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Autores:
Afiliación:
La Habana, Cuba
Resumen:
Las gestas independentistas del siglo XIX en la América al sur del río Bravo, merecen ser
reevaluadas a la luz de los tiempos que corren, es una necesidad de justicia histórica en el
de la historia de la que José Martí llamó “Nuestra América” como antídoto ante las oscuras
interpretaciones vertidas sobre los intereses y fines de sus gestores y protagonistas, sus
Abstract:
The independence wars of the nineteenth century in the America, at south of the “Rio
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historical justice in dealing with the claims of hegemonic cultural domination of the North
in their repeated attempts by disqualifying them as revolutionary processes. Show its true
dimension from the unique complexity of the revolutionary historical process of the century
and its most significant features, it will clarify our understanding of the history of José
Martí called "Our America" as an antidote to the dark interpretations poured on the interests
and purposes their managers and protagonists, their roots and character of their events in
Introducción:
Aún pasado más de doscientos años del inicio del proceso de emancipación
latinoamericana, evaluar el carácter del mismo, no es asunto agotado por los estudios
nuestro presente histórico. Es válido por demás, por ser un problema complejo que requiere
historia han acuñado desde los procesos denominados clásicos y que se han desbordado
Sin lugar a dudas estos acontecimientos epicentritos ejercen influencia universal, máxime
desigual del capitalismo; por tal razonamiento el trabajo teórico sobre las guerras de
cuando se trata de evaluar lo ocurrido entre 1808 y 1824, téngase presente que la difusión
de escritos históricos sobre el tema, han atendido con mayor intencionalidad los procesos
de los cambios sociales burgueses desde el siglo XVII al XIX en Europa, incidiendo con
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una atracción fatalista cuando se trata de los resultados de los procesos en las áreas
Es necesario conducir los análisis de los procesos liberadores de la América Latina a partir
época estampa sus surcos a las revoluciones sociales que acontecen en tal tiempo histórico.
Ello es lícito también para los procesos de las luchas anticoloniales contra las metrópolis en
esta parte del universo, en relación con ello la época de 1789 a 1871 en concreto es, desde
una perspectiva marxista - leninista de suma importancia para el desarrollo y triunfo del
capitalismo.
Desarrollo:
primer cuarto, forman parte del ciclo revolucionario burgués y por lo tanto las tareas que les
capitalista. Aurea Matilde Fernández (Fernández, 1988) medita sobre los aspectos a
fuerza de trabajo, y la liberación del capital. Agrega además que estas premisas se van
produciendo de manera espaciosa con el desarrollo de las fuerzas productivas hasta que
de carácter feudal. Toda revolución social burguesa tiene la tarea de romper las relaciones
ascenso, pero más acelerada de las fuerzas productivas. Estos y otros elementos se
identifican en los procesos liberadores nacionales en nuestra región tal como sucede con la
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guerra de liberación de las trece colonias de Norteamérica y aun así mantiene
Al analizar los aspectos imprescindibles para la destrucción del anterior régimen, tales
debe darse el prerrequisito básico que el proceso del cambio revolucionario social -
A partir del razonamiento anterior todas las luchas anticoloniales de la fase pre
equipararla a las revoluciones clásicas burguesas, mientras lo más general fue su inclusión
en el camino del sistema capitalista, por lo cual deben ser consideradas dentro del curso de
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administrativas que dejan al margen asuntos de naturaleza social lo que las descalifican
VII, las autoridades virreinales y los partidarios de la Monarquía española. Las guerras de
independencia tuvieron tanto el carácter de guerra civil como de guerra internacional (entre
administrativa y tampoco hubo cambios sociales para las llamadas castas: criollos,
mestizos, morenos, ni para los indígenas ni para los esclavos negros. Desapareció el
de muchas regiones latinoamericanas que no podían competir con las industrias de Europa
y que, para América, el sueño de Bolívar de crear unos Estados Unidos de América del Sur
desmoronamiento seguirá dentro de las mismas patrias independientes. Todas quieren ser
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Esta concepción sostiene que el independentismo no fue otra cosa que el estallar del
individualismo español, perdida la fuerza centrípeta del ideal hispánico que unificaba aquel
inmenso Imperio. Y que por tal razón el proceso de la independencia no terminó con la
separación de España, continuando más allá en América con la separación entre sí de las
provincias que formaban el Imperio mejicano, la gran Colombia y el antiguo Virreinato del
Río de la Plata, y es el mismo que en España alienta aún bajo el separatismo vasco y
catalán.
“aborto político” y como una separación impropia de nuestros pueblos que no estaban
cuyo norte de desarrollo sigue siendo la “culta Europa”, similar concepción aparece en
Sergio Guerra Vilaboy (Vilaboy, 2007) evalúa el proceso: de tendencia burguesa que logra
sus objetivos político nacionales, pero que se quedan por debajo en los económicos –
liberación nacional, guerras civiles y/o conflictos de castas y la marxista, esta última
tampoco unánime en los análisis evaluativos, desde esta última se encuentran las que
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coincidiendo con autores no marxistas que consideran esta guerra como una revolución
frustrada, porque la desigualdad social y el dominio de la minoría criolla no cambió con los
nuevos gobernantes. Esta evaluación parte por reconocer que la lucha de los criollos (y
aquí no se especifica clases sociales) perseguía tres objetivos muy claros: la independencia
alcanzados. En ese sentido, no hubo revolución frustrada; sin embargo reducir el análisis a
estas perspectivas limita el alcance del proceso revolucionario latinoamericano del primer
burgueses y liberales son resultados de una época de cambio, donde las formaciones pre
capitalistas darán paso al capitalismo por las reformas o por las revoluciones, en
si la clase dirigente del proceso es portadora o no, del desarrollo de la nueva época, también
si finalmente esta asciende al poder político, no importa bajo qué forma de gobierno o con
criolla es la que ocupa el lugar que le correspondía a una burguesía nacional, inexistente. Es
necesario que se tenga en cuenta que esta última debe su existencia como clase a la relación
de explotación y por tanto obtención de ganancia por la apropiación del valor del trabajo
ajeno que remunera con salario sobre la fuerza de trabajo libre que explota, cuestión aún
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configuración alejada de la conciencia social, por las tan diversas colectividades
americanas, aún más cuando la propia realidad geográfica, política y cultural ha sido un
que se prendieron en estas tierras por la colonización española y portuguesa, con las muy
sui géneris ya existente en estos pueblos nuestros, entonces la nación, lo nacional seria un
lo cual identifican el proceso del nacionalismo como una identidad muy particular e
en nuestra región, en relación con las revoluciones burguesas clásicas, que tienen entre sus
como un propósito que responde más a la voluntad de los que dominan la vida política post
comunidad de intereses que la deben conformar y defender, entonces ella existe sólo como
unidad continental, aspiración de los próceres más visionarios; pero nada de ello hubiera
sido posible sin la guerra de independencia, porque ella deja preparado el terreno para la
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relativamente breve y por lo tanto es un propósito cumplido por los revolucionarios
americanos y un logro que sólo es resultado desde el alcance de una revolución realizada.
como por la vía conservadora, es de suma importancia en el análisis. En las dos últimas
décadas del siglo XVIII se acentúa la confrontación de dos concepciones diferentes del
en este caso de la Ilustración. Las enseñanzas impartidas por las universidades, las
Los líderes de la gesta no sólo combatían al dominio extranjero, sino que fueron
del pueblo, el contrato social de Rousseau y los derechos individuales del ciudadano y la
Los patriotas más fieles a los ideales más avanzados del liberalismo, asumieron la defensa
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libertades de pensamiento y opinión y sobre todo el sistema constitucional; y muchas de sus
equiparación con los españoles, sobre esto último hay unanimidad, no obstante
monárquicos constitucionalistas.
y Camilo Torres quien había publicado una serie de cartas agrupadas como el Memorial de
necesidades propias y otorgó una teórica justicia más equitativa entre sus componentes
sociales, empezando por los criollos, quienes coparon los puestos de la máxima
durante la colonia.
conservadora aristocrática que se adueñó del poder, torció el rumbo del mismo limitándola,
Ello fue posible entre otras razones porque las masas del campo decisivas para borrar las
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sentimientos de fidelidad y tradición que por una conciencia revolucionaria de clase. De
esta suerte los logros más radicales alcanzados en el trayecto de la lucha luego fueron
barridos y las masas no pudieron preservarlos; precisamente habían sido traicionados los
que realmente pelearon contra el poder español, la independencia no favoreció a los más
En 1824 Bolívar dictó el Decreto Trujillo para proteger a los indios del Perú y reordenar allí
la propiedad agraria, a pesar de las buenas intenciones del Libertador, los oligarcas
peruanos no permitieron que sus privilegios fueran afectados, igual suerte corrieron los
América Latina, que se aplicaría en la “Provincia Oriental” por el caudillo José Artigas y
que fue barrida por la reacción. Esta experiencia en lo que hoy es Uruguay surgió como una
españoles y americanos, bajo el principio de beneficiar a los más pobres; en esta reforma
El resultado general fue que los líderes de pensamiento burgués más radical, sin la
suficiente comprensión y apoyo de las masas desposeídas, fueron superados por las
abolición de la esclavitud, las restricciones de los privilegios del clero, los mayorazgos y
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larga y penosa transición hacia un modelo de sociedad de un capitalismo dependiente en la
Guerra Vilaboy afirma: “Al no poderse vertebrar en América Latina un fuerte componente
social burgués, faltó también la imprescindible base social para cumplir las tareas
históricamente maduras de demoler las relaciones pre capitalistas y promover una firme
debilidad de los elementos constitutivos del Estado y la nación al sur del río Bravo, o sea,
No existía en la segunda mitad del siglo XIX un capitalismo industrial, ya que América
Latina sigue entregando las materias primas de su subsuelo, lo mismo que los de su
agricultura, sin que intervenga ninguna actividad de transformación, esta sigue teniendo un
proyecta por determinar la vida privada como los negocios públicos, la libertad de
enseñanza.
apoyó en los campesinos y pudo aplastar a la aristocracia, pero también los benefició al
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cederles la explotación de las parcelas públicas a cambio de la obligación de poblarlas y
Conclusiones:
La epopeya americana del primer cuarto del siglo XIX califica como un importante hito,
universal, como legítimas revoluciones hijas del liberalismo doctrinario que a pesar de sus
las leyes históricas del desarrollo universal y desde ese sentido merecen el lugar en la
sociales profundas que aún libran sus pueblos en este siglo XXI.
Referencias Bibliográficas:
Educación.
Alférez.
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