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MONICIÓN - 9 DE SETIEMBRE

Paz y bien queridos hermanos, nos hemos reunido en el altar, para celebrar la
Eucaristía, nos disponemos por completo para recibir con fe y alegría el mensaje de
salvación que viene de Dios, abriendo nuestros oídos, mente y corazón. Pidámosle
en este día que nos enseñe en este día que nos enseñe a reconocer su presencia en
lo más necesitados y comunicar nuestro gozo de amor, paz y reconciliación. Puestos
en pie comencemos nuestra celebración litúrgica cantando.

Primera lectura

Escuchemos el mensaje del libro de Isaías. Dios actúa en forma personal con su
pueblo; le acompañan signos que ayudan a descubrir su presencia libertadora en las
curaciones de los enfermos. Escuchemos.

Segunda lectura

El apóstol Santiago le recuerda a la comunidad cristiana el gran amor de Dios por


todos los hombres, invitándonos a no hacer diferencias entre hermanos.

Salmo Responsorial

Evangelio

Jesús al sanar a los enfermos, nos enseña a no tener preferencias por nadie; nos
invita a realizar un servicio de amor entregado y desinteresado. Escuchemos con
atención

Oración de fieles

1. Por la iglesia; que presente ante el mundo el rostro acogedor del Padre para
con los pobres, los que sufren, los que dudan, los que se equivocan.
Roguemos al señor
2. Por el papa Francisco, y por todos los que colaboran en un ministerio al
servicio de la iglesia; que lleven a cabo su misión con amor y entrega a Dios y
a los hermanos. Roguemos al señor.
3. Por los que viven su opción de virginidad y su opción de vida en el
matrimonio; para que sean coherentes en sus principios de amor.
Roguemos al señor.
4. Por los enfermos y los ancianos: que en medio de sus dificultades sientan la
fuerza del Señor y encuentren nuestra acogida y ayuda. Roguemos al
señor.
5. Por los que nos hemos reunido aquí; por nuestros familiares y amigos, y por
los que esperan que nos acordemos de ellos en nuestra oración, que crezca
siempre en todos la fe, la esperanza y el amor. Roguemos al señor.
Ofrendas: Presentamos al Señor nuestros dones que con alegría y generosidad
traemos a tu altar.

1. Cirios encendidos: Señor, esta luz representa tu propia vida en medio


de nosotros. Ilumina nuestro camino a recorrer. Que nuestras almas
vivan eternamente encendidas en tu amor, que cada uno de nosotros
podamos así brillar en nuestros hogares. Te prometemos mantener
siempre encendida tu llama en nuestros corazones.
2. Pan y Vino: Señor te ofrecemos el Pan y Vino, signo de entrega y
comunión fraterna. Que sean para nosotros, y para todos los niños del
mundo, Pan de vida y Vino de salvación.
3. Flores: Te ofrecemos estas flores, Señor, como símbolo de vida, de
unión, de alegría y nuestro anhelo de vivir siempre en amor y amistad
contigo.

Comunión: Queridos hermanos ha llegado el momento de recibir el cuerpo de


Cristo, acerquémonos con mucha humildad y devoción. Para ello debemos tener en
cuenta:

 Estar en gracia de Dios; para lo cual hay que confesarse previamente si uno
tiene conciencia de pecado grave.
 Guardar el ayuno eucarístico: una hora antes de comulgar no se puede comer
ni beber nada, salvo agua y medicinas.
 Saber a quién recibimos. A Jesucristo.
 Acompañamos este momento cantando…..

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