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Ciclos bio-geo-químicos | El ciclo del agua | Ciclo del carbono | Ciclo del
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Ciclos Bio-Geo-Químicos
Cada compuesto químico tiene su propio y único ciclo, pero todos los ciclos tienen
características en común:
Los océanos son reservorios de agua, y las nubes son fondos de recambio. En el
océano el agua permanece por cientos de años y en las nubes el tiempo de
residencia no supera unos cuantos días.
La comunidad biótica incluye todos los organismos vivos. Esta comunidad puede
servir como un fondo de recambio (a pesar de que algunos compuestos como el
carbono, forman parte de los árboles de Sequoia por cientos de años, lo cual parece
más un reservorio), y también sirven para mover elementos químicos de un estado
del ciclo a otro. Por ejemplo, los árboles toman el agua del suelo y la evaporan a la
atmósfera. La energía para la mayoría de las trasformaciones de los compuestos
químicos es provista tanto por el sol como por el calor liberado por la tierra.
En el ciclo del agua la energía es provista por el sol, el cual produce la evaporación
ya sea de los océanos como de cualquier superficie de agua libre. El sol también
provee la energía para los sistemas climáticos que permiten el movimiento del
vapor de agua (nubes) de un lugar a otro (de otro modo siempre llovería solo sobre
los océanos).
En ambos casos, la gravedad provoca que el agua alcance nuevamente los océanos
y depresiones. El agua congelada atrapada en regiones heladas de la tierra ya sea
como nievo o hielo, constituye reservorios que pueden permanecer largos períodos
de tiempo. Lagos, lagunas, esteros y pantanos son reservorios temporales. Los
océanos tienen agua salada por la presencia de minerales, los cuales no pueden
llevarse con el vapor de agua. Así, la lluvia y la nieve contienen agua relativamente
limpia, con la excepción de los contaminantes que el agua arrastra de la atmósfera.
Los organismos juegan un rol muy importante en el ciclo del agua, la mayoría
contienen importantes cantidades de agua (hasta un 90% en peso). Animales y
plantas pierden agua de sus cuerpos por evaporación. En las plantas el agua
tomada por las raíces se mueve hacia las hojas donde se pierde por transpiración.
Tanto en plantas como en animales, la ruptura de los carbohidratos (azúcares) para
producir energía (respiración) produce CO2 y agua como productos de desecho. La
fotosíntesis invierte esta reacción, el agua y el CO2 se combinan para formar
carbohidratos.
Plantas y animales respiran, pero sólo las plantas (y otros productores como las
cianobacterias) pueden realizar fotosíntesis. El reservorio principal de CO2 está en
los océanos y en las rocas. El CO2 se disuelve rápidamente en el agua. Una vez en
el agua, precipita como roca sólida conocida como carbonato de calcio (calcita). El
CO2 convertido en carbohidratos en las plantas tiene tres rutas posibles: puede
liberarse a la atmósfera con la respiración, puede ser consumido por animales o es
parte de la planta hasta que ésta muere.
Los animales obtienen todo el carbono de su alimento, así que todo el carbono en el
sistema biológico proviene al final de los organismos autótrofos. En los animales,
el carbono tiene las mismas tres rutas. Cuando las plantas y animales mueren
pueden ocurrir dos hechos: la energía contenida en las moléculas es utilizada por
los descomponedores (bacterias y hongos del suelo) y el carbono es liberado a la
atmósfera en forma de CO2 o puede permanecer intacto y finalmente
transformarse en combustibles minerales. Los combustibles fósiles al ser utilizados
liberan a la atmósfera CO2.
El ser humano ha alterado enormemente este ciclo del carbono, ya que al quemar
los combustibles fósiles se han liberado a la atmósfera excesivas cantidades de
dióxido de carbono a la atmósfera. Esta condición es la principal responsable del
calentamiento global ya que el CO2 presente en grandes cantidades en la atmósfera
impide que el calor del sol escape de la tierra al espacio.
La segunda forma de fijación del nitrógeno es llevada a cabo por bacterias quienes
usan enzimas especiales en lugar de la luz solar o las descargas eléctricas. Entre
estas bacterias se encuentran las pueden vivir libres en el suelo, aquellas
en simbiosis con raíces de ciertas plantas (Leguminosas) y las cianobacterias
fotosintéticas (las antiguas "algas verde-azuladas") que viven libres en el agua. Las
tres fijan N, tanto como nitratos (NO3-) o como amonio (NH3). Las plantas toman
los nitratos y los convierten en aminoácidos, los cuales pasan a los animales que las
consumen. Cuando las plantas y animales mueren (o liberan sus desechos) el
nitrógeno retorna al suelo. La forma más común en que el nitrógeno regresa al
suelo es como amonio. El amonio es tóxico, pero afortunadamente, existen
bacterias nitrificantes (Nitrosomonas y Nitrosococcus) que oxidan el amonio a
nitritos, con dos oxígenos. Otro tipo de bacteria (Nitrobacter) continúa la oxidación
del nitrito (NO2-) a nitrato (NO3-) el cual es absorbido por las plantas que
completan el ciclo.