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El mundo religioso

del afro-americano
del litoral pacífico
Ensayo de Interpretación

Gabriel Izquierdo Maldonado, S.}. *

1. INTRODUCCION (1) (fiestas patronales, celebraciones


de la Semana Santa). El mundo re-
1.1. Debemos abordar ahora el ligioso identifica a la comunidad co-
mundo religioso del afro-americano mo grupo social y al mismo tiempo
del litoral Pacífico. La primera afir- sirve de código para expresar sus
mación que podemos hacer sobre coflictos y tensiones (Taussig, M.:
este, es que aparece como un ele- 1979,103).
mento central en la vida, en la expe-
riencia, en la conciencia social y El mundo religioso se expresa
en la práctica de las gentes de esta continuamente en la vida de los in-
formación social. Socialmente, el dividuos a través de la devoción
mundo religioso convoca, como a los santos, de oraciones múlti-
ningún otro, a la comunidad afro- ples, leyendas, imágenes y actitudes
americana a estar presente, inter- profundas. (Celorio, F: 1976; Fried-
cambiar ceremonialmente en las mann: 1966; Garrido, J.M.: 1980).
crisis más importantes de su vida Tiene repercusiones económicas cla-
(nacimiento-muerte), (Price, T: ras, sobre todo a través de las fiestas
1955, 34) Y en los tiempos y espa- y de los valores éticos de la recipro-
cios más centrales de la comunidad cidad; expresa e incorpora todo el

* licenciado en Filosofía y Teología, Universidad Javeriana; Máster en Antropología Social, Univer-


sidad de Chicago; Profesor en la Facultad de Teología, Universidad Javeriana, Bogotá.
(1) Agradecimientos al antropólogo Germán Ferro Medina con quien realicé la investigación etnográ-
fica para presentar este ensayo.

GABRIEL IZQUIERDO, S.J. 197


mundo cultural y de relaciones so- y del tipo de análisis que realiza-
ciales de la gente del litoral a tra- mos, es necesario fijar claramente
vés de símbolos y significados en el objetivo de este ensayo.
los que integra la naturaleza y sus
dimensiones cósmicas, las relaciones
de poder y de status social, el mun- 1.2.1. Al abordar cualquier uni-
do de lo "maravilloso real", la músi- verso popular, nos encontramos
ca y el canto, la concepción del ma- con una selva de símbolos (Turner,
trimonio y de la familia, y el hori- V.: 1974). Nos enfrentamos con
zonte de valores éticos plasmados múltiples ritos, valores, costumbres,
en leyendas que se transmiten oral elaborados ceremoniales, leyendas.
y dramáticamente conformando Es fácil perderse en ese mundo tan
una vertiente importante de la complejo y tan rico. Los aportes
mejoria histórica de ese grupo so- del análisis antropológico se centran
cial. El mundo religioso tiene en el por lo general en delimitar e inter-
litoral Pacífico una función social pretar aspectos sectoriales del uni-
ambivalente; sin embargo, muchas verso religioso (Price, T.: 1955;
veces expresa la resistencia histó- Friedmann; 1966). Los estudios
rica de ese grupo social frente a que se han hecho desde el ángulo
los embates de los centros de poder pastoral, valiosos en muchos aspec-
económico y político (Rohn: 1983). tos, presentan por lo general, una
serie de características del fenóme-
Este universo religioso se ha de- no religioso pero no señalan cómo
sarrollado en gran medida al margen se integran todos esos elementos
de la Iglesia Católica institucional entre sí (Garrido, J.M.: 1980;
y jerárquica. La presencia de esta, Barlolucci, E: 1980).
se ha reducido a esporádidas visi-
tas de sacerdotes a las zonas de los
ríos y a la presencia de muy pocos 1.2.2. El interés de nuestro ensa-
agentes de pastoral en las ciudades, yo se dirige a entender de manera
metas de grandes movimientos mi- glo bal el sentido general, los ejes
gratorios. Estos hechos han dado centrales de significación que dan
margen a la inmensa creatividad de una orientación a todo ese univer-
las gentes y ha incorporado formas so religioso. Entendemos que si po-
y significados populares complejos demos captar esas líneas generales
y ricos. De todas maneras, centrán- de sentido, podremos luego enten-
donos en el objetivo de este encuen- der más exactamente los elementos
tro nos planteamos una primera particulares que conforman el hori-
pregunta: como agentes de pastoral, zonte religioso y seremos capaces
¿cómo podemos abordar este mun- de incorporar a él los análisis
do religioso? ¿cómo podemos en- antropológicos sectoriales y las
tenderlo? ¿cómo podemos hacer reflexiones pastorales. Por otra
viva la Buena Noticia en él y a par- parte, será más fácil, dando un paso
tir de él? ulterior, entender las posibilidades
y los dinamismos del mundo reli-
1.2. Para entender la metodolo- gioso en cuanto a la función social
gía y el desarrollo de la exposición que puede desplegar.

198 EL MUNDO RELIGIOSO DEL AFRO·AMERICANO DEL LITORAL PACIFICO


1.2.3. Además, pensamos que el articulación con ese mundo concre-
sentido de un escrito como el que to de relaciones sociales; solo en
presentamos es que los lectores él se entencerá su función social.
trabajan con los elementos que
conocen, han experimentado y
puedan continuar el análisis ge- 2. SIMBOLO y SISTEMA EN EL
neral que se presenta. Por esta ra- MUNDO RELIGIOSO
zón y para facilitar la compren-
sión de nuestra misma exposición, 2.1. Sistema simbólico
juzgamos necesario exponer unas lí-
neas teóricas que ayuden a los pro- 2.1.1. La primera afirmación que
pósitos señalados. podemos hacer sobre el mundo re-
ligioso es la de que este es un sis-
1.2.4. Por lo tanto, como méto- tema simbólico (Geertz, C: 1969).
do de exposición proponemos tres Tal afirmación está relacionada con
pasos: en el primero presentare- las nociones de símbolos y de sis-
mos, en términos generales, los tema.
elementos que juzgamos importan-
tes para analizar el sentido del fe- Por símbolo entendemos, en tér-
nómeno religioso. En segundo lu- minos generales, una expresión ma-
gar, presentaremos los ejes centrales terial y concreta que sirve como
del sistema religioso del afroameri- instrumento para expresar significa-
cano del Pacífico, haciendo una dos (Leach, E.: 1976, 18). Como
lectura del mismo. Finalmente pro- seres humanos, somos concreción
pondremos algunas líneas culturales material y al mismo tiempo somos
y de la formación social de este riqueza intelectual, afectiva, ética.
grupo que están incorporadas en el El mundo del dolor, del amor, de
sistema religioso y que servirán pa- la justicia, por ejemplo, no pue-
ra reflexionar, dialogar y actuar. den expresarse, manejarse, enten-
Señalamos sin embargo, que éstas derse y hacerse vivos fuera de la
últimas consideraciones no pueden simbolización. Por lo tanto, el amor
trabajarse aisladamente en su mane- se simboliza en un regalo, en un
jo pastoral, pues existe el peligro beso, en la expresión del rostro, en
de centrarnos en elementos adje- una fiesta o en el acto de unión
tivos. Deben entenderse a la luz sexual. En todas estas acciones, la
de las líneas y de los ejes del sis- manera de expresar el mundo ina-
tema. sible del afecto, de la sensación o
del discurso se realiza a través de
Entendemos que el trabajo de si- elementos concretos.
tuar y de articular el universo reli-
gioso que analizamos con el mundo Para expresar y manejar, por
social y económico-político, cae ejemplo, lo bueno y lo malo o las
fuera de los límites de este ensayo; relaciones de poder, usamos a veces
sin embargo, señalamos que el sen- colores especiales o posiciones espa-
tido total del universo y de la ac- ciales que pueden tener una conno-
ción religiosos solamente podrán tación ideológica: Dios, lo bueno,
captarse en su totalidad en la es blanco con todo lo que esto sig-

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nifica para la práctica de las rela- aprender a leer; son lenguajes que
ciones sociales; el mal es negro. La pueden tener múltiples códigos, los
autoridad está en lo alto y se iden- cuales son a su vez, formas concre-
tifica con lo alto; los súbditos es- tas de expresar significados: así,
tán abajo, deben doblar la rodilla, el lenguaje verbal usa un código de
inclinar la cabeza y escuchar. letras, palabras y frases; en la or-
ganización social, las relaciones sim-
Al decir que el mundo religioso bólicas entre el hombre y la mujer,
es necesariamente simbólico, quere- entre el rico y el pobre, entre el ne-
mos indicar al igual que cuanto hay gro y blanco, son códigos que ex-
en él es simbólico, pues es imposible presan y comunican lo que el hom-
manejar, entender y vivir lo reli- bre y la mujer, el rico y el pobre,
gioso fuera de la simbolización, el blanco y el negro significan en
ya que el mundo religioso trata en esa sociedad. Ahora bien, como
su misma esencia de realidades esa expresión no es un mero refle-
inasibles como son el sentido del jo mecánico de esas relaciones, si-
mundo, del dolor y del mal, en sus no una simbolización que se concre-
aspectos más profundos. ta a través de códigos complejos y
ricos, el clasificar y desifrar su sen-
De esta consideración se des- tido es una tarea necesaria.
prende que el tipo de simboliza-
ciones concretas que conforman La comida y la bebida son otro
el mundo religioso y la manera co- código importante de significados,
mo estas se manejan, sean muy pues hay comidas dstintas para ex-
importantes en la direccionalidad presar realidades distintas, entre
que toma dicho universo y en la ellas, el carácter de fiesta y de co-
manera como se conforma toda la tidianidad de la vida; lo mismo po-
conciencia social. En último térmi- demos decir de los espacios y de la
no, la práctica de un sistema reli- manera como ellos hablan, de las
gioso se reduce al manejo y el sen- actitudes de las masas populares
tido concreto que adquieren dichos y sus movimientos, de los gestos y
símbolos. expresiones corporales de las gen-
tes, de las formas concretas como se
2.1.2. La función primordial de materializa el poder, etc.; el mundo
los símbolos es la de poder expre- ritual y religioso se expresa a través
sar y manejar los significados socia- de varios códigos que debemos
les e individuales y por esta razón aprender a descifrar. Al analizar
su sentido es el de servir para comu- el mundo religioso debemos recor-
nicarnos (Leach : 1976, 23). Los dar que no existe separado, en sÍ,
símbolos son por lo tanto, una for- sino que a su vez expresa de múlti-
ma de lenguaje que a veces se en- ples formas la realidad social y cul-
tiende, otras veces no, pero que tural y que por lo tanto solo se en-
siempre habla para el que pueda y tiende al ser contextualizado dentro
quiera entenderlo. de ellas.

La cultura y la religión son len- Los símbolos, pues, sirven para


guajes simbólicos que debemos expresarnos, comunicamos, interac-

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tuar; median siempre las relaciones mos perdernos en la consideración
sociales de todo tipo (económicas, de cada uno de ellos, como si fue-
políticas, religiosas) y en ese senti- ran un mundo acabado en sí; por
do, conforman la realidad total; el contrario, debemos encontrar su
al mismo tiempo, significan y ex- sentido relacionándolo, dentro del
presan lo que es la sociedad y la conjunto simbólico, con los demás
cultura. elementos, en una primera instan-
cia, y relacionándolo luego, con to-
2.1.3. Ahora bien, insistimos en da situación social y cultural en que
que el mundo religioso es un siste- está ubicado.
ma de símbolos; al hablar de siste-
mas no queremos encasillamos en Así por ejemplo, para entender
una armazón cerrada, estática y for- la centralidad de la muerte, la im-
mal, como suelen interpretarla algu- portancia de los velorios y de los
nos estructuralistas; tampoco apun- espíritus de los muertos en la cul-
tamos a un todo orgánico y cerrado tura del litoral Pacífico (Price, T.:
en sí como lo señala el funcionalis- 1955, 34), no podemos aislarlos
mo. Al hablar de sistema queremos de la totalidad del mundo religio-
subrayar la realidad de relación y de so. Esta posición que aisla los ele-
relaciones que son siempre dialécti- mentos ha llevado a muchos analis-
cas y sin las cuales es imposible tas del universo religioso negro del
entender el mundo cultural y reli- Pacífico, sobre todo pastorales, a
gioso. Además queremos hacer én- decir que el afroamericano del Pa-
fasis en que el sistema no puede cífico es fatalista, mágico y oscu-
considerarse solamente como rela- rantista en sus valores pues todo lo
ción de nociones o de formas; el centra en la muerte. Sin embargo,
sentido real del sistema lo aportan sostenemos que la consideración de
las personas, los grupos sociales. los elementos del sistema no pue-
de hacerse aisladamente. El signifi-
Al hablar de sistema queremos cado de la centralidad del ceremo-
señalar ante todo, que para enten- nial mortuorio sólo se entenderá
derlo, debemos relacionar cada uno si la relacionamos con la vida que
de sus elementos con los demás, ya se vive en este mundo, por un lado,
que lo que significa cada uno se y por otro, con la vida del más allá
encuentran en relación, en su re- como ese grupo social la entiende
lación con los demás y con la totali- (cielo, infierno y purgatorio). Cree-
dad; por ejemplo, lo que la letra a mos que en la reiterada afirmación
significa totalmente, solo podrá de la muerte, lo que interesa real-
captarse en relación con las otras le- mente es la vida que se pierde y la
tras que forman una palabra y esta incertidumbre del más allá.
sólo podremos entenderla en el con-
texto del sistema del parágrafo o de Una segunda conclusión que po-
la frase (Levi-Strauss, C: 1976). demos sacar de esta consideración
sobre el sistema, es que es impor-
De la misma manera, al enfren- tante tratar de reconstruir antes que
tarnos con la "selva de los símbo- todo, la globalidad del mismo,
los" del mundo religioso, no pode- aunque sea de manera imperfecta y

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tratar de encontrar su sentido, di- no lo pudiéramos reducir a reali-
namismo y orientación general. Só- dades concretas; a través del mun-
lo así encontraremos el significado do simbólico lo logramos.
de los elementos particulares. Lo
mismo podemos decir, que para
entender el sistema religioso total, En la esfera religiosa ocurre el
tendremos que situarlo respecto al mismo fenómeno: los símbolos
papel que juega en la sociedad y concretos son la condición de po-
respecto a los aspectos que expresa sibilidad para clasificar el _bien y
de ella. Es necesario entender có- el mal moral o físico, Dios y el
mo la dinamiza, hacia dónde la lle- hombre con todas sus relaciones,
va y qué dice acerca de ella. la tristeza y la alegría, la retribu-
ción .y el pecado. La problemática
2.1.4. Para aclarar algo más lo de la magia y de la fetichización se
que hemos dicho acerca del sis- desprende de la manera como los
tema simbólico, nos parece impor- símbolos se entienden y se mane-
tante presentar ahora algunas fun- . jan; la posibilidad de la magia es
ciones de los símbolos: a través de inherente a cualquier sistema sim-
los símbolos clasificamos el mundo . bólico y por lo tanto religioso. En
y lo hacemos manejable (Durk- la cultura religiosa del litoral Pa-
heim-Mauss: 1976); la clasificación cífieo estos fenómenos existen en
implica una simplificación y una la manipulación de las imágenes, de
condensación de muchos elementos las oraciones, de los escapularios,
que hacen del símbolo una reali- de los ritos funerarios o de los ele-
dad que facilita el proceso de enten- mentos de la naturaleza, tanto para
der (Turner, V: 1974, 18). Al ha- el bien como para el mal; en nuestra
blar, por ejemplo, de blanco o de manera de vivir el cristianismo, tam-
negro en una sociedad que discri- bién podemos fetichizar y hacer
mina, clasificamos, condensamos y actuar mágicamente la ley, la auto-
simplificamos junto con lo blanco, ridad eclesiástica o los mismos sa-
a Dios, a la persona laboriosa, al cramentos.
educado, al inteligente, al civiliza-
do, etc., mientras que, por otro
lado, lo negro o el negro es 10 infer- Por otro lado, con los símbolos
nal, lo perezoso, 10 ignorante, lo no sólo clasificamos y dividimos
"primitivo". ¡Ah! Suerte negra. sino que también hacemos (Van
Gennep, A.: 1975, 34), creamos
realidades sociales y culturales que
El bien y el mal pueden ser sim- no pertenecen estrictamente al
bolizados a través de países como m undo técnico. La creación técnI-
los E~ados Unidos y Rusia, ela- ca se realiza a través de la planea-
. baranda a lo largo de este proceso ción y ejecución de objetos en los
toda- una cadena que simplifica y que se manipula una realidad CWlD-
condensa. El mundo de la reali- tificable con fines concretos: por
dad y de la fantasía sería muy di- ejemplo, si cortamos madera y tene-
"fícil de manejar y de entender si mos instrumentos apropiados, po-

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demos hacer, construir una mesa (2). lo' o un mismo sistema simbólico
En el mundo social y cultural y por puede tener varios significados. Esta
lo tanto en el religioso, creamos rea- característica llamada la motivoca-
lidades a través de los símbolos: lidad (Turner, V: 1974) le da al
piénsese por ejemplo, :cómo cambia símbolo una fuerza de condensa-
la vida de una persona después del ción que puede ser explotada des-
rito del matrimonio; cómo por de diversos ángulos: un beso puede
una ceremonia una persona queda significar amor, traición, odio, ri-
constituÍda como presidente o jefe dículo. El mismo rito religioso
de estado; cómo, después de un puede significar mucQas realidades
"chigualo", el angelito entra al y por lo tanto, puede operar a re-
cielo (Garrido, J.M.: 1980). forzar muchas transformaciones di-
versas: puede unir o dividir, puede
Los rituales, que son complejos llevar a Dios o alejarlo de El, puede
procesos simbólicos, tienen como expresar alegría o trizteza, paz o
una de sus funciones el operar trans- angustia, comunión o conflicto, ru-
formaciones sociales y culturales ep tina o conciencia.
las que se integran elementos ideo-
lógicos y afectivos por medio de los Muchas personas descalifican los
cuales se operan cambios individua- símbolos religiosos o algunos de
les y colectivos (Turner, V: 1975, ellos por lo menos, al tildarlos de
14). Tales transformaciones cere- alienantes, de mágicos, etc. Sin
moniales ocurren en las fiestas, los desconocer que todo tipo de sim-
carnavales, en los ritos individuales bología (por ejemplo la política)
de transición, en las demostraciones puede tener esa función, conside~
colectivas, en los deportes, en los ramos que el problema está no sola-
ritos culturales, en los ciclos de ce- mente en el símbolo mismo, por
lebraciones. ejemplo, una candela, sino además
en el contexto en que usa, el cual
Otra característica importante de le da una significación concreta
los símbolos es su ambigüedad rompiendo así la ambigüedad sim-
(Izquierdo, G: 1978). El problema bólica.
de la lectura y de la expresión sim-
bólica no está tanto en detectar la 2.2. El Universo religioso
existencia de los símbolos sino en el
saber qué significan concretamente. Como hay múJ.tiples sistemas
El mismo código simbólico puede simbólicos, la segunda afirmación
expresar realidades muy distintas que queremos hacer sobre el mundo
en sitios diferentes. Puesto que los religioso es que este tiene un hori-
símbolos expresan realidades y acti- zonte específico; el sistema simbó-
vidades humanas, un mismo sÍmbo- lico del mundo religioso expresa

(2) Nótese que la mesa puede encerrar y ordinariamente encierra elementos simbólicos que desbor·
dan el mundo de la técnica. Piénsese en la mesa del comedor, distinta de la mesa del altar, distin-
ta de la mesa de centro de una sala, etc.

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concepciones, actitudes, sentimien- La religión no trata de escapar
tos que se refieren a un orden ge- del sufrimiento sino que lo aborda,
neral de la existencia (Geertz, C: lo enfrenta y por medio de ritos
1969,16). Como el hombre no pue- (procesos simbólicos) lo canaliza
de vivir en el caos total, sino que afectivamente, lo expresa, le da.una
por el contrario necesita manejar direccionalidad, lo define y lo
la existencia social e individ ual, orienta de acuerdo al sentido de
encuentra en el mundo religioso cada uno de los sistemas religiosos.
un sentido último respecto a tres Entran aquí de nuevo elementos
problemas de su existencia: culturales, ya que no todos los gru-
pos sociales viven y manejan la
paradoja del dolor de la misma
2.2.1. El mundo religioso aporta manera. La religión, por tanto,
en primer lugar, un horizonte de actúa, afronta y expresa el dolor
explicaciones últimas sobre la exis- que se vive. En la cultura negra del
tencia humana, una ubicación y una litoral Pacífico, el mundo religioso
orientación del grupo de creyentes de velorios y alabados, la devoción
situándolos, de manera coherente, a los santos, la música y los cantos,
en el universo, en la tierra, en la so- los Belenes de santos, las procesio-
ciedad, en el tiempo y con respecto nes, la función de los espacios sa-
a su propio yo. Frente a un posible grados y muchísimos elementos de
caos de ubicación, la religión cris- magia, se refieren, en gran parte
tiana, por ejemplo, presenta el hori- a esta realidad.
zone de la creación, la redención
y ei mundo escatológico, con todo 2.2.3. Un tercer núcleo de pro-
lo que ellos significan en la vida blemas, que expresa y maneja el
concreta de los cristianos. Precisa- mundo religioso a través de símbo-
mente en la segunda parte de este los y conformando el sistema reli-
ensayo, nos referiremos a este pun- gioso total, se refiere al cómo ac-
to respecto a la religiosidad del li- tuar, presenta pautas y valores para
toral Pacífico. En esta esfera, los calibrar la acción humana (perso-
símbolos juegan un papel central nal y social) en el aspecto ético del
como forma de tratar y manejar bien y del mal (Geertz, C: 1969,
estos elementos. 25). Las paradojas qumanas de la
injusticia y de la violencia, de la
discriminación y del fracaso, del ha-
2.2.2. En segundo lugar, el mun- cer daño y destruir, del engañar y
do religioso trata otro núcleo de del perjudicar, son tratadas por
problemas vitales: los relacionados medio de símbolos con el fin de
con el dolor humano, tanto en la encontrar un mundo de valores pa-
manera de situarlo, de buscar sus ra aclarar y manejar a este nivel,
causas, cuanto en la forma de abor- el caos de la existencia.
darlo con toda la crisis afectiva y
de desintegración social e indivi- El mundo valoral no implica
dual que este comporta (dolor fí- necesariamente la uniformidad y la
sico, enfermedad, muerte, violen- organicidad estática planteada por
cia). el funcionalismo en sus análisis. El

204 EL. MUNDO REL.IGIOSO DEL. AFRO·AMERICANO DEL. L.ITORAL. PACIFICO


mismo mundo valoral puede ser 3. LA SOCIALlZACION RELIGIO-
enfocado e interpretado de maneras SA
diversas creando una dialéctica so-
cial (Izquierdo, G: 1979). Despunta 3.1. El mundo religioso no sola-
aquí todo un posible manejo ideo- mente afronta los problemas de
lógico de los valores éticos que pue- que hemos hablado y les da senti-
de hacer enfrentar o reforzar las do, sino que traduce e incorpora
divisiones en el mismo grupo reli- de hecho esas creencias yesos sÍm-
gioso en el que las distintas faccio- bolos a la vida ordinaria, haciendo
nes manejan el mismo conjunto de de ellos una verdadera realidad.
valores éticos interpretándolos de (tal vez la principal realidad real).
manera diversa. En otras palabras, el mundo reli-
gioso, para los que creen, no es
Volviendo al mundo religioso una mera especulación y en esto se
del litoral en su aspecto ético, po- distingue de la filosofía; todo el
demos pensar en la fantástica en- mundo religioso parte de una fe, es
carnación de la "mala madre" decir, de una creencia de que todo
en el monstruo llamado la TUN- lo que profesa es real.
DA, que habita en los esteros y
manglares donde trabajan las mu- A este respecto es muy impor-
jeres y que se roba a los niños, o tante analizar en qué se basa esta
en la encarnación del elemento fe; ordinariamente suele provenir de
que disuelve el hogar y daña a las alguna autoridad. En el anatisis con-
doncellas en el "Duende" quien creto del mundo religioso esta inda-
persigue a las mujeres en sus prime- gación es un factor central.
ros años de matrimonio y trata de
iniciar sexualmente a las jóvenes De esta manera, los que creen,
de manera incorrecta; piénsese tam- se incorporan a la vida social, la
bién en el "Buque Fantasma" transformación, luchan y tal vez
cargado de almas que sufren y se mueren para defender lo que creen.
lamentan, o en toda la relación con De allí, entre otras cosas, la dificul-
los santos, con el infierno o con los tad de transformar las creencias y
muertos vivos. Todos éstos elemen- los símbolos de los grupos sociales
tos son simbolizaciones del mundo y de allí también, la importancia
ético del litoral. que toman estos símbolos para con-
servar y plasmar la identidad de
La religión no pretende negar lo un grupo social atacado, persegui-
innegable respecto al caos, al dolor, do o en peligro de desintegración.
al bien o al mal; hay cosas que cau- Este sentido de la realidad real
san desorden; la religión ordena ese del mundo religioso constituye a la
caos a través de representaciones fe en un tipo de conocimiento
simbólicas, lo maneja y le da senti- distinto (aunque no necesariamen-
do. Esto no quiere decir, por su- te opuesto) al conocimiento de sen-
puesto, que la religión siempre tido común, al conocimiento cientí-
maneje esos problemas de manera fico positivista o al conocimiento
satisfactoria o acertada. artístico (Geertz, C: 1969, 42).

GABRIEL IZQUIERDO, S.J. 205


El conocimiento religioso entra a de una representación en la que se
integrarse y a mediar así, toda la participa de una manera total. No
actividad humana. ' importa que sean públicos o priva-
dos, rutinarios o muy conscientes;
3.1.1. El conocimiento afectivo, de todas maneras allí, el orden del
ritual y social que se vive en el mun- mundo, el dolor, el bien y el mal
do religioso se adquiere fundamen- se aceptan, se viven o se rechazan
talmente a través de dos procesos: de 'un modo determinado; se con-
el primero de ellos se realiza por frontan y se manejan de una forma
medio de la socialización religiosa, típica. A través de ellos se desarro-
por la cual, desde los primeros años llan dinamismos y orientaciones pa-
de vida, los símbolos y los actos ra actuar sobre la realidad.
religiosos entran a formar parte
del mundo cultural (Bourdieu, P: El afro-americano del Pacífico
1977, 44). Las imágenes religiosas, tiene, nO" es necesario decirlo aquí,
los rituales, las reuniones, las activi- todo un ceremonial riquísimo que
dades sociales de la familia y de .es importante en el mantenimiento
la sociedad contribuyen a introyec- de su identidad étnica, del desarro-
tar en el yo y en el grupo humano llo religioso y en múltimples oca-
el mundo religioso. siones en el origen de sus conflic-
tos sociales.
3.1;2. En segundo lugar, la expe-
riencia de que el mundo religioso De todo lo dicho, nos parece im-
es real, y el mismo aprendizaje re- portante notar que es necesario
ligioso a lo largo de la vida, se el hacerse presente en el proceso de
afianza y se desarrolla a través de la socialización y considerar que este
acción simbólica de los ritos indivi- mismo proceso~s central para la
duales y sociales: ahí, este mundo orientación que tome todo el sis-
religioso se hace realidad práctica tema religioso. Por tal razón nos pa-
(Durkheim, E: 1965; Spiro, M: rece esencial el que la acción pasto-
1969; Geertz: 1969; Turner, V: ral se inserte en la misma vida de la
1975), efectiva, concreta, maneja- gente y desde allí, junto con el
ble. pueblo, trate de transformar las re-
laciones sociales, lo cual influirá
Siendo el mundo simbólico una en el proceso de socialización re-
realidad que no solamente expresa ligiosa y en la orientación que tome
concepciones ideales sino que ca- el mismo mundo religioso.
naliza, expresa, plasma y concreta
un universo de emociones y afec-
tos, los procesos rituales son mo- 3.2. Pero el impacto de los ritos
mentos y espacios en los que todo mismos se efectúa primordialmente
ese conjunto se afianza y se con- fuera de su misma celebración, en
creta. la vida cotidiana (Geertz, C: 1969,
35). Un efecto de la eficacia simbó-
Los ritos condensan y represen- lica del ritual se realiza en la confi-
tan plásticamente aquellos en que guración de la vida social y en su
se cree; actúan con toda la eficacia influjo en ella, al integrarse con el

206 EL MUNDO RELIGIOSO DEL AFRO·AMERICANO DEL LITORAL PACIFICO


conocimiento de sentido común tradas en la transformación de la
con el que actuamos diariamente, realidad, etc ..
interpretando así la realidad toda
desde el ámbito religioso. Este pro- 4.2. Junto con estas motivacio-
ceso hace de la religión un elemen- nes se crean y se desarrollan tam-
to indispensable y siempre presente bién actitudes religiosas que son co-
en la actividad social y política de mo estilos culturales con los que se
un pueblo. vive el mundo religioso y se afronta
la realidad. Las actitudes se diferen-
cian de las motivaciones en cuanto
4. EL SISTEMA RELIGIOSO CO- que no tienen de por sí una direc-
MO GENERADOR DE MOTI- cionalidad que lleva a la acción, si~
VACIONES y ACTITUDES no en cuanto que imprimen modos
de ser, estilos específicos en los gru-
4.1. Por último, debemos consi- pos sociales; así hay religiones, o
derar que en todo este actuar reli- formas de vivir la misma religión
gioso, dados los símbolos y el sen-
que desarrollan actitudes de temor;
tido global del sistema, se desarro- otras de esperanza, otras de reveren-
llan motivaciones y actitudes pro- cia y adoración, otras de culpabili-
fundas que establecen orientaciones dad y negativismo ante la vida.
especiales en el' actuar del pueblo
que cree. La religión define siempre
orientaciones en el quehacer, metas
hacia las cuales impulsa al grupo de 5. Para completar el cuadro del
creyentes; genera así una serie de mundo religioso, debemos seña-
motivaciones que lanzan a los fieles lar que es importante caer en la
en una o en otra dirección, defi- cuenta de los aspectos institucio-
niendo su experiencia de vida, su nales del mismo (Bourdieu: 1977).
práctica social y cultural. Ordinariarp.ente el mundo religioso
se desarrolla en un campo dentro
Hay religiones que centran a sus del cual hay actores que se consti-
fieles en prácticas relacionadas con tuyen en elementos que controlan
motivaciones sereIias y contemplati- y detentan la autoridad y la organi-
vas, como el hinduísmo; otras se zación toúa del universo religioso;
orientan más hacia un actuar agre- legislan, sancionan, reflexionan y
sivo, como el islam; otras hacen de crean formas, ritos y ciclos enteros
la elegancia y de la sofisticación de socialización; dentro de ese
ceremonial el objeto mismo que del campo hay otros actores que obe-
quehacer religioso, como las religio- decen. Aunque no es el propósito
nes sincréticas de Java. Dentro del de este ensayo entrar a profundizar
cristianismo la motivación o direc- en este aspecto, sí notamos que es
cionalidad central debería ser el un elemento que debe tenerse en
amor; sin embargo este se vive y se cuenta para entender y delinear el
intepreta de diversas maneras: a ve- funcionamiento del mundo religio-
ces, por ejemplo, con una motiva- so, El elemento institucional influ-
ción tendiente a un mundo espiri- ye en el manejo y en la conforma-
tual, más contemplativo, otras, ce n- ción de la realidad simbólica.

GABRIEL IZQUIERDO,S.J. 207


6. Al terminar la exposición de esta digos simbólicos y culturales y no
primera parte, y para recapitu- participamos realmente en su expe-
lar lo expuesto hasta aquí, propo- riencia religiosa, no podremos cap-
nemos los siguientes puntos o pre- tarlos en su densidad y profundi-
guntas concretas que pueden servir dad.
para efectuar un análisis detallado
de la religiosidad del afro-americano
del literal Pacífico: 11. SISTEMA RELIGIOSO AFRO-
AMERICANO DEL LITORAL
¿Cuáles son los elementos simbó- PACIFICO
licos centrales en la constitución
del universo religioso del afro-ame- A continuación presentamos ten-
ricano del Pacífico?, ¿Cuál es el tativamente el sistema religioso del
significado general del sistema reli- afro-americano en la formación so-
gioso en cuestión?, ¿Cuáles son los cial del litoral Pacífico; somos cons-
elementos centrales en la concep- cientes de que nuestro análisis se
ción de la realidad del mundo?, refiere primordialmente a ese mun-
¿Cómo se enfrenta al problema del do y de que no entramos a trazar
dolor y a través de qué códigos sim- la función social de ese horizonte.
bólicos lo trata?, ¿Cuáles son las vi- Creemos sin embargo que este pri-
siones éticas centrales en el horizon- mer paso es necesario para una ul-
te de ese universo? terior reflexión y contextualiza-
ción de ese universo.
¿Cómo se socializa religiosamen-
te, a través de la familia, de los ritos Por otro lado, notamos que en
públicos y privados y de la misma las situaciones urbanas, la desinte-
actividad de la sociedad?, ¿Qué gración cultural y social operada
motivaciones y actitudes concretas por la articulación de este grupo al
despierta en este grupo social?, sistema de producción capitalista,
¿Cuáles son los elementos institu- típica del proletariado o de los
cionales más importantes dentro de grupos desempleados y sub-emplea-
este mundo, respecto a la misma dos en nuestro continente afecta
comunidad y respecto a la Iglesia el sistema de organización social,
Católica? cultural y religioso de este grupo.
En este caso, deberíamos analizar-
lo de acuerdo a su desplazamiento
De todo lo que hemos presenta- gradual en el espacio (veredas, po-
do, entendemos que el mundo reli- blados, ciudades intermedias y ur-
gioso del afro-americano del litoral, bes) a través de los fenómenos mi-
desborda el nivel del llamado "fol- gratorios.
klor" y de las meras manifestacio-
nes adjetivas que llaman la atención Sin embargo, muchas de las for-
a los observadores de los centros de mas socio-culturales y religiosas
poder. El mundo religioso del se conservan y se renuevan en los
afro-americano trata de una serie velorios, en las crisis de la vida o
de problemas importantes. Repeti- en las visitas a los ríos de origen
mos que si no partimos de sus có- durante festividades religiosas cícli-

208 EL MUNDO RELIGIOSO DEL AFRO-AMERICANO DEL LITORAL PACIFICO


cas o patronales, aunque con- ca- Volviendo al análisis del sistema
racterísticas conflictivas, las más religioso señalamos de nuevo, que
de las veces, entre los grupos que nuestro propósito en este ensayo
viven en el campo y los que viven es el de presentar una: visión global
en las ciudades. A pesar de esto, del sistema 'Y de las características
la intelección del sistema religio- principales de la lógica de .pensa-
so, eminentemente rural, es el pri- miento que subyace a este universo
mer paso y sirve de buena base religioso. .
para la discusión e intelección de
la problemática religiosa de los
migrantes a los centros urbanos. 1. UNIVERSO RELIGIOSO

MAL MUERTE MAL INFIERNO

GABRIEL IZQUIERDO, S.J. 209


1.1. En primer lugar, encontra- bien. Hay una concentración cultu-
mos que el universo religioso de ral de ellos en esos espacios y la
este grupo está conformado por dos simbología religiosa es eminente
niveles centrales que interactúan antropocéntrica. En los poblados
constantemente: se encuentran también vagando es-
píritus del mal, brujos y demonios,
1.1.1. Del lado izquierdo de la re- sin ,embargo, su presencia .es más
presentación se 'encuentra este mun- fácilmente controlable.
do, esta VIDA, de la cual hablare-
mos en detalle más adelante. Esta El otro polo de esta vida se de-
Vida se desarrolla sobre todo en sarrolla en el espacio cósmico y
lo atinente al mundo religioso en natural conformado por los astros,
dos polos distintos pero comple- sobre todo la luna, que rige el tra-
mentarios: el PUEBLO, el caserío, bajo y las mareas, la selva, las aguas
la vereda donde el universo religio- (ríos y mar) y los manglares y este-
so en más controlable, más claro y ros que son zonas liminales o tran-
más conocido por el grupo y donde sicionales entre la selva y el agua
se concretan en múltiples maneras (.rÍo o mar). Este espacio está po-
las :pelaciones sociales comunitarias blado de espíritus y figuras legen-
(que a su vez serán la materia del darias con connotaciones religiosas
mundo religioso y en cierto sentido que se refieren al mundo oscuro y
servirán de patrones ,formales para a veces inmanejable del mal.' Los
organizar las, re)aciones de e¡:¡e uni- monstruos y figuras legendarias (la
verso): los matrimonips y la rela- Tunda, el Duende, la Madre Agua,
ción in1¡er-sexuru, los grupos de la Sirena) son síntesis de los ele-
edad (ancianos, adultos y niños), mentos naturales y de la cultura
las jerarquías sociales y económicas, ético-religiosa. La Tunda o mala
relacionadaS. tddas ~lla$ por una ló- madre, por ejemplo, es una mujer
ca de reciprocidad (}Vhitten, N: que al abandonar a su hijo se con-
1968). virtió en una bestia, con garras en
las pies, con pico horrible que se
En el poblado se encuentran los alimenta de los maricas que· hay
espacios sagrados privilegiados y de en los manglares (donde trabajan
carácter comimitario o' individual las mujeres). Sin embargo su for-
como la Iglesia, el cementerio, los ma de vida y sus hábitos fisiológi-
belenes, los santuarios o altares cos más se asemejan a los de los
de los santos. En esas cdncentracio- animales. De su ano brotan cama-
nes humanas (poblados) se cele-, rones sin digerir y su mal olor es
bran los ritos fúnebres (los velo- notable. Este monstruo se roba a
rios), los bautizos, las fiestas pa- los niños, sin embargo su poder
tronales y los ciclos sacros como la queda conjurado cuando los niños
semana santa y la navidad. Aunque recitan el Bendito.
en los poblados los espacios sagra-
dos se identifican claramente, en- Podríamos ir analizando y pre-
contramos en ellos una concentra- sentando cada uno de estos mons-
ción, un espacio conocido y pleno truos, síntesis de naturaleza y cul-
de santos y espíritus de ,vida y de tura y con claras connotaciones mo-

210 EL MUNDO RELIGIOSO DEL AFRO·AMERICANO DEL LITORAL PACIFICO


rales. Cada uno de. ellos se sitúa su vez está conformada por dos ni-
dentro del mundo natural én espa- . veles: el cielo y el infierno; el cielo
cios que por la división sexual del está compuesto por la gloria y por
trabajo o de las actividades corres- un espacio liminal, de transición
ponden al hombre o a la mujer. llamado el purgatorio donde perma-
necen las almas o los espíritus de
El mundo de la naturaleza está los difuntos adultos (Price, T:
además poblado de todo tipo de 1955, 91) que deben pagar por sus
animales (peces, pájaros, fieras) que pecados y por el mal cometidq en
adquieren características antropo- este mundo. En el cielo-gloria es-
mórficas y que. figuran frecuente- tán Dios, Jesús, el Santo Mayor, los,
mente en coplas, leyendas, bailes santos, las almas de los niños bauti-
y cánticos. Los animales se alinean zados que han muerto (angelitos)
en el mundo del bien o del mal, de y los adultos que ya han purgado
la buena y de la mala suerte, de los sus penas, aunque de estos poco se
espíritus que anuncian la vida o la habla en referencia a la gloria.
muerte.
En el purgatorio, las almas son
El mismo mundo de los fenóme- pesadas por San Pedro y luego ad-
nos naturales, como los sismos, mitidas a la gloria o llevadas a ella
las inundaciones, las' mareas, las por Jesús y otros santos o condu-
lluvias, habla todo de la acción cidas al infierno por el diablo. El
de fuerzas desconocidas pero ani- purgatorio como espacio ambiguo
madas que entran en relación con y de transición, tiene entrada al
los hombres desde el ámbito del cielo y al infierno.
mundo religioso, especialmente del
mal. En el infierno habitan el demo-
nio y las almas de los muertos adul-
En contraposición al mundo de tos merecedores de muchas penas
los poblados, el espacio de la natu- a causa de su actuar errado. Con
raleza: selva, agua, manglar y as- ellos convive la categoría de otros
tros, es un universo que está lleno seres: los muertos vivos, que salen
de misterios, de sobresaltos; es un por el cementerio y que vagan por
mundo colmado de códigos que los campos y aparecen de noche en
habla generalmente de temor y de los poblados.
misterio relacionado con los espa-
cios bajos del mundo religioso Si analizamos' con cuidado ese
(Celorio, F: 1976; Garrido, J. M.: mundo, es decir, la otra vida, nos
1980). encontramos con una clara contra-
posición entre el bien que está del
Señalamos de nuevo, que los ele- lado de Dios y de los santos y que
mentos y códigos simbólicos de esta significa VIDA, gloria, y el mal que
vida, los presentamos aquí de ma- se simboliza en el demonio, en los
nera introd uctoria. muertos vivos en el infierno y que
identifica con la muerte el peca-
1.1.2. El segundo nivel central es do, el sufrimiento, la oscuridad y
el otro mundo, la otra vida, que a . el dolor.

GABRIEL IZQUIERDO, S.J. 211


Estas dicotomías VIDA-MUER- la primera se refiere a la de los ni-
TE, bien-mal, alegría-dolor, se ex- ños bautizados, angelitos, que se re-
'presan a través di una simbología laciona con la seguridad de poseer
de personificaciones muy concre- la gloria, la VIDA. Estos angelitos
tas (santos-demonios) en cuyas rela- son los niños desde su nacimi~nto
ciones se incorporan elementos es- hasta la edad pre-pubescente o pu-
paciales (alto-bajo; subir, bajar), bescente que no hayan tenido re-
materiales y cuantitativos (pesar las laciones sexuales (Whitten, N: 1976,
almas, entradas y salidas). El espa- 135).
cio transicional, el purgatorio, es
una franja de incertidumbre sobre El paso de los mnos se celebra
la cual los santosy los vivos 'pueden con alegría-triste; en su ritl1:al, lla-
influir a través de acciones muy mado el chigualo, la mujer, como
concretas (oraciones, ritos, fórmu- madre y en clara alusión a la matri-
las exactas, etc.) (Proce, T: 1955, focalidad de la familia y de l~ casa
152). juega un papel central en la prepa-
ración y el manejo del cadáver del
1.2. Tratando de realizar el obje- niño, en el liderazgo del arrullo, en
tivo de nuestro ensayo que es el de la localización' eSPacial duránte el
encontrar los elementos simbólicos rito (Whitten, N: 1976, 134); en
clave para entender las líneas di- el chigualo, los juegos que se desa-
reccionales de todo el sistema reli- rrollan entre los participantes y los
gioso, nos fijamos ahora en los ele- arrullos tienen un tono festivo; las
mentos que relacionan esta vida letras y los ritmos se refieren a
con la otra. Este momento o paso Sentimientos de paz y ternura (flo-
llama la atención pues está rodeado res, rosas, coronas, limpieza, san-
de elaborados rituales que a veces se tos); en él solamente se reunen los
prolongan grandemente. La impor- familiares más cercanos y los veci-
tancia del ritual nos da una pista nos que viven en la población.
para entender la centralidad de es- (Price, 'T: 1955: 152; Whitten,
tos elementos. ' 1976: 136).

1.2.1. En primer lugar nos en- La otra cara la presenta la muer-


cont:Pamos con el puesto clave que te del adulto, quien por serlo, ha
tiene en todo este sistema religioso podido pecar, hacer MAL. Aquí
la realidaq de la MUERTE, con to- aparece ISABEL-la-MUERTE, co-
do lo que ella significa, no solo mo ellos la personifican. Su impor-
como momento de transición sino tancia se expresa en la reunión de
como realidad humana que desga- los parientes que vienen de lugares
rra y angustia (Celorio; F: 1976; lejanos y en la exigencia y cuidado
Garrido, J. M.: 1980). de un elaborado ritual: el velorio, el
novenario, las celebraciones al mes
Siri embargo, la muerte tiene y al cabo de año; las rezanderas, los
dos caras: una alegre y otra angus- alabos, los vasos de agua, las dispo-
tiosa, una llena de esperanza y la siciones estrictamente normativas
otra colmada de dolor y tristeza; del arreglo del cuerpo, de su dispo-

212 EL MUNDO RELIGIOSO DEL AFRO·AMERICANO DEL LITORAL PACIFICO


SlclOn espacial, de la 10calizaGión del cementerio (región de la muer-
de los dolientes. El templo y los te) y por ella entran a la tierra el
lugares sagrados (altares) aseguran demonio y los muertos vivos. N0-
un tránsito tranquilo al más allá. tamos la importancia que tiene la
Los ceremoniales funerarios exigen relación cementerio -muerte-demo-
un cuidado meticuloso pues el equi- nio-secreto-oscuridad. A través de
vocarse en ellos es socialmente pe- tales seres entra el mal en todas sus
ligroso. formas (física, moral, de malefi-
cios, de fantasmas, de magia malig-
En la visita de Isabel-la Muerte, na) que daña y perjudica a la comu-
además de convocarse la comuni- nidad.
dad y de ser un momento solemne
de transición, se sintetiza también Además de esta clara instrucción
el mundo fantástico de la memoria del mal, las almas en pena, cuyo
social a través de la narración de estado de transición e incertidum-
cuentos y leyendas en los que apa- bre se vuelve a subrayar, pueden
rece vivo el sentido del mundo so- pasar del purgatorio a los pobla-
cial y de los elementos cósmicos. dos. Aunque no se identican, con
Tales narraciones suelen ser hechas el mundo de la oscuridad, sin em-
por ancianos cuenteros'. En la bargo portan algo de este y por tal
muerte por lo tanto se actualiza razón son peligrosas.
como en un micro-cosmos toda la
vida cultural del afro-americano, Pero la otra vida no se relacio-
vida de concepciones y de afectos, na con esta solamente a través de
I

de tradición y de presencia de rela- la muerte; se da también una irrup-


ciones sociales con todos sus pro- ción de VIDA proveniente del otro
blemas. Todas estas formas, evoca- mundo, que asegura la VIDA para
ciones, actualizaciones y normas ex- el hombre (ayuda en el trabajo,
presan, sin lugar a dudas la enorme salud, éxito, amor, bien moral) y
importancia de la muerte en esa que implica la relación entre la VI-
formación social. DA religiosa y el mundo; tal rela-
ción se lleva a cabo a.través del tem-
1.2.2. Pero en la relación de esta plo o del altar familiar que es la
vida con la otra, existe un segundo caSa de los santos (Price, T: 1955,
movimiento que se refiere, no al 177); se realiza a través de las fies-
paso de este mundo al otro, sino de tas de los santos (patronales y bele-
la otra vida a esta; a través de este nes), en las fiestas de semana santa
paso, el otro mundo irrumpe en la y navidad, que tienen de nuevo ca-
vida ordinaria de dos maneras que racterísticas solemnes y para las
se refieren de nuevo a la MUERTE que existe un elaborado ritual.
y ala VIDA.
En tales festividades en las que
La primera (irrup~ión de la la otra vida irrumpe en esta, se con-
MUERTE) no tiene ningún ritual voca de nuevo a la comunidad des-
que la rodee y se realiza de manera de lugares lejanos y la alegría se
secreta, en la oscuridad de la noche; expresa de múltiples formas: arru-
esta irrupción se efectúa a través llos, pólvora, licor, oraciones, vesti-

GABRIEL IZQUIERDO, S.J. 213


dos, procesiones. De nuevo, en estas ritus del mal y en el tránsito incier-
fiestas, la mujer desempeña un pa- to de los adultos al otro mundo. La
pel destacado sobre todo en los situación ainhigüa de los adultos
Belenes santos, en los que de ma- que han hecho bien o mal se expre-
nera análoga a la de la celebración san en un estado neutro de pere-
de los chigualos, actúa como dueña grinaje entre el purgatorio y la tie-
de la estatua, síndica, fiestera, can- rra hasta que se defina su calidad
tadora, etc. moral.
En tales celebraciones se guarda De nuevo aquí, la simbólica se
un respeto por lo "sagrado" (se ta- encarna en personificaciones muy
pa la cara al santo con velo cuando concretas, en el manejo de elemen-
.se va a beber) pero se expresa y se tos palpables y manejables (imágen-
recibe la VIDA con sus connotacio- nes, altares, vestidos) en los que la
nes físicas (salud, bienestar econó- plástica viva y llena de colorido son
. mico), morales, sociales y cósmicas. centrales. La lógica de las relaciones
con santos y espíritus que expresa
1.2.3. En esta relación de los dos la problemática MUERTE-VIDA re-
mundos que se comunican e inte- plica en mucho la lógica de la reci-
ractúan dinámicamente, nos en- procidad, existente en las relaciones
contramos definitivamente con la sociales de este grupo.
centralidad de la muerte, sin em-
bargo, sería un error pensar que la
religión del afro-americano del Pací- 1.3. Hasta este momento nos he-
fico es fatalista, o centrada en la mos centrado· en el análisis de los
muerte o en la angustia. Admitien- elementos que hemos considerado
do que la muerte, con todo lo que fundamentales en el sistema religio-
ella significa, tiene un lugar preemi- so del afro-americano del Pacífico
nente en el sistema religioso del Pa- a partir de los momentos transicio-
cífico, afirmamos que si se da esta nales de esta VIDA a la otra vida y
centralidad es porque la VIDA es a partir de lo que ellos conciben co-
lo que realmente interesa y porque mo la otra vida.
la VIDA ocupa el primer plano.
De dicho análisis hemos concluí-
Por lo tanto la centralidad de la do en primer lugar que la MUER TE,
muerte sólO puede entenderse en como eje transicional es central
relación a la centralidad que tiene pues a través de ella se define la
la VIDA; este proceso significa en VIDA o la MUERTE de los hom-
el fondo la relación entre el bien bres en el otro mundo j en segundo
y el mal (lo bueno y lo malo); esta lugar vimos que también son centra-
relación se expresa claramente en les la irrupción de la VIDA en este
el paso de los SANTOS y en su ac- mundo a través de los santos y la
ción en este mundo y en la celebra- entrada de la muerte por medio de
ción de los chigualos que significan la presencia y la acción del diablo y
irrupción de VIDA y paso a la Vida, de los espíritus malos que ponen en
por un lado, y en el desencadena- peligro la vida de los hombres. En
miento del demonio y de los espí- tercer lugar hemos concluído que la

214 EL MUNDO RELIGIOSO DEL AFRO-AMERICANO DEL LITORAL PACIFICO


preocupación central por la muerte para hacerlos conscientes de sus ne-
sólo se explica por la importancia cesidades y pedirles ayuda en la se-
y la centralidad que ellos dan a la guridad de que serán escuchados.
vida. Los santos son abogados de los
hombres, se interesan por sus en-
Pasemos ahora a considerar el pa- fermedades, los protegen de los
pel que juega esta vida dentro del malos espíritus y de la brujería,
sistema religioso. Aunque metodo- los ayudan en materias prácticas
lógicamente hemos comenzado como el trabajo, el amor, la b.uena
nuestro análisis partiendo de la otra suerte (Price, T: 1955,34).
vida, estamos convencidos de que la
. clave interpretativa de todo el sis- Los santos son vanidosos, tienen
tema se encuentra en esta vida. La necesidades y emociones, les gusta
preocupación por la muerte y por ser famosos y disfrutan de la risa
las irrupciones del bien o del mal de y de la alegría de las fiestas que se
la otra vida son centrales en la me- celebran en su hon'or, aunque siem-
dida en .que afectan esta vida, en la pre de be tenérseles especial respeto'.
medida en que la aseguran en el El culto a los santos, que es la ma-
mundo del más allá y en la medida nera de entablar relaciones con ellos,
en que esta vida es central en su se realiza a través de formas concre-
mundo de significados. Por esta ra- tísimas como son los belenes y las
zón es importante que al abordar fiestas patronales, las oraciones, que
el análisis del mundo religioso en tienen valor en la medida en que
este mundo, no perdamos de vista sean exactas y guarden la tradición,
esta perspectiva. las candelas, las estatuas, imágenes
o policromías que se consideran
1.3.1. Este mundo está poblado como el santo mismo.
de seres sobrenaturales que de nue-
vo simbolizan la, relación entre la Los santos son también simboli-
muerte y la vida, entre el bien y el zaciones de valores morales que se
mal. expresan a través de la especializa-
ción en la ayuda que prestan a los
1.3.1.1. Por un lado está Dios, homQres, ('omo por ejemplo, San
creador y dador de la vida, respon- Antonio que ayuda en el amor y
sable de la existencia en este mundo es generoso, Santa Bárbara quien
y de la existencia después de la protege de los truenos, San Barto-
muerte; sin embargo, Dios está le- la que vigila en las tempestades, etc.
jano de la tierra, no puede ser abor- Las fiestas de'los santos son la con-
dado o influenciado directamente; densación cultural y religiosa de to-
gobierna el mundo a través de los das esas relaciones. Estas fiestas,
SANTOS (Price, T: 1955,176). sobre todo las de Jesús, el Santo
Mayor (navidad y semana santa),
Se dice que ~os santos están con lo mismo que las del Patrono del
Dios en el fielo, sinembargo, son lugar y los belenes, marcan todo el
inseparables de la vida diaria de ritmo de la vida de la comunidad.
los hombres. Los humanos enta- Sería importante profundizar en la
blan con ellos relaciones personales cristología de este grupo social,

GABRIEL IZQU lERDO, S.J. 215


dada la importancia de las celebra- Una tercera categoría de seres
ciones de Jesús en la comunidad. malignos son los brujos, quienes te-
niendo cualidades y vida humana
1.3.1.2. El mundo de los espí- participan de todo ese mundo de-
ritus del mal está fundamentado moníaco y suelen vivir aisladam1mte
en el demonio y se extiende a tra- y trabajar en secreto protegidos por
vés de los malos espíritus que son guardaespaldas de su misma catego-
personificaciones de daños y de ma- ría de brujos, que velan para evitar
les morales que se traducen siempre males de espalda y males de ojo
en males físicos (Price, T: 1955, (Whitten, N: ~965; Price, T: 1955).
123). La etiología última de cual-
quier tipo de mal procede de este
mundo: la enfermedad, la muerte Es importante notar el papel que
inesperada, la ruptura de la comu- juega la naturaleza, en nuestro caso
nidad, el fracaso en el amor, la ter- la selva, el agua (ríos y mar) y las
minación de la unión consensual zonas transicionales como los man-
entre los esposos, tienen siempre glares y los esteros en relación con
una causa concreta que procede el mundo del mal. Lo mismo po-
de este origen. dríamos decir de los habitantes
animados de esos espacios: pája-
Además del diablo que actúa co- ros, bestias, peces, y aún de las mis-
mo polo opuesto de Dios, existe mas plantas. Aunque no podemos
una réplica de los santos en el generalizar simplemente diciendo
mundo del mal, encarnada en los que todo lo que existe en el mundo
espíritus malos, personificados en "natural" está dominado por el rei-
leyendas y causantes de muchos no del mal, sí podemos afirmar que
males físicos y morales (Celorio, en la medida en que se sale del pue-
blo de habitación y se entra en el
F: 1976, 31): ya hem<is hablado mundo desconocido de lo selvático
de la Tunda, mala madre que se o del agua, mundo secreto y miste-
roba a los niños, del Duende, her- rioso en muchos aspectos, se aden-
moso mancebo que seduce a las tra uno en un universo dominado
mujeres casadas y las doncellas por por éstos seres malignos en el que el
medio de manipulaciones eróticas; demonio, los monstruos y los bru-
por otro lado están el Riviel y el jos tienen su reino. El temor y el
Buque Fantasma que ronda por los
sobresalto acompañan el transcurrir
mares cargado de almas en pena.
por esos mundos que encierran el
Los aniJIlales, las plantas, los ríos,
los astros pueden tomar caracterís- peligro y afectAn la salud, la tran-
ticas nefastas y de mal agüero. Jun- quilidad y'la vida de los hombres.
to a estos personajes y elementos
que encarnan la negatividad ética Los astros, en particular la luna
y los peligros de la muerte y del que rige las mareas y condiciona
mal, aparecen los espíritus malos y el trabajo y la actividad toda del
los muertos vivos que abiertamente habitante de los ríos, tiene efectos
representan un peligro de daño fí- maléficos o por lo menos peligrosos
sico y social a las gentes del litoral. en ntuchas ocasiones y en otras sir-

216 EL MUNDO RELIGIOSO DEL AFRO·AMERICANO DEL LITORAL PACIFICO


ve como marco propicio para la La magia pues, en cuanto sinteti-
realización de la acción del mal. za el mundo del maglino y los ele-
mentosde la naturaleza, que ya
La naturaleza se integra así de por sí suelen ser peligrosos, es
con una dimensión cósmica a la un elemento que fracciona la co-
concepción y a la práctica del munidad creando suspicacias y alen-
mundo religioso y se constituye en tando competencias de las que solo
su misterio y en su secreto como se salva la familia nuclear y el pa-
una aliada o por lo menos como un rentesco consanguíneo. La magia
espacio familiar a las Iuerzas del pues opera realmente muchos males
mal. En la medida en que la gente en la comunidad a través de la in-
se aleja de la pob'lación, el mundo corporación de ia naturaleza y del
natural se anima y se toma en esa cosmos, en los aspectos en que es-
encamación de las fuerzas del ma- tos son secretos y misteriosos.
ligo. El mundo natural en cuanto
misterioso, pavoroso y dañino, se Nos encontramos por último con
tanslada al seno de la comunidad otra clase de espíritus que son en
a través de las acciones y trabajos cierto sentido neutros, no dañinos;
mágicos y de brujería que emplean son estos los espíritus de los muer-
elementos naturales (plantas, aguas, tos que vagan en el poblado y a los
cortezas, etc.). El mundo animado que aunque se les teme, se les recibe
natural (pájaros, bestias) se entro- y se les considera con piedad. Estos
mete en los poblados por medio del. espíritus ayudan a veces a los pa~
poder de acción de los brujos y de rientes, los llaman al orden, a veces
otras personas que tienen poderes los castigan y las más de las veces
especiales para manejar estas bestias les piden ayuda con el fin de entrar
como augurios de mal agüero, o en el mundo de la gloria.
como verdaderas armas del mal; por
último el elemento natural, secreto A continuación presentamos un
y misterioso es usado de nuevo por breve esquema que sintetiza este
brujos y hechiceros a través de ma- mundo de relaciones en las que el
leficios y encantamientos en los que bien y el mal se hacen reales en la
se unen secreciones y excretas hu- vida comunitaria. Este esquema de-
manas (sudor, orines, materias feca- be completarse con el presentado
les, juagadmas de ropa, etc.), ele- en páginas anteriores, ya que en
mentos naturales en los que el hom- éste incorporamos la naturaleza y
bre no tiene control. el poblado.
ESTA VIDA
BIEN - VIDA - DIOS - SANTOS
MINISTROS - IGLESIA - SALUD
'CICLOS DE FIESTAS RELIGIOSAS CICLOS DE CELEBRACIONES VITALES
Semana Santa - Navidad - Patronos Nacimianto - Muerte

ACCIONES MAGICAS y BRUJERIA


esporÍldicas
I
ALMAS DEL PURGATORIO
ACCION DE ESPIRITUS MALOS

ENFERMEDAD - BRUJOS - ESPIRITUS MALOS


DIABLO - MUERTE - MAL

GABRIEL. IZQUIERDO, S.J. 217


1.3.2. Aquí vemos de nuevo la tus actúan, sanan o dañan, ayudan
lucha entre el bien y el mal, la o perjudican. Las relaciones gene-
MUERTE y la VIDA, simbolizado rales dentro de la comunidad, re-
en este código de santos y espíri- ferentes al ascenso social, al pres-
tus. El código, como lo hemos tigio, al status y a las clases sociales
señalado varias veces, replica las se maneja también claramente des-
relaciones de las gentes del litoral de el mundo religioso.
en su lógica de reciprocidad, en su
lógica plástica y concreta, en su Un segundo núcleo de problemas
personificación de todo laque cap- muy relacionado con el primero y
ta, en la tendencia a manejar el con el mundo religioso se refiere a
mundo cultural por medio desim- la salud y a la enfermedad, al dolor
bolizaciones antrQPomórficas en las y al fracaso que puede culminar
que se incorporan elementos de la con la muerte. La sanación y la en-
naturaleza y del cosmos yen la que fermedad son símbolos centrales,
se integra todo ese universo con el . creemos que los más importantes
que, se ha convivido por siglos, a .. después de la muerte, de todo este
la vida cotidiana y·a la conciencia tipo de acción y presencia del bien
social. y del mal, de la vida ~ de la muerte.
Como marco de este núcleo aparece
Sin embargo, la vertebración del de nuevo el mundo de las relaciones
encuentro y de la lucha entre esos sociales que está siempre presente
dos mundos de espíritus se encuen- en el fenómeno religioso.
tra situada en la VIDA misma del
hombre: la materia de la problemá- El tercer núcleo del mundo reli-
tica religiosa de la gente del Pacífico gioso incorpora como problemáti-
es su vida concr~ta: su vida misma, ca y concreción simbólica las rela-
sus ·preocupaciones qüe en cuanto a ciones co,n la naturaleza y con el
la problemática del mundo religioso mundo del trabajo. Esta región de
se puede dividir en tres nodos cen- problemática no puede ser separa-
trales: el primero se refiere a la ca- da de los núcleos anteriores, ya que
sa y a la familia en la que las rela- la materia y los temores o alegrías
ciones hombre-mujer con los ele- que aparecen aquí están Íntima-
mentos de la poligonia serial y las mente relacionados con los puntos
rupturas de la unión consensual anteriores. En este punto, el hori-
ocupan un lugar pre-eminente; re- zonte del agua, de la selva y de los
lacionados con estos aspectos apa- astros se hacen presentes y son in-
recen la sexualidad y el amor junto corporados con su fondo de miste-
con. los celos, las envididas, los rio, secreto y pavor al mundo reli-
odios; las venganzas y a veces la gioso a través del sentido maligno
muerte; la familia extendida y el que pueden tener y por medio de
parentesco que se maneja de ma- las relaciones so<;iales conflictivas
nera ,elástica (Whitten, N: 1965), que se resuelven por la la magia.
el bienestar de 'los hijos y todo el
papel de la mujer son también fac- . El sustento,. la búsqueda de ali-
tores, materia del mundo religioso. mento que inmediatizan al hombre
Alrededor de ellos santos y espíri- del litoral en su vida' diaria y lo

218 EL MUNDO RELIGIOSO DEL AFRO-AMERICANO DEL LITORAL PACIFICO


hacen enfocarse en la cotidianidad la lógica de este grupo y hacia su
(Whitten, N: 1965), el éxito o fra- transformaCión humanizan te e his-
caso en sus labores, la resistencia so- tórica. Por lo tanto, pensamos que
cial que implican se refiere de nuevo debemos determinar muy claramE¡!n-
al mundo de las relaciones humanas te lo que' significa nuestra accion
y sociales en las que la religión apa- pastoral y de acuerdo a ello, tene-
rece de nuevo. , mas que establecer unos objetivos,
unas metas y una metodología
Al mismo tiempo, esta vida en su de trabajo.
aspecto de relaciones sociales, y en
su dimensión cultural son las que- Esta labor nos espera en los oías
vertebran formalmente toda la ex- siguientes. En todo este trabajo de-
presión simbólica del mundo reli- bemos recordar de nuevo que no
gioso. Por esta razón afirmamos que podemos centrar nuestra labor
el cambiarse y erosionarse todo el en elementos adjetivos o "folkló-
mundo socio-cultural en la situa- ricos", pues el hacer esto, signifi-
ción urbana, todo el mundo religio- caría ideologizar el mundo religioso
so se erosiona; de ahí la necesidad sin llegar a los verdaderos ejes del
urgente de activar una presencia problema.
pastoral en las zonas urbanas.

111. REFLEXION PASTORAL


1.2. Sin entrar a discutir los mar-
1. Después de este esbozo analí- cos socio-culturales y económicos-
tico que acabamos de presen- políticos de que se ha hablado en
tar,' comienza para los agentes de otras exposiciones, quisiéramos su-
pastoral un trabajo complejo y di- brayar que toda la simbólica reli-
fícil: la planeación del trabajo y la giosa de este grupo es suceptible
realización de metas concretas; el de significar múltiples cosas, es am-
buscar y analizar líneas claras de bigua; sería por lo tanto un error
acción que lleguen realmente a la imperdonable despreciarla o des-
gente y ayuden a su humaniza- truirla. Sin embargo para lograr
ción. darle. nuevos significados nos pare-
ce que debemos situarla en el con-
1.1. Ante este tópico, pensamos junto, en ,el sistema dentro del
que es necesario analizar nuestras cual adquiere su sentido. Ahora
actitudes como agentes de pastoral; bien, ese contexto implica en pri-
si en nosotros hay un deseo y una mer lugar el mundo religioso que
práctica de ser presencia viva en se ha esbozado, el mundo cultural
medio de este pueblo, presencia que y social que no puede reducirse úni-
anuncie la buena noticia de la muer- camente a la problemática local,
te y de la vida de Jesús y trate sobre sino que tiene que referirse tam-
todo de hacerla realidad desde el bién a los elementos históricos, a
pueblo, habremos dado un paso los fenómenos migratorios, a la ar-
seguro. Jesús, solo puede hacerse ticulación con el horizonte urbano
presente a partir de la cultura y de y con la producción capitalista.

GABRIEL IZQUIERDO, S.J. 219


2. A continuación y a manera de y en relación con el cuidado y edu-
síntesis, quisiéramos enunciar cación de los niños. La matrifoca-
algunos elementos, que además lidad de la familia y de la casa su-
de los anteriormente presentados, braya la pre-eminencia de la mujer
podríamos ayudar a la planeación que viene a ser de ordinario. un
pastoral y que se refieren a la lógi- núcleo importante de poder dentro
ca y a los contenidos de ese mundo de esa formación social.
socio-religioso y cultural.
La vida familiar y relllcional
2.1. En el m undo religioso este hombre-mujer, destaca otros dos
grupo social celebra la muerte por- . elementos que son centrales en la
que la vida es importante; el foco vida: el seX6 y el amor que impli-
central de esta referencia a la vida can toda una problemática coti-
se ubica en esta vida concreta. Esa diana de celos, envidias, machismo,
vida es influenciada grandemente ostentación e intervenciones del
por la movilidad y concreción de la mundo sobrenatural (espontáno
economía de subsistencia que al no o inducidas). Parte central de la vi-
poder almacenar ni conservar, y,al da y de la religiosidad son los an-
necesitar varias fuentes de recursos, cianos y los niños que conforman
se centra en lo diario, en lo inme- segmentos de la escala jerárquica
diato, en lo concreto, en lo necesa- en que está organizada la sociedad.
rio.
Varias veces hemos hablado de
La actividad de susbsisten~ia in- que la vida religiosa en sus relacio-
mediata, móvil, concreta y cam- nes con los santos y con los espí-
biante y que influye decisivamente ritus está basada en una lógica de
en el comportamiento de los la reciprocidad que se hace presen-
hombres que fundametalmente te en la minga, en el compadrazgo,
se dedican a estas actividades, está en las fiestas y ceremonias religio-
marcada por una concepción de sas y en casi todas las relaciones
tiempo (Whitten, N: 1965) que se sociales. Esta lógica, basada en el
rige por las mareas, por la luna y don, en el regalo, crea obligaciones
que tiene una lógica de producción recíprocas y 'junto con ellas esta-
y de trabajo muy diferente a la ló- blece, fortalece o problematiza por
gica del tiempo y de la producción medio de conflictos los lazos de la
capitalista. familia extendida y las relaciones
comunitarias (Whitten, No.: 1965,
La vida que se celebra es la exis- 2).
tencia que defiende la vida de mu-
chas maneras: niega el aborto, aco- El corpOliativismo que se expresa
ge a los niños, censura a las malas como factor de identidad social, en
madres, rechaza y castiga al asesino; las relaciones de los habitantes del
dentro de esta concepción y dentro pueblo, de la vereda o de todo un
de la problemática de la poligi- río, y que se expresa en mil formas
nia serial, debemos recordar el pa- rituales, es también una clave para
pel importante que desempeña la entender el mundo religioso. Tal
mujer respecto a la estructura social corporativismo es jerárquico y en

220 EL MUNDO RELIGIOSO DEL AFRO-AMERICANO DEL LITORAL PACIFICO


él, los ancianos ocupan un puesto aspectos secretos y pavorosos y con
de importancia. A este respecto, sus tópicos útiles y benéficos.
no se pueden desconocer los meca-
nismos por los cuales se logra un Especialmente debe destacarse
ascenso social y un' estatus más ele- dentro del mundo ceremonial la in-
vado. El espíritu de compartir corporación de elementos concretos
dentro de los límites y formas de y plásticos (piénsese por ejemplo
esa cultura, y que es corolario del en la riqueza de la celebración de
corporativismo, se expresa de ma- la semana santa) que personifican
nera amplia y extrovertida y se el mundo natural y el sobrenatural
celebra en los funerales, ceremonia- en los que el color (colores natura-
les de toda clase, en la bebida, en les), el vestuario, las imágenes, los
intercam bio de alimentos y en cada gestos sociales tienen visos de gran
momento de la vida. emotividad y riqueza que llega a ser
en ciertos momentos invo.utiva.
2.2. Todo este acerbo vital se
abre a la trascendencia y se impreg- La lógica de la celebración ritual
na de ella y del mundo religioso no es descarnada, abstracta, forma-
a través de las experiencias de bien lista o afectivamente reprimida; las
y de mal, de vida y de muerte, leí- narraciones que forman parte de la
das en los acontecimientos coti- celebración ritual, la mitificación y
danos y en los extraordinarios, ma- la exptesión legendaria de la natura-
nejados por medio de la oración y leza y de las personas con relación
del actuar de santos y espíritus al mundo religioso, nos introducen
de los cuales Dios y Satán son la al mundo de lo "real maravilloso",
raíz última. En el ciclo de fiestas mundo .exhuberante y rico que con-
religiosas que convocan .a la comu- forma la conciencia social de ese
ndad o en las de transición de ca- grupo.
rácter individual, en la piedad indi-
vidual y en el contacto con la natu" La cultura general del afro-ame-
raleza, santos y espíritus se relaGio- rcano del Pacífico además de ser
nan con los hombres. . ritual y ceremonial, pone gran én-
fasis en la tradición que se expresa
2.3. Entre los elementos lógicos en la transmisión y realización exac-
y culturales en lasque se desen- ta de ritos y en la narración de le-
vuelve el mundo religioso es impor- yendas y cuentos que refuerzan las
tante notar los siguientes: ya habla- costumb~es. Los contadores de
mos anteriormente de la lógica de cuentos y leyendas gozan de alto
la reciprocidad. ·Junto con ella, el status social.. La tradición se cons-
complejo mundo r;itual nos da otra tituye <;!orno factor importante en
clave para entender que esta cultura la conservación, revitalización y eje
religiosa se expresa a través de una de la identidad del grupo. Un pro-
lógica c.eremonial que tiene gran im- blema del enorme valor de la tradi-
portancia en el desenvolvimiento ción y de su transmisión a través
del mundo religioso. En ese ceremo- de leyendas, versos, coplas, bailes y
nial se integra la naturaleza con sus canciones (y lo mismo podemos
t
GABRIEL IZQUIERDO, S.J. 221
decir del mundo· religioso), es lo píritus y de Dios. La salud y la sa-
que llaIílamos su "folklorización", nación es indudablemente un ele-
a través de la cual se descontextua- mento central en toda su intele'c-
lizan y se atomizan las tradiciones ción de la salvación y de la vida.
populares, se incorporan a grupos Aparece de nuevo el cuerpo huma-
que tratan de difundirlas en los no como un microcosmos en el cual
aspectos más adjetivos que tienen, operan las fuerzas del bien y del
las convierten en negocios para la mal y se abren a la trascendencia.
satisfacción del consumidor que se Los santos, los espíritus, los bru-
encuentra en. los centros ecónómi- jos, las almas de los muertos, todos
cos, políticos o geográficos del país tienen que ver con el cuerpo hu-
y del mundo. mano, aprovechan lo que es él, y
se refieren a su salud o a su dolor.
2.4. El cuerpo, sus sensaciones,
su ritmo es otro código simbólico 2.5. La incorporación de la na-
importante que atañe también al turaleza a la vida y al mundo de lo
mundo religioso. Desde la concep- cultural y su relación con el mundo
ción y la práctica de la sexualidad religioso la señalamos anteriormen-
hasta la expresión plástica en las te. Nos parece sin emba,rgo impor-
danzas diversas en las que se mani- tante señalar el temor y el miedo
fiesta la relación entre los sexos, ante ese mundo, sobre todo en
la entrega casi extática a los can- cuanto se refiere a las personifica-
tos y al ritmo, pasando por el inte- ciones del mal de que hablamos an-
rés en las funciones fisiológicas tes y que tienen efectos serios en
y corporales del hombre y la mu- muchos casos en los que las visio-
jer con toda su incorporación a nes y la experiencia de los narrados
la magia, expresan la percepción en las leyendas se convierten en
del cuerpo. De especial interés es realidad concreta.
la exploración de los vestuarios y
adornos rituales, en particular en Junto con este mundo de temor,
cuanto se representa a los santos y no se puede negar el proceso de de-
a los espíritus, con todo ese uso de sintegración que se está operando
colorantes naturales y vegetales, la en la cultura y en la organización
incorporación de elementos de tra- social de los grupos migrantes en
jes militares o de la gente de las ciu- los cuales la ideologización de lo
dades que son tratados de forma negro en contraposición a la cultura
casi mágica. blanca está operando una nega-
cón radical de su cultura rural por
Relacionando el mundo religio- considerarla pobre, ignorante, selvá-
so con la vida y especialmente con tica. El temor y el respetO' ante lo
el cuerpo nos encontramos con la blanco, que incluye también el fac-
problemática de la salud que tiene tor religioso que ha sido manejado
implicaciones altamente religiosas. durante siglos por elementos domi-
Ninguna enfermedad, ninguna sana- nadores lleva continuamente a con-
ción se pueden deslindar del mundo flictos entre los que viven en el
religioso, de los santos, de los es- campo y los que vienen de las ciu-

222 EL MUNDO RELIGIOSO DEL AFRO-AMERICANO DEL LITORAL PACIFICO


dades. Tales enfrentamientos se a su vez una elaboración teológica
ocasionan en las fiestas religiosas de la presencia de la salvación, de
de todo tipo que convocan la co- los sacramentos, de la celebración
munidad (Taussig, M: 1980). y de la acción a partir de este mun-
do. Sin embargo, insistimos en que
hay un lenguaje sin el cual todo lo
3. Estos elementos nos parecen cen- demás es innecesario. Este lengua-
trales en la intelección del mun- je con el que tenemos que hablar
do religioso del litoral Pacífico. La al afro-americano del Pacífico se lla-
labor de la planeación de nuestro ma respeto por la dignidad huma-
trabajo debe llegar a ellas de manera na, comprensión, convencimiento
integrada. Este trabajo debe llevar de los valores de esa cultura, amor.

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224 EL MUNDO RELIGIOSO DEL AFRO-AMERICANO DEL LITORAL PACIFICO

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