Base bíblica: Filipenses 4:6-9 Introducción Cualquiera que sea la circunstancia que esté viviendo, Dios desea que usted lo busque. La única razón por la que desea ser buscado, es porque se dejará encontrar. Este es su más grande privilegio. Gracias a la muerte de Jesús en la cruz como propiciación por nuestros pecados, hoy podemos acercarnos al Padre para gozar de Su maravillosa y transformadora presencia.
Al buscar a Dios en oración, usted será profundamente cambiado por la influencia de Su
Espíritu. Su divina intervención, siempre producirá fruto en su corazón, y a su vez, moldeará su carácter de tal manera que sus pensamientos y acciones se alineen de manera perfecta con Su voluntad. El apóstol Pablo se refirió a la oración como un hábito indispensable para el crecimiento de todo creyente. Estas son algunas razones por las que orar, en verdad vale la pena: 1. Recibirá paz La paz, es esa sensación de descanso y tranquilidad que toda persona desea y que con frecuencia, no halla. La Biblia, menciona dos tipos de paz. La primera, se entiende como la ausencia de problemas. Por ejemplo, es la paz que menciona el apóstol Pablo cuando escribió a Roma: Si es posible, y en cuanto dependa de ustedes, vivan en paz con todos. Romanos 12:18. Esta paz, depende de una disposición humana. En otras palabras, es una responsabilidad cristiana indispensable para la buena convivencia. El segundo tipo de paz se obtiene, única y exclusivamente, a través de un vínculo espiritual con la presencia de Dios. Esta paz no depende del esfuerzo humano, proviene del Espíritu de Dios. De hecho, es posible estar a cuentas con todos y aun así, no gozar de la tranquilidad y el descanso en el corazón. De éste tipo de paz testificó el apóstol Pablo cuando afirmó: Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, cuidará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús. 4:7. Aquella sensación u estado no tiene una explicación lógica, pero es real y no depende de las circunstancias. Aunque los mares se agiten y los dolores se multipliquen, la paz de Dios no se hará esperar, ella nos llenará. 2. Podrá pensar con cordura Orar, nos permite pensar con cordura. Cordura se define como la capacidad de pensar y obrar con buen juicio, prudencia, reflexión, sensatez y responsabilidad. ¿Le sorprende? Sin importar que tan complejas y desesperanzadoras sean las circunstancias, es increíble todo lo que puede causar un encuentro con Dios en oración. La ansiedad siempre dibujará un panorama desalentador, pero la oración siempre lo ayudará a mantener el enfoque ideal. Dios cuidará sus sentimientos y/o pensamientos. En los momentos de mayor tensión o desesperación la oración nos ayudará a mantener los pensamientos en orden. ¿Ha tenido una noche de desvelo? La incertidumbre por el futuro de los hijos, el trabajo o el cónyuge, son causas frecuentes de intranquilidad. La promesa directa de Dios para todo aquel que lo busca en oración, es guardar su vida de las terribles consecuencias causadas por los pensamientos destructivos. La mente humana es vulnerable, pero la oración la capacita para meditar en todo lo bueno, lo honesto, lo puro, lo amable, lo justo y en todo aquello que sea honorable. 3. Podemos actuar con inteligencia El apóstol Pablo escribió al finalizar ésta porción bíblica: Pongan en práctica lo que de mí han aprendido, recibido y oído, y lo que han visto en mí, y el Dios de paz estará con ustedes. 4:9. Es interesante notar, que después de insistir a la iglesia en Filipo en que no estuviera ansiosa, sino que orara para que encontrara paz y así sus pensamientos fueran guardados; ahora le pide que se dedique a imitarlo y a practicar sus enseñanzas. Definitivamente, la naturaleza de las acciones humanas siempre serán esclavas del “ADN” de los pensamientos. Qué difícil es actuar inteligentemente cuando somos abordados por la ansiedad; es muy fácil cometer errores. El desequilibrio emocional o la incertidumbre, puede presionarnos de tal manera que actuemos de manera desesperada e imprudente. Pero justamente eso podemos evitar cuando oramos. Dios nos faculta para obrar de la manera correcta. ¿Crees que hay un comportamiento que no puedes controlar o corregir? Empieza por el principio: busca a Dios en oración. Conclusión Haga de su vida, una constante oración. Busque a Dios, piense en Dios y hágase uno con Él. La oración hará de usted una persona diferente. Goce de los privilegios de la oración.