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patrimonio
Frangoise Choay
-
DE LA INDUSTRIA CULTURAL ...........
“III-11!:
189
Del culto a la industria ................... 190
La valorizacion ......................... 194
Integracion a la Vida contemporanea ......... 199
1“!-
Efeoros perversos ........................ 205
J
Conservacion estratégiea ..................
T:.-'l.'_-':..—
211
Capitulo VII LA COMPETENCIA DE EDIFICAR ......
.. 221
rfiE—l—ufi'
Anexo Inforrne presentado al Rey, el 21 de octubre
Patrimonio.1 Esta palabra tan antigua y hermosa estaba inieialmente
de 1830, por MI. Guizot, ministro del
enlazacla a las estrueturas familiares, economicas y juridieas de una
.—|
Interior, para insntuir el cargo de inspecror
—.;
sociedad esmble, arraigada en el espacio y en el tiempo. Recalificado
ITF—f"
general de los monumentos en Francia ....... 241
por diversos adjetivos (genétieo, natural, historico, etc.) que lo han
ufi'.7
Bibliografia .............................. ' ......
... 245 transformado en un coneepto “nc’zrmacla”,2 el termino prosigue hoy
lndiee de Hombres ..................................
259
"
una trayeetoria diferente )7 resonante.
-
-—
Patrimonio historico. Expresion que designa un fondo desrina-
-.“—_——r:"
do al disfrute de una eomunidad planetaria y constituido por la acu-
mulaeion continua de una diversidacl de objetos agrupados por su
comfin pertenencia al pasado: obras maestras de las bellas arres y de
las artes aplicadas, trabajos )7 productos de todos los saberes y ha—
bilidades humanas. En nuesrra sociedad errante, incesantemente
transformada por la movilidad y la ubicuidad de su presente, la ex-
presion “patrimonio historico” ha llegado a ser uno de los rérminos
elave de la tribu mediatica. Remite a una institucion y a una men-
talidacl. .
La transferencia semantioa sufrida por el término sefiala la opa—
eidad de la cosa. El patrimonio historico y las conductas asociadaa a
él 5e encuenrran inmersoa en estratos de significaeiones cuyas ambi-
gfiedades y contradicciones articulan y desartioulan dos mundos y
dos visiones del mundo.
El eulto rendido hoy al patrimonio historico requiere mucho mas
que la constataeion de una sarisfaeeion. Es preeiso preguntarse sobre
su sentido porque éste culto, olvidado y la vez rutilante, revela no es-
tado de la sociedad y cle los interrogantes que la habitan. Y tal es la
perspectiva con la que aquf lo encaro.
9
Alegorfa dal patrimonio Monumento )1 monumenro historico
8
Zuzan‘tl‘t —
general.
voces eran las de una minoria confronrada a la indiferencia
Entre tantas orras eategorias del fondo inmenso v heterogeneo ia de las
Tanto para la adminisrracion publica como para la mayor
:r.
rne
del patrimonio historico, retengo eomo ejemplar la que concie
'1']
eon 111 y
personas, los ligeros pabellones encargados por Napol
51‘1"".
y de cada uno: el patri-
mas direcramente al marco de vida de todos l que les imped ia
ientos ~Haussmann no cumplian mas que una funcion trivia
monio edificado. En el pasado, se habria hablado de los monun
.‘_':-—_11
, adema s, a
sinonim as. A partir de format parte de la clase de los monumenros. Pe‘rteneeian
liistoricog, pe£o_las_dos expresiones ya no son parte del
una epoea conocida por su mal gusto. En la acrualidad, una
‘—_".'—"|'
ruveu solo una J
la década del'1960,flllos monumentos hisréricos consri principio y
n de Paris haussmanniano esta deelarada monumento y, en
parte de una herenei'a incesantemenre incrementada por la anexio
r'—-."—\::
la arquiteCtura
ogieo v desde entonces, es intoeable. Lo mismo ocurre con
uasvcs tipos de bienE?y por la ampliacion del marco cronol
——-.—_
I-lecror
modern style, ilusrrada en Franeia en el cambio de siglo por
.a:
de las areas geograficas en las que tales bienes se inscriben. Guimard, jules-Aimé Lavirotte y la eseuela de Nanc
y, 3! cuya breve
_-.—.-r-."-.-""-'_1-—-F.--'-—_
En Francia, en el momenro de la ereacién de la primera Comis— ente a asimi larla a una moda y a menospre-
s catego- carrera llevo inmediatam
sion des Monuments Historiques, en 1837, las tres grande eiarla.
vestigi os de
r‘ias de momunentos hiatorieos esraban conStiruidas por los El siglo XX mismo ha forzado las puertas del dominio
patrimo—
w-u—r_r.
y alguno s cas—
la antigiiedad, los edifieios religiosos de la edad media hotel Impe-
o de nial. Ahora esrarian sin duda clasificados y protegidos el
rillos. En el periodo que siguio a la 11 Guerra Mundial, el numer
—,.._.u—_
) one resis-
le- rial de Tokio, obra maeSIra de Frank Lloyd Wright (1915
bienes inveutariado se habia multiplicado por diez pero su natura tio a los sismos y que fue demolido en 1968, los tallere
s Esders de
za apenas se habia alterado: perrenecen, esencialmente, a la arqueo— Augusre Perret (1919), demolidos en 1960; los grand
es almacenes
to, ro-
logia y a la hisroria de la arquitecrura eulta. Desde ese memen Schoeken (1924] de Erich Mend elsohn en Strutgarr, demolidos en
s v
das las formas del arte de edifiear -—cultas y populares, urbana 1955, y el consultorio de Louis Kahn en Philadelphia
(1954), demo-
s, suntua -
rurales, todas las eategorias de 'edificios, publicos y privado lido en 1973. Recientemente en Franeia, una comisic’m
encargada del
nuevas denom inatio-
rios y utilitarios-7_han__sido incorporadas baio “patrimonio del siglo XX” ha trabajado en la elabor acion de criterios
desig—
nesi'arquireerura manor, expresion proveniente de Italia para y ripologfas con el fin de no dejar escapar ningfin testim onio hiStori-
a menudo
nar CSESErueeiones privadas no monumentales construidas en se han intere—
ectura veruae uln,_e xpresion camente significativo. Los propios arquitectos tambi
sin la interveneion de arquiteetos; arquit ado,
eiones marca das por _ sado por la proteecion de sus obras. Le Corbusier habia empez
proveniente de Inglaterra para disringuir edifiea en vida, a busear la proreecién de sus realizaciones, once
de las cua—
el rerruiio; arquiteetura industrial —de las'fabricas, estaciones y altos les hoy ya esrén clasificadas como monumenro hisrér
ieo y catorce
Finalmente,
hornos—, expresion acufiada primero por los ingleses.3 protegidas mediante orras figuras patrimoniales. La Villa Savoy e ha
edifieios individuales, in—
el dominio patrimonial ya no se limita a los sido objeto de varias eampafias de resrauracion mas costos as que las
ba-
eluye eoniuntos de edifieaEiones y rejidos urbanos: manzauas y de numerosos monumenros medievales.
de ciu-
rrios urbanos, aldeas, ciudades completas e incluso conjuntos Finalmente, la notion de monumento historico 3: las praetic
as de
Patrim onio Mundi al estable eida
dudes,4 como refleja “la lista" del conservation que lo aeompafian se han expan dido fuera del ambito
por la UNESCO. durante largo
europeo en el que nacieron, su territorio exclusivo
Hasra la déeada de 1960, el marco eronologieoen el que se ins- marco de
aho— tiempo. También es cierto que la decada de 1870 vio, en el
eriben los monumentos historieos carecia de limites —no como pto de monu-
ieudo asi con el de la inves- la apertura de la era Meiji, la discreta entrada del conce
ra— hacia las fuentes del pasado, coincid sus tradi-
ar los mento historicox en Japon:5 para ese pais que habia vivido
tigaeion arqueoiogica. Y hacia adelante no llegaba a traspas eiones como parte del presente, que no conoci a orra histori a que la
XIX. Hoy los belgas lament an la
limires de la segunda mitad del siglo tiguo o mode rno— como
(1896) , obra maestr a de Vic- dinasriea, one 5610 concebia el arte ——an
desaparicién de la Maison du Peuple algo vivo, 3: que conservaba sus monumento s nuevo' s gracia s a su re-
los frances es la de Les Halles de Vicror
tor Horta, demolida en 1963, y pasaba por
Baltard, destruidas en 1970, a pesar de las energicas protesras llega- construction ritual, la asimilacién del tiernpo occidental
das de toda Franeia y del mundo enrero. Aunque prestigiosas, esras el reconocimiento de una hisroria universal, por la adopeion del mu-
__
——.-—-1.—.-
10 Alegorz’a del patrimenio Monumenro y monamento laisrorico 11
'I'
see y_ per la preservacion de los monumentes come testimonies dcl de Tutela1D en Burdees— desde el memento que ebsrruian los proyec-
pasacle. I res dc modernizacion de ciuclades y dc territories.
En la misma epeca, los EB UU eran los primeres en proteger su En Francia, la tradicien dc destruccion edificateria y de moder-
patrimonio natural, sin llegar a interesarse en la conservacien de nizaeion ilustrada per tales ejemples sirve hey de aval y de justifica—
su patrimonio edificade, una preecupacion mas reciente que se inicio cion a numeroses politicos cuando se eponen a los planteamientes
con la preteccion de las residencies privadas de las grandes persona— de los arquitectos re3pensables del patrimenie y de las cemisienes dc
lidades nacienales. En cuanto a Chinaf ajena a estos valeres durante menumentes hiStoricos y sectores protegidos. En nembre delpflgrL
largo tiempe, ha abierto y expletade sistematicamente el filen de sus so trigniceflyqsecial, de la mejora de las condiciones de vida, el teatro
monumentes historices desde la década de 1970. ~ Hide—Nimes —clave de un conjunto neoclésico unice en‘elnpais— ha
La primera cenferencia internacienal para la censervacion de los sido reemplazado per un centre cultural pelivalente. El misme tipe
monumentos historicos, realizada en Atenas en 1931,? reunio solo a de argumentos continua siende esgrimide en el Magreb y en Oriente
europeos. A la segunda, efectuada en Venecia en 1964, asistieren ya Proximo para justificar la desrruccien e la alteracion de las medinas:
tres paises no europees: Tunez, Mexico y Peru. Quince afios mas tar- tante en Tunez” come en Siria e an Iran, la voluntad politica de
de, echenta paises pertenecientes a los cinco centinentes habian fir- modernizacion ha side apeyada per la ideologia del CIPLM12 y sus ve—
made la Convencien del Patrimenio Mundial. dettes.
_ La triple extension tipelogica, cronologica y geografica de los Les arquitectos invocan, por su parte, el derecho de les artistas
bicnes patrimeniales csta’ acompafiada per el crecimiente exponencial a la creacien. Quieren, come sus predecesores, marcar e1 espacio ur-
de su publico. bano y no ser relegados fuera de sus limites ni verse cenclenades al
El acuerde patrimenial y la ceneertacien de las pra’tticas de con- pastiche en las ciudades historicas. Recuerdan que, en una misma ciu—
servacion no transcurren, sin embargo, sin disonancias. Les logres alu dad o en un misme edificie, los estilos han coexistido —yuxtapu_estes
canzados empiezan a inspirar inquietudes: gno llegaran a engendrar y articulades— a lo largo del tiempo. La historia de la arquitecrura,
la destruccion de su objetePE Les efectos negatives del turisme no se desde la época del romanico a la del getico flamigere e a la del ba-
hacen sentir solamente en Florencia 0 en Venecia. La antigua ciudad rroco, puede leerse en algunes de los grandee edificies religieses eu-
de Kiete se degrade die a dia. En Egipto, ha sido necesario cerrar las repees: en las catedrales de Chartres, de Nevers, de Aix-en-Prevence,
tumbas del Valle de los Reyes. En Europa, come en otras partes, la de Valence e de Toledo. La seduccion de una ciudacl come Paris pro-
inflacion patrimonial es cembatida y denunciada también per otres viene de la tliversidad estilistica de sus arquitecturas y de sus espacios.
motives: cestosde-mante-ni-mienzo, f_a_lt_a__d_e_ adaptacion a los uses ac-f'l Esres no deben ser inmovilizades per una censervacion intransigente
tuales, efecto paralizante .sobre grandes proyectos . .de ordenacion ' sine continueda: cle ahi la piramide del Louvre.
- —.-———u—--—-—-.- ..
territorial. Se invocan igualmente la necesidad de innovar y las dialec- fihi Les propieraries, por su parte, reivindican el dereche a disponer
ncas de la destruccion que, a lo largo de los sigles, han ido estable- libremente de sus bienes para extraer los placeres e 103 beneficios de
crende la sucesion de los antiguos per los nuevos monumentos. De su eleccion. Argumentos que chocan, en Francia, con una legislacien
' heche, y sin rementarse hasta Ia antigu'edad o a la edad media y limi- que privilegia el interes publice. Pero que no dejan de prevalecer, sin
tandese al sole ambito de Francia, basre recordar los centenares de embargo, en los EB UU, donde la restriccien a la libre disposicion del
iglesias geticas que fueren desrruidas durante los sigles XVII y XVIH patrimenio historice privade se censidera una limitacien de la liber-
para su “embellecimiente” y reemplazaclas per edificies barrocos tad de los ciiidaclanes.
o
clasicos. Pierre Patte, el arquitecte de Luis XV, preconizaba “el aban— Las veces discordantes de los adversaries sen tan poderosas
dono’” de todas las construcciones geticas en su Plan para la Mejora come su determinacion. No hay dia en que no surjan nuevos cases.
y el Embellecimiente de Paris. Les mismos monumentes de la anti- Las amenazas permanentes que pesan sobre el patrimenio no impi-
giiedad, per may prestigiosos que fueran en el periedo clasico den, sin embargo, un amplie censense en favor de su censervacien y
, no
dejaban per ello de ser destruidos ——como ocurrio con el palacio de su preteccion en las sociedades industriales avanzadas, eficialmen-
13
Alegerfa def parrimenie Monamente y monumenro historfce
12
un dispesitive cle se-
fensa contra les traumatismes de la exisre. neia,r—"fi - TT""*'_*"'—T"_
te defendicies en nembre de les valeres cientifiees, eatetices, me- .
aaagafiaaaai rtaaaaxliaaaicon a;
aundad- E1 man. umento aaaauaaalos
meriales, seciales y urbanes encarnades en ese patrimenie. Asi, un etigenes, el monumente calma
antrepeloge americane sestiene que, a través de la mediacien del “tu-
rat e_l serfltflelfitiempe, Garante de
nzes. Desafie
lap-inquierudfique genera la incerticlumbre de les cemie
risrne tie arre”, el patrimenio edifieacle sera’ el lazo federader de la 50* todas
e ejerce sebre
a la entrepiai}r a la accien disolvente que el tiemp
ciedad munclial.13 menu ment e inten ta apaciguar la
las cosas, naturales y artificiales, el
Censense / centeStaeien: las razenes y les valeres inveeacles en '
favor de cada pesicien requieren un examen y una evaluacien criti- angusria de la muerte y de la aniquilaeion.
y con la meme-
ESta manera tie relacienarse con el tiempe 'vivitle
ces. Inflaeien: se la ha pedide atribuir a alguna estrategia pelitica, antre peleg icafl eenstituye pre-
ria -—o, en etres termines, su funeion
incluye muv evidentemente una dimension economica )7 seiiala, sin e. Tede 1e dema s es centingente y,
cisamente la esencia clel menumenr
duda, una reaccien ante la medieeridad del urbanisme contempora- 3‘ varia ble. Le vime s en lo que teca a les
censecuentemente, diverse
nee. Sin embargo, eStas interpretacienes cle las eenduetas patrimenia- sienes y fermas: tum-
destinataries, y le misme sucede een sus expre
les no son suficientes a la hora cle explicar su extraordinarie desarre- ebelisce, totem. _
ba, temple, eelumna, arco del triunfe, eStela,
lle. Ni legran, tampece, agetar su senticle. universal cultu ral.
El menumente se asemeja fuertemente a un
Indagar en el enigma cle ese sentide censtituve, justamente, mi una multi plicic lad cle ferma s, en tecles les
Parece esrar presente, baje
proposite: la zona semantica del patrimenie edificacle en vias rle dades, pesean o no es—
eentinentes v practieamente en todas las secie
censritucien, eseasamente penetrable, a la vez fria v candente. Para si— inseripcienes e bien
tuarme, me rementare en el tiempe en busea de Lines erigenes pero eritura..Segun les cases, el menumente rehusa las
veeea, recubrirse con
no ele una historia; utilizaré imagenes y referencias eeneretas, pere no las acege, parsimoniesa e liberalmente haSta, a
fi
hare un inventarie. Y previamente hay que preeisar ——al menes ore- ellas y esbezar una deriva haeia erras funcienes
rgo, e1 pape l dElE_ ?i1.El l"-Fl¢i imi.Ffl _5u_S EIFFiElE eri ina_l,_
Sin emba
visienalmente— e1 eontenicle y la cliferencia entre dos tarminesfique
sirven de base al cenjunte de las praCticas patrimeniales: monumen- ha Emilia—Bu ImPQEEfifi— i'inde are“; progresiva ea.Leewaaaaflaaaa:
a_ berrarse en tante queel termine misme atl-
' bide—ri'tales, tendiende
te y monumente hiSterice. .‘ Ya en 1689,
quiria etras Signifieamenes, Les lexmes le atesnguan
..—-.—--—-'
\
_‘i.
rnent e _ __esig na un edifie ievee nstrm defis ea 133.134 .3713?
una suerte de hechize, no es eualquiera: ha side lecalizade v selecbie- _15- “—T‘e'rtnine menu ' *--—-'""." , ,__
-
_-. ~
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“‘"""‘“' reeuerdemflde e_e_sa_s___n_1_e_rnera es,__sfle_a__ eencembqiglg,
I ' 'f' nizar - —-=--- --~- l__erl1 figa.de _ o, _
el
. k .I'
nado per motives vitales, en tante que puede centribuir direetamen' iEnte
'lleeim~~---;;,- y de magn i-
13:?3“1‘1&? gar-a--serun-ageme- d‘e' embe '_
- - eSte——
Elispu ._..._..,,. . -- -- ; - . ..-....._ " -.---— _
te a mantener y preservar la identidad de una cemunidad etniea, reli- _... baje esre segue—
Tirenoa en las eiudades . Y prengue indicande que,
-
giosa, naeienal, tribal o familiar. El menumenro es, tanto ipara e
quienes lo edifican come para les que reciben sus mensajes. una de- Tea-arsenal, 'la‘i‘cl'e'a'aE’fienumente, mas relativa al efeete del edifici
14 Alegon’a del patrimonio Momamertro y monumenro hisréi'ico 15
que a su o'bjetivo o a so utilizacion, puede convenir v aplicarse a to- mento no se vera amenazada hasra que la irnprenta__entregue a lflj
dos los tipos de edifieios”.” ' _ eritura un poder sin preeedentes en la materia.
Es cierto que los revolucionarios de 1789 no cesaron de sofiar con “El perspieaz Charles Perrault queda encantado al vet Como, por la
monumentos ni de consrruir en el papel los edificios por medio de los multiplication de los libros, desaparecen las Prewggggpgsabaagg;
cuales querian deelarar la nueva identidad de Francia.” No obstante, TE'la_jfiemoriai alloy [...] ya'fio—se aprende (F51 nada de memoria por-
si estos proyectos estan efectivamente destinados a servir a la memo- LEii-eflse tienen libros que se leen, a los que se puede acudir en caso de ne-
ria de las futuras generaciones, también acn’ian en otro registro. La eesidad y cuyos pasajes se citan con mas seguridad, pues se pueden
evolucion, que puede rastrearse en los diccionarios del siglo XVII, era copiar, sin que medie la fe en la memoria, como se hacia antes”.19 En—
irreversible. El monumento denota desde entonces el poder, la grande- tregado a su jfibilo de hombre de letras, no imagina que el inmenso te-
za, la belleza: le corresPonde explicitamente manifesrar los grandes de- soro de conocimientos puesto a la disposieién de Ios doctos contenga
signios pfiblieos, promover estilos, dirigirse a la sensibilidad estetiea. en si una praicrica del olvido y que las nuevas prétesis de la memoria
Aetualmente, el sentido del término “monumento” ha seguido eognitiva sean nefastas para la memoria organica. Desde fines del siglo
avanzando. Al placer dispensado por la belleza del edificio le han se- XVIII, e1 término “historia” designa una diseiplina euvo saber, cada vez
guido el deslumbramiento 0 el asombro provoeados esta vez por la mejor acumulado y conservado, guarda las apariencias de la memoria
proeza técnica, asi como una version moderna de lo colosal en la que viva en el mismo momento que la suplanta 3; one debilita sus poderes.
Hegel habia visro el inieio del arte entre los pueblos de la alta anti- Sin embargoLla. lllSEQEiE “solo seconstiggxe si se la mira, “Dara Inna;—
giiedad oriental. A partir de ese momento, el monumento se impone la es necesario estar exclLinicltzgf'”:m la formula expresa, hasta el abismo,
a la atencion sin trasfondo, interpelando en el instante, troeando su ila diferencia y el piano-el- inverso del monumento, euya presencia de ob—
antiguo estatuto de signo por el de sefial. Por ejemplo: el inmueble jeto metaforieo esta encargada de revivir nn pasado privilegiado y and
Lloyd’s en Londres, la torre de Bretagne en Nantes, o el Arco de la mergir en El nuevamente a quienes lo contemplan.
Defensa en Paris. . Siglo v medio después del elogio de Perrault, Victor Hugo pro-
La progresiva desaparicion de la funcion memoriaLdeLngonu- nuncia la oration frinebre del monumento, condenado a muene por
“mento tie-ififsiE—duda, muchas ca'usas. Evocare sélo’Eambas ins-
__"'"-——-——.—
Barthes supo percibir y analizar la duplicidad de la fotografia, las . La “desrealizacion” de lo que hoy se llama monumenro y su modo de
dos caras de este nuevo pkarmafeon dotado del poder singular de existir no podria describirse mejor que en los términos con que lo
jugar sobre los dos regisrrOs de la memoria: confirmar una historia y hace el arquirecro de la futura “gran biblioteca”. Interrogado sobre la
ne-
hacer revivir un pasado’m 0. De alli’ también los riesgos de usur- insercion del edificio en el emplazamiento de Bercy, responde: “Es
o veinte afios, aqui se tomen las mas hermos as
pacion y de confusion-@arthes *- os denuncia nombrando lasid'o‘sq'ma- cesario que, en diez
neras en que la fotografia actua sobre nosotros. El stadium designa posrales de IE’;11"is"’.13
una atraccion reflexiva, un interes exterior, que, 'sin embargo, afecta. En tales condiciones, los monumentos en el primer sentido del
Elfe'xrasis, que hace volver a la conciencia “la carta misma del tiem— sogiedadea
rérmino} aiuesan geriaalsfiaaapel.sn..la.s...i¢npn1iaaéas_que
avanzadaas-alla de los numerosos edificios de culto conser-
pom movimiento revulsivo, alucinanre, a proposito del cual
surge varias veces el término “Iocura”. Esta locura de la forografi’a, _ van'su uso, mas alla de los monumentos a los muertos 3: de los cemen-
que hace Welhserjfielwafecto_e.s,._e_fectivamenre entonces, de terios militares de las dos ultimas guerras mundialestlos monumggltfirs...
la misma naturaleza que el hechizo suscitado por el monumenro. La acoustituyen algontasque una slupervivencia? {Se edifican ,hoylotrosflu
afirmacion de la camara lucida segun la cual la sociedad moderna ha ..;avers§?..
renunciado a1 monumento se moderara’ diciendo que la fotografia es Los'monumentos, de los que ha llegado a ser necesario precisar
una forma de monumento adaprado a1 individualismo de uuesrra que son “conmemorativos”, prosiguen actualmente, llevados por la
época: el monumento de la sociedad privada, que permire a cada uno costumbre, una carrera formal e insignificante. Los unicos auténticos
obtener secretamente elregreso de los muertos, privados o publicos, monumentos que nuesrra epoca ha sabido edificar no dicen su nonr—
que fundan su identidad. El hechjzo de la memoria se cumple ahora bre y se disimulan bajo formas insoliras, minimas y no meraforicas.
mas libremente, a1 precio de un trabajo modesto sobre esas imagenes Recuerdan un pasado cuyo peso y, mu},r a menudo, cuvo horror pro-
que conservan una parte de - ; ' hiben confinarlos a la sola memoria historica. Entre las dos guerras
La forografia contribuye, por otra par-re, a la semantizacion del mundiales, el campo de batalla de Verdun constituyo un precedente:
monumento-sefial. En efecto my cada vez mas-—- estas sefiales se di- un inmenso trozo de naturaleza, seccionado y torturado por los com—
rigen a las sociedades contemporaneas mediante la circulacion y difu— bates, en el que basto seiializar un recorrido, cual via crucis, para que
sion de la imagen en la prensa, la television 0 el cine. Las sefiales ya se convirtiera en el monumento conmemorativo de una de las gran—
no comunican mas que metamorfoseadas en imagenes, en replicas sin des catésrrofes humanas de la historia moderna. Después de la II Gue—
peso sobre las que se concentra su valor simbolico, disociado asi de rra Mundial, el centre de Varsovia, reconsrruido reproduciendo el
811 valor utilitario. Toda coiisrruccion, con independencia de su desri— original, recuerda a la vez la identidad secular de la nacion polaca y
nacion, puede verse promovida como monumento por las nuevas rec- la voluntad de aniquilacion que animaba a sus enemigos. De la mis-
nicas de comunicacion. Como ral, su funcion sera la de legitimar 3v ma manera, las sociedades actuales han querido conservar vivo, para
autentificar el ser de una replica visual, primera, fragil v rransiriva en las fururas generaciones, el recuerdo del judeocidfo de la II Guerra
la cual delega desde enronces su valor. Poco imporra que la realidad Mundial. Mejor que los simbolos absrracros o que las imagenes rea—
edificada no coincida con sus representaciones mediaricas o con sus listas, mejor que las fotografias y porque son parte inregrante del dra-
imagenes sofiadasLLapiramide del Louvre exisrio antes de que se em-_ ma co—memorializado, los campos de concentracion mismos se han
pezara a _c_onstruj_r_.h_5igfie"Brillando, Itodavia hoy,uco_r_i_los____fuegosy transformado en monumentos con sus barraeas y sus camaras de gas.
___ I____._---—- -— ___.u-I """
. ..,transp_arencias_con que, laurevestia la reproduccion'fotoggaficade'sus _- Una intervencion discreta y algunas etiquetas han sido suficientes:
dibujgs_x§139uetas,_amque en la realidad evoca mas bien el acceso a desde su antiguo lugar de esradia, desterrados para siempre, los muer—
”QflHQéILtEQFOHIEI‘EIE-l y su opacidadoculta la perspectiva desde 13.9095 ms y sus verdugos informaran a perpetuidad a los que van a Dachau
_Qarrée haciaIasTuileriesysoEI'EParis Lashfo‘tograhfias ddIEico de la o a Auschwitz.“ No habra sido necesariadlaflinrervencion de ningfin
Defensa 1e ororgan todavia una seduccion simbolica, a pesar de la ru— artisra, 3610 um simple operacion dqfiiiietoniniiafifil peso de lo real,
gosidad del edificio real y la incomodidad de las oficinas que alberga. de una realidad intimamente asociada a ,la deul’os sueesos conmemo-
18 Alegorz}: del patrimonio Monumenro y moumnenro historico 19
rados, es aqui mas poderosa que cualquier simbolo. El campo, trans- , converrido en testimonio hisrérico sin haber tenido, originalmente,
formado en monumento, participa de la reliquia.” mason 13Fcfimmofitivo, _Inversamente, redo-E'éri-iofislo,” £686" arts:—
Pero esos monumentos conmemorativos gigantes, a la vez reli:-‘ facto"hu‘rna'no puede seTr revestido, deliberadamente, de una funcion
quias y relicarios, no dejan de ser tan excepcionales como los hechos conmemorativa. En lo que reSpecta al placer producido por el arte,
que traen a la memoria. Vestigios en los que no cabe mas que selec- tainpoco es privilegio exclusivo del monumento.
cionar v designer, 31 ademés testigos de la progresiva disociacion que _ El mining-lento tieneggnwgflfin revivir en elpresente un pasadosu;
se Opera entre la memoria viva y el saber edificar. El nuevo centro de _ mergido en el tiempo. E1 monumentghistorico mantiene_otra relacion
-""-I—_...._,__--u-I-n-I-"""'—
Varsovia solo es monumenro porque es una replica: reemplaza la ciu- connlahmhemoria viva y con la duracion. O bien puede ser insrituido sim-
a, _—-.—----—-—-.—-u-—--—
dad destruida con una fidelidad que confirma —-—entre otras cosas—
r"...
Ia forografia. El monumento simbolico, erigido ex Hilario para fines del riempo: en ese caso, su valor cognitivo lo relega sin remedio al pau
de rememoracion, practicamente ya no tiene curso en nuestras socie- sado o, mas bien, a la liiStoria en general o a la historia del arte en par-
dades desarrolladas. A medida due diSponian de mnemotécnicas de ticular; o bien, por afiadidura, puede ——en tanro que obra de arte— di—
mayor precision, poco a poco, eStas han cesado de edificar monu- rigirse a nuesrra sensibilidad artistica, a nuestro “deseo de arte”
mentos, transfiriendo el fervor de los monumentos a los monumen— (leanstwollan)? en ese caso, forma parte constituyente de la vivencia
tos historians. _ del presente, sin la mediacion de la memoria ni de la historia.
Sin embargo, las dos nociones, ho}r frecuentemente confundidas, Las diferentes relaciones qpe manrienen respectivamente los mo-
son en muchos sentidos opuestas, cuando no antinomicas. En primer numentos )1 los monumentos historicos con__eltidemp,o,__,c,on,laurmemQLm
lugarfimr—nento l'1istt.'3+rivz:o,i lejos_de_prese_ntar_ 1%..Hflili‘ii'531id3d del ria )1 con el saber .iinponen una marcada diferencia en cuanto a su
monufilfififfififlfil Pfipaflgy en el tiempo, es unainvencionoccidenral consEfvi'i'cfli‘onflinyapariencia, esra nocion les es similarr‘nente consus—
---—_——--
clarameeraisshaclas. 111,1}...s1avssié19 exa_9ns_srla...r_siifavdigression tancial. Sin embargo, los monumentos estan constantemente expues-
fuera de Europa a partir__c_le__la'__seg£n_da migd del siglgjttx. tos a los ultrajes del riempo. El olvido, el desinterés, la obsolescencia
—#Pero los informes de las organizaciones internaciona’les‘ muesrran llevan a abandonarlos y a olvidarlos. También los arnenaza la des-
que este reconocimiento planetario es algo superficial. El sentido del truccion voluntaria‘13 y concertada, sea por voluntad de destruir 0 sea,
monumento historico avanza con dificulrad. La nocion no es disociable por el contrario, por el deseo de escapar a la accion del tiempo o por
de un contexto mental y de una vision del mundo. Adoptar politicas de la voluntad de perfeccionamiento. La primera forma, negativa, es la
conservacion sin disponer de un marco historico referencial, sin atri- que se evoca mas a menudo: politica, religiosa, ideologica, etc., y
buir un valor particular 31 tiempo y a su continuidad, y sin haber situa- prueba, por sentido inverso, el papel esencial jugado por los monu—
do el arte en una perspectiva hisrérica, es algo tan desprovisto de signi- mentos en el mantenimiento de la idenridad de los pueblos y grupos
ficacion como practicar la ceremonia del re ignorando el sentimiento sociales. La destruccion positiva, también generalizada, llama menos
japonés de la naturaleza, el smtoismo y la estrucrura nipona de las re- la atencion. Se presenta bajo diferentes modalidades. Una de ellas, ri-
laciones sociales. De ese modo se originan entusiasmos multiplicadores tual, es propia de ciertos pueblos como los japoneses guienes, 31.363“:
de contrasentidos o, también, encubridores de otras coartadas. reverenciar corno n_osotros las marcas del tiempo sobre sus monu—
Otra dimengaflmrfigmgpial, evidenciada a principios del siglo miss—,‘pefiéafifiiéhfi”'Eafis'ffu3FEfi”'i-‘E§liE‘aé’EiEaergs' de los£¢QFP19§ _
XX por Alois filigglffi el monumento es una creacion deliberada (ge- originales. Una vez hecho esto, destruyen las copias precedentes. Otra
wollra), cuyo destino ha'sido asumido a prfomifiewdia—fiimien- modalidad, creativa, ha sido ilustrada en Europa por numerosos
tras que el monu‘mento higfirico no hmialmente deseado (un— ejemplos. Para ampliar y dar ma's eSplendor al santuario donde “el
gawollre) mgdo‘cuo'motal; se constituye como talgflposrenioaimor beato Denis [habia] permanecido durante quinientos afios”, el abad
las miradas convergentes del historiador y del aficionado que lo selec— Suger hizo destruir, en la decada de 1130, parts de la basilica carolin-
cionan entre la masa de edificios existentes en la cual los monumen— gia que la tradicion atribuia-al rey Dagoberto.” El monumento mas
tos representan una pequeiia parte. Todo objeto del pasado puede ser precioso v venerable de la cristiandad, San Pedro de Roma, gno fue
-.-.---
......
aeaso demoiido por decision de Julio II tras una Vida de casi doce si~,. ces impensable, de esrudiar'y de conservar un edificio por 1a {mica ra-
glos? Se trataba de reemplazarlo por un edificio grandioso cuya magi zon de ser un tesrigo de la historia y una obra dc arre. Leon Battista
nificencia y escenografia hicieran recordar e1 poder conquistado plor Aiberti,_ en las fronreras de dos mundos, celebra en ese momento
la iglesia desde Ia Epoca de Consrantino, asi como las nuevas inflexio— Ilaquella arquitectura que puede a1 mismo tiempo revivir nuesrro pasa-
nes de su doctrina. I do, asegurar la gloria del arquirecto—artista y aurentificar ei testimo-
nio de los historiadores.32
Por e1 contrario, en la medida en que se inserta en un lugar in-
murabie y definitivo en el conjunto objerivado e inmovilizado por el
No se puede situar el patrimonio hisrorico3'3 edificado en e1 cen-
saber, el monumento historico exige, conforme a la logica de ese sa- rro de una reflexion sobre el desrino de ias sociedades acruales, ta] y
ber 15* —al menos en reoria— su conservaeion ineondicional. como es mi intention, y en consecueneia evaluar las motivaciones rei—
vindicadas, confesadas, racitas o ignoradas que hoy sustentan las eon-
E1 proyecto de conservacion de los monumentos historicos, asi’
ductas patrimoniales sin pasar por un regreso a los origenes. No es
como su aplicacion, han evoiucionado con el paso del tiempo y no
pueden disociarse de la historia misma de dieha nocion. Inveneion de posibie asornarse a} espejo del patrimonio ni interprerar las imagenes
Occidenre, dijimos, y claramenre Ecehada. No obstanre, es necesario que acrualmenre nos devuelve sin entender, previamenre, Como so so-
esrablecer los criterios de esa datacion. perficie lisa ha sido consriruida poco a poco por la suma y fusion de
E1 ingreso de un neoiogismo en ios léxicos marca e1 reconocimiem fragmentos inieialmente [lamados antigiiedades y posreriormente mo-
to ofieial del objeto material o mental que por lo ranto designa. Esta numentos hiStoricos.
Por ello be procurado, en primer lugar, definir on momento de
consagracion presenta un desplazamiento cronologico mas o menos
emergencia y reconstituir Ias etapas esenciales de esta progresiva ins-
importante segfin los casos respeero a los primeros usos del término 3;
3-903 Ia aparicién —repentina o largamente preparada— 'de su referente. tauraeion del patrimonio historieo edificado, a panir de la fase ann-
a'zanre del Quatrrocenro —cuando los monumenros elegidos perte—
pro-Ila expresionjmongmgnro historioof’ no mere-sag};.199: “dicoionarios
J:-F? I'
K.“
-’ franceses hasta 1a se
"_"I.
--rm.—-._."
Monunrento y monumento lsistdrico
Eh.)
Ls)
Notas
13 Aquello que, en el mito de Pedro, él llama Pbarrn
alton, en DERRIDA,
1 Bien de herencia que se transmite de los padres y de Jacques, “La farma'cia de Platon”, en La disemi
las madres a los hijos nacidn [19?3], Fundamentos,
siguiendo las leyes, en Madrid, 1975.
LITTRE, Emile, Dietionnaire ale la langue franpaise
[1363], Librairie Générale Francaise, Paris, 1990. 19 PERRAULT, Charles, Parallels des anciens et
ales modernes [1668], primer
2. STENGERS, Isabelle, D’une science a l’autre. Des didlogo, Slatl—zine Reprints, Ginebra, 1979; el pasaje comple
concepts nonrades, Seuil, crtado. to mereceria ser
Paris, 1981. Imflrf.--“
9,9 BA rues, Roland, La crirnaraliisida [1930], aidos, Seasonszw
_,r"“"‘-~.
-—.—.-—— -—-.._\_
"
___.—-
"' .
4 Por ejemplo, las ciudades de Wachau en Austria. 311 HUGO, Victor, Nuestra Senora de Paris, capitul
o “Esto matara aquello”
[agregado en la 3“ ed. de A. Quentin, Paris, 1832],
5 ABE, Yoshio, “Les débuts de la conservation au Japon Editorial Gredos, Madrid,
moderne: ideologie et 2006.
historicité", en LAWN, Irving, 1LWorlal Art, Theme
s of Unity in Diversity, Acts of 22. Todas las citas estr‘in tomadas BARTHES, Roland,
tire XXt Congress of tire History of Art [1930] La ednaara lueiela,
, vol. III, The Pennsylvania
State University Press, University Park, Pennsylvania, 1939, op. cit., pegs. 13:5, 141, 150, 142 y 200.
pegs. 855 y ss.
6 RYCKMANS, Pierre, “The Chinese Attitude Towards the Past”, .13 Le Quotia'ien de Paris, 11 de septiembre de 1939. Prosigu
livid. e: “el turista que
se encuentre en el jardin do Bercy debera sacar fotos verdade
7 Conferencia sobre la conservacion artistica e historica de ramente
los monumentos, inolvidables de esta biblioteca [...]. El énito del proyeoto sera’ que
organizada por la Sociedad de Naciones. de este lugar
se ltagan magnificas postales”.
—'l-—._
8 Clrarte du tourisrne sulturel, ICOMOS, Bruselas, 1976. Resolut .14 Este campo iue clasificado por el Comite del Patrimonio
Canterbury sur le tourisme culturel, ICOMOS, documento reprogr ions a’e Mundia
Unesco en 1919. El término judeocidio ha sido tomado de MYER l de la
_=._..l-_.;.....,..1-___'_.__
publicado por ICOMOS Gran Bretafi‘a, University of Kent, afia do , Arno, Why
1990. did Heavens not Darkeni’: tire “Final Solution "‘ in History, Pantheo
Nueva York,
n Books,
9 PATI'E, Pierre, Monuments e’riges a la gloire de 1988. -
Louis XV, Paris, 1765,
pdg. 2.26. En lo que se refiere a la lle de la Cite, sefiala: “con 25 Los resortes memoriales de la reliquia todavia son,
Notte-Dame ——que permaneceria como parroquia de la Cité—la excepcion de en ocasiones, puestos
al servicio de causas rnenos trdgicas. El verdadero monum
de los Enfants—Trouvés, no hay nada que salvar en ese barrio” y del edificio De Gaulle no es la gigantesea om: de Lorena, “conmemorariv
ento elevado a
.
10 Destruido en 1677 por orden de-Luis XIV. Su imagen planicie Champenoise sino su casa, La Boisserie. Las multitud a”, que domina la
ha sido es que alli desfilan
'
conservada, especialmente por Jacques Andtouet du Cercea no se equivocan. Para convertir esta residencia en monumento
u [Liars han bastado
algunos recorridos seiializados en el parque y algunos cordone
__,.-.—.-._._._...---...__.__n
d’nrslziteeture, 1559} y por Claude Perrault {dibujo, Biblioth s protecr
manus
eque Nationale, edificio. Tambien alli, el hombre y la historia que El escribio estaban ores en el
contigiiidad con este niarco por El elegido y organizado. Esta forma ligados por
critos, F 24713). Este ultimo realizo una descripcion
maravillada en el
diario de su Voyage a Bordeauir, en 1669, H. Lauren de
s, Paris, 1909, junto a eelehracion ha sido particularmente favorecida en EE UU,
_ las Memoires de rna vie, haciéndolo grabar por donde las residencias
jean le Poutre para su de los héroes nacionales —como la de jefferson en Montic
traduccion de Vitruvio de 1684. ello,
fueron, desde su muerte, transformadas en monumento a su por ejemplo—
11 ABDELKAFI, Jellal, La rne'dine cle Tunis, Presses corresponde al genio de un pueblo que ha pracricado siempregloria. Tal como
__
du CNRS, Paris, 1989. el culto del
1.31 Congresos Internacionales de Arquitectura Moderna,
.
individuo. '
fundados en 1923 en
_._
Le Clere, Paris, 1332. eeture , T. 2., ._ 23 REAU, Louis, Histoire du uana’alisrne. Les ntonunrents detruits
cle l’art
'.._.--——__._._._
arts” publicado en Journal oftlie History ofldeas, vol. XII, 1951. el mal estado y el mal funcionamiento del edificio original
y no deja de subrayar
la piedad con la cual ha conservado “todo lo que era posible
conservar de los
Alegorr’o do! patrimom'o
24
os autore i"
antiguos muros en Ios euales, segfin el testimonio de anti
Senor Jesuerrsto ha ooloeado su mano”. Esre rexro es unfle los tesémglnigfiias 1 §%§LI-;EgI-A NI
N HMSEbglqgi) ANTIGUO
interesantes que se han conservado sobre e1 “funeionamie r ”
Erwm Panofskj,r ha realizado una edicion, una traducoionliriiri iglmngfigflonto.
notables en AbbotflSnger or: the Abbey Church of Sr-Derris and its Arts Treasures
[1946], Princeton University Press, Princeton, 1979, tradueida a1 eastellano en
a riding 2:63;: sobre Ir: ebodr’e de Saint-Denis y srrs resoros arrfso'ros, Cétedra
a r , . 3
I,'.
motior: a is s o“ reenter!' do monomenrs,
Allbifl-Louis,Amf rrités
MIL
3O uhi
Dro Paris, 1790 (6 vol.), P51: 77.
n,LIN
es de la eonsewen‘on'dCS monumgms 17,5 . 30,,.q“as
31 ROCKER, Frédéric, Les origfn
Paris, 1913, Fig.3. 75 Y .55.
ve,
on France, 1790-1330, Jou
32 ORLANDI Giotranni, prologo aALBER’II L o B '
oedifieeroria, IlaPoIifiiio, Milan, 1966, pag. 13. 3 e n atrrsta, DE re
'
' ” se debe a ean Pierre
' onro
a sintesis tie “la nocion de patrrm
33 Una . hermos, , ' el
1liigberon {a Anlore' CPhastel en Revue de P111149, Paris, 1980, editido’ eomo I - quo cl monumento h1sro
Se puede decrr
.
- . r1co nace en Roma haera
,
1 ro en rana évr aris, 1994. Véase tamb"n
’ 1‘: DES‘»rALLEEsrfind” Paris. 1995. ; _ , ,_ .
5—1377) y el Gran Crsma de
afio_1420. Tras e1 ex111o en Armor} (130
en Messier 208,
“Emergence er cheminements du mot parrimoine”, -:
da a Punch, véase LEON, 13:11.11, ede a esrablecer la sede del pa
if: uijiieffiofifigififflmm’ E'em limita Occrdente (1379 1417), Martin V proc
. que desea resrituir su poder y
gee, Preard, Paris, 1951 pado en una Roma desmantelada a la
desarrolla en 'relaeion a las
prestigio. Un clima intel‘eerual nuevo se
, hablan de la hisroria y con-
ruinas antiguas que, a partir de entonces
euyo esplendor lloran Gian
firman e1 pasado fabuloso de Roma,
os humanisras y cuyo pillaje
Francesco Poggio Bracciolini y sus amig
1,...“
condenan. ente iheu riStico.
cialm
Los oortes cronologicos tienen un valor esen las antio ifia-
excepciones,
Requieren ser modulados en funeion de las y
asi que el interés intelecrual
eiones, las supervivencias. Se consrata
fiedad manifesrado por una
artisrico por los monumenros de la antig
surgio de una larga madn-
pequefia elite inteIeCtual del Quattrocento
o euarto del siglo XIV.
racion y conocio precedentes desde el filtim
mas lejos en el tiempo esra
Pero gno habria que remontar todavia
omo algunos historiadores
genesis? Cabria preguntarse incluso ——c
hombres de la antigfiedad y de
han sugeridoa— si, en ciertos casos, los
los monumentos y objetos cle
la edad media también contemplaron
ra y preservadora. La co:
arre clel pasado con una mirada hisroriado
ipacion del museo, parece ha-
leeeion de obras de arte antiguo, antic
tra era. Entre la muerte de
ber apareoido a fines _del siglo II] de nues
Romano, e1 territorio grie-
Alejandro y la crisrianizaeion del Imperio
s un resoro. de edificios pfibli-
go habria revelado a sus conquisradore —
1 cumplir 7'3 sus ojos
cos (tomplos, stow, teatros, etc.) que parecfan
mas tarde en la
e1 papel do monumentos historicos, tal como hicieron
26 Alegon’a del patrimom’o Los humanismos y el monamento antigno 27
Europa medieval los monumentos romanos para los e'ruditos nutri-
,- A partir de entonces —v como tan a menudo en tantos otros do—
dos de humanidades. Tales analogias gserian iIusorias v superficiales?
minios— el panorama que ofrece Roma es ambiguo.‘ La mirada del
En el marco de una obra consagrada principalmente a1 Occiden-
siglo m: siente la tentacion de proyectar sobre el' los valores y las ac-
te cristiano, la antigiiedad solo puede ser evocada punrualmente —sii1
titudes de la sociedad occidental posmedieval e, incluso, de la actual.
llegar a reunir los elementos del debate—. Otros lo han lztecho1 y la
Existen en Roma coleccionisras de arte, eruditos como Asinius Pollio,
indicacion de algunas referencias sera’ mas que suficiente.
personajes refinados como Atico, personajes avidos como Séneca,
personajes desconlfiados como Ciceron, personaies apaSionados al
.—
punto de perder la vida, como Verres. Roma saqueo ’Grecm en una es-
I,:--—_..-._.-
Arte griego clasico y humanidades antiguas
cala comparable a la de los pillajes napoleonicos: a31 lo atestiguan las
__-;.._—
quinientas estatuas de bronce arrancadas de Delfos, algunos de cuyos
—
En el reino de Perg 0,3 los atalidas buscaron con fervor, sensibili-
re5tos se encuentran ho}r en el palacio de Dioclecmno, en Split, y en
dad v perseveranciafi’allgs esculturas v objetos de arte decorativo que la
-- -_-.n_——.1:|'U-="I
el de Adriano, en Tivoli. Roma ve levantarse, obra de este filtimo ern—
Grecia clasica produjo sin Ilegar nunca a coleccionarlos. Conocidas
perador, la villa Adriana, primer museo de arquitectura a! escala real.
a través de los tesrimonios de Pausanias, de Polibio y de PIinio, Ias
Sin embargo, la comparacion con la modernidad occ1dental debe
1-
colecciones de los atalidas no pertenecen ni a la categoria de los te-
I- 1 1—
ser matizada. En efecto, ningfin principio prohibe la destruccion de los
soros —religiosos y funerarios— que fueron acumulados en las rum-
T:—
edificios 0 de los objetos de arte antiguos. Su preservacion depende de
:
lsas egipcias 0 en los opistodomos de los templos griegos, ni a la ca-
causas aleatorias. For otra parte, ni los bienes muebles colecaonados
-I-._' .-
tegoria de las curiosidades reunidas por curiosos de todos los
(esculturas, pinruras, vajilla o camafeos) ni los edificios antignos adnL-
1-;
tiempos segfin el azar de las guerras, el pillaje, los viajes o [as heren—
--u-
rados (civiles o religiosos) estéin investidos de un valor historico. _
:‘n:‘
cias. Estos objetos fueron buscados, elegidos y adquiridos por su ca—
Dos rasgos —étnico v cronologico— proporcionan la clave de su
lidad intrinseca. Atalo I tiene emisarios en toda Grecia y, en el afio
-1—
dente del saqueo de Corinto entre los ejércitos aliados, el general ro-
muestran realizaciones de una civilizacion superior. Constituyen mo-
-:r_.._11-r?::
mano Lucius A. Mummius queda desconcertado por la elevada suma
delos capaces de suscitar un arte de vivir )7 on refinamiento que solo
que ofrece Atalo II para hacerse con objetos que, para los romanos,
los griegfios habian conocido. Los atalidas que‘rian hacer de su capital
carecian de interes y hace valer el derecho a tanteo por una pintura
—1-L1-.—
—.-.-.—.-
ciudadela, sus arcos son cegados, sobre sus graderias se construye un
.-
clasica. Una nueva experiencia de la belleza, mediatiza‘da por la con-r -
ciencia, se desarrolla ciertamente desde el siglo II de nuesrra era, pero barrio residencial'y en el cenrro se edifica una iglesiaf’ Los mismos ar-
permanece —generalmente— subordinada a otras categorias. Por cos de triunfo se erizan ahora de torres defensivas, como la erigida
otra parte, en la mayoria de los coleccionistas se' detectan morivacio- por los Frangipani sobre el arco de Septirno'Sesrero.’ . .
nes ajenas a1 placer propio del arte: presrigiofi por parte de los con— En la misma época, sin embargo, y por merracron ——direcra .0 1n—
quistadores, esnobismo en los nuevos ricos, lucro o gusro por el jue- direcrafl— del clero que habia permanecido como finico deposrrario de
go en otros. Pero, gacaso las mismas desviaciones no caracterizan a una tradicion letradam y de la humaniras antigua, una gran cantidad
una parte importante de los coleccionistas actuales? Ademas, la inten- de obras y de edificios del paganismo fueron objeto de una conserva-
sidad y el comportamiento del aficionado'parecen ya manifiesros, cion deliberada. {Monumenros o patrimonio hisrérico awn: iaiettre?
tanto en Pérgamo como en Roma, d'onde Sylla? iniciaria a Verres. Las solo es posible responder despues de intentar analizar las morwacro-
,. .I ,
elecciones del gusto, sin embargo, no esréin orientadas por una vision nes de tal aetirud de preservacion.
En primer lugar, enconrramos razones pracrica s de econom ia;
del pasado. En esa epoca, el disranciamiento historico implicito en un
-‘1='JEZI“.1TFJ-HL.
la
proyecro deliberado de preservacion esta ausente y no se puede, por eran tiempos de crisis: la poblacion se encontraba diezmada,
consrruccion arruinada y se perdian las tradiciones arresan ales. La
tanto, evocar legitimamente la nocion de monumento historico.
aetirud del papa Gregorio 1, en el siglo VI, es ejemplar. IIEn Roma,‘se
hace cargo del mantenimiento del parque inmobiliario y pracnca
._ _W__—r'F
.1
Restos antiguos y humanires medieval una politica de reutilizacion continuada por su sucesor Hono'rio: las
grandes residencias parricias son transformadas en Imonasterios, sus
rfl‘f'fi.
La reiacion con los monumentos de la antig'uedad clasica parece me- salas de recepcion en iglesias. Fuera de Roma, predica entre ms nu-
ur-uln—‘h -_r-':|-.--
nos compleja durante la epoca que media entre las grandes invasio- sioneros: “No destruyais los templos paganos sino unicamenre a los
nes y el fin de la edad media. idolos que albergan. En euanto a los edificios mismos, contentaos
a
En esos siglos se produciran terribles desrrucciones en una Euro- con rociarlos con agua bendita y colocad alli vuesrros altares y
pa cubierta de monumentos y de edificios pfiblicos por la coloniza- vuestras reliquias”.11 La conducra de Bernardo el Eremita se errge
cion romana. Sobre todo, por ”la contribucion de dos factores. Por en doctrina. .'
El interés utilitario en la preserva cion de vestigios antiguos no es,
una parte, e1 proselitismo cristiano: las invasiones barbaras de los si-
glos VI 1; VII saquearon quizas menos que el proselitismo de los misio- sin embargo, lo finico en juego. Sin saberlo, otros motives compro-
neros de la misma época o que los monies teologos, quienes -—en el metian e1 saber literario y la sensibilidad. Monumentos y Ob]EtOS pa-
siglo XHI— transformarian e1 anfiteatro de Tréves en canrera y arra- ganos devolvian a los erudiros el eeo de rexros familiares. El interes y
sarian el circo ro'mano de Le Mans (1271) y el templo de Tours. El se- El respero atestiguados ante las obras son solidarios de ia’s posimones
gundo factor consisre en la indiferencia ante monumentos que han adoptadas por la iglesia respecro a las lerras y al saber clasrcos, alter-
perdido su sentido )7 su uso, asi como en el contexto de inseguridad e nativamente promovidas en nombre de las “human'idadesi o conde—
1
indigencia imperantes: Ios grandes edificios de la antigiiedad son nadas por paganismo. Elsi, el interés por la humanism y laslartes de
r .- = —--_-—rr—n.-1— —----
transformados en canteras3 o bien son recuperados y desnaturaiiza- la antigfiedad culmina duranre esos breves y parcrales renacrmientos
dos. En Roma, en el siglo XI, los arcos del Coliseo seran cegados y que Erwin Panofsky ha llamado “‘renascences”12 en los srglos VII] y IX
ocupados con viviendas, depositos o talleres, mientras que la arena en el marco de la politica carolingia, y luego durante los srglos X1 y
XII, impulsados por los abades humanistas. Cuando Guillaume de
—-
mus se llena de viviendas arrendadas por la congregacion de San Guy; Volpiano, Gauzelin de Saint-Benoir-sur-Lone, Hugues. de Cluny y,
-_""_"‘
los arcos del teatro de Pompeya son ocupados por los comerciantes mas adelanre, Hildebert de Lavardin, Jean de Salisbury, Suger de
Mm13_1lu-Lr 3-11— n.- ~———- - +1- - .—-
de vinos )7 por restauranres; los del rearro de Marcellus, por traperos Saint-Denis o Guibert de .Nogent viajan a Roma, su cultura clasrca los
y por tabernas. En la Provenza, el circo de Aries es transformado en hace vibrar a1 admirar )7 tratar de identificar los monumentos.
30 Alegorz’a del patrimonio Los bamanismos y el monumento antigno 31
Atraccion intelectual, ciertamente, pero tambien seduccion de la re proximo. Impenetrable porque los territorios romanos o romaniza-
sensibilidad: las obras antiguas fascinan por sus dimensiones, por el dos son ahora cristianos y la vision pagana del mundo ya no cuenta,
refinamiento y la maestria de su ejecucion, por la riqueza de sus ma- ya no se concibe. Las expresiones plasticas o literarias se tornan inn
teriales. Tesoros nimbados de un aura fantastica— que se integran descifrables por la pérdida de su referente, quedando reducidas a for-
en una de las dos esretrcas ”3 de la edad media que Sager defiende mas vacias. Pero son proximas porque esas formas vacias, al alcance
contra Bernard de Clairvaux. Cuando el abad de Saint-Denis encarga dc la vista )1 de la mano, son inmediatamente trasladables y trans—
la reparacion del mobiliario de su iglesia, admira “el trabajo maravi- puestas al contexto cristiano, donde son reinterpretadas segfin codi-
lloso”, “la suntuosidad fastuosa” de uno de los paneles del altar obra gos familiares.”
de “Artesanos barbaros [...], ma’s fasruosos que los nuestros” y
“la es- -‘Henr3,r de WincheSter o Gregorius son, tal vez, fulgurantes excep-
cultura tan delicada, hoy irremplazable [de] las tablillas' de marfil” ciones. En cualquier caso, la formulacion y las formulas de admira—
[del pt'ilpito] que sobrepasa rod-a evaluacién humana por “la descrip- cion no deben ser extraidas de su contexto. Cuando, a principios del
cion que ofrece de escenas de la antigiiedad”.“
—.—.-
siglo XII, en su gran poema sobre Roma, Hildebert de Lavardin se e}:-
1.1.LF-“J
El valor casi magico atribuido a los vestigios de la antigiiedad, Ia tasia por un trabajo que no podra’ ser “ni igualado” “ni repetido” y
curiosidad que despiertan, el placer que ofrecen a la vista estan ilus—
:
evoca la “pasion de los artesanos” (studio artificium) responsables de
.-
trados en los mannscritos de dos clerigos del siglo XII. Con sus Miro- unas imagenes que la naturaleza no hubiera podido alcanzar, no hay
bilia urbis Romoe, Benedicto I, canonigo de San Pedro, propuso, ha- que olvidar que empieza alabando la mutilacion (purificadora) de la
cia 1155, la primera guia exclusivamente consagrada a los ciudad de pretensiones insostenibles, cuvos restos” puede ahora ado—
monumentos paganos dc Roma cuyas identificaciones ——a menudo rar con briena conciencia. Richard Krautheimer ha subrayado clara-
fantasiosas— permanecen siempre ligadas a recuerdos literarios. En mente esta ambivalencia, llegando a plantearla en términos de amor-
cuanto al jurists inglés conocido bajo el nombre de Magisrer Grego— odio. Muestra, ademas, como el protohumanismo se habia apropiado
rius, no sabe si atribuir a la magia 0 al trabajo del hombre las mara- literalrnente dc los vcstigios del mundo antiguo, cristianizandolos.
villas visitadas durante su viaje a Roma.” Cuando relata haber reco- La ausencia de distanciamiento, igualmente descrita por Erwin
rrido una gran disrancia en tres ocasiones para ir a admirar ——en el I’anofslcy en sus analisis de la transmision de formas y de ternas anti-
Quirinal— una Venus ejecutada con “una destreza tan maravillosa e guos durante la edad media,19 es el comfin denominador de todas las
inexplicable que llevaba su desnudez como enrojeciendo” lo que des- conductas referidas a la herencia de la antigiiedad greco-romana. Ber-
cribe es el comportamiento de un aficionado al arre. Su ilustre com-
I
nard de Chartres )7 Gilbert de la Porrée pasan el tamiz de la teologia
-I-n_.|_.r..-_-_q.-r—-L~—.
patriota, Henry, obispo d'e Winchester, pertenece a la misma catego- cristiana sobre el idealismo platonico v sobre las categorias de Aris-
ria que Jean de Salisbury, a pesar de coleccionar tambien esratuas toteles. Tal escultor rornénico integra los monsrruos antiguos a las re-
antiguas, one describe como un verdadero obsesionado del arte an- presentaciones de una escena biblica v tal ilusrrador reviste a los hé-
tigno.16
4:-
El interes )7 el jt’ibilo que suscitan los monumentos antiguos en los en lo que reSpecta a los objetos o a los monumentos de la antigiiedad:
protohumanistas de la antig'tiedad tardia y de la edad media, {no an- independientemente del saber de los responsables de su manejo, 0 del
:-
el lirismo de los antores medievales asi parece indicarlo. Sin embar- ducidos en el circuito de las practicas cristianas sin que se hava esta-
_-_--
Asi, muebles o inmuablas, las araacionas de la antigiiedad no son tarritorios sara nacesa‘rio pasar: ésa era la solucion qua ——cIura nte rnu-
tratadas corno monumentos historicos, Su preservacion as, an reali— chos afios y forzados por lo vano da las bfisquedas— consideramos
clacl, una reutilizacion qua se prasanta bajo dos formas distintas: con angusria”.23 Bruscarnenta, sa produjo a1 milagro: dascubra carca
como rautilizacion global, con 0 sin intarvencionas, o como fragmen— da Pontoisa “una cantera admirable” y ranuncia a su proyacto inicial.
tacion an partes y pedazos utilizables para cliferantas lugaras v fines. Roma no as, cla ninguna manera, la unica rasarva da fragmentos
Sugar usaba como céliziml un valioso vaso antiguo cle porficlo, an- antiguos; En Lyon, los marmoles del Forum Vetus avudan a consrruir
castrado por un orfebra medieval entra las patas, las alas y el cuello Saint Martin cl’Ainay, y las columnas el absida cla la cataclral. Pero los
ole un aguila cla plata dorada. Dal mismo modo, an al siglo or, al pa— viajes son, a manudo, mas lajanos. En 1049, Oclilon cla Cluny manda
lacio imperial cle Travaris as transformaclo en una cataclral da la qua buscar los matarialas para su clausrro an Provanza; Nimas v Arlas ali-
al obispo Hincmar admira “el pavimento- conformaclo por marmolas mentan igualmanta an esculturas y en columnas a la catedral cla Saint
de difarantas colores” y las puartas “racubiertas da oro rojo qua pa- Germain cla Auxarre y a las abadfas da Saint Germain-des-Pras an Pa-
raca jacinto claro’";21 an Vienna, en la region de Lyon, en la misma ris v Moissac.
epoca, el templo de Augusto y da Livia se convierte, tras sufrir la am- Es infitil multiplicar Ios ajemplos. Los pequafios ranacimiantos
puracion de su calla, en la iglesia Notre-Darne cle la Vie. . qua preparan e1 renacimianto no llegaron a sisrematizar la parapeCti-
Paro los monumentos antiguos no son solamenta “recielados”, va artificial, sin embargo ya esbozacla. Tampoco parmitieron abrir
sine qua son, con clasanvuelta simplicidad, divididos an partes y en una perspectiva sobre los monumentos cle la antigiieclad.
pedazos, y rainsertados seguidamente an construccionas nuavas para Cabelsefialar, no obsranta, Ios privilagios axcapcionales qua par-
amballacarlas y clacorarlas. Por lo demas, no siampra es facil discrimi- mitiaron qua Roma, la primera, tomara distancia ante su harencia an-
nar entra lo qua as raemplao utilitario, incluso axpoliaclor, y lo qua tigua y la situara an un aspacio historico. Para ampezar, la ciudad qua
Jean Adhémar considara una vardaclara obra cle proteccion.” Colum- habia marcacloioclos los territorios conquistados de su impario con
nas, capitelas, estatuas y frisos esculpitlos son asi extraiclos cla los edi— sus insritucionas urbanas y su arquitectura prasentaba alla misma la
ficios qua constituyeron la gloria de las ciucladas antiguas; Dascla el concantracion mas importante cle adificios antiguos famosos. Sobra
siglo VI, Roma es la camera mas importante cle materiales prestigio- toda, la cultura clasica transmiticla por los patricios converticlos sa-
sos para los nuavos santuarios levantaclos, sea sobra sus propios ta- guia viva a pesar da 103 dolorosos interrogantes clel siglo VI y, mas tar-
rritorios (San Lorenzo Extramuros, San Pancracio 0 Santa Ines), sea cla, de los sucasivos saqueos da 105 barbaros. Los papas, adamas, sa
an otros lugaras de Italia o incluso an otros paisas. habian arigiclo an haraclaros da Roma, contra la tradicion bizanrina
Carlomagno haca tra'ardasda Roma 1; desda Ravana ——con la au— an primer lugar, paro también contra la barbaric da los invasoras y, fi-
torizacion clal papaAtirian I— Ios marmolas y las columnas qua uti- nalmante, contra la hegemonfa de los amperadoras alemanas.
liza an Aix-la-Chapelle y an Saint Riquiar. Desiderius busca colum- Sobre allos racaian, en particular, las rasponsabiliclaclas tradicio-
nas, bases y capitelas an Roma para su abadia da Mont-Casin (1066). nales cla Ios amperadores romanos an matarias aclilicias y de arquitac—
Sugar se desaSpera cuando raaliza las obras cle ampliacion da Saint- tura. El retorno clel clasicismo los condujo, clasda 'principios clel si-
Denis. “gDonde encontraré columnas cla marmol o equivalentes al glo vfi“ a la sustitucion cle las basilicas constantinas por modalos mas
mérrnoli”, reflexionaba; las buscaba en las regiones mas diversas v puros y rafinaclos inspiraclos en las termas cla Trajano, cle Caracalla,
alejaclas y no encontraba nada. A mi aspiritu ansioso solo se le preu da Dioclaciano y por las basilicas cla ordanes superpuaStos cla Traja-
santaba una finica solucion: ir a Roma; an afacro, en el palacio da no 3; cla Séptimo Severe qua adquieran asi un nuavo valor. El afio 408
Dioclaciano, y en las otras termas, habiamos admirado a manuclo las sa promulga un clacrato an favor clal uso secular cla los templos qua sa
columnas de marmol; transportarlas con una flora sagura a travas dal protagan como monumentos pfiblicos. Los desaStras dal siglo v1 lla-
Meditarréneo, luego por el mar de Inglaterra v desde alli, por el cur- van a convertir adificios an iglasias: en el periodo 526-530, la sala cla
so sinuoso dal Sana, y obtenarlas asi con alto cosro cle nuasrros ami- audiencias dal prafacto pasa a sar la iglasia cla San Cosme y San Da-
gos a incluso de nuestros anamigos los sarracenos, cerca tla cuyos mian; en el afio 530, una sala ceremonial clal siglo I alberga la iglesia
34
.Alegorfs def patrimoaio
Los bmrzanfsmos 3» cl monumenro errrrgrro
35
de Santa Maria Antics, antes de que ———
bsjo Honorio— el Sensdo del
foro romano sea convertido en la iglesia plural de “antigiiedsdes”—— debe ser situsdo en ese conte
de San Adrian. Por el con— xto mental,
trsrio, y sin duds porque en Roms la tradi en esos lugares. Ann seran necessrios tres siglos mas para
cion clssics permsnece mas que adquie-
cercsns y mas viva, Gregorio eI Grande rs su nombre definitive).
y sus sucesores se muestrsn
mas hostiles a la crisdsnizscion de los temp
los en la Ciudsd que en
otras partes. El Psnteon, consagrado en 609
a la Virgen Maris-“'5 cons-
tituye un precedente dursnte cerca de tresc Ls fsse msir'qzrizmrre del Qusttrocento
ientos sfios.
En ests labor sslvsdors de los papss
results dificil trazsr lss
fronterss cntre lss medidss utilitariss y
lss inspirsdss por el intetés Denomino auriqaizmrre :1 la primera fsse de eSte dessrrollo
porque el
hisrérico
o por la voluntsd de afirmsr uns identidsd interés hacis los vestigios del passdo en cusnto tsles
monumentos. Dos memoriss son simultane
a través de los se focalizs tini-
smente csmcnte en los edificios y obrss de arte de la antiguedsd,
requeridas pot dos excluyendo
series de “monumentos”, squélla ms's inme cuslquier otrs epocs. Numerosos teStimonios permiten
dista de uns instsurscion fijsr, sproxi-
religioss que estructurs la vids cotidisna madamente, en la décads de 14.30 el singular despertar
y define su horizonte, y de la mirsds
squé lla mas lejans de un passdo temporal distancisds y estetizsnte libersds de lss pssiones medie
y glorioso. Estss dos me- vsles que, sl
morias, entrelazsdss, son invocsdss conjuntsm possrse sobre los edificios antiguos, los metamorfosea en
ente en San Pedro y el objetos de
Coliseo, en San Juan de Letrsn y la colum reflexion y de contemplscion. Sin embargo, repita'moslo, esta
ns de Marco Aurelio, en sctitud
Santa Maria de Trastevere y el srco de Tito, nuevs se ha ido frsgusndo desde ls segunds mitsd del Trecen
y ssi lss refine ls bula de to. Los
Luis el Bavsro en su estrecho csmpo dorsd historiadores e hisrorisdores del artel3 que se hsn interes
of"5 sdo por los
Ls presencis 1risnsl simultanes de esos dos tipos movimientos artisticos e intelectusles que se dessrrollsro
de monumentos n en ls Itslia
en Roms, remitiendo s dos trsdiciones tan dista del Qusttrocento hsn identificsdo y distinguido en el' Trecen
ntes, requeris un efec— to dos
to de diferenciscion y la crescion de un segundo dista sctitudes originales propiss, respeCtivamente, de los huma
ncismiento con nistss y de
respecto s is sntigfiedad. Bl edicro por los srtisras. Estss dos sctitudes hsn contribuido a uns
el cual el Sensdo romsno pro- primers con-
tege ls columns dc Trsjsno es ambivalente: “Que cepmslizscion de la historia como disciplins y del srte como
remos que perms- activi-
neaca intscts mientrss dure el mundo [...]. El dsd autonoms. Son tsmbién e iguslmente ls condicion
que intentsre dsfisrls necessria para
sers’ condensdo y sus bienes sersn donsdos sl fisco que se constituys el objeto que nosotros hemos llsms
”. {Se esta hsblsn- do monumento
do ya de monumento 0 de monumento histo historico y que, por uns relscion generativs, se vinculs
rico? Es imposible sab- a lss dos no-
erlo. Al reescribir ls hiStoris es posible imsg ciones de historia y de srte.
insr que, si los pspss no
ltubiersn tenido que dejsr Roms, sbsndoné Nos encontrsmos ante uns sproximscion litersris por
ndols al pillsje y a Is ms— uns par-
leza, el monumento historico hsbris nscid te, introduciendo lo que podrismos llsmsr “e1 efeCto
o un siglo antes. Petrarca”. A
Cusndo Martin V regress definitivsmente través de los textos clssicos ——que uns lecrurs filologics
en 1420, Roms se ha y critics bus-
transformado en el desabr'rcro pars su pobl cs restsurar en su purezs original— Petrsrcs desvels uns
scion de unos 17.000 ha- sntigfiedad
bitantes. Los grandes monumentos de la antig (verusrns) desconocida, a la que otorgs los calificstivos
uedsd yscen en medio de ssnts y de
de vifiss y psStizsles o hsn sido ocupsdos sagrsds en su poems Africa (1338). Esta sntigfiedsd
pars slbergsr Viviendss. Ls rsdiante relegs
estrucmrs de la Roms imperial ha sido en la noche de la ignorancis a los siglos del Occidente
borrads por los trszsdos pro- cristisno que
cesionsles de uns ciudsd de peregrinscion}? han contribuido a su desconocimiento y a la falsific
scion de sus
En el marco de la revolucién del saber obrss de srte. En su halo de luminosidsd, toms vslor de perfec
que en ese momento se cion y
vive en Itslis, ests imagen ruinoss de
uns sntigfiedsd reciEH descu- de modelo, )7 tsmbién, por primers vez, revels su fundamenta
l alteri-
bierts en la ssombross luminosidsd de los
textos obligs s otorgsr uns dsd. Ls leCturs purificsdora del poets que desesba leer los
dimension hiStorics a Is mirsds que se
versos de
posa en los monumentos ro- Virgilio sin glosas y sin barbarismos descubre y funds el
distancis-
msnos. El nscimiento del monumento hiSto miento historico que sers’ crecientemente scentusdo
rico —bsjo ls designscion . por sus suceso-
res humanistss.”
37
36 - Alegorfa del patrimom'o Los humanismos y el monumenro anfiguo
de
Desde entonces, los edifieios antiguos adquieren un nuevo valor mas, también se eneuentra facilitada por la presencia en Roma
pasion 3; com-
para Petrarca y su circulo de amigos. Son portadores de una segun’da hombres de letras corno Poggio,“2 que desempefian con
petencia e1 papel de gufa. '
mediacion que autentifiea y confirma aquélla de los libros. Atestig-uan no eStan
Sin embargo, salvo alguna excepcion, estos visitantes
la realidad de un pasado terminado. Son arrancados del dominio fa- teStimonio del
interesados en los monumentos mismos. Para ellos, el
miliar )7 banalizador del presente para irradiar la gloria de los siglos Los humanis—
texto sobre el pasado se impone sobre todos los demas.
en que se edificaron. Con su preseneia disipan la resonancia fabulosa a Ciceron, a
tas acuden para evoear e invocar en su mareo ante todo
de los textOS griegos v latinos, y ese poder no se manifiesta en ningu— prefieren las
Tito Livio, a Séneca. Antes que a los edificios antiguos,
na parre mejor que en Roma. de esra ae-
inscripciones que los reeubren. Alberti resume los limites
Sin embargo, en la epoea' en que Petrarea escribe su poema Afri- que e1 mismo ya
tirud en el pro-logo de De re aedificatoria, en 1452,
en, los edificios clasicos eStan todavia al servicio de una relaeion ex- de su magni-
de ha superado: “a partir de las tumbas y los vieios reStos
clusivamente textual con la antigfiedad. La forma y la aparieneia s a los
la sensibi lidad visual, sino ficencia, que vemos por todos lados, hemos aprendido a creerle
los monumentos romanos no esrimulan quiza me-
historiadores muchas eosas que, de otra manera, pareeian
que otorgan legitimidad a la memoria literaria. Es Roma en su tora-
nos verosimiles”.
lidad, mas que sus monumentos individuales, la que evoea “un modo s an-
Por orra parte, a esta aproximacion literaria de los edificio
de vida ejemplar [...], la afrras Y la virilidad”,3fl en suma, un elima del siglo
tiguos se opone #netamente mas tarde, en la articulacion
moral. de “los hombr es de
XIV al XV,— una aproximaeion sensible por parte
En 1375, el médico Giovanni Dondi ——un hombre de letras ami- estan interes a-
arte” (artifices 33 que, a diferencia de los humanisras,
go de Petrarca— envia a Fra},r Guglielmo de Cremona sus impresio- resi‘H y los arqui-
l dos esencialmente en las formas. Fueron los eseulto
nes de Roma: “He visto -dice-— estatuas de bronce o de marmo formal del
sos fragme ntos disperso s de las tectos, de hecho, los que descubrieron en Roma el universo
preservadas hasta hoy y los numero en la
arte elasico. Es lo que se podria llamar el “efecto Brunelleschi”,
esculturas rotas, los areos de triunfo grandiosos y las columnas sobre Senora de las
medida en que el arquiteeto de la cupula de Nuestra
...—-._...-
las cuales estz’i esculpida la historia de aeciones norables y otros mo- Flores es el mas ilusrre de sus deseubridores. Pero no el primer o.
s
numentos erigidos publicamente en honor de los grandes hombre va esre
_
La carta de Giovanni Dondi, citada mas arriba, muestra
[pH—r.—
que habian establecido la paz )7 salvado al pais de peligros amenazan- nonfun -
y que, lejos de
sin una segundo “efecro” impulsado por los artifices
res [...']"tal como reeuerdo haber leido; he visto todo esto no o a los human is-
‘-
dirse con el “efecro Petrarea”, resulta ajeno y extrafi
r.
notable excitacion, deseando que tu tambien puedas verlo algun dia,
r"..-
reaccio—
tas. Después de haber confiado a su corresponsal sus propias
T.:'.“:j—='n""_—'Trrfl
caminando, deteniéndote al azar, diciéndote tal vez a ti mismo: ‘He opone aquélla s “de nuesrro s
nes de hombre de letras, Dondi les
aqui’ ciertamente las pruebas (argumenta) de los grandes hombres.” antigu os edificio s, las estatua s
artifices modernos” los euales, ante los
De esta earta, asi’ como de orras correspondencias contempora- a” “los exami nan de cer-
y otros objetos analogos “de la Roma antigu
neas a ella, se ha podido decir que entregaban una imagen “casi en-
_.—"'
marmol,
ca, quedan esrupefacros. Yo mismo conoeia a un eseultor de
faticamente no-visual” de Roma.31 Su pertenencia casi exclusiva a1
'u—F
de la formulacion ocu‘lta una diferencia capital: e_l que se express por antiguo constituven Lina infima minorfa, dominada por la figura c.om-_
intermedio de Dondi ya no es un hombre-Ede letras, es un arrifex. El pleja v precoz de Poggio, quien parece haber logrado ——quiza por pri-
placer por el que se deja subyugar estti ligado a la especificidad de‘Su mera vez— la alianza de las dos miradas, la del erudito y la del este-
acrividad. De mas esta’ decir que un tal placer, engendrado unicamen— ta. La correspondencia y los escritos de esre hombre de letras a1 que
re por la calidad de las escuituras tie los edificios antiguos indepen- se debe el redescubrimiento de Vitruvio,” revelan como progresiva-
dienremente de su v'alor simbolico, ya habia sido expresado en mas mente y no sin aprehensiones, con cierto apuro y una especie de mala
de una ocasion por mas de un maesrro constructor o escultor medie- concieneia, da libre curso a la delectacion eateries que 1e procuran las
vaies. La novedad de la experiencia relatada por Dondi reside en el esculturas y los edificios antiguos. Llega a ser un coleccionista, pero
heeho de que la contemplacion desinteresa'da de la obra antigua eStt-i no es casual que le pida a Donatello la confirmacion de sus encusias-
eXplicitamente asumida v reivindicada. SeieStablece asi un disrancia— mos. Donatello 3r Brunelleschi son los que han educado su mirada v
-rniento respecro a los vestigios de la antigiiedad, ana’logo al que adop- su sensibilidad, los que le ban enser'iado a ver la arquireetura y la es-
taban, en la misma L'Epoca,r los sucesores de' Perrarca. cultura clésicas: un poco antes que sus colegas de la curia romana y
El enfoque dei nrtifex )1 el mundo de l'as formas piésricas no son que sus compatriotas florentinos.
menos inaccesibles, por lo general, a la sens'ibilidad de los hombres de En efecto, durante las décadas de 1420 v 1430 se esrablece un
letras ‘1’ asi permanecen todavia durante las primeras décadas del si- dialogo sin precedentes entre artistas y humanisras. Por una parte, los
glo, mienrras Filippo Brunelleschi .repite los viajes de esmdio a primeros forman la mirada de los segundos, ensefiandoles a ver con
Roma-“*5 donde realiza los levantamientos de los edificios antiguos y, otros ojosi Los ultimos revelan la perspecciva historica v la riqueza de
al igual que él y 3 veces conjuntamente con él, Donatello, Lorenzo la ammonites greco-romana a los arquitectos v a los escultores, cono-
Ghibeni, Luca della Robbia van y vienen desde Florencia para analie cimiento que revisre su vision de las formas antiguas de una precision
ear los modelos de la‘ escuitura clasica. 'r' una profundidad nuevas. Donatello, Brunellescbi, Ghiberti descu-
Segt’m ciertos hiStoria'dores, sin embargo, la sintesis entre las dos bren a Alberti el arte de Roma desde su primera visira en 1420. Re-
aproximaciones —-la del artisra y la dei hombre de letras— habria ciprocamente, la influencia de Alberti explica Como, en 1429, Gbiber—
sido realizada durante el ultimo cuarto dei siglo XIV. La car-ta de Don- ti descarta completamente al antiguo .hombre medieval v crea la
di a Guglielmo de Cremona no marcaria la oposieion entre dos co- Paar-tn dei Pernod.”
rrientes paralelas e independientes, sino que representaria e1 anaiisis A raiz de este proceso de “murua imprregnacidn“,4I artistas y hu-
de dos componenres siruados en pie de igualdad. Estos operarian con- manistas delimitan el territorio dei arte 3; io conectan con el de la his-
juntamente en los primeros aficionados de arte antiguo, de los que toria para implantar alli el monumento historieo. Pero la nueva mi-
Niccolo Niccoli es la figura tutelar.” rada de los bumanisras sobre la arquitecrura y la escultura de la
"_""""1"'—"m_
Esre erudito florentino que empezo por coleccionar manuscritos antigiiedad clasica no compromete el juicio estético. El conocimiento
de autores clasicos, se apasiono —desde 1380-— por la escultura an— historico sigue siendo admitido como el primero y el unico necesario
tigua v ordenaba su busqueda por toda Italia. La coleceion que lega en el momento de instituir las “antigiiedades”. Numerosos ejemplos
—-
--
—
a Cosme de Medicis lo situa como el primer aficionado de arte en el —de Leonardo Bruni a Donato Acciajuoli o Pomponius Leto—-— asi lo
-_
sentido moderno del términ-o. Para Ernst Gombrichffi Niccoli es el atesuguan. Incontables hombres de letras iran a medir los templos ro-
catalizador que ha permitido la eclosion de los coleccionistas ——prin- manos por la sola satisfaccion de interprets: el texto de Vitruvio.
cipes, sabios, artistas— dei Quattrocento italiano. SL1 habilidad como Para muchos y durante largo tiempo e1 analisis visual dei historiador,
experto v su sensibilidad son conocidas gracias a su corresponden- por atento y preciso que pueda llegar a ser, permanece cautivo de la
cia,J3 particularmente con: Poggio Bracciolini, del-que fuera el conse- trama del saber recibido. .
jero constantemente consultado. ' 3 La aventura intelectual cie Alberti puede ilusrrar, en cambio, las
Niccoli no deja de ser una excepcion. Entre los hombres de letras etapas de una sintesis de la mirada erudita y de la mirada artistica lle«
de fines dei siglo Xl'v y de principios clel siglo Xv los aficionados al arte vada a su termino. Su primer encuentro con Roma se produce a tra-
41
40 Alegorr’nrdel patrimo'nfa Las humanismas y el monumenro anfigua
leccian, distinta del
antigiiada‘das (Villa Mantegna, en Mammal. .Laca
vés dc la lectura da Tito Livia )7 da Ciceron. En ase momenta la ciuj o. Aunq ua dc ripo priva-
gabinafa de'curio'sidadas,” precede a1 muse
dad es para a] un conjunro de nambras —aquéllos da las monumen‘l dc apert ura al pfibiica can
rla da, ofrece, smembarga, un primarejempla
ras (altaras, tamplos, basilicas, taatras y palacios)— cu‘ya inventa sus puerras una
las caleccionas panrificias del capitolio, qua abriran
establece an el prafacia de su tratada Della Pamfglia-(MZB). Para
vaz al afio clesda 1471.
may pronto sa transforma en arqueolaga y luega an arquitecra. Los gram
Par acra' pane, la canservacion de edificios (manumantos,
edificios percibidos inicialmante como'tcstigos da la his'raria romana in sr'ru. Plantca
des equipamienras.3,r otros) se produce necesariamente
pasan an seguida a ser esrudiadas y referidos sabre el piano topogra- y paliric o, 3! com-
dificulrades récru'cas. Es par-re dal daminia pfiblico
fico que prepara para Nicolas V can 'visras ala restauracion de la Ciu- as y psical agicas
pramate 'mecanismas edilicias, economicos, social n
dad}:
ra-das . Na sa colac ciana
complajas qua angendran confli'ctos y dificul
Finalm-anre, la abra romana es laIda como una laccion de cans- se puada mouil izar la pasio n del
templas ni anfitaarros romanas. No
truCCién y, luega, camo una introduccian al problama da la bellcza. y el amar al arte
la coieccianisra para protegerlas. La pasian de saber
Para el auror clel De re aadificararia, las edificias de Rama son, a pratecci-an de
vez', la ilusrracian de las raglas de la belleza arquirectonica —qua se cansriruyen la unica, alaataria -—cuando no irrisoria— las
dcsrruccian que
asfuama an formula: an tarmin-as marama’cicos—-— y la culminacion de las edificios antiguos contrailas fuerzas saciales cle
dc concie ncia del doble valor his-
amenazan. Par esta mativa, la rama
.IJrvwv-wgr‘-
una inaugural “historia de la arquitecrura” qua, sagun 61, se inicia en s cla la antigfi edad no canduce a su
la dasmasura an Asia 3: continua con la axperimantacian da las medi- torica y arrisuco da las monumenta
a y sisram arica an al Quart rocan ta. La Rama dal
das y las pr'oporciones an Gracia hasra alcanzar, par fin, su perfaccian consanacion afactiv
le ambiv alencia.
en Roma, anta cuyas vastigios podran formarse las arquitecras clal
siglo xv sa caractariza, an ear: aspacro, par una notab
io IV
Quararacanto. Los siglos ascuros qua han ignorada‘esta belleza no
A partir de la década de 1430 y dal pontificada da Eugen
la car-re ponti-
son mancionados.” (1431-1447), las humanisras —parricularmenra las da
a una'p rOtec cién atan.
Par el conrraria, otras arquitectas de la misma épaca, coma Lo- fical— llaman, unanimas, aila canservacian y
obras coma en su ca-
renzo Ghiberti o Filareta, no desdefian mencianar en sus escriros las ta de las manumantos ramano-s. Tanto an sus
rsion de la ciuda d an
abras dc algunas canstrucroras dc las siglas XIII y XIV. Sus analisis“ rrespondencia, estigmatizan', a1 unisono, la conve
las harnas
han aparrada una contribuciOn original 21 la histariografi'a de la ar- cantera abiar'ca para alimentar las nuevas construcciones y
fi_
amigo: “Hay una
quitactura. Para siguan, sin embargo, dominados por la periodiaacion de cal. Paggio describe la Rama de Nicolas V a un
1-:-
didos, da palacias,
abundancia casi infinita da edificios, a vacas aSplén
—-...a-.—_.—‘..1r.-_.:—n1.-..-'.-.
tripartira da Parrarca: balla antigiiedaci, adad oscura y renacimienro as, para comp latamanra
' modarna. Esra asquamagdesrinada a una larga trayactoria, candicio- mansianas, rumbas y ornament'as divars
inacié n var las porfidos y
na y orienra la vision de las eruditos, da las artistas y de sus macenas, arruinadas. Es una vergiianaa y una abom
y contin uama nre transf ormad as
excluyenda de su campo toda la pertanecicnta a las periadas interme- marmalas arrancadas a esas' adificias
de Rama
dias. El manumenra hisrarica sala puede ser antigua, y el arn: solo en cal. Las cosas del presence son basranre trisres y la bellaaa
le hace eco y canfi rma la
esta’ en vias de clestruc'citfzvn”~..“6 Favia Biondo
_.
La li're'rarura de las humanistas respecro al saber y al placer dis« ascena. Danuncia “la mano Imprab-a dc las qua rransfi
s,
pansadas por las abras de la antigfiedad anticipa su canservacian da- las antiguas marmalas y las viejas piadras an atras consnucciane
se veian edificia s
libarada y organizada. Esta roma farmas diferenres segun se rrare dc sordidas", describe las vifias qua crecan “alli' donda
s
abjetosmuebles a de edificias. Par una'parte, las monedas, inscrip- soberbias [cuyas] admirablas piedras talladas han sida transformada
frente clel fora quada
cianes, esculturas a fragmenras divarsas caleccianados par las artis- en cal”. Y atesngua: “Al lada del capitalio y al
tas, las humanistas y por las principes italianos san canservadas en el portica de un ramplo de la Concordia qua, cuando vine par prime-
de
las sradialr', las anteca’maras, las carrfle y las jardines de sus residen- ra vez a Rama, vi casi cntcro, falrandale solo sa revestimienro
cias. La galeria, organo especi'fica, no aparece hasra el sigla XVI, pera marmal. Pasreriormente las romanas la han reducida enteramente a
algunos aficionados del sigla XV cansrruyen edificias para acager sus cal y ban demalida e1 partica, derribanda sus calumnas”.”
42
A/egorfia delparrfmom'o Los laumanismos y el monumental anrrgao
'
43on
- Los mismos ropoi-clel asquelato despojatlo tla
sus carries y da la in» pena cla excomunion y de saveras multas, prohiba “a todos,'religio-
famia qua sigua a la gloria sa rapitan aparaailancio
clascla an al Rainamni sos o laiaos sin axaapaion, aualquiera qua sea su podar, su dignidad,
dassriprio arbr‘s Romaa (1450-1452) tie Poggio
haata en la carta cla Ra- su astatus o su rango, aualquiara qua sea al lusrra aolesiésrico (Inclu-
fael a Leon X (cle 1516aproaomadamantaj,
pasanclo por el poama so pontifical) o mundano con al qua astan adornaalosi, damolar, hater
(1453) que el cardanal Piccolomini, Futuro Pio
II, dirige a Roma “clas- pedaaos, dafiar o convertir an cal, direcramante o indirecramante, pu-
pojada de su antigua gloria” )2 en la que ”el pueb
lo impio arranca las blita o secretamente, todo edificio publieo ale la antigijedatl o todo
piedras de sus moros )2 transforma en cal losimarmo
les duros”.4E De un aestigio clelos edifiaios antiguos existentes so bra al suclo cla- dicha oiu-
texto a orro, la violencia de las prorestas as ident
ica, traduciendo ya sea clad o en sus alradadoras, incluso si se encuantran an propieclacles qua
preooupacionas exclusivamenta historioas (Pom
ponius Lato bajo Sixto Jes pertanaaen en la ciuclacl 0 an al campo’?” . . ...
IV) o afiadiendo el lamanto doloroso por una
balleza pardicla (Fausto El discurso pontifical as firme 3! da una exhausttva pramston. Las
Maddalena dai Capo bajo al mismo ponrifioado).
Como en la époaa cla Gregorio al Granda, la madiclas panalas aonaiarnen a “todos los arrasanos o .a‘l’os ob_raros
tarea cla la preser- qua han sido sorprandidoa an flagrante daltto cle demOlICIflf 0 da da-
vacion inaumba a los papas. Pero 'ahora sa trata
de una conservation gradaaion, asi oomo a aquallos en cuyo nombra acmaron . Aqanta:
modatna, qua deja cle ser cle apropiacion y lesion
adora para tornarse ad bot: se encuantran asi revesticlos da “plana )1 entara autoridad
disranaiada, objetiva a ir aaompanada de medid
as de rastauracion y para “aprisionar [a los infractoras], aonfiscar sus animalas, :q instru-
cle protaccion tie los edifiaios antiguos contra las
multiples agresiones inantoa )1 otros bianas [m], forzarlos a pagar sus multas . Natiia
qua sufren. Z . puaria derogar ninguna da astas madidaa, salvo al sobarano pontiflca
A partir clal retorno da Martin V, las bulas ponti
ficias consagra- mismo, y ral prooadimianto dabara nacasariamanta ser tWO 0 tie
daa a asta
fin sa sucadan, varias vaaas bajo Lin mismo pontif
bula Cram airman Hoarram arbam,.publiaad iaado. La una bula o da un informa apostoliao. Piualmanta, y para qua nadia
a al 28 da abril da 1462. puada pretender ignorar astas disposiaionas, astas son proalamadaa-y
por Pio II Piaaolomini as ejamplar a asre raspaato. De
antracla, al Papa aXpuaSEas an toda la aiudati. _ . '
disringue entre monumentos y antigiiedaclesl
Con el deseo de conser- Los papas no sa contentan con las solas madidas prevantwas.
var la “ciudad madre en su dignitiad y en su esple
nclor”, quiere “des— DaSpajan, clasascombran, rasrauran las antigiiaciadas. Martin V rasra-
:Irl—L
plegar el euidado mas vigilante" no solamente para
”mantener y pre- blace la funaion tie Magis'rar viamm. Eugenio IV ranuava la tachum—
n——rw-.1—a-_.
serva r” las basilicas, iglesias y todos los otros lugare
s santos cla esta bra del Panteon 3r despaja las inme'diaaionas. Nicolas ‘v’ (1447-14’55]
eiudacl sino también para que las futures generacio
nas encuentren in- enaarga a Albarti levantar un piano mpoara’fico da Roma qua sara la
--u—-.-—.-.—r-
taatos losadifiaios da la antiguedad y sus vastigios. En
“aonfiaren a clieha aiudacl su mas harmoso adorn afacroiéstoa base da un gran proyaCto da raastruaturaaion cla la crud‘ad, con al qua
o y au mayor mean- sa rastablaaara una parta cla sus ajas antiguos. Albert: quada igual-
to” a la vaz qua invitan a saguir loa ajamp
los gloriosos da
-----—-_
los antece- manta anaargado cia la aonsarvaaion y tie in valorizamon cia l'os gian-
sores 3r “sabre todo, lo qua as todavia mas impo
rtanta, asros mismos des monumentos da la antiguadad. El aauaduato Acqu'a Vugmao 1 as
edifiaios nos permiten percibir major la fragiliclad
de las oaupaoiones nuavamanta pueSto en funcionamianto. El muro Aureliano-as repara-
humanas”. - . do; una resrauraoion acompafiacla del derribo da alertas edificaoionas
“Emooionado ante tales aonsideraciones'”, sensi
ble también a los permita clasocupar al contorno dal Pantaén y al puanta San Angelo da
ruegos de su entorno, al Papa pasa a anunciar
un conjunto da prohi- laa aonSEruaaionas parasites qua los ocupan.
biciones pracisas y formales respecro- a los edific
ios antiguos que no Pio II (14584464) Iasegura la cradibiiidacl da la bula al haoar
admiten axaepaionas. Proclamando su total aaua
rdo con “aquellos da abrir, por primera vez, las cameras de marmol an Carrara para ataJar
sus praclecasoras qua se habian manifesradoiex
prasamanta contra la la axtraaaion ala material clal Colisao. Pablo H, por su parre, haaa ras-
demoliaion y la degradation tie los adifioiosan
tiguos”, rastableca al taurar el areo do Septimo Severo, al foro romano,.el Coliseo y la ao-
dacrato -——aun vigente— que las prohibe y casrig
a con precisas penas lumna trajana. Sixto IV (1471-1434) rastaura al temple tie :‘v’astaEr y
pecuniarias. Adamas, con “el peso de su autoridad
apostolica" y bajo hate claspejar el arao derTito, totlavia encaStrado en. las fortificaCIo—
45
anro antiguo
Los hummus-mos y al monum
44 Alagorfa dal purrr'mom'o
adi«
ragan y con la orra dagradan los
go da los afios, con una man‘o pro acién da los humanisras sa alava
nas naadiasralas da los Frangipani. Dafina, adamas, las raglas da axprow ficios antiguos da‘ Roma? La rap
rob
ndo
piacion por causa cla utilidad publica y publicaal prirnar adicro coni su pap al an la masacra da Roma: Poggio y Bio
an ganaral contra ro W.
rra la axporracion da las obras da arta.
-' Lato y-Fausto Maddalena a Six
safialan a Nicolas V; Pomponius uaa ra
La anumaracion da rodas las madidas da proraccion adoptadas qua Lorenzo da Médicis saq
Algo mas tarda -—y daspuas da iandro VI hiciasa
an Roma hasra finalas dal Quarrrocanro saria fasridiosa. No obsran- VIII) y da qua Ala
Roma )2 Ostia (bajo Inoaancio aal a
ta, ni la altura da miras da los raxros ni la amplirud da los trabajos da dicasa al Foro— 1a carta cla Raf
qua la (Samara Apostolica adju d da los pap as )1 da sus
conaarvaaion raalizados daban disimular la acritud antitética qua, pa- ponsa'bilida
Lao'n X“ vualva a cuastionar la ras
radéjicamanra, las as aoaxran's'iva: los mismos proragonisras qua sa familias. so
rnuastran ran implicados an la causa da la consarvacion no dajan por Ni siquiara la act irud cla los qua protastan, hombras‘ cla larra lirica —
ta con llor ar
all'o da parricipar constanta, lucida y alagramanra an la davasracion da artisras, as siampra coharania.
Raf aal- no sa contan'
raina dal
Roma y da sus antigiiadadas. Ida] aSta nobla ciudad, anrafio
manta sobra “[al] cadavar ada ”. Con singular
. En la practica, los monumentos antiguos nunca dajaron da sar misarablamanra pi llada y dasrroz
niundo, lno}r tan
utilizados como canraras da aprovisionamianro da las politicas
cla nuava Roma qua varnos acmal-
hallado convanios y con- audacia, danuncia qua: “Toda asra , con sus palacios y sus iglasias,
da los papas. Sa han an su grandaaa y an'su ballaza
uJ-p-_—."
nuavas consrruccionas manta, l anti-
rraros asrablacidos con los aonrrarisras an los archivos pontificios: sa con la cal provanianta da marmo
ha sido antaramanta adificada qua , das da mi llaga-
conoca asi al nom'bra da dos contratisras- qua an 1425, duranta al pa- guo. Yo no sabria pansar sin pro
fundo dolor an
..—_.
los mo num ant os han
_ pado da Marfin V, raciban al ancargo da anconrrar an los monuman- daa Roma, no haca aun d'oc
a afios, tantos bal
cla cia-
las bafi os da Dio
ros antiguos las harmosas piadras nacasarias para rasraurar al pavi- sido dasrruidos: la Piata, aliarco
da antrada a
a
ra, una p-arta dal Foro —-i ncandia
manro cla San Juan da Lari-an. Duranta al pa'pado da Nicolas V al no, al tamplo da Caras an la via Sac han sido convarticlos an cal [...].
Faro, al Circo Maximo y al Avanrino anuagaban cada afio dos inil do haca pocos dfas y cuyos rnarrnolas cosas
quiniantas carratadas da rnarrnol y piadras rallaclas, sin contar con al ca al habar tolarado samajantas
Es una varg'uanza para asra épo o mas
travamno y la toba axtraidos dal Colisao. Sa saba por lo damas qua os da Roma no habrian acruad
[...]. Hannibal y los- otros anamig da un
sa antragaban trainta mil ducados anualas a un tal Baltrarn'o da Vara— as banaficiario,'sin ambargo,
cru-alrnanta“.” El mismo Rafaal da San
sa qua 'axplotaba sus propios hornos da cal}2 dola "an tanto qua arquitacro
Bravis dal mismo Laon X confian cla rod os los
. La ravisic’in cla las cuanras parmira aonstatar qua al mismo Pin II 1:odas las axcavacionas y
Padro, la inspaccién ganaral cla da aho ra sa har an an
Piccol'omrni, a pasar da sus propi-as bulas y da-las cantaras qua hizo rmol qua das
dascubrimiantos da piadrasly da ma
abrrr an Carrara, axtrajo abundanra marmol y rravartino dal Colisao diaa millas a fin da qua puada corn-
Rorna y an una circunfarancia da
y dal capirolio para sus construccionas dal Vaticano y da San'Padro. rio para la consrruccion dal nuavo
prar todo lo qua [la] sara nacasa . '
Tambian saquao a1 puarto da Ostia y la Villa Adriana, raconociando ramplo".5‘
qu-a “la construacion da una ciudadala absorbio-casi antararnanta los mar avill a— dos por la lum inosidad da la
En raalidad, asos hombras li-
mqrfirialas sacados da los vascigios vacinos dal nobla anfiraatro da Ti- no podian, da un dia para otro,
antiguadad 3: da sus antiguadadas aom por tam ianr os
ni olviclar los
v0.1 . bararsa da una mantalidadancastral
D'a la misma manara, al cardanal vancciano Pietro Barbo f-ururo sigl os y qua saguian siando los da la mayo-
inscritos a lo largo da los ia
Paolo H, obriana Ia concasion dal Colisao para adificar al calabra pa- s a ilatrados. La torna da distanc
r‘ia da sus contamporénaos, latrado and iaaj a, axig a un
lacro Vanazia qua acogara’ sus colaccionas da arta antiguo. En cuanto uiara un largo apr
anta los adificios dal pasad-o raq
a Sixro W, nuavarnanra al Colisao la abastaca da los matarialas para com primir y qua as nacasario a fin da
tiampo qua al sabar no puada
al puanra qua. llava su nombra, y una 'madia docana da ramplos 1: ar- qua al raspato susriruya a la fam
iliaridad. I ,
cos da rriunfo pagan al cosro da su politica cla aonsrruacionix'i3 J da los caleccronrsras
El dasarrollo cla las colaccionas y la gula aron, por lo damas,
gCémo aXplicar la ambivalancia da asros principas 37* da astos pa- onrr
por haca rsa con inscripcionas o asculturas anc
pas qua, vanamanos, floranrinos o. sianasas, idénticamanra y a lo lar-
Jr???“
. '."'. .'_--
f . I
I. ‘ ' I-
; ‘. '
45
Alegoria del patrimonio
L05 attrnanisntos y el rnonurnenro antiguo 47
un rerreno- privilegiado en los edificios cuya
s piezas 'fueron desver-
goazadamente arrancadas. Degradacion Noras
es que se incrementan a me—‘i
dida que aumenta el numero o'e aficionados
)2 que florece el comercio I Cabe citar algunos rrabajos que 'aluyen extensas bibliografias: ALSOP,
del arre.
- Joseph, The rare Art Traditions. Tire History of'Ar't Collecting and Its Linked
. La acritud contradieroria de los papas y de
su entorno viene die- Phenomena, Harper :5: Row, Noeva York, 1982, donde e1 autor no sefiala tal vet:
raoa, sobre todo, por las politicas técnicasy economicas suiicienternente so deuda con TAYLOR, France Henry, The Taste offingeis, Little
la necesidad de modernizar y de embellec asociadas a Brown, Boston, 1948; KRAUTI-IEMR, Richard, Rorne Proriie ofa Ci. .312—
er la ciudad para transfor- 1303, Princeton University Press, Princeton, 2000; AD .. , jean, inzuenees
marla en una gran capital secular. La urge antiques dens i’art du Mayan Age fiangais [1937], Ed. do Cl'l-IS, Paris, 1996.
ncia de la accion exige con-
tar con materiales de consrruccion sin sofic
iente disponibilidad asi E". HANSEN, Esther Violet, Tire Atralids of Pergarnon [1947], Cornell
como de espacios libres para realizar Lini‘rersio,r Press, ltl'iaca, 19?}.
noevos programas y rivalizar
con las obras de la antigiiedad. Tal como ‘suce
mar'co de las moderniz
dera’ mas tarde en el .3 ALSOP, Joseph, op. cir., pug...195.
aciones territoriales emprendidas durainre
clasrctsmo o despues de la venta de los biene el 4 Reierirse a lo que sugiere Pierre Veyne {particularrnenre en La pain et ie
s nacionales iniciada por cirque, Scull, Paris, 1976 y en Eie'gie e’roti ue romaine, Seoil, Paris, 1934}, EU:
la Revolucion Francesa, y tal corno resulra ser tanto rnris interesante en in me ida que el autor es el teorizador e
continua ocurriend o todavr’a boy
ante nuesrra visra y por las mismas razon una epistemologia de la drierencia. -
es, los ejecutores del traba-
JO sucio de la desrruccion fueron, a 5 urns: el articulo inicial de Pierre Gros, "Les statues de Syracuse et les ‘dieux'
menudo, los promotores y los
contransras . de Tarente (la classe politique romaine a la fin do Il'l stecle auant ].-C)", en
Reuue des etudes iarines 57, Les Belles Lertres, Paris, 1979.
.Y. quiaas eata ambivalencia de los papas,
que se asemeja a una 5 El borin 'de guerra y su cantidad sirnbolizan el valor militar de quienes lo
duplrc1dad, anuncia una de las dimension
es mas importantes del dis~ lleran triunialrnente a Roma, en desfiles que los franceses imitarlan durante la
curso occidental sobre la conservacion y Reuolucion de 1?39 y tras las-carnpaiias de Bonaparte.
la proreccion parrirnonial en
general, 3* sobre la de los monumentos hisré
ricos y de las antigiiedae F' Sylla esraba particularmente apegado a una esraruilla en oro de Apolo, hasta
des endparticular. Esta discurso, independ el ponto de llevarla en todas sus carnpafias. Pero cabe preguntarse en quc
ientemente de que se base en '
la razon o en el‘senrirru'ento, jusrificara’ Ia medida ese componamiento estaba motivado por la supersticron.
boena conciencia de quien
demuele 1r garantizara la demolicion. Al 3 En Roma, en el ar'io 459, on decreto legaliza la expoliacion de edificios
asociar la nocion de las an- "cuyo esrado no permit: reparacion”.
tigoedades con la de su preservacion, saca
ndo asi del juego el concep—
I‘m—1'
ro de desrruccion, el papa xsus consejero 9' Estos anadidos serian destruidos y el monumento despejado en 1337.
s fundan una proreccion ide- .r’
aunque lumt diierente de la escuela agana de tipo clrisico, la ue parecia deber imponerse,
ado a las antiguedades, por y para on
publico reducido sino que conservarian os marodos de la escuela c :isica.
a una minoria de eruditos, artisras )1 princ
ipes, no deja, sin embargo 11 van: ADH‘EMAR, Jean, op. cit.
de cons riruir el origen del monumento historico.
':'_!'_'l"-:"l.'_l__
r.‘.---1--v-1._.
infir
cntrc 372 y 382. - albcrtiani", cn Corruegrio inter-nacional.:
Lincei, Roma, 1974. Vagncrri 'muesrra
Barristc Alberti, Academia Nazio'nalc dci Ludi mitten-uteri, lo que le pcrmitc
26 (1323) Actualmente en el Museo dc Munich. bien las relaciones de la Descriprio con los
.
Subrayando la preocu acion
217 Segu’n cl restimonio del autor de la 1.rida cle Martin V on Roma, en Latinas situar csta rcalizacién dcspués dc11443. ccr la fortn a glo a1 dc Roma.
Vitae. Veasc P. Sica, citado por FONTANA, Vinccnao, Artisti e commitreuri moriolégica dc Albcrti, quc busca haccr apare
neiic Roma dei Qucnrocertto, Instituto di studi rornani, Roma, 1973. la “historiografia” inscrtacla en el
43 La ornisién, deliberada, es significativa: las cstéticas cstablccidas pot cl
nc 31 funda las rc
23 Véase,_cn particular, PANOFSKY, Erwin, Renocimicnto j; renacirrtierrtos err cap irulo 2 d'el Libro IV sostic
i modelio, Officina, Roma, 1986,
ei orre occidental, op. crt.,_y KRAUT'I-IEIMER, Richard, Lorenzo Giiiberti autor. Véasc CHOAY, Francoise, Lc regolc e i-da dc Le régie er is model’s,
y corrcg
{1956], Princeton University Press, Princeron,-1932. cap. 2 rctorna'do en la ' edicion revisadafico dc Alberti sobrcnticnde la
Seuil, Paris, 1996 . El enfoq ue histo riogra
2.9 CARIN, Eugcnio,‘ Mediocuo y reuacirrier iro-. esrudios e irues'ti " c historia de la arquitecrura
distincion entre hisroria de la consrruccién
. n - gill-“1.101":
[1954], Taurus, Madrid, 21100, especialrnentc la primera parre, cap. IV, v la s dc la arqu itcctu ra hasca Violler-le-Duc. Véase
l rnantcnida por los tcoriaadorc
segunda parte, cap. V. ps3, 60 y nota 35 pag. 133.
30 KRAU'I‘I-IEIMER, Richard, Lorenzo Ghiberti, op. cit., prg. 295. 44 Estos prefiguran la aproximacion a la
hisroria d'el arr: a través de la obra
Albert: adopta, por el
31 lbid., pig. 294, antes dc citar la carta de Dondi. individual, :3] tomo la clabora Vasari cn sus Vita. les, de la que no se
contrario, una aproximacion anénima, pot a'rcas cultura
.32 El gran humanisra florenrino permanece alli continuarnenrc desde 1403 c dc Hegel.
hasra 1458, con la sola interrupcion dc sus riaics.
i
encuentra ningi’in clernplo comparable hasta la Esréric
HJE'T—PE'
2‘?”
"
50 - Alegorfo do! parrimom'o
l-J
3‘
caraeterizados por la heterogeneidad que rneaola y asooia oreaoionos de la- ' MONUIVIENTOS REALES Y MONUMENTOS
naruraleaa {sax-as, exorioas, oxrrlafias, teratologioas) y oreae'iones del hombre,
enrre euya diversidad enouonrran ocasionalmenre su lugar las monedas, joyas y FIGURADOS' '
objetos antiguos. En lospaisos del Norse, oi gabinere do ouriosidades sobrevivira
hasra eI Siglo do las Luees. El josuira Kiroher mezola en su museo las
insori oiones y vestigios ogipoios oue lo. hioieron oélebre con animales
ernbalisamados, oonohas, orisralos )1 objoros do Brasil. Horace Walpole,
nombrado rrnsree del British Museum on 115.9, se queja a su amigo Horace
Mann de ser :1 “guardian de embriones y do conchas”. Véase TAYLOR,
Horace, op. sin; y, on particular, POMIAN, Krzuszrov, Collooriorsours, amorous-s
or ourioux, Gallimard, Paris, 1987, y SCI-WAFPER, Antoine, Ls 3.55am, in
iioorne e: lo tulips: collections or oolleorr'onrsours closes in Francs do X-VH’ siéolo, .
Flammarion, Paris, 1933.
46 Cirado por MONTE, EugEne. Les nrrs ii in oonr dss'Pope-s pondonr is X1?”
a: lo XVI“ siéoies, [18?3], I-iildesheim, Nueva York, 1393, cap. I. "Do Martin V
aPio fill-4111464)”.
47 15:3. Dospués do one los humanisras iralianos aoudan a Roma dosdolla Tos-
43 lbid. oana, la Lombardi'a y el Vénero para dosoubrir sus monumonros y
453' loid.
apropiarso dol concepto do antigiiedados, los hombres do lotras do
roda Europa roperiran oso viajo ritual.
50 lbfd.
A rravés do esras idas y vonidas ——-y do la movilidad que caracto—
51 Alberri ha esrudiado deralladamenre a Fronrin. riao a la Europa orudita duranro los siglos XVII y XVIH—, ol oontonido
57 Documenros publioados por MUN'I'Z, Eugéne, Ibfc’.
H
mismo do la nooion do antigiiedades no cesa do enriqueoerse y su
53 M‘LCCO, Miohela di, I! Colossoo, frenziono simbofioo, srorioo, urbono, campo do eXEondorso. Los orudiros ouropeos oxploran nuevos lugaros.
Bulzoni, Roma, 1961. ' - Busoan ios vostigios do las civilizationos madrosdo Grecia, do Egipto
S4 Dos manusoriros, ligorarnenre diforonros, so'oonservan do osra oar-ea, y do Asia monor on los confines do" ;Tambie'n osrableoon ol in-
poblieada por primera vez en las Oporo do Baldassaro Casrigliono [1733], vonrario do las ruinas romanas y griegas que so onouontran en sus res-
R. Rieoiardi, Na’poles, 1960.1En 179:9, ol abad Daniele Francesooni realizo una
noeva edicion formalmenre a’rribuida a Rafael (Conger-rum roe mm lensro peorivos paises. Esa misma sod do information los llova, ademas, a
ore-dorm o’i Boidossore Cosrigiforis sir." d; Rnfioollo do Urbirio). Opinion, * interrogarse sobro sus propios origones —atosriguados por otras con—
oompanida por lohann David Passavanr (Raffaello oon nrbino mm’ soin Vore'r ' firmacionos materialos quo sora‘in llamadas “antigiiedades nacio-
Ciooonni Soon, Leipzig, 1839} one oonsideraba, sin embargo, one Casriglione
pudo poner el ralento do so pluma al servicio de su amigo Rafael. Aorualmenre, nales”. Jacob Spon, médioo y erudiro do Lyon, prolonga su viajo a
pareoe quo el contenido teonioo do la oar-ta es apoorifo, pero que, en sodo easo, Italia bases Anatolia busoando insoripoionos y monumentos grooor
Rafael es realmenre oi inspirador do soda la primera parse del tomo. romanos. Al atravosar ia Provonza observa, sin embargo: “nuosu'a
55 Op. m. misma Francia puode ofrooernos bellas piozas, tanto corno Grooia o
"L-J-TI-l_—.Iu
56 Brews do] 2'? do agosro de1515. oorno Italia. A veoos so dosouida lo que so tiene para oorrer tras curiov
sidados extranjoras quo no son nn:jora:=:s”.I E indica, on otro oscriro,
que no hay quo roalizar solamonto ol lovanramiento do las inscriptio-
-'
arqui-
igual da la columns da Trajano. De la misma rnanara, entre los
‘fi-W'HfP—I'IH
romano y
an Lampidus sino en el emparador mismo 0 en el Sana'do
reatos formados en la recnica de [os lavanramianros, ghabria qua con-
el aon'junto da sus rnjarnbros”, afirma Joseph Addison.‘S Su contem-
poranao Monrfaucon riane una acrirud idanrica: “Esra demosrrado rar o no corno anricuarios a Sebastiano Sarlio, a Pirro Ligario, a An-
qua los marmoles y los bronces nos insrruyen mas sobre' los funera- roina Dasgodars )2 a Pierre Mignard —quian realizo levanramienros
-'
les qua los antiguos aut'ores; y qua los conocimienros qua obrenemos admirablas de las antigiiedades de Aix para Jean-Baptiste Colbert—e?
-"
El riempo de los nnticunrios. MOHHPTIEHIOS reales
54 Alegorfn del patrimonio y monumenzos ffgnrndos 55
. .—._—-....—._.-.-
el ma'rco y todos los accesorios de la vida cotidiana pfiblica y priva- nacionales: antiguos monumentos erigidos o realizados antes, o mas
da, asi' corno Ios grandes edificios religiosos, de presrigio o urilirarios. esencialinenre, deSpues de la colonizacion romana en los diferentes pa—
Algunos autores se esPecializan, por ejemplo, en epigrafia o en ises Lie Europa. Varios factores contribuyeron al Idesarrollo de este in-
.-.-_|.:r:
numibmética,” o delimitan estrictamenre su campo de invesrigacion: terés: en primer lugar, el papel ejemplar y el efecto esfimulance de las
-
“Un tal que era‘ habil en lo que se referia a la guerra no sabia casi bfisquedas de vesrigios greco—rornanos efecruadas en los rerritorios na—
nada respecro a los trajes [...] otro conoc‘ia bien lo referente a la ma- cionales; luego, el deseo cle dorar a la tradicion crisriana de un corpus
_
rina y tenia escaso conocimienro sobre funerales”.13 L’Anriquiré ex- de obras y de edificios historicos analogo a aquel que beneficiaba a la
—-———.-.——.—._—.-—-r:-_.-._.-fim‘_—,._
pliquée er representée er: figures (1719—1724), de Montfaucon, prov rradicion antigua (Italia sera’ la primera en desarrollar esrudios paleo-
pone e_l invenrario metodico sin duda mas cornpleto de todos los tipos crisrianos), finalmenre, el deseo —-diferente— de afirmar la originali—
cle antigiiedacles,19 que van desde lo monumental (templos, tearros, dad y la excelencia de la civilizacion occidental, ya sea para diferen—
anfiteatros) a lo minfisculo (rnonedas y joyas), asi como de los equi- ciarla de sus fuenres greco—romanas —con un espiritu que empieza a
pamienros pfiblicos (grandes vias, acueductos, termas) a urensilios manifestarse desde el manierismo italiano )7 que en Francia sera’ ilustra-
5———.-...—_. .___
domésricos (loza, lamparas), y de las imagenes de dioses a los atavi— do por el Parallels de Charles Perrault—, o mas especificamente para
os de Ios hombres. Los monumenros de la arquitecrura eran fuentes afirmar las panicularidades nacionales segfln el enfoque de los antima-
:‘H‘ '1?
de informacion particularmente ricas en la medida en que constituf- . rios ingleses entre los que desraca la formulacion de John Aubrey.“
Jr—l
'THTFTT
s
El Iiempo de los anticuarios. Monamantos raale 57
56 Alegori’a del patrimonio y monameatos figurados
dife—
Para Montfaueon, esta diferencia de naturaleza exige una
Esra nuevo proyecto empieza a ser esbozado en Ios monasterios :
iiedades nacronales
y los gabinetes de los erudiros ya desde fines del siglo XVI. Adopta-‘for- rencia de método a la hora de esrudiar las antig
diferentes naeiones deben traba}ar en sus respecnvos
los eruditos del
mas locales, monografieas, fragmentarias o inciertas en sus referen- SlglOS mterme:
cias cronologicas y morfologicas de edificios de los que 5610 se cono— lugaresffi’ la oscuridad en la que han permanemdo los
pero les reservalra
ce el uso al que estaban destinados. Proyecto que no debe ser dios priva a los eruditos de punros is refereneia
a del oampo de’ as
confundido con el proposito de otras obras donde el término antigfie— sorpresas; a la espera de la organizacron Sis'tematic
los vestigios histori—
dades adquiere un sentido diferente, refiriéndose a origenes hagiogra- antigiiedades nacionales, y en lo que se refiere a l, los luga-
ficos, legendarios, miticos o historicos de las ciudades: bfisquedas ge- cos cuyo destino es conocido —las igleslas, las catedrales
sms )“j— pre-
nealogicas emprendidas a menudo por'religiosos.15 Tampoco debe res donde habra que buscar son principalmente lasigle
ular gramasa 1a
confundirse con la literarura de las guias de viaies que, tras elogiar las sentan un valor documental privilegiado, en partic
Vidrieras, las pmru-
ciudades medievales, asocian utodavia en el siglo XVII-— de forma su- iconografia proporcionada por las esculturas, las
religiosos son los
ril relatos de fundacion, leyendas y cronicas con deseripciones suma- ras y los diversos ornamentos; por esta r‘azon, los
corpus. .
rias de algunos emplazamienros y monumentos urbanos, evocados que estén mejor preparados para construir un nuevo
as, los ba]orre-
mas Como ejemplo de curiosidades y maravillas que por su valor de En efecro, Ios porticos de'las iglesias y sus eatatu
y los tesoros de los
conocimiento o artisrieo?’3 lieves, los monumentos funerarios, las vidrieras
por su carac-
En 1729, Monrfaucon empieza la publicaeion de sus Moriimianrs edificios dedicados a1 culto son ampliamente explorados
reposar sobre
dc la iaronarcbia frmigaisa. El prefacio de L’nnriquiré axpliqna’a at re- ter figurativo. Sin embargo, su interpretation no suele
los person ajes del Antiguo y del Nuevo Testamen-
présentéa an figures [e habia dado ya on 1719” la oportunidad de bases solidas: asi,
orman en re-
pr0porcionar una magnifica explicacién sobre esr'anueva empresa y to alineados en los porticos romanicos y goticos se transf
o real
sobre el enfoque mas conveniente para el estudio de las antigiiedades yes y reinas de Francia. Para Montfaucon, las esraruas del portrc
rngia y, en
nacionales, cuyo concepto define con su habitual claridad. de Notre—Dame de Chartres representan a la dinasria merov
La arquit ectura
Para Montfaucon, las prolongadas y exitosas bflsquedas sobre consecuencia, les arribuye esa fecha de realizaeion.f'1
arduo s de
“la hermosa antigiiedad” deben ser continuadas a fin de satisfaeer la y los restos monumentales presentan problemas aun rnas
contri buye
easi absoluta falta de informacion sobre las epocas entonces jusra- identificacion, de datacion y de interpretation, a los que
mente denominadas oscuras. Como todos sus contemporaneos, la persistencia de tradiciones orales fantasiosas:
me-
Montfaucon conservael esquema de tres clases de Perrarca )7 de Va- Por otra pane, el aspecto insolito y misterioso de Ins restos
dos en la here-n—
sari Hnegando cualquier- contribucion de “las épocas intermedias” a galiticos, atribuidos a verses a los romanosflo integra
oriados
las beilas artes——-. No obsrante, el periodo que separa el reino de Te- cia cristiana, aviva la curiosidad y ésros empiezan a ser repert
gia y un inven tario llUS-
odosio del siglo xv no se encuentra deSprovisto de realizaciones: “hay desde el siglo XVII. Caylus presenra una tipolo‘
su Re-
que confesar, sin embargo, que debemos varias de las invenciones mas trado de 105 “megalitos galos” a partir del tereer volumen de
a rivalia ar con la de
necesarias para la Vida a esos siglos de barbarie, que ignoraron 103 an- caeil d’antiqaz'rés (1759), presentacion que podri
*
tiguos de la bella antigiiedad; molinos movidos por agua o por Vien- nuesrras aetuales guias rurisricas.
to, la inveneion de las gaias, la brL’ijula, los 1widrios, los estribos, la im-
.—.._
Es're nuevo proyeero empieza a ser esbozado en los monasterios Para Monrfaueon, esta diferenoia de naturaleza e'xige una dife-
y los gabineres de los erudiros ya desde fines del siglo XVIi Adopta-"for- reneia da mérodo a la hora de esrudiar las antigfiedades nacionales:
mas locales, monograficas, fragmentan'as o incierras an sus-referen- los erriditos del diferenres naciones deben trabajar en sus respectivos
eias cronologicas y morfologieas de edificios de los one 5610 se eono- lugaresgfl la oscuridad en la que han permanecido los siglos interme-
ce el uso a] que estaban desrinados. Proyeeto que' no debe ser dios priva a los eruditos de punros de referencia pero les reservara'
confundido con el proposiro de orras ob'ras donde el rérmino antigiie- sorpresas; a la espera de la organizacion sisrernatica del campo de las
dades adquiere un se'ntido diferenre, refiriéndose a origenes'hagiogra— antigiiedades nacionales, y en lo que se refiere a los vesrigios hisrori-
ficos, legendarios, miricos o hisroricos de las eiudades: bfisquedas ge— eos euvo destino es eonoeido —-las iglesias, [as ear‘edrales (“los luga—
nealogicas em'prendidas a menudo pori religiosos.” Tampoco debe res donde habra que buscar so'n principalmenre las iglesias”)30— pre-
confundirse conlla lirerarura dc Ias gu‘r’as de viajes que, rras elogiar las senran an valor documenral privilegiado, en particular gracias a la
ciudades m-edievales, asocian ——rodavia en el siglo m— de forma su- iconografi'a proporcionada por las eseulruras, las vidrieras, las pinru-
ril relaros dc fundaeion, levendas y crénicas eon descripeiones suma- ras y los diversos ornamenros; por esra razon, los religiosos son los
rias de algunos emplazamienros v monumenros urbanos, avocados que esran mejor preparados para eonsrruir un nuevo corpus.
mas eom-o-ejemplo de curiosidades y maravillas que por su valor de En efecro, los porricos delas igle'sias y sus estatuas, los bajorre-
eonocimienro o arrisrieo.” - lieves, los monumenros funerarios, las vidrieras y los tesoros de los
En 1729, Monrfaueon empieza la publication de sus Monamanrs edificios dedieados al culto son ampliamente explotados por su carat;-
da 1:: monarcbia franpaise. El prefaeio do L’anriqm'ra’ axplfqaée a: re- rer figurativo. Sin embargo, su inrerpreracién no suele repo-sar sobre
présanréa an figures le habi'a dado ya en 1719” la oporrunidad de bases solidas: asi, los personaj'es del Anri'guo 3; del Nuevo Testamen-
pr0p'orcionar una magnifica explieacion sobre esr'a nueva empresa v ro alineados en los porrioos roma’nieos v goricos se rransforman en re-
sobre el enfooue mas conven'ienre para el esrudio de las anrigiiedades ves v reinas de Franeia. Para Monrfaueon, las estaruas del portieo real
nacionales, cuyo eoncepro define con su habitual claridad; de Notre-Darne de Chartres representan a la dinasria merovingia y, en
Para Monrfaueon, las prolongadas y exitosas bdsquedas sobre eonseoueneia, les arribuye esa 'fecha de realizaeionc'iI La arquireerura
“la hermosa anrigfiedad” deben ser eonrinuadas a fin de sarisfacer la y los resros monumentales presenran p-roblemas afin mas arduos de
easi absoluta falta de informaeion sobre las époeas enronees jusra- identifieacion, de daracion y de inrerpreracion, a los que eonrribuve
menre denomina-das oscuras. Como todos sus contemporaneos, la persistencia de tradiciones orales fantasiosas.
Monrfaucon conservael esquema de rres clases de Perrarea y de Va- Por orra par-re, el aspeero insoliro y misterioso de los resros me-
sari —negando cualquier contribucion d'e “Ias épocas inrermedias” a galirieos, arribuidos 3 veces a los romanos32 o inregrados en la beren-
las bellas arres—. No obstanre, el periodo qua separa el reino de Te- cia crisriana, aviva la curiosidad y ésro's empie'zan a ser repertoriados
odosio del siglo XV no se encuentra desprovisro de realizaciones: “hay desde el siglo m. Caylus presenta una ripolo'gia y un invenra-rio ilus-
que eonfesar, sin embargo, que debemos varias de las inveneiones mas trado de los “megaliros galos” a partir dell rereer volumen de su Re-
necesarias para la vida a esos siglos de barbarie, que ignoraron los an- caail d’anriqnirés (1759), presbnraeion que podria rivalizar con la de
riguos de la bella antigfiedad; molinos movidos por agua o por vien~ nuesrras actuales guias rurisricas.
to, la inveneion de las gafas, la brfijula, los vidrios, los esrribos, la irn-
prenra y orras cosas {stiles y varias toralmenre necesarias. Esos
hombres groseros, que no renfan idea alguna de la belleza de la pin- Gorieo
rura, de la eleganeia de la esraruaria, de las proporciones de la arqui-
recrura, no eesaron de'preocuparse' por invenrar cosas tiriles que se La t’oralidad'de los restimonios de [a arqui'recrura religiosa cristiana
giganpgrfizegnadg PuebloJ en los siglos mas recienres y mas cultiva- de los siglos VILal xv sera reunida .indisrinrarnenre en un finieo eon--
. po ria sena ar mejor el valor hisrorico de- las anngue- junto y bajo un finico vocab'lo: el “gorico”. La perception de las
dades naeionales.
diferencias esrilistieas queda oculra por las daraciones de las cronicas
El ricm'po de los anticuarios. Monumenros reales 55
54 . Alegori’a del patrimonio y monumenros figurados
és, sus inscrip-
gY a Fischer 1ron Erlach, cuyo Enrwurflz asocia la imaginacion a una an e1 marco espacial de las otras 'instiruciones. Adem directamente
'an
ciones y su decoracion (pinrada o esculpida) se referi
inruicion historica fundada en vasros conocimienros? s de la época.
Finalmenre, hay que mencionar a.todos aqueilos que hici-eron‘ va— a las creencias, los habiros y [as cosrumbre
tarnen—
- El campo espacial‘de Ias antigiie'dades se expande conjun
ler su caiidad de aficionados, entre los que se encuentran desd'e los ubrfiW
grandes mecenas ingieses (e1 conde de Leicester, lord Richard Boyle re con su nomenclatura gracias a los desc
), ompeya é
emplazamientos arqueolégicos‘ de Herculanurn (171
Burlington) haSEa el' baron belga de Crassier que, durante veinrisiere (1748) y Paestum E1746), a los que siguen las primeras excavacioncs
_, _ .
ar‘ios manruvo correspondencia con Bernard de Monrfaucon.‘3 La que
e de i: arc;ueolc’igicasm en Iralia y Sicilia. También se enriquece a medida
fronrera es, por lo demas, incierra enrre e1 anricuario y el hombr
en Ll 53 exrjende e1 radio de viaje de los emditos ——-que CXPIOIEII 111 CUtflCE
ierras cuya uasra educacion clasica transforms: en un anticuario esan Egipro has-
1?: medirerranea llegando hasta el medio oriente )1 atravi
e en l'as descrip-
P031159.
Eruditos a la vez que coleccionisras, los anricuarios acumuian en ra Sudan—. Si_Serlio reconStitui’a la esfinge basandos en el Iugar
de Herodoto, Frederik Ludwig Nord en la dibuja
P353510 #401710 ciones
SUS 83511151535 no 5510 medallas ‘f Uri-'05 “30305" d3] mismo, en 1737. A lo largo de sus itinerarios, esros
viajeros ya no se
es” QUE. bajo Ia
55 decia 'enronces—, sino rambién verdaderos inform dejan absorber enreramente por la bfisqueda de monu
mentos perce—
PCEORES Y W
forma d3 “recopilaeiones” Y “POITafOliOS”: reunen dESCfi ri'ecientes a las civilizaciones de la alta antigiiedad o a la antigiiedad
a,.los eru—
presenraciones da 135 anrigiiedades. A ”avg-‘5 de [0513 Europ clasica, familiarizandose con culturas hasra enronces
ignoradas, des-
do objeros E
ditos 53 €5Cfib53fl: 36 visiraban, intercambiaban a menu sis. Las in- cuidadas o despreciadaS: Jacob Spon queda maravil-lado con
las mez-
informaciones, discurian sus descubrimientos y sus hipote CQUEEVEdO p01: “31 antiguo
ISO 18.5 Cifi 105 {This iITi- quitas d3 Consrantmgplagfl Norden queda
vesrigaciones de algunos d6 ESEOS eruditos —iI1CiL
Cairo” y por “la anrigua Alejandria"?
, archivos, pero eran ampiia-
porranres— permanecfan in-édiras en sus
menre urilizadas y-ciradas en las publicaciones de otros aurores. Las
obras impresas, de las cuales Ias ma’s importanres eran inmediatamen-
Antigfiedades nacionales
re rraducidas,” eran difundidas, comenradas, a veces debaridas a rra-
ves de coda Europa.” . a los eruditos
Un inmenso corpus de-objeros se consriruyo de esta forma, en- El modelo” de las antigiiedades ciasicas inspira ademas
de la antigiiedades
globando sucesivamente en su campo sinscripciones monedas, sellos, la aperrura de un nuevo campo que invenrariar, el
antes, o ma’s
ei ma'rco y todos los accesorios de la vida cotidiana publica y priva- nacionales: antiguos monumenros erigidos o realizados
difere nres pa—
da, asi como los grandes edificios religiosos, de presrigio o urilirarios. esenciaimente, después de la coionizacion romana en los,
de esrc in-
Algunos aurores se especiaiizan, por ejemplo, en epigraffa o en ises de EuIOpa. Varios factores contribuyeron al ,desarrollo
rerés: en primer lugar, el papel ejemplar y el efecto esfimulante de 133
numisma’tica,” o delimiran esrricramenre su campo de investigacion:
bfisquedas de vesrigios greco-romanos efecruadas enlos rerritorios na-
“Un tal que era habil en lo que se referia a la guerra no sabia casi
cionales; luego, e1 deseo de dotar a la tradicién cristiana de un corpus
nada respecro a los trajes [...] orro conocia bien lo referents a la ma- la
de obras y de edificios historicos analogo a aquel que beneficiaba a
rina y renia escaso conocimienro sobre funerales”.”J L’Anriquiré ex-
Lradicion antigua (Italia sera la primera en desarrollar esrudjos paleo—
piiqaée er represenrée en figures (1719-1724), d6 Moncfaucon, pro- crisrianos); finalmentc, cl deseo ——diferenre~—— de afirrnar la originali—
rwwfifip—fi_ ._.._r,_
pone e1 inventario merodico sin duda mas complero de rodos los ripos diferen-
es: $330305: dad y la excelencia de la civilizacion occidental, ya sea .para
cie antiguedades,” que van dESdE 10 monumental (templ ciaria de sus fuentes greco—romanas ——con un espiriru que empieza a
aflfiEEEEIOS) a 10 minusculo (11101135135 3’ jOYES): a COIN? d3 105 EQUi- ' manifestarse desde el manierisrno italiano y que en Franci
a sera ilustra-
) fl UfEHSiliDS
pamienros pfiblicos (grandes “J35: acueducros, rermas do por el Pamiiéie de Charles Perrault—u, o mas especificarnente para
domésricos (1023: 15111133135): Y C13 138 imégenes d3 CHOW-'5 9- 10$ EEEVI-
afirmar 133 parricularidades nacionaies segfin'el enfoque d-elosanticua-
os de los hombres. Los monumenros de la arquirecrura eran fuenres
de mformacion particularmenre ricas en la medida en que constirui- . rios ingleses entre los que desraca la formulacion dc john Aubrey.24
58 _ El tiempo de los naricnarfos. Monamentos reales
Alegorflcz dal patrimom'o
y monnmautos figrtrados 59
qua buscaban ramontar Ios edificios
a las epocas mas lejanas de Da-
gobarto 0 da Carlomagno:33 para los fialas, Ia gene glos en el caso clel Monasticum Gallicanam (1645-1694), da Michal
alogia y la histloria
da Ios adificios religiosos eran mucho mas Germain.
importantas qua su as‘pec-
to. Esta confusion acarrea una carancia term Los benedictinos de la congregacion de Saint—Maur” se hacen
inologica que, a su vez,
condiciona la percepcion de esos mismos mon uotar entra los religiosos por la precision de sus analisis y por el far-
umentos. vor cle la admiracion qua tosrimonian por los edificios goticos, tal
En su Recaeil bz'storiqae de [a are at des oavra
ges des plus cale— como expresa, entre otros qua lo preceden o lo sucacleran, Dom Mi—
bres arc/oz'recres, Andra Félibian distingue antre
el “gotico antiguo” y chel Falibian, autor cla la Hisroire de l’nbbaye royals de Saint-Denys
el “gotico mode-mo”. El primaro, llamado
también gotico viejo y feo,
engloba sin distincion todos los estilos 'afin en France (1?06): “Esta augusra basilica obtiane su principal balleza
innombrablas (que no de su estructura 3,! da su ligaraza —capaz da provocar asombro [...]
pueden ni recibir nombre ni sar anaiizaclos
por el gusto) qua van des-
cle la antigu'adacl tardia al periodo romanico. Habiendo sido re—aclificada numerosas vecas [...] puecla que no esté
El segundo, llamaclo compuasta con un gusto qua guarda proporcion con los clifarentes 5’1-
también gotico nuavo y bueno, corresponde a1
concepto actual de go- glos [...]. Toda la obra as, sin embargo, gotica, piero uno de esos go-
rico. Esta tarminologia sera todavia la de Marc
-Antoine Laugier y de ticos bermosos comparaclos con razon a las delicadas realizaciones
Quat ramare da Quincy.“
_ denominadas filigranas o a asos follajas de arboles qua sa van en los
De hecho, dasde fines del siglo XVI, Ia arquitectu
ra hoyllama
da bosquas. En efacto, todo aste magnifico EdiflClO, solido como as, pa-
gotica se habia transformado —fuara de Italia— an
al simbolo de las reca no sostanerse mas qua por una infinidad de columnas bastante
antigfiedades nacionales y la atancion da 105 anticuario
s sa concantra menudas v por paquafios cordones qua, como otras tantas ra‘masy
asencialmante an alla: documentada por innumerables
archivos, apa- tallos cla arboles parecan brotar da cada pilar [...] Aunqua la iglcsia
rece simultaneamante como muy antigua y famil
iar. Seguu el pais, el esra perforacla por todos los costados con una sorpren‘dent‘e’audama,
procaso cle transformacion da los monumentos
goticos an antigiiada- la pintura y el espesor de los vidrios temperan Ia lummosmacl natu-
des nacionalas foe favorecido o frenado por cond
icionas particulates, ral, tie tal suerte qua siempra sa ancuentra una crerta penumbra qua
acusanclo asi las diferancias claramanta ilusrradas
por los ajemplos da paraca invitar al racogimicnto [...]. La audacia y la belleza dal traba-
Francia y de Inglaterra. .-
La introduccion dal gusto y de la arquitectura ultramontan jo hacen cle asra raaliaacion una de las mas conmderables exisrentes
Franc
a an en asra gritrouaro”.i’S .. . .
ia, daSpués de las guerras de Italia, acarraa la caida
an dasgra- En asa época, la aproximacion asrructural al gotico as propiacla
cia dal gotico. A partirde antoncas, asta astilo as
simbolo de arcais- Francia. Se inscribe en la continuidad de una practica estareomatrica
mo, rudeaa 3; mal gusto-para al publico cultivaclo
o mundano. Las pu- y clal analisis critico cla la arquitectura apovado en las matematicas y
blicaciones sobra antigiiedadas nacionales, partic
ularmante da Ia en el conocimienro tacnicofi'fl La parcepcion cla las audacias goticas no
arquitectura medieval, reciben una triste acogida
y, por ello, son poco es un privilagio axclusivo cle los religiosos y do In erudicion: anlos 51-
numerosas. El mismo Montfaucon no Iogra raunir los
fondos necesa— glos XVII v XVIII se da también entre los protagomsta's dal clasxcismo
rios para hacer ejecutar Ios grabados de 105 edificios
religiosos de su —teoricos, arquitectos e ingenieros— como jean-Lows de 'Cordemov,
Monuments.“
Sin embargo, Ios eruditos prosiguen sus investigaciones, Amadée-Frangois Frazier, Jacques-Francois Blondel, Laugiar o Quat-
mono- tremare. Paro, salvo notables axcepciones y do acuerdo con los anti-
graficas o generales. Algunas permanacen como manu
scritos: Fran- cuarios, todos condanan la vulgariclad y dasmcsura de la arqmtacru-
cois-Roger cle GaigniEres,“ acompafiado de un pintor, inicia
——a par- ta gotica a la que se [a niaga todo valor artistico. Esta doble y
tir de 1695— no inventario sisrematico de las riquaz
as monumentales contradictorio enjuiciamianto —que no daJa de sorprencler a1 lector
de Francia, unico por su amplitud. Sus archivos seran
explotados as- aetual— reposa sobre una disociacion artificial anti-a eI sistama cons-
pecialmante por Montfaucon, quian sacara de alli Ia
tarcera parte cla tructivo y su decoracion: la proeza racnica despietta una admiracioln
las ilustraci ones do sus Monuments. Otras investigac
ionas sarén final- sin raservas y al rasulrado artisrico, evaluado an 1a balanza de los ca-
mente aditaclas, pero con un ratraso qua puade
llegar a sar da dos si- , mmas griegos, suscita an cambio e1 mas completo clesclan.“j
numenros reales
El tiampo de los anticuarios. Mo 61
I Alegorfa del parrz'monio y mommantos figurados
60
amplio an Inglatarra qua an Fran-
major acogidos por un publico mas al
Dal “gético modarno”, Quattramare cla Quinta},r raconoca “la liga- Aubrey aparacan dasoa 1,679’ y
cia. Los Monuments: brirainica da hca rial
reza, la audacia sorprendanta da sus bovadas [... qua] axigan'much'o 1673. La dinlansmn pub
Monastic-um anglicanum antra 1655 y
eonocimianto, arta y una infinita intaligancia para una {aalizacion tan s nac ionalas asta marcado, adamas,
intarés ororgaclo a las antigiiadacla
axtrafia corno sorprandanta”. Paro, para él, una vaz abstraicla 1a clis- cuarios: an 1535, sa fundaflla So-
por la craacion da sociadadas da anti car
posicion y la dacoracion qua hacan qua 1a arquitactura sea un arta, se primaranan su genera, para Hha
ciety of Amiquarias of London,” in’gl‘ata rra .
trata solamenta da construccion. La dacoracion gotica no as mas que antiguadadas da
prograsar a ilustrar la hisroria cla las
“un producto dc la corrupcion dal gusro, de la ignorancia de torlas las A pasar da qua los trabajos da los anticuarios britanrcos -——an- su
raglas, da la carancia cla todo santimianto original [...]. Una aspacia cla mayoria ministros anglicanos—-—‘”r
aStan la]os da alca nzar la prac151on
monsrruo angendrado en el caos cla todas l'as ideas, en la nocha da la hal da Germain o da Michal da
analitica da las clascripcionas cla Mic
barbaria. [...] Tanamos, por lo tanto, razonas para mirar a la arquitac- cla incomparable estransron y co—
Framin, logran constituir un corpus
tura gética como una rnazcla dasigual cla los difarantas gustos da los si- primara vaz ——amplra'y srstamati-
harancia. Corpus qua plantaa por
glos pracaclantas [... qua no prasanta mas qua] una aspacia cla caos don— los origanas dal gotico, sobra la
camanta— los grandas tamas sobra
cla no cabria introducir un analisis”.“1 adamas, trataba —rnatod1ca—
sucasion da sus clifarantas fasas v qua,
Esta actitud no sa cla entre los inglesas.“l1 El gotico es, para allos, 3 para los difarantas astilos ma-
manta— cla alaborar una tarrninologia‘l
un aStilo nacional que no sara cuastionado ni por la evolucion dal a continuacion— saran los pri—
dievales. Finalmenta -—como sa vara
gusto ni por la moda. Dos factoras axcapcionalas contribuyan al esta- raStauracion da los monumantos
rneros an abrir al debate sobra la
blacirnianto cia asra' astatus privilagiaclo otorgado an Gran Bratafia a astas intervancronas.
britanicos y sobra la naturalaza cla
las construccionas goticas da la adacl media y, mas particularrnante,
a los adificios raligiosos: al triunfo da la Reforms y, en arquitacrura, la
panatracion tardia dal “astilo italiano”. '
ajarcido contra los antiguos' Advanirnianto da la imagen
Efactos da la Raforma: al vandalismo
monumen'tos dal catolicisrno continuara largo tiampo daspuas da la vie- ga'n a los tasrirnonios materia-
La iniportancia qua los anticuarios oror
toria raforrnista. En 1560, una proclama da Isabel I sa opona “a la clas— no as mas qua un ejainplo dal'pra-
les dc la cultura y da las ballas artas v dal testimo-
-truccion y a la mutilacion cle los niontmnantos”.43 Paro, sobra todo, la oral o ascrita
dominio da la observation cla la tradicion
dasafactacion da los monasterios )7 otros adificios raligiosos craa un dis- los taxto s. Entra al siglo XVI y al final
nio visual sobra la autoridad da
tanciamianto historico qua, la familiaridad del uso haca mas dificil. avoluciona siguianclo
uadadas
cla la IluStracion, al astuclio cla las antig
Parsistancia dal clasicismo: las antigiiadadas britanicas son do- las cian cias naturalas: Iproponiando un
anfoquas comparablas a los da
blamanta nacionalas, a su valor historico —-concarnianta a la historia -—v por lo mismo f1abla——- cla
mismo tipo da dascripcion controlabla ‘
nacionai— hay 'qua agragar su valor para al arta nacional an tanto . _
sus objatos cla aStuclio. ajo
qua craacionas artisticas. A difcrancia de Francis, Inglatcrra consarva la ilusrracaon an al trab
Da ahi al craciante protagonismo da
una arquitectura gotica qua parsiste duranta todo cl pariodo clasico. n, la prasantacion cla las an-
cla los anticuarios. A pasar da su dispersio
Gran Brataiia rasiste al “gotico italiano” hasta madiados dal siglo observacio‘n y comparacion
tigiiadaclas daba parrnitir una consranta
XVII, y esta nunca llaga a imponarsa.‘H Cuando sir ChriStOpher Wren la comunidad da eruditos.
cla sus objatos cla astudio por parta da
reconstruya la cateclral cia St. Paul an astilo clasico tras al incandio da termino da antigiiaclacl entran-
Montfaucon safiala an 1719: “Por asta
Londres, asa 0pcion no as signo da ninguna exclusiviclacl astiliStica: an y lo qua sa puada raprasantar an
do solamanta lo qua puada sar visro
asa mismo momento adificaba an asrilo gotico las paquafias iglasias solamanta lo qua sa va y raflaa
imaganas”.49 Caylus: “Hay qua juzgar
parroquialas londinansas y tarminaba o rastauraba antiguos conjun— utado. Esta via as tanto mas
:tionar sobra la manara corno ha sido aiac
tos arquitacténicos iniciados an astilo gotico.“ )1 tie las difaren-
segura porq ua el grado da conocirnianto da las. artas ,, 5,,
Estas condicionas axplican por qua los astudios consagrados a las .
a dem ostra do por- loslrmsmos monumentos .
tas prac ticas quad
antigiiadades nacionalas fuaron mas pracocas y numerosos, asi corno
El riempo de los anrieirarios. Monarmerrtos raules
62 63
Alegorfa del patrimonio y monumentos figurados
Thomas Warton afirma en 1762: “Necesitamos una demostracion vi- Sin embargo, la constitucion de los museos de imagenes que con-
sual y unas pruebas claramente ilustradas”.51 Incluso en las obras epil— forman los a’lbumes‘ cle antigiiedades no aeontece sin oonsiderables cli-
grafieasf2 la imagen que repite la realiclad llega a ser indispensable. ficultades. Estas difieultades, inteleetuales e, indisociablemente, réeni—
La Antiquira’ expliqne’e comprencle no menos cle mil eiento veinte'lla— eas y préctieas, repereuten en la fidelidad ole las representaeiones y no
mmas y “treinta y cuatro mil figuras’f’ de “hermoso tamafio”?3 seran superadas —muy progresivamente— haSta finales del siglo XVII
Al reunir su corpus cle antigiieclades —-“r:uerpo de elaridad don- y el primer tercio del siglo XIX.
de todas las partes se iluminan mutuamente""——,5‘i el primer objetivo El antieuario debe superar asi tres obstaeulos principales: el peso
cle los anticuarios es haeer ver el pasado, partieularmente el pasado de la tradition que asegura cierta antoriclad -—y capacidad cle ocultar
Silencioso, del que no se ha hablado. La im‘agen queda al servicio de lo real— a los autores de la antigiiedad y de las cronicas medievales ad-
un método comparativo que les permitira'establecer series tipologicas quiridas a lo largo del tiempo; la ausencia de preparaeion para los me-
y, en ocasiories, ineluso secuencias cronologicas, realizando asi una todos de observacion cientifiea —veneidos por las coneepciones medie-
espeeie de hisroria natural de las producciones humanas. Esta mane- vales cle la representaeion y de la copia que privilegian uno o varios
ra de proceder, enunciada elaramente por Montfaueon (“darse el elementos, a veees inmateriales, en detrimento de la forma global—,5?
tiempo de considerar atentamente las imagenes y el de compararlas la insuficiencia del material arqueologico repertoriado o disponible
entre ellas”),55 alcanza su toral plenitud bajo la pluma de Caylus: “La -—el finico que habria permitido establecer y poner en juego un sistema
via de la comparacion [...] es para la antiguedad lo que las observa— de refereneias generador de senticlo y de secueneias historieas—.
ciones y la experimentacién son para el fisieo. La revision de nume- Debilidades que no podian ser vencidas sin una fuerte resisteneia.
rosos monumentos reunidos con atencion nos lleva a deseubrir su Nicolas-Claude Fabri cle Peiresc deseonfia por principio de todo testi-
destino, tal como el examen de numerosos efectos de la naturaleza — monio que no haya 1risro con sus propios ojos, o cuyas medidas y, de
combinados de forma ordenada— lleva a descubrir el principio segfm ser neeesario, su peso no haya eonfirmado: “eomo no podia esrar pre-
el eual 5e rigen: es tal la bondad cle eSte método que la mejor 'manera sente en todas partes, pedia dimensiones y pianos cle las mismas cosas
de convencer ole su error al anticuario y al fisieo consiste en enfrentar a cliferentes personas para compararlos y tomar enseguida la opeion
al primero a nuevosmonumentos y a nuevas experiencias al segundo. mas segura”.-"'3 En su eorrespondeneia no vacila, por lo demas, en des—
Pero, mientras el fisico dispone siempre —por asf deeirlo—— de la na— eartar al padre Kircher y su eredulidad, 0 en sermonear y reprender as-
turaleza a sus ordenes y de sus instrumentos a1 aleance de la mano, peramente a Cassiano clal Pozzo por la ligereza o la imprecision de sus
pudiendo com probar y multiplicar los experimentos en todo momen- descripeiones y, fiel a la ensefianza de Girolamo i‘ltleanclrof9 formula
to, a menuclo r-l anticuario no tiene mas remedio que realizar grandes los principios reetores de una observacion bien realizaria.”
desplazamientos en busea de aquello de lo que precisa para estable- Se impone aqui la comparacion con las maneras cle proceder de
eer comparaeiones”. Sin embargo, “e1 grabado iguala [todas las ri- las cieneias naturales que —en ese mismo momento— sufren iguales
quezas] de rodos los pueblos que eultivan las Ietras”.55 Difundicla n0r dificultades y también se encuentran invadidas por no. similar pseudo
la imprenta, la reprodueeion iconica opera una redueeiondel muriclo conocimiento legendario: animales fantastieos y templos fabulosos
de las antiguedades asi’ como del mundo de los vivos. Y, a1 igual que son objeto de la misma critica. Se exige el mismo rigor para el esru-
las mediciones en el caso de la fisica, entrega a cambio un soporte Clio de las naturalia que de las arri'ficirz. Las dos disciplinas se apoyan
para la reflexion y la generalizaeion de las que depende el estatus y se eduean mutuamente. Frecuentemente, ambas son praetieadas por
cienti’fieo tanto del anticuario como del naturalista. un mismo erudito: Peirese y el caballero Dal Pozzo observan con la
Todos los anticuarios se muestran de. acuerdo en que, en lo que misma mirada un camafeo y a un eamaleon.61 El anticuario proven-
a la arquitectura respecta, la oppia debe ejecutarse desde el natural, in zal demisrifiea la representation fantasiosa de los jeroglificos que eu-
sitar. Nuevamente, al igual que en el caso de las cieneias naturales, brian un obelisco romano que publica Kircher y, enrla misma Epoca,
esta es la eondicion necesaria para que la imagen y su reproduccién refuta la “teoria de los giganres” al demostrar que los dientes que se
revisran algfin valor. les atribuye son, en realidad, muelas cle elefante.61
El rfempo de los anticuarios. Monumenros males
65
64 Alegorfa del patrimom'o 3; monumenros figurados
La dependeneia respeCto a los ilustradores de sus coleceionesles —-mas curiosamente— de Inigo Jones cuando “restaura” los famosos
otro de los puntos en eomfin entre naturalistas y anticuarios. Por pe- megalitos de Stonehenge transformandolos en columnas de un vasto
quefia que sea la investigaeion, resulta neeesario haeer uso de documen- remplo'a cielo abierto de orden semi-griego, semi-toseano. Tambien
tos de épocas anteriores, cuya fiabilidad es difieil de comprobar. Toda se da el caso del arquitecro que imagina edifieios que nunca ha visto
publicacion exige, ademas, la mediacion interpretativa del grabador. personalmente: las siete maravillas del mundo, las piramides y la es-
Pero, salvo excepciones y a menos que —eomo en el caso de Ru- finge de Egipto 0 el templo de Jerusalén, objeto de innumerables “res—-
bens— ellos mismos sean anticuarios, tampoco se puede confiar en la tauraciones” de las cuales la mas célebre hasra nuesrros dias es la del
objetividad de los artisras contemporaneos: ésa es una queja perma~ jesuita espafiol Juan Bautista Villalpanda.63
nente y unanime de los eruditos, desde Frangois-Roger Gaigniéres a Veamos el caso del Partenénzfl entre la primera imagen, fantasio—
Caylus, pasando por Peiresc y Montfaucon.” Ni los dibujantes ni los sa 3; ejecutada in situ en 1444, y la representation cientifica traida
pintores tienen por eostumbre tomar medidas exaCtas, descuidan los desde Arenas y publicada por David Le Roy en la segunda edition de
detalles, atribuyen a torpezas tendeneias formales que ignoran, tratan sus Raffles des plus beam: monuments de la Grace (1770) transcurren
de mejorar sus modelos o los reeonstruyen de memoria, los eseenifi- tres siglos y medio, jalonados por una sueesion de figuras inexaetas;
can, los interpretan segfm el estilo de la époea o, también: “a su ma— recorrido largo y difioil que puede ser tornado como paradigma del
nera”. En este sentido, los artisras habiles son tan peligrosos Como los modo de constitucion de la reproduccion exacra en el mundo de las
mediocres. De ahi el valor documental superior de los eroquis -—aun antigiiedades. Con independencia de que este resultado se logre en
cuando sean torpes— ejecutados directamente a partir del modelo 1?60 0 en _el paso al siglo XIX, lo cierto es que el procesomque con-
por los mismos antieuarios: los mejores documentos iluStrados del duce de la representacion subjetiva o imaginaria a la iluStraeion cien—
Voyage de Spon son algunos dibujos que él mismo-ejecuto en Cons- tifica es siempre el mismo.. Los homologos de las ilustraciones de la
tantinOpla y en Efeso.54 Los sabios recurren igualmente a ingenieros obra de Le Roy 3; de las Antiqairés d’Atbéues de james Stuart 37 Ni-
para hacer levantamientos. cholas Revert son numerosos, de variados géneros e importancia. Es
En lo que respeeta a los dibujos de los arquitectos, estos son ge- el'caso de las laminae dibujadas y grabadas por Germain Soufflot y
neralmente tan inexactos Como aquéllos de los pintores. Y si desde el Thomas Major para sus modesras Ruins of Paesram“ [1763), asi
siglo XV efectuan precisos lev'antamientos en el terreno, hasta media- eomo las de la monumental Descriptioa d’Egypre (18094324), rea-
dos del siglo XVIII se preocuparan muy poco de la exacritud de las re- lizadas por orden de Bonaparte y precedidas por las imagenes de Ser-
presentaciones que publican. En la mayoria de los cases,“ las image- lio, de Fischer von Erlaeh y de Pocoeke.
nes son reproducidas 3f" difundidas para otros fines. Estan ahi para A medida que se generaliaa, la exaetitud de la representacion de
exponer algun hermoso ideal, para ilustrar teorfas. Presentados en los cdificios estudiados va a eontribuir al perfeceionamiento del con-
planta, los edifieios antiguos son simplifieados y abstraidos de todo eepto de monumento liistorieo, que adquiere —signifieativamente——
contexto, error metodologico denunciado por Peiresr:65 igualmente su denominacion a finales del siglo XVIII.
recuente en las reprodueeiones de las eiencias naturales. Por Otra
parte, 1; esto independientemente de la época y de los estilos, eStan
manejados como coniuntos homegeneos cuyas diferencias son borra- La Ilustracion
das al pasar por el tamiz abstracto de su representacion figurativa, lo
que conforma su funcion demostrativa y retoriea. Pero e1 arquitecto Esra renovacion iconografica y conceptual de las antigiiedades es in-
no se eontenta eon idealizar o eon eneasillar en canones normativos disoeiable del desarrollo del conocimiento durante la Ilustracion..Los
los monument-03 antiguos que esta representando sino que, delibera- anticuarios establecen en ese momento una relacion diferente con la
damente, invenra. O restituye ——con el 5610 apoyo de su imagina- continuidad del tiempo, que no esta inducida unicamente por la idea
cion“ (que es lo one entonces se denomina “restaurar‘fl— las partes de progreso. La nueva presencia del tiempo es, simultaneamente, deu—
ausentes en los edificios en ruinas: tal es el case do Serlio en Roma, 0 dora de la geologia ——en particular de las investigaciones en torno a
El riempo de los anticaatios. Monumenros reales
66 I Alegorfa del patrimom‘o y monamentos figurados 67
la edad del'globo terreStre—, de la paleontologia naoiente y, sobre nombre (Aesthetics, 1750-1758), condueen a Kant. A1 imputarlo
todo, del surgimiento de la historiografia moderna. a una facultad autonoma del espiritu, La ert’tfsa del juiefo otorga al
Esta “historia”, finalmente critiea, ha sido perspieazmente defi- arte Lina identidad y una dignidad nuevas.
nida por Arnaldo Momigliano como la sintesis?2 del enfoque analiti- '
No obstante, de los dos valores descubiertos por los humanistas
co de los antieuarios y del enfoque interpretativo de los-filosofos—his— en las antigiiedades ——historieo o artistieo— la mayoria de los anti-
toriadores de la llustracion: su fundador es Edward Gibbon, con su
euarios lia retenido 5610 el primero y descuidado el segundo. En sus
Historic: de lo deeodeneia y cafdrt del imperio romano (1776-1788 ).
obras no se eneuentra casi ninguna apreciacion de la sensibilidad ni
La historia del arte se babria fundado, por su parte, pot orra sintesis juicios sobre gusto. Cuando, por azar, queda de manifiesto algt’rn sen-
critics en la eual la filosofia del arte asume el papel jugado por la fi- timiento de admiraeion, Este es global y se expresa convencionalmen-
losofia de la historia. Su insraurador seria Johann joachim Winckel— te siguiendo Ios ejemplos y adoptando la terminologia [soberbio,
man —-homologo de Gibbon— con su Historia del arte de [a mitigate- magnifieo) de la tradicion textual antigua. La historia del arte que
dad (1767). juicio que, sin embargo, suseita mas de una reserva. —como su nombre indica— adopta el enfoque historiografieo, no
Winckelman ha sido, efectivamente, el primero en proponer una pe-
esta’, eomo tal, obligada a la sensibilidad artistiea. La ceguera' estéti—
riodizacion general del arte antiguo fundada sobre criterios formales ea de los antieuarios volvio a darse a menudo entre los historiadores
que permitian la eritica de las ideas esrablecidas. Nadie lo reeonoeio del arte.
con mas convencimiento que Quatremiere de Quincy}? Pero el alcan- Sin embargo, en el ambiente cerrado de los debates sobre el arte
ce de la obra de Winckelmann se encuentra limitado por los a priori 3.: el desarrollo de la arqueologia en aquellos momentos, un pequefio
que lo llevan a apoyarse en ia tradicion textual antigua, a atribuir un grupo de anticuarios —Ca}'lus sobre todo— establecio las bases de
valor canonico al siglo v griego y a haeer del clasieismo el eje del en— otra historia del arte menos abstraCta, mas sensible )7 mas atenta a los
foque artistieo. Ade-mas, y a pesar de la ambieion del proyecto, el au- aspeetos propiamente pla’sricos de las obras. Paolo Maria Paciaudi es-
tor de la Historia del arte ds [a anrigfiedad esta interesado ante todo eribe a Cavlus: “Usted refine dos cualidades que lo colocan por enci-
por la escultura griega, o lo que él cree conoeer sobre ella. Su sinte- ma de todos los anticuarios: al eonoeimiento de la antigiiedad, agre-
sis, ambiciosa pero incierta, se ve acompafiada -—y pronto continua- ga el de las artes. Habitualmente, los que escriben sobre los antiguos
da—— por los trabajos historiografieos sectoriales de otros autores. La monumenros conocen solo Ia antigfiedad y su trabajo no puede ser de
segunda edioion de Les-mines plus beasts: monuments do It: Grace utilidad alguna para los artistas. Usred ha abierto un nuevo eamino:
(1758) de David le Roy puede eonsiderarse como la primera historia pooos eruditos son capaees de seguirlo”.?'5
-—-—sucinta, pero digna de ese nombre— de la arquitec‘tura griega.m La formulacion de Paeiaudi confirma la independencia de Ios dos
La transformacion del estatus de las antigiiedades reposa, sin enfoques e invita a tomar Ia manera de prooeder de Caylus como
embargo, sobre la importancia y el nuevo estatus concedido al arte en ejemplo de las modalidades con las que se puede analizar e1 valor
ese momento. Por una parte, el eirculo de coleocionistas se expande y de arte de las antigiiedades. Formulaeion que también haee juStieia a
se abre a nuevas capas sociales: se institucionalizan nuevas practieas una personalidad cuyos Recaeils d’Antiqaités nutrieron a Gotthold
(exposiciones, ventas publicas, ediciones de cata’logos de las grandes Ephrain Lessing v a Winckelman y cnyas intuiciones son, en muchos
ventas y de las colecciones particulates) y en-las revistas aparece una sentidos, mas proximas a la sensibilidad del siglo XX que las de estos
literatura que —desde el simbolico articulo de La Font de Saint Yen— ultimos.
ne—H asocia una critica, inicialmente timida, a las tradicionales des- Este gran sefior fue un aficionado y un artiSta” antes de llegar a
cripciones de las obras expuestas en los salones. Pot otra parte, la re- eonvertirse en un erudito, miembro de la Academic des Inscriptions.
flexion sobre el arte se emancipa y sobrepasa las teorias clasicas de la Como anticuario, su primer objetivo era presentar los materiales de
mimesis. Edmund Burke, que inventa lo sublime (Indagacr'o'n filosofico una historia de las formas y de sus procedimientos. .rLo que le interesa
sobra er’ origen ale ntrestras ideas acerca de lo bello y lo sublime, es el objeto mismo y no so destino. De ahi la neeesidad de un apren-
1757), v Alexander Gottlieb Baumgarten, que otorga a la estética esre dizaje del ojo y de la mano capaz de luehar contra la ceguera este-
El rimpo de los anticaarios. Moaamanros resales
. 69
Alagorfa del patrimonio y monumentos figurados
68
obfras cepros homologos y similarmente opacos, el de la vida para los unos
tica y la que permite percibir y reproducir adecuadamenre las y el del arre para los otros. En cuanto a la nocion de original, se sinia
de arte una vez enrendidos los procedimienros de su realizaci::’*i"rl."'3 en la reflexion sobre los'monumenros historicos, lugar que continr’ia
De ahi rambién el papel especial, ran diferente de aqua] definido' por ocupando actualrnente, a pesar de los progresos en las técnicas de re-
-
Peiresc o por Montfaucon, que Caylus atribuye al merodo compa produccién.
rarivo.”
de sus Este amor por el arte que, desde el renacimientor exige para sa-
Esro explica la desconfianza de Caylus respecto al trabajo tisfacerse la presencia real de su objero, gseria capaz de llegar a mo-
de requerir ayuda , la limiracion de los
colegas, su prudencia a la hora vilizar unas fuerzas lo bastante poderosas socialrnente como para ins-
de
remas que publica” y los escasos edificios que contienen. Fruto rirucionaliaar una conservacion sisrernatica de las antigiiedades? Ese
y su cro—
esta reserva, percibe inmediaramenre las diferencias de esrilo momento parecia haber llegado. Un mercado del arre an expansion
de las obras de origen griego , errusco o
nologia.Ell Su vision no confun constante -—asociado a la profundizacion de la reflexion sobre el arte
dejo roman ico a los megal iros br‘eron es.
romano ni atribuye ningfin y a los descubrimientos arqueologicos— creaba una mentalidad nue-
s de su
Sin haber ido a Egipto, la simple familiaridad con los obiero va en un pfiblico de aficionados reclurado en los esrratos'sociales mas
Pococke
gabinete lo lleva esponranearnente a rectificar los errores de extendidos y que disponia de una auroridad inrelecrual y de un poder
de
y de Claude Sicard.32 Esta receptividad bien cultivada —acogedora economico sin precedenres. Las colecciones privadas, pertenecienres a
de estilos— le permit e consra rar admirable-
la diversidad de formas y la misma consrelacion de conocimientos y de practicas —cuyo naci-
ia del
mente, anticipandose a los descubrimienros de la hisroriograf miento en el Quatrrocenro es contemporaneo del de las “antigiieda-
s a la trans-
arte alemana, que el arte concurre con sus propios medio des”—-—, se multiplicaban a la par que la creacion de los primeros mu-
mision del espiritu de los pueblo s y de las civilizacion es.“
s. Se seos de arre: conservatorios oficiales de pinrura, escultura, dibujo y
Como hace notar Paciaudi, Caylus trabaja para los arrisra grabado destinados a1 1130 pi’iblico.“ El desarrollo de dichas insriru-
del arre descui dado por la mayor ia de los
pone al servicio de un saber ciones —inspiradas por los dos modelos del museo de imagenes y de
os llarnam os hisrori a del arre. Pero Caylus
anricuarios y que nosotr la coleccion de arre—— se inscribe en el gran proyecro filosofico y po—
va rnucho mas lejos. Esto se observa en el jfibilo con el que describe litico de la Ilustracion: voluntad dominanre de democratizar el saber,
ver la
los monumentos publicados en su Racaer’l. Al rrarar de hacer de hacerlo accesible a todos, donde las deseripciones e imagenes de
placer singular
dimension artistica de las antigiiedades, introduce al los albumes de antigiiedades son susriruidas por objeros reales; volun-
-—todavia mal reconocido— del que son porrad oras. Entre los valo-
co, Caylus asigna un lugar al de— ‘tad tarnbién —menos general y menos declarada— de democratizar
res inherentes al monamenro histori la experiencia esrérica.
leite. Una nueva filosofia queda trazada desde entonces, de enormes Nada semejante ocurre, en carnbio, con las antigiiedades arqui-
el
consecuencias para el modo de conservacion de las antigiiedades: tectonicas. La lirerarura del arre y el modelo 'rnuseal han ejercido in-
es mediar izable sino que requier e la presen cia real
deleire arrisrico no cluso efectos perversos, favorables a la fragmentacion depredadora
de su objero. de los grandes monumentos, cuyos despojos pasan ahora a enrique-
para
Caylus fue el primero en inrerrogarse sobre que valor tienen cer las colecciones pfiblicas y las privadas. El caso de los marrnoles de
reprod ucen monum enros hisrori cos, y ram-
el arre las imagenes que Elguin, por lo demas rambién codiciados por el conde de Choiseul-
uti-
bien fue el primero en subrayar su ambigiiedad. Les reconoce una Gouffier para Francia, no es mas que el paradigma de operaciones
..-
n-
lidad incirariva y didactica para los novicios. También son indispe que ——con fines cienrificos y pedagogicosfi han creado el fondo ar—
-r—_r-I-—_-..-
roaies
El tiempo do 105 anticuarios. Monumentos 77
y monumentos figurados
_
76 Aiegoria del patrimonio
1’
_.
Jig-""5."
la Socio’te’ do i’abbayo do St. .
37 BROGLIE, Emmanuel do, Mabiiion et
..._“
Nour rit, Parts,
3.2 NORDEN, Frederik Ludvig, Voyage d’Egypto or do Nubia, Copenhague, Germain-dos—Pres a la fin du XVlo siocio , 1664— 1707, B. Plon,
.
.1'
'- .‘bl'rai'T-AAI'.
1755, tomo 1. 1888.
-".I.,I-.‘
23 MONTFAUCON, Bernard do, op. cit, prefacio, pig. XV: “La obra de i’abbajyo royaio do Saint-Denys on
w-.
.
France, Paris, 1706, pags. 529-530, 534.
ds a las_ naves goucas no hs
_
.1-
splica
as
mucho provecho, roaiiaada sobro oi mismo pian [que la do Is sntigiiedad]”, la motii fors de los s'tbol os y del bosqu e
.I-
-"s."..
and. Se puedo enco nttar también, por lo demss, en la
nacido con Chateaubri
_
cursivs nuestta.
_r.‘1'I-
1‘.
en la piig. 43.
2.4 AUBREY, john, Monumenta Brita'nica: chronoiogica architecturo [1670], carts do Rafael s Loon X citsda
ente esta trsdicion en su notable '
Little Brown, Boston, 1981. 39 Robin Middleton ha evidencisdo clsrsm thic ideal: a prelud to romantic
emoy and the Grse co-go
25 BERTRAND, Abad, Antiquitris or singuiaritos do i'abbaye do StFDenis, sintesis “The Abbi: Cord tiand Institutes, Londres, .
urg and Cour
Paris, 1575. classicism”, en Journai of tire Warb ra difere nte, pot Jean-Mario
mane
1962—1963. El mismo toms es abordsdo, do Picard, Paris, 1982.
26 Vésse on particular, CORROZET, Gilles, (1510—1568), La flour dos Porouse do Montclos on Architecture
ii in francaise,
antiquite’s, singuiarito's ot euceiioncos do ia pius noble et triompnanto uiiie et citei de, Momoires critiques do
do Paris, 1532; obrs que tuvo doco reediciones y quo contiene, on particular, 40 Véaso on particular, FREMIN, Michel del presidente del Bureau dos
itocture, Charl es Ssgu in, Paris, 1702,
uns larga discusion sobre los diiotentes mitos de fundacion do is ciudsd, l’arcb
'
.
atribuids finalmonte s Francion, hijo de Hector do Troy’s. Finances do Paris.
acion Do i’arcititec’turo ogjrptiortno
7.7 A1 final del prefacio de L’antiquito expiiquoc et representoo en figures, 41 La primers cits estd tomsds do In disert
son origin o, sos principes ot son goiit, compareo sous los memos
despues de haber presentsdo e1 guion de la obra, como pot uns asociscion do considorde dons cual _Qustremete formula por
grocq ue, 1785 , en la
ideas fortuita y bajo la forms do obsetsaciones metodologicss destinsdas a rapports it i’arcbitecturo tipos originslos do is .
1f los tres
fututos autoros, Montfaucon enpone, on teslidsd, los principios que han guisdo primera voz su tesis do los tres estsdios la odtcio n do 1803 . Boto msrs
177 do
los Monuments do in monarcbio francaise, Gandouin, Paris, 1729-1733. srquitoctura’ (ogipcio, chino y griego}, psg.
i’arcbitocture, tomo 2, op. cit., do Is
oste tema on so Dictionnairo bistorique do ucl-te on 1783, de'ls one
28 Ibid., ptefscio. Encyciopodio métbodiquo, editsda pot do Panco
provienen lss otras citss.
29 “No es necesario que los quo trabsjsn segt’in este plan so imaginen 1a
continuscion do este Recuoii d’antiquitos en todos los psises de Europa; diferencis (1762): :‘Si se *luzgs a la
42 El inglés Hurd sefisls clsrsmente ls midsdes;
la empress seria domssisdo latgs y mu}; dificil, pot no decir impracticable. segfin lss leyes griogas, so oncuontran solo detor
srquitectura gotics
Todo lo que podrs’n hscer los francoses set-a resliaar bien esta empress en el resultsdo _es completamente
si el gotico so oxamina sogfin sus propias leyes, indies : “No quiero instsurar ls
Francis dnicamente. Sin embargo, es preciso que los que vsyan s tealiaar estc diferento”. Ese mism o sfio, Horac e “Walp ole
trabsjo se instruysn en las costumbres do otros psises do Europa, sobre todo do a rscio nsl do Is arqui tectu rs conformc s lss teglas
compsrscion entre la bollez emba rgo, esto}r convencido do
s. Sin
Itslia, porque ha}.P muchas cosas en los que los franceses se reconocen en otras j; la licencis inspirsds de la llsmada gotic tento mas grande do so arte,
nocim
naciones”. Ibid., pa’g. XV]. que los autoros de esta filtirna tuvieron un-coHorace, Anecdotes of Painting in
en WAL POL E,
to raid, ptlg. XVIII. un major gusto, mds genio”,
es nuestrs).
England, Strawberryr Hill, 1762 (la cursive
31 Monuments do in monarciaie francaise, op. cit. Montfaucon identifies do la monuments” ES‘pEliI-lfICfl la
misms msnera lss estatuss del portal {11mins VII} de Saint Germsin-des-Pres }' 43 El edicto “Against breaking and defacing
es (mon uments of Antiquity) quo hsn
lss del tercer portal do Notre-Dame do Paris (15mins VIII). prohibicion “do mutilsr lss sntigiiedad s pfiblic os con fines de recuetdo y no
sido edificsdas en las iglosias y otros lugsre rstition)’:. Cltadfl. pot BOULTING,
32 Para Inigo Jones; los slineamientos do Stonehenge son vestigios de una do supersticion (for mem ory and no for supe
inmenss construccion romana. The most Notable Antiquities of Great Britain, t legislation in the British Isles’:,
Nicholas, “The Lam’s delays: conservatis
Vuigaroiy Caiiod Stone-Hang, on Saiisbur'y Piain, Londres, 1655. Mas tattle, vet e of the Past: attitudes of conservation,
en FAWCETT, jane (ed.), The Futur
lss conjeturas del Dr. William Stuckoloy. 1974.
1174-1974, Thames 8C Hudson, Londros,
33 CORDIER, Abad, Architecture du Moyen Ago ,r'uge’e par ies e'criuains dos Britain 1530-1830, Penguin,
44 SUMMERSON, John, Architecture in
doux derniors siocios, Paris, 183 9. Londres, 1967., 4‘1 ed.
34 Vésnso on particular los srticulos concernientcs al gotico en su Dictionnairc topher Wren escribe al dean do
45 A proposito do Is Tom Tower, sit Chrisque dobia sot gotica do acuerdo con
bistorique d’arcbitecturo, op. cit., y In nota 41 do estc capitulo. Christ Church, on Oxford {1681 }: “Dec idi
la terminacion do Westminster _
35 ROSTAND, André, “Les monuments do Is monsrchio frangaise do 8. do sus cimontaciones”. Su Memorandum sobre o. En la misma época, ese npo
es categ orico y sbund s en el mismo sentid
Montfsucon”, Buiietin do ia Sociéto’ do i’Histoiro do i’art Francois, Paris, 1932. (1713} de la cstedrsl do Orleans]
dc acritud es excepcional en Francis (reconstruccion
patrons
36 _Bibliotecario do is familis Guise. GRANDMAISON, Charles do, 3* generalmente imputable a la congregscion do Saint Mast,
Gatgnreres, sa correspondancc at sea coiiections do portraits, Niort, 1897..
El tiernpo de los anticuarios. Monumentos reales
78 . Alegorz’a del patrimonio y monumentos figurados 79
_——-en_ particular— del arquitecto Francois Le Due, llamado Toscan
r‘glpsias Igoncas de Celles—sur-Belle y de Saint Maixant. LESTOCQUOY e, autor de las 56 CAYLUS, conde de, op. cit., torno 1, pag. 1!.
‘ Larclntecture gothique aux XVII et XVIIE siE-cles”, cn Art Sacre’, , Jean
enero-febie’i'o 5? KILnUTI-IEIMER, Richard, "Introduction to an iconography of medieval
de 1948; )3 ROSTAND, Andre, “L‘oeuvre architecturale des bénédict architecmre”, en Studies in Eariy Christian, Medieuai and Renaissance Art,
congregation de Saint-Maur en Normandie, 1616-1739", en Builetinins de la New York University Press, Nueva York, 1969.
Société
de la .
des antiquaires tie Normandie, XLVII, 1940.
53 MONTFAUCON, Bernard de, L’antiquite' cxpiiquee ct reprtisentee en
46 Sociedad que, en 1651, se dota de una Carts 3;, en 1273, figures, op. cit., tonio XIII [sobre las terrnas de Fréjus, para los que utiliza la
de un instrumento
de pu’bli'cacion: En Francia, hay que esperar hasta 1304 para iconografia de Peiresc].
que se cree la
Academie Celtique, que se transforma en la Sociére Royale des Antiqua
France en
ires de 59 Girolamo Aleandro (1574-1629) fue uno de los humanistas y anticuarios
1814.
romanos mas célebres de su tiempo.
47 En particular WARTON, Thomas, Observations on the Pairie
Queene
Spencer, Londres, 1754; BENTI‘IAM, ]., Historicai Remarks on the Saxon of 6O Véase, en particular, PEIRESC, Claude Nicolas Fabti de, Lettres e Cassiano
ICEhuCri/ches,1 1%ogdres, 1772; GROSE, Francis, Antiquities ofEngiand' dai Porto (1626-1637), en la notable edicion a cargo de Jean-Francois Lhote 3/
and Waies, Danielle Joya], fimphion Adosa, CIermont-Ferrand, 1939.
on res, r .
43_ Los cdificios romrinicos son llamados sajones, saiones-norniandos 61 O también: la composicion de las bodas aldobrandinas, la materia de un
sajones; los edificios goticos son llamados sarracenos, normand
o gotico- vaso antiguo, los relieves de un soporte o la anatomia de una gacela dc Etiopia,
o 3r goticosy e] pelaje de un reno de America, has flores de un prado de jasminium indicum.
dividldos segun criterios morfologicos en “gotico absoluto, ornamental
florido". En Francia, los ensayos del padre j. Leboeuf -—aIurnn
gdtico La observacion y la descripcion paraIelas dc edificios y de animales se encuentra
Montfaucon— contintian basr—indose en criterios dinristicos.
o de ’ en varios otros autores, cepecialmente entre los medicos-arquitectos Robert
Hooke v Perrault. Este ultimo ha dejado un cEIebre retrato de camaleon en las
49 MONTFAUCON, Bernard de, Antiquite eupiiqueie et represe Memoirs pour seruir e I’histoire des animaux, Paris, 1771.
ntee en figures
op. cit., prefacio, pag. VI. Véase, igualmente, la pagina X: “He colocado
en esta 62 PEIRESC, Claude Nicolas Fabri de, op. cit., carts LXIX. Sobre el tema de
obra todas las imagenes que me parecen poder ilustrar la antigiiedad.
ilustraciones, junto a sus explicaciones, seran de una utilidad'maravill
Estas los gigantes, vease SCHNAPPER, Antoine, op. cit.
osa [...].
A menudo it venin en las imagenes las historias mudas que los antiguos 63 PEIRESC, cartas a Pierre Gassendi dei 21 de diciembre de 1632; a Claude
no ensenan . autores
Menestrier, del 3-0 de mayo de 1635; o a Cassious, op. cit., carts XIV. En el
caso de Montfaucon, véase ROSTAND, Andra, op. cit.
50 CAYLUS, conde de, Recueii d’antiguites, Desaint et Saillant, Paris,
1752-1761“, tomo 3, peg. 52 (sobre las antigiiedades etrusca J. 64 SPON, jacob, y 1WI—IEI'ELJ'ZR, George. Op. cit., 1, II, prigs. 224, 339,-, 1, III,
pag.236.
51 . WARTON, Thomas, op. cit., Vol. II, Londres, 1262, uno
de cuvos pasajes
esta mcluido en WARTON, Thomas, Essays on Gothic Architecture, 65 Enisten encepcioncs. Asi, Peiresc elogia las laminas que iIustran el Discours
Londres, 2‘ ed., 1302.
Taylor historial dc I’antique er iiiustre trifle o'e Nimes, Lyon, 1560, de Poldo d’Albenas:
j
52 GBIITERUS, janpspinsc'riptiones antiquae totius Urhis Romae, éstas son “man di huon architecto e digne di far estimar ii Iihro”.
Paris, 1600. Efcctivamente, todos los levantamientos estén acotados 3* son relativamente
Cada lamina lleva 1a indicacion"‘3chedis fideiiter descripsit et uidit”.
- precisos. Peiresc hace poco caso de su comentario, notable sin embargo para su
53 A fines del siglo, Stiroux d’Agincourt {1230-1814} comenta a Epoca, en el que Jean Poldo d’Albenas confiesa aceptar las genealogies urbanas
su vez:
Lo que los historiadores de Ias bellas artes se han contentado gozosam como una concesién puramente formal y donde demistifica el vandalismo de los
decir, vo queria mostrarlo en mi libro. Alli eran los monumentos, ente con
sobre todo “godos” v multiplica las observaciones sensatas sobre la Maison Carrée, Ias
los que tenian que hablar“. Efectivaniente, de los seis volfimen Arenas y el puente del Gard.
Histotre tie I’art par ies monuments, tres volfimenes de laminasesreprodu
in-folio de sin
cuatrocientos monumentos. La obra, terminada en Italia
cen mil 66 PEIRESC, Claude Nicolas Fabri de, op. cit., pig. 1??.
durante la revolucion
de 17B9, fue publicada en parte postumamente. La ambicion 67 La mayoria de las veces los eruditos no se dejan engaiiar. Asi, en
Ia antiguedad con los tiempos modernos y, en materia cle arquiteque la hace reunir
ctura, el hecho MONTFAUCON, Bernard de, Monuments cle ia monarchie francaise, op. cit,
de tratar la arquitectura gotica como un “sistema” hace de ella tomo II, 1, II, cap. 21, peg. 124: “La mavoria de los perfiles de Soria perecen
momento—— una obra sin precedente. Sin embargo, Séroux puede-—en ese ser mas de su invencion que copiados de lo antiguo. I-Iaccr levantamientos
ser
considerado un anticuario. planos a partir de unas ruinas es fricil, pero esto no siempr'e basta para conocer
54 CAYLUS, conde de, op. cit., tomo 1, peg. V. sus altaclos. Habria que pensar que, para que su trabajo tuviese uniformidad,
quiso dibujar todo en planta y en alzado y que su imaginacio’n habré suplido en
5.5 MON 1 FBUCON, Bernard de, L’antiquite expliguee et represe todo lo que faltaba a esas ruinas [...]. Ante la duda, juzgue prudente soprimir
figures, op. cit., prefacio, pag. VI. ntee en
todas esas seeciones, varias de las cuales no perecen tenet el gusto antiguo”
{la cursiva es nuestra).
El tiernpo do loo anticuarios. Monamentos reales
Alegorr’a do! patrimonio y monamentos figurados 81
30
63 In Ezeeniefenr explanan'ons et apparatus Urbr‘s ac: rernpli bierosolyrnitani. 73 “El erudito Winekolmann es el primoro [...] que ha penoodo en la divisionloo
ostiloo,
Cornrnentarrrs or irnagr'nr'bns ilnstrarns, Roma, 1596-1604. do lo ontigfiedad, on anolizor loo opoeos, loo pneblos, las osenolas, loo
detolles do estilo; [...] e1 es o1 primoro qno, a1 elosifiear loo époeos, ho
69 Toma, do un ostudio por pnblieorso: TOURNIKIOTIS, Panoyotis. Prosenees reloeionodo la historia do loo monumentos, ho eornporado loo monumentos
do Parthenon, essar oar l’btsrorro et la tbe'orre do l’arebiteetare. En la primero- entro si 3* ho dooeubierto loo eoraetoristieas eonfiablos, loo principios
do eritiea
do
porte do este notable trobalo, Tonrnokions establoee la siguiento-seenoneio: 1’ no motodo [...]. Logto haeor nn euorpo do In quo no era mas que monton
1.‘]fa{.jso. Representoeion idoolizodo aternporol y deseontextnaliaado dol tomplo fragmentos”, en QUATREMERE DE QUINCY, Antoine Chrysostome, Lerrre do la
snr lo profot d’enlener los rnonnrnenrs d’Italie, Paris, 1796, pog. 205
odieion do 1336. En dieho tonto, por lo demos perspieaz (“osta eioneia [do la
315 3. 0.
— Imogen 1 (orqnotipiea, dosaparoeido en 1514), ejeeutoda in sitn —on 1444—- historia doI orto] aeabo'aponos do naeer. rgComo habrio podido oxistir
antes do
por Qiriaeo d’Aneono, viojero florontino, euando Atonos so enenentra baio loo desonbtimiontos do esto sigloi’ [...]. No hobia nno maso lo snfieientemonte
dommio florontino: lo reprosentaeion osto inspirada en las doseripeiones do grande do hoehos o do monumentos”), Quotremore so mnostra, sin embargo,
Ponsanioo. - . injnoto eon loo primeros antionarios (“nodo tonia eoboroneia, orden y nada
—— Imogen 2, copra anonimo do la anterior: portieo oetostilo do orden dorieo. hobio sido nuneo onalizado, nado habio oido eompnesto"), partienlarmento eon
Caylns, do quion reeonoee, no obstante, Ios rnéritos, find, pog. 204.
— Imogen 3, version do San Gallo inspirodo en lo preeedonto: el portion dorieo
so tronsfotmo on 1on1eo j; ttos o1 so ofiode nn edifieio. T4 TOURNIKIOTIS, Panavotio, op. aft.
—- Imogen 4, anonima: ol ordon jonieo so tronsformo on eorintio. 75 LA FONT DE SAINT YENNE, “Rofloxions our qnolqnes eanses do l’otat
prosent do la pointuro on France”, Moreare, 1.747. Sogfin Andrei Fontaine, qne
— Imogen 5, do Soon, 1678: amolgorna dorieo do lao vorsiones 2 y 3, ounqne otorgo nn papol inaugural nn tanto oxagorodo a eoto articulo, “El sustitnia ol
Spon ho vtsto ol Portonon; tmogon qne serti roprodneido hosto modiados dol ologio trodieionol do loo revistas por nna aproeiaeion qno trataba do oer
stglo XVIII on la mayorio do loo obros sobro antigiiododes. impareiol”, en Doctrines de Part on Franee, Paris, 1909, teirnpresion: Slotkino,
2.‘ fase. Situaoion dol Portenon sobro planos topogrofioos abotroetos. Geneva, 1939.
1—— Plano (orquetipieo) do loo eapnehinos (hoeio 1650]. 76 Lettres do Caylns a Paeiaadi, eorta LWI.
2—- Visro do Arenas dol padre Babien, pnblieada por Soon on 1674: el Portenon T? Habio estudiodo pintura on ol taller do Antoine Warreou, grabado eon
es uno mezqnito en lo eumbre do In eindodela. Pierre-jean Mariette y realizo loo gtobodos do todo el gobinete do dibnjos do
Pierre Crooat, asi eomo do parte dol do Luis XV.
3.“ faso. Levantomiento eiontifieo do loo plonos do la Acropolis v dol Portenon
pot ol mgomero j. Mtlhan Vornodo tras el sitio do Atenas, on 1687. Pnblieada en 78 VEoso, on esto sentido, lo experieneio do Notdon, Drawings of some Rains and
1707 y reprodueida hosto ol siglo XDL Colossal Statues at Thebes in Egypt, Royal Society, Londres,1741, y lo obro
posturna do olli extraotada, Tv'ojrage d ’Egypro or do Nabie, Copenhoguo, 1755.
4.“ foso. Lovantomionto eornploto in sitar pot Stuart v Rovott, pintores {1?31- Enviodo pot Christian VI do Dinarnareo (113?) a Egipto para oseloreeer qno
pot-to
173.3) )2, soparadomente, pot Daniel Le Roy, arqniteeto {1754). do levonda hobio en los reprosentoeiones existentes do loo monumentos egipeios,
.— Imogen 1 (orqnotipieo), publieoda pot Le Roy, 1753, eorregido on 1?70: Frederik Ludwig Norden nae a on rogreso los levontomientos y dibujos ojoeutados
integrodo a una aproxirnoeton historica v reorieo do la orqniteetnro. “on ol lugor rnismo, tol eomo noted loo veria”. Pero Norden estudio grobado on
Holando y dibujo on Itolia: ol papol one juegon sn enltura v on sensibilidad so
-— Imogon‘Zl (orqnetipieo), publieada pot Stuart 3* Revert en 1789: prosontoda aproeia enondo sus unogenos son eomparodas eon Ias do Poeoelce. Quatromore do
eomo corrtgtondo ontonoros roprosentaeionos erroneos -—{intagen do on objeto Quincy utilize a los dos ontoros para sn obro sobre otquitoetnro ogipeia.
tntemporol y porfeoto}.
?9 No obstonte, on ol breve prefooio do los Monuments, Montfoneon notabo yo
Tourntttoltis es, que yo sopo, ol primero en hobor tronsformado ol jnieio do valor entre las informoeionos ofteeidos por las ontigiiedades noeionoles —a pesar do
one otorgabo uno superiortdad etentifieo a loo imogenos do Stuart v Revert eon “on tooquedad” [...]— “ooo gusto diforente relativo a la ooenltnro y lo pintnro en
rospeeto a loo do Lo Roy. los diferentes oiglos [que] pnedo eonsiderarso ontro loo hoehos historieos“. Pero
7’0 voase LECLP-LNT, Joan, La modifieaorr'on d’ntrt regard (1737-1326}: esta obsorvaeion osto influeneiada por improsionos ea-tornos. Esto so ovideneia
do: voyage on Syrro er en Egypre do Volney an Lonore do Champolfion, Inotitnt euando, a1 ootndiar la historia del vostnorio, oompora lo vestimento do Ias
do France, Paris, 1937. I ostotnos qne adornabon las iglosias v los eatodrales do diforontos opoeas,
dooeubriondo eosnalmonto, y sin otorgarle importaneia, la diforonoio do “gustos”
?1 Mario Giofftodo, e1 inventor del sitio do Poostnm, habia hoeho reprosentor one sopara a Ias estatnas eolumnos do los portalos realos do las esenltnros del
loo templos en osttlo dorieo renaeentisto. siglo ){tu (Ibr'd, laminas VIII, IX, XVI). Observoeion rogistrada tambion en el
7"; MOMIGLIANO, Alfredo, “Lo contribution do Gibbon a lo methodo tomo 11 do la rnisma obro o proposito do loo lominos do In topieen’a'de Bayou):
histortqno”, on Problérnes d’bisrorrograpbie anet'enne et moderne, Gollimotd. f2." serie, I 3 IX), do la quo publiea sueesivamente dos versiones. No so dobe
Paris, 1933, y tombion oopitulo citado, noto 5. d I “oombiar nodo en el gusto do lo pintura do eseltiempo; gusto mny moon 3! may
BI tieinpo de los antieaarios. Manninentos reales
37 Alegon’a def patrimonio y monanaentos figm'ados 83
barbaro, paro all qua no ha}r qua aarnbiar nada, porqua, an mi opinion, In 91 Carta (la Esprit Calvat al pint-or josaph Siffrad Duplassis sobra los dibujos
daaadanaia y al sastablaaimianto do las artas son an tarna importante de ia
historia” (Ia aursiva as nuasrra}. En la sagunda version, las partas gastadas raalizados por Piarra Mignard. Arahivo da la Bibliotaaa da Avifion, aitado an
Notice sar ies dessins ties antiqaireis tie la France meridionaies exaaazés par
da la tapiaaria no astsin raaonstituidas sino indiaadas an puntaado.
Pierre Mignard at snr Ienr publication projeteie par le aomre da Caylns.
30 “Ma lirnité a publiaar an asta album solamanta los monumentos ua ma
partanaaan o qua ma han partanacido", CAYLUS, op. aiL, “Brava pra aaio". 9?. ROUSSEAU, jean-Jacques, Les confessions, L. V1, van Bavar, Adolpha Iad.),
Gaorgas Cries, Paris, 1913, pag. 51. -
. p ubliaar al p rimar voluman . modara, un tanto
Tras .. asta
_ _ osiaion., Paro3 p or
aJamplo, an a] aaso da los monumantos ‘galos , solicits. qua un Inganiaro 93 “A sansalass waste of money”, sagun john Carter, an al prafaaio (1.“ linaa}
astablazca Ia topografia. da Gaorga Lauranaa Gomma a la salaaaion da sus articulos publiaado an
Gentiernen’s Magazine, Library Arebiteatarai Antiquities, Fart I, E. Stock,
31 Los monumentos “colocan los prograsos dal arta anta nuastra vista. Paro
hay qua aonvanir an qua los antiauarios no los aonsidararon aasi nunaa bajo Londras, 1390.
asta aspaato”, Ibid. 94 Var al brillanta articulo da PEVSNER, Nikolaus, “Scrape and anti—scrape”,
an FAWCET, jana, op. air.
82 ibia'., tomo I, 1.“ parta.
95 Liahiiald, 1788;,Haraiord, 1739; Salisbury, I?39; Durham, 1791.
83 Ibici., “Bras-a prafaaio”, pigs. VIII 1.! IX. Caylus muastra aomo “la via dal
dibujo, aonjuntamanta con la costumbra da var y do comparar” parmita daiarsa 96 A diiaranaia, por ajarnplo, da la rastauraaion do in aatadral da Saint-Caniaa
panatrar “al gusto da una naaion” [...]. Una vaz qua a1 gusto (la un pais ha an astilo joniao, patroainada an IFS? por Poaoaka, an asa momenta obispo da
quadado astablasido, no hay mils qua saguirlo an sus prograsos o sus Ossory.
altaraaionas; asta as la manara dal aonoaar, al manos an parta, al gusto da aada
9?. Citado a partir da PEVSNER, Nikolaus, op. air.
siglo. También as aiarto qua asta sagunda oparaaion as ma’s difiail qua la
primara. Bi gusto ale an pnebio difiere a’e aauei de otro aasi tan sensibiemente 93 john Carter {17?4-131?) as a] auror da dos aornpandios importantas: Views
aomo ios solores primarios difieren entre ellos, an tanto, qua las variadadas dal offlnaiant Buildings in England, Londras, 1796-li98; 3! Ancient Architecture of
gusto naaional an difarantas siglos puadan varsa an ganaral aorno finas England, Londras, 1307’. En 13795 sa asoaio a la soaiadad da antiauarios da
variaaionas da un mismo color [...], hay qua daair sin embargo qua, an ganaral, Durham, anponiando sus dibujos para qua sa datuviaran las rastauraaionas
la vision iluminada por al dibujo nota difaranaias aonsidarablas alli donda al de Wyatt. Colaborador regular dal Gentieinen’s Magazine a partir da 1793,
aomfin da las miradas no va mas qua parfaata samajanaa”. Lo mismo an a] torno asaribirri varios aiantos da artiaulos polémiaos an asa diario.
III, prafaaio pags. XX-XXI, sobra la manara )7 al “astilo da difarantas naaionas”
(la aursiva as nuasrra}.
99 MILNER, John, A dissertation on sire Modern 5:e of Aftering Ancient
Cathedrais as Exempiifiea’ in rive Cathedral of Saiisbary, Londras, 1?93. Praaisa:
84 Ibid., “Brave prafaaio”, pag. V {Ia aursiva as nuastra). “No quadarii an asta isIa ni un solo monumento auténtiao y no adultarado da la
85 Entra las craaaionas dal siglo XVIII, al British Museum, los Uffizi, al Musao
antigiiadad sagrada", aitado por Pavsnar. Milnar agraga a su alagato an
argumanro qua ratomaran William Morris y John Ruskin an la apoaa da Viollat-
Pio Clamantino an Roma, al Louvre {inaugurado aon al nombra da Musaum
la-Dua: datanar las rastauraaionas intampasrivas as tanto mas urganta porqua an
Frangais}.
al rasto dal continanta “la mayoria cla los adifiaios raligiosos [madiavaias] astan
86 Giovanni Piranasi aatiia aon igual virtuosismo an los dos ragistros da la mutilados, an ruinas o amanazados da sufrir la misma suarta [rastauraaionas
arudicion 3; da la historia dal arta por, una parta, 1; da lo pintorasao, por otra. vandalas]".
3? Krauthaimar ha dasariro sugastivamanra los asfuarzos —vnnos—- da "
Alejandro. The Rome of Alexander VII, 1655-1667, Prinaaton Univarsiry Prass,
Prinaaton, 1985. Vaasa tarnbién CESCHI, Carlo, Teoria de storia dei restanro,
Bulzoni, Roma, 19?0.
33 FROST, Philippa, “Rasteurarion at histoira das rnantalités: un projat inadit
da rastauration da l’amphithéiitra da Nimas”, an Worid Art, op. sin, vol. III.
39 Arahivas Parraulr. B.N. 390, fol. II (tras paginas asaritas por un saaratario
saguidas da astas dos linaas da la mano da Parrault: “Monsafior ma ha ordanado
anviar asta instruaaion da su parta al safior Girardon, asta saptiambra da 1668”,
1; da su firma}. - i
90 Arquitaato da Avifion naaido an 1640 (sobrino da Piarra Mignard
“a1 Romano”), uno da los oaho miambros fundadoras da la Aaadémia da
I'Arahitaatura (1671).
3 LA REVOLUCION FRANCESA
_._._—n—-'—-
86 I Alegorile del patrimonio La 'reuolueion franeesn 37
a la mafiana, la conservacion iconografiea abstraeta cle los antiqua- torieos designados por las sueesivas asambleas y sus eomirés se enu
rios cede el lugar a la conservacion real. La descripcion Iiterarias'},r Ia eontrarrin involuerados, por el eontrario, en el contacto direcro con
lamina grabada son borraclas por la materialidad propia de Ioslobje- las asperezas de la realidad y deberan conducir, sin preparacion algu-
_. tos o de los edifieios que se deben conservar. H na, un eombate inedito y multiforme.
[filo Un eontraeiemplo de la misma época permite situar la extension La obra cle conservaeion de los comités revolucionarios proviene
cle esra '5 novaeion. El 11 de dieiembre de 1790, el anticuario-natura— de dos procesos distintos. El primero en el tiempo es el proceso de
Rubin-Louis Millin que parece haber sido el inventor del ter- traspaso de los bienes del clero, de la corona y de los emigrados a la
mino “monumento istorico“——“ presenta ante la Asamblea National naeion. El segundo es el de la desrrueeion por motivos ideologicos
Consrituyente el primer volumen de sus Anriquirés antionnles on re— que, a partir cle 1792 y partieularmente durante las etapas del Terror
eneil de monuments. “El traspaso de los bienes eclesiésricos a los do- 3; del Gobierno de Salvacion Pfiblica, afeeta a una parte de estos bien-
minios nacionales, la venta pronta y féeil de esos dominios va a pro- es. Proceso de destruceion que suseita una reaceion de defensa inme—
curar a la nation recursos que —bajo la influencia de la libertad— la diata comparable a la provocacla por el vandalismo cle los reforma—
transformaran en la mas feliz y en la mas floreciente del universo; dos en Inglaterra. Sin embargo, en la Francia de la Revolucion, esra
pero no se puede dejar cle admitir que esta venta preeipitada sea, en reaeeion adquiere una amplitud y una signifieacion distintas, cle na-
este momento, may funesta para las artes y las eieneias al. destruir turaleza politica. No se trata solamente de conservar Ias iglesias me-
obras de genio y monumentos historieos que seria interesante conser- dievales, sino la totalidacl del patrimonio naeional en toda su riqueza
var [...]. Y exisre una gran eanridad de objetos inreresantes para las y diversidad.
artes y para la historia que no pueden ser transportados [a almaeenes]
y que pronto seran inevitablemente destruiclos o desnaruralizados”.
Y continfia: “son esos valiosos monumentos los que proyectamos La clasifieaeion del patrimonio
(sic) aparrar cle la guadafia desrrucrora del tiempo [...]. Representare-
mos aquello que constituye- los diversos monumenros naeionales, Uno de los primeros aeros revolucionarios de la Asamblea Consritu—
tales eomo los antiguos eastillos, las abadias, los monasterios, en yente, el 2 de oerubre de 1789, fue el poner los bienes eclesia’sticos “i
fin, todos los que pueden relatar los grandee sueesos de nuesrra his- disgosmron de la naCIon”. o mismo—oeurre segurdamente con los
——--"--_-"-"|—|.
toria”.5 ' Fb—ienes de los emigm Iuego con los de la corona. Esra fabulosa
El proyecro de Millin sigue siendo el de un antieuario. Su propo— . transferencia tie propiedades su brutal eambio cle alum
sito es el de salvar por la- imagen y ofrecer la descripeion de los obje- ingen'bfidmmbién sin Erecedentes.
tos desrinados a la destruccionfi Esra representation es necesaria, film del tesoro asi enEEé'aao1-11 pEé'BIBTeE, en primer lugar, de
pero también se la considera suficiente para eumplir su funcion hisu tipo economico. Para designarlo, los responsables adOptan inmeclia-
toriografiea ahora que, dejanclo de ser un dominio reservado hasta tamente la metafora de la herencia. Sus términos slaves son: hereneia,
entonces solo a los eruditos, “la historia se ha convertido en uno de sucesion, patrimonio y conservaeion.9 Términos que transforman el
los principales estudios de los verdaderos ciudadanos”. Esta dimen- estatus cle las antigijedades naeionales. A1 ser integradas en los bienes
sion figurativa sera tambien e1 patron referencial con el que Millin patrimoniales por efecro de la naeionalizaeion, las antigiiedacles pa-
evalfia, reductoramente, la precoz eonrribueion de los ingleses, quie- san a transformarse en valores de intercambio, en posesiones mate—
nes “clesde la destruccion del elero y del monaquismo en su isla [...] riales que hay que preservar y mantener para evitar el riesgo de una
han publicado obras importantes sobre este mismo tema y han des- perdida financiera. Situaeion en la que dejan de depender de la con-
crito cuidadosamente todas sus antigiiedades civiles, militares y ecle- servacion iconografica.
siésticas”? , Esta nocion de patrimonio presenta el mégico poder de permitir
Millin permanece cautivo de una mentalidad que, por lo demas, traseender las barreras del tiempo y del gusto. En la categoria de los
sobrevivira a la revolucion. Los encargados de los monumentos his-.- bienes inmuebles, la noeion agruPa a las antigiiedades nacionales, Ias
89
33 Alegerz’a del patrimonio i - La revolucio’n francesa
el Estado revolueienario
antigijedades grece-remanas y, sebre tede, la hereneia arquiteCtenica cuperande las sumas de dinere de las que
requieren determina-
mederna e incluse la que se hace en ese memento. ArmandGuv'Ker- tiene necesidad endemiea. Las etras soluerenes
'-'+-
_
nae-nor cosm —
cion, ingenie, imagination. Se trata de adaptar —al
.
saint trae al recuerde come pertenecientes a la memeria de toda.-'Fran-
- -_' -
.-._'.-.n:-'L.v‘.-.
s nue-
usuaries y descu brirle
I
eia [..] la Biblieteca Nacional, el Jardin de las Plantas, les Invalides, el les nuevos bienes nacienales a sus nueves
‘I
vas funcienes. Segun un disringe teda presente en la base de la le-
via
—..—_.
Observatorie, la Meneda, el seberbie palacie dende la nation aleja a
1'
, esre patrimome
gislacien francesa sobre los monumentes histonces
I
sus reyes, las academies y la nniversidad“’.m La Iglesia de Santa Geno-
-
que solrcnan
esté repartide en dos eategerias: muebles e inmuebles,
n_._.,-. .- -
veva e la inconclusa de la Madelaine, aunque mas tardias, atraen la
I-
misma solicited. Si las antiguedades p_a_san a transfergarse en rflue- dos diferentes tipos de tratamiente.
:r,-_
I
._.‘__.n
'i
-
almacenes
Les primeros,“ en efeeto, seran transferides desde sus
.-
1-";
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J
grandose
'..,._ _ _
eonsa
I
to al publr ee,
lasnsignificaeienes hiStering-gigafietivaSJQrepias de las antiguedades provisionales a1 almaeén definitive abier
r-
-_-
muse o.” Muse o cuya funeio n- es
-
. . . , ——....—----:'—
asi el reeiente térrnine de Muse um e
...|"-'_._
:-
naeie n. Al reuni r ebras de arte y ramb ien
de sentide en les valgres, situacienque va a reprodueirEg—uaunflue se- servir a la instruccion de la
.....-"' —-—.. ..._....
I._=__"
g‘LEEEEREEEE-fie ..éifersfiia-Eiasgevés ea .I'Iigasna..Mun_dial,-cva_nda -—cenferrne al espiritu eneiclepédico— ebjetos de
Y maquinaria, les musees ensefiaran el civrsmo, la histor
ra y les efi—
_.._._-.:__
" @.3._3r‘1'~1.i£¢£91r33 de les siglos XIX y XX pasen 23H or_eg_r_e_s_1_varnente1n-
cenee b1da a la escala de la na—
' rssraélaaaa..1a ._a:aar"a"ae“los 'Ifidnumsntoahiitéaaaa cies artistices y técnices. Pedagogia
.
siden te de la corm-
__
Come verernes Eva‘shdelgfiéé: les cornités revolucienaries van a cien. Desde 1790, Louis Georges Brequ igny —pre
te hemogéneo de
euesrionar algunos elementos de esta hereneia. Sin embargo, y en lo sion oara 1a ereaeion de depositesfl preve un repar
territ orio francé sfl? anticipande as:
immediate, adeptan un eonjunto de medidas que, tanto en el plane in- los niusees sobre el eonjunte del .
'
_
el gran preyeeto eurepee de Napo leon. .
ridico come en la praetica, cenfirrnan la metéfora de la hereneia al
"‘jr' .“
erlen—
aplicar “les principiesde erden que tendrian unes herederes razena- Les suceses politicos, la penuria financrera, la falta de'exe
1.
realizacren de
bles al temar pesesien de una herencia que les legaria un mobiliarie cia y la inmadurez en materia mus‘eelegica impidenla’
en —aprebada
inmense pero diaperse en numereses casrilles‘”.II esras grandes ambicienes. Fracasa igualmente la decm
tle laprdas en
”Eerencia “112:3 pesesien enigie la elaboration de metedfies gue sin embargo el 6 de abril de 1791—- de crear un musee
“tede s les monu ment os egculpides
permitierametasignageliars—attaino r defififla§_eal§,§_d_s.,.s_g_g§§; Saint—Denis, en el que se reunirian
fannhas '.L3 11111-
fi@,iil:a_ieemision llamada “des Monuments” 5e ere-a para tales fi- o pinturas que hayan pertenecide a les rev-es y a sus
I n—u—.__.—————... .-
cle termiclor inspirandose de una literatura que nada le debia.33 Final- so suerte 1; de sus venganzas a los legisladores, a los magistrados en
mente, también es exacto que los efeCtos del diseurso sobre la protec- los que confia [...] {No le basra con vigilar su concluctai’”.'l1 Romper
cion de monumentos no estuvieron a la altura de las ambieiones- cle— con el pasado no significa abolir su memoria ni destruir sus monu—
claraclas. mentos, sino conservar unos y otros en un movirniento dialécrico que
Y sin embargo, los textos revolucionarios sobre y para la protec- - --simultaneamente— asume y supera su significacion historica original
cion del patrimonio monumental no pueden ser redueiclos a on dis- integrandolos en un nuevo eStrato semantico. r'-‘rrrnand-Gu}r Kersaint
curso tie mala fe. Son demasiaclo detallados 1; estan dietaclos por una evoca “esos lugares célebres qule —recordanclonos que no siempre he—
voluntacl de operatividad manifiesra. Tampoco se pueclen asimilar a mos sido libres——- nos recuerclan todavia el precio de la libertacl”.‘*2
una derivacion reaccionaria, “Faz ideologica de un proceso de exclu- La aetitutl cle Gilbert Romme, cle Vicq cl’Azyr, de Kersaint y de
sion politica”.39 En ese caso, habria que someter a sus informados re- otros —oue se cuiclan cle asimilar el arte y el saber a la ideologia— es
dactores a un proceso por contrarrevolueionarios. Pero, gseri’a realis- comparable a la cle los revolucionarios soviéticos que, tlescle 1917,
ta? l{No equivale esto a proyecrar en sus comportamientos categorias han conservado intacra la ciuclacl simbolo del poder de los zares
cuyos arcaismos ya habian superado? gTenian forzosamente que acl- —San Petesburgo y sus palacios—, a la que el pueblo soviético acucle
mitir que una nacion puede arrogarse el derecho cle desrruir los fun- para desfilar ritualmente ante los testimonios de su historia y ante los
damentos materiales de su historia? Postular comienzos absoluros y resoros acumuladospor los soberanos fundadores de la nacion.
pensar que es posible insritucionalizar plenamente una nueva vision Superacion informada de la conservacion “primaria” en segundo
del mundo equivale a instalarse en el corazon cle la utopia, que niega lugar: ya no se trata unicamente tie prevenir un monsrruoso derroche
el tiempo en provecho del puro inStante y no de la eterniclad a la que de riquezarLas mediclas de prevencion “secundarias” o reaccionales
aspira. La urgencia de la accion impone a veces una mans momenta- del patrimonio historico superan -—asociandolas en una totalidad ori-
naa en el gobierno de los asuntos humanos. Los antropologos nos ginal— tanto a los procedimientos conservaclores précricos cle la pri-
ban enser‘iado también que las sociedades tradicionales, ciclicamente mera fase revolucionaria como a la conservacion ——erudita pero ico-
1r durante un periodo mu}r breve, ritualizaclo, pueden hacer abstrac- nograficau de los anticuarios.
cion de su pasado y de sus costumbres para vivir lo inmediato del Los textos de la conservation secunclaria afirman, a rnenudo elo—
presente.” Pero esos parentesis no hacen mas que confirmar la regla: cuentemente, sus objetivos politicos y materiales: “Todos estos bie-
individuos y sociedacles solo puetlen preservar 1r rlesarrollar so itlen- nes preciosos que se mantenfan lejos del pueblo, o que se les mostra-
tidatl en la eontinuidad rlel tiempo y en la memoria. ban solo para suscitar su asombro y su reSpeto; todas eatas riquezas
Esas verdacles fueron tempranamente comprendidas por los les pertenecen. A partir de este momento, serviran a la insrruccion pu-
hombres que organizaron la proteccion de la herencia monumental blica, contribuirén a formar legisladores filosofos, magistrados ilus-
de la nacion contra los decretos vandalicos. No es necesario interpre- trados, agricultores instruiclos, artiStas tie genio; a los que el pueblo
tar su madurez politica apoyanclose en criterios a la RobeSpierre. El no pedira en vano celebrar dignamente sus éxitos [...] ”.43 Profesion de
objetivo que perseguian, expresion de un pensamiento minoritario, fe que no es una sofistica. Un discurso cientffico y técnico la legitima.
contenia una doble superacion que sus mismos alcances condenaban Tal es el caso 1a Instruction am In manfere d’z‘nvenrorr'er. Se ini-
a no ser mas que una anticipacion sin futuro. cia con una breve apologia cle la razon y termina con una no menos
breve condena del vandalismo.‘14 -
Superacion de la violencia utopica en primer lugar: sabian que la
violencia solo puede ser legitima de forma temporal, que las destruc- Entre esras dos valientes partes, que suman seis paginas, las otras
ciones deben permanecer como heridas, leiclas mas tarde como cica- sesenta y cuatro paginas estan enteramente consagraclas a la defi-
trices. Felix Vicq d’Azyr: “Cuando el pueblo, armado de su garrote, nicion de las cliferentes categorias cle bienes a conservar y a la descrip-
1rengarlor de sus propias injurias y defensor de sus propios derechos, cion de los procedimientos técnicos que le son propios a cada uno de
rompio sus cadenas y derribo a sus opresores, lleno entonces de jus~ ellos. El principal redactor de esre sorprendente texto no es mi un po-
ta colera pudo romperlo todo: pero ahora ha entregado el cuidaclo cle litico, ni un historiador, ni un artista. Es Felix Vicq d’Azyr,” sucesor
98 i Alegorfa del patrimom'o La revolasitfin francesa 99
de Buffon en la Academia Frangaise, e1 autor de "Discours sur l’ana— Alois Riegl, quien sera, sin embargo, el primer historiador que inter—
tomie considerée sous ses rapports avec l’histoire naturelle, sur sa no- preta la eonservaeion 'de los monumentos antiguos con una teoria de
menclature, ses descriptions et sur la maniére de perfectionner a lan- los valores. Omision iluminadora. Riegl razona en términofis de mo-
l__ 51319 XIX-ix.
gage”. Este sabio ——especialista de la anatomia del eerebro y uno de numento historieo ——noeion que panama—ammo t9cl.0a§
_____.....——n-—.-.....r--a
Ios ereadores de la anatomia comparada— aplieo los métodos des- Mbasta 1assess;331930:a;“ss'asjgafittsssjag
A patrimonio.. _.sagas
. _
1.
criptivoslé y taxonomieos que lo habian heeho eélebre en su discipli- mo eoneepto —forjado para designar los bienes perteneuentes a la
na 31 dominion de Ios monumentos historieos. Tambien puso al servi- r1a—Ei—Eflni‘iiifiiishfé'p—fiBliss”de im'nuevo tipo tie. conservation—4 plierdeflbuel-I '1
eio de la proteecion del patrimonio national sus eonocimientos I na parte de su pertine'iieia y eae' en deSuso cuando finaliza la Revolu-
pedagégicos‘” y la experiencia del reconoe’imiento territorial de Fran- rion. En la Franeia revol'iitiio'naria', el valor nacional es el'ig' tie Legit?
cia que habia desarrollado en sus investigaciones sobre las epizoo- ‘iiiiiwa todgs los otros, de los que es indisoeiable, y a su conjunto
tias.‘13 El papel jugado por Vicq d’Azyr en la Cominission Temporai- jerarquizado. comunieandole la plenitud de su fuerza afeCtiva.
. : -~_ . . —'~'<. .
re des Arts durante los afios 1792 y 1793 ilustra una nueva figura, ‘1’ en primer lugafl valor cogn rivglligualmente educatlvo, ra-
uh."—
por primera vez préetiea, de. las fecundas relaciones mantenidas por mifieado en series de conoeim'ieiftosabstraetos y de habilidades prac-
1...1I
las eieneias naturales con el estudio de los monumentos historieos. La tieas. Basta releer el inieio reeién meneionado de la Instruction sur la
fieha-tipo estableeida medio siglo mas tarde bajo la direccion de Pros- inaniére d’iiwcnrorier. No podia ser mas contundente a1 afirrnar5I que
per Mérimée en materia de arquitectura no sera mas preeisa que la los HILJIILIIHL'HHJS historieos son portadores tle valores eognitivos eSpe-
detallada en la Seeeion XI de la Instruction.” El marco eonstruido eifieos v gent-rules para todas las categories sociales. Cualquiera que
por los artesanos de la conservacion reaccional para inventariar los sea e1 siglo al que pertenezean —nos recuerda Kersaint— los monu-
bienes inmueliles de la herencia nacional libera el concepto de monu— mentos son “testigps irreprqehablg;_d_eJ_Ll1Ls_toili_f. Permiten asi
inenro historieo de toda restrieeion ideologica o estilistiea. A partir de construir una Eltiplieidad de historias: polities, de las costumbres,
entonees, el corpus teérico 0 virtual de los monumentos historicos del arte, de las tecnieas, ete., por lo que sirven tanto a la investigacion
eomprende “ademas de los vestigios greco-romanos existentes en inteleetual como a la formaoion de las profesiones y de las artesanias.
suelo francés— las antigiiedades nacionales (eeltas, “intermedia- Estos valores cognitivos introdueen, ademas, una pedagogia general
riasM‘l y goticas) y, como vim'os, las obras de la arqnitectura elésiea v del civismo: los eiudadanos son dotados Lit: una memoria historical
neoclasica. que ——desde el momento en que moviliza sentiinientos de orgullo y
superioridad naeional—jfla e] papel afecrivo de la memoria viva.
"E05 valores economisde los monumentos historieos vienen des—
Valores puestToS valores cognitivos. Ofrecen, por una parte, modelos a la
“indusrriam ——entiéndase a las manufaCturas—. Por otra pan-e, en el
Los valores atribuidos a esos monumentos se detectan a través de Ios siglo que institueionalizaria el grand tour, transformado en rito inicia-
seeos enunciados de 103 deeretos e insrrueeiones publicados por el Co- tico por la sociedad inglesa, casi todos los textos mencionan el interés
mite d’Instruetion Publique desde su creaeion, y también en las decla- del patrimonio monumental para atraer a visitantes extranjeros: “Las
raeiones de los famosos Rapporrs de Gregoire, que refinen las argu- arenas de Nimes y el puente del Gard nan reportado a Francia proba-
mentaciones desarrolladas anteriormente por Joseph Lakanal, Romme, blemente macho mas que todo lo que costaron a los romanos”.53
Vieq d’Azyr y otros fundadores de la eonservaeién seeundaria. La explotaeion de los monumentos franceses como Dbl-ELQMELT
Lo primero j; fundamental es el "@19m Este es el valor leg es imaginada conforme al modelo que constituia Italia —caso
que de principio a fin inspira las medidas de conservation adeptadas unico en toda Europa— desde hacia largo tiempo gracias un conjun-
por el Comité d’Instruction Publique, el que justifiea [a necesidad del to de bazas exeepcionales, entre las euales la mas, preStigiosa era
inventario y de la reeoleecion de todas las heterogeneas eategorias de Roma y sus antiguedades. Suefio turi'Stieo que sera objeto de u'na po-
la “‘hereneia". Curiosamenre, este valor no sera meneionado por litica solo en el siglo XX.
_.- '
La reeol’aciou francesa 10 1
'
Alegori’a del patrimouio
.- _. . _
100
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.. --
n.‘
minisrra del Interior. El encargada de su aplicacian en Ias depar-
-.
.5 -q-.".'.v’.1q;i-r_\;i.;-fl
1“-'_"-.11- . 4.1-.
El gala;_a£§1:s_ti_c_a_gel patrimania monumental es, jerarquicamen-
3%
tamentos es el prefecta, representante de la adminisrracian del Esra—
-
te, el ultimo: esrarus camprensible en una epaca en la que, salvo-en
.._.. _.
las medias cultivadas e ilustraclos, el caneepta rle arte es alga impre- da. La esrrucrura administrativa cle la prateccian ha quedada asi es-
Tali
tablecida y, en 1830, Francois Guizat sala debera aetualizarla.
:LET-tfz-bfit'l'hfi
cisa y en la que acaba de fariarse la nacion tie estética. El termina
De esta manera, aportaclas por el impulsa de 1789, todas las ele-
misma cie “belleza” aparece raras veces, casi furtivamente, en los tex-
tas relativas a la canservacian. La Instruction trata las “abras maes— memos requeridas para una autentica palirica de canservacion del
5-1:,I . _‘_.I..:_,..:;
patrimania hiStorico parecian haber sido reuniclas: creacion del rer-
.
tras del arte” solo desde el punta de vista de su papel pedagogica para
mina manumenta historica —-—cuyo cancepta se ha expandido respec-
I
la farmacian de los artiStas. Kersaint, insiste en “la belleaa de las edi—
1.
'I
ta al de antiguedades—; corpus cn cursa de ser invenrariacla; v pre—
ficias” de Paris, “capital de las art<=:s”,5‘1 hacienda jugar sabre tada en
su favor que afrecen una imagen cle Francia que le vale la enviclia de sencia de una administracian encargada de su canservacian' que
dispane cle insrrumentas juridicas (incluyencla disposiciones pena-
sus vecinos. Las declamaciones de Grégaire sobre la belleza del arte
les)515 y técnicas hasta entances sin equivalentes.
gotica aparecen salamente en'el segunclo y en tercer Rapport,” clan-
Durante la Revalucion, la canservacian del patrimonia historico
cle ocupan un lugar bastante reduciclo.
no fue ni una ficcion ni on engafia. La experiencia dura seis arias que
Cuanda las manumentas historicas pasaron a set, par berencia,
determinaran la evalucion de la canservacion monumental en Fran—
propiedad del pueblo entero, las camites revalucianarias les, arargat
cia a largo plaza. Se ignora, par supuesra, cual habria sido la impar-
ran on valor nacianal dominante y les asignaran nuevas finaliclades,
tancia de las destruccianes si ésta na hubiera exisrido.“
educativas, cientifieas y praCticas. Esre pasa al acta LlE la aplicacian
cancreta de la conservacion y el canjunto de tlisposiciones y de pra-
El termina de la Revolucian puso fin a las trabajas de las comi—
ceclimientos sin precedentes que se elaboraran para administrarla se- sianes reSpansables. SL1 abra no tuva continuation aficial. El interES
de Napoleon I se concentra prioritariamente en los museos. El Lau—
fialan, por primera vez, una intervencian innovaclara de Francia en la vre (Museo Napoleon) se transforma, gracias a Vivant Denan, en el
_g_<’é_p_e_,s_i§ del monumenta hisrérica y de su preservacian. _
primer museo moderno y, a pesar cle Vivaut Denon, las museos de
E1 papel dc instauradar correspondia, como vimas, a Italia. Pas—
esru- provincias recibirian también su parte del fabulasa batin reunido par
teriarmente, en la épaca clasiea, las anticuarias unificaran las
e1 pillaje arganizado y sisrematico de las grandee museas y caleccia—
dias eurapeos sabre antigiiedades: de un pais a atra, las museos ico-
nes de arte eurapeas. Enreramente entregacla a este prayecto the trans—
nograficos diferian solo en el esrila de representacion. Las camités
ferencia y de aprapiacian, Napoleon no se preacupa en absoluta de
revalucionarias introdujeran, en cambia, una innovation radical.
la suerte cle lasmonumenros hisréricas nacianales. La rlesnacianali-
Tambien establecieron”——gracias a la mediacion ,de esra clifereneia—
aacian de una parte de las bienes alienadas cantribuiria al letargo de
una estructura de conservacion centralizada que ——hasra la reciente
un aparato de gesrion naciclo prematuramente. Las mentalidades
deseentralizacian del Estada— Ilegaria a transformarse en el rasga ca-
tampaca estaban maduras para que pudiera generalizarse fuera del
racreristica de la gestian francesa de los manumentas hisréricas.
cantexto revolucianario.
Las esruclias de las anticuarios y su labor de inventariada parli-
El cancepta de parrimania esraba afecraclo, al igual que hay, par
an ser efectuadas par individuas, agrupaclos a no en saciedades eru-
una fuerte cannotacion economics que contribuia a su ambivalencia.
ditas. Hemas vista Como, en Gran Bretafia, éstas roman a su cargo la
For so parte, la nocion de manumento historico permanecera basran—
prateccian de las manumentos religiasos de forma espantanea. En
larl re imprecisa para la gran mavaria de las personas durante varias cle-
cambio, en Francia la prateccian tie on patrimanio que es propiet
la tarment a revalu- cadas. A pesar de que Kersainr —clesignada par el canseja del depar-
cle tadas es responsabiliclad clel Estacla. Durante
tamento de Paris para concebir las nuevas manumentas publicos——
cionaria, la gran hereneia nacional es administracla par comités ad
has en las que el gobierna revalucionaria delega so poder. La politi— apone clarificadaramente monumenra hiStarico53 y manumento, esta
es de conservacion es un engranaje mas del dispasitiva general de diferencia resulta clificil de camprencler para el publica Lna informa-
centralizacian: es elaboracla en Paris, baja la responsabilidad del da, incluyendo a las responsables municipales. Las respuestas a clas
102 . Alogorfo do! patrimonio
Lo roooZocioo {mucosa 103
oncuostas roalizadas rospoctivamonto por la Commission Tomporairo
dos Arts on vontoso dol afio II (fobroro-marzo do 1794) y por la Com- DJotas
mission dos Travaux Publics oi 12 do mosidor dol afio II (30 do junio
"rn- "
1 Uiaso, pot oj-omplo, DESPOIS, Eugono, Lo voodofismo ro’vofozionnoiro,
do 1794) confirman Lina gran confusion on oi manojo do] término mo- Paris,
13-18 y, mas rooionromonto, REAU, Lois, Hisroiro do oorro’oh'smo, Haohotto
a‘i.e:}th-§i-J.-7i-' -'
dos monumentos”, sesion de la Convention del 26 de octubre de 1792,
13 cursiva es MESH-3' . Le Monirear, 2.0 de octubre de 1792.. Su proposicién para Paris esta precedida
24 Uéase el articulo 3" de la Memoirs va citada. “El local necesario no sera _.._-.__.;,. de una arenga vengadora. “Los reves, que pueden usurpar en los templos el
dificil de encontrar en roda ciudad algo importante. Se escogerri para servir ' lugar de la divinidad, se apoderaron de sus porticos; alli habian colocado sus
como maseo4- alguna iglesia entre las que se suprimirian y que, sin esto, . imagenes [....] Ustedes derribaron a esos . insolentes usurpadores; yacen
.
permanecerlan en una absoluta inunlidacl. Consagrandolas a este use, In Vfifltfljfl
.' . . I,
1'1"":33:'-'=i'-.1
.
Elitcndidos sobre (".1 suclo chm; hanbensumgdpll...]t__ cindadigfiispiftg
I J a I-
?fimos l:
St:
sera doble. El edificio estaria construido y la disposicion seria tal que habria que rflunffl l---l de la VICtorla [ e pLIL. o] so rr. os ilra o3. q d l I . d l
r
hacer pocos eainbios para adecuarla al nuevo fin al que seria destinada”. ' i“? despedazados Ell: sus estatuas fo’rrnen un monumento ura ero a a g Gila '3
- pueblo 3! de su destruemon [...] . Convenmon, sesion del 17 de brumario
~ --
3-5 Desrrmda mm 1193 _r 1,8233 :1 pesar de 105 esfucrms Ilsvados a cabv par _ . :'."- del afio 11 (noviembre 1793), Le Moriirenr, 9 d»: noviembre cle ms.
i—
Chaptal para anular Ia adjudicacion. En 1301, este ultimo escribe al ministro de :13: a . 'b’d
Finanzas: “Yo ceso toda tentativa, pero veo con dolor que la influencia de un [it-I -9 L3 MWHE’W, I I -
gobierno reparador no ha'podido salvar uno de nuestros ed1f1c1_os mas L _g,..f,'_ 30 Segun HERMA N'], Daniel, op. cir., pag. ?08.
interesantes para la historia y para las
.
artes” (citado por K. Hertz). iii. ,1 Had
1"," ,.."-
2.6.
J I ..
, . - .
“1". Quando el precioiactual del Efflbfljfl . . ' f: * 32'. Articulo del decreto propuesto por Gilbert Romme en nembre del Comite
sobrepase o meluso alcance el valor del 'j ' ,i ' d’IngtructiQn Publique.
material, no se undira el monumento; '
. _ 33 Que establecia que “los que fuesen culpables cle haber mutilado o roto
'10 TDdO monumento anterior 3] an” 1300 5'3” conservado, 5'95“” i“ '. obras de arte de escultura en el jardin de las Tullerias o en otros lugares
cmmmbrfi
buscara {para determmar
frecuentemente 13 edad dc los mffls dc reliquias 1: “man“ 5'5 pertenecientes a la repfiblica serian castigados con dos afios de detencion”.
la . a 3’ uda de las actas ‘1 ue acorn afian a las reli uias ;
P C; '1' i . Instruction
l- ”93* 34 WCQ D’AZYR, Félut, . snr {a maniere
.. d i-maentorrer
- es de
3“ Todo monumento precioso por la belleza de la manufacture sera conservado; conserver dang roars i’érendne de in Répabiiqae, ions ies obiers gm pennant
_ . . ~ .- . - ' ‘ ’
4° Los monumentos que, sm ser valiosos por la belleza de la manufacture, ‘ n osée er in Commission
_ . . . . conservados; ':- - ”w” aux' arrs, arm: SCIENCES er a {airseigneme
ofrezcan ensenanzas sobre la historia v las epocas del arte seran _. : ‘ per
temporarre des arts at adopter: " d I’"insprop
la Con-me r c o pp a bin;
rnrin 'nedeie
: 3 - ~ Convention narronale, op. cat.
5 Si, entre los monumentos que no merecen ser conservados, se encuentran
algunos que presenten ciertos detalles interesantes para el arte, se dibujaran ,_ . 5'5- OP- “iv pag. 715'"
MICE de fundirlos; ' 36 Le Monirenr 237, 4 de agosto do 1792. En ese discurso Dussault UtlllZflu “L
6“ Todo monumento que sea de interés para la historia, las costumbres y los
. - I
' ‘ '_ muv habrlmente El nombre ,dfl' David, 5111': 1C“: no MUHOCIMW lfunbLln'dU'
'i' I' d- -
135
usos sera conservado- - . artes pertenecen a la filosofia. Incentivad, respetad a los one as cu trvan y as .
J honran. Observad a un David, uno de los artistes mas sublrrnes y a la. vez el rnas
F“ Cuando un monumento tenga una inscripcion o leyenda de interés para la ardiente de los parriotas".
historia o para el arte, se extraera esta inscripcion para su conservacion, _ —- fl , b cl C . ,. T . cl fir,
haciendo mencion al monumento del que habra sido desprendida [...]; 37 T0310 finmflflis el nom “3 ‘3 011111113510“ emporaire 35 * 5-
3” Se eirtraeran, sin dafiarlas, las piedras preciosas 3; las piedras grabadas, las - - 38 . QREGOIRE, abad, Instruction pabirqaenppprrsnr les desrgniitirliug
medallas, los baiorrelieves encastrados en las piezas de orfebreria [...]; 1.: opera-=25 par is vandalism at art has mayeas E e reprimeasesmn e _c
~ _.,
-_
.. -“-I.-|."_.
“H'- -.
.
frucndor afio II, segulclo del decreto de la COnvention Nanonale; Instruction
109
108 Alegoricz del patrimonio Le revalucz'on franc-eat:
ues de
pubiique. Second rapport sur Ie vundaiisrne, 8 de brumario del afio II, seguido. 43 VICQ d’AZYR, Filix, Oeuvres Cornpiites, op. cit., tomo V, “Re-marq
del decreto de la Convention Nationale; Instruction Pubiique. Troisiirne rapport médecine pratique et d‘I-Iygi‘ene”, pig. 30.
cit., Sec.
sur Ie vendelisrne, 24 de frimario afio III. La ambivalencia de Grigoire aparec'e 49 WCQ d’AZYR, Filix, Instruction sur In rneniire d’inventorier, op.
—a pesar suyo— en nurnerosos pasajes de los Repports. Pot ejemplo: “En .‘ X1 (arquitectura), pigs. 63-65.
.1
Francis, donde e1 garrote nacional ha golpeado justamente a los tiranos hasta en dos en la
sus tumbas, habia que dejar de lado al menos el de Turenne”, I, pigs. 163—164. “1° Sc mencionarin, en los inventarios, todos los monumentos localiaa su
'I
. I .
e] cdificio
edificaciin es de piedra tallada, mampostcria de piedra o ladrillo; si
H...
.._
{Iii—"- I. .I'.
Revqtion, Sand and Co, Londres, 1910. M
las piedras,
2“ Si esos monumentos ofrecen realizaciones notables en la talla de
-.Ii'1 til-r“: g
39 HEM/1AM, Daniel, op. cit., pig. 716. de
en la disposiciin de las bivedas o de los arcos, en las diversas maneras
, :_.-
.
una mencion
iluminat, en la forma de las escaleras, etc., as hari, de todo ello,
nn—.
4D IMAUSS, Marcel, “Essai sur les variations saisonniires des sociétés
CSl-ilmUSE en Anne’s sociologique 1904-1905. Véase tambiin GENNEP, imold particular en las actas;
; :7—1'1
"1.,
van, y DnLUMEAU, Jean [din], La rnort des pays de Cocagne, Publications de catolico y por
3° Aquellas casas ocupadas por los que fueron ministros del culto de las artes
-‘-i*.=.-':i*= rt:
la Sorbonne, Paris, 19%. merezca n ser distingu idas dcsde-e l punto de vista
los emigrados que
scr destinadas a
41 VICQ D’AZYR, Filix, Instruction sur In rnaniire d’inventorier, op. cit.. serin tambiin inventariadas, y se indicati igualmente si pueden
s, etc.;
pags. 67-68. En el mismo sentido, vet DUSSAULT, op. cit. usos piblicos, si es posible establecer manufacturas u hospicio
para la
42 KERSAINT, Armand-Guy, op. cit., pig. 3. Véase también pig. 39, cl pasajc 4" Todos los modelos de miquinas que sirvan a la arquitecrura u’in dc
sobre el Louvre. “Al estudiar este palacio traaado sobre el modelo de lo mis preparacion, el transports, la elevaciin, la distribuciin v la colocac
;
grands, se pasa sin intervalo de la admiraciin a -la indignacion: se siente tanto materiales serin inventariados y conservados cutdadosamente
mas respeto por el esfuerzo de esos artistas [...] que odio v desprecio pot sus y _romana se
mmistros". O mei or ain, Ia condena del proyecto de destrucciin de Paris —-la 5" Los modelos de monumentos de arquitectura egipcia, griega
colocarin aparte y se reserva rin para la ensefian za;
ciudad de las ciudades, e1 orgullo del Imperio— como “contrattevolucionario”.
' ion sea considerada
teat, pigs. 16-17. 6° Las casss, castillos 1/ cualquicr monumento cuya demolic
itil
4::5 WCQ‘D’PIZYR, Filix, Instruction sur In rnoniére d’inventorier; op. cit.. necesaria, si su construcciin ofrece masas o detalles de los que sea si hay
serin inmedia tamente descrito s y dibujad os; v,
pag. 3._Feltx Vicq d’Azyr fue el redactor de este texto aninimo, firmado por los conservar las formas, cle ninguna
respecttvos presidentes de la Commission des Arts 3! del Comité d’Instruction inscripciones, se transcribirin, a fin de que el arte no se vea privado
- ventaja por el rigor de las medidas revolucionarias exigidas por lss
Publique. Véase pigs. 99 y 100 v nota 45.
circunstancias;
44 Ibid., pig. 33. que
F“ Se inventariarin los planos 3r dibujos concernientes a la arquitecrura,
4.5 Filit-t ‘v’icq d’Azyt, [1748;]?94}, midico y fundador dc la Academic Royals serin conserva dos siguiend o los procedim ientos indicado s en este tento".
de Midecine. Miembro del Comiti d’Instruction Publique y de la Commision
Tcmporaire des Arts, el 10 de n'oviembre {20 de brumario del aiio II) se le 50 Tirmino cimodo para cubrir los periodos cuvo estilo (merovingio,
o por Francois
encargi redactar “on plan a efectos de organiaar e1 trabajo en todos los rominico) esti mal identificado, y que contmuari siendo utilizad
departamentos para conocer los objetos de los que se ocupa la Comisiin de las Guiaot en 1330. Viase e1 capitulo IV, pigs. 115 v 116.
ores, los
fit-res en Paris”. El 20 de brumario, recibe el encargo dc elaborat una 51 “El conjunto del cuerpo social” esti simbolizado por los legislacl
Instruccion sobre los inventarios- El 25 de diciembre lee y presenta su Rapport magistrados, los agricultotes y los artistes.
a la comisiin, que lo adopta. el comercio de
52 En el caso de las destrucciones sistemiticas, “la industria y en varias
46 Asi lo demuestran nurnerosos pasajcs del “Discours sur l’anatomie considerie ridad que han adquiri do,
Francis perderian ripidamente Ia superio
'“, en VICQ d’AZYR,
sous ses rappotts avec l’histoire narurelle, sur sa nomenclature, ses descriptions at ramas, sobre la industria v cl comercio dc nuestros vecinos
sur la maniine de perfectionner a langage”. Viase, pot ejemplo VICQ d’AZYR Filix, Instruct ion sur In rneniire d’invent orier, op. cit., pig. 69. Viasc tambiin
Filit-t, _Oeuvres Cornpiites, ed. ]. L. Moreau, Paris, 1305, tomo V, “Mirnoirc sit Rappor t, op. cit., pig. 212, en el que evoca e1 inito
GREGOIRE, Troisiirne
gracias a la compra
[as potssons“, pigs. Iii-16?, “Mimoire sur les oiseaun”, pigs. 223-221 comercial de la fibrica de Wedgwood en Inglaterra donde,
ycn “los
47: Ibid., tomo IV, pig. 52: “He pensado qua todas estas descri ciones serin que realizi el Parlamento mediante acta de los modelos que constitu icaban
vasos etruscos de Hamilton”, a los pocos afios se vio como se “scatupl
Littles cuando hayan sido teducidas a la misma presentaciin; es lit): quc he
realizado en los cuadros donde cada uno de los diferentes irganos ocupa una los ptoductos cortientes de los dominios”.
columna especifica, de este modo la comparaciin surge dc la sola inspccciin de 53 GREGOIRE, abad, Premier rapport. op. cit, pig. 182. Esra pasaje, qué
y
las secciones cotrespondientes”. Veise tambiin su competencia como archivista. empieaa con “Esos monumentos contribuyen- al esplendor de una naciin
. "a-
.usnfiafph;
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110 ' Alegon’a del patrimonio La revolncidn francesa 111
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he:
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aumentan su preponderancia politica. Eso es lo que los extranjeros vienen a razonamientos", Haiti, pig. 11, o tambiin pig. 1?: “Para dar a esta verdad Ia
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31*"
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admirar", introduce an proyecto de traslado de las obras de arte que anticipa fats-ran de an sentimiento, consagrad en comun un gran monumento a la
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1.5:..1:.r- ‘J _
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t.
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del Apolo del Belvedere y del Hircules de Farnesio serian su mis brillante
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conquista. Grecia iue la que decori Roma; pero Ias obras maestras de Ias .: we“
I'l- 59 O'CONNELL, Lauren Marie, Architecture and the French Revointion: the
Conscii dcs bitiments Civiis and the Redefinition of tire Architects ‘Flfiid' of
i-
repiblicas griegas, 1{deben decorar el pais de los esclavos? La reptiblica francesa i'va'
_.__1-‘-.
Action in the 1790s, tesis de historia de la arquitectur’a,'Corncll UHJVEISIQ’,
_
debe set so domicilio”.
.-
1983, en la cual el autor publica la carta, a in we: _laconica y confusa, enyia'da
'
- _',_-
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54 KERSAINT, Armand-Guy, op. cit., pigs. 20 y 45. por la Commission des Travaux Publics a los administradores de cada distrito,
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_‘-_.'.1':-_'
para obtener especialmcnte “e1 estado nominatnro de todos los monumentos, el
l'
55 “Aqui, solicitamos la mirada de los legisladores sobre los monumentos de la
del lugar en el que se encuentran” y parte de las 390 respuestas conservadas en
.
-
edad media que deben ser conservados, sea para servir como edificios, sea por
_.-
los archivos nacionales. Muchos agentes solicitan InfOImJCIDI'lES‘ '
1-1
razones de arte: til es el caso de la basilica de Chartres, de la que sin duda era
.
complementarias. El dc Chartres: “Me ocupo dc entregarles las informaciones
1
._
itil sacar [la cubierta] de plomo, porque lo primero era derrotar a nuestros
"_.-_.
que ustedes me solicitan en su carta del 18 de termidor, relatwa al enino del _
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encmigos; pero en vez de reemplaaar esta cubierta con tejas o con pIanchas,
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_
II
estado de los monumentos [...] pero estoy en la duda sobre el verdadero senttdo
f;\'
_
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este admirable edificio que los rigores deI invierno harin perecer fue dejado
del tirmino monumento. En el significado preciso, gdebo entender por
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descu bierto ”.
monumento toda realiaaciin establecida para recordar un suceso o todos los
Arniens reclama, con el cclo mis ardiente y mis elogiable, la conservaciin de su edificios que pueden ser considerados obras maestras del arte, como algunas de
catedral, uno de los mis hermosos edificios goticos de Europa: la magnificencia, las anteriormente iglesias y otras realiaaciones” (11 de agosto do 1?94); el de
la audacia y la ligereza de su construccion hacen de ti una de las concepciones Bayonne: “A pesar de mi deseo dc sansfacer su demands, no podre hacerlo ,,
mis audaces del espiritu humane. hasta que ustedes se preocupen de decirm'e 1p que entrenden pot monumento
('19 de agosto 94); o tarnbién el de Corbeil: Las cornunas a [as one he
Las mismas reflexiones se aplican a la catedral de Estrasburgo, cuya torre es la
pirimide mis aIta dc Europa y no macho menor que la de la pirimide rnis alta solicitado esas diferentes demandas me han respondido dc manera totalmente
ajena a lo que ustedes ,desean a1 respecto: la palabra ‘monumento. es demastado
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HISTORICO. 1820-1960
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“Los monumentos de la antigua Francia tienen un caracrer y un inte-
rés particulares; pertenecen a un ambito dc ideas y de sanrimientos
eminentemente nacionales para que, sin amlzzwargo> ya no as renne-
uan”. Tal es la primera line-a dc! primer volumen de [:05 Voyages pf:-
rorasques at romanriques (fans l’ancianne France, publicado en 1820
......
por Charles Nodier y el barén Taylor. Esta constatacién de un agota-
miento irremediable y la precisién prontamente agregada de que los
autoras no recorren Francia “como eruditos [...] sino come viajeros
curiosos dc aspectos interesantes y avidoa de noblas recuerdos”, es
decir, que el suyo es “un viajc dc imprasianas”,1 desvelan un cambio
de mentalidad. Nodier es uno de los primeros en intuir que el siglo
XIX va a omrgar un estatus nucvo a las antigfiedadcs. El monumanto
hisrérico cntra entonces en su fase dc consagracién, que durara has-
ra Ia década de 1960 0, tomando una facha simbélica, hasta 1964,
afio de la redaccién de la Carta de Vencciafi
Esta franja cronolégica‘ puede parecer, a primal-a visra, demasia—
do emensa. Abarca sucesos, hechos y diferencias que podrfan haber
dado lugar, aparentemente, a una periodizacién mas precisa. Es el
caso de las contribuciones, originales y sucesivas, da 10:; diferentes
paises eumpeos a la teorfa y a las précricas de conservacién del
monumento histérico, come, por ejemplo, el avance de la raflexién
britanica que se mantiene hasn'a Ias filtimas décadas del siglo XIX,
cuando Italia y los paises germanicos roman e1 relevo de la innova-
cién. También es el caso de los descubrimientos de laaciencias ffsicas
)7 qufmicas, dc la invencién de técnicas 0 de 105 progresoade Ia histo-
.1
.. ’._._-_.-
-...-'S-'-."-
51:3: 15% |
114 i Alegorfa del patrimorrio La corzsagracion del monumeato bistdrico. 1820-1960 115
llo de la restauracion de monumentos como disciplina autonoma. Lo
In res-rolucion industrial como proceso de desarrolio planetario
mismo ocurre con la evolucion )7 las revolueiones del arte y del gus—
otorgaba virtualmente al concepto de monumento historico una
to, cuyas exclusividades y entusiasmos han determinado las disrintas
aeepeion universal, aplicable a la escala mundial. En tanto que pro-—
fases del'tratamiento y la seleccion de los monumentos hieroricos que
ceso irremediable, la industrializacion del mundo ha contribuido, por
proteger, llegando incluso a militar contra la conservacion de los mo- nna parte, a generalizar y a aeelerar a la implantacion de legislacio-
numentos antiguos en el caso de las vanguardias arquitectonicas del
nes de oroteccion del monumento historico y, por otra, a hacer do 13
siglo XX? el Plan Voisin de Le Corbusier (192.5) que arrasaba el vie- resrnnracion una disciplina en si, solidaria con los progresos de la his-
jo Paris apenas dejaba en pie media docena de monumentos. Este ma- toria y del arte. '
nifiesto del movimiento moderno hizo escuela después de la II Gue-
La decada de 1830 marca la afirmacion de una mentalidad que
rra Mundial e inspiro las renovaciones destrlictoras‘1 llevadas a cabo romoe tanto eon aquélla de los anticuarios como con la actitud de
hasra la decada de 1960 e incluso después. la revolucion francesa. A partir de la damage; 1850 -—y a pesar de-
Los criterios nacionales, mentales o epistémicos, técnicos, estéti- los desfases en su 1ndustr1M10ln— el monumento " E1stot1co
. .—-—-"‘"_.' . 'HT__,__—--- ““— . ,. .
es
—--—|-—_
cos o éticos permiten identificar claramente los momentos de mayor _ caI'ié'sgrsds'fia‘fla"Emma de los pa_is§_si_"'eo_§o§§_os; Consagracion
"' -|-"‘ll"|-u —u--I-\.--- —.-—-.-r-""|" '
intensidad y mas significativos en la hisroria de los monumentos his- que, pa‘ia**e1‘easrefif6”'délBeat-Lido, ipodria ser definida a partir de
......
toricos. Las divisiones cronologicas que estos introducen tienen, sin dos EEXIDS simbolicos y complementarios, el uno oficial y adminis—
embargo, solo on alcance reducido y secundario en comparacion con trativo, el otro poetico y conteStatario: el Informe presenrado a!
la unidad del periodo (1820-1960) que los engloba: unidad soberana' Rey, e121 de oetabre de 1830, por M. Gregor, mfm'stro del Interior;
que impone, por su reconocimiento, su coherencia y su estabilidad, el para irrsritaz'r a! cargo de inspector general de los monumenros er:
estatus adquirido por el monumento historico con-e1 advenimiento Francis: y el panfleto publicado en 1854 por john Ruskin, “The
de la era indusrrial; Este estatus puede ser definido por un conjunto de opening of the Crystal Palace, considered in some of its relations to
determinaciones nuevas y esenciales referidas a la jerarqml: dc valo- the weapons of art”. .
res de los que esta inveStido el monumento historico, a sus corztornos El inicio del siglo XIX eata’ marcado, esencialmente en Italia 3; en
espocio-remporales, a su estates jurz’dico y a su tratamierzto tecnico. Austria, por on cuestionamiento compleio de los, valores y de las
En efecto, el advenimiento de la era industrial corno proceso de practicas del monumento hiatorico cuya lucidez ha sido raramente
transformacion pero tambien de degradacion del entorno humano ha igualada desde entonces. Sin embargo, cuando, 331-1964: la asamlqle‘a _
contribuido ——conjuntamente con orros factores menos importantes
_ ClEI_C_OMOS5 redacta lai“Carta Internacional sobre lé‘b‘bfiEEI-Ev'a'éiafi‘y
como el romanticismo— a. invertir la jerarquia de valores atribuidos lawr_e_stanracion dehlos Jnonuinentos y los sitios”, elimar'co'iteoi‘ico"
a los monumentos historicos y a privilegiar, por primera vez, los va— i y practico en el que se inscribe el montnn'ento l‘iistorico continua sien-
lores de la sensibilidad, particularmente los esteticos. La revolucion do el que ha. construido el siglo XIX.
indusuial como ruptura con los modelos tradicionales de produccion
abria una irreductible fractura entre dos periodos de la creacion hu-
mana. Cualesquiera que hayan sido sus fechas —variables segfin los El concepto de monumento historico como ta]
paises—, la ruptura que supuSo la industrializacion se ha mantenido,
durante toda esta fase, como la infranqueable linea de separacion en- Valor cognitnro 3r valor r2rtr’stieo
tre un antes —-donde se encuentra relegado el monumento historico— n.
bién uno de los hiStoriadores mas notables de la cpoca y el que crea dirige a la razon historiadora y, en el otro, a la sensibilidad estética.
el cargo de inspecror de los monumentos historicos en Francia. DiStincion que es necesario retornar porque la conceptualizacion del
Cabe observar, sin embargo, que en el siglo XIX la economi'a del campo del arte, a partir del renacimiento, no repercute solamente en
conocimiento ha desplaaado la funcion cognitiva del monumento his- las modalidades de la creacion artIStica, sino que,‘por la via the la ter—
torico hacia el campo -——recien circunscrito y en vias de organiza- minologia, conduee a confusiones importantes que la semantica de
cion— de la historia del arte. Ios monumentos historicos debe desvelar.
En efecto, a pesar de las resistencias locales, cl siglo XIX se dis- Los términos antigz'iedades )2 anticaarios eStaban desproviStos de
tancia de los anticuarios." La hisroria politica y la de las instituciones ambigiiedad, sus connotaciones estan ligadas al conocimiento. En
dedica toda su atencion al documento escrito, desinteresandose del cambio, las connotaciones de las expresiones historic: e historiador
mundo abundante de los objetos que interrogaban los eruditos de los del arte remitennal one mas que a la historia; dan pie a una asimila—
siglos XVII y XVIII. El vinculo con cl univcrso de lo conStruido sc dis“ cion y una confusion entre el conocimiento del arte y la experiencia
tiende. En el siglo XIX, los historiadores que querian y sabian mirar del arte que, todavia boy, siguen siendo habituales.
los monumentos antiguos eran la excepcion, y asi continuo siendo Contra esta confusion reacciona Alois Riegl en su analisis axiolo-
durante largo tiernpo. En su Informs presenrado :11 Ray, Frangois gico del monumento. Retorna para si la disoeiacion radical entre valo—
Guizot sefiala clararnente la nueva importancia concedida alarte y a res de conocimiento y de arte esrablecida por Konrad Fiedler en los ma-
su estudio cientifico, subrayando el valor de los monumentos para al— nifieStos de la década de 1870, donde éSte describe el desarrollo
gunos especialistas entre los cuales no pretende incluirse. Sus conoci- creciente ———n'Ial percibido por sus contemporaneos— de una valoracion
mientos' personales en la materia no mueStran ningtin progreso res- intelectual de los monumentos del arte.9 La atencion critica de la que
pecto a Gregoire. Para él, cl gotico continua siendo sinonimo de arte eran objeto las creaciones de las artes plasticas, particularmente de la
nacional. Esre esta precedido por los estilos “bastardo(s)” y “degra- arquiteetura, asi como la multiplicacion de los trabajos historiograficos
dado(s)”, que Guizot califica globalmente eomo “intermedio(s)”: cin— que les eran consagrados, provocaron e1 ternor de Fiedler por el desti—
co afios antes, el joven Victor Hugo hablaba ya de arte roar:rinr'co.iI no mismo del arte y por su vitalidad. Veia en ello el signo de una futu-
Por el contrario, desde la primera linea del Infome preseatado a! ra hegemonia de la razon y su triunfo, anunciado por la filosofia hege-
Rey, “el suelo de Francia’l3 esta simbolizado por sus monumentos. liana, sobre los poderes creadores de la sensibilidad y del instinto.”
Para Guizot, como para la mayoria de los historiadores de su tiempo, Aunque no compartiesen una filosofia del arte tan elaborada,
los edificios antiguos ya no contribuian a fundar un conocimiento en ProsPer Merimée y Eugéne-Emmanuel Viollet-le—Duc expresaron en
cl que basar su propia disciplina, sino a ilusrrarlo 1; a servir asi de Francia inquietudes similares. Estas confirnian la permanencia y la
apoyo a un sentimiento: cl scntimiento nacional. consolidacion de los vinculos que unen el monumento biStorico con
En la realidad, el relevo de los anticuarios es asumido pot losing: el mundo del conocimiento intelecrual. Los dos hombres probaron
toriadores del arte, recien llegados a la escena del saber. Para ellos, las ampliamente que, tanto uno corno otro, vivieron la inmediatea de la
crea‘e'ioife'srtfie'laar—quitectura antigua van a ser desde entonces el ob- experiencia artistiea tal como la describe Fiedler: Merimée fue uno de
jeto de una investigacion sistematica que atiende a su cronologia, su los primeros en entrar de lleno en el mundo romantico.11 Sin embar-
tecnica, su morfologia, su genesis )1 sus fuentes, sus decoraciones con go, en su confrontacion con los monumentos historicos, el uno y el
frescos, esculturas y vidrieras, asi como a su iconografia. otro recurren a la via indirecta del anélisis racional: el primero, para
Fundado sobre el esmdio de los monumentos historicos, un nuc- convencer a los franceses de que conserven su herencia monumental
vo corpus dc conocimiento se encuentra asi en vias de constitucion. y para paliar su falta de sensibilidad estética;12 el segundo, para tra—
Esre esta alimentado y a menudo orientado por la reflexion sobre el tar de fundar un nuevo arte de consrruir one proteja un “deseo de
arte que se desarrolla en la eStela de la Critics: deljnicio. Ya he subra— arte”” y una sensibilidad estética debilitados.
yado la disrincion operada durante el renaeimiento entte el valor in- El antagonism entre las aCElVIdadt’S dc la razén j” del ant ha
formativo y el valor hedonico de las antiguedades que, en un caso, se permanecido en el corazon del debate filosofico occidental. La muerte
118 Alegorfla del parrimom'o La consagracion del monumenro laz'storico. 1820—1960 119
del arte anunciada por Hegel no termina de cumplirse, en tanto que 'n.
ESEE‘ tipo de obras ilusrradas se multiplican durante las primeras
décadas del'siglo XIX. Los monumentos y edificios antiguos, al trans-
I. I
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ficil, precaria, incesantemeute rccomenzada. El monumento historico implantacion, patina, forrnas fantasmagoricas, signos de un nuevo
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y al sentimiento por caminos menos arduos, mas amplios y faciles, aplicaba a todo tipo de construcciones antiguas, por mu}r desconoci-
acogedores para todos; caminos que el siglo XIX abordo con decision. das, secretas o modestas que fuesen. En numerosos casos las ilustra-
ciones de los Voyages de Nodier y Taylor, que se querian libres de
toda preocupacion cientifica, siguen siendo, sin embargo, la unica
Preparacidrr ronrdnrica: lo pinroresco, a! sentimiento de abandono y fuente documental de la que disponen los hiStoriadores sobre la Fran-
el culro del ante: ' cia urbana 3; rural de principios del siglo XIX.
Mas alla del inmediato y puro placer de la viSta, la imagen pin—
La sensibilidad romantica habia, en efecto, descubierto en los monu- toresca puede engendrar tambien un sentimiento de turbacién 0 de
mentos del pasado un campo'de deleites mas accesible. A esos- vesti- angustia con el que se deleita el alma romantica cuando transforma
gios les unia una red de vinculos afectivos nuevos y multiples. Me li- en esrigmas las marcas depositadas por el tiempo sobre las creaciones
mitare solamente a evocar de pasada algunos de sus efectos. liumanas. Designadas como simbolo del destino humano, estas ad—
En la pintura y el grabado romanticos la representacion figurada quicren entrances un valor moral: sou e1 doble emblema del arclaé
de los monumentos antiguos desernpefia un papel praCticamente [principio) creador 1: tie la transitividad de las obras humanas. La rui-
inverso al que le otorgaban anteriormente las obras de la erudicion. ua medieval, menos antigua, mas extendida y mas familiar, entrega
A la iconizacion museal )7 abstracta, donde la imagen tiende' a susti- asi un testimonio mas dramatico que el de la ruina antigua. La for-ta-
tuir a la realidad concreta de las antigiiedades, sigue una iconizacion leza reducida a sus murallas, la iglesia gotica de la one 5610 subsiste
suplementaria que enriquece, por el contrario, la percepcion concre— la osamenta revelan, mejor que cuando intaCtas, el poder creador que
ta del monumento historico por mediacion de un nuevo placer. La mi— Have”: a edificarlas; sin embargo, los musgos corrosivos, las malas hier-
rada del anticuario consrruia una image-n independiente y tan analiti- bas que desmantelan techumbres y desencajan las piedras de Ios mu—
ca como fuera posiblc del monumento. La mirada del artista ros y los rostros erosionados de los apésroles del portico de una igle—
romantico inscribe al monumeuto en una puesra en esC‘ena sintética sia recuerdan que la destruccion y la muerte sou el término tie tan
one lo dOta de un valor pictorico suplemenrario independiente de su maravillosos comienaos.
calidad estética propia. Emocion esterica provocada o por la calidad arquitectonica o
La diferencia entre esras dos aproximaciones esta 3 veces ilustra- por lo piuroresco; scntimiento de desamparo impuesto por la percep—
da por un mismo artista. Es el caso de Ios grabados de Joseph M. Tur- cion de la accion corrosiva del tiempo: la progresién de esos valores
ner. El artiSta ejecuta, por una parte, una serie de laminas analiticas alt-ctivos integra al ruonumcnto en un uucvo culto del arte llamado a
para el anticuario Thomas Durban Whitaker en la decada de 1790, sustituir a1 culto de un Dios que sera dado por muerto por un peasa-
presenrando objetos descontextualizados, disociados unos de otros y dor de finales de siglo. En el norte de Europa, la iglesia gotica se pres-
rigurosamente definidos segun sus caracteristicas morfologicas y de— ta a esta transicion de un culto hacia otro: principal escenario tanto
corativas.H Por otra parte, entrega a diversos Annuals sus primeras de las celebraciones de una religion todavia viva como de una busque-
“topografias pintorescas“,15 vistas sinteticas en las cuales e] monu- da esrética de lo absoluto. El muy carolico Charles Forbes Montalem-
mento es parte del conjunto que le sirve de escenario: se presenta, ilu- bert da prueba, sin pretenderlo, de esta contaminaeion cuando. al
mina y colorea en funcion de ese entorno con la intencion de produ- apovar a Victor Hugo en el combate contra “el vandalismo oficial y
cir un efecto. municipal”, afirma su doble “pasion antigua y profunda”, “siempre
120 Alegorfa del patrimom‘o La consa'gracz'on del monumeuro bistdn’co. 1820-1960 121
creciente”, por la arquitectura de la edad media como creacion del ca- y un nuevo disranciamiento, a1 mismo tiempo que liberaba las ener-
tolicismo y del arte.16 gias dormidas en favor de su proteccion.
Tanto escritores como pintores buscan transcribir la dimension ' La puesta en escena del monumento historico, tal como lo con—
mistica de la arquitectura gotica en difetentes formas literarias afines sagra e1 siglo XIX, se brasa en el contrasre, palabra elave con la que
a los temperamentos individuales y a las sensibilidades nacionales. Augustus Welbv Northmore Pugin acerto a titular uno de sus li—
Por mu3,r dispares que sean, las catedrales de Victor Hugo, de John bros.13 Como trasfondo, un paisaje pintoresco en el cual el edificio
Ruskin e de Joris—Karl Huvsmans sirven al unisono al culto del arte. antiguo eSta integrado. En el primer plano, el mundo en vias de-in-
De la misma manera, tanto si capta y absorbe la luz en Turner como dustrializacion golpeado por la fuerza de la agresion. Poesia de la
si nos introduce en el mundo nocturno y fanta’srico de Dore cuando antigfiedad, drama de su confrontacion con lo que se designa como
ilusrra los escritos de Hugo o si es un enigma arrojado por Gaspar “nueva civilizacion”: estas dos perspeCtivas sobre el monumento an-
David Fiedrich 3! Carl Gustav Carus en una naturaleza muda, entre la tiguo eStan conStruidas simultaneamente por Balzac en Béatrfx, don-
blancura de la nieve o el verde oscuro del Urwald, en todos los casos, de la pequefia ciudad de Guerande hace resurgir un pasado en—
el mo‘numento gotico introduce a la trascendencia del arte. cantador en una pagina casi proustianal-‘l y, a la vez, simboliza *el
Pero, después de haberse dejado encantar por los sortilegios de anacronismo de un grupo social que no ha sabido o no lia querido
los monumentos antiguos, despues de haberlos celebrado debidamen— adaptarse a la nueva civilizacion de las comunicaciones, de los inter-
te, numerosos escritores se sintieron empujados a transformarse en cambios y de la industria.
sus defensores oficiales. En el texto recien citado, escrito en 1833, tres El mundo consumado del pasado ha perdido su continuidad y la
afios después de la creacion de la Inapection des Monuments I-Iisrori- homogeneidad que le conferia la permanencia del MELL‘EL manual
ques, es a Victor Hugo y no a Guizot a quien Montalembert concede de los hombres. El monumento hisrérico adquiere, por esro mismo,
la prioridad y la preeminencia en la defensa de esra c'ausa.” El cstcti- una nueva determinacion temporal. La disrancia one nos separa de
cismo y el sufrimiento del alma romantica no bastan para eXplicar ellos se encuentra a partir de entonces desdoblada. El monumento es
por qué Victor Hugo y los escritores de su epoca militaron con tanta relegado a un pasado del pasado. Un pasado que deja de pertenecer
conviccion y con tauto ardor afavor de la conservacion de los monu- a la continuidad del devenir y que no sera' desarrollado por ningun
mentos presente ni por ningun futuro. Y, cualquiera sea la riqueza de las ve—
tas arqueologicas at’m por explotar, esta fractura del tiempo inscribe
f el campo de los monumentos historicos en los limites de una finitud
inapelable. Desde el renacimiento, las antiguedades, fuentes de cono-
cimiento y de placer, aparecfan tambien como referencias para el pre—
Escritores, intelectuales y artistas fueron movilizados por otra fuerza: sente, como obras quit; pgdian ser igualadas o superadas. l’ero, a par-
la toma de conciencia de un cambio de era histt’irica, de una ruptura tir de la decada do 1820, el monumento historico qucda inscrito bajo
traumatica del tiempo. Sin duda, el ingreso en la cra industrial, la el signo de lo irrciiTplazable, los dafios que sufre son irrr.=:parablesim y
brutalidad con la que ésta pasa a dividir la hisroria de las sociedades su perdida es irremediable.
y de su entorno, cl “nunca mas como antes” que esro implica consti— Es asi' como al Nodier de los Voyages le suceden Hugo, Guizot,
tuven uno de los orfgenes del romanticismo, al menos en Gran Breta- Balzac v Merimée, oponiendo a la “antigua” o la “vieja” Francia la
fia y en Francia. Sin embargo, e1 choque de esta ruptura desborda am- “nueva” Francia v resumiendo sus diferencias en formulas sorpren-
pliamente al movimiento romantico. Ann si sus ondas repercuten dentes. Hugo: “La industria ha reemplazado al arte”.21 Balzac: “Al
sobre la tOtalidad de la obra de autores como Victor Hugo u Hono- trabajar para las masas, la indusrria moderna va destruyendo las cre-
re de Balzac, debe ser objeto un analisis particular. En efecto, la toma aciones de Arte [...]. Disponemos de productos, pero ya no renemos
dc conciencia del advenimiento de una nueva era 3» de sus consccuen- {$133331 En Inglaterra, Thomas Carlyle traza la via de William Mo-
cias creo, con relacién al monumento histérico, una nueva mediacion rris cuando define esta oposicion como a‘quella de lo organico y de lo
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122 l I Alegon’n del pairimonio La consagracion del monumenro historian. 1820—1960 123
mecanico: “Nada se ejecuta directa ni manualmente, rodo se efecrfia an conservacion. Victor Hugo fija la pauta: “Si, corno creemos, es
z—
-
Segun normas y obedece al calculo. Ahora no son solamente nuestro cierto que la arquitecmra, {mica entre todas las art-es, ya no tiene nin-
medio exterior y el mundo fisico los que estén organizados por la ma- gun porvenir, empleen entonces sus millones en conservar, en mante-
quina sino tambien nuescro mundo interior y e5piritual“.13 Ruskin su- ner, en ctcrnizar los monumentos nacionales e historicos que pertene-
braya la Oposicion, a cada lado de la fatidica linea de division, entre cen al Estado y en comprar los que pertenecen a los particulares“,is
la arquitecrnm tradicional y la consrrnccion modernafi‘1 Publica 0 do— El culto del pasado al monumento coexisre con aquel que pronto se
mesrica, la primera tenia como vocacion proclamar la permanencia designara como el de “la modernidad”. El pesimismo de Balzac l'lega
de lo sagrado y, a la vez, la de ir desgranando en el riempo las dife— mas lejos. El prevé la destruccion completa del patrimonio annguo
rencias” de los hombres. La segunda, anonima y esrandarizada, nie- que, a largo plazo, no subsistira mas que en la “iconografia literaria”,
ga el tiempo y sus huellas: la arquitecrura doméstica es reemplazada de la cual da un ejemplo en La comedin bMIfiHHH. A diferencia de los
por viviendas precarias por las que se transita como por un albergue anticuarios, Balzac concilie el monumento liiStérico ante todo Como
y la arquitectura publica cede cl lugar a eSpacios de hierro y vidrio un preciatlo {'Jl‘ijt'iil cnncrcto cuyo valor depends dc su conscrvacion
cuva superficie no permite que el tiempo se pose. iisica, pen), a dilerencia de sus contemporaneos ingleses, lo COHSIde-
La consagracion del monumento histérico aparece asi directa- ta CUHdL'HLILlU por cl transcurso dc la hiatoria.29
mente vinculatla, tanto en Gran Bretafia como en Francis, :11 advcni- Los defensores ingleses de los monumentos historicos ignoran
miento de la era industrial. Pero esre advenimiento y sus consecuen- cse fatalismo. No se resignan a la desaparicion de los edificios anti-
cias no son interpretados de la misma manera en los dos paises en lo' guos en provecho de una nueva civilizacion que, encarnada por Nor-
que respects a sus incidencias sobre el destino de las sociedades occi- icanierica, construve “un tnundo sin un recuerdo, sin una ruina”.3'”
dentales. De alii que exisran diferencias en cuanto a los valores que Para ellos, los monumentos del pasado son necesarios para la vida del
uno y otro pais atribuyen a los monumentos his:éricos.fii Franciara presente, no como ornamentos ni como arcaismos, no unicamente
pesar de ser un pais de tradicion rural, el proceso dc industrializfiion' como portadores cle conocimientos y de placer, smo como parte de la
es legitimaclo por la conciencia de la modernidad, sean cuales sean sus cotidianeidad.
efectos, negativos o perversos. El transcurso de la historia, la idea de
progreso y la perSpectiva del futuro determinan el senrido y los valo-
res del monumento historico: en su manifiesro contra el vandalismo, Ei sailor do pinridd
I-Iugo reclama la creacion de una “ley para el pasado”, “lo mas sa-
grado que tiene una nac’ioilcg‘gnés def porvanir”.35 De este modo, Ruskin agrega a la memoria un nuevo valor y una nue-
Por el contrariofigljaterrag pesar de ser la tierra natal de la re- va finalidad del monumento liistorico: “Podemos vivir sin [la arquitec-
volucion industrial, sigue mucho mas apegada a sus tradiciones, mas turn] 3; también podemos adorar sin ella, pero no podemos recordar
orientada hacia el pasado: la idea de revival, que no llegara’ nunca sin ella”. En esta afirmacion del célebre capitulo VI (“La lampara de
a extenderse en Francia, inspira alli un movimiento floreciente.” Y, a la memoria”) de Las siere [iimpnras de in nrqnirecrnra, la arquitectura
pesar de su adhesion a las ideas de Karl Marx, William Morris no mantiene como propios una funcion y un sentido que estén en contra-
deja de creer en una reversibilidad de la hiatoria y de preconizar los diccion con las ideas de Hegel 3: con las del Victor Hugo del “esro ma-
reencuentros con el trabajo manual como fundamenro de un arte po- tara a aouello”. Sobre todo, proviene de otra inrencionalidad.
pular. No es sorprendente, entonces, que los ingleses hayan otorgado Para el auror de Lns piadras de Vanacin, la arquitectura es el uni-
al monumenro historico significaciones mas diversificadas y en mayor co medio del quc disponemos para mantencr vivo un vinculo con el
contacro con el presente. pasado al clue debemos nuestra identidacl, y que es constiturrvo de
Confrontados a la indusrrializacion, los franceses se interesan nuestro serslI Pero, mas que por la hiStoria o por una hisroria, ese pa-
esencialmenre por el valor nacional y por el valor historico de los edi- sado esré primera y esencialmente definido por las generaciones
ficios antiguos, j; tienden a promover una concepcion museologica de humanas que nos han precedido. Si en algunos casos Ruskin ha pro—
125
124 Alegorfa del patrimom‘o La consagmcfon del monamento historico. 1820-1960
ivamente
cedido a interrogar a los monumentos con la memoria objetiva de la domésoca. Ademas, al criticar a los que se interesan exclus
en la con-
historia, suele preferir una aproximacion afectiva. Sin embargo, .el por el “lujo aislado de sus palacios”,3" a piensa igualmente
as: es el
puritano que hay en él desconfia del esteta31 v teme caer en las tram- tinaidad del tejido constituido por las residencias mas modesr
a
pas hedonistas del arte. Asi, es por mediacion .de los sentimientos mo- primero #prontamente seguido por William Morris— en incluir
junto con el
rales, la piedad y el reSpeto, como accede facilmente al pasado. 1{Que los “conjuntos ui‘ban-.os”3'E en igualdad de, condiciones
pre—
nos recuerdan, entonces, los edificios antiguos? El valor sagrado de resro de edificios en el campo de la herencia historica que se debe
‘
los trabajos que hombres de bien, desaparecidos y desconocidos, re- servar.
alizaron para honrar a su Dios, para acondicionar sus liogares, para Al acercar la dimension sagrada del quehacer humano a la me—
una uni-
manifesrar sus diferencias. Al hacernos very tocar lo que vieron v to- moria efectiva, el monumento historico adquiere, ademas,
ati-
caron las generaciones desaparccidas, la mas modesra residenciafl po- versalidad sin precedentes. El monumento tradicional, sin calific
los
see, a1 igual que el mos prestigioso de los edificios, el poder de poner- vo, se encontraba presents universalmente, pero hacia revivir
monum ento his-
nos en comunicacion, casi en contacto con ellas. Ruskin emplea una pasados particulares de comunidades particulares; el
ntal de
metafora con la que Mikhail Bakchtine nos ha familiarizado desde torico hacia referencia hasra entonces a una concepcion occide
Por e1 contra rio, en la con-
entonces: los edificios del pasado nos hablan, nos hacen escnchar vo- la historia y a sus dimensiones nacionales.
sean la civiliza cion o el grupo
cesi" que nos implican en un dialogo. cepcion ruskiniana, cualesquiera que
a to-
Sin embargo, es importante recordar que los monumentos hiSEo- social que lo hayan erigido, el monumenro se dirige igualmente
ricos no son el punto de partida de las reflexiones de Ruskin sobre la dos los hombres.
bir la
arquitectura. Tanto en Les sz'ere limpems de la arqairscrum como en De esra'manera, Ruskin 3* Morris son los primeros en conce
interna cional v a
Las piedms de Venacie o en las multiples conferencias que impartio a proteccion de los monumentos liistoricos a escala
militar personalmente en la defensa de eSta causa. A través de la pren—
partir de 1850, Ruskin se interroga sobre la conStruccion de su pro-
pia época en particular 3: sobre la naturaleza de la arquitecrura en ge- sa v sobre el terreno, ambos militan y se baten en favor de los monu-
neral. Se pregunta como, en la crisis abietta por la revolucion indus— mentos y de las ciudades anti-guas de Francis, de Suiza, de Italia.
pequefia
trial, la arquitectura podria reencontrar el valor tle piedad que le es Ruskin, preocupado, se pregunta: “gEs necesario que esta
ado en la monot onia de
consustancial. En orros términos, y segun una formula aparentemen- Europa, este rincon de nuesrro globo engarz
de tantas batalla s, es ne-
re sibilina, como “la arquitectura del presente [podria ser] transfor- tantas iglesias antiguas, dorado por la sangre
nto del mundo gasta-
mada en historica”.35 Segon Ruskin, la arquitectura solo se bara me— cesario que este pequefio fragmento del pavime
o v
recedora de esre calificativo si vuelve a aprOpiarse de su esencia y de do por los pasos de tantos peregrinos sea integramentc barrid
?”39 Propon e
su papel memorial por la calidad del trabajo y por la enrrega moral adornado de nuevo por la fiesta de disfraces del Futuro
acion de protec cion
del que hays sido objeto. incluso, va en 1854, la creacion de una organiz
y
Se observa que Ruskin, al aproximar de esre modo a los edificios europea, dotada de estructuras técnicas y financieras adecuadas,
lanza la nocion de “bien europeo”:m Morris , por su parte, tras alzar—
del presente y los del pasado, no esta lejos de volver a otorgar a1 mos Ilet
numento historico el valor )7 la funcion del monumento original?“ se en contra de la destruccion'de un barrio popular en I‘Eipcdes,‘11
va su combate mas alla’ de las frontera s europea s, haSta Turquia v
Efecrivamente, si se hace absrraccion del valor de hisroria que le es
Egipto, donde intenta proteger las arquite cturas atabe y copra.42
inherente, los primeros solo sc distinguen de los scgundos por el ca-
riicter impreciso, general, genérico incluso, de lo que traen a la me- En todos estos campos, los britanicos han sido pioneros. Mas
moria por medio del sentimiento difuso de piedad: la figura intacra adelante los italianos les tomaran el relevo, en particular por Gusta-
de la obra, ejecutada solidaria v manualmente por generaciones de vo Giovannoni.‘13 Desde 1913, este elabora el concepto de arquitectu-
hombres. ra menor que, desde una perSpeCtiva mas general, menos moral, mas
do-
Las ideas de Ruskin han enriquecido el contenido del concepto historiadora y mas esreta, desborda y engloba al de arquitectura
de monumento historico al incluir, por derecho propio, la arquitectura mostica. La arquitectura menor llega a ser parte integrante de un nuevo
126 Alegoria dal patrimom'o Lu aousugruciou def moumuariro historico. 1820-1960 127
,r'flxfr'qg'
monumento, al aonjunto urbano antiguo: “una aiudad liistoriaa eons- "‘
Tales son preeisamente, y praerieamenre an ese orden aie impor-
rituya, an si, on monumento tanto por su astrucrura tOpografiaa eomo
ranaia, Jos protagonisras a los qua sa anfranrara Mérimée duranra sus
f i.)
por su aspaeto paisajisrieo, ranto por al caracter da sus vias como por
{if
reeorridos de inspaecion an al dapartamento de Vienna,“ por ejam-
al conjunto de sus edifieios mayoras y menores; y, como en el easo deg
l':r'1"
aLIE
plo, donde a lo largo cla veinte afios mantandra un combata homérico
.(3
un monumento individual, eonvendra’ apliearla idéutieamante las la-
para avitar el clarribo (baptisterio Saint-Jean, Torre de Saint-Porchaire
yas de protecaion y los mismos eriterios de restauraaion, de daspeja,
ale Poitiars) o la degradaeion (Saint-Savin, Nome-Dame da Poitiers) cle
cle refaeeion y da innovaeir‘fm”.‘H La novedad de las ideas y opeiones
las principales obras del patrimonio del Poitoux.
da Giovannoni sara axaminada an al eapitulo qua consideramos se
Eu a] contexto dal siglo XIX, la acciou de los dafansoras dal patri-
meraca Ia complaja hismria da la invaneion del patrimonio urbano
monio solo podia sar aficaz si adoptaba las dos formas da proracciou
historico qua sigua a los primaros combatas da Ruskin.
eSpacifieas y complamanrarias da una legislacion cla la protaccion y da
una disciplina ale la conservation.
Practicas: lagislacion y rastauracion
Origeu de la legislaeiou fi'nneesa de los monumenros historieos
La eonsagraeion clal monumento historico no meraaaria tal nom bra si
se limitara al raeonocimianto da nuavos contenidos y valores. Esra,
Sea eual sea su intarés, no puedo entrar aqui an a] contenido y en las
adamas, fundada sobra un aonjunto da practiaas cuya instituaionali-
parrieularidadas da las difarentas lagislacionas naeionalas."17 Evocara
zacion ha sido impulsada por la importanaia de fuarzas dastrucrivas
no deliberaclas ni ideologicas sino inharantas a la logica da Ia era in-
unicamenta los rrabajos qua pracadiaron al establacimianto de [a la-
gislaaion francesa qua, por la claridad y la raaionalidad ale sus proca-
dustrial y que, a, partir da ase momanro, amanazan a los monumen—
dimiantos, aonsriruira duranta largo tiempo, la rafareneia primaro an
tos historiaos. La mutation qua rransforma a la sex 105 modos de Vida
Europa y luego an al rasro dal mundo.
y la organizaeion espaaial de las sociadadas urbanas europeas marca
La senda habia sido abiarta por al Comita d’Instruerion Publiqua
Ia obsolesceneia de Ios rejidos urbanos antiguos. Los monumentos
durante la Revolution Francesa. Sin embargo, el camino hasta la pro-
qua alli se inserran apareaen brusaamente eomo obstaculos o eomo
mulgaeiou de la primera la},r sobre los monumeutos historieos es la-
franos qua hay qua darribar o qua rompar para dejar el campo libre
borioso. Entre 1830 (Cuando Guizot area por dacraro el cargo da ins—
al nuevo modo cla urbanizacion, a su sistama y a sus asealas vialas y
pecror ale los monumauios historieos) y 1887, sa abra una fasa de
parcelarias. Adamas, al mantanimianro da 105 edifieios antiguos aSta
axparimanraaion y da reflexiou larga )7 haroiea: la totalidad dal dispo-
mas y mas 'clascuiclado, y su rastauracion deja da obadacar a Ios cono—
sitivo de proracaion (centralizado) raposa enroncas en la fa y an la
cimianros astableeidos. De eata manara, nos anfrantamos a dos nua-
entraga cle algunos hombres qua asisren benevolamente al inapector.
vos ripos de vandalismo, dasignados con los mismos ealifieativos an
Franeia y en Inglaterra: el dastmcz’or y al restauraa’or.
35:05 no diSponan ui de instrumentos aspaaificos ni de sarvicios espe-
eializados para ayudarlas a cumplir la mision de la que 3a han hecho
Montalam berr ha astablacido un mordaz palmarés de sus promo—
cargo. ,
toras. Ororga al primer pramio da “vandalismo destruetor” al “go-
biarno”, al sagundo a “los alaaldas )7 (a los) concajos municipales”, al
El cargo da insPeCtor correspondio primaro a Ludovie Vitar. Esra
dimita an 1834, en favor de Marimée, claspuas da habar dacidido con-
rercaro a “los prOpiatarios”, al cuarro a 105 “comites _cla administra-
sagrarse a una aarrara eomo diputado qua [e iba a parmitir orientar
aion da las iglesias y a 105 auras”, “an quinro lugar, y a gran disran-
la politica prasupuasraria dal Estado an favor da los monumentos. El
aia ale Ios praaadantas, vian'a la ravualra”. En lo qua raspacta al van-
inspector tiana como mision la de datarminar an otros terminos y,
dalismo rastaurador, al primer pramio es para a1 claro, saguido por el
gobieruo, los eonaejos municipales y los propiararios. Aqui, la revue]— ClESClE antoneas, da “clasificar” los edifieios e0n daracho al asratus da
ta tiane'al menos “la ventaia da no restaurar nada”.“5 monumenro historico. Tauto an asra raraa como en la da repartir los
erédiros clel Estado” eonsagrados al manrenimiento y a la restaura—
128 Alegorfa del patrimom'o La consagracfon del momma-urn historico. 1820-1960 129
cion de los edificios clasificados, es asiStido por la Commission des inversa a la inglesa, donde las sociedades de 1:)roteccion56 continfian
Monuments Hisroriques, creada por la circular del 10 de agosto prosperando y participando sin intermediarios en las tareas de con-
de 1837. Los miembros voluntarios de esta comision y del Comite de servacion. Por ejemplo, en 1877, William Morris crea la Society for
Travaux HiStoriques, creado en 1830,49 cumpliran durante decenios, the Protection of Ancient Buildings. Un afio mas tarde ha reunido do-
con pasion, competencia y regularidad, un trabajo dc seleccion, refle- cumentation sobre 749 iglesias intactas. Ultima desvenraja francesa
xivo y précrico a la vez, del que fueron los primeros verdaderos pro- en relacion a las sociedades de proteccion britanicas, privadas y loca-
fesionales. Asi, junto a Vietor Hugo, Charles Forbes Montalembert 1r les: el escualido financiamiento estatal que no apoya ningun mecenaz-
Victor Cousin, el baron Taylor” fue una de las figuras mas originales go. El insPector y la comision se ven obligados a sacrificar numero-
y mas activas. sos monumentos. Los que pueden ser salvados son, generalmente,
Ventajas del sistema: el procedimiento de clasificacion, invesrido sustrai'dos a los avatares de un uso acrivo y destinados a1 misrno tipo
de la autoridad del Esrado y completamente centraliaado bajo la de- de “visitas” que los objetos de museo.
pendencia inmediata del ministro del Interior, se transforms en un Finalmente, se promulga una primers ley en 1887. Un regla-
formidable instrumento de identificacion y de control. Burns 1840 1r mento la completa en "1889. Su forms rlefinitiva, establecida en
1849, el numero de monumentos clasificados pasa asi de 934 a 191-3, es hasta boy e1 teato legislativo cle referencia de la 1e}! de m‘o-
3.000?1 Las reglas de su seleccion no estan dietadas por los criterios numcntos historicosfii se trata de la insrauracion de un disposirivo
de la erudicion, sino por los imperativos pragmaticos y economi- estatal centralizado, dotado de una poderosa infracsrructura admi-
cos de una politica de conservacion y de pro’reccion.51 Esras permiten nistrativa )7 técnica —e1 Service de Monuments I-Iisroriques— y de
asf una unidad de accion inaccesible a las asociaciones inglesas, divi- una red de procedimientos juridicos adaptados al conjlunto de los ca-
sos previsibles. ‘
didas por sus ideologias y por sus posiciones doctrinales. Inconve-
nientes del sistema: la tarea del inspeCtor es abrumadora. Asi lo ates- Esra legislacion, que confirma la centralizacion, la unidad y la
tigua plenamente el primer Rapport de Vitet al minisrro del Interior coherencia de la politics de conservacion de los monumentos histo—
sobre los monumentos, las bibliotecas, los archivos y los museos de ricos, se dota de sus propios medios de accion. Aunque es totalmen-
los departamentos de Oise, Aisne, Marne, Nord 3; Pas-de-Calais. Las te concordante con la tradicion centralizadora francesa, no por ello
condiciones en las que se efectfian esos viajes de inspeccion son pre- ha dejado de ser presentada como modelo en otros paises donde e1
carias. Merimee deja entrever en su correspondencia las repercusio- papel del Esrado es menos preponderante y donde existe una tradi-
nes del estado de los caminos y de la falta de alojamientos apropia- cion de descentralizacion (Alemania, Italia). En Inglaterra, la inter—
dos sobre su salad.” vencion estatal en la gesrion y la conservacion de los monumentos
Los trabajos que conciernen a la cornision son igualmente consi- hiStoricos se produce tardiamente, a través del Ancient Monuments
derables. Ademas, corno Francoise Bertie-l“ ha mostrado claramente, Protecrion Act de 1882, y sigue siendo limitada en la actualidadfiE
esta centralizacion se efectua en detrimento de las sociedades locales La leg.r de 1913 no esraba exenta, sin embargo, de inconvenien-
de anticuarios y de las sociedades de arclueologia“i recien nacidas por tes: peso de la burocracia; desaparicion progresiva del papel activo,
impulso de Arcisse de Caumont. En vez de desarrollar las competen- estimulante y anticonformista jugado por los acrores voluntarios, re—
cias y de estimular las iniciativas de eStas insn’tuciones con un traba- emplazados ahora por funcionarios; la Comission des Monuments no
jo de colaboraeion, la estructura centralizada establecida por Guizot conserva mas que un papel puramente consultivo y, en muchos casos,
las margins. A pesar de la penuria de medios, los hombres de Paris se sus consejos no son seguidos; en fin, la principal debilidad es el vacio
muesrran celosos de su poder. Temen a los interventores locales y los doctrinal sobre el que reposa e1 marco administrativo, técnico y juri-
confinan en tareas de erudicion, que desearian subalternas. Y, a ries- dico de los procedimientos. Prueba de ello es la definicion de monu-
go de ser inconsecuentes, en ocasiones les reprochan no esrar partici- mento hiStorico: niucble o inmueblc “cuya conservacion presents,
pando en los circuitos practicos de la conservacion y de la restaura» desde el punto de vista de la hisroria o del arte, un interés pfibliCO”.59
cion cuyo acceso ellos mismos han contribuido a cerrar. Situacion La definicion no va acompafiada ni por un analisis de la nocion ni por
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Alagorfa dal patrimom‘o
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La consagraciou dal monamanro mama. 1820-1960
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criterios para la discriminacion pracrica. Esta carancia, cuyas causas
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ros, particularmenta cla los arquiracros dapartamanrales y municipalas,
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merecerian sar investigaclas y analizadas, as sin duda rasponsable clal
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an marcria dc crmstruccioncs madievalasfil El asruclio da la construc-
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rarraso qua acuso Francia en este campo duranra al siglo XX.
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tion antigua era partc tla Ia fonnacion dc los arquitactos dasda la apo-
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En 1825, Victor Hugo sa indignaba por la precarieclad clal desti-
-_"-'..'
ca clasica. J‘s-“Ias aun, astos contribuyen activamenre al avance da la ar-
.
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no al qua quadaban abandonados los monumentos francasas. Y agre-
"
" r' '|"'-.;-
-'-
—-'.=_'—"- #441
quaologia graco—romana. Prolonganclo al impulso cla los Germain
.1.
gaba: “Hay qua datanar a1 marrillo qua murila el rosrro clel pais. Una
1-1
Soufflot y cia los David La Roy, jakob Ignaz Hirrorf y Charles Garniar,
I“? -
has.-".'. 'I _.-.a: -1-11,
lay say-fa sufiaiarzra. Que la hagan. Caaiasqafara qua saan los daracbos
I.- |.
por ajamplo, aporraron las pruabas cla la policromia da la arquitacru—
. a--
da propiadad, la dasrraccion da rm adz'ficz'o hisrorico no daba sar par-
I
”Ir-3.:
ra antigua. Todo asra' por aprandar, por 'al conrrario, an al campo clal
mz'rida”.5fl Lineas significarivas. Parte cle una sacuancia an al riampo,
Qatari-f.
n...
. -*'.j'r
gorico. La siruacion da la arquitactura romanica as todavia paor: as
.
anticipan las limitacionas qua el lagislaclor francas, heraclaro dc la re-
.
daspraciacla y juzgada sin valor no solo por los profesionalas sino in-
‘
I--’I "Ir-3, ’ -’.'
volucion cla 1789, infligira sobre el clarecho da propiedad cle aquallos
cluso por liisroriacloras Ciel arte de la talla da Arcisse cle Caumonr.'52
qua posaan bienas clasificaclos como patrimonio historico. Paro
, 5:EI':
. .
Mériméa as victima ajamplar de asta clasconocimiento duranra
muesrran demasiado optimismo: una lay no as suficianta, ni siquiera
sus inspeccionas an Poirou. Gracias a dos subvanciones ororgadas por
acompafiada de disposicionas panalas. Lo consratamos en nuesrros
al Esrado, an 1835 y 1837, Dulin, arquitacto dal deparramanto da
dias. La preservacion da los monumenros anriguos dependa, an pri-
Vienna, salla con camanro la fisura longitudinal cla la bovada cla la
mer lugar, da una mantalidacl'.
iglasia dc Saint-Savin, sin preocuparse cla los frascos qua Ia cubran.
“Esta criman —-ascriba Mari'mée a Viter— as obra clel anterior arqui—
recto, quian acaba cla ranunciar a su cargo. Su sucesor no me inspira
La restauracion como disciplina
ninguna confianza. Tiena la desgracia cle sar incraiblemanta torpa y
muy ignoranre”.'53 Idéntico dasangafio sufra con al baptistario cle
Quarar y saber “clasificar” los monumentos es una cosa. Saber das-
Saint-Jean cle Poitiars, cuyos contrafuarres romainicos son destruidos
puas consarvarlos fisicamente y rastaurarlos as orro asunto qua
an una oparacion propiciada por la Société des Antiquairas da I’Ouasr
dascansa sobre otros conocimienros. Y qua precisa de una pra’ctica as-
an provacho cla una raconstruccion inciarra clal edificio paleocrisriano
pacifica y tie profasionalas aspecializados, los “arquitacros Lia los mo~
originalfi‘4
numanros historicos“ qua al siglo XIX ruvo qua invenrar.
El sagundo obstaculo, propio da Francia, lo constiruya eI antago-
En Francia, asro fua_.obra da Vitat y de Marimaa. La avocacion, nismo cnrrc Paris 3' la provincia. La volunracl cantralizaclora cla los
incluso rapida, de su particular avanrura saca a la luz un conjunro cle
inspecroras 1.: de la Commission das Monuments Hisroriquas Ias lleva
probleinas ganaralas, roclavia presentas y qua, a su manara, compro-
a ascogar a arquitactos formaclos an la Escuela da Bellas Artas da Pa-
meran el senticlo del monumenro historico. Raromemos el ajemplo dal
ris. Estos allocan con la hostiliclad, incluso con la animosio'ad local?“5
daparramanro da Vienna. Desda su primers visira, Meriméa hace cla-
lpggltimo, un obstrjgplgmasgrava: al traflllajgtjg consolidaciofi
sificar la iglesia cla Saint-Savin. El edificio, cuya bovacla asta fisuracla,
3* dc
~——~__—._____ #imhm
rest-a uracion ' “up gratificanta
no rasulra __,_ .....__i Ulos profasionalas. Noqas
. para
pracisa reparacionas y consolidacionas con urgencia. Marimée no as
arasri iioso, no piacisa dal “ganio craador“ clel artista y rampoco astaf___
-_._____ __‘__
(-4?"
recorridos por las provincias, a los hombres capaces de dedicar su ac— En Gran Bretafia, Ios términos de la polérnica se han ido endure—
tividad profesional a la conservacion del pasado. Pero, ademas, era ciendo. Del lado de los intervencioniStas, James Wyatt ——el horror de
necesario formarlos, iniciandolos en la historia del arte y en la histo- John Carter v John Milner— ha sido reemplazado por Gilbert Scott
ria de la consrruccion -——entonces en gestacion— v haciendoles adop- (1811-1378), el enemigo de Ruskin v Morris. Scott posee un conoci-
tar la circuns eccionjhla‘humilgiadiomo metodo. Mérimee y Vitet se miento de la arquiteCtura medieval muy superior al de su predecesor,
vieron forzados a impartir esa pedagogia ellosinismos, a falta de una lo que, sin embargo, no le impide defender posiciones “correCtoras”
insutucion especializada o de un curso de arquitectura medieval que en nombre de la fidelidad historica. En 1850, publica A Plea for the
ni siquiera lograron imponer en la Escuela de Bellas Artes.“ Faithful Restoration of our Ancient Churches,” despues de haber
En el transcurso del siglo XX, los cstudios preparatorios para la declarado, en 1842, que desearia ver el termino “resrauracion” ex—
conservaeion )7 la resrauracion de los monumentos hisrdricos requi- purgado del vocabulario arquitectonico.ml Scott se permite incluso
rieron la adquisicion de conocimientos cientificos v tecnicos nuevos, criticar el enfoque de Viollet-le-Duc —cuya copia mas radical es jus-
relacionaclos en particular con la patologia de los materialesfig Pero tamente su propia docrrina—g. critica que, por otra parte, apova Ia Ec-
la hisroria de la arquitectura siguio siendo fundamental. Como vere- clesiological Society?1 Gracias a este apoyo, Scott intervendra en la
mos mas adelante, su ensefianza ha significado una ventaja primor- mayoria de las grandes catedrales inglesas y sus ideas se impondran v
dial. en Italia )7 en los paises de habla alemana, donde se encuentra a fijaran las reglas en Gran Bretafia haSta 1890.
menudo integrada en la enseiianza de las escuelas de arquiteCtura. En- Ruskin, por su parte, seguido por Morris, defiende un anti-inter-
sefianza que siernpre ha faltado en las escuelas de Bellas Artes en vencionismo radical liasta ese momento sin parangon y que es la con-
Francia; secuencia de su concepcion del monumento historico..El trabajo de las
La intervencion cle profesionales especializados en los monumen- generaciones pasadas ha conferido un caracter sagraclo a los edificios
tos historicos exige no solamente poseer conocimientos positivos, bis- que nos ban dejado. Las marcas que el tiempo ha depositado sobre
torieos, técnicos, metodologicos. También compromete una doctrina ellos son también parte de su esencia. Morris va a desarrollar este mis-
que puede articular muy diferentemente esos conocimientos v esas mo tema segun una argumentacion personal, dejando abierta la bipo-
habilidades, modificando asi los objetivos y la naturaleza de la inter— tesis optimisra de un revival del arte antiguo: el valor de los monumen-
vencion arquitectonica. Esta nueva disciplina que se consrituve a par- tos del pasado no proviene tanto de la gran fraCtura de los oficios
tir de la década de 1820, la conservacion de los monumentos anti- provocada por la revolucion indusrrial como de una toma de concien—
guos, es necesariamente solidaria de los nuevos valores y el nuevo cia propia del siglo XIX. El desarrollo de los estudios hisréricos ha per-
sentido . ~ _, .. mitido que, por primera vez, ese siglo piense en el caracter unico e
en-jrbE-""“ .. irremplazable de todo suceso y de toda obra pertenecientes al pasado.”
Conclusiones: nos estr’i prohibido tocar los monumentos del pa-
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Morris denuncia, tal vez aun major qua Ruskin, la inanidad da inayoria de los monumanros inculpados en Francia. Tambien as pre-
la reconsrirucion o de la copia. Estas supondrian qua es posible‘ vol- ciso recordar los textos an los qua Viollet-le-Duc describe la diversi—
var a sumergirsa an el aspiriru de los tiempos an qua al adificio-fue dad da adificios raligiosos del siglo XIII, “surgidos rodos del mismo
construido a identificarse complatamanta con al artisraf’5 Para Ruskin principio", gran farnilia an la cual cada miarnbro posea no obStante
y para Morris, quarer rastaurar un objeto o un adificio as aranrar con- “un caracrer da originalidacl claramanta acusado” donda “se sianta la
rra la auranticiclad qua constituya su sanrido. Sa tiana la imprasion de niano del arrisra, se raconoca su individualidad”.3” Tampoco hay que
qua, para allos, al dasrino da rodo monumanto historico as la ruina y ignorar su interés por la historia da las técnicas y por los terranos en
la desagregacion progresiva. obra, ni SLIS matodos da invesrigacion in sits: y al papal qua atribuya
Se observa, sin embargo, que esre resultado puada, en realidad, a los levanrarniantos forograficos del que es precursor, asi como la
ser diferido y que los dos campeones del anti-intervencionisrno preco- manera como supo, pracozmanre, sacar de- las facliadas las esraruas
nizan a1 manranimianto de los monumentos y admiten su consolida~ clamasiado lirrigilas o darnasiado anianaaadas. Louis GrodackiEl ha
cion, a condicion da qua se raalica de manera invisible.” En raalidad, niostrado muy bien, por orra parra, qua Pierrefonds -—del qua solo
la inrransigencia con la qua condanan la rasrauracion se axplica por quadaban fragmanros arruinadosu— habia supuasro para Viollar—le-
su fa incondicional en la perennidad da la arquitectura an ranto qua Duc una distraccion: “enorma jujnmmara”$2 deplorado por Anatole
arte, cla ahi la afirmacion dogmatica da una nacasaria “arquiractura France y qua ahora aparaca COI‘I'ID anricipacion da los “Disneylands”.
historian“ an Ruskin )7 da un necasario revival an Morris. Para esta ul— Sobra rodo, as nacasario intarrogarsa sobre al sanrido concreto
timo, los monumentos antiguos forman “parta dal Inobiliario de da las rasrauracionas “‘agrasivas" o “liisroricistas” de ViollaE-le-Duc.
nuastra vida coricliana”.73 La axpresionas harmosa. Dasigna Clara- Hay qua ponar an evidencia las preocupacionas qua inspiraron sus in-
rnanta la precariedad que los insarta en la gran secuencia temporal y rervenciones corracroras y que Mérirnaa astaba lejos da im‘aginarsa en
los coloca, a la invarsa qua a los objetos da un musao, en el mismo la década da 1840. La lacrura de los Enrrerians sar l’arcbiracrura ra-
plano de los edificios dal prasenra, llarnados por su partala dasampa— vala qua al incomparabla dibujanra da antiguadades romanicas, al rna-
fiar al mismo papal y a encontrar al mismo dastino. diavalisra formado por al Cours d’Anriquiras da Arcissa de Caurnonr,
En Francia, la doctrina yla practica da la rasrauracion astan domi— al fino conocador del ranacimianro italiano, consagro la segunda par-
nadas por la figura da Viollet—la-Duc. A partir cla sus ascritos )7 de sus re da su carrara a una apuasta por al presenta y a la busquada da una
inrarvanciones, resulta faeil sacar una imagen da su obra opuesta, pun- hipotarica arquiracrura moderna. Contrariamanra a las hipotesis con-
ro por punro, a la de Ruskin. Desda hace casi un siglo, la conrribucion rinuisras da Ruskin y de Morris, pero de acuerdo con su prOpio enfo-
de Viollet-la—Duc quad-a ganaralmenre reducida a la definicion cala- qua asrrucrural de la hisroria da la arquitaerura, para Viollar-le-Duc
bre da su Dictionnaira: “Restaurar un adificio as rastablacar un astado la arquirecrura rnodarna nacara da una ruptura. Esta se presanrara
completo qua pueda no habar exisrido nunca an un momanto dado”? bajo la forma da un sistema inédito an al cual los monumentos anti-
y a una concepcion “ideal” de los monumanros historicos que, en la guos, rasrigos da sistarnas historicos caducos, tianen como interés
practica, funda un intarvancionismo militanta cuya arbitrariadad ha lla- asancial marcar el lugar vacio. Esa pasado, qua segun Ruskin )7 Mo-
gado a sar correcto denunciar da forms ritual: la fachada gorica inven- rris nos incumba conservar en Vida, esca’ irremacliablemante muarro.
rada da la catadral da Clarmont-Farrand, las flechas agragadas a la da La actuacion del Viollar—la-Duc restaurador sa axplica por asta carri-
Norre-Dame da Paris y a la Sainte-Chapella, las esculruras dastruidas o ficado da defuncion.
mutiladas reernplazadas por copias, las reconstrucciones fantasiosas del Viollar—le-Duc tiena nostalgia del fururo, no del pasado. Esta ob—
casrillo da Pierrafonds, las reconstrucciones heterogéneas de las partas sasion axpiica el prograsivo anduracimiento cla su anfoque sobre la
superiores da la iglasia Saint-Sarnin an Toulouse. restauracion, del qua no se han subrayado suficientemante los nume-
Esra ratrato exagerado deba, sin embargo, sar atenuado, aunqua rosos arcaisrnos asociados curiosamenta a un aspiriru-da vanguardia.
solo fuara llava’ndolo al conraxto inralacrual da su apoca y racordan- Asi, Viollar—la-Duc hacia suyos los analisis astructuralas da Caumont
do al asrado da degradacién an el qua antoncas sa ancontraban la y, a la vez, saria uno da los primeros an ramarcar la importancia da la
Alegori’a del patrimonio La consagmcion del monamento bistdrico. 1820-1960 137
136
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dimension social y economioa de la arquiteetura. Sin embargo, man— vencion del arquitecto reparador al esrricto minimo tiene para él va-
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lor the principio, siempre que el estado en el que se encuentre el mo-
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do emprendi’a la restauracion real de edificios medievales, la noeion
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de eStructura lo llevaba a reeneontrar la misma actitud idealista que numento lo permita. Se lo recuerda sin cesar tanto a Viollet—le-Duc
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habia presidido las “restauraeiones” de los monumentos clasieos di- como a sus otros interlocutores. Este es también, por lo demas, el uni-
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eo medio_de “DEEP”? una eualidad esencial de los monumentos his-
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bujados por los anticuarios y prolongada en las “restituciones” de las
eseuelas de Bellas Arres. Al reconstituir un tipo, Viollet-le-Due se da torieos: isu pfitina.‘Victor Hugo defiende las mismas posiciones para
una herramienta didactiea que reStituye e1 valor historico del objeto los monufintos—d‘ue “envejeeidos o mutilados, han reeibido del tiem-
restaurado pero no su hisroricidad. De la misma manera, la brutali- po 0 de los hombres cierta belleza“, y a los cuales “baio ningtin pre—
dad de‘ sus intervenciones se debe a menudo a que, requerido por sus [EXEC- hay que tocar, porque las borraduras de las que el tiempo o 103
preocupaeiones didiicrioas, tiende a olvidar la distancia constitutiva hombres son los autores son importantes para la hisroria y algunas
del monumento historico. Un edifieio pass a ser “histririco” solo a veees para la hisroria del arte. Consolidarlos, impedir que se desplo—
condicion de ser percibido oomo perteneeiente a la sea a dos mundos, men, es todo lo que se debe permitir".35 Vitet tambien preconiza un
presents e inmediato el uno, pasado e inapropiable el otro. Vitet con- respeto que compara al exigido para con las joyas familiares. Y a los
sagra a esra necesaria toma de conciencia algunas lineas cuya vivaci- franceses les muestra el ejemplo ingles: “seria necesario enviar a
dad muestra que, en ese momento, todavia no habia llegado a ser un los jovenes arquitecros a Inglaterra, tal como se los envia a Roma,
habito mental.33 A pesar de su experiencia, Viollet-le-Duo mismo para aprender la conservation 3: la restauraeion”.35
aporta a menudo la prueba. Asi, por ejemplo, la adverteneia que di- Sin embargo, el parentesco de ciertas formulas no debe‘engafiar.
rige a los inspectores diocesanos en 1373: “Seria pueril reproducir [en El acuerdo frances con las posieiones ruskinianas es limitado. Para los
una resrauracion] una diSposieion eminentemente vieiosa”. Este jui- franeeses, los monumentos que “no ha}r one toear” son poco nume-
cio de valor ouesriona tanto la nocion de monumento hiatorieo ——que rosos. De hecho, Vicror Hugo indiea bien que la mayoria esta consti-
pass a ser una absrraeeion— eomo la noeion de restauraeion, que ya tuida por la categoria de “los que han perdido, mucho mas que gana-
no tiene en euenta la autenticidad del objeto restaurado. do, con la vejez y con las degradaeiones”.37 En efecro, en Francia, un
monumento historico no se concibe ni Como una tuina ni como una
reliouia perteneciente al ambito de la memoria afeetiva. Es, en primer
Francis 3 Inglaterra lugar, un objeto hisrérioamente determinado, susceptible de un anali-
sis razonado, y solo entonces objeto de arte. Un postulado, impensas
En eomparaeion con las posieiones radicales de Viollet-le-Duc, la ble para Ruskin, subyaee generalmente en el enfoque francés: la res—
aotitud mueho mas matizada de Vitet y de Merimée, asi eomo de tauracion es la otra cara, obligada, de la conservacion; necesaria,
la inmensa mayoria de sus contemporaneos franeeses vinculados a la debs y puede ser fiel; todo es euesrion de motodo y de habilidad.
defensa de los 'rnonumentos historicos, pareee proxima a la de Es necesario, dice Hugo, que los trabajos “sean heehoseon cui-
los ingleses reunidos en torno a Ruskin y a Morris. dado, con conocimiento y con inteligeneia”.33 Vitet es mas preciso:
Desde su primer viaje por el oeste de Franeia, en relation a1 “Haj,r que eolocarse en un-punto de vista exclusivo, hay que despo-
“templo Saint-Jean” de Poitiers, restaurado o, mas bien, reeonstitui- jarse de toda idea actual y olvidar la época en que se vive para hacer—
do segfin la tradicion de los anticuarios, Merimée seiiala: “Habria de- se contemporaneo del monumento que se reStaura, de los artistas que
seado que en la resrauracion nueva no se hubiera agregado nada a lo lo han consrruido, de los hombres que lo han habitado. Ha}.r que co—
que el tiempo nos ha deiado, que se hubiera limitado a limpiar y a noeer a fondo todos los procedirnientos del arte, no solamente en sus
oonsolidar. En algunas partes, Ios muros han sido recubiertos eon un principales Epocas, sino en tal y tal periodo de cada siglo, PE {in de res—
enlueido nuevo, lo que es un error grave porque era importante eon- tablecer, si es neeesario, rode mm parte del ediffcio a porter de simples
servar religiosamente la apariencia antigua de las murallas que ante- fragmearos, no por CdpfiC/JO 0 par mama, siao par mm servers 3,:
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riormente fueron reparadas en diversas ocasiones""."-‘H Reducir la inter— roiicierrsnda i'ndrrceitirz” .39
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13 8 Megan}: del patrimoirio La cousagmcio’a del monumeato historico. 1820-1960 139
No hay mcjor manera de cvitar plantear el problema de la auten~ en que protegr’a sus monumentos, seguia en la mayori'a de los casos
ticidad esuética, conferida a un monumento por su singularidad y por los preceptos de Uiollet—le-Duc. Como el mismo Ruskin habia com-
su edad, v que reconocida mas tardiamente no coincide con su auten— prendidof‘E el desrino de este antagonismo doctrinal era previsible.
ricidad historical y tipolégica. 1{Se puede, verdaderamente, hacer abs- r:Que podia hacer la tesis sentimental de dejar envejecer (y perecer) y
traccic'in de su epoca? El metodo inductivo de la reconstitucion, {pue- que podian sus complejas consideraciones sobre la consolidacion con-
de trasladarse del dominio de las ciencias al del arte? Esras preguntas tra el provecro racionalizado v espectacular de los arquitectos y de los
no llegan a abordarse. Al posrular la posibiliclad de una restauracion liistoriadores intervencioniStas? Euro 3. entera cstaba disPuesta a ad-
fiel y de una C0pia tan perfecta que no pueda ser detectada, los fran- herirse a las ideas dc Viollet-le-Duc. Epstas se a'moldaban e3pecialmen-
ceses transforman en verdad la mentira que denuncian Ruskin v Mo- re :1 las aspiraciones liistoriciStas de los resrauradores formados en los
rris, y revelan al mismo tiempo el privilegio que conceden a los valo- paises de lengua alemana y en la EurOpa central.
res de la nit-marialiistorica51D con relacion a los de la memoria afectiva
3; del uso respetuuso. En el mismo espiritu, si bien llegan a criticar con
pertinencia algunas reconversiones cle edificios antiguos, los franceses Sintesis
tienden mas facilrnente que los ingleses a favorecer la museificacion
de los monumenros historicos. Vitet resume, sin segundas intencio- Todo saber en via de formacion requiere la critics de sus conceptos,
nes, [a logica de esta acritud cuando laments que las cateclrales con- de sus pruccdimientns v LlL’ sus provccros. Las disciplinas hermanas de
tint’ien sirviendo para el culto, porque “el uso es una especie dc van- 1 la conscrvaciun 3' dc la rcstauracion dc los monumentos historicos no
dalismo lento, insensihle, imperceptible, que arruina y deteriora casi lian escapado a esta regla. Tras la obra fundacional de la primera ge-
tanto como una brutal clevastacionl’.91 ' neracion llega, a finales del siglo XIX, una posterior reflexién critica y
Esre analisis 'de Ias actitudes y de los comportamientos que opo- compleja.
nen :1 Francis y a Gran Bretafia en materia de restauracion tiene 3610
um valor general. He intentado identificar los tipos ideales y las ten-
dencias. Voluntariamente, he dejado de lado las excepciones y los ca- .-”vl.is ,tll,i dc Ruskin 3t (1': Vioilct-le-Duc: Crririi'ilo Boiro
sos limites. En Inglaterra existieron rivales de Viollet-le-Duc, corno
muesrra el caso de Gilbert Scott y de sus partidarios eclesiologistas. A partir clel ultimo cuarto del siglo XIX, la hegemonia de la doctrina
De igual manera, en Francis, Montalembert (tal vez el unico) defien— dc Violler-le-Duc empieza a ser sacudida per una actuacion mas cues-
de una ideologia reviualisr- en unas paginas de acentos ruskinianos?i1 tionadora, mas matizada y también mejor informada gracias a los
Viollet-le—Duc, al que Ruskin y Morris nunca perdieron una ocasion progresos de la arqueologia y de la historia del arte. Orientacion que
de herir 0 de vilipendiar,“ ha sido defendido publicamente, con suti- pass a la practica lentamente, de manera anonima )7 casi subrepticia.
leza, por algunos arquitectos inglesesf‘1 mientras que Morris era ta- No obstante, fue definida, aplicada )7 brillantemente defendicla por un
chado de fetichisra y ridiculizado sin miramientos por el editorialista hombre cuva obra precursors es hoy relativamente ignoracla, salvo en
de The Builder.95 De manera semejante, la carta dirigida al Athe- su pais de origen, Italia.”
naeum por William Morris desde Alejandria (18 de marzo de 1851) ,amillo Boitum" (1835—1914) es uno de esos arquitectos italia-
fue inmediatamente traducida y publicada en la Revue générale ale nos que, como Gustavo Git'ivannoni para la generacion siguiente, de-
l’urcbirecrure,“ y las restauraciones de Viollet-lerDuc han sido anali- ben la originalidad de su obra y de'sus ideas a una formacion sin igual
zadas y criticadas asperamente, descle 1844, por Adolphe-Napoleon en Francis y muchos otros paises. Ingeniero, arquitecro e hisroriaclor
Didron en sus Annaies archéologiques, mucho antes de que lo hicie- del ar‘te, sus competencias le permiten situarse en la articulation de
ra Anatole France.” dos mundos que han llegado a ser ajcnos: el mundo del arte, pasado
Pero no por ello es menos cierto que la docrrina de Ruskin nace 3! actual, y el mundo de la inodernidad tecnica.
v florece en Inglaterra y no en otra parte, y que Francia, en la medida
La consagmaion dal monamani‘o historico. 1820—1960 141
140 Alagorr'a dal patrimonio
En Italia, los principios da Viollat—la-Duc habian inspirado, coma aionas no axpuasras a la visra) han fracasaclo. Entoncas solamanra sa
an orras partas, la mayoria cla las grandas rastauracionas, aspacial- ravala coma a1 nacasario a indispensable complamanto da una consar-
manta an Florencia, Vanacia y Napolas, donda Ruskin y Morris las vacién cuyo proyacto mismo no puada subsistir sin alla.
habian atacaclo diractamanta. Confronraclo a asas dos clocrrinas anta- Afirmar la solidaridad cla dos nocionas qua Ruskin 3* Morris jus-
gonicas, Boiro toma lo major do cada una {la allas y antraa. an sus as- gaban incompatiblas y qua Viollat—la-Duc consideraba Como sinoni-
critos, una suril sintasis qua, por orra parta, no siampra aplica an sus mos conduca a una complaja conaapcién da la rasrauracion. La ma-
prOpias rastauracionas. yor dificultacl consisra, an primar lugar, an saber avaluar con
Boito formula on conjunro da diractricas para la consarvacion y axactirud la nacasidad o la oportunidad da la intarvancion, an locali-
la rasrauracion da los monumentos his'm'iricos1'31 con ocasion cla tras zarla y an clararminar Su naturalaza y su importancia. Una vaz admi-
congrasos da ingeniaros afacruados an Milan 3/ an Roma anrra 1879 tido al principio cle la rastauracion, ésra daba aclquirir su lagitimidad.
y 1886. Diractricas qua fuaron inragraclas a la lay italiana da 1909.
.....
Para allo as nacasario y suficianra raconocarla coma tal. El caractar
os-
Giovannoni sa rafiara a allas, y las adscriba sin rasarvas, cuando as- agragado, advanticio, orropédico dal trabajo rahacho daba astar
rablaca al balanca da la “rasrauracion iraliana cla los rnonumanros ransiblamanra saiialaclo. En ningfin caso daba pasar por origina La l.
hisroricos an Italia”, an 1931, an al marco da la Confarancia cla Ara- falta da autanticidad cla la parta rasraurada daba podar sar disringui—
nas. Sin ambargo, cloncla major sa ravala al procaclimianto dialécrico da a primara vista raspacro cla las parras originalas dal adificio, gra-
da Boito as an un ansayo ascrito an forma da cliélogo, “Consarvara o cias a una ascanografia inganiosa qua racurra a mfiltiplas arrificios:
rastaurara”, publicado an 1893 an su antoloaia Orrasrioaa Praricba matarialas difarantas o coloridos disrintos a los dal monumanto origi-
las
a balli mam ” W nal, colocaaion da inscripcionas y the signos sirnbolicos pracisando
El autor cla sucasivarnanta la palabra a dos profasionalas, uno cla condicionas 3* las fachas da las intarvancionas, clifusion local if an 1a
fias
los cualas dafianda las idaas da Viollar-la-Duc, al qua invoca y cira an pransa da las informacionas nacasarias, y an particular da forogra
da las difarantas fasas cla las oparacionas, consarv acion da las partas
numarosas ocasionas, y al otro, altar ago cla Boito, las aritica siruién-
closa cla argumantos tomaclos da Ruskin 1; cla Morris (cuyos nombras avanrualas sustituidas por la rasrauracion.m‘*
no son manaionados). Boito construya su propia rlocrrina sobra asra Boito raconoca, por orra parta, no solamanta qua toda inter-van-
oposicion, y la supara. cion arquitactonica sobra un monumanro sa ancuantra nacasariaman-
da la
Su concapcion cla la consarvacion Lla los monumanros liisrc'Jricos, ta fachacla y marcada por al-astilo, las técnicas y las habilidaclas
fundada an la nocion daigtfllgijidflsl, sa la daba a Ruskin y l'VIoi'risi época an qua fua amprandida; adamas, dapiora qua sa apliquan idén—
tipqsfl
No sa daba prasarvar solamanta la patina a: los adificios antiguos, ricos rratarnianros a monumentos may divarsos y propona rras
s concar nidos y al pario-
sino también las sucasivas adicionas aporradas a lo largo dal ricnipo, da intarvancion sagun a1 astilo cla los adificio
-
varcladaras astratificacionas comparablas a las da la corraza tarrasrra do hiatorico al qua perranacan: para los nionumantos da la antigiia
clad, una rastauraaion arquaologica qua sa praocup a anta todo da la
y qua Viollat—la-Duc condanaba sin asarfipulo. También al raSparo a la
autanticiclad daba llavar a la ravision cla la concapcion “paleontologi- axactitud cianti'fiaa )7 qua, an caso da raconstitucion, considara 3610
ca”, sagfin la cual Viollat raconstruya las partas clasaparacidas cla los la masa y al voluman, dajanclo da alguna manara an blanco al rrata-
adifiaios y, con mayor razon aun, su ripologia astilisrica qua, a pasar mianto da las suparficias y al cla las ornamantacionas; para los monu-
al
da algunas daclaracionas an al santido contrario, acabara ignoranclo niantos goricos, una rasrauracion pinrorasca qua cladiqua su princip
(osama nta) y abando na la carna [asratu aria y de—
al caractar singular da cada monumental“3 asfuarzo a1 asqualato
s y
Paro, con Viollat-la-Duc y contra Ruskin y Morris, Boito sostia~ coracion) al datarioro; finalmanra, para los monumanros clasico
arqaira cronica qua tome an cuanra al adi-
na la prioridad dal prasanta sobra al pasado y dafiandc la lagirimidad barrocos, una rasrauracion
ficio an su tatalidad. . _
cla la rasrauracién. Es ciarro qua sa trata solo da un ultimo racurso, s y
L05 concapros da autanticiclac l, cla jararq uia da intarva nciona
qua no corrasponda practicar mas qua in extramfs, cuando todos los
orros madios cia proraccion (manranimianto, consolidacién, raparnm da asrilo cla rasrauracion han parmiticlo a Boito planraa'r los funda-
142 Alegorfrr dal patrimom'o La eonsagraeion del monameirto historico. 1820-1960 143
mentos critieos de la restauracion eomo diseiplina. Boito enuncia un A eata estruetura dual eorresponcle la distineion que he utilizado
eonjunto cle reglas que han sido moduladas y depuradas tras las des— ampliamente entre valores para la hisroria y para la historia del arte,
trueeiones causadas por los conflietos armados a partir de la I Gue- per una parte, y valores de arte, por la otra.“i'3 Pero Riegl no se que-
rra Mundial v en funcion de la evolucion cle las réenieas constructi- rla ahi. Entre los valores de remenioracion describe, e inmediatamen-
vas pero que, en lo eseneial, continuan sienclo validas. te inscribe, un valor nuevo que ve emerger en la segunda mitad clel si-
glo XIX y al que llama “de antiguedad”. Este tiene que ver con la eclacl
del monumento y con las mareas que el tiempo no cesa cle imprimir
Alor's Riegl: mm eorrrribrreiori mayor sobre at: se devuelve asi a la memoria -mecliarite un sentimiento “va—
gamente esrétieo”—— la transitoriedad de las ereaciones humanas cuyo
A principios del siglo XX, el gran historiador del arte vienés Alois termino es la ineluetable degradaeion que eonsrituye, no obStante,
Riegl (1358-1905?“ realizo un trabajo reflexivo mueho mas ambi- nuestra unica certidumbre. A difereneia clel valor de la historia, que-
cioso relativo al conjunto de aetitudes y de comportamientos vineu- remite a un eonoeimiento, la evocation del valor de antiguedad es in-
lados a la nocion tie monumento historieo. Trabajo para el que Riegl mediatamente perceptible para todos. Puede dirigirse a “todos, ser
estaba preparado por su triple formacion como jurisra, filosofo e his— valido para todos sin exception“. Riegl no menciona el nombre cle
toriador, asi como por la experieneia conereta adquirida eomo eon- Ruskin. Sin embargo, estéi elaro que su valor de antigiiedad suscita
servador de museoflné una “respetuosa eonsicleraeic’in"l”’5‘1 proxima al sentimiento ruskiniano
En 1902, Riegl fue nombrado presidente de la eomision austria- de piedad. Su signifieacion es, sin embargo, totalmente cliferente.
ea de monumentos hisréricos y se le encargo esbozar una nueva legis- Ruskin milita poruna etica y busea imponer su coneepcion moral clel
lacion para la conservaeion cle los monumentos. Un afio mas tarde monumento a una soeieclacl euyas tendencias propias eondueen en el
apareee, a modo de introdueeion cle esas medidas juridicas, El calm sentido inverso. Riegl parte, por el eontrario, cle una eonstatacion. Su
moderno a los arourmrantosfm' Este corto opuseulo es un texto fun- mirada sobre la socieclad indusrrial es otra, bistoriadora y no norma-
dador. Todo el saber y toda la experieneia del historiaclor de arte 3: del tiva. El valor cle antiguedad del monumento historieo no es para :31 un
conservador cle museo se movilizan aquf para emprender el anélisis deseo sino una realidacl. La inmediatez con la que esre valor se pre—
critieo cle la noeion de monumento historico. Esre es abordado no so- senta a toclos y a cada uno, la faciliclad con la que se ofrece a la apro—
lamente-segun una optica profesional como la de Boito. El monumen- piaeion de las masas (Massan), la sedueeion faeil que ejeree sobre
to historieo es tratado eomo objeto social 3/ filosofieo. Solo mediante ellas, haeen prever que ésre sera el valor dominante clel monumento
la investigaeion del 0 de los sentidos que la sociedad atribuye al mo- historico en el siglo XX. ' _
numento hisrérieo se puede fundar una practiea. De ahi’ una cloble La segunda categoria (Gageawarrswarre) no es menos riea n1 me-
manera de aetuar, historiea e interpretativa. nos diferenciada que la primera. Junto al traseendente “valor cle
Riegl es el que primero plantea sin anibigiiedad la distineion que, arte”, Riegl coloca, en efeeto, un terrenal valor “de uso", referido a
por mi parte, he tratado cle desarrollar entre el monumento y el ino- las eontlieiones materiales de utilizaeion prdCtiea de los monumentos.
numento liistorieo, euya aparieion situa, en algunas lineas, en la Ita- Consusraneial a1 monumento sin ealifieativos, segun Riegl, esre valor
lia clel siglo XVI. Es también el primero en definir el monumento his- cle uso es igualmente inlierente a totios los monumentos hiStoricos, ya
torieo por los valores que lo ban investido en el transeurso de la sea que bayan eonservado su papel memorial o ya sea que hayan re—
liistoria, de los que haee un inventario y eatableee la nomenclatura. eibido nuevos usos, ineluyendo los museografieos. La auseneia clel va-
.
Su analisis esté estrucrurado por la oposieion de dos categorias lor de uso es el criterio que disringue del nionumento tanto a has rui-
III-'1' . - 'II':
de valores. Los unos, llamados “de rememoraeion" (Eriiriramngswar- nas arqueologieas, euyo valor es eseneialmente hisrérieo, como a [a
_.
-':"
re), estan ligados al pasado y baeen intervenir la memoria. Los otros, ruina euyo valor eseneial es la antiguedad. En euanto al valor de arte,
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5.“
llamados “de contemporaneidad” {Gegemuan‘swarfe}, perteneeen al Riegl lo deseompone en dos eategorias. La primera, llamada “valor
5-5',_
:1: 1"_-"
presente. cle arte relativo”, coneierne a la parte cle las obras artisticas antiguas
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gflnfisjiE'E-
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144 Alegorfa del patrimonio La coasagracioa dal moaamento bfsto’rico. 1820-1960 145
que sigue sienclo accesible a la sensibilidarl moderna. La otra, llama— 311 contemporaneo vienés Sigmund Freud. No es asi como Riegl fue
da “valor de lo nuevo” (Neubeirswerr), concierne a la apariencia fres- sin duda leido en su época, ni tampoco mas tarde.“3 Pero, como se
ca e intaCta de Ias obras. Esta ultima categoria “forma parte de una vera mas adelante, es a partir de las pisras sintomaticas apuntadas en
aetitud milenaria que atribuye a lo nuevo una indiscutible superiori— El calto moderao a los monamentos corno hov se puede intentar pen-
clacl sobre lo viejo [m]. A los ojos cle la multitud, 3610 lo que eSta nue— sar en el patrimonio hisrérico. _
vo e intacto es herrnoso”.1m Este valor resulta ser tanro mas intere— La obra de Boito v, mas ampliamente, la de Riegl muesrran que
sante porque, a pesar de la universaliclad que Riegl le presta, sin duda -—en la articulacion de los siglos XI): 3: XX— la conserx-racion de los
con toda razon, nunca antes habia sido pueSto en evidencia ni desig- monumentos historicos habia conquistado el estatus clisciplinar que
nado claramenre. ' 5610 la interrogacion sobre sus conceptos v sus procedimientos podia
El analisis de Riegl revela por lo tanto las exigencias'simultaneas conferirle.
y contradicrorias de los valores con los que el monumento hiatorico Esra aproximacion critica concluia perfilanclo e1 campo espacio-
ha sido revestido a lo largo de los siglos. Segun toda logica, el valor temporal de los monumentos hisréricos, que desde el final de la deca—
de antigiiedad, el ultimo en llegar, excluve al valor de lo nuevo, ame~ da de 1860, al menos en teoria v virtualmente, presentara’. casi los
nazando tambien al valor de uso y al valor hiatorico. Pero el valor de mismos contornos que hov. El area n'pologica incluia ya la arquitec-
uso contraria a menuclo al valor de arte relativo y al valor historico. tura menor y el tejido urbano. El area cronologica permanecia limi-
Eatos conflicros, esbozados ya por Boito'en el campo de la reStaura— tada, bacia adelante, por la frontera cle la industrializacion. Pero, ha-
cion, se manifiestan una vez mas cuando se trata de reempleo v, de cia atras, sus limites retroceclian constantemente por el trabajo de
manera mas general, en la clasificacion misma de los monumentos arqueologos v paleografos. Los descubrimientos de Jean—Francois
hiatoricos. Riegl muestcra, sin embargo, que estos conflicros no son .....
Champollion permitian otorgar un esrado civil y una identidad a los
irresolubles y que, en realiclad, dependen de compromisos, negocia- monumentos cle Egipto, cuvo enigma habia fascinaclo en vano a
bles en cada caso particular en funcion del esrado del monumento 3/ los anticuarios. Luego llego el turno de los de Mesopotamia. El tem—
del contexto social 3: cultural en el que se encuentra. El analisis axio- plo de Jerusalem abandonaba también el mundo de la levenda para
logico del hiStoriador vienés funda una Concepcion no dogmatica v entrar en el de la realidad historica, y lo mismo ocurria con los veSti-
relativista del monumento histérico, en armonia con el relativismo gios de las civilizaciones protohelenicas. El area de difnsion habia lle-
one at ha introducido en los estudios del arte. gado a ser mundial. Por una parte, a menudo con motivo de la ex—
Pero El enlro modamo a los monumenros no aporta solamente pansion colonial (India, Indochina, América Latina), la arqueologia y
una herramienta critica'para el adminiStrador y el restaurador. Al la etnografia occidentales anexaban los monumentos cle civilizaciones
evaluar e1 peso semantico clel monumento hiatorico, lo transforma en lejanas que no pertenecian a la antigiieclad mediterranea. Por otra
un problema de la socieclacl, en una clave de un cuestionamiento so- parte, e1 concepto de monumento hisrérico y su institucionalizaCion
bre el clevenir de las sociedades modernas. La insritucion desde la cual habian traspasado los dominios europeos y los territorios sometidos
habla prohibe a Riegl formulaciones demasiado explicitas v precisas. a su influencia.
No puede, en particular, afirmar que, en la sociedad en transicion en No ha}r que exagerar, sin embargo, e1 alcance de ciertas ideas y
la que vive, el valor cle antiguedad tiende a investir el espacio social de ciertas experiencias, precursoras pero puntuales, aparecidas du-
tradicionalmente ocupado por la religion. Sin embargo, rise es el sen- rante el periodo cle consagracion del monumento historico: eStas no
tido que torna e1 término “culto” del titulo de su obra. afectaron en profundidad a las précricas cle conservacion que, duran-
gPor que los fingimientos esteticos del valor cle antigfiedaclfl“ re casi un siglo, entre 1860 v 1960, permanecieron practicamente
por que este fervor masivo v creciente en torno a los monumentos his- idénticas.
toricos? Para el lecror actual, Riegl112 parece anticipar a la escala so— En efecto, hasta la décacla de 1960, la conservacion de los mo-
cieral misma, pero en su campo memorial prOpio a los analisis de El numentos hiatoricos continfia afectando exclusivamente'a los grandes
malesrar an [a culture, el breve texto escrito veinte afios mas tarde por edificios religiosos v civiles (excluvenclo los clel siglo 311$). La restau-
146 Alagon’a del pairimonio La consagracion del monumenro historico. 1820-1960 147
racion sigue siendo casi siernpre fiel a los principios de Viollet—le—Duc, Finalmente, la critiea y el relativisino do Riegl ostan lejos do
a no ser que, por influencia‘de algunos arqueologos, so oriente haeia rogir las prdetieas del parrimonio historico y, especialmente, de su
una reconsrruecion, del mismo modo quo la practica do los arquitec— pedagogia, de los que habrian podido constituir la base.
ros y los anticuarios habia trazado el modelo para las antiguedados Tanto en la afirmaoion sorena do sus oortidumbres intelecrualos y
clasieas. El 1ralor do antigiiedad no subyuga a la multitud tan rapida- do su vision do la historia universal, como en la amplirud de sus rea-
:nento oomo habia imaginado Riegl. El grand tour, eiertamento, so lizaeiones, ol largo poriodo de la eonsagracion del monumento histo—
habia democratizado en Inglaterra. Alli so eroa la primera agencia tu- rieo contonia solo el germen do las oriontaciones y los interrogantes
risrica, Cook’s, que explota e3pecialmente los lugares legendarios do que earaeterizan ol periodo aetual.
Egipto donde, ya on 1907, Pierre Lotil“ se queja de la implantaeion
incompestiva do hoteles en los alrededores de las piramides y de la
abundancia indiscreta do turistas. Poro todo es relativo y se trata de
monumentos exeepcionales. En Europa, a pesar de las campafias na-
cionalos condueidas desdo principios do siglo‘ por asoEiaciones priva-
das eomo el Touring Club do Franeia, a pesar do la croaeion de una
red do explOtaeion de las obras do arte antiguo por parto del Estado
italiano, en el pais que habia sido tierra natal del monumonro histo—
rico, el “turisrno cultural” todavia no ha recibido su nornbre y conti-
nua sieudo el privilegio elitista de un medio social restringido, aeomo-
dado y eultivado que agrupa a los que mas tarde seran llamados “los
herederos”.“5 La mundializaeion institueional del monumento histo-
rico, tan deseada por Ruskin y Morris, casi no progresa. No obsran—
to (excepcion notable), el concepto y la practica van a introdueirse on
japon desde la decada do 1870, en el marco do la apertura Meiji a las
institueiones y a los valores do Europa,”5 pero en EE UU adquieron
pleno derecho solo después do la-II Guerra Mundial, con la croacion
del National Trust for Historic Presemanation.1I?“r
La priinera conferencia international sobre los monumentos his—
torieos no se eelebra hasta 1931, en Arenas. Realizada dos afios antes
que la do los CIAM, que elaboraria la célebre Carta do Arenas en los
mismos lugares, la conferencia fuo la ocasion do plantear el tema do
las relaeiones entre los monumenros antiguos y la ciudad, y do desa-
rrollar al respeeto ideas opuestas y, no obstante, en muehos sentidos
mas avanzadasHS que las do la Carta. Pero esas ooncepciones innova—
doras recibirian una publicidad limitada. Fueron formuladas en los
ma’rgenes de un congreso consagrado, en principio, a los problemas
técnicos de la conservacion y de la restauraeion, euros participantes
T-Tf'lf-“t
r:
.,..I 2.1-
4.1a: '
143 Alegoria del patrimonfo La consagracion del monumento bisto'rico. 1320-1960 149
partes de Europa, es mas rica que ninguna de ellas en monumentos de todas las
ademas de sus Picturesque Views in England and Waies {1316), Turner
:-_
epocas”.
publicara también otras series inglesas y escocesas y las de Rivers of France
.-'-_ fe-
9 “AI dirigir su atencién enclusivamente hacia la obra de arte singular, y al (1333-1335). '
tratar de enriquecer cada yea mas la comprension, el analista encontrara' que su
16 MONTALEMBERT, Charles Forbes, Du uandaiisme et du catot’icisme dans
'.'I- -
comptension historica se rorna cada yea mas dificil, para finalmente rerelarse
i’art, Debecourr, Paris, 1339. Ensayo ritulado “Lettre a M. Victor Hugo”
:
imposible. Le sera cada vez mas y mas dificil reconocer los lazos que yinculan la
(1333.). El termino “pasion” es cirado cuatro reces en un mismo parrafo.
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una obra de arte y en relacion con Io cual ella depende de realizaciones 17 ibid., “La postericlad registrara entre sus mas hermosas glorias la de ha bet
anteriores [...] puede resulrar no set mas quc una pcqucfia pattc superficial y no
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sido el primero en desplegar una bandera que pundit) reunir £1 tedas lEE almas
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150 : Aiegoria del patrimonio La consagracion ale! ntonninento historian. 1320-1960 151
13 PUGIN, Augustus Wells}! Northmore, Contrasts or a Paraiiei Between the Al trabajar para las niasas, la industria moderna vn destruyendo las creaciones
Nohie Edifices of the Fourteenth and Fifteenth Centuries and Similar Bniidings dcl arte antiguo cayos trahaios eran enteramente personaies tanto para ei
of the Present Day, Shetaing the Present Decay of Taste, Edicitin del autor, consarnidor conto para eiartesano [...] Pero, para la industria, los monumentos
Londres, 1336. son canteras de piedras, minas dc salitre o almacenes de algodon. En pocos afios
19 “Todo artists, todo burgués incluso, que pase por Guerande siente alli, mas esas ciudades originalcs estartin transformadas y no se vertin mas one en
conto los que pasan una temporada en Venecia, un deseo raipidamente olvidado esta iconografia liter-aria”. La frase destacada rnuestra, adernas, que Balzac
de terminar alli sus dias en la tranquilidad [....] A veces, la imagen de esta habia percibido la doble actividad crcadora implicada en los proccsos de
ciudad llama a las pucrtas del templo del rccucrdo: entra coronada con sus produccic'in y de percepcion de los monumentos antiguos.
torres, adornada de su cinturon, despliega su vestido sembrado de herrnosas 30 RUSKIN', John, “On the opening of the Crystal Palace”, op. cit.,
florcs, sacude e1 manto de oro de sus dunas, exhala los perfumes embriagadores pag.116.
de sus hermosos caminos espinosos”, BALZAC, Honoté de, Scenes o’e ia vie
priae'e, Beatrix [1344], (Ennres CompiEIes, Houssiaux, Paris, 1355, torno Ill, 31 "La lampara de la memoria", particularntente el apartado X, donde Ruskin
pag. 290. evoca “La fortaleza [de los edificios] oue a través de afios y siglos, de caidas y
advenimientos de dinastias, [...] relaciona las epocas olvidadas con las
20 “El carricter particular del mal engendraclo por nuestra epoca es cl set siguientes, y que constituye la mitad de la identidad de las naciones por
totalniente irremediable [irreparahieness]”, RUSKJN, John, “On the opening of concentrar la solidaridad.”, en RUSKIN, John, Las siete itirnparas tie ia
the Crystal Palace", en TSCHUDI-WDSEN, Stephan, Restoration and arqnitectnra, Direccion General de Bellas Artes y Archivos, Instituto de
Antirestoration, Universitetsforlaget, Oslo, 1926, ptig. 117. Conservacion y Restautacion dc Bicnes Culturalcs y Consejo General de
21 HUGO, Victor, op. cit., pag. .155. Hugo sefiala: “ya no tenemos cl genio dc Colegios de Aparejadores y Arquitectos Tecnicos, Madrid, 1939. piig. 226.
esos siglos”. Consccuencia para :51 de la industrializacion y, sobre todo, bastantc 32 Ruskin teme el elitismo del eateta 1e preconiza, en este sentido, una
antes, dc la muertc dc la arquiteCtura, aniquilada por el libro. Véase “Esto arquitectura acccsible a todos. Por tal motivo desplaza uoluntariatnente el
rnatarti aquello“, capitulo agregado en la edicion de 1332 a Notre-Darne de accnto de la ohra de arte hacia quienes las realiaaron y hacia sus cualidades
Paris. Inorales: “Olatenemos placer, o deberiamos dc obtencr placer, de una
22 BALZAC, Honoré de, op. cit., pig. 320. construccion arquitecténica corno manifestacion de una inteligencia humana
admirable. [...] Lo que nos deleita es rnenos la hermosuta real del objeto
-3 CARLYLE, Thomas, Sings of the Time, citado por WILLIAMS, Raymond, producido que las elecciones y las intenciones aplicadas a su produccion;
Cnitnre and Society, 1730-1950, ChattoiWindus, Londres, 1953. - ei ainor 3e ios pensarnientos dei artesano, rntis one sn trahaio”, en RUSKJN,
24 Las dos nociones de arquitectura y de construccion han sido claramcntc John, Les piedras ale Veneeia, Colegio Oficial de Aparejadores y Arquitectos
cliferencia das, especialrncnte en Las siete ia'nrparas de ia arqniteetnra [1349], Tocnicos de Murcia, Murcia, 2000, pig. 3?, la cursiva es nuestra.
Colcgio Oficial de Aparejadores y Arquitectos Técnicos de Murcia, 1939, 33 “tcndrcmos una verdadera arquitectura domestica que serti la base de toda
pag. 55. En ese misrno pasaje Ruskin utiliza como sinonimo de hniia'ing el otra, que se dignarti a tratar con respeto y atencion tanto a la pequefia como a
termino cle edifieation que, ya en esa época, habia pcrclido tal signification en la gran residencia, ya que tevestirti la Iniseria de la circunstancia terrcnal con la
cl empleo corrientc dcl ingles-f Para todo lo que sigue, ver “La liimpara de la dignidacl de la huntanidad satisfecha”, en RUSKIN, John, Las siete ia'rnparas de
memoria“. - ' in arqnitectnra, op. cit., pag. 221. Véasc tambiiin eI apartado V.
25 El papel de la diferencia esta subrayado en numerosas ocasiones en el 34 En “La larnpara de la memoria”, op. cit., piig. 190,IRusl-:in forja el célebre
capitulo VI consagrado a la lampara de la memoria, RUSKIN, John, op. cit., neologistno noicefniness {para Mikhail 'Bakchtine, es so no: lo que cliferencia
pig. 217. a los objetos de las cicncias humanas dc aquéllos dc las ciencias fisicas,
26 HUGO, Victor, op. cit., pag. 166, la cursiva es nuestra. “Epistémologie des Sciences humaines”, en TODOROV, Tavetan, Mikhai'i
Bahchtine, ie principe diaiogiane, Le Seuil, Paris, 1931}. La misma idea
27 El reninai gotico {uéasc, on particular CLARK, Kenneth, The Gothic Revivai reaparece en Las piedras ole Venecia, con la distincion entre las dos funciones
[1923], Harper 3: Row, Nueva York, 1922, y los trabajos de Nikolaus Pevsner}. dc la arquitcctura: la accion (“El one acttia nos defiendc del clima o de la
En la misrna epoca, en una Francis donde el eclecticisnio compite con el violencia") y el discurso (“‘el que habla, como en el caso de los tnonurnentos y
neoclasicistno, se encuentran muy pocos cjcmplos (Santa Clotilde en Paris) de las turnbas, rcgistra hechos y express sentimientos; o bien, como en el caso de
una arquitccmra ficl a los principios dcl csrilo gotico. las iglesias, los tentpios o los edificios publicos, tratados corno si fueran libros
23 HUGO, Victor, “Guerre aux dérnolisseurs”, op cit., pig. 165. dc historia”), op. cit., pég. 35.
29 BALZAC, Honoré de, op. cit., pigs. 236—237: “Francia [.-.] todavia posee 35 “La lampara de la nternoria”, op. cit., pig. 219.
algunas ciudades completamente aienas al movimiento social que da su 36 Véase nota 27, cita tomada de Las piedras tie Veneeia. En Las siete
iisonomia al siglo XIX [...]. Desde hace treinta aiios, sin embargo, esos retratos ititnparas a’e ia arqnitectttra, Ruskin juega con la sinonlmla entre monamentai y
de antiguas edades empiezan a desaparecer 1; son cada vez mas raros. nreinoriai.
La consagmcion del monumento bistdrico. 1320—1960 15 3
152 Alegoria del patrimonio
de una nueva
37 RUSKIN, John, Les siete iiimpems de in arqairectnm, op. cit._. pig. 222. corresponde de hecho a la municipalidad. Para realizar e1 trazado
a la Porte de Limoges ), la municip alidad exige en dos
calle {desde el centro
crea las
33 En particular en “On the opening of the Crystai Paicce’". ocasiones la demolicion del baptisterio Saint-Jean v posteriormente
de condenar
39 Ibid., § 15, pag. 115. peores trabas para su conservacion. Por las mismas raaones, trara
un primer momen to, la adminis tracion del Estado
la torre Saint-Porchaire. En ; su sucesor
40 15:11., § 19 y 20. Esta organiaaeion, no estatal, estaba concebida segiin el consrituye un apoyo, en la persona del prefecro Alexis de Jussieu
modelo de las organizaciones benévolas de proteccion desarrolladas en apova, por el contrario, las reivindicaciones locales.
lnglaterra. Administrada con fondos privados aportados por sus miembros, Ia loi er ie service a’es
4? Para el caso de Francia, vease DESSAULE, Pierre, Le
organizacion debia estar representada en cada ciudad de cierta importancia pot se, Paris, 1974, asi
monuments historiqaes frangais, La Documentation Franqai
“observadores y agentes“ encargados, por una par-re, de inventariar todos los y ivos
monumentos antiguos dignos de interés y, por otra, de informar una o dos veces como las ediciones actualizadas por el 13.0. de los texros legislat de Francia”. _
reglame ntarios concern ientes al “patrim onio historic o v estético
al aiio sobre su estado, sefialando los provectos de intervencion de los que Para el caso europeo, véase RUPP, Peter, Repertoire earopéen
des prariqnes da
podrian ser objeto. “La sociedad proveeria asi de los fondos para comprar o
para arrendar todos los edificios o todos los inmuebles de esta nacion petrimoine, Consejo de Europa, Estrasburgo, 1996.
ion de
susceptibles en todo momento de ser puestos en venta, o también para asistir a 43 Segun RUCKER, Frederic, op. cit., pag. 206,1a primera asignac
1331. Ludovic
los propietarios,'privados o pi‘iblieos, en la tarea de conservacion indispensable fondos para la conservacion de monumentos historicos data de Gracias a e1, el
.
a su salvaguardia [...]”. Bl provecto de Ruskin se encuentra actualizado bajo la Vitet serr—i presidentdde la Comision de Finanzas de la Camara francos.
forma del National Trust, asociacion privada que, desde 1395, administra lo presupuesto de los monum entos pasara, en 1340, cle 3.000 a 200.000
Ministerio
esencial del patrimonio historico inglés.
49 El Comité des Travaua: I-listoriques habia reeibido e1 encargo del
entos, asi como
41 “Ustedes han oido hablar de la destruccion de viviendas que actualmenre de Instruccion Priblica de inventariar y de describir los monum ssion des
Commi
se realiza en Napoles con el pretexto de destruir los sectores insalubres de esa de publicar los “Documents inedirs de l’histoire de France”. La
ciudad v reconsttuirlos. Pero la causa de la insalubridad dc Napoles o de iente del minisre rio del Interior , estaba
Monuments Historiques, depend luego
Londres no son esos edificios construidos por nuestros ancestros, sino esa presidida por su ministro. Su vicepresidente fue, en primer lugar, Viret, v Charles
ndia, entre otros, 3 France I-Ienri Taylor
misma ignorancia crasa y fatalista que destruye los edifieios antigens", en Mérimee. La comision compre
"Speech at the annual meeting of the Societyr for the protection of ancient Lenormant.
buildings”, 1339. Lo que esta mu},r cerca de una proteccion de objetivo social. (1739-1379),
En ese sentido, este texto puede ser aproximado al sorprendente articulo escrito 50. Figura sefiera del medio romrintico francés, el baron Taylor Artes y de Ios
grabador, escritor v filantro po fue igualme nte inspect or de Bellas
en 1357 para el Paris-Guide por Edmond About. Museos.
42 Para lo cual lanza una especie de manifiesto, publicado en el Athenaeam manas vienen en
(1377) que recoge inrnediatamente 1a firma de numerosos escritores v artistas 51 Mavoritariamente edificios religiosos. Las ruinas galo-ro
segundo lugar, antes que l'os edificios civiles.
tales como Thomas Carlyle, Philip Webb, Edward Burne-Jones 1’ William
encarnados
Holman Hunt. 52 Los dos enfoques, cognitivo v practico, se encuentran
y por el
43 Gustavo Giovannoni (13-73-1943), ingeniero, arquitecto e historiador del
respectivamenre por la Commission des Monuments Historiques es
Comite des Travaui-t Historiques. Este ultimo competita con diferent el
arte, fue el creador de la catedra de Arquitectura en la Escuela de Ingenieros dc ida por
Roma, desarrollando a la vez la reoria y la practica del urbanismo y de la sociedades de anticuarios. Su vocacion erudita ha sido reasum
decreto en
conservacron de monumentos v de tejidos antiguos. “Vecchie citta ed ediliaia lnventeire gene'mi cies richesses artisriqaes de in France, creado por
1964 por Andre Malrau n a propues ta dc Andre Chasrel.
nuova” (publicado en Naoua Antoiogia, 1913} es a la vea e1 titulo del articulo
a punto de
en el que por primera vez presenta su doctrine y el titulo del libro en el que Esta 53 Carta a Viollet-le-Duc del 2? de septiembre del 1352: “Estuve por la
recibe una forms mris desarrollada y mas compleja, en 1931. Vitase el capirulo sucumbir por ir a ver esa famosa rotonda de Simiane. Lo extrar‘ie no idad del
slgurente. insolacion que usred habria comparrido conmigo, sino por la singular sabe que
~14 GIQVANNONI, Gustavo, Veccbie citrri' ed ediiiaia nsroua, Unione monumento”, o también su carta del 17 de diciembre de 1356: “Usted s. No lo son
trpografrco-editrice, Turin, 1931, pa’g. 140. nuestros monumentos caen porque no son suficientemente conocido
de Italia), en
porque no hay hosterias” (y contrasra esra situacion con la
45 MONTALEMBERT, Charles Forbes, op. cit., pdg. 11. MERJMEE, Prosper, Lettres ii Vioiiet-laDnc, op cit.
ssion des monnments
46 En 1335 y 1340. FOUCHE, Sylvie, Poitiers et in Commission ties 54 BERCE, Francoise, Les premiers creamer de in Commi
monuments historiqnes entre 1330 at 1860, memoria de DESS, lnstirut Francais iristoriqaes, Picard, Paris, 1930.
d’Urbanisme, Paris, 1939, donde se saca a la luz claramente, en parte gracias al de Normandia,
apovo de documentos de archivo inéditos, tanto la naturaleza de las opciones 55 En 1323, Caumont habia creado la Sociedad de Anticuacios Sociedad
ideologicas y técnicas adoptadas po'r Merimée como las diferentes fueraas modelo de la Sociedad de Anticuarios del Oeste. Ba 1834, creaba la
coyunturalcs con las que tropieza. En materia do destruccion, el primer lugar Francesa de Arqueologia. 1.
154 ' Alegon’a del patrimonio La consagracidn del monamento ln'srdrico. 1820-1960 155
56 Asociaciones 'religiosas, como la Church Building Society, surgida del
65 lncluso Ctlflnclfl. come on Viol—inc, Mérimée oscogo :1 ’un profcsionnl de-
movimiento eclesiatologista, o asociaciones arqueologicas [Oxford Architectural
la region, ésm no deja dc simbolizar la ingerencia de P3113. en los asuntos
Society 1; Cambridge Camden Society, 1839, Cambridge Antiquarian, 1340,
British Archaeological Society, 1343). La diversidad de sus doctrinas no
do Is provincia. El escogido termina concentrandola hosttltdad de todos los
afecta a actores locales, dcsde el concejo comunal a los anticuarios, pasando hasta por
su eficacia, que se manifiesta no obstante bajo forinas contrastadas.
el prefecto. lbt’a'., pags. 30 3/ ss.
5 7. Véase DUSSAULE, Pierre, La Loi et le Service ties monuments historiqaes
francais, La documentation francaise, Paris, 1983, y su muy pertinente comentario. 66 BERCE, Francoise, op. cit.
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160 ' Alegorfa del patrimonio
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111 155i, pig. 96.
5 LA MNCION DEL PATRIMONIO URBANO
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112 1513., en particular pig. T2.
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113 CHOAY, Francoise, “Riegl, Freud et les monuments historiques: pour una
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approche sociétale de la preservation”, en LAWN, Irving (ed.), World Arts, "
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Acts of the XXI/Ir}; International Congress of the History ofArr, Vol III,
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The Pennsylvania State University Press, University Park, 1939.
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114 LOTI, Pierre, Le morr de Plailae, [1909], Pardés, Paris, 1990.
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115 BOURDIEU, Pierre; PASSERON, Jean-Claude, Les beririers [1964],
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Minuit, Paris, 1995.
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116 Véase CHOAY, Frangoise; MERLIN, Pierre, (din), op. cit.
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117 Organization privada fundada en 1949 sobre el modelo del National Trust
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britzinieo.
113 Esta confereneia, llamada “de Arenas”, fue eonvoeada por la Comision
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Internaeional para la Cooperation Inteleetual de la SDN, con la eooperacion del
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Consejo Internaeional de Museos (ICOM). Sus Acres fueron publicadas en
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1933. Se encuentran alli en particular tres presentaciones notables, de Vietor Georges-Eugéne Haussmann, que en su época tuvo tantos y tan diver-
Horta, Gustavo Giovannoni v Giorgio Nieodemi.
sos enemigos eomo ahora, reeusaba la acusacion de vandalismo que
le achaeaban algunos enamorados del viejo Paris: “Pero, buenas per-
sonas que, desde el fondo do vuestras biblioteeas, parecéis no haber
visto nada [del estado de insalubridad del antiguo Paris yide la meta-
morfosis aportada] citad, al menos, un antiguo monumento digno de
interés, an edificio valioso para el arte, curioso por sus recuerdos, que
mi administracion hays destruido, o no haya despejado' o diSpueSto
en la mas bella perspectiva posible”.1 El baron habla de buena fe y se
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le debe, efecrivamente, la conservacion do numerosos edificios que,
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eomo Saint-Germain-l’Auxerrois, esraban destinados a la demolicion.
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En este sentido, este burgués bien informado era sin duda el contem-
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emperador.
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todos los monumentos que siente amenazados por los nuevos tiem-
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pos, sin preocuparse ‘en absoluto de los conjuntos y do! tejido urbano
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como tal. Théophile Gander, que escribe ese mismo afio el prefacio
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158 Alegoria dal patrimortio La consagraciorz dal mouumeuto historian. 1320-1960 159
mas daspojado [...]. Sa diria qua quieren persuadirnos do qua al mundo nacio antiguos an Milan. Fundo la ravista Arte Itaiiarra decoratiua’ed industriaie.
ayar y da qua dabe tarminar mafiana”. De la misma manara, a proposito da las Tambiitn sa la daba Ornameuti per tutti gii stiii, I-Ioapli, Milan, 1333-
iglasias, comanta: “Alli sa lavanta todavia dalanta da nosotros la 1ricla entara do
nuastros antapasados, asa 1rida tan dominada por la religion, tan absorta an 101 Estas f'uaron prasantadas bajo la forma de una racomandacion, auténtifa
alla [...], su paciancia, su actividad, su rasignacion [...], todo aso astti ante “Carta cla ocho puntos” qua Boito reproduce an “Conservara o Restaurara' ,
nosotros [...] como una patrificacion da su axistancia [...]", ibid., pigs. 6? an BOITO, Camillo, Questiorii prutiche o’i baiia arta, Hoapli, Milan, 1393,
y ss. Comparar con los tautos da Ruskin citados en las notas 14}: as. pags. 2.3 3; ss.
93 Viasa, por aiamplo, an The Buiia’ar, 21 da iunio do 1361, al aCta de la 101 Ibid.
sasion da la Ecciesioiogicai Society “On the destructive character of Modern 103 Boito cita complacido a Marimaa quian, con un aspiritu opuasto al da
French restoration", en la cual Ruskin, “recibido con aplausos“, aporta una da Viollet-la-Duc, daclaraba qua “conviane daiar incomplato a imperfecto todo lo .
sus mas harmosas diatribas contra Ia rastauracion an general 3! contra la de los qua se ancucntra incomplato a imparfacto, [qua] no oaba uno parrnitirsa corragir
francases y alamanas an particular. irregularidadas o ractificar arroras”, livid, pag. 13.
94 Iiaio'. En el curso da la misma sasion, al arquitaCto J. Parker sa opona al 104 Haiti, pigs. 15 1,! ss. 1.; pig. 23.
aonjunto de sus colagas subrayando las clifarancias cla aontaxtos (politico,
ideologiao, cultural} qua hacan complaja la comparacion antra los dos paisas. 105 Alois Riagl ha establaaido los principios da la historia 3.; da la taoria dal
lnsista, an particular, an In aficacia, an Francia, {la la accion dal Estndo “qua, an arta en una saria cla importantas obras; principios qua sarran posteriormante
vaz cle abandonar la prasarvacion da los edificios publicos al santimianto y a la prosaguidos por Heinrich wafflin, Hans Sadlmayr, Paul'lfrankl, Erwm Banofslcy,
opinion pt’iblicas, haca clasificar todas las catagorias da adificios, y no solamenta Richard Krautheimar, atc. Un siglo daspués do so aparicron sa ha tracluciclo al
las catadralas, como monumentos historicos“. Defianda a 1diollet-la-Dua castallano Probiarrtns de estiio [1353], Gustavo Gili, Barcelona, 1930, .3; al .
avocando su inmanso conocimianto y anumerando ajamplos inglases de francés, Origirre de i’urt baroque .3: Rome [1907, adicion postuma], Klincksrak,
vandalismo. El invantario postumo cle Viollet-la-Duc revela qua posaia las obras Paris, 1993, con una importanta prasantacion da Paul Phtlippot. Sobra la obra
da Parker. da Riagl, véasa también ZERNER, Henri, “L’art”, an LE GOF'EJacquasay
NORA, Pierre, (ads.}, Faira tie i’Histoire, tomo II [1974], Gallimard, Paris,
95. A proposito da su Society for the Promotion of Ancient Buildings, aauaada 1936' PACE-IT, Otto, “A. Riagl”, an Buriirtgtorr Magazine, 1963, traducrdo al
da hacar prasidir sus sasionas por “nobles astatas”, apoyados por damas franciis en la introduccion da RIEGL, Alois, Gru‘rrrmaire historique des arts
bianpansantas 3r subyugadas por alocuencia torrancial. Los objativos da la nuava piustiques, Paris, Klincksiack, 2003; 3r SAUERBANDER, Willibald, :A. Raagl
sociadad, qua triana infitilmanta a agragarsa a [as institucionas anterioras, ravalan und die Entstahung das autonomas Kunstgaschichta am fin da sracla , an
an particular an “fatichismo abyacto“, Tire Buiidar, 29 da junio 1393. BAUER, Roger {ad}, Fir: du siecie: Zur Literatur uud Kurtst tier
96 La carta cia Morris praconizaba, an particular, la craacion da una asociacion jubrburrdartruartde,v. Klostarmann, Francfortt'Mam, 1977.
para protagar al patrimomo historico internacional. ' 106 En el 0starraichischas Museum fiir Kunst und Industria, hoy Museum for
9? FRANCE, Anatole, op. cit., pags- 177-173 1; 141 }' ss. Anatole France acusa Angawanclta Kunst {Musao cla Artas Dacorariaas] de Viena (1336-1393}.
a ViollEt-lE-DUC da vandalismo incluso an Pierre-fonds, donde (:1 ha “dastruido 107 RIEGL, Alois, Ei auito moderno a ios rrtortumanros, A. Machaclo Libros,
las ruinas, lo qua es una forma da vandalismo“. Resume fisparamenta al metodo Boadilla dal Monte, 1937.
da Viollat-le—Duc: “Ahora [al arquitacto] damuala para hacar anvejacar. Sa
rapona al monumento an al astado an al qua astaba an an origan. Major afin: 103 Un asquama puada ayudar al Iactor a oriantarsa antra astas difarantas
sa lo rapona an al astado an al qua dabaria habar astado”. catagorias de valoras:
93 RUSKIN, John, “On the opening of the Crystal Palace“, op cit., § 10, — Valoras de ramamoracion [Iigados al pasado}:
pig. 112.. “Dasafortunadamenta, asta tipo da raparacionas, ajacutadas con ' para al racuardo {monument-o}; . . '
conciencia, siampra astfin dasprovistas da un caraictar aspactacular y son poco - para la hisroria y la historia dal arta [monumento histortao);
aptaciadas pot cl gran publico; dc to] manara qua los rasponsablas da las obras * da antigiiadad (monumento historico).
siantan nacasariamanta la tantacion de hacer ejacutar las raparacionas —- Valores da contamporanaiclad:
indispensablas da una manara qua, aunqua aparantamante convanianta. rasulta * da arta
iatal para al monumento“. —- relativo {monumento historico);
.
— da lo nuavo (monumento y monumento historicoj.
99 En su Historia da in orguitactura modarrra [1950], Poseidon, Barcelona, - da uso lmonumanto y monumento historico)
1930, Bruno Zevi haca da Boito un heroa nacional y la concede una posicion da
pionaro qua no otorga a Giovannoni. Para la bibliografia critica da Boito, vaasa 109 RJEGL, Alois, E! cuito moderao a ios mouumarrtos, op. cit., paig. 31.
CESCHI, Carlo, Taoriu e storia def rastuuro, Bulzoni, Roma, 1970. 110 O mas bian a su “dasao da arta“ {Kunstwoiieu}. Sobra esta concepto, van
100 Daspués de realizar sus astudios an Italia, Alamania y Polonia, ansaiia PHILIPPOT, Paul, “Présantation”, an RIEGL, Alois, Origirre de i’urt baroque at
(Academia Brara) y practica 1a arquitactura y la rastauraaion tie los adificios Rome, op. cit. - _
162 - I A legon’a del patrimom‘o La intact-scion def parrz‘mom‘o urbano 163
acoger como un progreso la desaparicion de ese Paris démoli: “El Pa— Honoré de Balzac resume bastante bien un sentimiento implicito
ris moderno seria imposible en el Paris de antafio [...]. La civilizacion en la Francis. de su época cuando describe la supervivencia de Gueran-
abre grandes avenidas en el negro dédalo de callejuelas, cruces, calle— de como un anacronismo y cuando prevé que las ciudades antiguas,
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jones sin salida de la vieja ciudad; abate las casas como el pionero de condenadas por la historia, solo seran conservadas en la “iconograffa
América abate los arboles [...]. Las murallas podridas se deSploman literaria”.3 No se puede negar que, en su mayoria, los romanticos fran-
para dejar surgir desde susescombros habitaciones dignas del ser hu- ceses havan sido traumatizados por las ordenaciones de los “ensan-
mano, donde la salud desciende con el aire y el pensamiento sereno chadores de callesM y que hayan visto desaparecer con nosralgia ciu-
con la luz del sol". Tanto para Haussmann como para Gautier y para dades antiguas cuyo encanto )1 belleza celebraban. Por el contrario, y
el conjunto dc personas benevolentes de esa epoca, la ciudad no exis— {iste es un punto esencial para la historia de las mentalidades, lo cier-
te en tanto que objeto patrimonial autonomo. Percibe los barrios vie- to es que para ellos no se trata de un patrimonio especifico, suscepti-
jos como obstaculos para la salubridad, eI transito, la contemplacion ble de ser preservado a la manera de los monumentos hiStoricos.
de los monumentos del pasado que necesitan ser despejados. Por razones provenientes de tradiciones culturales profundas,
El mismo Victor Hugo, el poets del Paris medieval que denigra esta actitud se mantendria durante largo tiempo en Francia, donde to-
cruelmente las aperturas haussmannianas y la monotonia de las nue- davia no ha desaparecido del todo. Sin embargo, laggiéflafiPali-Eb
vas avenidas de la capital, no protesta nunca en sus articulos ni en sus rtuoniofiurbano_historico, acompanadoflde _un prdyecto‘de conserva;
intervenciones en la Commission des Monuments HiStoriques contra Eiénn mass era. 13% specs ”mama: Elf: Haussniafifi 'p'é'rt); cm Elisa a:
la transformacion general del tejido de las ciudades antiguas. Como su Effie B'rsefiala .hacsbajo la plums dsKabuki-5566'sfds‘ivvés una
evolucion
colega Montalembert, llegado el caso, se limita a proponer alguna des— y un desarrollo dificiles, 'cuyas mio'dalidades merecen ser
viacion de las vias proyectadas para salvar no la continuidad de un analizadas. '
conjunto urbano sino un monumento: “Asi, en Dinan, en una peque- {For que esra distancia de cuatrocientos afios entre la invencion
fia ciudad de Bretafia, donde no pasan ni veinte vehiculos _al dia, para del monumento historico y la de la ciudad historica? gPor que esta a1-
ampliar una de las calles menos transitadas, {{no se ha destruido la her- tima tuvo que esperar tanto tiempo para ser pensada corno objeto de
mosa fachada del hoSpicio )7 de su iglesia, uno de los monumentos mas conservacion en su totalidad, no reductible a la suma de sus monu-
curiosos de esos parajes? [...]. En Dijon, la iglesia de Saint-jean se ha mentos? Numerosos factores han contribuido a retardar tanto la ob-
visro vergonzosamente mutilada: se podo su coro, nada menos, como jetivacion como la puesra en perSpectiva historica del espacio urbano:
una rama de arbol meaty un muro que une los dos transeptos separa por una parre, su escala, su complejidad, el paso del tiempo que asi-
la nave de la zona destinada a Ios coches. Solo se acti’ia asi con 105 mn- mila la ciudad a un- nombre, a una comunidad, a una genealogia, a
numentos publicos y sobre todo religiosos; muy diStinto seria si se tra- una historia en cierta forma personal pero que se desinteresa de su es-
tara de intereses privados. Que las viviendas vecinas molesten'tanto )7 pacio; por otra, la ausencia de cataStros y de documentos cartografi-
ma’s la via publica, éste es un mal que se soporta [...]. En Paris apro- cos fiables antes de principios del siglo Xl asi como la dificultad de
bamos de todo corazon las nuevas calles de [la Isla de] la Cite, pero sin encontrar archivos relativos a los modos de produccion y las trans-
admitir la necesidad absoluta de destruir lo que quedaba de las anti- formaciones del espacio urbano a través del tiempo.
guas iglesias de Saint-Landry y de Saint Pierre-aux-Boeufs, cuyos nom- Hasta el siglo XIX inclusive, las monografias eruditas que se re-
bres estan vinculados a los primeros dias de la historia de la capital; Si fieren a las ciudades abordan su espacio solo a través de sus monu—
la prolongacion de la Rue Racine se hubiese hecho un poco mas hacia mentos, como simbolos de importancia variable segun los autores y
la derecha o haeia la izquierda, y no trazando una linea absolutarnen- 105 sisIOS- Emmet? a 103 esmdioshifléricosi bastaiasssuada mitad. .
te recta entre el Odéon y la Rue de La Harpe, se habria encontrado _,_§_El_§l§l§i?§§z,5510 se interesari en la ciu'd'a‘d desde el puntode vista .di...
una compensacion suficiente en la conservacion de la valiosa iglesia de shunsinstitucioiies"'juri'dica's," politicas y religiosas, de sus esrrucruragm
Saint-Come que, aunque mancillada por su uso moderno, era la finica Economicas- ySfilial-53 =.--.sl...s.spas=€s s5 s1 .sraa._aa?~§sli1£s- Numa Denis Fuv
de su fecha y de su estilo en Paris”.1 I tel de Couillanges aborda Letizia antique (1864) sinhevocar jamas los
164 Alogorfa do] patrimom'o La z'nvoncion dol patrimom'o urbano 165
lugaros y los odificios quo son insoparablos do las insritucionos juridi- La figura memorial
:33 y roligiosas on Grocia y on Roma. Henri Pirenno tampoco es mas
olocuonto on L515 ciudados do in edad media [1939), so obra mas im- La primera figura aparoco on Lnglatorra bajo la pluma do Ruskin.
portanto sobro los origenos economicos dol fonomeno urbano on Oc— Dosde principios do Is década do 1360, on o1 mismo momenro on quo
cidento. La historia de la arquitocrura, por su parro, ignora a la oiu- ompiozan las “grandos obi-as” do ParisLol poota doLas piod‘ras do Vo—
dad. Sirro sofiala pertinontomonto on 1889: “Ni sun en la hisrcoria del nociamso rebela y alerpa;a la opinion publigla. gonna las intorvepeionos
Cilia daijgnla osrrpotura do las eiudados antiguas, es docir, su toi__i_do_._
.—. _.._..._.__ .—.. _
arro quo osrudia con mas dotallo mil asunros sooundarios so lo conce-
do un lugar’ifi Entro la 11 Guerra Mundial y la docada do 1980, roda- I: dElgpnsidoi-a osro tojidpf'eomo'el sor_do_laoiudadycoinoun olpjetopa;
via son oscasos los hisroriadores y los hismriadoros dol arte que ban a, trimpflnial flngiplo_ql_1o it'ioiio quo ser proro'gido inoondicionalmenre.
trabajado sobro o1 espacio urbanof" iii? Ruskin lloga a estéEo‘EiEiéH‘iiar“Elfilor 5:"Ef'isipe1fiue arrilduyo
Hoy so asisto, sin embargo, a un florocimionto do trabajos sobre #- ".l":i %.j-;_ a. la arquitoctura doméstica, constitutiva do] rojido urbano. La conti-
la morfologia do las ciudados preindusrriales3 y de las aglomoracionos 'ffj‘i foo-3; giiidad y la continuidad do sus rosidencias modesras, bordoando sus
do la era indusrrial. Movimiento impulsado por ostudios urbanos canales y sus eallos son las quo hacon quo Venocia, Florencia, Rouon
euyo papol en la genesis do una verdadera historia dol oSpacio urba- 11 Oxford“ no se puodan reducir a la suma do sus grandos edificios re-
no es nooosario roeordar. ligiosos y civilos, a sus palacios y a sus cologios, y las quo haeon que
La conversion do la ciudad material on objoto do saber hi$tRFiCQ estos conjuntos urbanos soan entidades ospocificas.
__h_a sidorlprovooadfa'por la transformacion dolpspaoio urbano conse- La ciudad antigua entora paroco dosempofiar entoncos, on ol pro-
_,..-.._ no...u——- .—n-
mismosuorirorios quo las oonfiguracionos urbanas oonromporénoasse; juega inmodiaramento un papol memorial on el presento, gracias al va—
' ran los fPlld.3d9£§$. [arquireotos e ingenieros) dolafinuova diEQlEllIlai lor do piodad dol que osta invosrido; poro, por otra, también subsisto
la disrancia que, dosde o1 ronacimionto, hemos aprondido a ostableeor
que Il‘diiisiasafisrdfi...dsn0mi.na.ri .orboooml mismo MOI Propo- con las antigiiodados. No obstanto, o1 “casi eomo” no so apliea al
1 no la primora hiswria general 3: ostruorura’ludo la ciudadfl”
Poro oponor las oiu‘dados dol pasado a [a oiudad dol prosonro no caso do Ia oiudad antigua que es un vordadoro monumenro.
signifies quoror oonservar las primoras. La hisroria do las doorrinas Sin llegar a formularlo explicitamento, Ruskin haco un doscubri-
dol urbanismo y do sus aplicacionos concroras no so confundo on ab— mionto quo nuesrra opoca no ha terminado do'rodoseubrir. A travos
soluto con la invencion del patrimonio urbano hisrorico y con la do do los siglos y do las civilizaeionos, y sin que los quo la odificaban o
su proroocion. Las dos avonruras son, no obstanto, solidarias. Tanro la habitaban hubieran ronido osa inroncion ni fuoran conscionros do
si ol urbanismo so dodica a dostruir los ooniuntos urbanos antiguos 6110: [$9213.31 hsiuaado 3.1.,Psasliasoarislsslosou.muss: obisw
eomo si intonta prosorvarlos, las formaoionos antiguas adquioron su paradojioamenlie no—o’figipdo para‘esto fin y que, como iodas las anti-
idontidad coneoptual transformandoso on obstaculos para ol libro guas aldoas y todos los asentamionros colocrivos tradioionales dol
dosarrollo do las nuovas formas do organizacion dol ospacio urbano. mundo, posoia, on un grado mas o menos conStriorivo, ol doblo y
La nocion do patrimonio urbano historico so constituyo a common- maravilloso podor do arraigar a sus habirantos on ol ospacio j; on el
rriento dol procoso do urbanizacion dominanro. Es ol rosultado do una riompo.”
dialéorica do la hisroria con la historicidad que so muevo ontro tres fi— Poro Ruskin no lloga a siruar osro insigno dosoubrimionto on una
guras (o onfoquos) sucosivas do la ciudad antigua. Figuras quo llama- porspocriva hi3torica. Para 6], intorvonir on las ciudados do la ora
ré roSpocrivamente memorial, historian e historiol. proindustrial es un sacrilogio: debomos oontinuar viviéndolas y liabi-
1,66 Alegorfu del patrimouio Lu invenciou del pun'imonio urbane 167
tandolas como en el pasado. Son garantes de nuestra identidad per— Sitte desarrollaba estas ideas en 1889, en una obra que se hizo
sonal, local, nacional, humans. Ruskin reehaza la transformation del ininediatamente famosa y que, desde entonees, ha sido eonstantemen-
eSpaeio urbane que se esta produeiendo, no admite que pueda ser ne- te deformada por lecturas tendenciosas: Construecirin de eiudddes se-
eesaria para la transformaeion de la sociedad occidental ni que esta grin principios arri’srieos.” En nombre de la doetrina de 105 CM,
sociedad tecnifieada persiga un proyeeto inserito en su pasado._i§l_ Sigfried Giedion y Le Corbusier han hecho de Sitte la encarnaeion del
querer vivir la ciudad historica en el presente, Ruskin la eneierra en___
aasas*eu:aa‘sséfaiefi;acs'r..1:.a_":caddb...Irate
. --— II—uq.-. paseismo mas retrogrado,” el apostol del camino de los asnos,” e1
a,,1dd1hdd__
enemigo jurado del urbanismo moderno. Contra la doctrina de los
CIAM, el libro de Sitte es, desde la decada de 1970, el principal tex-
I gCeguera? Moralismo impenitente j; apasionado mas bien, que to que avala todos los pastiches y variaciones diversas sobre el tema
lo conduee a dificultades insolubles. A pesar suyo, reconoee estar im- de la eiudad reencontrada. Estas dos apreciaciones opuestas reposan
plieado en un mundo eon dos velocidades y con dos tipos de eiudad. sobre el mismo contrasentido que hace del libro de Sitte una obra
Aquellas que é] ama y cita mas a menudo, generalmente easi inraetas, dogmatica y paseista euando en realidad eSta dedicado a Ios proble-
de redueidas dimensiones, que siguen siendo apropiadas para el ejer- mas de la ciudad del presente 3; del futuro, en relaeion a la cual la eiu-
eieio de la memoria y de la piedad, sin que por orra parte se lleguen dad antigua posee, en el pleno sentido del término, la dignidad de ob-
a precisar los respeetivos estatus de los que las habitan y de los que- ieto historieo.
no haeen mas que pasar. Las otras, las metropolis del siglo XIX, con El libro de Sitte tiene como origen una constatacion limitada y
sus vasras avenidas “que imitan a los Campos Eliseos”, sus’ residen- preeisa: la, fealdad de la ciudad conteinporénea o, mas bien, su falta
eias, sus edifieios de ofieinas y sus barrios residenciales, le pareeen un de ealidad estétiea. No se trata en absoluto, como en Ruskin, de una
fenomeno fuera de lugar en las tradiciones y e] orden urbanos: su lu- eondena general 1,: moral de la eivilizaeion contemporanea. Esta cri—
gar natural es el nuevo mundo sin memoria, EE UU o Ausrralia.” tiea esta aeompafiada, por el contrario, per una intensa toma de eon-
Ruskin revela una sensibilidad de visionario en muehos sentidos, eieneia de las dimensiones técnicas, economicas y sociales de la
sobre todo euando preve la estandarizaeion planetaria de las grandes transformaeion realizada por la sociedad industrial 3; de la necesaria
ciudades. Sin embargo, la eausa que él defiende y que, con 61 y des— transformaeion espacial que la aeompafia. El progreso técnico con— '
pués de El, defendera William Morris, no es exacramente la de la figura nuestro mundo: confiere al espaeio urbano edificado una ex-
eonservacion de la ciudad y de los conjuntos historicos. Ambos com- tension y una escala sin precedentes, atribuyéndole nuevas funciones
baten por la Vida y por la superviveneia de la ciudad occidental prein- entre las euales el placer estétieo no parece tenet ningt’in lugar. “Prae-
dustrial. tieamente, son las dimensiones gigantes la tendencia de nuestras eiu-
dades, rompiendo el marco de las artisticas formas antiguas [.-.] tan-
to el urbanizador como el arquiteeto debe-n crearse una escala
La figura hiStoriea: papel propedéutieo adeeuada para eiudades de millones de habitantes [....] El urbaniza—
dor debe contar eon esras contingeneias como eon fuerzas existentes,
La segunda figura encuentra una expresion privilegiada en la obra del del mismo modo que el arquiteeto, con las leyes de la estatica y
arquitecro 1rienés Camillo Sitte (1843-1903). La ciudad preinduStrial resisteneia [...]. Nuesrros ingenieros [...] han hecho maravillas, ga*
aparece entonces eomo un objeto perteneciente al pasado, y la histo— nando meritos impereeederos para la humanidad [...] [pero] los en-
ricidad del proceso de urbanizacion que transforma a la ciudad eon- sanehes y las disposiciones urbanas resultan casi exclusivamente
temporanea es asumido en suqlamplitud y en su positividad. Vision to- asunto técnico”.”
ralmente opuesta a la de Ruskin, pero también a la de Haussmann: la La constatacion de careneia esrableeida por Sitte no tiene para él
eiudadantigua, obsoletfla 29$. el devenir de la sociedad induStrial,'iio' un interes en si. Lejos de redueirse a una eritiea afligida, es el tram—
_d_e'La de ser ”COUQCJQEKElf-T ser eofnsti'titiida enuna figiirii'lfiistoriea ori- polin de un cuestionamiento. Las metropolis eontemporéneas, l{estr-in
ginal que llama a la reflexion.
«Hr- 'f
' eondenadas a un nivel Coro de belleza urbana? {Se puede concebir y
La i'nvancion del patrimom'o nrbano ' 169
168 Alagorz’a dal patrimoaio
qua suscita, raquiaren un acercamiento a la propadéutica propuaSta
praparar al advanimiento da un arte urbano qua acompafia el davanir vainte afios antes por Viollat-la-Due en sus Entrarians snr l’arabirac-
da la sociadad industrial? Tales son los intarrogantas qua datarminan rare?! En efecto, duranta la sagunda mitad da su can-era y al igual
la dinamiea del libro de Sitta. Pasan por al analisis pravio da las dis- qua Sitta con al arta urbano, Viollat—la-Duc aStuvo obsasionado por la
posiaionas a partir da las euales las eiudadas antiguas obtianan su ba- busquada da una arquitaetura “vardadaramanta contemporanaa”. Di-
lleza y qua hacan da Sitta el creador da la morfologia urbana: a par- riga una acusaeion sin piadad contra el hiStoriaismo y al aclacricismo
tir del paradigma da la plaza publica y con la ayuda de los planos qua da los arquitaatos da su époea, condanando todas Ias formas da aopia
a1 mismo realiza an dacenas da sitios 3! da eentros antiguos, describe 0 da imitacion dal pasado,23 paro no por allo daja da fundar su traba-
3* axpliea Como, dasda la ciudad antigua hasta la ciudad barroea, las jo an un analisis historico. El analisis racional de los grandas sistamas
diferantas configuracionas de espaeios no han casado da irradiar una arquitaCtonicos del pasado (griago, romanico, gotico, ate.) parmita
bellaza qua nunca ofracan las plazas contemporanaas. dascubrir “asos principios inmutablas qua. siguen siando vardadaros a
Paro al intarés da asros analisis no as solamanta hiatorico. La cin- través da los siglos [...], [qua son] aplicados diversamenta por las di-
dad antigua todavia puada darnos laceionas (a1 término “ansefianza” ferantes criv'ilizaeionas”24 y qua nos ayudarén a elaborar un nuavo sis—
aparaca sin casar an al libro de Sitta). Contrariamenta a un proeadi- tama a partir da nuaStras nuevas conditiones hiatoricas.
mianto a manudo atribuido a1 autor, o justificado por su autoridad, De hacho, a1 racionalismo comfin a Viollat-la-Duc y a Sitta par—
no se trataba de aopiar ni da reproduair asas aonfiguraeiones qua res— tieipa da un profundo parantasco, ignorado por a1 conjunto da los
pondan a astados da sociadad desapareeidos 3r actualmenta desprovis— hisroriadores, qua vincula antre sf a dos autoras separados por una
tos da santido.13 No obsranta, la solucion da la antinomia antre pra- generaeit’in25 y qua permite antendar a ambos. Los Entrarians sin“ l’ara
santa y pasado, entra historial a historico solo as posibla a condieion ckitecrara y la Construccion de ciadades sega’m principios arrz’sricos,
da racurrir a un tratamianto rational y siStematieo dal analisis mor~ al primero para la arquitaetura y al sagundo para al urbanismo entan—
fologieo: “no hay, pues, otro ramedio qua combatir eon contravene- dido como arte, sa proponan idéntieamanta buscar las vias da una era-
nos de taoria razonada a1 mal de la rigida ragularidad gaométrica. aeion contemporanaa qua responda a las damandas originalas da una
Solo nos quada esta recurso para lograr de nuavo aqualla Iibartad da civilization bajo a1 afaeto da una completa transformaeion téenica,
ian-
eoncapcion da los antiguos maesrros: utilizar con pravio oonocim economica 3; social. Las dos obras aStan organizadas sobra la misma
to los principios qua sa utilizaron en los tiampos tradicionalas dal Oposieion binaria antra un pasado caduco y un presents an gastacion,
arta”.19 Tras la divarsidad da las aonfiguraeionas aspaeiales, portado— las dos piansan y dibujan aSta ruptura historica con la misma doloro-
ras an aada apoca, antigua, medieval, barroca, da efaetos estatiaos sa claridad y sobra el mismo horizonta urbano. Porqua Viollatale-Due
propios, sa buscaran las raglas o los principios constantas a través dal no sa confino al campo da la arquitactura. En la misma madida an
tiampo. Sabamos qua asos principios” (palabra clava dal libro, aaom— qua nunca 1a disocia de su contexto mental, social :9 tacnieo, la ciu—
pafiada o no dal califieativo “artistieo” y a veeas raamplazado por dad no podia sar ajena a sus praoeupaciones. La aborda, él también,
“siStama” )21 eonsistan an un conjunto da earaeteristieas formalas, eo- sagun una perspeCtiva morfologica y una sarie da analisis, disemina—
munas a los diferentas ajemplos de aspacios publieos antiguos presen- dos en el aspasor da los Earrarians 5m l’arcbiracrara qua avocan, en
tados por Sit-ta: eerramianto, asimetri’a, difarenciaeion y articulaeion una vaintana da pa‘iginasf6 la mayoria da los tamas dasarrollados vain-
da los alamantos. Son, por su misma intamporalidad, aplieables pot te afios mas tarda por la Constraccio'n da ciudadas sagan principios
a1 urbanismo da fines dal siglo XIX. arrz’sricos y qua hacan tanto mas fructffara la eomparacion da los dos
El asrudio morfologico da las ciudadas antiguas y, por lo tanto, taxtos.
la historia formal da su aspacio eonstituye asi para el urbanista una Antes da ratornar a1 problama urbano, as preeiso' consratar qua
harramianta heuristiea sin aquivalante. Las raglas da organizaeion da asra 'racionalismo hisrérico no asta axento da difiaultadas taoricas y
los llenos y de los vacios puestas en avideneia abran la via a una aste- y la
qua situa a los dos autoras ante una nueva antinomia: lla del arte
tiaa urbana experimental. El papal pedagogico qua este proeadlmlen-
razon. Los dos raconocan, an afeeto, .qua la craaeion altistica atafia a
to atribuye al astudio da la ciudad antigua, asi como los problemas
170 I Alegorfa ale! parrimonio La iirveizcioii dc! parriiiionio arbaiio 171
lo que, a falta de un término mas apropiado, ambos llaman idéntica- sorprendente pagina en la que Viollet—le-Duc eStablece el pesado ba-
mente instinro.” Instinto cuyo libre despliegue caracterizaba un esra- lance de los logros de la inemoria histories se termina con una apo—
do social cuyo modelo es aquel de la ciudad griega. El analisis racio~ logia del olvido: “A todos los que hoy nos dicen: ‘Tomen un arte nue-
nal quiere sustituir a esre instinto o deseo de arte asfixiado, o tal vez so one sea de nuestro tiempo’, les respondemos: ‘I—Iagan que
perdido, por nuestra sociedad tecnificada. Pero, gcomo puede la per— olvidemos este enorme ct’imulo de conocimientos y de critica, dennos
manente conciencia de si, inherente a nuestra época )7 a nuestra civi- inStituciones completas, costumbres y gusros que no se amarren al pa-
lizacion, pretender paliar la inocencia artistica que ha perdido? Inte- sado [...]. Hagan que podamos olvidar todo lo que se hizo antes de
rrogante tanto mas pettinente porque los analisis hegelianos sobre la :iosotros. Entoaces tendremos UH arte nuevo y habremos hecho lo
bella totalidad belenica no [es son desconocidos ni a Viollet-le-Duc iii que nunca se ha visto, porque si para el hombre es dificil aprender,
a Sitte, y porque este l‘iltimo se ha hecho el eco de las teorias de Kon- at’in lo es mas olvidar”.33 La veracidad de ese pesimismo se revela en
rad Fiedler sobre la especificidad de la creacion artistica y sobre la im- una nota del “‘I-IuitiEIne Entretien” sobre las I-Ialles Centrales cons-
potencia de la historia del arte para ayudarla?3 truidas DOI Victor Baltard. Porque lo que Viollet—le-Duc cree entrever
No es sorprendente entonces que Sitte reconozca la artificialidad en las I-lalles es el efecto fastuoso de semejante olvido de las referen-
de las ordenaciones urbanas efectuadas segtin las reglas y los princi- cias, de los esquemas hiatoricos admitidos y de los procedirnientos
pios que se desprenden del analisis racional de las formas historicas. tecnicos trasmitidos secularmente, cuya vigorosa belleza opone a las
Confiesa: “gPero se pueden inventar 3r consrruir casualidades tal insipidas producciones academicas.33 Para Baltard, forzado a innovar
como resultan en el curso de la historia? gPodria tenet espontaneidad bajo la presion conjugada de Napoleon III y de I-Iaussmannf’4 se tra—
y frescura tan rebuscado candor, naturalidacl tan artistica? La alegri'a taba solaniente de un olvido contingente y no rnetodico. Lo que no
infantil le eSta negada a una civilizacion en la que ya no se construye ”I.
deja de ilusrrar el papel estético que asumiria semejante' practica. La
sin ton ni son, sino que se esmdia racionalmente sobre el papal?” concepcion de sentejante prOpedefitica, igualmente aplicable al urba-
Viollet—le—Duc no es menos sensible al caracter aleatorio del metodo nismo, marca una etapa en la teorizacion de las disciplinas del espa-
que preconiza. No excluye completamente la hipotesis de una desapa- cio. Articulada sobre un racionalismo historico, que es su condicién
ricion del arte arquitectonico y no se hace ninguna ilusion sobre los previa y necesaria, no debe ser confundida con el ahistoricismo pro-
efectos inhibidores de la conciencia de si y sobre el peso de la memo- piciado por los CIAM y por los arquitectos del movimiento moder-
ria historica de la que esra’ armada. no. EStos niegan la utilidad de la historia de las formas y creen en los
Y sin embargo, a pesar de su lucidez, ambos autores rechazan comienzos absolutos. En la propuesra de Viollet-le—Duc, la historio—
perder toda esperanza en el exito en su metodo heuristico. El pesimis— grafia conserva su papel fundador pero demistificado y liberado de
mo de ciertos pasajes no les impide que, en otros, confien en las po- todo dogmatismo. Permite ademas que, en la arquitectura, el proble—
sibilidades de su procedimiento racional y que actfien como si éste pu- ma de la belleza sea disociado de los temas relativos a la solidez y a
diera dejar pasar un suplemento de alma. Ni e1 uno ni el otro la cornodidacl.” .,
renuncia a su proyecto.3U Pero, a diferencia de Sitte, Viollet-le-Duc se gQue resonancia tuvieron esas ideas sobre la concepcmn que te-
orienta hacia una solucion que lo instale mas solidamente en la gran nia Viollet-le-Duc de la ciudad pot llegar? La respuesta se encuentra
subversion de la era indusrrial. Tras abrirse Lina magnifica via entre sin duda en la rapidez con la que deSpaclia una materia que ocupa
los sedimentos de la memoria hisrérica se encamina, casi subrepticia- toda la obra de Sitte: para él, la mutacion que todavia tiene que so—
mente, hacia la ruta eStrecha, escarpada y ardua del olvido. El descu- brevenir a la arquitecmra ya ha ocurrido en la ciudad. Un nuevo es-
brimiento de la “arquitectura del porvenir““ pasa pot ese doble re— pacio ha sido instaurado cuya escala, incompatible con la de los con-
corrido: el racionalismo hiStorico que pone en evidencia la sucesion juntos antiguosj no solo prohibe su supervivencia sino que tambten
de siStemas arquitectonicos exige, seguidamente, el olvido de sus par- expulsa al arte tal como se ha manifesrado a lo largo de la historia ur-
ticularidades y, tal vez, incluso afin mas. Este es exactamente el itine-
bana. Viollet-le-Duc no considera la emergencia de un arte a otra es-
rario trazado en filigrana a lo largo del “TroisEIne Entretien”. La cala, ta! y como lo imaginaba otro reorico del olvido eStético de la
La invenoion do! patrimoaio urbano 173
172 Alogorfa do! patrimonio
misma opoca, Ralph Waldo Emerson.35 Tampooo provo la conserva- Esta foa palabra no osta libro do ambigiiodad. La ciudad como
tion do las cindados antiguas. Tiono, sin embargo, su lugar on oso oa- ontidad asimilablo a un objoto do arto y comparable a una obra do
o
pitulo. Los Entrotions sur l’arcbitocraro no solamonto ayudan a com- musoo no dobo sor confundida con la ciudad-musoo quo conrion
obras do arto. La nooion do ciudad do artof’3 nacida on o1 cambio do
prondor mojor Ia obra do Sitto. AI llovar hasta ol limito la nooion do
oiudad historica por una parro y al sugorir una propodoutioa dol olvi- siglo, es lo basranto improcisa como para tomar lasldos aggpcronos.
do poo Otra, Viollot~lo-Duc aporta unos marorialos quo dosompofiaran Sin ombargo, so caractoriza por la calidad y por ol num‘o’ro - ‘do toso-
y
un papol docisivo on la construocion do la torcora figura do la ciudad ros do arto, do monumonros hisroricos, con su doooracron-pintada
on m—
anogua. _ osculpida, por los musoos y coloccionos quo connono, oomo
Sitto, por su parto, pormanoco on la incortidumbro. Sogi’in a, nin- monso musoo a1 airo libro. Por tal motivo, so puodon consrdorar oomo
guna do las plazas urbanas concobidas sogfin los principios do Coas- ciu'dados do arro unas catogorias hotorogénoas do ciudados, capitalos
o
rraooioai do ciadados sogiin priooipios arrz'srioos sabria oncontrar, on y provincialos, gigantosoas y minfisoulas, dosbordantos do Vlda
adormooidas, sin quo la oonfigu raoion misma do osto contono dor so
la oiudad modorna, otro lugar quo ol do la hOSpitalidad pontual 3/ pro-
voa afootada. .
oaria quo oonviono a su ostarus do jalonos simbolicos. -
Del libro do Sitto so dosprondo Lina Linioa oortidumbro y osta con- Por ol oonrrario, la oiudad, o1 oonrro _o ol barrio urbano musoa
dosigna dos por o1 analisis do Sirto, so impono n on sf,
ciorno a las oiudados dol pasado: su papol ha torminado, su bolloza los, tal oomo son
tos
plastioa pormanooo. Consorvar Ios conjnntos antiguos como so con- como totalidados singularos, con indopondonoia do sus olomon
da do
sorvan los objotos do musoo paroco insoribirso on la logioa dol anali- consrituyontos. Paradigms: la Grando Placo do Brusolas, rescata
sis dol Srfidtobau. Sin embargo, Sirto no miliro a favor do la prosorva- la haussmannizaoion do la oiudad y prosorvada gracms al alcald-o
so lImI-
cion do los contros antiguos. solo manifiosta la pr'oocupacion do Charlos Buls,4g admirador forvionto do Sirto. Adomas, Buls no
rostaur a la plaza historic a ‘y rocons rimyo las
“salvar do la dostruocion, on Io posiblo, las viojas oiudados, y do for- ta a oonsorvar, sino quo
Actuao ion quo so inscrib o a la. mvorsa do la con—
ma brovo, on dos ocasionos’”? a lo largo do una obra quo rospondo a parros quo faltan.“H
maroa
proocupacionos diforontos. sorvacion piadosa do Ruskin. El historioismo do Viollot-lo-Duo
musoa l do la Grando Plaoo do la misma manora quo
Orros han dosarrollado la filosofia do la conservation one so dos- la conservation
prondia do so trabajo hisrorico y oririoo, atribuyondo asi a la ciudad inspira la do numorosos contros o la do fragmentos urbanos annguos
do Europa Occidental. _ '
antigua una funcion musoal. apro-
La motafora dol objoto musoal siguo srondo, sm ombargo,
ximada. Las oiudados antiguas no so puodon colocar bajo un fanal,
La figura historical: papol musoal como (sogfin protondia Viollot-lo Duo con ciorta ironi'a) ora ol dosoo
so
no confosado do los habitantos do Nurornborg. En ofocro, goomo
sacar do oiroula oion osos fragmo nros urbano s or no
En route quo figura musoal, la oiudad antigua amonazada do dosapa" podria consorvar y
rioion os conoobida oomo on objoto raro, fragil, valioso para ol arto y ora privandolos do sus aorividados y do sus habiranros? gComo, ado—
a a
para la historia y quo, al igual quo las obras consorvadas on 103 mu» mas, ordonar ol rooorrido o la visita musoal? El-problorna Iompioa
os y Juri-
soos, tiono quo saoarso dol oirouito do la Vida. Al transformarso on his- dibujarso. Probloma quo sora plantoado on tormmos oxplicn
.. '
torioa, la ciudad piordo su historicidad. dicos solo dospuos do la II Guerra Mundial.
Esra ooncopcion do la ciudad historica habia sido proparada por Sin embargo, on o1 transcurso do las pr‘imoras doca'das dol31glo XX,
sion nuova,
gonoracionos do viajoros, orudiros o ostotas. Los arquoologos quo dos- la figura y la conservaoion musoalos adqmoron-una dimen
Hu-
cubrfan las ciudados muortas do la antigiiodad, los auroros do gufas, ornologica, con motivo do la oxporioncia colonial. Cuan'do Loms
om-
los oiooroni quo rooortaban o1 mundo dol arto ouropoo on oapas urba~ borr Lyauroy, marcado por ol ojomplo do l‘os inglosos on la India,
las croaoionos
nas, oonrribuyoron a quo so pudiora ponsar on la musoificacion do la prondo la urbanization do Marruocos, dooido consowar
ciudad antigua. urbanas do oso pais, las modinas. Do ma‘nora opuosra a la politica adOp- '
.....
174 - . Alegorfo dol patrimouio La iavericioa dol patrimonio urbane 175
crudades todavia casi intactas, so transforman en los veStigios fragiles dpdaol prirnero on "a'osigfiiF‘éon ose tori'rdiip_o_,_-adquiore su sehi'idb”y"§ii
y valiosos do un ostilo do vida original, do una cultura on vias do dos- 'ii'alor no on tanto quo obj eto' setsfiafib do one disciplina propia, sino
aparicion quo dobo ser protogida sin condiciones y, en ultima instan- conio oleinonto y como parte de una docrrina original de urbaniza—
cia, consorvada como roserva o musoificada. oion. La importancia do Giovannoni so ha ocultado durante mucho
' En la misma opoca, los CIAM rechazan la nocion do ciudad tiornpo dobido a pasiones politicas o idoolt‘Jgicas,‘15 lo quo haco aun
historica o museal. El Plan Voisin‘lz do Lo Corbusior (1925) propono mas nocosario concodorlo su logitimo lugar on ol tabloro do la historia.
arrasar ol tejido do los viojos barrios do Paris 3; reemplazarlo por ras— Dosdo el primer articulo do 1913, quo dara titulo a su gran libro
cacr’olos ostandar, conservando solamonto algunos monumentos hote- do 1931 Voosbie cirrr'i ed odilioia rraom, Giovannoni adopta una acri-
rogonoos: None-Dame do Paris, ol Arco dol Triunfo, ol Sacre-Coeur y tud prospectiva. Evalua ol papol innovador do las nuovas técnicas do
la torro Eiffel: inventario que ya anuncia la concepcion mediatica do transporto )7 do coinunicaoion y prove su creciente perfoccionaniionto.
los nionunientos como hitos. ESta ideologia do la tabla rasa aplicada Un distanciamiento do algunas décadas lo permito pensar, dosdo on—
dosde la decada do 1950 al tratamiento do los contros antiguos solo toncos, la mutacion do las escalas urbanas quo Viollet-lo-Duc y Sitte
deia do provalooor on Francia con la creacion do la ley sobro sectoros habian situado on ol contro de su reflexion on terminos do “redos”
protogidos por'Andro Malraux, on 1962. Esta ley, modificada mas [rate] )2 do infraestrucmras. El urbanisnio cosa do aplicarso a ontida-
tardo en su rodaccion y en su orientacion, fue inicialmonto una modi- dos urbanas y circunscritas on ol eSpacio para transformarse on torri-
da do urgencia inspirada por la figura musoal do la ciudad. Puostos on torial. Dobe satisfacor la vocacion do moverso y do comunicarso por
duda on Europa, los CIAJ‘VI proseguian no obstante su obra iconoclas— todos los modios que caracteriza a la sociodad do la era industrial,
ta’en los paises on vias do dosarrollo y trabajaban en la deconstruc- transformada en la era do “la comunicacion gonoralizada”. La ciudad
cron do algunas do las mas hormosas medinas dol Oriento Modio dol presento, y aun mas la dol futuro, oStaran on movimiento.
como Damas y Alep. Su influencia ha continuado siondo grando ori- Ante ostos “organismos cinéticos”,‘*6 Giovannoni plantea con lu-
Extrerno Orionte. So los puede atribuir on particular la dosrruccion do cidez ol tonia quo hoy osquivan u ocultan tantos planificadores, repro-
una parto dol antiguo Singapur. sentantos y politicos: los tiempos do la ciudad densa y centralizada
176 Alegorfa del patrimoaio La inveneion del patrimoaio urbano 177
gno se acabaronP, y ésra rgno se borra en beneficio de otro modo de tros, los barrios, los conjuntos de manzanas antiguas pueden respon»
agregacion? {No es posible imaginar ya “el fin del gran desarrollo ur- der a esta function. Bajo la forma de enclaves aislados, de fragmentos,
bano” e incluso una verdadera “antiurbanizacionm”? (término que de nucleos, pueden recuperar una acrualidad que Viollet‘le-Duc y Sit-
mas tarde se transformaria en desurbanizacion”). Giovannoni es casi te les negaban: su misma escala los designa corno apros para cumplir
el primero en pcrcibir la ruptura y la desintegracion de la ciudad en la funcion de esta nueva entidad espacial. Pero solo a condicion de es-
beneficio de una urbanizacion generalizada y difusa. Con cincuenta tar tratados convenientemente, es decir, a condicion de no implantar
afios de antelacion, ve abrirse la nueva era que Melvin Webber llama— all‘i aetividades incompatibles con su morfolog’ia, los tejidos urbanos
ra The post—city age, “la era de despues de las ciudades".‘lS antiguos presentan incluso un valor de uso que se acompafia de dos
Tales la pertinencia y precision con la que se plantea la cuestion, privilegios: a1 igual que los monumentos hisréricos, son portadores de
que Giovannoni funda su razonamiento sobre la dualidad esencial de valores de arte y de hisroria, pero tambien del valor pedagogico e in-
los comportarnientos bumanos; unos comportamientos que, para citativo imaginado por Viollet—le-Duc y por Sitte, verdaderos cataliza-
Cerda, eran el moror de la urbanizacion: “el hombre reposa, el hom- dores para la invencion de nuevas configuraciones espaciales. De esta
bre se rout-rive”:19 Los circuitos de comunicacién generalizada no ofret forma, desernper'ian en la edflizz'a more: de Giovannoni un papal que
cen refugio para el reposo. Los seres humanos necesitan sin embargo no podian otorgarles ni Viollet—le-Duc, a pesar de su teoria del olvi—
detenerse, encontrarse, habitar. “La vida de habitacion” debe poder do 3/ de su descubrirniento de la ruptura de la escala urbana tradicio-
conservar su lugar al mismo riempo que “la vida del :rnovinaienro”15*D nal, ni Sitte, a pesar de la precision de sus analisis morfologicos. Y es
Pero los progresos de la técnica hacen posible una figura nueva res— en este sentido Como han podido ser integrados en una clocrrina so—
pecto a la tradicional relation entre movilidad )7 estabilidad. Sobre las fisticada-l6 de la conservacion del patrimonio urbano._
grandes redes que estructuran el espacio territorial, en particular de La relacion original que Giovannoni se imagina entre ordenacion
transporte, pueden a partir de entonees conectarse y articularse pe- territorial y patrimonio urbano es deudora de dos particularidades
quefias unidades espaeiales, nucleos de esradia. del contexro italiano. Por rnuy anticipadora que sea, su vision “an-
La “antiurbanizacion” torna entonces la forma de una ordena- tiurbanistica” se inscribe en una tradicion lombarda, fundada pot
I.. .
cion dual-‘51 en, al menos, dos escalas complementarias e igualrnente Carlo Cattaneo” a finales del siglo XVIII, en la corriente del fisiocra—
fundamentales: segun una metafora expresiva de Veeelrie cr'rtri ed radii rismo francés. Desde esa epoca, apoyandose tanto sobre considera-
1am move, por un lado “la sala de maquinas, de movimientos fe- eiones demograficas corno sobre la solidez de la estructura urbana
briles, vertiginosos v ruidosos”, y por el orro, los “salones y espacios
a f italiana, Cattaneo preconizaba un equilibrio entre acrividades urba—
domésricos”.52 Desde el inicio, Giovannoni supera el urbanismo
l nas v rurales basado en su estrecha asociacion y en el control del cre-
unidirnensional en el que se encerro Le Corbusier sin haber compren— cimienro urbano segun una concepcion territorial de la economia.
dido one so “ciudad radiante" es una no-ciudadfi3 También escapa a f Ademas, una formacion profesional que mas tarde a va a contri—
la modelizacion delos desurbanistas para quienes, desde Arturo So- i .; buir a generalizar en Italia fundando la Scuola Superiore d’Architet—
ria y Ivlata-l4 a Nikolai Miliutin y los soviEricos de la década de rura de Roma, en 1920, abre a Giovannoni los conocirnientos, a me-
1930,55 ios espacios de habitacion y de ocio mantienen una relacion g. nudo disociados, de la cieneia aplicada, del arte )7 de la hisroria.
de subordinacion y de inclusion, pero no de complementariedad en l Viollet-le—Duc ya habi'a observado Clue: “los italianos tienen e1 buen
las redes que permiten la supresion de las diferencias entre la ciudad sentido de no separar a sus arquitectos en dos clases: los restaurado-
v el campo. res de monumentos y los consrructores de edificios apropiados para
Para Giovannoni, la sociedad de comunicacion multipolar (una las nuevas necesidades”.55 Giovannoni no es solamente un arquiteCto
sociedad que en esa época todavia no esta informatizada ni es media- y un resra'urador, discipulo y continuador de Boito, no es solamente
tica ni del “ocio”, una sociedad que, sin embargo, no puede funcio- un hisroriador del arte59 para quien Roma fue uno de sus objetos de
nar con la sola escala territorial y reticulada) requiere, por lo tanto, estudio favoritos, también, corno Boito, es ingeniero y, a diferencia
la creacion de unidades de vida coridiana sin antecedentes. Los cen- de éste, urbanista. : J
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I-
178 Alagorfa dal patrimonio La iiwaircidn dal parrirrionio airbarro 179
Esra triple forniacionfil‘J sa laa an los articulos qua, antra 1893 y nar la oparacion qua sirva para alirninar todas las construccionas
1947, consagra a sus rras carnpos da cornpatancia.£1 Ella axplica tam— parasiras, agragadas, suparfluas: “la rahabilitacion da 103 barrios anr
bian corno Giovannoni supo rabasar la concapcion unidimansional da riguos sa obriana mas an al interior da las manzanas qua an an ante-
Viollar-la-Duc an banaficio da una concapcion dual da la mutacion rior, an particular rasrablaciando, an la inadida da lo posibla, las con-
impuasta al aspacio urbano por la ara industrial, y como pudo axtraar dicionas originalas da casas y n1anzanas,porquala habitacion riana su
da 105 analisis morfologicos da Sitta una laccion da consarvacion sin ordan, su logica, su higiana y su dignidad propias”.53
dajar da tratar la ciudad “como un organismo astético”.52 Paro Giovannoni no ara solamanta un taorico. Sus idaas aran la
“Una ciudad historica consriruya an sf un n'ionun'ranro”,63 paro as razon da sar da una practica.‘59 No obstanra, aunqua pasaron a la Car-
al mismo tiampo un rajido vivianta: tal as al dobla posrulado qua par- rrr iralnma dal rasraaro [1931), sus idaas anaonrraron rasistancia ran-
rnita la sinrasis da las figuras do In piadad 3; da lo musaal da la consar- to por su cara'crar pracursor como por la mancra da contradacir las
vacion urbana )7 sobra al cual Giovannoni funda una docrrina da la idaologfas da un régiman :‘ivido da grandas trabajos aspactacularas.
conservaci‘on 3; da la rasrauracion dal patrimonio urbano. Doctrina En al liabar da Giovannoni hay qua incluir su obra da oposiror asi
qua sa puada rasumir an rras grandas principios. En primer Iugar, rodo como al balanca da todas las dastruccionas qua logro impadir an ita-
fragmanro urbano antiguo daba sar intagrado an on plan da ordana— lia. Y, si bian dasampafia un papal iinporranra an a] daspaia da la
cion (piano ragolarora) local, regional y territorial qua simbolica su Roma antigua y da los foros imparialas, lo haca praparando y orga-
ralacion con la vida prasanra. En asa santido, su valor da uso asrzi la— nizando rninuciosamanra las fasas y al daralla da la Oparacion 3* ha
gitimado canto racnicamanra por un trabajo da arriculacions“ con las ciando ciacurar un lavantan‘iianro complcto dal barrio madiaval qua
grandas radas primarias da ordanacion como humanamanta “por al asra rasurraccion arqu-aologica axigio sacrificar.
manranimianto dal caraicrar social da la poblacion”. En cuanro a su obra positiva, mas alla da los nuniarosos planas
En sagundo lugar, a1 concapto de monumanro hisrorico no sabri’a raguladoras, qua ganaralmanra no fuaron aplicados, puada quadar
dasignar un adificio singular, aislado dal contaxro adificado an al cual siinbolizada por la rahabiliracion, tarrninada an 1936, do una paqua-
sa insarta. La namralaza misma da la ciudad y da 103 conjunros urba- iia a ilusrra ciudad dal norra da Iralia: Bargamo Alta.” Giovannoni
nos tradicionalas, su ambianra,“ rasulta da asta dialacrica da la “ar- concibio su vinculacion con la ciudad baja, promatida al dasarrollo
quiracrura mayor” 3/ da sus antornos. Por allo, aislar o “daspajar” un industrial, la libro da sus varrugas y, para falicidad dc sus habitanras,
rnonumanro aquivala a mutilarlo an la mayoria da 105 casos. Los an- la l'liZD ranacar an la gloria da sus plazas 3/ da sus inonumantos publi-
tornos y los monumantos compartan una ralacion asancial. cos, an la sinuosa complajidad da sus callas )7 da sus pasajas, qua pa-
En fin, una vaz satisfa'chas astas primaras condicionas, los con- natran hasra al corazon sacrato da las nianzanas, an la continuidad ru-
juntos urbanos antiguos raquiaran procadimianros da prasarvacion y pida, contrastada y faliz da sus rasidancias Inodasras y da sus paiacios.
da rasrauracion analogos a los dafinidos por Boito para 105 monu- Giovannoni as practicarnanra al unico da los taoricos dal urbanis-
rnantos. Trasladados a las dimansionas dal fragmento o dal nuclao ur- nio dal siglo XX qua cantro sus praocupacionas an la dimension asta-
bano, tianan como objarivo asancial raspatar su ascala y su morfolo- rica dal astablacimianro lnnnano. Dasarrolla con optimismo las pra-
gia y prasarvar las ralacionas originalas qua los vincularon a parcalas misas planraadas por Viollat—la-Duc a la ascala da las radas urbanas
I y vias da racorrido. “No saria posibla axcluir trabajos da racornposi- qua no son nuasrro proposiro. Por al contrario, a la ascala da 105 ba-
cion, raintagracion, daspaja”.55 Sa admita antoncas un margan da in- rrios a supo compaginar la propadéurica dal olvido con una concep-
rarvancion limirado por al raspato al ambianra, asa aspiritu (hisrérico) cion critica y condicional da la prasarvacion da los conjuntos urbanos
da los lugaras, rnararializado an ponfiguracionas aspacialas. Sa roman antiguos an la dinamica dal dasarrollo.
asi licitas, raconiandablas a incluso nacasarias las raconsrirucionas, a Esta patrimonio sa dora anroncas da un dobla astatus, cuya an-
condicion da no sar angafiosas, y sobra todo, ciarras dasrruccionas. tinoniia Giovanoni dascubra an Viollat~la-Duc )1 an Sit-1a, haciéndosa
Giovannoni usa la harmosa matafora dal diridamenro,“ avocadora cargo da un dobla papal qua ni Sitra ni Viollat-la-Duc quarian ni po-
dal daspaja da los bosquas o siambras damasiado dansas, para dasig- dian atribuirla. Ma's aun, asra parrimonio urbano, soporra fragmenta-
la;
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1 30 Alegorie del patrimonio La irzrrerzcio'rr del patrimonio nrberro 181
pectiva de Ve'ccfaie cittrl ed edilizia remove. 5 El primer catastro cle Europa es el del Milanesado, a finales del siglo m1.
La cartografia, que ha realizado grandes progresos durante el siglo XVIII, se
La teoria de Giovannoni anticipa, con mayor ductilidad, soltura utiliaaba entonces esencialmente para las fortificaciones y las plazas fuertes.
y complejidad, Ias diversas politicas de “sectores protegidos” que se El primer plan director )2 global de Paris, con curvas de nivel, se debe a
han preparado y aplicado en Europa desde 1960. También contiene Haussrnann.
e1 germen de sus paradojas y dificultades. 6 SITTE, Camillo, Constrncciciri o’e cindedes segriri principios artisticos [1339],
Canosa, Barcelona, 1926, pag. 103. ‘v’éase también 1a traduccion francesa mas
reciente, L’ert de biitir les viiies, Ed. du Seuil, Paris, 1996.
7 Los estudios de historiadotes del arte como KRAUTHEIMER, Richard,
Rome, profile ofe city, 312—1303, Princeton University Press, Princeton, 2000,
3' KRAUTI-IEIMER, Richard, The Rome of Alexander HI, Princeton University
Press, Princeton, 1935, son raros, o tarnbién coino BOUDON, Francois,
CHASTEL, Andre, COUZY, I-léléne y HAMON, Franqoise, Systeme cie
l ’erckitectnre nrbeirre: ie quertier ties Helies 3* Paris, Eds. du CNRS, Paris, 1977.
3 Sobre el papel jugado por los arqueologos en la nueva historiografia de la
ciudad véase en particular las publicaciones de l’Ecole Frangaise de Roma, Les
cedesrres erreierrs dares les trilles er lertr traitemerrr par l’informatique, Roma,
1939, n“ 120 v D’urre ville it l’antre: structures meterieiles et-orgerrisetior: de
l’espece dens ies oiiles europe’erirres {XII-xv: sieeies), Roma, 1939, n“ 122.
9 Luego vendra'n los geografos, corno pot ejernplo Pierre Lavedan que, bajo
el titulo discutible de Histoire de l’iirbenisme, Laurens, Paris, 1926-1952,
ha escrito una historia de la organizacion planificada de las ciudades desde el
renacirniento.
10 En su Teorile genera:r de la nrberriaecitiri, Madrid [1367], Instituto de
Estudios Fiscales, Madrid, 1963-1971, que pretende fundar el urbanismo corno
ciencia de la ciudad 3; de su produccion. Cerdri muestra como la evolucién de
Ias formas urbanas estei ligada a aquella de los modos de circulacion y
transporte.
11 VEase cap. IV, notes 32 y 34. En su panfleto sobre el Crystal Palace, Ruskin
evoca los “cambios sobrevenidos durante [su] propia existencia en las ciudades
de Veneeia, Florencia, Genova, Lucerna y mu}! particularmente en Roan: una
ciudad de una calidad inestirnable por la manera corno habia conservado su
caractet medieval en sus calles infinitamente variadas, en la que la mitad de las
viviendas existentes y habitadas datan de los siglos XV y xv]. Era la tiltirna
ciudad de Francia donde todavia se podian ver los corrinrrtos de la a'ntigua
arquitectura dornéstica irancesa”, {nuestras italicas}.
I2 Sobre estos poderes del espacio, referirse particularrnente a LEW-STRAUSS,
Claude, Antropologie estructnrei [1953], Edicio'nes Paidos Ibérica, Barcelona,
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II.-
182 Alegoria dsl patrimonio La inaenciin del patrimonio urbane 183
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1995, caps. VII 1.; V111 y a BOURDIER, Pierre 3.! SAYAD, Abdelmalek, a la padagogia y sobre min a la historia y al estudio de las ciuclades antiguas.
Le a'e'raeinamenr [1964}, Eds. de Minuit, Paris, 1989, para los astablecimientos En Viena, doncle aritica los proyectos y las realizacionas de Otto Wagner para a]
no urbanos. For so parta, GOING, i-ienri, Rinoaation nrbaine at ciangarnant Ring, as dejado dc lado. Es tardiamente, como teirico y autor dc COnstrncciin
sociai, Eds. Ouvriares, Paris, 19?6, opone el fiancionamiento de los aspacios cis cindrrdes segtin principios artisticos qua, an 1339, adquiere una celebriclad
urbanos pre—industriales y actuales. Cuando hablo clal papal memorial, no repenrina y ripidamenta internacional. No es sorprendente entonces que la
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intencional de las ciudades antiguas, as evidenta qua excluyo los casos literatura critica apenas se hays praocupado de acercar Viollat-la—Duc y Sine-
excepcionales en los que una ciudacl ha sido construicla para celebrar a un La eacepciin as, sin embargo, un breve articulo tie Daniel Wieczorek “Sine et
individuo {da Bagdad a Carlsruha). Por otra parta, as importanta no confunclir Viollet-lesDuc, jalons pour une recherche”, en Austriaca 12, 1931, cuyo
la nociin de composiciin urbana {obra de arte) con la de monumento. enfoque, diferenta dal nuestro, esti centrado en los procedimientos
13 RUSKIN, John, The Opening of tie Crysrai Paiace, op. cit., apartaclo 14, metodoligicos y epistemoligicos de los dos autores. El autor desarrolla sin
pig.115. embargo una parte de los puntos de nuastra argumentaciin.
14 Sm, Camillo, op. air. 3.6 En particular:
1. Belleaa de las ciudades antiguas y paradigms de la ciudad antigua: tanto para
15 Indiscutiblemente, Consrrncciin de cindades sagin principios anisricos sa Viollat-la-Duc como para Sine, la organizaciin del igora y'clal foro ofreca una
inicia con una evocaciin nostilgica del foro de Pompeya. Que yo sapa, este calidad estitica sin equivalentes en los tiernpos modernos. En la eclacl media,
comienzo nunca sa ha ralacionado con aqual clel primer pirrafo de la “Limpara silo las ciudatles italianas han podiclo rivalizar con astos ejemplos.
de la mamoria” cle la que sin embargo, en mi opiniin, Sine parece habar tornado 2. Rasgos inorfoligicos de las ciudadas antiguas: puesta en escena tie Ios
al tono poitico y confidancial qua no vualve a reaparacer mis en el resto del libro. monumentos, carramiento y asimetria da las plazas.
16 La exipresiin es tie Le Corbusier qua, sin embargo, habia leido 3' admirado 3. Error moderno del despaja cle los cantros antiguos.
a Sitte antes de vilipencliarlo. Viase, TURNER, Paul Venabla, Tie readings of 4. Fealdad de la ciudad modarna cuyos rasgos son los invarsos de los da la
Le Coriasier, Garland Pub., Nueva York, 197?.
ciudad antigua: grandes parcelas y grandas bloques cla viviendas, regulariclacl,
simetria, estandarizaciin qua engandran monotonia.
1? SITTE, Camillo, op. cit., pigs. 12?, 123, 132. y 2. 5. RaZOnes histiricas: advenimiento de una cultura Clifarente.
18 “Ni la vida, ni las ticnicas modernas de la constmcciin permiten una copia 6. Razonas ticnicas: papal negativo dal tablero cla clibujo.
Nos referimos, particularmente, a los “Septiime, I-Iuitiima at Treaiime
enacta de las antiguas disposicionas urbanas “, iiid., pig. 134. Va’ase tambiin
entretiens". La similitutl de las iirmulas as a manudo sorprendenta.
pig.190.
17 WOLLET—LE—DUC, Engine, Entratians snr i’arciitectnra, op. cit., tomo 1,
19 final“ pig. 23.
.....
“Premier entretien‘“, pig. 17: "‘ El arta es un instinto, una necesidad del espiritu
20 15:14., pigs. Iii-16?, y tambiin pigs. 1, 13, 14, 134 y 135. qua, para hacarse comprencler, emplea diversas formas, paro silo hay ARTE
1 Por ejemplo, “De que la plaza debe ser un recinto cerrado”, Ibid., pig. 41. corno silo hay RAZON", y pig. 28: “El instinto mis delicado en el hombre as
tal vaz el instinto clel arta". Viasa tambiin, SITTE, Camillo, op. cit., pig. 28
22. WOLLET—LE-DUC, Engine, Entrarians snr i’arciiractnre, op. cit. {donde se reiiera al Knnsttriab}.
23 “Casando cle preocuparn'os ante todo por la alianza de la forma con las 33 WIECZORECK, Daniel, Can-riiio Site at ias dibnts ale i’nrbanisrna
necasiclaclas y con los medios dc construcciin [...la arquiteCtura] sa ha hecho inoderne, Bruselas, Mardaga, 1931.
neo-griega, neouroma’nica, neo-gcitica [...]. Ha llegado a estar suieta a la moda”.
Op. cit. tomo 1, “Dixiime entretien", pig. 451. Viollat-la-Duc no tiene, al igaal 29 SITTE, lCamillo, op. cit., pig. 134.
qua Sine, “la pretensiin de dar modelos a seguir sino solamante exponer 3D VIOLLET—LE-DUC, Eugine, Entratians sar l'arciitactnre, op. cit., tomo I,
principios”, lbid., tomo 2, “Trciziime entretian”, pig. 14D. “Huitiime entretien”, pig. 314:”No, la dacaclencia no as fatalmente inevitable”
24 Mid, “Simples aveux aux lectaurs”, pigs. 6 y 3’. Para firmulas idinticas y SITTE, Camille, op. cit., pig. 134: “No ha},I que renunciar".
viase tambiin tomo 1, pigs. 99, 324, 391, 432, 447, 456, 4581.476. 31 En armonia con los valores cla la era industrial. WOLLET—LE-DUC,
25 A primara vista, todo parece separar a los dos autores. Viollet-le-Duc Engine, Ibid, tomo II, “Quinaiirna entretien”, pig. 2.13.
(1314-1379), inicialmanta dibujante, as el gran restaurador de los adificios 32 Iiid., tomo I.
religiosos de la eclacl media francasa. Descubierto, formado y apoyado por
Mirimie, que le confia a los veintisiis afios los trabajos de Vizelay, sa 33 final, tomo I, r“Huitiiema entretien”, pig. 323.
encuentra protagido y colmaclo poi el podar. Salvo una excepciin, la ciudad de 34 HAUSSMANN, Gaorges-Eugine, Mimoires, op. cit., pigs. 10?? y as.
Carcassonne, se interesi esencialmente por la arquitectura y por los edificios, Baltarcl propone clos proyeCtos convencionalas de Halles en piedra antes de
primero corno restaurador, luago corno arquitecto proyectista de formas y de seguir el croquis de Napolein III qua axiga simples “paraguas’r' dc metal.
edificios de su tiernpo. Sine, aunqua arquirecto coma i1, centra sus
preocupaciones en la ciudad )7 en su ordenaeiin. Construye poco, se consagra 35 CHOAY, Frangoise, La rigia at is niodila [1980], Ed. du Seuil, Paris, 1996,
sobre el papal jugado por “la historia tie is arquitactura” an al De re
,* u 1 'Er'l'IF'I."
a
185
J .
fill—r
36 “La belleaa no acude a la llamada de las leyes, ni repetira sus origenes us 93'", Nueva York,
43 WEBBER, Melvin, “The pest-cirv'age", en Daedal
griegos en Inglarerra ni en América. Llegarsi siempre sin anunciarse, y crecerz-i a
los pies de los valienres y nobles. En vane buscamos el genie para quc repira los 1963.
tos que abarcan
milagros que realize en las arres antiguas; es su instinro quien encuenrra la 49 “La vida urbana se cempene de dos principalisimos elemen el hombre se
belleza y la santidad en hechos nueves y necesarios, en el campo 1.: en el camine, y rodos les acres de esa vida. E1 hombr e esta:
todas las funciones
movirniento”,_en
en el bazar y en cl molino. Partiendo de un ceraaon religioso, alcanzarfl su use mueve: he aqui todo. No hay pues mas que estancia e
celesrialen e1 ferrocarril, la oficina de seguros, la sociedad anenima, nuestras A, lldefon so, Teori’e genera i de la urban ization , op. cit., peg. 395.
CERD
leves, nuestras simples terrulias, nuesrro cemercie, la bareria elécrrica, el prisma iii mouimento) y las “vias
y las ref-uraciones del quimico —en redos los cuales, por el memento, nesotros SD Giovannoni epone las “vias de movimienro” {vie
solo vcmos una utilidad economics—3” EMERSON, Ralph Waldo, “Arte" de habitation” (uie di ebirezione)”, op. cm, pag. 95.
desdoblamienro que
[1841], en Enseyes, Espasa Calpe, Madrid, 2001, pags. 173—174, nuestras 51 GIOVANNONI, Gustave, op. cit., prig. 109. “El ripico
cien y una trama de
circula
italicas. ha resulrado ser. necesario enrre el gran sistema de
Véase tambien
37 SITTE, Camille, op. cit., pag. 3. vias secundarias relativamente rranquilas", nuestras italicas.
93, “una red de rriifice principalbien determinada come
Haiti, pa’gs. '?5 v rranqurlas ’.
38 Véase Cittii d’arte [Arri dell’inconrro di studio “La cirra d’arte: significaro, rrazado [...] y una trama de vias secundarias relarrvamente
ruolo, prospettive in Europa”, Florencia, 1936], Giunri Barbera, Florencia, 1938.
52 rue, pag. 109.
39 FRANCHETTI PARDO, Vittorio, “lntroduzione”, en Ibie’. larmente en lo que
53 Giovannoni no ahorro las criticas a le Corbusier, particujuzg‘adas con razen
40 Charles Buls es autor de Estbe‘tique ties uiiles, Buvlant—Chrisrophe, Bruselas, se refiere a sus concepciones del habitat v de la circula cion,
1893 v de “La conservation au coeur d'es anciennes villas”, Tekne 64-66, as reales. Op. cit.,
elementales e ignerantes de la complejidad de los problem
Bruselas, 1912. ' pags.112 v 116.
, 1382, en el que
41 Véase SMETS, Marcel, Charles Buis, ies principes tie l’ert urbain, Mardaga. 54 Arturo Soria y Mara y el articulo en E progreso, Madrid lineal”, COLLINS,
Lieia, 1995. crea Ia expresion “ciudad lineal”. Véase sobre 'su “ciudad 2, Nueva York,
42 Del nombre del constructor-fie aviones Gabriel Veisin. George R., journei of the Society of Architecturmr Historians
1959.
43 GIOVANNON], Gustave, Freebie cittii ed ediiizin nuoue [1931], Cirra NS, George R., Journei
Studi, Milan, 1995, pag. 113. 55 Sobre 1a planificacion lineal en general, véase COLLI La obra sobre la ‘
of the Society of Archite ctural? Histori ans 3, segund a parte.
publicado per Miliutin
44 15:21., pégs. 113, 125, etc. censrruccion lineal en las ciudades de la Union Soviética,
rada per Collins y William :fitlex,
45 Una parre de la carrera de Giovannoni se desarrollo bajo el regimen de en 1930, fue traducida, anotada v comen Cambridge, Mass.,
tire Probie rn of buildin g socieii st cities, Mir Press,
Mussolini. Por este hecho, ha side injusramenre implicado, después de la Sotsgorod,
11 Guerra Mundial, en el procese a1 fascismo y criticado con vielencia per v Londres, 1974.
op. cit., asi como en la
Bruno Zevi (Historia de in nrquitecturtt rnoderrm [1955], Poseidon, Barcelona. 56 Esra desarrellada en Veccbie Citrri ed ediiieie nuorre,
el Consiglio Superiore per
1980}. Ademtis, por haber criticado a cier-ras divas del movimienre moderne Carra del Resrauro Italiana que redacro en 1931 para
come 1e Corbusier fue rachado de paseismo aunque desarrollaba reorias de Conferencia de Arenas sebre
l’Anrichira er Belle Arri, v en su contribucien a la Carlo. op. cit. y
urbanismo mas avanzadas y récnicamenre mas elaboradas. Actualmenre, se II,
conservacion, en 1931. Sobre rodos estos puntos ver CESCI— Francesco Ventura,
asisre en Italia a una rehabiliracion de la obra de Giovanneni cuvo simbolo es la per
la reedicion de 1v’eceirie Cittii ed ediiirie nuoue, realizada
reedicion cririca de Vaccine eittri ed ediliaia nuoaa per VENTURA, Francesco op. cit.
(ed), Citta Studi edizioni, Mflrin, 1995. iale: cirra, _
57 Véese SAMSA, Danilo, “Un iporesi di funzionamiento territor
46 Ibi’d., cap. III, subcapirule “La cirril come organismo cinematico’", tra d1 Carlo Carrance”, tn Stone m Lombardn 2,
ideologia esoenza del pensi
pigs. 3? 3; ss. Milan, 1986.
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396. Este punto de vista pertenece a la misma logica que inspira los Entretiens —— “Basiliche cristiane in Roma", en Atti dei eongresso di arciaeoiogia cristiana,
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sur i’a'rcbitecture “[Los italianos] parecen estimar que un artista capaz de Ciudad clel Vaticano.
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apropiarse un arte antiguo y de situarse, por una sucesion cle razonamientos, en 1943 '
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— “Archittetura e ingegneria nell'ultimo ventenio“, en Annaii deiia Universita
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un medto que existia hace tres o cuatro sigIos, es tan apto como otro, si no mas,
para comprender las necesiclacles clel tiempo presente y de adaptar alli sus d’itaiia, Palombi, Roma.
concepciones". 6?. “La citta come organismo estetico“ es el titq de un capitulo de Veccbie
59 Su primer articulo esta consagraclo a “La porta del palazzetto Simonetti in Cittit ed ediiiaia nuova que ilumina bien la posicion central ocupada por el arte
Roma“, en L’Arte, 1398, fasc. VI—IX. y por las preocupaciones estetieas en la ttia cle Ia ordenacion elabotada pot
Giovannoni.
60 Giovannoni no ha cesado cle preocuparse de los-problemas planteados pot
1p formacton y por la pedagogia de las disciplinas que practicaba. En particular: 63 GIOVANNONI, Gustavo, op. cit.
‘ Glt architetti et gli stucli di architettura in itaiia”, Revista d’Itaiia, febrero do I 64 ibid., por ejemplo, pigs. 66 'j.’ ss.
1916; “I._3cducazine arehitettonica in Italia, nel passato, nel presente,
nell‘avenire”, comunicacion al International Congress of Architectural Education > 65 El termino ambiente apatece en actas del congreso cle Arenas, reeditadas en
Londres, 1924; “Gli studi urbanistici in italia”, en Universita fascista 2 1931- CHOAY, Frangoise, La conference d’Atiaenes: sur in conservation artistique et
“Glt atuclt urbanistici in Italia e la classe degli innegneri" en i’Ingegneri: ’ historique des monuments, 1931 [1933], Ed. de l‘imprimeur, Besancon, 1009.:
junio de 1931. h i i “Se aplica [...] a todo un conjunto cle construcciones, las meclidas de
conservacion apuntaban a la obra aislacla y se crea con ello las condiciones
61 A moclo'de exemplo, entre los 9'00 articulos u obras escalonadas entre 1893 de ambiente relativas a Ios monumentos principales“, En Giovannoni, Gustavo,
y 1947 (bibliografia de Alessandro del Bufalo, Gustavo Giovannoni: Note e “La restauration des monuments en Italic”. También aparece en el articulo do
servaatone integrate daiia consuitazione deii’arcbivo presse ii Centro di studi Giorgio Nicodemi, “L’ambience des monuments“. Esre desarrolla la dialéctica
a: storm a'eii’arcbitettura, Kappa, Roma, 1982): del monumen‘to y de su entorno, asi como el tema de la integracion de los
1903-1906 coniuntos urbanos antiguos en los planes de urbanos.
— _“La eostruzione degli sky-scrapers nel Nora-America” en Bo! S I 66 GIOVANNONI, Gustavo, “La restauration cles monuments en italie”,
arcbi. Itai. (BSIAI) ans; 9.12135. 5 ' m ngi 13:11., pug. 63.
-- “ll chiostro di 8. Oliver in COri", en L’Arte.
1904 67 En particular: “I! cliriclamento edilizio dei vecchi centri, il quartiere della
EJSPLITE nuova ed arte popolare”, en BSIAI, 1904. Rinascenaa a Roma”, en Nuova Antoiogia, fasc. 997; “Nuovi contributi a]
sistema clel diridamento edilizio", en Atti dei undecirno congresso naaionaie
-—- “Sulle curvature della linee del tettipio d’Ercole e Cori”, en Mitteiiungen des degii ingegneri itaiiani, 1931; “11 diridamento ediliaio ed i suoi problemi nuovi”,
Kunstarcbaeoiogtscben Institut, Roma. en L’Urbanistiea 5-6, 1943; sin contar los numerosos pasajes consagrados al
1913 diria’arnento en Veacbie Citta ea’ ediiiaia nuova, op cit. En la misma época
—- Case civiie d’abitazione, 1\v'allt-uxli, Miltin. Patrick Geddes habla dc “cirujia conservadora“ {conservative surgery).
1923 " . 68 GIOVANNONI, Gustavo, Veccbie Citta ed edifiaia nuova, op. cit._.
~1—S):4Opere sconosciute di Bramante“, en Nuova Antoiogia. pfig.252.
-— Ii Piano regulators di Roma, Roma. 69 Giovannoni ha contribuido especialmente a1 estudio y a la elaboracion o a
1928 la critica de Ios planes regulatlores del barrio Flaminio cle Roma {1916), de
— “Queguone urbanisriche”, en L’Ingegnere; “Un discgno inedito di Antonio :13 Ostia Maritime (1916), cle Roma {1924—1919}, de Bari Vecchia (1932,
signgallo , en Arcbtttetura e Arti decorative. publicaclo en Nuova Antoiogia, de Catania [1934}, de la region de Roma
1 31 - (1935}. Sobre estos temas, veanse sus articulos: “Piano regolatori e politica
— “Sull‘applicazione dei mezzi costruttivi moderni ed in particolare del cemento urbanistica”, en Concessioni e Costruzioni, pags. 1-2., Roma, 1930; “I Piani
armato nel restauro dei monumenti”, en Industria Itaiiana dei cemento tegolatori e la fondaaione di nuova citta”, en Dai regno ai impero—reaie,
diciem bre. T Academia naaionale dei Lincei, Roma, 1937, y “Piani regolatori e paesistici”,
1936 Urbanistica 5, Roma, 1938.
— “L’urbanisttca e la desurbanizzaaione”, en Atti deiia Societiir Itaiiana per ii 70 Esta operacion, cuyo plan, aprobado en 1934, elabora Giovannoni ha sido
progresso deiie scienze.
descrita por el autor con el titulo de “Una sana teotia ben applicata: iI
1939 tisaniamiento cli Bergamo”, {Una tcoria sana bien aplicacla alrsaneamiento cle
—— “La cupola della Domus Aurea neronicana" en Atti a’ i r' Bergamo}, Urbanistica 3, 1943.
a'i storia deii’arcbittetura. ’ e congresso nactoaaie
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6 EL PATRIMONIO HISTORJCO EN LA ERA
DE LA INDUSTRIA CULTURAL
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Monumento y ciuclacl hisrérica, patrimonio arquirecténico y urba-
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no: esras nocinnes y sus sucesivas figuras iluminan de modo privile-
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giadn las diferenres maneras con las cuales las sociedades occidenta-
les han aSumido su relacién con la temporalidad y_ han constituido
su identidad. ' -
La emergancia clel monumnnto histérico en el siglo XX, designa-
do CDmO antigfiedades, ilusrra el despliegue del prayecro humanis-
ta. Frame a Ins edificios y objetos cuyo uso coridiano transforma en
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Alegoria del purrimenie El parrimoiiie bisroi'ice an [a are de la industrie cultural 191
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v consrruir la imagen de si, pregresivamente enriquecida per dates en el ambite eurepee, el modelo juridice, administrative v técnico.
genealogices. Hemos visto come les esrudios censagrados a las anti— Pero la meramorfosis cuantirativa sufrida por el culto patrimonial a
giiedades se inscriben sobre redo en la gran cerriente que devalua el partir de la decade de 1960 ha derivade mas direcramente de un con-
rescimonio de la palabra y de la escritura en beneficie de aquel de la junro dc preccses solidarios que, en el caso francés, han confirmado
vision y de la represenracien iconica. Les edificios del pasade centri- la politics cultural del Esrado y que, en orros lugares, han acelerado
buyeron tanre al estudio sisuematico de las fermas plésricas come al a menudo el establecimienre de este culte.
de su desarrelle y clasificacion. Las investigacienes de los anticuarios La mandialisncion de les valeres y de les referencies occidenta-
acompafiaron a 133 de les naturalistas y, juntes, participaron en la les ha centribuido a la expansion ecuménica de las practices patrimo—
creacion de una civilizacion de la imagen: imagen transformada ahe- niales. Expansion que puede ser simbolizada per la “Convencion so—
ra en instrumente de analisis del munde y en seporte de la memoria. bre la proreccion del patrimenie mundial, cultural y natural”
Hermes visro que la censagracien institucional del monumento adeprada en 1972 per la Conferencia General de la UNESCO. El tex-
historico en el siglo XIX lo deta de un estatus temporal diferente. El re define el concepte de parrimenio universal calcandole de aquél de
menumento hisrérico adquiere, per una parte, la intensidad de una “monumenre historico”: sen patrimonie universal les monumentes,
presencirz concreta. Pere también queda instalado, per orra parre, en cenjunres edificades, vaeimientes arqueelegicos o conjuntos que pre-
un pasado definitive e irrevocable, censtruido esta vez por el deble senran “un valor universal excepcional descle el punto de visra de la
rrabaje de la liisteriegrafia y‘ por la toma de cenciencia [hisroriaD de l‘iiSteria del arte e de la ciencia”.I Se proclama asi la universalidad del
las muracienes que la revelucion indusrrial impene sobre las habili- sisrema de pensamiente y de valores eccidentales sobre este terns. La
dades del ser humane. Les edificies de la era preindustrial, reliquias cenvencion establecia la obligacien de “identificar, preteger, conser-
de un mundo perdido sepulrado por el tiempe 3,! per la tecnica, se con- var, rehabilitar y transmitir a las generaciones futuras el patrimonio
vierten, segfin la expresien de Riegl, en objete de culte. Finalmente, cultural” per parte de les paises dispuesres a recenocer su validez.
sen invesrides de un papel memorial imprecise, nuevo para elles aun- Pero, sebre redo, la convencién fundaba una perrenencia comun y
que, en sordina, analogo al papel del monumento original. En el re- una solidaridad planetaria segun la cual e1 cenjunto de la comunidad
rreno desesrabilizado de esta s'eciedad'en vias de indusrrializacien, el se liace cargo de les cases mas desfavorecidos: “un patrimonio uni-
monumento hisrérice parece querer recordarle la gloria de un talen- versal en cuya' proreccion la cemunidad internacional enters debe co-
to amenazade- eperar”. La necion, mas restrictiva, dc patrimonie universal excep—
cieirel permite csrablecer, gracias a un conjunto de criterios mas
cemplejes, la lisra comfin de bienes considerados patrimonio mun—
Del culte a la industria dial, detades de un “sistema de cooPeraciou y de asistencia interna-
cienal” en les aspectos “financiere, artistico,‘ cientifico )7 técnico”.
El termine avanzade per Riegl, cargade de sentide y de ambigiiedad, Entre les ejemplos de recuperaciones llevadas a cabe de este mode,
todavia mantiene su pertinencia. Sin embargo, su objere, las formas sen notables los de Abu Simbel e de Borobudur, pere orros lo sen me-
y la naturaleza de este culto se ban transformade, primeramente per nos, come los de Mohenie-Daro en el valle del rie Inde o la mezqui-
efectes de la expansion generalizada de sus areas de difusion, de su ta de Divrigi en Anatolia.
corpus y de su publico y, luego, mas recientemente, per efecros de Sin embargo, este proceso planerario dc conversion a la religion
su aseciacion con la industria cultural. patrimenial no esra libre de dificultades de naturaleza :1 veces opues-
El culte del monumento historico, inicialmente privado, no se ta. Recuerde la indignacion de un amigo magrebi al ver que se atri-
convierre en la religion ecumiénica del patrimenio edificade per- buian valeres de arte y de hiSIoria a monumeutos cuya significacion
la conversion individual v progresiva de cada uno de sus fieles. Como debia ser, segfm e1, exclusivamente rcligiosa. De la misma manera, la
vimos en el capitulo IV, esra transformacion empeze a prepararse con rebabilitacion de la medina de Fez, en la que trabajaba en el marco
el advenimiento de una gestion estatal, preceso del cual Francis ofrecio,
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' H. I(___.:M_,
o.-.--I-.I., - row.- 55-73525;
Roirns y ol do los pabollonos do Lo Corbusier on Logo, ilustrarian las
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admisiblo quo la afirmaoion do la permanonoia do una idontidad ur-
dificultados do was manora do aotuar.3
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bana y do una vision dol mundo. Esto tipo do roaooion individual oon-
Finalmonto, ol gran proyocro do domooratizacio'u del saber horo-
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tra la ingorencia do la tomunidad international os torriento fuora do
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oat-3:?
dado do la ilustration y roanimado por la voluntad moderna do erra-
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Europa. Invorsamonte, a la ostala do los Estados, o1 numoro do mo-
numentos inseritos en la lista dol patrimonio mundial tiendo a pasar ditar las diferentias y los privilogios en el goco do 105 valoros intoleo-
por un indico do prosrigio international 3; so transforma on objoto do tuales y artisrioos quo, on conjunto con ol dosarrollo do la socz'odad
emulation sin quo los criterios de solecoion do los bionos patrimonia- dol ooio y do so torrelativo, el rurr'smo cultural, llamado do masas, os-
los oston siompro bion intorprotados por los intorosados. La oonvon— tan en ol origen do Ia expansion ral uoz mas significan'ua: la dol publi-
oion adoptada en 1972 y ratifitada o atoptada on 1975 por vointit‘in co do los monumontos historioos. A las poquofias oapillas do inicia-
paisos do los oinoo oontinontos oontaba, on 1991, con oionto dooo pa- dos, oonocodores y eruditos suoedo una audioncia “millonaria”, tal
isos firmantessi oomo so llama a las aglomoraoionos cifradas on millonos.
Los doscubrimlonros do la arquoologr’a 3) ol porfoocioaamiouro dol El EStado franoés fuo ol primero en oxplotar eSta eoyuntura )2 ol
proyocro memorial do las oiouoias bumauas han dotorminado, por su primoro en promovor y tontrolar, ton ol apoyo do todos los retursos
parto, la expansion dol tampo trouolo’gioo on ol quo so insoribon los do so autoridad y do sus poderes, los ritos do un culto oficial dol pa-
monumentos historitos. Las frontoras do so dominio han franquoado trimonio historieo, transformado on parto integrante dol culto' do la
on particular los limitos do la ora industrial quo parooian infranquoablos tultura. Rooordomos que ol uso do osro térrnino todavia no so habia
y so desplazan haoia un pasado cada vez mas proximo dol prosonte. Asi', oxtondido on Franoia dospuos do la II Guorra Mundial, solia intograr-
los produotos téonicos do la induStria han adquirido los mismos privi— so on sintagrnas (cultura do [as lotras, oultura general) mas quo utili-
legios y Ios misrnos dorochos do conservation quo las obras do arto ard zarse on o1 sentido filosofioo dofinido, y Iuogo fuo utilizado frocuonto-
quitootonieas y que las paoientes roalizaeionos do los artosanos. monto eon fines politicos por oI pensarnionto slot-nan.“L Paul Valéry
Paralolamento, so impono una expansion tipologica del patrimo- profitio siompro ol término “civilization”.5 El término “cultura” so
nio historico: un mundo do edifioios modestos, ni momoriales ni pros- gonoraliza a partir do la doeada do 1960, Sfmbolo do so fortuna es la
tigiosos, rooonocidos y valorizados por las disciplinas nuovas oomo la troacion do un Ministerio do Asuntos Culturales quo pasa rapidamom
otnologia rural y urbana, por la historia do las téonioas y por la ar- to a sor “de la Cultura”, cuyo modelo no tarda on ser adoptado por
quoologia modioval, han sido intogrados on ol corpus patrimonial. La la mayor‘ia -do los paisos ouropoos y quo franquoa los mares. Andro
aportaoion mas oonsidorablo do nuovos tipos so dobo, sin embargo, al Malraux invonta las Maisons do la Culturo, on tanto que ol término
franquearnionto dol mu'i'o .do la industrializacion y a la anoxion, por “cultura” so divorsifioa: oulturas minoritarias, oultura popular, cultu-
parto do la practioa oonsorvatoria, do odificios do la sogunda mitad del ra do la pobroza, tultura do Io oorrionto, etc.
siglo XIX y del siglo XX portonotiontes, partial o totalmonto, a1 domi- Los problomas plantoados por la difusion del tulto a la “cultuh
nio do las nuovas tocnicas constructivas: odificios do viviondas, gran- ta" aoaban protipitando su tambio soméntico. Cambio consagrado
dos almaconos, banoos, obras do arto, otc., poro tambion fabrioas, de~ por los museos antos do aloanzar también a los monumontos. La cul-
positos, hangaros abandonados por ol progroso tocnioo o por tambios tura pierde su tarattor do realization personal para transformarso on
economicos estructuralos; grandos oaparazonos vaoios quo la maroa ornprosa y aoto soguido on industria. Si hubiora quo fijar o1 dospoguo
induStrial abandona en la poriforia do las oiudados y hasra on sus con— do osta industria on Franoia, juogo arbitrario pero ton ol morito do fi-
tros. Adomas, la prootupaoion por oonsorvar el patrimonio arquitoc— jar las ideas y su aval por ol Estado, so podrian tomar oomo roforon-
tonioo e industrial del siglo XX (intluyondo las ultimas decadas), fro- cias sirnbolitas dos inaugurationos: on primer lugar, Ia dol Musee
ouentomento amenazado do demolition por mal ostado, engendra d’Orsay, on 1987, cuyo organigrarna muostra quo su vocacion es la
attualmonto un complojo do Noo que tiende a salvar en el aroa patri- producoion prioritaria y sisromatioa do sorvioios y do oomunitacion;
monial ol conjunto exhausrivo do nuovos tipos tonstruotivos apareti- pOSteriormento, on enero de 1988 3! on la penumbra dol mortado del
arto, la dol primer Salon International dos Musoes ot des Expositions“,
-
Los monumentos y al patrimonio hisrorico adquieren a su vez un conocida. Entre los profesionalas de la restauracion y de la conserva—
doble estatus: como obras dispensadoras de saber y de placer, pues- cion, t{quian conoCe en Francia los nombres da Giovannoni 0 de Boi-
tas a la disposicion da todos; pero también como productos cultura— to? La segunda tendencia, ahora dominante, se sitfia bajo e1 signo de
las fabricados, ambalados v difundidos con vistas a su consumo.T La ' la rentabilidad v da un vano prestigio y dasarrolla practicas ya con-
metamorfosis de su valor de uso en valor economico sa realiza gra- denadas en el siglo XIX antes da sar esrigmatizadas por la Carta da Ve-
cias a la “ingenieria cultural”, vaSta empresa pfiblica y privada a cuyo necia, a la vaz qua inventa nuevas modalidades da valoriz'acion, de-
servicio trabaja toda una poblacion da animadores, comunicadores, masiado a menudo con el apoyo del Estado y de las colacrividades
agentes de dasarrollo, ingenieros y mediadores culturales.3 Su tarea publicas.
consiste an explotar los monumentos por todos los medios, a fin de En otros terminos, tanto an Francia como, por divarsos motivos,
qua el numero da sus visitantes se multiplique indefinidamente. en el mundo entaro, el campo patrimonial ha pasado a ser aetualmen-
ta el teatro de un aombate dasigual a incierto, donda el podar da la ac—
eion individual sigue siendo grande y donde, sin embargo, la determi-
La valorizacion nacion da un alcalde, de un insPector de monumentos histéricos, de
un arquiteato, de un urbanista o da un administrador del patrimonio
La valorizacion es la llave da acceso del dispositivo. Término cla- puadan, todavia, hacar cambiar el destino da un monumenro 0 de una
ve qua quiere resumir el estatus del patrimonio historico edificado, ciudad antigua.
pero que no debe disimular qua, hoy como ayer y a pesar de las legis- Esta siltuacion de conflicto es la qua me ha incitado a acantuar el
laciones de proteccion, la destruccion continua y tenaz de los edificios espiritu y las practicas de la tendencia dominante apoyada por la in-
y conjuntos antiguos se sigue produciando en todo elmundo bajo e1 duStria patrimonial y por la evolucion da la economia urbana. El tra—
prataxto de su modernizacion y rastauracion, o bajo al peso da pre- bajo paciente da profesionalas,funcionarios, propietarios y simples
siones politicas a manudo imparablas. La fuerza viva de lasaasociacio— ciudadanos qua se sacrifican abnagadamenta por al respeto al patri-
nes de dafansa da los monumentos, cuyo modelo se area an Gran Bre— monio historico son una miss an abfma, como mamoria vcomo refe-
tafia a finales del siglo XVII], sa moviliza hov en todos los paises. Sin rancia a fin da madir la ambiguadad que hay se mantiene an torno a
embargo, aetualmante en Francia la suparficia de las ciudadas urba- la nocion da patrimonio.
nizada con anterioridad a- la Revolucion no represents mas qua el Entre las multiples oparaciones destinadas a valorizar al monu—
3,5% del parque edificadq.9 mento historico y, eventualmente, a transformarlo an un producto
Esta término clave, qua prerende ser tranquilizador, resulta an re-I economico me limitare a evocar, a modo da simples jalonas concretos
alidad inquietante por su ambigiiadad. Remite a los valores del patri- de mi argumentacion, algunos de aquellos que inciden mas directa-
monio qua sa desea qua se reconozcan. Pero contiana tambien la no- mente sobra los edificios v sobre su aproximacion por parte del pu-
cion de plusvalia. Plusvalia da su interés, de su agrado, de su balleza, blico. De la restauracion a la reutilizacion, pasando por la puesta an
ciertamente. Paro tambien plusvalia de su atractivo, de obvia conno— escana y por la animacion, la valorizacion dal patrimonio hiStorico
tacion economics. presenta multiples formas, de contornos imprecisos que, a manudo,
Esta ambivalencia de la nocion de “valorizacion” designs on he- se confunden y se asocian.
Cl'lD inadito en la historia de las pracricas patrimoniales: aqual del an- La consaruacidn y la 'rasrauracidit son los fundamentos de toda
tagonismo entra dos sistemas da valores v entre dos estilos da conser- valorizacion. Desde hace medio siglo v a pesar da las contaminacio-
vacion. nas atmosférica, quimica, bioquimica v biologica han otorgado una
Una de estas tandencias, amparada bajo el signo del respeto, pro- nueva aatualidad a las tasis da Ruskin al permitir actuaciones no trau-
sigue, esra vez con los nuevos madios ofrecidos por la ciancia y por la maticas sobre la “salud” da los monumentos. Podria pensarse qua,
técnica, la obra de los grandas innovadores da los siglosXIX 3! xx, sin tanto el principio da conservacion da los sucesivos aportes antiguos
qua esta consrituya, no obsranta, una rafarencia explicita o, incluso, agregados a los monumentos y a los barrios historicos corno al prin—
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t!fi1l_fix
196 Alegorfa def patrimonio El patrimonio bisto’rico en la are de la industria cultural 197
cipio de diradamenrom cle Giovannoni, valiosamente apeyaclos en los presentar e1 monumente come un especrécule, mostrandole de la ma-
estuclios de' morfologia urbana, se encuentran finalmente adquiridos. nera mas halagadora pesible. La decada de 1930 re nacer la ilumina-
Y tambien que no hay dudas en cuante a la cendena de las reconsti— cion nocmrna que, desde entonces, no cesa cle perfeccionarse. Hora—
tuciones. Y que las reglas cle resrauracion formuladas por Boito se en- dando la profundidad necmrna, el monumento surge cual aparicien
cuentran recenocidas universalmente, en particular aquella que exige cle una divinidacl gloriosa, pareciende irradiar eternidacl. La luz arri-
sefialar visiblemente teda intervencion moderna y que se ha aplicado ficial oterga un papel importante a la sombra para entregar figuras li-
de forma magistral en diferentes lugares del mundo, como, per ejem- sas, sin arrugas, formas nunca percibidas, topografias desconociclas.
plo, en el yacimienro resraurade de Teotihuacan en Mexico: e1 espec- Artificio cuyo defecto, no despreciable, es el de suprimir el peso de la
tacler queda subyugado por el poderoso juego de les velt’nnenes ar- arquitectura, revelandola en etra dimension, peética e trascendente.
quitecrénicos sin ser nunca engafiado sobre el estade inicial de las Perque se trata, claramente, de una revelacion, monotona a la. larga
ruinas. Tedes estes principies, reglas y preceptos, debidamente argu— per la forma como se manifiesta hey a través del mundo, una lluml-
mentaclos y perfeccienados desde hace un sigle parecian no deber ser nacion ritual a horas, dias y fechas fijas, del Partenon, de San Pedro
cuesrionados. Es una ilusion. de Roma, del eastillo de Praga, de Santa Sofia, del Taj—Mahal e de
Las reconstitucienes “hisroricas” o fantasiosas, las destruccie- tantos otres edificios, famosos o desconocidos. Por el centrario, la in-
nes arbitrarias, las resrauracienes disimulaclas ban llegado a ser las tervencion del hada elecrricidad en el interior de los edificios no siem-
maneras habituales de valorizar. No multiplicaré los ejemplos. En pre es benéfica. Es cierto que permite contemplar en todo memento,
Canada, el centre del antigue Quebec que figura en la lista del patri- come nunca antes, los frescos y pinturas a los que la historia clel arte
menio mundial es el resultaclo de un vasto proyecro de finaliclad na- ha otorgaclo'una existencia y un valor prepies, independiente del va—
cionalista y turistica iniciaclo en 1960 y que significo la destruccion lor clel edificio que pretendian magnificar. Pero qué decir, per ejern-
l
de un conjunte de edificios antiguos para reconstruir, sin base cien— plo, del equipamiento elécrrice con el que se ha detado a la catedra
cle Bourges: al exponer e1 menumento immedia ta e impiclic amente
tifica, etros en el estilo de la arquitectura francesa clel siglo XVII]. En
Alemania, la practica legitima de la idéntica reconstruccion de las come nunca debfa' ser visre, la operacion anula el dispositivo y la dis-
posicion que lo anclaban en el tiempo. . . _
ciudades desrruidas durante la II Guerra Mundial, aliada al gUStO
llama-
tradicienal de las reconstiruciones hiStoricas, ha cenducido en oca— Institucionalmente asociaclo a la ilummaCion en los bien
siones a la demolition de centres antiguos (Weider: en Baviera, Linz dos “espectacules de la: y sonido”, e1 sonido participa también en la
en el Rhin) en beneficio cle reconstrucciones “"ideales”11 que ni si- escenificacion. Pero sonido, musica y discurse, operan sobre el espec—
quiera Viollet-le—Duc se habri'a atrevido a imaginar. En Francia, tador y no sobre el monumento. Ahora es el publico el que pasaa ser
igualmente, la reconstitucion inventiva ha cebraclo un nuevo aliente. condicienado y al que se trata, efectivamente, cle dis-traer y de di—ver—
En Provins se agregaren troneras que nunca existieren a los mures tir (del monumento). {Que musica, que cementarie? Los mejores y
defensives y, para tornarlo mas amable, se ha recempuesro el vene- los peores. Esto no importa en absolute desde el memento en que alli
rable timpano de Saint—Ayoul. En Lyon, los maesrros cle obras neo- se reconecen los fenomenes acceserios, los mecanismos ambientales
yorquinos cle Saint-John-the-Divine esculpen las gargolas goticas de analoges a les insralados en las grandes estructuras comerciales. Por
la caredral Saint—Jean para rejuvenecerlas: procedimiento que no 3i sela, la iluminacion puede entregar una insospechacla opaciclacl a
debe ser confuncliclo con la técnica establecida hace déeadas consis- los edificies. Pero el senido tiende a reducirles a la estrechez de lo in-
significante. .
tente en extraer y pener a cubierto las esculturas demasiado claiiadas
Animacio’n: gdonde, come empieza ? Genera lmente desde el 1n-
de algunos monumentos reemplazandolas per facsimiles}: particu-
larmente cuanclo —eomo en Reims— la escultura es parte integran- terior del edificio a] que se pretende sacar de su propia inercia para
te de la arquitectura. su mejor y su mas facil consume, censiderande que, la apropiacion
Puesrrz en ascend: Viellet-le-Duc y Sitte ceincidfan en verla como personal es insuficiente para llegar a cliche punte. Su métede cen51s-
el fundamento del arre urbane. En este case, escenificar significa te en la mediacion: en facilitar e1 acceso a las obras por medio cle
198 1 Alegorfa del porrimouio El parrz'moufo bisrdrfco en la are de [a industrio cultural 199
inrermediarios, humanos o no. Una jerarqufa compleia eonduce des- menudo las antiguas puertas maoizas de los monumenros franoeses.
de la mediacion por efecros especiales a los eomentarios audiovisua- El actual rratamienro arquirectonico de los muaeos” ejemplifica cla-
les, pasando por la reconsritucion de eseenas historicas imaginarias ramenre esta forma de valorizaoion y sus peligros. Asi, el interés de
eon ayuda de ncrores, de maniquies, de marionetas o de imagenes de los visitanres es arraido en primer lugar por el reeepra‘ieulo,15 tal con-no
smresis. ' '- la mastaba hollywoodense que impide mirar )7 ver la coleccion de im-
Para el visiranre resulta cada vez mas diffcil ranro el evirar esras presionisras franeeses expuestas anteriormente en el Jeu de Paume.
interferencias como el poder dialogar, sin intérpreres, con los monu- Felizmenre, todavia exisren los museos toralmenre nuevos cuyos cons-
memos.” El comenrario, la ilusrracion anecdotiea o, mas exactamen- tructores” han sido guiados por el solo respeto a las obras alli reuni-
re, la chachara sobre las obras cultivan la pasividad del publico y lo das. Asf eomo también exisren rodavfa monumenros no alterados por
disuaden de mirar 0 de descifrar con sus propios oios, mientras e1 sen— las operaeiones mediaticas. Repitamoslo, describo una tendencia.
tido escapa por el colador de las palabras vacias. Estas son las formas Los ejemplos negativos de modernizacion del patrimonio pueden
demagogieas, paternalisras y condescendientes de la eomunieaeion. multipliearse y, para limitarme a Francia, van de lo incongruente
Y sin embargo, la transmision del eonoeimienro historieo pertenece, (aeondicionamiento del interior del Palacio de Justioia en Poitiers) a
por exeeleneia, a la puesta el eseena del parrimonio. En el siglo XIX, lo devasrador leapaeio de venta de entradas del oastillo de Cham-
BoitoH formulo las reglas deuna presentacion cienrffica y silenciosa bord). A lo que tampooo esoapan aquellos edificios cuya finioa fun-
de los monumentos que, al preeio de un esfuerzo de areneion por par- eion es la museal y cuyo unico uso es el monumento historieo “des-
re del publico, Io introduce en un conocimiento personal, directo 3; ac- l‘iistorizaduti)”.13
rivo de las obras. Las recnieas nuevas permiten ahora otras formas de Corruersfdn en especies: eomun denominador de todas las moda-
presentacion grafiea (notas, esquemas, pianos), claras )1 seduetoras, lidades de valorizaeion, esta conversion va desde el arrendamiento de
cuyo uso se generaliza aunque a menudo, lamentablemenre, quedan los monumenros a su uso como soporte publicitario, asociandolos a
neutralizadas por el “ruido” de la animaoion. ......
la venta de productos de oonsumo corriente. Todo monumento tiene
Llevada a] limire, la animaeion se transforma en el exacro con- ahora eomo oomplemenro su tienda, heredera de los quioscos de li-
rrario de la escenifieacion del monumenro, que lo transforma ahora bros y de postales del siglo XIX, donde se eXpenden souvenires diver-
en team). 0 en escenario. El edificio pasa ahora a eompetir con un es- sos, objeros domesticos o produetos de alimentacion.”
peeraculo o con un “evento” que le es impuesro a su auronomfa. EX- Entrega: proporeional al numero de visitantes y a los ingresos
posiciones, conciertos, operas, represenraeiones dramaticas, desfiles por la venta de enrradas y de consumos complementarios, 1a renta'oi—
de moda pasan a ser asoeiados a un patrimonio que los valoriza y al lizacion del parrimonio pasa, cada vez mas, por una faoil aooesibili-
que ellos pueden, a su vez, magnifiear aun mas, depreciar o reducir a dad. El monumento debe ser entregado a pie de obra, lo mas cerca
la nada, por efeeto de esta extrafia relaoion antagoniea. posible del espacio de aeoeso multirudinario que, demasiado a menu-
Modernfzoeion: procedirnienro nuevo que burla mas abierramen- do, desnaturaliza los sitios; lo mas cerca posible también de los ve-
re el respero debido al parrimonio; instala el mismo desplazamiento hiculos, privados o coleerivos, condicion que exige la instalacion de
de atencion y la misma transferencia de valores inserrando el presen- apareamientos y de sus eomplementos: de ahi la neeesidad de terre—
te en el pasado, esta vez bajo la forma de un objero eonsrruido y no nos considerables euyo tratamiento sigue siendo, hasta ahora, identi-
de un espeeraculo. Modernizar no es, enronees, enrregar el eSpeeraeu- camente mal controlado tanto en el medio urbane como en el rural.
lo de lo nuevo sino introdueir un implante regenerador en el cuerpo
de los edificios antiguos. Simbiosis impueSEa a la espera de que el in-
reres suscirado por la obra del presente repercuta sobre la obra anti- Integration en la vida contemporanea
gua y se inieie asf una dialéeriea. Este eéleulo no esra exenro de eon-
.
siderables riesgos. Un easo simple 3! tipieo es aquel de los pafios La reutilizaeion es, sin duda, la forma mas paradojiea, audaz )7 dificil
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vidriados que, despreeiando su funcion arquireetonica, reemplazan a de valorizaeion patrimonial consistenre en reintrodueir an monumenro
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200 Alegorz’a del patrimonio El patrimonfo historico er: [a are de [a industrial cultural 201
en el circuito de los usos vivos. De esra manera, y tal como lo mos- conservara, pero cuya preservacion real en una Epoca de urbaniza-
traron y lo repitieron sucesivamente Riegl y Giovannoni, el monue cion y de remodelacion territorial parece ilusoria debido a la rnisnna
rnento queda libre de los riesgos de estar en desuso aunque queda ex- escala de sus dimensiones. '
pueSto al desgaste y a las usurpaciones del uso: atribuir un nuevo La rehabilitacion de las viviendas mineras en Hénin-Beaumont,
destino es una operacion dificil y compleja, que no debe fundarse 5610 en Lievin y en otros lugares conserva ciertamente el recuerdo de la
en la homologia con el deStino original. Operacion que debe tener en mina, pero se trata, sin embargo, de un habitat y no de un lugar de
cuenta ante todo el eStado material del edificio que ahora pide ser produccion. L{De qué rnodo pueden perdurar estos ultimos si no es
apreciado tomando en cuenta el flujo de sus potenciales usuarios. como restos simbolicos o como museos? Ir mas lejos requiere de una
Parrr'mouio industrial: la expansion del carnpo cronologico de imaginacion que la noStalgia no puede reemplazar.
nuestra herencia hiStorica plantea un problema inedito: el de un pa- Otro problema va a plantearse proximamente, por lo demas, en
trimonio industrial que, por .lo demas y a pesar de su nombre, escapa una parte de Europa y particularniente en Francia, pais de tradicion
generalmente del dominio de la industria cultural. Si evoco en primer rural: aquél del patrimonio rural no edificado que consrituye un enor-
lugar las condiciones de su reutilizacion, es para demostrar que, a pe- rne y sabio monumento, gqué hacer cuando, de la misma manera que
sar de una comun denominacion, esre patrimonio no puede y no debe el joven patrimonio industrial ahora ya obsoleto, la ancestral agricul-
ser confundido, cotno pasa a menudo, con el patrimonio de la era tura sea condenada, en parte, al abandono? 1,gQue reutilizacion se
preindusrrial, el cual es competencia de otros valores y de otros'com- debe prever, entonces, para un paisaie que fue una de las mas hermo—
promisos. sas joyas artisticas de Francia y del cual resiStiran solo aquellas alde-
La herencia induStrial en desuso plantea dos tipos de cuestiones, as reconquistadas por poblaciones urbanas y ademas asediadas por
de naturaleza y de escala diferentes. Estas conciernen, por una parte, suburbios de viviendas aisladas? Carecemo's de precedentes que pue-
a edificios aislados cuya conStruccion a menudo solida, sobria y de fa- dan ayudarnos a resolver estas obsolescencias territoriales.
cil rnantenirniento hace que sean facilrnente adaptables a las norma- Edifiieios preindnsrriales: la reutilizacion del patrimonio prein-
tivas actuales, permitiendo que se presren para multiples usos publi- dustrial e incluso de algunos monumentos antiguos posee, en cambio,
cos y privados. Innurnerables fabricas, talleres y almacenes ban sido una tradicion. Se trata de practicas que no dejan de ser complejas.
transformados en Europa 3! en EB UU en edificios de viviendas, en es- El genio de Gabriele D’Annunzio ha ernblerriatizado las arenas
cuelas, en teatros o incluso en-nnuseos. En Lyon, el gran hangar de los de Verona, abriendolas a la dramaturgia moderna: los teatros y‘anfi-
mataderos de la Mouchef? con la magnifica estrucmra metalica cons- teatros mejor conservados viven hoy una nueva vida al servicio del es-
truida pot Tony Garnier en 1918, se ha transformado en un centro de peCtaculo. Sin embargo, el uso regular de esros grandes recintos solo
intercambio y de especréculo vivo 3* atraCtivo, conno pudieron serio es posible mediante considerables consolidaciones, reStauraciones y
las Halles de Victor Baltard. operaciones de acondicionarniento que, por lo mismo, acarrean a me—
Este tipo de reconversion de edificios, algunos de los cuales per- nudo su desnaturalizacion. Pero se trata de casos excepcionales.
tenecen a la historia de las tecnicas, precisa simultaneamente de una Las verdaderas dificultades surgen cuando se trata de encontrar
conservation hiStorica y de una economia logisdca. Por el contrario, nuevos destinos para antiguos edificios religiosos, de who 0 conven-
las marcas anacrénicas de las zonas industriales abandonadas, los fo- tuales, para antiguos palacios, residencias, hospitales, cuarteles 0 ca-
sos y los depositos mineros desertados, las acumulaciones de escorias ballerizas que fueron obras maestras de la arquitecrura preindustrial.
mineras, los muelles y los astilleros navales abandonados tienen, en Nuevos destinos donde las funciones denominadas culturales (muse-
primer lugar, un valor afectivo para quienes los tuvieron como terri- os, bibliotecas, instituciones escolares, universitarias o fundaciones)
torio y como horizonte de los que no quieren ser despojados. Para compiten con las funciones utilitarias, de prestigio (minisrerios, sedes
otros, en carnbio, estos sitios tienen el valor de documentos sobre las sociales, hoteles) 0 de uso corriente (oficinas, viviendas, eornercio), y
diferentes fases del desarrollo industrial. Documentos que a veces se donde los usuarios publicos pasan a ser reemplazados por el merca-
extienden a la escala de las regiones y que la memoria fotografica do privado. En todos los casos, sin embargo, los trabajos de acondi-
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202 Alegori’a del patrimonio _ El patrimonio historieo en la are de la indasrria cultural 7’03
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cionamiento de las infraestructuras exigen conocimientos técnicos ampliada de las dificultades y contradicciones a las que se enfrenta la
precisos cuyo coste puede ser disuasorio. La rentabilidad de tales reu- valorizacion del patrimonio edificado en general y, on particular, su
tilizacionesM puede resultar dificil de asegurar y existe el riesgo que reutilizacion o, en otros términos, a los que se enfrenta su integracion
su busqueda se imponga a menudo a la busqueda cle la funeionalidacl. en la vida contemporanea.
En estas condiciones, subsisrira solamente una cascara vaeiada de su Sin embargo, la conservacion museal de las ciudades antiguas,
conrenido mediante una operacion de limpieza: procedimiento discu— aliora en manos de la industria cultural, no ha desaparecido. Al me-
tible cuando se trata de preservar la morfologia de un tejido urbano, nos en principio, las concepciones integracloras formulacias por Gio-
procedimiento inadmisible cuando se resume en el sacrificio de es- vannoni ya en 1913 parecen haber prevalecido desde entonces. La
tructuras y de la decoracion interior de un edificio. En este sentido, legislacion francesa de los “seetores protegiclos’i"12 ilustra esta evolu-
no hay reconversion mas mortifera en Francia que la dedicada a usos cion. En 1962, cuando Andre Malraux aprobo la ley sobre seetores
adminisrrativos o de oficinas. De la misma manera, la transformacion protegidos que lleva su nombre, lo hizo desde la optica de una coo-
cle edificios residenciales antiguos en vivienclas sociales, aunque per— servacion museal. Se trataba de esrableeer mediclas de urgencia para
tinente, loable y en si interesante, ha podido conducir a ciertas ciu- proteger, volver intocables y conservar en un determinado estado ba-
dades francesas a verdaderas masacres (exceriores e interiores) por rrios que, como los de Avignon entre otros, estaban destinados a des-
parte de organismos desprovistos de las necesarias competencias aparecer. Para Malraux, historiador del arte, lo que estaba en juego
técnicas. En fin, ciertos casos cle reutilizacion no mutiladora y, en al protegerlos eran aspecros historicos y estéticos. Este ideal del stern
apariencia, convenientes, no dejan de plantear problemas. Por ejem- quo resulto ser, sin embargo, de una aplicaeion tanto mas laboriosa
plo, gera necesario transformar el fragil Hotel Sale en el Museo Picas- en la medi'da en que la Lev y su decreto de aplicacion conferian al
so, por el que desfilan miles de visitantes, por lo que ya ha tenido que plan de proteccion la categoria de documento de urbanismo. Progre-
ser restaurado dos veces? A una escala mas modesta, la afluencia de sivamenre, la letra y el espiritu museal de la ley de 1962 se flexibili-
visitantes también suscita temores justificados reSpecto a la conserva— zan. Sin embargo, y ante la falta de bases reoricas, también se ha ate-
cion de la'casa dc Horta abora transformada en Museo. El Hotel Van nuado su dimension urbanisrica. La nocion do valorizacion del
Eetvelde, por el contrario, una cle las residencias mas innovadoras insrrumento juridico que constituye el Plan de Proteccién y de Valo-
construidas por el mismo arquitecto, ha sido ejemplarmente restaura- rizaeion compite con la nocion de proteccion y la pone al servicio de
do por una socieclad belga que lo usa eomo sede social. un concepto bueno para todo: el de desarrollo.
La practica de la reurilizacion de edificios deberia ser objeto de A partir de 1975, la cuestion de la integraeion {de los conjuntos
una pedagogia particular. Precisa de sentido comtin pero también re- liistoricos) en la vida colectiva de nuestra “época” pasa a la escena in-
quiere una'sensibilidad hacia las tradiciones urbanas y los comporta- ternacional. En 1976, la Unesco adopta, en Nairobi, una Recomm-
mientos patrimoniales a lo largo del tiempo, diferente para cada pais. dacr'c‘in relative: a It: proteccion de los eonjnnros hi'sroricos y tradicio-
Cuando la Universidad de Venecia decidio instalarse en un extraordi- Hales y a so papa! en la Hide contempora’nea, documento que, hasta
nario conjunto de palacios en desuso, supo resPetar la- calidad de sus boy, sigue siendo la mas compleja exposicion cle motivos y la mejor
espacios y devolverles la vida, para gran deleite de sus estudiantes. De defensa en favor de un tratamiento no—museal de los tejidos urbanos
la misma manera, el antiguo Béguinage de Lovaina acoge ahora alo- antiguos. Esre texto es también el mas lucido sobre los peligros inhe—
jarnientos de estudiantes y el esplendor reconstruido de su gran salon rentes a las politicas de proteccion. El valor social del patrimonio me-
alberga el club universitario. Este tipo cle realizaciones, asi como la nor v de los tejidos historicos, ya reeonocido por Giovannoni, apare-
manera en que se ban ejecutado, son compatibles con la mentalidad ce abora ponderado a la luz de los intereses inmobiliarios y turisticos
que orienta la politica logistics de la educacion nacional francesa. en juego, cuya amplitud dificilmente podria haber imaginado Gio-
Ciudades y conjunros enrfgnos: convertidos en patrimonio histo- vanno'ni. Por primera vez, ademas, la conservaeion aptiva de los con-
rico, en todo el sentido del término, los centros y barrios anti- juntos antiguos es presentada como un medio para luehar no 5610 nor
guos ofrecen ho}r la'imagen privilegiada, sintética y, en cierta medida, la proteccion de particularismos étnicos y locales sino también contra
204 Aiegorfa def patrimoaio El patri'monio bistdrfco en la era de la industrial cultural 205
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el proceso planerario de banalizacion y de normalizacion de las socie- urbano: paseos, plazoletas, calles y pasajes peatonales pavimentados y
dades y de sus entornos. embaldosados a la 'anrigua, equipados con mobiliario indusrrializado
Desde entonces, la reapropiacion y la revalorizacion de la ciudad estrinclar, retro 0 no (posres, bancos, papeleras, teléfonos publicos) que
antigua se ha convertido en la cantinela del concierro patrimonial de —segfin el e5pacio disponible— se verén animados con esculturas con-
las naciones. Pero ese concierro recubre una multiplicidad de casos y temporaneas, fuentes, jardineras con flores rusticas, arbustos interna-
de tioos de intervencion sobre la ciudad historica. Casos no compa— cionales. También se usan los estereotipos del ocio urbano: cafes a1
rables de ciudades grandes y de ciudades pequer’ias, de ciudades eco- aire libre, acompafiados por el adecuado mobiliario urbano, puestos
nomicamente prosperas y de ciudades en crisis, asi como todos los ca- de arresania, galerias de arre y tienclas de Viejo, asi como (siempre y
sos intermedios enrre aquellas ciudades en las que el parrimonio es por todos lados, bajo todas sus formas, regional, exotica o indusrrial)
solo un elemento mas de presrigio y aquéllas para las que supone el restaurantes.
ultimo recurso. Intervenciones de diferente naturaleaa, a veces con- En lo que respecta a la modernizacion del tejido urbano antiguo,
flicrivas. Como el monumento individual, la ciudad historica es trans- ésra se realiza llenando los vacfos existentes o creados para ral efec—
formada en ocasiones en un produeto de consumo cultural: reenipleo to. Los lingiiisras nos han ensefiado el valor semiotico del contrasre.
ambiguo, en el mejor de los casos, ludico y que disimula su narurale- El sentido se construye por contigiiidad, por diferencia, pero siernpre
2a museal. En otras ocasiones la ciudad puede ser reutilizada para fi- a condicion de que ral yuxraposicion de signos pase se articule. Los
nes economicos que se benefician simbolicamenre de su estarus histo- elemenros arquitectonicos modernos (o posmodernos) reputados como
rico y patrimonial sin subordinarse a rifle. aportaciones valorizantes de la ciudad antigua lo son, efectivamenre,
En el primer caso, la ciudad parrirnonial es escenificada y conver- a condicion‘de haber respetado tanto esa articulacion como sus reglas
tida en escenario: iluminada, aseada, maquillada para -su embelleci- rnorfolégicas pero no lo son, como a menudo es el caso, c'uando opei
miento y su transformacion en imagen mediatica; por orra parte, es el ran en tanto qua objeros independientes y autosuficientes. En el me-
escenario de festivales, fiesras, celebraciones, happenings verdaderos jor de los casos, esros objetos pueden ser filtiles entonces para la ima—
o falsos que multiplican el numero de visitantes después de moviliaar gen mediatica de la ciudad, de la que pasan a ser signo y sefial: en el
el genio de los animadores. El objetivo de esros ultimos es CUHCllClQ- caso francés, Montpellier y Nimes ofrecen ejemplos rapidamente imi-
nar al visitante creando una arm-osfera convival que la asociacion de rados en Amiens y en otros lugares. En el peor de los casos, y ayucla-
proteccion de una enorme ciudad francesa describe como “la de una dos por su giganrismo, esros objetos implican la desarriculacion y la
verdadera aldea”. El libre y. armonioso despliegue de las figuras del disgregacion del tejido antiguo. Asi, las construcciones dc la Comu—
espacio que vinculan a los 'edificios urbanos entre si y con sus entor- nidad Europea en Bruselas terminan de dcscomponer los hermosos
nos, e1 ambiente de los italianos, importa solamente a un pufiado de barrios del siglo XIX. Pero también son numerosas las ciuclades que
profesionales y aficionados. simplemente se desentienden de su tejido antig‘uo, corno Marsella,
La industria patrimonial ha preparado los procedimientos de Etampes o Valenciennes en Francia. Mientras que otras descuidan
embalaje que permiten la entrega de centros y barrios antiguos lisros sectores completos en provecho de zonas peatonalizadas, juzgadas
para el consumo cultural. Los Esrados y los municipios recurren a mas atractivas, o valiéndose de la excusa de contar ya con algfin sec-
ellos con reserva y discrecion o liberalmente, en funcion de sus opcio- tor proregido.
nes sociales y politicas, pero sobre rodo segi’in la naturaleza del pro-
ducto que va a ofrecerse (dimensiones, caracrer, recursos) y segun la
importancia relativa de los ingresos esperados. Un arsenal de produc— Efectos perversos
ros ya comprobados permiten atraer a los aficionados, retenerlos, or-
ganizar el uso de su tiempo, cambiar sus habitos en condiciones de Por lo tanto, el patrimonio hiStorico edificado no cesa cie enriquecer-
familiaridad y comodidad. Se trata tanto de sistemas graficos de se- se con nuevos resoros cada vez mejor valorizados y rnejor explotados.
fializacion y de orientacion conio de estereotipos de pintorequismo La indusrria patrimonial, implanrada en practicas de vocacion peda-
205 Alegorr’a del patrimonio I."|"
cabo proguntarso si la indusrria patrimonial no ojerco también ofocros do la sociodad con sus propias ronuncias, particularmonto en lo one
socundarios o porversos on la rolacion dol gran pfiblico con ol patri- so rofioro a la onsofianza v a los oncuadros historicos. So trara do una
monio odificado. Esra industria rospondo adocuadamonto a la deman— labor pondionto quo los rosponsablos do la gosrion dol parrimonio do-
da do distraccion do la sociedad dol ocio, confiriondolo, suplomonta- bon asumir. gCual puodo sor ol valor historico do no edificio 0 do on
riamonto, o1 estasus social 3* la disrincion” asociadas al consumo do
conjunto do odifioios on ausencia do la hormosa linealidad temporal
ran paciontomonro odificada por la hisroria, ran paciontomonro apron—
bionos parrimonialos. Poi-o, gqué ocurro con ol accoso a los valoros in—
rolocrualos y esréticos portados por ol patrimonio historico cuva geno- dida y conservada por la momoria organica y ho}; poco a poco redu-
cida a una absrraccion por las mornorias artificialos? Sin oso soporro,
sis v dosarrollo he trazado a lo largo do osro Iibro?
1{Como so puodo construir ol marco do roferoncia quo otorguo su sig-
Aparonromonto, y si damos crédiro a los discursos insrirucionalos
nificacion hiStorica a un monumento, a un conjunto urbano, a una al—
y mediaticos, los valoros do conocimionto y do arto no han cambiado.
doa antiguos?
Esro parrimonio 'siguo siondo ofocrivamonto un vasro campo do inves—
Valor do arro: osto valor parociora sor universalmonto roconocido
rigacion y do doscubrimiontos para los osPocialistas, historiadoros, ar-
quoologos, historiadoros dol arro, arquiroctos, para quionos su “valo- on la actualidad. Los obstaculos y los taboos quo roservaban ol disfru—
rizacion” roprosonra, on ol poor do los casos, una molosria y una to do las obras do arte a los iniciados, olitos, privilogiados o porsonas
contrariodad. El vordadoro probloma lo plantoan aquollos quo rohu- do fortuna, cualosquiora one soon ol nornbro 1/ ol ostatus one so quio-
so llamar “la masa”, ol vasro publico do individuos para quionos la ra atribuirlos, parocon habor sido superados. Situacion a la quo con-
visita a los monumontos no es un fin on sf, aquollos quo individual- rribuyon varios procosos, anoxados y oxplorados por los media: la
monto osporan dol patrimonio historico orra cosa quo una disrraccion, constitution dol musoo imaginario abiorro a todos; lamojora cons-
tanto do la accosibilidad a las obras roalos; la ovolucion do las artos
rodos los quo dosoan iniciarso on la alogria dol conocimi'onto histori-
co y los placoros dol arto. Esto publico es engafiado a m'onudo masi- plésricas contomporénoas y, particularmonroj do la arquitocrura; ol
dosarrollo dol mercado dol arro. .
vamonto por la indusrria patrimonial, quo arrasrrada, hay quo reco-
Andre Malraux colobro ol milagro do la roproduccion fotografi~
nocorlo, por la ovolucion do [as sociodados industrialos avanzadas,
riondo a vendor ilusiones como sustiruto do los valoros promotidos. ca: por la gracia do suospacio propio y propicio a los ocos, ha reuni-
Valor hisron'co: ol adjotivo “hiStorico”, gos portinonro para cali- do 3; confrontado la rotalidad do las obras mayoros y monoros, gran-
ficar oso residuo do visionos y do ospoctaculos fragmentados y ofimo- dos v poquofias, conocidas o anonimas, portonociontos a todas las
ros quo ningun marco cronologico adquirido pormiro posicionar on la épocas y civilizacionos, confiriéndolos una unidad trascondonto. Al
continuidad dol tiompo y do los sucosos? Los hombres do las socioda- mismo riompo} al dojar do osrar prorogidas por la distancia y por ol
dos industrialos avanzadas ya no aprondon do momoria ni las fochas socroro do su rofugio, las obras pasan a sor para cada uno parto do so
ni los roxros ni, por ciorro, las rablas do multiplicacion. En rodos los univorso familiar, inmodiatamonro abordablos: la' roproduccion foro-
dominios, précricos o reoricos, su memoria so oncuenrra siompro asis- grafica invira al conocimionto directo y a la visira ofocriva do los mo-
rida, rolovada y finalmonto roomplazada por protosis cada voz mas ofi» numonros. Hov on dia, ya no es solamonto a través do la imagon, so-
cionros, capacos do almaconar y do rostiruir inmediatamonto, a la car- gi’in el dosoo do Andre Malraux, sino on so roalidad misma como las
ra, una informacion onciclopédica, casi ilirnitada sobro ol pasado y obras capitalos do la humanidad son accosiblos a la mayoria. Poro,
sobro ol prosonto bajo la forma do torminos, cifras o imagones. La ad- {do quo tipo do accosibilidad osramos hablando?
miracion do Porraulr anto los podoros liberadoros dol libro improso Toda domistificacion puodo contonor otra mistificaci.+r:’in.16 La ri-
nos haco sonroi'r, )7 la carga que sus contemporanoos imponian a sus quoza do las rovolacionos ostéricas disponsablos por osre tosoro, dos-
momorias nos paroco dosmosurada. La oscuola, por su parro, no so cubiorto on su insospochablo proximidad ha sido proclamada alto y
proocupa do aportar un contraposo —quo rambion soria una soguri— claro v ha sido prosontada domasiado rapidamonro como algo inho-
dad para ol ospiritu— a osra mocanizacion do las oporacionos do mo- ronto al sor mismo do las obras do arro. Poroj on osro casoJ vor la don—
morizacion tradicionalos. Por ol contrario, acompafia a las ronunoias sa prosoncia do los rosrigos dol arro dol pasado y dol prosonro v saborso
210 Alegorfa del parrimoiiio El parriiiionio historico en la em dc la iiidnrrria cultural 211
rodeado de ella no proporciona mas que un acceso ilusorio al mundo i La frustrncion del gran pfiblico verdaderamente interesado por
del arte. Esta “presencia real”? dc nada sirve si las condiciones de su l los valores dc historia y de arte de los monumentos y de los conjun~
acogida no estan reunidas, empezando por el recogimiento en el tiem-
po y en el silencio: sobrepasado un cierto caudal, tanto en el museo l tos historicos puede contarse asi, sin exageracion, entre los efectos
perversos de la industrializacién del patrimonio. Sabiamos, y Alberti
como ante los monumentos y en su interior, cl flujo cle visitantes ate- l ya lo deploraba, que los dafios ejercidos por el tiempo, ese duro des-
nL‘ia o destruye e1 placer del arte. Por lo denias, hay que reiterarlo, la tructor de todas las cosas en lo que se refiere a los monumentos hu-
experiencia estética es el resultado de un recorrido iniciatico; la del nianos, pueden ser superados por los abusos de los hombres.31 Cono-
patrimonio edificado historico tampoco escapa a esta regla, pero con- cen'ios la violencia destrucrora de las guerras modernas y de los actos
tiene ademas Otras dificultades quc le son propias. de coniercio. Pero ignorabarnos que, por efecr'os de su misma activi-
En efecro, existen edificios one, operando sobre lo sublime, sub- dad de conservacion y en el lapso de algunas décadas, la especie hu-
yugan inmecliatnrnente. Pero esta eventualidad no es corriente. Entre mana lograria realizar destrucciones que antafio habrfan necesitaclo
todas las artes niayores, la arquitecmra es la unica donde, en una re- dc siglos. La prevencion de estos efecros secundarios'clebe ser conce-
lacion compleja, el uso es parte integrante y participante de sus fina- bida dcsde el doble punto de visra de la proteccion de, los monumen-
lidades esréticas y sinibolicas, condicion mas dificilrnente perceptible tos y de la proteccion de su publico. Asi, la prevencion de efectos se—
en edificios historicos actualmente huerfanos de la acrividad concre- cundarios se manifiesta como proteccion tle segundo grado —que
ta que los hizo exisrir. podriamos denominar prevencion estratégica— y que desvela la crisis
“solo puedo hablarte de aproximaciones a cosa tan grande”, acrual de las practicas patrimoniales.
decia Eupalinos a Fedro para hacerle presentir la dimension inco-
municable de la creacion arquitectonica y de su recepcion. La arqui-
tectura es, por una parte, el unico arte cuyas obras exigen ser mate- Conservacion esrrarégica
rialmente recorriclas. Es la unica en exigir paseos, recorridos que
implican el compromiso de todo el cuerpo y que la sola percepcion Esra conservacion de segundo grado del patrimonio edificado acaba
visual no puede reemplazar: recordemos que Dedalo era el patron cle comenzar. Conservacion que pasa por la regulacion de los fluios
de los arquitectos. Pero, por otra parte, como negar el papel del de visitantes, cuyas numerosas modalidades estan todavfa por inven-
concepto en la précrica de la arquitectura. Fiedler recusaba toda ex- tarse. A inodo de ejemplo y siguiendo grados de creciente compleji-
plicacion de la obra arquitectonica. En realidad, esta exclusion bus- clad, Se pueden evocar dispositivos de control, medidas pedagégicas y
caba que se reconociera el caracter irreducrible de toda experiencia politicas urbanas.
estética. Es, de una manera mas provocadora, el mismo mensaje que En materia de control, existe la solncion radical del cierre a1 pu-
aquel cle Eupalinos y que no debe tornarse al pie de la letra. La pa- blico, alternativa que se ha aplicado con frecueilcia en el (2350 de mo-
labra puede preparar a la recepcion de la obra arquitectonica sieni- numentos y de yacimientos excepcionales amenazados de destruccion,
pre y cuando aparezca en su justo lugar, aquel que, con cinco siglos como los casos de la gruta cle Lascaux, de las tumbas del Valle de los
de disrancia, tanto Alberti como Valery definen idénticamente como Reyes y, desde 1991, de los alineamientos de Carnac, donde el ince-
el lugar del dialogo:13 entre profesionales29 y no profesionales en pre— sante pisoteo de los turisras provoco el asentamienro del terreno des-
sencia de la obra, dialogo que suPone un lenguaje y unas referencias calzando las bases de los rnenhires. También exisren nurnerosas mane-
comunes. ras de modular el acceso a los bienes patrimoniales: reduccion de los
Dialogo actualmente negado a un publico que, por lo general, al dias )7 horas de visita, como es a rnenudo el caso en los edificios de cul-
no haber adquirido ni ese lenguaje ni esas referencias por sf mismo, to, algunos de cuyos sectores no son de acceso publico; limitation del
al ser iniciado por animadores y por “ingenieros culturales” que las numero diario de visitantes; imposicion de un recorrido a pie. La agre-
mas de las veces no son expertos, puede ser engafiado por las prome- sion fisica a los monumentos puede combatirse a veces con reglas tan
sas de una semantica facil.” simples como la obligacion cle descalzarse, como es frecuente en ciertos
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El patrimonio laz'sro'rico an In are de [a industrin cultural 213
212 Alegorz’n def patrimonio
pueblos para penetrar en sus santuarios o simplemente en sus hogares. mayor preservacion clel patrimonio. Estos procedimientos no tienen
___.__.-
También es posible derivar ciertos flujos atraiclos por lugares o por buena reputacion. La experiencia muesrra, sin embargo, sus incom-
_..._
edificios célebres hacia lugares o circuitos menos conocidos. Finalmen- parables servicios para la historia clel arte. E1 Musée des Monuments
Francais, concebiclo por Viollet-le-Duc y realizado por Jules Ferry, si-
__._——
te, gpor que avergonzarse cle la disuasion economicai’: gporque el ac-
gue siendo uno de los instrumentos sin rivales en lo que se rcfiere a la
ceso peatonal y rodado (autocares en particular) a los monumentos y
"”.-
introduccion a la escultura monumental francesa a partir de la época
_
.
a los barrios antiguos seria gratuito?, 5o porque se haria con descuen-
_
.
romanica. Ejemplo que podria ser seguiclo en otras cindacles y en
.-_
-
tos en vea cle pagar su justo precio, al igual que los otros “productos”
-.__—-.—-.-—-—_.|..—-—‘-
'
otros paises.”
culturales, tales como el libro, el cine, el teatro?
Las actuales técnicas clel facsimil aplicadas a obras de arquitectu-
Entre las mediclas pedagogicas, se puede Irecurrir, en primer lu-
.
ra, de esculrura y cle pintura han realizaclo progresos tales que les han
.
gar, al museo imaginario, reinterpretandolo esta vez como la traSpo-
.J
valido el aval cle los cientificos y que les permiten dejar cle esrar confi-
.
sicion del sueiio de un anticuario “en la Epoca de la reproductiviclad
.
___,______,_'_______
nadas en los museos. La gruta dc Lascaux II,33 abierta al pfiblico desde
técnica“2 cle las obras cle arre. Recordemos que los anticuarios ateso-
raron, comunicaron y clifunclieron el cuerpo cle conocimicntos hiSto-
1965, atrae a tantos visitantes como antes la original. Se podria inclu—
so imaginar que este tipo de solucion, reservada para casos analogos y
_
ricos que sus “bfisqueclas cle antiguedades” les permitieron acumular
_
siempre que se den unas garantias cientificas suficientesf‘9 podri'a ser
a lo largo de los siglos gracias a estos museos cle imagenes. Método
aplicada a las poblaciones pequefias y sobre tciclo a las plazas y a los
que, de hecho, todavia sigue vigente. La arqueologia urbana lo apli- ran
conjuntos ,historicos que, en ciertas ciudacles importantes, concent
__..——_—__
ca cada vez que los investigaclores se ven forzaclos a volver a cerrar o
exclusivamente 1a afluencia cle los turiStas. gPor que no pensar en cod
permitir el desmantelamiento cle sus yacimientos despoés cle hacer los
pias irreprochables de la Piazza della Signoria cle Florencia, clel alcazar
levantamientos y de fotografiarlos. La reproduccion icé‘nica, acorcle
con la naturaleza conceptual del conocimiento historico, se beneficia cle Sevilla, clel puente San Carlos de Praga? Implantaclas cerca de los lu-
--_._
en la actualidad cle medios de reproduccion cada vea mas precisos y gares originales, realizaclos bajo 1a clireccion y con el aval cle eruditos y
especialistas, este tipo de servicios contribuiria a la clifusion de los co-
—
mas fieles, al igual que el conjunto cle las técnicas ligaclas a la £0120“
nocimientos hiStoricos a la vez que permitiria la preservacion efectiva
-..___.—o-——-
grafia y a sus perfeccionamientos.
Walter Benjamin es el primero en invertir la perSpectiva tradicio~ clel patrimonio asi reproducido. Hipotesis seducrora pero sin ducla
poco realista por razones éticas a la vez que economicas.
nal cle la fotografia como arte en provecho clel “arte como fotogra-
La proteccion estratégica de los tejiclos antiguos y su reapropia—
fia’”3 y el primero que analiza la paradoja que permite que la tecni-
ca, por medio de la reproduccion y la reduccion, nos facilite on cion por las poblaciones que, en vez dc consumirlos, los babitan, pasa
control inrelectual sin precedentc de las obras plésricas, e “incluso por otra via: la de una torna de conciencia general seguicla cle accio-
mayor” de las obras arquitectwfinicas.3"1 Aun si esra ultima afirmacion nes acorcles. Las asociaciones cle clefensa se orientan en esta direccion
no puede ser aceptacla sin reservas,“ y siempre a condicion de que su clesde hace afios, oponienclose con creciente éxito a los proyectos tec-
visita se encuentre bien organizacla y bien sefializacla,36 este nuevo nicos o especulativos que dafian sus barrios. Nace asi un urbanismo
mnseo imaginario constituye una eficaz via cle acceso a la aproxima- negativo pero original.
cion estética clel patrimonio edificado. Podriamos ir todavia mas le- Sin embargo, todas estas acciones son puntuales. Una verdadera
politica cle los centros y de los barrios antiguos requiere proseguir la
jos y preguntarnos si, en la coyuntura actual, la mediacién cle la fo-
tografia no ha pasado a constituir una modaliclad tendencial 1; reflexion de fondo sobre el proceso cle urbanizacion actual, proceso
original de la experiencia esrética misma. El uso aclecuaclo cle tales cuya caracrerizacion quecla ocultada por el uso cle una terminologia
anacronica. Términos tales como ciudad, urbano (susrantivo y adje—
museos imaginarios puede contribuir asi a limitar recorriclos y visitas
3: a preservar el patrimonio edificaclo. tivo) o urbanismo han perdido su sentido original..Cualesquiera que
La estrategia, que consiste en reproducir toral o parcialmente, en scan las nosralgias de unos y las excusas de otros, hemos entraclo en
tres dimensiones y a tamafio real, los edificios originales, permite una la era “de clespués de las ciudacles”. La urbanizacion se propaga
214 I Alogoria dol patrimorzio El patrimooio Irisrorico or: [a ora do la iadrrsrria calzaral 215
sogun linoas do fuorza trazadas por las rodos do los grandos oquipa- Notas
miontos. Ignora o disgroga las formas discroras y articuladas do las
antiguas aglomoracionos. Mojor quo “rurbanizacion”,4fl tormino in- 1 La “Convoncion sobro la protoccion dol patrimonio rnundial, cultural y
natural“ no osrd libro do dificultados. Es ol caso do la dcfinicion dol parrirnonio
vontado on 1970 para dofinir 1a moramorfosis dol paisaio rural, ol tor- cultural:
mino italiano poriforizacio'n ayuda a comprondor la dinamica dol pro-
“Sc considoran corno “patrimonio cultural":
coso quo riondo actualmonto a doshacor las ciudados y a uniformar los
— los nionunionros: obras arquitoctonicas, do oscultura o do pinrura
rorritorios. monumonralos, olornonros o ostrucruras do caractor arquoologico, inscripcionos,
La obsorvacion do Giovannoni nunca so ropotira suficiontomon- cavornas y grupos do olornontos, qUo tongan an valor anivorsai oxcopoionai
to: los contros y los barrios antiguos solo podran sor consorvados o in- dosdo oi potato do vista do la biszoria, do!r arso o do ia cioricia;
togrados on la vida contomporanoa si su nuovo dostino os compatible ~— Ios coniunros: grupos do construccionos, aisladas o rounidas, cuya
arquirocrura, unidad o inrogracion on ol paisaio, los do un vaior anivorsai
tanto con su morfologia como con su oscala. Vimos cualos podian sor oxcopciorrai dosdo oi parrro do vista do fa irisroria, dol arro o do la ciorroia;
los poligros do su valorizacion cultural y turisrica. Tampoco rosiston — los lugaros: obras dol hombro u obras conjuntas dol hombro y la naturaloza
mucho mojor la implantacion do acrividados torciarias do onvorgadu- asi como las zonas, incluidos los lugaros arquoologicos, quo tongan un vaior
vaivorsal oxoopciorial dosdo oi pronto do vista historioo, osrorico, ornoldgico o
ra quo rocroan, socundariamonto, las migracionos coridianas, ol trafi- arirropoiogioo" [la cursiva os nuosrra}.
co y los consumos logisticos cuyas oxigoncias ya hicioron ostallar a la El 1ralor oxcopcional os una nocion improcisa, dificil do manojar. Adomas, lgpor
ciudad proindusrrial dol siglo XIX. Esto patrimonio urbano osta’ adap- quo ol adjotivo “ciontifico” os rooniplazado, rosrricrivarnonro, por “otnologico 1r
anrropologico’" on ol caso do los lugaros?
tado, por ol contrario, a la actividad rosidoncial y a la implantacion
do sorvicios do vocindad (poquofios connorcios, oscuolas, consultorios) '3 EE UU fuo ol prirnor pais on rarificarla. Gran Brorafia, por ol contrario, solo
lo hiao on 1934.
quo lo ostan asociados 3’ one, a condicion do sor dominanros, son com-
pariblos con un minimo do actividados do invosrigacion y do difusion 3 Las Hallos do Roin-is (inauguradas on 192.8} ban sido clasificadas por su
osrrucrura parabolica do cdscaras do hormigon arniado obra dol invontor do osra
dol conocimionto y dol arto. Considorados dosdo osro angulo, contros rocnica, Eugono Frojrssincr. El osrado do dogradacion dol hormigon habia llovado
y barrios antiguos roprosontan hoy un rocurso oscaso, objoto do una a un osrudio do domolicion on 1958. La rostauracion dol odificio sora
domanda a la voz social 3; societal. Con ol unico riosgo do algunas do- oconomicamonro muy onorosa. Esréricanionro, ol intorior os grandioso, rniontras
quo la masa sin gracia dol oxrcrior compromoto un cmplazarnionto urbano
gradacionos suporficialos, la satisfaccion do osta domanda es la quo imporranto. Historicamonto, so posoon los archivos rolarivos a la concopcion y la
mojor sirvo a la causa do la consorvacion ostratogica dol patrimonio oiocucion do las cfiscaras do Froyssinot. En otro ordon tipologico, gora nocosario
urbano. incluir los paboilonos construidos por Lo Corbusior on Logo {Gironda) duranro la
década do 1920 on ol invonrario suplornonrario cuando éstos son irroconociblos
Ya disponomos do algunas armas ostratégicas contra los oxcosos dobido a la modiocridad do su construccion 3r su osrado do dogradacion?
do un consumo patrimonial quo tiondo a transformarso on consumis-
4 En la tradicion quc on do johann G. Hordor a Aloarandor von Humboldt y a
mo. Sin ornbargo, una voz quo los disposirivos quo podrian aplicarso Oswald Sponglor.
o roforzarso han sido onumorados, ol principal inrorroganto siguo 5 El to’rniino “cultural" so omploa poco on cl conjunto do sus oscriros sobro la
abiorro: on un mundo quo ha consoguido los modios ciontifi‘cos y téc- crisis dol ospiriru y sobro ol dosrino do Europa on particular, 3! cuando aparoco
nicos para consorvar la momoria y proguntarso sobro su pasado sin la osta gonoralmonto asociado a “ouropoa”. A proposiro dol contro univorsitario,
niodiacion do los monumentos y do los monumentos historicos roalos, rnoditorrzinoo, ovoca la “civilizacion ouropoa” y dofino curiosamonto ol osrudio
dol Modirorranoo como o1 do “un disposirivo, iba a docir una maquina, do hacor
goual os ol fundamonro sobro o1 quo roposa la consorvacion dol patri- civilizacion", on UALERY, Paul. Rogards sar lo mondo aorvol [1931], Gallimard,
monio odificado? Porquo ninguna do 1215 morivacionos roconocidas o Paris, 1961, pdg. 317-
roivindicadas institucionalmonto pormito inrorprotar ol forvor con ol 6 En osa ocasion, un consorvador do los rnusoos nacionalos puntualisa on ol
quo so colobra ol culto patrimonial on ol mundo ontoro, ya soan osras Balloon dv Minisroro do ia Calrvro (onoro do 1933): “o1 producro rnusoal -—la
economicas, ya so rofioran a los rocursos do ontrotonirnionto quo osto obra on su “onvolrorio” musoogrrifico, arquitocronico, técnico, podagégicw— so
ha rransformado on an objoro osrérico para un consumo do'masas. Por qué no
patrimonio ofroco on la sociodad dol ocio, o bion oston vinculadas a - croar ontoncos para osro rnorcado un oncuonrro do los técnicos y do los sorvicios
sus valoros cognitivos, pedagogicos o artisricos. do un nuovo tipo”.
216 Alegoria del patrinronie El patrimenio bistdrico en la are de la industria cultural 217
7 “Nuestro patrimenie debe uenderse )7 premeverse con los mismes an ebjete que es contemplade tsnto come la joys”, en Bulletin riu Ministere de
sr'gumentes y las mismas técnicas que han llevsde al Enite de los parques de la Culture, op. cit.
arrsccienes”. Discurse del ministre francés de Turisrno, el 9 de septiembre 17 Come Carlo Scarpa en Italia.
de 1936, sl que hace ece arte de sus celsbersderes: “Pasar del centre antigue
come pretexte a! centre antigue come predueto". 18 Cabe interrogarse, entre otros, sobre la nueva visits del Mont Saint Michel,
ahera “al ritme de la rntisica y do] silencio, de la sembrs y de la Inn y de la
3 Terminologia recopilada en los documentes eficiales del Ministerio arquiteetura medieual y del arte contemporaneo” {la eursiua es nuestra).
de la Cultnra y que serri rapidamente adeptada per les medios de
cemunicacien. 19 Las sirenas de la cultura despliegan un ingenie mercantil que no teme al
ridicule: en Paris, Is tienda del jardin de Bagatelle vende fleres srtificiales y la
9 Debe esta cifra a Alexandre Melissines, quien me ha facilitado dates de su de la Bibliothéque Nationals vende trspos para secar plates. *
atlas inédito sebre L’urbanisatien de la France, con las estadisticas del parquc
inmobiliario de cada region 1; ciudad en lss diferentes specas. 20 Inaugurada en 1914, fee clasiflcsda en 1995 después de haber estade en
peligre de seguir ls misms suerte que las Halles de Baltard.
10 Véase capitule V, pag. 179.
21 Tel come demuestra, per ejemplo, la dificil vida del Centre d’Arc—et-Sénans
11 Giles Duhem cita el proyeeto dc reconstruccion de Potsdam dc acuerdo en la magnifies restsurscien de las sslinas de Claude—Nicolas Ledeux. Véase
con el sisterns del sigle XVIII, per Norbert Blumert, segt‘in el cual “e1 alms del SOUCY, Claude, Reutiliser les monuments historiques, Caisse des Monuments
barrio desapsrece si la restauracien no se conforms a1 modele original”, Historiques, Paris, 1935.
on Sauuer la seconds extension baroque de Potsdam, Institut Francais
d’Urbanisme, 1991. 21 Acres du Colleague ale Dijon, STU, Paris, 1994.
13 La técnica del meldesde ha pregresade y permite ebtener una suerte de 23 La ciudad, creads en el sigle XVII] y, psrticularmente, su segunda eXtension
deble de la escultura meldeada. La entraccien dc estatuas de la catedra] barreca tedaria intacta pere dereriorada, plantes de manera reorica, en
de Reims censtituye un preeedente seguide especialrnente en Arenas, deride rérrninos técnices, juridices y econ omices, los problemas de conservacien,
lss tiltirnss esculruras del Pattenon han side traslsdadas al Musee de la de rehabilitacien y de use ligsdes a los intereses antagonices de los habitsntes,
Acropolis. de la industria cultural y de la especulscion inmobilisris a cause de la
proximiclsd de Berlin, véase DUHEM, Gilles, op. air.
13 “Les anirnadores, los scnricies de accien cultural son los nueves
acteres, cada vez mas numcreses, los mediaderes en cl primer plane de la 24 LE LANNOU, E., “D’ErstesthEne au ‘teur operator”, on Reuue de
escena, entre la ebra y el publice”, en Bulletin du Ministers de la Culture. i’Academie des Sciences Morales et Peliriques, Paris, 1987.
op. air. 15 BOURDIEU, Pierre, La distinction, Eds. de Minuit, Paris, 1995.
14 Véase e1 capitulo IV, pags. 145-146. 26 Mistificacien analisada cen talente y agudeza per jean Clair en su notable
15 En el sigle XIX, e1 museo trsnsferniade en temple del arte adopts per Paradexe sur le conservateur, L’Echeppe, Caen, 1933, panflete censagrsde aI
primers uez uns tipologia arquitectonica especifica, ls del temple antigue museo pere en el que una parte de la argumentscien se refiere también a los
(British Museum, National Gslleryrde Lendres, Altes Pinakotek de Berlin, monumentes historices.
Glyptetek de Munich, Metropolitan Museum de Nuevs York) cuye interior as 2'? Titule con el que se ha trsducide fielmente el hermese Iibre de STEI'NER,
reinterpretado en beneficie de los usstos espacios de eXpesicion. A partir de la George, Preseneias reales [1939], Edicienes Destine, Barcelona, 2001- La
década de 1960, la arquitectura de los museos tiende mas bien s rechaaar teda “presencis real” es para Steiner la de la trascendencia de la que participa teda
tipelegia en prevecho de fermas publicitarias cuya principal funcien es la ebra de arte. insiste, sin embargo, sobre la impertancia de la presencia efectivs
generscion de “imagenes”, la facultsd de csptar la atencien tante a traves de los y fenemenal de esta ultims, a menude ecultada per el exceso de palabras de los
media come in situ. Eats arquitecrura auterreferencial, come hito, surge en cementaries.
Paris con el Centre Georges Pompidou. Su precedents mas célebre 3r sin duds
inaugural es el museo Guggenheim de Nuevs Yerl-t, cuya mass blanea, baja y 28 En I)aul Valéry, el difilogo de secretes y de Pedro censtituye e1 estuche para
epacs esta eelecada come un cuerpe extrafie en el berde de la Quinta Avenida. aquel entre Eupalines y Fedre. Para Alberti, el diiilege critice del prefesienal y
El partido espectacular adoptado pot Frank Lloyd Wright en el interior del sus pares {arquitectes e aficionados) es parte integrsnte del precese
museo, que despliega la espiral de su ramps en torno a un vacie central, tiende arquitectonice.
no solo a ignersr lss obras sine s negarlas y a destruirlas simbelicamente: 29 En la arquiteetura aetual, que se transforms sin haber superado la crisis
ninguna contemplacion es posible, el visitante esta condcnado al recorrido, nacida en el siglo XIX, ya no hay lugsr para ese dialogo. 5e apoya, por el
arrsstrado pot on caminar que catapults las imagenes de las ebras hasta contrario, en celecciones de imrigenes 1; en un discurse mediatico que :1 veces
remperlss en mil fragmentes. son anaeronicamente trasladados al campo de la arquiteetura antigen.
16 El lugar museal se ha convertido en el “geste arquitectonice“ per exceleneia
dc auestra epoca. “Les museos se visitan come los menumentes. El estuche es 30 Les edifices antiguos y nurses sen inrerprerades st-Iuslmentr per una
nueva critics alimentsda per les trabsjos de la lingiiistica del sentido que, come
218 _ Alogorfla do! patrimonio El patrhrrorrio hr'sz‘drieo or: lo ore do let irrdrrstrr'e culture! 219
a todas las produeoionos humanas, Ios trata eomo toxtos, requiriendo una
rosemantizaoidn original 3! ereativa por parto do quionos los enouontran. Se ha rostahlooor ol oquilibrio ontro temperatura, huntodacl rolativa del airo y gas
dornostrado asi quo los grandes eonjuntos y las eonstruooionos mas pobros y carbonioo oxistonto antos do su aportura. El facsimil ernpeao a olaborarso on
desprovistas de valor sirnbolieo son resornantiaadas, on mayor o' monor grado, 19% utiliaando motodos do la ostoroofotogrametria y teenioas oompurariaadas
por sus habitantos (trabajos do Joan-Frangois Auguyard, Michel de Corteau, dol lnstitut Geographique National. E] oosto do la operaeidn so olovd a ooho
Erving Goffmann}. En o1 easo invorso do odifioios o monumentos do gran valor rnillonos do franoos. El facsimil fue ablorto a] publioo on 1983.
sirnbolioo )7 ostétioo, los visitantes estan dotados do los rnisrnos podoros do 39 Veaso PATIN, Valery, Le uelorr'satiort touristiqao do patrimoine oaltarol,
reoroaeion personal. Pero aoui se introduce una confusion: la oroaeidn do Informo para los nnnistorios do Turisrno y do Cultura, Conclusion, Paris, 1988.
sontido no oquivalo do ninguna rnanora a la oreaeidn artistioa. E] proooso do
semantizaoion do has artofaotos humanos osta abierto sin Iirnitos a la invonoion. 40 BAUER, Gorard, ROUX, Joan-Michel, Lo rrrrboatisetr'on ou la ville
individual, poro eorno tal no puodo roomplazar a la adquisioion do una oparpilleo, Lo Soull, Paris, 19%.
informaoion, quo también es constitutiva do sontido, ni tampooo puodo proparar
a la oxporionoia estétioa y, rnenos adn, roornplazarla.
.31 ALBERTI, Loon Battista, Do to aodifieatoria, Altal, Torrejdn do Ardoz,
1991,1ibro X, cap. 1, pags. 407-403:
32 BENJAMIN, 1irif'altor, “La ohra do arro en la epooa do so reproductibilidad
téeniea” [1936], on Disenrsos interrumpidos, Planota-Do Agostini, Barcelona,
1994. Esto texto ha sido ampliamonto utilizado por Andre Malrauat.
33 “Poquofia historia do la fotografia” [1931], on BENJAMIN, Walter, Sohro lo
forogmfi'a, Pro-toxtos, Valencia, 2004, pdg. 2.1.
34 “Cualqaiera habra notado quo un ouadro (poro sohro todo una oseultura o
ineluso una ohra arquiteetdniea) so presta a sor aprohondrdo on foto muoho
mejor duo en la roalidad”, livid, ptig. 43. '
35 En 1982, tras una discusidn sobro la rnanora on quo Henri I-Iobson
Richardson habia fotografiado las iglosias romanieas dol sur do Franeia —-ol
arquitooto norteamerieano fue uno do los primeros on haeorlo——, ol historiador
do arto Meyer Shapiro so osforzd en domostrar, oon ayuda do sus propios
oroquis sobro osos mismos monumentos, la superioridad analitioa dol dibujo
in sitar rospooto a la fotografia para aprehondor osta arquitootura rornainiea.
36 “Loyonda [...J sin la quo oualquior oonstruooidn fotogrtifioa so quodaria
neeesariamonte en una rnora aproro'maoion”, BENJAMIN, Walter, op. cit.,
ptig. 52. . '
37 En 1900, un arquiteeto nortoamorioano presento al Congreso un proyoeto
do rnusoo naoional do arto y do historia para Washington, roproduoiondo a
tamafio natural un oonjunto do monumentos portonoeiontos a las prineipalos
._
u;......'—_-._n._-,; :.._1_ _—__-._‘-_ r_ .u
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. --.‘.-~
7 LA COMPETENCIA DE EDIFICAR
esencia de la técnica} Hasta la scguncla mitad dcl siglo XX, eatos pro—
'l'
ral occidental. .
Sin Embargo, la inflacion dcl patrimonio hisrérico ls:dificado*ini-
ciacla a partir do la clécacla do 1960 rcsPondc a otra loglica. Ni. la inn
flucncia dc los valorcs traditionalcs Hi la légica cconémglca SOSICHlda
por la cultura cle masas logran agoraf sins! excesos ni permitcn dar
22.2 ' Alegorfa del patrimenie La competencia ale edificar 223
cuenta de un culto que se transferrna en fetichismo. Se pedria correr identidad misma. Cada nuevo fragmento asi incorporado de un pa-
el riesgo de invocar el famoso valor de antigiicdad (Alrermmswerr) ' sade lejane e de un pasado immediate )1 apenas enfriade, otorga
que, segt‘in preveia Riegl, terminaria per impenerse sebre les etres en mas selidez, precision y auteridad a la figura narcisisra, la vuelve mas
el sigle XX. Sin embargo, el historiader vienés da de a definicienes la- tranquilizadera y capaz de cenjurar la angustia y las incertidumbres
beriesas y, en ocasiones, centradicterias. Y si, finalmente, le funda en actuales.
la satisfaccien que, partiende de la ebservacien de edificios antigues, Mi interpretacion del culto patrimonial come sindrome narcisis—
preporciena la tema de cenciencia del cicle universal de creacion- ta queda cerreberada per el analisis de su contexto crenelegice. El
destruccion, elle no permite comprender la popularidad de dicha per- desarrolle de la inflacion patrimonial ha coincidido, en efecte, con
cepcion ni su relacicin privilegiada con nuesrra época. I-Iay que bus- una cenmecien cultural sin precedentes en el seno de las sociedades
car, sin duda, en otra direccién y presrar atencion al actual proceso dc industriales avanzadas y, consecuentemente, en el mundo entero. El
acumulacion de bienes patrimeniales. fin de la década de 1950 censagra una revelucien técnica y sefiala
el advenimiente de la era electronica: desde entonces, las memerias
artificiales y unos siStemas de comunicacien cada vez mas eficientes
El espejo del patrimonio: una conducta narcisiSta se desarrellan a escala planetaria y en interaccien con actividades
cada vez mas diversas y coniplejas, repercutiendo, en un circuite de
Este precese parece burlarse, desde entonces, de las seleccienes y las retroaccien, sobre los compertamientos y las mentalidades.
clasificaciones y centrarse en una exhaustividad simbolica, desdefie— La necien de utensilio ha podido simbolizar la acrividad tecnica
sa de la heterogeneidad de las culturas, de las cosmmbres y de las que, desde la epoca de les silex tallados y hasta la era maquinisra,
cpecas a las que pertenecen les bienes acumulades.'Esre preceso acompafia a la antropizacion de nuestra especie o, segti'n las palabras
agrupa lo mas significante y lo mas futil, les lugares de culte reli- de Marx, la transformacion de la tierra en munde humane. Pere les
gieso 3; lies de la industria, les testimonies de un pasade secular y utensilios electronices e “electronizados” sen de distinta naturaleza:
los de un pasade tedavia reciente‘. Come si, acumulande tedes esos requieren de nuestro cuerpo, y particularmente de nuestro cerebro, a
legres y tedas esas huellas, se quisiera censtruir una imagen de la les que susrituyen detandolos de pederes liaSta ahera insespechados,
identidad humana. Y alli se encuentra, justamente, el nude del enig- una interiorizacion, una integracien y una asimilacion que disimuia
ma: el patrimonie histérico parece desempefiar el papel de un enor- la necesaria mediacion insuumental y que les transforma en pretesis
me esPejedonde todos nosorroa, miembroa de las sociedades huma- de una nueva especie.
nas de principies del siglo XXI, contemplaramos hey nuestra prepia Es precisamente por elle per lo que, para calificar la revolucion
imagen. o la mutacion que ha alterade la naturaleza de la técnica, preponge
En etres términes, la ebservacien y el tratamiente selective de el adjetive de protérfco etrora avanzade per Sigmund Freud? Este
les bienes patrimoniales habrian dejade de participar'en la fundacion términe permite subrayar la multiplicacien de las mediacienes y pan—
de una identidad cultural dinamicamente asumida. Tenderian a ser re— tallas que el use de las nuevas protesis introduce desde entences en-
emplazados per la autecentemplacien pasiva y per el culte de una tre les hombres y el mundo, asi come entre les hombres entre sf. Y
identidad genérica. Se recenoce la marca del narcisismo en esa acti— que marca igualmente la entension del trasterne al que se enfrenta
tud. El patrimonie habria perdido asi su funcién constructiva en be- he}:r la humanidad.
neficie de una funcién defensiva que resPaldaria el recegimiente en Clarifiquemos, sin embargo. Cuande me centre aqui en la técniu
ca, no ignore de ninguna manera la circularidad de la relacien que la
-
terne a una identidad amenazada.
—'
1—~
Pedemes interpretar, en efecte, esa necesidad febril de una ima—~ vincula al cenjunte de las pra’cticas humanas, psiceseciales, socio-
mhAiFa-EF'
gen de si mismo fuerte y consistente ceme un recurse de las socieda— economicas y economice-peliticas que, a su vez, determinan y condi-
des contemporaneas frente a transfermacienes de las que no centre- cienan su evelucien. En mi case, se trata unicamente de sefialar un
.
lan ni la profundidad, ni la aceleracien, y que parecen cuesrionar su asPecto esencial de la dinamica societal.
1-:-_I--.
--.-
..-..
1. .
22.4 Alegorfa del patrimom'o La competencfa de edificar 225
Asi, Ios transportes hiperrépidos y la casi instantaneidad de las .- se por la generalizacion y la consagracion de un “urbanismo de re—
telecomunicaciones nos permiten, cada vez mas, escapar a las restric-' des’fr es decir, por el despliegue, a escala de los territorios y del pla-
ciones tradicionales clel lugar, a la pertenencia al espacio terrestre: neta, de redes de infracsrrucruras técnicas, asociadas a la a'usencia dc
famoz‘onalmenre, doréndouos de una movilidad que niega la disrancia escala de las redes de telecomunicaciones. Este proceso de reticula-
3' que nos permite el ejercicio de una actividad ubicua 0 el teletraba— cion del espacio fisico natural y planificado se encuentra regido en
jo; sansorial y socialmenre, cortocircuitando nuestra experiencia cor- su funcionamienro por una logica nueva. Esra logica nueva, “de co-
poral del mundo fisico y ese contacto directo con los otros hombres nexion”, 3e diferencia y se opone a las légicas tradicionales locales
cuyo papel describe Dino Formaggio, en particular, en términos de de articulacion del marco edificado, fundadas en la solidaridad de
“ in tersomaticidad ” .4 los elementos construidos entre si y con su contexto natural 3; cultu—
Melvin M. Webber resumia los riesgos de esta liberacion espacial ral. Las redes (de fluidos, energias, tran3portes, informacion) se
en el titulo de un célebre ensayo, “El lugar urbano y el dominio ur- consrituyen en cambio como dispositivos en los que basra que cual-
bano ilocal”.5 Segt’in é], la condicion humana estaba en vias de defi- quier esrablecimiento humano —rninusculo o gigantesco, singular o
nirse finicamente a partir de las puras relaciones inmateriales, por la formado por una agregacion de unidades innumerables— se conecre
_. consriruciga de- .samaaidades lihaoaaa. wail-Li?
_. an... . .. m. u—-—-
cultural que ha supuesto el sindrome patrimonial. Sin embargo, ya objetos técnicos autonomos, conectables, transplantables o agrega~
___que mi libro trata del patrimonio arquitectonico y L333: BVQQéi-ZE l bles a algun sistema de infracsrructuras, liberados de la relacion con—
wuflflefiamaticagepte Ia incidencia de 1%..1‘fi-7E_Q11£E}Efl electronica 'EE'E‘Lafl; Ltextual que caracrerizara las obras de la arquitectura tradicional. El
_,_ him dc 13—51?den399.28%:ialalaaaaaicaeaafiicé.aalarar d6 19332.11, cuerpo del arquitecto pierde su papel de intercesor y la maravillosa
doble crisis actual de la arquitecrura )7 de la ciudad. ' """" W invocacion que le dirigiera Eupalinos3 resuena, desde entonces, en
El impacto de las “nuevas tecnologfas” sobre el-medio edifica— el vacio. El ingeniero tiende a sustiruir al arquitecto para concebir
do de las sociedades de la segunda mitad clel siglo XX puede resumir- y consrruir en la tridimensionalidadJobjeltos que aplican todos los
I _
r-II—I-n
I‘D-5“!
.
226 Alegorfrz del patrimonio Lc compareacia ale adificar 227
recursos de la asistencia computerizada y de la virtualizacion. El ar- La correlacion entre la revolucion protetica y la funcién narcisis-
quitecto, por su parts, se convierte en un productor de imagenes, un ta del patrimonio edificado clarifica, por otra parte, las dificultades
agente de marketing 0 de comunicacion, que no trabaja mas que en -' que suscita e1 “valor de antigiiedad” cie Riegl. Esre sefialaba acerta-
tres dimensiones ficticias. En el mejor de los casos, su accion queda damente en la sociedad de su época la inminencia de una nueva fun—
reducida a un juego grafico o incluso plésrico que rompe con la fina- cion retrospectiva de lo que en ese momento se denominaba todavia
lidad practiea y utilitaria de la arquitectura3 y lo inscribe en la estéti— “los monumentos l1i5toricos”. Sin embargo, retrospeccion no es sino-
ca intelectualista de la burla y de la provocacion propia de las artes nirno do construccion especular y el campo de los monumentos histo-
plaSticas contemporaneas. ricos permanecfa adernas circunscrito en los liinites de la revolucion
Una segunda consecuencia de la hegemonia de la ordenacion re- industrial.
ticulada es la progresiva desaparicion de los tejidos y de los entornos En efecro, las perturbaciones causadas por-esta revolucion ha-
articulados y contextualizados, a la vez como realizaciones de una bian ororgado un valor y un sentido nuevos a todos los edificios que
practica corporal viva y como vestigios patrimoniales. Por una parte, la precedian, interpretados correctamente como portadores de un
la logica de articulacion de lo edificado ha dejado de interesar a los cambio de civilizacion por espiritus tan diferentes como Haussmann,
promntores, obnubilados por las ventajas de las nuevas tecnicas, Cerda o Viollet—le—Duc, por ejeniploJ'El Por lo demas, hoy en dia es in-
niientras su ensefianza y su ejercitacion han desertado de las escuelas; dudable quc la revolucién protética actualmenre en accién hunde sus
por otra parte, lo vimos anteriormentef los restos de tejidos urbanos raices en la segunda Initad del siglo XIX cuando, al interrelacionar Ias
antiguos empiezan a ser cada vez mas escasos, por su mismo enveje- invenciones del ferrocarril 3! del telégrafo, 5e dio paso a Ea era de
cimiento y por una insidiosa destruccion que, organizada bajo el pre- las grandes redes técnicas y de la ordenacion del territorio. Pero tam-
texro de adaptacion a las actividades contemporaneas, rehL’isa confe- poco es menos cierto que las perturbaciones del espacio coridiano
sar su nombrc. permanecieron entonces limitadas: yo misma tuve ocasion de definir
Mas alla de una innegable correlacion entre revolution protési— la transformacion de Paris por Haussmann (1853—1870) en térrninos
ca :2 inflacion patrimonial, esras'diferentes constataciones gjuStifican de “regularizacion”.” Las amarras con el mundo preindusrrial esta-
tan-ibién la hipotesis que asocia inflacion patrimonial y narcisismo co- ban todavia lejos de romperse. Y a pesar de la importancia de los
leetivo? De entrada, es preciso estar de seguros que el corpus del pa— avances tecnicos,ll tampoco lo eStarian significativamente durante la
trimonio COnStituye realmente el objeto de una imagen especular. Y la primera Initad del siglo XX, sin duda a causa del freno ejercido por las
imagen que nos devuelve el esPejo patrimonial no es trivialmente nos- dos guerras mundiales y las subsiguientes crisis economicas. La ma-
talgica y anaeronica. En efe'cto, acabamos de verlo, desde fines de la yoria de los arquitecros y de los que edificaban en aquel entonces to-
década de 1950 1:15 consrrucciones testigo de un pasado reciente y davia mantenian un comercio di'recto con los terrenos y las aguas, los
cada vez mas proximo se han integrado a su vez en mayor numero en climas y los vientos, los vegetales y las eSIaciones. Todavia conocian
el cuerpo patrimonial: edificios—manifiesto del movimiento moderno, tainbien, por experiencia propia, el comportainiento de los materia—
defendidos por la asociacion Docomomo, realiaaciones espectacula- les y las reglas de su puesra en obra.
res de la ingenieria de la edificacion y fracasos de la vivienda social El patrimonio edificado no es, por supuesto, el finico componen-
quedan asociados y asirnilados a los monumentos y a los tejidos his- te de la imagen narcisisra patrimonial. Esra imago esta enriquecida
toricos, confundidos con ellos. Esra amalgama de objetos provenien- por la museificacion de todos los campos 3r tipos de la actividad hu-
_tes de Eracticas y de loaicas diferentes, cuia heterogengidad es camu— mana. Para retornar la expresion de un historiador suizo, el museo,
flada por la denominacion conuin Lfalaz de Eatrirnonio. nos ofrece, que era una inStitueit’in, se ha transformado en una mentalidad. No
a.
liajo el aspecto de nuesrros logros'edificados, una iniagen globali an?— solo todos los oficios y todas las artesanias desaparecidas o amenaza-
._.—-
ca y conifileta, de nosotros mismos, gue oculta la fracturajrovogda das poseen hoy en dia sus inuseos,r sino que lo misino ocurre con las
I.-
por la mutacion en curso, traumatisrno gue se conjura por la reitera- técnicas indusrriales y con sus productos (automovil, ferrocarril, fo-
'_II-—-—
_ W
Wm..-
En cuanto a los museos de arte j; a las grandes exposiciones in- nio solo puede jnStificarse momentaneamente: el tiempo necesario
ternacionales Ianzadas bajo su proteccion, su eclecticisrno triunfante para suspender, simbolicamente, el curso de la hiatoria, para retomar
podria revelar simultaneamente una fragilizacion de la actividad esré- aliento en la actualidad, para reconfortar nueStra identidad antropo-
tica y un Kunsrwollen acosado, cuyas fuerzas creativas se agotan. La logica a fin de poder continuar construyéndola, para reasumir un des-
“voluntad de arte” contemporanea no parece ya ni cefiirse a exclusi- tino y una reflexion. Superado ese plazo, el espejo del patrimonio nos
vidades ni mosrrarse reticente frente a los monumentos con indepen— precipitaria en el abismo de la falsa conciencia, e1 rechazo de lo real
y la repeticion. . '
dencia de la civilizacion o la epoca a- la que pertenezcan.13 Absorbe,
avida e indiscriminadamente, el contenido completo del museo ima- A partir del momento en que el fetichismo y la inflation del pa-
ginario. No obstante, si nuestra sensibilidad estetica eStuviera verda— trimonio hiStorico edificado habran aparecido en su verdad semiolo‘
deramente en condiciones de acoger a todas [as manifestaciones del gica, en tanto que sindrome, gqué hacer con esra advertenciarlja pri—
arte universal, gno seria eato signo de una Kunsrwollan reducida a1 mera tarea que se impone es tratar de determinar con pI‘ECISIOfl la
grado cero, privada de esa capacidad de rechazo que constituye el an- naturaleza del agente traumatico que habria provocado tal montaje.
verso de su poder de crear? De hecho, la difusion planetaria del mu- Para ello es necesario escudrifiar la imago patrimonial con una
-
seo de arte parece confrontarnos al mismo proceso narcisista y a la mirada crr’tica o clinica que permita desarmar y disociar los materia
Ies heterogéneos con los que la hemos construido. Tenemos que dejar
misma impotencia que el resto del corpus patrimonial. Fenomeno que
podria ser atribuido a una carencia de la misma naturaleza y dotado de seguir confundiendo las realizaciones arquitecrénicas y urbanas
del mismo poder traumatizante o ansiogeno. preinduStriales con el conjunto de construcciones que las nan sucedt-
do hasra hoy. En otros términos, necesitamos salir de la ficcrén nar-
cisista. Necesitamos denunciar la amalgama en la queinos sumerge, y
.-
Los verdaderos riesgos del sindrome patrimonial que nos lleva también a confundir hiStoria y memoria, una construc~
cion conceptual del tiempo y el poder, inherente a nuesrra COIlClICIOD
Conforme a los objetivos de esta obra, me limitaré al patrimonio edi- corporal, de movilizar y de eStruCturar la duracion, y que ya hemos
ficado y, en consecuencia, a la imagen narcisiSta que éste nos devuel— tristo15 como es interpelada por los “monumentos intencionales”.
ve. Esta figura parece ser actualmente la verdad del valor de antigiie— Pero boy, cuando ya no construimos tales monumentos y cuan-
dad y de un culto que seria, en realidad, de contemplacion y do abandonamos los modos articulados y tradicionales de edificar,
celebracion de una identidad del hombre. Pero, {qué quiere decir nos enfrentamos a la pérdida del poder sobre el tiempo organico
exactarnente todo eSto? I _ que nos proporcionaban esos artefacros por medio de nuestro cue-r—
La mitologi'a nos ha ensefiado que Narciso muere por no poder po. Ese poder, esa ancesrral relacion con la continuidad del tiempo
v:—
separarse ni olvidarse de si mismo un solo instantefi‘1 Y, desde enton— son, desde entonces, el objeto de un deseo feroz e insaciable, y son
vidos como ausencia y como carencia. Ausencia y carencia intolera—
ces, hemos aprendido que el narcisismo es nna etapa necesaria, pero
pasajera, del desarrollo humano y que retornar a ella no podria, a la bles de las cuales el patrimonio preindustrial designaria la clave per-
larga, mas que desembocar en la neurosis 0 en la locnra.” Bajo estas dida y cuya imago patrimonial serviria, simbolicamente, para colmar
tal vacio. ,
condiciones, aunque la figura que contemplamos en el espejo del pa-
Pero, {Como explicar el efecto traumatico ejercido por esta ca-
trimonio se refleje en objetos reales, no es por ello menos ilusoria. El
rencia? Para entenderlo, hay que precisar de qué manera el medio edi—
proceso de recogimiento del que se deriva ha eliminado diferencias,
heterogeneidades y fracturas. Nos tranquiliza y ejerce su funcion pro- ficado articulado y contexrualizado ha implicado )7 ha comprometi-
teCtora gracias, precisamente, a la reduccién y a la supresién ficticias do, tradicionalmente, al organismo humano.”
de los conflictos y los interrogantes a los que no logramos enfrentar- El término “competencia” sirve habitualmente para designar
nos: medio de defensa eficaz en una sitnacion de crisis y de angusria, aquello propio del hombre que es el lenguaje articulado. Competen—
pero medio transitorio. En sn funcion narcisista, el culto al patrimo- cia innata, dicen los eSpecialistas, peto one solo se actualiza por su
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affair/1;
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230 Alegorfo del potrimomb
_.-
air-‘1': 5113*
Lo competencia da adifi'cor 231
puesta an précrica y su ajercicio. Si un cachorro de hombre no puede
avasalladas por al desarrollo mundial de un lenguaje técnico univoco
'I
llavar a cabo el aprandizaje del lenguaje en las condicionas v plazos
prascritos por el desarrollo de la especie, no hablara y no llegara a ser que funciona conio el de los ordenadores. Un lenguaja tacnico qua tia-
enterarnante un humano; ne como unica vocacion informar de la manera mas amplia y aficaz
posible. Tiande a suplantar a las languas naturales,” difarentes en el
Por. analogia, y para postular su_ dimension fundamental y fun-
seno de cada cultura, qua niantienen la relacion de los hombres con
dadora, llarnaré “competencia de edificar” a la capacidad de articu-
el mundo v qua fundan, an al tiempo, su profundizacion. Estas dos
lar entre 51’ y con su contexto, por la mediacion del cuerpo humano,
los elamentos llenos o vacios, siempre solidarios y nunca autonomos, modalidades del ainarra de los humanos al mundo, por el lenguaje y
cuyo despliegue sobra la superficie de la tierra y en la continuidad por eledificar,seilun1inanla una a la otra. A la oposicion entra e1 edi-
del tiempo tiane sentido, simultanaamante para el que edifica y para al ficar articulado v contextualizado y la consrruccion raticulada da las
qua lo habita, tal como el despliague de los signos del lenguaja en redes tecnicas corresponde la oposicion entre las languas tradiciona-
a1 cspacio sonoro if an al tiernpo significan, conjunta e indisociableh las da la difarencia y “el lenguaje de los tecnologos determinado por
_ manta para aqual que habla y para aquel que escucha. lo que la técnica posee corno mas propio”?fl
Asi, la desaparicion an curso de esta dimension antropologi-
Se habra reconocido bajo a1 nombre de competencia da edificar
ca que es la competencia de edificar as, sin duds, al suceso traumati-
al origen da la manera de actuar cuya logica opuse a la de la aonexion
co que la cultura del patrimonio ayuda a conjurar y ocultar. Esta des-
protetica qua carac:ariza la acrual 'ordenacion del espacio terrastre. Al
amarrar a los humanos al espacio terrestre ya la continuidad del aparicion podria leerse, también, como el anuncio da una mutacion
tiernpo, asta competencia de edificar, que se dio tradicionalmenta en del homo sopims—sapians“ y la aparicion, en el firmamanto da los po-
la configuracion de ciudades y de edificios, en la organizacion da pai- sibles, de una'nueva especie, homo sopiens promotions. Si extrapola-
sajas cultivados y en el. trazado de carninos y da vias da circulacion, nios una serie da tendencias actuales, podemos, a modo de ejercicio y
ha contribuido, segun mi hipotesis, a fundar y refundar la relacion de excluyando todo juicio da valor, imaginar las ganancias y las pérdidas
los seras humanos con el mundo natural y con las reglas trascandan- qua acarrearia tal mutac'ion: por una parte, la obtencion de un poder
da abstraccion sin pracedentas acompafiado, como correlatos, de una
tas qua los asocian entre si.
El aprendizaje da la palabra por medio de los ajercicios del me-
capacidad de dominacion cada vaz mas eficaz sobre el mundo, del es-
talenguaje tendria asi un homologo en el aprendizaja da la edificacion tablecimiento da un nuavo tipo, mediatizado, de vinculo social y del
a través de la participacion delorganismo antero, guiado tambien por desarrollo de una cultura del cuerpo fundada en su reificacionfz por
el adulto y por la institucion:fsolicitacion de todos nuasrros recepto— otra parte, la pérdida esencial concerniria sin duda al papal global del
res sensoriales de formas, de peso, de textura, da luminosidad, en
cuarpo humano. Y tomaré de buan grado corno paradigma, aun a
alerta y conjuntarnenta activos en el edificador y en el usuario. Corn— riesgo de repatirma, la desaparicion de la competencia que, por la edi-
paracion qua podemos forzar todavia mas si no nos dejamos engafiar ficacion da un medio de alernentos articulados, Contextualizados y
modulados a las dimensiones humanas, repite el nudo que hace indi-
por las apariencias. A primera vista, an afacto, [as dos competencias
sociables nuestro poder de simbolizacion y nueStra pertenencia al
parecerian difarir al manos en su grado y condiciones da vulnerabili—
dad. La competencia del lenguaje no pareca estar hoy amenazada, sal- mundo de los vivos.
vo por improbables catastrofes, miantras que la competencia de edi-
ficar desfallece ante nuestros ojos a madida qua se afirrna la
hagemonia mundial de las redes técnicas en el circuito de retroaccion Salir del narcisisrno: el aspejo patrimonial conjurado
qua promueve una nuava civilizacién.
Sin embargo, y cal como Martin Heidegger mostraba ya en una Esta hipotesis radical ofrece una salida fuera del espejo patrimonial.
clarificadora conferencia de 1962,13 las languas naturales y la compe- Supongamos, en efacto, que se ancuentre en curso de realizacion y qua
e1 genero sapiens sapians se ancuentra, raalmente, inmerso en una mu—
tencia de las cuales provienan tambien sa encuentran actualmente
tacion: afarrarse, incluso simbolicainente, a una competencia conde-
avansvs‘s
232 Alagorfa dal patrimonio La competencia da adifi'car 233
nada no tendria entoncas ya ningun sentido. La razon nos ordanaria No me queda mas qua asbozar esos dos momentos. La orienta-
rompar al aspejo patrimonial y asumir su falacia. El corpus antero dal cion qua hay qua asumir as, ya lo he dicho, la del reancuentro con
patrimonio arquitectonico y urbano pardaria todo valor memorial nuastra competancia da adificar. Me limitaré a repetir su papal antro-
afacrivo para no consarvar mas qua un valor intalacrual, gnosaologico, poganético, iluminandolo con dos rapresantac‘iones qua sa han dado
v, por supuasro, al valor de disrraccion qua la confiere la industtia pa- en los confines de la tradicion occidental. La primara, auroral, as pro-
trimonial. Raquariria, entoncas, para todas v cada una da las apocas, puesta nuavamente por la mitologia, con la obra da Dadalo,24 héroa
una aonsarvacion pondarada 3; da naturaleza musaal. El antusiasmo tutalar de los arquitectos. Su labarinto as el adificio humano por ax-
actual quadaria raducido al astatus da moda, hasta qua la sociadad calencia:35 el qua major puade captar la continuidad dal tiempo y obli-
protética Se cansa da las insipidas rutinas da la induStria- cultural. gar al aspacio a difarir su daspliegua para hacar caminar hacia al san-
Se trata de una hipotasis extrema. Es importanta saber, sin am- tido; el mas susceptible a la iniciacion a la alteridad humana; al mas
bargo, quano as irrealizable. temibla también, qua atrapa o bien libera, cuvo podar craador solo se
Supongamos ahora qua nuestra aspacie no se encuantra, an lo in- experimanta a condicién dc entragarla conjunta, indisociablemante,
madiato, enfrentada a una mutacion semejante. fEEStamos sin embar- cuerpo a inteligencia. La compatancia de edificar podria llamarsa po-
go condanados a una parpatua invoCacion del pasado an mataria da der dadalico.
praCticas patrimonialas? Exista la tantacion tie una raspuesta afirma- La sagunda raprasantacion, qua tampoco as diracra sino qua sur-
tiva cuando se piansa qua, por una parta, a1 dasfallacimianto da nuas- ge da una manara de actuar raflaxiva y, por primera vaz, ratrospacL
tra compatancia da adificar ya es un hacho y qua, por orra parta, as tiva, fua propuasra pot Ruskin an un contexto da crisis 3* sin qua al
imposibla detanar la historia, ranunciar a los podaras cada vez mas fa- autor llagara a explicitar planamanta su sentido. Su intarpratacion
bulosos qua nos proPorciona la era de la electronics. Pero, gtenamos quada a cargo del Iactor aetual. I ‘
nacasariamanta qua pansar nuastro destino an términos de alternati- Ruskin ha sido acusado de excasivo apago al pasado por la im-
vas maniquaas, con a1 “0 bian asto o bien lo otro” excluventae in- portancia qua atribuya al patrimonio edificado antiguo en su analisis
transiganta, idénticamanta adoptado por los tecnolatras y por los critico da la sociadad contampora’nea. Para él se trata, en raalidad, da
fatichisras dal patrimonio? {No es mas bien nacasario aprandar a ad— una harancia juzgada intangible porque man‘ifiasta concratamente al
mitir qua al desarrollo da las radas técnicas da la ordenacion as com- trabaio sagrado da ganaraciones sucasivas, asi traidas a nuastra ma-
patible con el mantanimianto da nuestra compatancia da adificar? moria. Dos palabras clava son pronunciadas: trabajo y mamoria. Esa
gAcaso Giovannoni no indicaba ya asta via cuando afirmaba, contra trnbnjo, prosaguido da ganaracion an generacion, siampra por perpe-
los protagonistas del movimiento moderno, la compatibilidad da una tuar, no as otro que el de la compatanCia da adificar. La sacralidad
conservacion viva de los tajidos antiguos y de su logica de articula- qua revisra su dasampefio marca sin ambigiiadad su vocacion antro-
cion con una ordenaCién a otra ascala, gracias a una logica do come- poganatica. Y la mamoria (viva), intarpalada por al conjunto de la ha-
xiones?” rancia edificada antigua, sin aspacificacion, ya no pratanda raconfor-
Paro, dado qua para reahazar la inmovilidad da las opciones bi- tar la identidad particular de una- comunidad humana an particular,
narias y para actualizar asta compatibilidad da nada sirva seguir con— como ocurria con los monumentos intencionales, sino una identidad
templando al aspajo dal patrimonio, no queda otra solucion qua arra— ganérica.
vasarlo. Con asta metafora dal aspajo atravasado quiaro seiialar la Esto aparace claramanta cuando Ruskin axhorta a los arquitec-
fuarza subvarsiva da una aproximacion al patrimonio qua da la aspal— tos v a los municipios“ cla su apoca a continuar la labor ancesrral
da a los procadimientos dominantes: en primer iugar, corno travesia produciendo una arquitecrura “historica”, es dacir, contemporanaa.
raflaxiva y critiaa qua opta, con plana v absoluta conciancia, por un Paraca entoncas inconsecuante. En efacto, al mismo tiempo qua criti—
cambio radical de orientacit’in, con sus implicaciones y sus riesgos, ca sin ramisién las realizacionas da la arquitectura conremporanea y
.r.
daSpués, como travasia concreta y practica qua dasbroza an al encla- compala a su auditorio a ranunciar a una vana copia da formas pa-
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va patrimonial al camino arduo hacia asa nuavo Orianta. sadas, sa muestra incapaz de dafinir o, siinplamanta, de sugarir las
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234 _ Alegorz’a rial patrimonio La competencia d3 edificar 2.35
a
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formas nuevas que es necesario explorar. En realidad, incita a su au- humana y de su clesinstitucionalizacion?-3 En antiguo toscano, la pa-
ditorio a movilizar, por mediacion de su memoria organica, un poder labra term significaba “suelo terrestre” a la vez que “ciudacl”.39
cuya creativiclad es imprevisible. Y cuanclo condena e1 pastiche y la Sin embargo, haber reubicaclo la cuestion clel patrimonio en la
reproduccion de formas clel pasado, denuncia e1 obstaculo elevado perspecriva antropologica que le pertenece no proporciona los me-
ante la memoria orgénica por la memoria artificial cle formas que ins- dios cle reapropiarse la competencia cle eclificar, es decir, de proceder
tituye la historia del arte )7 que corroboran los monumentos hiStori- a la travesia concreta y practica del espejo patrimonial que queda
cos: obstaculo mas que nunca presente en nuesrros clias 3! del cual ahora por evocar.
Viollet-le—Duc sefialaba perspicazmente que solo es superable con una Esa travesia solo puecle intentarse por la mediacion de nuesrro
précrica deliberada del olvido, a través cle una aspera dialectica de la cuerpo. Pasa, precisamente, por un cuerpo a cuerpo, aquel clel cuer-
memoria y de la hisroria.” ' po humano con el cuerpo patrimonial. A1 primero Ie corresponde mo-
Asi sea, se me clira. Pero e1 poder dedalico que permite articular vilizar y volver a alertar sus senticlos, restableciendo la autoridacl clel
el espacio natural para hacer cle él un medio humano y promover en tacto, cle la cenestesia, de la kinesresia, del oido 3! del mismo olfato y
él la insritucionalizaeion cle un habitar, conjuntamente, ese poder ges recusar, conjuntamente, la hegemonia clel ojo y las seducciones de la
realniente cle la misma naturaleza que la competencia clel lenguaje? imagen fotografica o numerica. Al segunclo le corresponderia un pa-
Y asi como las cliferentes lenguas cle distintas culturas se desprenden pel prepedeutico: hacer aprencler o reaprender las tres dimensiones
de la sola y misma competencia clel lenguaje articulaclo, gse puecle del espacio humano, sus escalas, su articulacion, su contextualiza-
también afirmar que las cliferentes modalidacles o configuraciones, cion, en la duracion de las travesias, de circuitos y recorridos compa-
con las euales las diferentes culturas organizan de manera mas 0 me- ra bles a los que la memoria orga’nica conoce “de memoria”, a partir
nos precaria su medio esPacial y su manera cle habitarlo, se'remiten a de cierto memento descuidados por la institucion escolar y que per-
una sola y misma competencia cle edificar? mitian a los escolares cle antafio apropiarse su patrimonio literario.
{Como se manifestaria e'sta, por ejemplo, en las civilizaciones Este papel prepeclEutico del patrimonio edifieado concemiria iden-
nomadas? Diferentemente, sin duda, que en las civilizaciones seden- ticamente a todos los miembros de sociedades prOtesicas. Como su
tarias. Pero sus campamentos y sus recorriclos (tal vez incluso sus ca- objetivo ya no seria la conservacion de un patrimonio que tiene, en
minos) estz‘in, tambien, articulaclos y contextualizados: su ausencia de tanto que tal, un interés solarnente relativo y limitado, sino la conser-
arraigamiento a lugares, que no excluye el arte de la huella, se corres— uacion da riuesrra ca'pacidad da courinaarlo y de reemplazarlo, esta
poncle con una relacién mas directamente corporal que la nuestra con propedeutica exigiria repensar y reinsraurar de arriba abajo la totali-
la tierra y el cielo. Relacién que los avances de la tecnica y su prete- dad cle nueStras actuales practieas patrimoniales. Ella conducirfa des-
sizacion tornan desde ahora mas y mas fragil, cuanclo no imposible. cle entonces las modalidades de su visita, el tratamiento cle su reSEau—
De ahi porque, incluso si nos contentamos con plantear entre compe' racion o el enfoque de su reutilizacién, que se'trataria cle generalizar
tencia cle lenguaie y competencia de edificar una relacion de analogia y privilegiar reapecto al cle su museificacion. Finalmente, esta prope-
y no de identidad, esra ultima nocion debe, en eSta hora de mundia— deutica clel patrimonio encontraria por primera vez su lugar en la es-
lizacion, que es tambien aquella de la protesis generalizada, consti- cuela, reencontraria aquel que perclio hace mucho tiempo en las
tuirse en el objeto de toda nuesrra atencion. Reanuclar la competen— escuelas profesionales y conduciria a la reactualizacion de multiples
cia de articular los espacios de vida que, a lo largo de milenios, actividades artesanales.
contribuyc’i en un mismo mOVimiento a anclar a los hombres a1 me- La hipotesis que acabo cle esbozar no es? ya lo he indicado, cle
dio natural al que pertenecen en tanto que seres vivos y a] incesante ninguna manera incompatible con una ordenacion reticulada de esca-
reinicio de la institucién de su comunidacl, aparece ho}! como uno de la planetaria y territorial. Por el contrario, los dos enfoques son com-
los medios mas consuStanciales a nuestra especie para defenderla plementarios, a condicion cle respetar sus respectivas especificidades
de la perclicla del mundo concrete en su relacion al cuerpo humane y, y logicas sin tratar tie asimilar las unas a las otras. Bajo esta con-
en consecuencia, cle protegerla de la desnaturalizacion de la sociedad dicion critica, las redes técnicas de ordenacion, asi como todas las
33 6 Aiegoria del patrimoaio La competeneia do edifiaar 237
_
Madrid, 2006, pig. 35: “El hombre ha llegado a ser, por aei deeirlo, on dios
-~—-.
no razonado y de una “valorizaeion” ineondieional, ni reliquia ni ob- eon proteais”.
jeto recreativo, el imbito patrimonial podri llegar a ser e1 terreno in—
_._.-
4 FOMGGIOJ Dino, L’arre, Mondadori, Milin, 1981.
apreciable de un recuerdo de nosotroe mismos en el fumro. 5 WEBBER, Melvin M., “El lugar urbano y el dominio iloeal”, ea
Pero no nos equivoquemos. Una hipotesis de esta naturaleza no Irrdagaaiorres aobre ia estraetara arbaaa [1964], Gustavo Gili, Barcelona, 19?0.
podri realizarse ni por el eontagio de ejemplos singulares, ni menos 6 SLOUKA, Marl-t, War of the Worlds: Cyberspace and tire High-Teak Assault
ruin a instancias de buroeracias esratales. Coneierne a un destino an— on Reaiiry, Basic Books, Nueva York, 1995.
tropologieo, impliea una vision del mundo y una opeion de sociedad 7 He deserito “e1 urbaniemo de redee” en varios articuloe. Partieularrnente en
cuya urgencia es proporcional a amplitud del sindrome patrimonial y “Le rigne de l’urbain et la mort de la ville”, en La Viiie, Ed. Centre Pompidou,
a so interpretacion. Paris, 1994, y “De la dimolition”, en FORTIER, Bruno, Miramorpboaes
parieieaaea, MardagaJ’Editiona de I’Areenal, PariaiLieja, 1996.
Representado por un Iaberinto que disimula la superfieie cauti-
vadora de un espejo, ei patrimonio arquiteetonieo y urbano, con las 3 “Oh euerpo mio [...] euida de mi obra". VALER‘I’, Paul, Eapaiiaos o ei
arqairecro [1923], A. Maehado Libros, Boadilla del Monte, 2004, pig. 36. Esas
conductas conservadoras que forman su séquito, puede .deseifrarse dos piginaa de Valiry son algunas de laa mis bellas y profundas oue 5e hayan
como una alegoria del hombre en los albores del siglo XXI: guiado por escrito sobre la arquiteetura. Coinciden, en el modo poitico, eon loa anilisis de
la eiencia y la técnica hacia una direeeion ineierta, en busca de un ca- Edmund Husaerl sobre la “eepaeialidad de la naturaleza”, en HUSSERL,
Edmund, La rierra no se maeve, Universidad Cdm‘plutenae de Madrid, Faeulrad
mino en el que éstas puedan liberarlo del espacio 3* del tiempo para, de Filosofia, Madrid, 1995.
mejor y diferentemente, consagrar s'u toma de posesion.
9 Viase capituio VI, nota 9.
10 Viase por ejemplo, HAUSSMANN, Geor es-Eugime, Mimoirea, torno II,
Victor-Harvard, Paris, 1391, pig. 199; CERT.) , Ildefons, Teoria genera? a'e ia
arbaaizaaio'a, op. air.; VIOLLET—LE—DUC, Engine-Emmanuel, Eatrerieris ear
i’areiaireerare, op. cit, pig. 111.
11 CHOAY, Frangoise, Tire Modern City: Piaaaiag in the 19th Century, '
Braziller, Nueva York, 1969.
12 Eate periodo ve la generaiizaeion de los tendidos eléctrieos, el desarrollo del
automovil, de la aeroniutiea, del telifono, el nacirniento de la television, etc.
Pero el impaeto de estoa avancea no fue redueido solo por el coato humano de
las dos guerras mundialea aino tambiin por la focalizaeion de la investigaeion
tieniea en objetivoa ligadoa a la guerra.
13 RIEGL, Alois, Bi coho moderao a for: moaameatos, op. air., 3: en particular
one adverteneias aobre las vieisitudes del valor de arte relativo.
14 “Se enamora de una esperanza sin euerpo [...];, admira, en fin, aquello por
lo que til mismo es digno de admiration. [...] L{For qui intentas aferrar, ingenuo,
una imagen fugaz? [...] Lo que amaa, 1o pierdea en euanto te vuel‘res de
espaldae. [...] Ni la neeeaidad de corner ni la neeeaidad de de‘aeansar pueden
apanarle de alli [...] y 3:: consume dc amor por sus propios 0}03”.;OVIDIO
NASON, Publio, Metamorfosis, Espasa Cal pe, Pozuelo de Alarcin, 2005.
238 Alegorr’a del patrimonio La conrperencr'a dc edificar
{.2}
[\J
\0
15 En particular a partir de los trabajos pioneros de Freud, continuados por g nueva logica de conexiones de las redes se le aparece en toda su potencial
jacques Lacan, “El estadio del espejo como formador de la funcion del vo tal ' rtqueza, asi como la compatibilidad de la antigua logica tisular con las
como se nos revela en la eatpericncia psicoanalitica" [1949], en Escriros I, Siglo exigenclas de la vida moderna.
XXI, Buenos Aires, 193.5, asi como de Pierre Legendre, especialmente en Lecon
III. Dian an rnr'roir, Paris, Favard, 1994. Legendre hace del narcisismo una l4 FRON—I'JSY-DUCROUX, Francoise, Dddaie, rnyrl'aologie ale Partisan en
estructura fundamental de su antropologia general. A este narcisismo inevitable . Grace ancienne, Maspéro, Paris, 1975.
pertenece el papcl jugado por las antigiicdades y los monumentos historicos en 2.5 CHOAY, Francoise, “ La ntétapltore du labyrintlte et le destin de
la constitucion de la identidad occidental, antes de la inflacion patrimonial. l‘arcltitecture“, contribucion al seminario de Roland Barthes en el Collége de
Este narcisismo fundamental no debe confundirse con las formas patologicas France celebrado en 19.?9, inE-dito en frances, traducido al italiano pot Ernesto
del “estadio del espejo” {de la fijacion imaginaria). d‘Alfonso en La nterafora del labirinro, Reggio Emilia, 1984.
16 Vease la definicion de monumento en el capitulo introductorio 26_ Véase en particular, “Lecture on architecture and painting, delivered at
*‘Monumento 1,: monumento historico”, pfigs.‘ 12 a 21. Edinburgh 1n November 1853”, as] como los textos citados anteriormente.
17 No es posible silenciar la relacion precaria v especifica que continuamos 2? Vénso cl capitulo V, notes 32 v 33.
manteniendo con los grandes monumentos religiosos de la humanidad, por la
gracia de la experiencia estética. En efecto, el proyecto de laicizacion quiso, 33 Sobre la nocion de desinstitucionalizacion v las nociones vccinas de de-
y en gran parte logro. por lo menos en Occidente, convertitlos cn monumentos fundacion, de-civilizacion v des-institucion de las masas véanse los trabajos de
historicos, es decir, los ntuseifico. Pero, independientemente de las religiones que Pierre Legendre, por ejernplo, Lecon l. La 9011’ conclusion, Fayard, Paris, 1998,
los edificaron, esos monumentos dedicados a lo absoluto han conservado el pag.348.
{:21n poder de hacer resucitar el vigor'matinal de una prefilosofia nunca . 29 Véase, en particular, ROMANO, Ruggiero, TENENTI, Alberto, (eds),
reemplazada por la filosofia, el encantamiento de una bdsqueda que, en nuestro Leon Barrista Alberti, l libri a’er’l'a famiglia, nuova edizione a cura di Francesco
mundo deseneantado. no proponen ni la ciencia ni Ia reflexion critica. Furlan, Einaudi, Turin, 1994.
18 HEIDEGGER, Martin, "Uberlieferre Spracbe renal techniscbe Spracne” von
Heidegger. Martin (“Lenguaie tradicional v lenguaje tecnico“), Erker Verlag,
St. Gall, 1939. La publicacion postuma de esta conferencia se debe a Hermann ~
Heidegger. Agradezco aqui a mi colega Thierrv Paquot querne Ia diese a
conocer tras una conferencia [a la espera del ser publicada} que presente sobre el
tema en noviembre de 1997, en al marco de un encuentro franco-japones sobre
la ciudad y la arquitectura, bajo el titulo' “Comment parler aujourd’hui de la ,
ville et de l’architecture”. Sin conocer el texto dc Heidegger, yo oponia la '
“transparencia del lenguaie international comtin cuvo’paradigma se encuentra
en la tecno-ciencia" y la opacidad de las “lenguas originales que programan,
para cada una de nuestras sociedades, una aproximacion especifica del espacio
edificado 3! natural“. K}
19 El lenguaje técnico transforma el “lenguaje como deeir en lenguaie como
mensaie y como simple produccion de signos”, HEIDEGGER, Martin, Ibiai,
pdg.39.
20 Ibr’a’.
21 For raaones diferentes, pero comparables, Andre Leroi-Gourhan estirna que
el “Homo sapiens de la aoologia esta probablemente al final de su carrera”.
Le Gesre e: la parole, torno II, La ménroire et les rytbmes, Albin Michel, Paris,
1965, pag. 266.
2?. Véase por ejemplo, LEBRETON, David, Anthropologie a’n corps er
modernise“, PUP, Paris, 1990.
2.3 GIOVANNONI, Gustavo, Vaccine citra ed edilizi nuova, op. cit.,
e introduccion de Frajnqoise Choav a la traduccion francesa, Les villas anciennes
face a l’rrrbanisnte, le.Seuil, Paris, 1993. Cuando Giovannoni escribe su texto,
la competencia de edificat todavia no estaba amenazada de desaparicion v 61 no
piensa globalmente la nueva escala de ordenacion en terminos de redes. Pero la
ANEXO
cimiento. Tal es el eSpeCtaculo que presents la admirable concatena— informaciones que tienen relacion con los titulos dispetsos u objetos
cion de nuestras antigiiedades nacionales, que hacen de nueStro sue- accesorios que puedan aclarar e1 origen, el desarrollo o la destruccion
lo un objetoide investigacion y de estudio tan precioso. de cada edificio; constatar su exisrencia en todos Ios almacenes, ar~
Francia no puede mostrarse indiferente ante esta parte notable cliivos, museos, bibliotecas o colecciones particulares; entrar en con-
de su gloria. En los siglos precedentes, benedicrinos y otros sabios, taCto directo con las autoridades y personas que se ocupan de las in—
desde su elevada erudicion, ya habian hallado en los monumentos la uestigaciones relativas a la hisroria de cada localidad; explicar a los
fuente de grandes conocimientos historicos; pero en su relacion con propietarios y a los que detenten la propiedad el interés de los edifi-
el arte, nadie habia adivinado su importancia. eios cuya conservacion esté a su cuidado; y finalmente, estimular 3; di-
A] final de la Revolucion Francesa, unos artisras ilusrrados que rigir el celo de todos los consejos de los departamentos y municipios,
habian visto desaparecer un gran numero de monumentos valiosos de manera que ningt’in edificio de mérito incontestable perezca pot
sintieron la necesidad de preservar lo que escapo a la devaStacion: el desconocimiento o precipitacion y sin que las autoridades competen-
Muse-e des Petits—Augustins, fundado por M. Lenoir, preparo el retor— tes liayan hecho todos los esfuerzos convenientes para asegurar su
no de los esrudios hiStoricos y permitio apreciar todas las riquezas del preservacion, y también de manera que la buena voluntad de las au-
arte francés. toridades no se agote en objetos indignos de sus cuidados. Esta justa
La fatal diSpersion de esre museo traslado el ardor de los arqueo- medida en el celo o en la indiferencia frente a la conservacion de los
logos y de los artistas al estudio de las poblaciones; la ciencia se be- monumentos solo puede lograrse mediante multiples contactos que
neficio de una mayor extension 3: de mayores intercambios, habiles solo el iiiSpector general estara en condiciones de hacer; esto preven-
'escritores se unieron a la elite de nuesrra escuela de pintura para dar dra toda reclamacion y hara que los espiritus mas dificiles sean cons-
a conocer los tesoros de la amigos: Francia. Estos trabajos, que se han cientes de la necesidad en que se encuentra el gobierno de velar acti—
multiplicado rapidamente durante esros ultimos afios, no tardaron en vamente por los intereses del arte y de la historia.
producir gratos elCEOS en las provincias. Se formaron centros. de es- El inspector general de los monumentos hiStoricos preparara, en
tudio; se salvaron de la destruccion monumentos, los consejos de los su primer viaje de inspeccion general, on cata’logo exacto y completo
departamentos y municipios aprobaron partidas a este efecto; se de- de los edificios o monumentos merecedores de una atencion seria por
tuvieron acciones nefastas con las que el clero pretendia transformar parte del gobierno. Acompaiiara’ este catalogo, en la medida de lo po—
edificios sagrados con un gusto renovador mal entendido. sible, de dibujos y pianos, remitiéndolos de forma sucesiva a1 minis-
Sin embargo, eStos esfuerzos no han producido mas que resulta- terio del Interior, donde se clasificaran y se consultaran si es menes—
dos incompletos: la ciencia carecia de un centro' que dirigiese y regu— ter. Debera’ esforzarse por escoger, en cada. localidad principal, a un
larizase las buenas intenciones que se habian manifestado desde to- corresponsal que propondra al minisrro para su aceptacion, y poner—
dos los lugares de Francis; era necesario que el impulso partiese de la se e1 mismo en contacto oficioso con las autdridades locales. En pri-
propia autoridad superior, )7 que el minisrro del Interior, ademas de mer lugar, se comunicaran a los prefectos de los departamentos las
proponer a las Cémaras la concesion de subsidios para la conserva— instrucciones del inspector general de los monumentos hiStoricos de
cion de los monumentos franceses,1 imprimiese una direccion ilustra- Francia y, después, e1 extracr'o del catalogo general en lo que concier—
cla al celo de las autoridades locales. no a cada departamento. El prefecto lo pondra en conocimiento do to-
. La creacion del puesro de inspecror general de los monumentos dos los consejos y autoridades a los que conciernan.
historicos de Francia responde, en mi opinion, a esta necesidad. La El inspecror general de los monumentos historicos debera reno-
persona a quien se confi’en estas funciones debera, ante todo, encon- var sus viajes de inspeccion tan a menudo corno sea posible, y enca-
trar los medios de dar a las intenciones del gobierno un caracter glo— minarlos cada afio en funcion de los avisos que reciba de los prefec-
bal 3! regular. A este efecto, debera’ recorrer sucesivamente todos los tos y de sus corresponsales reconocidos por la adminisrracion.
departamentos de Francia, asegurarse en el lugar de la importancia Cuando se trate de gastos imputables a los fondos de la conservacion
historica 0 del merito artistico de los monumentos, recoger todas las de los monumentos de Francia, o de gaStos analogos aprobados por
244 Alegoria del patrimonio
BELLORI, Pietro, Colonna Trajana [...] novamente disegnata e intagliata CANTAREL-BESSON, Yveline, La Naissance du Musee du Louvre,
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