechos fundamentales
concernidos.
6. Zagrebelsky4 refuerza esta propuesta pues recurre a la necesaria idea de la dignidad de la perso-
na humana y a una exigible idea de “mirar más allá”5, afirmando una impetuosa propuesta de su-
pra– constitucionalidad, un tema de debate que privilegia la aplicación de principios en defensa
de los derechos fundamentales.
DOCTRINA 7.
La fórmula Radbruch constituye, en consecuencia, un aporte de
JURISPRUDENCIAL relevancia para el derecho constitucional en la medida que repre-
Fórmula Radbruch permite
senta una opción de ponderación frente a la aparente fortaleza de
ponderación frente a la rigi- las normas– regla, las cuales pueden ser desplazadas si se preten-
dez de las reglas, las cuales de dilucidar la controversia solo a partir de la aplicación silogís-
incluso podrían ser dejadas tica de la norma– regla. Se trata por ello de un ejercicio de dife-
de lado renciación para una mejor tutela de los derechos fundamentales
y que finalmente impone la justicia constitucional y sus fundamentos de mayor protec-
ción y de constelación plural de valores frente a las cuestiones que solo ofrecen homoge-
neidad ideológica.
§ Sobre las actuaciones de la Administración
183
J URIS P RUDENC IA S UM IL L ADA
no constituyen una zona exenta de control constitucional y por tanto, corresponde que la
jurisdicción ordinaria revise la legalidad de los actos administrativos sometidos a con-
trol con la particular atingencia de que si a su vez, verifica una incompatibilidad con la
Carta Fundamental, resulta un imperativo categórico preferir los principios, valores y di-
rectrices que la Constitución alberga, antes que una norma procedimental que no resulta
compatible con la Norma Fundamental. En ese rigor de actuación, el juez deviene, en su
actuación de dilucidación sobre derechos, guardián de la Constitución y no señor de la
Constitución (Hüter der Verfassung und nicht der Herr der Verfassung)7, en tanto se cir-
cunscribe a los mandatos de la Constitución y no es el dueño de ésta.
§ Análisis del caso concreto
9. A juicio de esta Sala Superior, el argumento del A quo invoca dos aspectos sustantivos: de un
lado, reconoce el derecho de la accionante a percibir la remuneración íntegra respecto de los 25
años de servicios cumplidos, a lo cual suma un segundo razonamiento respecto del cual refiere
que hay problemas de forma en tanto la Resolución cuestionada –624-2010-GR-LAMB/DRSAL
(referida p. 5)– no fue oportunamente impugnada y por el contrario, la administrada solo se cir-
cunscribió a presentar un recurso que no era en rigor una impugnación.
10. El razonamiento del a quo, válido en su ámbito formal, conduciría a que efectivamente se privi-
legie el tema de forma al que alude y a que, partiendo de la noción de una afectación continuada,
siempre que fuere así, la accionante vuelva a iniciar un reclamo en la vía administrativa, a fin de
que pueda solicitar nuevamente, respetando los plazos del caso y las impugnaciones de mérito a
que hubiere lugar, que su derecho se efectivice en los términos solicitados.
184
EDWIN FIGUEROA GUTARRA
FUNDAMENTO 12. Ciertamente que hay temas de forma que privilegiar en los pro-
PRINCIPAL cesos de esta naturaleza y en realidad, una respuesta de orden
Respuesta judicial con sus-
formal sería suficiente para dar por cerrada la cuestión que
tento meramente formal no ahora nos ocupa, declarándose improcedente la demanda. Y
es válida si es contraria a la sin embargo, los jueces nos vemos igualmente obligados a dar
Constitución una respuesta que, compatible en lo estrictamente congruente
con los temas de forma, constituya igualmente una respuesta válida desde la Constitu-
ción y no solo desde la ley en tanto ésta no puede ser punto de partida y llegada de los
derechos fundamentales que también conciernen a las actuaciones de la Administración.
13. En esa necesaria prevalencia de derechos fundamentales sobre las formalidades, por tanto, in-
cumbe para efectos de esta decisión, considerar afectados los derechos fundamentales a la digni-
dad y a percibir una remuneración equitativa, derechos previstos por los artículos 23 y 24 de la
Constitución9.
14. En ese razonamiento, consideramos que objetivamente ya existe el derecho reconocido desde la
primigenia Resolución Nº 624-2010-GR-LAMB/DRSAL, y que el mismo debía dilucidarse, in-
clusive favorablemente por parte de la propia Administración, dada la reiterada línea del Tribu-
nal Constitucional en este sentido, y sin embargo, la petición es desestimada bajo un argumento
de forma, el cual resulta incompatible de plano con nuestra Carta Fundamental, en tanto un tema
de forma no resulta razonablemente exigible si existe, por un lado, un proceso de naturaleza ju-
risdiccional en trámite, y de otro lado, si la figura planteada deviene exigible, en tanto es potes-
tad de los jueces acudir a la fórmula Radbruch para la estimación de un derecho conculcado.
DECISIÓN:
POR ESTAS CONSIDERACIONES la Sala Mixta Transitoria de Lambayeque, con la autoridad
que le confiere la Constitución Política del Perú, REVOCA la sentencia apelada que DECLARA
INFUNDADA la demanda; REFORMÁNDOLA, DECLARA FUNDADA la demanda. En con-
secuencia, declara nulas las Resoluciones Gerencial Regional 195-2011-GR.LAMB/GRDS y 611-
2011-GR.LAMB/DRSAL, las cuales declaran improcedente el pedido de reintegro de asignación
por 25 años de servicios. DISPONE el pago de los adeudos en base a remuneraciones totales inte-
grales. Con costos.
Publíquese y notifíquese.
SS. CARRILLO MENDOZA; FIGUEROA GUTARRA; DÍAZ PISCOYA
185
Evaluación del plazo razonable merece especial
exigencia de motivación
Exp. Nº 4375-2011-PHC
Caso: Luis Rugel Torres
Sentido del fallo: Infundada la demanda
Sentencia emitida por la Corte Superior de Lambayeque el 01/12/2011
PALABRAS
test del plazo razonable, actividad procesal del interesado,
CLAVES conducta de las autoridades judiciales, complejidad del asunto,
jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos
186
EDWIN FIGUEROA GUTARRA
ANTECEDENTES
La abogada Odalis Vega Guerrero, defensora del recurrente, interpone proceso de hábeas corpus
traslativo (pp. 1-2), contra la Dra. Clara Odar Puse, Jueza del Juzgado Mixto de Lambayeque, en
razón de que su patrocinado lleva más de 50 días detenido por la presunta infracción penal de robo
agravado. Señala que se ha vulnerado el artículo 221 del Código de los Niños y Adolescentes que
fija un plazo máximo de 50 días para adolescentes internos. Acota que no obstante haberse solicita-
do la libertad, ésta no ha sido atendida.
Producida la constatación respectiva (pp. 17-18), la emplazada refiere que no existe infracción algu-
na, pues el artículo 221 del Código de los Niños y Adolescentes hace referencia a un plazo mínimo
para investigar y a su vez, se han producido sendos incidentes en el proceso, como el pedido de li-
bertad procesal, el cual en su momento fue denegado con fundamento.
La sentencia impugnada (pp. 27-30) declara fundada la demanda y señala que efectuado el cómputo
desde el 28 de julio de 2011 hasta el 16 de setiembre de ese mismo año, se ha producido el exceso
del plazo de internamiento y se ha vulnerado el plazo razonable.
La apelación formulada por la demandada (pp. 41-43) indica como agravios que la impugnada ha
vulnerado sus derechos y que en realidad, ha existido una actitud dilatoria de la defensa del propio
menor infractor, en tanto el mandato de internamiento ni siquiera fue apelado, habiéndose, en su lu-
gar, solicitado la variación. De otro lado, señala que no se ha emplazado al Procurador Público, lo
cual resta su derecho de defensa, a lo cual suma vicios procesales en la decisión así como una inde-
bida aplicación de la norma.
FUNDAMENTOS
§ El plazo razonable en el ámbito interamericano
1. A nivel de instrumentos internacionales, la justicia supranacional ha delineado el concepto de
plazo razonable1 a través de la jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos,
específicamente en el caso Suárez Rosero2, en claro intento de delimitación de los estándares del
plazo razonable.
DOCTRINA 2. Un detalle de suma relevancia para los ordenamientos jurídicos
JURISPRUDENCIAL nacionales es la vinculatoriedad de las decisiones de la Corte
Sentencias de la Corte Inte- Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH), esto es, el
ramericana resultan vincu- valor vinculante que alcanzan las decisiones de la Corte IDH
lantes y fortalecen el sistema resulta taxativo para todos los Estados conformantes del siste-
de decisiones de los Estados ma interamericano de derechos humanos. Reviste así importan-
cia que esa jurisprudencia fortalece los sistemas de decisiones
187
J URIS P RUDENC IA S UM IL L ADA
de los Estados Parte. Dicha jurisprudencia de la Corte va a conceptuar que los derechos
de las víctimas no han sido elaborados en las normas sino que es el propio desarrollo ju-
risprudencial, y el criterio dinámico de interpretación, los factores que definen se aplique
un nivel de progresividad en la defensa de los derechos de las personas.
DOCTRINA 6.
Para efectos de una comprensión constitucional del plazo razo-
JURISPRUDENCIAL nable como un derecho fundamental, es pertinente señalar que el
Plazo razonable está conte-
debido proceso, en su calidad de derecho continente, compren-
nido implícitamente en el de- de el derecho a ser juzgado en un plazo razonable, bajo un es-
recho al debido proceso quema de inclusión implícita, esto es, el goce del derecho al pla-
zo razonable solo puede entenderse y gozarse si se materializa
el ejercicio sustantivo del derecho al debido proceso.
188
EDWIN FIGUEROA GUTARRA
transcurso del plazo, denota una insuficiencia manifiesta de valoración, y por cierto, de
ser así, la decisión del intérprete resultaría incompleta en su plano argumentativo.
§ Análisis del caso concreto
8. A juicio de esta Sala Constitucional, la A-quo desarrolla un examen insuficiente de la pretensión
pues considera como único item de su decisión el transcurso del plazo, sin atender a los demás
requisitos ya configurados por el Sistema Interamericano de Derechos Humanos y por nuestra
jurisprudencia constitucional.
en la sentencia del caso Valle Jaramillo y otros vs. Colombia, que a su vez fueron reiterados en la sentencia del Caso Kawas Fer-
nández vs. Honduras, de fecha 3 de abril de 2009.
En dichas sentencias, la Corte IDH amplió de tres a cuatro los elementos que deben analizarse para determinar la razonabilidad
del plazo del proceso penal, que son: a) la complejidad del asunto; b) la actividad o comportamiento del procesado; c) la con-
ducta de las autoridades judiciales; y d) la afectación que genera la demora en la situación jurídica de la persona involucrada en
el proceso.
21. Así, en la sentencia del Caso Valle Jaramillo y otros vs. Colombia, la Corte IDH reconoció que:
‘155. (…) ha establecido que es preciso tomar en cuenta tres elementos para determinar la razonabilidad del plazo: a) la comple-
jidad del asunto, b) la actividad procesal del interesado, y c) la conducta de las autoridades judiciales. El Tribunal considera per-
tinente precisar, además, que en dicho análisis de razonabilidad se debe tomar en cuenta la afectación generada por la duración
del procedimiento en la situación jurídica de la persona involucrada en el mismo, considerando, entre otros elementos, la materia
objeto de controversia. Si el paso del tiempo incide de manera relevante en la situación jurídica del individuo, resultará necesa-
rio que el procedimiento corra con más diligencia a fin de que el caso se resuelva en un tiempo breve’.
22. En la sentencia del Caso Kawas Fernández vs. Honduras, la Corte IDH reafirmó que:
‘112. (…) ha establecido que es preciso tomar en cuenta cuatro elementos para determinar la razonabilidad del plazo:
a) complejidad del asunto, b) actividad procesal del interesado, c) conducta de las autoridades judiciales, y d) afectación
generada en la situación jurídica de la persona involucrada en el proceso’. (Negritas agregadas).
23. A la luz de estos cuatro elementos, que en algunos casos han sido analizados en su integridad por la Corte IDH y en otros ca-
sos no”.
5 Código de los Niños y Adolescentes
Artículo 221.- “El plazo mínimo e improrrogable para la conclusión del procedimiento, estando el adolescente interno, será de
cincuenta días, y en calidad de citado, de setenta días”.
189
J URIS P RUDENC IA S UM IL L ADA
DECISIÓN:
Por estos fundamentos, la Sala Constitucional de Lambayeque, con la autoridad que le confiere la
Constitución Política del Perú, REVOCA la sentencia que DECLARA FUNDADA la demanda;
REFORMÁNDOLA, DECLARA INFUNDADA la demanda. DISPONE su publicación en el Dia-
rio oficial El Peruano.
Publíquese y notifíquese.
SS. HUANGAL NAVEDA; CARRILLO MENDOZA; FIGUEROA GUTARRA
6 “Dios surgido de la máquina”, traducción de la expresión griega “απó μηχανῆς θεóς” (apó mekhanés theós). Se origina en el tea-
tro griego y romano, cuando una grúa (machina) introduce una deidad (deus) proveniente de fuera del escenario para resolver
una situación. Aforismo expresado en la STC Exp. Nº 00728-2007-PHC/TC, fundamento jurídico 40.
190
Revisión de constitucionalidad de decisiones
judiciales no habilita a imponer
un sentido de motivación
Exp. Nº 894-2002-PA/SPJ
Caso: Guillermo Guado Correa
Sentido del fallo: Confirma la resolución apelada
Sentencia emitida por la Corte Superior de Lambayeque el 25/01/2012
191
J URIS P RUDENC IA S UM IL L ADA
ANTECEDENTES
La Sala de Derecho Constitucional se pronunció ya en su oportunidad (pp. 449-450), por confirmar
la Resolución Nº 54 (pp. 416-417), que a su vez había resuelto el A-quo en el sentido de rechazar
la solicitud de embargo en forma de retención sobre la cuenta corriente Nº 281743 contra el Pliego
del Poder Judicial, por estimar que la entidad demandada venía cumpliendo de manera parcial con
el mandato judicial.
De la misma forma, señalaba que el cronograma de pagos a favor del demandante seguía vigente
hasta la fecha, no habiendo sido objeto de cuestionamiento alguno por el actor, con el objeto de ob-
tener la modificación que pudiera haber correspondido, así como tampoco quedó demostrado que la
cuenta bancaria correspondiera a bienes de dominio privado del Poder Judicial.
Incoada la demanda respectiva contra esta Sala, por haber rechazado el embargo solicitado, el Juez
del Quinto Juzgado Especializado Civil estima en parte la demanda (pp. 508-517), considerando que
existió afectación al derecho de motivación y resuelve declarar inaplicable la Resolución Nº 59, emi-
tida por la Sala de Derecho Constitucional.
Señala que no se ha especificado en qué consistía el sustento de la Sala respecto al término “y otros
conceptos inembargables”, en referencia al Informe del Banco de la Nación que hacía saber los con-
ceptos no afectos a embargos (pp. 408-410).
Mediante Resolución Nº 28 (pp. 518-521), por encontrarse esta Sala con miembros titulares impedi-
dos pues se nos había demandado, se conforma un nuevo Colegiado que resuelve confirmar la sen-
tencia apelada (pp. 508-517), por considerar que la Sala de Derecho Constitucional no había consig-
nado los fundamentos de derecho de su decisión, así como tampoco el desarrollo de los argumentos
interpretativos que sustentan el sentido de su fallo.
FUNDAMENTOS
§ La motivación y sus límites constitucionales
DOCTRINA 1. El Tribunal Constitucional ha desarrollado jurisprudencialmen-
JURISPRUDENCIAL te1 el deber de motivar contemplado por el artículo 139 inciso 5
Derecho a la debida motiva- de la Carta Magna, y describe en el caso aludido los conflictos
ción se encuentra reconoci- subyacentes a la motivación.
do en el artículo 139.5 de la
constitución
192
EDWIN FIGUEROA GUTARRA
DOCTRINA 3.
La mención al sistema de fuentes implica sujeción al Estado de
JURISPRUDENCIAL Derecho y a la ley propiamente dicha. Mas si solo fuera exigi-
Juzgador debe brindar bue-
ble dicha sujeción, no hay duda que retrocederíamos respecto
nos argumentos para una a lo que hoy involucra el Estado constitucional, en su acepción
adecuada justificación inter- más amplia en sentido interpretativo y en esa lógica, la tarea del
na como externa de su de- juzgador importa aportar buenos argumentos para una adecua-
cisión da justificación interna como externa, elementos centrales para
el cumplimiento de la labor argumentativa en el Derecho.
DOCTRINA 4.
Por otro lado, la calificación de jueces respecto a la motivación
JURISPRUDENCIAL de otros jueces, importa un ejercicio muy especial, pues no es
sino la jurisdicción constitucional la que puede calificar a la ju-
Revisión de la motivación
por parte de otros jueces es risdicción ordinaria, mas ese ejercicio comporta un deber de
restrictiva de la justicia cons- ajustar sus argumentos a los estándares de racionalidad y ra-
titucional, la cual debe ajus- zonabilidad. En el caso de la racionalidad, hay un ejercicio de
tarse a estándares de racio- sujeción a la norma en su calidad de mandato definitivo; y res-
nalidad y razonabilidad
pecto a la razonabilidad, existe en propiedad una vinculación
de aceptabilidad al mandato de optimización que involucra un principio o un derecho
fundamental, como mejor ejemplo de aplicación, éste, de un principio.
DOCTRINA 5.
¿Y que sucedería en caso contrario, es decir, cuando ese ejer-
JURISPRUDENCIAL cicio de calificación de jueces respecto a jueces se ejerce con
Fórmula Heck: límites a la
inequidad y sin reales argumentos de razonabilidad? Pues ocu-
competencia constitucional rriría un desbordamiento constitucional3, no en la expresión tí-
de revisar motivación de re- pica positiva de Prieto Sanchís, sino en una dimensión negativa,
soluciones judiciales pues se afectaría gravemente la legitimidad de las competencias
constitucionales, y además, se crearía un espacio que en propiedad niega la fórmula
Heck4, en explícito rechazo al esquema de la “cuarta instancia”, criterio adoptado por la
Comisión Interamericana de Derechos Humanos para denegar que determinados proce-
sos sean revisados, una vez concluidos, sin mayor justificación, salvo la de extender el
debate jurisdiccional, y más aún, sin un verdadero, real y ponderado sustento constitu-
cional. Por tanto, existen límites a la motivación y ellos se desprenden de la noción pro-
pia del Estado Democrático y Social de Derecho.
§ Análisis del caso concreto
6. Era importante precisar los conceptos previos pues viene a nuestro conocimiento resolver un
proceso sobre el cual ya en su oportunidad esta Sala se ha pronunciado. Más aún, dos ma-
gistrados de esta Sala hemos formulado nuestra abstención y la misma ha sido denegada en
3 Expresión tomada de PEREZ LUÑO, A.E. El desbordamiento de las fuentes del derecho. Real Academia Sevillana de Legisla-
ción y Jurisprudencia, Sevilla, 1993. Citado por: PRIETO SANCHÍS, Luis. “Neoconstitucionalismo y ponderación judicial”. En:
Anuario de la Facultad de Derecho en la Universidad Autónoma de Madrid. Nº 5, Derecho y Proceso, Universidad Autónoma
de Madrid, Madrid, 2001.
4 STC Exp. Nº 00575-2006-PA/TC, caso Fernando Salmón:
“4. Al Tribunal no le es ajeno que en la aplicación del derecho ordinario se puedan afectar los derechos fundamentales. Por ello
aplicando la denominada ‘fórmula Heck’, empleada por el Tribunal Constitucional Federal alemán o la denominada ‘fórmula de
la cuarta instancia’ utilizada por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, hemos sostenido que:
La estructuración del proceso, la determinación y valoración de los elementos de hecho, la interpretación del derecho ordina-
rio y su aplicación a los casos individuales son asuntos de los tribunales competentes para tal efecto, y se encuentran sustraí-
dos de la revisión posterior por parte del Tribunal Constitucional (...); sólo en caso de la violación de un derecho constitucio-
nal específico por parte de un tribunal, puede el Tribunal Constitucional (...) entrar a conocer el asunto (...). Los procesos de
subsunción normales dentro del derecho ordinario se encuentran sustraídos del examen posterior del Tribunal Constitucional
Federal, siempre y cuando no se aprecien errores de interpretación relacionados fundamentalmente con una percepción inco-
rrecta del significado de un derecho fundamental, especialmente en lo que respecta a la extensión de su ámbito de protección,
y cuando su significado material también sea de alguna importancia para el caso legal concreto” (BverfGE 18, 85 –sentencia
del 10 de junio de 1964–) [STC Exp. Nº 09746-2005-PHC/TC, f.j. 4].
193
J URIS P RUDENC IA S UM IL L ADA
FUNDAMENTO 10. Por lo tanto, en cumplimiento del fallo judicial motivo de este
PRINCIPAL nuevo conocimiento del proceso, es pertinente señalar, vía la
En cumplimiento de manda- presente resolución, que corresponde aclarar que los “otros
to judicial se precisa cuál es conceptos” determinados en el Informe del Banco de la Na-
la cuenta que debe ser ex- ción, ya antes enunciado, alude a conceptos inembargables de-
cluida en la ejecución terminados en la Cuenta 0000-281743, la cual debe resultar
excluida para los fines de ejecución del presente proceso.
11. A lo expuesto debemos sumar, y ello no puede resultar excluido ni soslayado, que a la luz de nue-
vas normas administrativas recientes6, el cumplimiento de lo ejecutoriado en este proceso, debe
sujetarse a las directivas de procedimiento emitidas por la Corte Suprema del Poder Judicial, la
cual exige, desde el 22 de diciembre de 2011, que la aplicación de los apercibimientos contempla-
dos por los artículos 22 y 59 del Código Procesal Constitucional, sea efectuada en forma gradual y
progresiva, y que sea rigurosamente observado el principio de legalidad presupuestal. En caso de
inobservancia, corresponderá la intervención de la Oficina de Control de la Magistratura (OCMA).
12. Asumimos que al actor le corresponde efectivizar su derecho a que el mandato judicial primige-
nio (pp. 94-97, 150-151 y 156-157) sea cumplido, y sin embargo, es menester advertir que co-
rresponde determinar según las directivas de la Resolución Administrativa Nº 452-2011-P/PJ,
5 El informe señala: “derecho de notificación judicial, certificado de depósitos judiciales, multas, multas papeleta de tránsito, pur-
ga de rebeldía, relaciones exteriores, CER, fotocopiado, estacionamiento, devoluciones, comisiones, depósitos directos de pape-
letas, cafetería, otros ingresos (fotocheck, guardianía), alquiler inmuebles, venta de bases, remate cuerpo del delito, Decreto Su-
premo Nº 039-94-JUS)”
6 Resolución Administrativa Nº 452-2011-P/PJ. Circular referida a la aplicación progresiva de los artículos 22 y 59 del Código
Procesal Constitucional.
“Artículo Primero. Establecer que en la ejecución de sentencias firmes que disponen el pago de sumas de dinero y demás obli-
gaciones laborales o previsionales en los que el Estado o las instituciones públicas sean parte obligada, los apremios y aperci-
bimientos regulados en los artículos 22 y 59 del Código Procesal Constitucional deberán ser efectuados por los jueces en forma
gradual y progresiva. En tales supuestos deberán observar rigurosamente el principio de legalidad presupuestal a que se refiere
el artículo 70, inciso 1, de la Ley Nº 28411, Ley del Sistema Nacional de Presupuesto, por lo que han de conceder un plazo pru-
dencial para el debido y cabal cumplimiento de lo que haya sido ordenado judicialmente”.
194
EDWIN FIGUEROA GUTARRA
que corresponderá aplicar en el presente caso los apercibimientos graduales que fijan los artícu-
los 22 y 59 del Código Procesal Constitucional, marco al cual invariablemente corresponderá se
sujete este proceso, pues le son aplicables los efectos de la resolución acotada.
DOCTRINA
15. En primer lugar, en sede de derechos fundamentales, hoy la mo-
JURISPRUDENCIAL tivación es prevalentemente de principios8 y no de reglas9, y si
bien los principios no reemplazan a las reglas o normas, pues no
No corresponde fijar, bajo
sanción de nulidad, norma- resulta imperativo fijar, en sede constitucional, necesariamente,
regla aplicable cuando exis- en forma inevitable y bajo sanción de nulidad, la norma aplica-
tan principios involucrados ble cuando de por medio hay una sustentación de principios10.
195
J URIS P RUDENC IA S UM IL L ADA
18. En el caso que nos ocupa, sin embargo, no vamos a contrariar, tampoco, los argumentos de la
Sala, pues nos encontramos en posición de obedecer un mandato judicial y sobre dicho particu-
lar, merecen relevancia dos precisiones.
FUNDAMENTO 21. Por otro lado, siguiendo la lógica del fundamento 18, tenemos
PRINCIPAL un contexto posterior a la emisión de nuestra decisión antes
cuestionada, y es que en rigor concurre la Resolución Adminis-
Nueva resolución del Poder
Judicial fija exigencias para trativa N° 452-2011-P/PJ, la cual fija, conforme señalamos su-
el acatamiento de sus obli- pra, determinadas exigencias procedimentales que los Poderes
gaciones del Estado, como sucede con el Poder Judicial para lo referido al
cumplimiento de obligaciones, estamos en obligación de acatar.
22. Por lo tanto, puede ser satisfecho el mandato de exigencia de cita legal, establecido por la Sala,
con la referencia a la Resolución arriba acotada, siempre que nos refiramos al contexto posterior
a la emisión de la Resolución 59.
12 Adviértase que parte de la obligación ha sido cumplida entre los años 2005 y 2008, solicitándose embargo recién el 2009.
196
EDWIN FIGUEROA GUTARRA
DECISIÓN:
Por las consideraciones expuestas, la Sala Constitucional de Lambayeque, con la autoridad que le
confiere la Constitución Política del Perú, CONFIRMA la Resolución 51 de fecha 16 de setiem-
bre de 2009, que resuelve rechazar la solicitud de embargo en forma de retención sobre la cuenta
corriente 281743, solicitada por el demandante Guillermo Guado Correa contra el Poder Judicial.
Publíquese y notifíquese.
SS. HUANGAL NAVEDA; FIGUEROA GUTARRA; DÍAZ PISCOYA
197
Motivación con base en el modelo de
argumentación de Toulmin es superior al solo
empleo del silogismo jurídico
Exp. Nº 2010-2200-0-0401-JR-PE-01
Caso: Luis Enrique Choque Rivera
Sentido del fallo: Improcedente la demanda
Sentencia emitida por el Primer Juzgado de Investigación Preparatoria de Arequipa el 18/04/2011
EXPEDIENTE Nº : 2010-2200-0-0401-JR-PE-01
ACCIONANTE : LUIS ENRIQUE CHOQUE RIVERA
MATERIA : HÁBEAS CORPUS
ACCIONADO : FIDEL HILACONDO DÁVILA
SECRETARIO : HOMERO MONTES NÚÑEZ
SENTENCIA
Arequipa, dieciocho de abril
Dos mil once.-
I. PARTE EXPOSITIVA:
Primero: Pretensión del accionante
A) Identificación del proceso y de las partes.- El presente proceso constitucional ha sido inter-
puesto por Luis Enrique Choque Rivera en contra del Juez del Décimo Juzgado Civil de Are-
quipa la persona de César Arturo Burga Cervantes y Silveria Tapia Zárate y ampliado de
oficio contra de Fidel Carmelo Hilacondo Dávila.
B) Pretensión del accionante.- A folios veintinueve a treinta y dos el accionante interpone Hábeas
Corpus con el objeto de que se proceda a disponer la inmediata cesación de los efectos a que se
contrae el despojo de su derecho a la libertad y disfrute de su predio, por verse impedido de des-
plazarse libremente e ingresar a su predio, coactando su derecho a la libertad personal, violando
su domicilio y contra el debido proceso.
C) Fundamentos de hecho y derecho.- El accionante señala que:
198
EDWIN FIGUEROA GUTARRA
C.1) Es copropietario del predio ubicado en la Urb. Cooperativa de Vivienda Juventud Ferrovia-
ria , Mza. C Lote 7, Sublote B del Cercado de Arequipa adquirido mediante remate de derechos
llevado a cabo el 13 de octubre de 2006; proceso seguido en contra de José Francisco Delgado
Pacori, sobre obligación de dar Suma de Dinero y ejecutado en el proceso judicial 29-2005 se-
guido en el Juzgado de Paz de San Martín de Mariano Melgar, dándose la adjudicación el 17 de
octubre de 2006.
C.2) Adicionalmente señala que a pesar de ser copropietario de dicho inmueble desde octubre
del año 2006 no fue notificado con alguna demanda, posteriormente tomó conocimiento del
proceso de División y Partición seguido en el Décimo Juzgado Civil de Arequipa con el Exp.
Nº 2008-2570, iniciado por la señora Silveria Tapia Zarate en contra de José Delgado Pacori, cau-
sa en la que el Juez César Burga Cervantes emite sentencia declarando Fundada la demanda sobre
División y Partición; por lo que se ordena la liquidación del condominio de acuerdo a lo señalado
en la parte considerativa, adjudicando a favor de la demandante Silveria Tapia Zárate el cincuenta
por ciento del terreno y construcciones de acuerdo a los linderos y medidas: por el frente con la ca-
lle número tres con once punto cincuenta metros lineales, por la derecha con el sub lote A con diez
punto ochenta y seis metros lineales, por la izquierda con el lote número seis con diez punto ochen-
ta y cinco metros lineales, por el fondo con el resto de la propiedad a dividirse correspondiendo al
demandado; y a favor de José Francisco Delgado Pacori el otro cincuenta por ciento del terreno y
construcciones del mismo bien de acuerdo a las siguientes medidas y linderos: por el frente con el
parque de SIDSUR con once punto cincuenta metros lineales, por la derecha entrando por el fondo
con lote número seis, con diez punto ochenta y cinco metros lineales, por la izquierda entrando por
el fondo con el sub lote A con diez punto ochenta y seis metros lineales, por el fondo con el resto
de la propiedad a dividirse correspondiente a la demandante.
C.3) Asimismo señala que al ejecutarse la sentencia del Exp. N° 2008-2570 el Juez en forma ar-
bitraria y en contra de sus derechos ha procedido a ordenar el lanzamiento y el encierro dentro
de un espacio reducido, y ordenó que se coloque una pared de sillar y cemento impidiendo el in-
greso y salida de su predio y por ende su libertad. C.4) En la diligencia efectuada dentro del pro-
ceso N° 2008-2570 sobre División y Partición iniciado por Silveria Tapia Zárate se ha ordenado
la división del predio en dos inmuebles actuando sin consentimiento e impidiendo el debido pro-
ceso; C.5) Se ha procedido a encerrarlo dentro de un área de terreno y construcción que no tiene
salida propia, ya que el único acceso es el que se halla por la calle que da al frontis, siendo que
se ha impedido que pueda desarrollar libremente sus actividades al no contar con salida propia.
Sustenta su pedido en los incisos 15 y 17 del artículo 25 del Código Procesal Constitucional y 2,
5 y 20 de la Constitución Política del Estado.
Segundo: A) Defensa propuesta por los accionados:
1) A folios cuarenta y nueve se encuentra el acta de declaración de doña Silveria Tapia Zárate
precisando que: a) Que conoce a Luis Choque Rivera, por ser hijo del primer matrimonio del pa-
dre de mi hija; b) Asimismo niega los cargos referidos en la demanda, y señala que era copro-
pietaria de la casa junto con José Francisco Delgado Pocori, posteriormente mediante proceso
de Partición y División seguido en el Décimo Juzgado Civil de Arequipa con el Exp. N° 2008-
2570 obtiene sentencia a su favor declarando la partición del bien, motivo por el cual vende y
así transfiere sus derechos y acciones al señor Hilacondo (persona que continúa con el presente
proceso); por lo que manifiesta que su persona no realizó ningún acto procesal desde que ven-
dió el inmueble; c) Por otro lado señala que dicho inmueble fue dividido por el Décimo Juzga-
do Civil de Arequipa, es así que cada parte tenía y tiene acceso vehicular y peatonal, por lo que
la parte que vendió da con la calle número tres identificada como C-7-B Juventud Ferroviaria y
la otra parte propiedad de José Delgado Pacori tiene acceso peatonal y vehicular con el parque
SIDSUR, sin embargo señala que con fecha 28 de octubre 2008 se realizó audiencia de pruebas
del proceso de división y partición, donde se llevó a cabo inspección judicial que constata que
el demandante de la presente acción no vivía en dicha propiedad; d) Finalmente señala que es
falso que se haya privado el derecho a su libertad, ya que dicho predio tiene acceso peatonal y
199
J URIS P RUDENC IA S UM IL L ADA
vehicular por la entrada del parque SIDSUR; es así que todos los predios que dan al parque tie-
nen acceso de entrada; e) Por lo que el 31 de marzo de 2010 que realizó la venta ante el Nota-
rio Gorki Oviedo, el demandante no vivía en dicha propiedad, asimismo en el proceso se llevó a
cabo un peritaje, el cual hizo la partición con una línea divisoria.
2) A folios cincuenta y dos se encuentra la declaración del Dr. César Burga Cervantes Juez del
Décimo Juzgado Especializado en lo Civil, la cual sustenta que: a) El presente Hábeas Cor-
pus se deriva de un proceso civil de partición y división iniciado por Silveria Tapia Zárate con-
tra José Delgado Pacori, la cual declaró fundada y ordenó la liquidación del condominio, asimis-
mo deja constancia que la parte demandada no contestó la demanda, estando con la calidad de
rebelde y no apeló la sentencia quedando así consentida, dando como significado que el deman-
dado acepte la pretensión de la demanda; b) Asimismo señala que la partición realizada resulta
jurídicamente posible, ya que el inmueble causa de la litis colinda con una vía pública en la Urb.
SIDSUR lo que fue materia de inspección judicial, lo que significa que el propietario puede tener
acceso a su propiedad a través de esa vía, sin embargo si fuera el caso de no tener esa vía de ac-
ceso la ley a previsto la denominada servidumbre legal la cual dispone que aquellos predios que
no tienen acceso a vías públicas tienen el beneficio de a través del predio sirviente, lo que debe
ser materia de un proceso independiente ya que la parte demandada nunca objetó la forma de
partición; c) Por otro lado el Acta de Lanzamiento efectuada el 15 de junio del año 2010, cons-
ta que en el predio no existía ningún muro divisorio, y asimismo se compromete a la parte eje-
cutante (la que entregó el frente del predio) que permitiera el acceso a los poseedores del fondo
hasta que procedan abrir su puerta de acceso.
3) Defensa del Procurador Público a cargo de los asuntos constitucionales del Poder Judicial a
folios doscientos setenta y siete a doscientos ochenta ha precisado que se debe declarar improce-
dente la acción de Hábeas Corpus solicitada porque: a) Agrega que no existe una amenaza cierta
e inminente de la violación del derecho fundamental a la libertad personal, debido que el deman-
dante cuestiona resoluciones que han sido emitidas por el magistrado, por lo que son meramente
procesales de contenido legal y no constitucional. b) No concurren ninguno de los supuestos del
Código Procesal Constitucional y además falta el contenido constitucionalmente protegido.
4) A folios quinientos doce y quinientos trece se encuentra la declaración de Fidel Carmelo
Hilacondo Dávila, la cual señala que: a) Desde el quince de junio de dos mil diez conoce a En-
rique Choque Rivera y que mediante proceso civil de partición y división iniciado por Silveria
Tapia Zárate contra José Delgado Pacori, el cual fue declarado fundado por el Décimo Juzgado
Especializado en lo Civil , asimismo señala el declarante que junto a su esposa Bertha Socorro
Mejía Vera adquirieron los derechos procesales y la propiedad en sí mediante escritura pública
de fecha treinta de marzo de dos mil diez, asimismo aclara que es con respecto a la parte que le
corresponde a la demandante; b) Asimismo que el juzgado fijó fecha para la diligencia el quince
de junio de dos mil diez, por lo que se hace entrega del referido inmueble a su persona en la di-
ligencia programada por el Dr. César Burga Cervantes, Juez del Décimo Juzgado Civil, para lo
que precisa que el accionante estuvo presente en la diligencia; c) Finalmente señala que después
de dos días de la diligencia realizada decide levantar la pared divisoria debido a que el accionan-
te optó por un comportamiento prepotente, a su vez que de manera voluntaria ofreció darle sali-
da e ingreso momentáneo hasta que aperture su puerta de entrada y salida por donde correspon-
de siendo este por el parque SIDSUR.
Tercero: Itinerario del proceso.- Tramitada la causa con sujeción a la Ley Nº 28237, Código Pro-
cesal Constitucional, se ha aperturado sumaria investigación como es de verse de la Resolución
Nº 01 del dieciséis de junio del año dos mil diez (folios 33 y 34) y ampliada contra Fidel Carmelo
Hilacondo Dávila a través de Resolución Nº 09 del treinta de junio del dos mil diez (folios 375). Se
deja constancia que a través de Sentencia del dos de julio del dos mil diez se ha declarado Improce-
dente la demanda de Hábeas Corpus interpuesta por Luis Enrique Choque Rivera en contra de Cé-
sar Burga Cervantes, Juez del Décimo Juzgado Civil de Arequipa; Infundada la demanda de Hábeas
Corpus interpuesta por Luis Enrique Choque Rivera en contra de Silveria Tapia Zárate ampliada
200
EDWIN FIGUEROA GUTARRA
en contra de Fidel Carmelo Hilacondo Dávila, y Fundada la demanda de Hábeas Corpus contra Fi-
del Carmelo Hilacondo Dávila (folios 359 a 365); en tanto que a través de Sentencia de Vista N° 65
del primero de setiembre del dos mil diez se ha Confirmado parcialmente la sentencia en cuan-
to declaró Infundada la demanda de Hábeas Corpus respecto de Silveria Tapia Zárate y el se-
ñor juez civil César Burga Cervantes, y declarar Nula la sentencia en cuanto a Fidel Carmelo Hi-
lacondo Dávila, mientras que por Resolución del Tribunal Constitucional del doce de enero del dos
mil once se ha declarado Improcedente la Queja planteada por Luis Enrique Choque Rivera como
consta del Cuaderno anexo; en esta medida el estado del proceso es de emitir pronunciamiento fi-
nal en cuanto al extremo subsistente del Hábeas Corpus en vinculación a Fidel Carmelo Hil-
acondo Dávila.
II. PARTE CONSIDERATIVA:
Primero: Argumentación jurídica de acuerdo al modelo de Stephen Toulmin:
DOCTRINA De acuerdo a Stephen Toulmin un argumento es similar a un orga-
JURISPRUDENCIAL nismo, porque tiene al mismo tiempo una estructura anatómica gran-
Esquema de argumentación de, tosca y otra, por así decirlo, fisiológica y más delicada . Ahora
1
de Toulmin: conclusión, da- bien el esquema de Toulmin para analizar los argumentos a dife-
tos, garantías, respaldo y re- rencia del silogismo jurídico comprende una conclusión o preten-
futaciones sión que debe estar apoyada en evidencia (datos), pero para que esta
evidencia tenga la capacidad de apoyar realmente a la conclusión o pretensión debe ser
usada conforme a ciertas garantías o justificaciones; asimismo estas justificaciones pue-
den necesitar de un respaldo que autorice su uso y el argumento también debe tener en
cuenta las refutaciones posibles y el argumentador debe mostrar cuál es su evaluación
del peso que tienen todos los elementos aportados para apoyar la conclusión2. Por lo que
ahora corresponde analizar el caso concreto puesto a disposición de este Juzgado confor-
me al esquema de Stephen Toulmin dentro de un marco paradigmáticamente superior al
modelo del silogismo jurídico, de la siguiente forma:
DOCTRINA A) DATOS (Ground): Los datos son los tipos de fundamentos sub-
JURISPRUDENCIAL yacentes que son requeridos si intenta que una pretensión del tipo
Datos: fundamentos subya- particular sea aceptada como sólida y confiable. Las pruebas em-
centes para que una preten- píricas, contrastables, predicciones comprobadas o comproba-
sión sea sólida y confiable bles3. En el presente caso los datos proporcionados se encuentran
de los antecedentes del proceso y que se hallan perfectamente
contrastados por actuaciones judiciales y documentos públicos consignados a lo largo del
proceso y son los siguientes:
A.1 Sentencia: En el Exp. Nº 2008-2570 a través de Sentencia N° 101-2009-DJC del veintio-
cho de mayo de dos mil nueve y su integración por Resolución N° 12 del tres de julio del dos
mil nueve (folio 144) se ha procedido a declarar Fundada la demanda de División y Partición
interpuesta por Silveria Tapia Zárate en contra de José Delgado Pacori, por lo que se ordena la
liquidación del condominio existente del bien materia de litigio (ubicado en la manzana C
Lote B de la Urbanización Cooperativa de Vivienda Juventud Ferroviaria del distrito de Cerro
Colorado de Arequipa inscrito en la Partida 11017526) el cual se divide según lo expuesto en la
parte considerativa de dicha sentencia, adjudicándose a: A) Favor de la demandante Silveria
Tapia Zárate el cincuenta por ciento del terreno y construcciones de acuerdo a los siguientes y
medidas, por el frente con la calle número tres, con once punto cincuenta metros lineales; por la
1 TOULMIN, Stephen. Los Usos de la Argumentación. Traducción María Morrás y Victoria Pineda. Península, Barcelona, 2007,
p. 129.
2 URETA GUERRA, Juan Antonio. Técnicas de Argumentación Jurídica para la Litigación Oral y Escrita. Jurista Editores, Lima,
2010, p. 127.
3 Ibídem, p. 135.
201
J URIS P RUDENC IA S UM IL L ADA
derecha con el sub-lote A con diez punto ochenta y seis metros lineales, por la izquierda con el
lote número seis con diez punto ochenta y cinco metros lineales; por el fondo con el resto de la
propiedad a dividirse correspondiente al demandado; B) Favor de José Delgado Pacori el cin-
cuenta por ciento del terreno y construcciones del mismo bien, de acuerdo a los siguientes me-
didas y linderos: por el frente con el parque de SIDSUR con once punto cincuenta metros linea-
les, por la derecha entrando por el fondo con lote número seis, con diez punto ochenta y cinco
metros lineales, por la izquierda entrando por el fondo con el sub lote A con diez punto ochen-
ta y seis metros lineales, por el fondo con el resto de la propiedad a dividirse correspondiente a
la demandante; asimismo en cuanto a la pretensión accesoria de desalojo en el Octavo Consi-
derando de la sentencia se ha establecido en cuanto al acceso de área a corresponder a José Del-
gado Pacori: “Por tanto, resulta aceptable y conforme a derecho esta pretensión accesoria, pues,
para la parte demandante quedará porción o mitad que da hacia el frente de la calle número tres
según certificado literal, quedando la otra mitad del fondo para el demandado, cuyo ingreso será
por la propiedad que colinda con SIDSUR (parque), habiendo constatado en la diligencia de
inspección judicial (…) que resulta posible hacer la división en la forma demandada, pues
existe posibilidad de acceso por el fondo, lo que es corroborado con las fotografías anexadas a
la demanda (…) todo lo que permite advertir que las propiedades colindantes con el fondo del
inmueble, que dan hacia el parque referido, tienen puertas de acceso a este”; y mediante la
integración se ha dispuesto que se realice la división a través de la ejecución forzada de la sen-
tencia contra José Delgado Pacori con respecto a la parte del inmueble que le corresponde a la
demandante Silveria Tapia Zárate (folios 137 a 140).-
A.2 Resolución que aprueba peritaje y ejecución forzada: A través de Resolución N° 22-
2009 de fecha treinta de octubre de 2009 se ha resuelto aprobar el Peritaje Técnico de Predio
Urbano sobre el predio discutido, por lo que se requiere a la parte demandada cumpla con lo
dispuesto en la sentencia y de acuerdo al peritaje aprobado dentro del plazo de tres días, bajo
apercibimiento de iniciarse la ejecución forzada (folios 166 a 171), resolución confirmada por
medio de Auto de Vista N° 02 del doce de abril del dos mil diez (folios 258 a 260).
A.3 Ejecución forzada y servidumbre de paso: Posteriormente mediante Resolución N° 26-
2010 del seis de enero del dos mil diez se ha resuelto declarar llevar a cabo la ejecución forza-
da, autorizándose el descerraje y allanamiento (folio 183), en tanto que luego por Resolución N°
30-2010 de fecha nueve de marzo de dos mil diez se ha resuelto también declarar Improcedente
la solicitud de Servidumbre legal de paso presentada por Francisco Delgado Pacori, en meri-
to a que la resolución que aprueba el peritaje realizado ha quedado firme por Resolución N° 22-
2009; por lo que en base a la Resolución N° 26-2009 se dispone la ejecución forzada, y se recha-
za la solicitud por encontrarse en etapa de ejecución (folio 186).
A.4 Cesión de derechos a favor de Fidel Carmelo Hilacondo Dávila: A través de Escritura
Pública de Contrato de Cesión de Derechos del treinta y uno de marzo del dos mil diez Sil-
veria Tapia Zárate ha cedido a favor de Fidel Carmelo Hilacondo Dávila el 100% de los de-
rechos que tiene en el proceso Exp. Nº 2570-2008, y que concretamente implica el 50% de los
derechos del bien inmueble ubicado en la Manzana C Lote 7 Sub Lote B de la Urbanización
Cooperativa de Vivienda Juventud Ferroviaria de Arequipa, cuyos linderos y medidas perimé-
tricas aparecen de la Partida Registral N° 11017526 del Registro de la Propiedad Inmueble de
los Registros Públicos de Arequipa (folios 241 a 247 y 296 a 297). A.5 Adjudicación y Trans-
ferencia a favor de Luis Enrique Choque Rivera: En el Exp. Nº 29-2005-JPGSM-MM sobre
Obligación de dar suma de dinero por medio de Resolución N° 15-2006 del diecisiete de oc-
tubre del dos mil seis aparece que se ha decidido adjudicar y transferir a favor de Luis En-
rique Choque Rivera el 100% de las acciones y derechos que le corresponden al demandado
José Francisco Delgado Pacori del inmueble ubicado en la Manzana “C” Lote 7 Sub Lote “B”
de la Urbanización Cooperativa de Vivienda Juventud Ferroviaria del distrito, provincia y depar-
tamento de Arequipa, el mismo que se encuentra inscrito bajo la Partida N° 11017526 del Regis-
tro de la Propiedad Inmueble de los Registros Públicos de Arequipa (folios 200 a 201).
202
EDWIN FIGUEROA GUTARRA
A.6 Acta de Lanzamiento: En virtud a las resoluciones firmes se ha llevado a ejecutar el lan-
zamiento con fecha quince de junio del dos mil diez a cargo del Juez del Décimo Juzgado Espe-
cializado Civil de Arequipa César Arturo Burga Cervantes, por la cual se ha dispuesto la entrega
de posesión materia de la Sentencia N° 101-2009-DJC a favor de Fidel Carmelo Hilando Dávila,
y se ha dejado constancia que: “no existe ningún muro ni división alguna entre las dos por-
ciones de la propiedad que ha sido materia de partición, manifestando la parte ejecutante que
dentro de lo prudente y razonable permitirá el acceso a los ocupantes de la parte del fondo
del inmueble, hasta que estos procedan a abrir su puerta de acceso en un tiempo determina-
do” (folios 271 a 272).
A.7 Inspección Judicial: De la diligencia de Inspección Judicial llevada a cabo por este Juzgado
aparece que se ha constatado en relación a la parte del predio correspondiente al accionante Luis
Enrique Choque Rivera que: “Luego de la vuelta a la manzana, ingresando por un parque enre-
jado pudiendo apreciarse un muto [sic] de sillar en cuyo parte superior existe un alambra-
do de púas, el demandante accedió al inmueble trepando por la pared y proporcionó una
escalera para poder observar el interior del inmueble” (folio 345) y luego en su continuación
: “se aprecia que se trata de un parque totalmente enrejado con una puerta de acceso de rejas (…)
se aprecia que la puerta se encuentra cerrada, existe un jardinero en el interior y un vigilante
que hace ronda. Seguidamente nos desplazamos a la parte frontal del inmueble. Deja constan-
cia el demandado que los predios contiguos tienen puertas posteriores de acceso al parque (…)
se constata que lo señalado por el demandado es cierto, como tan cierto es que el inmueble ins-
peccionado no tiene puerta que permita el acceso al inspeccionado el mismo que está signa-
do con el N° C-7-B, se solicitó al demandado se permita el acceso al interior del inmueble (…)
se ingresó superando una ligera dificultad con la cerradura apreciándose en su interior al fondo
un muro de sillar de siete filas de costado, al costado izquierdo entrando se aprecia un acceso
al inmueble del demandante” (folio 504).
203
J URIS P RUDENC IA S UM IL L ADA
FUNDAMENTO
B.1 Normativa Supranacional:
PRINCIPAL El artículo VIII de la Declaración Americana de los Derechos y
Normas sobre libertad de Deberes del Hombre ha precisado que toda persona tiene dere-
tránsito en diversos ins- cho de fijar su residencia en el territorio del Estado de que es na-
trumentos internacionales cional, de transitar por él libremente y no abandonarlo sino por
constituyen parte de la ga-
rantía en la argumentación su voluntad; en tanto que el artículo 22 inciso 1) e inciso 3) de la
Convención Americana sobre Derechos Humanos ha precisado
que el derecho a la residencia y tránsito contempla el supuesto de toda persona que se ha-
lle legalmente en el territorio de un Estado tiene derecho a circular por el mismo y, a
residir en él con sujeción a las disposiciones legales; y además a que el ejercicio de
los derechos anteriores no puede ser restringido sino en virtud de una ley, en la me-
dida indispensable, para prevenir infracciones penales o para proteger la seguridad na-
cional, la seguridad o el orden públicos, la moral o la salud públicas o los derechos y
libertades de los demás, lo que ha sido ratificado a su vez por el artículo 13 de la Decla-
ración Universal de los Derechos Humanos y el artículo 12 del Pacto Internacional de
Derechos Civiles y Políticos.
4 Ídem.
204
EDWIN FIGUEROA GUTARRA
5 Ídem.
205
J URIS P RUDENC IA S UM IL L ADA
ejercicio alguno de la libertad de tránsito, toda vez que ella involucra la posibilidad de trasla-
do de un lugar público a otro, pero no el desplazamiento que se realice dentro de zonas privadas,
las mismas que habrán de encontrarse amparadas por la inviolabilidad de domicilio. Por ende no
es razonable que se salvaguarde como parte de la libertad de tránsito cualquier tipo de mo-
vimiento que una persona realice dentro de un espacio destinado al uso particular, ya sea
dentro de una casa, centro de trabajo o cualquier tipo de propiedad, aunque con una precisión al
respecto; sí cabría protección a través de la libertad de tránsito si existe una vía privada de uso
público, según se explica a renglón seguido”, y más adelante en el fundamento 14 de la misma
sentencia que: “La facultad de desplazamiento se manifiesta a través del uso de las vías de natu-
raleza pública o de las vías privadas de uso público. En el primer caso el ius movendi et ambu-
landi se expresa en el tránsito por parques, calles, avenidas, carreteras, entre otros. En el segun-
do, por ejemplo, se muestra en el uso de servidumbres de paso. En ambos caos, el ejercicio
de dicha atribución debe efectuarse respetando el derecho de propiedad y las normas derivadas
del poder de la Policía. Asimismo, el goce de dicho derecho supone la utilización de una vía de
circulación y de un medio de transporte. En lo relativo a la vía de circulación, ésta puede ser te-
rrestre, subterránea, aérea, marítima, fluvial o lacustre. En cuanto al medio de transporte, éste
puede ser pedestre, vehicular o a lomo de bestia (…) Por lo tanto, será materia de protección en
sede constitucional la libertad de tránsito a través de transportes motorizados”.
C.2) De otro lado en el Exp. Nº 03363-2010-PHC/TC LIMA del 24 de setiembre del 2010 en
su fundamento 6 se ha precisado sobre el derecho de la libertad de tránsito a través de servidum-
bre de paso: “La demanda de hábeas corpus en la que se alegue la vulneración del derecho de
la libertad de tránsito a través de una servidumbre de paso, exige previamente la acredita-
ción de la validez legal y existencia de la servidumbre. De lo contrario, en caso de que la ale-
gada vulneración de la libertad de tránsito exija la determinación de aspectos de mera legalidad,
que exceden el objeto del proceso de hábeas corpus, la demanda deberá ser declarada Impro-
cedente” y en el fundamento 7 de la misma sentencia “En realidad se aprecia de los actuados
en conjunto que existiría un conflicto de naturaleza real en el que se discute si la emplazada
debe o no permitir al acceso por una vía que constituye servidumbre a su favor, argumentando
para ello también la emplazada que dicha servidumbre le corresponde a ella, existiendo inclu-
so un proceso civil para determinar dicho conflicto. En tal sentido dicha dilucidación, resulta
manifiestamente incompatible con la naturaleza de este proceso constitucional de hábeas corpus,
que protege el derecho a la libertad individual o los derechos conexos a ella”.
C.3) En este mismo sentido aparece el Exp. Nº 01900-2010-PHC/TC del 6 de agosto del 2010
en su fundamento 5 ha señalado “Tal situación no se dará cuando la evaluación de la alega-
da limitación del derecho de libertad de tránsito implique a su vez dilucidar aspectos que son
propios de la justicia ordinaria como es la existencia y validez legal de una servidumbre de
paso. En tales casos este Tribunal Constitucional se ha pronunciado declarando la Improceden-
cia de la demanda”, de forma más exacta el Exp. Nº 04269-2010-PHC/TC del 24 de marzo del
2011 en el fundamento 5 se ha acotado: “La servidumbre de paso constituye una institución le-
gal que hace viable el ejercicio de la libertad de tránsito en sus diversas manifestaciones. De ahí
que cualquier restricción arbitraria del uso de la servidumbre suponga también una vulneración
del derecho a la libertad de tránsito, y por tanto, pueda ser protegido mediante el hábeas cor-
pus. Sin embargo, no debe olvidarse que la competencia de la justicia constitucional de la liber-
tad está referida a la protección de los derechos fundamentales y no a la solución y/dilucidación
de controversias que atañan a asuntos de mera legalidad”, y luego en el fundamento 8 que: “De
acuerdo a los fundamentos de la demanda lo que en realidad se pretende es que este Tribunal
Constitucional reconozca la existencia de una servidumbre de paso, que afectaría el lote de
terreno de propiedad del demandado”.
C.4) Igualmente en el Exp. Nº 10101-2005-PHC/TC del 2 de febrero del 2006 en el fundamen-
to 6 se ha anotado: “Es oportuno precisar que puede ser posible que se vulnere, dentro de un es-
pacio privado, el derecho fundamental a la libertad de tránsito, en aquellos supuestos en que, no
206
EDWIN FIGUEROA GUTARRA
obstante que un espacio sea de dominio privado, a una persona que es miembro de una asocia-
ción o cualquier persona que tiene una propiedad dentro de ella, se le impide regresar o salir de
él, arbitrariamente, por decisión de una persona o de un grupo de ellas. El derecho a la liber-
tad de tránsito no comprende únicamente el desplazamiento por medios propios, sino que
también incluye el desplazamiento a través de vehículos u otros medios de transporte. En
el presente caso, el demandante aduce que el accionado vulnera su derecho fundamental a la li-
bertad de tránsito al haber instalado un portón en el área de ingreso a la Asociación de Cria-
dores de Porcino, en el cual existe un bien que es de su copropiedad sin tomar en considera-
ción que esta vía posibilita al demandante tener acceso a su propiedad”.
C.5) Resumen: De la jurisprudencia glosada del Tribunal Cons-
FUNDAMENTO
PRINCIPAL titucional se puede concluir que se ha reconocido que el conte-
nido esencial del derecho a la libertad de tránsito cuando se
Jurisprudencia del TC ha trate de vías privadas de uso público (servidumbre de paso)
señalado para configurar-
se una restricción a libertad y siempre y cuando se encuentre previamente acreditada la
de tránsito deberá haberse validez y la existencia de la servidumbre de paso, resultan-
acreditado la validez de la do fuera del ámbito del protección del derecho a la libertad de
servidumbre de paso tránsito (contenido no esencial) cuando se trate de cualquier
movimiento de las personas dentro de un espacio de uso particular (vías privadas), y se
pretenda el reconocimiento a través de la vía constitucional de la existencia de una ser-
vidumbre de paso en el predio del accionado, ni cuando se trate de ventilar controversias
de mera legalidad.
DOCTRINA D) Refutaciones (Rebuttals): Las refutaciones implican entender
JURISPRUDENCIAL plenamente los méritos racionales de los argumentos en cues-
Refutaciones: situaciones en tión, y si somos capaces de reconocer bajo qué circunstancias
las que no podrá confiarse no se podrá confiar en ellos6.
plenamente en los argumen-
tos en cuestión
En el presente caso se advierte que la argumentación presentada por el accionante se avoca a se-
ñalar que se le ha impedido de “desplazarse libremente e ingresar a su predio coactando su li-
bertad personal [libertad de tránsito]” al “encerrarlo dentro de un área de terreno y construcción
que no tiene salida propia, ya que el único acceso es el que se encuentra por la calle que da hacia
el frontis” y “se ha colocado una pared de sillar dividiendo el predio en dos partes sin que haya
tenido opinión ni opción de escoger”; para lo cual aduce su calidad de copropietario del predio
ubicado en la Manzana C Lote B de la Urbanización Cooperativa de Vivienda Juventud Ferro-
viaria del distrito de Cerro Colorado de Arequipa inscrito en la Partida 11017526. Sin embargo
dicha argumentación se denota especialmente débil por cuanto:
a) El contenido esencial del derecho constitucional a la libertad de tránsito únicamente protege
a su ejercicio dentro de vías privadas de uso público cuando se ha acreditado previamente la
existencia y validez de servidumbre de paso;
b) En el caso analizado como se ha explicado anteriormente en el predio anteriormente descrito
no se ha constituido ninguna clase de servidumbre de paso en ninguna de las partes del pre-
dio resultantes de la División y Partición;
c) Adicionalmente de la Sentencia N° 101-2009-DJC del Exp. Nº 2008-2570, con calidad de
Cosa Juzgada, se ha considerado de forma técnica que el predio de José Francisco Delga-
do Pacori (ahora ocupado por el accionante) tiene acceso por la parte que colinda con SID-
SUR (parque); a la par que de la Inspección Judicial realizada por parte de este Juzgado se
6 Ídem.
207
J URIS P RUDENC IA S UM IL L ADA
ha detectado que los predios contiguos al área ocupada por el accionante tienen puertas pos-
teriores de acceso al parque de SIDSUR;
d) En la diligencia de Lanzamiento del quince de junio del dos mil diez el accionado Fidel Car-
melo Hilacondo Dávila consintió en permitir el acceso por su predio a los ocupantes de la
parte del fondo del inmueble, en tanto procedan a abrir su puerta de acceso en un tiempo de-
terminado, lo que no constituye legalmente ninguna forma de adquisición de alguna clase de
servidumbre de paso;
e) La propiedad de los derechos adquiridos por parte del accionante mediante adjudicación
y transferencia de su anterior propietario José Francisco Delgado Pacori por Resolución
N° 15-2006 del diecisiete de octubre del dos mil seis del Exp. Nº 29-2005-JPGSM-MM so-
bre Obligación de Dar Suma de Dinero no se ha inscrito en el Registro de la Propiedad In-
mueble de la Oficina Registral Regional de Arequipa, por ende no tiene la posibilidad de
oponerse registralmente a terceros;
FUNDAMENTO
De lo anterior se puede denotar que la situación fáctica del ac-
PRINCIPAL cionante Luis Enrique Choque Rivera de reclamar la trans-
gresión de su derecho a la libertad de tránsito al haberse
Alegaciones del demandan-
te no resultan atendibles de impedido por parte de Fidel Carmelo Hiladondo Dávila el
acuerdo al contenido del de- acceso al predio de su propiedad ubicado en la manzana C
recho a la libertad de tránsi- Lote B de la Urbanización Cooperativa de Vivienda Juventud
to, tal como ha sido configu- Ferroviaria del distrito de Cerro Colorado de Arequipa inscrito
rado por el TC
en la Partida 11017526 con las medidas perimétricas y linderos
consignados en el numeral A.1, en realidad no resulta plausible conforme al conteni-
do esencial protegido del derecho a la libertad de tránsito consagrado por la doc-
trina jurisprudencial del Tribunal Constitucional peruano, puesto que se trata de un
reclamo que en puridad cuestiona en el fondo temas de legalidad, al no mediar la pre-
existencia de alguna clase de servidumbre de paso en el predio del accionado Fidel Carlo
Hilacondo Dávila cuyos linderos y medidas perimétricas también constan en el numeral
A.1, y encontrarse la tutela de vías privadas en áreas privadas dentro del contenido no
7 Ídem.
8 Ídem.
208
EDWIN FIGUEROA GUTARRA
esencial de la libertad de tránsito, y que resulta objeto del ejercicio de acciones en otras
vías procesales; lo que hace que se aplique el artículo 5 inciso 1) de la Ley 28237 en re-
lación a que son improcedentes los procesos constitucionales cuando no están referidos
en forma directa al contenido constitucionalmente protegido del derecho constitu-
cional invocado de la libertad de tránsito.
III.- PARTE RESOLUTIVA:
Por lo que administrando justicia a nombre de la Nación.
FALLO:
Primero: Declarando IMPROCEDENTE en parte la Acción de HÁBEAS CORPUS interpuesta
por LUIS ENRIQUE CHOQUE RIVERA en contra de Fidel Carmelo Hilacondo Dávila.
Segundo: Mando que una vez consentida o ejecutoriada la presente sentencia sea publicada en la
página web del Diario Oficial “El Peruano”. Y por esta mi sentencia que será notificada con arreglo
a ley, así la pronuncio, mando y firmo en la Sala de mi Despacho. Tómese Razón y Hágase Saber.
JAIME FRANCISCO COAGUILA VALDIVIA
JUEZ DEL PRIMER JUZGADO DE INVESTIGACION PREPARATORIA DE AREQUIPA
209
Motivación tácita de decisiones solo puede
presentarse en sentencias desestimatorias
Exp. Nº 2011-1940-0-0401-JR-PE-01
Caso: José Antonio Córdova Ponce
y Mario Ricardo Pastor Devicenci
Sentido del fallo: Improcedente la demanda
Sentencia emitida por el Tercer Juzgado de Investigación Preparatoria
de la Corte Superior de Arequipa el 17/08/2011
210
EDWIN FIGUEROA GUTARRA
Santa Cruz Cahuata a favor de Mario Ricardo Pastor Devicenci en contra del Juez del Tercer
Juzgado de Investigación Preparatoria de la Corte Superior de Arequipa.
B) Pretensión del Accionante.- A folios 2 a 9, los accionantes refieren que se presentan ante este
despacho a fin de interponer recurso de hábeas corpus debido a que en el caso de Jorge Antonio
Córdova Ponce se ha vulnerado el Debido Proceso, la Tutela Judicial Efectiva, el Derecho de
Defensa, el Derecho de Prueba y el Derecho a la Libertad, en tanto que respecto de Mario Ricar-
do Pastor Devicenci se ha vulnerado el Debido Proceso y el Derecho a la Tutela Judicial; todo
ello a efecto que se declare Nula la Resolución N° 12-2010 del Tercer Juzgado de Investigación
Preparatoria y subsiguientes actos procesales y resoluciones, asimismo se reponga el proceso se-
guido en el Expediente N° 4046-2009 al estado anterior a la amenaza de los derechos constitu-
cionales, en consecuencia se disponga la realización de un nuevo control de acusación.
C) Fundamentos de hecho y derecho.- Los accionantes señalan que:
C.1) Mediante requerimiento de Acusación el fiscal del Segundo Despacho de Investigación de
la Primera Fiscalía Corporativa Penal de Arequipa acusó a Jorge Antonio Córdova Ponce y Ma-
rio Ricardo Pastor Devicenci por el delito de Abuso de Autoridad.
C.2) Posteriormente con fechas 20 de agosto, 29 de octubre y 02 de noviembre del 2010 se reali-
zó la audiencia de control de acusación por ante el Tercer Juzgado de Investigación Preparatoria
a cargo del Dr. Celis Mendoza Ayma, donde se interpusieron y debatieron los siguientes medios
de defensa por parte de Mario Ricardo Pastor Devicenci: 1) La observación a la acusación so-
bre la omisión de señalar las circunstancias posteriores; 2) Sobreseimiento del proceso por au-
sencia de tipicidad objetiva (audio de fecha 29 de octubre a horas 00:15:49); 3) Sobreseimiento
del proceso por atipicidad subjetiva por ausencia de imputación fáctica respecto del dolo (au-
dio de fecha 29 de octubre a horas 00:17:10); 4) Sobreseimiento del proceso en relación al tipo
ampliado de coautoría (audio de fecha 29 de octubre a horas 00:29:30); 5) Sobreseimiento por
atipicidad por ausencia de imputación objetiva en razón al ámbito de protección de la norma;
6) Sobreseimiento por ausencia de elementos de convicción sobre el dolo. Por otro lado preci-
sa que dichos medios de defensa planteados y debatidos en audiencia, constituyen pretensiones
independientes y suficientes, para dar lugar por sí mismas al sobreseimiento del proceso. Y por
su lado Jorge Córdova Ponce ha formulado: 1) La observación a la acusación sobre la omisión
de señalar las circunstancias posteriores (audio de fecha 29 de octubre de dos mil diez a horas
00:01:56 y 00:11:55); 2) Sobreseimiento por atipicidad objetiva (audio de fecha 29 de octubre de
dos mil diez a horas 00:14:48); 3) Sobreseimiento por atipicidad subjetiva (audio de fecha 29 de
octubre de dos mil diez a horas 00:17:10); 4) Ofrecimiento de medios probatorios para un even-
tual juicio (audio de fecha 02 de noviembre de dos mil diez a horas 01:36:22).
C.3) De este modo señala que una vez finalizada la audiencia el juez Celis Mendoza reservó su
pronunciamiento dentro del plazo de ley. Por otro lado con fecha 15 de noviembre de dos mil
diez se expide la Resolución N° 12-2010 emitida por el Juez Celis Mendoza Ayma del Tercer
Juzgado de Investigación Preparatoria, la que resuelve: “a) Declarar la existencia de una rela-
ción jurídica procesal válida; b) Dictar auto de enjuiciamiento (…); c) Admitir medio de prueba
(…); d) Admitir medio de prueba de la defensa (…) (Ofrecidos por la defensa técnica de Mario
Pastor Devicenci); e) Elévese al juzgado unipersonal que corresponda (…); f) Remitir la acusa-
ción y auto de enjuiciamiento (…)”, no obstante manifiesta que en dicha resolución se omitió
pronunciarse sobre las pretensiones referidas, planteadas y debatidas en audiencia de control de
acusación.
C.4) Por consiguiente se señala que la defensa técnica de Mario Pastor Devicenci dentro del pla-
zo de ley, con fecha 17 de diciembre de dos mil diez, interpone recurso de nulidad en contra de
la Resolución N° 12-2010 por adolecer de defecto sancionado con nulidad absoluta. Igualmente
la defensa técnica de Jorge Córdova Ponce con fecha 16 de diciembre de 2010 presenta un es-
crito recepcionado el mismo día, sin embargo no fue resuelto debido a que los autos ya habían
sido elevados al juez de Juzgamiento (Sexto Juzgado Unipersonal). Asimismo el juez del Sexto
211
J URIS P RUDENC IA S UM IL L ADA
Juzgado Unipersonal con fecha 3 de marzo de 2011 emite auto de citación a juicio oral, el mis-
mo que no se llegó a instalar debido a que se solicitó se devuelvan los autos al juez del Tercer
Despacho de Investigación Preparatoria, debido a que se encontraban pendientes de resolver los
pedidos de nulidad absoluta; por ello frente a las posibles nulidades posteriores al juzgamiento
mediante Resolución N° 5 resuelve devolver los autos al juez del Tercer Juzgado de Investiga-
ción Preparatoria.
C.5) Asimismo mediante Resolución N° 13-2011 el juez del Tercer Juzgado Investigación, con
el objeto de resolver en vía de integración el pedido de sobreseimiento y otros, señala fecha y
hora para dicha audiencia, la que se llevó a cabo el 11 de marzo de 2011 y en la que se debatió so-
bre la nulidad absoluta, no obstante el juez del Tercer Juzgado de Investigación consideró que el
proceso se encontraba en etapa de juicio oral, y que no era posible retrotraer el proceso a etapas
ya precluidas; por lo que mediante Resolución N° 16-2011 de fecha 30 de marzo de 2011 resol-
vió: “a) Devolver en el día los expedientes remitidos por el juez de juzgamiento para su avoca-
miento. b) Dejar sin efecto las actuaciones procesales desarrolladas por el juzgado de investiga-
ción preparatoria a partir de fojas sesenta y tres”, omitiendo de esta manera resolver la nulidad
planteada.
C.6) Una vez notificados con la Resolución N° 16 emitida por el Tercer Juzgado de Investiga-
ción, las defensas de Mario Pastor y Jorge Córdova interpusieron Recurso de Apelación en con-
tra de la Resolución N° 16-2011; a efecto que se revoque la misma y se disponga que el “a quo”
resuelva los pedidos de nulidad que recae en contra de la Resolución N° 12 de fecha 15 de no-
viembre de 2010.
C.7) Sin embargo estos recursos de apelación no fueron objeto de pronunciamiento; razón por la
cual de oficio el Sexto Juzgado Unipersonal advierte mediante Resolución N° 03-2011 que “apa-
reciendo de la revisión de los expedientes que se ha presentado los escritos 28996-2011 y 29765-
2011 y que estos interponen apelación al Tercer Juzgado de Investigación y que no se encuentran
proveídos los mismos, devuélvase al juzgado de investigación para que emita la resolución que
corresponda”. Pero paralelamente el juez del Sexto Juzgado Unipersonal mediante Resolución
N° 01-2011 de fecha 19 de abril de 2011 emitió auto de citación a juicio, por el que se resolvió:
“Primero: Citar a juicio a los acusados Jorge Córdova Ponce y Mario Pastor Devicenci. Segun-
do: Señalar fecha de audiencia de juicio oral para el día ocho de junio de 2011 (…) Tercero: Or-
denar el emplazamiento para concurrir a audiencia de juicio a todas las personas señaladas en el
primer punto de la parte resolutiva, bajo apercibimiento: i) para el acusado de ser declarado con-
tumaz y ordenarse su conducción compulsiva”.
C.8) A continuación el Tercer Juzgado de Investigación Preparatoria fue asignado al juez Jaime
Moreno Chirinos, en reemplazo del juez Celis Mendoza Ayma, y el juez Jaime Moreno Chirinos
mediante Resolución N° 5-2011 “Resuelve: Primero: Declarar Improcedente los recursos im-
pugnatorios de apelación formulados por las defensas (…), en contra de la Resolución N° 16 del
cuaderno de control de acusación. Segundo: dispone devolver en el día los cuadernos al juzga-
do Unipersonal, al estar programada fecha de inicio a juicio oral” bajo el fundamento de “que
la resolución N° 16 no corresponde a ninguna de los citados presupuestos [Art. 416 del CPP],
ya que no resuelve ninguna incidencia, reiterando que no se puede resolver las nulidades porque
la etapa intermedia ya precluyó, tanto así que ya asumió competencia el Juzgado de Juicio.
C.9) Finalmente con fecha 8 de junio de 2011 a la instalación del juicio oral, dicho medio de
defensa fue declarado “Infundado”, y al no haber asistido los procesados Pastor Devicenci y Jor-
ge Córdova fueron declarados contumaces y se ordenó su conducción compulsiva a juicio oral.
Segundo:
A) Defensa del Procurador Público a cargo de los asuntos constitucionales del Poder Judicial
(folios 114 a 118) ha precisado que se debe declarar Improcedente la acción de Hábeas Corpus
solicitada procediendo al archivo del expediente porque:
212
EDWIN FIGUEROA GUTARRA
A.1) No concurren ninguno de los supuestos del Código Procesal Constitucional y además falta
el contenido constitucionalmente protegido.
A.2) Agrega que con respecto a lo alegado por el favorecido, donde postula argumentos de ino-
cencia deben ser materia de observación o cuestionamiento al interior del proceso penal, ya que
en sede constitucional no puede suplir la jurisdicción ordinaria.
A.3) Asimismo el favorecido pudo interponer Recurso de Queja en contra de la resolución que
declara improcedente el Recurso de Apelación.
Tercero: Itinerario Del Proceso.- Tramitada la causa con sujeción a la Ley N°28237 Código Pro-
cesal Constitucional, se ha aperturado sumaria investigación como es de verse del Auto N° 01-2011
de fecha trece de julio de dos mil once que corre a folios noventa y ocho a ciento uno y notificado
al Juez del Tercer Juzgado de Investigación Preparatoria; por ende corresponde expedirse resolu-
ción final.
II. PARTE CONSIDERATIVA:
Primero: Antecedentes del Proceso:
A. Control de acusación: En el Expediente N° 4046-2009 con fecha veintitrés de abril de 2010 la
Primera Fiscalía Penal Corporativa de Arequipa presentó requerimiento de Acusación Penal en
contra de Mario Ricardo Pastor Devicenci como Intendente de Aduanas Arequipa y Jorge Anto-
nio Córdova Ponce por la presunta comisión del delito de Abuso de Autoridad previsto en el pri-
mer párrafo del Art. 376 del Código Penal, subsiguientemente la Primera Fiscalía Penal Corpo-
rativa de Arequipa con fecha 24 de agosto de 2010 integra y aclara dicha acusación fiscal (folios
10 a 34 y 59 a 64 y 133 a 157).
B. Sobreseimientos: Asimismo el abogado de Jorge Antonio Córdova Ponce observa la acusación
fiscal y solicita sobreseimiento del proceso mediante escrito de fecha 13 de mayo de 2010 (folios
35 a 40); igualmente el abogado de Mario Ricardo Pastor Divicenci observa la acusación fiscal
y solicita sobreseimiento del proceso mediante escrito de fecha 17 de mayo de 2010. Posterior-
mente se realiza la audiencia de control de acusación con fecha 29 de octubre de 2010, donde el
abogado de la defensa de Jorge Córdova Ponce oraliza las observaciones realizadas al requeri-
miento fiscal y argumenta el pedido de sobreseimiento; de la misma forma el abogado de la de-
fensa de Mario Pastor Devicenci oraliza las observaciones propuestas y sustenta el pedido de so-
breseimiento, después de oralizar los pedidos el despacho suspende la audiencia y la reprograma
para el día martes 02 de noviembre del 2010 a las 16:30 horas, dando a conocer que se llevará a
cabo el debate de los elementos de convicción, como consta en el acta de audiencia de control de
acusación de fecha 29 de octubre de 2010 (folios 42 a 58).
C. Continuación de audiencia de control de acusación: Ahora bien mediante acta de control de
acusación de fecha 02 de noviembre del 2010 se continúa la diligencia que se inicia con el sa-
neamiento de los elementos de convicción, luego de ser debatidos los elementos y ofrecidos los
medios de prueba, el despacho señala que conforme a lo dispuesto por el artículo 352.1 prevé
que el juez resolverá inmediatamente, salvo que por lo avanzado de la hora o lo complejo de los
asuntos por resolver difiera la solución hasta por cuarenta y ocho horas improrrogables (folios
168 a 184 ).
D. Resolución cuestionada: El Tercer Juzgado de Investigación Preparatoria emite la Resolución
N° 12-2010 de fecha 15 de noviembre de 2010 resuelve declarar la existencia de una relación ju-
rídica procesal válida, dicta auto de enjuiciamiento en contra de Mario Ricardo Pastor Devicenci
y Jorge Antonio Córdova Ponce por el delito de Abuso de Autoridad previsto en el artículo 376
del Código Penal en agravio de Carlos Alberto Espejo Cayanchi y el Estado, admite los medios
de prueba presentados y ordena se eleve al Juzgado Unipersonal que corresponda para efectos
de lo dispuesto en el artículo 136 se estará al expediente virtual (folios 185 a 194).
213
J URIS P RUDENC IA S UM IL L ADA
214
EDWIN FIGUEROA GUTARRA
215
J URIS P RUDENC IA S UM IL L ADA
1 NAKASAKI SERVIGÓN, César Augusto. “El derecho a la defensa procesal eficaz”. En: El debido proceso. Estudios sobre de-
rechos y garantías procesales. Gaceta Jurídica, Lima, 2010, p. 102.
2 REYNA ALFARO, Luis Miguel. “El derecho a probar”. En: El Debido Proceso. Estudios sobre Derechos y Garantías Procesa-
les. Ob. cit., p 188.
216
EDWIN FIGUEROA GUTARRA
217
J URIS P RUDENC IA S UM IL L ADA
DOCTRINA
D.3 Adicionalmente Ignacio Colomer Hernández ha distingui-
JURISPRUDENCIAL do entre omisión de pronunciamiento, desestimación tácita y
motivación implícita, así se tiene que la omisión de pronun-
Motivación implícita: no hay
pronunciamiento expreso ciamiento o incongruencia omisiva se manifiesta en el silen-
pero el sentido se deduce del cio del juez sobre alguno de los pronunciamiento que integran
conjunto de razonamientos el thema decidendi, en los casos en que el juzgador no decide
de la sentencia. Solo cabe en sobre alguno de los puntos que el principio de exhaustividad y
desestimatorias.
congruencia le exigen; por su parte la motivación tácita cuando
el juez no pronuncia expresamente una decisión, pero del sentido de esta se puede
deducir del conjunto de razonamientos de la sentencia, siendo que la posibilidad de
respuestas tácitas solo son admisibles para las respuestas negativas o desestimato-
rias, ya que no es factible la estimación tácita de una pretensión, pero que no venga apo-
yada por una motivación directa y expresa; y finalmente la motivación implícita que
únicamente concurre en aquellos supuestos en que una decisión expresa del juzgador ca-
rece de justificación expresa propia, debiendo entenderse motivada por lo deducido del
conjunto de razonamientos de la sentencia4.
D.4 Ahora bien en el caso concreto del presente proceso constitucional se advierte que el recla-
mo de los accionantes de forma específica se refiere a la falta de pronunciamiento en el caso de
Mario Ricardo Pastor Devicenci de: a) La observación sobre la omisión de señalar las circuns-
tancias posteriores; b) Sobreseimiento del proceso por ausencia de atipicidad objetiva; c) Sobre-
seimiento del proceso por atipicidad subjetiva por ausencia de imputación fáctica respecto del
dolo; d) Sobreseimiento del proceso en relación al tipo ampliado de coautoría; e) Sobreseimien-
to por atipicidad por ausencia de imputación objetiva en razón del ámbito de protección de la
norma; f) Sobreseimiento por ausencia de elementos de convicción sobre el dolo. Y en el caso
de Jorge Córdova Ponce por: a) Observación a la acusación por omisión de circunstancias pos-
teriores; b) Sobreseimiento por atipicidad objetiva; c) Sobreseimiento por atipicidad subjetiva;
d) Ofrecimiento de medios probatorios para un eventual juicio. De un estudio detallado del con-
tenido de la Resolución N° 12 del 15 de noviembre del 2010 en relación al contenido esencial de
los derechos constitucionales cuya transgresión se invoca, se tiene que:
D.4.1 La Resolución N° 12 expedida por el Tercer Juzgado de Investigación Preparatoria de Are-
quipa en su parte resolutiva ha declarado la existencia de una relación jurídico procesal válida y
dictar auto de enjuiciamiento en contra de Mario Ricardo Pastor Devicenci y Jorge Antonio Cór-
dova Ponce por delito de Abuso de Autoridad en agravio de Carlos Alberto Espejo Cayanchi y el
Estado; admitido los medios de prueba del Ministerio Público y los medios de prueba del im-
putado Mario Pastor Devicenvi consistentes en: Prueba Personal: Declaraciones de Maxwell
Riquelme Benavente, Carlos Alberto Molina Guillén, Gorky Batallanos Polanco, Eda Lombar-
di Velásquez, Luis Martín Mavila Salom, Raúl Macchiavello Vigil. Prueba material: i) Acta de
intervención fiscal de prevención del delito; ii) Informe Técnico 233-2009; iii) Solicitud de De-
volución de mercadería inmovilizada; iv) Notificación 154-319903; v) Resolución emitida por
3 GRÁNDEZ CASTRO, Pedro. “El Derecho a la motivación de las sentencias y el control constitucional de la actividad judicial.
En “El Debido Proceso. Estudios sobre Derechos y Garantías Procesales”. Ob. cit. p. 255.
4 COLOMER HERNÁNDEZ, Ignacio. La Motivación de las Sentencias: Sus exigencias constitucionales y legales. Valencia, Ti-
rant lo Blanch, 2003, pp. 383-395.
218
EDWIN FIGUEROA GUTARRA
Intendencia de Aduanas Tacna N° 172; vi) Informe de evaluación 20-2009 SUNAT; vii) Copias
Certificadas de expediente administrativo N° 154-3199002009; viii) Recurso de reclamación del
agraviado; ix) Notificación 08-2009; x) Rectificación de la DUA 172-2008-10; xi) Acta de veri-
ficación 134-2009-310040; xii) Acta de inmovilización N° 300; xiii) Resolución de Intendencia
N° 154-3100-2009; xiv) Informe 253-2009; xv) Informe técnico electrónico 0020-2010; xvi) In-
forme 0275-2009; xvii) Resolución de Intendencia 154-31000-2010; xviii) Informe 0077-2010.
D.4.2 Asimismo de la parte considerativa de la Resolución 12 aparece en el Considerando
Segundo que se ha delimitado correctamente los hechos precedentes, hechos constitutivos y he-
chos posteriores respecto de la participación del acusado Jorge Antonio Córdova Ponce y Mario
Pastor Devicenci; y es más en el punto I.b) resumido los cuestionamientos de la defensa y pos-
teriormente en punto I.c) precisado las consideraciones del Juzgado, cuando argumenta en forma
conjunta respecto de los investigados y en varios párrafos descartando las observaciones forma-
les, afianzando la naturaleza de los hechos posteriores y su implicancia para determinar el objeto
del debate, desestimando las causales de atipicidad por la intervención del Fiscal de Prevención
del Delito y la afectación del principio de objetividad, además de pronunciarse sobre el tema del
acto arbitrario y finalmente señalar que muchos de dichos temas ya fueron objeto de resolución
denegatoria en la Excepción de Improcedencia de la Acción planteada, para a continuación enu-
merar los elementos de convicción que a criterio del Juzgador son suficientes para solicitar fun-
dadamente el enjuiciamiento; pero en la parte resolutiva de la Resolución N° 12 no ha mediado
expreso pronunciamiento respecto a la denegatoria de los pedidos de Sobreseimiento.
FUNDAMENTO
D.4.3 De acuerdo a los antecedentes se evidencia que la discu-
PRINCIPAL sión se reduce a si la Resolución N° 12 del 15 de noviembre del
2010 ha infringido el Derecho a la Motivación de las Resolu-
No ha existido motivación
incongruente, ni insuficien- ciones Judiciales al no haber emitido un pronunciamiento ex-
te. Se presenta un caso de preso en su parte resolutiva sobre los pedidos de Sobreseimien-
motivación tácita desesti- tos presentados por los imputados Jorge Antonio Córdova
matoria dado los fundamen- Ponce y Mario Ricardo Pastor Devicenci, aunque en su Se-
tos materiales de la decisión
se encuentran en el texto de
gundo Considerando se hayan consignado los argumentos
la resolución. materiales que determinan la desestimación de dichas defen-
sas planteadas. En este asunto cabe recapitular que concurre
motivación sustancialmente incongruente cuando se dejan incontestadas las pretensio-
nes y concurren desviaciones que implican la modificación o alteración del debate proce-
sal, y motivación insuficiente cuando se comprende el mínimo de motivación exigible con
razones de hecho y derecho para asumir la decisión. En este caso es claro que los medios
de defensa de los imputados se han debatido en las audiencias llevadas a cabo, y que el Juz-
gador ha evaluado los argumentos presentados por los abogados de los imputados como se
ha explicado anteriormente en D.4.2; pero se ha omitido emitir pronunciamiento expreso
en relación a los pedidos de Sobreseimiento presentados por las defensas técnicas de am-
bos imputados en la parte resolutiva de la Resolución N° 12 del 15 de noviembre del 2010,
en este estado cabe anotar que de un examen de la motivación presente en dicha resolución
se puede llegar a concluir que no se ha generado una motivación sustancialmente incon-
gruente al haberse desestimado las razones de los sobreseimientos solicitados por las de-
fensas de los imputados en el segundo considerando de la Resolución N° 12, y tampoco se
ha incurrido en motivación insuficiente en atención a que dicha resolución contiene el sus-
tento de hecho y derecho mínimo exigible para considerar que ha sobrepasado el filtro de
suficiencia; máxime si no se trata de dar respuestas a cada uno de los puntos propues-
tos por la defensa materializados en diferentes pedidos de sobreseimiento por atipici-
dad y que obedecen en mayor medida a la Teoría del Delito que asumen en un determina-
do momento las defensas técnicas, asuntos jurídicos que merecen ser examinados dentro
de márgenes constitucionalmente mínimos, como ha sucedido con la decisión cuestionada.
Dentro de este mismo orden de ideas es preciso dejar patente que la situación generada por
la Resolución N° 12 obedece más bien a un caso de motivación tácita, por cuanto pese a
219
J URIS P RUDENC IA S UM IL L ADA
220
EDWIN FIGUEROA GUTARRA
221
ÍNDICE
GENERAL
Índice general
Presentación ................................................................................................................ 5
Guía del lector ............................................................................................................. 7
ESTUDIO PRELIMINAR
Edwin Figueroa Gutarra
Introducción ............................................................................................................... 11
CAPÍTULO I
Importancia de la debida motivación:
sus implicancias desde la argumentación
1. Debida motivación y argumentación en el razonamiento lógico de los jueces 17
1.1. El ordenamiento jurídico ........................................................................... 18
1.2. Contexto de descubrimiento y contexto de justificación .......................... 20
1.3. Justificación interna y justificación externa .............................................. 22
225
Í NDIC E GENERAL
CAPÍTULO II
Las bases de la debida motivación desde
una perspectiva constitucional
1. Motivación, argumentación, interpretación constitucional y derechos fundamen-
tales................................................................................................................... 34
1.1. Derechos fundamentales. Nociones de su argumentación ........................ 34
1.2. Caracteres de la argumentación constitucional ......................................... 39
2. Las falacias argumentativas ............................................................................. 40
2.1. Nociones de falacia ................................................................................... 41
2.2. Tipos de falacias ........................................................................................ 41
2.2.1. Ad hominem ...................................................................................... 41
2.2.2. Petición de principio ......................................................................... 42
2.2.3. Non sequitur...................................................................................... 43
2.2.4. Ad ignorantium ................................................................................. 43
2.2.5. De generalización precipitada........................................................... 44
3. La legitimidad del juez constitucional ............................................................. 44
3.1. ¿Límites a la justicia constitucional? ........................................................ 45
3.2. El self restraint como control material ...................................................... 48
226
EDWIN FIGUEROA GUTARRA
CAPÍTULO III
Debida motivación, ideologías y argumentación
1. El Estado constitucional ................................................................................... 49
2. El juez vinculado al texto de la Constitución ................................................... 53
2.1. Principios de legalidad y congruencia procesal ........................................ 53
2.2. La interpretación literal ............................................................................. 55
3. El juez vinculado a los valores constitucionales .............................................. 56
3.1. Ponderación y subsunción ......................................................................... 58
3.2. Reglas y principios .................................................................................... 59
3.3. Zonas no exentas de control constitucional .............................................. 60
3.4. Prevalencia del juez constitucional ante el legislador ............................... 62
3.5. ¿Homogeneidad ideológica o constelación plural de valores? ................. 63
CAPÍTULO IV
Debida motivación, ponderación y proporcionalidad
en la jurisprudencia constitucional
1. La exigencia de nuevos cánones de argumentación ......................................... 66
2. La ponderación de intereses. ¿Exigencias a los jueces constitucionales? ........ 68
2.1. Utilidad procedimental de la ponderación ................................................ 69
2.2. Críticas a la ponderación ........................................................................... 70
3. El principio de proporcionalidad...................................................................... 71
3.1. Los sub exámenes del principio de proporcionalidad ............................... 72
3.2. Casos emblemáticos sobre el principio de proporcionalidad .................... 73
3.2.1. STC Exp. Nº 00045-2004-AI/TC. Caso Profa. Principio de propor-
cionalidad ......................................................................................... 73
3.2.2. STC Exp. Nº 00007-2006-AI/TC. Caso Calle de las Pizzas. Princi-
pio de proporcionalidad.................................................................... 73
227
Í NDIC E GENERAL
ANEXO
Un caso de análisis sobre motivación:
STC Exp. Nº 00728-2008-PHC/TC.
Caso Giuliana Llamoja
1. Descripción del caso ........................................................................................ 79
2. Posición de la demandante ............................................................................... 79
3. Fundamentos del Tribunal ................................................................................ 80
4. Escenarios contradictorios a una debida motivación ....................................... 80
4.1. Inexistencia de motivación o motivación aparente ................................... 80
4.2. Falta de motivación interna del razonamiento .......................................... 81
4.3. Deficiencias en la motivación externa; justificación de las premisas ....... 81
4.4. La motivación insuficiente ........................................................................ 81
4.5. La motivación sustancialmente incongruente ........................................... 82
5. Contradicciones determinadas por el Tribunal en la sentencia de la Corte
Suprema, sometida a examen........................................................................... 82
5.1. Falta de corrección lógica ......................................................................... 82
5.2. Falta de coherencia narrativa .................................................................... 83
5.3. Falta de justificación externa .................................................................... 84
5.4. El examen de la prueba indiciaria ............................................................. 86
5.5. Decisión del Tribunal ................................................................................ 88
5.6. Implicancias de una sentencia estimatoria en el proceso de hábeas corpus ... 88
Bibliografía general .................................................................................................... 90
228
EDWIN FIGUEROA GUTARRA
JURISPRUDENCIA
SUMILLADA
► EXP. Nº 120-2014-PCNM
Caso: Hugo Raúl Villasís Rojas. Establecen precedente para evaluar adecua-
da motivación de las decisiones fiscales y judiciales ....................................... 95
► EXP. Nº 01998-2013-PA/SPJ
Caso: Marcos Toribio Diaz Incio. Motivación referida a la inconstitucionali-
dad de normas jurídicas debe vencer la presunción de constitucionalidad ...... 166
229
Í NDIC E GENERAL
► EXP. Nº 05434-2011-SPJ
Caso: Rita Moncada Cruzado. Ante insuficiencia de normas cabe sustentar
decisión judicial con base en brocardos jurídicos ........................................... 181
► EXP. Nº 4375-2011-PHC
Caso: Luis Rugel Torres. Evaluación del plazo razonable merece especial
exigencia de motivación .................................................................................. 186
► EXP. Nº 894-2002-PA/SPJ
Caso: Guillermo Guado Correa. Revisión de constitucionalidad de decisio-
nes judiciales no habilita a imponer un sentido de motivación........................ 191
► EXP. Nº 2010-2200-0-0401-JR-PE-01
Caso: Luis Enrique Choque Rivera. Motivación con base en el modelo de ar-
gumentación de Toulmin es superior al solo empleo del silogismo jurídico ... 198
► EXP. Nº 2011-1940-0-0401-JR-PE-01
Caso: José Antonio Córdova Ponce y Mario Ricardo Pastor Devicenci.
Motivación tácita de decisiones solo puede presentarse en sentencias deses-
timatorias .......................................................................................................... 210
230